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RESUMEN
El presente artículo tiene la intención de reflejar un modelo de actuación frecuente en el arte contemporáneo
de los últimos años aplicado a los sistemas artísticos de las áreas geográficas periféricas y su relación con el sis-
tema canónico dominante internacional. Para ello se toma como ejemplo la actuación del Centro de Artes Visua-
les Di Tella de Buenos Aires, institución que en sólo un lustro logró modificar los criterios estéticos argentinos a
través de un acelerado proceso de gestión cultural.
Palabras clave: arte, sociología, Buenos Aires, siglo XX, Centro de Artes Visuales Di Tella
ABSTRACT
This article describes a business model currently used in contemporary art over the last few years. It has been
applied to other art forms in peripheral areas. The relationship of this model with the prevailing one at an inter-
national level will be also analyzed. For this purpose, the model implemented by the Center of Visual Arts Di Tella
in Buenos Aires will serve as an example. This is an institution that, in only five years, successfully modified the
aesthetical criteria in Argentina, due to an increasing involvement in cultural affairs.
Keywords: art, sociology, Buenos Aires, 20th century, Center of Visual Arts Di Tella
Una de las constantes sociológicas que tie- tiende hacia una desestabilización debido a la
nen lugar en el arte contemporáneo, especial- aparición de nuevos modelos en algunos de los
mente a partir de la segunda mitad de siglo XX, componentes del sistema, especialmente el
es el cambio acelerado de los diferentes siste- canal de difusión. Entre las posibles causas
mas artísticos provocado por la importancia que puede contemplarse la mayor presencia del
adquieren los canales de difusión. Esto es aún museo institucional –público o privado– tras la
más palpable en los sistemas periféricos, enten- proliferación del modelo “kunsthallen”, un tipo
diendo por éstos los que además de poseer sus de museo que centra preferentemente su activi-
propias tendencias estéticas, son receptores de dad en la programación de exposiciones tempo-
las estéticas dominantes generadas por los sis- rales frente a la tradicional práctica de
temas canónicos1. exhibición de las obras propias de un fondo per-
Durante la primera mitad del siglo pasado el manente. La aparición de esta maquinaria de
esquema sistémico artístico ha gozado de una difusión institucional que no sólo actúa sobre un
relativa situación de equilibrio a través de la cual “arte del pasado” sino que, en ocasiones, es
la relación artista-obra-público mantenía una determinante en el “arte del presente” provoca
relación estable con el canal y el medio. En la un intenso movimiento dentro del esquema sisté-
segunda mitad del siglo la estructura sistémica mico. El emisor (artista) pretenderá estar presente
inicia en los años treinta y se convierte en una dicional. En ella participaron Tomás Maldonado,
de las corrientes autóctonas que más presencia Lidy Prati, Raúl Lozza, Enio Iommi y Alfredo
tendrá en el arte argentino, siendo durante la Hlito, entre otros. En 1946, se publicó el “Mani-
década de los años cincuenta una opción vigen- fiesto Invencionista”.
te y en la que participarán muchos artistas fun- Por otro lado, Arden Quin y Gyula Kosice
damentales para la historia del arte del país formaron el “Movimiento Madí”, en 1946, el
latinoamericano del segundo tercio del siglo XX. cual se diferenciaba del “concretismo” más
Por otra parte el “Movimiento de Arte Con- puro al plantear el rescate de cierta poética indi-
creto” –contemporáneo, como ya se ha indica- vidualista que reivindicaba la fantasía y el
do, al “Taller de Arte Mural”– agrupó en el humor. Las pinturas de los “Madí” fueron con-
segundo lustro de los años cuarenta a artistas y cebidas con marcos desiguales e irregulares que
poetas entre los que se encontraban Tomás seguían los ritmos de la composición, convir-
Maldonado, Arden Quin, Gyula Kosice, Rhod tiéndose así en pioneros en el uso del soporte
Rothfuss, Edgar Bayley y Lydi Prati (Fig. 3). Todos recortado que años más tarde retomaría Frank
coincidieron en la búsqueda de una estética Stella en Estados Unidos durante la década de
científica, racional y abogaron por un arte no- los sesenta. Esta postura no sólo fue una deci-
figurativo ni narrativo, diferenciándose así de la sión formal, sino el intento de eliminar la forma
abstracción anterior argentina abanderada por tradicional del marco como ventana, lo cual
Juan Del Prete y Emilio Pettoruti, que aún man- suponía también la eliminación de todo lastre
tenía referentes narrativos en su pintura6. Para de concepción pictórica académica.
