“"“Año del buen servicio al

ciudadano”"
Universidad Nacional de Tumbes

U Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Escuela Académica Profesional de Derecho

TEMA: PATRIMONIO FAMILIAR

CURSO: DERECHO FAMILIA Y SUCESIONES

DOCENTE: Dr. NORMAN MENDOZA GARCIA

N ALUMNO:
 MORE IMAN,SANTOS ESTEBAN
 CARRANZA JARA VICTOR
 GIRON DOMINGUEZ SAMUEL

CICLO: Vlll

T Tumbes-Perú
2017
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Escuela de Derecho

EL
PATRIMONIO
FAMILIAR

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EL REGIMEN PATRIMONIAL DENTRO DEL MATRIMONIO

1. NOCION

En cuanto a los efectos del matrimonio, además de los derechos y deberes de

orden personal derivados de él, tenemos un conjunto de relaciones conyugales
concernientes al aspecto económico del matrimonio. La comunidad de interés y
de bienes es la propiedad familia.(DIAZ DE GUIJARRO, 1943:10).

Los ordenamientos jurídicos regulan el régimen patrimonial del matrimonio

tratando de determinar la manera como se agrupan los bienes de la sociedad
conyugal: por una parte, una vez celebrado el matrimonio podrían formar los
cónyuges un patrimonio común, y por otra, en cambio cada cónyuge conserva sus
propios bienes. También se regula sobre la administración de los bienes, en quien
recae esta, cuales son las facultades de administración y de disposición de
aquellos las deudas y el orden en que responden los distintos bienes del
matrimonio, el destino de los bienes por cambio de régimen, disolución del
matrimonio, y el modo como se produce la liquidación de los bienes.

Se pretende a través de ciertas reglas regular el aspecto económico del

matrimonio al cual se llama régimen patrimonial dentro de matrimonio, referido
legalmente los diversos supuestos que indicamos líneas arriba.

Doctrinariamente los regímenes patrimoniales de matrimonio se dividen en dos

clases :

1) Régimen de comunidad universal de bienes

2) Régimen de la completa separación de bienes y deudas.

En concerniente al primero de el.. los bienes propios de la pareja unida en

matrimonio, llevados a este, autónomos e independientes hasta dicho momento,
se mesclan, confundiéndose en uno solo. Se deriva de tales bienes una propiedad
común, indivisa que los cónyuges deben administrar conjuntamente.

En lo que se refiere al régimen de la completa separación de bienes y deudas, hay

que decir que se funda en el criterio de que la sociedad conyugal derivada del
matrimonio no debe afectar la autonomía económica de la pareja. En
consecuencia, tanto el marido como la mujer conservan en forma independiente
sus propios bienes, sin que esto impida que tienen ambos cónyuges la
responsabilidad de atender las necesidades de la vida familiar. Este tipo de

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régimen evita la deuda en el cónyuge adinerado respecto de las intenciones de su
consorte al casarse, descarta la posible ambición del cónyuge que atraviesa una
mala situación económica, logra eliminar la subordinación de la mujer a las
decisiones de su marido en materia económica, etc.

Los dos regímenes señalados son contrarios totalmente uno del otro. En ciertos
países latinoamericanos se crea una especie de régimen intermedio llamado
sistema de comunidad de gananciales que no impide que junto a los bienes
propios del marido y de la mujer este presente un patrimonio de la sociedad
conyugal. Para tal efecto se señalan las potestades de cada uno d los cónyuges y
las restricciones impuestas. sobre los bienes del matrimonio

DE RÉGIMEN PATRIMONIAL DEL MATRIMONIO O PATRIMONIO

FAMILIAR

CONCEPTO:

Por régimen patrimonial debemos entender el conjunto de normas que

regulan todos los asuntos pecuniarios , propiedad , administración y
disposición de los bienes de los cónyuges , así como de los derechos
y obligaciones que al respecto se generan entre ellos, y entre los
cónyuges y terceros, tanto al momento de celebrarse el matrimonio ,
mientras dure y cuando llegare a disolverse.

Definición:
Es una organización económica de la universalidad de derechos y obligaciones
que registran al matrimonio en el momento de su celebración y mientras dure.

