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Alessandro Volta, o conde Alessandro Giuseppe Antonio Anastasio Volta, 3 físico y pionero en los

estudios de la electricidad, nació en Lombardía, Italia, el 18 de febrero de 1745, en el seno de una


familia de nobles en Como, Italia. Fue hijo de una madre noble y de un padre de la alta burguesía. A
sus siete años falleció su padre y la familia tuvo que hacerse cargo de su educación. Desde muy
temprano se interesó en la física y a pesar del deseo de su familia de que estudiara una carrera
jurídica, él se las ingenió para estudiar ciencias. Recibió una educación básica y media humanista,
pero al llegar a la enseñanza superior, optó por una formación científica.En 1774 fue nombrado
profesor de física de la Escuela Real de Como. Un año después, Volta realizó su primer invento, un
aparato relacionado con la electricidad. Con dos discos metálicos separados por un conductor
húmedo, pero unidos con un circuito exterior. De esta forma logra por primera vez, producir corriente
eléctrica continua, inventando el electróforo perpetuo, un dispositivo que una vez que se encuentra
cargado, puede transferir electricidad a otros objetos, y que genera electricidad estática. Entre 1776 y
1778, se dedicó a la química, descubriendo y aislando el gas de metano. Un año más tarde, en 1779,
fue nombrado profesor titular de la cátedra de física experimental en la Universidad de Pavía.

En 1780, un amigo de Volta, Luigi Galvani, observó que el contacto de dos metales diferentes con el
músculo de una rana originaba la aparición de corriente eléctrica. En 1794, a Volta le interesó la idea
y comenzó a experimentar únicamente con metales, y llegó a la conclusión de que el tejido muscular
animal no era necesario para producir corriente eléctrica.

Este hallazgo suscitó una fuerte controversia entre los partidarios de la electricidad animal y los
defensores de la electricidad metálica, pero la demostración realizada en 1800 del funcionamiento de
la primera pila eléctrica, certificó la victoria del bando favorable a las tesis de Volta.4

La batería eléctrica de Volta.

El 20 de marzo de 1800, Alessandro Volta, escribió a sir Joseph Banks, el entonces presidente de la
Royal Society, para anunciarle el descubrimiento de «una pila voltaica». Esta carta fue leída ante la
Royal Society el 26 de junio de 1800, y tras varias reproducciones del invento efectuadas por los
miembros de la sociedad, se confirmó el invento y se le otorgó el crédito de éste.5 6

Los últimos años de vida de Volta, los pasó en su hacienda en Camnago, cerca de Como, donde
falleció el 5 de marzo de 1827

André-Marie Ampère fue un niño precoz y, antes de conocer los números, ya hacía cálculos con ayuda
de piedritas y migas de pan. Desde niño demostró ser un genio. Siendo muy joven empezó a leer y a
los doce años iba a consultar los libros de matemáticas de la biblioteca de Lyon. Su padre, Jean-
Jacques Ampère, era un ferviente seguidor de Rousseau y, siguiendo su libro Emilio, o De la
educación, le dio una instrucción sin obligaciones: Ampère «nunca fue a la escuela» salvo para dar
clases él mismo.1 Su padre le enseñó ciencias naturales, poesía y latín, hasta que descubrió el interés y
el talento de su hijo para la aritmética. Desde los cuatro años ya leía a Buffon y no retoma más que las
lecciones de latín (aprendió esta lengua en unas pocas semanas) para poder entender los trabajos de
Leonhard Euler y de Daniel Bernoulli.Ampère trabajó igualmente en la matemática, concentrándose
en la teoría de probabilidades y en la integración de las ecuaciones diferenciales parciales.
En 1820, a partir del experimento de Hans Christian Oersted,2 estudió la relación entre magnetismo y
electricidad. Descubrió que la dirección que toma la aguja de una brújula depende de la dirección de
la corriente eléctrica que circula cerca y dedujo de esto la regla llamada «de Ampère»: un hombre
está acostado sobre un cable conductor; la corriente, que va por convención de más a menos, lo
atraviesa de pies a cabeza; mientras observa una aguja imantada. El polo norte de esta aguja se
desplaza entonces a su izquierda. Esto es ejemplificado también en la regla de la mano derecha: si se
separan los tres primeros dedos de la mano derecha de manera que el dedo corazón indique la
dirección del campo magnético y el pulgar la del movimiento, entonces el índice indicará la dirección
por la que circula la corriente.

