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Exodoncia
Exodoncia
La mejor posición es aquella que es cómoda tanto para el paciente como para el
cirujano, y que permite un completo control por parte del cirujano de las fuerzas ejercidas
para realizar la exodoncia. Esta correcta posición debe permitir al cirujano estabilidad y
soporte para mantener adecuadamente en posición los diferentes instrumentos que éste
utiliza, además la ubicación del paciente debe ser aquella en que las fuerzas ejercidas por el
cirujano sean trasmitidas desde el hombro de éste y no desde su mano, permaneciendo su
muñeca recta, y su brazo pegado al cuerpo.
Es útil, para entender la posición en que debe estar el cirujano el esquema de un reloj, en el
que el N~ 12, representa la cabeza del paciente y los restantes números a las diferentes
posiciones que debe adoptar el cirujano dependiendo la pieza dentaria a extraer.
Para la exodoncia de una pieza del maxilar superior, el paciente debe ser ubicado hacia atrás
(semiacostado), de tal manera que el plano oclusal superior forme un ángulo de 45º a 60º con
el plano horizontal. La altura del sillón debe ser aquella en que la boca del paciente se
encuentre a la altura o levemente bajo el codo del cirujano.
Según el cuadrante en que se va a realizar la exodoncia, la cabeza del paciente debe ser
ubicada como sigue:
- Maxilar derecho girada hacia el cirujano
- Maxilar izquierdo: girada levemente hacia el cirujano
- Maxilar anterior: recta mirando hacia arriba
La posición del cirujano, en el caso de exodoncias en el maxilar, será al lado derecho del
paciente, en posición 7 u 8 del reloj, mirando al paciente con el cuerpo girado hacia él.
Fig. 18.- Posición del paciente y el cirujano para la exodoncia de una pieza maxilar, lo que
varia según el lado es la posición de la cabeza del paciente (ver texto).
Para la exodoncia de una pieza mandibular, el paciente debe ser ubicado de manera que al
abrir la boca el plano oclusal inferior quede paralelo al plano horizontal. La altura del sillón
determina que el codo del cirujano forme un ángulo de 1200 con el instrumento que se está
utilizando.
Dependiendo del cuadrante, la cabeza del paciente se ubica:
- Mandibular derecho: recta mirando hacia adelante
- Mandibular izquierdo: girada francamente hacia el cirujano
- Mandibular anterior: girada francamente hacia el cirujano
La posición del cirujano en este caso, será:
- Mandibular derecho: al lado o detrás de la cabeza del paciente, posición Nº 10 o
12, mirando hacia la cabeza del paciente
- Mandibular izquierdo: lado izquierdo del paciente, posición Nº 3, mirando
lateralmente al paciente
- Mandibular anterior: lado derecho del paciente, en posición Nº 7 u 8, mirando
diagonalmente al paciente.
Fig. 19.- Posición del paciente y el cirujano para la exodoncia de una pieza mandibular
anterior.
Fig. 20.- Posición del paciente y cirujano para la exodoncia de una pieza mandibular derecha.
Fig. 21.- Posición del paciente y cirujano para la exodoncia de una pieza mandibular
izquierda.
Los objetivos del uso del fórceps son dos: (1) expansión del alvéolo mediante la introducción
de los bocados en el espacio periodontal y los movimientos del mismo diente dentro de él, y
(2) remoción del diente desde su alvéolo. Estos objetivos se logran mediante la aplicación de
cinco movimientos que se pueden realizar con el fórceps, los cuales se basan en la teoría de la
palanca de primer grado, donde la resistencia está en el diente, y el punto de apoyo en el
ápice dentario:
1) Presión apical (provoca expansión ósea y desplaza el fúlcrum hacia apical)
2) Presión vestibular (expande la cortical vestibular y causa algo de expansión lingual en
apical)
3) Presión lingual o palatina (similar efecto que el movimiento anterior en el sentido opuesto)
4) Presión rotacional (causa expansión interna del alvéolo)
5) Fuerza de tracción (libera la pieza de su alvéolo)
Fig. 26.- Posición de la mano izquierda durante la exodoncia de una pieza maxilar derecha.
Fig. 27.- Posición de la mano izquierda durante la exodoncia de una pieza maxilar anterior.
Fig. 28.- Posición mano izquierda durante la exodoncia de una pieza maxilar izquierda.
Fig. 29.- Posición mano izquierda durante la exodoncia de una pieza mandibular derecha.
