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LA ELECCIÓN DE LOS DIPUTADOS DE LA NACIÓN:


Exigencias constitucionales y distorsiones en la
representación

Prof. Raúl Borello


Cátedra de Derecho Constitucional
Facultad de Ciencia Política y RRII. (U.N.R)

En este trabajo intentaremos analizar las disposiciones constitucionales que


rigen la elección de los diputados nacionales, así como las leyes que se han
sancionado en esta materia, en especial la Nº 22.838 (que define un "sistema
electoral" para la elección de dichos legisladores), y la Nº 22.847, sancionada
para convocar a las elecciones generales del año 1983, pero cuyo contenido ·-
como veremos- excede a la mera convocatoria ya que posee disposiciones que
distorsionan la base poblacional para determinar cuantos diputados ha de
elegir cada provincia.

El artículo 45° de la Constitución Nacional reza:

"Art. 45°.- Lrz Crínwrrz de Diputrzdos se co1npondrrí de representrzntes elegidos


directamente por el pueblo de lrzs provincirzs, de lrz ciudrzd de Buenos Aires, y de lrz
Crzpitrzl en crzso de tmslrzdo, que se consideran rz este fin como distritos electorales de
un solo Estrzdo y rz simple pluralidad de sufragios. El número de representrzntes será
de uno por crzdrz treinta y tres mil lzrzbitrzntes o fracción que no brzje de dieciséis mil
quinientos. Después de lrz rerzlizrzción de cadrz censo, el Congreso fijará la
representación con arreglo al mismo, pudiendo rzumentar pero no disniinuir lrz brzse
expresrzdrz przrrz crzdrz diputrzdo".1

1
Este texto que fija número de representantes ''de uno por cada treinta y tres mil habitantes o fi·acción
que no baje de dieciséis mil quinientos" (y que se mantiene en la Constitución reformada) fue
incorporado en la reforma constitucional de 1897, luego de realizarse el primer censo nacional. En su
texto originario, se establecía ;'uno por cada 20.000 habitantes o fracción que no baje el número de

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De la lectura de este artículo surgen cuatro principios básicos que la
constitución exige para elegir los diputados nacionales: la elección debe ser
"directa"; los diputados se eligen "por distrito" (es decir por cada Provincia y la
Ciudad de Buenos Aires); debe aplicarse la pauta de la "simple pluralidad de
sufragios"; y para determinar la cantidad de diputados que le corresponden a
cada provincia, ha de tenerse en cuenta el numero de habitantes de ese distrito,
es decir se determina una "base poblacional de la representación".

Analizaremos separadamente estos cuatro requisitos constitucionales.

1.- Primer requisito: Elección directa


En este aspecto, los constituyentes quisieron apartarse de la regla establecida
para la elección del Presidente y los senadores, que en el texto original de la
Constitución 1853 / 60, determinaba un mecanismo de "colegio electoral" (para
el primer caso) y la elección por cada una de las legislaturas provinciales (para
los senadores). Se quiso enfatizar, entonces, la calidad de "representantes
directos del pueblo" de los diputados, sin colegios electorales que intermedien
en la designación.

2.- Segundo requisito: Elección por distrito


La constitución indica que " ... las provincias y la ciudad de Buenos Aires se
consideran a este fin como distritos electorales de un solo Estado".
Es decir que si bien -corno sefialara Alberdi- los diputados representan al
"pueblo" y los senadores "a las provincias", no quita ello que -al momento de
votar- los ciudadanos elijan diputados en su propio distrito. En el caso de Santa
Fe, por ejemplo -aplicando la legislación actual- se eligen en total 19 diputados,

10.000''. Mas, ninguna de dichas cifras se aplica en la actualidad sino que rige la estipulada en la Ley
22.847 de 1983, es decir un diputado cada 161.000 o fracción no menor a 80.500.-

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mas como la Cámara se renueva cada dos afios (art. 50) se eligen 10 diputados
en una contienda electoral, y 9 en la siguiente.

