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Cuando se hace el cálculo del IPC y el INE se lo comunica a los periodistas, se informa un
porcentaje, que normalmente corresponde a la variación que ha tenido el índice respecto del mes
anterior. Esta puede ser positiva, neutra o negativa, dependiendo de lo que se haya registrado a
nivel de los precios.
Por ejemplo, debido a que en verano los precios de las frutas y otros productos habitualmente
están más bajos que el resto del año, el IPC de esos meses refleja esa tendencia hacia la
baja, como se puede ver en el siguiente gráfico que muestra la variación del índice en los
pasados dos años a nivel mensual (línea verde) y el acumulado anual (línea naranja).
Finalmente, con la suma de los valores mensuales del IPC se determina el valor anual de la
inflación, que es un dato que tienen en cuenta todas las empresas para planificar sus actividades,
pagar los sueldos y múltiples otras operaciones.
Orígenes
Como bien sabemos, las monedas y billetes no tienen un valor por sí mismos, sino que son una
representación de la riqueza que tiene un país. De acuerdo con la Doctora en Economía Alicia Girón "la
moneda es una medida de valor que posibilita con mayor facilidad el intercambio". Así pues, la moneda
sustituye un valor real pero no vale por sí misma. El Banco Central de un país respalda y da valor a la moneda
por medio de las reservas de riqueza que administra.
Son muchos los factores que intervienen en la devaluación de una moneda; entre los más relevantes
podemos destacar:
1. Aumento en la cantidad de dinero que circula sin incremento en la riqueza del país. Cuando esto sucede,
el dinero circulante no puede ser respaldado por las reservas y, por lo tanto, disminuye su valor.
2. Por una baja en la demanda de la moneda local.
3. O bien por un aumento en la demanda de la moneda extranjera.
Por lo general, las devaluaciones ocurren cuando en los mercados internacionales existe:
Déficit en la balanza comercial. Esto sucede principalmente cuando se importa más de lo que se exporta.
Desconfianza en la economía local o en la estabilidad misma del país. Esta puede ser causada por
problemas internos de carácter político o social, guerras, actos de terrorismo, entre otros.
Salida de capital extranjero. Esta es una consecuencia directa de la desconfianza: los inversionistas
extranjeros prefieren llevar su dinero a países con economías más estables y ven más conveniente prestar
su dinero a gobiernos con tasas de interés más elevadas.
En algunos casos es el propio Banco Central quien decide devaluar la moneda. Es una medida extrema y
poco frecuente que busca disminuir las importaciones y darle empuje a la producción local: dado que los
productos importados se encarecen, la población tiende a preferir los nacionales.
Ya que el dinero que percibimos sigue siendo el mismo, pero éste dinero ha perdido valor a nivel
internacional, en nuestra economía personal la devaluación se ve reflejada en un aumento en los precios de
ropa y calzado importados, productos alimenticios de origen extranjero, viajes, servicios de telefonía, entre
otros.
Fuentes:
¿Qué es la inflación?
El fenómeno de la inflación se define como un aumento sustancial, persistente y sostenido del nivel
general de precios a través del tiempo. Vamos a dejar un poco la simpleza conceptual para
explicar cómo este fenómeno puede llegar a producir resultados muy dañinos para la economía en
general y el desarrollo de un país.
Existen algunos razonamientos según los cuales la inflación tiene cierta capacidad para promover
el crecimiento económico, básicamente, en aquellas economías que muestran bajos niveles de
ingresos y, por tanto, una baja capacidad para generar ahorro que permita financiar inversiones,
incrementar el empleo y, en general, la actividad productiva. Estos razonamientos llegan a
considerar que las autoridades económicas, utilizando su capacidad para crear dinero, pueden
aumentarlo, aun haciendo crecer los precios, con la esperanza de que ello traiga mayor
crecimiento económico, siempre que el aumento del dinero se destine a estimular la inversión. Los
autores de tales planteamientos suponen que el sistema económico tiene suficiente flexibilidad de
respuesta, y así, lo que en un principio es exceso de dinero para financiar el sector productivo, se
compensa cuando la inversión dé frutos, porque hay una mayor capacidad de oferta de la
economía y esta lleva, finalmente, a un ajuste y estabilidad de los precios en el mediano y largo
plazo.
Pero esa flexibilidad no es común en las economías en desarrollo, de forma que una acción de ese
tipo puede llevar a inestabilidad de precios y pérdida de control sobre la economía, al convertirse
en un elemento generador de un mayor deterioro del ambiente económico interno.
En efecto, la incertidumbre sobre el futuro del poder adquisitivo de sus ingresos hace que los
agentes económicos incluyan en sus decisiones las expectativas de alzas, y que al negociar
busquen incrementos en los precios de los bienes y servicios que ofrecen. Por tanto, protegen sus
ingresos al pedir mejores salarios o imponer mayores precios a los productos que elaboran,
induciendo una oleada alcista en esos costos y, en general, en los precios de una economía. Este
resultado lleva, al contrario de lo que se deseaba, a desestimular la actividad productiva interna.