Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Este plano consiste en el ethos cultural de un pueblo, que existe como base latente pre-reflexiva y
este es un conjunto de valores y actitudes organizados jerárquicamente que guían todo el obrar
humano. Los valores se representan como bienes y nos atraen como fines a alcanzar y realizar. Y los
modos de acercarnos a ellos constituyen las actitudes, inclinaciones inmediatamente sensibles ante
un valor, motivándolo a este en procura de su consecución.
Siendo múltiples y diversos los valores-actitudes que configuran un ethos cultural, es el valor-actitud
religioso el que le da a este complejo el sentido y organicidad además de actuar en el en un modo
inspirador y animador y por esto re-liga al hombre con la trascendencia.
En caso de haber existido el hombre en estadio de simple naturaleza habría avanzado hasta re-
ligarse con el creador, pero no con su vida íntima. El hombre en estadio de pecado, intenta avanzar
por esta apertura, casi siempre en vano, sometido a la equivocación, la desfiguración y la idolatría.
Aquí es donde se inserta la gracia potenciando la naturaleza humana para que avance rectamente
hacia su creador y elevándolo para que reciba la revelación del Dios Padre. La operación de la gracia
en este plano, implica ver morir a los disvalores y renacer a los valores o potenciar los ya existentes
para perfeccionarlos y elevarlos.
Los valores y actitudes que configuran el ethos cultural, solo comienzan a manifestarse en los
distintos planos y momentos que abarca la cultura objetiva, pero no puede ser abordada a partir de
una descripción uniforme, pues la trayectoria de los planos y momentos varían según el
pensamiento, por dinámica propia o por contacto con otras culturas en situación de dialogo o
dominación.
Procede de la presencia del pensamiento funcionando reflexivamente, tiende a distanciarse cada vez
más de la realidad vivida, privilegia el instrumental logico-analitico, y adopta el lenguaje abstracto de
los símbolos matemáticos. Esta dinámica introduce en el proceso del obrar humano una distinción
radical en el plano teórico y práctico, amenazando convertirse en ruptura. Mientras el instrumental
logico-analitico se ve obligado a abrir puentes entre teoría y praxis multiplicando los momentos que
articula el funcionamiento de cada plano. Las culturas modernas son un desprendimiento de las
tradicionales, se pueden rastrear huellas de un sentido común, de una concepción del mundo e
incluso de un saber de salvación subyacente. Ese éxodo y desprendimiento se produce
gradualmente hasta alcanzar el punto límite de secularismo. La cultura de masas que reedita
estructuras formalmente idénticas a las del ethos originario, pero con contenidos adecuados a un
nuevo contexto.
Efectuamos tres precisiones al diseño de plano teórico perteneciente a las culturas modernas.
- En orden a las distinciones de cada uno de los momentos: la ramificación de cada momento en
múltiples distinciones y sub-distinciones, que aumentan sin cesar, hace del ideal de un saber re-
unificador una tarea prácticamente interminable.
- En orden a la articulación dinámica de los 3 momentos: ciencia, moral y tecnología gozan de una
autonomía relativa.
Ciencia, moral y tecnología despliegan sus búsquedas respectivas sin lograr armonizar sus caminos.
Es precisamente ahí donde la experiencia de un saber reflexivo no parece poder volverse fuerza
eficaz de cohesión y crecimiento personal, es precisamente ahí donde la gracia se ofrece como
fuerza de salud y enaltecimiento.
La experiencia de Verdad de la que el hombre tantas veces hace gala es desafiada por la gracia a ser
radicalmente fiel a su ser y osar su propia plenitud trascendiendo a su altura y su profundidad.
Considerado como ser del mundo cada hombre, todo hombre, dice en su ser el estar situado, lo cual
nos pone frente a la presencia de una realidad estructurada como un todo. La mutua interacción de
los seres con su entorno y de los seres entre si introduce una distinción fundamental entre: energía
que entra en cada ser (información) y energía que sale de cada ser (acción). Dichas dialécticas
manifiesta como estímulo-reacción, se establece en lo orgánico como necesidad-satisfacción. Y el
rostro vivo y humano de la misma es el de situación problemática-respuesta. Esto hacer emerger un
tercer momento que se interpone entre la información y la acción, momento cuyo cometido es el de
procesar la información y a la vez programar más o menos flexiblemente la acción. En el caso de
animales el nuevo momento se despliega por señales, en el caso del hombre se salta
cualitativamente a un complejísimo funcionamiento de símbolos vitales y símbolos abstractos.
