Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Aplicaciones y Práctica de La Medicina Transfusional Tomo 1 1 PDF
Aplicaciones y Práctica de La Medicina Transfusional Tomo 1 1 PDF
de la Medicina Transfusional
Tomo I
III
Educación continuada
Graciela León de González, MD. Hematóloga. Jefe del Banco de Sangre del
Instituto de Diagnóstico, Caracas Venezuela.
Médica Consultiva del Banco Municipal del
Distrito Capital. Colaboradora Docente del
Postgrado de Hematología de la Universidad
Central de Venezuela. Coordinadora del Pro-
grama de Educación Continuada en Medicina
Transfusional de la Sociedad Venezolana de
Hematología. Caracas, Venezuela.
María del Mar Pujol Balaguer. Espe- Montserrat Tió. Servicio de Anestesio-
cialista en Hematología y Hemotera- logía, Reanimación y Terapéutica del
pia. Banc de Sang i Teixits. Vall He- Dolor, Hospital Clínic, Barcelona, Es-
bron. Barcelona, España. paña.
Agradecimientos a
GIEMSA
(Grupo Internacional de Estudios Multidisciplinares sobre
Autotransfusión)
y
AWGE
(Anemia Working Group España)
por su importante contribución con autores y coautores
en esta obra.
XIII
También a
ABBOTT LABORATORIOS
DIVISIÓN DIAGNÓSTICA, ADD
por su contribución a la educación con la financiación
para la impresión de este libro.
41
Capítulo 2
La Bioética en la Medicina Transfusional
Claudia Rocha Ferreira
63 Capítulo 3
Economía de la Transfusión
Roberto J. Roig Oltra, Luis R. Larrea González
71 Capítulo 4
Suficiencia de sangre
María Cristina Martínez, Claudia Herrera Garbarini,
Sarella Garrido, Eduardo Yaksic
89 Capítulo 5
Situación de los servicios de sangre en América Latina
José Ramiro Cruz
SECCIÓN II
Componentes y derivados sanguíneos
103 Capítulo 6
El metabolismo eritrocitario desde la fisiología integrativa
Oscar Andrés Peñuela B., Luis Fernando Palomino Quintana
127 Capítulo 7
Grupos sanguíneos eritrocitarios
Eduardo Muñiz Díaz, Nuria Nogués, Rosa Montero, Carmen Canals
169 Capítulo 8
Inmunología del glóbulo rojo y pruebas pretransfusionales
Claudia Fabiana Bastos
XV
203 Capítulo 9
Transporte de oxígeno y monitoreo
Salvador Laglera Trébol
219 Capítulo 10
Anemia y transfusión de glóbulos rojos
Armando Cortés Buelvas
241 Capítulo 11
Sustitutos de glóbulos rojos
Enric Contreras Barbeta, Virginia Callao Molina, José García Arroba
255 Capítulo 12
Los grupos sanguíneos plaquetarios y su importancia clínica
Eduardo Muñiz Díaz, Carmen Canals, Nuria Nogués
277 Capítulo 13
Inmunogenética de los sistemas HLA, HPA y HNA
Cristina Navarrete
297 Capítulo 14
Preparación, preservación y almacenamiento del concentrado de plaquetas
Paula Castellanos Fernández
319 Capítulo 15
Trombocitopenias y transfusión de plaquetas
Miguel A. Rodríguez Pineda
331 Capítulo 16
Colecta de granulocitos y transfusión
Fernando Martínez
341 Capítulo 17
Componentes sanguíneos leucorreducidos: laboratorio y aspectos clínicos
Luis R. Larrea González, Roberto J. Roig Oltra
371 Capítulo 18
Plasma para fraccionamiento
Catalina Massa
387 Capítulo 19
Inmunoglobulinas (Anticuerpos). Estructura, función
y aplicaciones médicas
María D. Gudiño
SECCION III
Prevención y riesgos de la transfusión
403 Capítulo 20
Estado actual de la Hemovigilancia
Eduardo Muñiz Díaz
XVI
417 Capítulo 21
Importancia clínica y prevención de la aloinmunización de eritrocitos
Armando Cortés Buelvas
437 Capítulo 22
Infecciones emergentes
Celso Bianco
447 Capítulo 23
Hepatitis virales y transfusión
Alejandro Oscar Chiera
463 Capítulo 24
Infección por retrovirus: aspectos vinculados a la transfusión sanguínea
Mirta C. Remesar
481 Capítulo 25
Transmisión de parásitos por transfusión
Amadeo Sáez Alquezar
527 Capítulo 26
Contaminación bacteriana de productos sanguíneos
Armando Cortés Buelvas
553 Capítulo 27
Enfermedad de Creutzfeldt Jacob (CJD) y su variante (vCJD)
Celso Bianco
563 Capítulo 28
Inactivación de patógenos
Luis R. Larrea González, Roberto J. Roig Oltra
601 Capítulo 29
Reacciones hemolíticas transfusionales
Virginia Callao Molina, Roberto Roig Oltra
609 Capítulo 30
Importancia clínica de los sistemas HLA, HPA y HNA
en las reacciones adversas a la transfusión
Cristina Navarrete
623 Capítulo 31
Reacciones transfusionales no inmunes, alérgica y febril
Oscar Walter Torres
643 Capítulo 32
Inmunomodulación relacionada con la transfusión
Armando Cortés Buelvas
663 Capítulo 33
Enfermedad injerto contra huésped asociada a la transfusión (EICH-AT)
Bernardo Camacho Rodríguez XVII
681 Capítulo 34
Sobrecarga de hierro y quelación
Dinora Virginia Aguilar Escobar, Amalia Guadalupe Bravo Lindoro
693 Capítulo 35
Lesión pulmonar relacionada a la transfusión (TRALI)
Ina Pérez
713 Capítulo 36
Púrpura postransfusión (ppt)
Teodoro Hernández C.
Tomo II
SECCIÓN IV
Práctica clínica
719 Capítulo 37
Uso de componentes derivados del plasma y recombinantes
en la práctica médica
Arfilio A. Mora C.
