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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

SAN AGUSTIN

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN
ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACION

“EL FUTURO COMO OBJETO DE


ESTUDIO”

CURSO:
MEGATENDENCIAS

DOCENTE:
MG. MAURO CÁCERES

PRESENTADO POR:
HUACHO HUAMPO, MILAGROS
RAMIEZ CARPIO, LIDIA LIZ

CAMANÁ - AREQUIPA
2018

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EL FUTURO COMO OBJETO DE ESTUDIO
LA PREOCUPACIÓN HUMANA POR EL PORVENIR
Uno de los temas que han inquietado al ser humano a lo largo de la historia ha
sido el futuro. El deseo de conocer (predecir, prever o inventar) el futuro es tan
viejo como el hombre mismo. Ello resulta razonable relativamente fácil de
explicar si se entiende como producto de su propia condición de animal
racional.

El componente animal es la base de este interés, pues proporciona al ser


humano su instinto de supervivencia y, consecuentemente, su capacidad de
reacción y previsión ante un peligro u oportunidad potencial. El componente
racional, por otro lado, permite al hombre percibir el tiempo como un flujo y le
hace ubicarse en un continuo pasado-presente-futuro, y lo torna consiente de lo
transitorio de su propia existencia, al acentuar su percepción de esos “tres
estadios temporales” y al inocularle el virus de la incertidumbre.

Esto, aunque de un modo muy simplista, puede ayudar a comprender que lo


por venir, haya sido objeto de interés central den el pensamiento humano.
También explica que “aunque algunos animales tienen cierta idea del porvenir,
los hombres son los únicos que tienen capacidad para asimilar y planificar una
amplia gama de hechos futuros”.

En consecuencia, la percepción que el ser humano tiene del futuro, lejos de


circunscribirse y limitar sus efectos a un entorno individual, ha sido uno de los
factores determinantes en el desarrollo y la conformación de la propia sociedad
humana.

El futuro ha sido objeto de reflexión y análisis desde siempre. Desde los


sofistas griegos hasta Einstein, pasando por Leonardo da Vinci o Tomás Moro,
muchos son los pensadores que han reflexionado acerca del tiempo o
imaginando futuros posibles. Un breve repaso por la historia de la literatura y
de la ciencia, en sus distintas ramas, nos puede dar una idea de la continuidad
que ha tenido por llamarlo así, el, “pensamiento futurológico”. Aristóteles (“el
tiempo es el número del movimiento, según el antes y el después”), Heráclito
(“todo fluye”), platón (“el tiempo es la imagen móvil de la eternidad”), Kant (“el
tiempo es la condición formal a priori de todos los fenómeno… la forma de la
intuición interna “),Newton (“el tiempo absoluto, verdadero y matemático,…
fluye uniformemente y se dice con otro nombre duración”).

También podemos encontrar indicios de pensamiento futurológicos (relativo al


futuro, independientemente de los términos en que se plantee) en las obras de
autores tan diversos como: bacon, moro, Spencer, Hegel, marx, Bergson,
prigogine, laszlo, Popper y un largo etcétera. Dentro de este heterogéneo grupo
también tendría cavidad julio verne, H.G. Wells, George Orwell, Isaac Asimov,
Arthur C. Clarke y otros autores de ciencia –ficción.

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La biblia, por escoger un libro sagrado (normalmente son todos estos proclives
a la predicción, dado que recogen la doctrina de profetas), es un buen ejemplo
de que la preocupación por el futuro viene de antiguo: en el antiguo testamento
se han localizado 1239 predicciones y en el nuevo 1817.

Prácticamente hasta el siglo XVII la predicción era más producto de un don que
un arte o un instrumento científico; se trataba de adivinar el futuro a través del
conjuro, el sortilegio, la visión y todo tipo de técnicas basadas en la
“iluminación” del individuo que, por sus “dones divino”, tenía asignado el papel
de predictor (brujo, sacerdotisa, profeta, etc.) dentro de su comunidad o área
de influencia.

