Mide los versos de los siguientes fragmentos poéticos y di cuál es el nombre
de la estrofa: academia estudiolid estor tamiza -será el músculo noche nos lo la luz cobarde. que late- enseña Me pierdo en mi Hay algo que sufre porque el otro, el infame turba de soledad y agoniza corazón que ama nocturnas aves, y en ella misma me en esta melancólica ¡No se desgasta gimiendo tristes y encuentro, claridad inverniza nunca! volando graves. que estoy tan preso que todas las en mí mismo figuras agranda y Luis como en la fruta sutiliza. Gloria Fuertes de Góngora está el hueso. Fuego a quien El aire el huerto tanto mar ha Emilio Prados Enrique Díez-Canedo orea, respetado y ofrece mil olores y que, en desprecio Mi vida es un al sentido; de las ondas frías A la quietud de las erial, los árboles menea paso abrigado en luengas regiones, flor que toco se con un manso las entrañas mías, en el sopor secular deshoja; ruïdo después de haber adormidas, que en mi camino que del oro y del mis ojos navegado, bajaré yo, con las fatal cetro pone olvido. manos tendidas, alguien va merece ser al cielo a levantar los sembrando el mal trasladado, caídos pendones para que yo lo Fray Luis de León nuevo esfuerzo del recoja. sol y de los días; y entre las siempre Eduardo Manquina Gustavo Aquí la envidia y amantes Adolfo Bécquer la mentira jerarquías, me tuvieron en el pueblo de luz La misma luz que encerrado. arder clavado. un día nos uniera, ¡Dichoso el cual en un ramo humilde estado Yo estaba junto a Dividir y apartar alegre y encendido, del sabio que se mi mesa puede el camino; nos separa esta retira y entre mis flores, mas cualquier paso loca primavera de aqueste mundo leyendo del perdido amante de llanto, de malvado! el libro triste y es quilate al amor cenizas y de amargo puro y divino. olvido. del poeta de mis Fray Luis de León Juan sueños. Yo dejo la alma Ramón Jiménez Ella se acercó atrás; llevo callada Guarnición tosca adelante, y me dijo:-Si los de este escollo duro desierto y solo, el Aunque se vista de versos cuerpo peregrino, troncos robustos seda te gustan más que y a mí no traigo son, a cuya greña la mona, mona se mis labios, cosa semejante. menos luz debe, queda. ya nunca te daré menos aire puro un beso. la caverna Tomás Francisco de Quevedo de Iriarte profunda, que a la Juan peña; Ramón Jiménez caliginoso lecho, el Sea un omne neçio El día, fuera, es ¿Qué el corazón se seno obscuro e rudo labrador, triste; y el blanco gasta? ser de la negra los dineros le fazen academia estudiolid hidalgo e sabidor, ni menos Dicen que me case Miguel quanto más algo emperador, yo: de Unamuno tiene, tanto es más sino un infante no quiero marido, de valor niño, no. Hay de mi alegre el que non á niño y de poco sierra dineros non es de valor; Gil Vicente sobre las lomas sí señor. andábanlo por unas casitas hurtar blancas caballeros de Arcipreste de Hita ¡Oh vida miserable como palomas. Aragón. y trabajosa Hurtado le ha un La tarde más se a tantas Antonio carbonero Fernández Grilo oscurece desventuras de los que hacen y el camino que sometida! carbón. serpea ¡Prosperidad Qué silenciosos No le muestra a y débilmente humana dormís, cortar leña, blanquea sospechosa torreones de la ni menos hacer se enturbia y pues nunca hubo Alhambra, carbón, desaparece. ninguna sin caída! un sueño de largos muéstrale a jugar ¿Qué cosa habrá siglos las cañas tan dulce y tan por vuestros y muéstrale Antonio Machado sabrosa muros resbala. justador, que no sea amarga Dormís soñando también a jugar los al cabo y en la muerte Jaca negra, luna dados desabrida? y la muerte está grande, y las tablas muy