• ¿Qué aprendí hasta hoy?

Podría relatar infinidad de cuestiones novedosas que no se si aprendí, pero al menos

descubrí (los textos de Perkins y Ken Bain sobre todo) en esta parte del FID, ya que debo
confesar que parto de un paradigma de conocimiento y aprendizaje un tanto enciclopédico
hasta este curso.
Al menos lo que siento es que a modo de un eterno retorno, cuando a cada generación le
toca el turno de hacerse cargo de la educación de las futuras generaciones deviene la crisis
y el debate sobre el modelo de educación actual y se concluye que es imprescindible llevar
a cabo una profunda reforma educativa.
Pero independientemente de las nuevas teorías y modelos pedagógicos de los cuales uno
se puede nutrir como docente, en todas ellas encuentro algún dejo de la mayéutica
propugnada por Sócrates en el siglo V a.C, que consiste en que el docente ayude a aflorar
el conocimiento en el alumno, y para ello es necesario formarse, fundamentar los propios
conocimientos en los estudios y aportaciones de los expertos en educación, y adquirir la
pericia suficiente para lograr materializar todo esto dentro del aula, y esta es la primer
conclusión que me llevo de este curso.

• ¿Qué preguntas nuevas tengo?

Las primeras 3 preguntas que me vienen a la cabeza con todo lo leído es:
1) ¿Es posible llevar a cabo ese tipo de aprendizaje en este formato universitario y
con los valores que promulga esta sociedad?
2) Suponiendo que fuese posible todavía me sigo preguntado ¿Cómo se podría
conseguir?
3) Dado que los modelos mentales cambian lentamente otra pegunta que me sigue
resonando es ¿Cuál es el horizonte temporal de este tipo de enseñanza? ¿Son
suficientes 6 años de carrera para medicina? ¿Sirven clases/prácticos esporádicos
de una materia de 1-2hs una vez por semana, o se necesita mayor continuidad y
contacto con el alumno?

• ¿Qué me sirve para repensar mi propia práctica, para revisar lo que hago?
Todo esto me obliga a hacer una introspección y concluir que uno no puede enseñar para
cumplir con un programa determinado , o para repetir lo que nos han enseñado nuestro
maestros , o educar mirándonos a nosotros mismos para garantizar nuestra tranquilidad
mental, sino educar para el propio alumno en cuestión con todas sus debilidades y
potencialidades.