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Eolica ALecuona PDF
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Versión 4.0
La Energía Eólica A. Lecuona
Índice
Página
1. - Introducción 1
1.1. Evolución histórica
1.2. Tecnología actual y proyección hacia el futuro
2. - Recursos eólicos
2.1. Caracterización energética
2.1.1. Energía del viento
2.1.2. Caracterización energética de las variaciones
temporales del viento
2.2. Recursos eólicos en España
3. - Aerodinámica de aeroturbinas
3.1. Teoría de cantidad de movimiento y límite de Betz
3.2. Teoría del momento cinético
6. – Tecnología de futuro
7. – Bibliografía
Pág. I
La Energía Eólica A. Lecuona
1.- Introducción.
La energía eólica supone actualmente una fuente de energía renovable, competitiva con otras
fuentes de energía renovables e incluso con las tradicionales no renovables. Actualmente se
encuentra en rápida expansión y dispone de una tecnología madura. En 1994 la potencia eléctrica
instalada en los países que hacen mas uso de ella sigue las cifras de la tabla 1.1, las cuales
contrastan fuertemente con las de finales del 2 000:
Tabla 1.1.- Potencia eléctrica instalada sobre la base de energía eólica en 1994 y 2000.
Gran parte de este desarrollo ha ocurrido en la década de los 90. Se preveia una aceleración para
los primeros años del próximo siglo, tal y como puede verse en la figura 1.1.
Figura 1.1.- Capacidad generadora de los países europeos de energía eléctrica de procedencia eólica. La
barra superior muestra la instalada en 1994. La barra inferior muestra la evolución prevista para el año 2
000. Las cifras entre paréntesis muestran la contribución porcentual de la energía eólica frente a la total.
La European Wind Energy Association estimaba que para el año 2 030 un 10% de la electricidad
en la Unión Europea puede ser de origen eólico. La UE ha resuelto fijar para 2 010 que el 12% de
la generación primaria de energía provenga de fuentes renovables. Esto supone un 20% de la
electricidad. En nuestro país, el Plan nacional de Promoción de las Energías Renovables estima
instalar 9 000 MW para 2010, aunque los datos de las Comunidades Autónomas señalan valores
superiores. Navarra estima generar un 46% de su consumo con energía eólica para 2 006.
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Si se consideran los costos ocultos debidos a la contaminación atmosférica, daños día a día a las
construcciones y a las personas, daños y costos de limpieza de los vertidos habituales y
accidentales, la energía eólica puede considerársela actualmente menos costosa que las formas
convencionales de producción de energía eléctrica. Su coste interno está actualmente dentro de un
intervalo entre 0,04 y 0,09 ¼N:K
La fabricación de turbinas eólicas constituye una industria floreciente (se han fabricado 50 000
unidades de aerogeneradores modernos) y por lo tanto una riqueza en sí misma, estimándose que
los países en vías de desarrollo pueden ser importadores futuros que signifiquen un aumento
importante de la facturación de aquellas industrias que logren sistemas evolucionados y
competitivos. India y China constituyen mercados potenciales amplios. Dinamarca, el país europeo
mas avanzado en este aspecto exportó en 1994 por valor de 40 mil millones de pesetas. El tamaño
unitario ha aumentado desde los 100 kW de potencia nominal y 20 m de diámetro a los 600 a 1 500
kW y 40 a 60 m de diámetro.
El costo de la energía eólica está dominado por el costo de adquisición del aerogenerador y su
infraestructura, el cual es aún alto debido a la falta de economías de escala. La salida de esta
situación se ha visto incentivada por subvenciones directas de I+D, por regulaciones del precio de
adquisición de la energía eléctrica producida eólicamente por parte de las compañías eléctricas o
por favorecer económicamente la instalación de aerogeneradores en lugar de otro tipo de
tecnología. Podría considerarse que estas subvenciones distorsionan el mercado de la energía e
impiden una auténtica competencia libre. Aún siendo esto cierto, no es menos cierto que la
industria energética convencional ha recibido en el pasado ayudas económicas y privilegios de
mercado, que hacen que su posición actual sea en parte herencia de ellas.
El valor económico de la energía eólica es mayor del derivado de su coste, pues se genera cerca de
donde se consume, lo cual ahorra pérdidas de transmisión, inevitable en las grandes centrales
convencionales por tener que estar radicadas lejos del consumidor. Por otra parte, la instalación de
un parque eólico genera empleo localmente en mayor medida que otras formas de energía.
Un aspecto económico importante radica en los costos evitados por la importación de crudo, aparte
de los costos ocultos del daño ecológico, como la lluvia ácida y el calentamiento global.
Observando el mapa eólico europeo, mostrado en la figura 1.2 resulta evidente que los mejores
vientos se encuentran en las costas occidentales y en menor medida en las costas del Mediterráneo
y cuenca del Ebro.
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Figura 1.2.- Mapa eólico europeo. Las regiones más oscuras muestran recursos eólicos mayores. No
incluye a Alemania del Este.
Este tipo de energía carece de residuos de ningún tipo, no requiere materiales exóticos o escasos,
no emite contaminantes a la atmósfera y tan sólo puede atribuírsele una ligera emisión de ruido
acústico y una alteración del paisaje, como inconvenientes dignos de tener en cuenta, aunque se
está progresando mucho en la reducción de estos impactos ambientales.
Al estar basada su tecnología en gran parte en varias otras tecnologías convencionales, los
fabricantes se encuentran poco concentrados, aunque hay que admitir una ventaja estadounidense
en América y danesa en Europa. Existe pues la oportunidad de crear una industria nueva, con un
mercado potencial amplio y con la ausencia de dominadores bien establecidos. Actualmente existen
unos 20 fabricantes, que ofrecen aerogeneradores con garantía de curva de potencia y de
disponibilidad, actualmente superior al 98%, en contraste con las primeras generaciones que apenas
superaban el 80%.
La producción eléctrica mayoritaria se realiza en parques eólicos, con un tamaño típico de 10 Mw.
La figura 1.3 muestra una vista parcial de uno de ellos. Su vida es típicamente de 25 años, período
por el cual se puede arrendar el terreno sobre el que se instala. Al término de ella es posible
desmantelar la instalación y el valor residual del material puede cubrir los costos asociados,
pudiendo quedar el terreno libre de degradaciones y con su aspecto original. El impacto ambiental
predominante es el visual y éste es sufrido exclusivamente por la generación que disfruta de la
energía producida, no por generaciones futuras.
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Figura 1.3.- Vista parcial de un parque eólico contemporáneo. Muestra aerogeneradores de eje horizontal
situados en la cara de barlovento de una colina. El tercer aerogenerador, empezando por la derecha
muestra claramente el sistema de control de potencia por medio de cambio de paso situado únicamente en
punta de pala.
Los motores hidráulicos, protagonistas de la generación de trabajo por medio de máquinas hasta la
revolución industrial, fueron favorecidos frente a las máquinas eólicas por la mayor continuidad de
las corrientes fluviales frente a las eólicas, las cuales están generalmente caracterizadas por
cambios irregulares de intensidad y dirección. Por otra parte, las corrientes fluviales son fácilmente
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encauzables, lo que permitió un mejor control de la potencia y una protección mas efectiva frente a
crecidas con la tecnología de entonces.
Salvo aplicaciones menores, los persas fueron probablemente los primeros en aplicar la energía
eólica a la agricultura de forma masiva, usando motores de eje vertical para elevar agua de
irrigación (siglo VII) y moler grano. Estos aparatos solían construirse aproximadamente de un
mismo tamaño, usándose un mayor número de ellos si se requería más potencia, en lugar de ser
construidos de mayor tamaño; probablemente debido a una optimización en base a los materiales y
las rudimentarias técnicas de fabricación disponibles, o bien por su mayor durabilidad frente a la
meteorología. La figura 1.4 muestra uno de estos ingenios, el cual usa una pantalla estacionaria de
mampostería para reducir la fuerza del viento sobre las palas que avanzan a barlovento, y obtener
así un par neto sobre el eje, al estar expuestas al viento las palas que avanzan a sotavento.
Desgraciadamente esta solución anula la capacidad de esta máquina de eje vertical de funcionar
con cualquier dirección del viento. Esto en las zonas de Persia en que se usaron no era un gran
problema por ser los vientos de dirección dominante. El control de la potencia se realizaba
incluyendo postigos en las aspas giratorias o en la obra de mampostería. En China se emplearon
con anterioridad máquinas similares (denominadas Panémonas), suponiendo algunos que fueron
sus precursoras. Otros piensan que se inspiraron directamente en las velas de los barcos. Se piensa
también que estas máquinas fueron inspiradas por el molino hidráulico de eje vertical, anterior en
el tiempo [2]. Aproximadamente en el siglo XIII estas máquinas ya se usaban para moler grano,
tarea para la que han sido utilizados hasta hace bien poco, de ahí el término común de “molino de
viento”. Este tipo de molino se conoce como tipo oriental, por dominar en esta región.
Figura 1.1.1.- Esquema de una máquina eólica persa de bombeo de agua para riego.
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Grecia. Por ser de eje horizontal requiere de un mecanismo de orientación para encarar el rotor o
turbina al viento, lo cual complica su construcción (la turbina es de tipo axial). A cambio se obtiene
una mayor potencia que con los de eje vertical antes descritos, al actuar de forma continua la
presión de la corriente sobre las aspas, las cuales solían tener forma de cruz de 4 a 8 brazos. El tipo
más antiguo consiste en un fuerte poste sobre el que puede girar todo el conjunto del molino, tal
como muestra la figura 1.1.2.
Hacia el siglo XIV se desarrolló el molino de torre, mostrando la figura 1.1.3 un ejemplo moderno.
En éstos solo gira la parte superior del molino, que incluye el rotor, mientras que la parte inferior es
una torre de ladrillo o piedra solidaria al suelo. Esta configuración permitía una mayor solidez y
duración, así como menos necesidad de la preciada madera, aunque muchos se hicieron de ella. En
este tipo de molino las aspas estaban siempre del lado de barlovento, realizándose en las primeras
épocas la orientación de forma manual y posteriormente con mecanismos automáticos. El
mecanismo más efectivo usado ha sido el molino de cola, el cual consiste en un eje horizontal
dotado de aspas de pequeño tamaño y orientado perpendicularmente a las aspas principales. Si el
rotor de potencia estaba encarado al viento el rotor de direccionamiento permanece estacionario al
recibir el viento de lado. Un cambio en la dirección del viento hace que gire, al transmitirse este
giro por medio de engranajes al eje vertical de orientación, lograba su correcto encaramiento,
instante en el cual deja de girar. Una evolución de este mecanismo se emplea hoy en día.
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El molino occidental se ha usado no solo para moler sino para bombear agua, mover serrerías,
extraer mineral y para otras aplicaciones en las que se requiriera potencia concentrada, como en las
herrerías. Su uso fue contestado a menudo por el miedo al desempleo, ya desde la época del
imperio romano. Su potencia máxima podría cifrarse en unos 7 a 15 kW, comparable a la de la
turbina hidráulica de la misma época. Ambas máquinas configuraron los inicios de la revolución
industrial en concentraciones de artesanos en torno a los ríos y otras regiones favorables, como las
minas, habida cuenta de la imposibilidad de la transmisión de la potencia mecánica a larga
distancia. La máquina de vapor solo se generalizó bien entrada la revolución industrial.
La potencia en los molinos occidentales se controla, bien por la cantidad de aspa recubierta de tela,
bien con el uso de postigos de madera en las mismas. A partir del siglo XIX se incluyen
mecanismos de regulación de potencia.
Las primeras referencias de molinos de viento en la península ibérica datan del medioevo,
originalmente en las zonas cristianas, para posteriormente incrementar su presencia en el califato
de Córdoba. De los siglos XVI a XIX queda gran cantidad de restos: molinos manchegos en
Campo de Criptana, andaluces en Huelva y Cádiz, molinos cartageneros y mallorquines. Ya en el
siglo XVII se realizaron mejoras tecnológicas que empiezan a configurar los molinos modernos,
ver como ejemplo la figura 1.1.4.
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En el siglo XVIII se refinan los mecanismos del interior del molino, siendo ya común la existencia
de rodamientos en los ejes de los molinos más avanzados. Las aspas pasan de ser un enrejado plano
de madera recubierto de una simple lona, con un larguero central, a ser un ala rudimentaria de
iguales materiales. Disponen el larguero más próximo al borde de ataque del aspa para mejorar la
corriente alrededor del él y con torsión (de eje el propio larguero). Ambas mejoras son con el
objeto de incrementar el rendimiento aerodinámico. A finales de este siglo se podía encontrar
molinos de viento por toda Europa, formando parte fundamental del entramado social y económico,
así como en América del Norte y del Sur, llevados por los emigrantes europeos.
No se conservan muchos molinos de esta época por estar construidos en parte de madera. Su uso
resultó especialmente útil en las llanuras, particularmente en las del área mediterránea y en islas,
por carecerse en estas zonas de corrientes fluviales, o bien por ser éstas lentas y por lo tanto poco
apropiadas al empleo de las turbinas hidráulicas de bajo rendimiento de la época.
La aparición de los motores térmicos, primero la máquina de vapor y luego el motor de combustión
interna, desplazó casi completamente a las máquinas eólicas durante la revolución industrial del
siglo XIX, quedando su uso restringido a regiones rurales, especialmente las remotas y pobres, para
la molienda del grano y para el bombeo de agua principalmente. Es de destacar en este siglo el
desarrollo de la turbina eólica multipala americana, que se difundiría rápidamente por todo
Estados Unidos. La figura 1.1.5 muestra una de estas máquinas. Consiste en un rotor multipala de
unos 3m de diámetro, conectado a un mecanismo de biela - manivela. Éste mueve un eje vertical
con movimiento alternativo que llega hasta una bomba de émbolo situada en la base de la torre,
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diseñada para acumular agua en un depósito. Su figura forma parte inseparable del rancho o granja
norteamericanos. Es la máquina eólica más difundida de cuantas hayan existido, habiéndose
fabricado unos 6 millones, de las cuales unas 150 000 deben de seguir en funcionamiento. Se
exportaron a todo el mundo. En España es de destacar su presencia masiva en la isla de
Fuerteventura. Su orientación al viento se realiza generalmente por medio de una veleta, la cual se
puede plegar sobre el rotor manualmente para desactivar su funcionamiento, o bien se realiza
automáticamente al sobrepasarse un valor de la velocidad de viento. Este ingenio marca la
sustitución paulatina y finalmente completa de la madera por el hierro, comenzando a fabricarse
sus álabes de este material a partir de 1890. Esta aeroturbina marca asimismo la sustitución de la
fabricación unitaria por la fabricación en serie.
Por la misma época, en 1892, en Dinamarca, país de importantes recursos eólicos, el profesor
Latour diseño el primer aerogenerador eléctrico bajo los auspicios de un programa estatal,
marcando el comienzo del desarrollo de la moderna tecnología eólica, ligado a la rotura de la
ligadura de las turbinas eólicas con el bombeo de agua y la molienda. Se llegaron a instalar unos
120 aerogeneradores, con una potencia eléctrica máxima unitaria de unos 25 kW, antes de la
primera guerra mundial.
El factor decisivo para el desarrollo posterior ha sido la tecnología aeronáutica, que ha permitido
sustituir las aspas lentas y de bajo rendimiento, con una cierta similitud a velas de barco, por aspas
de diseño aerodinámico mas parecidas a hélices de avión. El comienzo del siglo XX vio la
aparición de la teoría de perfiles aerodinámicos, realizada por Kutta y formalizada
matemáticamente por Joukowsky, la teoría de la capa límite, enunciada por Pradtl y muchas otras
aportaciones científicas y técnicas, fundamentadas en la Mecánica de Fluidos.
