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Conspiraciones corruptas
Las operaciones ilegales que influyeron en el proceso electoral de 1990, el inicio de un patrón
electoral de Vargas Llosa, así como a las victorias de Fujimori en todas las subsiguientes
Remozando la corrupción.
“Patriótica” había diseñado desde 1988, un plan secreto para llevar a cabo un golpe contra el
Los golpistas esperaban que la opinión pública tolerara el golpe en medio del descontento
Este plan no se materializó, pero fue adoptado y modificado por el inescrupuloso Jefe de
espías, Montesinos, un ex oficial del ejército, que había sido expulsado de éste, con
tributaria, entre otras cuestiones legales que amenazaban con arruinar la reputación y
corrupción militar y judicial, vínculos con la CIA y conexiones con carteles de drogas.
A partir de estos oscuros orígenes, la corrupción se propagó en casi todas las direcciones
durante la década infame del régimen de Fujimori. Montesinos logra posicionarse como
triunfando sobre la facción izquierdista liderada por los Generales Gallegos y Fernández
En 1976 abandona su puesto de un desierto norteño, para viajar a Estados Unidos, usando una
falsa autorización y el auspicio de una beca del gobierno norteamericano, para líderes
extranjeros visitantes.
A su retorno es juzgado por viajar sin permiso oficial, espionaje e insubordinación y confinado
Su deseo de venganza hacia la facción militar que lo encarceló motiva el desafío a los altos
mando militares, para lo cual colabora su primo Augusto Zimmerman, exsecretario de prensa
de Velasco.
Se ve obligado a huir del país en 1983 y vive en Argentina hasta 1985, a su retorno le prohíben
Entre sus numerosos enemigos figura el mayor José Fernández Salvatecci quien lo denunció
como traidor y espía de la CIA. Defiende como abogado a los implicados en “Villa Coca”, que
gerenciaba “el padrino” Reynaldo Rodriguez López, en 1985 y que denuncia a 72 personas
entre los que se encontraban militares, políticos y celebridades del espectáculo. Interviene
humanos.
En 1989 Montesinos se acerca a Edwin Diaz, jefe del SIN y consigue mediante argucias un
Fujimori y en el jefe de facto del SIN en 1990. El poder encubierto de Montesinos estaba más
posición política, dispuesto a minar las normas constitucionales y ejercer el poder ejecutivo sin
límites, Fujimori no contaba con un partido político coherente y sus partidarios no tenían
La creciente corrupción, ligada al tráfico de narcóticos entre las fuerzas policiales, ofreció la
oportunidad al dúo Fujimori- Montesinos, para reordenar rápidamente los escalones superiores
corrupción heredada y pasa al retiro a 135 altos oficiales de policía, entre los cuales se
Unos días antes el astuto Montesinos se había reunido con funcionarios diplomáticos de
narcotráfico de altos oficiales de la policía y del séquito de Agustín Mantilla, ex ministro del
interior aprista. Los puestos dejados vacantes en el mando policial fueron asignados a oficiales
militares en claro viraje estratégico del papel que la policía había alcanzado durante el régimen
aprista en la lucha contra las drogas y la subversión. Con ésta medida, los programas
El objetivo práctico era purgar a los oficiales con inclinaciones apristas así como a los
así que el servicio de inteligencia nacional era el que manejaba el gobierno y el estado
Peruanos. Los nuevos jefes militares incluían a Generales y Almirantes que brindaron las
bases preferidas por Fujimori y Montesinos, para consolidar su régimen. El Gral. Jorge Torres
Aciego pasó a ser Ministro de Defensa en julio de 1990. El Vicealmirante Luis Montes
Lecaros pasó a ser Jefe del Comando Conjunto. El Gral. José Valdivia (cliente de Montesinos
Sustituyó al disconforme Gral. Jaime Salinas Sedó como comandante de la segunda Región
Militar con base en Lima. El Coronel Alberto Pinto Cárdenas, amigo personal de Montesinos,
fue nombrado jefe de Inteligencia del ejército. En Diciembre de 1991, El General Hermosa
Ríos ocupó el puesto de Comandante en Jefe del ejército, encima de otros Generales en línea
para el ascenso. Con éste último nombramiento Montesinos redondeó su red informal dentro
del alto mando militar, minando las normas de promoción consagradas por el tiempo.
