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Cultura Subjetiva: Plano latente pre-reflexivo

Este plano consiste en el ethos cultural de un pueblo, que existe como base latente pre-reflexiva y
este es un conjunto de valores y actitudes organizados jerárquicamente que guían todo el obrar
humano. Los valores se representan como bienes y nos atraen como fines a alcanzar y realizar. Y los
modos de acercarnos a ellos constituyen las actitudes, inclinaciones inmediatamente sensibles ante
un valor, motivándolo a este en procura de su consecución.

El ethos se organiza según cuatro coordenadas:

a) relaciones con la trascendencia

b) relaciones con los otros en el espacio intersubjetivo de la sociedad

c) relaciones con los otros en el tiempo intersubjetivo de la historia

d) relaciones con la materia en el espacio-tiempo cósmico.

Siendo múltiples y diversos los valores-actitudes que configuran un ethos cultural, es el valor-actitud
religioso el que le da a este complejo el sentido y organicidad además de actuar en el en un modo
inspirador y animador y por esto re-liga al hombre con la trascendencia.

En caso de haber existido el hombre en estadio de simple naturaleza habría avanzado hasta re-
ligarse con el creador, pero no con su vida íntima. El hombre en estadio de pecado, intenta avanzar
por esta apertura, casi siempre en vano, sometido a la equivocación, la desfiguración y la idolatría.

Aquí es donde se inserta la gracia potenciando la naturaleza humana para que avance rectamente
hacia su creador y elevándolo para que reciba la revelación del Dios Padre. La operación de la gracia
en este plano, implica ver morir a los disvalores y renacer a los valores o potenciar los ya existentes
para perfeccionarlos y elevarlos.

Cultura objetiva: Planos emergentes

Los valores y actitudes que configuran el ethos cultural, solo comienzan a manifestarse en los
distintos planos y momentos que abarca la cultura objetiva, pero no puede ser abordada a partir de
una descripción uniforme, pues la trayectoria de los planos y momentos varían según el
pensamiento, por dinámica propia o por contacto con otras culturas en situación de dialogo o
dominación.

A - Culturas tradicionales: Plano emergente pre-reflexivo

La emergencia de lo latente (valores-actitudes) se produce mediante operatividad de un


pensamiento que funciona vigorosamente adherido a la experiencia vital y en virtud de ello
empática y globalizadoramente. De ahí que se organiza en concepción del mundo y saber de
salvación, según las prioridades que se asuman en el componente anterior dentro de las
coordenadas de relaciones. Esto provoca el surgimiento de 3 momentos: a) imágenes vitales,
símbolos dramaticos,mitos,etc; b) normas ritualizadas, rígidas; c) técnicas repetitivas. Por su carácter
globalizador, estas culturas pasan de solución de continuidad de los 3 momentos a la acción. Y
estudiadas desde una perspectiva analítica se pueden aislar en ellas instancias equivalentes a planos
intermedios como la doctrina y el modelo.
Al emerger al plano de la expresión, la gracia se adecua a la idiosincrasia de cada cultura,
acompañándolas según el tiempo y estilos propios de su despliegue. Las culturas tradicionales se
objetivan en un plano emergente pre-reflexivo y la gracia obra al modo de un vigoroso impulso de
trascendencia y encarnación que rectifica los riesgos de una estructura empática. La fuerza de salud
y elevación de la gracia se dona a estas culturas potenciando su capacidad de configurar una
concepción del mundo y un saber de salvación de acuerdo a los valores-actitudes que ha promovido
o fortalecido en el plano anterior. Sin destrozar el vínculo raigal en el que el hombre esta
ensamblado a la realidad toda, la participación del Dios UniTrino confiere al hombre de las culturas
tradicionales el cotidiano y novedoso arraigo de un mundo sacramental. En suma, de todo esto la
acción de la gracia contribuye a la elaboración de una sabiduría colectiva que se vuelca
inmediatamente en praxis abarcadora de todas las esferas de la vida.

B - Culturas modernas: Planos emergentes reflexivos

Procede de la presencia del pensamiento funcionando reflexivamente, tiende a distanciarse cada vez
más de la realidad vivida, privilegia el instrumental logico-analitico, y adopta el lenguaje abstracto de
los símbolos matemáticos. Esta dinámica introduce en el proceso del obrar humano una distinción
radical en el plano teórico y práctico, amenazando convertirse en ruptura. Mientras el instrumental
logico-analitico se ve obligado a abrir puentes entre teoría y praxis multiplicando los momentos que
articula el funcionamiento de cada plano. Las culturas modernas son un desprendimiento de las
tradicionales, se pueden rastrear huellas de un sentido común, de una concepción del mundo e
incluso de un saber de salvación subyacente. Ese éxodo y desprendimiento se produce
gradualmente hasta alcanzar el punto límite de secularismo. La cultura de masas que reedita
estructuras formalmente idénticas a las del ethos originario, pero con contenidos adecuados a un
nuevo contexto.