De las leyes de Ampère, la más conocida es la de la electrodinámica, que describe las fuerzas que dos
conductores paralelos atravesados por corriente eléctrica ejercen uno sobre otro. Si el sentido de la
corriente es el mismo en los dos conductores, estos se atraen; si la corriente se desplaza en sentidos
opuestos, los conductores se repelen. Describe igualmente la relación que existe entre la fuerza de
corriente y la del campo magnético correspondiente. Estos trabajos fundan la electrodinámica e
influyen considerablemente en la física del siglo XIX.

Ampère interpreta el fenómeno del magnetismo con la teoría de la corriente molecular, según la cual
innumerables partículas minúsculas, cargadas eléctricamente, estarían en movimiento dentro del
conductor. Esta teoría es rechazada por los científicos de la época y no se impone hasta sesenta años
después gracias al descubrimiento del electrón.

Además de su trabajo sobre la electrodinámica, intenta explicar ciertos fenómenos químicos con la
geometría de las moléculas y emite, al igual que Avogadro, la hipótesis de que el número de
moléculas contenidas en un gas es proporcional a su volumen.

André-Marie Ampère fue titular de la cátedra de Física general y experimental del Collège de France,
sucediendo a Louis Lefèvre-Gineau y siendo reemplazado por Félix Savart.

Inventó el galvanómetro, el primer telégrafo eléctrico y, junto a François Arago, el electroimán. Fue
gracias a Ampère que se dieron a conocer los términos corriente eléctrica y tensión eléctrica.

Además, en la querella por la naturaleza del cloro, él fue de los primeros en abogar por «el cloro:
cuerpo simple», contra la idea entonces extendida de «cloro: compuesto oxigenado del ácido
muriático» (hoy ácido clorhídrico).

Amigo de Ballanche y de Gilles Coupier, de filosofía personalmente inquieta, Ampère también publicó
una importante clasificación de las ciencias.3

Georg Simon Ohm (Erlangen; 16 de marzo de 1789-Múnich; 6 de julio de 1854) fue un físico y
matemático alemán que aportó a la teoría de la electricidad la ley de Ohm, conocido principalmente
por su investigación sobre las corrientes eléctricas. Estudió la relación que existe entre la intensidad
de una corriente eléctrica, su fuerza electromotriz y la resistencia, formulando en 1827 la ley que lleva
su nombre que establece que I = V/R. También se interesó por la acústica, la polarización de las pilas y
las interferencias luminosas. La unidad de resistencia eléctrica, el ohmio, recibe este nombre en su
honor.1 Terminó ocupando el puesto de conservador del gabinete de Física de la Academia de
Ciencias de Baviera.Usando los resultados de sus experimentos, Georg Simon Ohm fue capaz de
definir la relación fundamental entre tensión eléctrica, corriente y resistencia. Lo que ahora se conoce
como la ley de Ohm apareció en su obra más famosa, un libro publicado en 1827 que dio a su teoría
completa de la electricidad.

La ecuación I = V/R se conoce como ley de Ohm. Se afirma que la cantidad de corriente constante a
través de un material es directamente proporcional a la tensión a través del material dividido por la
resistencia eléctrica del material. El ohmio (Ω), una unidad de resistencia eléctrica, es igual a la de un
conductor en el cual una corriente (I) de un amperio (1 A) es producida por un potencial de un voltio
(1 V) a través de sus terminales. Estas relaciones fundamentales representan el verdadero comienzo
de análisis de circuitos eléctricos.