Betz demostró que la máxima fracción de energía extraíble de una corriente uniforme abierta es el
60%, conocido como límite de Betz. Posteriormente Glauert demostró que puede obtenerse mayor
rendimiento cuanto mayor es el coeficiente de velocidad λ, cociente entre la velocidad de punta de
pala y la velocidad incidente del viento.
En 1927 Dekkler construyó el primer rotor provisto de palas de sección aerodinámica (redondeado
en su borde de ataque (barlovento) y afilado en su borde de salida (sotavento)), permitiendo
velocidades de punta de pala de 4 a 5 veces la velocidad del viento incidente, frente al valor
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De forma similar a las hélices, con el objeto de optimizar el ángulo de incidencia de la corriente a
las palas, se implementó en las turbinas eólicas de eje horizontal el paso variable. Consiste en
hacer giratoria la pala alrededor de un eje que corta el eje de la aeroturbina y que coincide
sensiblemente con el eje longitudinal de la pala. El paso variable permite, además de una
optimización de las prestaciones frente a vientos de velocidad distinta, poner las palas en bandera
con vientos excesivamente fuertes, anulando su giro, con objeto de evitar el deterioro de la
aeroturbina, aparte de otras ventajas.
Sobre esta base se fueron decantando más claramente las distintas familias de aeroturbinas:
• Aerobombas, en gran número y generalmente de tipo multipala, con regímenes de giro entre 5 y
15 r.p.m. Son capaces de dar un elevado par de arranque, óptimo para mover bombas
alternativas.
• Aerogeneradores de pequeño (20 kW a 100 kW), medio (100 kW a 500 kW) y gran tamaño (>
500 kW):
1.1. Para alimentación de una red eléctrica, generalmente agrupadas en parques eólicos.
1.2. Para suplir otro tipo de generadores, como los Diesel, en un sistema aislado de la red
y por lo tanto autónomo. A su vez puede incluir baterías para almacenar energía
sobrante de días ventosos o carecer de ellas.
El régimen de giro de estos aerogeneradores viene dado por su tamaño, pues típicamente operan
con velocidades de punta de pala entre 5 y 10 veces la velocidad del viento. Así las aeroturbinas
grandes giran a unas 30 - 40 r.p.m., mientras que las mas pequeñas pueden superar las 1 000 r.p.m.
En 1924 Savonius desarrolla una aeroturbina de eje vertical muy sencilla, con elevado par de
arranque, por lo tanto adecuada para bombeo de agua, consistente en dos semicilindros huecos,
decalados y dispuestos según un eje vertical, como indica la figura 1.1.6. Se puede construir con
técnicas y materiales sencillos y baratos, pero adolece del problema de no poderse proteger de los
huracanes.
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Figura
En 1927 desarrolla Darrieus la turbina de eje vertical que lleva su nombre, siendo actualmente
competitiva. La figura 1.1.7 muestra una vista de una aeroturbina de este tipo. Consiste en aspas
verticales con perfil aerodinámico.
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Hasta la segunda guerra mundial se realiza la construcción de aerogeneradores cada vez mayores,
pero de resultado aún no del todo satisfactorio, resultado lógico de la inexperiencia y de lo somero
de los estudios de desarrollo realizados. Tras la guerra, el bajo precio del petróleo ralentizó
notablemente la expansión de la energía eólica, hasta la crisis del petróleo de 1973. Cabe destacar,
sin embargo, la iniciativa realizada por el gobierno danés, que tras realizar una evaluación detallada
de los recursos del país, instala en 1957 un generador de 240 kW en Gedser, que sirvió de base para
el desarrollo pionero de modernas turbinas eólicas, lo que ha convertido a este país en un líder
mundial.
Tras la crisis del petróleo, los países más desarrollados comienzan programas de investigación y
desarrollo en energía eólica y fruto de ellos es la actual tecnología. Cabe destacar los resultados
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logrados en los Estados Unidos, como el aerogenerador MOD-0 de 100 kW en 1975 y el MOD-5B
de 3,2 MW en 1987, construido por Boeing e instalado en Hawai.
En España la situación actual comienza en 1978 con el programa de desarrollo de una aeroturbina
de 100 kW financiado por el entonces Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MICT), que
finalmente se instala en Tarifa (Cádiz). Los trabajos financiados por el mismo Ministerio a través
del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), realizados entre 1981 y 1986,
logran la creación de un embrión de industria nacional, basada en ese momento en aeroturbinas de
pequeño y medio tamaño. En este período se realizaron actuaciones legislativas que se concretaron
en la Ley 82/80 de 30 de diciembre, sobre Conservación de la Energía, de amplia repercusión. El
Plan de Energías Renovables de 1986 (PER-86) marcó directrices que favorecieron la instalación
de los primeros parques eólicos, de unos 300 kW, creados por colaboración entre el Instituto para
la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE-MICT), Comunidades Autónomas, compañías
eléctricas y empresas privadas. En 1988 se inició el segundo Plan de Energía Renovables (PER-
89), el cual consideraba las indudables ventajas de estas energías desde el punto de vista de política
energética, autonomía de recursos y aspectos medioambientales. El PER-89 estableció criterios de
competitividad en los que se atendía más a los aspectos productivos, precio y calidad, que a las
subvenciones directas para el desarrollo tecnológico.
El nivel tecnológico logrado tras esta época, junto con la producción eléctrica, situaron en 1990 a
nuestro país en el cuarto lugar en Europa, la cual totalizó un 25% de la potencia total mundial,
siendo el resto prácticamente en los EE.UU. Los parques actuales están siendo realizados en base a
máquinas de tecnología nacional, de las empresas ENDESA y ECOTÉCNIA, con tecnología
transferida de empresas extranjeras U. S. Wind Power y VESTAS a las empresas nacionales AWP
y ACSA respectivamente.
Tras estos años de maduración y contando con la experiencia recientemente adquirida en nuestro
país con la instalación y explotación de grandes parques nos encontramos ante la posibilidad de un
mercado industrial caracterizado por la rentabilidad económica.
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Estos logros han sido en parte consecuencia de una maduración tecnológica que ha originado una
base estable de la cual aún cabe esperar mejoras.
A continuación se indican características básicas que definen con un mayor detalle la tecnología
actual, aunque este resumen ha de ser incompleto necesariamente, dada la amplia gama de tamaños
disponibles y de aplicaciones. Nos centraremos en los aerogeneradores de que actualmente equipan
los parques eólicos.
Disposición general
Los aerogeneradores actuales de eje horizontal están constituidos por una cimentación de
hormigón armado adecuada al terreno y a las cargas del viento, sobre la cual se levanta una torre,
típicamente de acero, de estructura de celosía, o bien de tipo tubular de acero o hormigón armado
para mejorar su aspecto. Elevan el aerogenerador bastante, con el objeto de evitar las bajas
velocidades de viento junto a la superficie del terreno. N valor típico de la altura es H =
0,75D+10m. Al extremo de la torre se fija una góndola giratoria de acero o fibra de vidrio, ver la
figura 1.2.1, a la cual se accede por el interior de la torre, o por el exterior si se trata de un modelo
pequeño. Ésta encierra:
• El tren de potencia (eje del rotor (lento), caja multiplicadora (de engranajes planetarios o
normal), de régimen de salida hasta unas 1 000 a 1500 r.p.m. y de elevado rendimiento,
típicamente un 90% a 95%, eje rápido y acoplamientos flexibles).
• La maquinaria eléctrica (generador eléctrico, con un rendimiento del orden del 90%, controles,
accionamientos y máquinas auxiliares).
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enganche a la red, protección de embalamiento, orientación, paso de las palas). Suele incluir
un módulo de comunicación con una base de control central.
En el exterior encontramos:
• El buje, que une las palas del rotor y que puede incorporar sus articulaciones, como cambio de
paso, conicidad, etc..
• Las palas, cuyo eje de giro suele estar inclinado algunos grados sobre la horizontal, al objeto de
alejar las palas de la torre
• El mecanismo aerodinámico de orientación. Suele ser de veleta de cola o molino de cola para
pequeños tamaños. Para tamaños medios y grandes se usa orientación asistida detectando la
dirección del viento por medio de un sensor de dirección y orientando la góndola con un motor
eléctrico o hidráulico engranado a una corona horizontal.
Figura 1.2.1.- Disposición típica dentro de la góndola de un aerogenerador de eje horizontal de tamaño
medio con sistemas modulares [23].
Tamaño
Los aerogeneradores de pequeña potencia (< 100 kW) y de media potencia (< 700 kW) ofrecen
un alto grado de madurez tecnológica, mientras que los cercanos a 700 kW y superiores son de
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primera generación. Sin embargo, cabe esperar que su puesta a punto sea corta por la
experiencia adquirida con los de menor tamaño.
Actualmente se trabaja intensamente en prototipos con potencias máximas en torno a 4,5 MW,
con el objeto de determinar la tecnología más adecuada y los costos reales de instalación y
producción. Esto es debido a que los explotadores han demandado unidades de mayor tamaño,
que permitan un mayor aprovechamiento del terreno, una potencia por unidad de superficie
barrida por el rotor mayor (debido a que la velocidad del viento aumenta con la altura) y un
menor número de unidades que atender para igual potencia instalada. Sin embargo, la mera
extrapolación de la tecnología de las aeroturbinas de media potencia no parece adecuada. El
peso y por lo tanto el costo aumenta aproximadamente con el cubo del diámetro del rotor y la
potencia con el cuadrado (área barrida) o algo más, pero no tanto como el cubo, debido al
pequeño efecto de la mayor velocidad del viento con la altura. Esto parece indicar que un mero
aumento de la escala es negativo. El uso de dos palas en lugar de tres reduce el costo y el peso
sobre el buje y el tren de potencia, pero las mayores asimetrías de cargas por el giro del rotor
que aparecen, crean problemas de fatiga y vibraciones, que intentan aliviarse con el uso de bujes
basculantes. Otros recursos para permitir una competitividad a las aeroturbinas de gran tamaño
son:
Esta situación mantiene un intenso debate técnico sobre si la solución a un aumento de la potencia
instalada ha de realizarse sobre la base de los abaratamientos al fabricar en masa unidades de media
potencia, o basándose en las hipotéticas ventajas de unidades grandes de nuevo desarrollo.
Las aeroturbinas de gran tamaño parecen adecuadas para enclaves de fácil acceso, p. e. llanuras y el
mar. En nuestro país abundan los enclaves de compleja orografía, lo cual afecta a la accesibilidad y
supone un viento turbulento, por lo que no parece que se difundan las grandes aeroturbinas tan
fácilmente.
Rotor
La mayoría actualmente son de rotor horizontal, si bien los de tipo Darrieus se siguen
fabricando y explorando como candidatos para un futuro. Existe una marcada tendencia a los
rotores tripala por su mayor suavidad de giro, si bien al aumentar el tamaño se detecta una
mayor proporción de rotores bipala, por la reducción de coste y peso que representa.
Los materiales empleados van desde la tradicional madera, por su buen comportamiento a la
fatiga, al metal, como el acero o el aluminio. Sin embargo, el material mas utilizado es la fibra
de vidrio con resinas sintéticas (poliéster), si bien se explora continuamente el empleo de fibras
de carbono y Kevlar con epoxi, en previsión de una futura reducción de su costo.
El rotor puede ser una pieza rígida o poseer articulaciones. La más frecuente es la de cambio de
paso, si bien se ha usado la articulación que permite conicidad al rotor, aunque no es frecuente.
Además, es posible encontrar partes de las aspas que pueden deflectarse, con el objeto de actuar
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En la mayoría de los casos el rotor está situado a barlovento de la torre, con el objeto de reducir
las cargas cíclicas sobre las aspas que aparecen si se situara a sotavento de ella, pues al pasar
una pala por la estela de la torre, la velocidad incidente está muy alterada. Debido a este
fenómeno, las torres de aeroturbinas con rotores a sotavento son de celosía, por su mayor
transparencia al viento.
Sistema de control
La aeroturbina comienza a dar potencia a partir de una velocidad del viento que permite vencer
sus pérdidas de potencia internas a la velocidad de giro mínima requerida para la generación
eléctrica. A partir de ese momento resulta interesante controlar el paso de las palas, si éstas
disponen de mecanismo de variación de paso, con el objeto de orientar óptimamente las palas al
viento. Otra posibilidad adicional o sustitutoria es que sea posible ir aumentando la velocidad de
giro del rotor a medida que aumenta la velocidad del viento, lo cual permite asimismo mejorar el
rendimiento de extracción, pero dificulta el uso de la maquinaria eléctrica. Es necesario evitar
sobrecargar el tren de potencia de la aeroturbina, fundamentalmente por par motor. Es necesario
también evitar una velocidad de giro excesiva que ocasione sobreesfuerzos centrífugos.
Finalmente han de respetarse los límites de funcionamiento del generador, generalmente
régimen de giro e intensidad. En consecuencia, debido a la inconstancia del viento es necesario
disponer de métodos pasivos o activos de control del aerogenerador.
El control por pérdida aerodinámica consiste en usar un fenómeno natural de los perfiles
aerodinámicos, que consiste en una brusca disminución de la sustentación (fuerza que hace girar
las palas) y asociada a ello un también brusco aumento de la resistencia (fuerza que se opone al
giro de las palas). Esto ocurre cuando el ángulo de ataque de la corriente incidente al perfil
sobrepasa un cierto valor, siendo debido al desprendimiento de la corriente de la superficie del
perfil. Así, si un rotor gira a velocidad constante, lo cual es muy frecuente, como es el caso de
disponer de generador de inducción, al aumentar la velocidad del viento aumenta el ángulo de
ataque, con lo que a partir de una cierta velocidad aparece la pérdida aerodinámica, limitándose
de forma natural el par que aparece en el eje. Debido a que puede resultar insuficiente, se añaden
frenos aerodinámicos, consistentes en desprendedores de la corriente retráctiles.
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La entrada en pérdida ocasiona vibraciones que hace que el conjunto móvil haya de ser
reforzado.
Sistema eléctrico
Los aerogeneradores de muy pequeño tamaño, decenas de watios, usan generadores de corriente
continua, dínamos. Su limitado rango de funcionamiento hace que a partir de 100 W se usen
alternadores de imanes permanentes, hasta los 5 kW. Por no necesitar excitación externa se usan
en aplicaciones aisladas de la red, en cuyo caso suelen incorporar un grupo rectificador para
permitir la acumulación de energía en baterías. Este tipo de aplicaciones permite régimen de
giro variable.
La tendencia general es el uso de generadores de inducción con rotor en jaula de ardilla, por su
sencillez, ausencia de contacto giratorio, robustez, bajo coste, bajo mantenimiento y sencillez de
enganche a la red, con velocidades diferentes a la de sincronismo. Las bobinas del estátor
requieren alimentación y consumen potencia reactiva. Cuando están conectados a la red, el
régimen de giro es próximo al de sincronismo por lo que las turbinas operan a régimen casi
constante. Requieren una protección que evite que funcionen como motores al bajar la velocidad
del viento.
Sistema de almacenamiento
Con el objeto de disponer del beneficio buscado en los períodos de viento flojo o de calma, se
dispone de sistemas de almacenamiento de diverso tipo, inútil en sistemas de generación
eléctrica conectados a la red.
Acumulación térmica: la energía extraída del viento se usa para calentar agua, directamente
por medio de un freno hidráulico o por calentamiento de resistencias eléctricas tras la
conversión a electricidad. El agua se almacena y el aprovechamiento energético posterior sería
solo adecuado si se requiere en forma calorífica. Un aerogenerador podría almacenar energía
moviendo un compresor de aire que es enviado a un depósito presurizado, preferiblemente
aislado térmicamente, utilizándose posteriormente la energía expansionando el aire a través de
una turbina o expansor volumétrico con una eventual combustión previa. Este último sistema
proporciona elevados rendimientos, cifrables en un 60% al 80%. Sin embargo, sin combustión,
el rendimiento máximo teórico es el 50% si se deja enfriar el aire comprimido.
