Pirenne, Henri: Mahoma y Carlomagno. Madrid.

Alianza, 1978
Síntesis del libro a cargo de la Prof. Susana B. Violante para uso interno exclusivo de la
cátedra de Historia de la Filosofía Medieval de la Universidad Nacional de Mar del
Plata. Mar del Plata, mayo de 2008.

Pirenne comienza su texto escribiendo sobre la conservación del paganismo

dentro de la Iglesia. Luego comenta la acción de algunos pensadores importantes para el
desarrollo del período estudiado como Boecio, Casiodoro, Isidoro de Sevilla… para dar
lugar posteriormente a la narración de acontecimientos político religiosos que
caracterizaron la historia de Occidente:

(p.99) Boecio nació en Roma en 480 y murió condenado en Pavía en 524 o 525.
Desde 507 era conocido como un hombre docto. En 510 fue canciller de Teodorico y
como tal Tuvo que organizar el sistema monetario. Tradujo a Aristóteles, a Porfirio y a
otros. Disfrutó de la confianza del rey, sus enemigos lo acusan de deslealtad y
conspiración contra el rey. Fue puesto en prisión y condenado sin ser escuchado y
ejecutado por orden del propio Teodorico. Durante su estancia en la prisión, esperando
la muerte, Boecio reflexionó sobre la inestabilidad del favor de los príncipes y la
inconstancia en la lealtad de sus amigos. Estas reflexiones dieron lugar a su más
conocida obra filosófica: "De Consolatione Philosophiae", en este libro el cristianismo
se mezcla con una moral estoico-romana. A pesar de la caída del Imperio romano de
Occidente su texto fue respetado y considerado como una importante fuente para el
conocimiento del pensamiento clásico y su interpretación1.

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Las notas a pie de página son agregados aclaratorios a la síntesis de Pirenne, en este caso sobre Anitius
Manlius Torquatus Severinus Boethius dada la importancia y difusión de su pensamiento en el desarrollo
filosófico de la Edad Media. En sus páginas menciona a autores grecolatinos de la antigüedad. Desde muy
joven estudió en Atenas las doctrinas de Platón, Aristóteles y los estoicos a quienes quiso traducir al latín
y mostrar cómo sus filosofías podían conciliarse como creían la mayoría de los neoplatónicos. De este
trabajo nos ha llegado muy poco: La traducción del griego de las Categorías con su prólogo que es la
Isagoge de Porfirio a la que realizó un comentario; el tratado De la interpretación, los Tópicos y los dos
Analíticos de Aristóteles y los "Topica" de Cicerón, entre otras. Los trabajos teológicos de Boecio
incluyen “De Trinitate”; dos tratados cortos (opuscula) dirigidos a Juan el Diácono (posteriormente Papa
Juan I); "Liber contra Eutychen et Nestorium"; y "De Fide Catholic" (de dudosa autenticidad). La
influencia de Boecio durante la Alta Edad Media es atestiguada por el número de comentarios
encontrados en manuscritos tan antiguos como del siglo noveno de Juan Escoto Eriúgena y Remigio de
Auxerre. Fue casi el único transmisor de la filosofía griega hasta fines del s. XI cuando comienzan las
traducciones. De hecho los escolares de principio del s. XII dependieron enteramente de Boecio para el
conocimiento de las doctrinas de Aristóteles, adoptaron sus definiciones de “persona”, “eternidad”, etc. y
las hicieron de dominio común en las escuelas. Fue Boecio quien comenzó con el planteo de los
universales y desarrolló la interpretación y el comentario como géneros filosóficos. También es de suma
importancia el trabajo de relación e imbricación mutua entre fe y razón. Inspiró el género literario de
consolación entre los siglos XI y XVI. La Consolación de la Filosofía se convirtió en uno de los libros

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 Casiodoro nació en 477, fue ministro de Teodorico en 540, se hizo monje en el
monasterio de Vivarium fundado por él. Hubiese querido que los monjes guardaran en
los claustros toda la literatura clásica antigua. Quiso “que la cultura se refugiara en los
monasterios” tal vez en contra de Justiniano que le negó la fundación de la escuela de
Teología.
Gregorio Magno nació en Roma en 540 y muere en 604. Vendió sus bienes y
fundó siete conventos. No aceptó la literatura antigua. Censuró a Desiderio, obispo de
Vienne, por dedicarse a la enseñanza de la gramática y por cantar, siendo cristiano, las
alabanzas de Júpiter.
(p. 105) Isidoro de Sevilla nace en 560 y muere en Sevilla siendo arzobispo en
646. Quiere escribir en latín vulgar para llegar a todo el pueblo. Es un compilador que
pretende poner la ciencia antigua al alcance de sus contemporáneos. Su importancia fue
tal que se lo considera “la Enciclopedia de la Edad Media”.

