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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

Escuela Profesional de Contabilidad

ALUMNA
Yasmín Analy Rojas Dávila

CURSO
Doctrina y Documentación Empresarial

DOCENTE
Roberto Che León Poletty

CICLO ACADÉMICO
2017-II
EVOLUCIÓN HISTORICA DE LA CONTABILIDAD EN EL
PERÚ

Época Pre-Inca:

En esta época los primeros indicios se dieron en la cultura Caral la cual poseía una
economía agrícola y pesquera articulada por el intercambio, lo cual sustentó el
desarrollo de esta civilización. Los pobladores del litoral pescaron y recolectaron
diversas especies marinas, principalmente anchoveta, choros y machas; los
agricultores del valle produjeron algodón, mates y alimentos como la achira, el fríjol,
el camote, el zapallo, la calabaza y el ají. Las poblaciones potenciaron sus
capacidades productivas con el intercambio; así los pescadores contaron con redes
de algodón, y los agricultores con especies marinas. La ubicación central en el área
de Caral y la corta distancia del valle favorecieron el desplazamiento de sus
pobladores hacia los otros valles y regiones del área. Algunos productos se
comerciaron a grandes distancias, como las playas del Ecuador o las cuencas de la
sierra y la selva andina. (Shady Solis, 2006).
En este periodo además del trueque o intercambio, otro indicio de la contabilidad
fueron los quipus eran cuerdas con nudos y varios colores, con los que los antiguos
pobladores daban razón de historias, noticias y de las cuentas, y les permitía
transmitir información más detallada.

Época Incaica:

A pesar de ser analfabetos y no poseer moneda, el comercio funcionaba por medio


del trueque; con frecuencia, los controles se realizan en base a estadísticas a través
de un sistema de cuerdas llamadas quipus. Los Incas hacen de esto su libro
contable y los encargados de leerlos son los quipucamayos, adiestrados en forma
específica para ese cargo. Es un sistema numeral, probablemente de base decimal,
no identificado por números sino por distintos nudos confeccionados según su
posicionamiento en las cuerdas, de allí su nombre quipus o nudos. (Palomino, 2015)
Mientras se efectúan los datos y se obtienen los valores a volcar en los quipus,
también se utiliza una especie de ábaco para realizar las operaciones aritméticas.
Luego, su resultado se transmite al quipu. Para dichos cálculos se usan sistemas de
piedras o granos llamados yupana. Este método aún está en estudio y, aunque se
dispone de escasa bibliografía, la más consultada es la del Inca Guamán Poma y
aquellas escritas por el padre Juan Velasco en el siglo XVI. Según los antecedentes,
el yupani es un recipiente fabricado en madera, arcilla, piedra o huesos; tiene
distintas separaciones que varían en su forma, conocidas como escaques,
cuadrangulares, octogonales o en una especie de torre de varios pisos. Son muy
escasos los datos que se tiene de su uso, aunque según Velasco también pueden
utilizarse como maqueta para representar alguna acción bélica, como un juego de
azar o simplemente como rito funerario. Su primer estudio se inicia en el año 1869
con una yupana que se encuentra en la ciudad de Cuenca, aunque en la actualidad
se dispone de un gran número traído de todos los sitios del Imperio. Además, se
encontraron algunos muy similares en Egipto y en Asiria. En algunos casos, los
escaques se representan por agujeros y, en otros, por rayas que los acercan más a
un tablero de ajedrez. Para su uso se recurre a piedras de colores o semillas, en
especial las de una planta llamada huairo y, en el posible juego de azar, se sirven de
una perinola conocida como pisca, de forma piramidal de cinco caras. (Bocanegra,
2015)

Época Colonial:

Al llegar Francisco Pizarro a conquistar el Perú, se produjo una serie de conflictos,


