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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
RESPETADO(A) LECTOR(A):
Esta publicación no está relacionada ni está patrocinada por alguna Religión, Organiza-
ción Espiritual, iglesia, secta, grupo, asociación, sociedad o empresa, de las que hay en
este Mundo Físico de la Tierra. Es directamente Ofrecida GRATIS por el Autor, y co-
mo una manera de COMPARTIR con Usted el Proceso de Aprendizaje de él, puesto que
es muy posible que a Usted también le pueda servir de algo para su vida actual.
Sin importar cuál sea su concepto acerca de Dios, si cree o no cree que El Existe, qué
opine de la “Oración”, de la Fe, este Libro, dentro de la lógica y de la veracidad como
está escrito, es muy probable que le permita ENTENDER “ALGO MAS” con referencia
a la “ORACION A DIOS” en el entorno de la Ley de la Atracción.
No está de más recomendarle y sugerirle que si Usted, por ahora, NO CONOCE el tema
de la Ley de la Atracción, entonces, simplemente en los lugares donde encuentre las pa-
labras “Ley de la Atracción” o “Ley” (para referirse a ésta) las sustituya con “ORA-
CION A DIOS”, para que se le FACILITE ENTENDER la Información que se le está
comunicando en esta Obra.
Más que cualquier otro, el OBJETIVO de este Libro es que Usted se ACERQUE más
y CONOZCA más al Unico, Real y Verdadero ¡DIOS! del Cielo y de la Tierra, para que
por fin pueda Amarlo, Adorarlo, Honrarlo y Respetarlo como El mismo ESPERA PA-
CIENTEMENTE que Usted lo haga “algún día”.
Como El Escribiente RECIBO GRATIS la "manifestación” de esta Información, y así es
como se la entrego a Usted, también GRATIS, para Conocimiento SUYO, y para que la
Divulgue de la forma que a Usted le parezca mejor y más fácil y rápida.
MUCHAS GRACIAS por leer esto, ya que efectivamente contiene INFORMACION
ESPECIAL que “no está disponible” en otro sitio, o por lo menos que esté concebida y
redactada para explicarla en el CONTEXTO “COMPLETO” empleado en este Docu-
mento.
Cordialmente,
El Escribiente.
LA FE QUE DA PROSPERIDAD
INTRODUCCION
Desde hace poco más de 30 años he tenido la inquietud por el tema reli-
gioso y espiritual: Dios, el mal, el bien, el pecado, la salvación, la iglesia, y
por esto tuve a mi disposición muchos libros y folletos de estos temas y tu-
ve contacto directo con dos Iglesias “Cristianas”, aparte de que hasta mi
adolescencia fui criado como católico (lo cual me permitió compartir y vivir
esta expresión religiosa, hasta el punto de haber estudiado en un Colegio
católico).
Más o menos en el año 1996, me encontré con cierta información a la cual,
a pesar de que me le acerqué y la estudié superficialmente, de un momen-
to a otro la dejé de lado y casi que la había olvidado por completo, primero
por circunstancias personales y segundo por asuntos “religiosos”.
Mi vida ha tenido etapas de “religiosidad”, diría que extrema aunque no
fanática, y otras de desapego por lo religioso y de pretender “disfrutar” del
mundo, aunque siempre teniendo esa convicción y ese deseo de creer en
que Dios sí existe y que alguien debe tener la razón respecto a quién es El,
cómo es, cómo actúa, y qué papel juegan en todo esto las religiones del
mundo, sus libros sagrados y especialmente la Biblia.
A partir de 2008, estuve dedicado a leer algunos textos y documentos
“buscando” una razón religiosa de peso en alguna de las Iglesias (de origen
cristiano) que, según mi criterio, podrían tener más verdad que las demás,
para vincularme con ella, o por lo menos para poder pensar que estaba
creyendo en la verdad, aunque solo fuera “mi verdad”.
De todas maneras sigo leyendo acerca de este tema, más que como una
respuesta a mi búsqueda, sí como para saber entenderlos y para mi cultura
general.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
con toda la sinceridad, “me ha buscado” casi desde que yo tengo memo-
ria.
Entonces tomé la decisión de hacerme disponible, sin evasivas ni justifi-
caciones, para todo lo que viniera respecto al tema.
Por eso fue que después de que recopilé los extractos, publicados en el Do-
cumento: “¿COMO TENER PROSPERIDAD?” (del cual yo tan solo fui El Escri-
biente) y a pesar de que considero como válido todo lo que en él se habla de
la Ley de la Atracción, yo sentía que ese “compendio” aunque abarcaba
mucho de esta Ley, para mí se quedaba “cojo”, algo faltaba y que no me
tenía del todo satisfecho.
LA BUSQUEDA
Seguí con mi “búsqueda”. Inicialmente tan solo quería seguir con mi
aprendizaje, para lo cual empecé el mismo “plan de trabajo” que había se-
guido para “¿COMO TENER PROSPERIDAD?”: buscar en Internet los libros,
leerlos, sacar los extractos importantes según mi criterio, recopilarlos y or-
ganizar un nuevo Documento, una segunda parte del mismo tema y de
cómo hacer más efectiva la Ley de la Atracción; y tan solo limitarme a esto.
Pero en el camino me fui encontrando con algunas “perlas”, como he queri-
do llamarlas porque han sido “verdades”, que estando ahí, nunca antes las
había visto, y tan claras y tan incontrovertibles como para ignorarlas (en
este momento pienso que a Usted le puede haber pasado lo mismo en su
aprendizaje y su “investigación” sobre la Ley de la Atracción, y que por eso
sí va a entender a qué me refiero y que es muy probable que en esto y lo
que sigue no vea tan solo “simples coincidencias” y que muchas de mis
“perlas” también hayan sido suyas en algún momento).
EL PASADO REGRESA
En especial hubo una autora citada en el Documento que, por la forma de
escribir y la manera de tratar el tema, llamó mi atención (en este momento
prefiero no mencionar de quién se trata para evitar de su parte algún “jui-
cio” sesgado de todo lo que yo comente).
Y recurrí a la fuente increíble de Internet, encontrando más libros de esta
persona, quien a su vez me remitió a otros autores, y cada vez que leía al-
go más, sin tener en cuenta lo mucho que aún me falta por leer, mi asom-
bro no me dejaba pues las “perlas” seguían y seguían apareciendo.
En la medida que fui leyendo el nuevo material que encontré, sorpresi-
vamente, aunque ya llevaba leído buena cantidad del material, me di
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cuenta que era lo mismo con lo que había tenido contacto para la época de
1996, pero la claridad que esta información empezó a tener en mi mente
fue asombrosa.
Inclusive recordé que en la época de mi estudio de bachillerato en el Cole-
gio (alrededor del año 1976) yo resulté participando en un “curso” de algo
que llamaban “Ciencia Cósmica” (de lo cual no debían saber, ni creo que
supieran, las directivas católicas del Colegio).
Entre los tópicos que se estudiaban en este “curso”, lo que recuerdo con
más claridad es que se hablaba de las “energías del universo” (interpreto
todo esto como que este tipo de información me ha “perseguido”, desde
hace mucho tiempo y de diferentes maneras, para que yo la estudie y, a lo
mejor, para que yo aprenda a comprenderla, a manejarla y a disfrutarla).
CONOCIMIENTO ESPIRITUAL
Muchas cosas de las que Usted posiblemente ya ha entendido, y que yo he
entendido, y que nos han parecido tan reales y tan lógicas, a otras perso-
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nas les parecen absurdas y como si fueran temas para gente ignorante e
inculta.
Acá no se trata de sabiduría y cultura como las hemos aprendido a definir
según los criterios materiales del mundo, sino de conocimiento espiritual
que, como tal, necesita una predisposición espiritual de la persona para
comprenderlo y de cierto nivel de “espiritualidad” para aceptarlo (que que-
de bien claro que no estoy hablando de religiosidad ni de “santidad”, ni
mucho menos de “santurronería”).
Con todo esto se explica: primero, que la forma de pensar religiosa haya
cambiado tanto a través de la historia de la humanidad; y, segundo, que la
“espiritualidad” haya tenido tan diferentes manifestaciones en cada época
representativa del hombre.
Para citar tan solo dos, miremos el gran cambio que hubo entre la época
antes de Abraham hasta Moisés, en que nace y posteriormente se consolida
el judaísmo, y la época desde Jesús y después de El, en que empieza y se
establece el cristianismo; sin dejar de lado la aparición del islamismo, el
budismo y el hinduismo, como para tener referencia de las principales cinco
religiones, y dentro de cada una de estas no se pueden olvidar las muchas
sectas, divisiones, escisiones.
Hasta llegar a la época actual en la cual hay de todo, y para todos, en lo
que se refiere a satisfacer esa necesidad de “conocimiento espiritual” y de
religiosidad de las personas.
Y ¿por qué todo esto?
