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La conquista de Tabasco fueron las campañas militares con la finalidad de conquistar y

colonizar el territorio tabasqueño, y que comprende un período de 45 años, que inicia


en 1518 con el descubrimiento de Tabasco por parte de Juan de Grijalva y culmina
en 1564 con la rendición final de los indígenas de Cimatán a la corona española. Durante
dicho período, se necesitaron siete expediciones y muchas campañas para poder doblegar el
espíritu combativo de los indígenas tabasqueños, y que representaron un gran esfuerzo,
muchas penalidades, numerosas pérdidas humanas y altos costos para los conquistadores
españoles.
Las tierras de Tabasco fueron una encrucijada para la exploración y conquista de la Nueva
España y Guatemala; Tabasco fue una de las primeras zonas en ser descubierta por los
conquistadores españoles; la batalla de Centla, el 14 de marzo de 1519, constituye para los
indígenas de esa época el inicio de la invasión castellana. Allí, Hernán Cortés obligó a los
nativos a jurar lealtad al emperador Carlos y fundó la ciudad de Santa María de la Victoria, la
primera en tierras de lo que más tarde sería la Nueva España.
Cabe señalar que en la región se establecieron pocos colonizadores, pues la falta de metales
preciosos y las condiciones climatológicas no hacían atractiva la zona. Los criollos y
peninsulares que habitaron la tierra tabasqueña durante esta época trajeron al territorio
esclavos negros, los cuales también se integraron en el proceso de mestizaje. Es así, que con
los indígenas, negros y castellanos, se conformó la base a partir de la cual se produjo la
integración racial y cultural de la sociedad tabasqueña. Hernán Cortés nunca olvidaría que
en Tabasco recibió como tributo a su victoria una de las más poderosas armas de la
conquista: la Malintzin, la célebre Malinche.

Primera expedición: descubrimiento de Tabasco por


Juan de Grijalva 1518[editar]
Juan de Grijalva. Descubridor de Tabasco y del río que hoy lleva su nombre, entrevistándose con el
cacique Tabscoob.

El descubrimiento de Tabasco se dio a raíz de la segunda expedición que enviaron los


castellanos a tierras continentales desde Cuba, autorizada por el gobernador de la isla
Fernandina (hoy Cuba) Diego Velázquez de Cuéllar. La expedición zarpó del puerto
de Matanzas el 10 de abril de 1518, y estaba formada por cuatro embarcaciones bajo el
mando del capitán Juan de Grijalva. Acompañaban a Grijalva los capitanes Francisco de
Montejo, Alonso de Ávila y Pedro de Alvarado, cada uno de ellos en su propia embarcación.
Dicha expedición fue producto de los hallazgos que Francisco Hernández de Córdoba hizo en
los pueblos de las costas de Yucatán y Campeche en 1517; la expedición costeó la península,
llegando el 8 de junio de 1518 al río que los naturales llamaban Río Tabasco y que la
tripulación llamó Grijalva, en honor a su capitán. La expedición se adentró en la
desembocadura del Río Grijalva y desembarcó en Potonchán, población del Señorío Chontal
de Acalán, descubriendo así el estado de Tabasco.
«...Comenzamos a 8 días del mes de junio de 1518 y yendo la armada por la costa, unas seis millas
apartada de tierra, vimos una corriente de agua muy grande que salía de un río principal, el que arrojaba
agua dulce cosa de seis millas mar adentro. Y con esa corriente no pudimos entrar por el dicho río, al
que pusimos por nombre el Río de Grijalva. Nos iban siguiendo más de dos mil indios y nos hacían
señales de guerra (...) Este río viene de unas sierras muy altas, y esta tierra parece ser la mejor que el
sol alumbra; si se ha de poblar más, es preciso que se haga un pueblo muy principal: llamase esta
provincia Potonchán.»
Juan Díaz. "Itinerario de la Armada". 1518
Juan de Grijalva, entabló pláticas con los indígenas de Potonchán entrevistándose con el
cacique maya Tabscoob a quien, inclusive, le obsequió varias cosas, incluyendo su jubón de
terciopelo verde, mientras que el cacique maya le obsequiaba diversos objetos de oro y
artesanías de barro. Grijalva le hizo saber al soberano maya que venía en son de paz y que su
intención era continuar su viaje por la costa. Después de unos días y de abastecerse de
víveres, Grijalva continuó su camino. Pasaron frente a la población de Ahualulco a la que
bautizaron como "La Rambla". Después descubrieron el Río Tonalá (límite natural entre los
estados de Tabasco y Veracruz), al que pusieron por nombre "Río de Santo Antón", por ser el
marino Antón de Alaminos su descubridor; continuaron por la costa descubriendo la "Sierra de
San Martín" y posteriormente llegaron a un islote al que bautizaron como San Juan de Ulúa.

