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Monografía Panaia Fundamentos Clínicos
Monografía Panaia Fundamentos Clínicos
CLÍNICOS DEL
PSICOANÁLISIS:
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Introducción
Caso Elena
Elena tiene alrededor de 40 años, tres hijos y es divorciada. Trabaja en una cooperativa y
milita en una organización política. Tiene tratamiento psiquiátrico. Actualmente se le suministra
medicación por trastornos de sueño.
Comienza tratamiento hace cuatro meses, instada por la organización donde milita. El
mismo se da a lugar en un dispositivo individual. Se destaca que en la actualidad el tratamiento
sigue en curso, una vez por semana concurre a mi consultorio.
En el primer encuentro, Elena luce expectante. Comenta que llega a la consulta por
pedido de la organización política donde milita, puesto que en su estado, no puede participar de ese
espacio. Cuando el analista le pregunta por qué no puede participar, alega que se le está haciendo
imposible sostener las reuniones de asamblea: “no soporto el barullo que se hace, toda la gente
hablando. Necesito silencio, estar sola, y entonces me voy y paseo o espero que no haya nadie en
casa y vuelvo a descansar”. Tampoco le es fácil dormir, por las noches se despierta con “una fobia a
la soledad” y ya no logra conciliar el sueño.
En su decir, de pronto surge un episodio reciente en el cual intentó cortarse las venas con
un cuchillo y fue asistida por los compañeros de la organización. En otra ocasión uno de sus hijos la
ha encontrado caminando por las vías del tren. Elena no encuentra sentido a estos episodios,
porque cuando ocurrieron, ella “tenía la mente en blanco”. Teme que en soledad se haga daño.
Irrumpe en llanto, dice que no le encuentra sentido a la vida, que fracasa en todo: no puede terminar
1 Cf. FREUD, S.: “Inhibición, síntoma y angustia” En Obras completas, Biblioteca Nueva, Tomo VIII (1925) Pág. 286
su casa de material; no puede participar activamente en la organización; perdió un dinero
importante; sus propósitos de ser abuela se ven truncos porque su hija perdió un embarazo.
Este último punto, la pérdida de un hijo, la toca particularmente: la vez que la encontraron
con un cuchillo, lo anterior que recuerda es ver una ecografía de su nieto fallecido. El analista vacila,
decide dar por finalizada la sesión, pero Elena le recrimina – Usted me hizo recordar todas estas
cosas, ahora pretende que me vaya a mi casa con todo esto - ¿y si me llego a hacer daño?
La sesión sigue un tiempo más, donde la pregunta de por qué se haría daño lanza una
serie de recuerdos referidos por un lado a la muerte de una sobrina, hace ya veinte años, que ella
consideraba como una hija; y por otro lado a la relación con un padre que la sometió a ciertas
vejaciones. Apaciguada, Elena se retira del consultorio.2
En los siguientes encuentros3, Elena se pregunta por ciertos elementos.
Primero, nota cierta contrariedad que no puede explicar respecto a su “fobia a sentirse
sola” que despierta por las noches y la necesidad imperiosa que tiene de ausentarse de asambleas
y lugares donde está acompañada. No le encuentra sentido a esto, y entonces le molesta. Por otro
lado, Elena asocia la pérdida de su nieto con la pérdida su sobrina, remontándose a una época
donde vivía con su padre, el cual era un “borracho y violín” que abusaba constantemente de ella
cuando estaba sola en su habitación, manteniéndose ésta situación en un silencio insoportable. Esto
fue secreto hasta que en una fiesta su hermana le confiesa que ella había pasado por maltratos
similares por parte de su padre. A Elena le resulta incomprensible que guardaran ambas silencio
durante tanto tiempo .
2
La sesión dura casi dos horas.
3
Se destaca que en estos encuentros llega al consultorio preguntándose para que viene, y que durante las
sesiones tiene crisis de llanto y muchas veces se va llorando.
Sobre el dejar hablar frente a la angustia
4
Cf FREUD, S.“Sobre la justificación de separar de la neurastenia un determinado síndrome en
calidad de “neurosis de angustia”. En Obras completas, Biblioteca Nueva, Tomo I(1895)
5
Cf LACAN, J.El Seminario Libro 10 “La angustia”. Editorial Paidós.(1962 - 1963) pag 22 y 23
Y este dejar hablar es una posición que se sostiene y alcanza un punto donde
Elena dice sentirse aliviada, más cómoda con sus cosas. Punto que coincide con la fobia
a la soledad empieza a pulirse cada vez más como un síntoma que quiere decir, que puede
hilvanarse a escenas del pasado y que le causan extrañeza.
¿A qué se debe este efecto pacificador que observo?
La angustia en tanto afecto tiene una innegable relación con la expectación7: es
angustia ante algo; le es inherente un carácter de imprecisión y carencia de objeto. 8 Pienso
que esto puede detectarse en el caso Elena en el sin sentido de su padecer. Pero es
sobre ese sin sentido que Elena busca a hablar. Trae elementos que permiten construir
una historia sobre el porqué su padecimiento, si bien debo decir no hay más precisión,
aparecen distintas determinaciones que van disolviendo la angustia. Primero hay una
situación traumática, compuesta por diversas escenas de abusos; luego diversas
situaciones de pérdidas: perdida de un nieto, de un dinero, de su condición de militante.
Todas situaciones de desamparo que son puntos de rememoración que motivan a Elena a
encontrar un sentido y entonces trocar la angustia en otra cosa. Aquí se ubicaría el efecto
pacificador.
Conclusiones…
7
Es interesante que uso este mismo término para describir la primera impresión que me da Elena, y no
encuentro otro que encaje mejor - la expectación también era mía.
8
Cf. FREUD, S.: “Inhibición, síntoma y angustia” En Obras completas, Biblioteca Nueva, Tomo VIII (1925
Bibliografía