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ENFERMEDADES MENTALES

INTEGRANTE: ADALID BENJAMIN PACASI


CALLISAYA
MATERIA:PSICOLOGIA FILOSOFIA
COLEGIO: MARCELO QUIROGA SANTA CRUZ
CURSO: 4to “A” DE SECUNDARIA

EL ALTO - BOLIVIA
2018
1. Síndrome de Cotard

En este raro trastorno psiquiátrico, el afectado cree que ha


muerto, o que ha perdido la sangre o algún órgano interno.
Este delirio puede ser peligroso ya que el trastornado puede
actuar imprevisiblemente. Frecuentemente se asocian este
tipo de conductas a personalidades nihilistas e
hipocondríacas.
El Síndrome de Cotard recibe su nombre por Jules Cotard,
quien fue el primer médico que diagnosticó esta extraña
condición. Describió las diferentes fases del trastorno en una
tesis escrita en París, en el 1880.
Las personas afectadas por el Síndrome de Cotard rehúsan
el contacto social y descuidan su bienestar personal. Su
causa radica comúnmente en patologías neurológicas o
mentales, y se asocia con la desrealización y la depresión.
El síndrome de Cotard, también llamado delirio de negación o
delirio nihilista, es una enfermedad mental relacionada con la
hipocondría. El afectado por el síndrome de Cotard cree estar
muerto (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la
putrefacción de los órganos o simplemente no existir. En
algunos casos el paciente se cree incapaz de morir.
Descripción[editar]
Los pacientes llegan a creer que sus órganos internos han
paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que
su corazón no late, que no tienen nervios, ni sangre ni
cerebro e incluso que se están pudriendo, llegando a
presentar algunas alucinaciones olfativas que confirman su
delirio (olores desagradables, como a carne en putrefacción),
inclusive pueden llegar a decir que tienen gusanos
deslizándose sobre su piel.
Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves
(psicóticas o delirantes) se puede ver en otras enfermedades
mentales severas (demencia con síntomas psicóticos,
esquizofrenia, psicosis debidas a enfermedades médicas o a
tóxicos).

2. Autolesión / suicidio

La persona que sufre este desorden mental trata de quitarse


la vida (o trata de conseguir atenciones debido a estas
conductas). Estas conductas incluyen cortarse las manos o
brazos, quemarse, etc.
En este tipo de trastorno mental, la persona trata de
autolesionarse o hasta de quitarse la vida. Usualmente, esta
conducta puede estar motivada no en la consecución de la
muerte, sino en algún tipo de atenciones que reciben al
mostrar esta conducta, lo cual remite a un trastorno de fondo
que suele ser grave.
La autolesión, también conocida como autolesión deliberada
o autoagresión, es una práctica consistente en la producción
intencionada de heridas sobre el propio cuerpo, comúnmente
realizadas sin intenciones suicidas.1 Estos y otros nombres
se emplean en la literatura médica más actual en un intento
de utilizar una terminología neutral. La antigua literatura,
especialmente la que precede al Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV-TR),
empleaba en la mayoría de los casos el término
automutilación.

La forma más común de autolesión son los cortes en la piel.


No obstante, la autoagresión involucra un amplio rango de
comportamientos que incluye, entre otros: quemaduras,
rasguños, golpes, dermatilomanía, tricotilomanía e ingesta de
sustancias tóxicas u objetos.23 Generalmente, los
comportamientos asociados con el abuso de sustancias y con
los desórdenes alimenticios no son considerados
autolesiones, pues los resultantes daños tisulares son, por lo
común, un efecto secundario involuntario. No obstante, los
límites no son siempre claros y, en algunos casos, los
comportamientos que habitualmente caen fuera de los límites
pueden representar efectivamente una autolesión si se
realizan como un intento explícito de causar daños tisulares.4
Aunque el suicidio no es unos de los propósitos de esta
práctica, la relación entre ambos comportamientos es
compleja, especialmente porque la autolesión es
potencialmente una amenaza a la vida.5