Fig. 30.- Posición mano izquierda durante exodoncia de una pieza mandibular anterior.
Fig. 31.- Posición mano Izquierda durante la exodoncia de una pieza mandibular izquierda.
Como se dijo antes, sólo podrá realizarse esta exodoncia en el caso de piezas
unirradiculares o multirradiculares cuyas raíces estén fusionadas o separadas debido a
fractura de la corona.
Fig. 35.- Vista vestibular de tres molares inferiores con patrones radiculares diferentes,
mostrando la “línea de la exodoncia’ (flecha punteada), y el punto de aplicación del elevador
(X).
Fig. 36.- Vista lingual del efecto de palanca de un elevador durante la exodoncia de una pieza
mandibular derecha. Nótese el punto de apoyo del instrumento sobre la cresta ósea alveolar y
sobre el cemento radicular.
Fig. 37.- Vista del efecto de cuña (palanca de primer grado), de un elevador recto durante la
exodoncia de una pieza superior. Nótese el movimiento que debe realizarse con el
instrumento para lograr que la pieza sea retirada del alvéolo.
En todas las piezas dentarias se deben realizar inicialmente las etapas de prehensión e
impulsión, previo a los movimientos de luxación y tracción que son diferentes para cada
pieza dentaria. Por esta razón se describirán solamente estos últimos movimientos en la
técnica de exodoncia, entendiéndose que los dos primeros pasos son similares para todas las
piezas dentarias de la economía.
Dientes Maxilares:
1.- Incisivo:
a) Anatomía: raíz única, cónica; en el caso del lateral esta es más
fina (aplanada en sentido mesio-distal), y alargada que la del central, y
generalmente inclinada hacia palatino con una curvatura apical hacia distal. La
tabla ósea vestibular es delgada y la palatina es gruesa.
b) Instrumento: fórceps recto anterior grueso para el central, y
mediano o fino para el lateral.
c) Técnica: luxación con movimientos vestíbulo-palatinos,
primero hacia vestibular, de manera suave, pausada y firme, y luego, menos
vigorosamente, hacia palatino, seguido por movimientos de rotación. El
movimiento de rotación en el lateral debiera ser leve. Finalmente la pieza es
traccionada hacia vestibular y coronal.
2.- Canino:
a) Anatomía: raíz larga (la más larga de todas), al corte transversal presenta
forma triangular. Tabla ósea vestibular muy delgada, tabla palatina gruesa.
b) Instrumento: fórceps recto anterior grueso.
c) Técnica: luxación en sentido vestíbulo-palatino, primero hacia vestibular,
luego hacia palatino; permite un ligero movimiento de rotación; la tracción se realiza hacia
coronal y vestibular.
3 - Primer premolar:
a) Anatomía: en dos tercios de los casos es unirradicular, en el tercio restante presenta dos
raíces que nacen a nivel del tercio medio de la raíz, una vestibular y otra palatina, siendo la
primera más gruesa que la segunda. Al corte transversal presenta forma elipsoidal. La tabla
ósea vestibular es delgada y la palatina gruesa.
b) Instrumento: Fórceps Inglés mediano o fórceps Bayoneta mediano.
c) Técnica: luxación inicial hacia vestibular, seguida por movimientos hacia palatino de
menor intensidad que hacia vestibular. Movimientos de rotación no deben realizarse debido a
la bifurcación de la raíz. La tracción debe realizarse hacia coronal y levemente hacia
vestibular.
Fig. 41.- Exodoncia de un segundo premolar superior, por ser una pieza de raíz única y
gruesa, permite un leve movimiento de rotación.
Fig. 42.- Exodoncia de un primer o segundo molar superior, sólo es posible realizar
movimientos vestíbulo-palatinos, no rotacionales.
Dientes Mandibulares:
1.- Incisivos:
a) Anatomía: monorradiculares, raíz aplanada en sentido vestíbulo lingual,
la raíz del Iateral es más larga que la del central, y en ocasiones presenta dilaceración hacia
distal. Las tablas óseas son delgadas tanto en lado vestibular como en el lingual.
b) Instrumento: fórceps curvo sobre el borde fino.
c) Técnica: el fórceps debe ser ubicado, paralelo al eje dentario, lo más
apical posible, insertando primero el bocado lingual y luego el vestibular, luego de realizada
la prehensión se realizan movimientos en sentido vestíbulo lingual, una vez que se ha logrado
la luxación de la pieza se pueden realizar movimientos de rotación, finalmente se tracciona la
pieza hacia vestibular e incisal.