los artistas “concretos”, el centro de interés Las distintas facciones del “Arte Concreto”
tenía que ser desplazado hacia los elementos se disolvieron en los primeros años de la década
propios de la plástica. Sus integrantes defienden de los cincuenta, pero su estética se convertiría
un arte objetivo, despojado de toda subjetividad en poco tiempo en la opción más avanzada del
y donde la noción de individuo quedaba anula- arte argentino de la primera mitad del siglo XX,
da. La Asociación Arte Concreto-Invención se siendo considerado historiográficamente como
propuso hacer un arte activo, manifestado por la vanguardia histórica del país austral9.
formas geométricas carentes de todo simbolis-
mo o referencia al mundo. Proclamaban que su El panorama artístico argentino antes de Di
obra debía de ser “una cosa real”, que pudiera Tella
ser entendida y disfrutada por cualquier perso- Tras la desaparición del “Arte Concreto”
na, sin importar su estrato social7. Estos plante- durante los años cincuenta el panorama artísti-
amientos acercaron a los artistas argentinos a co en Buenos Aires se centraba en tres direccio-
los movimientos internacionales derivados del nes. Por un lado la continuación del “Realismo
constructivismo de la segunda mitad de la déca- Crítico” que se consolidaba como una manera
da de los cuarenta, herederos de las opciones de expresión genuinamente latinoamericana, la
históricas de los diferentes constructivismos evolución de las temáticas surrealistas abande-
europeos del período de entreguerras. radas por artistas como Juan Batllé Planas o José
Años más tarde, el núcleo inicial de artistas Planas Casas, y por último, el conjunto de indi-
seguidores del arte concreto se fragmentaría en vidualidades que situadas dentro de una figura-
dos grupos diferenciados: “Madí” y “Movimien- ción ecléctica tomaban sus fuentes de
to Perceptista”. Estas dos vertientes a su vez, inspiración de los lenguajes de las vanguardias
sufrieron sucesivas fragmentaciones, pero todas europeas y/o de la propia vanguardia del cono
mantuvieron un antecedente en común en las sur americano, entre ellos se pueden citar a Leo-
teorías de Theo Van Doesburg y Bauhaus8. poldo Presas, Luis Barragán, Raúl Russo y Carlos
En noviembre de 1945 se formó la “Asocia- Torrallardona, entre otros.
ción Arte Concreto-Invención” que se definió El contexto artístico –crítica, galerías y muse-
en favor de una estética científica que rechaza- os–, daba consenso oficialmente en el segundo
ba la ilusión de la realidad creada por el arte tra- lustro de los años cuarenta y en gran parte de los
Los premios de artes plásticas más impor- vidad hacia otras áreas productivas (electrodo-
tantes existentes en Argentina entre 1940 y mésticos, vehículos de automoción, etc.), for-
1960 eran los promovidos por la Academia mándose el complejo empresarial Siam-Di Tella.
Nacional de Bellas Artes, siendo el Premio Palan- La Fundación Di Tella recibía el diez por cien-
za de pintura el más prestigioso de todos11. to de las acciones de la empresa, y distribuía la
Durante los primeros años cincuenta el contribución anual al Instituto. El Instituto tam-
museo de arte más importante de la capital bién recibía el apoyo de organismos nacionales
argentina era el Museo Nacional de Bellas Artes y extranjeros del sector público y privado, entre
que abarcaba todo el abanico cronológico del ellos la Fundación Rockefeller y la Fundación
arte moderno y contemporáneo. Ford, estos últimos apoyos consecuentes con la
En 1956 por iniciativa del crítico de arte política expansionista norteamericana en Lati-
Rafael Squirru, se crea el Museo de Arte Moder- noamérica en estos años.
