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Fernando Vidal Ramírez

LA CAPITALIZACION DE INTERESES

Si se acude a la doctrina y a la legislación comparada ninguna restricción, ni en cuanto a los períodos ni en


se comprueba, fácilmente, que la capitalización de intere- cuanto a la forma ni oportunidad del convenio.
ses es una cuestión asaz controvertida. Prohibido el ana- La ley N9 2760, represiva del agio y la usura, prohibió,
tocismo en el Derecho Romano, no se le niega sin embar- en términos absolutos, la capitalización de intereses en
go su justicia. De ahí que se encuentra no sólo su todo contrato de préstamo de dinero y en toda operación
prohibición absoluta sino también su permisión, aunque que le fuera sustancialmente equivalente.
bajo determinadas condiciones. Y es que la doctrina no
Promulgado el vigente Código Civil, se ha permitido
encuentra suficiente justificación teórica para que los in-
nuevamente el anatocismo, aunque con dos importantes
tereses del capital, que también son dinero, no produzcan restricciones: que se tra:e de intereses con dos años de
el efecto de obligar al deudor también a compensarlos atraso y que su pactación conste por escrito.
en la medida que el uso del capital le siga reportando
Este es, pues, a grandes rasgos, el panorama de la
utilidad.
cuestión de la capitalización de intereses en nuestro De-
Sin embargo, las prohibiciones y restricciones a la ca- recho. El trabajo que presentamos se ocupará de deter-.
pitalización de intereses se justifican en el temor de su minar la licitud del anatocismo y si las limitaciones de
abuso y de su conversión en arma funesta en manos de la ley civil son aplicables a toda modalidad contractual.
usureros. El peligro es grande si se piensa que oasta un Haremos una breve referencia histórica para estudiar el
lapso considerablemente corto para que la obligación de sentido de su prohibicién en el Derecho Romano Y De-
pagar una suma de dinero con intereses capitalizables, recho Canónico, consideraremos las disposiciones del
se duplique. Código Napoleón y de los que han servido de fuente
La tendencia de la legislación para la aceptación e inspiración al legislador peruano que promulgó tanto
del anatocismo, aunque con algunas restricciones, se el código civil abrogado como el código vigente, dete-
inicia con la promulgación del Código Napoleón. Des- niéndonos en la revisión de nuestro derecho positivo.
de entonces, los códigos del siglo XIX, inspirándose en Conviene, al propósito de nuestro trabajo, dejar esta-
el francés, permiten la capitalización de intereses, con blecido que el anatocismo resulta de una obligación de
restricciones en cuanto a que su factibilidad se dé por pagar intereses como consecuencia de una deuda de di-
convención posterior a la de la pactación de la obliga- nero. Es necesario, entonces, aunque brevemente, de-
ción de capital y el vencimiento de sus intereses, como terminar el concepto de obligación de capital y la del
a que su procedencia resulte de un mandato judicial. pago de intereses como consecuencia de la anterior, así
Planteada la cuestión de la capitalización de intereses como las cuestiones que se derivan en relación con
en nuestro Derecho, el Código de 1852 no fue ajeno a los intereses, tales como la usura y el anatocismo.
la orientación fijada por el Código Francés de 1804, aun- a) Por obligaciones de capital entendemos aquellas
que sólo referido a la posibilidad de pactación posterior obligaciones que tienen por objeto la entrega de una su-
o, por lo menos, que se tratara de in~ereses capitaliza- ma de dinero y que derivan de un contrato, de los cua-
dos luego de dos años de atraso. les el más generalizado es el de mutuo. Dentro de la
El Código de Comercio permitió, en cambio, la capita- clasificación romanista y tradicional, pertenecen a la ca-
lización de los intereses líquidos y no solventados, sin tegoría de obligaciones de dar.

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b) Los intereses, al decir de los tratadistas, vienen ninguna limitación. El anatocismo así consumado, que
a ser los frutos civiles del capital. La obligación de pa- se presentaba favorable a los deudores, pues los dis-
garlos radica en la presunción de que representan la uti- pensaban anualmente de pagar los intereses, termina-
lidad de que se priva el titular de un capital y el benefi- ba por sumirlos en una carga onerosísima que duplicaba
cio que dicha utiildad proporciona a quien usa del ca- o triplicaba en poco tiempo el capital usurariamente en-
pital durante el tiempo que lo tiene consigo. En buena tregado.
cuenta, son también obligación de capital, ya que re- Esta práctica continuó en los primeros tiempos de Ro-
presentan su rendimiento. ma, llegándose a formar un verdadero estamento social
e) La determinacién del concepto de usura n:)s lleva integrado por personas que se dedicaban exclusivamen-
a considerar el vocablo en su doble acepción. Si aten- te a tan lucrativo negocio. La práctica llegó a extremos
demos a su raíz etimológica, usura deriva del término la- tales que, sin prohibirse el anatocismo, la legislación
tino usu, que designaba el concepto de interés como equi- romana hubo de comenzar a establecer tasas máximas
valente a precio de uso; de este modo, usura debe en- para el cobro de intereses. Así, la Ley de las XII Tablas
tenderse como el lucro que se obtiene prestando dinero y la Ley Licinia impusieron tasas cada vez más rebajadas
y cobrándose una retribución (interés) por el uso de ese de intereses, llegando la Ley Genucia a prohibir en abso-
dinero. Pero, si bien el significado expuesto no tiene un luto, bajo ciertas penas, el cobro de intereses. Pero esta
contenido de ilicitud, el abuso de la retribución a cobrar- situación no fue del todo remediada. La práctica de la
se por los préstamos de dienro ha dado lugar a que en usura y el abuso del anatocismo, crearon situaciones
la vulgarización del término, a la usura se le haya dado conflictivas que muchas veces trascendieron al ámbito
el significado de lucro excesivo y abusivo; de ahí, que se de lo político. Y ese estado de cosas perduró a lo largo
da la figura de la usura cuando el interés pactado es del Imperio, hasta llegar a Justiniano.
desmesurado y abierta o encubiertamente sobrepasa la Fue, pues, el emperador Justiniano quien, no obstante
tasa del interés máximo fijado por la ley. Esta acepción las limitaciones ya existentes en cuanto a tasas de inte-
del significado de "usura" sí tiene un contenido de ili- reses, las redujo aún más, permitiendo su elevación sólo
citud y es, también, la que en el lenguaje corriente se cuando se tratara de comerciantes. El mismo Justiniano,
ha impuesto. extremando las restricciones ya establecidas en la legis-
lación, terminó por prohibir el anatocismo en forma abso-
EL ANATOCISMO luta. Desde entonces, se proscribió en Roma que los in-
tereses engendraran nuevos intereses.