735 Capítulo 38
Anemia hemolítica autoinmune y transfusión
Eduardo Muñiz Díaz, Carmen Canals, Nuria Nogués
753 Capítulo 39
Hemoglobinuria paroxística nocturna
Christiane Saltiel, Carlos Mendoza Gaviria
765 Capítulo 40
Manejo transfusional de las anemias hemolíticas congénitas
Graciela León de González
797 Capítulo 41
Trombocitopenia inmune (PTI)
Christiane Saltiel
819 Capítulo 42
Sangrado por defectos de coagulación adquiridos
Lidiette Salazar Palma, Miguel A. Rodríguez Pineda
837 Capítulo 43
XVIII Alteraciones congénitas de la coagulación
Nelson E. Daza Bolaños
865 Capítulo 44
La transfusión en neonatología
Silvina Laura Kuperman
891 Capítulo 45
Enfermedad hemolítica perinatal: control perinatal y profilaxis
Oscar Walter Torres
905 Capítulo 46
Práctica transfusional en ginecología y obstetricia
Nelly Vásquez de Martínez
923 Capítulo 47
Hemorragia gastrointestinal aguda y transfusión
José Antonio García Erce, Santiago García López,
Vanesa Bernal, Fernando Gomollón, Manuel Muñoz
941 Capítulo 48
Transfusión en el paciente crítico
Santiago Ramón Leal Noval, Antonio Puppo Moreno,
Esteban Fernández Hinojosa, Vitoria Arellano Orden
955 Capítulo 49
Manejo de la hemostasia en cirugía y procedimientos invasivos
José A. Páramo
963 Capítulo 50
Técnicas anestésicas
Elvira Bisbe, Luis Moltó
975 Capítulo 51
Manejo de la anemia perioperatoria
(Alternativas a la transfusión de sangre alogénica en cirugía)
Jorge Cuenca Espierrez, José Antonio García Erce
Manuel Muñoz Gómez, Susana Gómez Ramírez
989 Capítulo 52
Medidas farmacológicas para reducir el sangrado
(Alternativas a la transfusión de sangre alogénica en cirugía)
Montserrat Tió, Ana Ruiz, Misericordia Basora
1003 Capítulo 53
Donación preoperatoria de sangre autóloga y hemodilución normovolémica
(Alternativas a la transfusión de sangre alogénica en cirugía)
Manuel Muñoz Gómez, José Antonio García Erce
1015 Capítulo 54
Recuperación perioperatoria de sangre autóloga
(Alternativas a la transfusión de sangre alogénica en cirugía)
XIX
Manuel Muñoz Gómez, Arturo Campos Garriges, Daniel Ariza Villanueva
1029 Capítulo 55
Criterios restrictivos de transfusión
(Alternativas a la transfusión de sangre alogénica en cirugía)
José Antonio García Erce, Santiago Ramón Leal Noval,
Manuel Muñoz Gómez
1043 Capítulo 56
Transfusión en cirugía cardiovascular
Jacqueline Juana Perea Ronco
1057 Capítulo 57
Transfusión en el cuidado del paciente de trauma con sangrado masivo
Alexander J. Indrikovs
1089 Capítulo 58
Transfusión en urgencias generales
Manuel Quintana Díaz, Alberto M. Borobia Pérez, Sara Fabra Cadenas
1103 Capítulo 59
Transfusión en transplante de órganos sólidos
Carmenza Macía Mejía
1115 Capítulo 60
Administración de hemocomponentes,
los correctos aplicados a la transfusión
Carlos Arturo Vallejo Ríos
1131 Capítulo 61
Recambio plasmático terapéutico
Enric Contreras Barbeta, Joan Ramón Grífols Ronda,
Laia Ramiro Infante, Albert Soley Garasa
1143 Capítulo 62
Eritroaféresis terapéutica y recambio de hematíes
Cristina Sanz Marcelo, Arturo Pereira Saavedra
1153 Capítulo 63
Leucoaféresis terapéuticas
Ramón Salinas Argente, Montserrat Sáez Bruguera,
María del Mar Pujol Balaguer, Asunción Montero Pardillo,
María Isabel González, María Isabel Sánchez García
1169 Capítulo 64
Donación por aféresis
Carlos Areal Méndez
1183 Capítulo 65
Seguridad y calidad, los puntos críticos del soporte
XX transfusional en el trasplante de progenitores hematopoyéticos
Enrique Gómez Morales, Eva Delia Calderón Garcidueñas,
Alfredo Radillo González
1199 Capítulo 66
Células progenitoras hematopoyéticas: Trasplante
Gregorio Angel Martín Henao
1213 Capítulo 67
Calidad y sostenibilidad de los bancos públicos
de sangre de cordón umbilical
Sergio Querol
1227 Capítulo 68
Soporte transfusional del trasplante de células progenitoras
hematopoyéticas en el paciente pediátrico
José Luis Salazar Bailón, Amalia Guadalupe Bravo Lindoro
1241 Capítulo 69
Terapia celular avanzada y su aplicación en la clínica
Juan García López, Irene Oliver Vila, Joaquim Vives Armengol,
José Ramón López Ezquerdo, Ruth Coll Bonet
SECCIÓN V
Calidad en los servicios de sangre
1289 Capítulo 70
Captación, selección y colecta de donantes de sangre
Ana del Pozo
1313 Capítulo 71
Organización de los servicios de sangre
María Dolores Nieto Gallegos, Armando Luis González Treasure
1331 Capítulo 72
Comité hospitalario de transfusión (CHT)
Ana del Pozo
1345 Capítulo 73
Gestión de la calidad en servicios de sangre
Elena Franco, Luis Ledesma
1367 Capítulo 74
Certificación frente a acreditación de servicios de transfusión
Julia Rodríguez Villanueva
1387 Capítulo 75
El proceso de acreditación en unidades de terapia celular
y trasplante de progenitores hematopoyéticos.
Eva Delia Calderón Garcidueñas, Enrique Gómez Morales
XXI
1395 Capítulo 76
Aspectos legales de la transfusión en España
Manuel Muñoz Gómez, Manuel Muñoz Gardeta,
Luis Fernando Barrios Flores
Evolución de la medicina
transfusional
25
CAPÍTULO 1
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección I - Evolución de la medicina transfusional Apuntes históricos sobre la medicina de transfusión
Landois observó que las células eritro- finió el grupo AB.19 Quizás lo más im-
citarias cuando son mezcladas con sue- portante fue su demostración de que la
ro de sangre de otro animal se aglutinan presencia de estos anticuerpos (anti A
y hemolizan. También detectó que las y anti B) no estaba relacionada con nin-
células blancas detienen su movimien- guna enfermedad y su presencia en los
to ameboideo. La descripción de estos distintos sueros era normal. Con esto
fenómenos plantea la pregunta clave cambió el foco de la investigación y se
de la inmunohematología: ¿por qué se empezaron a ver estos grupos sanguí-
aglutinan y hemolizan las células san- neos como una característica personal
guíneas en contacto con “otra” sangre? y genética que podía explicar la incom-
Aunque era ya claro que la sangre es patibilidad sanguínea observada en al-
un tejido líquido formado por células gunas transfusiones sanguíneas.