Bombeo de agua: Durante períodos con exceso de producción de energía se puede usar la
energía eléctrica para bombear agua hasta un depósito elevado. Durante períodos de viento
insuficiente la carga podría alimentarse con una minicentral hidráulica cuyo generador síncrono
se conectaría en paralelo con el aerogenerador a través de un sistema de protección y control
adecuado. Este método proporciona una eficiencia de energía eléctrica recuperada a energía
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La Energía Eólica A. Lecuona
eléctrica enviada al almacenamiento del 50% al 80%. Requiere inversiones iniciales elevadas.
Es la solución encontrada para poder electrificar eólicamente al 100% la isla de El Hierro.
Baterías: Es el sistema más utilizado actualmente y permite construir sistemas de muy pequeño
tamaño, adecuados para balizas, repetidores de señal, estaciones de recogida de datos y puestos
de socorro remotos. Su rendimiento es del 60% al 75%. Se emplean baterías especiales que
permitan reducciones de su carga hasta el 60% sin daños. Su vida en estas condiciones es del
orden de 5 a 7 años. No es adecuado para tamaños grandes por su elevado coste y dificultades de
mantenimiento.
Curva de potencia
Define la potencia eléctrica disponible como función de la velocidad del viento. Es nula hasta
una velocidad mínima o de arranque va y a partir de ella crece rápidamente (aproximadamente
como el cubo de la velocidad) creciendo asimismo el régimen de giro del rotor. Al llegar el
viento a una velocidad, vn, en torno a los 10 a 15 m/s comienzan a actuar los mecanismos de
limitación y la potencia de salida y régimen del rotor se mantienen aproximadamente constantes.
Esta potencia se denomina potencia nominal Pn, y se mantiene hasta los 20 a 25 m/s. A partir de
aquí, vpa, la potencia de salida cae rápidamente o se anula el funcionamiento, pues comienzan a
actuar los mecanismos de protección, frenando el rotor para evitar riesgos. La velocidad de
viento de supervivencia puede ser en torno a los 50 a 60 m/s.
La figura 1.2.2 muestra las curvas de potencia de una misma turbina de eje horizontal dotada de
regulación por cambio de paso y por pérdida aerodinámica.
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La Energía Eólica A. Lecuona
P (kW)
va vn vpa v (m/s)
Velocidad Velocidad Velocidad
de arranque nominal de parada
Figura 1.2.2.- Curvas de potencia de una misma turbina, con regulación por cambio de paso y con
regulación por pérdida aerodinámica.
Un parque eólico típico hace uso de aerogeneradores de media potencia, con torres tubulares de
30 m a 40 m de altura, y rotores de unos 20 m a 30 m de diámetro. Se separan unos 100 m a 200
m para reducir la interferencia entre las estelas turbulentas creadas por las turbinas y para
permitir que el mezclado turbulento del aire rellene el defecto de cantidad de movimiento en
ellas. El terreno ocupado por las cimentaciones, las vías de acceso y el sistema eléctrico son del
1%, por lo que el restante 99% puede ser dedicado a la agricultura normal. Esto supone una
ocupación por kW producido del orden de 1/3 de una central térmica de carbón.
La configuración precisa depende del tipo de terreno (llano, ondulado o accidentado) sobre el
que se asiente el parque y de la variabilidad del viento. Los terrenos llanos permiten
disposiciones armoniosas y muy extensas, lo que contribuye a la estética del conjunto. Los
terrenos accidentados, frecuentes en nuestro país, permiten la instalación muy concentrada de
aerogeneradores, dificultando el diseño de las instalaciones, la construcción de las mismas y en
general dan como resultado una estética menos aceptable. En este tipo de parques se llega a
juntar las torres dos o tres diámetros de rotor si la dirección del viento es dominante. Para
vientos variables de dirección es necesaria una separación mayor que evite interferencias
aerodinámicas mutuas.
Las instalaciones situadas sobre el mar tienen un gran interés por la gran extensión disponible y
por la calidad del viento, sin embargo, aún son muy costosas y quedan muchas incógnitas
técnicas por despejar.
Disponibilidad de la energía
No siempre hay viento, por lo tanto no se puede lograr disponer continuamente de energía
eólica. Así, en una buena colina, con una velocidad media del viento de 8 m/s se dispone
típicamente de energía 2 días de cada tres. Si el consumo es menor que el suministro se puede
recurrir al almacenamiento. Aún así, la solución del almacenamiento resulta cara y compleja,
sólo justificable en lugares remotos o bajo circunstancias muy especiales.
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La Energía Eólica A. Lecuona
La solución más adecuada supone inyectar la totalidad de la energía a la red integrada o inyectar
la sobrante si hay consumo propio. El estar conectado a la red permite así un mejor
aprovechamiento, una rentabilización de los costos y una seguridad en el suministro.
Montaje y otros
0% 10%
Torre
20%
Palas
Buje 20%
5%
Góndola
10%
Sistema de control
10%
Sistema eléctrico
10% Tren de potencia
15%
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La Energía Eólica A. Lecuona
Consideraciones económicas
Los aerogeneradores son bienes de equipo de elevado precio de adquisición, pero con unos
costes de operación bajos. En consecuencia, los costes financieros tienen una repercusión
elevada en la inversión de capital a realizar y por lo tanto en la rentabilidad. La figura 1.2.4
muestra la sensibilidad del coste de la energía a los parámetros más relevantes. Destaca la
sensibilidad al coste de la inversión, a la velocidad media del viento y a la disponibilidad.
La reducción de coste en los desarrollos futuros ha de venir por las siguientes vías:
• Reducción de tensiones en los materiales. Puede venir por el uso de construcciones más
ligeras y en el uso de sistemas de velocidad variable con control de par, lo que se traducirá en
trenes de potencia más ligeros y por lo tanto más baratos.
• Uso de conceptos mecánicos más simples. Se ha de lograr una reducción del número de
piezas, de la complejidad de montaje y ajustes y del mantenimiento. El uso de trenes de
potencia integrados puede ofrecer ventajas sustanciales frente al uso de trenes de potencia
modulares formados por subconjuntos comerciales.
• Uso de materiales más efectivos con relación a su coste. La elección idónea del diseño,
método de fabricación y materiales adecuados es algo aún en estado de maduración
Figura 1.2.4.- Sensibilidad del coste de la energía eólica a los parámetros mas influyentes.
Panorama español
Nuestro país se encuentra situado entre los más avanzados de Europa en el desarrollo de la
energía eólica, tanto por la potencia instalada, como por disponer de fabricantes nacionales y por
la actividad de I+D que se realiza, fundamentalmente en el organismo público CIEMAT y en
algunas Universidades. Dos fabricantes con tecnología propia GAMESA y MADE dominan el
mercado y disponen de máquinas hasta 1 000 kW. Esta oferta está complementada por
fabricantes bajo licencia y distribuidores, como ACSA, AWP, CENEMESA, etc. Se dispone de
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La Energía Eólica A. Lecuona
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La Energía Eólica A. Lecuona
Los recursos eólicos provienen de las corrientes horizontales en la superficie generadas por el
diferente calentamiento del aire en la troposfera, que origina corrientes verticales por efecto del
menor peso del aire calentado con respecto al que le rodea. Estas corrientes verticales generan las
mucho más intensas horizontales, por desplazamiento del aire, lo cual se manifiesta por la
aparición de gradientes de horizontales. Debido a ellos el viento debería ser perpendicular a las
isobaras e ir de las altas presiones a las bajas, pero la fuerza de Coriolis, debida al giro de la Tierra,
desvía las corrientes. La fuerza de Coriolis es proporcional a la velocidad del viento y normal a
ella. La desviación inducida hace que las corrientes rodeen las zonas de baja presión (borrasca)
dejándolas a su izquierda (movimiento antihorario), en el hemisferio Norte y dejan
correspondientemente a su derecha a las zonas de alta presión (anticiclón).
La atmósfera en media emite mas calor por radiación del que recibe y la diferencia es aportada por
el suelo, que al recibir la radiación del Sol calienta el aire por conducción, el cual tiende a ascender
generando la inestabilidad antes citada, que induce movimientos verticales y por lo tanto un
mezclado efectivo. De esta manera se establece un equilibrio dinámico que comporta movimientos
aproximadamente cíclicos, debido al período día-noche y al anual, aparte de otros de mayor
período. Sin embargo, el suelo radia muy eficazmente en noches claras, enfriándose y absorbiendo
calor del aire más próximo por conducción. Esto hace que el aire junto al suelo se densifique,
tendiendo a permanecer junto al él, creándose una atmósfera estable que previene el mezclado de
capas altas de la atmósfera con capas junto al suelo. Se dice que una atmósfera es neutra cuando
aparece una indiferencia al traslado de masas a distintas alturas, situación por lo tanto intermedia
entre atmósfera estable e inestable.
Cerca de la superficie el viento pierde cantidad de movimiento por la disipación de energía que
supone el rozamiento con el suelo, estableciéndose una capa límite turbulenta de gran espesor1,
tanto mayor cuanto mayor y mas tupidos sean los obstáculos en la superficie. La inestabilidad de la
atmósfera reduce el espesor de la capa límite pues el trasiego de masas altas, por lo tanto con gran
velocidad, con bajas más lentas supone una adición de cantidad de movimiento cerca del suelo.
A efectos de aprovechar la energía del viento, interesa que la capa límite sea delgada, con el objeto
de lograr altas velocidades del viento. La capa límite se ve alterada localmente por la presencia de
obstáculos. Así en el lado de barlovento de una colina o acantilado se tiene la conjunción de un
aumento de la velocidad del viento por la desviación que le impone el obstáculo y una reducción de
la altura de la capa límite. A sotavento, sin embargo, se nota una alta turbulencia y un defecto de
velocidad, denominándose esta región la estela.
La península ibérica se encuentra la mayor parte del año en una zona de vientos generales del
Oeste, propios de las latitudes medias del hemisferio Norte, fenómeno que es parte de la
circulación general del aire en el planeta, por lo que las costas gallegas poseen un buen potencial
eólico. Su intensidad decae en verano. Sin embargo, el archipiélago canario se encuentra en la zona
de los alisios, vientos muy constantes del Este, lo que hace que esta zona posea recursos eólicos
interesantes.
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La Energía Eólica A. Lecuona
A estas corrientes generales es necesario añadir los vientos locales que provienen de
calentamientos diferenciales, como las brisas marinas, las corrientes valle - montaña, etc.
Normalmente no justifican su explotación con parques eólicos, salvo casos excepcionales.
Efectos locales adicionales pueden ser debidos a particularidades orográficas que ocasionan zonas,
generalmente pequeñas, con potencial aprovechable. Efectos locales notables son la canalización
del viento que produce el valle del Ebro y el Estrecho de Gibraltar, pues proporcionan un contenido
energético explotable.
• Vida útil del sistema por el efecto de la turbulencia, ráfagas, tormentas, etc.
Una masa de aire m con movimiento uniforme unidireccional de velocidad v tiene una energía
cinética:
E = 21 mv 2 (2.1.1.1)
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La Energía Eólica A. Lecuona
Si ρ es la densidad del aire de la corriente uniforme, la energía por unidad de volumen de esta masa
es:
e = 21 ρv 2 (2.1.1.2)
El flujo volumétrico Q a través de una superficie de control estacionaria de sección frontal A es:
Q = Av (2.1.1.3)
P = eQ = 12 ρ Av 3 (2.1.1.4)
Esta expresión nos muestra la gran dependencia de la potencia con la velocidad. Asimismo nos
indica la conveniencia de operar a nivel del mar, donde la densidad es máxima, con un valor medio
de 1,225 kg/m3. Permitámonos obtener la potencia eólica de una corriente uniforme, en principio
enteramente disponible para su transformación en otra forma de energía mecánica, por metro
cuadrado de sección y a nivel del mar y para varias velocidades del viento. Los resultados los
muestra la tabla 2.1.1.1.
Velocidad (m/s) 1 2 5 7 10 20 40
Fuerza del viento 1 2 3 4 5 9 12
(grados Beaufort)
Definición por No mueve Mueve Extiende Levanta polvo. Mueve los árboles Desperfectos en No hay
observación de sus banderas. banderas. banderas Mueve las ramas pequeños. En estanques partes salientes de experiencia
efectos pequeñas de forma pequeñas olas edificios. Derribo de
árboles chimeneas
Densidad de 0,6 4,9 76 210 612 4,9 * 103 39 * 103
potencia (W/m2)
Energía anual 5,3 43 666 1,84 * 103 5,36 * 103 42,9 * 103 341 * 103
kWh
Presión 6,1 * 10-3 0,025 0,15 0,30 0,61 2,45 9,8
dinámica (mbar)
Tabla 2.1.1.1- Relación entre la velocidad del viento, su valor en grados Beaufort, sus efectos fácilmente
apreciables, la densidad de potencia, la energía a lo largo de un año y la presión dinámica ρV /2.
2
Puede deducirse de los valores obtenidos que por encima de 5 m/s la densidad de potencia del
viento es interesante.
La totalidad de la energía cinética del viento no puede extraerse, debido a que se trata de una
corriente abierta, por lo que una deceleración substancial hace que la corriente rodee a la masa de
aire remansada, reduciéndose el caudal por la sección preparada para su captura. Adicionalmente,
aparecen pérdidas de diverso tipo en la extracción de la energía, en su transmisión mecánica y
finalmente en su conversión eléctrica. Por ello se define el coeficiente de potencia Cp, a modo de
eficiencia de conversión, como el cociente entre la potencia extraída, es decir, aprovechada Pa, y la
disponible en el viento. Para una corriente estacionaria valdría:
Pa
Cp = 1
2 ρAv 3 (2.1.1.5)
Un valor representativo máximo es del orden de 0,4 para una aeroturbina moderna de tipo rápido.
La figura 2.1.1 muestra el coeficiente de potencia máximo obtenible para distintos tipos de
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La Energía Eólica A. Lecuona
aeroturbinas actuales como función del parámetro λ de velocidad del rotor. Las aeroturbinas
rápidas presentan una serie de ventajas:
• Se obtienen elevados valores de Cp junto con un amplio margen de velocidades para los que son
posibles valores aceptables.
• La rapidez del rotor ocasiona que para igual potencia sea menor el par (P = C ω), reduciéndose
las cargas sobre la parte lenta del eje, con lo que puede construirse más ligero. Un régimen de
giro alto del rotor requiere una multiplicación menor en la caja de engranajes, reduciéndose su
costo y aumentando su eficiencia. Veremos que la obtención de elevados coeficientes de
potencia para λ elevados requiere de un diseño aerodinámico depurado.
El área de referencia para calcular P en una aeroturbina es la de la sección recta frontal al viento de
la zona afectada por el giro de las aspas. Para una aeroturbina de eje horizontal es A = π D2/4,
siendo D el diámetro del rotor.
La densidad del aire ρ puede cambiar por efecto de la climatología, afectando de manera detectable
la potencia disponible.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Figura 2.1.1.1.- Variación del coeficiente de potencia Cp máximo con el parámetro de velocidad del rotor λ
para diferentes tipos de aeroturbinas con tecnología actual.
La velocidad del viento evoluciona con la distancia al suelo, debido a la capa límite terrestre,
siendo afectada por los obstáculos aguas arriba del punto considerado y del perfil del terreno en las
inmediaciones. Las mediciones de viento a menudo no se han realizado a la altura a la que se va a
instalar la aeroturbina, aunque ello es aconsejable. Con el objeto de corregir los datos se suele usar
una ley de variación con la altura como la siguiente:
v = v0 (h / h0 ) (2.1.1.6)
n
donde:
v = Velocidad del viento a la altura h sobre el punto de velocidad nula (altura de árboles, de
edificios, de hierba, etc.)
v0 = Velocidad del viento en el punto de medida, típicamente 30 metros por encima del punto de
velocidad nula.