A la capitalización de los intereses, o sea, la acumula-
ción al capital de los intereses devengados para formar La aparición del cristianismo y su influencia en
otro capital que también devengue intereses, se la lla- Roma, mantuvo la proscripción del anatocismo. El De-
ma anatocismo. El vocablo deriva de ana, repetición; y recho Canónico prohibió a los clérigos toda forma de usu-
tokos, interés. ra y, con ello, de una manera total y absoluta, el anata-
Como ya hemos advertido, esta cuestión de la capi- cisma. La prohibición concuerda con la posición de la
talización de intereses es asaz controvertida y no hay tra- Iglesia como enemiga del enriquecimiento sin lícita ni
tadista que al ocuparse de ella no señale su peligrosidad justa causa.
por la rapidez como puede aumentarse el pasivo de un
La capitalización de intereses en los principales códigos
deudor. Se estima que cuando el acreedor puede exi-
gir el capital y los intereses acumulados, la deuda re- La prohibición del anatocismo sancionada, como he-
sulta agobiadora para el deudor. De ahí que la capita- mos visto, en el Derecho Romano y mantenida por el
lización de intereses sólo es admitida con ciertas restric- Derecho Canónico, no fue observada por el Código Civil
ciones debido, precisamente, a su onerosidad. Francés de 1804, que permitió la capitalización de inte-
La práctica de la usura, entendiéndose ésta como prés- reses, aunque con algunas restricciones.
tamo de dinero sujeto a un interés, desde la antigüedad El Código de Napoleón legisló sobre el anatocismo
puso de manifiesto la peligrosidad del anatocismo. Se en los arts. 1154 y 1155, dentro del título 111, "De los
señala a Grecia, y no a Roma, como el pueblo que llevó contratos y de las obligaciones convencionales en gene-
esta práctica a su mayor extremo. Al deudor que no ral", tratándolo como efecto de las obligaciones (Capítulo
cumplía con devolver el capital y los intereses conve- 111) y, concretamente, dentro de las "indemnizaciones de
nidos, se le sumaban los intereses al capital sin daños y perjuicios que resulten de la falta de cumplí-

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miento de la obligación". El art. 1154 está referido a los forma de capitalización que no sea la obtenida mediante
intereses vencidos de capitales exigibles y el art. 1155 demanda judicial. El mismo numeral 1109 remite al
a las rentas vencidas provenientes de arrendamientos, Código de Comercio cuando se trata de "negocios comer-
alquileres, pensiones devengadas de rentas perpetuas ciales" y a los reglamentos especiales en los que se re-
o vitalicias, así como a las restituciones de frutos y a los fiera a montes de piedad y cajas de ahorro.
intereses pagados por un tercero para liberar al deudor. La referida disposición se encuentra ubicada en el ca-
Las reglas establecidas por el Code Civil permitieron pítulo 11, "De la naturaleza y efecto de las Obligaciones"
que los intereses vencidos de los capitales pudieran del libro IV, "De las Obligaciones y Contratos".
producir otros intereses, pero sólo en virtud de una de- Aparte del derecho histórico español, que legisló con
manda judicial o por convenio entre acreedor y deudor, detenimiento sobre la usura y toda materia relativa al
pero señalando como restricciones que los intereses capi- pacto de intereses, sirve de precedente al citado artículo
talizables lo fueran vencidos de por lo menos un año, 1109 la ley de 14 de marzo de 1856, cuyo artículo 79,
aue la demanda o la convención fuera incoada o cele- refiriéndose a los préstamos de capital, prescribió que
brada, respectivamente, después del vencimiento de los "durante el término del contrato, los intereses vencidos
intereses capitalizables, y, por último, que cuando se y no pagados, no pueden devengar intereses" y que
trate de demanda judicial los intereses no pueden deven- "transcurrido el plazo, los líquidos y no satisfechos po-
qarse sino desde el día de su interposición. La jurispru- drán capitalizarse y estipular de nuevo réditos sobre el
dencia francesa, en el siglo pasado, amplió estas restric- aumento de capital", siempre que el pacto conste por
ricmes en el sentido de que la capitalización de intereses escrito.
correspondientes a fracciones de año podía hacerse, pe- En opinión de algunos comentaristas españoles (2) la
ro siempre que existiera por lo menos una anualidad ven- citada disposición de la ley de 14 de marzo de 1856
cida, y que podía pactarse por adelantado la capitaliza- mantiene su vigencia no obstante la promulgación del
r.irn, siempre que los intereses no pagados se capitali- Código Civil (1888).
zaran por lo menos vencida una anualidad. Es interesan- Sin embargo, aún cuando no es opinión generalmen-
te resaltar que la misma jurisprudencia francesa permitió, te compartida, la jurisprudencia española ha establecido
traténdose de relaciones entre comerciantes, que la que el pacto de anatocismo es lícito (3), debiendo los tri-
rapitalización pudiera hacerse en períodos menores de bunales apreciar la existencia de la usura, esto es, de
un año (1). intereses mayores que los normales del dinero (4). Ha
Resultaría obvio referirnos a la gran influencia que ha servido de fundamento a los tribunales españoles para
ejercido del Código Napoleón. Bastaría sólo indicar que declarar la licitud de la capitalización de intereses aún
los códigos de Europa y América que se promulgaron cuando la misma no se ajuste al tenor del art. 1109, lo
con posterioridad recogieron las normas que en materia dispuesto por el art. 1255 del Código Civil, que si bien
de anatocismo estableció el Code Civil. Así, el Código establece la libertad de contratación, como señala Vizca-
Italiano de 1865 hizo suyas estas prescripciones en sus rro. "Ha multiplicado las argucias ideadas para asegu-
arts. 1232 y 1233, y el Código Argentino, obra del emi- rar el logrero sus ganancias y el necesitado su ruina"(5).
nente jurista Vélez Sarsfield, en su art. 624, también per- En cuanto a las disposiciones del Código de Comercio
mite la capitalización de intereses. Nuestro Código de (1885) a que se remite el comentado artículo 1109, pue-
1852 tampoco fue ajeno a este influjo. den citarse los arts. 317 y 319, insertos dentro de la re-
A) El Código Civil Español, promulgado en 1888, no gulación del préstamo mercantil, cuya interpretación con-
prohíbe el anatocismo. El artículo 1109 establece que "los cuerda con el tenor del precepto que sobre capitalización
intereses vencidos devengan el interés legal desde que de intereses ha consagrado el Código Civil.
son judicialmente reclamados, aunque la obligación haya
guardado silencio sobre este punto". Es decir, que esta- 2 Sánchez Román, citado por Manresa, Comentarios al Có-
blece las siguientes restricciones para la capitalización digo Civil Español, Tomo XIX, pág. 630.
de intereses: que se trate de intereses vencidos y que 3 Sentencias de 6 de febrero de 1906, 16 de octubre de
sean judicialmente reclamados. La tasa de interés que 1908 y 21 de octubre de 1911, citadas por Rinblas-Ma-
jada, Cód. Civil, pág. 668.
devengue la acumulación debe ser legal, y no admite otra
4 Los tribunales españoles han sido autorizados para deter-
minar la existencia de la usura, por ley de 23 de julio
1 Colección de las Instituciones Políticas y jurídicas de de 1908 ( Ley Azcára te ) .
los pueblos Modernos, Madrid 1888, pág. 314. 5 El Préstamo Usurario, pág. 22.