Tipos:
A. Voluntarios
B. Forzosos
C. Preestablecidos, elegibles o supletorios

Clases atendiendo al número de patrimonios :

a) Absorción de un patrimonio –un patrimonio-
b) Comunidad absoluta – un patrimonio- dos dueños-
c) Separación absoluta – dos patrimonio-
d) Mixto:dotes,arras sociedad de gananciales – tres patrimonio-

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Sistemas del código civil para derecho de familia:

a) Separación de bienes
b) Sociedad conyugal
c) Mixto

2 EL REGIMEN PATRIMONIAL DEL MATRIMONIO EN EL CODIGO DE 1984

El contrato de matrimonio tiene por objeto, en primer término, regular el régimen

de los bienes presentes y de los que en el porvenir tengan los futuros esposos (
COLI Y CAPITANT, 1949, TOMO VI:27)

El cogido civil presente regula el régimen patrimonial en el TITULO lll, DE LA

sección segunda (sociedad conyugal), del libro lll EL CUAL CONSTA DE TRES
CAPITULOS :primero << disposiciones generales>>, segundo , <<sociedades
gananciales>>, y tercero,<<separación de patrimonio>>.

A continuación del código civil derogado se produce una invocación: la figura de la

separación de patrimonios por la que pueden optar los cónyuges antes o durante
el matrimonio. En efecto, en efecto los contrayentes pueden adoptar por la
decisión de ceñirse al régimen de comunidad de gananciales, a la cual el código
civil vigente denomina escuetamente sociedades de gananciales o si no al
régimen de separación de patrimonios, pueden además cambiarse de uno a otro
régimen en repetidas veces. Deben pues adoptar uno de estos regímenes y
observar lo dispuesto por el derecho positivo para ellos.

Existen, pues, dos clases de regímenes patrimoniales en el sistema matrimonial

peruano:

1. Las sociedades gananciales

2. La separación de patrimonios.

Si no se determina la naturaleza del régimen patrimonial, se considera que se esta

bajo el régimen de la sociedad de gananciales.

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2.1 DISPOSICIONES GENERALES

Señala el art 295 de código civil lo siguiente: antes de la celebración del

matrimonio, los futuros cónyuges pueden optar libremente por el régimen de
sociedad de gananciales o por el de separación de patrimonios, el cual comenzara
a regir al celebrarse el casamiento…

Sobre esto hay que indicar que en la práctica se prefiere el régimen de sociedad
de gananciales puesto que el régimen de separación de patrimonios se utiliza muy
poco en nuestro medio, presentándose en el caso de conflicto de orden
económico entre los cónyuges ( muchas veces ligado con el abuso del marido en
la administración de los bienes familiares9 que resultan a veces la semilla de una
separación de cuerpos o de un divorcio de la pareja. Además el régimen de la
sociedad de gananciales obedece a la tradición familiar de compartir y apoyarse
mutuamente en todos los aspectos concluyendo el económico que se deben
recíprocamente los cónyuges. Por otro lado, la separación de patrimonios puede
dar lugar a una especie de competencia económica entre la pareja , siendo otro
de las razones por las que predomina la sociedad de gananciales.

La sociedad de gananciales se presume y no requiere de formalidad alguna para

su constitución, en cambio, la separación de patrimonio necesita para su
configuración de ciertas formalidades que se verán en su oportunidad.

Durante el matrimonio puede la pareja elegir el régimen matrimonial que más le

convenga, de la manera que podrán sustituir el régimen de sociedad de
gananciales por el de separación de patrimonios o viceversa cuantas veces lo
estimen conveniente y sin necesidad de acudir a la vía judicial para ello, por
cuanto significa una situación ordinaria en la vida matrimonial que no requiere sino
la liquidación del régimen anterior, para así poder ingresar al nuevo (así lo dispone
el artículo 298° del C.C.). Esta liquidación, si se refiere al régimen de separación
de patrimonios, debe hacerse por escritura pública e inscribirse en el Registro
Personal (que forma parte del Registro de Personas Naturales, que integra el
Sistema Nacional de los Registros Públicos: artículo 2 –inciso- de la Ley 26366,
del 14.10.94).