y plasma con características propias de El hallazgo de Landsteiner y sus
la especie y el individuo, aún quedaba discípulos pasó relativamente inadver-
por establecer en qué consistía lo carac- tido probablemente por la brevedad del
terístico de cada sangre que impedía su reporte o por haber sido publicado en
transfusión. una revista poco conocida. Quizás los
El término anticuerpo fue acuñado mismos autores no fueron conscientes
por Paul Erlich en 1891.5 El último ter- de su importancia. El mismo Landstei-
cio del siglo XIX estuvo primariamente ner se dedicó después a otras investi-
interesado en las enfermedades infec- gaciones microbiológicas y patológicas
ciosas, recientemente explicadas por y es considerado el descubridor del vi-
Koch y Pasteur. Algunos de estos anti- rus de la poliomielitis (1909). De todas
cuerpos fueron llamados aglutininas y formas, se le concedió el premio Nobel
eran activamente investigados en rela- en 1930 por descubrir el sistema anti-
ción con la resistencia, innata o adqui- génico ABO e inaugurar el campo mo-
rida, de ciertos individuos a enferme- derno de la inmunohematología. Nos
dades infecciosas. parece muy apropiada la mención del
Karl Landsteiner (1868-1943) era un “sistema antigénico” en la concesión
patólogo de Viena que investigaba estos del premio Nobel, pues ¿qué es la in-
problemas. Se dice que mezcló el sue- munohematología si no el estudio de la
ro de varios colegas con eritrocitos de sangre como antígeno? Y esto se inició
ellos mismos y descubrió que unos se indiscutiblemente, con las investiga-
aglutinaban con ciertos sueros y otros ciones de Landsteiner, aunque sólo en
no. En 1901 en un artículo de dos pági- 1907 se usaron sus hallazgos para rea-
nas, describió tres grupos sanguíneos: lizar una transfusión de sangre compa-
A, B y C (que luego sería el grupo 0) tible (Ottenberg y Schultz, Mount Sinai 35
en 22 sujetos investigados.18 El año si- Hospital, Nueva York). Después de esto
guiente Decastello y Stürli, dos discí- la historia de la transfusión ha sido una
pulos de Landsteiner, confirmaron los larga y triunfante sucesión de aciertos.
hallazgos en 155 individuos e identifi- Pero las ideas básicas y las piedras cla-
caron un cuarto grupo (2.5% del total) ves de la medicina transfusional ya es-
sin aglutininas en el suero, lo que de- taban asentadas.20
Referencias
1. Ackernecht EH. A Short History of Medicine. 4. Maluf NSR. History of Blood Transfusion.
Baltimore: Johns Hopkins University Press, Journal of the History of Medicine 1954;
1982. 9:59-107
38 2. Clarke TW. The birth of transfusion. Journal 5. Porter R. The Greatest Benefit to Mankind:
of the History of Medicine 1949; 4: 337-338. A Medical History of Humanity New York:
W.W. Norton, 1997
3. Gottlieb AM. History of the First Blood
Transfusion but a Fable Agreed Upon The 6. McMullen ET. Anatomy of a Physiological
Transfusion of Blood to a Pope. Transfusion Discovery: William Harvey and the Circu-
Medicine Reviews 1991; 5:228-235
lation of the Blood. Journal of the Royal 20. Levine P. A review of Landsteiner’s contribu-
Society of Medicine 1995; 88: 491-498 tions to human blood groups. Transfusion
1961, 1:45-52.
7. Gribbin J. The Fellowship: Gilbert, Bacon,
Harvey, Wren, Newton, and the Store of a 21. Landsteiner KS, Wiener AS. An agglutinable
Scientific Revolution. New York: Overlook factor in human blood recognized by im-
Press, 2007 mune sera for rhesus blood. Proceedings of
the Society for Experimental Biology and
8. Farr AD. The First Human Blood Transfu-
Medicine 1940; 43: 223.
sion. Medical History 1980; 24:143-162
22. Coombs RRA, Mourant AE, Race RR. A
9. Giangrande PLF. The history of blood trans-
new test for the detection of weak and ‘in-
fusion. British Journal of Haematology 2001;
complete’ Rh agglutinins. British Journal of
4: 758-767
Experimental Pathology 1945; 26: 255-266.
10. Tucker H. Blood work: a tale of medicine
23. Coombs RRA. Historical Note: past, present
and murder in the scientific revolution. New
and future of the antiglobulin test. Vox Sang
York: W.W. Norton, 2011
1998; 74(2): 67-73
11. Moore P. Blood and Justice: The seventeenth
24. Lewinsohn R. Blood transfusion by the
century Parisian doctor who made blood
citrate method. Surgical Gynecology and
tranfusion history. Chicester: John Wiley and
Obstetrics 1915; 21:37-47.
Sons Ltd, 2011
25. Gunson HH, Dodsworth H. Towards a Na-
12. Shadwell T. The Virtuoso University of Ne-
tional Blood Transfusion Service in England
braska Press, 1966
and Wales, 1900–46. Transfusion Medicine
13. Morabia A. P.C.A. Louis and the Birth of 1996a; 6: 4-16.
Clinical Epidemiology 1996; 49: 1327-1333
26. Shamov WN. The transfusion of stored ca-
14. Jones HW, Mackmul G. The influence of daver blood. Lancet 1937, ii: 306-309.
James Blundell on the development of blood
27. Kevorkian J, Marra, JJ. Transfusion of human
transfusion. Annals of Medical History 1928;
corpse blood without additives. Transfusion
10:242-248.
1964; 4: 112-117.
15. Blundell J. Observations on transfusion of
28. Grifols JR. The Contribution of Dr. Duran-
blood by Dr. Blundell with a description of
Jordá to the Advancement and Development
his gravitator. Lancet 1828; ii, 321-324.
of European Blood Transfusion. ISBT Sci-
16. Levine P, Stetson RE. An unusual case of ence Series 2 2007, 134-138
intragroup agglutination. Journal of the
29. Fantus B. The therapy of the Cook County
American Medical Association 1939; 113:
Hospital. Journal of the American Medical
126-127.
Association 1937; 109: 128-131
17. Wintrob MM. Blood, Pure and Eloquent: A
30. Cohn EJ, Strong LE, Hughes WL, Mulford DJ,
Story of Discovery, of People, and of Ideas.