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8) El Código Civil Alemán, vigente desde 1900, per- contenida en el referido numeral, no sólo por la ya co-
mite la capitalización de intereses siempre que el pacto mentada disposición del Código Civil, sino porque a tenor
no tenga el carácter de previo, ya que, en caso contrario, de lo establecido por el art. 353 el cobro de un interés
la convención de anatocismo es nula. Así resulta del compuesto, es decir, de intereses de intereses, supone
numeral 248, el cual, no obstante, establece dos excep- la necesidad de convención entre acreedor y deudor,
ciones en relación a las cajas de ahorro, las instituciones mientras que tratándose de un contrato de cuenta co-
de crédito y los establecimientos bancarios, en cuanto a rriente, en el que por lo menos una de las partes es
los intereses no cobrados de las imposiciones, y a las comerciante la facultad de exigir el interés compuesto
instituciones de crédito autorizadas para emitir obliga- emana del propio numeral 355.
ciones al portador, en cuanto a los préstamos con in- C) El Código Suizo de las Obligaciones no se ocupa,
terés. El citado numeral 248 se encuentra ubicado en en articulo especial, de la capitalización de intereses, só-
el titulo primero, "Obligación a la prestación" de la sec- lo el numeral 314, que consagra reglas relativas a los in-
ción primera, "Contenido de las relaciones obligatorias" tereses, hace referencia al anatocismo. Se encuentra ubi-
del libro segundo, "Derecho de las relaciones obligato- cado dentro de la normación del contrato de préstamo
rias". de consumo, que es materia el capitulo segundo del ti-
Así, pues, el Código Civil Alemán sólo permite el ana- tulo noveno relativo a los préstamos.
tocismo median+e convención entre acreedor y deudor La referencia que contiene el art. 314 establece tam-
luego de vencidos y no pagados los intereses, es decir, bién la prohibición, bajo pena de nulidad, de pactar de
que la convención, para ser válida debe ser posterior a antemano que los intereses se agreguen al capital para
la acumulación de intereses vencidos, ya que, si es pre- que a su vez ellos mismos devenguen intereses. Además,
via, se le sanciona con nulidad. No establece el Código el mismo art. 314 mantiene el régimen de reserva para
plazo para el pacto de antocismo ni prescribe tampoco los casos en que conforme a las reglas de comercio sea
formalidad especifica. Tampoco permite la capitalización posible el cálculo de intereses compuestos en las cuen-
de intereses en el caso de incoarse reclamación judicial. tas corrientes y otros usos análogos admitidos específi-
La prohibición al pacto previo está dada en términos camente para las operaciones de cajas de a!".or~o.
absolutos, como aparece del primer apartado del nu-
D) El Código Civil Brasileño· de 1916 en su articulo
meral 248. Sin embargo, como ya hemos advertido, si
1262, in fine, contiene una referencia a la capitalización
permite considerar como nuevas imposiciones a interés
de intereses. Este articulo, ubicado dentro de la regula-
las cantidades que resulten de los intereses no cobrados
ción del contrato de mutuo, establece la permisión de
en las imposiciones dinerarias efectuadas en las cajas
que por cláusula expresa se fijen intereses en los prés-
de ahorros, instituciones de crédito, considerando entre
tamos de dinero o de otras cosas fungibles. Dichos inte-
éstas a las cooperativas de préstamo {6), y en los esta-
reses -prescribe el indicado numeral 1262- pue-
blecimientos bancarios; del mismo modo, permite tam-
den fijarse por debajo o por encima de la tasa legal y
bién el pacto previo, tratándose de los créditos de inte-
pueden ser capitalizados.
reses atrasados en los casos de préstamos concedidos
por instituciones de crédito autorizadas por ley para emi- Es así, que el Código brasileño, tratándose de intereses
tir obligaciones al portador con interés, conforme aparece convencionales, adopta una posición liberal en esta ma-
del segundo apartado del ya citado numeral 248 del BGB. teria, aún más si tenemos en cuenta que establece la po-
sibilidad del anatocismo sin ninguna restricción.
El Código de Comercio Alemán, al igual que el Civil,
promulgado en 1897 y puesto en vigencia a partir de Pero no ocurre lo mismo con el Código de Comercio,
1900, ha introducido también una excepción a la nulidad que sí prohibe el cobro de intereses de intereses, salvo
del pacto de anatocismo previo. El articulo 355 permite Jos de Jos saldos liquidados en cuenta corriente. El ar-
el cobro de intereses al cierre de una cuenta corriente, tículo 253, ubicado en el titulo "Del mutuo y de los inte-
en cuya determinación del saldo se han incluido ya los reses mercantiles", establece la referida prohibición de
intereses, en razón de que no prescribe que sea el mo- cobrar intereses de intereses y de acumular intereses al
mento de la liquidación de la cuenta la oportunidad del capital, aunque se haya ejercitado acción judicial por el
pacto de anatocismo. Y resulta ser excepción la norma acreedor sobre el deudor.
