Está en la página 1de 63

Leonardo González

Las nanas
862. Ch González, Leonardo
G. Las nanas
Santiago de Chile: Editorial MAGO, 2014
62 pp.; 23 cm.
ISBN: 978-956-317-xxx-x
1. Dramaturgia chilena actual

© Copyright 2015, by Leonardo González


Primera edición: Agosto 2015

Director: Máximo González Sáez


Colección Puesta en escena

Edita y distribuye: Editorial MAGO


Merced Nº 22 Of. 403, Santiago de Chile
Tel.: (56-2) 2638 6605 -2664 5523
editorial@magoeditores.cl
www.magoeditores.cl

Registro de Propiedad Intelectual Nº xxx.xxx


ISBN: 978-956-317-xxx-x

Traductora: Andra Thome


Diseño y diagramación: Catalina Silva R.
Ilustración portada: xxxx
Lectura y revisión: xxxx

Impreso en Chile / Printed in Chile


Derechos Reservados
Leonardo González

Las nanas
Obra escrita con el apoyo del SINTRACAP
(sindicato de trabajadoras de casa particular)
a quienes se la dedico.
Personajes

Aurora
Santa
Leonor
María Angélica
«Y en este torbellino
donde nada importa
me sentí aliado y te perdí
pero sí vi tus ojos
y hasta comí la arena
quise quedarme pero me fui».

Charly García.
Leonardo González 13

reseña argumental

La pobreza latinoamericana en la ropa de jeans y los chalecos


sucios; en los aros de fantasía y las carteras de fantasía; en
la fanta cola de fantasía; en el maquillaje de fantasía y las
sopaipillas de patronato; en el almuerzo comunitario y las
canciones cristianas; en el silencio, sobre todo, en el silencio.

La familia de inmigrantes latinoamericanos.


Los problemas y los milagros.
Un país que excluye y acepta de una forma invisible. Los
hombres en la construcción y en el comercio (telefonía,
internet, almacén, restaurante, panaderías) y la mujer en el
rol de trabajadora de casa particular. Asesora del hogar. O
nana, como usted quiera.
La mujer como una servidora de los hombres, la latina
como una servidora de la nueva mujer chilena trabajadora
independiente: acaso una vuelta al sistema patriarcal como
en españa con las mismas chilenas y ecuatorianas; como en
Estados Unidos con la mujer mexicana y caribeña; como en
Europa con los árabes y los africanos; como en Chile con los
chinos y así muchos ejemplos de esto.
Y es triste.
Y la tristeza y la rabia me impulsan, de una manera un tanto
inexplicable, a estar ahí.
Leonardo González 15

SANTA.—Soy la menor de once hermanos:


BEATRIZ, PABLO, LUZ, JESÚS, JUAN, MARÍA, AN-
GELES, PEDRO, APÓSTOL, REYMAGO,
Y YO,
LA SANTA.
Es un nombre común.
SANTA.
LEONOR.—Hago milagros -DICEN-. Aunque tú no me
creas. DICEN que hago milagros con mi voz.
Te lo puede demostrar.
PÍDALE QUE CANTE.
SANTA.—Yo tenía una amiga que era mi vecina en el con-
dominio. Se llamaba AÍDA. Era esforzada la AÍDA. Llevaba
como setenta años trabajando para alimentar a sus crías.
Madre soltera.
Su hijo era «distinto».
Me contaba historias de antes que yo naciera. Historias de
los sindicatos, de la JOC, de la ANECAP, del SINTRACAP.
Es que la AÍDA tenía sus años y sus historias también, de
pasada. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
16 Las nanas

A veces nos topábamos barriendo la entrada de la casa y ella


métale contándome cosas.
SÍRVETE MATE, SANTA.
Y una se queda pensando después.
¿SANTA, HICISTE EL BAÑO?
Ya voy, señora.
AURORA.—Usaba el pelo con un cintillo rosado que me
había regalado un pololo que tenía. Y el cintillo me daba
fuerzas para correr porque él se mató andando en moto. Es
que era repartidor de PIZZA el muy hue’ ón. Salió en el
diario la noticia: «Motociclista muere tras impacto con un
camión» Corta y dura, sin una foto siquiera, sin nada.
«Para mi TIGRESA, con amor» decía la notita. «Con amor».
Todavía no entiendo qué quería decir con eso.
Por eso viajé, por eso me quise ir de allá.
¿Usted me daría permiso para salir a correr en las noches?
MUEVA LA COLA, MI’JITA RICA. ESO, ESO, MAMITA.
MARÍA ANGÉLICA.—Pero cuando el Robinson me dice
que le pega a su hermano porque hay algo superior a él que
se llama envidia… y el Diego termina en el hospital público
a las tres de la mañana, atendido de urgencia, con un golpe
aquí y aquí y aquí y aquí, siento que todo en mí ha fallado,
porque vine a esta ciudad para que ellos estuvieran mejor y
dejé de verlos para que ellos pudieran estudiar y aprender.
Pero me equivoqué. Me equivoqué.
CON NADIE, MI MUCHACHÍN. ESTABA HABLAN-
DO SOLA. MIRA LA HORA QUE ES… ANDA A ACOS-
TARTE, MEJOR.
Leonardo González 17

¡NO ESTOY LLORANDO, OH! ES EL REFLEJO DE


LA TELE.
¡Anda a acostarte!
SANTA.—Ya voy, señora, es que está buena la conversa aquí
afuera.
A esta Charquicán de maquillaje le llegó la menopausia. Pero
yo la tengo controlada.
¡Ya voy, SEÑORA! ¡NO ME SAQUE LOS CHOROS DEL
CANASTO!
AURORA.—Ahora me quiero concentrar en los niños. Los
voy a cuidar, se lo prometo, como si fueran mis propios hijos,
aunque no lo sean; los voy a querer como si lo fueran.
SANTA.—La AÍDA me contaba que tenía un hijo enfermito:
Tiene Asperger.
¿Y qué es esa cuestión?
Es complicada la cosa.
¿Y SU MARIDO NO LA APOYA?
MI MARIDO SE LLAMABA JOSÉ, PO’, SANTA.
¿Cómo es eso?
Tú no entiendes nada, oh.
JOSÉ.
JOSÉ, POS, SANTA:
EL QUE VINO, la metió un rato Y SE FUE.
No entiendo.
Pucha que eres lesa, cabra lesa, oh. No entiendes nada.
¿Quieres que te lo explique con dibujitos?
18 Las nanas

