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Diloggun Letras
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OSHE
Sangre que corre por las venas
17 OPIRA
Estas muerto y no lo sabes
El mensaje de Opira es que la muerte está en posesión del consultado o del consultante yque
uno de estos puede incluso quedarse muerto sobre la estera de consulta.Cuando salen todos
los caracoles en posición no conversatoria, ya sea en la primera o enla segunda tirada que se
realizan para obtener al personaje oracular, se da por terminada laconsulta. Inmediatamente
hay que preguntar al oráculo, utilizando los ibo, si el posesionadopor la muerte es el
consultado. Una respuesta positiva implicaria que el Ebó debe realizarloéste, mientras que
una respuesta negativa, indicaria que es el sacerdote el que se encuentraposesionado por la
muerte y por tanto será el que debe hacerse el Ebó.Ebó: - Un chivo.- Un paño negro.Se abre
un hueco en la tierra, en el que quepa la cabeza del animal. Se presenta el chivovivo a la
cabeza del poseído por la muerte (cabeza con cabeza). Se envuelve la cabeza delchivo con el
paño negro, y se sacrifica el animal, desangrándolo en el hueco. Se corta lacabeza
envuelta con el paño y se entierra en el hueco. El resto del animal se bOta para
elm o n t e . E s t o p r o d u c i r á b u e n a f o r t u n a e n l u g a r d e l a m u e r t e
d e l c o n s u l t a d o o d e l consultante.
- Estás muerto y no lo sabes.
El mensaje de Opira es que la muerte está en posesión del consultado o del consultante y
que uno de estos puede incluso quedarse muerto sobre la estera de consulta.
Cuando salen todos los caracoles en posición no conversatoria, ya sea en la primera o en
la segunda tirada que se realizan para obtener al personaje oracular, se da por terminada la
consulta. Inmediatamente hay que preguntar al oráculo, utilizando los ibo, si el posesionado
por la muerte es el consultado. Una respuesta positiva implicaria que el Ebó debe realizarlo
éste, mientras que una respuesta negativa, indicaria que es el sacerdote el que se encuentra
posesionado por la muerte y por tanto será el que debe hacerse el Ebó.
Ebó: - Un chivo.
- Un paño negro.
Se abre un hueco en la tierra, en el que quepa la cabeza del animal. Se presenta el chivo
vivo a la cabeza del poseído por la muerte (cabeza con cabeza). Se envuelve la cabeza del
chivo con el paño negro, y se sacrifica el animal, desangrándolo en el hueco. Se corta la
cabeza envuelta con el paño y se entierra en el hueco. El resto del animal se bOta para el
monte. Esto producirá buena fortuna en lugar de la muerte del consultado o del
consultante.
-
Los ebbó y los addimú
Una vez que se conocen las predicciones futuras de un consultado corresponde al
sacerdote determinar qué recursos o alternativas de los que dispone el sistema
oracular deben ser aplicados. Estos recursos son los ebbó y los addimú
En el Diloggún cubano los recursos y alternativas posibles, por lo general, son de
dos tipos fundamentales: los Ebó y los addimú.
Los Ebó son limpiezas que se le hacen a la persona consultada para despojar,
eliminar, neutralizar o atenuar las vibraciones negativas o males producidos ya
sea por un agente externo o por algún desbalance de la propia persona.
Los addimú son ofrendas que se le hacen a las deidades para garantizar que el
bien o bienestar se produzca tOtalmente en caso de que el ire sea incompleto o
kotoyale, o para acelerar y garantizar su llegada cuando el ire es completo o yale.
En casos específicos y por indicación del oráculo, un addimú, después de retirado,
puede servir para llevar a cabo un Ebó o limpieza; recibe entonces el nombre de
Ebó-addimú.
En los Ebó y los addimú se utilizan variados materiales, fundamentalmente
comestibles
como frutas, vegetales, granos, carnes y otros.
Los Ebó misi o baños incluyen hojas de distintas plantas, flores, perfume,
cascarilla,
cacao, etc.
