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LEY GENERAL DE ASENTAMIENTOS HUMANOS

La ley general de asentamientos humanos determina que la planeación regulada por esta, forma parte del sistema nacional de
planeación democrática, considerándola como una política sectorial que auxilia en el cumplimiento de los objetivos de los planes
nacionales, estatales y municipales de desarrollo.

Esta ley regula el desarrollo urbano de los centros de población, el ordenamiento territorial de los asentamientos humanos, el proceso
de distribución equilibrada y sustentable de la población y de las actividades económicas en el territorio nacional.

Dentro de los artículos más importantes para nuestra investigación estuvieron:

ARTÍCULO 12.- La planeación y regulación del ordenamiento territorial de los asentamientos humanos y del desarrollo urbano de
los centros de población, se llevarán a cabo a través de:

I. El programa nacional de desarrollo urbano;


II. Los programas estatales de desarrollo urbano;
III. Los programas de ordenación de zonas conurbadas;
IV. Los planes o programas municipales de desarrollo urbano;
V. Los programas de desarrollo urbano de centros de población, y
VI. Los programas de desarrollo urbano derivados de los señalados en las fracciones anteriores y que determinen esta Ley y
la legislación estatal de desarrollo urbano.

(Los planes o programas a que se refiere este artículo, se regirán por las disposiciones de esta Ley y en su caso, por la legislación
estatal de desarrollo urbano y por los reglamentos y normas administrativas estatales y municipales aplicables.)

ARTÍCULO 13.- El programa nacional de desarrollo urbano, en su carácter sectorial, se sujetará a las previsiones del Plan Nacional
de Desarrollo, y contendrá:

I. El diagnóstico de la situación de los asentamientos humanos en el territorio nacional, sus causas y consecuencias;
II. El patrón de distribución de la población y de las actividades económicas en el territorio nacional;
III. La estructura de sistemas urbanos y rurales en el país;
IV. La estrategia general aplicable al ordenamiento territorial de los asentamientos humanos y al desarrollo urbano de los
centros de población;
V. Las orientaciones para el desarrollo sustentable de las regiones del país, en función de sus recursos naturales, de sus
actividades productivas y del equilibrio entre los asentamientos humanos y sus condiciones ambientales;
VI. Las necesidades que en materia de desarrollo urbano planteen el volumen, estructura, dinámica y distribución de la
población;
VII. Las estrategias generales para prevenir los impactos negativos en el ambiente urbano y regional originados por la
fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población;
VIII. Las políticas generales para el ordenamiento territorial de los asentamientos humanos y el desarrollo urbano de los
centros de población;
IX. Los lineamientos y estrategias que orienten la inversión pública y privada a proyectos prioritarios para el desarrollo
urbano del país;
X. Las metas generales en cuanto a la calidad de vida en los centros de población urbanos y rurales del país, así como en las
comunidades indígenas;
XI. Los requerimientos globales de reservas territoriales para el desarrollo urbano, así como los mecanismos para satisfacer
dichas necesidades, y
XII. Los mecanismos e instrumentos financieros para el desarrollo urbano.
ARTÍCULO 19.- Los planes o programas de desarrollo urbano deberán considerar los criterios generales de regulación ecológica de
los asentamientos humanos establecidos en los artículos 23 a 27 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
y en las normas oficiales mexicanas en materia ecológica.

ARTÍCULO 30.- La fundación de centros de población deberá realizarse en tierras susceptibles para el aprovechamiento urbano,
evaluando su impacto ambiental y respetando primordialmente las áreas naturales protegidas, el patrón de asentamiento humano
rural y las comunidades indígenas.

ARTÍCULO 32.- La legislación estatal de desarrollo urbano señalará los requisitos y alcances de las acciones de conservación,
mejoramiento y crecimiento de los centros de población, y establecerá las disposiciones para:

I. La asignación de usos y destinos compatibles;


II. La formulación, aprobación y ejecución de los planes o programas de desarrollo urbano;
III. La celebración de convenios y acuerdos de coordinación con las dependencias y entidades públicas y de concertación de
acciones con los sectores social y privado;
IV. La adquisición, asignación o destino de inmuebles por parte del sector público;
V. La construcción de vivienda, infraestructura y equipamiento de los centros de población;
VI. La regularización de la tenencia de la tierra urbana y de las construcciones, y
VII. Las demás que se consideren necesarias para el mejor efecto de las acciones de conservación, mejoramiento y crecimiento.

