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El coste medio y el coste marginal

Publicado el 03/02/2015por Gonzalo García Abad

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El coste medio es el coste por unidad producida, es el resultado de dividir el


coste total de la producción realizada entre el número de unidades producidas.
Por ejemplo, si se han producido 50 unidades y han costado 1000 unidades
monetarias, el coste medio sería de 20 unidades monetarias por cada unidad
física del producto.

El coste marginal es el coste de producir una unidad más, o el ahorro de


producir una unidad menos, si lo queremos ver de esa forma. Variará, como el
coste medio, en función del número de unidades producidas.

Ambos son conceptos que dependen del número de unidades que


produzcamos. Lo que pretendo analizar en esta entrada es qué son y cómo
evolucionan el coste medio y el coste marginal.
Los costes a corto plazo
En el corto plazo, los costes totales se pueden dividir en costes fijos y costes
variables. Precisamente se define como corto plazo aquél en el que la cantidad
que se emplea de alguno de los factores de producción es fija, no se puede variar.
Lógicamente varía en función del factor fijo que analicemos. Los costes fijos no
dependen del volumen de producción. Se incurre en ellos con independencia de
lo que se produzca. Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo. Imaginemos
una fabrica de pan. El coste de las naves donde se fabrica ese pan será el mismo
con independencia de la cantidad de pan que se fabrique. Lo mismo sucederá con
los hornos y maquinaria. Esos costes se dice que en el corto plazo son fijos. Se han
adquirido y tienen el mismo coste, con independencia del pan que se fabrique.
Sin embargo el número de trabajadores, la energía que se consuma o la cantidad
de ingredientes del pan que se necesitan variará dependiendo de la cantidad que
se fabrique. Se contratará más cantidad a medida que se fabrique más pan. Esos
costes se dice que son variables, porque varían en función de la cantidad
producida.
El coste medio se puede descomponer en una suma de dos componentes:
el coste fijo medio y el coste variable medio, que resultan respectivamente de
dividir los costes fijos y los costes variables entre la cantidad producida.
Los costes fijos medios, son el resultado de dividir una cantidad fija, que
no depende de la cantidad producida, entre dicha cantidad producida. Van
cayendo a medida que vamos produciendo más y más. Nunca llegan a cero, pero
con volúmenes importantes de producción caminan hacia convertirse en
despreciables. Por el contrario, a medida que se reduce la producción se
acrecientan considerablemente.
Los costes variables medios al principio son altos. Pensemos, por
ejemplo, en una fabrica de pan. Por ejemplo un coste variable podría ser el coste
laboral. Los primeros trabajadores son muy costosos, ya que apenas pueden
llegar a todo, tienen que realizar todas las labores entre pocos, pero a medida que
se van introduciendo más trabajadores, van aprovechando las ventajas de poder
dividirse el trabajo. Se van especializando, cada uno adquiere mayor experiencia
en su cometido y, entre todos, pueden producir mucho. Se va incrementando en
mayor proporción la producción que el número de trabajadores. Pero llega una
determinada producción a partir de la cual comienzan a subir los costes variables
medios. Eso es así porque las ventajas de la división del trabajo y de la
especialización llega un nivel de producción en el que ya están muy aprovechadas
y lo que empieza a pesar mucho es la dificultad de gestionar una empresa más
grande, que produce mayores cantidades.
El coste medio, por lo tanto, comenzará siendo cada vez menor a medida
que aumentamos la producción. Eso será así porque al principio disminuyen
tanto los costes fijos medios, que siempre disminuyen a medida que aumenta la
producción, como los costes variables medios. Llegará un nivel de producción en
el que, al aumentar la producción, se incremente el coste variable medio, pero
aún pueden seguir cayendo los costes medios por la caída de los costes fijos
medios. Aun así llegará un momento en el que el coste medio comenzará a
aumentar a medida que incrementamos la producción, porque la caída del coste
fijo medio es cada vez más pequeña a medida que se va incrementando la
producción y, sin embargo, el coste variable medio se incrementa cada vez más.
Cuando el incremento del coste variables medio sea igual a lo que se reduce el
coste fijo medio, el coste medio dejará de reducirse, tocará su mínimo y, a partir