1.- Plano Teórico

Plano de la contemplación y del pensamiento puro, universal abstracto, despojado de toda


concreción espacio-temporal.

Efectuamos tres precisiones al diseño de plano teórico perteneciente a las culturas modernas.

- En orden a la especificidad teórica de la tecnología: cabe destacar que la tecnología compromete


el primer cruce teórico de la dimensión personal (sujeto-sujeto) con la dimensión funcional (sujeto-
objeto). De este cruce surge una nueva dimensión (sujeto-objeto-sujeto) que relaciona a los sujetos
entre si a propósito de un objeto.

- En orden a las distinciones de cada uno de los momentos: la ramificación de cada momento en
múltiples distinciones y sub-distinciones, que aumentan sin cesar, hace del ideal de un saber re-
unificador una tarea prácticamente interminable.

- En orden a la articulación dinámica de los 3 momentos: ciencia, moral y tecnología gozan de una
autonomía relativa.

Ciencia, moral y tecnología despliegan sus búsquedas respectivas sin lograr armonizar sus caminos.
Es precisamente ahí donde la experiencia de un saber reflexivo no parece poder volverse fuerza
eficaz de cohesión y crecimiento personal, es precisamente ahí donde la gracia se ofrece como
fuerza de salud y enaltecimiento.

En el interior de la ciencia trabaja como teología especulativa, tratando de hacer inteligible la fe y


poniendo a disposición de la sed de verdad de la inteligencia los tesoros revelados.
En el interior de la moral trabaja como teología de la perfección explicitando la ley inscripta en el
corazón del hombre sistematizando la ley de la gracia.

En el interior de la tecnología trabaja como teología de las realidades terrenas promoviendo el


carácter de co-creador y consagrador del mundo que le ha sido conferido al hombre al mismo
tiempo que disciplinándolo en una respetuosa y justa administración de lo real.

La experiencia de Verdad de la que el hombre tantas veces hace gala es desafiada por la gracia a ser
radicalmente fiel a su ser y osar su propia plenitud trascendiendo a su altura y su profundidad.

Vinculación con el plano emergente pre-reflexivo

Existen coincidencias en la estructura funcional de ambos, coincidencias que responden a la


naturaleza profunda del hombre en cuanto ser del mundo, en cuanto ser viviente, y en cuanto ser
específicamente humano.

Considerado como ser del mundo cada hombre, todo hombre, dice en su ser el estar situado, lo cual
nos pone frente a la presencia de una realidad estructurada como un todo. La mutua interacción de
los seres con su entorno y de los seres entre si introduce una distinción fundamental entre: energía
que entra en cada ser (información) y energía que sale de cada ser (acción). Dichas dialécticas
manifiesta como estímulo-reacción, se establece en lo orgánico como necesidad-satisfacción. Y el
rostro vivo y humano de la misma es el de situación problemática-respuesta. Esto hacer emerger un
tercer momento que se interpone entre la información y la acción, momento cuyo cometido es el de
procesar la información y a la vez programar más o menos flexiblemente la acción. En el caso de
animales el nuevo momento se despliega por señales, en el caso del hombre se salta
cualitativamente a un complejísimo funcionamiento de símbolos vitales y símbolos abstractos.

2.- Plano Teórico-Practico

La situación del hombre es la situación de un ser urgido, no puede esperar que surja alguna vez ese
saber re-unificador ideal que debería poner de acuerdo a la ciencia, la moral y la tecnología en sus
constantes litigios y querellas.

Aquí entra la doctrina que por su carácter de puente o bisagra cumple una doble función: la de
armonizar los tres momentos del plano teórico y la de aplicarlos al plano práctico del aquí y ahora. El
plano teórico es un plano abstracto de acción y el practico es de acción y desarrollo.

Lo llevado a cabo por la doctrina es un arbitraje, este instaura la primacía decidida de la moral,
establece una escala de valores en la cual asigna mayor importancia a unos que a otros. La aplicación
del plano práctico del aqui y ahora, apunta a plasmarse en un modelo. Pero el grado de abstracción
de la doctrina no nos permite pasar directamente y para hacerlo hay que apelar a otros momentos
enclavados en el interior del plano practico (ideología y política). No obstante, en comparación con
la moral, la doctrina goza, respeto de aquella, de una mayor proximidad a lo concreto.

Es la fe sistematizada en sabiduría teológica, el máximo saber re-unificador y no puede tampoco ella


responder al ideal totalizador de la perfección humana. Mientras caminamos por ella necesitamos
de una doctrina que nos sirva de árbitro para resolver los múltiples conflictos que surgen en el
dialogo cotidiano entre la razón y la fe, las costumbres y la fe, la administración del mundo y la fe.