CONOCIMIENTO DIVINO
En su infinita sabiduría y poder, Dios ha dado la manera de que cada ser
humano tenga conocimiento de acuerdo a su capacidad mental, emocional
y espiritual en cada época de la historia de la humanidad y con mayor ra-
zón en la época actual (me refiero al tiempo desde mediados del Siglo XX
hasta el día de hoy).
Por eso es que quien está en un lado, por ejemplo una Iglesia cristiana, se
le hace difícil, si no imposible, entender cómo hay personas que creen en
otras cosas tan diferentes, como en el budismo, y así para cada tipo de co-
nocimiento religioso y espiritual.
Esto quiere decir que ante los ojos de Dios todos tienen una parte de la
verdad y de la razón, la parte que la capacidad mental, emocional y espiri-
tual de cada persona le permite asimilar y comprender; y cuando alguien
ya no se siente satisfecho con lo que sabe y con lo que cree y desea bus-
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EL ASUNTO ES TENER FE
Pues es así de sencillo: pero no es “tener Fe”, es “TENER FE”.
Es la FE que tuvo Abraham, no en vano lo llaman el “Padre de los Creyen-
tes”.
Por FE dejó a sus padres y se fue en pos del Dios que le dijo que lo hiciera,
por FE hizo todo lo que hizo y se hizo merecedor de las promesas y de las
bendiciones de Dios (hasta el punto que hoy es considerado el Padre de
tres religiones: judaísmo, islamismo y cristianismo) y todo esto también es
posible que Usted ya lo sepa.
Pero la mayor prueba de su FE, de la de Abraham, y de lo cual da constan-
cia la Biblia, fue cuando estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac.
Y aquí es cuando el Caso Aika (leer artículo en Anexo 1) y la historia de
Abraham con Isaac se parecen, y en cierta manera fue como una “Luz” que
me dio respuestas.
EL CASO AIKA
En el artículo el autor es muy franco y manifiesta su historia con gran deta-
lle, teniendo la gentileza de advertir este hecho para evitar afectar a al-
guien; eso fue lo que llamó mi atención y esa sinceridad fue la que me
permitió “mi Luz”.
Habla de que después de cierto tiempo de haber pedido un “perro cacho-
rro”, por ¿Ley de Atracción?, llega Aika a su casa; pero dice que si el “de-
seo había sido cumplido” no era lógico ni justo que Aika se enfermara y que
casi estuviera para morirse.
En aras de la verdad y por lo que sé, en este momento debo decir que en
el estado tan deplorable en que dice que Aika llegó a estar, lo más seguro
era que muriera.
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Cuando empecé a leer la historia ese era el final que yo pensé que tenía,
pero no fue así.
¿Sí hubo un “milagro”?, ¿funcionó la Ley de la Atracción?
No sé, pero sí sé que “algo” pasó y Aika está viva.
Entonces, ¿qué pasó?
LA ENCRUCIJADA DE TENER FE
Llegamos entonces a un punto que parece una encrucijada:
Si en principio puedo reemplazar la fe con afirmaciones y visualizaciones, o
con sueños lúcidos, meditaciones, cheques para el “Banco del Universo”,
como muchos otros recomiendan, para ir “fabricando mi fe”, o reforzándo-
la, según se deduce de lo que dicen todos los autores, ¿en qué momento
ya no debería hacerlo?, ¿en qué momento debo dar un “siguiente paso”?,
¿en qué momento debo dejar que todo sea cuestión de FE, de TENER FE?
Entonces, ¿qué es TENER FE?
Volvamos al caso de Abraham.
Después de mucho tiempo y cuando ya parecía que era imposible, o que a
Dios se le había olvidado su promesa, por fin llegó Isaac; y después ese
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hijo tan deseado, tan esperado, debía ser sacrificado para probarle a Dios
su fidelidad, su FE.
¿Qué hizo Abraham?
El no discutió con Dios; él no trato de razonar con Dios: ¿por qué tengo
que sacrificar a mi hijo, al que te pedí con tanto deseo, el que tú mismo me
diste?
Dice la Biblia que Abraham se limitó a obedecer (sin renegar ni cuestionar a
Dios) y a llevar a su hijo hasta el sitio de sacrificio para demostrarle a Dios
que sí tenía FE en El.
Desde la perspectiva humana, es posible que muchos pensamientos nega-
tivos tanto como positivos hayan pasado por la mente de Abraham; o que
simplemente hubiera tenido tan arraigada su FE en Dios y estaba tan acos-
tumbrado a confiar en Dios, porque sabía de su poder, que por su mente
no pasó nada más que un pensamiento de gratitud, de paz y de franca
confianza en las disposiciones de su Dios.
Abraham tenía que saber (¿o intuir?) que Dios es Perfecto, Inteligente,
Omnisciente, Omnipresente, Omnipotente, Justo, Amoroso, y que nada
malo podía esperar de El (como nosotros deberíamos saberlo y estar cons-
cientes y seguros de eso).
Sin vacilación llevó a Isaac hasta el altar y cuando todo estuvo dispuesto
para sacrificarlo, sucedió “el milagro” (la otra parte de la historia ya es su-
ficientemente conocida).
EL DIA DE DESCANSO
¿Qué fue lo que pasó entonces con Abraham?
Primero, no entabló ningún tipo de controversia, ni reclamó, ni pretendió
cambiar los “planes” de Dios, demostrando que SI estaba seguro de lo que
podía recibir de Dios, que en ningún momento podía ser algo malo, negati-
vo o imperfecto.
Así reconocía que las respuestas de Dios siempre son perfectas, como
Dios Perfecto que es.
Y segundo, es mi “Luz percibida”, posiblemente se acordó y tuvo en cuenta
porque intuyó que era lo mejor (o estaba muy arraigado en su mente y en
su corazón, en todo su ser), lo que Dios mismo le había ordenado y él sabía
respecto al “día de descanso”.
Porque contrario a lo que se piensa, que los mandamientos aun no estaban
en vigencia, en el monte Sinaí Dios simplemente recopiló los mandamien-
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tos que ya muchos conocían, o intuían que se debían cumplir, y los or-
ganizó para dárselos a conocer formalmente a los israelitas, y de paso a
toda la humanidad.
“Acuérdate (digo yo: recuerda y ten en cuenta) del día de reposo (estar
quieto, en silencio y esperar) para santificarlo (darle el uso que yo le
asigné)”.
“El Eterno bendijo (decretó) el día de reposo (estar quieto, en silencio y
esperar) y lo santificó (le asignó un uso en el “proceso de creación”)”
(Exodo 20:8, 11b).
¿Por qué el día de “descanso”?
¿Qué tiene que ver el “descanso” con todo esto? (dirá Usted: ¿ahora con
qué irá a resultar?).
Es decir, “recuerda y ten en cuenta: estar quieto, en silencio y esperar, pa-
ra darle el uso que yo le asigné”.
“Dios decretó el estar quieto, en silencio y esperar, y le asignó un uso en el
proceso de creación”.
¿Cuándo?
Siempre, todos los días.
Cada vez que estemos “creando”, cada vez que estemos pensando, hacien-
do afirmaciones y visualizaciones.
No por mucho pensar, hacer afirmaciones y visualizaciones se logran las
cosas; debemos encontrar el momento, ese momento de quietud y de si-
lencio y de paz (digamos de tranquilidad o “vacío” mental), que nos da el
TENER FE para esperar el resultado, o la manifestación.
O sea que todos los días, y en todo momento, pueden ser de “descanso”
(como veremos más adelante).
LA CULMINACION DE CREAR
En el Proceso Creativo, que no es más que el uso de la Ley de la Atracción,
porque lo que vamos a hacer es crear: salud, dinero, amor, felicidad, hay
varios pasos (como Usted ya puede saber) pero el último, no porque sea
menos importante, sino porque es la culminación del acto de crear, es
“descansar”.
Cuando en la Biblia se habla de la “Semana de Creación” de Dios, el reflejo
y modelo de todo Proceso Creativo, el último día (o paso) es el del “des-
canso”.
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¿Acaso todos los que hablan de “meditación”, incluyendo a todos los que
dan “Guías para meditación”, no establecen unos mismos parámetros: es-
tar en silencio, en paz, relajados (quietos), y esperar?
En realidad no es lo mismo, ni con toda la parafernalia y la complicación
que todos quieren endilgarle al proceso de meditar (según como todos ellos
lo han aprendido y lo interpretan).
En este caso “meditar” es algo tan sencillo como ya no “pensar” (ni en afir-
maciones ni en visualizaciones ni en cualquier otro tipo de “ayuda externa”,
dejando a un lado sentimientos y emociones negativos), sino parar y, en
un estado de inmensa GRATITUD y FE, “hacerse uno con Dios”, espe-
rando que El de su respuesta.
Esta respuesta bien puede ser más conocimiento espiritual, o de otro tipo
para lograr nuestro deseo, o definitivamente una “manifestación” física.
Bien sabemos que Dios tiene muchos mecanismos para dar sus respuestas,
y la clave está en eso: en tener “quieta nuestra mente” para poder intuir y
discernir qué está Dios respondiendo.