2.- Canino:
a) Anatomía: raíz larga y voluminosa pero de menor superficie que la raíz
del canino superior, presenta una sección transversal ovoidal, aplanada en sentido vestíbulo
lingual, lo que no muy frecuentemente lleva a una bifurcación apical. Las tablas óseas son de
similares características a las descritas en los incisivos inferiores.
b) Instrumento: fórceps curvo sobre el borde mediano.
c) Técnica: la ubicación del fórceps debe ser de la misma manera como se
ubica para la exodoncia de los incisivos inferiores. Se realizan movimientos en sentido
vestíbulo lingual de similar intensidad, una vez lograda la luxación de la pieza se pueden
realizar movimientos de rotación finalmente la tracción se realiza hacia vestibular e incisal.
Fig. 43.- Exodoncia de una pieza anteroinferior, los movimientos de rotación se realizan
cuando la pieza se ha luxado.
3.- Premolares:
a) Anatomía: monorradiculares, raíz cónica y gruesa, de corte transversal
ovoidal. Tabla ósea delgada en vestibular y algo más gruesa en lingual.
b) Instrumento: fórceps curvo sobre el borde mediano.
c) Técnica: la igual que para otras piezas, la ubicación de los bocados del fórceps
debe ser lo más apical posible, la luxación comienza con movimientos hacia vestibular,
seguidos por movimientos hacia lingual, insistiendo en el primero, para terminar con
movimientos de rotación, el desalojo de la pieza desde su alvéolo se logra con movimientos
de tracción hacia oclusal y vestibular.
Fig. 44.- Exodoncia de premolares o molares inferiores, nótese que una prehensión lo más
apical posible provoca, en el caso de los molares inferiores, una cierta luxación extrusiva de
la pieza.
E) CUIDADOS POST-OPERATORIOS
Una vez que una pieza dentaria ha sido extraída, se deben realizar maniobras locales en el
sitio de la exodoncia y dar indicaciones al paciente para así proveer una correcta y rápida
cicatrización del alvéolo.
En el caso de que exista una lesión periapical visible en la radiografía previa (granuloma o
quiste periapical), y dicha lesión no halla sido desalojada en conjunto con la raíz afectada,
esta región debe ser cuidadosamente cureteada para remover el tejido patológico.
Cuando dentro del alvéolo se observe algún material extraño como tártaro, amalgama,
fragmentos dentarios u otro, se debe eliminar este material para que no interfiera con la
cicatrización.
Si la pieza extraída estaba afectada por una enfermedad periodontal, puede que en el alvéolo
se observe gran cantidad de tejido de granulación, el que debe ser eliminado debido a que los
pequeños vasos sanguíneos que forman este tejido no tienen la capacidad de contraerse, por
lo que provocarán un sangramiento continuo, impidiendo la formación del coágulo.
Lo más probable, luego de una exodoncia, es que las tablas óseas queden expandidas; se debe
procurar llevarlas a su posición original mediante una suave compresión digital de manera
que en la zona no quede una irregularidad ósea como por ejemplo un reborde en comiza que
dificulte una futura rehabilitación protésica. Previo a esta compresión de tablas debe palparse
el reborde marginal y verificar la ausencia de bordes filosos o proyecciones óseas, si estas
existieran el hueso debe ser reacondicionado mediante limas de hueso, gubias o instrumental
rotatorio.
Si en la radiografía previa no hay lesión periapical, si no hay cuerpos extraños en el alvéolo,
y si no hay tejido de granulación dentro de el, el alvéolo NO debe ser cureteado, ya que el
remanente de ligamento periodontal y el sangramiento de las paredes óseas, constituyen la
mejor condición para la cicatrización rápida y sin complicaciones del alvéolo.
Luego de realizadas las maniobras descritas debe colocarse sobre el alvéolo un trozo de gasa
o algodón de tamaño adecuado y pedir al paciente que lo muerda por espacio de 30 minutos,
para el control inicial de la hemorragia. Debe procurarse que el apósito comprima el alvéolo
y no quede sobre las caras oclusales de las piezas vecinas, de lo contrario su función no será
efectiva. Si luego de los 30 minutos iniciales, al eliminar el apósito el paciente comprueba
que el sangramiento continúa, un nuevo apósito debe ubicarse en la zona, para lo cual el
paciente debe ser instruido previamente por el cirujano.