no de Buenos Aires con la misión de preservar, Entre los fines sociales del Instituto Di Tella
promover y difundir el arte del siglo XX argenti- estaba la contribución no sólo para el desarrollo
no e internacional. Este museo se erige como la del arte y la ciencia en Argentina, sino también
opción institucional más atenta a los cambios para recuperar la confianza en las posibilidades
artísticos que se producían en el panorama con- creadoras de la comunidad13.
temporáneo. Aproximadamente en esas mismas El Instituto estaba integrado por el Centro
fechas Jorge Romero Brest es nombrado direc- de Artes Visuales (CAV)14, el Centro de Investi-
tor del Museo Nacional de Bellas Artes. En pala- gaciones Económicas, el Centro de Investigacio-
bras de la historiadora María José Herrera, “… nes Neurológicas, y el Centro Latinoamericano
con Rafael Squirru fundador y director del de Altos Estudios Musicales.
Museo de Arte Moderno y Jorge Romero Brest La función del Centro de Artes Visuales era
en la dirección del Museo Nacional de Bellas cooperar en la promoción y conocimiento de las
Artes se organiza la avanzada de la moderniza- artes, e intensificar la comunicación con centros
ción institucional receptiva a un arte nuevo, de similares nacionales y extranjeros.
vanguardia, acorde al proyecto general del país.
Aunque el Instituto se crea en 1958, el CAV
Un arte que trascendiera nuestras fronteras,
no tendría un programa definido ni una sede
que rompiese con el aislamiento cultural de las
social específica hasta pasados unos años. En
décadas anteriores. Que fuera nuestro pero, a la
principio el CAV contaba con una colección de
vez, consonante con las tendencias más moder-
arte iniciada por Torcutato Di Tella y continuada
nas de Europa y, ahora también, de los Estados
por su hijo Guido, promotor de la Fundación.
Unidos”12.
Dicha colección poseía interesantes obras de
A finales de los años cincuenta se estaba arte medieval, renacentista y barroco, las cuales
produciendo un cambio en el sistema artístico serían complementadas con las adquisiciones
argentino que, en poco tiempo, se convertiría de arte contemporáneo realizadas por Guido Di
en frenético debido a la aparición y desarrollo Tella, entre ellas pinturas de Picasso, Modigliani,
de nuevas instituciones durante la década de los Jackson Pollock, así como esculturas de Henry
años sesenta. Moore y otros artistas de renombre internacio-
nal15.
El comienzo del Instituto Di Tella El programa inicial del CAV contemplaba la
El 22 de julio de 1958 nacieron la Fundación posibilidad de contar con una futura sede esta-
y el Instituto Di Tella, en el décimo aniversario ble que exhibiera la colección Di Tella y organi-
del fallecimiento del ingeniero Torcuato Di Tella zara exposiciones temporales, emulando los
quien, en diciembre de 1910, había fundado en modelos museográficos “Kunsthallen” centro-
sociedad con los hermanos Allegrucci una orga- europeos. El CAV, al mismo tiempo que gesta
nización industrial y comercial dedicada a fabri- un programa de actuación, decide organizar un
car amasadoras mecánicas de pan. El éxito de la premio anual para artistas nacionales e interna-
empresa alentó a sus dueños a expandir la acti- cionales con la intención de que las obras pre-
Fig. 6. Mario Pucciarelli. “De Profundis”, técnica mixta sobre lienzo, 1960.