Los pretendientes (antes del matrimonio) y los cónyuges (durante el

matrimonio) pueden acordar mutuamente un régimen de separación de
patrimonios sin acudir a la vida judicial. Pero, en los casos de abuso de facultades
o actuación con dolo o culpa de uno de los cónyuges, el otro podrá exigir
judicialmente el cambio de régimen a uno de separación de patrimonios (se

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entiende que las conductas descritas se refieren al manejo administrativo del
cónyuge culpable, de los bienes sociales).

Los cónyuges pueden elegir –reiteramos- el régimen patrimonial que más

les acomode y, cualquiera que sea el régimen escogido, ambos estarán obligados
a proveer al sostenimiento de la familia, según sus posibilidades y rentas (artículo
300° del C.C.).

3. RÉGIMEN DE SOCIEDAD DE GANANCIALES

Respecto a la denominación, la expresión más adecuada era la que

imponía la doctrina: comunidad universal de bienes o comunidad de gananciales.
La expresión sociedad de gananciales, sin embargo, por ser la mas utilizada por el
común de la gente se impuso en el C.C. DE 1852, como en el de 1936 y en el
vigente código. Por ello resultaba adecuada la expresión comunidad de
gananciales que al final cedió paso al de sociedades de gananciales.

Técnicamente la denominación de sociedad de gananciales no se ajusta al criterio

teórico y al de la legislación comparada que consideraban dos regímenes de
gananciales: el primero, el de comunidad; el segundo, el de participación. La
diferencia entre ellos radica en su esencia misma porque el primero está referido
al grupo de los regímenes de comunidad, y el segundo se refiere al grupo de los
regímenes de separación. Por ello resultaba adecuada la expresión comunidad de
gananciales que al final cedió paso al de sociedad de gananciales.

LA CRUZ BERDEJO, dice que la comunidad de gananciales que <<no versa vivir
una serie de derechos independientes, formándose así tantas situaciones de
comunidad como bienes comunes haya, sino sobre bienes que componen todos
los bienes un patrimonio autónomo>>. (LA CRUZ BERDEJO. 1950: 38).

Acerca del concubinato hay que decir que se sujeta al régimen de sociedad
de gananciales la sociedad de bienes que aquel origine, a condición de que la
unión de hecho haya durado por lo menos dos años continuos. Si termina el
concubinato le corresponde al (a la) concubino (a) los derechos que se deriven de
la sociedad de gananciales (artículo 326 del código civil). Vemos pues que <<con
matrimonio o sin él, la convivencia de una pareja, funda una comunidad de bienes.
(PEREZ VARGAS, 1986: 369).

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La sociedad de gananciales se caracteriza porque pueden haber bienes
propios de cada cónyuge y bienes de la sociedad (bienes sociales o comunes)
dentro de dicho régimen patrimonial (artículo 301° del C.C.).

Sobre cuales son unos y cuales son otros, el articulo 302° del C.C. hace una
relación detallada de los bienes propios. Los demás bienes que no se encuentren
contemplados en dicha norma serán, en consecuencia, bienes sociales.

3.1. BIENES PROPIOS.

Son bienes propios de cada cónyuge, según el artículo 302° del C.C., los
siguientes:

a. Los que aporte al iniciarse el régimen de sociedad de gananciales (inciso I):

se inicia dicho régimen con la celebración del matrimonio, si los cónyuges
optaron por él al momento de contraerlo; o sino desde la fecha del cambio
de régimen si eligieron el de principio el de separación de bienes.
Se refiere este inciso a todos los bienes (cuando se habla de bienes se
entiende los corporales y los incorporales; distinto es el concepto de cosa
que alude únicamente a las materiales) pertenecientes a cada cónyuge
desde antes del matrimonio e inclusive aquellos que se obtienen por causa
de la futura realización de éste, como es el caso de las donaciones. No
constituyen bienes propios el menaje del hogar.

Mientras se ejerza el derecho sobre los bienes propios de una manera

concerniente y acertada no se restringen las facultades que tiene el
cónyuge propietario de gravar y disponer tales bienes. Pero de no ser así
puede el otro cónyuge plantear acciones como la de interdicción derivada
de una conducta prodiga del primero (artículo 584° del C.C.), la mala
gestión (artículo 585° del C.C.), impugnación de donación (artículo 1629°
del C.C.), e inclusive, invalidación de renuncia a la herencia, legado o
donación que haga el cónyuge beneficiario sin su consentimiento (artículo
304° del C.C.). Aunque es bueno precisar que este último caso no se trata de
actos de disposición si no de una conducta omisiva que perjudica los intereses de
la sociedad conyugal (y que se hace notorio el daño al surgir el desacuerdo en los
cónyuges.