3. Trastorno de Identidad Disociativo

El Trastorno de Identidad Disociativa, o Trastorno de


Personalidades Múltiples, es un desorden de la identidad. La
persona afectada por este trastorno desarrolla más de una
personalidad y muestra diferentes conductas y
comportamientos en distintas situaciones. En el artículo
"Trastorno de Personalidad Múltiple" tienes mucha más
información de las características de el que es considerado
como uno de los trastornos mentales más severos.
Se suele decir que las personas con TID cambian sus
comportamientos radicalmente y posteriormente no recuerdan
ese episodio.
Es uno de los trastornos cuyos afectados viven con mayor
inquietud, así como uno de los más controvertidos entre la
comunidad científica debido a la dificultad de los aparatos
psicométricos para diagnosticarlo y por la falta de tratamiento
eficaz. De todos modos, en los últimos años ha habido
importantes pasos en la mejora de los tratamientos.
Más información sobre el Trastorno de Identidad Disociativo:
"Trastorno de Personalidad Múltiple"
Se cree que la causa se debe a un trauma infantil.2 En
aproximadamente el 90% de los casos hay un historial de
abuso en la infancia, mientras que otros casos están
relacionados con experiencias de guerra o problemas de
salud durante la infancia. Los factores genéticos también se
cree que juegan un papel. Estudios entre profesionales de la
salud demuestran un amplio escepticismo contra la idea de
que este diagnóstico representa en sí un desorden mental en
vez de un delirio con base cultural o iatrogénica.
4. Esquizofrenia
Esquizofrenia es un trastorno mental causado por una
anomalía en los procesos cognitivos y por una pobre
respuesta emocional. El afectado sufre de alteraciones en la
percepción o la expresión de la realidad. Recientemente se
han producido importantes avances científicos sobre la
esquizofrenia.
Comúnmente se conoce este trastorno como aquel en que la
persona afectada oye muchas voces en su cabeza, y estas
voces las percibe como exteriores a su cuerpo. Estos
síntomas pueden presentarse o no presentarse. Los síntomas
generales del cuadro, sin embargo, suelen ser un lenguaje y
pensamiento desorganizado, delirios, alucinaciones (dentro
de las cuales podríamos referir las famosas ‘voces’),
trastornos afectivos y conducta inadecuada.
A pesar de que ha sido un desorden vastamente estudiado,
sigue considerándose un trastorno complejo con una gran
amalgama de síntomas. El tratamiento psiquiátrico y
psicológico ha demostrado una gran eficacia a la hora de
controlar este trastorno.
La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave. Las
personas que la padecen pueden escuchar voces que no
están allí. Ellos pueden pensar que otras personas quieren
hacerles daño. A veces no tiene sentido cuando hablan. Este
trastorno hace que sea difícil para ellos mantener un trabajo o
cuidar de sí mismos.
Síntomas psicóticos distorsionan el pensamiento de una
persona. Estos incluyen alucinaciones (ver o escuchar cosas
que no existen), delirios (creencias que no son ciertas),
dificultad para organizar pensamientos y movimientos
extraños

No se conoce la causa de la esquizofrenia. Sus genes, el


medio ambiente y la química del cerebro pueden tener un rol.
No hay cura. Los medicamentos pueden ayudar a controlar
muchos de los síntomas. Es posible que deba probar
diferentes medicamentos para ver cuál funciona mejor. Deben
permanecer en tratamiento durante el tiempo que su médico
lo recomienda. Los tratamientos adicionales pueden ayudarle
día a día a lidiar con la enfermedad. Estos incluyen la terapia,
educación familiar, la rehabilitación y la capacitación
profesional.
5. Mutismo Selectivo

El Mutismo Selectivo es un desorden psiquiátrico que causa


que la persona no sea capaz de hablar en determinada social
o con determinadas personas. Usualmente, el Mutismo
Selectivo viene asociado a la timidez y a la ansiedad social.
Es relativamente frecuente en los niños. Cuando empiezan su
escolaridad, algunos no pronuncian ni una palabra, a pesar
de hablar fluidamente en sus casas. Sólo la continuidad en el
tiempo de esta conducta puede alarmarnos de un caso de
MS. En la mayoría de casos, los síntomas van
desapareciendo poco a poco.