No hay gusto, no lejana. y aceitunas en mi mejor. hay placer sin su Despertad, que ya alforja. -Vámonos, dice, descuento, se acercan Aunque sepa los mi ayo que el dejo del las frescas luces caminos a mis tierras de deleite es el del alba. yo nunca llegaré a Aragón; tormento. Córdoba. a mi me alzarán por rey Angel Gavinet Federico y a vos por Alonso de Ercilla García Lorca gobernador. Si mi voz muriera Todo es riqueza y en tierra, Tradicional gustos poderosos, llevadla al nivel pues no tienen del mar razón los Aún enterrado no y dejadla en la cortesanos, está, ribera. porque ahora se la viuda casarse Ebro, Miño, Rafael quejan de viciosos. quiere: Duero, Tajo, Alberti ¡desdichado del Guadiana y Diego que muere de Torres Villarroel Guadalquivir, si a paraíso no va! Segovia ríos de España, ¡qué trabajo transparenta su irse a la mar a alta pena Anónimo En Castilla no morir! detrás del había rey, Acueducto, pensativa, academia estudiolid y en el hondo fluir corazones de y el camino que sazón. del agua viva llamas rodeados… serpea el Eresma mortal y débilmente Vivo ledo e viviré se desalmena. Y el sudor, con sus blanquea pues que de amor gotas crepitantes se enturbia y alcancé ciñe a tus bucles, desaparece. que serviré a la que Leopoldo Panero como el sol sé dorados, Antonio que me dará una regia corona Machado galardón. Ciudad episcopal, de diamantes. Murcia prelada; Vivo ledo con laberinto que en ti ¿Quién menoscaba razón, mismo te pierdes; Francisco Villaespesa mis bienes? amigos, toda hoy va en cruz por Desdenes. sazón. tus rejas mi Y ¿quién aumenta mirada, mis duelos? A.Alvarez de bajo el abril de tus Lloraba la niña Los celos. Villasandino persianas verdes. (y tenía razón) Y ¿quién prueba la prolija ausencia mi paciencia? de su ingrato Ausencia. ¡Oh bosques y Miguel Hernández amor. De este modo, en espesuras mi dolencia plantadas por la Dejóla tan niña, ningún remedio se mano del Amado, que apenas creo yo alcanza oh prado de que tenía los años pues me matan la verduras, Todo en silencio que ha que la dejo. esperanza de flores está. Bajo la parra desdenes, celos y esmaltado, yace el lebrel por el Luis de ausencia. decid si por Góngora vosotros ha calor rendido. Torna a la flor la Miguel pasado! abeja, el ave al de Cervantes nido, Es el alba una San Juan de la Cruz y a dormir nos sombra Vivo ledo con invita la cigarra. de tu sonrisa razón, Hermanos, los que y un rayo de tus amigos, toda estáis en lejanía La madreselva que ojos sazón. tras las aguas al balcón se agarra la luz del día; inmensas, los vierte como un pero tu alma Vivo ledo e sin cercanos suave olor a olvido; es la noche de pesar de mi España y a lo lejos invierno pues amor me fizo natal, todos escúchase el negra y nevada. amar hermanos quejido a la que podré porque habláis esta de una pena llamar lengua que es la andaluza en la Bécquer más bella de mía: guitarra. cuantas son. Yo digo “amor”, Del mar de espigas Vivo ledo con yo digo “madre en las áureas olas razón, mía”, fingen las amigos, toda y atravesando encendidas La tarde más se mares, sierras, amapolas oscurece academia estudiolid llanos, desliza brotaba -oh gozo- con por lo que dora y como una verde sonidos Dejadme llorar matiza; humareda. castellanos, orillas del mar. que lo que el pecho os llega un dulce no gasta Luis de Antonio Machado efluvio de poesía. Góngora ningún disimulo basta Yo exclamo a cubrirlo con ceniza. “amigo”, y en el Si yo me parezco a Nuevo Mundo, un rey Gocemos, sí; la “amigo” dice el y el vulgo por rey me V.Espinel cristalina esfera eco, desde donde tiene, gira bañada en luz: cruza todo el citar