entre ellos tomaron prisionero al Inca Atahualpa para su posterior ejecución por tener
en su persona múltiples delitos no bien visto para los españoles. Francisco Pizarro
firmo el contrato o Capitulación de Toledo el 26 de Julio de 1529. Sin embargo, antes
el 15 de mayo de 1529 se nombró a don Antonio Navarro, como el Contador de las
Nuevas Tierras (Primer Gobernador de Piura). El Inca Atahualpa por su rescate y
poder salvar su vida, ofreció dos cuartos llenos de plata y uno de oro, pero la
ambición pudo más, los saqueos y robos, entre luchas y batallas por la resistencia,
duro más de 40 años en la vida del antiguo Perú.
Atahualpa fue sancionado por 12 cargos, para evitar su cacería pago el rescate,
pero siempre fue ejecutado el 29 de agosto de 1533.
Los cargos figuraban en un pliego de 12 Puntos, siendo de los principales los
siguientes:
1.- Por usurpar la corona y mandado matar a su hermano Rey del Cuzco.
2.- Por haber derrochado los bienes de la corona en favor de familiares
3.- Por haber cometido pecado de idolatría y adulterio.
4.-Por tener muchas mujeres
5.-Por sublevar a la gente contra los Conquistadores
El rescate sumo 1, 326,536 pesos de oro, equivalentes a 3 millones de libras.
Además de plata 31,6l0 marcos. Se distribuyó así:
 Al Rey Carlos V, le toco un quinto del total.
 A Francisco Pizarro le toco 57,222 pesos de oro y 2,350 marcos de plata.
Además de la silla de oro macizo de Atahualpa, valuada en 25,000 pesos de
oro.
 A Hernando de Pizarro 31,800 pesos de oro y 2,350 marcos de plata. A
Hernando de Soto 15,740 pesos de oro y 724 marcos de plata
 A los 105 soldados de Infantería 4,440 pesos de oro y 180 marcos de plata.
Para la Iglesia de Cajamarca 2,220 pesos de oro.
 Todo esto lo distribuyo el Contador Antonio Navarro y lo verifico otro Contador,
Alonso Riquelme.

Al respecto de la evolución, si bien es cierto estos subalternos de la administración


incaica desempeñaban actividades que pueden ser consideradas análogas de las
prácticas contables y de revisión de cuentas modernas, su rol y apreciación al
interior de la sociedad no se reducía a la realización de las mismas, de ahí, que sea
conveniente ponderar su función como escribas reales y guardianes de la memoria,
tradiciones e historia del pueblo precolombino. La historia contable peruana,
referente al periodo colonial ha sido un tema de estudio relevante en el marco de la
investigación contable desarrollada en su mayoría en España, con motivo de
analizar la evolución de las normas y prácticas para llevar la cuenta y razón
relacionadas a diferentes actividades sociales: empresas reales, privadas,
organizaciones eclesiásticas, entre otras; que estaban destinadas, finalmente, a
cumplir las demandas de control reales: “Estos libros fiscales eran la fuente de
información privada de los reyes y la garantía de que los impuestos se recaudaban y
de que se les pagaban sus ingresos . En calidad de tales, la corona pretendía que
estos registros le ofrecieran la mejor imagen disponible de sus recursos fiscales. Los
libros de contabilidad estaban concebidos únicamente para mostrar que no había
tenido lugar ningún hurto o cualquier otra apropiación indebida de fondos y estaban
sometidos a repetidas auditorías” (Klein, 1994:19). En este sentido, es notable, por
ejemplo, la documentación detallada, incluso, desde el punto de vista doctrinal, del
fracasado intento de introducir el sistema de la partida doble en las cuentas de los
virreinatos y cajas reales indianos, a finales del siglo XVIII. Es de resaltar: “En el
Archivo General de Indias encontramos todos los informes relativos al proceso de
derogación del método de la partida doble aprobado, en 1874. Proceso que, aunque
se inició en la península, su onda expansiva se dejó sentir en los dominios de
ultramar. En las Indias, tras la derogación se dieron encendidas polémicas, siendo el
caso de Perú el que más ha llamado nuestra atención, por la racionalidad,
constancia y fortaleza que mostró en todo momento su virrey Teodoro de Croix,
quien llegó a tener duros enfrentamientos con algunos de los empleados de la Real
Hacienda de Indias (…)” (Donoso, 2001). Por supuesto, que estas investigaciones
están direccionadas a resolver inquietudes propias de la cultura ibérica en su época
como un imperio extenso e influyente. Esto no es necesariamente equivalente con la
historia contable en territorio peruano en particular, y latinoamericano en general,
durante este periodo. En este sentido, aún hay bastantes tópicos por explorar,
explicar y comprender. Los archivos nacionales y locales acumulan recursos
documentales al respecto, hay que traerlos a la memoria y luz científica. Como se
mencionó antes, la contabilidad no es una simple herramienta neutral sobre la
información financiera. En este caso, debemos indicar su capacidad como una
fuente material sobre la cual se puede reflejar el dominio y la expropiación imperial
de las culturas nativas y cómo se derrumbó su mundo en razón a la violencia y la
impunidad. Un buen ejemplo de esta situación es la historia económica y contable
sobre el más importante producto de extracción de los recursos americanos: la plata.
Las cuentas de las cajas reales de las célebres minas de Potosí, Pasco, Oruro y
Huancavelica se han tomado, generalmente, como una fuente primaria la hora de
evaluar los flujos monetarios y las redes comerciales desarrolladas por las
restrictivas reglas y gestión españolas. En complemento, es necesario la formulación
y ejecución de investigaciones que traten sobre el impacto de las acciones políticas,
económicas y sociales en el entorno de estos registros consignados en libros
mayores, cartas-cuentas y tanteos.