Ashworth JN, Melin M, Taylor HL. Prepara-
New York: McGraw-Hill, 1980
tion and properties of serum and plasma
18. Landsteiner K. On agglutination of normal proteins. IV. A system for the separation
human blood [Translation of article origi- into fractions of the protein and lipoprotein
nally published in 1901: Über Agglutina- components of biological tissues and fluids.
tionserscheinungen normalen menschlichen Journal of the American Chemical Society
Blutes. Wiener Klinische Wochenschrift, 14, 1946; 68:459-475. 39
1132–1134]. Transfusion 1961; 1: 5-8.
31. Pepin J. The Origins of AIDS New York:
19. Decastello A. Stürli A. Über die Iso-agglutine Cambridge University Press, 2011
im Serum gesunder und kranker Menschen.
Münchner Medizinische Wochenschrift
1902; 49:1090-1095
Lecturas sugeridas
Allen FH, Diamond LK, Niedziela B. A new Keynes G. Tercentenary of blood transfusion.
blood-group antigen. Nature 1951, 167: British Medical Journal 1967; iv: 410 -411.
482.
Mollison PL, Sloviter H.A. Successful transfu-
Baskett TF. James Blundell: The First Transfu- sion of previously frozen red cells. Lancet
sion of Human Blood. Resuscitation 2002; 1951; ii: 862.
52: 229-233
Morton JA, Pickles MM. Use of trypsin in the
Boland CR, Craig NS, Jacobs AL. Collection and detection of incomplete anti-Rh antibo-
transfusion of preserved blood. Lancet dies. Nature 1947; 159:779-780.
1939; i: 388 389.
Moss WL. Studies of isoagglutinins and isohe-
Brown H. Jean Denis and the Transfusion of molysins. Johns Hopkins Medical Journal
Blood, Paris. Isis 1947; 39:15-29 1910; 21: 63-69.
Cochrane Injuries Group Albumin Reviewers. Pool JG, Shannon AE. Production of high-poten-
Human albumin administration in critica- cy concentrates of antihemophilic globu-
lly ill patients: systematic review of ran- lin in a closed bag system. New England
domized controlled trials. British Medical Journal of Medicine 1965; 273: 1443-1144.
Journal 1998, 317: 235-240.
Pool JG, Hershgold EJ, Pappenhagen AR. High-
Combined Study from Centres in England and potency antihaemophilic factor concentra-
Baltimore. Prevention of Rh-haemolytic te prepared from cryoglobulin precipitate.
disease: results of the clinical trial. British Nature 1964, 203: 312.
Medical Journal 1966, ii: 907-913.
Rous P, Turner JR. Preservation of living red
Cutbush M, Mollison PL, Parkin DM. A new blood corpuscles in vitro. II. The transfu-
human blood group system. Nature 1950; sion of kept cells. Journal of Experimental
165: 188-189. Medicine 1916; 23:219.
Finn R., Clarke CA, Donohoe WTA, McConnell Rovetto P. Ideas Médicas: Una mirada histórica.
RB, Sheppard PM, Lehane D, Kulke W. Cali: Programa Editorial Universidad del
Experimental studies on the prevention Valle, 2007
of Rh haemolytic disease. British Medical
Stevens RE. The history of haemophilia in the
Journal 1961; i:1486-1490.
Royal families of Europe. British Journal
Gunson HH, Dodsworth H. The Army Blood of Haematology 1999; 105: 25-32.
Supply Depot. Transfusion Medicine
Tarasov MM. Cadaveric blood transfusion. An-
1996b; 6: 65-71.
nals of the New York Academy of Sciences
Hicks JB. On transfusion and a new mode of ma- 1960; 87: 512
nagement. British Medical Journal 1868;
Watkins WM. The ABO Blood Group System:
2:151.
Historical Background Transfusion Medi-
Hirszfeld L, Hirszfeld H. Serological differences cine 2001; 11:243-265
between the blood of different races. The
Wiener AS. Genetic theory of the Rh blood ty-
result of researches on the Macedonian
pes. Proceedings of the Society for Expe-
front. Lancet 1919; ii: 675-679.
rimental Biology of New York 1943; 54:
Kekwick, RA, Wolf P. A concentrate of human 316-319
40 antihaemophilic factor - its use in six ca-
ses. Lancet 1957; i: 647-650.
CAPÍTULO 2
La Bioética en la
Medicina Transfusional
La sangre es un jugo de un tipo muy especial.
Goethe, Fausto (1808)
I. Historia de la Transfusión
Sanguínea
En el último día de su vida, el 14 de
diciembre de 1799, George Washing-
ton, el primer presidente de Estados
Unidos, despertó con un dolor de
garganta acompañado por fiebre. Sus
doctores acordaron que era el mo-
mento para practicarle una sangría.
Sin presentar mejoría después de per-
der aproximadamente 500 ml de san- 41
gre, fue sangrado dos veces más y le
fue diagnosticada una infección en la
epiglotis. Se le realizó, entonces, una
traqueotomía seguida de una sangría
más. George Washington murió alre-
* Universidad de Texas. Galveston, USA. dedor de las diez de la noche, como
reputada por muchos una enfermedad. lógica, personas de menor valor que
Padecer una de las enfermedades men- las otras. Para Sontang, la medida ex-
cionadas es considerado una debilidad trema de la FDA de calificar el com-
moral. portamiento homosexual masculino
Otro aspecto de gran relevancia en como una enfermedad tan grave que
la estrategia de promoción de las dona- implica una prohibición de por vida
ciones de sangre es lo que Sontag llama refleja un problema social que anate-
el “método del pánico moral”, que aso- matiza el comportamiento sexual de
cia algo sospechoso con algo definitiva- los hombres. Kyle Freeman pretendió
mente malo. Según muchas campañas rebelarse contra este dictamen y hacer
de donación, no se debe donar sangre lo que consideró su deber moral de do-
si “uno ha hecho algo que lo pone en nar vida. ¿Es su pretensión soberana
riesgo de infectarse con VIH (Cruz Roja de vincularse a la comunidad a la cual
Americana, 2009), como: usar drogas pertenece donando sangre opuesta al
intravenosas o esteroides, tener hom- derecho del paciente de ser protegido?
bres contacto sexual con otros hombres, Pregunta para ser cuidadosamente exa-
prostitución, desórdenes de sangrado, minada, así como sus implicaciones.
nacer o vivir en África ecuatorial, entre Pese a que se pretende minimizar el
otros”. Poner a todos en la misma cate- problema, el pánico moral funciona de
goría implica decir que ser homosexual manera inversa y lo torna más visible.
o africano los hace iguales a prostitu- El lenguaje es un instrumento de man-
tas y drogadictos, dos grupos profun- tenimiento de la cultura. La bioética
damente estigmatizados en la mayoría demanda objetividad y transparencia
de los contextos culturales modernos. en el abordaje de los conflictos y de los
La claridad de los principios e inten- prejuicios que les son inherentes. Es de
ciones implícitos en las campañas de fundamental importancia el desarrollo
donación es de extrema relevancia en de un lenguaje neutro para establecer
el contexto más amplio de la educación
una comunicación racional y produc-
respecto a la donación de sangre. ¿Debe
tiva para enfrentar las discusiones y
el compromiso irrefutable de proteger a
con el claro objetivo de promover la
los pacientes herir la propia integridad
tolerancia y la inclusión, en lugar de
y salud de la comunidad? ¿No es eso lo
fomentar la ignorancia y la segregación.
que conlleva la alusión a un “compor-
tamiento de riesgo”?
