Corrida de toros, símbolo de violencia

Las Corridas de toros son un espectáculo a nivel internacional, considerado como el arte
de lidiar toros, cuyo origen se remonta a la España medieval y viene desarrollándose en
países como Perú. Nosotras consideramos que este acto, no merece llamarse “arte”,
porque implica el maltrato y sufrimiento del toro, a vista y paciencia de los espectadores.

Si bien es cierto, anteriormente fue aceptada por la mayoría del pueblo. En la actualidad,
los resultados de la encuesta comisionada por la organización CAS International y la
UPA, demuestran que el 86% de los peruanos no está interesado en este espectáculo; el
68% está en contra de ellas y el 66%, quiere una ley que lo prohíba.
¿Puede ser digna una muerte lenta y dolorosa en la que el toro es obligado a someterse a
la tortuga de un grupo de sádicos? Los ejecutores, quienes dicen amar y respetar a los
toros, se contradicen a ellos mismos al infringirles dolor y como acto final, matarlos. Esto,
bajo ningún motivo, puede ser considerado una muerte digna.

El comentarista Pablo Gómez alega que no se puede demostrar que un aficionado a los
toros, tenga un comportamiento desadaptado en la sociedad, sino que es lo contrario. Sin
embargo, esto no implica que no existan consecuencias negativas; además solo se centra
en la reacción del público ante el espectáculo, mas no en el acto mismo, en el que se
recurre a la constante violencia con el objetivo de dar placer a los espectadores.

En conclusión, la corrida de toros constituye un acto inevitable de crueldad y debe dejar

de ser considerada como una manifestación cultural, teniendo en cuenta el gran porcentaje
de peruanos que están en contra de este acto.