Los gestores eclesiásticos y mayordomos tenían a su cargo recursos como:


limosnas, diezmos, fábrica de iglesias, sucesiones perpetuas, semovientes, obras de
arte, terrenos, haciendas, entre muchos otros. Además, la institucionalidad religiosa
determinaba asuntos fundamentales de la economía colonial, como el precario
esquema financiero y de crédito, la constitución y división de herencias y caridades;
cuando no, la jurisdicción total de una población y su territorio como se recordará de
la Compañía de Jesús y sus conocidas misiones y encomiendas. El reconocimiento
deI pasado contable no estaría completo sin un análisis crítico de las cuentas y
documentos relativas a las órdenes religiosas y cómo afectaron la cultura material y
la psicología de los países latinoamericanos. El estudio de la contabilidad de las
actividades económicas desarrolladas al margen de las empresas imperiales, por
una relativamente mínima cantidad de firmas comerciales, es un aspecto que
todavía requiere atención. Estos negocios van a constituirse en ejemplo para
posteriores emprendimientos, de la misma forma que otras instituciones ibéricas
continuaran su camino sin muchas modificaciones al interior de las repúblicas
independientes.

Época del Virreinato:

En esta época El Rey de España, Carlos V, aprobó en Barcelona el 20/ll/1542


“Nuevas Leyes de Indias”. Contenía una serié de ordenanzas, entre ellas el
nacimiento del Virreinato en el Perú, que abarcaba toda América del Sur y parte de
la Central. Tenía bajo su jurisdicción 7 audiencias; Panamá 1548; Lima, 1543; Santa
Fe de Bogotá 1548; la de Charcas 1559; la de Chile 1563; la de Quito 1563 y de la
de Buenos Aires 1563.
Después del Virrey, le seguía en importancia la Real Hacienda, encargado de los
ingresos y de remitir la información contable a Madrid. Los ingresos de depositaban
en cajas Reales, que estaban bajo la responsabilidad de 03 oficiales; el Contador, el
tesorero y el Factor.
Para vigilar el manejo de los fondos fiscales se creó el Tribunal de Contaduría Mayor
de Cuentas por real cédula del 24 de agosto de 1605. En Lima funcionó a partir de
1607. Las principales fuentes de ingresos de la Hacienda Pública y para la metrópoli
fueron:
•Los Quintos: 5ta. Parte de lo que recaudaba el Virreinato, para el Imperio.
•El Diezmo: Para la Iglesia la décima parte que pagaban los fieles a la Iglesia.
•El Almojarifazgo: Impuesto aduanero. 10 % a las importaciones y 2.50% a las
exportaciones.
•La venta de Empleo y Títulos: Todos los cargos se pusieron en venta.
•Impuesto de averías: Era de 0.5% a las mercaderías para cubrir los gastos de
defensa contra los piratas.
•La Alcabala: 5% del valor de las mercaderías para cubrir los gastos de la Armada
del Sur.
Con la llegada y conquista de los españoles, se produjo el trauma y el caos en la
organización socioeconómica del Gobierno Incaico. Con ello, subvierte el sistema de
la tenencia y explotación del agro, pilar fundamental de la economía incaica, por lo
que la agricultura pasa a un segundo plano, mientras que se polariza el trabajo en el
laboreo de las minas. Con este despojo, vino una nueva estructura socioeconómica,
que se cimiento en la propiedad privada. Sin embargo, durante el periodo de la
conquista continuo la aportación tributaria, pero de una manera, más onerosa; que
era la recaudación y destinada en provecho de la corona y de sus lugartenientes, los
que habían llegado hasta estos lares a saquear la economía incaica. A toda esta
exorbitante aportación tributaria, se le considero como Pechos de Presa, experiencia
de los conquistadores que eran conocedores de aquella vieja Europa, desde la
época de San Agustín, en lo que resaltaba el Esclavismo Aliciente de los
Conquistadores, quienes se llevaron los premios o mercedes de la economía del
antiguo Perú.
Consumada la conquista en América, y al asentarse el Coloniaje como sucesor del
derecho de presa de la esclavitud y de los premios y mercedes concedidas por la
corona española, se implanto la exigente aportación tributaria en toda Latino
América, como una obligación cruel y despiadada, que gravaban a la clase indígena.
De esta manera, quedaron los indígenas obligados al pago tributario, con cuotas
excesivamente elevadas sin medidas ni consecuencias de capacidad contributiva;
obligándoles al pago de tributos onerosos y exigentes, tal como tuvieron su origen
en la pre-historia, cuando las tribus fuertes imponían a las tribus débiles. Cosa que
se dio en la antigua Asía y subsistió en Grecia, roma e incluso en la vieja Castilla. A
esta onerosa aportación tributaria, en aquel entonces, se le denominó Moneda
Forea. Esta moneda servía para pagar al Rey, como vasallaje, o a la persona
encomendada para que cobrase los tributos. Descubierto apenas el nuevo mundo,
Colón cobró los primeros diezmos y después lo hizo Pizarro. En América fueron los
primeros ejecutores del derecho de vasallaje, cuya aportación tributaria, que
recaudaban onerosamente de la económica del antiguo Perú, enriqueció a los
españoles y a su corona durante muchos años, durante los cuales se llevaron las
riquezas del Perú - Inca.

