Adaptación de los seres vivos.

La adaptación se define como la capacidad de un ser vivo para

acomodarse a determinadas condiciones de un ambiente o habitad, de tal manera que

este es capaz de sobrevivir y reproducirse para que su especie perdure y no se extinga.

Por lo tanto, la adaptación es un proceso evolutivo, en el que cada generación muestra

cambios morfológicos, fisiológicos y conductuales con los cuales serán capaces de

enfrentar los impactos o cambios que se generan en el medio ambiente en que reside. La

adaptación incluye mudarse de un ambiente en el que fue imposible lograr adaptarse, y

por consiguiente, adaptarse a uno distinto.

Es clave para la diversidad de los seres vivos en el planeta, la adaptación de

estos a los factores abióticos (temperatura, luz, salinidad, humedad) y a los factores

bióticos (acción de los otros organismos).

Adaptación de los animales.

Son las adaptaciones, las que les permiten a los animales poder sobrevivir en un

determinado lugar y reproducirse. Estas adaptaciones tardan muchas generaciones en

manifestarse pues son producto de la evolución y surgen como mutación de algún gen.

En general, los seres vivos han experimentado, experimentan y experimentaran

procesos evolutivos que les permitan adaptarse al medio ambiente. Cuando el medio

cambia, solo sobreviven los más preparados. La palabra “medio” se refiere, al clima,

relieve, vegetación, alimento, desastres naturales y a otros animales con los que tienen

que convivir estos seres vivos.

Los animales pueden adaptarse al medio de tres formas: Adaptaciones

morfológicas, adaptaciones fisiológicas y adaptaciones conductuales.