Se presenta, pues, una contradicción entre el ordena-
6 Ennecerus, Kipp, Wolf, Tratado de Derecho Civil. Tomo miento civil y el mercantil, ya que el primero no impone
11, pág. 59. restricción alguna al anatocismo. Teixeira de Freitas,

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citado por Bevilaqua (7), conciliando la prohibición del la capitalización de intereses en nuestro Derecho. Para
Código de Comercio con la libertad preceptuada por el ello seguiremos un orden cronológico, pero al referirnos
Código Civil, explica que el artículo 253 no reprueba el a la codificación abogada, trataremos sólo de los códigos
anatocismo, sino que su veda está referida sólo al caso que alcanzaron sanción legislativa y tuvieron considera-
de que la capitalización de intereses no haya sido ex- ble vigencia en el tiempo.
presamente estipulada. A) Inspirándose en la doctrina económica que esta-
E) El Código Italiano de 1942, como su antecedente, blecía absoluta libertad en materia de estipulación de in-
el de 1865, permite el anatocismo de virtud de una de- tereses, el Código Civil peruano de 1852, bajo la influen-
manda judicial o de una convención posterior al venci- cia del Código Napoleón, consintió también en el anato-
miento de los intereses capitalizables, pero siempre que cismo, aunque con restricciones en el orden de que la
se trate de intereses debidos al menos por seis meses. capitalización de interes2s pudiera verificarse luego de
El artículo 1283, al consagrar la regla, establece que su dos años de atraso y sólo por medio de pacto escrito,
disposición opera a falta de usos en contrario. El refe- como aparece en su artículo 1823.
rido artículo 1283 está contenido dentro de la Sección
Pero el Código del 52 no legisló sobre el anatocismo
1 "De las obligaciones pecuniarias" del capítulo VIl, "De
en la forma como la había hecho el Código Francés, ya
algunas especies de obligaciones", del libro IV, "De las
que el numeral que permite la capitalización de intereses
obligaciones".
no fue ubicado, como en el Código Napoleónico, al tra-
Como es sabido, el vigente Código Civil Italiano ha in- tarse de las obligaciones y de los efectos de su ine-
tegrado en un solo "corpus" la codificación civil con jecución, sino dentro del contrato de mutuo, limitando asi
buena parte de la mercantil, por lo que la norma conte- al ámbito de aplicación de sus restricciones. Resultó
nida en el ya citado numeral 1283 es aplicable a toda entonces que la posición asumida por el codificador
relación juríídica, sea estrictamente civil o de comercio. peruano fue singular respecto al código que lo inspiró y
Sin embargo, el Código deja a salvo, en materia de a otros códigos de la época, que, como el italiano de
anatocismo, los usos contrarios, a los cuales las "Dispo- 1865 y el argentino, legislaron sobre el anatocismo en la
siciones sobre la ley en general" del mismo código, se- parte pertinente a las obligaciones y, concretamente,
ñalan como fuente del Derecho (art. 19) y les confiere a las obligaciones de dar sumas de dinero. Aun cuando
eficacia en cuanto sea referidos por las leyes y regla- el contrato de mutuo es fuente de obligaciones de capi-
mentos (art. 89). De este modo, sobre la disposición del tal, el singular tratamiento del legislador peruano del 52,
art. 1283, pueden prevalecer ciertos usos establecidos pues, refirió la posibilidad de la capitalización de inte-
para el pago de intereses compuestos, como, por ejemplo, reses a sólo los contratos de préstamos de dinero, tra-
los que se practican en materia de operaciones de ban- tamiento que, a su vez, ha recogido el legislador del 36,
ca, cajas de ahorro y otras similares. que también se ocupa del anatocismo dentro del con-
Aun cuando el actual Código Civil Italiano es posterior trato de mutuo.
a nuestro Código vigente, no hemos querido dejar de
Cabe advertir como consecuencia de lo anteriormente
referirnos a él por la importancia que tiene hoy en día.
expuesto, que dentro de la sistemática del Código del
Sin lugar a dudas su importancia radica no sólo en el
52, el mutuo era uno de los llamados contratos reales y
hecho de ser uno de los códigos de más reciente pro-
constituía el título 1 de la sección cuarta del libro ter-
mulgación, sino porque el nodificador italiano ha plasma-
cero "De las obligaciones y contratos" y que este mo-
do en él la más avanzada doctrina sancionándola legis-
do de tratar la cuestión ha dado lugar, desde ya, a la
lativamente.
permanente interrogante que se íormula en nuestro Dere-
La capitalización de intereses en el derecho peruano cho acerca de si las restricciones con las que se con-
sintió en el anatocismo son o no aplicables a los otros
Corresponde ahora, luego de la referencia a los ante-
contratos de los que se derivan obligaciones de pagar
cedentes históricos del tema materia de nuestro estudio
intereses.
y del comentario, aunque breve, de los códigos euro-
peos y americano que más han influido en la formulación Es necesario señalar también que la motivación de la
de nuestro ordenamiento civil y mercantil, ocuparnos de norma contenida en el art. 1823 del Código Civil de 1852,
era la protección del deudor; que esta protección radi-
7 Bevilaqua, Clovia, Código Civil dos Estados Unidos do caba, precisamente, en la única posibilidad de capita-
Brasil Commentado, pág. 455. lizar intereses con dos años de atraso como mínimo, pu-

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diéndose pactar sólo en esa oportunidad el anatocismo, corriente a su articulado. Así, pues, nuestro Código de
que, para mayor protección del deudor, requería de for- Comercio no sólo trata del anatocismo al legislar sobre
ma escrita. Sin embargo, hubo jurisprudencia equivo- el contrato de préstamo mercantil, sino que también lo
cada, como señala J. E. Castañeda (8), que restó los be- hace al ocuparse de la cuenta corriente.
néficos efectos de la norma establecida por el numeral En lo que respecta al préstamo mercantil, el Código
1823, ya que se admitió como válido y eficaz el pacto se refiere a la capitalizacóin de intereses en los artículos
de capitalización en el mismo contrato originario del mu- 312 y 314, que acusan como fuente a los artfculos 351
tuo. Parece ser, como lo señala el mismo autor (9), que y 352 del Código de 1853 y que son reproducción literal
el adverbio "entonces" utilizado en la redacción del art. de los arts. 317 y 319 del Código de Comercio Español,
1823, se interpretó como de modo y no de tiempo. vigente desde 1885.