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad infantil


que consiste en que los niños afectados, en determinados
contextos o circunstancias, pueden llegar a inhibirse de
manera tal que parecen mudos, a pesar de poder hablar
normalmente en situaciones en las que se sienten cómodos y
relajados.
6. Dislexia

La Dislexia es un trastorno del aprendizaje. La persona


disléxica no puede leer correctamente debido a la
discrepancia entre el potencial de aprendizaje y su nivel de
rendimiento, sin que exista cualquier tipo de problema, ya sea
sensorial, físico, motor o deficiencia educativa. Esto causa
ciertos desajustes en la lectura que a su vez pueden causar
otro tipo de psicopatologías del aprendizaje y de la
autoimagen.

La dislexia es una condición cerebral que dificulta la lectura,


la ortografía, la escritura y, algunas veces, el habla. Al
cerebro de las personas que tienen dislexia le cuesta
reconocer o procesar ciertos tipos de información. Esto puede
incluir hacer coincidir el sonido de una letra con su símbolo
(tal como la letra b haciendo el sonido be), y luego
combinarlos para formar una palabra.

Algunas personas con dislexia no tienen problemas


pronunciando o “decodificando” las palabras, pero podrían
batallar para entender lo que leen. Podría llegar a ser muy
difícil para las personas con dislexia leer de manera
automática o, aparentemente, sin esfuerzo.

Al igual que otros tipos de dificultades de aprendizaje y de


atención, la dislexia es una condición de por vida. Es decir,
los niños no superan la dislexia cuando crecen.

Las características de la dislexia por lo general incluyen:

 Dificultad para asociar los sonidos con las letras y las


letras con los sonidos
 Confusión cuando se pronuncian palabras y frases,
como decir “mawn lower” (esta palabra no significa nada
de esa manera) en vez de “lawn mower” (cortadora de
césped)
 Dificultad para leer en voz alta, con el tono apropiado y
agrupando las palabras y frases correctamente
 Dificultad para “pronunciar” palabras no familiares
 Dificultad para escribir o copiar letras, números y
símbolos en el orden correcto
 Dificultad para rimar

Aunque la dislexia no desaparece cuando los niños crecen,


hay gran cantidad de adaptaciones y estrategias que pueden
ayudar.

7. Trastorno Obsesivo Compulsivo

El Trastorno Obsesivo Compulsivo es un desorden ansioso


caracterizado por recurrentes pensamientos que
producen miedo, desasosiego, preocupación, conductas
compulsivas, etc.
Algunos de los síntomas del TOC son las comprobaciones
compulsivas, lavar o limpiar excesivamente, pensamientos
religiosos, rituales nerviosos tales como abrir las puertas un
número determinado de veces antes de entrar en la
habitación, o aversiones irracionales a cifras determinadas.
Afortunadamente, la psicoterapia y aprender algunos hábitos
permiten una gran calidad de vida a las personas afectadas.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno de ansiedad. Las personas
con TOC, tienen pensamientos repetidos y angustiantes
denominados obsesiones. Con el fin de intentar controlar
estas obsesiones, las personas con TOC sienten una
necesidad imperiosa de realizar rituales o comportamientos,
llamados compulsiones.

Algunos ejemplos de obsesiones son el miedo a los


gérmenes o el miedo a lastimarse. Entre las compulsiones se
incluye lavarse las manos, contar, revisar una y otra vez las
cosas o limpiar. Esos ritos y pensamientos interfieren en sus
vidas diarias.

Los investigadores piensan que tal vez los circuitos


cerebrales no funcionen adecuadamente en las personas con
TOC. Esta condición tiene una tendencia familiar. Con
frecuencia, los síntomas comienzan en la infancia o la
adolescencia. Los tratamientos incluyen terapia,
medicamentos o una combinación de ambos. Un tipo de
terapia llamada terapia de comportamiento es especialmente
útil para tratar esta condición.