El oráculo, por ejemplo ha sido una de las vías para adivinar el futuro más
usadas: en el antiguo Egipto los judíos… el oráculo de Delfos (que le da
nombre al método Delfos), situado cerca del monte parnaso y dedicado a apolo
(el dios griego de la música y la profecía), es quizás el ejemplo más conocido
de esta “para ciencia predictiva” también la adivinación, la quiromancia y la
astrología han sido técnicas utilizadas para intentar descifrar las claves que
llevan a la determinación y comprensión de los hechos futuros.

Parece ser que es la ciencia económica la que empieza a intentar sistematizar


y dar carácter científico a la predicción, sobre todo a partir de David Ricardo y
sobre todo durante el siglo XX; y lo consigue (parcialmente) con los modelos
econométricos, que estructuran la predicción económica y convierten el
conocimiento del futuro en un ejercicio menos dependiente de la improvisación,
más sistemático y más científico. En cualquier caso, la pretendida cientificidad
mediante el desarrollo de modelos y nuevos métodos y técnicas no ha ido
acompañada de una mayor objetividad: en última instancia, las predicciones y
los estudios sobre el futuro depende de la “intuición y buen juicio del que las
hace” y “están ligados a sistemas de valores diferentes […] quien estudia, o
investiga, o piensa en el futuro, se quiera o no, habla de lo que desea y lo de
que teme”.

Esta búsqueda desaforada de la cientificidad en la predicción, sobre todo


durante el siglo XX en economía y sociología, no ha afectado en absoluto a la
pervivencia de técnicas para científicas: “hay, por lo menos, 44 medios
diferentes de adivinar […] además de las respetables extrapolaciones
estadísticas, la econometría y los complejos modelos matemáticos”. Es más,
muchas veces este tipo de técnicas “paracientíficas” resultan más efectivas que
las propiamente científicas, o “sirven” para explicar comportamientos pasados y
predecir futuros, aun cuando no siempre coincidan entre sí en sus presagios.

ORIGEN DE LOS ESTUDIOS DEL FUTURO


Si bien es verdad, y así se ha comentado en líneas precedentes, que el interés
por el futuro viene desde hace mucho tiempo, no es menos cierto que durante

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el siglo XX se han desarrollado y estructurado lo que se llama estudios del
futuro. Han sido el industrialismo y el desarrollo del sistema capitalista, y sus
consecuencias, los factores que han propiciado en última instancia la aparición
de los estudios del futuros. La depresión de los años 20 (el crack de 1929)
exfolio a los analistas económicos a buscar modelos econométricos que
previeran catástrofes de ese tipo.

Pero es realmente el fin de la segunda guerra mundial el hito histórico que


marca el origen del desarrollo y la consolidación de los estudios del futuro; y no
por casualidad. Cuando acaban la guerra tenemos, de un lado, una Europa
arruinada que hay que reconstruir; la reconstrucción, basada en lo fundamental
con la ayuda estadounidense requiere una planificación que exige a su vez y
previamente un ejercicio prospectivo considerable. De otro, el fin de la guerra
da paso a otra guerra diferente, una “guerra fría” originada por el
enfrentamiento latente entre dos posturas irreconciliables, el capitalismo
occidental y el comunismo soviético, que dividen al mundo en áreas de
influencias. La tensión que provoca la “guerra fría” hace que los analistas de
política exterior estadounidenses intenten adivinar cuáles pueden ser los
motivos del enemigo. Esto les lleva al planteamiento de futuros hipotéticos que
faciliten la previsión. la cuestión es que las décadas de los cuarenta y cincuenta
pueden ser consideradas el punto de partida de los estudios del futuro como
campo de investigación moderno.