La doctrina social de la iglesia es el conjunto sistemático de verdades, valores y normas, que el


magisterio vivo de la iglesia aplica a los problemas de cada época, a fin de ayudar a los planes de
Dios sobre el mundo.
Plano Practico

La doctrina necesita nuevos momentos que la aproximen más y más al aquí y ahora. Habrá que
descender más en la determinación de tiempos, sectores problemáticos, lugares, metas, etc. a través
del plan, el programa y el proyecto hasta desembocar en la acción.

Ideología y política conforman dos momentos dialecticos de un solo complejo, momentos que
interactúan entre sí en una casualidad reciproca y cuyo despliegue se realiza bajo la conducción de la
doctrina. Expresa una dramática exigencia de proporcionalidad entre los principios doctrinarios y los
fines ideológicos entre los fines ideológicos y los medios políticos. Enraíza en la necesaria
correspondencia entre verdad, bondad y esplendor o utilidad que son aspectos de la misma y única
realidad de ser.

El modelo es un brazo extendido de la doctrina hacia el corazón del plano practico. Es un programa
concreto de acción o, mejor, una estrategia organizada de solución frente a una compleja situación
problemática. Se lo define como una estructura normativa mediatizadora que establece la escala
operacional de discernimiento para optar entre los fines intermedios más conducentes a la
obtención de un fin último.

a) Su rol consiste en confrontar la visión especulativa del fin último con la visión concreta de los fines
intermedios que presenta la realidad multiforme.

b) Orienta su carácter normativo de lo universal hacia lo singular (modelo=arquetipo), fijando una


estrategia de solución a una situación problemática dada, formulando medidas y mecanismos en
función de metas.

No brinda elementos de juicio suficientes para determinar prioridades en función de urgencias


precisas, respecto de los fines intermedios que abarca en tanto marco de referencia. se organiza
como sistema dotado de subsistemas:

*Esfera de lo económico.

*Esfera de lo socio-jurídico.

*Esfera de lo socio-político.

*Esfera de lo científico-artístico-comunicacional-educacional.

*Esfera de lo religioso-pastoral.

Es en el modelo y precisamente por su estar situado en el corazón de lo practico donde una doctrina
muestra su eficacia y adquiere vigencia histórica. El hecho de que Marx escribiera El Capital no
convirtió su teoría en doctrina. Solo cuando el leninismo muestra la efectividad histórica del
marxismo a través de un modelo, se produce el ascenso de este al nivel de doctrina. Solo se
impondrán los que demuestren su sentido de la realidad y su eficacia, ya sea por acierto o por
dominación.

El modelo deberá proyectarse hacia nuevas instancias descendentes que lo circunscriban espacio-
temporalmente en áreas, sectores y núcleos problemáticos hasta las últimas determinaciones del
aquí y del ahora.

Plan: circunscribe al modelo a una escala más concreta de eficiencia y factibilidad de los fines
intermedios.
Programa: circunscribe al modelo a una escala más concreta de urgencias en el tiempo

Proyecto: circunscribe al modelo a una escala más concreta en áreas, sectores y núcleos
problemáticos, fijando metas y tareas.

Todos los planos y momentos de la cultura objetiva son susceptibles de transferirse de una
formación cultural a otra, por intercambio dialógico o por dominación imperialista. La cultura
tradicional deberá afrontar la transferencia de la cultura moderna sin perder su identidad cultural,
quedando al margen de la historia o extinguiéndose.

El juego creador de la doctrina:

Proyectándose sobre el plano teórico como armonizadora de los conflictos aparentes que surgen sin
cesar entre los límites de la ciencia, la moral y la tecnología.

Proyectándose en el modelo:

a- Positivamente mediante la presentación insobornable del deber ser genuino, que permite medir
que tan lejos se encuentran los patrones de vida con relación a perfección humana según el plan de
dios.

b- Negativamente mediante el margen de libertad que deja abierto al pluralismo de las posibles
ideologías y políticas, fijando limites dentro de los cuales han de configurar estas el modelo más
integral, integrado y eficaz de convivencia para cada coyuntura.

Estableciendo así un puente o bisagra entre la teoría y la praxis sin necesidad de esperar a
científicos, técnicos, moralistas y teólogos lleguen a concretar su ideal nunca satisfactorio de una
síntesis teórica superior.

Este complejo juego se organiza gracias a la conjunción de los siguientes factores y condiciones:

*la experiencia cristiana del esjaton en la coyuntura: entraña un choque de insatisfacción profética
entre la plenitud ya realizada en el cristo-cabeza y las situaciones de pecado o lo mucho que falta
aún por completar de su obra redentora en la sociedad y el cosmos.