Segunda expedición: Hernán Cortés 1519[editar]


Fundación de Santa María de la Victoria y primera Actuación Notarial en México

Hernán Cortés, Fundador de Santa María de la Victoria, primera población castellana en la Nueva
España.

La tercera expedición partió de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518. Al mando iba


el capitán Hernán Cortés. Desembarcó en el puerto de La Trinidad, donde por casi tres meses
acopió armas, municiones, algunos caballos, reclutó soldados y nombró 11 capitanes para
otras tantas naves que conformaban la expedición. El 10 de febrero de 1519 finalmente
abandonaron las costas de la isla Fernandina (Cuba), con las 11 naves, 500 hombres, 50
marinos y 200 indios auxiliares.
Entre los capitanes designados estaban Pedro de Alvarado, Alonso de Ávila (o Dávila), Alonso
Fernández Portocarrero, Diego de Ordás, Francisco de Montejo, Francisco de
Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León, Cristóbal de
Olid y Gonzalo de Sandoval, y el piloto mayor Antón de Alaminos. La expedición siguió la ruta
de Juan de Grijalva, bordeó la Península de Yucatán y arribó a Tabasco el 12 de marzo de
1519, al desembarcar en la "Punta de los Palmares" justo en la desembocadura del Río
Grijalva, pero a diferencia de la expedición de Grijalva, Cortés fue recibido en forma hostil por
los indígenas, quienes con señales le decían que se fuera.1

Batalla de Centla el 14 de marzo de 1519.

El 13 de marzo, por la mañana, Fray Juan Bartolomé de Olmedo y el capellán Juan


Díaz oficiaron la primera misa cristiana de lo que más tarde sería la Nueva España y una de
las primeras del continente. A continuación, Cortés envió a Alonso de Ávila para que con cien
hombres llegara hasta el pueblo de Potonchán por tierra, y lo instruyó para que cuando
escuchara los primeros tiros atacara él por tierra y Cortés por el río, encontrándose frente a
frente con más de cuarenta mil indios a pie y en canoas.1 En ese momento, Cortésinstruyó al
escribano del rey, llamado Diego de Godoy, para que conminara a los indígenas a la paz
leyéndoles el Requerimiento, realizándose así la primera actuación notarial en México.12
Ante la negativa de los indígenas a sujetarse a la corona española, Cortés decide atacarlos a
la mañana siguiente, escenificándose así el 14 de marzo de 1519 una cruenta batalla
conocida como la "Batalla de Centla", en donde tomó parte por primera vez el caballo en una
batalla en el nuevo mundo, causando un gran impacto entre los nativos, al considerar estos
que caballo y jinete eran uno mismo.
Después de varias horas de lucha, los castellanos logran derrotar a los naturales del pueblo
de Potonchán, gracias a la aparición de Cortés y de Francisco de Morla con la caballería.
Luego de conminarlos a rendirse, logra pactar con el cacique maya Tabscoob su sumisión a la
corona española.
«...Y después de apeados debajo de unos árboles y casas que allí estaban, dimos muchas gracias a
Dios por habernos dado aquella victoria tan cumplida y como era día de Nuestra Señora de Marzo,
llamose una villa que se pobló, Santa María de la Victoria, por ser día de Nuestra Señora como por la
gran victoria que tuvimos. Esta fue la primera guerra que tuvimos en compañía de Cortés en la Nueva
España(...)y fuimos a ver a los muertos y eran más de ochocientos(...)Estuvimos en esa batalla sobre
una hora que no les pudimos hacer perder, por ser buenos guerreros, hasta que vinieron los de a
caballo(...)y que en aquella batalla había para cada uno de nosotros tantos indios que a puñados de
tierra nos cegaran, salvo que la gran misericordia de Nuestro Señor en todo nos ayudaba(...)luego
enterramos dos soldados y quemamos las heridas de los demás y de los caballos y cenamos y
reposamos(...)y dejémosle aquí, y diré lo que más pasamos...»

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