Una de las cuestiones que se han planteado a partir de esta exigencia, se


11 • • •
relaciona con la constitucionalidad o no del sistema de circunscn pc1 ones
uninominales", argumento éste que -recordemos- utilizó en el año 1905 el
entonces Presidente Quintana para dejar sin efecto este mecanismo de
organización territorial del voto, instaurado en 1902.
La cuestión radica en determinar: si la constitución estipula que "los distritos
coincidirán con las provincias" , puede el legislador subdividir distritos (o
circunscripciones) al interior de cada provincia (tal el sistema utilizadlo en
EE.UU. y Gran Bretafia), lo que llevará en nuestro ejemplo a que Santa Fe se
divida en 19 circunscripciones o menos si son bi o trinominales.
Entiendo que el Congreso Nacional puede adoptar un sistema como el
sefialado (sin perjuicio de debatir las distorsiones que pudieran afectar la
representación), ya que el hecho que la población" se subdivida" para elegir sus
candidatos no afecta la cantidad de diputados a elegir, que siempre será
diecinueve (en nuestro ejemplo de Santa Fe).

3.- Tercer requisito: La simple pluralidad de sufragios


3.1.- Tenemos aquí uno de los requisitos que mas han suscitado discusión en la
doctrina, en oportunidad de instaurarse el sistema electoral (hoy vigente) de
"representación proporcional" ó sistema D'Hont.
¿Cómo hemos de interpretar esta exigencia constitucional que los diputados
han de elegirse "a simple pluralidad de sufragios"?
Una lectura exegética de la norma podría llevarnos a pensar que debe
adjudicarse la banca al partido "que mas votos obtiene", y que solo encuadraría
en este requisito el sistema electoral que se aplicó hasta sancionada la Ley Sáenz
Pefia, es decir el sistema de "lista completa", mediante el cual la lista o fracción
que ganaba la elección (aun cuando sea por un solo voto) se quedaba con todos

59 3
los cargos 2 dejando sin representación alguna (en "esa" provincia) a la segunda
fracción en numero de votos.
Este argumento, (por el cual solo la "lista completa" cumple la exigencia de
"simple pluralidad") y que inhibía la posibilidad de instaurar un sistema mas
equitativo que represente la pluralidad de opiniones del cuerpo electoral en la
Cámara (como es el sistema de representación proporcional) fue largamente
discutido en oportunidad del debate parlamentario que concluyó con la sanción
de la Ley Sáenz Peña (que adoptó el sistema de "lista incompleta").
Entendemos que a partir de esa coyuntura histórica se ha superado el debate y
casi nadie hoy puede sostener que la constitución solamente avala un sistema
electoral como el de la lista completa.
Una interpretación razonable nos debe orientar a coordinar el art. 45 con otras
cláusulas constitucionales, como los artículos 1º, 22º y 5°, que nos hablan de un
"siste111n representnti110". Por ende , y si el pueblo no delibera ni gobierna sino
11

por medio de sus representantes", éstos deben ser elegidos de tal modo que
reproduzcan de la manera mas exacta posible la composición del electorado que
los ha designado. Así, resulta más que razonable que el órgano deliberativo
11
debe integrarse procurando reflejar" las distintas orientaciones políticas de
los ciudadanos.
Hemos de concluir entonces, que cuando el art. 45 de la Constitución utiliza la
11
expresión simple pluralidad de sufragios", nos está diciendo que no es
11
necesario obtener la mayoría absoluta" (la mitad mas uno de los votos
emitidos) para ganar la contienda electorat y para ese fin basta cualquiera

2
Tal es la posición de Gonzáles Calderón, para quien no es posible la adopción de la representación
proporcional en tanto no se suprima de la Constitución Nacional la regla de la "simple pluralidad de
sufragios". Según este autor ello constituye un obstáculo insalvable, desde que esta en la Ley Suprema,
pues simple pluralidad quiere decir mayoría relativa de votos de un candidato sobre otro, cualesquiera
sean las listas en que figure. Por eso es que la ley electoral vigente, ajustándose a la Constitución,
establece que se proclamarán electos a los que resulten con mayor número de votos hasta completar el
numero de candidatos a elegiL" (en "Derecho Constitucional Argentino", Tomo 11, pag. 356.)

