El coste medio es el coste por unidad producida, es el resultado de dividir el
coste total de la producción realizada entre el número de unidades producidas. Por ejemplo, si se han producido 50 unidades y han costado 1000 unidades monetarias, el coste medio sería de 20 unidades monetarias por cada unidad física del producto.
El coste marginal es el coste de producir una unidad más, o el ahorro de
producir una unidad menos, si lo queremos ver de esa forma. Variará, como el coste medio, en función del número de unidades producidas.
Ambos son conceptos que dependen del número de unidades que
produzcamos. Lo que pretendo analizar en esta entrada es qué son y cómo evolucionan el coste medio y el coste marginal. Los costes a corto plazo En el corto plazo, los costes totales se pueden dividir en costes fijos y costes variables. Precisamente se define como corto plazo aquél en el que la cantidad que se emplea de alguno de los factores de producción es fija, no se puede variar. Lógicamente varía en función del factor fijo que analicemos. Los costes fijos no dependen del volumen de producción. Se incurre en ellos con independencia de lo que se produzca. Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo. Imaginemos una fabrica de pan. El coste de las naves donde se fabrica ese pan será el mismo con independencia de la cantidad de pan que se fabrique. Lo mismo sucederá con los hornos y maquinaria. Esos costes se dice que en el corto plazo son fijos. Se han adquirido y tienen el mismo coste, con independencia del pan que se fabrique. Sin embargo el número de trabajadores, la energía que se consuma o la cantidad de ingredientes del pan que se necesitan variará dependiendo de la cantidad que se fabrique. Se contratará más cantidad a medida que se fabrique más pan. Esos costes se dice que son variables, porque varían en función de la cantidad producida. El coste medio se puede descomponer en una suma de dos componentes: el coste fijo medio y el coste variable medio, que resultan respectivamente de dividir los costes fijos y los costes variables entre la cantidad producida. Los costes fijos medios, son el resultado de dividir una cantidad fija, que no depende de la cantidad producida, entre dicha cantidad producida. Van cayendo a medida que vamos produciendo más y más. Nunca llegan a cero, pero con volúmenes importantes de producción caminan hacia convertirse en despreciables. Por el contrario, a medida que se reduce la producción se acrecientan considerablemente. Los costes variables medios al principio son altos. Pensemos, por ejemplo, en una fabrica de pan. Por ejemplo un coste variable podría ser el coste laboral. Los primeros trabajadores son muy costosos, ya que apenas pueden llegar a todo, tienen que realizar todas las labores entre pocos, pero a medida que se van introduciendo más trabajadores, van aprovechando las ventajas de poder dividirse el trabajo. Se van especializando, cada uno adquiere mayor experiencia en su cometido y, entre todos, pueden producir mucho. Se va incrementando en mayor proporción la producción que el número de trabajadores. Pero llega una determinada producción a partir de la cual comienzan a subir los costes variables medios. Eso es así porque las ventajas de la división del trabajo y de la especialización llega un nivel de producción en el que ya están muy aprovechadas y lo que empieza a pesar mucho es la dificultad de gestionar una empresa más grande, que produce mayores cantidades. El coste medio, por lo tanto, comenzará siendo cada vez menor a medida que aumentamos la producción. Eso será así porque al principio disminuyen tanto los costes fijos medios, que siempre disminuyen a medida que aumenta la producción, como los costes variables medios. Llegará un nivel de producción en el que, al aumentar la producción, se incremente el coste variable medio, pero aún pueden seguir cayendo los costes medios por la caída de los costes fijos medios. Aun así llegará un momento en el que el coste medio comenzará a aumentar a medida que incrementamos la producción, porque la caída del coste fijo medio es cada vez más pequeña a medida que se va incrementando la producción y, sin embargo, el coste variable medio se incrementa cada vez más. Cuando el incremento del coste variables medio sea igual a lo que se reduce el coste fijo medio, el coste medio dejará de reducirse, tocará su mínimo y, a partir de ahí, a medida que se produce