3.2 BIENES SOCIALES

Para determinar cuáles bienes son sociales necesariamente hay que remitirse al
artículo 302° del C.C., que indica cuales son los propios. Así, haciendo exclusión
de los bienes señalados por el artículo precepto, tenemos que todos los demás

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son bienes sociales. El artículo 310° del C.C., es claro sobre el particular, al
establecer que:

<<Son bienes sociales todos los no comprendidos en el artículo

302, incluso los que cualquiera de los cónyuges adquiera por su trabajo,
industria o profesión, así como los frutos y productos de todos los bienes
propios y de la sociedad y las rentas de los derechos de autor e inventor.

También tienen la calidad de bienes sociales los edificios

construidos a costa del caudal social en suelo propio de uno de los
cónyuges, abonándose a éste el valor del suelo al momento del
reembolso>>.

La naturaleza de bienes sociales recaída en aquellos derivados del trabajo, industria, o

profesión de los cónyuges radica, más que en su valor, en la importancia de la actividad
laboral de la pareja como medio de sustento familiar, por tal razón, las cargas de la
sociedad conyugal son soportadas con el producto de dicha actividad; y, es ésta de la que
se va a producir la adquisición de los bienes de la familia. Su relación innegable con los
medios para proveer el sostenimiento del hogar, hacen que sean vistas jurídicamente
como bienes sociales.

Sobre los frutos y productos de los bienes propios, así como las rentas de los derechos de
autor e inventor, hay que decir que representan bienes sociales porque de no ser así,
quien tenga bienes propios que le generen ingresos no contribuirá al sostenimiento del
hogar conyugal, pues a ello no le obligaría la ley, dada la hipotética configuración de los
frutos y productos de un bien propio como tal. El perjuicio que acarrearía esa concepción
es evidente, por lo que se trató de evitar asimilando las rentas y los frutos y productos de
bienes propios a la categoría de bienes sociales.

Además, los bienes remanentes después de efectuada la liquidación y pago de las

deudas sociales en caso de fenecimiento de la sociedad de gananciales, son
considerados gananciales, es decir, sociales (artículo 323° del C.C.).

El artículo 312° del C.C., establece la prohibición de contratar entre cónyuges

sobre los bienes sociales. Ello es explicable porque dichos bienes obedecen a un fin
superior y no pueden ser objeto de la conveniencia de un cónyuge en desmedro del otro,
además que como tales bienes les pertenecen, resulta absurdo que una persona negocie
sus propios bienes que no salen de su esfera, es decir, se da y se recibe bienes que le
pertenecen. Dicha prohibición, puntualizamos, no opera tratándose de contratos entre
cónyuges que tienen por objeto bienes propios de cada uno de ellos.

En cuanto a las facultades que la ley concede a los cónyuges sobre los bienes sociales,
hacemos notar que la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer (establecida en la
Constitución de 1979 y reproducida en la Carta Magna vigente, ubicada en ambas dentro
del artículo 2° -inciso 2-, dio lugar a que en el C.C. de 1984, se estableciera la
administración común de los cónyuges del patrimonio social, sin perjuicio de que la

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desempeñe uno solo de ellos, en razón de determinada circunstancia: impedimento de
uno de los cónyuges, mala gestión, etc.

Si administra los bienes sociales un cónyuge nada más, el otro podrá solicitar el cambio
en la administración y también una indemnización por daños y perjuicios sufridos a
consecuencia de actos dolosos o culposos del administrador.

Al igual que sucede con los bienes propios, de sufrir un cónyuge impedimento por
interdicción u otra causa, de ignorarse su paradero o de encontrarse en lugar remoto, el
otro administrará los bienes sociales. Dicha administración recaerá sobre el cónyuge que
es abandonado por el otro (artículo 314° del C.C.).