El régimen tributario en el periodo del Virreinato, comienza con la instrucción del 23


de junio de 1559, expedida en Gante, en la que se crearon los Comisionados, que
tenía como funciones principales las que a continuación se describan:
Informar sobre los tributos que los indígenas pagaban al Rey, al gobernador y a los
particulares que eran beneficiados con los tributos que la corona les concedía. Es
decir, a todos los españoles que habían reemplazado al gobierno Incaico. Por lo
tanto, eran ellos loas beneficiados con los tributos, que para tal efecto la corona les
cedía de aquel conjunto de aportaciones tributarias exorbitantes que imponían a los
indígenas.

Los comisionados estaban facultados para comparar ambas tasas y cotejar las
cuotas y los montos de impuestos que se cono brabán y tenían facultades para
aumentar o reducir su valor y/o tasas, con relación al valor del oro.
Eran los encargados de fijar las fechas de pago, los encomendados de gravar a las
clases de personas, exonerarlos de los pagos tributarios y/o fijarles las cuotas de
nuevas aportaciones según el lugar de la cobranza p provincia gravada.
Eran los encargados de establecer si los pagos tributarios debían hacerse en función
de las tierras labradas o según las hectáreas que los indígenas poseían; que
generalmente eran por cabeza, es decir, per. Cápita.

Los comisionados se encargaban de marcar las tierras o heredades, que los


indígenas iban dejando al fenecer.
Eran los encargados de indicar el ordenamiento tributario que ellos mismos
reestructuraban onerosamente; así como también, los encargados de comparar los
tributos recaudados el de la conquista, con el periodo del Incanato para corregir las
cuotas, tasa o montos, que por lo general, cada vez eran mayores, puesto que
periódicamente se aumentaban.

Los ramos y rentas reales del Virreynato, como solían llamarse, o dichos en términos
actuales, el sistema tributario de la época Colonial; fue la grabación per. Cápita,
puesto que se cobraba a cada uno de los indígenas que se encontraban afectos en
aquella época. Esta clase de aportación tributaria fue establecida e implantada
muchos años atrás, en Francia, y subsistió en dicha nación hasta 1789. El sistema
tributario especial y general que el régimen Virreinato estableció en el Perú y en los
demás países del área que se encontraban bajo su dominio, estaban contenido en
los contribuyentes del continente, cuyas leyes no eran otra cosa que la recopilación
de Leyes Indias, Reales, Ordenanzas de Toledo, Ordenanzas de Intendentes, etc.,
En toda esta exorbitante y frondosa tributación, los tributos principales que
resultaron en todo orden, fueron los que a continuación se detallan:
1. Quinto reales: Tributo que se pagaba con el veinte por ciento (20 %) del valor
de todos los minerales, piedras preciosas, perlas y ámbares; que los pobladores
extraían de las canteras y minas que arduamente explotaban.

2. Almojatifazgo: Tributo que equivalía a los derechos aduaneros y que gravaban


con el cinco por ciento (5%) al total del Comercio que entraba por los puertos del
Virreinato; y con el dos por ciento (2%) que gravaba a las mercaderías que
exportaban por los referidos puertos.

3. Vaeria de armada: Impuesto que gravaba con el medio por ciento (1/2%) tanto
a las mercaderías como a la plata labrada o en barras, cuyo recaudo servía para el
sostenimiento de la armada que operaba en el Callao como guardián del Virreinato y
actuaba como granaría en el traslado del tesorero real y de los particulares, que en
abundante cantidad se llevaban las riquezas del Perú a España.
4. Alcabala: Este tributo fue creado en el año de 1591, cuyo recaudo entubo
destinado al sostenimiento de la armada del Sur, se gravaba con el dos ciento (2%)
a todas las mercancías que se vendían; mientras que la controvertida coca, estaba
gravada con el cinco por ciento (5 %) y se exportaba en grandes cantidades hacia
Europa por aquel entonces, la hoja mágica de comercializaba como un producto que
ya dejaba gruesas utilidades.

5. Señoraje: Este tributo fue creado en el año de 1603 y gravaba a la moneda


con tres reales por cada marco de plata.