8. Síndrome de Lima

El Síndrome de Lima es, justamente, un trastorno opuesto al


Síndrome de Estocolmo. En este caso, los secuestradores
muestran simpatía hacia su rehén.

Este trastorno fue acuñado después de un incidente que


ocurrió en la capital de Perú en 1996. El MRTA secuestró a
centenares de políticos, diplomáticos y militares en la
embajada japonesa en Lima. Horas después, los
secuestradores fueron empatizando con los rehenes, y
paulatinamente fueron liberándolos.

Hay una serie de razones por las que se supone que esto
puede suceder. Podría ser porque uno o más miembros de
los secuestradores no están de acuerdo con el plan, o
simplemente no se sienten capaces de herir a inocentes.
También se cree que puede ser porque el captor ha decidido
que no tiene la fuerza suficiente como para mantener a su
prisionero encerrado. O tal vez el secuestrador está haciendo
lo que le ordenan, pero se siente mal por ello.

Dado que esta persona también suele ser la encargada de


atender a los cautivos, llevándoles la comida o curando de
sus heridas, también existe una mayor probabilidad de
desarrollar un vínculo emocional y preocupación por su
bienestar.

9. Síndrome de Estocolmo
El Síndrome de Estocolmo es un trastorno mental
relativamente frecuente en las personas que han sido
víctimas de un secuestro. Muestran algún tipo de
sentimiento positivo hacia sus captores.

Archivos policiales internacionales muestran que alrededor


del 27% de las víctimas de secuestros presentan este
desorden.

El Síndrome de Estocolmo también se aplica en casos como


abuso infantil, violación o maltrato. No es un trastorno que se
viva de forma angustiosa, pero llama mucho la atención
porque resulta difícil de entender.

El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la


que la víctima de un secuestro o retención en contra de su
voluntad, desarrolla una relación de complicidad y un fuerte
vínculo afectivo1 con su captor. Principalmente se debe a que
malinterpretan la ausencia de violencia contra su persona
como un acto de humanidad por parte del agresor.1 Según
datos de la Federal Bureau of Investigation (FBI), alrededor
del 27 % de las víctimas de 4700 secuestros y asedios
recogidos en su base de datos experimentan esta reacción.1
Las víctimas que experimentan el síndrome muestran
regularmente dos tipos de reacción ante la situación: por una
parte, tienen sentimientos positivos hacia sus secuestradores;
mientras que, por otra parte, muestran miedo e ira contra las
autoridades policiales o quienes se encuentren en contra de
sus captores. A la vez, los propios secuestradores muestran
sentimientos positivos hacia los rehenes.1

10. Trastorno Antisocial de la Personalidad


La persona que sufre este trastorno se caracteriza por su
tendencia a no relacionarse en sociedad, evitando
cualquier interacción.

Los distintos síntomas y conductas que caracterizan el TASP


incluyen: robos, agresividad, tendencia a la soledad,
violencia, mentiras… Además, las personas afectadas por el
TASP tienden a ser tímidas, depresivas y tienen ansiedad
social. Este último punto se debe a su temor a ser
rechazadas. Con todo, la terapia psicológica es muy efectiva
a la hora de manejar los inconvenientes del trastorno
antisocial.

Es una afección mental por la cual una persona tiene un


patrón prolongado de manipulación, explotación o violación
de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es
delictivo.

Causas

La causa de este trastorno se desconoce. Los genes de una


persona y otros factores, como el maltrato infantil, pueden
contribuir a su desarrollo. Las personas con padres
antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los
hombres resultan muchísimo más afectados que las mujeres.
Esta afección es común en las personas que están en prisión.

El hecho de prender fuegos y la crueldad con los animales


durante la infancia se ven con frecuencia en el desarrollo de
la personalidad antisocial.

Algunos médicos creen que la personalidad psicopática


(psicopatía) es el mismo trastorno. Otros creen que la
personalidad psicopática es un trastorno similar pero más
grave.

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