La idea de que “donar sangre nos
Costo-beneficio de la seguridad
hace héroes para alguien” es publicita- transfusional
da en muchas campañas de donación. Actualmente las transfusiones sanguí- 51
Y cuando una persona está impedida neas son uno de los procedimientos
de donar, además de ser considerada médicos más comunes en el mundo.
impura, tampoco puede actuar como En los Estados Unidos se donan actual-
un héroe. Los héroes son modelos de mente cerca de siete millones de litros
excelencia y virtud para los demás. de sangre por aproximadamente diez
Los impedidos de donar son, con esa millones de personas.46 La transfusión
umbilical con grandes resultados (mo- duo es cuestionable cuando las infor-
netarios), especialmente en Singapur, maciones no son claras o suficientes.
Japón, India y China. En China, desde Entre los aspectos más controver-
2004, cuando el número de casos de siales relacionados con el uso de célu-
leucemia llegaba a cuatro millones, el las madre de cordón umbilical están
precio de las acciones de los bancos de los que se refieren a las informaciones
cordón umbilical privados era uno de utilizadas por los bancos autólogos pri-
los más altos en el mercado de acciones vados para captación de clientes. Las
según la bolsa de valores de Hong Kong. prácticas de mercadeo adoptadas por
Diversas ideas sintetizadas como las empresas demandan atención espe-
principios y conceptos discutidos en el cial, así como el proceso de obtención
abordaje bioético se ven implicadas en de consentimiento informado.75 La pro-
la colecta, almacenamiento y utilización paganda agresiva de esas empresas, que
de células madre de cordón umbilical y explota la susceptibilidad de los padres
placentario. Los dos modelos adopta- en un momento delicado para la toma
dos para aplicación de sangre de cordón de decisiones, divulga informaciones
umbilical –el uso autólogo o alogénico– equivocadas e imprecisas acerca del uso
suscitan conflictos morales diversos. de células madre con fines terapéuticos.
El planeamiento de hijos HLA com- Muchas de esas informaciones atribu-
patibles, donantes potenciales para fa- yen a la sangre de cordón umbilical la
miliares enfermos, tiene repercusiones capacidad de regenerar funciones de
profundas porque implica manipula- tejidos y órganos diversos, además de
ción de embriones y procedimientos la conocida regeneración de la función
eugénicos. medular en pacientes con enfermeda-
La privacidad y confidencialidad des congénitas o adquiridas de la médu-
con respecto a las pruebas requeridas, la ósea. Hasta el presente esos aspectos
la autonomía para la toma de decisio- son mera especulación, toda vez que el
nes sobre la donación, el stock de célu- uso potencial de sangre de cordón como
las de cordón umbilical para uso autó- fuente de células madre todavía está en
logo son otros aspectos controversiales. etapa de investigación. Diversos profe-
El escrutinio para enfermedades sionales de la salud se preguntan si es
infecciosas y genéticas brinda informa- éticamente aceptable cobrar por un ser-
ciones que cuando son mal manejadas vicio cuya aplicación terapéutica toda-
pueden herir el principio de confiden- vía está en fase de investigación.
cialidad y privacidad y exponer a los Pero esas empresas se abstienen de
sujetos a riesgos sociales considerables informar que las células progenitoras
como pérdidas / restricciones de segu- hematopoyéticas también pueden ser
57
ros de salud y oportunidades de tra- obtenidas del individuo adulto en caso
bajo. Las instituciones también tienen de necesidad, y que el trasplante autó-
responsabilidad sobre el consejo gené- logo muchas veces no es indicado para
tico de los padres, sobre todo en casos el tratamiento de algunas enfermeda-
de condiciones graves o sin tratamien- des hematológicas. En verdad, apenas
to disponible. La autonomía del indivi- los pacientes con tipos específicos de
tumores sólidos y anemia aplásica ad- no pueden pagar por el servicio. En ese
quirida califican para el uso autólogo sentido, es fundamental la considera-
de sangre de cordón umbilical. ción bioética de la justicia distributiva
La baja tasa de utilización de uni- para que el desarrollo tecnológico no
dades de sangre de cordón umbilical venga a profundizar las desigualdades
para uso autólogo hace que los bancos con respecto a los derechos humanos
privados no sean costo-efectivos desde básicos, incluido el derecho a la salud.
un punto de vista sanitario. El costo Sin el principio de la precaución
de colecta cobrado por las empresas las razones del mercado se imponen
privadas en la actualidad es cercano a de manera soberana y aumentan las
US$3,6 mil y a una media de US$200 asimetrías producidas por la biotecno-
de anualidad (o 2.500 euros por 20 ciencia, lo que fragiliza todavía más al
años de almacenamiento). individuo.
Estudios recientes revelan que la La implementación de programas
probabilidad de que un niño necesite nacionales públicos para trasplantes alo-
su propia sangre es 0,04%; y de que génicos de sangre de cordón umbilical
la requiera un hermano (y le sirva), podría contribuir a la regularización de
0,07%. Esto implica un costo de 1,37 la actividad de los bancos autólogos en
millones de dólares (casi un millón de países de América Latina. Esos progra-
euros) por año de vida salvada. Los mas ofrecen una alternativa viable para
investigadores también han calculado la población y también actúan como im-
cuáles serían las condiciones para ha- portante agente de educación al ofrecer
cer rentable el modelo: el costo para información precisa a quienes se encuen-
la familia tendría que ser 7% del ac- tran vulnerables frente a la propaganda
tual (262 dólares, 177 euros), y la pro- masiva de las empresas privadas.
