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INTRODUCCIÓN

La contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases en el aire. Las
emisiones de los automóviles, los compuestos químicos de las fábricas, el polvo, el
polen y las esporas de moho pueden estar suspendidas como partículas. El ozono, un
gas, es un componente fundamental de la contaminación del aire en las ciudades.
Cuando el ozono forma la contaminación del aire también se denomina smog.

Algunos contaminantes del aire son tóxicos. Su inhalación puede aumentar las
posibilidades de tener problemas de salud. Las personas con enfermedades del corazón
o de pulmón, los adultos de más edad y los niños tienen mayor riesgo de tener
problemas por la contaminación del aire. La polución del aire no ocurre solamente en el
exterior: el aire en el interior de los edificios también puede estar contaminado y afectar
su salud.
1. CAUSAS DE LA CONTAMINACION DEL AIRE:

La contaminación del aire representa un importante riesgo para el medio ambiente y


para la salud, ademas de ser un factor importante en la generación de problemas
cardiovasculares y respiratorios en la población, tanto a corto como a largo plazo. En
este artículo conoceremos un poco más sobre la contaminación del aire, también
llamada contaminación atmosférica, sus causas, consecuencias y soluciones.

Las principales causas de la contaminación del aire están relacionadas con la quema de
combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas). La combustión de estas materias primas se
produce en los procesos o en el funcionamiento de los sectores industrial y del
transporte por carretera, principalmente. Dentro del sector industrial habría que
diferenciar entre las fábricas (por ejemplo, de cemento o acero) y las centrales de
producción de electricidad (que producen la mitad de la electricidad consumida en
nuestro país).

El reparto de responsabilidades en la contaminación del aire entre el sector industrial y


el transporte por carretera está claramente desequilibrado hacia el transporte.
Aproximadamente el 80% de la contaminación atmosférica en España está causada por
el tráfico rodado.

La carretera es hoy el principal medio de transporte y sigue ganando terreno respecto al


ferrocarril, de tal forma que el crecimiento desbocado del transporte hay que achacarlo
principalmente al incremento del transporte por carretera. El transporte por carretera
supone el 90 % entre los diferentes medios de transporte, frente al ferrocarril que se
queda en un exiguo 5 %. Dentro del transporte por carretera, el coche privado consume
la mitad de los recursos energéticos, mientras que el transporte público únicamente el 3
%. El índice medio de ocupación de los vehículos privados es de 1,2 personas por
coche. En la ciudad, la mitad de los desplazamientos que se realizan en coche son para
recorrer menos de 3 kilómetros, y un 10 % para menos de 500 metros.

Lo mismo que sucede con el tráfico de viajeros, ocurre también con las mercancías, que
se transportan fundamentalmente por carretera: un 70% del total como media en los
países de la UE, que sube a más del 90% en el Estado español, lo que significa que el
ferrocarril ha ido perdiendo importancia, abandonando líneas y servicios, hasta suponer
en la actualidad sólo un 4,2% de este tráfico. Este declive del ferrocarril, ha coincidido
con un gran incremento en el tráfico de mercancías, que se ha multiplicado por tres
como consecuencia de la ampliación de la UE (con la entrada de España y Portugal
entre otros) lo que está provocando graves problemas de congestión en las principales
vías europeas, congestión que se produce ya a 100 km de las principales ciudades.

Por otra parte, el transporte de mercancías por carretera tiene un gran impacto
ambiental, que además no deja de aumentar. A pesar de que los camiones pesados sólo
suponen el 10% de los vehículos, emiten entre el 30 y el 40% de los óxidos de nitrógeno
y de las partículas en suspensión. Son también responsables de la mayoría de las
emisiones de dióxido de azufre, procedentes del transporte por carretera.
Esta situación de predominio no es el resultado de una evolución natural de la
economía, sino que responde a unas políticas de transporte que han beneficiado a este
medio en detrimento de otros a través de medidas fiscales, subvenciones y de
construcción de infraestructuras (año tras año la carretera se lleva entre el 60 y el 70%
de las cuantiosas inversiones en transporte), a pesar de ser el medio menos eficiente y
que mayores problemas ambientales crea. Esta primacía dada al automóvil supone el
abandono de la concepción del transporte como un servicio público que el Estado debe
proporcionar a todos los ciudadanos, lo que significa la exclusión de todos los que no
tienen coche o permiso de conducir, que cada vez encuentran más problemas de
movilidad.

