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LA PACHAMAMA: DIOSA PAN ANDINA

Por Daisy Irene Núñez del Prado Béjar

Pacha es un termino que generalmente ha sido traducido como tierra, pero sus
acepciones, tal como las encontramos en crónicas y diccionarios de lengua
Quecha, es a la vez tiempo, mundo, espacio y sobre todo Universo. El término
Pachamama, tantas veces traducido como madre tierra, tiene un sentido de madre
universal, e identifica a una deidad femenina de la cultura andina cuya vigencia
es pan- terráquea.

La pachamama es madre de los hombres, animales y plantas pero esta vinculada


consistentemente con el lado izquierdo y femenino de la cosmovisión andina. El
hilo conductor de su feminidad la vincula con las mujeres, animales hembras y
plantas que sean consideradas femeninas. Pachamama interactua con ellas en
dos roles pares: como madre – hija o como hermana – hermana. Estos roles
establecen y guían la relación con la diosa proyectando las normas de
comportamiento sociales hacia el plano sobrenatural.

Al igual que una madre comparte con su hija todas las tareas del hogar,
Pachamama comparte las labores de las mujeres, las que al invocarla la llaman
Pachamama awaqmasi, puskaqmasi, waykoqmasi, (Pachamama la que teje como
yo, hila como yo, cocina como yo.) La diosa al ser invocada por los sacerdotes
andinos a petición de una mujer le responde dirigiéndose a ella como Ñanay
(Hermana) resaltado la intimidad que se da entre ella y los seres femeninos de esta
tierra.

Pachamama habita en las entrañas de la tierra no estando circunscrita a ningun


territorio especifico. Es propiciada constantemente en el momento de iniciar una
comida o bebida mediante aspersiones de chicha o con pequeñas porciones de
comida que se echan al suelo. Es susceptible y se resiente con quien la olvida. En
la siembra se considera que es fecundada, fecundidad que aumenta con el riego y
se “embaraza”. En su tiempo ella pare frutos para el bien y provecho de los
hombres. Como madre que es cría a los hombres animales que habitan en su
superficie a quienes alimenta con los frutos de su vientre y les permite construir
sus viviendas. La chicha (bebida de maíz fermentado) es considerada la leche
materna de la diosa que es dada a los hombres para nutrirlos y darles fuerza.

Ella sabe comer, beber y masticar coca como nosotros, por eso, siempre debemos
compartir con ella la bebida y la comida cuando las ingerimos, echando al suelo
pequeñas porciones.

En el mes de agosto y en el mes de febrero toma forma de mujer, “está viva” y


en ese tiempo debe ofrecérsele ceremonias de propiciación o pagos. Cuando éstas
se hacen oportunamente la Pachamama otorga a los hombres en reciprocidad
casa, buena salud, cosechas abundantes y animales que se reproducen mucho.

La existencia de una deidad femenina tutelar que desempeña roles de mujer y


madre es importante para comprender los conceptos de género en los Andes,
donde los dioses no son sólo masculinos, sino que incluyen una entidad femenina
tan poderosa como Pachamama. Este hecho permite reflejar un plano social
donde es más fácil poseer valores de equilibrio jerárquico entre los géneros
cuando ambos tienen deidades representativas propias.

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