Eso sí es TENER FE, porque nuestra solución está en HACERSE UNO CON
DIOS. Eso es TENER FE.
LA FELICIDAD
De todas maneras por lo menos deberíamos reconocer que el propósito de
Dios para nosotros es que seamos felices, ni siquiera es tan solo que sea-
mos “prósperos”.
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RECONOCER A DIOS
La inclinación natural de la mayoría de seres humanos es preferir querer
seguir haciendo su voluntad, así sus deseos de por lo menos prosperidad
económica, se vean frustrados y no logren resultados efectivos con la Ley
de la Atracción.
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FONDO Y FORMA
Hasta donde he leído, la mayoría de autores se limita a mostrar la parte de
la “forma” de la Ley de la Atracción, cómo funciona y cómo podemos “hacer
para que nos funcione”.
Pero no van más allá, hasta el “fondo” de la Ley: qué hay detrás de ésta y
cuál es el sentido espiritual y de trascendencia que tiene.
El que me pareció que tiende una especie de “puente” entre esa cuestión
“formal” y esa razón “espiritual” de ser de la Ley de la Atracción, fue el au-
tor del libro “Un Feliz Bolsillo de Dinero”, y por eso fue que en mi Documento
lo ubiqué en el último lugar.
Pensé que era la mejor manera de que quien no supiera nada del tema lo
fuera asimilando paulatinamente, hasta llegar al punto de leer esa parte de
la obra.
De todas maneras pienso que David Cameron Gikandi, dicho autor, se que-
da corto en el desarrollo de la profundidad de la parte trascendente de la
Ley de la Atracción.
Es muy posible que haya personas que terminen de leer el Documento con
un gran deseo de saber más, de saber en realidad qué o quién está detrás
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DUALIDAD MENTAL
Muchas veces pasa algo de lo cual no sé si Usted es plenamente conscien-
te:
- Para lo “bueno” (pedir algo que no tenga) “confía”, al parecer sin duda
alguna, y permite que sea ¿la ley de la Atracción?, ¿Dios?, quien se lo con-
ceda, espera pacientemente (no se qué tan vehemente pueda ser en su
pedido) y podría obtener un “buen resultado”.
- Por otra parte, cuando busca resolver algo “malo”, algo de urgencia o de
emergencia, da la impresión como si no fuera la misma persona quien ex-
presa el deseo de una respuesta (y aquí sí casi que con toda seguridad ma-
nifiesta su vehemencia recurriendo a lo que sea: afirmaciones, visualizacio-
nes, con tal de lograrlo).
Pareciera que Usted ansía lograr un resultado y que este “tiene” que ser
el que Usted desea y en el momento y en el lugar dispuestos por Usted.
NECESIDAD SATISFECHA
TODOS los deseos pedidos, de acuerdo a los parámetros de la Ley de la
Atracción (y según como lo mencionan algunos autores y yo así lo entien-
do) se cumplen, pero no siempre tal y como nosotros los hemos deseado,
aunque no por eso dejan de ser perfectos.
La clave está en que cada uno reconozca esta verdad en primer lugar, y
luego entienda que la manifestación del deseo siempre está orientada a su-
plir la mayor necesidad que uno tenga:
Yo puedo pedir dinero, porque “pienso” y “siento” que lo necesito, pero mi
carencia mayor puede ser de Fe; puedo pedir amor, pero mi mayor necesi-
dad podría ser salud; y así igualmente en muchos otros casos parecidos.
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Esto quiere decir que hasta que no tengamos plena satisfacción de lo que
Dios considera que son nuestras necesidades reales y prioritarias, no
vamos a recibir tan solo lo que cada uno “quiera”, o mejor, lo que cada
quien “desea”.
Por eso la frase de Jesús:
“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os
serán añadidas” (Mateo 6:33), que explica qué es lo que debe ser priorita-
rio para nosotros y para nuestros deseos.
Y para quienes insisten en que su necesidad de dinero es apremiante, tan
sólo deberían revisar si esto es tan cierto o simplemente es una apreciación
equivocada.
Siempre hay una necesidad mayor que la de dinero o bienes materiales y
reconocerla es TENER FE, y si se tiene FE ya podremos estar seguros que
hay una solución perfecta para esta necesidad, la cual una vez satisfecha
abre las puertas para que la manifestación de nuestros deseos materiales
sea cumplida.
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TENER FE.
Sacarme todo lo negativo, no querer contradecir, simplemente dejar que
esto se manifieste; lo que podría llegar a “perder” no tiene ni el más míni-
mo valor al lado de lo que tengo para ganar, si es que también Creo y
TENGO FE en que tengo algo para ganar.
DAR Y DIEZMO
Una de las condiciones para que la Ley de la Atracción funcione, y con la
cual creo que todos estamos unánimemente de acuerdo, es la de DAR, así
no sea necesariamente esperando Recibir.
Algunos autores resaltan la importancia del Diezmo en este asunto de dar.
Muchos pueden no estar de acuerdo con esta práctica, especialmente por
las tristes experiencias que pueden haber tenido en algunas de sus “Igle-
sias” u otras “organizaciones”; principalmente por el mal manejo que mu-
chas veces se da a estos recursos económicos, desviándolos del propósito
inicial y básico para el cual fueron entregados, haciendo que terminen be-
neficiándose unas pocas personas que egoísta y autoritariamente se arro-
gan este privilegio.
Esto sucede porque no hay un entendimiento espiritual de lo que hay
detrás de este “Mandato Divino”.
Vamos a partir de que el lector conoce las disposiciones bíblicas generales
acerca de esta práctica como las presentan la mayoría de Iglesias que la
aceptan, y de que supone, y tal vez comprende, que es Dios Quien está en
realidad detrás de este precepto (para más información sobre el “diezmo
bíblico” ver Anexo 2).
TENER FE Y DIEZMO
Las cosas van mucho más allá de lo que sabemos, y es donde el diezmo y
TENER FE, se cruzan, así como todas las cosas que tienen que ver con
Dios.
Abraham dio su “DIEZMO”, por TENER FE (ver Génesis 14:17-24).
Jesús también habló de que era necesario dar el DIEZMO (Mateo 23:23).
Pero Jesús mismo fue más contundente en el concepto de dar, lo que in-
cluye saber la información básica necesaria hasta para dar este Diezmo,
cuando hizo claridad al establecer: “Dad a César lo que es de César, y a
Dios lo que es de Dios” (Marcos 12:17); es decir, hay cosas específicas que
se deben dar a “César” y cosa específicas que se deben dar a Dios.
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EL DIEZMO Y NOSOTROS
Como en el caso del diezmo, el DAR lo que nuestro corazón nos indique es
una prueba de TENER FE.
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RECAPITULEMOS
Y el diezmo para Dios, ¿cuál es entonces?
Ya se dijo que el diezmo para Dios es espiritual.
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¿Cómo así?
Si recuerda, también se dijo que en el “proceso de creación” tenemos nues-
tro “día de descanso”, que no es más que el “momento” en que cada uno
está quieto, en silencio, en paz, y espera que Dios se manifieste; es el mo-
mento en que cada uno se hace UNO con Dios (con su Presencia “Yo
Soy”), y espera la manifestación.
Al fin y al cabo es cada uno quien crea la manifestación (Dios crea,
Dios está en Todo y en Todos, Dios está en mí, Yo Soy Uno con Dios –mi
Presencia Yo Soy-, entonces Yo Soy quien hago mi propia creación y
mi manifestación).
Dirá Usted:
¿Qué tienen que ver TENER FE, el DIEZMO, el DIA DE DESCANSO, el PRO-
CESO DE CREACION, la LEY DE ATRACCION, DIOS, MI PRESENCIA “YO
SOY”?
Si la respuesta no es del todo evidente para Usted, voy a aclararle lo que
considero son las fichas que le hacen falta para armar su “rompecabezas”
mental y espiritual.
OCHO MANDAMIENTOS
Los Mandamientos que registra la Biblia, como codificados y entregados por
medio de Moisés, son Diez (ver Exodo 20:1-17).
De estos Diez hay ocho que, como dice la autora que me abrió las puertas
a todo este conocimiento, tienen el NO como advertencia (No tendrás dio-
ses ajenos…, No te harás imagen…, No tomarás el nombre del Eterno en
vano…, No matarás, No cometerás adulterio, No hurtarás, No hablarás con-
tra tu prójimo…, No codiciarás…), para física y materialmente no violarlos
por las consecuencias físicas y materiales que tendrían.
Es decir, el infringirlos trae efectos directos hasta para la espiritualidad de
cada ser humano, por lo tanto se deben respetar y acatar.
Pero hay también una parte que va más allá de lo espiritual como lo perci-
bimos nosotros, ya que no se trata del simple hecho de “apartarse espiri-
tualmente de Dios” con las consecuencias espirituales de esto por violar
cada uno de ellos, sino que ese “NO” lo que quiere decir es que espiritual-
mente NO PODEMOS HACER lo que está dicho, espiritualmente hablando
es imposible hacerlo.