- 28 -
La Energía Eólica A. Lecuona
El movimiento atmosférico está caracterizado por escalas temporales y espaciales que cubren un
rango muy amplio, en virtud del elevado valor del número de Reynolds que lo caracteriza. Así,
podemos encontrar que la velocidad del viento puede variar del orden de sí misma en escalas de
centímetros, debido a la turbulencia de pequeña escala (microescala). Puede cambiar del orden de
sí misma en escalas del orden de metros, también por la turbulencia y por el gradiente vertical de
velocidad media debido a la capa límite. Finalmente, puede variar del orden de sí misma en escalas
mayores, debido al efecto de la orografía y de las estructuras climatológicas. Las aeroturbinas, con
tamaños característicos de metros o decenas de ellos, detectan estas variaciones locales durante su
giro, lo cual carga su estructura con fuerzas variables, generando fatiga e irregularidades en la
electricidad.
Lo mismo ocurre con las variaciones temporales, pues el viento medido a punto fijo muestra una
variabilidad de corto período, digamos que desde segundos a minutos debido a la turbulencia, por
lo que afectan la marcha de la aeroturbina. Las escalas temporales mayores, muestran un
comportamiento coherente, al contrario que las espaciales, pues no se detectan variaciones
importantes en el rango de 2 a 10 horas. Esto permite elegir este período para obtener estadísticas
fiables. En contraste, se detectan variaciones importantes en escalas de ½ día y 1 día. Las escalas
mayores se deben al tiempo de residencia de fenómenos meteorológicos, típicamente varios días, al
período anual y variaciones más largas. Estas escalas temporales determinan la capacidad
energética disponible y han de ser tenidas en cuenta.
La estructura del viento puede por lo tanto considerarse como la superposición de variaciones
turbulentas, aleatorias, y variaciones cuasiperiódicas. Para la correcta evaluación del potencial
eólico conviene, por tanto, usar períodos de medida T iguales al período más próximo (1/2 día, 1
día, 1 año) o múltiplos enteros de ellos. Para la correcta evaluación de la turbulencia se ha de elegir
un período de duración muy superior a la escala mayor turbulenta (minutos), pero menor que el
tiempo en que el viento cambia de comportamiento, por el motivo macroscópico que sea. Para
evaluar la turbulencia se usa generalmente un filtro pasabajos (de media móvil) para obtener la
velocidad media v y así poderla restar de la medida instantánea, con el objeto de obtener una
desviación estándard σv. Con ella se define la intensidad de la turbulencia Iv:
σv 1 T /2
Iv = ; σv2 = ∫ (v − v ) 2 dt (2.1.2.6)
v T − T /2
La intensidad de la turbulencia, medida con anemómetros, se usa para estimar las cargas sobre la
aeroturbina. Si los períodos de medida T son largos y eventualmente se ha eliminado el efecto de la
turbulencia de las medidas, lo que se obtiene de la expresión anterior es una medida de la
variabilidad del viento, por lo que denomina índice de variabilidad IV.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Es necesaria una elaboración adicional para obtener la equivalencia energética del viento, dado que
la potencia depende no linealmente de la velocidad. El procedimiento correcto es evaluar una
velocidad cúbica media equivalente:
T /2 T /2
1 1
v = ∫ ρ v dt ; ρ = ∫ ρ dt
3 3
(2.1.2.7)
Tρ T
−T / 2 −T / 2
que permitiría obtener la potencia media del viento durante este período:
P = 12 ρ Av 3 (2.1. 2.8)
Se podría haber usado una densidad de referencia, p. e. la del nivel del mar o de la atmósfera
estándard en lugar de la media ρ . Si se conoce la curva de potencia de la aeroturbina puede
deducirse de ella su coeficiente de potencia como función de la velocidad del viento Cp〈v〉,
bastando para ello dividir por 1/2ρv3:
P v
Cp v = (2.1. 2.9)
1
2
ρ Av 3
T /2
1
P = 12 A
T ∫ ρ v 3C p v dt (2.1. 2.10)
−T / 2 a
k −1 v k
f v = k
v
exp − (2.1. 2.12)
c c
en donde:
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La Energía Eólica A. Lecuona
v k v k v
k
p v ≥ vx = exp − x ; p v y ≥ v ≥ v x = exp − x c − exp − c (2.1. 2.13)
y
v
c
1 2 1 3 (2.1. 2.14)
v = cΓ 1 + ; σ 2 = c2 Γ 1 + − Γ 2 1 + ; v 3 = c 3Γ 1 + ;
k k k k
A la curva p〈v ≥ vx〉 = exp[-(vx/c)k], que nos da la probabilidad de tener viento con velocidad mayor
que vx, o sea, la distribución acumulada de probabilidad de velocidades, se la conoce como curva
de duración de viento. Lógicamente tiene una abcisa de valor 1 para velocidad nula y es
monótonamente decreciente, como puede observarse en la figura 2.1.2.1. Esta curva, sin embargo,
se suele representar la probabilidad multiplicada por el número de horas total durante la medida, o
sea, T. Nos da así las horas en que la velocidad es superior al valor leído.
1.2 1
1
0.8
f_( 1 , α ) p( 1 , α )
0.8
f_( 1.5,α ) p( 1.5, α ) 0.6
f_( 2 , α ) 0.6 p( 2 , α )
f_( 3 , α ) 0.4 p( 3 , α )
0.2
0.2
0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4
α α
Figura 2.1.2.1.- Forma de la función de densidad de probabilidad de Weibull f(k,α) y su integral p(k,α), α =
v/c.
El factor de potencia eólica FPE se define para corregir el cubo del valor de velocidad media, el
cual en ocasiones es el único dato disponible y obtener la velocidad cúbica media, a usar para
obtener la potencia media. Su expresión y la del índice de variabilidad IV vienen dados por:
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La Energía Eólica A. Lecuona
1
3 2 2
Γ 1+ Γ 1+
v 3
k σ k (2.1. 2.15)
FPE = 3 = ; IV = v = − 1
v 1 v 2 1
Γ3 1 + Γ 1+
k k
Γ es la función gamma, mostrando la tabla 2.1.2.2 sus valores numéricos. Los valores de c y k son
determinados por ajuste de los datos obtenidos en las campañas de medidas a la distribución de
Weibull, usualmente por mínimos cuadrados. La figura 2.1.2.2 muestra un resultado de realizar este
ajuste [1].
Dado que es necesario recurrir a datos del pasado a menudo se dispone tan solo de medidas de la
velocidad media y de una indicación de la variabilidad del viento. En estos casos se puede obtener
una estimación grosera de los parámetros como sigue [1].
v = cΓ 1 + 1/ k ; σ 2 = c2 Γ 1 + 2 / k − Γ2 1 + 2 / k (2.1. 2.17)
Figura 2.1.2.2.- Histograma (distribución de frecuencias) de las velocidades del viento medidas y ajustadas
a una función de Weibull para datos obtenidos en la zona eólica de Malpica, La Coruña. A es c.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Con el uso de una distribución de densidad de probabilidad puede aplicarse 2.1.11 haciendo uso de
las probabilidades obtenidas con 2.1.13 o bien usando:
∞
P = 12 A ∫ ρ v 3 f v C p v dv (2.1. 2.18)
0
La energía E obtenida en un cierto período T, caso de estacionariedad en los valores medios, viene
T
dada por E = PT , o bien es necesario integrar la curva: E = ∫ P t dt .
0
El método cuasidinámico usa la serie temporal de datos del viento como entrada a un modelo
numérico del funcionamiento de la turbina, incluyendo sus sistemas de control. Así se obtienen
datos más fiables de la energía producida, del comportamiento del sistema de orientación, del
número de arranques y paradas, así como investigar la influencia de distintas estrategias de control.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Σ
v
Producción
P Energética
Curva de (kWh)
potencia
Series temporales
de velocidad y direccón
v Modelo dinámico
v t
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La Energía Eólica A. Lecuona
• En los litorales Cantábrico y gran parte del atlántico, submeseta Norte y depresión del Ebro
dominan los vientos del cuadrante Norte - Oeste.
• En la submeseta Sur actúan con igual frecuencia los vientos del cuadrante Norte - Este y Sur -
Oeste.
• En la depresión del Guadalquivir dominan en invierno los del cuadrante Norte - Este y en
verano los del cuadrante Sur - Oeste.
Los efectos térmicos locales ocasionan corrientes adicionales que afectan a los valores medios y a
las variaciones diurnas, pero no poseen intensidad suficiente para generar un potencial eólico
aprovechable.
Las principales modificaciones a los vientos generales que dan lugar a áreas de elevado potencial
eólico son:
• Efecto ladera: Al encontrar un obstáculo, como una cadena montañosa, el viento asciende y se
acelera.
El mapa eólico de Canarias muestra un dominio delos alisios del Noroeste, especialmente en
verano.
Andalucía: La zona de Tarifa posee un potencial alto en ciertas zonas, ya en explotación y medio -
alto en otras, por lo tanto candidatas para futuras explotaciones.
Canarias: El alto potencial eólico de esta región está concentrado en las costas y se deben a los
alisios, pudiéndose afirmar la rentabilidad actual. La mayor problemática de la zona es la escasa
extensión de las redes insulares que dificulta la penetración eólica. Podría llegar a 16 MW en el año
2 000. Sin embargo, la potencia instalable en el umbral actual de rentabilidad podría llegar a 150 a
250 MW.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Castilla y León: Amplias zonas están inmediatamente debajo del umbral de la rentabilidad,
pudiendo ser rentables si bajan los costos, planteando pocos problemas por la disponibilidad del
terreno, la baja densidad de población y la poco compleja orografía.
Cataluña: Las zonas de mayor potencial se encuentran en los Pirineos y serían rentables, pudiendo
llegar a los 20 a 50 MW en el umbral de rentabilidad actual.
Galicia: Es la región con mayor potencial en la península, estimándose que pueden instalarse de
inmediato varios parques rentables, cada uno de varias decenas de MW, hasta llegar a los 500 a 700
MW con rentabilidad.
Como resumen, pueden instalarse en España parques por un total del orden de 3 000 MW en
condiciones de rentabilidad económica a precios actuales. Un abaratamiento significaría
producciones económicamente rentables de varios miles de MW. Esto es así aún considerando que
actualmente se imputan los costes de desmantelamiento de las centrales nucleares y
almacenamiento de residuos radiactivos a toda la industria eléctrica, sin diferenciar su origen. La
posible aplicación de bonos de emisiones de CO2 favorecerá la competitividad de la energía eólica.
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La Energía Eólica A. Lecuona
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La Energía Eólica A. Lecuona
3. - Aerodinámica de aeroturbinas
El objetivo de esta sección consiste en comprender el mecanismo básico de conversión de energía
de las turbinas eólicas. Solo con ello es posible entender sus posibilidades, límites y características
operativas, siendo relevante para el diseño de estrategias de control. El cálculo de las cargas y la
resolución de los problemas dinámicos solo es posible a través de un profundo conocimiento de los
procesos aerodinámicos en el rotor.
1. En primer lugar supondremos que el aire es un fluido ideal, sin viscosidad. Esta hipótesis no está
muy alejada de la realidad pues el movimiento alrededor de una aeroturbina se realiza a
elevados números de Reynolds (relación entre las fuerzas de inercia y las viscosas).
3. Resulta adecuado también suponer que la corriente se realiza a números de Mach nulos (M = 0),
es decir, que el aire tiene una velocidad del sonido infinita y por lo tanto es incompresible y en
consecuencia no sufre ninguna variación de temperatura. La corriente alrededor de una
aeroturbina alcanza velocidades relativas al álabe que son máximas en su punta, la cual se puede
mover a unas 6 veces la velocidad del viento, por lo tanto pudiendo superar los 100 m/s, no
despreciable frente a los 340 m/s de la velocidad del sonido en la atmósfera, por lo que M =
100/340. Afortunadamente los efectos disipativos debidos a la compresibilidad del flujo no
empiezan a ser apreciables mas que cuando el número de Mach incidente a la pala es muy
próximo a la unidad.
4. Con el propósito de eliminar otras pérdidas supondremos que el flujo es estacionario, luego
todas las variables dependen exclusivamente del punto en el espacio, no del tiempo.
5. Veremos mas adelante que la forma que tiene una aeroturbina de extraer energía es haciendo
que sobre las palas aparezca un par, que se transmite al eje. En consecuencia, por la necesaria
conservación del momento de cantidad de movimiento, si con una corriente incidente puramente
axial y uniforme intercambiamos un par, es necesario que la corriente afectada adquiera por
reacción un momento de cantidad de movimiento igual y contrario. En turbinas de eje horizontal
esto significa que la corriente que ha atravesado la turbina tiene que tomar en su conjunto un
movimiento de rotación alrededor del eje de la turbina tras atravesarla. La energía de esta
rotación es una pérdida al suponer una energía cinética inaprovechable. Normalmente se evita
en las turbomáquinas que actúan dentro de un conducto situando estatores tras los rotores para
enderezar la corriente. Esto no resulta rentable en las aeroturbinas, por lo que contribuye a
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La Energía Eólica A. Lecuona
disminuir la eficiencia; sin embargo, dado que estamos en una situación idealizada supondremos
que se toma provisión para eliminar la rotación.
Dado que tratamos de calcular el máximo de energía, ha de considerarse que cada punto de la
corriente cede igual cantidad de energía. Esto configura al rotor como un disco, circunscrito a las
puntas de las palas, a través del cual el flujo pierde energía de forma uniforme en su superficie. De
ahí que esta teoría se denomine también teoría del disco poroso o del disco actuador. El flujo
alrededor de este disco se ve afectado, desviándose, pero no existe mecanismo alguno en el flujo
que permita extraer energía de él, con lo cual la conserva a lo largo de sus trayectorias.
¿De qué manera puede perder la energía el flujo justo al atravesar el disco?, la conservación de la
masa aplicada a través del disco nos dice que la velocidad axial justo antes ha de ser igual a la
velocidad axial justo después de él, luego no es posible extraer energía dando un salto a la
velocidad. Tan solo es posible permitiendo un salto en la presión.
Como consecuencia de todo lo dicho el flujo queda caracterizado por ser estacionario, ideal e
incompresible en todo el campo fluido, por lo que se puede aplicar la ecuación de Bernouilli a cada
línea de corriente. Esta ecuación nos dice que la presión de remanso2, denominada también de
parada o total, pt se conserva:
pt = p + 21 ρv 2 (3.1.1)
conservándose también la energía por unidad de masa, (p/ρ), luego a través del disco no es
aplicable la ecuación de Bernouilli, pues se realiza una extracción. p se denomina presión estática y
1/2ρv2 presión dinámica.
La figura 3.1 representa el disco poroso de perfil y las líneas de corriente que encierran el tubo de
corriente que envuelve el fluido que pasa a través del disco, desde el infinito aguas arriba, sección
A1, donde la velocidad es la del viento incidente v1, hasta el infinito aguas abajo, sección A2, donde
resulta una velocidad uniforme v2. En esta figura presentamos un disco plano frontal a la corriente,
representativo de una turbina de eje horizontal de sección A = πD2/4.