Para disponer de los bienes sociales o gravarlos, ningún cónyuge está facultado
para efectuarlo por separado, es decir, precisa del consentimiento del otro cónyuge. Ello
no obsta que sea sólo uno quien disponga o grave los bienes sociales siempre que cuente
con poder especial para dicho fin otorgado por su cónyuge. No es necesaria la voluntad
compartida –que estén de acuerdo ambos cónyuges- para los actos de adquisición de
bienes muebles, bastando tan sólo que se produzca unilateralmente (obedece dicho
criterio tal vez al relativo menor valor de los bienes muebles, que da lugar a lo no
exigencia del consentimiento común de la pareja para la adquisición de tales bienes).

Resulta útil descartar lo que señala el artículo 311° del C.C., referido a la
naturaleza o calificación de los bienes de la sociedad.

Establece dicho artículo tres presunciones para determinar tan naturaleza, dos de
ellas iuris tantum (inciso 1 y 3); a) todos los bienes de los cónyuges se presumen sociales;
b) si vendido algún bien cuyo precio no consta haberse invertido y se compra otro
equivalente, se presume que la adquisición posterior fue hecha con el producto de la
enajenación precedente. La otra presunción es iure et de iure (inciso 2), que señala que
los bienes sustituidos o subrogados a otros se reputan de la misma condición de los que
sustituyeron o subrogaron.

3.3 CARGAS Y RESPONSABILIDADES EN LA SOCIEDAD DE GANANCIALES.

Dentro de la sociedad de gananciales coexisten dos tipos de bienes: los propios y

los sociales. Teniendo en cuenta que la economía de la familia no será siempre positiva
sino que puede haber dudas, es que se tiene que determinar cuales corresponden al
cónyuge en sí y cuales a la sociedad.

Ahora bien, el artículo 307° del C.C., dispone que << Las deudas de cada cónyuge
anteriores a la vigencia del régimen de gananciales son pagadas con sus bienes propios,
a menos que hayan sido contraídas en beneficio del futuro hogar, en cuyo caso se pagan
con bienes sociales a falta de bienes propios del deudor>>.

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Se justifica que al comenzar el régimen patrimonial con el matrimonio tenga porque cargar la
sociedad con deudas anteriores a éste, corresponde su satisfacción evidentemente al deudor.

La excepción a esto la constituye el hecho de que la deuda anterior al matrimonio tuvo como causa
una operación dirigida a beneficiar al futuro hogar conyugal, en cuyo caso serán canceladas como
bienes sociales, siempre que el deudor carezca de bienes propios.

Por otro lado, los bienes propios de uno de los cónyuges no tienen nada que ver con las
deudas personales del otro, salvo que se hubieran contraído en beneficio de la familia (lo que debe
acreditarse). Así lo señala el artículo 308° del C.C.

Las deudas de la sociedad pueden ser satisfechas a prorroga no solo con los
bienes sociales sino también con los bienes propios de cada cónyuge ,sempre que
aquellos bienes no alcancen para cubrir la deuda correspondiente (art.317 CC).

Además tratándose de un acto licito (léase responsabilidad extracontractual)

cometido por uno de los cónyuges, el otro no se ve afectado por el pago
respectivo , ni sus propios bienes ni en la parte de los bienes de la sociedad que
podrían ser suyos en caso de liquidación (art 309. CC).

Las deudas que son de cargo de sociedad están señaladas específicamente por el
artículo 316 del CC y son, a saber:

a) El sostenimiento de la familia y la educación de los hijos comunes :

En cuanto a los hijos esta queda comprendida dentro de la expresión <<
sostenimiento de la familia>< que especialmente tratándose de los hijos
menores, bien puede integrarse a la definición de alimentos que hace el art.
472 cc… lo que es indispensable para el sustento, habitación, habitación,
vestido y asistencia medica… los alimentos comprenden también su
educación, instrucción y capacitación para el trabajo.
Es de cargo de la sociedad – recuérdese – también porque << los
cónyuges se obligan mutuamente… a alimentar y educar a los hijos>> (art
287 .cc) ambos cónyuges tienen el deber y derecho de…cooperar al mejor
desenvolvimiento del mismo – se refiere al hogar –(art. 290. cc), y porque
cualquiera sea el régimen en vigor, ambos cónyuges esta obligados al
sometimiento del hogar … (art.300 CC).
b) Los alimentos que uno de los cónyuges este obligado por ley a dar a
otras personas:
Ello se explica porque el derecho alimentario es quizás una de las
instituciones familiares más importantes dentro del DERECHO de FAMILIA
( casi a la par con el matrimonio ) . de no hacerse excesiva la pensión
alimenticia a los bienes sociales que pueden ser los únicos de que
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disponga el alimentante, se podría en grave riesgo la subsistencia del
alimentista.
c) El importe de lo donado o prometido a los hijos comunes por ambos
cónyuges:
Es el caso del anticipo de herencia u otra liberalidad realizado por los
cónyuges. Si se llevara a cabo solo por uno de ellos responderá, no la
sociedad, sino quien lo realizo.
d) Las mejoras necesarias y las reparaciones de mera conservación o
mantenimiento hechas en los predios propios, así como las retribuciones y
tributos que los afecten:

Se refiere pues a los gastos de mantenimiento y de mejoras efectuadas,

consecuencia lógica y justificable, por cuanto la sociedad usufructúa los
bienes propio ( son bienes sociales …los frutos y productos de todos los
bienes propios :(art 310 cc) estando vigente el régimen de sociedades de
gananciales.
En lo concerniente a los tributos y retribuciones se sigue el mismo criterio,
ya que es justo que quien disfruta de los bienes propios debe correr con los
gastos derivados de los tributos y otros que graven tales bienes.

e) Las mejoras útiles de recreo que la sociedad decida introducir en

bienes propios de uno de los cónyuges con consentimiento de este:

Igualmente, recayendo las mejoras no importando si son útiles, necesarias

o de recreo sobre viene que se usufructúen conjuntamente, deben ser de
cargo de la sociedad. Respeto al consentimiento del cónyuge propietario
del bien, es lógico que se exija para la realización de las mejoras, porque el
costo que irroguen estas serán de su cargo, ya que son de cargo de la
sociedad en la cual participa.

f) Las mejoras y reparaciones realizadas en los bienes sociales, así

como los tributos y retribuciones que los afecten:

Si recaen tales deudas en la sociedad tratándose de bienes propios, con

mayor razón serán cargo de la sociedad al recaer sobre bienes comunes o
sociales.
g) Los atrasos y réditos devengados de las obligaciones a que
estuvieran efectos tanto los bienes propios como los sociales,
cualquiera sea la época a que correspondan:

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Si las obligaciones derivan del patrimonio social es indiscutible que
provengan de este los medios para satisfacerlas. Pero, respecto a las
obligaciones derivadas del patrimonio de uno de los cónyuges surge
discusión sobre el porque son de carga de las sociedades de gananciales.
La razón obedece a lo siguiente: frutos y productos de los bienes propios –
como indicaremos – son bienes sociales, por lo que son estos los que
cubrirían las obligaciones pendientes, inclusive las contraídas con
anterioridad al régimen de sociedad de gananciales. No serán de cargo de
la sociedad, en cambio, las deudas anteriores al régimen social que no
obedecieron al beneficio del hogar conyugal. Así lo dispone el art .307.cc.

h) Los cargos que pesan sobre los usufructuarios de los bienes propios
de cada cónyuge:
Al ser los usufructuarios los cónyuges conjuntamente – aun de los frutos y
productos de los bienes propios de cada uno de ellos – se entiende que las
deudas que tengan serán de cargo de la sociedad.

i) Los gastos que causen la administración de la sociedad:

Ya ejerciendo la administración ambos cónyuges o desempeñándola uno

de ellos , los gastos que irrogue aquella y cualquier otro que derive
directamente del patrimonio social serán necesaria y evidentemente de
cargo de la sociedad de gananciales.

3.4 FENECIMIENTO DE LAS SOCIEDAD DE GANACIALES

En alguno de los casos lo que se disuelve no es el régimen que presida las

realizaciones patrimoniales entre cónyuges, sino que cesa todo régimen en el
sentido de que en lo futuro no existiría ya tales relaciones patrimoniales entre
esposos.

REBORA citado por GUAGLIANONE, 1965:12. (Como el caso de divorcio e

invalidez del matrimonio, por ejemplo).

Reza el art 318 del CC que termina el régimen de la sociedad de gananciales:

a) Por invalidación del matrimonio

b) Por separación de cuerpos
c) Por divorcio.
d) Por declaración de ausencia.
e) Por muerte de uno de los cónyuges.
f) Por cambio de régimen patrimonial.