babilidad de que el niño necesitara la Además, el sistema público de co-
sangre guardada sería del 0,9% (22,5 lecta incrementa las donaciones que fa-
veces la normal).76 vorecen la diversidad étnica propia de
Los bancos privados de sangre de cada país y aumenta de modo relevante
cordón umbilical para uso autólogo, la probabilidad de obtención de mues-
además de su improbable utilización tras compatibles. En Brasil, con el Bra-
(una en cada 20 mil unidades colecta- silcord, el costo de la búsqueda de uni-
das es usada) y alto costo, compiten por dades compatibles ha caído de U$23
donantes para uso alogénico, tornando mil por cordón para U$2 mil por cor-
disponible el tratamiento para aquellos dón.79 El Estado tiene, por tanto, un pa-
que en verdad no lo necesitan y com- pel incuestionable como regulador, no
prometiendo el sistema solidario y al- solo desde el punto de vista normativo
58 truista de donación ya implantado en sino especialmente como mediador en-
muchos países.77, 78 tre fuerzas y asimetrías propias de so-
Otro aspecto poco ético que surge ciedades económicamente frágiles.
del uso autólogo de la sangre de cordón Según Morin, “Los avances tecnoló-
umbilical es la distancia socio-econó- gicos crecen de manera avasalladora,
mica entre los que pueden y los que sobrepasando el proceso natural de
CAPÍTULO 3
Economía
de la Transfusión
Roberto J. Roig Oltra*
Luis R. Larrea González**
Por otra parte, la mayoría creemos utilizados, para uno u otro caso, no
que las cuestiones económicas son han sido los mismos. Ya en 2003 los
importantes y que, por tanto, existen participantes en la Conferencia de Con-
fundadas razones para entender cuán- senso sobre el costo de la sangre desa-
to cuesta la provisión de servicios mé- rrollaron una minuciosa descripción
dicos. Hay un creciente interés en co- de todos los pasos en el proceso de la
nocer el costo de las cosas, pero no es transfusión, empezando por el recluta-
claro cómo se deben incluir los datos miento de donantes y finalizando con
económicos en las decisiones políticas las consecuencias, a largo plazo, de la
o establecer prioridades en el cuidado transfusión en los pacientes y en el sis-
de la salud. tema de salud.12
Como en todas las disciplinas, en Una reciente publicación13 tras-
Economía hay diferentes diseños y lada nuestra atención al costo de la
aproximaciones para responder a las transfusión en el entorno quirúrgico.
diferentes cuestiones que se pueden El análisis que se muestra sobrepa-
plantear. En Economía de la Salud se sa los análisis previos y proporciona
puede investigar el costo de la pres- resultados de un estudio costo-acti-
tación de la salud, las tasas de reem- vidad llevado a cabo en tres países y
bolso para la prestación de la asis- cuatro hospitales distintos al evaluar,
tencia, el impacto presupuestario de desde la perspectiva hospitalaria, el
determinados tipos de intervenciones costo total de la transfusión. Al rea-
o el análisis comparativo del costo- lizar el análisis en cuatro hospitales
efectividad. diferentes (uno en Austria, uno en
Lamentablemente, en medicina Suiza y dos en Estados Unidos) los in-
transfusional no existe un análisis eco- vestigadores han eliminado una de las
nómico global. A este respecto, tanto limitaciones que existían en los análi-
la industria farmacéutica como la de sis previos como es la generalización.
instrumentación médica están lejos de Esta estimación de costos en cuatro
nuestro nivel con más consumidores hospitales de tres países desarrolla-
informados y una amplia participación dos no convierte el estudio en repre-
de profesionales de la evaluación eco- sentativo en todas las configuraciones
nómica. Se han publicado guías que y localizaciones pero, utilizando el
establecen las bases necesarias para la mismo método, permite algo nuevo y
toma de decisiones y la aprobación o el sorprendente como es la comparación
uso de productos específicos.1-5 directa y la similitud de los costos en
En medicina transfusional es progre- un ámbito internacional.
sivo el reconocimiento de la necesidad Este ambicioso e ilustrativo proyec-
64 de la evaluación económica, aunque to tuvo un resultado inesperado: por
todavía existe una falta de integración una parte se observó que el costo de la
y consistencia en las técnicas de eva- transfusión en los procedimientos qui-
luación. A pesar de que se ha investiga- rúrgicos es mayor que el previamente
do el costo de adquisición de sangre6-7 comunicado y, por otra, que los costos
o el de la transfusión,8-11 los métodos de compra de hematíes por parte de
los bancos de sangre es una muy pe- de agentes transmisibles por la trans-
queña contribución al costo total de la fusión solo mejora la seguridad de un
transfusión, y en todo caso representa modo marginal.
menos de un tercio del costo en cada Por otra parte, sabemos que añadir
uno de los cuatro hospitales que con- nuevos métodos a los ya existentes au-
tribuyeron al estudio. Otros autores14 menta considerablemente los costos de
han manifestado resultados similares producción. Esto, unido a la dificultad
cuando la transfusión se realiza en las de eliminar métodos antiguos, aumen-
unidades de cuidados intensivos. ta la importancia de la discusión del
costo-efectividad de los nuevos desa-
rrollos y el papel de los costos a la hora
Costo-Efectividad en medicina
de decidir la implantación de nuevos
transfusional métodos y tecnología.
En medicina transfusional el costo- Incluso con la adición de nuevas
eficiencia del tratamiento con sangre y medidas de seguridad que eliminen
derivados significa alcanzar un efecto casi todos los agentes transmitidos por
terapéutico específico utilizando un transfusión, no se alcanza la seguridad
producto que procede de una unidad absoluta. Estamos cada vez más cerca
de sangre donada. El costo incluye no del riesgo “0”.
solo el precio del producto sino el de Actualmente existe entre los exper-
todo el proceso que, como sabemos, se tos en esta materia una opinión unáni-
inicia con el reclutamiento del donan- me sobre que el nivel de seguridad es
te, la obtención del producto, el proce- suficiente e incluso superior cuando
so analítico en el centro o servicio de se compara con cualquier otra activi-
transfusión, y finalmente en la trans- dad médico-quirúrgica. Sin embargo,
fusión del hemocomponente al enfer- parece que existe todavía presión para
mo. La efectividad clínica de todo el implantar cualquier nuevo método que
proceso se mide bien por el efecto de suponga una “imaginaria” mejora en la
la transfusión sobre la vida o bien por seguridad.
la reducción de la estancia hospitalaria
del paciente. Costo de la transfusión
El costo-efectividad de la transfu-
sión es un tema de discusión cada vez El costo de un producto sanguíneo (pre-
más importante en los congresos de la cio de adquisición) es únicamente una
Sociedad Internacional de Transfusión parte del costo total de la transfusión
Sanguínea (ISBT) y en otros congresos sanguínea. En un estudio multicéntri-
internacionales relacionados con la co15 se observó que el precio del pro-
ducto representa el 37%; los costos de 65
transfusión.