6. Cobros: Tributo que gravaba con dos y medio por ciento (2 ½ %) y uno y
medio por ciento (1 ½ %) sobre el valor de todos los metales, tales como: estaño,
azogue, plomo, fierro, e incluso, salitre; tributos que se pagaban por los derechos de
ensayo.

7. Negros de guinea: Tributo que gravaba con el diez por medio (10%) al valor
de la venta de los esclavos, que eran personas de raza negra, que se importaban
desde Guinea.

8. Media anata: Este tributo se creó en 1631, recaudo que estuvo orientado a
salvar a la corte, de la crisis de aquel año.
El tributo equivalía a la renta de un año por la obtención de un cargo, cuyo importe
se pagaba a la corona española.

9. Impuesto papel sellado: Fue establecido por pragmática del 28 de diciembre


de 1638 y fue derogado en el año de 1986, por el presidente constitucional, doctor
Alan García Pérez cuya grabación de fácil recaudo, estuvo su imposición en todos
los documentos legales y notariales durante un lapso de 348 años.

10. Estancos: Tributo que gravaba a los estancos de sal, naipes, tabaco, velas de
cebo, pimienta, pólvora brea y otros análogos.
Al finalizar el siglo XVII, la aportación tributaria del rendimiento de los ramos y rentas
reales, se había triplicado a lo requerido; al extremo que, después de cubrirse los
costos y gastos del Virreinato, quedaban un superávit para la real hacienda o caja
personal del Rey. En un periodo llego a superar los dos millones de pesos
( 2’000,000.00) superávit fabuloso en aquella época, el cual lo determinada la exhiba
grabación tributaria recaudada que se obtenía, debido al cobro implacable de sus
lugartenientes, quienes ejecutaban a los contribuyentes y de esa manera alevosa y
con venta de causa y efecto. Respecto a la realidad el doctor José M. Valeria, al
referirse a las aportaciones tributarias de aquella época, sostiene que: “tal régimen,
acreditaba una tributación injusta e inhumana”. La opresión política de España sobre
América creó una desigualdad irritante por los elementos tributarios que, a la postre,
fue una catástrofe.

Los indígenas esclavos que eran los que sostenían todo el edificio colosal de las
cargas tributarias coloniales, enriquecieron con sus vidas a la vieja España, y a sus
explotadores de aquel entonces. Por aquella, los indígenas eran los únicos que
trabajan, producían hacían obras fecundas. Los amos confiaban en ellos, hasta que
se produjo el agotamiento, y con el agotamiento se vino abajo la alta recaudación
tributaria que venía percibiendo los beneficiarios tributarios, por la merma de las
riquezas que se producían en el país. La historia nos permite revisar el cuadro
general del ingreso del Perú Colonial, correspondiente al quinquenio de 1790- 1795,
en el cual se produce la más alta recaudación tributaria. Pero al final del siglo XVIII,
se origina la crisis del sistema Colonial, que trajo abajo aquel inhumano sistema
tributario que implanto con sus frondosas disposiciones, ilegales e inhumanas.

Época de la República:

En la revista escrita por (Márquez, 2006) nos menciona que en la etapa de la


República se crearon los ministerios de Hacienda, Guerra y Marina, y Relaciones
Exteriores. En la Constitución del año 1823, los artículos 152º 34 Contabilidad y
negocios y 153º se refieren a la organización fiscal. Se crea una Contaduría que
desarrollaría funciones de “examinarse, glosarse y fenecerse las cuentas de todos
los productos o inversiones de la Hacienda”. También se dispuso la creación de una
Tesorería General compuesta de un contador y un tesorero. Como puede
observarse, la importancia de la contabilidad ha estado presente en todas las etapas
de la historia peruana. En los contadores de la administración de las áreas fiscales
dependía, en gran parte, el control y ordenamiento de los tributos que se iban a
recaudar en la Hacienda Pública y los que servirían para mantener el orden interno y
administrativo, y facilitar la finalización de la guerra por la independencia nacional.

En 1825, Simón Bolívar que estaba en el Perú había encomendado a los


subprefectos el cobro de los tributos. Ellos, sin embargo, no acataron la orden, al no
rendir cuentas en su debida oportunidad o, en muchos casos, no cobrar el tributo.
Posteriormente, se decretaron normas de carácter disciplinario con destitución para
contrarrestar esta situación de incumplimiento en perjuicio del Estado. Entre los años
1920 y 1930, el gobierno peruano contrató a la Misión Americana de Economía, para
que estudiara, reformara y reorganizara los sistemas presupuestarios, fiscalizador y
pagador. Recomendaron centralizar el control de la actividad económica de la
Nación en la Contraloría General, de la que debía depender el Tribunal Mayor de
Cuentas.