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Cabe señalar como sostiene GUAGLIANONE no puede haber liquidación sin
indivisión poscomunitaria, la cual, por su parte debe haberse originado en una
sociedad conyugal. GUAGLIANONE, 1965:40.

Debe tenerse presente también lo dispuesto por el art 324 del CC en el sentido
que se pierde el derecho a gananciales en los casos de separación de hecho .esta
perdida la sufre naturalmente el cónyuge culpable y será proporcional al tiempo
que dure la separación.

Algo muy común hoy en día es el caso de un sujeto que contrae nupcias
sucesivamente ( toda ellas validas, claro esta) a lo largo del tiempo y que no ha
realizado el inventario correspondiente de los anteriores matrimonios y la
subsiguiente liquidación de la sociedad de gananciales. En este caso se hará el
respectivo inventario y liquidación ( comprendiendo los bienes del primero hasta el
último matrimonio ) siguiéndose lo dispuesto por el art 325 del CC o sea, teniendo
en cuenta el tiempo el tiempo de duración de cada uno de los regímenes de
sociedad de gananciales habidos y las pruebas que se haya perdido actuar
respecto de los bienes propios de los cónyuges ( o ex cónyuges) involucrados.

4 REGIMEN DE SEPARACION DE PATRIMONIOS

4.1 GENERALIDADES

La separación de bienes entre los esposos, no constituye ello una liquidación

definitiva, sino un remedio empleado en vista de la anormalidad de las
circunstancias matrimoniales .( PUIG PEÑA , 1947, TOMO ll , VOLUMEN l, 215 ) .
lo normal y acostumbrado es el patrimonio común de los cónyuges.

El código civil de 1936 permitía la separación de patrimonios, a las cual

denominaba separación de bienes durante el matrimonio, en contados casos muy
especiales y es más , se requería para ello de un proceso sumario con su
correspondiente fallo que así lo ordenaba. Esto se debía a que todavía eran
incipientes las convenciones dentro del matrimonio de carácter patrimonial,
máxime si la mujer se hallaba subordinada a las decisiones de su marido que le
impedía tener su propio patrimonio. El régimen de sociedades de gananciales
derivado del matrimonio era, pues, indiscutible, permitiéndose la separación de
bienes dentro del matrimonio cuando la mujer lo demandaba basándose en la
desatención del marido de las obligaciones familiares o pór no querer asumir la
dirección del hogar.

En razón de que para dicha separación de bienes era imprescindible en el código

cii derogado de un proceso judicial, traía esto como consecuencia que se
considerara un paso previo al decaimiento del vínculo matrimonial8en sus formas

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de separación de cuerpos y divorcio) o una circunstancia grave que perjudicaba la
paz familiar.

Por todo lo señalado es que el código civil de 1984 desterró la exigencia, y

también de tener que acudir a la via judicial para pedir la separación de
patrimonios y también que dicha separación tenga que ser objeto de prueba
respecto de la causa que la origina.

4.2 DEBERES Y DERECHOS DE LOS CONYUGES

Sus derechos dentro del régimen de separación de patrimonios esta contemplados

en el ART 327 del código civil y son:

a) Conservar a plenitud la propiedad, administración y disposición de sus

bienes presentes y futuros.
b) Disfrutar los frutos y productos de sus bienes presentes y futuros, los cuales
pertenecen.

Tienen como deberes los cónyuges responder de sus deudas bajo el régimen
de sociedad de gananciales, a contribuir al sometimiento del hogar según las
posibilidades económicos de cada uno de ellos. Esta norma es de estricto
cumplimiento, tan es así que de surgir alguna disputa entre los cónyuges sobre
el particular, será el juez quien determine la contribución de cada uno.

4 .3 REQUISITOS PARA SU CONSTITUCION

El articulo 295| del C.C. Señala que deberá otorgarse escritura pública, a la cual
para que surta efecto tendrá que inscribirse en el Registro Personal, en el caso de
que los futuros conyugues opten por el régimen de separación de patrimonios. Es
pues una solemnidad que debe efectuarse porque, de no ser así, no tendría
validez, el régimen que se constituyera, o sea, seria nulo.