Hubo, pues, una cierta confusión durante la vigencia
Ya hemos visto que conforme al Código Civil de 1852
del Código Civil abrogado, confusión a la cual contribuyó
vigente en la época de la promulgación del actual Código
el Código de Comercio anterior al que hoy nos rige,
de Comercio, sólo era permitida la capitalización de in-
promulgado en 1853, que no exigió el atraso previo.
tereses cada dos años de atraso y por medio de un con-
El Código de Comercio de 1853 que, como queda ex- venio que constara por escrito (art. 1823). El Código de
puesto, permitió la capitalización de intereses, legisló so- Comercio, no obstante declarar que los intereses venci-
bre esta materia en los artículos 351 y 352, incluidos dos y no pagados no devengarían intereses permitió, en
dentro del título correspondiente a los "préstamos y los cambio, que mediante acuerdo se pudiera proceder a la
réditos de las cosas prestadas". capitalización de los intereses líquidos y no satisfechos
El art. 351, que permitió la acumulación de los intere- que, como aumento de capital, devengaran nuevos rédi-
ses para formar un capital que a su vez devengara inte- tos, tal como aparece de su artículo 312.
reses, tuvo una redacción bastante defectuosa. Estable- No estableció, pues, el Código de Comercio, como sí
ció que "no se debe rédito de réditos devengados en lo hizo el Código Civil abrogado, restricción alguna en
los préstamos mercantiles, ni en otra especie de deuda cuanto a los períodos que debían comprender los inte-
comercial, mientras que, hecha liquidación de éstos, reses vencidos ni tampoco en cuanto, a la forma del con-
no se incluyen en un nuevo contrato como aumento del venio. Es más, en consonancia con la doctrina que es-
capital; o que, bien de común acuerdo, o bien por una tablecía absoluta libertad en materia de estipulación
declaración judicial, se fije el saldo de cuentas, incluyen- de intereses, el Código de Comercio no prescribió limita-
do en él los réditos devengados hasta entonces; lo cual ción alguna en cuanto al tipo y tasa de interés (art. 31 O).
no podrá tener lugar, sino cuando las obligaciones de
Como única res~ricción a la práctica del anatocismo,
que proceden estén vencidas y sean exigibles de conta-
amparada casi con irrestricta libertad en los contratos
do". Es decir, que el pacto de anatocismo no requería
de préstamo, el Código de 1902 no ha permitido que
necesariamente de forma escrita, pero sí de que se tra-
interpuesta una demanda pueda seguirse acumulando
tara de obligaciones vencidas y exigibles. No requmo,
intereses al capital para exigir mayores réditos, conforme
como lo estableció el Código Civil, de atraso en las obli-
lo prescribe el artículo 314.
gaciones vencidas.
La situación legal del anatocismo, derivada de las En cuanto al contrato de cuenta corriente, sobre el que
interpretaciones señaladas fue, pues, anómala. Se desvir- el Código legisla en la sección décimo cuarta "Del con-
tuó en el sentido de las restricciones con que se permi- trato de cuenta corriente mercantil y bancaria" del libro
tía la capitalización de intereses. Ya con el Código de segundo dedicado a los contratos, la referencia a la ca-
Comercio de 1902, la ley N9 2760 y, principalmente, con pitalización de intereses la encontramos en los artículos
la vigencia del Código Civil de 1936, la situación será 574 y 583 relativos a la cuenta corriente mercantil y ban-
substancialmente aclarada y modificada. caria, respectivamente. La regulación de este contrato
no tiene su antecedente en el Código Español sino que
8) El Código de Comercio vigente desde 1902, trajo
se inspira en el Código de Comercio Argentino y señala
una importante innovación respecto del Código abrogado
como antecedente legislativo nacional la ley de 15 de
de 1853 y del Código de Comercio Español que le sir-
enero de 1900, como es de verse en la Exposición de
vieron de fuente, ya que incorporó el contrato de cuenta
Motivos del Código (1 O).
8 Instituciones de Derecho Civil. El Derecho de las Obli-
gaciones, Tomo 11, pág. 190. 10 de la Lama, Miguel Antonio, Código de Comercio,
9 Ob. Cit. pág. 191. Tomo 1, pág. 112.

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El artículo 574 establece que las partes en el contrato "para toda clase de indemnizaciones e intereses pacta-
de cuenta corriente mercanitl pueden pactar la capitali- dos por las partes en los contratos de préstamo de di-
zación de intereses por períodos no menores de seis me- nero y de las operaciones sustancialmente equivalen-
ses, con lo cual se establece una excepción respecto tes".
al plazo de 2 años para la capitalización de intereses De este modo, pues, la capitalización de intereses
prescrito por el Código Civil abrogado, que es también permitida en las maneras prescritas por los arts. 1823
el mismo plazo que acoge el vigente código del 36. del Código Civil de 1852, entonces vigente, y 312 del
Pero hay que señalar que no puede hablarse con toda Código de Comercio, quedó sin efecto al producirse la
propiedad de una excepción, por cuanto la cuenta corrien- derogación de tales disposiciones. La ley NC? 2760, al es-
te es un contrato con caracteres peculiares y especiales tablecer la prohibición del anatocismo, no distinguió en-
que lo diferencian perfectamente del mutuo, materia den- tre mutuo civil y préstamo mercantil.
tro de la cual se ha legislado sobre el anatocismo en La jurisprudencia de los tribunales a partir del 26 de
nuestro ordenamiento civil. junio de 1918, fecha de la promulgación de la ley N9 2760,
En cuanto a la capitalización de intereses en la cuenta se uniformó en cuanto a la prohibición de la capitail-
corriente bancaria, el artículo 583 dispone que sea por zación de intereess sin distinguir, muchas veces, la mo-
semestres, salvo estipulación en contrario. dalidad contractual denlro de la cual se había adoptado
No obstante la salvedad que ya hemos indicado sobre y sin constreñir la prohibición a sólo los préstamos de
las diferencias sustanciales entre la cuenta corriente y el dinero y operaciones que le fueran "sustancialmente equi-
mutuo, sea civil o mercantil, sobre las que insistiremos valente". Así, el principio sustentado en algunas ejecu-
más adelante, ha habido jurisprudencia ajena a los prin- torias supremas anteriores a la promulgación de la ley
cipios que delinean la cuenta corriente y que ha llegado NC? 2760 en el sentido de que la capitalización de inte-
incluso a declarar que "la capitalización de intereses en reses "es de ley y de esencia en la cuenta corriente, cada
la cuenta corriente es opuesta a la ley" {11 ). seis meses, por lo menos", como la del 28 de diciembre
de 1914 {12), se ve negado en otras ejecutorias como
C) Así, pues, tal como hemos visto, tanto el Código
las de 30 de setiembre y 14 de noviembre de 1927 {13).
Civil del 52 como el vigente Código de Comercio, sancio-
naron irrestricta libertad en cuanto a la pactación de in- D) La Ley de Bancos, promulgada por decreto-ley NC?