En 1930, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, con la Ley N°6784 se creó, al


interior del Ministerio de Hacienda y Comercio, la Contraloría General de la
República, integrada por la dirección de Tesoro Público, Crédito Público y
Contabilidad Pública. Sus funciones serían fiscalizar el gasto público, llevar la
contabilidad de la Nación, preparar la cuenta general de la República e inspeccionar
las dependencias del gobierno. En 1942, se creó el Primer Colegio de Contadores
Públicos del Perú. Con la Ley N° 24680 del 4 de junio de 1987 se creó el Sistema
Nacional de Contabilidad, como ente normativo para los sectores público y privado,
que, además, llevara la Cuenta General de la República, evaluara la aplicación de
las normas de contabilidad, y proporcionara información contable y financiera de los
organismos del Estado. Hasta fines del año 2005, 2,348 entes presentaron
rendiciones de cuentas para la Cuenta General de la República por el año 2004: 28
entidades del gobierno central, 78 instituciones públicas, 1837 municipios, 101
sociedades de beneficencia públicas, 26 gobiernos regionales, 34 universidades
públicas (incluyéndose a la Asamblea Nacional de Rectores), 4 organismos que, por
sus leyes de creación, difieren de la entidades anteriores, 176 empresas operativas
y 64 empresas en liquidación y no operativas.

Contabilidad en la actualidad:
El 27 de noviembre de 2003 entró en vigencia la Ley N° 28112 “Ley Marco del
Sistema de Administración Financiera del Sector Público” que reúne a los órganos
rectores del Sistema Nacional de Tesorería, Sistema Nacional de Presupuesto,
Sistema Nacional de Endeudamiento y Sistema Nacional de Contabilidad,
ubicándose dentro del Ministerio de Economía y Finanzas como órganos rectores
del sistema de administración financiera. Esta ley se aprobó con la finalidad de
modernizar la administración financiera del sector público, lograr una Julio 2006
Contabilidad y negocios 35 gestión integral y eficiente de los procesos vinculados
con la captación y utilización de los fondos públicos y, por ende, del registro y la
presentación de la información que contribuirá al cumplimiento de los deberes y
funciones del Estado, representados en la responsabilidad y transparencia fiscal y
en la búsqueda de la estabilidad macroeconómica. La Ley N° 28112 también señala
que el registro de la información es único y de uso obligatorio para todas las
entidades del sector público a nivel nacional, regional y local, y se efectúa a través
del Sistema Integrado de Administración Financiera del Sector Público, administrado
por el Ministerio de Economía y Finanzas. El SIAF-SP constituye el medio oficial
para el registro, el procesamiento y la generación de información relacionada con la
administración financiera del sector público, cuyo funcionamiento y operatividad se
desarrolló en el marco de la normatividad aprobada por los órganos rectores.

Comportamiento ético del profesional contable


En la Revista de Contabilidad y Dirección (Alatrista, 2015) nos menciona que La
Federación Internacional de Contadores (IFAC), como lo establece su constitución,
tiene como misión “el desarrollo y fortalecimiento de la profesión contable a nivel
mundial con estándares armonizados, capaces de proporcionar servicios de alta
calidad a favor del interés público”. Para el cumplimiento de esta misión, el Comité
Ejecutivo de la IFAC ha creado el Comité de Ética de la IFAC para desarrollar y
emitir, bajo su propia autoridad, estándares éticos de alta calidad y otros
pronunciamientos para el uso de los Contadores profesionales en todo el mundo. La
Federación Internacional de Contadores (IFAC) ha emitido el Código de Ética del
Contador Profesional, que promueve su aplicación por parte de todos los
Contadores del mundo.

Este Código de Ética, establece las reglas de conducta para todos los Contadores
del mundo y determina los principios fundamentales que se deben respetar para
perfeccionar los objetivos comunes de la profesión, además establece que estos
principios son igualmente válidos para todos los Contadores ya sea que trabajen en
el sector público, privado o en la docencia.

El Código de Ética del Contador Profesional de la Federación Internacional de


Contadores (IFAC), reconoce que los objetivos de la Profesión Contable son trabajar
al más alto nivel de profesionalismo y para esto tiene cuatro exigencias básicas:
Credibilidad, Profesionalismo, Calidad del Servicio, y Confianza. 126 Miguel Angel
Alatrista Gironzini: Ética del Contador Público El Código de Ética para Contadores
Profesionales de la IFAC. Versión 2006, fue revisado por el Consejo de Normas
Internacionales de Ética para Contadores de la IESBA en julio del 2009, y fue
aprobado por el Comité Ejecutivo de la IFAC para su implementación a nivel
mundial, entrando en vigencia desde el 1 de enero del 2011. Este Código de Ética
del Contador Profesional de la IFAC establece requerimientos éticos para los
Contadores profesionales de todo el mundo, disponiendo que ninguna institución o
firma miembro de la IFAC puede aplicar normas menos rigurosas que las
establecidas en este código.