Existe un precedente cierto, que es el informe Technological Trends and


National Policy, realizado por Williams Ogburn en 1937 por encargo del
Departamento del interior de Estados Unidos y dirigido a vaticinar los avances
tecnológicos por venir: aunque este informe se podría considerar el primer
estudio prospectivo del que se tiene constancia, lo cierto es que se considera
que el primer estudio sobre el futuro propiamente dicho es un análisis que
realizo el doctor Theodore Vankarman en 1947, por encargo de Henry Arnold
(general de la fuerza aérea de Estados Unidos) para el Army Air Corps, en el
que empleó una metodología prospectiva de forma sistemática: la técnica de
escenarios. Este informe, titulado Towards New Horizons, fue el primer estudio
que analizo la posibilidad de usar misiles por control remoto, algo que se
convertiría en realidad años después.

En cualquier caso, e independientemente de quien fuera el primero, las bases


epistemológicas y metodológicas de los estudios del futuro fueron fundadas
tanto en Europa (Gaston Berger, Bertrad de Jouvenel) como, y sobre todo, en
estados unidos e Inglaterra básicamente (Herman Kahn, Dennis Gabon y Eric
Jantsch), donde, durante los años cincuenta de forma casi simultánea,
aparecieron algunos trabajos de pensadores que sentaron las bases del
estudio moderno del futuro.

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Los estudios del futuro estuvieron relacionados en un principio, al menos en
estados unidos, con predicciones tecnológicas militares (en el campo de la
aeronáutica). De hecho, la Research and Development (Rand) corporation,
compañía pionera en la realización de estudios prospectivos fue creada por el
propio Henry Arnold con el patrocinio, primero, de la Douglas Aircraft company,
y posteriormente de la Ford foundation.

Fue en los años sesenta cuando la academia de Artes y Ciencias de los


Estados Unidos creo la Comission for the Year 2000, con el propósito
fundamental de hacer predicción tecnológica. Esta comisión, que fue dirigida
por Daniel Bell, produjo muchas aportaciones valiosas a los problemas del
futuro de la humanidad. El informe de la comisión, publicado hace
aproximadamente 30 años, es un ejercicio interesantísimo de evaluación de
futuros hipotéticos, en relación con valores y prioridades basadas en la
meritocracia y la no aceptación de la desigualdad, y en la naturaleza y límites
de la predicción.

En el ámbito privado, y centrándose más en lo comercial, muchas empresas,


como IBM, EXXON, SHELL, GENERAL ELECTRIC O BELL, han desarrollado
investigaciones en estudios del futuro. Su interés no solo se limita a la
predicción tecnológica; también abarca la perspectiva social de la predicción,
sobre cambios en las demandas de la sociedad.

En el resto del mundo han ido apareciendo poco a poco, bien en el ámbito
académico o bien en el de la administración pública, centros de investigación
sobre el futuro. Así, hoy día prácticamente todos los países europeos tienen
centros orientados a los estudios del futuro, financiados con fondos públicos o
por instituciones internacionales.

A principios de 1975, cuando la economía mundial se encontraba en el peor


momento tras la crisis energética de 1973, el gobierno japonés, consciente de
la urgente necesidad de que todos los países de la organización de comercio y
desarrollo económico (OCDE) iniciasen un movimiento convergente hacia la
adopción de políticas económicas a largo plazo, propuso a dicho organismo la
realización de un gran proyecto sobre el futuro de los países industrializados.
De aquí nació el proyecto interfuturos; y de este proyecto macro nació el
programa Fast (Forecasting and Assessment in the field of Science and
Technology), integrado desde 1989 en Monitor, un programa centrado en la
realización de estudios de carácter estratégico.

La unión Europea cuenta además con el institute for Technological prospective,


unidad prospectiva de carácter estable ubicada en el parque Tecnologico de la
Cartuja, en Sevilla, España.

Todos estos centros de investigación relacionados con actividades


prospectivas normalmente se han formado bajo los auspicios, o se han

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acabado integrando en el aparato, de organizaciones internacionales no-
gubernamentales de estudios del futuro. Las dos centrales son la World Future
Society (WFS) y la World Future Studies Federation (WFSF) con vocaciones y
enfoques bastante diversos y diferentes en sus puntos de vista.

DESARROLLO E IMPLANTACION DE LOS ESTUDIOS DE FUTURO


Los estudios del futuro han tenido una tónica que no parece haber variado casi
medio siglo después de su mise en scene: la implantación desigual en países y
zonas geográficas.