SANTA.—Pero el niño era muy inteligente, eso sí, enfermito


pero inteligente. El problema era que la AÍDA llegaba tarde a
la casa y el chiquillo no la reconocía como su madre, porque
en su rutina el niño debía darle las buenas noches a las nueve.
Pero como la AÍDA llegaba a las diez, el chiquillo siempre ya
estaba durmiendo y no había forma de despertarlo.
A ELLOS NO SE LES PUEDE ALTERAR LA RUTINA,
SANTA. ESO DICE EL DOCTOR.
LEONOR.—¿Y sus hijos, dama?
Ah, están grandecitos ya. Se fueron. Ah. Y usted ¿vive sola
entonces? ¿Sola, sola, sola? ¿No tiene un pretendiente por
ahí que la venga a ver de vez en cuando? Perdón, señora. No
fue mi intención faltarle el respeto. Si, señora. ¿Yo? vengo
del Perú. Soy Arequipeña ¿Ah usted no conoce? ¿Pero ha
probado el Rocoto peruano? ¿No?
Tenía que viajar en bus desde Santiago hasta CALERA DE
TANGO ¿y quién me pagaba el pasaje?
LA SEÑORA, ADEMÁS, ME ROBABA MI COMIDA
CUANDO YO LLEGABA LOS DOMINGOS EN LA
NOCHE.
¡TIENES MUCHA! ¡TIENES MUCHA! ¡DAMELA A MÍ!
¡SEÑORA ES MI COMIDA!, YO ME LA HE COMPRA-
DO CON MI DINERO
Y AHÍ EMPEZABA EL DAME QUE TE DOY, EL TIRA
Y AFLOJA,
SI PARECÍA UNA NIÑA DE NOVENTA AÑOS.
—Ya está grande para esas cosas, señora -le decía yo.
¿Para qué quiere tanta comida?
Y ella me miraba con una ira...
Leonardo González 19

TÚ ME LA HAS ROBADO,
TÚ ME LA HAS ROBADO,
LA HAS SACADO DE MI DESPENSA,
PERUANA LADRONA,
LADRONA,
ME QUITAS MI ALIMENTO.
¡CARABINEROS! VOY A LLAMAR A CARABINEROS.
COMO USTED QUIERA, SEÑORA.
¿Se sabe el número o se lo busco en la guía?
MARÍA ANGÉLICA.—Mi muchachín trabajaba desde la casa.
HAGO PÁGINAS WEB.
¿Y QUÉ ES ESO?
Es como dibujar, pero con el teclado y el mouse.
…Tenía un auto súper moderno. A veces me sacaba a pasear.
Yo le decía «SE NOTA QUE ES OTOÑO, MI MUCHA-
CHÍN, EL PASTO ESTÁ LLENO DE HOJAS.»
¿Has ido a ver a tu Mamá?
NO.
ANDA A VERLA, NO SEAS DESCONSIDERADO.
ANDA A VERLA Y LE DEJAS UNA PÁGINA WEB
Y UN RAMO DE ROSAS.
SANTA.—VOY A RENUNCIAR, SANTA, YA NO PUE-
DO MÁS. PERDÓNAME QUE LLORE, SOY UNA
TONTA. CÓMO SE ME VINO A OCURRIR TENER
UN HIJO TAN VIEJA. POR ESO SALIÓ ASÍ MI CHI-
QUITITO. POR CULPA MÍA ¡QUÉ TONTA! VOY A
20 Las nanas

RENUNCIAR, SANTA. MAÑANA LE DIGO A LA JEFA


QUE YA NO PUEDO MÁS.
MARÍA ANGÉLICA.—¿ALÓ, SILVIA?
LA BICICLETA SE COMPARTE.
DILE AL ROBINSON DE MI PARTE QUE LA BICICLE-
TA SE COMPARTE, QUE TIENEN QUE APRENDER
A COMPARTIR LA BICICLETA PORQUE ESO ES DE
LOS DOS; NO ES NI DEL ROBINSON NI DEL DIEGO,
ES DE LOS DOS, DE LOS DOS.
DILES QUE SI NO COMPARTEN LA BICICLETA NO
HAY REGALO DE NAVIDAD ESTE AÑO.
¿Qué va a pasar el día que les regale un martillo? ¿Se van a
agarrar a martillazos? ¿Y el día que les mande cuchillos se van a
agarrar a cuchillazos? ¿Y el día que les mande una moto sierra?
¡PARA QUÉ LES MANDAI’ HUEÁS’ TAMBIÉN’…!
LEONOR.—TENÍA QUE DARLE MI COMIDA PARA
QUE SE CALMARA.
DE LUNES A SÁBADO, a puro pan y té.
MARÍA ANGÉLICA .—Desde hoy les voy a mandar puros
peluches y bolsas de algodones y de parches curitas con agua
oxigenada -diles eso, Silvia- CABROS HUE’ONES, miren
que andarse pegando por no querer compartir la bicicleta.
¡ANGI, VEN URGENTE!
¡No pienso!
SANTA.—El niñito tenía que decirle buenas noches a al-
guien, porque si no, le afectaba su rutina, así que se abrazaba
a un árbol y le decía «buenas noches, mamá»
¿O sea que su hijo cree que el árbol es usted?
Leonardo González 21

MARÍA ANGÉLICA.—¿Qué va a pasar cuando yo no esté?


¿Se van a disparar por la caga’ de herencia? Háganlo ahora.
Mátense si son tan machitos, el parcito. No me esperen, no
es necesario.
¡ANGI, VEN URGENTE!
¿Vamos al cine? Están dando EL REY LEÓN.
SANTA.—Eso lo vio la hija de la AÍDA y después se lo contó
a su madre.
MI HIJA VA A LLEGAR LEJOS, SANTA, SE SACA PU-
ROS SIETES EN LA UNIVERSIDAD; MI HIJA VA A
LLEGAR MUY LEJOS.
MARÍA ANGÉLICA.—Muchachín, prométeme que vas a ir
a ver a tu mamá un día de éstos. Si no es tan lejos; te tomas
una micro y en media hora estás allá. No seas flojo. Mírenlo...
Vamos juntos. Barremos la entrada, le cambiamos las flores…
Para que la gente que la vea diga «se nota que hay alguien se
preocupa por esta mujer». «Se nota que a ella la deben haber
querido mucho» «Mira qué bonita está la tumba comparada
con las otras que están todas sucias».
¿Vamos al cine? Están dando «Pie pequeño».
Es que ahora repiten todas con esto de la tercera y la cuarta
dimensión.
SILVIA… ¿tú crees que he sido una mala madre con ellos?
AURORA.—Lo primero que vi cuando bajé del avión fue…
digo, lo primero que vi, no; lo primero que me impactó fue
la publicidad. En mi pueblo no hay letreros grandes como
aquí. Recuerdo especialmente uno.
¡AURORA, LOS NIÑOS SE VAN, APÚRATE CON EL
ALMUERZO!
22 Las nanas