de ahí, a medida que se produce más el coste medio será cada vez mayor.
El coste marginal es lo que cuesta producir una unidad más o una unidad
menos. Como el coste medio, al principio caerá porque las sucesivas unidades que
se vayan produciendo cada vez implican menor necesidad de empleo de recursos,
los factores variables se emplean mejor. Sin embargo, los costes derivados de la
complejidad de gestionar una empresa más y más grande harán que llegue un
nivel de producción a partir del cual crezca el coste marginal. A diferencia del
coste medio, en el coste marginal no tiene influencia el coste fijo. Ni producir una
unidad más incrementa el coste fijo, ni producir una unidad menos produce
ningún ahorro en el coste fijo, sencillamente el coste fijo no depende de las
unidades que se produzcan.
La relación entre el coste marginal y el coste medio
Esta relación guarda semejanza con la relación entre la productividad
media y la productividad marginal , pero ahora existe también un coste variable
medio. Al principio, las primeras unidades son las más costosas y su coste se irá
reduciendo a medida que se incremente la producción. Eso provocará que el coste
medio y el coste variable medio sean al inicio mayores que el coste marginal, ya
que en el coste medio y en el coste variable medio pesará el coste de las primeras
unidades que era mayor. Los tres se irán reduciendo al principio a medida que
aumenta la producción. Llegado un punto el coste marginal llegará a su mínimo
y comenzará a crecer, pero el coste variable medio y el coste medio seguirán
reduciéndose. La reducción del coste variable medio y del coste medio seguirá
produciéndose porque el coste marginal, el coste de las unidades que
sucesivamente se van añadiendo a la producción, es cada vez mayor pero aún más
bajo que el coste variable medio, de manera que esas sucesivas unidades que se
añadan a la producción contribuirán a reducir el coste variable medio. ¿Hasta
cuando? Hasta que el coste marginal haya crecido lo suficiente y el coste variable
medio se hay reducido lo suficiente como para que ambos sean iguales. Es decir,
que el coste variable medio tocará su mínimo cuando se iguale al coste marginal.
A partir de ahí comenzará a crecer. Como las sucesivas unidades que se añadan
costarán más que el coste variable medio, una vez superado el mínimo del coste
variable medio en el que el coste variable medio y el coste marginal son iguales,
el coste marginal será superior al coste variable medio. Pero durante un tiempo
el coste medio, que siempre será más alto que el coste variable medio porque es
el resultado de sumar al coste variable medio una cantidad positiva como es el
coste fijo medio, seguirá reduciéndose. Llegado el momento en el que el coste
marginal sea igual al coste medio, el coste medio llegará a su mínimo. A partir de
ahí, el coste marginal será también mayor que el coste medio. La diferencia entre
el coste medio y el coste variable medio irá reduciéndose a medida que aumente
la producción, aunque nunca se lleguen a igualar.
Los costes a largo plazo
En el largo plazo, la empresa se enfrenta a la decisión de decidir sobre la
cantidad de factores de producción que en el corto plazo consideraba fijos.
Precisamente el largo plazo se define como el plazo necesario para cambiar esos
factores que a corto plazo son fijos. Por ejemplo, en el caso de nuestra fábrica de
pan hay que plantearse si adquirir nuevos hornos, si ampliar las naves o por el
contrario reducir el tamaño de la fábrica. Dependiendo de la cantidad que se
produzca se elegirá un tamaño u otro de la estructura fija, lo que hará que el coste
medio a largo plazo sea menor que el coste medio a corto plazo. La explicación es
sencilla. Pongamos el ejemplo de la fábrica de pan. Si pretendiéramos fabricar
pan con un solo horno y en un espacio muy reducido, ante un incremento de la
demanda, podríamos multiplicar los turnos, pero aún y así no llegaríamos a poder
abastecer una demanda muy grande, a partir de una determinada cantidad los
costes se dispararían, la labor se vuelve inviable. Si por el contrario contásemos
con muchos hornos y unas naves gigantescas, un sinfín de máquinas y
herramientas para fabricar media docena de barras de pan el coste medio sería
altísimo. Está claro que esas estructuras, en el largo plazo, se adaptarán a la
cantidad que se pretende producir. La adaptación a la cantidad que se pretende
producir reduce el coste medio a largo plazo.

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