Es cierto que, como hemos podido observar en el apartado interior, el origen de


este tipo de estudios interdisciplinarios ocupados en prever el futuro podemos
encontrarlo en la estrategia militar (surgen tras la segunda guerra mundial, en
un escenario de “guerra fría”). Ahora bien, su posterior desarrollo en diversos
ámbitos (gestión empresarial, planificación estratégica, planificación urbana,
gestión del desarrollo, gestión ambiental, estudios de género y largo etcétera)
ha venido determinado muchas veces, como se verá en las líneas que siguen,
por la sensibilidad de organizaciones privadas o públicas de ámbito nacional o
internacional que fungen como patrocinadores y/o propician la implantación de
esta perspectiva dentro de la academia o la gestión privada. En otras
ocasiones, surgen de la iniciativa de individuos y/o grupos de investigación
aislados que intentan, unas veces con más éxito que otras, poner en práctica y
aplicar en su unidad de trabajo (universidad o empresa) la investigación sobre
el futuro.

En cualquier caso, si bien podemos distinguir entre países o zonas con una
implantación y un desarrollo elevados en lo que respecta a estudios del futuro,
mientras otros tienen una carencia evidente de estudios de este tipo, tampoco
se puede hablar de expansión en términos de implantación por países, porque
dentro un mismo país pueden tener lugares diferentes niveles de implantación
y desarrollo, no ya a nivel geográfico, sino también y principalmente, en función
de ámbitos de aplicación.

EUROPA
Hoy día prácticamente todos los países europeos tienen algún centro orientado
a los estudios del futuro, por lo general financiado con fondos públicos o
relacionados con entidades internacionales especializadas en estudios del
futuro, como el finland futures research center, ligado a la world futures studies
federation, el laboratoire d´investigation prospective (LIPS-CNAM), en Francia,
asociado a futuribles international, o el centro catala de propectiva, ligado a la
UNESCO.

En el caso concreto de España, el extinto instituto nacional de prospectiva


(dependiente del ministerio de presidencia del gobierno de Adolfo Suarez) tuvo
un papel importantísimo en la elaboración de estrategias político-económicas

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en un momento tan delicado como la transición a una democracia estable, y
hoy día hay diversas unidades de prospectiva que operan en el plano público,
fundamentalmente en lo que respecta a predicción tecnológica.

En lo que se refiere a la docencia y la investigación en el ámbito estrictamente


académico, y aunque hay algunas universidades donde trabajan profesores
interesados en el tema (la universidad de St. Gallen, en Suiza, o la universidad
de Trieste, por ejemplo), habría destacar, por la actividad que desarrollan, y
dentro de Europa, siete centros.

En Francia, el LIPS-CNAM, donde Michel Godet ocupa la cátedra de


Prospectiva Industrial. Este centro es una de las fuentes de la prospective, los
estudios del futuro “a la francesa”, que tanto ha influido en la forma de estudiar
el futuro, sobre todo en Latinoamérica. Uno de los padres de esta corriente,
Bertrand de Jouvenel, fue también el fundador de Futuribles, institución decana
en el estudio del futuro en Europa. En definitiva, es un tipo de prospectiva con
una vocación aplicada enorme, y aunque sus presupuestos son actualmente
cuestionados, es todavía una referencia dentro del mundo de los estudios del
futuro.

En el Reino Unido la Leeds Metropolitan University, cuya Faculty of the Build


Environment acoge un grupo de investigación dirigido por los por los profesores
Graham May y Steven Rennie, que, aparte de administrar el UK Futures Group
y la lista de distribución sobre la sociedad de la información Cybersociety,
ofrece un programa de posgrado en estudios del futuro, ligado al programa
impartido en la universidad de Houston Clear-Lake, uno de los programas
decanos y más prestigiosos en el mundo.