¡SI, SEÑORA!
¡QUÉ LATA TENER QUE DECÍRTELO CUATRO VE-
CES! ¡EL GUSTAVO ES VEGETARIANO!
¡Bah, qué tonta, lo olvidé! Es que como son nueve, se me
olvidó.
MARÍA ANGÉLICA.—ME DA PENA, POS, MUCHA-
CHÍN, QUE AL LEÓN SE LE HAYA MUERTO SU PAPÁ
Y QUE EL PIE PEQUEÑO TENGA QUE VIAJAR SOLO.
AURORA.—PERO SI SON TODOS VEGETARIANOS
MENOS EL AUGUSTO -QUE SÓLO COME POLLO-
Y LA CATITA -QUE COME MARISCOS Y POLLO- Y
EL AGUSTÍN -QUE COME PESCADO, POLLO Y
CARNE DE CERDO UNA VEZ A LA SEMANA- Y EL
EDUARDITO -QUE NO COME NADA DE CARNE
SALVO ATÚN Y POLLO- Y EL GUSTAVO Y EL MÁXI-
MO Y EL ENRIQUE -QUE SÓLO COMEN VIANESA
DE PAVO PORQUE SON MAÑOSOS COMO ELLOS
SOLOS-.
¡Para algo te pago lo que te pago, Aurora! No me falles.
Si, señora.
¡AURORA, LA COMIDA, POR DIOS!
¡POR DIOS QUE ERES LENTA, INDIA ‘E MIERDA!
MARÍA ANGÉLICA.—¿Tú crees en los fantasmas, mu-
chachín?
SANTA.—ESO ESTÁ MAL, SANTA, PORQUE EL
ÁRBOL NO ES SU MAMÁ. YO SOY SU MAMA. PER-
DÓNAME QUE LLORE, SANTA, PERO DESPUÉS DE
TODO LO QUE HE VIVIDO NO ES JUSTO, NO ES
JUSTO QUE SIENTA ESTO. NO ES JUSTO POR ÉL.
Leonardo González 23

No es justo -le digo- aunque muchas veces no le entiendo


nada de lo que me dice, porque a la AÍDA le faltan estos
dientes de acá y no habla bien; habla raro, pero es inteligente.
¡SANTA, DÉJATE DE COPUCHAR Y VEN HACER EL
ASEO! ¿TENGO QUE MANDARTE UNA INVITACIÓN
PARA QUE VENGAS A HACER EL ASEO?
Ya voy, Señora.
El caballero llega tarde, nunca lo veo.
LEONOR.—Señora, déme comida, no sea avara. No puedo
yo solamente comer galletas de agua y té; nadie puede vivir
comiendo galletas de agua y té. Me voy a morir, señora, me
voy a caer en cualquier momento. Me voy a desmayar, me
voy a desahuciar. Por favor, señora, se lo ruego.
MARÍA ANGÉLICA.—La muerte del futbolista apareció
en todos los diarios, en las noticias, llenando y llenando pá-
ginas. Muy respetable, pero a veces me pregunto, SILVIA,
¿a alguien le importaré realmente?
AURORA.—La gigantografía estaba en una pantalla: una
mujer mascaba una tapa de cerveza con los dientes. Era una
mujer rubia. La mujer miraba directamente a los ojos de la
cámara. Tenía un traje de baño muy ajustado, muy provo-
cativo. Aurora, tienes que ser como ella -me dije- Fue una
revelación, una epifanía, un mensaje que me envió Dios.
¡POR DIOS, AURORA, TE DIJE QUE EL CRISTO RE-
DENTOR QUE TRAJIMOS DE RÍO NO SE LIMPIABA
CON MISTER MÚSCULO!
Leonardo González 25

II

¿CÓMO PUEDES SER TAN PAVA?/ NO HAY VACAN-


TES/ ¿PARA UNA HIJA SUYA?/SE VA A TENER QUE
RETIRAR/ ¿VAS MEMORIZANDO?/ SON LAS REGLAS
DEL CONDOMINIO/ ¿VAS MEMORIZANDO?/ LAS
REGLAS DEL COLEGIO/LAS REGLAS DEL RESTAU-
RANTE/ LAS REGLAS DE LA PISCINA/ LAS REGLAS
DE LA CASA/LAS REGLAS DE LA MUNICIPALIDAD/
LAS REGLAS DEL COMITÉ/ EL COMITÉ/NO ES QUE
NO PUEDAN; PUEDEN, PERO NO PUEDEN/ MEJOR
QUE NO/ ¿QUÉ PASARÍA SI MIS HIJOS LAS VIERAN?
TE TRAJE DEL SUR/ TE ALIMENTO/ ¿VAS MEMO-
RIZANDO?/ TÚ NO ESTÁS DE VACACIONES, ESTÁS
TRA-BA-JAN-DO/ ESE TÍTULO NO ES VÁLIDO/ NO
ES HOMOLOGABLE.
TE ROBASTE MIS JOYAS/ HABLA BIEN/ NO LLORES,
MIERDA/ ALO, ¿CARABINEROS?/MUÉSTRAME TU
MALETA.
¿POR QUÉ AMARRAS LOS CALCETINES ASÍ?/ ¿ESTÁS
HACIENDO MAGIA NEGRA?
TIENE CARA E’ NANA/ ZAPATOS DE NANA/ AROS
DE NANA/ROPA DE NANA/ RISA DE NANA/DE-
LANTAL DE NANA/MIRADA DE NANA/ OLOR A
NANA/ NO HAY VACANTES/SÓLO PRE KINDER,
PERO YA CERRÓ, YA/ POR DIOS QUE ERES PAVA/
26 Las nanas

VÍSTELA/ LLÉVALE EL DESAYUNO A LA CAMA/ ¡DE


OLIVA, TE DICEN!/ VÍSTETE CON UNIFORME/
SE VISTE COMO PUTA/ CAMINA COMO PUTA/
HABLA COMO PUTA/ ¿QUÉ HACE TU MAMÁ?/ LAS
TRES ÚLTIMAS LIQUIDACIONES DE SUELDO/
¿EL MÍNIMO?/ ¿PUERTAS ADENTRO?/ ¿280 PUEDE
SER?/ SOY DOMICANA/SÓLO SUREÑAS/ ¿USTED ES
SOLA?/¿QUIERES IR A LA PLAYA CON NOSOTRAS?/
ALÓ, ¿MAMÁ?/ COMPARTO PIEZA/ EN LA CASA DE
ACOGIDA/ DEJA DE LLORAR/ÁNDATE A LA CATE-
DRAL Y REZA TODO EL DÍA/ CON UNIFORME/ Y
QUIZÁS DIOS TE ESCUCHE Y TE PROTEJA/ ¿QUÉ
LE PASA, HERMANA?/ ¡PADRE BETO!/ !TAXI¡/ NO SÉ
LEER/ SÓLO TENGO SOLES/ ¿QUÉ ES UNA TARJETA
BIP?
ALO, ¿HIJITA?
FELIZ CUMPLEAÑOS/ FELIZ NAVIDAD/ FELIZ AÑO
NUEVO/ NO SABES CUÁNTO TE EXTRAÑO.
¿EN QUÉ ESTARÁ PENSANDO CUADO CANTA, QUE
NUNCA LE ACHUNTA A LA NOTA?
¿HICISTE EL ALMUERZO?
MI HIJO ME MANDÓ EL HÁBITO/ ¿TE SABES LAS
CANCIONES?/ DIOS ESTÁ CONTIGO A DONDE
QUIERA QUE TÚ VAYAS/ SUENA UN BOMBO/ SO-
MOS TODAS IGUALES/ TODAS SOMOS IGUALES/
YO NO SÉ LEER/ ESTOY EN DICOM/ESTOY LLENA
DE DEUDAS/ YO NO SOY UN PERRO, SEÑORA/ NO
ME DIGA ASÍ.
¿HAY ALGÚN PAÍS QUE NO HE NOMBRADO?
ESTE AÑO HABRÁ CURSOS DE INGLÉS Y DE
Leonardo González 27