No podrás tener dioses ajenos…, No podrás hacerte imagen…, No podrás
tomar el nombre del Eterno en vano…, No podrás matar, No podrás come-
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EL QUINTO MANDAMIENTO
Pero quedan dos Mandamientos, como si estuvieran sueltos o no tuvieran
algo que ver con los otros ocho.
Me voy a referir primero al Quinto, porque antes ya hice mención de una
parte relacionada con el Cuarto.
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra
que el Eterno tu Dios te da” (Génesis 20:12).
Es decir:
Glorifica a Dios - Tu Presencia Yo Soy (tu Padre y tu Madre, Dios Padre-
Madre), para que tus procesos de creación se faciliten en el planeta Tie-
rra que te asigna tu Dios Eterno, tu Presencia Yo Soy.
O sea que si yo quiero que la Ley de la Atracción me funcione, debo TENER
FE en el Poder que está en ella y detrás de su capacidad de acción: el mis-
mo Dios, Mi Presencia Yo Soy.
Esto no quiere decir que se pueda dejar de dar honra a padre y madre físi-
cos, ya que, como seres humanos que también son, merecen, y con mayor
razón, nuestro respeto y amor; y porque lo que no queramos que nos
hagan como padre o madre, o como personas, no debemos hacerlo con
nuestros padre o madre, como personas que también son.
Como Dios es Perfecto, y en su perfección hay equilibrio, ya podemos notar
cómo sus famosos y espirituales Diez Mandamientos también muestran
equilibrio; y el quinto mandamiento es el que garantiza ese equilibrio.
Los cinco primeros hablan de nuestra relación espiritual con Dios, los cinco
últimos especifican nuestra relación espiritual con las demás personas.
Y si somos un poco más suspicaces podríamos decir que el quinto manda-
miento es la continuación del cuarto, magnificándolo y haciéndolo más sig-
nificativo.
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¿No sería que Abraham sí sabía y era plenamente consciente que, pa-
sara lo que pasara, no iba a tener que sacrificar a Isaac, y que Dios TENIA
que darle otra solución porque estaba seguro de la Perfección de Dios y
de que todo lo que El hacía era Perfecto?
¡Parece ser la confirmación de otro elemento importante para saber qué es
TENER FE!
MAS DE AIKA
¿Qué hubiera pasado si desde el primer momento de la enfermedad de Aika
sencillamente su dueño le manifiesta a Dios su deseo de la recuperación de
la perrita y la deja en manos de El, esperando y confiando en que
cualquiera que fuera el resultado era por la Voluntad de Dios y de todas
maneras perfecto?
¿Se hubiera recuperado o no?
En otras palabras es algo así como no enredar lo que está desenredado:
sabemos que Dios no enreda ni hace cosas enredadas, entonces para qué
las enredamos.
Sí es cierto que hay un momento para hacer algo, en este caso llevar a la
perrita al veterinario, pero no hay claridad acerca de cuándo empieza el
“trabajo” de dar gracias y hacer afirmaciones y visualizaciones: tan pronto
el animalito enferma, o cuando se agrava, o cuando no hay más solución
que llevarla al veterinario, o cuando el veterinario le dice que es grave la
enfermedad, o cuando a pesar del tratamiento la perrita no mejoraba, o
cuando la perrita ya estaba más muerta que viva.
¿Cuándo es el momento en que se debe empezar a actuar (afirmaciones,
visualizaciones y demás ayudas)?, ¿cuándo es el momento ideal para el
“descanso”?
CUESTIONANDO LA FE
En este punto de mis comentarios me inquieta algo que debo hacer saber.
Usted debió leer y “comprobó” que Aika se recuperó.
Al inicio dio muestras de ir recuperándose cuando al parecer empezaron las
expresiones de gratitud, las afirmaciones y visualizaciones, y enseguida de
que fueron más intensas y vehementes la mejoría fue más evidente, hasta
después tener la recuperación total.
Y como todo esto se hizo “invocando” la acción de la Ley de la Atracción, y
por el resultado que se obtuvo, se concluye que esta Ley sí funcionó.
Entonces surgen estas preguntas (que Usted también ya se las debería es-
tar haciendo):
¿Con todo lo anterior quiere decir que cuando cualquier persona, siguiendo
los mismos pasos y acciones con los cuales se obtuvo este resultado positi-
vo, vuelva a hacer lo mismo para pedir cualquier cosa (inclusive “ser millo-
nario”), se esperaría que el resultado siempre fuera positivo?
¿El resultado fue producto de las manifestaciones de gratitud, de las visua-
lizaciones y afirmaciones, o del amor, o de la fe, o del buen tratamiento ve-
terinario, o del deseo de otras personas, o de la voluntad y la perfección de
Dios?
35
LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
¿O de todas juntas?
Cada uno tiene la respuesta; y su respuesta es en lo que Usted en realidad
cree.
Para mí es muy posible que haya sido FE, y esa FE movió el resto: “movió
esa montaña”.
Solo Usted puede discernir e intuir si ya la tiene, si ya tiene la FE que
“mueve montañas”.
Y cuando esté seguro de que ya la tiene, la única manera de retroalimen-
tarla y magnificarla es usarla en forma permanente:
- para lo aparentemente vano y superfluo,
- y para lo más sofisticado y trascendental.
La FE no es solo para emergencias, o para urgencias (como fue el caso de
Aika).
La relación con Dios (con su Presencia Yo Soy) debe ser permanen-
te.
PREGUNTAS IMPORTANTES
Entonces me surgen otros interrogantes:
¿Se necesita que uno esté tan “desesperado” y ansioso por conseguir un
deseo, para que este se cumpla?
¿Usted está así de “desesperado” y ansioso siempre que pide tener una
manifestación?
¿Por qué sus deseos no se le cumplen siempre, si es que alguna vez se le
han cumplido?
¿La clave de todo está en la vehemencia con que se haga una afirmación
y una visualización?
¿Si Dios es perfecto, y es un Dios de Paz y tranquilidad, no habría aquí una
contradicción con tener que estar “desesperado” y ansioso para lograr el
cumplimiento de un deseo?
¿No estaríamos contradiciendo: estar quieto, en silencio, en paz y espe-
rar…?
¿En qué momento esto se convierte en una “vana repetición”?
¿No se está llegando al punto humano de “idolatría” al pretender que el
cumplimiento de un deseo no sea por obra y gracia de Dios, sino exclusi-
vamente por acción de la Ley de Atracción, llegando inclusive al extremo de
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
TEMOR A LA REALIDAD
En este punto hay algo interesante y es que la gran mayoría de autores,
por no decir que casi todos (y si fuera más osado diría que todos, aunque
podría ser injusto porque no he tenido la oportunidad de leer libros de la
gran mayoría, lo cual sería de por sí muy difícil, pero mi intuición algo me
dice que no estoy muy equivocado), a pesar de que hablan de “tener fe”,
solo la relacionan directa y formalmente con la Ley de la Atracción (algunos
tratan de dar a entender que esta Ley es otra manera de denominar al Ser
Supremo, Dios, o a la “energía” que está detrás de ella, inclusive algunos la
citan también como la Ley del Amor).
Mas no se atreven a ser directos y claros en que la única manera de
que esta Ley realmente funcione es TENER FE, no en que la Ley exis-
te, tiene su poder y funciona, sino explícitamente en Dios.
Para hacer esto aducen que lo hacen así porque es una Ley universal
que está al alcance de todos, de quienes creen en Dios y de quienes
tienen otro tipo de conceptos acerca de El, o incluso de aquellos que
no creen en un Ser Divino.
Hay que decirlo sin miedo, que la Ley de la Atracción tan solo fun-
ciona al TENER FE EN DIOS; el problema es de las demás personas
si están equivocados en su conocimiento o en su apreciación espiritual
de Dios, y por este hecho Dios no deja de existir, de ser Perfecto y de
actuar.
LLEGA LA DESILUSION
El problema real es que quien llega a la Ley de la Atracción es inocente-
mente ilusionado con que hacer que esta Ley funcione es tan sencillo
como:
- desear, pedir, creer que ya se recibió, esperar;
- comprometerse a dar, amar y perdonar a los demás y a agradecer (sin
ser muy específicos de si es a Dios, o a qué o a quién);
38
LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
ESTO NO ES CASUALIDAD
Usted y yo sabemos que no llegamos a este tipo de información por casua-
lidad, y si hubo un “algo” o un “Alguien” el cual nos trajo hasta este cono-
cimiento, pienso que lo más lógico es que deseemos saber qué o quién fue
y específicamente para qué aprendemos todo esto (y no creo que lo que
aprendamos tan solo sea para que sepamos cómo hacernos “ricos”).
El por qué, creo que básicamente está dentro del Plan y de la Voluntad de
Dios para cada uno de nosotros.
Si yo pienso así es porque es mi convicción y lo que me hace TENER FE;
nada ni nadie me lo pueden controvertir y mucho menos debería intere-
sarme o preocuparme, o hacerme cambiar de forma de pensar, lo que pue-
dan imaginar, decir o hacer las demás personas.
