Los opuestos complementarios
La parte femenina
del cosmos
Aurnevo Lovmz Austin
Como en otras concepciones
del mundo, el pensamiento
mesoamericano no aceptaba la
posibilidad de seres puros.
Todo lo existente, aun los
dioses, era una mezcla de las
esencias de lo masculino y lo
femenino y era el predominio
de una de ellas lo que
determinaba la clasificacin y
el grado de pertenencia de
cada ser a uno de los dos
campos taxonémicos; asi, lo
femenino se vinculaba a la
oscuridad, la tierra, lo bajo, la
muerte, la humedad y la
sexualidad, mientras que lo
masculino estaba ligado a la
luz, el cielo, lo superior, la
vida, la sequedad y la gloria.
Majer divine yer muerto ens primer parto
[Exas mujeres acompafiaban al Sten lamaltad ocekdental
‘el ciclo, después de que os
To habian acompafiado ene ilo oriental Figura de
cerimica procedente del Golfo de México, periodo Clisien.
6 FAnquseLodtA Mexicanaa et
0S PODERES DEL: CIELO Y DE-LA TIERRA
A la orilla de los caminos que Levan a las aldeas coreanas, se
yerguen las figuras de los changsiing, espiritus favorables en
{quienes han confiado los agricultores desde hace milenios, Son
postes tallados y pintados, con rostros ya grotescos, ya humo-
ticos, que-con frecuencia tienen e
seres sobrenaturales: uno es Ch’énha Taejanggun (“Et Gran
General u compafera se Hama Chiha Yojanggun
("La Gran Generala del Inframundo”), Su presencia hace re:
ccordar otras concepciones surgidas en muy remotos higares del
planeta, similares porque dividen el cosmos en dos grandes mi-
tades diferenciadas por sus opuestos complementarios.
Asi, las viejas tradiciones escandinavas cuentan que el mun-
0 se activé eon la lucha de los dioses luminosos —los-ases
conira los dioses habitantes de las profundidades del mar y de
In tierra ~1os wanes-, cuando los primeros trataron de apode-