COMPUTACIÓN PARA TODAS LAS QUE QUIERAN


APRENDER.
NO ES UN OFICIO, PERO ES DIGNO.
NADIE QUE VIVIÓ TODA SU VIDA COMO NANA
PUEDE LLEGAR A VIEJA Y DECIR QUE FUE FELIZ.
¿QUÉ MÁS QUIEREN?/ EL FURGÓN LO PAGA LA
COMUNIDAD/ DEBERÍAN DARNOS LAS GRACIAS/
IMAGÍNATE QUÉ PASARÍA/ LA CUADRA LLENA DE
NANAS/ OBREROS/IMAGÍNATE QUÉ PASARÍA.
YO TENGO A MI NANA HACE UN AÑO/ A MI NANA/
MI NANA/LA COMPRÉ EN INTERNET/ ELLA HACE
TODAS LAS COSAS DE LA CASA/ ES SÚPER BUENA
ONDA/ TODOS LA QUEREMOS ¿NO CIERTO?/
CUMPLEAÑOS… MMMMM… ¿Cómo se llamaba? QUE
LOS CUMPLAS FELIZ/ ¡QUÉ LATA! ¿OTRA VEZ?/ POR
FA, MAMÁ/ QUE NO PASE LA NAVIDAD EN LA CASA
/ UN APLAUSO.
PARA NOSOTRAS ES SÚPER IMPORTANTE QUE TÚ
ESTÉS ACÁ.
¡CON RAZÓN LES GANAMOS LA GUERRA DEL PA-
CÍFICO!/ CON RAZÓN TE FALTAN DIENTES/CON
RAZÓN HUELES A RÍO MAPOCHO/ QUÍTATE ESA
COLONIA DE GUAGUA/ ¿A TI TE CRIARON LAS
ALPACAS?
PIEZA DE SERVICIO/BAÑO DE SERVICIO/ ¿CUÁN-
TO MIDE?/ ¿CUÁNTOS AÑOS TIENES?
NANITA, TÚ ERES MI VERDADERA MAMÁ.
Leonardo González 29

III

MARÍA ANGÉLICA.—MI PERRITA, -me dice-.


MI MUCHACHÍN, -le digo yo-.
MI PERRITA CHOCA.
Mi MUCHACHÍN.
MI PERRITA RICA.
MI PERRITO RICO.
Aquí tienes unas monedas para que le eches al Buda.
¿ALO SILVIA? NO PUEDO HABLAR AHORA, TE LLA-
MO MÁS RATO.
¿Qué les hiciste? ¿LES LAVASTE EL PELO CON TANAX?
SANTA.—Quiero que mi hijo me diga «mamá», Santa,
quiero que me diga «mamá». Y quiero que me dé un abrazo
antes de acostarse. Prefiero trabajar en la calle, si es necesario,
para poder verlo acostarse y que me diga «te quiero mucho,
mamita».
MARÍA AGELICA.—Entonces pienso que soy la peor de
las madres.
SANTA.—No sabes cómo lo extraño, Santita.
LEONOR.—Al seco.
AURORA.—Por ti; apago la luz y pido por ti.
Leonardo González 31

IV

MARÍA ANGÉLICA.—ANGI, VEN A VER LO QUE


ESTÁ PASANDO, APÚRATE.
¡Voy corriendo, MI MUCHACHÍN! «Puede ser algo grave»
-pensé- «El gato dejó otra vez un ratón tirado en la pieza
de mi muchachín». Una piensa cosas. «El cuerpo del ratón
debajo de la cama suplicando piedad»
Pero no. Era un jugador de fútbol. Le habían muerto en
mitad del partido. Le pegaron un cabezazo… cayó mal des-
pués del cabezazo. Un choque en el aire y luego… ¡PA - PA!
Cayó con la cabeza en el suelo. La cámara lenta lo mostraba
una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. ¡Qué atroz!
Me puse a llorar.
ERA BUENO ESE CONCHASUMADRE.
LEONOR.—Mira, honestamente, sin exagerar, y que Dios
me perdone por lo que voy a decir: la señora era como ver
al diablo. Yo le tenía cuco.
¿Qué le han hecho sus hijos, señora, que usted quedó tan mal?
¿Qué le ha hecho la vida que usted está así?
Ella se orinaba en la cama y yo tenía que limpiarle las sábanas
mientras ella, en la silla de ruedas, me miraba con una ira…
y yo me hacía la tonta, no más. Y ella con los ojos en sangre.
Quizás qué cosas pensaba…
32 Las nanas

¡LEONOR! ¡LEONOR! Sonaba la campana ¡TILIN, TILIN,


TILIN, TILIN!
Ya voy, señora.
Y otra vez vuelta a lo mismo. Y así nos pasamos como dos
meses.
Hasta que un día me animé y le canté.
Sí, me animé
Y LE CANTÉ.
AURORA.—Desde que era así que en todas las fotos salgo
con una raqueta de tenis, una pelota de fútbol, un snorkel,
un arco o cualquier implemento deportivo. Ahora, lo que
más me gusta hacer es salir a trotar en las noches; pongo mi
música, mi ropa deportiva y corro.
Y pienso en él cuando estoy corriendo y eso me encanta.
Al supermercado, corro; a la florería, a la pastelería, a la
joyería…
EL SÁBADO, EL ENRIQUE TIENE UN CLUMPLEA-
ÑOS EN EL CLUB MÉDICO.
Yo no puedo ir, Aurora, tengo un taller de relajación con un
HINDÚ ¡que te mueres! Viene recién llegando de Tailandia;
hace unos masajes con unos aceites… te canta unas canciones
en otro idioma… ES PROFESOR DE YOGA, DE REIKI,
HACE AROMATERAPIA, TRABAJA CON UNAS FLO-
RES EXÓTICAS…
¡TE ENTIERRA AGUJAS, AURORA! ¡ES TOTAL!
ASÍ QUE TÚ TIENES QUE LLEVARLO Y QUEDARTE
AHÍ HASTA QUE TERMINE EL CUMPLEAÑOS. DES-
PUÉS ME LO TRAES DE VUELTA.
Leonardo González 33