al vulgo os ¡bella es la vida! Que no cogeré yo Pacífico, y aún conviene, ¿Quién a parar verbena suena. pero no a mí, ante la alcanza la carrera la mañana de San ley. del mundo hermoso Juan, Yo digo “Dios”, y que al placer pues mis amores se hay un clamor José convida? Zorrilla van, profundo; Brilla radiante el sol, Que no cogeré yo y “Dios” en español, la primavera claveles, todo responde, los campos pinta en Un manotazo duro, madreselva ni y “Dios”, solo la estación florida: un golpe helado, mirabeles, “Dios”, “Dios”, el truéquese en risa mi un hachazo invisible sino penas tan mundo llena. dolor profundo… y homicida, crueles un empujón brutal te cual jamás se Que haya un cadáver ha derribado. cogerán, más, ¡qué importa al Dámaso Alonso pues mis amores se mundo! No hay extensión van. Enhiesto surtidor de más grande que mi José Espronceda sombra y sueño herida, que acongojas el cielo lloro mi desventura y Anónimo con tu lanza. sus conjuntos Amor, con flores Chorro que a las siento más tu muerte ligas nuestros Era un suspiro estrellas casi alcanza que mi vida. brazos; lánguido y sonoro devanado a sí mismo los míos te ofrecí Miguel la voz del mar en loco empeño. lleno de penas, Hernández aquella tarde…El me echaste tus día, guirnaldas más Gerardo Diego no queriendo morir, Suele decirme la amenas, con garras de oro secáronse las flores, gente de los acantilados se Si de mi baja lira que en parte sabe mi vi los lazos, prendía. tanto pudiera el son, y vi que eran mal que en un momento que la causa cadenas. aplacase la ira principal Manuel Machado de el animoso viento se ve escrita en la J. de Cadalso y la furia del mar en frente; movimiento. y aunque hago de La primavera besaba valiente, suavemente la Este mundo es el luego mi lengua arboleda, camino Gracilazo de la Vega y el verde nuevo academia estudiolid para el otro, que es El dueño fui de mi En el nombre del morada jardín de sueño Padre, que hizo toda lleno de rosas y de cosa sin pesar; signos vagos; y de Don Jesucristo, mas cumple tener el dueño de las Hijo de la Gloriosa buen tino tórtolas, el dueño del Espíritu Santo, que para andar esta de góndolas y liras en al igual que ellos posa, jornada los lagos. de un santo confesor quiero hacer una prosa. sin errar. ¡Qué bien a la madrugada Jorge Manrique correr en las vagonetas La luna en el mar riela, llenas de nieve salada en la lona gime el hacia las blancas viento De Francia partió la casetas! y alza en blando movimiento niña, olas de plata y azul; de Francia la bien ¡Oh, terremoto mental! y va el capitán pirata guarnioda; Yo sentí un día mi cantando alegre en la íbase para París, cráneo popa do padre y madre como el caer subitáneo Asia a un lado, al otro de una Babel de cristal. Europa, tenía. y allá a su frente Errado lleva el Estambul. camino No me mires, que errada lleva la vía; miran arrimárase a un roble que nos miramos, y verán en tus ojos Pintar su frente por esperar que nos amamos. hermosa, compañía. sus traviesos ojuelos, Vio venir un caballero, No he de callar por que a París lleva la más que con el dedo, ya tocando la boca o ya guía. la frente, silencio avises o amenaces miedo. Anónimo
Es algo formidable que
vio la vieja raza; robusto tronco del árbol al hombro de un campeón salvaje y aguerrido, En el corazón tenía cuya fornida maza la espina de una blandiera el brazo de pasión; Hércules o el brazo de logre arrancármela un Sansón. día ya no siento el corazón. A todos nos han cantado El río Guadalquivir en una noche de juerga entre naranjos y olivos coplas que nos han los dos ríos de Granada matado. bajan de la nieve al río.