7159 de 23 de mayo de 1931, como resultado de las
tereses. Esta situación trajo como consecuencia una
recomendaciones formuladas por la llamada Misión Kem-
alarmante práctica usuraria a la que se trató de reprimir
merer, hace referencia en su art. 77, modificado por el
con la promulgación de la ley NC? 2760 de 26 de junio
decreto-ley N9 11055 de 15 de julio de 1949, a la capi-
de 1918.
talización de intereses. Dicho numeral establece en re-
Esta ley, conocida como de represión del agio y usu-
lación con los depósitos de ahorros, que tales depó-
ra, limitó la tasa de intereses al 14% anual si la cantidad
sitos "principiar¿n a ganar interés desde el día de su
prestada fuera de S/. 500.00 ó más y al 18% al año si
imposición, y los intereses serán capitalizados cuando
fuera menor de dicha suma. Tratándose de préstamos
menos, semestralmente", como un modo de dar incentivo
de dinero prohibió la capitalización de intereses en tér- a los imponentes de ahorros.
minos absolutos {art. 7) y extendió sus alcances a toda
La capitalización de intereses permitida por el art. 77
operación sustancialmente equivalente a los préstamos
de la Ley de Bancos opera tanto con las cajas de ahorros
de dinero "cualesquiera que sean las formas que revista
de las sociedades de beneficiencia pública como con
el contrato y la garantía que para su cumplimiento se
las secciones de ahorros de los bancos comerciales,
haya ofrecido" {art. 8). Sin embargo, la misma ley hizo
con la prohibicién a estos últimos de otorgar otros bene-
una limitación de sus alcances al dejar establecido que
ficios a sus depositantes de ahorros.
sus disposiciones "no corresponden a las operaciones
Sin embargo, siendo el depósito bancario una de las
bancarias, ni a las otras instituciones análogas" {art. 19).
principales actividades que cumplen los bancos comer-
Posteriormente, la ley NC? 6244 del 21 de setiembre ciales, la capitalización de intereses puede funcionar, en
de 1928 ratificó, en cuanto a la tasa máxima de intereses
señalado por la ley NC? 2760, que ésta era la permitida
12 Postigo Cáceres. Jurisprudencia Mercantil, Tomo 1, pág.
52 ( Ver dictámen fiscal ) .
11 Ej. Sup. de 2 de diciembre de 1941, citada por García 13 Aparicio y Gómez Sánchez, Código Civil, Tomo IV,
Calderón, Código de Comercio, pág. 274. pág. 321.

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la práctica, con dos de las formas del depósito banca- El Código del 36, al igual que el del 52, cuyo artícu-
rio: con los depósitos de ahorros, ya indicado anterior- lo 1823 le sirve de fuente, trata de la capitalización de
mente, y con los depósitos a la vista que constituyen intereses al legislar sobre el contrato de mutuo en su
los llamados "depósitos en cuenta corriente". Con los artículo 1586. El vigente Código, pues, no se ha ocu-
primeros, o sea con los ahorros, tal como Jo preceptúa pado del anatocismo al tratar de las obligaciones y de
el art. 77 de la Ley de Bancos, los intereses se capita- los efectos de su inejecución, como Jo han hecho el Có-
lizan semestralmente, al 30 de junio y 31 de diciembre, digo Napoleónico - remoto antecedente- y los códigos
respectivamente. español y alemán, que sirvieron de inspiración al codifi-
Tratándose de los depósitos en cuenta corriente, que cador peruano del 36. En esta materia nuestro Código
pueden cancelarse en cualquier momento, la capitaliza- se alinea con el código brasileño que, como ya vimos,
ción de intereses puede hacerse trimestralmente, confor- también legisla sobre el anatocismo dentro del contrato
me a práctica bancaria autorizada por la Superintenden- de mutuo. El moderno Código Civil Italiano de 1942 tra-
cia de Bancos, o en la oportunidad de la eventual can- ta la materia dentro de las obligaciones.
celación de la cuenta corriente, con la salvedad de que Esta posición del legislador peruano del 36, al igual
en tal caso las fracciones de trimestres se reputan como que la del 52, es bastante singular con respecto a la
trimestres completos. Pero hay que advertir que con- mayoría de Jos códigos, como ya Jo hemos señalado al
forme al art. 171 de la Ley de Bancos, el art. 567, inc. 49, ocuparnos del Código abrogado, siendo de advertir que
del Código de Comercio -que declara inherente a la Jos propios comentaristas del Código han tratado de
cuenta corriente la producción de intereses de todos los la capitalización de intereses al estudiar el Derecho de
valores del crédito y débito- no debe ser interpretado las Obligaciones. Así, Angel Gustavo Cornejo (14), Ro-
en el sentido de que el pago de intereses en esta forma sendo Badani (15) y Jorge Eugenio Castañeda (16).
de depósitos es obligatorio para las empresas banca- Tal como Jo indica la Exposición de Motivos (17), la
rias. Prescribe el citado numeral 171 que cualquier arre- capitalización de intereses no está prohibida en materia
glo para el pago de intereses sobre los depósitos en civil y el Código permite el pacto entre acreedor y deu-
cuenta corriente debe ser materia de acuerdo privado dor, pero no en el momento de convenirse la obligación.
entre la empresa bancaria y sus depositantes. Es decir Como lo señala Manuel Augusto Olaechea (18) el vigente
que, en buena cuenta, los bancos comerciales se re- Código no modifica lo que al respecto imponía el código
servan como facultad propia la de pagar intereses, y su anterior sino que evita la equívoca interpretación ya re-
consiguiente capitalización, en las imposiciones dinera- ferida al comentarse el Código del 52.
rias que hagan sus correntistas. En opinión del mismo Dr. Olaechea, la nueva redac-
En cuanto a los créditos bancarios, otra de las prin- ción del numeral 1586, cuyo antecedente es el art. 1823
cipales actividades que cumplen los bancos comerciales del Código abrogado, permitirá al deudor darse cuenta
le son aplicables también las disposiciones de los depó- de la onerosidad de la capitalización y hacer un esfuerzo
sitos a la vista, ya que, en todo caso, todas las opera- para pagar al acreedor, ya que si se somete al fuerte
ciones crediticias están íntimamente vinculadas con la gravamen que la capitalización representa, lo hara con
cuenta corriente, ya se trate de créditos en cuenta co- plena conciencia.
rriente, en cualquiera de sus formas, o de créditos en Ahora bien, la forma de capitalización de intereses per-
descuento. mitida por el art. 1823 del Código del 52 fue derogada
por el art. 7 de la ley N9 2760 que, en términos absolu-
E) Con la promulgación del actual Código Civil el 30
tos, prohibió el anatocismo, extendiendo tal prohibición
de agosto de 1936 y su puesta en vigencia a partí r del
también a los préstamos mercantiles, tal como ya hemos
14 de noviembre del mismo año, prácticamente culmina
visto al ocuparnos de la ley N9 2760. El art. 1586 del
el proceso del tratamiento legislativo nacional a la cues-
tión de la capitalización de intereses. Decimos que
prácticamente culmina, porque con posterioridad al Có- 14 Código Civil. Exposición sistemática y comentario. To-
digo Civil solamente la ley N9 9807 de 19 de febrero de
mo II, págs. 290- 291.
