Está en la página 1de 1

IV Semanario AQUI VAMOS A VER!

, Febrero de 1988

Dos Ipayes
(Esto lo transcribo con algún temor; cuando se entra al tema de brujos,

pareciera que este personaje caracterizara el salvajismo)

En las sociedades más "avanzadas" hay brujos, hechice- — Mi hija, la más joven, se va a morir. Dicen que tienen Y vinimos. Lo traje hasta la casa del corregidor de Gua-
ros, a otros los llaman pastores, en fin... Y todos utilizan por acá alguien que las cura bien; por él vine. caya.
los mismos recursos, especialmente amenazas con castigos — Ayer estuvo trabajando aquí, pero se ha ido esta tar- — Ya está yendo detrás de nuestro compañero? He
en la otra vida, para amedrentar hasta a las "familias más de. Allí arribita es su casa. preguntó el corregidor al ipaye. — No vas a jugar (no te
conocidas". Entonces me dijo: "Así, así tienes que decirle al ipaye'. vas a hacer la burla) Este nuestro compañero es muy bue-
Ahora hablaremos de los brujos de los avas: Y me dio una botella de alcohol, cafecito, azúcar, coca, no. Cuando estamos en su casa cuida de nosotros. Ustedes
tabaco y se lo llevé. los ipayes mucho juegan, no curan y cobran mucho por
Los llaman ipayes. Hay buenos y malos. Entremezclan matarlos. No vas a ir a jugar con este nuestro compañero.
la sugestión y sus conocimientos sobre medicina natural
para curar o enfermar a las personas. EL IPAYE, VE SIN MIRAR — Hummm...
— Y cómo sabes que vas a poder curar a su hija?
Los avas, al igual que la mayoría de nosotros, son muy Fui por la quebrada. Eran las doce y vi a un ava que — Porque la voy a sanar es que estoy yendo; sino, no
propensos a la sugestión; y esto es lo que aprovechan muy se estaba bañando. iría.
bien los "ipayes malos". Muchas veces, el daño que hacen,
les cuesta un buen castigo y hasta la vida. — Dónde está¡5 yendo cumpa? —me dijo. — Pero como sabes? —insiste el corregidor.
— Dice que hay un curandero, por acá. Tengo una hija — Cómo no voy a saber, si soy ipaye? —dijo y ya nomás
El tema entra a propósito de un relato de Batuire sobre que se está por morir... comenzó a envolver su tabaco y fumó —Humm, ¿ves?, no
la muerte de su esposa (la mató un ipaye malo). — Yo soy ese. Ven... —y me llevó a su casa. está bien tu hija, dijo mirando el cigarrillo.

— Hazte unos calientes para tomar —le dije y le di la EL IPAYE TEME LA REVANCHA
EL IPAYE QUERIA MUJER botella con alcohol, la coca, el café, azúcar y el tabaco.
Hazte para tomar, le dije. Yo no le había contado todavía nada, de que el otro
Mira, cuando nos quieren curar, nos sanan; cuando nos
quieren matar, nos matan. Y una vez así me hizo: — Hummm, nosotros los ipayes somos buenos, ves? ipaye (el malo,;estaba en mi casa; nada le había contado.
Yo me puse a llorar. Y el ipaye que estaba llevando, le dijo al corregidor:
Tengo una hija que ahora está en la Argentina. Era jo- — Ya he visto. Está en su casa del Bacuire un ipaye y él
ven y estaba enferma. Entonces lo fui a traer al ipaye del El ipaye envolvió su tabaco en chala de maíz y se puso
a fumar (para diagnosticar a la enferma) y me dijo: la quiere matar.
Ingre. — Cierto que hay en tu casa un ipaye? —me pregun-
El ipaye vino a curarla y la sanó. — ¡Ah!.„, no había estado bien tu hija. Con razón estás tó el corregidor.
llorando triste, compañero. — Si, hay un ipaye.
Yo lo llevé a dejar (lo acompañé al ipaye hasta su casa). — Si, no está bien.
Pasado el carnaval, para la pascua, volvió el ipaye; él — Vos lo has traído?
sólo, sin que nadie lo traiga, vino a la fiesta (en Tentaya- — Vamos a ir a Tentayape, la voy a curar —dijo— Si no — No, él solo ha venido.
pe). la pudiera curar, si ya se hubiera pasado (muerto) no iría Y bueno, el corregidor se puso a escribir en un papel.
detrás tuyo. Hizo una comisión de dos caraís para que lo agarren; pero
Y ya no se fue. La quería a mi hija —a la más joven- él (ipaye malo) ya sabía de esto.
para su mujer, pero mi hija no lo quería. Y, por venganza Cuando nosotros llegamos al alto, de regreso, él huyó.
el ipaye la hizo enfermar y la quería matar. Si no se corría, ¡cómo le hubiéramos hecho!
Mi hija se moría, se moría, se moría... Textos y fotografía: Asi que de esas cosas (de la revancha de sus víctimas)
Callado fui a traer mi caballo -entonces tenía caba- los ipayes se asustan de nosotros. Mira, ahora hay hartos
llos— y lo ensillé. David Acebey niños y no se mueren... Antes, todo el tiempo se estaban
— Dónde vas a ir? -roe preguntó el ipaye. muriendo...
PREGUNTA. Tu hija llegó a sanar?
— Voy a andar por este lado. RESPUESTA. El que traje la hizo sanar. No ve que ¡e
Traducciones: habían amenazado que no juegue con nosotros? Le pagué
Antes del medio día di vuelta el cerro. Todavía estaba
alto el sol cuando llegué a Guacaya. Todos eran mis ami- Edgar y Sergio Chávez con un chancho lindo, grande.
gos allí. Llegué directo donde el corregidor y lloré. Al otro ipaye lo llevaron persiguiendo más allá del
Igüembe; hasta el alto que trastorna al Ingre. No lo alean
— Qué tienes Bacuire, qué te ha pasado? zaron. Si lo agarraban, no sé...

También podría gustarte