ARTÍCULO 33.- Para la ejecución de acciones de conservación y mejoramiento de los centros de población, además de las
previsiones señaladas en el artículo anterior, la legislación estatal de desarrollo urbano establecerá las disposiciones para:

I. La protección ecológica de los centros de población;


II. La proporción que debe existir entre las áreas verdes y las edificaciones destinadas a la habitación, los servicios urbanos y
las actividades productivas;
III. La preservación del patrimonio cultural y de la imagen urbana de los centros de población;
IV. El reordenamiento, renovación o densificación de áreas urbanas deterioradas, aprovechando adecuadamente sus
componentes sociales y materiales;
V. La dotación de servicios, equipamiento o infraestructura urbana, en áreas carentes de ellas;
VI. La prevención, control y atención de riegos y contingencias ambientales y urbanos en los centros de población;
VII. La acción integrada del sector público que articule la regularización de la tenencia de tierra urbana con la dotación de
servicios y satisfactores básicos que tiendan a integrar a la comunidad;
VIII. La celebración de convenios entre autoridades y propietarios o la expropiación de sus predios por causa de utilidad
pública, y
IX. IX.- La construcción y adecuación de la infraestructura, el equipamiento y los servicios urbanos para garantizar la
seguridad, libre tránsito y accesibilidad requeridas por las personas con discapacidad, estableciendo los procedimientos de
consulta a los discapacitados sobre las características técnicas de los proyectos.
X. X.- Las demás que se consideren necesarias para el mejor efecto de las acciones de conservación y mejoramiento

ARTÍCULO 37.- Los propietarios y poseedores de inmuebles comprendidos en las zonas determinadas como reservas y destinos en
los planes o programas de desarrollo urbano aplicables, sólo utilizarán los predios en forma que no presenten obstáculo al
aprovechamiento previsto.
ARTÍCULO 35.- A los municipios corresponderá formular, aprobar y administrar la zonificación de los centros de población ubicados
en su territorio.
I. La zonificación deberá establecerse en los planes o programas de desarrollo urbano respectivos, en la que se
determinarán:
II. Las áreas que integran y delimitan los centros de población;
III. Los aprovechamientos predominantes en las distintas zonas de los centros de población;
IV. Los usos y destinos permitidos, prohibidos o condicionados;
V. Las disposiciones aplicables a los usos y destinos condicionados;
VI. La compatibilidad entre los usos y destinos permitidos;
VII. Las densidades de población y de construcción;
VIII. Las medidas para la protección de los derechos de vía y zonas de restricción de inmuebles de propiedad pública;
IX. Las zonas de desarrollo controlado y de salvaguarda, especialmente en áreas e instalaciones en las que se realizan
actividades riesgosas y se manejan materiales y residuos peligrosos;
X. Las zonas de conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población;
XI. Las reservas para la expansión de los centros de población, y
XII. Las demás disposiciones que de acuerdo con la legislación aplicable sean procedentes.

ARTÍCULO 40.- La Federación, las entidades federativas y los municipios llevarán a cabo acciones coordinadas en materia de
reservas territoriales para el desarrollo urbano y la vivienda, con objeto de:

I. Establecer una política integral de suelo urbano y reservas territoriales, mediante la programación de las
adquisiciones y la oferta de tierra para el desarrollo urbano y la vivienda;
II. II. Evitar la especulación de inmuebles aptos para el desarrollo urbano y la vivienda;
III. III. Reducir y abatir los procesos de ocupación irregular de áreas y predios, mediante la oferta de tierra que atienda
preferentemente, las necesidades de los grupos de bajos ingresos;
IV. IV. Asegurar la disponibilidad de suelo para los diferentes usos y destinos que determinen los planes o programas
de desarrollo urbano, y
V. V. Garantizar el cumplimiento de los planes o programas de desarrollo urbano.

ARTICULO 42.- Con base en los convenios o acuerdos que señala el artículo anterior, la Secretaría promoverá:

I. La transferencia, enajenación o destino de terrenos de propiedad federal para el desarrollo urbano y la vivienda, a favor
de las entidades de la Administración Pública Federal, de las entidades federativas, de los municipios y de los promotores
privados, conforme a las disposiciones jurídicas aplicables;
II. La asociación o cualquier otra forma de participación que determinen los núcleos agrarios, a efecto de aprovechar terrenos
ejidales y comunales para el desarrollo urbano y la vivienda y evitar su ocupación irregular, sujetándose a lo dispuesto en
los artículos 38 y 39 de esta Ley, y
III. La adquisición o expropiación de terrenos ejidales o comunales, en coordinación con las autoridades agrarias que
correspondan de acuerdo a lo previsto en la Ley Agraria y en esta Ley a favor de la Federación, de las entidades de la
Administración Pública Federal, de los estados y de los municipios.