(p.152) En el s. VII Francia se ha desplazado hacia el norte germánico, no está

centrada en la Romania, no se fortifica en el Mediterráneo porque allí domina el Islam.
La decadencia Merovingia es provocada, en parte, por el cierre del Mediterráneo
por los sarracenos. No se puede seguir considerando a los carolingios como los
seguidores de los merovingios si se tienen en cuenta estos hechos. Luego de la muerte
de Clodoveo se sigue viviendo bajo apariencias romanas, la sociedad es diferente de lo
que había sido bajo la autoridad de Roma. El historiador Waitz acierta al separar las dos
épocas. El corte se realiza con el “golpe de Estado” de Pipino. La decadencia
merovingia es la de la realeza: un poder absoluto arrastrado del Imperio Romano, aquí
es importante la Iglesia y no los germanos. En el 656 Grimoaldo, hijo de Pipino I,
intenta suplantar al rey franco, los francos se indignan, matan al culpable y el rey se

filosóficos más populares e influyentes entre políticos, poetas, historiadores, filósofos y teólogos. Su
diálogo alterna la prosa y el verso, por lo que se lo considera dentro de la sátira menipea (modelo literario
filosófico iniciado en el s. III a. J.C. por Menipo de Gadara, que indica indignación y confluye en la
ironía). La consolatio está inspirada en producciones estrictamente paganas, un tratado en el cual, según
las ideas del método que prevalecían en ese entonces, el sentimiento y pensamiento cristiano no tenían un
lugar propio. Es un diálogo entre la filosofía y Boecio. El principal argumento del discurso es la
transitoriedad y la irrealidad de toda la grandeza terrenal y el deseo superior de las cosas de la mente. Hay
rastros evidentes de la influencia de los neoplatónicos, especialmente de Proclo y el estoicismo sobre todo
los pensamientos de Séneca. El trabajo aborda muchos problemas de metafísica así como de ética. Trata
del Ser y Naturaleza de Dios, de la providencia y del destino, del origen del universo, y de la libertad de
la voluntad. La Consolatio consta de cinco libros. Incluye el elemento emocional a partir de lo que está
viviendo el autor y llega a escribir que gracias a la ayuda de Platón, Aristóteles, los estoicos y Dios ha
alcanzado la paz que necesitaba ante la situación límite que estaba viviendo.

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apoya en la Iglesia, para eso la protege y domina. El reino franco quiere instalarse en el
Mediterráneo, en ese intento se dirigen a España y allí luchan contra los visigodos.
(p. 157) En 695 el rey da la villa de Nassigny a la abadía de St. Denys a cambio
de que no pidan más la renta, el rey prefiere dar tierras antes que dinero, esto puede
estar causado por el dominio del Mediterráneo por el Islam, lo que provoca una baja en
la entrada de divisas. La dura situación económica afectó menos la zona norte porque
pagaban en productos de hacienda, agrícolas. Estos acontecimientos provocan
inseguridades en la economía real y en la administración “a la romana”. En el momento
de la toma de Cartago el comercio marítimo es casi nulo; el rey está en manos de la
aristocracia. La Iglesia cae en anarquía, (para decir esto Pirenne se basa en las listas
episcopales donde) se evidencia su desorden ya que los obispos desaparecen entre 100 y
200 años. Hasta el 800 no figura ningún nombre de ellos en toda la amplia región –y
tampoco hay constancia de que se hayan realizado sínodos desde finales del s. VII,
conforme la influencia que éstos tendrían que tener, este silencio nos muestran la
decadencia. Así Francia, debilitada su monarquía, comienza a vivir las oposiciones
internas entre romanismo y germanismo.
(p. 171) Justiniano en 543, anatemiza a tres teólogos nestorianos2 supuestamente
para satisfacer a los monofisitas3, se convoca un concilio ecuménico en Constantinopla
que sólo fue un concilio griego precedido por el Patriarca de Constantinopla.
Período crítico del Imperio. S. VI. Roma es la ciudad del Papa y Rávena es la
ciudad imperial.
(p.172) Se busca la autonomía y el ecumenismo que es tomado por el Patriarca
de Constantinopla frente a la situación desesperada de Roma: el papa comienza a ser la

