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Platón, Banquete: Lo principal del texto, entre otros varios puntos, es el tratamiento que

hace Platón sobre la doctrina del amor.


Eros, Epithymia y Philia:
Philia: Se refiere, principalmente, a la “amistad” o afecto que podemos sentir por otro, ya
sea un amigo, un padre, hermano, esposa, etc.. y que este puede darse entre personas
parecidas.
Eros: Puede ser o aquel amor meramente carnal o erótico de Venus, amor sexual propiamente
entre personas de un mismo sexo (Es el discurso con el que Fedro inicia en el Banquete). Sin
embargo, para Sócrates hay elementos faltantes (en todos los anteriores discursos que
escuchó.
Sócrates define el Eros como un deseo de algo que no se tiene y, aquel algo, es bueno y/o
bello. Lo bello o bueno es lo que se desea, no el Eros o Deseo.
Ahora bien, quien desea lo bello o bueno, desea tenerlo ojalá para siempre, siendo así que
Eros es el deseo de tener lo bueno y lo bello para siempre, dándose aquí la conexión con la
inmortalidad pues por la reproducción sexual es que los seres logran tener cierta
inmortalidad en la conservación de su especie. Y tal reproducción implica lo bello y no se
produce en lo feo (es de experiencia jajajaaj). Así, Eros es el deseo de procreación (e
inmortalidad) en la consecución del bien y lo bello. Sin embargo, el modo de llegar a la
Belleza en sí es llegar al conocimiento de ésta, lo cual se logra adquiriendo la virtud (que es
efecto de lo Bello) y con ello, finalmente, la inmortalidad.
Epithymia: Se refiere primeramente al deseo sensible. Puede que después, dado que el Eros
es definido como deseo, también implique la Epithymia, pero no estoy seguro.
Personajes heroicos y el motivo (¿?????) Esto no lo entendí.
Consistencia en el sentido final del impulso del Eros socrático partiendo del relato de
Alcibíades:
Después del discurso de Sócrates donde establece el Eros como un deseo de la Belleza en sí
y que se alcanza con la virtud (dándole así menor importancia al aspecto más afectivo-
sexual), llega Alcibíades y le piden que de un discurso sobre Eros, pero el decide elogiar a
Sócrates, contando cuando en su adolescencia intento acercarse sexualmente a Sócrates, pues
le gustaba y supuestamente a este último también le gustaban los jóvenes. Sin embargo, dice,
se dio cuenta que el Eros socrático no era sexual, sino que se fijaba en la belleza interior, en
la virtud que poseían los jóvenes y que, por esa misma razón, lo rechazó, mostrando de este
modo que Sócrates no solo decía aquello que expresó con su discurso sobre el Eros, sino que
también era moralmente practicante de aquello que profesaba. La consistencia, creo, es que
Sócrates predica y practica, dicho en sentido coloquial (esto último es un ejemplo solamente).

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