4
60
mayoría relativa3. En base a esta interpretación, pueden tener cabida -·en el
marco de la norma constitucional- no uno, sino varios sistemas electorales.

Esta posición, es decir que la Constitución no se define por un sistema electoral


"en particular" y por ende no uno sino varios sistemas pueden tener cabida en
ella, es compartida por la mayoría de la doctrina. Por lo demás, y al igual que
en todo el plexo constitucional, se evidencia que los constituyentes han tenido
la prudencia de establecer -en materia electoral- principios lo suficientemente
elásticos para dar cabida a cualquiera de los sistemas conocidos, y, entre ellos,
el de representación proporcional, evitando así el gravísimo error en que
incurrieron otras constituciones al dar carácter constitucional a un determinado
sistema, invadiendo de esta manera la órbita de competencia del órgano
. 1ahvo
1eg1s . -1 .

3.2.- Superada ya ·-entonces- esta controversia, podemos ocuparnos de analizar


el sistema electoral aplicado actualmente para elegir la Cámara de Diputados
de la Nación, entendiendo por "sistema electoral", en la conocida clasificación
de Nohlen como el "mecanismo utilizado para convertir los votos en cantidad
de bancas".
El mismo se encuentra estatuido en la Ley Nº 22.838 ("Sistema electoral
Nacional") e incorporado al Código Electoral nacional (arts. 158 a 164).
La mencionada Ley 22.838, fue emitida por el entonces presidente de fncto
Bignone el 23 de junio de 1983. En el mensaje de elevación del entonces
Ministro del Interior se sostiene lo siguiente "Ln normn proyectndn se njustn Cll un
todo n lns disposiciones que en materin electoml establece ln ConstitucióJZ Nncionnl,
compntible con el sistemn de representación proporcional, que constituye un

1
Es decir que -conforme lo expresa Segundo V. Linares Quintana- ·• ... el único principio del sistema
implantado por el art. 37 ele la Constitución, consiste en impedir que, para la elección ele diputados, se
exija por ley la mayoría absoluta ele los votos, evitando con ello el inconveniente que presentarían casos
en que -por no llegar a la mayoría absoluta- quedarían distritos electorales sin representación" (en
·Tratado de la Ciencia del derecho Constitucional- Tomo VII; Ed. Alfa; 1960 pag 82)
4
Linares Quintana, S.: op. cit. pag. 83.

61 5
instrumento idóneo para que lns pr~ferencins del electorado se reflejen en unn adecuada
distribución de los cargos electivos. Tal criterio cuenta con la opinión coincidente de la
nwyorín de los tratadistas nacionales, cuya doctrina se inclina por la constitucionalidad
del sistema propiciado"

También se expresa: "De las diferentes formas que puede asumir el régimen de
proporcionnlidad, la ley cuyo proyecto elevo adopta el denominado sistema D 'Hont,
considerado como aquel que menos favorece la fragmentación de ln representación. Estn
posibilidad queda a su z1ez neutralizada nl establecerse que no participnrnn en la
nsignación de cnrgos las listas que 1w logren el míninw del tres por ciento (3 %) del
padrón electoral del distrito".
A partir de estas consideraciones, vemos los principios fundamentales del
sistema electoral adoptado por dicha ley del proceso militar y que nos rige hoy
en día:
- Voto "por lista": El sufragante vota solamente por una lista de candidatos
oficializada, cuyo número es igual al de los cargos a cubrir con más los
suplentes. (Artículo 2). En nuestro ejemplo (Santa Fe) la boleta del sufragio
consistirá en una lista de 9 (o 10, según el caso) candidatos y sus respectivos
suplentes.
- Aplicación del sistema D'Hont el momento de distribuir los escaños según
los votos obtenidos por cada partido: Los cargos a cubrir se asignan conforme al
orden establecido por cada lista y con arreglo al siguiente procedimiento
(Articulo 5):