más el coste medio será cada vez mayor. El coste marginal es lo que cuesta producir una unidad más o una unidad menos. Como el coste medio, al principio caerá porque las sucesivas unidades que se vayan produciendo cada vez implican menor necesidad de empleo de recursos, los factores variables se emplean mejor. Sin embargo, los costes derivados de la complejidad de gestionar una empresa más y más grande harán que llegue un nivel de producción a partir del cual crezca el coste marginal. A diferencia del coste medio, en el coste marginal no tiene influencia el coste fijo. Ni producir una unidad más incrementa el coste fijo, ni producir una unidad menos produce ningún ahorro en el coste fijo, sencillamente el coste fijo no depende de las unidades que se produzcan. La relación entre el coste marginal y el coste medio Esta relación guarda semejanza con la relación entre la productividad media y la productividad marginal , pero ahora existe también un coste variable medio. Al principio, las primeras unidades son las más costosas y su coste se irá reduciendo a medida que se incremente la producción. Eso provocará que el coste medio y el coste variable medio sean al inicio mayores que el coste marginal, ya que en el coste medio y en el coste variable medio pesará el coste de las primeras unidades que era mayor. Los tres se irán reduciendo al principio a medida que aumenta la producción. Llegado un punto el coste marginal llegará a su mínimo y comenzará a crecer, pero el coste variable medio y el coste medio seguirán reduciéndose. La reducción del coste variable medio y del coste medio seguirá produciéndose porque el coste marginal, el coste de las unidades que sucesivamente se van añadiendo a la producción, es cada vez mayor pero aún más bajo que el coste variable medio, de manera que esas sucesivas unidades que se añadan a la producción contribuirán a reducir el coste variable medio. ¿Hasta cuando? Hasta que el coste marginal haya crecido lo suficiente y el coste variable medio se hay reducido lo suficiente como para que ambos sean iguales. Es decir, que el coste variable medio tocará su mínimo cuando se iguale al coste marginal. A partir de ahí comenzará a crecer. Como las sucesivas unidades que se añadan costarán más que el coste variable medio, una vez superado el mínimo del coste variable medio en el que el coste variable medio y el coste marginal son iguales, el coste marginal será superior al coste variable medio. Pero durante un tiempo el coste medio, que siempre será más alto que el coste variable medio porque es el resultado de sumar al coste variable medio una cantidad positiva como es el coste fijo medio, seguirá reduciéndose. Llegado el momento en el que el coste marginal sea igual al coste medio, el coste medio llegará a su mínimo. A partir de ahí, el coste marginal será también mayor que el coste medio. La diferencia entre el coste medio y el coste variable medio irá reduciéndose a medida que aumente la producción, aunque nunca se lleguen a igualar. Los costes a largo plazo En el largo plazo, la empresa se enfrenta a la decisión de decidir sobre la cantidad de factores de producción que en el corto plazo consideraba fijos. Precisamente el largo plazo se define como el plazo necesario para cambiar esos factores que a corto plazo son fijos. Por ejemplo, en el caso de nuestra fábrica de pan hay que plantearse si adquirir nuevos hornos, si ampliar las naves o por el contrario reducir el tamaño de la fábrica. Dependiendo de la cantidad que se produzca se elegirá un tamaño u otro de la estructura fija, lo que hará que el coste medio a largo plazo sea menor que el coste medio a corto plazo. La explicación es sencilla. Pongamos el ejemplo de la fábrica de pan. Si pretendiéramos fabricar pan con un solo horno y en un espacio muy reducido, ante un incremento de la demanda, podríamos multiplicar los turnos, pero aún y así no llegaríamos a poder abastecer una demanda muy grande, a partir de una determinada cantidad los costes se dispararían, la labor se vuelve inviable. Si por el contrario contásemos con muchos hornos y unas naves gigantescas, un sinfín de máquinas y herramientas para fabricar media docena de barras de pan el coste medio sería altísimo. Está claro que esas estructuras, en el largo plazo, se adaptarán a la cantidad que se pretende producir. La adaptación a la cantidad que se pretende producir reduce el coste medio a largo plazo.