Acá se trata de mi relación con ese Ser Supremo, que siempre debe ser es-
trictamente “personal”, y los demás ya no cuentan, porque cada uno de-
berá tener “alguna relación” con El, hasta el más recalcitrante “ateo”.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
Y por más ateo que sea, cree en lo que ve sin darse cuenta que esto es una
manifestación de lo que no ve, del Dios Perfecto (y de su Presencia Yo Soy)
que está en Todo y en Todos; mas no por eso Dios deja de Ser y de Existir
y de relacionarse con una parte del Todo que es el supuesto ateo.
LA LEY DE LA GRAVEDAD
Yo puedo “tener Fe” en la Ley de la Gravedad, porque estoy plenamente
convencido de que existe, de su poder, de lo que es capaz de hacer y de
hacerme, pero esto no va a evitar que yo caiga si me lanzo de un sitio alto,
y que posiblemente me lesione (por más afirmaciones y visualizaciones que
haga de que voy a volar o de que voy a caer suavemente y por mas vida
“santa” que lleve).
Pero si yo TENGO FE en Dios y en su Poder, y reconozco su Perfección, y
me caigo accidentalmente es posible que no me pase nada o que las le-
siones sean mínimas (porque es Dios quien está actuando), pero de lo que
puedo estar completamente seguro es de que Sí voy a caer porque Dios
no puede violar sus propias Leyes.
Lo que no puedo hacer es lanzarme intencionalmente al vacío, porque yo
no puedo retar ni desafiar las Leyes ni a Dios, y por “causa y efecto” ya Us-
ted sospecha qué me va a pasar.
DIOS ES OPORTUNO
Es posible que Usted ya sepa que tan pronto Usted expresa su deseo y pi-
de, respetando las Leyes y Principios universales, “en armonía para todo el
mundo, de acuerdo a la Voluntad Divina, bajo la gracia y de manera per-
fecta”, inmediatamente, y no después ni antes, Dios pone en marcha
satisfacer su deseo; ya El lo ha “decretado” y se tiene que cumplir.
¿Cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde? Tan solo Usted puede saber (¿intuir?) la re-
puesta a estos interrogantes, porque la respuesta solo la sabe y la intuye
cada uno; o para contestarlas, sencillamente sería necesario esperar hasta
obtener algún resultado, si es que somos capaces de identificarlo como
“nuestra respuesta” al deseo que formulamos.
La manifestación de Dios ante nuestra petición no siempre es tan exacta
como el deseo formulado, por aquello de que primero se satisfacen las ne-
cesidades de índole espiritual; por más que alguien insista, haga afirmacio-
nes, visualizaciones o emplee otras ayudas, no va a cambiar lo que ya está
decretado y hasta que no modifique su actitud y TENGA FE real, pues las
cosas no van a cambiar.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
Claro está que cuando somos conscientes de que hemos hecho, dicho o
pensado algo “malo” es más que evidente cuál es el por qué, pero de todas
maneras habrá que esperar para saber el para qué.
Tal vez sea mejor dejar que las cosas simplemente pasen, que fluyan de
acuerdo a la “perfección de Dios”, TENER FE en Dios y en su perfección
para hacer las cosas; y que después, tan sencillo como solo pensarlo, ana-
licemos los pormenores del asunto.
Y si está dentro del Plan de Dios y de acuerdo con su Voluntad que lo se-
pamos, y somos merecedores, ya habrá tiempo para que toda la informa-
ción nos llegue.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
DIOS DA LO NECESARIO
En este asunto hay algo bastante curioso, pero no por eso deja de ser cier-
to.
El ser humano es multidimensional y su desarrollo y el de la humanidad,
como colectividad, debería ser integral.
Si se avanza en tecnología se debería avanzar en cualquier otro aspecto y
con mayor razón si se trata de la parte espiritual.
¿Qué quiere decir esto?
Que la Ley de la Atracción ha estado funcionando muy activamente para
suplir todos esos avances tecnológicos.
Dios ha permitido que esto sea así, y los seres humanos involucrados en
esto han dado rienda suelta a su capacidad inventiva, de aprendizaje, de
compartir conocimientos, para lograr sus propósitos.
Pero en los otros aspectos, especialmente el espiritual, hay fallas tan evi-
dentes que los resultados se ven por todo el mundo resumidos en apa-
riencias de muerte, dolor, depresión y tristeza.
Si Dios, siendo Perfecto, permite algo, es porque va a satisfacer a cada
persona en todo como ser multidimensional que es cada una.
Si hay adelantos tecnológicos, si hay suficientes alimentos, si hay muchas
comodidades materiales, Dios desea que las tengamos, y está dispuesto a
dárnoslas cuando con sinceridad se las solicitemos, inclusive invocando la
Ley de la Atracción.
Pero si tenemos carencias “de base” como falta de amor, falta de perdón,
falta de gratitud, falta de FE, entre otras, hasta que no las reconozcamos
como deficiencias y deseemos con toda nuestra mente y todo nuestro co-
razón que Dios las supla, no obtendremos el “resto”.
Si no fuera así Dios sería injusto e imperfecto.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
LA NECESIDAD DE CONOCIMIENTO
Cada persona antes de nacer tuvo que “planear” toda su existencia en la
vida que iba a vivir, ya que como parte de Dios todo tiene perfección, pero
al momento de nacer todo se olvida.
Lo único que hay que hacer es dejarse llevar por algunas “señales” que en
el transcurso de la vida van apareciendo, dependiendo de la misión que
uno tenga que cumplir, que van a ayudar para “recordar” (tal vez no es re-
cordar en el estricto sentido de la palabra en nuestro pensamiento humano
material, sino algo así como re-aprender) lo que necesitemos para avanzar,
que no es más que lo que ya habíamos programado en nuestra “memoria”.
Por eso es que cuando aparentemente uno ya “sabe todo” y siente que lo
demás que necesita saber lo tiene que encontrar como sea, el simple deseo
empezará a abrir puertas, y a acercarnos personas, libros, circunstancias,
“recuerdos”, que nos empezarán a dar las respuestas requeridas.
Aquí es donde la intuición y la FE juegan un gran papel para no equivocar-
nos y debemos hacer uso de una gran capacidad de discernimiento para
tomar las decisiones que nos hagan más corto el camino.
Si nos equivocamos, y como de todas maneras estamos en nuestro “cami-
no verdadero”, esa Mano que siempre dirige todo vuelve a encauzar las
cosas, pero la clave está en tener una mente abierta y un corazón dispues-
to para aceptar esa ayuda espiritual.
Qué tan largo o qué tan corto sea este camino solo depende de cada uno
de nosotros.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
¿DIOS MIO?
Ha pensado Usted alguna vez, como yo he caído en cuenta, ¿por qué las
personas, quienes dicen creer en Dios (inclusive muchos que dicen no creer
en El), consciente o inconscientemente usan las expresiones “Mi Dios” o
“Dios Mío”?
¿Será que en el subconsciente está grabada esa información del “Yo Soy en
mí”, o “mío”, y como no se sabe de ese nombre de Dios (porque en general
lo han ocultado) no relacionamos las dos cosas?
Tengo la idea de que ese famoso “Dios Mío”, o “Mi Dios”, es lo mismo que
decir “Mi Presencia Yo Soy” o “la Presencia Yo Soy en mí” (o simplemente
“Mi Yo Soy”, o el “Yo Soy en mí”), ya que, después de todo, esa es la parte
de Dios que hace “presencia en mí” y “actúa por mí”, como si yo dijera y
creyera que es el mismo Dios quien actúa.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
MI PROPOSITO
Yo continúo en mi aprendizaje, en mi búsqueda, ya no de una Iglesia ni de
Dios (a quien ya encontré) ni de aprender a manejar la Ley de la Atracción
(porque creo que ya entendí todo en lo que se basa), sino de lograr esa FE,
de TENER FE.
La FE que hace que yo minimice hasta eliminar mis errores, mis pensa-
mientos negativos y que hace que siempre mi enfoque esté en lograr todos
mis deseos “en armonía para todo el mundo, de acuerdo con la Voluntad
Divina, bajo la gracia y de manera perfecta”.
Deseando además que, a su vez, todos avancen para TENER FE y así ob-
tengan lo que desean, y reconociendo que todo el Poder y la Perfección de
Dios siempre están conmigo, en mi amada, Todopoderosa y magnífica
Presencia Yo Soy, quien es el poder que va a responder a todos mis pe-
didos para cumplir mis deseos.
Y si con esto logro mis propósitos y que se cumplan todos mis deseos de
acuerdo al Plan y a la Voluntad Divinas y para beneficio de otras personas,
TENGO FE que habré cumplido mi misión en esta vida en la Tierra.
CONCLUSION
Con todo lo expuesto no pretendo polemizar con Usted, respetado(a) lec-
tor(a), ni mucho menos controvertir o negar lo que Usted haya estudiado e
investigado acerca de la Ley de la Atracción.