a) El total de los votos obtenidos por cada lista que haya alcanzado como mínimo el TRES POR
CIENTO (3%) del padrón electoral del distrito, será dividido por UNO (1), por DOS (2), por
TRES (3)y así sucesivamente hasta llegar al número total de los cargos a cubrir;
b) Los cocientes resultantes, con independencia de la lista de que provengan, serán ordenadas
de mayor a menor en número igual al de los cargos a cubrir;

6
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c) Si hubiere dos o más cocientes iguales se los ordenará en relación directa con el total de votos
obtenidos por las respectivas listas y si éstas hubieren logrado igual número de votos el
ordenamiento resultará de un sorteo que a tal fin deberá practicar la junta electoral competente;
d) A cada lista le corresponderán tantos cargos como veces sus cocientes figuren en el
ordenamiento indicado en el inciso b).

- Fijación de un "piso", es decir de una cantidad mínima de votos que un


partido debe obtener para 'participar en la distribución de los escaños: No
participan en la asignación de cargos las listas que no logren un mínimo del
TRES POR CIENTO (3%) del padrón electoral del distrito (Articulo 4).

4.- Cuarto requisito: La "base poblacional" en el calculo de los diputados que


corresponden a cada distrito

4.1.- En sus "Bases", Juan Bautista Alberdi, propuso un "sistema bicameral",


que luego fuera adoptado por nuestros constituyentes. Dicho sistema debería
realizarse "por la división del cuerpo legislativo geneml en dos cánznms: una
destinada a representar las provincias en su sobemnín locnl, debiendo su elección,
en segundo gmdo, a las legislatums provinciales que deben ser conserundas, y otra que,
debiendo su elección al pueblo de toda la República, represente a este, sin
collsidemción a locnlidades y como si todas las provincias formasen un solo Estndo
. /!
A rge11 t mo .

En esta perspectiva, la Constitución 1853/ 60, y en lo concerniente a la


conformación de la Cámara de Diputados, adopta el criterio que en la elección
por parte del pueblo, cada provincia debía elegir un número de diputados
relacionado con la población de cada uno de esos distritos.
Por ello, que el texto constitucional -en una redacción que aún perdura- nos fija
estas pautas:

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La cantidad de diputados de cada distrito (provincias y ciudad de
Buenos Aires) debe ser proporcional a la cantidad de habitantes.
El número de diputados que conformará la Cámara se tomara del
siguiente coeficiente: uno por cada treinta y tres mil habitantes o
fracción que no baje de dieciséis mil quinientos.
Luego de realizarse cada censo (que se efectuará cada diez años), el
Congreso "fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo 1wme11t11r
pero no disminuir la base expresada pnm cadn diputado" (art. 47).
Ninguna provincia podrá tener menos de dos diputados: los
constituyentes previeron que -en virtud de algunas variaciones
demográficos- podría haber distritos que queden sin representación por
eso se ha dispuesto este "piso" mínimo.-

Lógicamente, como a la fecha de sanción de la constitución aún no se había


efectuado ningún censo (el primero fue en el año 1869), en el art. 46° se fijaron
- para cada provincia- la cantidad exacta de diputados "pnm la pri111em
Legislatura" (Así, por la Buenos Aires doce: por la de Córdoba seis: por la de
Catarnarca tres; etc ... )

Lo cierto, es que (salvo algunas modificaciones corno la ya citada de


"circunscripciones uninominales", en 1902 y 1952), bajo estos preceptos
constitucionales se fueron realizando a lo largo de nuestra historia, las
elecciones para integrar nuestra Cámara de Diputados. Aquel número original
fijado por la constitución con su reforma de 1897 (que increíblemente todavía
subsiste en la redacción de la Constitución) de "uno por cada h·einta y tres mil
habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos" se fue
1nodificando a medida que crecía la población de nuestro país.