SI TE OFRECEN COMIDA… ¡POR NINGÚN MOTI-


VO!
QUE NO SE TE VAYAN A SUBIR POR EL CHORRO,
NO QUIERO QUEDAR EN VERGÜENZA COMO
EN EL CUMPLEAÑOS DE LA OTRA VEZ, QUE LE
PUSIERON PLASTICINA EN EL PELO A UNA NANA.
PASEN AL MALL Y COMPREN UNA TARJETA DE
MEMORIA PARA LA X-BOX, UN MANUBRIO PARA
LA WII, UN JUEGO DE LEGOS DE LOS PIRATAS DEL
CARIBE, CUALQUIER COSA CARA. CHOCOLATES
NO, PORQUE ESO ES DE ROTO; TARJETA DE CUM-
PLEAÑOS, TAMPOCO, PORQUE NO QUIERO QUE
DESPUÉS DIGAN QUE MI HIJO ES GAY.
LA GENTE ES MAL HABLADA, AURORA…
COMPREN UNA ESCOPETA, MEJOR… DE JUGUE-
TE, PO’, LESA.
TIENES QUE IR CON UNIFORME PARA QUE NO
HAYA PROBLEMAS.
POR MÍ, QUE FUERAS CON ROPA DE JEANS… ME-
JOR QUE NO.
QUE EL ENRIQUE NO COMA DULCES NI ESAS CO-
CHINADAS DE SUFLÉS, PORQUE DESPUÉS TIENE
QUE IR AL DENTISTA Y ES TODO UN ESCÁNDALO
QUE SE QUEDE QUIETO. Y QUE NO LLEVE LA ES-
PADA JEDI POR NINGÚN MOTIVO, NI MENOS LA
MÁSCARA DE DARTH MAUL; DESPUÉS SE PIERDE
Y HAY QUE COMPRARLE OTRA Y LOS TIEMPOS NO
ESTÁN PARA ANDAR BOTANDO LA PLATA.
SANTA.—ERES DURA DE CARÁCTER, AÍDA. ¿Cómo
te vas a ir caminando? ¿Cómo te vas a llevar todas tus cosas
34 Las nanas

caminando? ¿En serio? Pero ¿cómo te vas a ir a pie si aquí


tú sabes que…? Si sé… pero ¿no será capricho tuyo?… ¿no
será mejor que esperes un poco? Te pago un taxi, AÍDA. Ah,
quieres caminar. Pero yo te puedo pagar un taxi. Quieres
caminar…
Y se fue caminando con sus pilchas y sus bolsas plásticas.
Tenía una bolsa -todavía me acuerdo-, en ella salía la foto
de una gran ciudad y muchas estrellas. Ahí se llevaba sus
cosas. Pocas cosas para tantos años -le dije yo-.
LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS.
El Principito: un libro machista -me dijo ella-, pero lindo,
al fin y al cabo.
AURORA.—Hasta cuando hago la cama, corro, o pienso
que estoy corriendo, que es casi lo mismo.
¡ESTOY VIVIENDO!
Los domingos subo el cerro con mi IPOD. Los niños me
lo llenaron de canciones que a ellos les gustan. Corro con la
brisa del viento en la cara.
ES QUE AHORA HAY TANTA MARATÓN.
SANTA.—Me voy, Santa.
¿En serio te vas?
ES QUE NO AGUANTO; cuando una tiene ya mi edad
llega un momento en que paras y dices «basta». Hasta aquí
no más llegó la máquina, me cansé, me cansé.
¿Por qué te vas, AÍDA? ¿Hicimos algo mal? Usted no, señora,
soy yo que me cansé.
DAME UN ABRAZO, NEGRA RETAMBOLEÁ.
Leonardo González 35

Te voy a extrañar, Santa, voy a extrañar tomar matecito con-


tigo y contarte mis sueños, pero es lo que mi corazón me
dice que haga: estar donde debo estar.
Soy yo, primeramente soy yo; defenderé este yo hasta que
no pueda más.
No le entendí esa última frase, pero igual le di un abrazo.
Toma, Santa, esto es una carta para que la leas en tu pieza
cuando yo no esté.
¿Una carta?
Si, Santa, para que la leas cuando yo no esté.
AURORA.—Voy a clases de inglés.
SANTA.—Pero yo no sé leer.
MARÍA ANGÉLICA.—Lo que no se sabe se aprende.
AURORA.—TOP TEN.
TOP ONE.
TOP MODEL.
TROPICAL SOUND.
TRAVEL CARD.
CITY TOUR.
AH… ¿no es con T?
TUR-BUS.
TENGO TANTA TRISTEZA TÍA TATIANA.
LEONOR.—Un vals del Perú, una canción que yo escucha-
ba cuando niña. Fue como ponerle un calmante a un toro,
fue como la historia del flautista y las ratas. ¿De dónde era
el flautista?
36 Las nanas

MARÍA ANGÉLICA.—¿Se han fijado en la cantidad de


palomas atropelladas que hay en la calle?
AURORA.—Son nueve niños en la casa. Es que el patrón
cree en la libre procreación; dice que no hay que usar con-
dón. ES QUE PERTENECEN A LA OBRA. ¿A qué obra?
EL OPUS, AURORA.
LO MÁS CHORO QUE HAY.
DEBERÍAS IR A HACER EL ASEO, UN DÍA, PA’LLÁ,
LO PASARÍAS CHANCHO.
TODAS LAS CHIQUILLAS PRESTAN SUS NANAS,
COMEMOS COSAS EL DESCUEVE,
USTEDES CONVERSAN ENTRE USTEDES,
NOSOTRAS LO PASAMOS CHANCHO,
USTEDES LO PASAN CHANCHO,
LOS NIÑOS LO PASAN CHANCHO.
¿TE TINCA?
SI NO,
CALABAZA, CALABAZA, CADA UNO PARA SU CASA.
Y EL QUE NO TIENE CASA…
CAGÓ, NO MÁS, PO’.
SANTA.—Lo escuché por la radio: «Nana muere a manos
de guardia en condominio privado».
AURORA.—LESA, TE ESTOY LESEANDO.
Si, señora.
MARÍA ANGÉLICA.—Échale monedas al Buda para que
te conceda deseos.
Leonardo González 37

Pero lo que mi muchachín no sabe es que el Buda lo tengo


desde que era muy niña.
AURORA.—AURORA, EL CRISTO NO QUEDÓ LIM-
PIO. SE LIMPIA ASÍ, MIRA, ASÍ.
¿HASTA CUÁNDO VAI’ A ESTAR APRENDIENDO?
TE TRAJIMOS DE ECUADOR, TE ALIMENTAMOS,
TE DAMOS TECHO, TV CABLE, INTERNET… ¿Y ASÍ
NOS PAGAS? ¿QUÉ? ¿TE VAS A PONER A LLORAR,
AHORA? ¿NO QUE LOS MAPUCHES NO LLORAN?
SANTA.—Yo no sé leer, AÍDA – le dije, pero ella ya se había
ido. En una bodega, me dejó todas sus cosas: decenas de li-
bros y una bandera de Chile firmada por un hombre llamado
Salvador Allende. «Para AÍDA con cariño de tu compañero
Salvador Allende». Ésta que es fresca… tuvo no sé cuántos
pololos; éste debe haber sido bien importante, porque es lo
único que tenía, los libros y la bandera. ¿Pero de qué me sir-
ven, AÍDA, si no sé leer? Ni siquiera tienen dibujitos. ¿Qué
querí’ que haga? No los voy a usar de papel higiénico, porque
son tuyos, además el papel es muy áspero. Tampoco me voy
a…. me da no sé qué. No tengo chimenea. Dime ¿qué hago
con los libros ahora?
APRENDE A LEER, POS, LESA.
AURORA.—NO ERES TONTA, AURORA, ERES
NUEVA; TIENES QUE APRENDER, IGUAL QUE EL
ZORRO CUANDO LLEGÓ DONDE EL PRINCIPITO.
¿LEÍSTE ESE LIBRO ALGUNA VEZ?
TENEMOS QUE DOMESTICARTE PARA QUE VAYAS
MEMORIZANDO Y APRENDAS A LIMPIAR EL CRIS-
TO, ESO ES TODO.
¿Ves? Nada es tan terrible como parece.
38 Las nanas