Por tratarse de un flujo subsónico, la perturbación generada por la turbina llega hasta el infinito en
el campo fluido, luego la corriente incidente del viento nota la presencia del disco y dado que éste
efectúa un freno a la corriente, tratará de rodearlo divergiendo las líneas de corriente, tal y como
muestra la figura 3.1 en el tramo A1 → A. Esta divergencia solo puede ser mantenida con gradientes
de presión que curven las líneas de corriente hacia zonas de menor presión, luego necesariamente
hay una presión distribuida uniformemente delante del disco, p+ , mayor que en la corriente libre,
p1. Por aplicación de la ecuación de Bernouilli (3.1.1), este aumento gradual de la presión ha de
traer consigo una disminución de velocidad, hasta llegar a la velocidad v en el plano del disco,
menor que la incidente, v < v1.
- 39 -
La Energía Eólica A. Lecuona
La extracción de energía del disco viene de una disminución de presión, luego en la cara trasera del
disco tenemos una presión uniforme p- < p+. Si esta presión resultara igual que p1 la línea de
corriente divisoria aguas abajo del disco sería recta y horizontal, pero ello no ocurre, como ya
veremos, sino que la presión detrás del disco es menor que p1. Al notar la línea de corriente
divisoria este salto de presión se curva para que se restablezca la igualdad de presiones, lo cual solo
llega a completarse en el infinito aguas abajo, p2 = p1. Debido a ello las líneas de corriente
convergen a partir del disco, en el tramo A → A2, pero han de seguir aumentando el área del tubo
de corriente para que baje la velocidad (ver más adelante la ecuación de continuidad) y
correspondientemente suba la presión. La igualdad de presiones en el infinito aguas abajo no
implica la igualdad de velocidades, pues el fluido que atraviesa el disco ha perdido energía; tendrá
necesariamente una velocidad menor v2, creando una estela. En consecuencia se cumple que:
El tubo de corriente es una superficie a cuyos lados existe diferente velocidad, lo cual solo es
soportable por un fluido sin viscosidad, y recibe el nombre de capa de cortadura3.
- 40 -
La Energía Eólica A. Lecuona
Turbina
Tubo de corriente
A2, v2
+ -
p p p2 = p1
A1, v1, p1 A, v
, v1
v1
v2
p+
pt
pt
p1 p2 = p1
p
p
p-
Figura 3.1.1.- Esquema del campo fluido usado para la obtención del límite de Betz y evolución resultante
de las magnitudes fluidas. Obsérvese que el salto en p coincide con el salto en pt.
Ecuaciones:
Continuidad: El caudal másico m se ha de mantener a lo largo del tubo de corriente. Como tan
solo la velocidad axial contribuye a él, m = ρA1v1 = ρAv = ρA2 v2 resultando:
v1 A1 = vA = v2 A2 (3.1.3)
Cantidad de movimiento: La fuerza del disco sobre el fluido con el sentido de la corriente -D
tiene que igualar a la diferencia de flujos de cantidad de movimiento entre la salida y la entrada.
D = − m( v2 − v1 ) = ρAv ( v1 − v2 ) (3.1.4)
p + + 21 ρv 2 = p + 21 ρv12 (3.1.5)
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La Energía Eólica A. Lecuona
p − + 21 ρv 2 = p + 21 ρv22 (3.1.6)
Equilibrio del disco: El disco está estacionario, luego la suma de fuerzas sobre él ha de ser nula,
luego:
D = ( p+ − p− ) A (3.1.7)
Restando miembro a miembro 3.1.5 y 3.1.6 obtenemos una expresión del salto de presiones a
través del disco:
Igualando las expresiones de la resistencia aerodinámica que dan 3.1.4 y 3.1.7 obtenemos una
expresión en la cual podemos introducir el valor de la diferencia de presiones recién obtenida:
Simplificando resulta:
v1 + v2
v= (3.1.10)
2
Esta ecuación nos indica que la velocidad inducida en el infinito aguas abajo es el doble que en el
plano del disco, lo cual indica que, efectivamente, el tubo de corriente tiene que duplicar su área
aguas abajo del disco, como cualitativamente postulamos anteriormente. Esto se ve mas claramente
si introducimos el parámetro adimensional a, generalmente positivo, que mide el defecto de
velocidad:
v = v1 (1 − a ) (3.1.11)
resultando:
v2 = v1 (1 − 2a ) (3.1.12)
P = ( p + − p − ) Av = Dv (3.1.13)
que ha de coincidir con la potencia extraída de la corriente en nuestro caso. Sustituyendo el valor
de la diferencia de presiones dado por 3.1.8 obtenemos:
P = 12 ρ ( v12 − v22 ) Av = m
12 ( v12 − v22 ) (3.1.14)
que nos indica que es igual a la diferencia de flujo de energía cinética entre entrada y la salida (en
las cuales la presión es la misma), lo cual es correcto desde el punto de vista de la conservación de
la energía. Sustituyendo en esta expresión el valor de v1 y v2 como funciones de a obtenemos (ojo
m depende de a):
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La Energía Eólica A. Lecuona
P
= 4a (1 − a ) 2 = Cp
1
2 ρv13 A (3.1.15)
El cociente entre la potencia obtenida y la disponible en la corriente a través del área frontal de la
turbina es lo que se conoce como coeficiente de potencia Cp y es una función de a representada en
la figura 3.1.4 y que tiene un máximo dado por:
∂C p 1 16 (3.1.16)
= 4 (1 − a ) − 8a (1 − a ) = 0 ⇒ a =
2
; C pmax = ≈ 0, 5926
∂a 3 27
Esto nos da el pretendido límite de Betz, que indica que tan solo aproximadamente el 60% de la
energía contenida en el viento es convertible en energía disponible en la turbina. Esto se obtiene
retardando un 33% la corriente en el disco y un 66% en la estela.
D
CD = CT = = 4a (1 − a )
1
2 ρv12 A (3.1.17)
D 8
CD = =
1
2 ρv1 A 9
2 (3.1.18)
Esto demuestra que es necesario aplicar un valor próximo a la presión dinámica de la corriente
sobre la superficie del rotor para conocer la carga de empuje aerodinámico sobre la aeroturbina en
el punto de máxima extracción de potencia. Este valor es netamente inferior al coeficiente de
resistencia aerodinámica de una placa plana circular impermeable perpendicular al viento, del
orden de 1,5 a 2.
0.6
0.4
C p( a )
0.2
0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1 1.1
a
Figura 3.1.4.- Coeficiente de potencia de una aeroturbina por el modelo de cantidad de movimiento como
función del parámetro de porosidad a.
- 43 -
La Energía Eólica A. Lecuona
Los experimentos realizados con rotores de helicóptero han permitido obtener datos precisos de la
validez de la teoría de cantidad de movimiento, pues el ensayo de aeroturbinas es complicado y
costoso. Los resultados demuestran que proporciona valores razonablemente buenos hasta a = 1/2,
a partir del cual predice un descenso de tracción que no se produce. Mas bien ésta sigue
aumentando y se entra en un régimen de alta turbulencia en el rotor y en la estela [20]. Para valores
negativos de a entramos en el régimen de hélice propulsora, comunicándose potencia a la corriente,
siendo aplicable con buenos resultados la teoría de cantidad de movimiento.
Esta teoría no proporciona información que permita directamente obtener reglas de diseño. Es
necesario un análisis más profundo.
Otra consecuencia de este estudio es que un anemómetro instalado en la propia turbina medirá una
velocidad menor que la que existe en la corriente libre. Sin embargo, la aceleración que imprime la
góndola al flujo en su derredor puede compensar este efecto. Es necesario recurrir a un calibrado
directo comparando las medidas del anemómetro con las de la corriente sin perturbar, para varios
estados operativos de la turbina, lo que significa varios valores de a. Alternativamente, es posible
aproximar el calibrado usando una simulación numérica del flujo detallado alrededor de la góndola
y tas el rotor.
vθ
ω r
a ′= =
Ω vp (3.2.1)
r
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La Energía Eólica A. Lecuona
aguas abajo vθ de valor medio. El diferencial de par dQ aplicado por los elementos de pala4 entre r
y r+dr sobre el fluido viene dado por el flujo de momento de cantidad de movimiento. Este flujo es
el producto del flujo másico dm por el momento del vector velocidad, el cual es rvθ.
Equilibrio radial: dQ = vθ rdm
Caudal másico: d m = ρ vdA
(3.2.2)
dA = 2π rdr dQ = 2π r ρ v1 (1 − a )a ′Ωdr
3
(3.11) → v = v1 (1 − a )
a′ =
vθ
Ωr
En esta expresión puede observarse que las rebanadas de pala mas cerca de su punta contribuyen
mucho más al par que las próximas al buje por la dependencia con r3, con a y a’ ctes.
dP = ΩdQ (3.2.3)
La integración a lo largo de la pala y la suma a la totalidad de las palas daría el par y potencia
obtenidos. Sin embargo, se desconocen tanto a como a’, siendo necesario recurrir a modelos más
detallados para obtener su valor.
Estos modelos pueden aceptar que tanto a como a’ sean funciones del radio. Esto es permisible por
el elevado número de Reynolds del flujo, que permite que existan gradientes de velocidad (en este
caso moderados) sin que la viscosidad se oponga a ello sustancialmente y consecuentemente sin
que degrade la energía de forma apreciable. Esto contrasta con la teoría de cantidad de movimiento
antes expuesta, donde se asumía que a, y con ello la velocidad axial, era constante en la superficie
del disco.
5 Este giro es convertible en aumento de presión con un estátor que enderezara la corriente, pero no se usa en turbinas
eólicas. Ello se debe a que el giro en la corriente es pequeño y el coste de colocar un estátor muy elevado. Además su
exposición a las tempestades haría a las turbinas más vulnerables.
6 Un torbellino es una estructura fluida consistente en un núcleo turbillonario que hace girar al fluido en su derredor. El
efecto del torbellino se nota hasta el infinito, pero con un influjo en la velocidad de giro que decae con el inverso de la
distancia al núcleo. Se suelen idealizar como constituidos por filamentos sin espesor en cuyo interior radica el efecto
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La Energía Eólica A. Lecuona
y tras desprenderse quedan libres, siendo arrastrados por la corriente, tal y como muestra la figura
3.3.1.
La teoría de la aerodinámica de perfiles sustentadores demuestra que éstos son sustituibles por un
torbellino clocado en su interior. Por eso el perfil tiene embebido un torbellino en su interior, que
une el que se libera en la punta con el que se libera en el buje.
Los torbellinos libres son arrastrados por la corriente y debido a que la corriente gira tras el plano
de movimiento de las palas describen trayectorias helicoidales, tal y como muestra la figura 3.2.1.
turbillonario. Éste se materializa en la llamada circulación del fluido alrededor del hilo. Si el flujo es bidimensional,
basta con estudiar un plano de él, en el cual se desarrolla el movimiento. Los torbellinos resultan perpendiculares al
plano del movimiento y por ello los ideales son representables con un punto alrededor del cual gira el fluido. Los
torbellinos no pueden acabar en el seno de un flujo estacionario, salvo que se admita la presencia de viscosidad que los
disipe.
Los torbellinos resultan semejantes a lo que ocurre con los hilos conductores que llevan intensidad eléctrica. Inducen a
su alrededor un campo magnético giratorio, semejante a la velocidad del fluido en nuestro caso. No obstante en nuestro
caso la situación es más compleja, pues los torbellinos libres son como hilos conductores de a electricidad que no
tuvieran masa ni rigidez alguna.
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La Energía Eólica A. Lecuona
El empleo de secciones de las palas con forma de perfil de ala ha demostrado proporcionar
elevados coeficientes de potencia. Los perfiles usados siguen la tecnología aeronáutica de perfiles
de alas y de hélices de baja velocidad, si bien recientemente se han desarrollado perfiles específicos
para turbinas de viento.
La forma adecuada a velocidades subsónicas sigue unas líneas generales, ver figura 3.3.1,
consistentes en:
y e( x ) 0.05
tmax
y i( x )
y c( x )
cmax
0
0 0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5 0.55 0.6 0.65 0.7 0.75 0.8 0.85 0.9 0.95 1
x
Figura 3.3.1.- Esquema de la geometría de perfiles aerodinámicos subsónicos. Coordenadas del extradós:
ye = yc+yt,. Coordenadas del intradós: yi = yc-yt. yc = coordenadas de la línea de curvatura. yt =
coordenadas de la distribución de espesor.
Las fuerzas aerodinámicas que pueden aparecer sobre un perfil se descomponen en:
- 47 -
La Energía Eólica A. Lecuona
Una componente en la misma dirección y sentido que la corriente incidente sin perturbar,
denominada resistencia D (de “drag” en inglés”), ver la figura 3.3.2.
Un perfil simétrico tiene una línea de sustentación nula coincidente con su cuerda, como es lógico
en virtud de su simetría. No es así para un perfil con curvatura, antes bien, su línea de sustentación
nula pasa por su borde de fuga y por un punto de la línea de curvatura próximo a su máximo. Puede
presentar sustentación una placa plana sin espesor y un perfil simétrico, pero lo hace mas
adecuadamente un perfil con curvatura y espesor.
A menudo se usa otro ángulo para describir la orientación frente a la corriente que es el ángulo de
incidencia cordal i, a veces denominado también ángulo de ataque, y está formado por la cuerda (u
otra referencia puramente geométrica con lo que no es cordal) y la corriente sin perturbar. Su uso
facilita las labores metrológicas y constructivas.
L
Ángulo de
sustentación nula
α0 D Dirección
media de la
corriente aguas abajo
α
i
Figura 3.3.2.- Denominación habitual de los parámetros operativos básicos de perfiles aerodinámicos. Se
muestra la configuración de la corriente próxima al punto de remanso en el borde de ataque cuando no hay
desprendimiento. Se muestra como la dirección de la corriente en las proximidades del perfil difiere de la
que tiene lejos. Se muestra asimismo la deflexión producida en la corriente.
- 48 -
La Energía Eólica A. Lecuona
aplicar la fórmula de Bernouilli. Por ello podemos comprender que un perfil con ángulo de ataque
desarrolle sustentación, por obligar el extradós a una aceleración mayor al fluido que el intradós,
pues le supone un mayor estrechamiento a su paso. También se puede argumentar que el fluido
tiene que recorrer más longitud por el extradós lo cual exige mayor velocidad y por lo tanto menor
presión. También se puede añadir a estos argumentos que la fuerza centrífuga del fluido por el
efecto de giro que impone la curvatura del perfil hace que aparezca mas depresión en el extradós
que en el intradós. Todo ello es manifestación de lo mismo, un flujo que genera un distribución de
presión sobre el perfil cuya integración da sustentación neta. La generación de sustentación puede
verse desde una perspectiva global, quizás más entendible. El borde de salida impone una dirección
a la corriente tras el perfil que supone una deflexión a la corriente incidente, es decir, un cambio de
dirección. Esta deflexión supone una adición de flujo de cantidad de movimiento perpendicular a la
corriente la cual exige, por reacción, la aparición de la sustentación sobre el perfil.
Esta deflexión de la corriente es local, es decir, se circunscribe a las inmediaciones del perfil. El
flujo tiende al de la corriente sin perturbar al alejarnos del perfil.
Del orden de 2/3 de la sustentación se genera por el extradós (succión) y el resto por el intradós
(sobrepresión). El extradós es una superficie más importante que el intradós, el no comprender esto
ha retrasado el desarrollo de perfiles aerodinámicos eficientes hasta nuestro siglo.
Si el ángulo de ataque del perfil α es excesivo, digamos que superior a unos 15º a 20º, la corriente
del extradós no puede seguir los fuertes cambios de dirección que esto supone y se desprende de la
superficie del perfil, dejando de ejercer succión, siendo ocupado su lugar por fluido que proviene
de las inmediaciones, el cual también se desprende. Este movimiento adquiere carácter turbulento
tridimensional, altera la distribución de presiones y estropea el funcionamiento del perfil. Como
consecuencia se pierde sustentación y aumenta la resistencia. Se dice entonces que el perfil está en
pérdida (“stall” en inglés).