Asimismo, detrás de esta evolución se encuentran, no sólo las relativas ventajas de


velocidad y comodidad, sino también el triunfo del modelo productivista a ultranza,
impuesto desde los poderes públicos y privados. Este modelo desplaza a los usuarios y
mercancías hacia el transporte privado y hacia los medios de transporte menos eficientes
energéticamente.

En general, el transporte es considerado como una actividad económica más, cuyo


estado óptimo es el del crecimiento indefinido y a la mayor tasa posible. En el Estado
español, el crecimiento del transporte se distribuye de tal manera que son los medios de
transporte que provocan más impacto ambiental los que disfrutan de un mayor apoyo e
inversión públicos, por lo que son los que más crecen: automóvil, tren de alta velocidad
y avión.

La falta de convicción de los políticos a pesar de los hechos se debe, en parte, a que la
mayoría están inmersos en la cultura automovilística que promueven, intentando
solucionar la congestión aumentando la capacidad de las vías, lo que provoca mayor
afluencia de vehículos y, en breve tiempo, mayor congestión con más vehículos
circulando. Persisten, así, en una política obsoleta que ya ha demostrado su ineficacia
con creces desde hace más de treinta años.

2. ORIGEN DE LA CONTAMINACION DEL AIRE


2.1 LA INDUSTRIA:
En diciembre de 2002 se cumplieron 50 años del gran episodio de “smog” en
Londres. Un estancamiento de las condiciones meteorológicas propició un fuerte
incremento de la concentración de los contaminantes atmosféricos, debidos a las
emisiones gaseosas de la industria, durante cuatro días. Como consecuencia
murieron 4.000 personas. Este evento no carecía de precedentes, pues desde los
años 30 se venían reportando sucesos similares en países industrializados. Esto
suponía la culminación de una tendencia que había dado comienzo con la
Revolución Industrial del siglo XIX y su característica dependencia de la quema
de combustibles fósiles.
Hace 20 años, tras la culminación de un periodo de exitosa reducción de los
contaminantes atmosféricos tradicionales, se pensaba que a las concentraciones
alcanzadas en los países desarrollados, los efectos adversos de la contaminación
sobre la salud podían considerarse despreciables. Sin embargo, en las dos
décadas siguientes, la contaminación atmosférica se ha vuelto a situar en un
primer plano, emergiendo como un problema de salud ambiental de gran
magnitud, causada principalmente por el transporte y dejando a la industria en
un papel secundario aunque no trivial. No podemos olvidar que en los últimos
años (2000, 2002, 2004, 2005) nuestro país ha superado el techo nacional de
emisión de las Grandes Instalaciones de Combustión (que incluyen las centrales
térmicas de producción eléctrica, pero también las refinerías y otros grandes
emisores) para los Óxidos de Nitrógeno (NOx).
Las principales causas de la contaminación del aire están relacionadas con la
quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas). La combustión de estas
materias primas se produce en los procesos o en el funcionamiento de los
sectores industrial y del transporte por carretera, principalmente. Dentro del
sector industrial habría que diferenciar entre las fábricas (por ejemplo, de
cemento o acero) y las centrales de producción de electricidad (que producen la
mitad de la electricidad consumida en nuestro país).

En general, el transporte es considerado como una actividad económica más,


cuyo estado óptimo es el del crecimiento indefinido y a la mayor tasa posible. En
el Estado español, el crecimiento del transporte se distribuye de tal manera que
son los medios de transporte que provocan más impacto ambiental los que
disfrutan de un mayor apoyo e inversión públicos, por lo que son los que más
crecen: automóvil, tren de alta velocidad y avión.

2.2 LOS CARBURANTES FÓSILES Y EL TRANSPORTE:

El gran agente contaminador del aire es la utilización de carburantes fósiles


como fuente de energía, que emiten dióxido de carbono (entre otros
contaminantes) a la atmósfera. En este problema los gases emitidos por los
automóviles, vehículos pesados y otros medios de transporte siguen presentando
un desafío sin solución inmediata.

Los avances en la búsqueda de fuentes de energía alternativa han sido mayores


en otras áreas (fábricas, plantas generadoras de energía eléctrica) que en el
transporte. El debate internacional sobre el efecto invernadero y las emisiones de
dióxido de carbono es compleja y está afectado por intereses económicos y
políticos

2.3 LAS CHIMENEAS DE LA INDUSTRIA

Hay que diferenciar dos tipos de contaminación del aire generados por las
fábricas. El primero es el provocado por la fuente de energía que utilizan para el
funcionamiento de sus hornos y máquinas. Este tipo de polución ha disminuido
notablemente debido al reemplazo del carbón y el petróleo por la energía
eléctrica. El segundo tipo de contaminación está relacionado con la actividad
puntual de cada industria. El control de las emisiones depende de la rigurosidad
y la eficiencia de las autoridades
2.4 EL PROBLEMA DE LA BASURA

El depósito y tratamiento de la basura generada por el hombre presenta grandes


inconvenientes. Los basurales a cielo abierto representan un grave problema para
la salud de los residentes de las áreas donde se instalan. Lentamente se avanza en
el reciclaje y el tratamiento de la basura, e inclusive en su utilización como
fuente alternativa de energía.