Son todos tan felices que yo digo «deben tener razón». Tienen
harta plata y a mí eso me ENCANTA. Compran comida cara
importada, por decir: jamón de Alemania, huevos de codor-
niz de Tailandia, sálame de España, naranjas de Ecuador.
MIRA, NANITA, LAS NARANJAS VIENEN DE TU
TIERRA.
¡Ah, sí, mira qué casualidad! Cómanse el almuerzo, mejor
será, cabros lesos.
Leonardo González 39

SANTA.—Antes no me gustaba, pero ahora que está muerto


me gusta más.
MARÍA ANGÉLICA.—Es que da pena cuando a una la
dejen sola.
SANTA.—Santa, ¿y ahora a quién vamos a ver todas en las
mañanas?
No sé, po’, AÍDA ¿qué me preguntai’ a mí?
AURORA.—Era fuerte como una araucaria.
MARÍA ANGÉLICA.—Era iluminado…
SANTA.—Tenía no sé cuántos caballos… una granja de
animales y un zoológico.
MARÍA ANGÉLICA.—No estaba ni ahí con la farándula…
AURORA.—Era sexy como el Chayanne.
LEONOR.—Enero, febrero…
MARÍA ANGÉLICA.—Abril, mayo, junio, julio…
SANTA.—Agosto…
LEONOR.—Tachado.
SANTA.—Santa, ¿a quién vamos a ver ahora en las mañanas?
A cualquiera, po’, si son todos iguales…
40 Las nanas

AURORA.—Por eso pegué los calendarios.


Están bonitos, ¿verdad? Están bonitos, no sean tan criticonas,
no los pienso sacar.
LEONOR.—Es muy necesario porque hay que recordar.
SANTA.—Yo lo encontraba medio raro.
Medio
Raro.
AURORA.—Y ESO NO ES SANO, ESO NO ES SANO,
AURORA, NO LE METAS COSAS RARAS EN LA CA-
BEZA A MIS NIÑOS. LOS VARONCITOS, AZUL Y LAS
MUJERCITAS, ROSADO.
SANTA.—Había una tribu que se llamaba… ¿cómo se lla-
maba? donde llegada una cierta edad las personas escogían
si querían ser hombres o mujeres.
¿EN SERIO?
Me estai’ cuenteando, AÍDA.
MARÍA ANGÉLICA.—Chao, no más.
Que te parta un rayo, que te aplaste un tren.
SANTA.—Le he pedido que cuide a mis niños.
AURORA.—NANITA, ¿POR QUÉ ESTAI’ LLORANDO?
NANITA, NANITA, NANITA, NANITA, ¡NANA! ¡NANA!
¡NAAAAAANA! ¡NAAAAAAAAAANA! ¡NAAAAAAAAAA-
AAAANA! ¡NANANANANANANANANANANA!
¿Qué?
Tengo frío.
Tengo calor.
Tengo frío.
Leonardo González 41

Tengo calor.
Tengo frío y calor.
Tengo hambre y quiero ver tele.
Quiero ver tele y jugar computador.
SANTA.—Yo creo que los del gobierno lo mataron, SAN-
TA, igual que al boxeador nicaragüense y que al poeta de
Guatemala y que al presidente de Chile.
MARÍA ANGÉLICA.—SEÑORA, usted sale en la tele,
¿verdad? En ese programa de baile, ¿verdad? ¡Uy, yo siempre
la veo…! Yo siempre la veo… yo no sé si pueda trabajar para
una famosa porque yo siempre la veo. ¿Cómo me voy a acos-
tumbrar a verla en persona ahora, sin maquillaje, sin luces…?
¿Y su marido? Ahora último no ha hecho tantos goles como
antes… ¿Dónde juega ahora? ¡AH! ¿SE SEPARÓ? ¡Uy, si
seré tonta! PERDÓNEME la intromisión, me imagino que
el tema no es… que no es su tema de conversación favorito.
A usted le gusta el fútbol, me imagino. ¿Ah, no? Digo, como
se casó con un futbolista… ¿en serio? ¿UNA DEMANDA?
¿Y POR QUÉ…? No me diga, señora… ¡Uy, y tienen una
niñita! Pobrecita, hay que cuidarla… COMO SON LOS
HOMBRES… Pero usted no se preocupe, señora, que cuan-
do BAILA, EN MI CASA TODOS QUEDAN ASÍ, CON
LA MANSA SONRISA. FUTURO TIENE DE MÁS…
perdón, señora, no quise ofenderla… por favor, no me eche;
es que una es rota, pero puedo cambiar.
… Pero si en eso consiste una entrevista, en conocernos… ¿o
sólo usted me quiere conocer a mí? ¿Yo no tengo derecho a
saber, acaso, quién va a ser mi jefa? Si vivimos juntas tenemos
que contarnos las cosas… ¿Tenía plata, al menos?
42 Las nanas

¿Cómo no escogió de marido a alguien más encacha’o?


Alguien con más proyección internacional…, alguien más
como el… el… ¿cuánto es que se llama…? ¿Ah, lo intentó?
Claro, TODAS LAS YEGUAS QUIEREN SACAR VISA
EUROPEA. No, usted no, ¿ah? no me mal INTERPRETE,
usted es distinta. Usted se conforma con el pasaporte chileno,
no más.
No llore, señora, usted no puede llorar… usted no puede
llorar porque usted es la fiera; tiene que ser fuerte, tiene que
resistir los goles de la vida y ser más fuerte que todos los
que quieren destruir su carrera. Yo la voy a ayudar, señora,
déjemelo a mí, no más. A mí no me entran balas, señora, no
se preocupe. Yo le voy a cuidar a la niña como si fuera mi
propia hija. Usted salga a prepararse para sus coreografías,
póngase a ensayar, no más. Yo aquí me quedo.
SANTA.—A veces una crea los fantasmas.
LEONOR.—Te voy a dedicar un tema.
SANTA.—
Chiquillas, están dando un reportaje sobre nosotras en la
tele… ¡Pongan el 13!
Leonardo González 43

VI

AURORA.—Lo único que si, a veces, a veces, a veces, no


más… siento que soy la única ecuatoriana en esta ciudad.
Y digo: «¿Cómo no va a haber otra?»
Leonardo González 45

VII

LEONOR.—ELLA CANTÓ Y YO ME MEJORÉ DE MI


DOLOR DE ESPALDA, DE MI DOLOR DE NIÑA, DE
MI DOLOR DE OÍDO, DE MI DOLOR DE VEJEZ, DE
MI DOLOR DE MADRE, DE MI DOLOR DE FRACA-
SO, DE MI DOLOR DE ORGULLO, DE MI DOLOR
DE SOLEDAD. DE TODOS MIS DOLORES YO ME
MEJORÉ CON SU CANTO Y PUDE CAMINAR OTRA
VEZ, COMO ANTES, OTRA VEZ, COMO ANTES.
¡CAMINÉ! ¡CAMINÉ!
Como cuando era niña.
MARÍA ANGÉLICA.—Recordé cuando era niña.
AURORA.—Y me sentí feliz.
LEONOR.—«Tomé una guitarra y canté. Yo, que nunca he
cantado. Es que esta peruana es genial, es genial».
¿Es cierto que aprendiste a cantar con los pájaros?
¿Es cierto que naciste del cruce de dos milagros?
¿Es cierto que nunca duermes?
¿Es cierto que Dios te susurra las canciones?
¿Es cierto que la Virgen duerme contigo?
Deberías hacerte una página web.
CANTA POR MI MADRE, LEONOR.
46 Las nanas

CANTA POR MIS HIJOS.