La situación del hombre es la situación de un ser urgido, no puede esperar que surja alguna vez ese
saber re-unificador ideal que debería poner de acuerdo a la ciencia, la moral y la tecnología en sus
constantes litigios y querellas.
Aquí entra la doctrina que por su carácter de puente o bisagra cumple una doble función: la de
armonizar los tres momentos del plano teórico y la de aplicarlos al plano práctico del aquí y ahora. El
plano teórico es un plano abstracto de acción y el practico es de acción y desarrollo.
Lo llevado a cabo por la doctrina es un arbitraje, este instaura la primacía decidida de la moral,
establece una escala de valores en la cual asigna mayor importancia a unos que a otros. La aplicación
del plano práctico del aqui y ahora, apunta a plasmarse en un modelo. Pero el grado de abstracción
de la doctrina no nos permite pasar directamente y para hacerlo hay que apelar a otros momentos
enclavados en el interior del plano practico (ideología y política). No obstante, en comparación con
la moral, la doctrina goza, respeto de aquella, de una mayor proximidad a lo concreto.
La doctrina necesita nuevos momentos que la aproximen más y más al aquí y ahora. Habrá que
descender más en la determinación de tiempos, sectores problemáticos, lugares, metas, etc. a través
del plan, el programa y el proyecto hasta desembocar en la acción.
Ideología y política conforman dos momentos dialecticos de un solo complejo, momentos que
interactúan entre sí en una casualidad reciproca y cuyo despliegue se realiza bajo la conducción de la
doctrina. Expresa una dramática exigencia de proporcionalidad entre los principios doctrinarios y los
fines ideológicos entre los fines ideológicos y los medios políticos. Enraíza en la necesaria
correspondencia entre verdad, bondad y esplendor o utilidad que son aspectos de la misma y única
realidad de ser.
El modelo es un brazo extendido de la doctrina hacia el corazón del plano practico. Es un programa
concreto de acción o, mejor, una estrategia organizada de solución frente a una compleja situación
problemática. Se lo define como una estructura normativa mediatizadora que establece la escala
operacional de discernimiento para optar entre los fines intermedios más conducentes a la
obtención de un fin último.
a) Su rol consiste en confrontar la visión especulativa del fin último con la visión concreta de los fines
intermedios que presenta la realidad multiforme.
*Esfera de lo económico.
*Esfera de lo socio-jurídico.
*Esfera de lo socio-político.
*Esfera de lo científico-artístico-comunicacional-educacional.
*Esfera de lo religioso-pastoral.
Es en el modelo y precisamente por su estar situado en el corazón de lo practico donde una doctrina
muestra su eficacia y adquiere vigencia histórica. El hecho de que Marx escribiera El Capital no
convirtió su teoría en doctrina. Solo cuando el leninismo muestra la efectividad histórica del
marxismo a través de un modelo, se produce el ascenso de este al nivel de doctrina. Solo se
impondrán los que demuestren su sentido de la realidad y su eficacia, ya sea por acierto o por
dominación.
El modelo deberá proyectarse hacia nuevas instancias descendentes que lo circunscriban espacio-
temporalmente en áreas, sectores y núcleos problemáticos hasta las últimas determinaciones del
aquí y del ahora.
Plan: circunscribe al modelo a una escala más concreta de eficiencia y factibilidad de los fines
intermedios.
Programa: circunscribe al modelo a una escala más concreta de urgencias en el tiempo
Proyecto: circunscribe al modelo a una escala más concreta en áreas, sectores y núcleos
problemáticos, fijando metas y tareas.
Todos los planos y momentos de la cultura objetiva son susceptibles de transferirse de una
formación cultural a otra, por intercambio dialógico o por dominación imperialista. La cultura
tradicional deberá afrontar la transferencia de la cultura moderna sin perder su identidad cultural,
quedando al margen de la historia o extinguiéndose.
Proyectándose sobre el plano teórico como armonizadora de los conflictos aparentes que surgen sin
cesar entre los límites de la ciencia, la moral y la tecnología.
Proyectándose en el modelo:
a- Positivamente mediante la presentación insobornable del deber ser genuino, que permite medir
que tan lejos se encuentran los patrones de vida con relación a perfección humana según el plan de
dios.
b- Negativamente mediante el margen de libertad que deja abierto al pluralismo de las posibles
ideologías y políticas, fijando limites dentro de los cuales han de configurar estas el modelo más
integral, integrado y eficaz de convivencia para cada coyuntura.