CL, CD
-A- CLmax
1,0
Desprendimiento A
Zona laminar
0,8
Zona de
recirculación
B
Estela 0,2
Zona laminar
Figura 3.3.3.- Esquema de la corriente adherida al perfil y desprendida por excesivo ángulo de ataque y los
correspondientes puntos en las curvas de coeficientes de sustentación y resistencia.
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La Energía Eólica A. Lecuona
La resistencia del perfil se debe a dos causas, una es la distribución de presiones que da una
componente según la corriente y la otra son los esfuerzos de cortadura en la capa límite originados
por el elevado gradiente de velocidades en ella, que hacen que las velocidades de la corriente se
anulen al llegar a la pared.
De todo lo anterior puede deducirse que las presiones actuando sobre la superficie han de ser
proporcionales a la presión dinámica de la corriente sin perturbar ρv2/2 y en consecuencia la
sustentación L, resistencia D y par de encabritamiento M 8. Estas han de ser proporcionales
asimismo al área de la pala S, que para una forma en planta rectangular es igual al producto de la
cuerda c por la envergadura l, S = cl. Los efectos viscosos intervienen, por lo que la influencia del
número de Reynolds, Re, será apreciable. Será asimismo apreciable el efecto del número de Mach
M cuando su valor sea del orden de la unidad. En consecuencia, podemos definir unos coeficientes
adimensionales de sustentación, resistencia y de momento con una dependencia funcional tal y
como la siguiente:
L
CL = = CL α , Re, M , tmax / c, cmax / c
1
2
ρ v2 S
D (3.3.1)
CD = = CD α , Re, M , tmax / c, cmax / c
1
2
ρv S 2
M
CM = = CM α , Re, M , tmax / c, cmax / c
ρ
1 v2 S
2
• Ángulo de ataque: Es la variable operacional más importante. La figura 3.3.4 muestra los
resultados del ensayo de un perfil. Puede observarse que el coeficiente de sustentación crece
aproximadamente de forma lineal con el ángulo de ataque (en este caso de calado) hasta la
llegada del desprendimiento, a unos 16º en que alcanza un máximo superior a la unidad y cae
bruscamente debido a la entrada en pérdida. La teoría demuestra que la pendiente de esta curva
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La Energía Eólica A. Lecuona
debería ser idealmente π, para cualquier perfil, pero es ligeramente menor por efecto de la capa
límite. El coeficiente de resistencia tiene un comportamiento aproximadamente parabólico con
un mínimo para ángulo de ataque pequeño, del orden de 0,08, disparándose su valor en las
proximidades de la pérdida. El coeficiente de momento es sensiblemente constante. La
eficiencia máxima se alcanza con CL ≈ 0,8 con α ≈ 4º.
• Número de Reynolds: Al crecer, la menor importancia de las fuerzas viscosas hacen que mejore
el comportamiento del perfil, aumentando CL/CD, CLmax y CDmin. A Re elevados la mejora se
comporta asintóticamente. El número de Reynolds de los perfiles en las palas de aeroturbinas es
relativamente bajo por lo que ha de tenerse en cuenta su influencia.
• Número de Mach: Su valor no muy alto hace que salvo en palas muy rápidas y vientos
elevados no sea necesario tener en cuenta su efecto sobre el comportamiento del perfil,
pudiéndose optativamente introducir correcciones.
Parámetros geométricos: Usando una distribución de espesor y de curvatura de las ofrecidas por
las distintas instituciones, p. e. [17], reducimos la elección al espesor máximo tmax/c y a la curvatura
máxima cmax/c, expresados ordinariamente en % de la cuerda. Los perfiles con espesor bajo
muestran buenas características en un rango pequeño de ángulos de ataque y dan lugar a una pala
débil. Un espesor grande robustece la pala y proporciona una entrada en pérdida gradual, pero
origina un elevado coeficiente de resistencia. Normalmente se eligen los espesores mínimos
compatibles con los requerimientos estructurales, por lo que las palas tienen habitualmente perfiles
de pequeño espesor en la punta y éste crece hacia la raíz. Los perfiles con curvatura mayor
muestran su mayor rendimiento con coeficientes de sustentación mayores y correspondientemente
ángulos de ataque mayores, eligiéndose por lo tanto en función del coeficiente de diseño deseado.
Con métodos de producción de bajo coste no suele ser posible reproducir muy exactamente las
formas requeridas por los perfiles, por lo que ocurre una pérdida de eficiencia. Existen perfiles más
tolerantes a ello que otros, lo mismo que es distinta la tolerancia a suciedades, o gotas de lluvia
depositadas en la superficie, erosión, pequeñas grietas y formación de hielo. La zona más sensible a
estas imperfecciones en la forma es el primer tercio del extradós, donde la capa límite es más
delgada.
Los perfiles que proporciona una placa simplemente curvada y de espesor constante, usada en las
aerobombas de baja velocidad dan lugar a eficiencias bajas, como ocurre con los perfiles resultado
de usar velas.
- 51 -
La Energía Eólica A. Lecuona
Figura 3.3.4.- Características aerodinámicas del perfil NACA 4412. a) Coeficientes de sustentación cl y de
momento cm1/4 como función del ángulo de incidencia cordal, en este caso denominado ángulo de ataque α
medido con respecto a la cuerda (i en nuestra nomenclatura). b) Coeficientes de resistencia y de momento
como función del coeficiente de resistencia. Ensayos correspondientes a distintos números de Reynolds Re
con perfil liso (tres primeras curvas), perfil con rugosidad estándard (penúltima curva) y perfil con flap
deflectado 60º (última curva), tal y como indica el esquema superior que muestra el perfil. Se indica
asimismo la posición del centro aerodinámico a.c.. [17]
Debido a que la pala no se extiende hasta el infinito el fluido cerca de la punta intenta bordearla
para igualar la sobrepresión en el intradós a la succión en el extradós. Este movimiento transversal
a los perfiles ocasiona un torbellino libre que arranca en el borde de la pala y que es arrastrado por
la corriente. Este torbellino hace también que el coeficiente de sustentación del perfil del extremo
de pala sea nulo, independientemente de su geometría. El teorema de Kutta-Joukowski asocia la
sustentación que proporciona cualquier cuerpo 2D ante una corriente ideal incompresible y
uniforme con la circulación Γ del vector velocidad alrededor del contorno cerrado del perfil. Por
otro lado, se demuestra que la circulación alrededor de un contorno cerrado arbitrario conteniendo
nada más que fluido es nula si el flujo es ideal (sin viscosidad ni conductibilidad) e incompresible,
diciéndose entonces que el flujo es irrotacional. El flujo alrededor de un perfil aerodinámico a
elevados números de Reynolds se aproxima al irrotacional salvo en la capa límite. Luego, la
sustentación de un perfil se ha de deber a circulación embebida en la capa límite (donde los efectos
viscosos dominan) o en el interior del propio perfil. Esta circulación se asocia a un torbellino
- 52 -
La Energía Eólica A. Lecuona
ligado al perfil sin distinguir si está asociado a su capa límite o al sólido. Si consideramos la pala,
el torbellino asociado a ella no puede acabar en el fluido, dada la irrotacionalidad del flujo. Por lo
tanto, se desprende por sus dos extremos inyectando rotacionalidad concentrada en el fluido, véase
la figura 3.3.1. Estos torbellinos desprendidos no ocasionan sustentación, pues son arrastrados por
la corriente y por lo tanto no hay velocidad transversal de la corriente con respecto a ellos. Ambos
torbellinos desprendidos se unen en el infinito, formando un circuito cerrado, dada la imposibilidad
de acabar en el fluido.
El flujo alrededor de las palas puede pues concebirse exclusivamente como la superposición de una
corriente uniforme y de un sistema de torbellinos. Han de cumplir una serie de condiciones:
Que desde el punto de desprendimiento hasta el infinito aguas abajo posean la velocidad del
fluido.
A su vez, la velocidad del fluido en cada punto del flujo resulta de la inducción de todos los
torbellinos salvo el elemento del que pase eventualmente por el punto considerado (Ley de Biot-
Savart).
Este modelo no considera la viscosidad, pero es coherente con ella. Los efectos de la viscosidad no
tenidos en cuenta hacen que los torbellinos vayan perdiendo intensidad desapareciendo a una cierta
distancia aguas abajo de la turbina. Además, aparecen inestabilidades en el sistema de torbellinos
concebido anteriormente, que hacen que se pierda la simetría axial.
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La Energía Eólica A. Lecuona
La teoría del elemento de pala se basa en que es posible construir la acción de la pala entera como
suma de la acción independiente de rebanadas entre r y r+dr , desde su raíz hasta su punta. La
demostración de este teorema se puede encontrar en textos clásicos de Aerodinámica y de
Mecánica de Fluidos.
La figura 3.4.1 muestra un elemento de pala, resultado de rebanar una pala a una distancia r y r+dr
del eje. Ha de observarse que la velocidad relativa al perfil w, correspondiente a la corriente
incidente, resulta de restar a la velocidad del viento local v, con dirección axial, la velocidad de
arrastre que es la debida al giro de la pala vp = Ωr, la cual es lineal con r. Esto implica que
w2 = v 2 + v p 2
w = v1 (1 − a ) + Ω r (1 + a '/ 2) = (1 − a )v1 / senΦ
2 2 2 2 2
(3.4.1)
v = v1 (1 − a ) ⇒ (1 − a )v1 1
tan Φ = =
v p = Ωr (1 + a ′ / 2) (1 + a ′ / 2)Ωr (1 + a '/ 2)λ ( r )
donde se han introducido las inducciones axiales y tangenciales obtenidas de las teorías de
cantidad de movimiento y de momento cinético, pero ahora siendo constante solo entre r y r+dr.
Por lo tanto, a = a(r) y a’ = a’(r).
Ha de hacerse notar que en la expresión de la velocidad de arrastre vp conste a’/2 en lugar de a’.
El motivo radica en la discontinuidad de vθ a través del disco. Justo delante de él es nula y justo
detrás tiene un cierto valor que vendrá dado por el efecto de las palas. Debido a que el perfil se
puede suponer que origina este salto, es lógico, y resulta acertado sobre la base de la teoría
turbillonaria, que la velocidad tangencial inducida en el perfil sea la media de la que existe justo
delante y justo detrás.
θ: Ángulo de calado o de asiento del perfil, formado por el segmento de su cuerda y el plano de
giro.
i: Ángulo de incidencia cordal del perfil, es decir, medido con respecto a su cuerda. i = Φ-θ.
- 54 -
La Energía Eólica A. Lecuona
Φ
θ
L
Velocidad de arrastre i α ε
tangencial inducida = -Ωra’/2
Eje de
Velocidad de arrastre w giro
de giro = -Ωr
v π−Φ D
-vp Velocidad del
Plano del perfil = Ωr
rotor
Dirección de
v1 sustentación
nula
Figura 3.4.1.- Triángulo de velocidades de un elemento de pala situado a distancia r del eje.
• El ángulo de calado de los perfiles θ ha de disminuir con el radio para obtener un cierto ángulo
de ataque α, pues observando (3.4.1) la tangente de Φ es inversamente proporcional a r. Esto se
conoce como alabeamiento o torsión de la pala, lo cual complica su construcción. Las palas sin
torsión, denominadas planas, originan elevadas pérdidas.
• Cuanto mas rápida es girando la turbina mas esbeltas se pueden construir las palas pues su
cuerda puede disminuirse para un radio determinado. Ello redunda en la eficiencia de la
máquina.
Observando la misma figura podemos deducir que al avanzar el perfil en la misma dirección que la
sustentación L (la cual es perpendicular a la corriente incidente) su contribución al par es la
proyección de ella sobre el plano del disco, habiendo de restarle la componente sobre el mismo
plano debida a la resistencia D. De aquí la gran importancia de utilizar perfiles de elevada
eficiencia aerodinámica, dada por la relación ε = L/D = CL/CD, la cual alcanza su máximo para un
ángulo de ataque determinado. Escribamos las expresiones de la tracción, par y potencia del
elemento de pala:
donde:
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La Energía Eólica A. Lecuona
• N: número de palas, típicamente es decreciente con la rapidez global λ que se define como el
cociente de la velocidad de giro de la punta de las palas y la velocidad del viento en el infinito
aguas arriba:
λ N
1 8 a 24
2 6 a 12
3 3a6
4 2a4
≥5 3, raramente 2 o 1
Tabla 3.4.1.- Valores típicos del número de palas como función de la rapidez de las turbinas.
El paso de una hélice H y en general de un objeto que describa un movimiento helicoidal con
respecto al medio en el que se desplaza es igual al avance que realiza en una vuelta al avanzar con
respecto a un medio. En nuestro caso el paso no tiene por qué ser constante en cada vuelta, pues
depende del calado de los perfiles en cada radio, el cual depende del tipo de perfil, la cuerda que se
disponga y de las velocidades inducidas localmente. Sin embargo, se suele denominar paso al
avance de la cuerda del perfil al 70% del radio externo: H = 2πRtan(θ0,7).
• Los perfiles de eficiencia aerodinámica infinita, es decir, sin resistencia aerodinámica, describen
la curva de Glauert.
• La curva de Glauert tiende al límite de Betz asintóticamente para rapidez infinita, para la cual el
par ejercido es nulo y, por tanto, nulo el giro de la corriente aguas abajo del disco. Esto justifica
la conveniencia de las turbinas rápidas, con par pequeño y alta velocidad de giro.
• Los perfiles de elevada eficiencias rinden elevados coeficientes de potencia en un rango amplio
de rapideces, disminuyendo este rango al disminuir la eficiencia.
• Si el perfil actúa a un ángulo de ataque distinto del óptimo, es decir, el que maximiza
(CL/CD)máx., se pierde coeficiente de potencia. Esto ocurre cuando el paso de la pala no es el
correcto para el régimen de giro y la velocidad del viento existentes, expresión de Φ en (3.4.1).
También ocurre localmente si la torsión de la pala no es la adecuada, aún actuándose al paso que
optimice Cp, pueden existir perfiles para los cuales no se esté en el ángulo de ataque óptimo.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Betz Glauert
Figura 3.4.2.- Coeficiente de potencia máximos para infinito número de palas como función de la rapidez
local de la pala λ〈r〉, [7]. Cz = CL, Cx = CD.
Prandtl propuso corregir el coeficiente de potencia, obtenido con la teoría más arriba expuesta, por
el efecto de número finito de palas N con un coeficiente aproximado ηp [7]:
2
0,93
η p = 1 − (3.4.3)
N λ + 0,445
2
Resulta ilustrativo estudiar el resultado de estos modelos al variar el número de palas. La figura
3.4.3 nos muestra como se obtiene muy poca diferencia al reducir 4 palas a 3, lo cual justifica la
práctica inexistencia de aeroturbinas rápidas de 4 palas, pues el costo de una pala es apreciable, el
peso sobre la torre aumenta y la ganancia resulta ser marginal. La mayor diferencia al reducir 3
palas a 2 hace que ello solo sea justificable en aeroturbinas de gran tamaño, por consideraciones de
costo. Sin embargo, la tendencia más reciente es instalar 3 palas incluso en las turbinas de gran
tamaño, por su mejor coeficiente de potencia y menores vibraciones9.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Betz
Glauert
Figura 3.4.3.- Coeficiente de potencia para aeroturbinas con distinto número de palas como función de la
rapidez (coeficiente de velocidad) y para perfiles sin resistencia aerodinámica. Comparación con la curva
de Glauert y el límite de Betz.
En resumen, la teoría del elemento de pala permite introducir el efecto de la geometría de las
mismas. Esta basado en actuaciones cuasiestacionarias, por lo que esta teoría es incapaz de simular
las casi perennes condiciones no estacionarias de las turbinas operando en campo. De hecho,
reproducir con un mínimo de verosimilitud física los efectos no estacionarios resulta complejo.