Del mismo modo, si durante la vigencia del matrimonio decidieran los conyugues
sustituir el régimen patrimonial de sociedad de gananciales por el de separación
de patrimonios, deberá otorgarse la correspondiente escritura pública e inscribirse
esta en el Registro Personal. Previo al otorgamiento del indicado instrumento
público deberá hacerse inventario de los bienes tanto propios como sociales (Que
deberá contar en documento privado con legislación de firmas, o sino en
resolución derivada del proceso de inventario judicial), y procederse a la
respectiva liquidación de la sociedad de gananciales, para así dar paso al nuevo
régimen patrimonial.

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El régimen en estudio no solo puede establecerse convencionalmente, sino que
también puede ser dispuesto por el juez a pedido del conyugue agraviado, cuando
el otro hace uso abusivo de las facultades que le corresponden o actúa dolosa o
culposamente.

Una vez interpuesta la demanda, puede el Juez disponer las medidas que
cautelen el derecho del demandante. Dichas providencias pueden ser a petición
de parte y aun de oficio, y para que de ellas deriven efectos frente a terceros,
deben inscribirse en el Registro Personal. A partir de la fecha de inscripción en tal
registro es oponible erga omnes, antes no. Surte efectos en relación a los
conyugues desde la fecha en que la demanda es notificada (Artículo 329° del
C.C.).

Además se constituye el régimen de separación de patrimonios (De pleno

derecho) en caso de declaración de insolvencia de uno de los conyugues. Para
que ello produzca efecto frente a terceros deberá inscribirse de oficio en el
Registro Personal, a solicitud de insolvente, de su conyugue o del administrados
especial. A

4.4 EXTINCIÓN DEL REGIMEN DE SEPARACIÓN DE PATRIMONIOS

Señala el artículo 331del C.C. que el régimen de separación de patrimonios se

extingue en los casos de invalidación del matrimonio, divorcio y cambio de
régimen patrimonial(supuestos contemplados en el artículo 318,incisos 1,3 y 6
,respectivamente ).sobre esto hay que señalar que es evidente que al invalidarse
el matrimonio, es decir, al declararse la insubsistencia o el término del matrimonio,
en ese orden, fenece el régimen de separación de patrimonios porque ya no es
posible la existencia de régimen patrimonial alguno que, como sabemos ,deriva
del matrimonio; por lo tanto, ausente este, el régimen de separación de
patrimonios cae en vacío y perece.

Respecto al cambio de régimen huelgan mayores comentarios, ya que solo uno

puede darse, o sea, ambos regímenes no pueden coexistir simultáneamente.

Por último, creemos que el régimen de separación de patrimonios-así como el de

sociedad de gananciales –al estar subordinado la institución matrimonial, pues
nace de ella, fenece en todo caso en que se extinga el matrimonio, por lo que,
aunque es obvio, debió considerarse dentro del artículo 331 del C.C. como causal
de extinción a la muerte de ambos cónyuges, que extingue el matrimonio.

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Hacemos notar que si fallece uno solo, estando vigente el régimen de separación
de patrimonios, el conyugue sobreviviente sigue manteniendo los bienes objeto de
dicho régimen, aunque, como dijimos, al terminar el matrimonio por cualquier
causa (como de la que hablamos) ya no es posible hablar de ningún tipo de
régimen patrimonial .

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Conclusiones

 Por régimen patrimonial debemos entender el conjunto de normas que

regulan todos los asuntos pecuniarios , propiedad , administración y
disposición de los bienes de los cónyuges , así como de los derechos y
obligaciones que al respecto se generan entre ellos, y entre los cónyuges y
terceros, tanto al momento de celebrarse el matrimonio , mientras dure y
cuando llegare a disolverse.

 Es una organización económica de la universalidad de derechos y

obligaciones que registran al matrimonio en el momento de su celebración y
mientras dure. Y pueden ser de los siguientes tipos :Voluntarios, Forzosos,
Preestablecidos, elegibles o supletorios

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Anexos

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Bibliografía
1) ALBERTO HINOSTROZ A MINGUES (derecho de familia) Doctrina –
jurisprudencial- 3ra edición actualizada.

2) EDGAR BAQUEIRO y ROSALÍA BUENROSTRO BÁEZ , Derecho de Familia y

Sucesiones. México. Editorial. Oxford. 2002.
3) Imágenes de google

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