Está en la página 1de 2

CASO LA ROSA

Juan La Rosa y su esposa son prósperos empresarios limeños. Durante uno de sus viajes por el país
llegaron a la conclusión que se podía incursionar en la producción y exportación de flores de corte.

Luego de un minucioso análisis de oferta y demanda, La Rosa y su esposa estiman que en una primera
etapa sería conveniente competir sólo en el mercado de las rosas. Para ello se requeriría una inversión
inicial en un terreno cultivable de unas 90 Has. La zona en la que podría establecerse los cultivos
sería en Huaraz donde cada Ha. de terreno tiene un costo aproximado de US$ 550. De acuerdo a la
productividad del terreno, cada hectárea puede rendir en promedio 150 paquetes de tallos de flores
de corte (cada paquete está conformado por 1.000 tallos). Cada paquete es preparado tal que se
muestre niveles de calidad exigidos por los mercados mundiales.

El proceso de producción de rosas implica desde la preparación del campo hasta la obtención de la
cosecha implica un trabajo de unos cinco meses, gracias al clima y a las nuevas tecnologías que se
piensa implementar. La selección, empaquetado y transporte de los productos implica un mes más de
trabajo.

Se proyecta que el negocio podría vender a dos tipos de mercados: subastas en Holanda y mayoristas
de Estados Unidos. Un 70% de la producción podría venderse a través de las subastas y el restante a
los mayoristas de Estados Unidos. El valor de cada paquete para los mayoristas de Estados Unidos
tendría una prima de 15% sobre el precio promedio de la subasta (US$ 135). La subasta implica la
compra-venta de productos de manera inmediata. Para poder introducir los productos en el mercado
de Estados Unidos, la empresa deberá establecer una política de crédito relativamente agresiva,
calculándose una venta al crédito de 60% con una tasa de interés de 4% anual.

Para el primer año de operaciones, luego de realizado las inversiones necesarias, se estima una
producción al 65%, en el segundo año de operaciones se llegaría al 80% de la producción potencial y
a partir del tercer año el terreno podría generar el 100% del cultivo.

Según las estimaciones realizadas, llevar a cabo un proyecto de cultivo y exportación de flores
requiere la construcción de talleres, almacenes, invernadero y oficinas. Esta inversión en
infraestructura tendría un costo de US$ 110 mil que, por las condiciones climáticas, se debe volver a
reinvertir cada 10 años. Se necesita además la adquisición de maquinarias como: bombas de
irrigación, máquinas cortadoras y tractores, lo que implicaría una inversión de US$ 65 mil, siendo
sus vidas útiles estimadas en 3 años.

Dentro de la programación de inversiones, Juan y su esposa calculan que podrían comenzar el


proyecto a comienzos del 2006 con la adquisición del terreno. Por ser la primera vez del cultivo, el
tratamiento inicial del terreno llevaría casi un año, lo cual implicaría una inversión en gastos pre-
operativos del orden de US$ 55 mil que serían amortizados en 3 años. Para poder llevar a cabo la
preparación del terreno, se requiere la adquisición de las maquinarias a la brevedad, a la par que la
compra del terreno. Debido a que los requerimientos de inversión iniciales son considerables, se
programa que la inversión en infraestructura se realizaría durante el segundo semestre del 2006, luego
del cual se podría generar las primeras ventas al siguiente año. El horizonte de evaluación se realizará
a 4 años.
La producción de cada paquete de tallos de flores de corte tendría un costo de US$.73, que comprende
gastos en mano de obra para el cultivo, semillas, fertilizantes, agua, combustible, entre los principales.
Los costos de mercadería se cancelan por adelantado. Los gastos administrativos y de venta
fluctuarían en un orden de US$ 66,283 por mes, el alquiler del servicio de transporte costaría US$
29,859 por mes. De acuerdo a las condiciones del contrato de alquiler del transporte, se deberá
cancelar el 50% por adelantado para brindar el servicio.

Debido al tiempo de maduración del proyecto, las posibles variaciones del clima, y la obtención de
un cultivo adecuado, el negocio se muestra como riesgoso. Luego de evaluar otros negocios similares
en el Perú y otros países de la región, se ha podido establecer que un beta económico representativo
del negocio de floricultura sería del orden de 2,50. Ante tal incertidumbre, estiman que se debe
establecer una política de financiamiento relativamente baja y estable. En tal sentido, se establece que
sólo podrían financiarse con terceros en un 30%, lo cual mantendrían como una política de
financiamiento estable en el tiempo. Cuando conversaron con ejecutivos de negocios de los
principales bancos les ofrecieron tasas efectivas anuales de 8% en promedio.

Para poder estimar las tasas de descuento para la evaluación del proyecto se hará uso del modelo
CAPM, en donde se asume que la tasa libre de riesgo es de 4% anual y el rendimiento de mercado de
13% anual. La tasa de impuesto a la renta aplicable al sector es de 15%.

a) Evaluar económica y financieramente el proyecto, obteniendo el VAN y la TIR tanto económica


como financiera, asumiendo que la depreciación y amortización económica y tributaria son
similares para cada activo ¿Le aconsejaría invertir en el proyecto?

También podría gustarte