8
64
No obstante ello, existieron algunas modificaciones en cuanto a la fijación de
un número mínimo de diputados por provincia, que brevemente
repasaremos pues nos ayudaran a entender el criterio utilizado actualmente.

La Constitución de 1949 introdujo un nuevo principio (en realidad se ajustó al


mínimo que la constitución originaria estipulaba para las provincias al formar la
"primer legislatura"): con independencia de su población, cada provincia tendrá

un mínimo de dos diputados.


Luego, en ocasión de la convocatoria para las elecciones de 1973, el entonces
gobierno de fncto, (mediante el decreto Nº 19862/72) incrementó a tres el
mínimo de diputados.
Mas allá de estas reformas electorales, el cambio mas importante se iba a
producir al finalizar la dictadura militar 1976-1983. Mediante la emisión de la
Ley Nº 22.847 en julio de 1983 el entonces presidente de facto Reynaldo
Bignone, estableció diversas pautas que llevaron a distorsionar severamente
/1
aquella proporción" entre cantidad de habitantes por provincia y número de
diputados que le corresponden, que los constituyentes habían establecido al
redactarse la constitución Nacional.
Seguidamente analizaremos dichos aspectos.

/1
4.2.- La mencionada Ley Nº 22.847, si bien tenía la finalidad de convocar a
elecciones generales" (art. 1º), agregó oh·as estipulaciones relacionadas con la
conformación de la Cámara de Diputados.

Tomó como base para el calculo de los diputados a elegir por cada
distrito el censo de 1980, lo que arrojó la siguiente proporción y que aun
se utiliza, (a pesar que luego de dicho censo se practicaron dos mas: el de
1991 y 2001): "un diputado por cada 161.000 habitantes o fracción no
menor a 80.500".

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Se estableció que "ningún distrito podrá contar con menos de cinco
diputados" (es decir elevó de tres a cinco aquel piso mínimo que el 1949
fue de 2 y en 1973, de 3).
Se estipuló que en ningún caso cada distrito puede tener menos
diputados que los que tenía al 23 de marzo de 1976 (es decir el día
anterior al golpe de Estado).
Además, y para que para compensar las peculiares diferencias entre
/1

una y otra provincia, al número de diputados que les corresponde


conforme con la relación habitantes-diputados, se les suman tres por
cada distrito".
Se otorgó representación al entonces Territorio Nacional de Tierra del
Fuego e islas del Atlántico Sur;

4.3. Las distorsiones producidas por la Ley 22.847

Si llevamos a la práctica estas pautas estipuladas en la ley, simplemente


tomando un muestreo de algunos distritos electorales, podemos verificar como
varias provincias están sobre representadas (y otras sub representadas) en la
Cámara.

Santa Fe
La población de Santa Fe (Censo 1980) era de 2.465.546 habitantes. Si dividimos
esa cifra por 161.000, nos da el número de 15, le agregamos los 3 que se suman a
cada distrito, y llegamos a 18. Y aplicando el principio que "en ningún crzso crzdrz
distrito puede tener menos díputrzdos que los que tenírz rzl 23 de nzrzrzo de 1976",
debemos agregar un diputado más: llegamos así a los 19 diputados.

Córdoba:

10
66
Su población (Censo 1980) era de 2.407.754 habitantes, es decir similar a la de
Santa Fe. Sin embargo, tiene un diputados menos (es decir: 18), pues tal era el
numero antes del golpe de Estado.