ARTICULO 44.- En los casos de suelo y reservas territoriales que tengan por objeto el desarrollo de acciones habitacionales de
interés social y popular, provenientes del dominio federal, la enajenación de predios que realicen la Federación, las entidades de la
Administración Pública Federal, los estados y los municipios o sus entidades paraestatales, estará sujeta a la legislación aplicable en
materia de vivienda.
LEY DE PLANEACIÓN

La Ley de Planeación es un conjunto de normas de orden público e interés social, que tiene por objeto establecer los principios básicos
conforme a los cuales se llevará a cabo la planeación nacional de desarrollo, y encauzar en función de ésta, las actividades de la
Administración Pública Federal. Esta Ley contiene las bases de integración y funcionamiento del sistema nacional de planeación,
necesarios para que el Ejecutivo Federal coordine sus actividades de planeación con las entidades federativas, y de esta manera se
promueva y garantice la participación democrática de los diversos grupos sociales en la elaboración del plan y los programas;
logrando que las acciones de los particulares contribuyan a alcanzar los objetivos y prioridades señaladas en ellos.

Artículo 14.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público tendrá las siguientes atribuciones:

I. I.- Coordinar las actividades de Planeación Nacional del Desarrollo;


II. II.- Elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, tomando en cuenta las propuestas de las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal y de los gobiernos de los estados, los planteamientos que se formulen por los grupos
sociales y por los pueblos y comunidades indígenas interesados, así como la perspectiva de género;

III. Proyectar y coordinar la planeación regional con la participación que corresponda a los gobiernos estatales y municipales;
así como consultar a los grupos sociales y los pueblos indígenas y, en su caso, incorporar las recomendaciones y
propuestas que realicen; y elaborar los programas especiales que señale el Presidente de la República
IV. .- Cuidar que el Plan y los programas que se generen en el Sistema, mantengan congruencia en su elaboración y contenido;
V. .- Coordinar las actividades que en materia de investigación y capacitación para la planeación realicen las dependencias de
la Administración Pública Federal;
VI. VI.- Elaborar los programas anuales globales para la ejecución del Plan y los programas regionales y especiales, tomando
en cuenta las propuestas que para el efecto realicen las dependencias coordinadoras de sector, y los respectivos gobiernos
estatales;
VII. VII.- Verificar, periódicamente, la relación que guarden los programas y presupuestos de las diversas dependencias y
entidades de la Administración Pública Federal, así como los resultados de su ejecución, con los objetivos y prioridades del
Plan y los programas regionales y especiales a que se refiere esta Ley, a fin de adoptar las medidas necesarias para
corregir las desviaciones detectadas y reformar, en su caso, el Plan y los programas respectivos y
VIII. VIII.- Promover la incorporación de indicadores que faciliten el diagnóstico del impacto de los programas en mujeres y
hombres.

Artículo 16.- A las dependencias de la administración pública federal les corresponde:

I. I.- Intervenir respecto de las materias que les competan, en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, observando
siempre las variables ambientales, económicas, sociales y culturales que incidan en el desarrollo de sus facultades;
II. II.- Coordinar el desempeño de las actividades que en materia de planeación correspondan a las entidades paraestatales
que se agrupen en el sector que, conforme a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, determine el Presidente
de la República.
III. Elaborar programas sectoriales, tomando en cuenta las propuestas que presenten las entidades del sector y los gobiernos
de los estados, así como las opiniones de los grupos sociales y de los pueblos y comunidades indígenas interesados;

Artículo 17.- Las entidades paraestatales deberán:


I. I.- Participar en la elaboración de los programas sectoriales, mediante la presentación de las propuestas que procedan con
relación a sus funciones y objeto observando siempre las variables ambientales, económicas, sociales y culturales que
incidan en el desarrollo de éstos;

II. III.- Elaborar los programas anuales para la ejecución de los programas sectoriales y, en su caso, institucionales;
III. IV.- Considerar el ámbito territorial de sus acciones, atendiendo las propuestas de los gobiernos de los estados, a través de
la dependencia coordinadora de sector, conforme a los lineamientos que al efecto señale esta última;

Artículo 21.- El Plan Nacional de Desarrollo deberá elaborarse, aprobarse y publicarse dentro de un plazo de seis meses contados a
partir de la fecha en que toma posesión el Presidente de la República, y su vigencia no excederá del período constitucional que le
corresponda, aunque podrá contener consideraciones y proyecciones de más largo plazo.