Tan solo busco contarle un “algo más”, que pueda facilitarle su adelanta-
miento acerca de esta Ley, de pronto con una visión suya más amplia del
tema, o simplemente sea el punto de confirmación de que se ha encamina-
do hacia algo favorable o que definitivamente sigue transitando por “buen
camino”.
Por eso le decía al principio que Usted y yo siempre hemos tenido la res-
puesta:
- en primer lugar, porque estoy convencido de que ya la tenemos progra-
mada en nuestro “interior”;
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
El Escribiente.
*Todas las Citas Bíblicas fueron tomadas de la versión Reina-Valera, revisión de 1.960.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
ANEXO 1.
¡GRACIAS AIKA!
(Por Walter Daniel Genga)
Antes de que comiencen a leer este artículo debo pedirles disculpas por lo crudo
del relato, porque como siempre hago, baso mis escritos de la ley de la atracción
en mis propias experiencias y en esta en particular es importante no ocultarles
ningún hecho, porque por medio de ellos podrán irse dando cuenta de cómo me
apareció ese sentimiento inicial de impotencia y cómo este fue creciendo con el
correr de los días.
Y también les pido permiso por el lenguaje vulgar que en este caso voy a utilizar
en varias partes, ya que si bien un mismo concepto se puede trasmitir usando un
lenguaje rico en palabras, en el caso de los sentimientos y emociones hay veces
que las palabras que mejor los describen son las que van a leer a continuación y
que por medio de ellas puedo lograr que ustedes perciban lo que yo sentí en ese
momento, porque por otra parte, todos los seres humanos o la gran mayoría por
lo menos, usamos este mismo lenguaje para cuando estamos en situaciones se-
mejantes.
Todo comenzó unos meses atrás, luego de tener mi primer auto 0 km, el siguien-
te objetivo de nuestra familia era tener un perro cachorro, de raza, y que llegase
por medio de un regalo de alguien, porque pagando cualquiera lo consigue y por
otra parte sabíamos que si teníamos Fe nada tenía que ser imposible.
El hecho de no pagar por este perro, no era por no querer gastar dinero en ello,
sino porque en lo personal no me sentía bien con pagar para darle cariño a un
animal; y no confundan lo que dije, porque no digo que esté mal pagar por un
perro, sólo que mis sentimientos no me lo permiten, por lo menos hoy día.
Y así fue que como no quería pagar, no era fácil que apareciera un perro de raza
gratis así no más (la gran mayoría se venden); y estuvimos a punto de rendirnos.
Sin embargo me dije, deseo un perro de raza gratis después de que volvamos de
las vacaciones de invierno e insistiré con ello. Y a las tres semanas de volver de
mis vacaciones apareció, y vean con qué “coincidencia” el Universo me informó
de que esto ocurriría.
Por medio del marido de una compañera de trabajo de mi esposa, éste que tiene
a su vez un amigo en el campo, consiguió que le regalará una cachorrita de Bor-
der Collie y ni bien lo supo la llamó a mi esposa para informarle de la buena nue-
va y que la traería cuando fuera al campo ese fin de semana siguiente.
Esto ocurrió el día 17 de agosto de 2010 (primera coincidencia). Porque en lo
personal el número17 es el que más simbolismo tiene por lo que significa; ya que
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
este mismo número es usado por igual tanto por los optimistas como por los pe-
simistas, es las dos caras de la misma moneda; ya que para unos representa el
comienzo de lo bueno y para otros la desgracia. Es decir es la actitud como el ser
humano enfrenta la vida, como ganador o como perdedor, no hay punto interme-
dio. Pero la anterior fue una coincidencia que muchos podrán decir simple casua-
lidad, pero la segunda coincidencia fue realmente sorprendente.
Cuando este amigo estaba cortando con mi esposa (hablando por celular), lo hac-
ía mientras estaba caminando por una calle lejos tanto de mi casa, de la suya,
como de mi trabajo. ¿Por qué hago esta aclaración?, porque no era frecuente que
él estuviera caminando por ahí, y lo “sorprendente” de ello es que cuando corta el
teléfono, pasa por una fiambrería y golpea el vidrio para llamar la atención de
quien estaba ya saliendo de la caja luego de realizar su compra.
Esta persona que salía “justo” en ese instante era yo. Es decir en el mismo mo-
mento el Universo se encargó de que se produjeran las coincidencias necesarias
para comunicarnos a mi esposa y a mí, que el perro que tanto deseábamos esta-
ba en camino.
Y finalmente el sábado 21 de agosto de 2010 por la noche nos entregan la perri-
ta, la cual no tenía nombre definido todavía y así estaría por otros cuatro días
más, porque no nos poníamos de acuerdo entre toda la familia sobre cómo lla-
marla. Y el domingo 22 de agosto al mediodía comenzaría este pequeño calvario.
Cerca del mediodía la perrita por primera vez vomita. Nos acercamos y vemos
que con la saliva había una especie de lombriz; luego aprenderíamos que se lla-
man Ascaris y que son parásitos que crecen dentro del animal hasta transformar-
se en gusanos adultos de entre 5 a 10 cm de largo, que son expulsados en parte
por las heces o por medio de los vómitos.
Para no hacer el relato tan largo simplificaré lo que sucedió desde el lunes 23 que
la llevamos por primera vez a la clínica veterinaria, hasta lo que pasó la noche del
25 de agosto: Cuando nos trajeron a esta cachorrita era redondita por lo gorda
que estaba, ya que al ser el último cachorro en destetar había tomado bastante
leche de la madre. Sin embargo desde el domingo al mediodía iban a pasar tres
días seguidos que no comería ni tomaría agua, por lo cual había bajado de peso y
perdido el ánimo por completo, ya no jugaba, ya no movía la cola.
Ese 25 de agosto iba a ser el segundo día que había quedado internada para hi-
dratarse mediante el suero que le inyectaban en una de sus patitas, además del
antiparasitario que le daban en varias dosis para que no lo vomitara (en total iban
a ser tres días de internación diurnas, ya que a la noche nos la llevábamos a casa
hasta el otro día).
La perrita había empezado con vómitos y luego seguiría además con diarreas, en
la mayoría de los casos expulsando también esos malditos Ascaris. La noche del
25 tendría durante esa madrugada 5 diarreas en total y otros tantos vómitos.
Cuando el 25 la llevé a la mañana para su segundo día de internación el Dr. Vete-
rinario me dice: “La veo mal”.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
Pero antes de decirles cuál fue ese libro debo de decirles que no fue “casualidad”
que recordara casi literalmente esas “frases”. Ese libro había sido el primero que
había leído (un año y medio atrás) y que me ingresó en el conocimiento de la ley
de la atracción y como hago con la mayoría de los libros, imprimí una copia del
mismo.
Pero la copia de este libro en particular en vez de estar guardada con todas las
demás, estaba puesta en la mesita de luz de mi cama y ahí había estado sin to-
carla hacia más de un año. Es decir la solución que estaba buscando estaba ante
mis ojos, todas las noches que me acostaba la tenía al lado, pero no la tomaba,
era hasta ese momento uno de los tantos libros que había leído.
¿Y qué es lo sorprendente de esto? Que justo el día anterior a esa noche determi-
nante del 25 de agosto de 2010, había terminado de leer nuevamente todo este
libro y como había hecho la primera vez, subrayé párrafos que en la primer oca-
sión no me habían llamado la atención y algunos otros que los volví a remarcar.
Estos párrafos estaban repartidos a lo largo del libro, sin embargo la mayoría es-
taban concentrados en un sólo capítulo. Pero antes de continuar sobre ese “capí-
tulo” debo explicarles por qué razón yo tomé nuevamente ese libro en mis manos
y lo leí después de más de un año de no hacerlo.
Dos semanas atrás un lector de mis artículos, que por sus comentarios demuestra
tener más acumulación que yo de información de libros leídos sobre el tema (me
ha enviado libros que yo no tenía en mi poder), más el nivel intelectual que refle-
ja por sus conocimientos filosóficos y metafísicos; me puso ante la obligación mo-
ral de contestarle (ante un disentimiento de su parte), con fundamentos de dónde
había sacado la información, de cómo se denomina en la subdivisión funcional de
la mente, la tercer mente, la superior de todas.
Pues ese término que yo había tomado de otro autor, sabía en mi interior que
había sido de uno de los últimos que había leído, sin embargo algo me motivó a
tomar ese libro que tenía en mi mesita de luz, que era el primero de todos.
El libro a que hago referencia es La Ciencia de hacerse Rico, de Wallace D. Wat-
tles. Y las frases que me vinieron esa noche a la mente cuando me acosté, fueron
del capítulo que habla sobre la gratitud y que a continuación cito (páginas 30 y
31):
“El proceso entero de ajuste mental y la compensación, puede ser resumido en
una sola palabra, la GRATITUD”
“Es fácil entender que cuanto más cerca vivimos a la fuente de la riqueza, más
riqueza recibiremos; y es fácil también de entender que el alma que está siempre
agradecida vive en un contacto más cercano con Dios que el que nunca lo busca
para agradecerle.”