2.5 LA INDUSTRIA DE LA QUÍMICA

Las industrias que generan productos a través de procesos químicos agregan otro
factor a los mencionados para el resto, ya que como resultado de estos procesos
se generan tóxicos de alta peligrosidad. Un accidente o un mal funcionamiento
en estas plantas industriales pueden envenenar el aire y provocar una catástrofe.
Es por eso que se las suele agrupar en polos petroquímicos donde las medidas de
seguridad son estrictas y los controles permanentes.

2.6 LAS CENTRALES ELÉCTRICAS

La energía eléctrica se puede producir de muchas maneras. Las plantas


generadoras que se alimentan a carbón o derivados del petróleo están dentro de
las que más contaminan, y desde hace décadas se las busca reemplazar. Otras
fuentes de energía como la nuclear, la hidroeléctrica, la solar y la eólica se han
desarrollado con más o menos cuestionamientos, pero aún así las centrales que
utilizan hidrocarburos siguen siendo las principales abastecedoras de electricidad
en muchos países.

2.7 INCENDIOS

Los incendios contaminan el aire de acuerdo a la naturaleza del material que se


quema. Un incendio forestal provoca una contaminación peligrosa en el corto
plazo, en cambio el humo liberado por un edificio en llamas puede liberar
partículas más peligrosas y que pueden seguir contaminando el aire, el agua o el
suelo durante más tiempo.

3. POBLACIÓN AFECTADA POR LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE:

Impactos sobre la salud de la contaminación del aire - Grupos de población más


vulnerables

La contaminación atmosférica es uno de los riesgos ambientales más frecuentes, que


afectan hasta el 100% de la población desde el nacimiento hasta la muerte. En este
monográfico trataremos los grupos de población más vulnerables a la mala calidad del
aire son los niños, los ancianos, las personas que padecen enfermedades crónicas
respiratorias o cardiovasculares y las mujeres embarazadas. Nos detendremos en el
primer colectivo por ser además de vulnerables los que tienen que acarrear con los
efectos producidos por la contaminación a más largo plazo.
POBLACIÓN INFANTIL

En comparación con los adultos, los niños pequeños presentan una vulnerabilidad
especial a los tóxicos ambientales. Esto se debe, principalmente, a inmadurez fisiológica
y a diferencias en la exposición. Además hay que tener en cuenta que, por ser la
exposición en edades tempranas, los posibles efectos en salud van a tener más tiempo de
vida para manifestarse, y, caso de ocurrir, el daño será mayor en términos de años de
vida perdidos o años con discapacidad.

En el caso de los contaminantes atmosféricos en que la exposición ocurre vía


inhalación, la vulnerabilidad es mayor debido a que las vías aéreas y los alvéolos se
están desarrollando todavía. Junto a lo anterior, los mecanismos de defensa son todavía
inmaduros. Por otro lado, el niño suele pasar más tiempo en el exterior que los adultos
y, además, hay que tener en cuenta que los niños, en términos relativos, inhalan el doble
de aire que los adultos (Schwartz, 2004).

Un trabajo llevado a cabo con el objeto de proporcionar información de base para el


desarrollo del Plan de Acción sobre Medio Ambiente y Salud Infantil en la Región
Europa (Valent et al, 2004) informa que en Europa, entre el 1,8 y el 6,4% de las muertes
en niños de 0 a 4 años son debidas a contaminación atmosférica en ambiente exterior y
un 3,6% a la contaminación atmosférica interior. Aunque el impacto es mayor en los
países de Europa Oriental, los autores destacan que un efecto de los riesgos ambientales
en la salud de los niños es detectable en todos los países de Europa.

Estudios epidemiológicos han demostrado la asociación de la exposición prenatal a


contaminación atmosférica con diversos efectos relacionados con el desarrollo fetal.
Para el bajo peso al nacimiento y retraso en el crecimiento intrauterino, los resultados
son compatibles con una relación causal. Para parto pretérmino, es necesario contar con
mayor número de estudios, aunque las pruebas existentes sugieren que podría existir un
vínculo causal. Para las malformaciones congénitas, no existen pruebas concluyentes
que indiquen causalidad de la contaminación atmosférica (Sram et al 2005).