El Código de Ética de la IFAC 2011, enuncia cinco Principios Fundamentales, los


que deben cumplir todos los Contadores del mundo, y son:

1. Integridad: Un Contador profesional debe ser sincero y honesto en todas sus


relaciones profesionales y de negocios. El principio de integridad, impone sobre todo
profesional la obligación de ser franco y honesto en sus relaciones profesionales y
de negocios. La Integridad también implica transacciones justas y verdaderas. Un
Contador profesional no debe estar asociado a informes, rendiciones,
comunicaciones u otra información donde él crea que la información: Contiene un
material falso o declaraciones engañosas, Contiene declaraciones o información
suministrada imprudentemente, Omite o retiene información requerida para ser
incluida donde tales omisiones o retenciones podrían ser engañosas.

2. Objetividad: Un Contador profesional no debe permitir que los favoritismos,


conflictos de interés o la influencia indebida de otros eliminen sus juicios
profesionales o de negocios. El principio de objetividad, impone al Contador
profesional la obligación de no comprometer su juicio profesional por favoritismos,
conflictos de intereses o la indebida influencia de otros. Un Contador profesional
podría estar expuesto a situaciones que podrían dañar su objetividad. Se deben
evitar las relaciones de favoritismo o de influencia sobre el juicio del Contador
profesional.

3. Competencia Profesional y debido cuidado Un Contador profesional tiene el


deber continuo de mantener sus habilidades y conocimientos profesionales en el
nivel apropiado para asegurar que el cliente o empleador reciba un servicio
profesional competente basado en los desarrollos actuales de la práctica, legislación
y técnicas. Un Contador profesional debe actuar diligentemente y de acuerdo a las
técnicas aplicables y las normas profesionales cuando proporciona sus servicios
profesionales. El principio de Competencia Profesional y debido cuidado, impone al
Contador profesional las siguientes obligaciones:
a) Mantener sus conocimientos y habilidades profesionales en el nivel requerido
para asegurar que sus clientes y empleadores reciban un competente servicio
profesional.
b) Actuar diligentemente de acuerdo con las técnicas aplicables y las normas
profesionales cuando proporciona sus servicios. Un servicio profesional competente
requiere el ejercicio de un juicio sensato en la aplicación de los conocimientos y
habilidades profesionales en el desarrollo de tal servicio.

4. Confidencialidad: Un Contador profesional debe respetar la confidencialidad de la


información obtenida como resultado de sus relaciones profesionales y de negocios
y no debe revelar esta información a terceros que no cuenten con la debida
autoridad a menos que exista un derecho o deber legal o profesional para revelarla.
La información confidencial obtenida como resultado de las relaciones profesionales
o de negocios no debe ser usada por el Contador profesional para obtener
beneficios personales o para terceros. El principio de confidencialidad, impone al
Contador profesional la obligación de abstenerse de:
a) Divulgar fuera de la firma u organización empleadora la información confidencial
obtenida como resultado de sus relaciones profesionales y de negocios sin la
autorización apropiada y específica o a menos que exista un derecho legal o
profesional o deber de revelarla.
b) Usar la información confidencial obtenida como resultado de sus relaciones
profesionales y de negocios para su beneficio personal o para el beneficio de
terceros.
El Contador profesional debe estar alerta a la posibilidad de revelar información
inadvertidamente, particularmente en circunstancias que implican una larga
asociación con un socio o un miembro inmediato de la familia. Un Contador
profesional debe tomar todas las medidas necesarias para asegurar que el equipo
bajo su control y las personas de las cuales se obtiene asesoría y ayuda respeten el
deber de confidencialidad del Contador profesional. La necesidad de cumplir con el
principio de confidencialidad continua hasta después de finalizada la relación entre el
Contador profesional y su cliente o empleador.

5. Comportamiento Profesional Un Contador profesional debe cumplir con los


reglamentos y leyes relevantes y debe rechazar cualquier acción que desacredite a
la profesión. El principio del Comportamiento profesional, impone sobre los
Contadores profesionales la obligación de cumplir con las leyes y regulaciones
relevantes y evitar cualquier acto que desacredite a la profesión. En la publicidad y
promoción de su trabajo y de ellos mismos, los Contadores profesionales no deben
desprestigiar a la profesión. Ellos deben ser honestos y sinceros y no deben realizar
afirmaciones exageradas sobre los servicios que pueden ofrecer, las calificaciones
que poseen, o la experiencia obtenida, o realizar referencias desacreditadoras o
comparaciones sin fundamento con el trabajo de otros. El Contador profesional en la
práctica pública no debe comprometerse con ningún negocio, ocupación o actividad
que dañe o pueda dañar la integridad, objetividad o la buena reputación de la
profesión y como consecuencia sea incompatible con la prestación de sus servicios
profesionales, debe estar de acuerdo en proporcionar sólo aquellos servicios para
los cuales se encuentra capacitado, antes de aceptar un compromiso específico con
un cliente, el Contador profesional debe considerar si su aceptación podría crear
alguna amenaza al cumplimiento de los principios fundamentales.

