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Procesamiento del suelo

El contenido de humedad óptimo para la compactación varía entre 10 a 25% para suelos de
grano fino y entre 6% y 12% para suelos granulares bien graduados. Como es difícil lograr y
mantener el contenido de humedad óptimo con exactitud en el campo, la práctica normal
sugiere trabajar dentro de un rango aceptable. Este rango está usualmente entre ±2% del óptimo
y se permite lograr una densidad lo más cercana posible a la máxima con el mínimo esfuerzo de
compactación.

Si el contenido de humedad del suelo está por debajo del rango óptimo, debe añadirse agua
antes de iniciar la compactación. Para ello es necesario estimar la cantidad de agua requerida, la
velocidad de aplicación, el método de aplicación, los efectos del clima y el tiempo. El agua
puede añadirse al suelo en la zona de extracción (cantera) o en obra (en la zona de
construcción) o si es la subrasante, en el terreno natural de la obra. Cuando se procesan
materiales granulares, los mejores resultados se obtienen generalmente añadiendo el agua en
obra. Después de añadir el agua, se debe mezclar uniformemente con el suelo.

Cantidad de agua requerida


Es esencial determinar la cantidad de agua requerida para lograr el contenido de humedad
dentro del rango aceptable para la compactación. En los procesos constructivos, las
especificaciones pueden requerir extraer o añadir agua a la masa de suelo. Por ejemplo, si un
material de préstamo trabajado en cantera tiene una humedad de 15.5% y la humedad óptima
que indican las especificaciones técnicas del proyecto es de 18.3%, el contratista requerirá
añadir agua para elevar el contenido de humedad de 15.5% a 18.3%.

En carreteras, la cantidad de agua que debe añadirse o quitarse se calcula normalmente en


metros cúbicos o litros. Los cálculos están basados en el peso seco del suelo y el volumen
compactado. La fórmula de la ecuación siguiente puede usarse para calcular la cantidad de agua
total que debe agregarse o quitarse del suelo en condición compactado:

𝛾𝑑 ∗ (𝜔𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 − 𝜔𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙 ) ∗ 𝑉𝑐
𝑄𝑤 =
𝛾𝑤

Donde:
Qw : es la cantidad de agua, en m3. Si el volumen de agua se requiere litros, se aplican las
conversiones correspondientes.
𝛾𝑑 : es la densidad seca del material en condición compactada, en kg/m3.
Wfinal: es el contenido de humedad a la que se quiere llegar.
Winicial: es el contenido de humedad que tiene al momento de hacer el proceso.
VC: es el volumen de material en condición compactada.
𝛾𝑤 : es la densidad del agua, en kg/m3.

Los cálculos por lo general se basan en condiciones compactadas porque la adición del agua se
realiza cuando el material ya se ha coloca en obra y se procede a la aplicación de energía
mecánica con equipos de compactación. Pero otras veces, el material se adiciona en estado
natural, como es el caso de la adición en cantera o cuando se está trabajando la subrasante. En
tales condiciones, los cálculos con la Ec. 2.10 deberían usar el volumen natural o en banco y la
densidad seca en estado natural correspondiente.

Tasa de aplicación

Una vez calculada la cantidad de agua, se debe determinar la velocidad con que se deberá
adicionar el agua o tasa de aplicación. Normalmente, la tasa de aplicación (Tw) se calcula en
galones por estación, galones por unidad de longitud o litros por metro cuadrado, usando la
fórmula deducida a partir de la ecuación anterior.

Si se desea la cantidad de agua por estación, se usará como VC los metros cúbicos contenidos
en un tramo entre estaciones (m3/estación); si se desea por unidad de longitud, será el volumen
de material contenido en un metro de longitud de carretera (m3/m); si se requiere por área, será
el volumen contenido en un metro cuadrado de carretera (m3/m2).

Métodos de aplicación
Una vez calculada la tasa de aplicación, se debe determinar la forma de aplicación, pues es
importante asegurar que la tasa calculada y que el agua se distribuya en forma uniforme. Los
métodos más comunes son el distribuidor de agua y el método de saturación.

Distribuidor de agua
En los proyectos de construcción, el método más común para añadir agua al suelo es mediante
un distribuidor de agua. Los distribuidores de agua están diseñados para distribuir
correctamente el agua sobre el terreno. Estos distribuidores son como camiones cisterna
(muchos de ellos lo son) diseñados para distribuir el agua bajo diferentes presiones o por
gravedad. Otros están equipados con un barra posterior de aspersión. El operador entonces
puede mantener la tasa de aplicación del agua controlando la velocidad del vehículo.
Saturación
Cuando hay suficiente tiempo y agua, ésta se puede añadir al suelo, saturando el área requerida
hasta que el agua penetre una determinada profundidad. Como se mencionó en el numeral 2.2,
un exceso de agua puede dificultar el acomodo de las partículas y dificultar el logro de la
densidad deseada. Es esos casos, debe tomarse medidas para reducir en contenido de humedad
dentro del rango requerido.

Métodos de secado
Como se mencionó antes, el método de saturación origina un exceso de humedad en el suelo.
Otras veces, las condiciones climáticas hacen que la lluvia sature el material o simplemente su
proximidad al agua freática es la causa. Para esos casos la solución es reducir el agua
hastallegar a las condiciones especificadas.
La compactación en el campo se logra haciendo pasar sobre un suelo un equipo pesado un
determinado número de veces. Esto representará una determinada energía de compactación en
obra. Por ejemplo, una capa uniforme de suelo de 10 a 30 centímetros de espesor se compacta
con varias pasadas de un equipo de compactación mecanizado.
Los métodos más conocidos de aplicación de energía son por impacto o golpes, por presión
usando un peso estático, por vibración sacudiendo las partículas y por amasado, manipulando o
reacomodándolas. La eficiencia de los distintos métodos de compactación depende del tipo de
suelo que se manipula. Los métodos apropiados de compactación según el tipo de suelo se
identifican en la Tabla 2.3.
No se puede decir que exista un equipo que corresponda a uno solo de los métodos de
compactación. Los fabricantes han desarrollado distintos compactadores que incorporan en sus
capacidades de funcionamiento al menos uno de los métodos de compactación mencionados y
en algunos casos, más de uno. Algunos de estos equipos disponibles en el mercado son los
rodillos de pisones2, los rodillos lisos vibratorios, los compactadores de pisones vibratorio, los
rodillos neumáticos, entre los más populares.

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