obra pop “Margaritas” de Susana Salgado, el cientemente informados para analizar lo que
segundo se otorga a Dalila Puzzovio con “¿Por estaba sucediendo en el CAV. Asimismo, el
qué son tan geniales?” un cartel abiertamente público asistente a las exposiciones de las dife-
pop en el que en el título se hace una pregunta rentes ediciones de los premios se escandaliza-
similar a la que Richard Hamilton sugería en su ba con algunas de las propuestas, que eran
collage de 1956 (Fig. 10), “¿Qué hace que los percibidas como vulgares y obscenas, y en su
hogares de hoy sean tan diferentes, tan atracti- mayor parte incomprensibles. Por otra parte un
vos?”. El premio especial se concede a David buen número de los artistas consolidados en las
Lamelas con “Prolongación de una cantidad décadas de los cuarenta y cincuenta por las ins-
limitada de espacio” obra realizada con mate- tituciones argentinas se sentían desplazados
riales industriales y neones que abría abierta- ante el emergente discurso de modernidad que,
mente el paso a las opciones minimalistas en la opinión de muchos de ellos, fue introduci-
dentro del panorama argentino y que podía do “contra natura” y que los imposibilitaba a
contemplarse como el relevo con la vanguardia participar en las exposiciones del centro al ser
autóctona Madí. tachados como conservadores.
El Premio Di Tella introduce en el corto espa- El Premio Palanza de pintura otorgado por la
cio de tiempo de tres años, de manera exultan- Academia Nacional de Bellas Artes, el más
te para unos y traumática para otros, las últimas importante en Argentina hasta la fecha, queda-
tendencias europeas y americanas del momen- ba empalidecido paulatinamente por las sucesi-
to, otorgando el premio de manera sucesiva a vas ediciones del Premio Di Tella.
tres tendencias diferentes surgidas en los últi- Para neutralizar la confusión que los pre-
mos quince años –Informalismo, Nueva Figura- mios Di Tella estaban causando en la mayor
ción y Pop Art– así como las nuevas propuestas parte de la crítica y el público, la dirección del
emergentes –Minimal Art y Conceptual Art–. CAV planifica un programa de exposiciones
En este sentido es muy gráfica la afirmación temporales, en esa temporada, encaminado a
del impulsor del CAV, Guido Di Tella al referirse satisfacer a los diferentes sectores. El criterio
a la experiencia realizada en el centro durante la expositivo consistía en la alternancia de exposi-
primera mitad de los años sesenta y a la acele- ciones históricas tales como la antológica del
ración experimentada por la evolución del arte pintor uruguayo Joaquín Torres García o la titu-
en Argentina en el siglo XX: “Hicimos impresio- lada “150 grabados de Picasso”. Junto a ellas se
nismo cuando éste había terminado en Europa; programaron otras que suponían la presenta-
hicimos Cubismo un par de décadas más tarde, ción de artistas argentinos que habían triunfado
pero hicimos arte geométrico poco después y en Europa, entre las que se puede citar la mues-
algunos dicen que un poco antes que en Euro- tra de Julio Le Parc de 1967, celebrada inmedia-
pa; Informalismo dos o tres años después y el tamente después de su participación en la
movimiento Pop dos o tres horas después”19. Bienal de Venecia. En otros casos no se duda en
Los artistas internacionales premiados y programar exposiciones como “Arte virreinal” o
aquellos otros invitados para formar parte en las “Toulouse Lautrec”, para atraer a la clase alta
exposiciones de las diferentes ediciones del Pre- conservadora de Buenos Aires.