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Nota: Nestorianismo: Afirma que en Cristo hay, además de dos naturalezas, dos personas: una divina (el
Verbo) y otra humana (Jesús de Nazaret) Según esto, Cristo es verdadero hombre y verdadero Dios, pero
ambas naturalezas tienen sólo una unión moral. La divinidad habita en la humanidad de Jesús como en un
templo. En consecuencia, no se puede llamar a María madre de Dios, sino madre de Jesús-Hombre.
Fórmulas modernas de nestorianismo o arrianismo serán las que afirman que Cristo es solamente -el
hombre para los otros o simplemente un hombre provisto excepcionalmente de gracia, o una
manifestación extraordinaria de Dios. Reducen, pues, a Cristo a ser para los hombres sólo un ejemplo
silenciando su divinidad.
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A pesar de haber sido condenado en el Segundo Concilio de Constantinopla (553), el Monofisismo
encontró apoyo en Siria, Armenia y especialmente entre los cristianos coptos en Egipto en dónde todavía
existe incluso con una estructura ordenada en las Iglesias Armenia y Copta entre otras. Monotelismo:
Herejía del siglo VII que sostenía que Cristo posee dos naturalezas pero una sola voluntad. La herejía se
originó de un intento de reconciliar las ideas de la herejía monofisita con la ortodoxia cristiana. El
emperador Heracleo (610-641), en un encuentro con los monofisitas, formuló que Cristo tendría dos
naturalezas pero una sola voluntad. Esta idea recibió apoyo del patriarca de Constantinopla, Sergio. Este
punto de vista fue condenado posteriormente por la Iglesia de Occidente, lo cual generó un
resquebrajamiento con la Iglesia de Oriente.

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“cabeza de todas las Iglesias”. De todos lados invaden Roma y el papa es abandonado
por el Emperador. El papa comienza a enviar misiones a Inglaterra logrando así
separarse de Bizancio y fortalecer la Iglesia anglosajona que más tarde va a dirigir el
destino de Roma. El imperio se fortalece, se recuperan ciudades pero en el 634 el Islam
se apodera del Mediterráneo. El ataque es masivo. Roma queda aislada y Bizancio deja
de luchar contra los lombardos. Esta llegada del Islam separa definitivamente Oriente y
Occidente y reduce a Europa al territorio del cristianismo.
En Oriente dominaban los monofisitas que sólo reconocían en Cristo una
naturaleza: la divina. Los monofisitas están contra los ortodoxos que veían a la vez el
hombre y Dios aunque privilegiaban una con lo cual se podían conciliar ambas
doctrinas en una.
Monotelismo: doctrina que intenta imponerse para fortalecerse contra la invasión
musulmana a toda la comunidad cristiana, pero Siria ya estaba en manos de los
musulmanes y esto enfrenta a Roma con Bizancio y el papa Honorio en 638, la
consideró herética. Egipto que era monofisita, cae en manos del Islam, por lo tanto se va
perdiendo la fuerza en Oriente.
(p. 173) Ekthesis (monofisitas y ortodoxos) monotelismo. Constantinopla no
abandona el monotelismo pero Constante II en 648 publicó el Typos: tipo de fe,
prohibiendo toda querella sobre el dogma y confirmando el monotelismo. Roma no
cedió y en el Sínodo de Letrán el papa Martín I condenaba a la vez la Ekthesis y el
Typos declarándolos herejía. El emperador Constante II manda detener a Martín y
enviarlo a Constantinopla. Se abandona el monotelismo y se vuelve a Roma.
Constantino IV (668-685) convocó el VI Concilio ecuménico en Constantinopla,
condenó el monotelismo y reconoció al papa como “jefe de la primera sede de la Iglesia
universal” en 680. Se ha generado un desplazamiento hacia Occidente junto al
abandono de las ciudades monofisitas de Oriente: Siria, Palestina y Egipto.
(p. 175) En 677 Constantino IV, con apoyo de los griegos, alejaba a los árabes y
asegura sus posesiones en Italia firmando la paz con los lombardos. El Imperio salvó
Constantinopla, conserva Roma y Rávena pero queda confinado al Mediterráneo
oriental hasta la pérdida de España y África.
De los trece papas entre 678 y 752 sólo dos son de origen romano: Benito II
(684-685) y Gregorio II (715-731), el resto sirio, griego, siciliano. Sicilia está
helenizada con la emigración siria tras ser conquistada por los musulmanes. La iglesia
se orienta hacia Bizancio por el poder de ésta sobre el pontificado. La elección del papa