Como addimú también suelen ofrecerse distintos objetos: abanicos de plumas,
paños para
cubrir las soperas, campanas, maracas, muñecas vestidas de color alusivo a la
deidad a la
cual se le ofrenda, hachas dobles para Shango en maderas y cuentas, objetos de
marfil para
Obatala, entre otros muchos.
Tanto los Ebó como los addimú pueden consistir en sacrificios de animales, ya
sean de
plumas o de cuatro patas.
Los Ebó se llevan a cabo frente al santuario en que se encuentran los símbolos de
las
deidades (conocido en Cuba como canastillero) o en un lugar o elemento de la
naturaleza
prescrito en la consulta.
Un ejemplo de Ebó que no puede realizarse en la casa templo es cuando en la
consulta se
determina que se debe dar de comer a la tierra. También es posible que en la
consulta, por
medio de preguntas y utilizando los ibo las propias deidades especifiquen el
elemento o
lugar de la naturaleza en que deba hacerse el Ebó.
Hay tipos de Ebó que son un remedio inmediato y que se realizan dentro del
recinto de
consulta, pero que posteriormente requieren de un Ebó en la naturaleza para
completar la
limpieza. Ejemplo de esto son los Ebó que se llevan a cabo después de la
consulta oracular
de iniciación por no poder salir el iniciado del recinto antes de siete días.
La persona a la que se le hace Ebó no debe ser quien bote o lleve a la naturaleza
los
ingredientes o animal con que se hizo la limpieza. Esto se le debe encargar a otra
persona, a
la que se le paga el servicio, y a su regreso se le deben lavar las manos.
Los addimú se colocan frente al receptáculo que contiene los símbolos de los
orisha y
por el tiempo indicado en la consulta. Los aladdimú son ofrendas iguales a los
addimú pero,
a diferencia de estos, se colocan sobre el receptáculo que contiene los símbolos
de los
orisha.
Cuando el consultado no está iniciado en el culto, el sacerdote puede permitir que
el
cliente coloque el addimú en su santuario o en el elemento de la naturaleza que
corresponde
al orisha que lo pidió.
Los ingredientes o animales que se usan para hacer Ebó deberán pasarse por
todo el
cuerpo, mientras que los que son addimú sólo se presentan o tocan los puntos del
cuerpo
que se consideran emisores de vibraciones. Estos y el orden que se debe seguir
aparecen
representados en la figura 5.
Los Ebó y los Ebó addimú que incluyen animales u otros ingredientes no son
consumibles y deben ser llevados al lugar o elemento de la naturaleza
previamente
determinado, para que sea esta la que absorba la negatividad que contienen
después que la
persona se ha limpiado con ello.
Los addimú o aquellas ofrendas de agradecimiento a las deidades por bienes
recibidos,
son consumibles porque la persona no se ha limpiado previamente con ellos, sino
que sólo
se han tocado determinados puntos del cuerpo.
Para que los Ebó y addimú tengan un efecto en el futuro inmediato del consultado,
deberán realizarse antes de que pasen 72 horas de indicados. Si no se ejecutan
en ese
tiempo, hay que volver a efectuar la consulta oracular, pues los aspectos
negativos pueden
haberse agravado o haber variado la forma que se debe utilizar para atraer la
positividad.
En la santería cubana todos los Ebó se le entregan a Eshú (Elegua) para que él,
como
mensajero, los lleve a su destino ante Oloddúnare. El Eshú que lleva los Ebó se
llama
Abeku.
Los addimú se les ofrecen a los orisha en general o a uno determinado, según
indique el
oráculo en el proceso de consulta, aunque siempre se le debe ofrecer una parte a
Elegua.
En la práctica cubana, Elegua tiene la preferencia, dictada por Oloddúnare, de
recibir
primero su ofrenda o sacrificio animal antes que cualquier otra deidad. Así, por
ejemplo, si
se va a sacrificar, por mandato del oráculo, un carnero a Shango, es necesario
primero
sacrificarle un chivo a Elegua. De forma similar, para darle dos gallinas a Oshun,
primero
se le da un pollo a Elegua. Con esto se garantiza que el mensaje de los sacrificios
llegue a
Oloddúnare.