La seguridad de los componen- manejo en el banco de sangre, el 13%;
tes sanguíneos ha alcanzado tal nivel las pruebas de laboratorio, el 43%, y
que el desarrollo técnico del material los costos de administración, un 7%.
y equipamiento, los nuevos métodos En otro estudio16 que revisó el cos-
analíticos y, además, la eliminación to de la transfusión en pacientes onco-
* El año de vida ajustado por calidad es una medida de la carga de la enfermedad, e incluye tanto la calidad como la cantidad de años que se vive. Se utiliza
para evaluar la relación calidad-precio de una intervención médica concreta.
anual. El desarrollo de los actuales sis- En los Países Bajos, con una fre-
temas electrónicos e informáticos ayu- cuencia de un donante HIV positivo/
da y puede ofrecer un ahorro de costos. año, se estimó que la introducción de la
La extracción de sangre convencional biología molecular para el HIV tendría
sigue siendo prácticamente igual, y en un costo de US$77.500 QALY/año de
este caso el ahorro de costos no es pre- vida ganado; en la misma publicación
visible. Por el contrario, las nuevas tec- se comenta que si se detectara una in-
nologías (por ejemplo: instrumentos para fección en dos años la cifra correspon-
obtener hematíes o plaquetas de forma diente se iría a US$171.000.18
automatizada) tienden a ser más costo- En una revisión19 realizada en 2002
sas que los procedimientos clásicos. La se comparan diferentes relaciones de
mejora de la seguridad y calidad del pro- coste-efectividad en los métodos de de-
ducto obtenido por este procedimiento tección de VHC:
impulsa la utilización de estos sistemas. 1. La determinación, exclusivamente,
Por último, se deben añadir los nuevos de la transaminasa ALT para la pre-
y costosos sistemas de aféresis introdu- vención de la transmisión se pre-
cidos con la finalidad de compensar la senta costo-efectiva; sin embargo,
falta de donantes. para la detección de la hepatitis fue
más pobre.
2. Costo de las pruebas 2. La determinación de anticuerpos
analíticas anti-VHC fue muy efectiva; sin
embargo, añadir la ALT no mejo-
Las medidas básicas de seguridad rea-
ró el efecto. Evidentemente, estos
lizadas sobre las donaciones, tales
cálculos permitieron al Instituto
como el tipaje ABO, HBsAg, anti-VIH
Nacional de la Salud Americano
y anti-VHC son extremadamente cos-
recomendar la retirada de la deter-
to-efectivas. Por ejemplo, en Estados
minación de la transaminasa.
Unidos se ha estimado que la prueba
La implantación de nuevas técnicas
de anticuerpos anti-VIH resulta con un
de seguridad transfusional no afecta
costo-efectividad de US$3600/QALY.
exclusivamente al terreno científico o
Estas cifras todavía son mejores en
al económico. La FDA (Food and Drug
aquellos países que tienen una elevada
Administration) y la EMEA (European
prevalencia de VIH. Por otra parte, si
Agency for the Evaluation of Medical
se añade la determinación del antígeno
Products) recomiendan el uso del NAT
p24 el costo llega a ser de US$2,3 mi-
en la determinación analítica del VHC.
llones/QALY; y por último, la adición
En una publicación del año 200020 se
de la biología molecular para el VIH es
estima que los protocolos que utilizan
de US$2,0 millones/QALY. Se ha visto
biología molecular para VHC tienen
67
que si introducimos la determinación
un costo de US$1,8 millones/QALY.
del antígeno p24 en aquellos países en
En cualquier caso, y aunque la intro-
donde el grado de transmisión del VIH
ducción de la biología molecular en la
excede a 1/12.500 el costo-efectividad
detección del VHC produce poco bene-
podría mejorar a menos de US$50.000/
ficio, un gran número de países anali-
QALY.17
zan las muestras de forma individual o se había pasado, en cinco años, de US$
en pool de diferentes tamaños (24 a 96 290.000/QALY a multiplicar por cinco
muestras). La detección mediante téc- dicha cifra. Esto, fundamentalmente,
nicas de biología molecular del VHC se debe a la introducción de mejoras en
es obligatoria en los países de la Unión las técnicas analíticas para VIH, VHB
Europea. y VHC y, lógicamente, pudo haber in-
Un trabajo realizado en Suecia en fluido la retirada, en 2002, del mercado
199821 revela que el Instituto Sueco de norteamericano del plasma tratado con
Salud y Bienestar tomó la decisión de solvente-detergente.
cribar para el HTLV solamente a do- Varios autores26-29 entienden el bajo
nantes de primera vez. En este caso la costo-efectividad como debido a un
decisión fue sencilla, dado que la pre- actual bajo riesgo de infección por vi-
valencia del virus en donantes suecos rus transmitidos por transfusión y a la
es baja (2/100.000 donantes) y el cos- elevada edad y mal pronóstico a corto
to de analizar a todos los donantes era plazo de los receptores de hemocompo-
18 veces superior (alrededor de US$3 nentes.
millones anuales). Se estimó que el
análisis de todos los donantes podría
Manejo de la sangre
prevenir una muerte cada 200 años a
Los estudios de Forbes y Cremieux15,16
un costo de, al menos, US$36 millones.
muestran unos costos de manejo y ad-
Esta misma medida ha sido adoptada
ministración, y de laboratorio, del 73%
en todos aquellos países en los que la
prevalencia de HTLV es baja. y 81%, respectivamente en referen-
cia al costo total de la transfusión. De
este modo sería posible que la atención
Componentes
principal en la reducción de costos se
La leucorreducción de plaquetas y he- diera en estos conceptos. En los hospi-
matíes, médicamente indicada, suele ser tales es complicado el cálculo de todos
costo-efectiva.19-22 No existe costo-efec- estos aspectos puesto que faltan mode-
tividad ni indicación médica clara en los para poder realizarlos.
aquellos pacientes que a lo largo de su
vida reciben pocas unidades de sangre.