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se hace en el ámbito romano y, extrañamente, eligen a griegos. Roma está helenizada
tanto en la milicia como en el clero. Roma forma parte del Imperio pero el papa es
independiente, es jefe religioso, civil y militar pero reconoce su pertenencia al Imperio
que lo fortalece porque el Emperador lo considera el protagonista principal de la Iglesia
universal, (sin España y África que están perdidas en manos de los musulmanes).
(p. 176) A principios del s. VIII reaparece la querella entre ortodoxos y
monotelistas, el emperador Filipino (monotelista) genera motines en Roma y su
autoridad se debilita en Italia, lo matan y lo sustituyen por un jefe nombrado por las
tropas. Es necesario que intervenga el Emperador pero Justiniano II muere en 711.
Comienza la anarquía que permite a los búlgaros llegar a Constantinopla mientras los
árabes avanzan por tierra a través de Asia Menor y sus tropas que dominan la
Propóntide y el Egeo atacan la capital por mar. Europa se salva gracias a León III cuya
flota es superior a la flota árabe y establece una alianza con los búlgaros. Fue el último
ataque de los árabes contra la “ciudad protegida por Dios”. Hasta finales del s. VIII los
árabes fueron contenidos. León III realiza una reforma religiosa: la iconoclastia, tal vez
para disminuir los problemas con el Islam. En Roma no cayó bien. El papa Gregorio II
lo anatematiza. Ambos se enfrentan y el papa decide separar los dos poderes. Toda Italia
se subleva y está decidida a nombrar un antiemperador si el papa lo ordenaba. El
emperador no cede y se alía con los lombardos y el papa sigue oponiéndose a la
iconoclastia y capitula políticamente. Reconoce la autoridad temporal del emperador y
busca mantener la autonomía, se nombra un antiemperador, lo matan. Muere Gregorio II
y lo sucede un sirio: Gregorio III que pasa a ser el último papa que pide confirmación al
emperador. Gregorio III reanuda la lucha contra la iconoclastia, inmediatamente reúne
un sínodo que excomulga a los destructores de imágenes incluido el emperador León III
porque para él era una forma de seguir engañando al pueblo permitir que siguieran
pensando que eran “iguales”. El emperador responde separando de Roma todas las
diócesis y las propiedades de la Iglesia. Así el papa, visto desde Bizancio, pierde poder
y la Iglesia latina es rechazada. A pesar de esto el papa no rompe con el emperador.
En medio de todo este caos se alía con Inglaterra para emprender la conversión
de Germania con el monje griego Teodoro.
(p. 179) Evangelizadores de Germania: San Bonifacio y Wilfredo se encargan de
fundar Iglesias con reliquias. Bonifacio se beneficia con la protección de Carlos Martel.
A Bonifacio lo consagran arzobispo con la autorización de nombrar obispos “en los
territorios que conquiste para Cristo”.

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 En 751 el obispo de Wurzburg, Buchardo (Germania), y el abad Fulrad van a
Roma con la cuestión: ¿quién debe ceñir la corona, el que lleva el título de rey o el que
ejerce realmente el poder? La respuesta es de parte de Zacarías y sostiene que Pipino el
emperador. Esto marcaría el final de la dinastía merovingia. Así empieza a dominar “el
norte” (Germania) y sostiene al papado después del rechazo de Bizancio. Esto implica la
alianza de los carolingios con el papado.
(p. 181) El nuevo Imperio. El imperio, la “res publica” Roma. ¿Roma está en el
Imperio? En medio de controversias el poder total sigue estando en manos del
Emperador. A Pipino (que se mantiene en todo de acuerdo con el papa) lo sigue su hijo
Carlomagno. Sigue apareciendo como benefactor de la Santa Sede. Gana Lombardía y
pasa a ser “Rex Francorum et Longobardorum atque patricius Romanorum”. Su poder
se extiende hasta el Mediterráneo pero no se instala en Roma. Al morir León IV, el
Imperio bizantino renuncia a la iconoclastia.
En 787 el Concilio de Nicea reprueba la iconoclastia, esto implica que se
reconcilia Roma con Constantinopla. Carlos no acepta todas las decisiones y llama a
unos teólogos para que se expidan contra el Concilio: esto consta en los libri Carolini
donde también son condenadas las doctrinas de los adoradores de imágenes. En 796 le
escribe a León III que “él es señor y padre, rey y sacerdote, jefe y guía de todos los
cristianos” y traza los límites de él y del papa. Ha triunfado sobre Sajonia y los
lombardos junto con el rechazo a los ávaros. Sólo él existe en Occidente, si no se tienen
en cuenta los pequeños príncipes de Inglaterra y España.
Como Carlomagno había dicho que su pueblo es el cristiano busca que la
dignidad del emperador se la otorgue el propio papa para que parezca más legítima que
si se la otorga él mismo.
(p. 187) Carlomagno “Será el representante militar de San Pedro como el papa
es su representante religioso”. El papa lo corona el 25 de diciembre de 800 por
acclamatio y adoratio, con esto es un patricio a quien el papa le ha otorgado todo el
poder con lo cual la Iglesia va a recibir todos los cuidados por parte de Carlomagno. El
imperio se lo da el papa jefe de la ecclesia por lo tanto la ecclesia se convierte en su
defensor titular. Su título imperial no tiene significado laico por lo tanto el patricio que
protegía Roma, se convierte en el emperador que protegía la Iglesia. El papa lo llama en
sus bulas: imperante domino nostro Carolo piisimo perpetuo Augusto a Deo coronato
magno et pacifico imperatore. Tiene su centro no en Roma sino en el norte, en
Austrasia. El imperio de Carlomagno es el final de la ruptura europea por parte del

