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UNA APUESTA POR LA EDUCACIÓN INTEGRAL

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE MI ROL DOCENTE EN LA FORMACIÓN.

ACTIVIDAD DE REFLEXIÓN FINAL

IRIS ALEIDA PINZÓN ARTEAGA


DOCENTE: LEWIS HERNEY GARCÍA
CURSO: ROL DEL DOCENTE EN LA FORMACIÓN DE COMPETENCIAS.

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS


DIPLOMADO EN DOCENCIA Y GESTIÓN CURRICULAR
FLORIDABLANCA
2018
Una apuesta por la educación integral
Algunas reflexiones sobre mi rol docente en la formación.

“No siempre la respuesta invita a la pregunta, la pregunta sólo se produce donde


no hay relación de complementariedad. Sólo desde esta posición tendrá lugar la
emergencia de las preguntas. El porqué, el dónde y el cuándo.”
(Flesler, 2011 p.148)

El presente texto tiene como principal objetivo sintetizar lo aprendido en el módulo


Rol del docente en la formación de competencias y, a su vez, formalizar los
resultados de un ejercicio de reflexión respecto de la propia labor docente en la
educación integral. En este orden de ideas, articularé algunos de los elementos
clave trabajados, destacando de qué manera me permitieron problematizar el
ejercicio de la docencia.

 Sobre la filosofía institucional como fundamento:

Uno de los principales aportes del módulo se relaciona con la importancia de la


filosofía institucional como fundamento de la propuesta pedagógica de la
universidad; en este orden de ideas, resulta fundamental para el docente conocer
los lineamientos filosóficos, problematizarlos en razón de su práctica cotidiana,
apropiarse de los mismos como principios que le permitan orientarse en su
experiencia y, de esta manera, más que significantes vacíos, vivificarlos en los
espacios académicos de los que está a cargo.

En lo que respecta a la Universidad Santo Tomás, se encuentra fundamentada en


el humanismo cristiano tomista, corriente propuesta por el teólogo y filósofo católico
italiano Santo Tomás de Aquino que reivindicaba la dignidad del ser humano, su
autonomía, la posibilidad que tiene de desarrollarse permanentemente y entrar en
diálogo con otros para la construcción de saberes. En esta misma vía, la filosofía
tomasina propone la pregunta por la acción humana a partir de cuatro dimensiones
que esta comporta: el comprender, entendido como la aproximación a la realidad a
partir de referentes, ya sean experienciales, teóricos o conceptuales, además del
establecimiento de juicios encaminados a identificar problemáticas; el hacer o la
puesta en marcha de acciones transformadoras y productoras del contexto; el obrar,
que tiene que ver con preguntarse por el sentido de la acción y sus efectos, lo que
corresponde a una ética y, finalmente, el comunicar, relacionado a la interacción
con los demás. Cabe resaltar que estas dimensiones de la acción humana se hacen
presentes en la práctica del docente en la medida en que se entrelazan con la noción
de competencia e ingresan a la planeación, permitiendo que el fundamento filosófico
sirva a manera de orientador en los diferentes procesos de enseñanza –aprendizaje.
A partir de lo anterior, retomo la importancia que tiene para el docente apropiarse
del fundamento filosófico de la propuesta educativa correspondiente a la institución
en la que lleva a cabo sus labores, además de servirse de este como un orientador
en su práctica docente. En el caso particular de la institución educativa en la que
laboro, la propuesta de formación se fundamenta en un conjunto de valores
agrupados en las dimensiones de lo lógico, entendido como aquello relacionado con
el conocimiento coherente, creativo e innovador; lo ético, que se relaciona tanto con
la autonomía como con la ciudadanía o puesta en ejercicio de la responsabilidad
social y lo estético, dimensión que apunta a la sensibilidad y la integralidad de los
saberes. En este orden de ideas, lo visto en el módulo me ha permitido cuestionar
mi práctica a la luz de su relación con las bases del proyecto educativo institucional,
¿de qué manera la forma en la que enseño refleja o no esta filosofía de la
institución?