15 Obligaciones. Curso Universitario. pág. 53.
1943, en su artículo 19, se ocupa de la capitalización de
16 Instituciones de Derecho Civil. El Derecho de las Obli-
intereses para prohibirla y sancionarla con nulidad en los gaciones, Tomo II, págs. 187- 191.
contratos de compra-venta y promesa de venta de lotes 17 Guzmán Ferrer, Código Civil, Tomo II, pág. 647.
en las urbanizaciones a que dicha ley se refiere. 18 Guzmán Ferrer, Código Civil, Tomo II, pag. 647.

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actual Código ha derogado la prohibición permitiendo la la nulidad es absoluta, pero si el convenio de capitali-
capitalización de intereses cada dos años de atraso y por zación es accesorio a un contrato principal de mutuo, no
convenios escritos, aclarando el sentido de la restricción importará la nulidad de éste, conforme al art. 1127.
que a su vez impone y evitando equívocas interpretacio- Por último, aun cuando el art. 1586 no lo manifiesta
nes. No puede ya dudarse que el pacto de anatocismo expresamente, es obvio que su recta interpretación es
debe ser siempre posterior al convenio de la obligación en el sentido de que el pacto de anatocismo, observada
de capital. la forma de ley, sólo surtirá sus efectos en el futuro, es
Pero, por otra parte, tenemos que considerar que, ne- decir, que los intereses capitalizados sólo producirán in-
cesariamente, por la ubicación del art. 1586, el pacto de tereses a partir del momento del convenio, y que no po-
anatocismo supone la previa existencia de un contrato drá convenirse el cálculo del interés compuesto para que
de mutuo, siéndole, por tanto, accesorio. Sin embargo, comience a correr con anterioridad a la fecha del pacto
conviene detenernos en el análisis del precepto y deter- de capitalización siendo también este implícito precepto
minar sus alcances. de carácter imperativo y, por ende, de orden público.
Resulta incontrovertible que la norma del art. 1586 pro-
híbe la capitalización de intereses no vencidos y autoriza La capitalización de intereses en las modalidades
sólo la de los atrasados, pero con ciertas restricciones. contractuales
Para su validez se precisa, en primer término, que la
Nos toca ahora enfrentar la interrogante que se plantea
capitalización se haga cada dos años y, Juego, que
en nuestro Derecho acerca de si la citada norma conte-
el pacto lo sea por escrito. Así el deudor, como lo ha
nida en el artículo 1586 del Código Civil deroga o no
propugnado M. A. Olaechea, podrá tomar conciencia del
las de la legislación mercantil en materia de anatocismo
aumento de su débito y de su mayor responsabilidad re-
y si la misma regla, colocada dentro del contrato de mu-
sultante del convenio de capitalización. No bastará que
tuo, es extensiva a otros contratos. Para responderla va-
reconozca el monto de una obligación a la cual se han
mos a estudiar, aunque someramente, aquellos contratos
acumulado intereses de intereses.
en los que las relaciones entre las partes pueden dar
Si atendemos, entonces, al sentido de las restric- lugar a que se capitalicen los intereses, tales como el
ciones del art. 1586 y consideramos el proceso que en préstamo de dinero a través de algunas de sus moda-
el orden legislativo ellas han sufrido, así como la inter- lidades, y la cuenta corriente mercantil y bancaria.
pretación jurisprudencia!, concluiremos en que ambas
A) Al estudiar el préstamo de dinero, lo haremos con-
restricciones constituyen reglas de orden público, esto
siderando el mutuo civil, el préstamo mercantil y esa
es, que la autonomía de la voluntad no prevalece fren~e modalidad de préstamo que es la llamada habilitación.
a la manera establecida como el Código Civil consiente Trat¿ndose del mutuo civil, es fácil colegir que por la
en la capitalización de intereses.
ubicación del precepto establecido por el numeral 1586
Así, pues, tienen indiscutible carácter imperativo las del Código Civil, la capitalización de intereses está pro-
restricciones tendientes a que la capitalización sólo se hibida y sólo puede pactarse cada dos años por conve-
haga sobre intereses que tienen por lo menos dos años nios escritos. Como ya lo hemos expuesto, más que de
de atraso y que el convenio para tal efecto adopte la prohibición debe hablarse de limitación, toda vez que la
forma escrita. citada disposición del Código Civil vino a derogar la pro-
Tenemos, entonces, que la inobservancia de la restric- hibición que, en términos absolutos, introdujo la ley N9
ción relativa a los períodos de capitalización acarrea la 2760.
nulidad del pacto de anatocismo por aplicación de lo Así, pues, en materia civil, la capitalización de intere-
prescrito por el art. 111 del título preliminar, y por lo dis- ses está prohibida en principio y sólo puede pactarse
puesto por el inciso 29 del art. 1123 del Código. vtlidamente observándose las restricciones impuestas por
Tratándose de la segunda restriccién, esto es, que el el artículo 1586 del Código Civil.
convenio conste por escrito -que en este caso es el Por otra parte, si atendemos a la naturaleza del con-
requisito de forma exigido por la ley, conforme al art. trato, el préstamo mercantil no guarda ninguna diferen-
1075- la nulidad se funda en lo dispuesto en el mismo cia de fondo con el mutuo civil. Tan sólo se distinguen
art. 1123, inciso 39, por cuanto la manifestación de vo- por la calificación introducida por el ordenamiento mer-
luntad en ese acto jurídico que es el pacto de anatocismo cantil en atención a las personas contratantes o al des-
no se ha ajustado a la forma prescrita. En ambos casos, tino que se les de a las cosas prestadas (art. 305 del

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Código de Comercio}, así como a la garantía que se por aquel servicio" (19). La diferencia entre ambas radi-
ofrezcan (art. 306 d0l mismo Código). De ahí que llega- ca en que en la apertura de crédito en cuenta corriente
mos a sostener que tratándose del contrato de préstamo se pueden efectuar reembolsos parciales que extingan
mercantil, el anatocismo resulta limitado en aplicacién el débito y den la posibilidad de volver a usar del cré-
del artículo 1586 del Código Civil, el cual, como hemos dito total, lo cual n::> ocurre cuando la apertura de cré-
ya indicado, constituye regla de orden público. dito es simple.