Los grupos más vulnerables frente a la contaminación atmosférica son los niños, los
ancianos, las personas que padecen enfermedades crónicas respiratorias o
cardiovasculares y las mujeres embarazadas.

Existe suficiente evidencia que indica que la exposición a contaminación atmosférica


durante el primer año de vida se ha asociado con un incremento del riesgo de mortalidad
infantil de magnitud mayor que el riesgo encontrado para adultos (Lacasaña et al, 2005;
Sram et al, 2005).

La exposición a contaminación por partículas afecta el desarrollo de la función


pulmonar, agrava el asma y causa otros síntomas respiratorios tales como la tos y la
bronquitis en niños.

En la citada revisión de la OMS, se han evaluado también los estudios que abordan otras
hipótesis como la posible relación de la contaminación atmosférica con el riesgo de
cáncer infantil y con el desarrollo neurológico de los niños. El conjunto de la literatura
científica analizada indica que no existen evidencias consistentes para la relación causal
entre la contaminación originada por el tráfico que llega a la vivienda y la incidencia de
cáncer infantil. No obstante, se reconoce que el número de estudios disponibles hasta
ahora es bajo y que existen limitaciones metodológicas importantes como la dificultad
de disponer de medidas adecuadas de la exposición durante diferentes periodos de la
vida (RaaschouNielsen y Nelson, 2006).

También se ha estudiado la relación entre exposición a contaminación atmosférica y el


desarrollo neurológico (Winneke, 2005). La relación entre la exposición a plomo y
trastornos cognitivos en los niños está bien demostrada. Por otro lado, las pruebas
científicas sugieren que la exposición a mercurio orgánico y policlorobifenilos (PCB)
podrían estar relacionadas con efectos sobre el desarrollo neurocognitivo. Aunque la vía
respiratoria no es la principal vía de estos compuestos, especialmente para el plomo
desde su retirada de la gasolina, su emisión al aire y el siguiente transporte su retirada
de la gasolina, su emisión al aire y el siguiente transporte atmosférico constituyen una
fuente importante de contaminación.

El Proyecto INMA "Infancia y Medio Ambiente"

En España, el Proyecto INMA "Infancia y Medio Ambiente" se desarrolla desde 2002


por una red de grupos de investigación que pretende, mediante una metodología en
común, relacionar las exposiciones pre y postnatales a contaminantes ambientales, en el
aire, el agua y los alimentos, con los posibles efectos en la salud de los niños,
incluyendo su crecimiento y desarrollo.

5. SOLUCIONES PARA LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

En algunas ciudades, es dificultoso hasta respirar debido a los niveles de contaminación


ambiental. Y se ha convertido hasta normal que el humo se encuentre por todos lados.
Es por esta razón que vamos a mostrar algunas alternativas:

 Crear una red de transporte público eficiente. Estos deben emitir menos CO2 y
que no circulen más autobuses de lo necesario.
 Utilizar automóviles eléctricos. Estos no liberan emisión al ambiente y son de
buena duración.
 Mantener el coche en buenas condiciones. Ya que al no funcionar correctamente
tiende a contaminar más.
 Usar otras alternativas de movilización. Como caminar, usar bicicleta, patineta,
etc.
 Utilizar bolsas de tela. Evita consumir las bolsas de plástico ya que tardan más
en desintegrarse.
6. OPINIÓN PERSONAL DE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE:

Todos sabemos que la contaminación es dañina de algún modo ya sea para nuestra
salud, medio ambiente, animales, plantas, etc. Pero sin embargo toda la humanidad no
es capaz de hacer nada para detenerla, al contrario seguimos envenenando el mundo con
elementos tóxicos y seguimos haciendo basura ya que compramos compulsivamente
cosas que luego tiramos porque ya no nos sirven o pasan de moda, compramos cosas
con excesivos envoltorios, cosas de plástico, cosas descartables, etc.

Si seguimos actuando de esta manera y al paso en el que lo seguimos haciendo, es decir


como si los recursos de nuestro planeta fueran eternos y como si la Tierra fuese un
objeto sin vida y sin valor, debemos actuar y tomar conciencia ante esta situación antes
de que sea demasiado tarde ya que si no lo haríamos nosotros mismos seriamos los
culpables de causar nuestra propia extinción.

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