En las situaciones donde un Contador profesional es solicitado para proporcionar


una segunda opinión sobre la aplicación de normas o principios de contabilidad,
auditoría, presentación u otras normas o principios para circunstancias específicas o
transacciones por o en nombre de una compañía o entidad que no es un cliente
existente, podría dar pie a amenazas al cumplimiento con los principios
fundamentales. Por ejemplo, podría haber una amenaza a la competencia
profesional y debido cuidado en circunstancias donde la segunda opinión no esté
basada en el mismo conjunto de hechos que estuvieron disponibles para el Contador
actual, o está basada sobre evidencia inadecuada. El Contador profesional no debe
desacreditar a la profesión cuando comercializa sus servicios profesionales. El
Código de Ética del Contador Profesional de la IFAC vigente desde el 1 de enero del
2011, contiene tres partes:
 Parte A: Aplicación General del Código: Contiene la introducción y los
Principios Fundamentales, los que se encuentran normados en la sección
100 hasta la sección 150, en los cuales se encuentran definidos los cinco
principios fundamentales de la Ética.
 Parte B: Los Contadores Profesionales en la práctica pública: Contiene
algunos ejemplos de circunstancias que crean amenazas en la práctica
profesional y las salvaguardas que se pueden tomar en cuenta para observar
los principios fundamentales de la Ética, abarca desde la sección 200 hasta
la sección 291.
 Parte C: Los Contadores Profesionales en los negocios: Contiene algunos
ejemplos de circunstancias que crean amenazas para los Contadores que
pueden ser empleados, socios, directores, y las salvaguardas para amparar
los Principios de la Ética, abarcan desde la sección 300 hasta la sección 350.

La Ley de la Profesionalización del Contador Público en el Perú


Según Mario Apaza Ley de actualización de la Ley N° 13253, de profesionalización
del Contador Público y de creación de los Colegios de Contadores Públicos.

Artículo 1°: Título profesional de Contador Público.


El título profesional de Contador Público es otorgado por las Universidades del país
creadas y reconocida con arreglo a las leyes de la materia. Los títulos profesionales
otorgados en el extranjero son reconocidos conforme a ley.

Artículo 2°: Colegiación Es obligatoria la colegiación para el ejercicio profesional del


contador público. La determinación de los requisitos para la colegiación y la
habilitación del contador público le corresponden al colegio departamental
respectivo.

Artículo 3°: Competencias del contador público


a) Planificar, organizar, supervisar y dirigir la contabilidad general y de Costos de las
actividades económico-comerciales desarrolladas por personas naturales y/o
jurídicas del ámbito privado, público o mixto; y formular, autorizar y/o certificar los
estados financieros correspondientes. Incluidos los que se incorporen a las
declaraciones juradas y otros para fines tributarios.
b) Evaluar, asesorar y realizar consultoría en sistemas de contabilidad
Computarizada y de control, y otros relacionados con el ejercicio de la profesión
contable.
c) Realizar auditoría financiera, tributaria, exámenes especiales y otros Inherentes a
la profesión de contador público.
d) Otras relacionadas con la profesión contable y sus especialidades.

Artículo 4°: Sociedades de auditoria.

Artículo 5°: Colegios de contadores públicos: Naturaleza

Artículo 6°: Atribuciones del colegio de contadores públicos.

Artículo 7°: Órganos Institucionales.


Artículo 8°: Participación de los contadores públicos colegiados.

Artículo 9°: Ingresos, rentas y bienes de los colegios de contador públicos


Constituyen ingresos, bienes y rentas de los colegios de contadores públicos, para el
cumplimiento de sus fines:
a) Los aportes de sus miembros.
b) Las donaciones y legados que reciba.
c) Los intereses y rentas que produzcan sus bienes.
d) Los ingresos que generen ´por el desarrollo de sus actividades.
e) Las adquisiciones que realicen por cualquier otro título, conforme a ley.
f) Otras que establezca es estatuto o le corresponda de acuerdo a ley.

Artículo 10°: Infracciones.

Artículo 11°: Junta de Decanos de Colegios de Contadores Públicos.


Artículo 12°: Calidad de la Información profesional de contador público.
Artículo 13°: Certificación y Recertificación
(Apaza, 2008)

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