mio Di Tella, contribuían a reforzar el criterio de La única exposición que se programa sobre
las obras argentinas designadas como ganado- artistas de la generación de los años cincuenta
ras. Entre los artistas extranjeros invitados figu- fue la de Antonio Berni, único representante
raban Antonio Saura, Jasper Johns, Robert rescatado por la nueva ola de modernidad que
Rauschemberg, Sol Lewitt, Robert Morris, etc. suponía el CAV, seleccionado principalmente
La repercusión de esta dinámica en el siste- por haber obtenido el gran premio de grabado
ma artístico argentino fue explosiva, especial- de la Bienal de Venecia de 1962, en la que Jorge
mente en el ámbito de la crítica de arte, ya que Romero Brest participaba como miembro del
existía una falta de consenso absoluto, pues la jurado. La exposición de Antonio Berni trataba
mayor parte de los críticos no estaban lo sufi- de justificar la ausencia en la programación del
preguntarse cuán vanguardista puede ser el servidumbre a la moda. Esa va aparejada con
arte institucional en una provincia del mundo una segunda obediencia, la búsqueda de lo
como Buenos Aires con un gobierno militar en escandaloso e impactante. Una tercera es la
el poder. Pero, desde luego, en mi autocrítica sumisión a las reducidas elites vanguardistas,
soy un poco ambiguo. Si nos hubiéramos ate- sostenidas por la frivolidad creciente de los
nido a una línea más tradicional, con una gale- semanarios. Una cuarta, derivada de la tercera,
ría principal y una proporción menor de es la sumisión a la juventud y el pavor de enve-
actividades auxiliares, habría sido mucho jecer. […] (En el Di Tella)…al principio los artis-
menos excitante, el impacto en la cultura local tas son mucho más interesantes que después,
habría sido menor, aunque hubiéramos podido cuando promueve la primera generación: Mac-
continuar hasta hoy”23. ció, Noe, Deira, De la Vega. Hay en ese grupo
Jorge Romero Brest, director del CAV: una fuerza, una especie de potencia que se
“Una de las cosas curiosas es que no se formó liquidó después, porque el Di Tella es muy cas-
un grupo del Di Tella, porque yo no soy nada trador; es castrador, porque no seguía con los
cacique; se formó algo más interesante: se artistas, no los sigue; el artista no puede todos
formó el público del Di Tella. […] No fueron los los años inventar una cosa nueva y eso destruye
críticos, no fueron los artistas; calculo que (el la continuidad de una forma artística. Igual que
grupo Di Tella) serían diez mil personas…”24. en los Estados Unidos, el Di Tella inventó la esté-
Marta Traba, crítica de arte: “Buenos Aires tica del deterioro, se consume una cosa y des-
tiene otras servidumbres. La más visible, al pués tienes que cambiarlo. Fue una especie de
comienzo de la década (de los sesenta), es la horno crematorio. Salió una generación y no la
dejaron expandirse porque tenía que aparecer que entonces –y aún en estos tiempos de glo-
otra cosa. […] Lo tremendo del Di Tella era que balidades– definen los “centros” de la vanguar-
era completamente a-histórico. Lo que me da dia de Occidente”27.
tristeza del Di Tella es que creo que había un Las reacciones sobre lo que supuso el Insti-
grupo estupendo de gente, creo que pudieron tuto Di Tella en Argentina fueron muy variadas
haber hecho una transformación del ambiente y en sí mismas contienen un buen abanico de
pasivo, que no resultó porque se descolocaron. posiciones sobre sus consecuencias.
[…] En la década de los sesenta el Di Tella tuvo El debate abierto por el fenómeno Di Tella
todo el poder para calificar o descalificar a los no ha sido un caso aislado y puede ponerse en
artistas”25. paralelismo con otras muchas experiencias
Josefina Robirosa (artista plástica): “En la públicas y privadas desarrolladas en otros luga-
época del Di Tella, en los años ’60, éramos nada res del mundo. La historia del Instituto argenti-
más que dos mujeres, Marta Minujin y yo. Tra- no es un buen ejemplo de una manera de
tábamos de sobrevivir en una selva de hombres. actuar en la promoción artística de los últimos
[…]Quien decidía todo, que se exponía y qué cuarenta años en la que los diferentes compo-
no, era Romero Brest, quien creía que si una nentes del sistema –museo, crítica, artistas,
cosa era nueva, era buena o no. Yo llegué muy público, etc– confluyen en una determinada
pronto a la convicción de que Romero Brest no dirección que, como resultado, genera la evolu-
sabía nada de pintura. Pero nadie se animó a ción y el cambio de las estéticas en el campo del
revelarle esa verdad. Así fue la historia. No dejes arte. Cambios que inevitablemente provocan el
que nadie te engañe y te diga otra cosa”26. desplazamiento de los elementos sistémicos
Andrea Giunta (Historiadora del arte): artísticos desde el centro hacia la periferia con-
“Conocemos el resultado final de este ambicio- virtiéndolos en epígonos y, a su vez, puede dar
so proyecto colectivo. Buenos Aires no logró, cabida a que determinados elementos sistémi-
pese a que en verdad tuvo elementos para pen- cos periféricos emergentes ocupen el lugar cen-
sar que era posible, formar parte del circuito tral que se ha liberado28.