Al percutir el tendón rotuliano, la pierna se extiende ya que las neuronas motoras alfa dirigen
un impulso nervioso al músculo cuádriceps femoral. El nervio femoral, responsable de tal
reflejo, se extiende por todo el muslo y sus sinapsis se encuentran en el nervio espinal lumbar 2 a 4 (L2-L4) de la médula espinal. Por tanto, este movimiento es involuntario y responde a una necesidad de regulación automática de los músculos del cuerpo. Para que este reflejo se produzca, es imprescindible tener la pierna flexionada y relajada.