“Cuanto más gratitud fijemos en nuestras mentes y en el SUPREMO cuando reci-
bimos cosas buenas, más cosas buenas recibiremos, y más rápidamente seguirán
llegando; y la razón, simplemente, es que la actitud mental de la gratitud lleva la
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
mente a un contacto más cercano con la fuente de donde provienen las bendicio-
nes”.
“Aquel que no tiene ningún sentimiento de gratitud, no puede conservar una fe
viva; y sin una fe viva usted no puede enriquecerse por el método creativo”.
Y estos párrafos que transcribí, más los comentarios que también llegaron esa
noche a mi mente de otros autores que coinciden en decir que, cuando pedimos
un deseo, debe hacerse en tiempo presente y agradecer por el mismo como si ya
se hubiese cumplido; me llevaron en ese momento a dirigir a esa “Inteligencia
Superior” la siguiente frase y repetirla varias veces: “Te doy gracias Dios porque
ya curaste a Aika”.
Y cada vez que de toda esa frase pronunciaba la palabra “gracias”, parecía que la
misma cobraba vida por sí sola. Porque toda vez que terminaba de pronunciar
“gracias” brotaban de golpe de mis ojos lágrimas de felicidad, una y otra vez,
siempre al terminar de pronunciar dicha palabra. Es decir, mientras yo agradecía
en esa “realidad espiritual” el que Aika ya se había sanado, metros más allá en la
cocina se encontraba en esa “irrealidad física”, mi perrita agonizando.
Y esto no fue lo único que hice, como desesperado por querer hacer lo que era
correcto, en esa hora llevé a la práctica todo lo que los autores nombran. A conti-
nuación hice visualizaciones y afirmaciones: Visualizaciones imaginándome ju-
gando con la perrita ya curada, viéndola venir corriendo a mí, moviendo la cola y
saltando, tanto de cachorra, como ya de adulta.
Y luego hice afirmaciones, como si en ese mismo momento hubiese estado escri-
biendo esto; es decir en mi mente me veía contándoles a ustedes esto mismo
como si ya hubiese ocurrido, cuando en la “irrealidad física” esto todavía no había
sucedido. La mayor parte del contenido de este capítulo es prácticamente un cal-
co de la afirmación que hice esa noche.
Esas tres acciones continuas que realicé se pueden resumir en la siguiente frase
que dijo Cristo, según el Evangelio de Marcos en 11:24:
24- “Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibi-
do y lo obtendrán.”
Así habré estado aproximadamente media hora, luego me dormí. Pero a las cua-
tro de la mañana siento que Aika está llorando. Me levanto y voy a verla y me en-
cuentro que había tenido vómitos y diarrea; limpio todo y la acompaño a su “cu-
cha”, la acarició un poco y me voy a dormir nuevamente. Sin embargo ya no po-
dría conciliar el sueño.
Finalmente me levanto a las 5 y vuelvo a la cocina. Allí la encuentro a ella tam-
bién sin dormir, caminando por la cocina. A los pocos minutos vuelve a tener ar-
cadas y vomitar, luego se aleja dos metros y tiene otra dia- rrea. Luego camina
un poco y se tira al suelo, ahí me pongo en cuclillas y comienzo a acariciarla; sus
ojos estaban chiquitos más de lo de costumbre, era como si su mirada se fuera
consumiendo día tras día, igual que su vida.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
En ese momento se pone a dormitar ahí mismo donde había quedado y yo para
no alejarme de ella (para que no se despertara) evitando buscar dos metros más
allá una silla de playa que tenía para sentarme, porque las piernas me habían
empezado a molestar, tomé en su reemplazo un balde que tenía a medio metro,
le di vuelta y me senté sobre él.
Así estuve desde las 5:00 hasta las 6:30, hora en que me levanto todas las ma-
ñanas. Acariciándola continuamente e intercalando las frases de agradecimientos,
las visualizaciones y afirmaciones, siempre en silencio, para no despertarla.
Esta última parte la cité para no ocultar información que podría ser vital (en reali-
dad no lo sé), ya que en esa hora y media que estuve realicé una mayor cantidad
de visualizaciones y afirmaciones. Y esto último (repetir en la cantidad esas ac-
ciones en un número que no conté, porque simplemente lo hice naturalmente)
ignoro si influyó en el proceso para su concreción satisfactoria. Sin embargo si yo
tuviera que inclinarme por una cantidad de repeticiones diría intuitivamente ¿17?
Luego cuando en esa mañana del 26 de agosto fui a mi oficina y al ponerme fren-
te a la computadora preguntándome ¿habré hecho lo correcto la noche anterior?,
puse en el buscador “ley de la atracción” y mi página “secretoalexito.jimdo.com”,
luego de aproximadamente 20 días de no figurar en la primera posición, volvió a
aparecer en el primer lugar.
Ya lo he dicho en otros capítulos, cada vez que mi página aparece en el primer
lugar es luego de realizar una acción que implica ayudar directa o indirectamente
a otro ser. Es decir, es por lo menos una de las formas con que el Universo me
comunica que lo que acabo de realizar es correcto. Y al final de ese día los vómi-
tos y diarreas empezaron a disminuir. Ese sería el tercer y último día que pasaría
interna en la veterinaria para hidratarse y seguir recibiendo las dosis del antipa-
rasitario.
El viernes comienzo a darle de comer de “prepo”, ensuciándole la trompa con un
yogur concentrado y ésta al lamerse para querer limpiarse, lo comía sin darse cu-
enta. Finalmente el sábado comenzaría a beber y comer por sus propios medios y
a saltar y a jugar como me lo había imaginado esa noche del 25 de agosto.
Ahora ustedes seguramente ante esto me dirán: ¿Quién te crees que eres, un
“mano santa”? Pues no, yo sé bien lo que hice correcto y qué fue lo que curó a
Aika.
Esto no se trata de magia, lo que sanó a mi perrita no hay ninguna duda, fue el
medicamento y el tratamiento que recibió de los Doctores veterinarios; pero para
que ese medicamento hiciera efecto sobre ese físico que ya se había rendido, tu-
vo que ver y mucho la energía positiva de las personas que se acercaron al otro
día del 25 de agosto.
Yo lo único que hice fue con Fe (y las acciones que ya especifiqué) pedir una so-
lución y esa Inteligencia Superior luego de escucharme, fue la que empezó a mo-
ver los hilos para que las personas adecuadas y en los momentos precisos reali-
zaran lo que cada una debía hacer.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
Bien, hasta aquí el relato propiamente dicho, ahora poniéndome del lado del in-
vestigador y analizando en perspectiva, voy a profundizar sobre los elementos y
acciones que intervinieron en este proceso para determinar con mayor claridad
los pasos que se deben realizar para que la ley de la atracción funcione correcta-
mente:
La meta que yo me puse en su momento (ya explicada en otros temas) y la per-
severancia en su consecución es la que me llevó a tener todos esos libros que leí.
Luego los mensajes y comunicaciones que el Universo nos manda continuamente
en este caso por medio de ese lector que indiqué, me motivo a leer nuevamente
ese “libro”. Y todo ese encadenamiento de: metas, perseverancia y mensajes, es
lo que me llevó a realizar esas tres acciones en forma sucesiva:
EL AGRADECIMIENTO, LA VISUALIZACION, LA AFIRMACION.
Y en todos los casos sin haber sido mi intención (pero las circunstancias me obli-
garon a hacerlo) las realicé en silencio, es decir en secreto, como los autores ex-
plican que hay que pedir siempre los deseos.
Luego cuando ya tenía en mi mente esta secuencia de acciones, dentro de ese
mismo análisis, realicé otro estudio más exhaustivo que me hizo ver en esa com-
binación algo más profundo; pero para continuar este concepto, primero debo
explicarles qué “coincidencias” sucedieron previamente que me motivaron a esa
conclusión que les explicaré más adelante.
El día 2 de septiembre de 2010 a primera hora de la mañana fui a buscar a un
edificio una copia de una llave electrónica que el propietario había dejada autori-
zada para ser retirada por mí, para de esa forma poder entrar al edificio y mos-
trar su propiedad en venta (ya que tengo inmobiliaria). Esa llave por ser especial
se le designa a cada una un número para ser usada por la persona que la retira.
El número que me toco a mí fue la 170 (1ª coincidencia).
Cuando regreso a la oficina y abro Facebook me encuentro con una solicitud de
amistad de una agente literaria de nacionalidad española (2ª coincidencia). ¿Us-
tedes se preguntarán qué tiene que ver? Porque esto yo lo relaciono con mi deseo
de publicar mi novela, y la misma cuando recién la escribí, lo primero que hice
fue participar en un concurso literario, que si bien (fue en el 2000) no gané nada,
al momento de inscribirme me toco el número 170.