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Islam. La separación de Oriente y Occidente ha limitado la autoridad del papa a Europa
occidental y la conquista de España y África por el Islam convierte al rey de los francos
en dueño del Occidente cristiano.
(p. 188) “Sin Mahoma, Carlomagno es inconcebible”. Con el reino franco-
austrasiano-germánico, se inicia la Edad Media. (p. 189) Comienza el germanismo a
desarrollar su papel, el de la civilización romano-germánica. El imperio de Carlomagno
es el marco. Pirenne tampoco coincide en llamar “renacimiento carolingio” a este
periodo. Dice que esto es así comparado con la última etapa merovingia. Para Pirenne
más bien ha retrocedido, para ello invierte el sentido de ver e interpretar los datos. Un
buhonero o barquero aislado no indica la existencia de una economía de cambio. La
acuñación de oro ha desaparecido, el préstamo con intereses está prohibido, no hay una
clase de comerciantes profesionales, ha cesado la importación de productos orientales,
se ha reducido al mínimo la circulación monetaria.
Saber leer y escribir ha desaparecido entre los laicos. No hay organización de
impuestos, las ciudades son fortalezas (en la época carolingia), ha retrocedido a una
etapa agrícola que no necesita de todo esto para mantenerse. La causa: la ocupación del
Mediterráneo por el Islam. A pesar de la fuerza del Islam en el mar los carolingios tratan
de instalarse y en 797 ocupan Barcelona y en 799 las Baleares, no obstante el resto es
ganado por los musulmanes, en 852 los musulmanes toman Barcelona.
En el Imperio los judíos eran protegidos porque hacían negocios, podían
mantener su culto y hasta contratar gente y a cristianos para la hacienda. También
podían comprar y vender esclavos extranjeros en el Imperio. Esto se conoce por
Agobardo que relata enfurecido las ventajas que tenían. Por su situación los judíos
aprovechan a pasar por donde otros no podían y así activan el comercio. Lo que se
encuentra en el Imperio en mucho es gracias a ellos que van de Occidente a Oriente. El
comercio de esclavos fue prohibido en 779 y ratificado en 845, no obstante, continúa.
Hay que imaginarse una sociedad salpicada de monasterios y fundaciones
eclesiásticas. Sus tierras son las únicas que aumentan a causa de las donaciones de los
fieles y las reales disminuyen a causa de los beneficios que deben crear, de aquí esas
tierras pasan a la aristocracia militar (milites), muchos buscan el amparo de la Iglesia
para evitarse exacciones. Es una sociedad que cae bajo la dependencia de los dueños de
las tierras y el poder público va asumiendo un carácter privado; la independencia
económica va decreciendo igual que la circulación monetaria. El objetivo de moralidad
cristiana trata de fortalecerse en defensa de los débiles y pobres.

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 El “renacimiento” del que se habla en esta época, es puramente clerical, no llegó
al pueblo. La reanudación con la tradición antigua y la ruptura con la tradición romana
fue interrumpida por el dominio del Islam. La gran importancia de la escritura hasta el s.
VIII, radica en la difusión del papiro; sólo se escribe para copiar libros por lo caro del
papiro. Los monasterios que se dedican a copiar cambian el tipo de letra para que
cupiera más texto en menos papiro, ejemplo de este ahorro son las copias que se hacen
en las abadías de St. Denys, Fulda y varios monasterios más que se asemejan a talleres
tipográficos. Sobre todo en Fulda donde se encontraban monjes anglosajones.
La cultura se convierte en romano-germánica. Carlomagno y su corte están
menos latinizados que los merovingios. El clero se germaniza.