Por un lado aparecen efectos de la historia. Quiere esto decir que cuando una pala aumenta su
ángulo de ataque porque el viento local es mayor (por ejemplo, cuando está en la parte alta de la
vuelta), la sustentación es mayor. Esto significa que el torbellino ligado al perfil tiene una
circulación mayor. Este aumento solo es posible desprendiendo un torbellino, el cual, al alejarse
induce velocidades a tener en cuenta.
Por otro lado, aparecen histéresis. Este fenómeno viene originado por la proximidad a la pérdida
con que a menudo actúan las palas. Cuando la entrada en pérdida se produce, al disminuir el ángulo
de ataque posteriormente, tarda el perfil en recuperar su situación de flujo laminar.
La entrada en pérdida en condiciones dinámicas es un proceso complejo, que solo es abordable con
teorías complejas, que si bien son bien conocidas, su uso demanda una tarea de cálculo muy
grande.
La entrada en pérdida supone una disminución de sustentación que descarga la pala. Dado que
éstas suelen ser relativamente flexibles, esto supone un movimiento que incide en el ángulo de
ataque. Aparece pues un acoplamiento estructural – aerodinámico importante, que complica el
cálculo.
A pesar de estas limitaciones, las teorías cuasiestacionarias, a veces complementadas con datos
experimentales de entrada en pérdida de perfiles y con análisis de vibraciones, se usan ampliamente
en el diseño de palas de aerogenerador. Los perfiles aerodinámicos usados recientemente están
optimizados, teniendo en cuenta la entrada en pérdida y su dinamismo.
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La Energía Eólica A. Lecuona
En este capítulo trataremos solamente del comportamiento de las turbinas de eje horizontal
diseñadas para ser conectadas a un sistema de generación de energía eléctrica. Entre estos sistemas
hemos de distinguir entre:
• Existen generadores eléctricos avanzados que permiten el giro a dos velocidades, la más
lenta para velocidades del viento menores y la más rápida para vientos fuertes.
El coeficiente de empuje suele requerirse solamente para el diseño estructural, por lo que no
insistiremos en él.
ωR
λ= ; R = D/2
v P ωQ
Q ⇒ Cp = = = λ Cq (3.5.1)
Cq = ; A = π R 2
1
2
ρ v 3
A 1
2
ρ v 3
A
1 ρ v 2 AR
2
Por lo tanto, basta con tener el gráfico Cp = f〈λ〉 para poder obtener inmediatamente del de Cq =
f〈λ〉 simplemente dividiendo por el valor de λ o bien midiendo la pendiente de una recta que corte
la curva y que pase por el origen.
La sustentación es la que produce par y es el ángulo de ataque del perfil α es el que permite la
aparición de sustentación, su expresión resulta ser:
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La Energía Eólica A. Lecuona
v (1 − a ) 1− a (3.5.2)
α = Φ − θ + α0 = Φ = arctan − θ + α0 = arctan − θ + α0
ω r (1 + a '/ 2) λ r (1 + a '/ 2)
• Sobre una curva de paso constante el ángulo de ataque disminuye al aumentar λ, como
consecuencia de (3.5.2). Cq se anula para ángulos de ataque nulo (λ muy elevado) o ángulo de
ataque cercano a 90º (λ muy pequeño y paso no muy grande).
• El máximo Cp se alcanza cuando el conjunto de la pala actúa con los perfiles a lo largo de ella
con buena eficiencia aerodinámica, lo cual corresponde a un ángulo de ataque pequeño.
• Si estamos en el tramo entre ángulo de ataque nulo y el que da sustentación máxima (tramo
claramente a la derecha del máximo de las curvas en la figura 3.5.1), un aumento de λ hace que
el ángulo de ataque de toda la pala disminuya disminuyendo L y consecuentemente Cq y Cp.
• Si estamos en pérdida (tramo claramente a la izquierda del máximo de las curvas en la figura
3.5.1), la disminución del ángulo de ataque por aumento de λ hace subir CL y con ello Cp y Cq.
• Se obtienen valores elevados de Cp a λ grandes con ángulos de paso pequeños, que orientan los
perfiles correctamente a la corriente incidente, casi en el plano de giro, por dominar la
velocidad de giro sobre la del viento. Este paso tan pequeño hace que la pala entre en pérdida
para λ bastante grandes.
• Los máximos Cq dentro de cada curva de paso constante corresponden a λ menores que los que
maximizan Cp. Ello se debe a que corresponden a la actuación de la pala con ángulos de ataque
altos, que maximizan CL, cerca de la entrada en pérdida, pero actuando con mala eficiencia
aerodinámica. Los máximos posibles con la aeroturbina que se indica en la figura 3.5.1 se
obtienen con λ moderados, del orden de 5 para este caso.
• No se pueden obtener valores tan elevados de Cpmax con pasos pequeños y grandes como con el
paso óptimo de la pala (en nuestro caso entre 5º y 10º), pues la torsión que ésta tiene resulta
inapropiada.
Operación de arranque:
1. Paso variable
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La Energía Eólica A. Lecuona
Si el ángulo de paso es grande, por estar la pala en bandera10, el ángulo de ataque es nulo y el
par nulo, pero una reducción del paso puede dar par grande cuando está parada, pues α = Φ-θ
puede estar en el rango en el que el perfil sustenta. Sin embargo, al acelerar desde el reposo (λ =
0) y por ello girar más deprisa a viento constante, aumenta λ y se reduce el ángulo de ataque al
ser aproximadamente Φ α λ-1, anulándose para valores bajos de λ su par, situación que también
se llama estar en bandera y en inglés “freewheeling”. Esto ocurre en la figura citada para las
curvas de θ grande.
En cuanto esa velocidad de sincronismo se produce, a una velocidad del viento especificada y
normalmente superior a la que permite el sincronismo, se provoca el enganche a la red. Esto se
debe a que es preferible esperar a que suba el viento para dar algo de potencia y que resulte
rentable el enganche. A partir del enganche, el paso se reduce con los aumentos de velocidad del
viento procurándose alcanzar los valores elevados de Cp en cuanto sea posible. Esto significa
desplazarse hacia la izquierda en las curvas, buscando el máximo Cp.
2. Paso fijo
En estas aeroturbinas, las palas se construyen con una configuración próxima a la de máximo Cp,
por lo que la operación de abanderamiento no es posible. Esta configuración es la de
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La Energía Eólica A. Lecuona
Producción de potencia
1. Paso variable y régimen fijo. Se hace variar el paso para alcanzar el máximo de Cp para cada λ.
Se recorre la envolvente por arriba de todas las curvas Cp-λ (por claridad, en la figura 3.5.2 solo
se indican unas pocas). La envolvente se indica en la figura 3.5.2 con trazo grueso. La potencia
aumenta con el viento, por aumentar con v3 la disponible y por aumentar Cp; por lo tanto,
aumenta mas deprisa que v3, hasta llegar al máximo de Cp, lo cual suele ocurrir cercano a la
potencia nominal. A partir de potencia máxima comienza a disminuirse Cp variando el paso para
evitar sobrecargar la máquina.
Tanto para paso variable como constante, la ley de variación de Cp como función de λ para
potencia constante es:
P
Cp = 1 Pλ3
2 ρv A ⇒ Cp = 1
3
2 ρ (ωR ) A ⇒ C p α λ (3.5.3)
3 3
ω = cte. = λv / R
P = cte.
Por lo tanto, basta con trazar una cúbica desde el Cp correspondiente a la potencia nominal hasta
el origen. Esta cúbica se describirá al seguir aumentando la velocidad del viento, hasta un punto
en el diagrama Cp-λ correspondiente a la velocidad máxima de viento tolerable. Sobre la cúbica
se pueden leer los ángulos de paso correspondientes y se puede observar que van aumentando
paulatinamente al ir disminuyendo λ.
A partir del λ correspondiente a la máxima velocidad del viento actúa el freno de rotor y se
ponen las palas en bandera, θ cercano a 90º, deteniéndose la máquina, anulándose el par y
minimizándose el empuje. Una forma de ayudar en el frenado puede ser eligiendo un θ muy
alto, probablemente superior a 90º, que diera par negativo durante la desaceleración.
2. Paso y régimen fijo: Se elige un paso que maximice la energía producida a lo largo del año, o
la facturación, o los beneficios. Esto requiere conocer los datos estadísticos del viento y realizar
una optimización paramétrica.
En el diagrama Cp = f(λ) nos moveremos a lo largo de una curva del paso constante elegido, en
trazo grueso en la figura 3.5.1. Puede observarse que no coincide con el paso que maximiza Cp,
sino menor, pues el paso elegido en este caso proporciona Cp altos en un rango más amplio.
Supuesto conocido el valor del paso, la máquina empieza a operar con un valor elevado de λ y
bajo Cp. Al aumentar la velocidad del viento disminuye λ por mantenerse el régimen, o
aumentar ligeramente con generadores asíncronos, desplazándose el punto de funcionamiento
hacia la izquierda hasta alcanzarse Cp máximo, punto que suele resultar cercano al
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La Energía Eólica A. Lecuona
Este sistema está cayendo en desuso por no compensar la ganancia obtenida frente al aumento
de complejidad y coste.
El enganche a la red se produciría con una velocidad de giro baja, siempre a Cp máximo,
habiendo empezado a girar la turbina reduciendo el paso desde la posición de bandera y
liberando frenos.
Por lo tanto, el paso prácticamente solo hay que cambiarlo para abanderar las palas y
eventualmente auxiliar en el frenado. No obstante, las limitaciones de operación de la parte
eléctrica pueden recomendar no empezar a generar hasta que la máquina alcance un mínimo de
régimen, por lo que conviene disminuir el paso en la maniobra de enganche para provocar el
máximo λ posible. A partir de ese punto se actuaría a régimen constante hasta llegar a la cima de
Cp aumentando el paso. Una vez en la cima, aumentaría el régimen, manteniendo el paso.
La velocidad del viento para la cual resulta útil comenzar a girar resulta de un compromiso, entre
en aprovechamiento de vientos flojos y el coste del desgaste de la aeroturbina para una producción
escasa. Esto último hay que tenerlo especialmente en cuenta cuando con los vientos flojos viene
asociado una alta variabilidad, por efecto de ráfagas, térmicas, etc. Las corrientes térmicas11,
además, traen asociado un cambio de dirección continuo, salvo que la aeroturbina esté en una
colina dominante sobre el terreno circundante. En este caso las térmicas casi siempre se producen
de valle a colina, con lo que la dirección es bastante constante, a excepción del caso de viento
contrario a la colina. Un algoritmo de decisión que aprendiera de los propios resultados es
interesante.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Cp Cp
Operación Punto de diseño Punto de diseño
0,4 nominal 0,4
Sincronismo Sincronismo
0,3 0,3
Plena
3
carga α λ
0,2 0,2
0,1 0,1
Parada Parada
0 arranque 0 arranque
θ 40º 30º 20º 15º 10º 5º 0º θ 40º 30º 20º 15º 10º 5º 0º
0 5 10 15 λ 0 5 10 15 λ
A B
Pe(kW) Pe(kW)
Potencia nominal
Potencia Potencia
de diseño de diseño
Arranque
Arranque
v (m/s) Sincronismo
v (m/s)
Sincronismo
A’ B’
Figura 3.5.1.- Curvas de coeficiente de potencia de una misma aeroturbina, como función del coeficiente de
velocidad para distintos ángulos de paso de pala. A: con superposición de estados operativos en actuación
con paso variable. B: con superposición de estados operativos en actuación con paso fijo. Se indican los
ángulos de paso en una sección de referencia correspondiente a cada curva, sobre el eje λ . A’ y B’:
correspondientes curvas de potencia como función de la velocidad del viento.
Es de resaltar que la aeroturbina de régimen variable está dotada de una virtud muy apreciada. Es la
capacidad de almacenar energía durante una ráfaga en su momento de inercia, acelerando, para
liberar esa energía decelerándose al cesar la ráfaga. Esto limita los picos eléctricos pudiendo
reducirse secciones al paso de la corriente. Limita también los picos mecánicos, permitiendo una
estructura más ligera o una vida más larga.
Las ventajas operativas del paso variable se ven oscurecidas por una mayor complejidad y coste,
además de una mayor probabilidad de fallo. El régimen variable exige una electrónica de potencia
más sofisticada y por ello más costosa. Una solución intermedia consiste en tener dos velocidades
de giro.
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La Energía Eólica A. Lecuona
de vientos amplio. En estos casos interesa además del coeficiente de potencia el coeficiente de par
Cq. Éste se muestra en la figura 3.5.2, ofreciendo la comparación con las turbinas rápidas, que dan
un par de arranque muy bajo e incluso nulo, como es el caso de las de tipo Darrieus. Las
aeroturbinas usadas en bombeo son la multipala y la tipo Savonius.
Cq
0,5
0,3
0,1
0 2 4 6 8 10 12 λ
En dos décadas el avance ha sido espectacular habiéndose llegado a una posible competividad con
las fuentes de energía tradicionales, acompañada de una alta fiabilidad y una vida media de las
máquinas de 20 años. La generación eólica de electricidad va siendo considerada en los países mas
avanzados un recurso más de la política energética.
La creciente preocupación por los problemas ambientales ha incrementado aún mas el interés de
esta fuente energética. Cada kWh eléctrico generado eólicamente en lugar de quemar carbón evita
la emisión de 1 kg de dióxido de carbono a la atmósfera. En un año de funcionamiento un
aerogenerador ha convertido en energía eléctrica más energía de la que se empleó en su
construcción. La energía eólica contribuye pues a preservar las fuentes agotables de energía y es
respetuosa con el medio ambiente.
• El medio físico.
• El medio socioeconómico.
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La Energía Eólica A. Lecuona
El impacto de una actividad cualquiera en el medio físico depende de tres factores fundamentales:
• Carácter de la acción.
Cuanto más intensa sea la acción, más frágil y de mayor calidad sea la zona, el impacto producido
será mayor. Una instalación eólica posee un carácter poco impactante, por lo que la atención debe
centrarse en la fragilidad y calidad del territorio sobre el que haya de asentarse. No obstante, la
realización de una explotación eólica ha de contar con el preceptivo estudio de impacto
medioambiental.
La evaluación del impacto ambiental exige comparar la situación preoperacional del entorno con
cada una de las fases del proyecto: construcción, operación y abandono.
Los aspectos más comunes a las instalaciones eólicas pueden resumirse en los siguientes.
• Impacto visual.
• Ruido.
Figura 4.1.- Ejemplo de sensibilidad del medio físico a la instalación de un parque eólico, en Tarifa, por la
gran aridez del terreno.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Un parque eólico no tiene porqué suponer una barrera a la fauna como lo puede ser una autopista
un canal o un río, si se construye adecuadamente.
Si la construcción se realiza en un tiempo corto, lo cual es posible en unos meses, la fauna tiende
a volver a ocupar la zona sin problemas, salvo casos especiales que han de ser detectados a través
de un estudio de impacto medioambiental detallado. Esto contrasta con los tiempos de
construcción de una central eléctrica convencional, que dura años, consecuentemente perturbando
épocas sensibles de la vida animal de período anual.
Las aves no tienden a colisionar con las aspas, salvo que la zona sufra tráficos intensos por estar
en una ruta de migración concentrada de aves migrantes nocturnas, como es el caso del Estrecho
de Gibraltar. Existe un mayor de riesgo de colisión y electrocución con cables de los tendidos
eléctricos y se considera que la caza ilegal y las carreteras ofrecen un peligro mayor. Las especies
planeadoras tienen una mayor tendencia al impacto con las aspas.