 Sobre la formación integral:

Otro de los elementos clave vistos en el módulo tiene que ver con la pregunta por
la formación integral, ¿qué es lo que implica formarse integralmente? Y ¿cuál es la
labor que cumple un docente que quiere apostar a formar a sus estudiantes?; a lo
largo del módulo se estableció un paralelo entre la propuesta tomasina de las
dimensiones de la acción y la propuesta de la UNESCO respecto de los cuatro
pilares de la educación del siglo XXI, formalizada en la publicación La educación
encierra un tesoro; pilares a los que debe apuntar en la vía de la integralidad del ser
humano: Aprender a conocer, relacionado con los procesos cognitivos y meta-
cognitivos que se ponen en juego en la enseñanza y el aprendizaje; aprender a
hacer, relacionado con la adquisición de habilidades que permitan hacer frente a
situaciones problema; aprender a vivir o convivir en la comprensión mutua y
aprender a ser, en la vía de promover un continuo empoderamiento y autonomía.
En este orden de ideas, la formación integral no sería dar al educando un conjunto
de datos, conceptos, teorías y hechos históricos, sino apuntar a que él o ella pueda
producir un saber que lo implique, que lo involucre en su proceso de aprendizaje y,
a su vez, tenga efectos sobre su humanidad: educar es humanizar.

 Sobre la importancia de las preguntas, el modelo pedagógico


problémico:

Lo planteado anteriormente nos llevó a otro de los elementos clave abordados en el


módulo: el modelo pedagógico problémico; si la formación integral tiene que ver con
acompañar al estudiante y empoderarlo para que se haga cargo de su propio
proceso, si se relaciona con implicarlo para que vea en el saber una posibilidad de
transformar la realidad, ¿de qué estrategias se puede servir un docente? Se puede
servir, más que de respuestas preestablecidas, de preguntas que, situadas en el
contexto del educando, le permitan dinamizar su pensamiento. Así, el modelo
pedagógico problémico, materializado en una metodología problematizadora, que
introduce más preguntas que respuestas, permite partir de las mismas para analizar
una realidad, proponer alternativas de solución orientadas por referentes
conceptuales, argumentar las diferentes propuestas y conducirse en la
implementación de la solución al problema correspondiente. En la Universidad
Santo Tomás, el ejercicio de planeación de los docentes implica considerar núcleos
problémicos que articulen el saber producido en el contexto de la institución
educativa con las comunidades del entorno, apoyando proyectos de desarrollo
comunitario.

Cabe resaltar que este elemento clave me permitió reflexionar respecto del lugar
que ocupan las preguntas de los estudiantes en mi práctica cotidiana, pues no todas
las respuestas invitan a que él o ella se sigan preguntando y deseen saber; algunas
respuestas, por el contrario, parecieran presentarse a manera de imposiciones o
verdades absolutas. Nuevamente, destaco la importancia de saber escuchar las
diferentes inquietudes de los educandos, contextualizarlas, retomarlas en el salón
de clases y, a partir de ellas, apuntar a una construcción conjunta de conocimiento.

 Sobre la importancia de la metacognición en la labor docente:

Finalmente, quisiera resaltar el concepto de meta-cognición y su utilidad en la


puesta en práctica de una docencia reflexiva, capaz de objetivarse y objetivar la
realidad con el fin de mejorar continuamente. La meta-cognición fue definida a lo
largo del módulo como un conjunto de funciones cognoscitivas implementadas por
un sujeto, de manera consiente e intencionada, que buscan conocer, controlar y
autorregular su propio funcionamiento intelectual; así, un docente que se pregunta
respecto de su propio hacer en el salón de clase y los efectos que este tiene sobre
los procesos de aprendizaje de sus estudiantes tiene la posibilidad de dinamizar su
propia práctica.

Desde mi propia práctica, la noción de meta-cognición me permitió reconocer que


una labor docente que apunte a la formación integral debe acompañarse también
de una posición crítica y reflexiva respecto del propio ejercicio de la docencia, pues
un profesor también transmite a sus estudiantes la relación que ha construido con
el saber; si pone en escena el tedio como respuesta a un conocimiento uniforme,
no podrá dar cuenta de la apasionante tarea de desear saber.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Flesler, A. (2011). El niño en análisis y las intervenciones del analista. Buenas Aires:
Paidós.

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