Estableciendo así un puente o bisagra entre la teoría y la praxis sin necesidad de esperar a
científicos, técnicos, moralistas y teólogos lleguen a concretar su ideal nunca satisfactorio de una
síntesis teórica superior.
Este complejo juego se organiza gracias a la conjunción de los siguientes factores y condiciones:
*la experiencia cristiana del esjaton en la coyuntura: entraña un choque de insatisfacción profética
entre la plenitud ya realizada en el cristo-cabeza y las situaciones de pecado o lo mucho que falta
aún por completar de su obra redentora en la sociedad y el cosmos.
*La lectura oficial de los signos de los tiempos: la experiencia de desproporción entre esjaton y
situación de pecado tiende a expresarse racionalmente en términos de situación problemática a la
luz de la moral evangélica y de la moral natural en dialogo con los aportes de la ciencia y tecnología.
*El cambio constante que signa tanto a la situación existencial de los pueblos como a los
descubrimientos de la ciencia y la tecnología hace que la experiencia cristiana del esjaton y la lectura
de los signos se cumplan asistemáticamente.
. cuando algo cambia en el universo cultural, cuando los cambios son sectoriales: requieren
puestas a punto correlativamente sectoriales.
. cuando lo que cambia es el conjunto del universo cultural, entonces también su puesta a punto ha
de ser global y totalizadora
*Con esto no se pretende afirmar que la coherencia de la doctrina social de la iglesia es un simple
producto de las preocupaciones sistemáticas de algunos periodos historico-criticos.
Se detiene en las fronteras de lo practico-practico no corresponde esperar de el programas
concretos de acción, en adelante la gracia habrá de animar los pasos que restan, no ya bajo la
asistencia infalible con-autoritaria del espíritu sino bajo la responsabilidad personal, grupal y
colectiva de los laicos, a quienes compete la tarea especifica de consagrar el mundo.
*suscitando en el pueblo de Dios comunidades eclesiales de base que sean en pequeño testimonio
vivo de la comunión y participación en verdad, justicia y libertad
*suscitando entre los hombres de buena voluntad los carismas necesarios para la construcción de un
orden más humano y más justo.
*impulsando a los laicos cristianos a pasar de una actitud defensiva a una actitud creadora en todas
las esferas de la vida principalmente en la esfera especifica de lo político, que constituye el ámbito
terreno más elevado del ejercicio de la caridad.
Plan, programa, proyecto: de ahora en más será necesario que la gracia se haga presente en el
ejercicio concreto de la prudencia para pasar de una situación menos humana a otra más humana, al
ritmo más rápido y al costo menos elevado posible, dentro de un tiempo, espacio, área, problema,
metas y tareas determinados.
A- por conductas entendemos el obrar del hombre, obrar que realiza la plenitud de sus aptitudes
especificas en los sujetos que las llevan a cabo y/o en los sujetos que son sus destinatarios.
B- por objetos o bienes culturales entendemos la materia, fragmentos de materia o seres carentes
de espiritualidad, transformados y signados por el hacer del hombre con vistas a su propia
perfección.
No es extraño que para captar su verdadero significado se haga necesario un tipo de conocimiento
distinto al de la naturaleza: la comprensión, la hermenéutica o interpretación.
De esta manera este tercer componente del dinamismo del obrar humano revierte sobre el primero
sobre el ethos cultural, reforzándolo u obligándolo transformarse, a través de un proceso circular de
retroalimentación, cuando algún producto cultural se introduce en un contexto tradicional pueden
llevarle a la pérdida de su identidad cultural, a la escisión de su estructura o a la muerte sin más.
La gracia santifica el sacramento del prójimo y consagra la energía cósmica en prolongación directa
con el universo sacramental de la liturgia. La esperanza teologal encarnada en la esperanza y en la
magnanimidad humanas regula el difícil equilibrio de paciencia y de impaciencia con el fin de llevar
adelante el proceso de alumbramiento de los nuevos cielos y la tierra nueva. La obra de la gracia no
concluye aquí, revierte sobre sí misma en el ethos de los pueblos, retroalimentándose desde el
exterior hacia el interior, desde lo objetivado hacia lo subjetivo, para reiniciar una nueva circulación
por la estructuración dinámica del obrar humano en sociedad, cada vez más aproximada al centro
UniTrino.