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Trabajo Práctico Nº 1
La psicología surge como ciencia cuando encuentra en el hombre un objeto (la conducta),
que puede ser observable y medible y llegar a conocerse de manera objetiva, como lo
exige el rigor científico. Todo esto a través del método experimental 1.
Comenzó en Alemania con Wilhelm Wundt (psicólogo) quien fundó el primer laboratorio
de psicología alrededor de 1879.
2) El Psicoanálisis.
El psicoanálisis (estudio del alma o la mente) es una técnica terapéutica que nace
alrededor de 1896 a través de Sigmund Freud (neurólogo nacido en Vienna).
Según Freud el psicoanálisis cuenta con tres aspectos:
3) Paradigmas de la Psicología
Paradigma Conductual:
El conductismo nació en 1912, cuando John Watson empezó a dar conferencias y a escribir
para difundir sus opiniones. El conductismo se dedica a observar y analizar la conducta o
comportamiento del ser humano, y lo toma como objeto de estudio. La psicología debe
dedicarse a la observación de los movimientos, es decir, a los actos que no son otra cosa
que una cadena de reflejos. Todo acto es una respuesta, o sea, es una reacción a una
excitación destinada a adaptar el organismo a los cambios del ambiente.
De acuerdo con esa doctrina, el ser humano es una perfecta máquina regida por un
complicado sistema de reflejos. El ser humano, no es más que un autómata compuesto de
reflejos, cada uno de cuyos actos son respuestas a otros tantos estímulos. El fisiólogo
cuando estudia los movimientos, los considera como reacciones a un estímulo. En cambio
Paradigma Psicoanalítico: Fue desarrollado por Freud (quien dejó de lado la hipnosis),
consiste en provocar la liberación funcional de las cargas reprimidas, con el objetivo de que
estas vuelvan a la conciencia, logrando una especie de satisfacción y haciendo posible su
reintegración con la capacidad unificadora del yo.
Este método emplea diversos procedimientos, de los cuales el principal y más importante
es el de las asociaciones libres.
Ello, Yo y Superyó, son conceptos de la teoría del psicoanálisis con la que Sigmund Freud
intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, postulando la existencia de un
"aparato" psíquico que tiene una estructura particular. Sostuvo que este aparato está
dividido en tres instancias, el Ello, el Yo y el Superyó, que sin embargo comparten funciones
y no se encuentran separadas físicamente.
El ello (o id) es la función más antigua y original de la personalidad y la base de las otras
dos. Comprende todo lo que se hereda o está presente al nacer, se presenta de forma pura
en nuestro consciente. Representa nuestros impulsos, necesidades y deseos básicos, de
carácter sexual y perverso. Constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el
comportamiento humano. Opera de acuerdo con el principio del placer y desconoce las
demandas de la realidad. Allí existen las contradicciones, lo ilógico, al igual que los sueños.
El yo (o ego) surge a fin de cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de
acuerdo con el mundo exterior. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como un
intermediario entre éste y el mundo externo. El yo sigue al principio de realidad,
satisfaciendo los impulsos del ello de una manera apropiada en el mundo externo. Utiliza el
pensamiento realista característico de los procesos secundarios. Como ejecutor de la
personalidad, el yo tiene que medir entre las tres fuerzas que le exigen: las del mundo de la
realidad, las del ello y las del superyó, el yo tiene que conservar su propia autonomía por el
mantenimiento de su organización integrada.
Los papeles específicos desempeñados de las entidades ello, yo y superyó no siempre son
claros, se mezclan en demasiados niveles. La personalidad consta según este modelo de
muchas fuerzas diversas en conflicto inevitable.