Capital Federal
La población de la Capital (Censo 1980) era de 2.922.829 habitantes. Si
dividimos esa cifra por 161.000, nos da el número de 18, le agregamos los 3 que
se suman a cada distrito, y llegamos a 21 Y aplicando el principio que ''en
ningún cnso cndn distrito puede tener menos diputndos que los que tenín nl 23 de 111nrzo
de 1976", debemos agregar cuatro diputados mas: llegamos así a los 25
diputados, que actualmente tiene. Entonces, sin aplicar la ley 22.847 deberían
corresponderle 18.-

La sobre representación de la hoy Ciudad de Buenos Aires es notoria. Valga por


ejemplo su comparación con Córdoba. Aquella tiene un 21 % mas de población
que la Provincia de Córdoba, pero a nivel de diputados, el porcentaje se eleva al
38 % ( 25 frente a 28). También esta desfasada con relación a la Provincia de
Buenos Aires, que en el censo 1980 tenía 10.865.408, es decir un 370% de la
población de Capital federal. Pero cotejando sus números de diputados, Buenos
Aires tiene un 280 % más que Capital (70 frente a 25).

Chubut
Su población (Censo 1980) era de 357.189 habitantes. Si dividimos esa cifra por
161.000, nos da el número de 2, le agregamos los 3 que se suman a cada distrito,
y llegamos a 5 (cumple con el requisito del piso 1nínimo).
Entonces, sin aplicar la ley 22.847 deberían corresponderle 2.-

67 11
Santa Cruz
Su población (Censo 1980) era de 114.941 habitantes. Si dividimos por la cifra
establecida en la constitución (en este caso hay que aplicar el cociente), nos da 1
diputado, al sumarle los tres, llegamos a 4, y para superar el requisito del piso
mínimo, debernos sumar uno más: llegamos a 5 diputados.
Entonces, sin aplicar la ley 22.847 deberían corresponderle 2 (piso mínimo
establecido en la constitución).-

Si seguimos efectuando los cálculos por cada provincia, llegamos a la actual


composición de la Cámara de Diputados: 257 miembros,( número al que se
llegó con la provincialización de Tierra del Fuego en 1991) de los cuales 76 se
deben a los "agregados" de la Ley 22.847, razón por la cual debe considerarse a
/1 11
dichos diputados como diputndos e.xtrnconstitucionnles", supmnumemrios",
11
regn ld"
n. os , et.c ...

Es evidente que el "piso" de cinco diputados por provincia genera una


importante distorsión entre la base poblacional y la asignación de diputados
en cada provincia. Esto beneficia a las doce provincias que tienen menos de
724.000 habitantes (es el número de habitantes que debería ser necesario para
llegar a los cinco si no hubiera ' mínimos") y la incidencia de estas bancas
1

/1
bonificadas termina perjudicando a los grandes", que están consecuentemente
sub-representados. s.

" Excede los límites de este trabajo indagar acerca de las "razones" que tuvo el autodenominado Proceso
de Reorganización Nacional para emitir la Ley 22.847, con semejante beneficio para la provincias
pequeñas y Capital Federal, siendo mas que insuficiente e imprecisa- la expresión contenida en el
mensaje de elevación acerca de la necesidad ele '"compensar las peculiares diferencias entre una y otra
provincia". De acuerdo a algunos análisis, la ley tuvo el propósito de compensar un eventual triunfo del
pcronismo con una mayor participación de partidos provinciales (en: Facultad de Derecho- Univ. Lomas
de Zamora/ Archivos/ Sistemas Electorales; en http:/secretariaacademica.com.ar) A nuestro entender,
ademas de dicha intención, se propendido a favorecer la performance (o al menos el ingreso a la
Cámara) de representantes de algunas provincias que contaban con partidos políticos que fueron afines a
la dictadura, como los casos del Partido Bloquista de San Juan, el Movimiento Popular Jujeño de la
familia Guzmán, el Partido Renovador de Salta, entre otros.