Los estudios realizados hasta la fecha no han registrado muerte de ave ninguna por colisión en el
parque eólico de cabo Villano, en Camariñas, ni se han detectado perturbaciones en la vida de las
aves en las proximidades.
En lo que respecta a los 5 parques eólicos de la zona de Tarifa se han detectado algunas muertes
de aves migratorias, aunque concentradas en ciertos puntos conflictivos que continúan
estudiándose. La avifauna de la zona no parece haber sido afectada.
Impacto visual
Es un tema eminentemente subjetivo. Mientras que para algunos la imagen de un parque eólico
sugiere un sentimiento positivo de progreso hacia el uso de energía limpias y duraderas, asociado
a la línea armoniosa de los aerogeneradores modernos, exponente de su adaptación a la función de
utilidad pública que realiza, para otros su presencia en el paisaje resulta intolerable. La
tolerabilidad a su presencia depende de la belleza natural del paisaje a perturbar y de otros
factores como el tiempo, ya que la noción de intrusión se desvanece lentamente, o el temor a una
invasión masiva. La desconfianza irracional ante las aseveraciones de no-peligrosidad es un factor
influyente en la opinión final de aceptación o rechazo.
Mientras que una instalación de unas pocas aeroturbinas puede resultar hasta atractiva, un parque
eólico masivo supone un impacto visual muy considerable, especialmente si la concentración es
alta. Los elementos que contribuyen al impacto visual son: aerogeneradores, caseta, líneas
eléctricas y accesos.
Los fabricantes de turbinas se han ido adaptando a cánones estéticos, eliminando las torres de
celosía, los arriostramientos y reduciendo los tendidos aéreos, además de usar líneas para las
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La Energía Eólica A. Lecuona
góndolas resultado de un diseño industrial de calidad. La vegetación puede ser usada para reducir
la interferencia visual en zonas muy frecuentadas.
Los edificios suelen situarse en una zona poco visible y alejada. El uso de un cromatismo y
formalismo atractivo, mimético o siguiendo directrices estéticas locales puede reducir el posible
rechazo.
• Primer nivel: en el interior de la instalación o colindante con ésta, con un gran impacto.
Ruido
El nivel de ruido emitido por los aerogeneradores es similar al de cualquier otra instalación
industrial de similar potencia, si bien cuenta con el inconveniente de estar al aire libre, por lo que
no se cuenta con el efecto reductor de los edificios continentes. El ruido típicamente está formado
por:
• Ruido aerodinámico, generado por el avance de las aspas y fundamentalmente por sus puntas,
por lo que se puede correlacionar muy bien con la velocidad de punta de aspa. El ruido
aerodinámico es de dos tipos: ruido de banda ancha, debido al flujo turbulento alrededor de
las superficies de las palas y el ruido irreflexivo, debido a la frecuencia de paso de las palas.
Se denomina irreflexivo porque su gran longitud de onda hace que se difracte alrededor de los
obstáculos de tamaño normal, no cumpliendo las leyes de la reflexión. No es audible, pero se
propaga a largas distancias y puede inducir vibraciones en los edificios. Es más notorio en
aeroturbinas grandes y en las situadas a sotavento de la torre.
• La existencia de barreras acústicas, como montañas, vegetación, edificios, etc, aunque son
poco efectivas a frecuencias bajas.
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La Energía Eólica A. Lecuona
El nivel de ruido de fondo en zonas rurales puede ser muy bajo, del orden de 20 dBA, equivalente a
un silencio casi absoluto, por lo que el impacto de las aeroturbinas puede notarse bastante en las
cercanías. Actualmente se está estudiando la creación de normativas que impidan aumentos
superiores a 5 dBA por la instalación de un parque eólico. Muchas de las aeroturbinas modernas
lograrían pasar esta normativa, si se realiza una instalación proyectada con cuidado. La figura 4.1
compara los niveles de ruido típicos.
Las claves del éxito de la aceptación de un proyecto eólico se basan en la realización de consultas
previas, conocimiento de la tecnología, negociación con los afectados e información de los
beneficios. La experiencia actual demuestra que la aproximación descentralizada, con implicación
local lleva a una mejor aceptación.
Los países del Norte de Europa disfrutan de un nivel de vida elevado, obtenido con resultado de
una gran degradación medioambiental. Consecuentemente su población, de elevado nivel cultural,
aprecia las ventajas de la energía eólica. Sin embargo, en España se valora más la creación de
empleo, la mejora de las infraestructuras y el aumento del turismo, por lo que el asentamiento de
parques eólicos es apreciado favorablemente en zonas deprimidas económicamente, si bien puede
ser rechazado en zonas de alta actividad turística por su impacto ambiental.
10 dBA 20 dBA 30 dBA 40 dBA 50 dBA 60 dBA 80 dBA 90 dBA 100 dBA 120 dBA
Hojas Susurro Dormitorio Turbina Hogar Oficina Interior Equipo Ruido Martillo
cayendo noche eólica Auto Hifi Industria neum.
Figura 4.1.- Niveles de ruido típicos en torno a una aeroturbina convencional y su comparación con
ambientes sonoros típicos.
Las alteraciones de tipo socioeconómico son muy positivas, tanto a escala local como regional y
nacional, pues aparte de la reducción de la contaminación asociada a la generación de energía y en
el uso de recursos no renovables se crean directa e indirectamente puestos de trabajo de alta
cualificación profesional, media y baja. Por otra parte, los terrenos de elevado potencial eólico no
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La Energía Eólica A. Lecuona
suelen ser de explotación agraria intensiva por lo que puede establecerse sin `problemas una
coexistencia, eventualmente solo afectada por el problema acústico.
• Roturas de pala: Puede ocasionar la rotura de la torre. Actualmente se considera esta rotura en
el código de diseño de las torres, por lo que se puede evitar. La rotura de pala se debe
generalmente a fatiga. Actualmente se cambian a los 10 años, aunque en los diseños modernos
no es necesario.
• Rotura de torre: Afecta únicamente a las inmediaciones del aerogenerador. Son muy escasas.
• Palas.
• Buje.
• Eje principal.
• Soportes de eje.
• Corona de orientación.
• Torre.
• Cimentaciones.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Figura 4.2.- Ejemplo de convivencia de una instalación eólica y una explotación agropecuaria y de impacto
visual bajo. Cold Northcott, Inglaterra.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Solo en algunos casos la incorporación de las renovables puede significar un valor añadido al
inversionista, la mejora de imagen externa por contribuir a un buen fin. A pesar de ello el costo de
esa mejora de imagen se valorará frente a otras opciones.
Los ingresos por ser productor provienen de la venta de la energía, la cual es de obligada compra
por parte de los explotadores de la red, a un precio superior al de venta, si se cumplen ciertas
condiciones. El precio de adquisición regula, por lo tanto, el interés de los inversores en las
energías renovables y constituye, junto con las subvenciones directas las herramientas principales
de incentivo de uso. En el futuro es posible que se establezcan las ecotasas, impuestos por
producción de contaminantes, o de CO2, por lo que incidirán asimismo en la dinámica de
evolución. El mercado de bonos de emisiones va en el mismo sentido.
1. Inversión inicial.
1.2. Otros costes. Suman un 25% del costo de los aerogeneradores. Incluye:
• Transportes y montaje.
• Gestión y administración.
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La Energía Eólica A. Lecuona
El análisis financiero es similar al que pueda utilizarse para un proyecto normal, teniendo en cuenta
que en los proyectos de energía eólica se usa un horizonte de amortización del orden de 10 a 20
años.
Los precios públicos para la venta de energía eléctrica, si bien han permitido la creación de una
industria incipiente, no reflejan los costes reales completos, ni la estabilidad de futuro adquirida, ni
el efecto descentralizador, etc. y tienden a bajar.
La reducción de los costes proviene de una tecnología más experimentada y especializada, aunque
más específicamente proviene de:
Reducción de los costes específicos del aerogenerador, por factor de escala, experiencia y
adaptación al mercado.
Reducción de los costes de instalación. Sistemas de montaje e izado del rotor más efectivos
y simples.
Reducción de los costes de mantenimiento a través de sistemas más fiables y gestiones más
eficaces.
Mejora de la disponibilidad.
Se estima una reducción del coste específico de los aerogeneradores del 10% al 15% en los
próximos 5 años.
Sistemas más sencillos y con menos piezas. Un ejemplo es el tren de potencia integrado, o
los generadores sin caja de multiplicación.
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La Energía Eólica A. Lecuona
Materiales avanzados, como la fibra de carbono-epoxi, más ligera, aunque más costosa, que
faciliten el diseño de rotores de hasta 100 m de diámetro.
Fabricación con normas de calidad ISO y características técnicas garantizadas con normativa
internacional.
Es de destacar el impulso cobrado por las instalaciones en el mar (off-shore en inglés), que
aprovechan el mayor potencial eólico. La menor turbulencia y el menor impacto ambiental.
7.- Bibliografía
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Ministerio de Industria, Comercio Y Turismo. A Thermie Maxibrochure. Commission of the
European Communities.
Aeroturbina Máquina que aprovecha la energía del viento por medio de una turbomáquina.
Anemómetro El anemómetro se utiliza para medir la velocidad del viento. Sus señales son
empleadas por el controlador electrónico para conectar el aerogenerador cuando el viento alcance
la velocidad de arranque. Si la velocidad es superior a la de corte, el ordenador parará el
aerogenerador para evitar desperfectos en el mismo.
Área del rotor En los aerogeneradores de eje horizontal el área se mide verticalmente. El área del
disco cubierto por el rotor y las velocidades del viento determinan cuánta energía podemos recoger
en un año. Si se dobla el diámetro del rotor se obtiene un área de barrido cuatro veces superior.
Esto significa que la potencia disponible también será cuatro veces mayor.
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Arranque suave Para evitar situaciones de sobrecarga en la red, los modernos aerogeneradores se
conectan y se desconectan de la red de forma gradual mediante tiristores, un tipo de interruptor
continuo de semiconductor que puede ser controlado electrónicamente.
Bridas Las secciones de la torre de un aerogenerador son atornilladas utilizando bridas de acero
laminado en caliente, soldadas a los extremos de cada sección de la torre.
Carenado Cubierta aerodinámicamente diseñada para ofrecer la mínima resistencia al avance del
aire respecto a la misma.
Cimentación marina monopilote Construcción simple que consta de un pilote de acero con
diámetro de entre 3,5 y 4,5 metros, clavado a unos 10 ó 20 metros en el lecho marino, dependiendo
del tipo de subsuelo. No necesita un acondicionamiento del suelo marino, aunque requiere un
equipo de pilotaje pesado y no está aconsejada en lechos marinos con muchos bloques de mineral.
Cimentación marina por gravedad Este tipo de cimentación ofrece un método similar al de cajón
de hormigón, por gravedad, aunque en lugar de hormigón se utiliza un tubo de acero cilíndrico
situado en una caja de acero plana que yace sobre el lecho marino.
Cizalamiento Se llama cizalamiento al hecho de que la velocidad del viento disminuya según se
acerca a la base de la torre. Si está en su posición más alta las fuerzas que actúan sobre la pala del
rotor son muy superiores a cuando está en su posición más baja.
Conexión directa a red En la conexión directa a red el generador está directamente conectado a la
red de corriente alterna, generalmente trifásica.
Conexión estrella Se conecta uno de los extremos de cada una de las tres bobinas de electroimán a
su propia fase, y el otro extremo a una conexión común a las tres fases.
Conexión indirecta a red La conexión indirecta a red significa que la corriente que viene de la
turbina pasa a través de una serie de dispositivos eléctricos que ajustan la corriente para igualarla a
la de la red.
Conexión triángulo Se llama conexión triángulo porque los conductores se disponen en forma de
triángulo. En este tipo de conexión habrá una diferencia de tensión entre cada dos fases que en sí
misma constituye una corriente alterna.
Controlador electrónico Posee un ordenador que continuamente monitoriza las condiciones del
aerogenerador y controla el mecanismo de orientación. En caso de cualquier disfunción,
automáticamente detiene el aerogenerador y avisa al ordenador del operario encargado de la
turbina.
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Corona de orientación Corona dentada fija a la torre sobre la que se asienta la góndola y que
dirige el giro de la misma siguiendo la dirección del viento incidente.
Densidad del aire La energía cinética del viento depende de la densidad del aire, es decir, de su
masa por unidad de volumen, esto es, cuanto "más pesado" sea el aire más energía recibirá la
turbina.
Disponibilidad Relación entre el número de horas en las que un aerogenerador produce energía y
el número de horas en que han existido velocidades de viento dentro del rango de funcionamiento
del aerogenerador.
Estructura reticular o celosía Armazón que soporta el aerogenerador formado por un sistema de
vigas unidas entre sí.
Estructura tubular Armazón que soporta el aerogenerador formado por una cubierta cilíndrica.
Factor de potencia o coeficiente Relación entre la potencia mecánica producida por el rotor y la
teórica correspondiente a una velocidad de viento incidente sobre la superficie del rotor total.
Generador con número de polos variable Se trata de un generador que (dependiendo de como
están conectados los imanes del estátor) puede funcionar con diferente número de polos y, por
tanto, a distinta velocidad de rotación.
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Isoventas Líneas de un mapa eólico que unen puntos de igual velocidad media de viento, debiendo
ser especificadas previamente las condiciones de determinación de la velocidad media.
Mapa eólico Mapa en donde se consignan diversos datos de tipo eólico, tales como velocidades
medias de viento, direcciones predominantes, regularidad...
Multipalas Tipo de aerogenerador de baja velocidad caracterizado por su gran número de palas así
como por la disposición del eje de giro perpendicular a la velocidad del viento y que presenta una
forma adecuada para su uso aerodinámico.
Pala Elemento del aerogenerador que por aprovechamiento aerodinámico transforma la energía
cinética del viento en energía mecánica en el eje del generador.
Par motriz Par generado por las fuerzas aerodinámicas que actúan sobre las palas en el eje del
rotor provocando el movimiento de éste.
Paso de pala Medida geométrica proporcional al ángulo formado por la cuerda del perfil en el
encastre de la pala, con la dirección del eje de giro.
Perfil de pala Sección de la pala perpendicular a la misma y que presenta una forma adecuada para
su uso aerodinámico.
Polos del generador Cada uno de los bornes de un generador eléctrico que sirven para conectar el
mismo con los conductores exteriores.
Posición de bandera Posición de las palas del rotor respecto al viento incidente tal que no existe
componente de fuerza aerodinámica en sentido circunferencial, por lo que no se produce par motriz
ni giro del rotor.
Rosa de vientos Gráfico que representa la frecuencia con la que se produce la velocidad de viento
en las distintas direcciones.
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Sistema hidráulico El sistema hidráulico restaura los frenos aerodinámicos del aerogenerador.
Torre Soporta la góndola y el rotor. Es mejor cuanto más alta ya que a mayor altura mayores
velocidades de viento. Las torres pueden ser tubulares (más seguras) o, de celosía (más baratas).
Veleta La veleta es utilizada para medir la dirección del viento, envía sus señales al controlador
electrónico de forma que éste pueda girar el aerogenerador en contra del viento utilizando el
mecanismo de orientación.
Velocidad de arranque Velocidad mínima de viento por encima de la cual el rotor comienza a
girar.
Velocidad de corte Velocidad máxima de viento por encima de la cual rotor deja de suministrar
potencia al eje motor.
Velocidad de diseño nominal Velocidad del viento incidente para la cual se obtiene la potencia
máxima.
Velocidad máxima crítica Velocidad del viento a la que se pone en funcionamiento los sistemas
de parada de emergencia en previsión sobre cargas mecánicas peligrosas.
Velocidad media anual del viento Valor medio del módulo de la velocidad del viento en un
emplazamiento y altura dados a lo largo de un año.
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