En Finlandia, país en el que la prospectiva es utilizado ampliamente, el Futures


Research Center de la Turku School of Economics tiene una dilatada
trayectoria en la investigación sobre el futuro; ha ostentado la presidencia de la
World Future Studies Federation, está ligada a la administración pública
finlandesa (a través de la finland Futures Academy), sobre todo en materia de
educación, y es un vivero fecundo de excelentes prospectivistas.

En Hungria, el Futures Research Department de la Universidad de Ciencias


Económicas de Budapest, dirigido por Erzsebet Novaky, tiene más de 30 años
de tradición y un peso específico realmente importante dentro de la
investigación que se desarrolla en el país, fundamentalmente en lo que se
refiere al estudio de valores políticos (no hemos de olvidar que la de Hungría es
una democracia “joven”), la predicción económica y la gestión estratégica del
desarrollo

En Italia la Pontificia Universitá Gregoriana di Roma, donde importe cátedra la


doctora Eleonora Barbieri Masini, quien fue la segunda presidenta de la WFSF
tras Johan Galtung, profesora de la universidad de las Naciones Unidas y

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miembro de los concejos editoriales y los equipos directivos de prácticamente
la totalidad de revistas científicas y asociaciones profesionales de carácter
mundial relacionadas con la investigación sobre el futuro. Ella es la auténtica
decana de los estudios del futuro. La Pontificia Universitá Gregoriana di Roma
ha sido, durante décadas y a través de sus programas de doctorado en
ciencias sociales, vivero de futuristas, sobre todo para Latinoamericana.

ASIA
Esta área es una de las zonas emergentes en lo que se refiere a la expansión
de los estudios del futuro dentro del mundo académico y empresarial; y el
máximo exponente de esta tendencia es la Universidad de Tamkang en Taiwán
que, con 25 mil estudiantes, es el mayor centro de docencia e investigación del
mundo con una orientación claramente prospectiva, relajada en sus
presupuestos fundacionales.

Otras universidades pueden tener centros de investigación prospectiva o


impartir cursos de estudios del futuro, pero la universidad Tamkang es la única
del mundo totalmente enfocada al estudio del futuro. No parece ser una
casualidad la convergencia de desarrollo económico y el surgimiento de esa
iniciativa. La Universidad Tamkang es una muestra de la que ocurre cuando los
estudios del futuro son demandados de forma masiva. La innovación
tecnológica, la predicción de la tecnología emergentes, la búsqueda de
alternativas dentro del pensamiento estratégico en lo puramente economicista,
son preceptos que fundamentan el propio diseño curricular propuesto por dicha
Universidad, donde los estudios del futuro (junto con la introducción al análisis
social y la introducción al análisis económico) aparecen como una de los tres
únicos cursos obligatorios para todos los estudiantes en la confección de su
currículo.

OCEANIA
Australia, por su parte, tiene en la universidad de Tecnología de Queensland
(Brisbane) uno de los principales centros mundiales de estudio de futuro en la
actualidad, ya que es aquí (exactamente en el comunication center) donde
radico la sede y el secretariado general de la World Future Studies Federation
hasta 1997. Actualmente, da acogida a la presidencia de dicha organización,
ostentada por el profesor Tony Stevenson.

LATINOAMERICA
En Latinoamérica, Venezuela, Argentina (fundación Bariloche), Chile, Brasil
(International Peace Research Association), Costa Rica, Perú, Colombia, y
sobre todo México (el extinto centro de estudios económicos y Sociales del
Tercer Mundo, el Instituto de Estudios Sociales Avanzados, la fundación Javier
Barros Sierra, institución decana en el campo en México (fundada en 1975)
cuyo centro de Estudios Prospectivos es dirigido por Jorge Elizondo, el

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Capítulo México de la World Future Society, presidido por julio Millán y el
Instituto Nacional de Asesoría Especializada, organismo consultivo de la
administración pública, dirigido por Tomás Miklos) tienen centros orientados, en
mayor y menor medida, a los estudios del futuro.