La corriente circula por un circuito eléctrico de acuerdo con varias leyes definidas. La ley básica del
flujo de corriente es la ley de Ohm. La ley de Ohm establece que la cantidad de corriente que fluye en
un circuito formado por resistencias sólo se relaciona con el voltaje en el circuito y la resistencia total
del circuito. La ley se expresa generalmente por la fórmula V = I*R (descrito en el párrafo anterior),
donde I es la corriente en amperios, V es el voltaje (en voltios), y R es la resistencia en ohmios.

El ohmio, una unidad de resistencia eléctrica, es igual a la de un conductor en el cual se produce una
corriente de un amperio por un potencial de un voltio a través de sus terminales; así, años antes de
que Ohm enunciara su ley, otros científicos habían realizado experimentos con la corriente eléctrica y
la tensión. Destaca el caso del británico Henry Cavendish, que experimentó con la botella de Leyden
en 1781 pero no llegó a publicar sus conclusiones, hasta que casi 100 años después, en 1879, James
Clerk Maxwell las publicó.

James Watt (Greenock, Escocia, 19 de enerojul./ 30 de enero de 1736greg.-Handsworth, Inglaterra, 25


de agosto de 1819) fue un ingeniero mecánico e inventor escocés. Las mejoras que realizó en la
máquina de Newcomen dieron lugar a la conocida como máquina de vapor de agua, que resultaría
fundamental en el desarrollo de la primera Revolución Industrial, tanto en el Reino Unido como en el
resto del mundo.

Mientras trabajaba fabricando instrumentos en la Universidad de Glasgow, Watt se interesó en la


tecnología de las máquinas de vapor y se percató de que los diseños coetáneos desperdiciaban una
gran cantidad de energía enfriando y calentando repetidamente el cilindro. Watt introdujo una
mejora en el diseño, el condensador separado, que evitaba la pérdida de energía y mejoró
radicalmente la potencia, eficiencia y rentabilidad de las máquinas de vapor. Finalmente adaptó este
motor para producir un movimiento rotatorio, lo que amplió enormemente su uso más allá del simple
bombeo de agua.

Watt intentó comercializar su invento, pero encontró muchas dificultades financieras hasta que se
asoció con Matthew Boulton en 1775. La nueva firma Boulton & Watt llegó a tener gran éxito y ambos
se enriquecieron. Una vez jubilado, Watt continuó inventando, pero ninguna de sus últimas
creaciones fue tan destacada como la mejora de la máquina de vapor. Watt también desarrolló el
concepto de caballo de vapor,1 mientras que la unidad de potencia del Sistema Internacional de
Unidades, el vatio —W— fue nombrada en su honor.Watt inventó el movimiento paralelo para
convertir el movimiento circular a un movimiento casi rectilíneo, del cual estaba muy orgulloso, y el
medidor de presión del vapor en el cilindro a lo largo de todo el ciclo de trabajo de la máquina,
mostrando así su eficiencia y ayudándolo a perfeccionarla.
Watt contribuyó sobremanera al desarrollo de la máquina de vapor, convirtiéndola, de un proyecto
tecnológico, a una forma viable y económica de producir energía. Watt descubrió que la máquina de
Newcomen estaba gastando casi tres cuartos de la energía del vapor en calentar el pistón y el cilindro.
Watt desarrolló una cámara de condensación separada que incrementó significativamente la
eficiencia. Hasta el momento, ese fue uno de los mejores desarrollos de la historia.

Watt se opuso al uso de vapor a alta presión, y hay quien le acusa de haber ralentizado el desarrollo
de la máquina de vapor por otros ingenieros, hasta que sus patentes expiraron en el año 1800. Junto
a su socio Matthew Boulton, luchó contra ingenieros rivales como Jonathan Hornblower, quien
intentó desarrollar máquinas que no cayeran dentro del ámbito, extremadamente generalista, de las
patentes de Watt.

Él creó la unidad llamada caballo de vapor para comparar la salida de las diferentes máquinas de
vapor. Todavía se utiliza, sobre todo en los vehículos.

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