CANTA POR MI NIETO QUE ESTÁ EN EL HOSPITAL.
CANTA POR LOS QUE SE ESTÁN MURIENDO.
CANTA, LEONOR.
CANTA POR MÍ, PARA QUE NO ME MUERA DE
HASTÍO Y DE PENA.
CANTA POR MI MARIDO QUE SE VOLVIÓ LOCO
EN EL EJÉRCITO.
CANTA PORQUE NO SÉ CÓMO SE LLAMA ESTE
AGUJERO QUE TENGO EN EL CORAZÓN.
CANTA POR MIS HIJAS QUE ESTÁN TAN LEJOS.
CANTA POR TODAS NOSOTRAS, LEONOR.
CANTA POR TODAS NOSOTRAS.
Conviértete en nuestra Virgen.
Nuestra Virgen de SANTIAGO.
Oh, Madre mía linda de Chapi, (bis)
tus hijos vienen a saludarte. (bis)
Aquí nos tienes, oh, Madre mía (Bis)
para implorarte misericordia. (bis)
Al contemplarte, tu lindo rostro (bis)
siente nuestra alma, dulce consuelo. (bis)
MARÍA ANGÉLICA.—Entré a la iglesia y le recé a todas
las vírgenes, sin distinción.
LEONOR.—Soñé que viajaba en un tren. Miraba por la
ventana y había una procesión de gente con hábitos morados
y velas en las manos.
Leonardo González 47

CANTA POR MÍ, LEONOR, QUE ME MUERO POR


DENTRO.
Tienes que ir de pueblo en pueblo salvando a la gente.
Tienes que viajar.
SER UNA PEREGRINA.
Leonardo González 49

VIII

AURORA.—Ellos me aman. Y son todos rubiecitos, igual


que el papá. Las niñas son seis y los niños son tres. Si parecen
espigas de trigo.
¿Qué te hiciste en el pelo, nanita?
¡ESTA ROTA NO HALLÓ NADA MEJOR QUE TEÑIR-
SE EL PELO RUBIO!
Qué lindo te queda el color de pelo, Aurora.
Es que es tintura fina, no de farmacia. Y así… cuando voy al
JUMBO se pelean por acompañarme. AURORA, DEJAME
IR CONTIGO, DEJAME IR CONTIGO. Los niños....
Aurora no te vayas, quédate. Chiquitito, no puedo; el lunes
vuelvo.
TÚ ERES MI VERDADERA MAMÁ.
Y los de la construcción me gritan unas cosas…. ¡Uy, si esos
me desnudan con la palabra! Me fríen en aceite y a mí eso
me encanta porque quiere decir que algún día podré ser
modelo, como la SHAKIRA. Aunque esa es cantante, no
más, pero igual.
Es normal porque yo he visto las otras nanitas y dejan harto
que desear, te diré. Con todo respeto con la cultura chilena,
que es súper bonita, pero yo digo: «por qué no se arreglan
un poco más». Se verían harto mejor. En cambio yo… me
50 Las nanas

decidí, lo pensé y dije: «Sí, Aurora, tienes que hacerlo», y lo


hice. Y me veo… ¿Cómo me veo?
QUIÉN FUERA ARQUERO PARA ATAJARTE. QUIÉN
FUERA PELOTA PARA DESCANSAR EN TUS PIER-
NAS. QUIÉN FUERA CAMILLA PARA LLEVARTE AL
RINCÓN. QUIÉN FUERA HIELO PARA DERRETIRSE
EN TU BOCA. QUIÉN FUERA CANCHA PARA RE-
CORRERTE. QUIÉN FUERA CINTILLO PARA ACA-
RICIAR TU PELO. QUIÉN FUERA RED PARA SENTIR
EL VÉRTIGO DE TU PASIÓN. QUIÉN FUERA RODI-
LLERA PARA TOCAR TUS PANTORRILLAS. QUIÉN
FUERA POLERA MOJADA PARA SENTIR TU CALOR.
QUIÉN FUERA SHORT PARA DESCANSAR EN TUS
MUSLOS. QUIÉN FUERA SUDOR PARA DESLIZARSE
POR TUS PECHOS. QUIÉN FUERA GATORADE PARA
SACIAR TU SED.
A veces uso sostén con PUSH UP. No porque no tenga;
tengo, pero es para tener un poquito más. Y ahí los de la
«contru»… NI TE CUENTO. Yo les guiño el ojo, no más,
como diciendo… «LO QUE QUERÍA EL PERLA».
Todos dicen, ya, que hablo como chilena y que hasta podría
salir en la tele. Pero estoy bien, por ahora, trabajando aquí.
Tómate el día libre, si quieres, Aurora.
¿En serio?
Claro, es primero de mayo.
El patrón me da unos besos aquí, cerca del labio, que me
despiertan unas pasiones…
AURORA, ESTÁ CASADO.
Casado pero no muerto.
Leonardo González 51

Ayer soñé con él: soñé que lo hacíamos y comenzaban a


llover Jesucristos duros desde todas partes. Los Jesucristos
nos atacaban, nos golpeaban y yo gritaba mientras gemía de
placer y ahí desperté, desperté acordándome de mi pueblo
en Ecuador, del campo: donde el agua es como la leche y
el tomate sabe mejor que el tomate de acá y los pollos son
más sabrosos y el pescado tiene más limón y el mar... ¡cómo
extraño esas cosas! El mar, mira la tontera, extrañar el mar. Y
recordé al Alberto y prendí la televisión y me di cuenta que
odio la televisión de acá porque no les entiendo lo que dicen.
Y eran las cuatro de la mañana y no tenía sueño, entonces
puse la radio y sonó una canción en inglés. Intenté adivinar
lo que decía la letra pero sólo supe que en una parte decía
«mamá».
Entonces, de golpe, vomité todo lo que tenía adentro, enci-
ma del cubrecama de la guerra de las galaxias; Darth Vader
quedó entero vomitado y las naves espaciales también y yoda
también. Y yo también. Y me miré las manos: me tiritaban.
Entonces fui al baño.
NO ANDES A PIES DESCALZOS, AURORA, TE PUE-
DES RESFRIAR.
Y me dije: ¡Puchas, que estai rica, Aurora, vomitada y todo,
puchas, que estai rica! Y no lloré, fui fuerte.
Después soñé con monos y naves espaciales y con mi madre,
que me tiró al río.
NANITA, ¿QUÉ ESTAI HACIENDO?
NADA.
¿Nada?
NANITA, ¿QUÉ TENÍ’ EN LA MANO?
NADA.
52 Las nanas