Cuando sucedió esto me vino a la mente una intuición de la cual me pregunté ¿El
Universo no nos mandará tres mensajes del mismo tipo cada día? Ya estaba lle-
gando al final del día y ese tercer mensaje no aparecía; sin embargo mi esposa
me pide, cuando estaba volviendo de cerrar mi oficina, una mercadería que en los
almacenes no suelen estar, así que me dirigí a un supermercado.
Luego de encontrar lo buscado me dirigí a una de las tantas cajas que había en
línea. Grande fue mi sorpresa cuando después de unos minutos de estar esperan-
do, levanto la mirada y veo que sin haber sido mi intención me había ubicado en
la caja numerada con el 17 (3ª coincidencia).
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
En ese momento se había cumplido “mi teoría” (de distintas formas el número 17
había aparecido tres veces), pero ¿qué mensaje me quería transmitir esto? Pues
esto lo relacioné luego con ese análisis más profundo del que hablo más arriba;
percatándome que cuando ejecuté esas tres acciones encadenadas, en realidad
de distintas formas, pero siempre en los tres casos estaba dando las gracias, por-
que tanto en las visualizaciones como en las afirmaciones que realicé de hechos
que sucederían en el futuro como si ya hubiesen sucedido, era una forma de ex-
presar agradecimiento mostrando tener fe en que así sucedería.
Y esto último se relaciona íntimamente con la intuición que me motivó a escribir
el artículo titulado “La Trinidad” y que se constituye en la pieza que me estaba
faltando para cerrar totalmente ese tema escrito con anterioridad. Sin embargo,
faltaría a la verdad si no aceptara que una sola verificación no es válida para una
comprobación científica. Para que sea considerada como válida debe repetirse en
el tiempo y en la cantidad; pero el hecho de que hayan sucedido todas estas su-
cesiones de “mensajes” y “coincidencias” son muestras que me indican que estoy
cerca de la “Verdad”.
Y para ir terminando, doy a continuación las gracias a todas estas personas (por
orden de aparición en este proceso) que por sus acciones conscientes o incons-
cientes me llevaron a aprender una de las lecciones más importantes que recibí
de la “ley de la atracción”:
Gracias, Alvaro. Gracias, Wallace. Gracias, Memo. Gracias, Oscar. Gracias, Dr.
Pablo. Gracias, Dr. Sergio. Gracias, Gimena. Y por sobre todo ¡Gracias a la Trini-
dad!
Y ahora sí para concluir este tema escribiré dos pequeñas oraciones que contie-
nen una palabra vulgar, pero que está llena de emotividad y representa un canto
a la vida.
¡Vamos Aika! ¡Vamos... CARAJO!
A partir de ahora y de aquí en adelante la verdad de la “Palabra” empieza a deve-
larse, el que quiera entender que entienda.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
ANEXO 2.
(Tomado del Documento: ¿COMO TENER PROSPERIDAD?)
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
va para su uso apenas una décima parte (un 10%) de lo que se produce o se
extrae de su tierra mediante la energía y las fuerzas que El creó.
Dios ha decretado que después de que hayamos pagado a “sus representantes
escogidos” esa décima parte que le corresponde a El, entonces, y no antes, las
otras nueve décimas partes (90% restante) pasan a ser legalmente nuestras para
que las empleemos como mejor nos convenga.
8.3. ¿COMO TENER MAS?
Dios requiere esa pequeña fracción de lo que se produce o se extrae de su tierra
para diseminar entre las naciones su mensaje acerca del camino de vida que les
dará gozo, éxito y vida eterna; aún esa parte la emplea Dios en bien de la
humanidad para librar al hombre de todas sus dificultades, proveer a todos sus
necesidades y, finalmente, otorgarle vida eterna.
La humanidad vive bajo una maldición porque ha estado robándole a Dios
todo su dinero y sus riquezas. La persona que paga al Creador su décima par-
te es una persona próspera; no que sea necesariamente rica, pero sí recibe todo
aquello que realmente necesita.
“Honra al Eterno con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán
llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Prover-
bios 3:9-10).
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora
en esto, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10).
La deuda que tenemos con Dios es la que tiene prioridad; y si usted está
en aprietos económicos, o endeudado, la razón bien puede ser su infide-
lidad en pagar a Dios su diezmo.
8.4. DIOS ES NUESTRO SOCIO.
No somos nosotros los que convertimos a Dios en socio nuestro; es Dios quien
desde el principio hizo a todo ser humano su socio en todo lo que este gana o
produce. Nada le damos a Dios cuando pagamos el diezmo porque este le
pertenece a Dios y no podemos dar lo que no es nuestro para que lo demos.
El Eterno no nos da ni una sola parte de lo que se produce hasta que le pague-
mos su diezmo, su parte de las utilidades de la sociedad, de lo contrario nada de
lo que recibimos y manejamos nos pertenece y, de hecho, todo lo hemos roba-
do a Dios.
Está establecido que El recibe la primera décima parte y luego nos da a no-
sotros el resto, las nueve décimas restantes; si no lo hacemos así robamos a
nuestro socio y Dios no continuará cumpliendo su parte, bendecir y hacer fructifi-
car los esfuerzos nuestros.
“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué
te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas” (Malaquías 3:8).
El que paga sus diezmos tiene mucho más con sus nueve décimas bien
habidas que la persona que defrauda a su Creador y se despoja a sí mis-
ma de las bendiciones de Dios.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
ANEXO 3.
UNO.
La causa primera, es la esencia, el movimiento, la voluntad de ser y de existir, de
participar, la acción como manifestación de identidad.
Representa la vida, la inteligencia, la creación, la afirmación, lo auténtico; en de-
finitiva la unidad y la individualidad.
Representa al ser que actúa carente de necesidad, de objetivo; el que no tiene
que decidir, sólo actuar.
El que inicia la búsqueda de la experiencia, la auto-identidad, la auto-confirma-
ción de la propia identidad por medio de la manifestación de la conciencia.
Es el espíritu primordial, cuya necesidad es la creatividad sin dirección definida,
es el líder, el valor, el atrevimiento, la necesidad de conocer.
Es signo de actividad y de desgaste, y por ello contiene el principio y el fin.
Simboliza la luz, la energía, el calor, la fuerza, la actividad.
Los seres humanos dirigidos por el Uno se rigen por la convicción, por unos códi-
gos, por unas leyes, por la autoridad, teniendo gran capacidad para seguir las
órdenes.
Manifiestan integridad y fortaleza.
Representa al hombre, el poder generador y su capacidad constructiva.
Entonces se debe buscar la INDIVIDUALIZACIÓN, para lo cual tiene que aprender
independencia y adquirir la habilidad de manejarse solo; tiene que fortificar sus
propios poderes, usar su cabeza para inventar sistemas originales, nuevos, es de-
cir, crear.
Debe rechazar limitaciones, debe saber colaborar o cooperar sin perder la indivi-
dualidad, guiar, controlar y dirigir.
Tiene que desarrollar el cuerpo, la mente, el espíritu a su más alto punto de efi-
cacia.
Encontrará su oportunidad haciéndose invalorable en cualquier situación en que
se encuentre y así tendrá rápido avance al punto de ser líder.
Su atracción en este Sendero es hacia los individuos y no es hacia las masas.
Su elemento es el Fuego y se siente bien en el Norte.
Todo esto significa que la persona también trae como talento una fuerte indivi-
dualidad, y por ello debe desarrollar su capacidad ejecutiva (de ejecutar, de ac-
ción y de creación) lo máximo posible y debe esforzarse por ser original, siguien-
do caminos no trillados.
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LA FE QUE DA PROSPERIDAD El Escribiente
ANEXO 4.
AFIRMACION-DECRETO.
Decirlo cuando la duda, el temor o la desconfianza lo invaden; o cuando la nece-
sidad de FE es indispensable para algo específico; o sencillamente cuando desee
confirmarse que SI TIENE FE.
Decirlo una vez basta; pero si lo prefiere puede repetirlo tres veces.
(Autor anónimo… por el momento).
“Yo acepto ahora la verdad de que poseo un SER DIVINO, GLORIOSO, MI AMA-
DA TODOPODEROSA Y MAGNIFICA PRESENCIA YO SOY, quien en este mo-
mento está desarrollando y trayendo a mi vida y a mis sentidos la realización de
Mi Propia Divinidad.
Afirmo que poseo en el centro de mi cabeza un ganglio (chakra) llamado “FE”,
que genera y produce toda la FE que me es necesaria, de manera que NO puedo
jamás volver a decir que mi FE es insuficiente.
Si tengo a DIOS EN MI, si todo mi ser es hecho de esencia de Dios mismo, del
cuerpo de Dios mismo, Mi Padre-Madre, tengo en mi ser todas las cualidades y
todos los atributos de Dios mismo.
GRACIAS PADRE QUE ESTO ES LA VERDAD. GRACIAS AMADA, TODOPODERO-
SA Y MAGNIFICA PRESENCIA YO SOY QUE ESTO ES LA VERDAD.
Así es, así será. Amén”.
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