El Plan Nacional de Desarrollo precisará los objetivos nacionales, estrategia y prioridades del desarrollo integral y sustentable del
país, contendrá previsiones sobre los recursos que serán asignados a tales fines; determinará los instrumentos y responsables de su
ejecución, establecerá los lineamientos de política de carácter global, sectorial y regional; sus previsiones se referirán al conjunto de
la actividad económica, social y cultural, tomando siempre en cuenta las variables ambientales que se relacionen a éstas y regirá el
contenido de los programas que se generen en el sistema nacional de planeación democrática.

Artículo 21 Bis.- El Plan Nacional de Desarrollo considerará una visión de largo plazo de la política nacional de fomento económico,
a fin de impulsar como elementos permanentes del desarrollo nacional y el crecimiento económico elevado, sostenido y sustentable,
la promoción permanente del incremento continuo de la productividad y la competitividad, y la implementación de una política
nacional de fomento económico, que incluya vertientes sectoriales y regionales.

Para tal efecto, el Ejecutivo Federal incluirá, como parte del Plan, consideraciones de largo plazo, con un horizonte de hasta veinte
años, respecto de la política nacional de fomento económico a que se refiere este.

Artículo 22.- El Plan indicará los programas sectoriales, institucionales, regionales y especiales que deban ser elaborados conforme
a este capítulo. Estos programas observarán congruencia con el Plan, y su vigencia no excederá del período constitucional de la
gestión gubernamental en que se aprueben, aunque sus previsiones y proyecciones se refieran a un plazo mayor.

Artículo 27.- Para la ejecución del plan y los programas sectoriales, institucionales, regionales y especiales, las dependencias y
entidades elaborarán programas anuales, que incluirán los aspectos administrativos y de política económica, social, ambiental y
cultural correspondientes. Estos programas anuales, que deberán ser congruentes entre sí, regirán, durante el año de que se trate, las
actividades de la administración pública federal en su conjunto y servirán de base para la integración de los anteproyectos de
presupuesto anuales que las propias dependencias y entidades deberán elaborar conforme a la legislación aplicable.

Artículo 33.- El Ejecutivo Federal podrá convenir con los gobiernos de las entidades federativas, satisfaciendo las formalidades que
en cada caso procedan, la coordinación que se requiera a efecto de que dichos gobiernos participen en la planeación nacional del
desarrollo; coadyuven, en el ámbito de sus respectivas jurisdicciones, a la consecución de los objetivos de la planeación nacional, y
para que las acciones a realizarse por la Federación y los Estados se planeen de manera conjunta. En todos los casos se deberá
considerar la participación que corresponda a los municipios.
Artículo 34.- Para los efectos del artículo anterior, el Ejecutivo Federal podrá convenir con los gobiernos de las entidades
federativas.

I. Su participación en la planeación nacional a través de la presentación de las propuestas que estimen pertinentes;
II. Los procedimientos de coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales para propiciar la planeación
del desarrollo integral de cada entidad federativa y de los municipios, y su congruencia con la planeación nacional, así
como para promover la participación de los diversos sectores de la sociedad en las actividades de planeación;
III. Los lineamientos metodológicos para la realización de las actividades de planeación, en el ámbito de su jurisdicción;
IV. La elaboración de los programas regionales a que se refiere la fracción III del Artículo 14 de este ordenamiento; y
V. La ejecución de las acciones que deban realizarse en cada entidad federativa, y que competen a ambos órdenes de
gobierno, considerando la participación que corresponda a los municipios interesados y a los sectores de la sociedad.
VI. Para este efecto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público propondrá los procedimientos conforme a los cuales se
convendrá la ejecución de estas acciones, tomando en consideración los criterios que señalen las dependencias
coordinadoras de sector, conforme a sus atribuciones.

Artículo 37.- El Ejecutivo Federal, por sí o a través de sus dependencias, y las entidades paraestatales, podrán concertar la
realización de las acciones previstas en el Plan y los programas, con las representaciones de los grupos sociales o con los particulares
interesados. El Ejecutivo Federal podrá signar convenios de concertación de acciones con las comunidades indígenas, en todos aquellos
asuntos que se consideren pertinentes y de conformidad con lo establecido en las leyes que rijan en la materia de que se trate.

Artículo 39.- Los contratos y convenios que se celebren conforme a este capítulo se consideran de Derecho Público.

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