*La lectura oficial de los signos de los tiempos: la experiencia de desproporción entre esjaton y
situación de pecado tiende a expresarse racionalmente en términos de situación problemática a la
luz de la moral evangélica y de la moral natural en dialogo con los aportes de la ciencia y tecnología.

*El cambio constante que signa tanto a la situación existencial de los pueblos como a los
descubrimientos de la ciencia y la tecnología hace que la experiencia cristiana del esjaton y la lectura
de los signos se cumplan asistemáticamente.

*No obstante cabe distinguir dos tipos de situaciones de cambio

. cuando algo cambia en el universo cultural, cuando los cambios son sectoriales: requieren
puestas a punto correlativamente sectoriales.

. cuando lo que cambia es el conjunto del universo cultural, entonces también su puesta a punto ha
de ser global y totalizadora

*Con esto no se pretende afirmar que la coherencia de la doctrina social de la iglesia es un simple
producto de las preocupaciones sistemáticas de algunos periodos historico-criticos.
Se detiene en las fronteras de lo practico-practico no corresponde esperar de el programas
concretos de acción, en adelante la gracia habrá de animar los pasos que restan, no ya bajo la
asistencia infalible con-autoritaria del espíritu sino bajo la responsabilidad personal, grupal y
colectiva de los laicos, a quienes compete la tarea especifica de consagrar el mundo.

Es precisamente en la configuración de modelos donde la gracia tiene que mostrar el atractivo de su


verdad, a título de eficaz promotora del desarrollo humano, integral y solidario, es por consiguiente
aqui donde ha de desplegar su virtud salvadora, sanante y elevante y este despliegue se realiza de
múltiples formas:

*aportando desde la doctrina el sentido orgánico ideal de la civilización del amor.

*reconociendo la debida autonomía de los constructores de la sociedad terrena, pero denunciando


proféticamente sus falsas imágenes y sus incorrectos patrones de acción.

*suscitando en el pueblo de Dios comunidades eclesiales de base que sean en pequeño testimonio
vivo de la comunión y participación en verdad, justicia y libertad

*suscitando entre los hombres de buena voluntad los carismas necesarios para la construcción de un
orden más humano y más justo.

*defendiendo el derecho a la libre asociación y el ejercicio participativo de las sociedades


intermedias en la gestión del bien común, frente a los estatismos de derecha y de izquierda.

*impulsando a los laicos cristianos a pasar de una actitud defensiva a una actitud creadora en todas
las esferas de la vida principalmente en la esfera especifica de lo político, que constituye el ámbito
terreno más elevado del ejercicio de la caridad.

Plan, programa, proyecto: de ahora en más será necesario que la gracia se haga presente en el
ejercicio concreto de la prudencia para pasar de una situación menos humana a otra más humana, al
ritmo más rápido y al costo menos elevado posible, dentro de un tiempo, espacio, área, problema,
metas y tareas determinados.

Cultura objetivada: Plano real concreto de la acción

Al materializarse finalmente en acción, los valores-actitudes toman la doble forma de conductas y de


objetos o bienes culturales.

A- por conductas entendemos el obrar del hombre, obrar que realiza la plenitud de sus aptitudes
especificas en los sujetos que las llevan a cabo y/o en los sujetos que son sus destinatarios.

B- por objetos o bienes culturales entendemos la materia, fragmentos de materia o seres carentes
de espiritualidad, transformados y signados por el hacer del hombre con vistas a su propia
perfección.

No es extraño que para captar su verdadero significado se haga necesario un tipo de conocimiento
distinto al de la naturaleza: la comprensión, la hermenéutica o interpretación.

*Hermenéutica economicista de Marx

*Hermenéutica psicoanalítica de Freud

*Hermenéutica fenomenológica del existencialismo

*Hermenéutica estructuralista de Levy-Strauss


*Hermenéutica formalista de la teoría de sistemas.

De esta manera este tercer componente del dinamismo del obrar humano revierte sobre el primero
sobre el ethos cultural, reforzándolo u obligándolo transformarse, a través de un proceso circular de
retroalimentación, cuando algún producto cultural se introduce en un contexto tradicional pueden
llevarle a la pérdida de su identidad cultural, a la escisión de su estructura o a la muerte sin más.

La gracia santifica el sacramento del prójimo y consagra la energía cósmica en prolongación directa
con el universo sacramental de la liturgia. La esperanza teologal encarnada en la esperanza y en la
magnanimidad humanas regula el difícil equilibrio de paciencia y de impaciencia con el fin de llevar
adelante el proceso de alumbramiento de los nuevos cielos y la tierra nueva. La obra de la gracia no
concluye aquí, revierte sobre sí misma en el ethos de los pueblos, retroalimentándose desde el
exterior hacia el interior, desde lo objetivado hacia lo subjetivo, para reiniciar una nueva circulación
por la estructuración dinámica del obrar humano en sociedad, cada vez más aproximada al centro
UniTrino.

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