Montesinos sentó las bases para el autogolpe de 1992, deteriorando la eficiencia militar y el
Los cambios estratégicos en el liderazgo de las fuerzas armadas y policiales habrían sido
difíciles sin la manipulación previa del sistema judicial y de la Fiscalía de la nación en el
Ministerio público.
Para éste fin, Montesinos diseñó un sistema integrado por jueces, fiscales, funcionarios de
cárceles y oficiales de policía, perfeccionando ésta red entre julio de 1990 y abril de 1992.
Una experta evaluación de USAID concluyó en setiembre de 1991, que la crisis del sistema
judicial era, bajo las presiones de una corrupción a gran escala, el tráfico de drogas y el
preocupación por las atroces condiciones de los derechos humanos en el Perú, que se
designios ocultos.
El desvío ilícito de fondos oficiales de defensa e inteligencia, los sobornos, las comisiones
ilegales en las adquisiciones de material militar y los cupos impuestos a las actividades del
narcotráfico en las zonas de la selva, controladas por los militares, fueron los principales
medios por los cuales se pagó el parcializado mando militar y al séquito político de Fujimori.
Usando esas mismas fuentes de ingreso Montesinos reforzó las operaciones encubiertas e
Dictadura Cívico-militar.-
Desde el inicio mismo del régimen de Fujimori, las crecientes redes encubiertas de
golpe fue justificado ideológicamente como necesario para conseguir la derrota del terrorismo.
La corrupción era, pues el medio con el cual alcanzar, consolidar y mantener el poder
del Fujimorismo.
Fujimori había conseguido el apoyo del FMI tras un avance en el arreglo de los problemas de
la deuda externa heredados del anterior gobierno, cuya negociación la condujo Hernando de
Soto, utilizando sus amplios contactos internacionales. Juan Carlos Hurtado Miller, el primer
laborales y guerra contra el terrorismo. Esto permitió a Fujimori ampliar sus poderes durante
150 días, y justo antes de que expirara la ley25327, el ejecutivo emitió una avalancha de 126
decretos inspirados por el ministro de Economía Carlos Boloña. Muchos decretos claramente
El decreto 743 creó el sistema de Defensa nacional (CDN) dirigido por un Consejo de Defensa
El decreto demás integra todas las unidades de inteligencia de las fuerzas armadas y policiales,
bajo el sistema de Inteligencia Nacional (SINA) organismo dirigido por el SIN con inusitado
rango ministerial y poderes extraordinarios. El congreso rechazó varios de éstos decretos
como violaciones flagrantes de los derechos civiles. Fujimori se enfrentó con el legislativo y
que permitía la reducción de sus sentencias. La Corte Suprema desestimó los cargos de
enriquecimiento ilícito contra el ex presidente Alan García , así como los de terrorismo contra
La opinión pública asoció la obvia corrupción judicial con el nombramiento de jueces durante
el gobierno de García.
Montesinos y dos jefes militares planearon el golpe en el cuartel general del ejército. Mientras
En la noche del domingo 5 de abril, el general Valdivia y el coronel Alberto Pinto Cárdenas
Para prevenir un contragolpe, se había ordenado a los comandantes de las otras regiones
El gobierno golpista cerró el congreso indefinidamente y el poder judicial por veinte días.
del Palacio de Justicia y el Ministerio público que contenían información confidencial fueron
La oposición protestó y afirmó que el golpe era una consecuencia directa de las revelaciones
hechas por Susana Higuchi, que había acusado a sus parientes políticos de corrupción.
Los actos senderistas se intensificaron, entre ellos el atentado contra el canal 2 de televisión
así como el de la calle Tarata.
El régimen usó la guerra sucia contra los senderistas como la ejecución de presos políticos de
fue capturado en setiembre de 1992 por la GEIN- DINCOTE, encabezada por el Gral., Vidal.
cohecho, el juez Luis Serpa Segura fue nombrado presidente de la Corte Suprema y la
Quedaron impunes los actos delictivos de empleados públicos y militares adictos al régimen.
Establecieron los tribunales sin rostro, que dictaron duras sentencias contra los sospechosos de
terrorismo, muchos de los cuales eran inocentes. Montesinos y el comando del ejército
encarcelado. Pasaron al retiro al General Alberto Arciniega Huby, juez militar que culpaba a
Espinoza, es pasado también al retiro por denunciar la existencia del grupo “colina”,