Debemos recordar que la ley N9 2760 derogó el ar- Ahora bien, sea que la habilitación funciones como
tículo 312 del Cód:go de Comercio, el cual, por ser pos- apertura de crédito simple o como apertura de crédito
terior al Código del 52, hizo ineficaz la disposición del en cuenta corriente, es, a no dudarlo, una "operación
art. 1823 del Código abrogado cuando el prés~o.mo fuese substancialmente equivalente a un préstamo de dinero"
entre comerciantes. El artículo 1586 del Código Civil, y, como tal comprendida en la prohibición prescrita por
que como ha quedado dicho, derogó la prohibición esta- la ley N9 2760, la cual, como ha quedado establecido,
blecida por la ley N9 2760, lógicamen~e ha modi~icado ha sido atemperada por el art. 1586 del Código Civil.
el referido numeral 312 en el sentido de que la capita- B) Como hemos visto, tanto el contrato de mutuo ci-
lización de intereses sólo puede pactarse ccn las limi- vil como el de préstamo mercantil y la habilitación son,
taciones con las que la ley civil consiente en el anato- en el fondo, entrega de dinero, con obligación para quien
cismo. Adem2s, viene en apoyo de nuestra opinión la lo recibe de devolver! J. A tales modalidades contractua-
norma contenida en el segundo pi rrafo del art. 1823 de les fue aplicable la prohibición de capitalizar intereses
las Disposiciones Finales del Código Civil vigente, según establecida por la ley N9 2760, siéndoles, en consecuen-
las cuales las disposiciones del Código de Comercio y cia, pertinente la modificación introducida por el art. 1586
otros códigos especiales se considerarán derogadas cuan- del Código Civil. Sin embargo, Lro.tándose del contrato
do expresamente se haga referencia a materias compren- dé cuenta corriente, las citadas disposiciones no son
didas en dichos códigos y que estén en oposición a aplicables y el art. 574 del Código de Comercio, que
ellas. permite la capitalización de intereses por períodos no me-
Podemos concluir, pues, que aun tratándose de prés- nores de seis meses, mantiene su vigencia.
tamo mercantil, la capitalización de intereses sólo podrá Conforme a la propia Exposicién de Motivos del Có-
hacerse cada dos años de atraso y por convenios es- digo Civil, la capitalización de intereses "en el orden co-
critos. mercial es lícita y en algunos contratos forma parte de
su estructura, como ocurre en la cuenta corriente" (20).
Con respecto a la habilitación, que consiste en el su-
Y esto, porque la cuenta corriente no puede ser confun-
ministro de sumas de dinero a medida que vayan siendo
dida con el préstamo, ya que en éste existen deudor y
solicitadas y hasta el m3.ximum previsto, con la obliga-
acreedor conocidos. "En la cuenta corriente -expresa
ción de restituirlas en el plazo que acuerden las partes,
la Exposición de Motivos del Código Mercantil- no exis-
constituyendo así, una apertura de crédito muy usual den-
te acreedor ni deudor antes de la liquidación final. ..
tro del ámbito de algunas actividades económicas donde
La cuenta corriente no es un préstamo recíproco, porque
también se le distingue con la denominación de avío, es
la intención de los contratantes no es hacerse mutuos"
indiscutible que para que dentro de éste contrato pue-
(21 ). Basta, pues, acudir a los artículos 563 y siguientes
dan capitalizarse in~creses, deberá ser observada la limi-
del Código de Comercio para comprobar que efectiva-
tación impuesta por el mt. 1586 del Código Civil.
mente la cuenta corriente es un contrato de una conno-
Respecto a esta modalidad del prss:amo que es la tación jurídica propia, muy diversa del préstamo de di-
habilitación, debemos considerar que puede operar co- nero, cualquiera que sea su modalidad.
mo apertura de crédito simple o en cuenta corriente. Es- Ahora bien, los efectos compensatorios y novatorios
ta última, a pesar de su denominación, es inconfundible que caracterizan a la cuenta corriente impiden la distin-
con el contrato de cuenta corrien~e. como bien lo aclara ción entre capital e intereses hasta antes del cierre y
la Exposición de Motivos del Código de Comercio: "la liquidación final. Pero tales características no obstan
apertura de crédito en cuenta corriente es, por su esen- para que los corren:istas puedan, conforme al art. 574
cia, un préstamo, que se verifica cuando una persona
-por lo general un banquero- suministra a otra, con
19 García Calderón, Código de Comercio, pág. 266.
garantía o sin ella, dinero a interés, obligándose a de- 20 Guzmán, Ferrer, Código Civil, Tomo 11, pág. 647.
volverlo con los réditos y derechos de comisión pactados 21 García Calderón, Código de Comercio, pág. 267.

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del Código de Comercio, pactar la capitalización de in- sulten del saldo definitivo Juego de la liquidación final
tereses por períodos no menores de seis meses en las y consecuente cierre de la cuenta, ya que la suma de
oportunidades en que estipulen balances parciales. dinero que resulte de dicho saldo se convierte en un
Por otra parte, el principio de indivisibilidad, que tam- crédito ordinario exigible por el acreedor al deudor, ya
bién caracteriza a la cuenta corriente, hace que el saldo determinados. Es obvio que si la cuenta corriente ha si-
hasta su determinación final no pueda ser considerado do cerrada ya ha dejado de existir, siendo pertinentes,
como formado en parte por una suma representativa de entonces, a la relación sobreviniente entre acreedor y
intereses, sino que, más bien, se entiende como un todo, deudor, las disposiciones aplicables a las simples obli-
en el cual se confunden las remesas y sus intereses. De gaciones de capital.
ahí que llegue a sostenerse "que es erróneo hablar de En cuanto a la cuenta corriente bancaria que a la re-
anatocismo en la cuenta corriente, ya que éste significa gulación que de ella hace el Código de Comercio se suma
capitalización de intereses, o sea intereses que no fueron la Ley de Bancos, la capitalización de intereses procede
pagados en su oportunidad debida y que pasan a con- en la forma prescrita por el art. 171 del Estatuto banca-
fundirse con el capital, aumentando así al monto de sus rio y la práctica establecida por los bancos comercia-
futuros intereses" (22). les, como ya hemos visto al comentar la Ley de Bancos.
Pero, a lo que sí alcanza la limitación impuesta por Sólo cabe agregar que luego de cerrada la cuenta y de
el art. 1586 del Código Civil, es a los intereses que re- girada la letra a la vista, a que se refiere el último apar-
tado del artículo 581 del Código de Comercio, no será
22 Patrón lrigoyen, La Cuenta Corriente en el Derecho ya lícita la capitalización de intereses si no se sujeta a
Positivo y en la Doctrina, págs. 94 y 95. la regla establecida por el art. 1586 del Código Civil.

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