Partiendo de que la literatura disponible en lengua castellana sobre estudios


del futuro es realmente escasa, es precisamente en Latinoamérica (mucho más
que en España) en donde se ha generado más literatura prospectiva en
español

ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ


Es en Estados Unidos, una de las cunas del pensamiento prospectivo, donde
más entidades relacionadas directa o tangencialmente con los estudios del
futuro podemos encontrar. No en vano, tal vez sea este el país donde podemos
encontrar más futurólogos per cápita, donde más se encuentran implantados
los estudios del futuro en todos los niveles académicos, y tal vez donde mayor
y más diverso uso se hace de la actividad anticipatoria aplicada, tanto en el
terreno de la administración pública como en el de los negocios.

Es en el estado de Washington, concretamente en Bethesda, donde se halla


emplazado el cuartel general de la World Future Society, una de las dos
asociaciones profesionales de carácter mundial sobre estudios del futuro.

Por lo último, el departamento of management science de la universidad


George Washington, donde imparte cátedra el profesor Willian E.Halal, director
del GW Forescast think tank for tracking the technological revolution.

Dentro del gobierno son de especial relevancia el Strategic Studies Institute of


the U.S. Army y el National Air &Space Museum Future Studies. Y en lo que
respecta a Canadá, cabría destacar la Future Research Coordination Unit de la
Queen´s University.

ÁFRICA
En África, por último, existen centros interesados en los estudios del futuro: en
Egipto (recursos naturales), Marruecos (Association Culturelle Al-Mouhit,
Center National de Documentation y otros centrados en planificación
fundamentalmente), Kenia (African Center for Technology Studies, Kenya
National. También podríamos considerar como entidadcon vocación
prospectiva al Thirld World Forum, radicado en Senegal y dirigido por el
profesor Samir Amin, en tanto que es una institución dirigida a la búsqueda de
futuros alternativos para estimular el desarrollo.

ORGANIZACIONES INTERNACIONALES
Todos estos centros de investigación relacionados con actividades
prospectivas normalmente se han formado con los auspicios del aparato estatal

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(o se han integrado a él) organizaciones internacionales no gubernamentales
de estudios del futuro.

Las dos centrales son la World Future Society (cuya sede está radicada en
Bethesda, Estados Unidos) y la World Future Studies Federation, ambas tienen
vocaciones y enfoques bastante alejados.

La primera (WFS) está centrada en los problemas del mundo desarrollado, a


los de la globalidad cuando afectan a este. Practica la anticipación
acomodaticia (adaptativa, reformista) y realista, y presta mucho interés a la
planificación y administración (management) estratégicas, desde una
perspectiva totalmente accidental. Son miembros destacados de este
organismo, por ejemplo, Daniel Bell, Arthur C. Clarke, Samir Amin, Adam
Schaff y Ervin Laszlo.

Hoy por hoy, la segunda (WFSF), aunque algunas reputadas voces (como la
del propio Johan Galtung, presidente fundador) claman que ha perdido su
capacidad de critica real, puede ser considerada la alternativa a la primera: se
centra en los problemas del tercer Mundo y de los grupos Sociales más
marginados sexual, cultural y/o económicamente; en su seno se practica una
anticipación normativa y utópica.

No es difícil imaginar, por tanto, que la WFS está copada básicamente (aunque
ya hemos visto que hay excepciones) por futurólogos estadounidenses y
occidentales. La WFSF cuenta con un elenco variopinto, dado que recoge a la
totalidad de centros de investigación sobre el futuro que existen en los países
subdesarrollados y en vías de desarrollo.

Aunque estas dos entidades son las más representativas y conocidas, también
cabe mencionar al International Institute of Applied Systems Analysis (HASA),
con sede con Austria, el cual está financiado por numerosas instituciones de
los países miembros, y produce estudios de largo plazo, sobre todo en los
campos de energía y agricultura, con especial referencia a procesos de toma
de decisiones y metodología. No en vano, el HASA fue durante la década de
los setenta del siglo pasado un foro de discusión fundamental en el
planteamiento de modelos globales.

Esto es buena prueba, si se quiere, del papel consolidado que la visión


prospectiva, los estudios del futuro, en definitiva, tiene en la sociología actual
con carácter institucional.

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