68 12
Para visualizar el como dicho plus favorece a muchas provincias en detrimento
de otras, podemos hacer este calculo: si agrupamos las 9 provincias que tienen
menos de 500.000 habitantes concluiremos que juntan entre todas ellas 45
diputados que van a representar a algo así como h·es millones de personas; la
provincia de Córdoba, con esa misma población, lleva 18 diputados al
Congreso.

En las puntas más ostensibles de la distorsión -también apreciable en los


gráficos- se encuentran los casos de Tierra del Fuego y de Buenos Aires:
mientras que en el exh·emo sur hay un diputado por cada 20.000 personas, en
Buenos Aires esa relación trepa a las casi 200.000.

Como bien lo ha sefialado Gennan Bidart Campos: "Una interpretación coherente


y relacionndn de los nrts. 45 y 46 llevn n sostener, con seguridnd suficiente, que después
de 1853 11i11gunn provincin puede tener menos de dos diputndos, porque ese mínimo lo
tuvo pnm fomwr el primer congreso. De ahí que, n nuestro criterio, ln constitución
autoriza a que el congreso 1nantengn por ley ese mismo núrnero mínimo de dos, cuando,
nl reajustar ln bnse de población después de cndn censo, unn pmuincin quedn con un solo
diputndo.
Si mnntellemos firmemente la opinión de que unn ley puede nsegumr un nzínhno de dos
dipu tndos por cndn provincia (nunque ln bnse de poblnción de nlguna no nlrnnce 11ws que
pam designar 11 uno solo) tnmbién creernos con seguridad que es inconstitucionnl
"ngregar" mas diputndos por sobre esos dos, por que los díputndos ndicionnles vienen 11
ser diputados "regnlndos", en contradicción con ln pnutn rigurosa del 11rt. 45, al no
gz111rdnr relación con ln población" 6 .

En igual sentido, se ha dicho: "Debido n estn distorsión en ln nplirnción de la


Constitución, que clnmmente quiere unn cámnrn de diputados en proporción n In

r. Bidart Campos, Germán: "Compendio de Derecho Constitucional"; Ed. Ediar, Bs. As, 2005, pag. 261.

69 13
pobl11ción y un sen11do que represente 11 l11s prouinci11s independientemente del número
11
pobl11cion11t encontrmnos que h11y 76 diput11dos extraconstítucion11les" 7 .

11
Para Badeni, "las b11nrns adicion11les" que establece el siste11111 electoral vigente, son de
dudos11 constitucionrzlidrzd, yrz que rzlteran la reglrz proporcionrzl fijrzda en el 11rt. 37
(nota: hoy 45). Estrz normrz dispone que el numero de diputrzdos que corresponde elegir
en rnda distrito electoml debe ser proporcionrzl con lrz poblrzción del przís, después de la
rerzlizrzción de rndrz censo, y siguiendo lrz brzse estrzblecido por el 11rt. 38 (Nota: hoy 46),
el número míninw de diputrzdos rz elegir en rnda provincirz, con prescindencia de su
rnudrzl electoml, es el de dos"S.

Para Sabsay y Onaindia, "Lrz legislación electoml vigente determinrz un piso míni.mo
de 5 representrzntes en lrz Crínzrzra B11jrz p11m crzda Provincirz. Dadrzs las rzbisnwles
d{ferencirzs de poblrzción que existen entre uno y otro distrito, estrz exigencia redunda en
ww extmordinrzri11 sobre-representrzción de fos Provincirzs pequeifas, en detril/lento de
las gmndes. Lrzs primeras, de rzplicnrse un criterio estricto de representnción, en la
1nayorín de los rnsos ape11rzs si podrímz elegir dos representantes. Esta situación opera
col1lo wz serio atrzque rzl principio de igualdad en m11terirz electoral que se refleja a través
del postulado de zmrz personrz igurzl a un voto"9.