Un test de embarazo.
Empecé a correr.
Corrí mucho, mucho.
AURORA, TIENES QUE DECÍRSELO.
DON GUSTAVO:
Este hijo es suyo.
CUÉNTATE UNA DE VAQUEROS, CUÉNTATE UNA
DE MONOS EXTRATERRESTRES, CUÉNTATE UNA
DE PIRATAS, PERO NO VENGAS CON LA DE LA
GUAGUA, QUE ESTÁ MÁS REPETIDA QUE MAR-
CHA ESTUDIANTIL. ¿ME VISTE CARA DE DON
FRANCISCO, ACASO? POBRE DE TI QUE HAGAS
CUALQUIER COSA.
YO SOY UN PADRE DE FAMILIA, MIS HIJOS ME DE-
BEN RESPETO, MI SEÑORA ME DEBE RESPETO Y
TÚ ME DEBES RESPETO. SOY UN EJEMPLO DE EM-
PRESARIO, UN EJEMPLO DE HOMBRE. NO PUEDO
HACERME CARGO DE UNA SIMPLE CALENTURA
CON UNA ASESORA DEL HOGAR COMO TÚ. MI RE-
PUTACIÓN ESTÁ EN JUEGO, AURORA. ESTO PARA
MÍ NUNCA OCURRIÓ ¿QUEDÓ CLARO? ¿QUEDÓ
CLARO, AURORA? SI, TE ESTOY DESPIDIENDO.
Leonardo González 53

IX

MARÍA ANGÉLICA.—ALÓ ¿SILVIA? No, nada… Pá-


samelos, por favor. Diles que quiero hablar con ellos, diles
que quiero hablar porque soy su madre… Y quiero hablar
con los dos. No estoy llorando, Silvia, es que me atraganté
con una cosa.
CÓRTALA, MUCHACHÍN.
¡Uy, ese está flojo como siempre! Si la señora estuviera aquí
lo tiraría de las orejas. Vieras cómo me deja la cocina. Tiene
inmunda su pieza, está todo el día en el computador viendo
pornografía y dice que trabaja.
¡DEJA DE VER PORNOGRAFÍA!
¡CÓRTALA, ANGI, ESTOY DISEÑANDO UNA PÁGI-
NA WEB SÚPER IMPORTANTE!
Una página web va a ser… ¿y por qué tienes la mano adentro
del pantalón?
CÓRTALA, ANGI.
Vieras cómo me deja las sabanas… todas manchadas. Cree
que no me doy cuenta. Y los calzoncillos todos cafés.
¡Ya va a cumplir cuarenta, SILVIA! TIENE MENTE DE
GUAGUA, NO SABE HACER NADA, TODO SE LO
TENGO QUE HACER YO.
54 Las nanas

No quieren hablar conmigo, ¿verdad? Diles que es importan-


te. ¿Están enojados? ¿Los dos? ¿Tú les dijiste algo, SILVIA?
¿Cómo quieres que no llore? Diles que se pongan al teléfo-
no… no estoy borracha, Silvia, YA NO TOMO.
Diles que LOS AMO.
ME SIENTO SOLA, SILVIA.
Leonardo González 55

SANTA.—A VER TÚ, ¿ADÓNDE VAS? TÚ, LA DE


UNIFORME. ¿QUÉ HACES CON ESAS MALETAS?
¿ANDAI ROBANDO? USTEDES SABEN QUE NO SE
PUEDE CAMINAR ACÁ, PARA ALGO ESTÁN LOS
BUSES DE ACERCAMIENTO. ¿TE CRIARON LOS
CHINPANCÉS, ACASO? ¿NO SABES LEER? ¿NO SA-
BES PENSAR? QUÉDATE QUIETA Y LEVANTA LAS
MANOS, MIERDA. ¿QUERÍ QUE TE SAQUE A PATA-
DAS? ¡A VER, ACÁ! ¡ACÁ, TE DICEN! ¡ACÁ, NEGRA
CONCHA’TUMADRE! ¡QUÉDATE QUIETA! ¡QUÉ-
DATE QUIETA! ¡QUIETA, TE DICEN! ¡QUIETA! ¡NO
DES UN PASO MÁS!
LEONOR.—Volví… ¿Señora? ¿Señora?
LA SEÑORA SE FUE AL CIELO, Leonor.
POR MI CULPA.
AURORA.—¿A qué viene? ¿Bautismo o catequesis? ¡Ah, ex-
celente! No, está súper bien. Ah, es chiquitito… ¿Y ahora con
quién lo dejó? Ah, mire… ¿Nombre? Ese no es un nombre
recomendable, ¿no tiene otro? ¿Rut? Lo van a molestar… es
que aquí la gente… lo van a hacer pebre. Póngale otro, mejor,
algo más tradicional. ¿Certificado de Residencia? ¿E-mail?
¿Apellido paterno? ¿Apellido materno?
56 Las nanas

DÍGALE QUE TIENE PROHIBIDO ANDAR EN


MOTO. SI USTED SE LO DICE, LE VA A HACER
CASO.
Leonardo González 57

XI

MARÍA ANGÉLICA.—Quiero dar las gracias por este día


domingo, gracias por estar viva y gracias por estar sana, gracias
porque no fue para tanto y gracias porque la vida nos trae
sorpresas, gracias porque hoy día salió el sol y gracias porque
Jesús resucitó después de todo.
Gracias porque estamos juntas, aquí, este día y porque po-
demos orar.
Además quería hacer un anuncio. Pero no lloren, porque si
lloran me muero de pena y tengo que ser fuerte. Necesito
decirles algo importante pero tengo que ser fuerte para que
ustedes me entiendan. Prométanme que no van a llorar ¿Me
lo prometen? ¿Todas? Ya… era una breve introducción.
Yo
me voy
a morir.
Eso.
Me diagnosticaron algo al hígado y me dan unos días, no
más, de vida. Una semana, con suerte.
Así, no más, es.
Gracias chiquillas. Gracias Padre Beto.
58 Las nanas

Hoy me tomé una botella de ron antes de salir y decidí que


no le tengo miedo a la muerte, pero les quiero pedir un favor,
si es posible. ¿Es posible?
Quiero pedirles que me canten una canción que oí una vez
en un funeral. Me gustaría escucharla ahora, si es posible.
¿Es posible?
Les traje la letra y la melodía. Hay hartas copias. Las chiqui-
llas la van a repartir. Los chiquillos del coro dijeron que la
podían tocar ¿no cierto, chiquillos?
Leonardo González 59

XII

SANTA.—Querida Santa:
He pecado.
He pensado en liderar una marcha.
He pensado en hacer la revolución.
Vieja loca, dirás tú.
Mi hijo me espera en su árbol.
Índice
Página

I . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
II . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
III . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
IV . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
V . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
VI . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
VII . . . . . . . . . . . . . . . . 45
VIII . . . . . . . . . . . . . . . . 49
IX . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
X . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
XI . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
XII . . . . . . . . . . . . . . . . 59

También podría gustarte