4.4.- La cuestión de la "actualización censal" cada diez años


Recordemos las siguientes disposiciones vigentes en nuestra Constitución
Nacional:
Artículo 45º: ( ... ) "El número de representantes será de uno por cada treinta y hes mil
habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos. Después de la realización de cada
censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no
disminuir la base expresada para cada diputado" (NOTA: este párrafo fue incorporado en la
reforma de 1898).-

7
Rossetti, Andrés: ·'El sistema electoral argentino y sus propuestas de reforma", En ''El Derecho''- 1993-
T. 151, pag. 741.
' Badeni, Gregorio· ·'Análisis crítico del sistema de representación proporcional"; La Ley- 1987- T. Il-
pag- 1023.-
'> Sabsay, D. y Onaindia, L "La Constitución de los argentinos", Ed. Errepar, Bs.As. 1994, pag. 185.-

70 14
Artículo 47º: "Para la segunda Legislatura deberá realizarse el censo general, y arreglarse a él el
número de diputados; pero este censo sólo podrá renovarse cada diez años".

De la lectura de los mismos, podemos inferir:


El Congreso de la Nación, luego de efectuarse el censo (cada diez años),
puede fijar el número de diputados que integran la Cámara.·-
El Congreso de la Nación puede fijar la "base expresada para cada
diputado" (es decir el número de representantes por distrito que se tiene
en cuenta para determinar cuantos diputados elegir "ese" distrito), mas
dicha "base", nunca podrá ser inferior a 33.000 habitantes, ni cada
provincia tener menos de 2 diputados.

Entonces, la constitución prevé la actualización de la "base de representación"


(la cantidad de habitantes por cada diputado) luego de cada censo. Antes de la
reforma constitucional de 1898, esa actualización requería una reforma
constitucional. Pero en la reforma de 1898 no sólo se actualizó la base sino que
se estableció que las actualizaciones sucesivas no requerirían, en lo sucesivo,
una reforma de la constitución. Con el sistema de "actualización automática", el
número de diputados que le tocaba a una provincia resultaba simplemente de
la cantidad de 11 bases 11 a las que equivalía su población luego de cada censo, con
lo que lógicamente, al variar al número de diputados por distrito, se fue
modificando el numero total de diputados.

Entendemos que una futura Ley del Congreso debe - teniendo en cuenta el
último censo - fijar la "base poblacional" (número de diputados por habitante),
sin tener en cuenta los agregados "extraconstitucionales" de la ley del gobierno
de frzcto 10 . Surgirá de allí el numero de diputados por distrito, y por ende el

111
Se han esbozado diversas soluciones. Así por ejemplo, si se aplicara la Ley 22.847, debería haber 300
diputados (43 más que en la actualidad). Buenos Aires tendría que tener 19 diputados adicionales.
Córdoba 4 más, varias provincias entre l y 3 adicionales, y la Capital Federal debería perder 5. Si - por
ejemplo- se volviera al sistema de la Constitución, sin agregados, ni piso mínimo de .5 (manteniendo la

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numero de diputados "totales" de la Cámara, en base a criterios razonables y
siempre teniendo en cuenta (cuestión soslayada por la ley de facto) que en la
representación de los diputados debe respetarse la población de cada provincia,
pues es en la composición del senado donde igualan todas las provincias, al
elegir tres representantes por distrito, sin tener en cuenta la población de cada
uno.

5.- El "cupo femenino"


Finalmente, hemos de recordar que en la elección de los diputados nacionales
es de aplicación la Ley 24. 012, del 6 de Noviembre de 1991, según la cual: "Las
listas que se presenten deberán tener mujeres en un mínimo de un treinta por
ciento (30%) de los candidatos de los cargos a elegir y en proporciones con
posibilidad de resultar electas. No será oficializada ninguna lista que no cumpla
estos requisitos".
Rosario, 11 de septiembre de 2007-

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exigencia constitucional del piso de 2, con lo que solo dos provincias se vería beneficiadas: Santa Cruz y
Tierra del Fuego, y manteniendo la base de 161.000, la cantidad de diputados sería de 228 (29 menos que
en la actualidad).

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