Manejo de las reservas
La filtración pre-almacenamiento
de hematíes y plaquetas es obligatoria Estudios recientes30 han revelado que
en muchos países. El riesgo de trans- el personal del banco de sangre puede
misión del vCJD puede haber influido disminuir (por la vía administrativa y
en tal decisión. También pueden haber de organización) la caducidad y la pér-
68 influido razones públicas o políticas al dida (debida al mal manejo) del plasma
aceptar estos considerables costos de fresco congelado y de las unidades de
utilización del plasma virus atenuado plaquetas. El mismo grupo31 encontró
vs el plasma estándar.23 que la relación sangre cruzada: sangre
En otras publicaciones24,25 sobre transfundida (C:T) varía de 1,5 a 2.4 o
costo-efectividad del plasma tratado más en un estudio realizado en 1639
con solvente-detergente se informó que instituciones públicas y privadas de los
Estados Unidos. Las tasas de caducidad Community blood supply model: develop-
ment of a new model to assess the safety,
de los concentrados de hematíes varían
sufficiency and cost of the blood supply. Med
de 0,1% a 3,5% o más, y las tasas de Decis Making 2005;25:571-82.
pérdida, de 0,1% a 0,7%. Estos autores
8. Cremieux PY, Barrett B, Anderson K, Slavin
concluyen que el personal del banco de MB. Cost of outpatient blood transfusion in
sangre puede mejorar la relación C:T y cancer patients. J Clin Oncol 2000;18:2755-
rebajar la pérdida de concentrados de 61.
hematíes mediante el establecimiento 9. Guest JF, Munro CV, Cookson RF. The annual
de un umbral sobre C:T y la monitori- cost of blood transfusions in the United King-
dom. Clin Lab Haematol 1998;20:111-18.
zación de las peticiones de hemoderi-
vados. 10. Varney SJ, Guest JF. The annual cost of
blood transfusions in the UK. Transfus Med
2003;13:205-18.
Referencias 11. Tretiak R, Laupacis A, Riviere M, McKer-
1. Sullivan SD, Chitwood-Dagner K, Gri- racher K, Souetre E,. Cost of allogenic and
tar JA, Mather D. Formulary submission autologous blood transfusion in Canada.
guidelines(monograph on the internet), 2002 Canadian Cost Study Group. CMAJ 1996;
(cited 2010 Jan 4). Available from: URL: 154:1501-8.
http://www.fmcpnet.org/data/resource/ 12. Shander A. The cost of blood: multidisci-
formatv20.pdf. plinary consensus conference for a standard
2. Mauskoppf JA, Sullivan SD, Annemans L, methodology. Transfus Med Rev 2005;19:66-
Caro, J, Mullins CD, Nuitjen M, Orlewska 78.
E, Watkins J, Trueman P. Principles of good 13. Shander A, Hofmann A, Ozawa S, Theus-
practice for budget impact analysis: report of inger OM, Gombotz H, Spahn DR. Activity-
ISPOR Tak Force on good research practices based costs of blood transfusion in surgical
– budget impact analysis. Value Healt 2007; patients at four hospitals. Transfusion 2010;
10:336-46. 50:753-65.
3. Morgan SG, McMahon M, Mitton C, Roughead 14. Agrawal S, Davidson N, Walker, Gibson S,
E, Kirk R, Knavos P, Menon D. Centralized Lim C, Morgan CL, Cowell W. Assessing
drug review processes in Australia, Canada, the total costs of blood delivery to hospital
New Zealand, and the United Kingdom. oncology and haematoloy patients. Cur Med
Health Aff (Milwood) 2006; 25: 337-47. Res Opin 2006; 22:1903-9.
4. Clement FM, Harris A, Li JJ, Yong K, Lee 15. Forbes JM, Anderson MD, Anderson GF,
KM, Manns BJ. Using Effectiveness and Bleeker GC, Rossi EC, Moss GS. Blood trans-
cost-effectiveness to make drug coverage fusion costs: a multicenter study. Transfusion
decisions: a comparison of Britain, Australia 1991; 30:318-23
and Canada. JAMA 2009; 302:1437-43.
16. Cremieux P-Y, Barret B, Anderson K, Slavin
5. Neumann PJ. The arrival of economic evi- MB. Cost of outpatient blood transfusion in
dence in managed care formulary decisions: cancer patient. J Clin Oncol 2000; 18:2755-
the unsolicited request process. Med Care 2661
2005; 43:27-32.
17. AuBuchon JP, Birkmeyer JD, Busch MP. 69
6. Amin M, Ferguson D, Wilson K, Tinmouth Cost-effectiveness of expanded human im-
A, Aziz A, Coyle D, Hebert P. The societal munodeficiency virus-testing protocols for
unit cost of allogenic red blood cells and red donated blood. Transfusion 1997; 37: 45-51.
blood cell transfusion in Canada. Transfu-
sion 2004; 44:1479-86. 18. Postma MJ, Los APH, Ruitenberg EJ, Sint
Sibinga CTh. Cost-effectiveness of HIV NAT
7. Custer B, Johnson ES, Sullivan SD, Hazlet screening for Dutch donors. In Smit Sibinga
TYK, Ramsey SD, Murphy EL, Busch MP.
CTh, Cash JD (ed), Transfusion Medicine: 25. AuBuchon JP, Birkmeyer JD, Safety and cost-
Quo vadis? What has been achieved, what is effectiveness of solvent-detergent-treated
to be expected. Kluwer Academic Publishers, plasma. JAMA, 1994 272: 120-1214.
45-51, 2001.
26. Lopez-Plaza I, Weissfeld J, Triulzi DJ. The
19. van Hulst M, de Wolf JTM, Staginnus U, cost-effectiveness of reducing donor ex-
Ruitenberg EJ, Postma MJ. Pharmacoeconom- posures with single-donor versus pooled
ics of blood transfusion safety: review of the random-donor patient. Transfusion 1999;
available evidence. Vox Sang 83:146-155, 39:925-932
2002.
27. Monk TG, Goodnough LT, Birkmeyer JD,
20. Pereira A, Sanz C. A model of the health and Brecher ME, Catalona WJ. Acute normo-
economic impact of post transfusion hepati- volemic hemodilution is a cost-effective
tis C: application to cost-effectiveness analy- alternative to preoperative autologous blood
sis of further expansion of HCV screening donation by patients undergoing radical
protocols. Transfusion 2000; 40: 1182-1191 retropubic prostatectomy. Transfusion, 1995
35: 559-565.
21. Tynell E, Anderson S, Lithander E, Ameborn
M, Blomberg J, Hanson HN, Krook A, Nom- 28. Goodnough LT, Grishaber JE, Birkmeyer JD,
berg M, Ramstedt K, Shanwell A, Bjorkman Monk LT, Catalona WJ: Efficacy and cost-
A. Screening for human T cell leukaemia// effectiveness of autologous blood predeposit
Lymphoma virus among blood donors in in patients undergoing radical prostatectomy
Sweden: cost-effectiveness analysis. BMJ procedures. Urology, 1994, 44:226-231.
1998; 316:1417-1422
29. Etchason J, Petz L, Keeler E, Calhoun L,
22. Blumberg N, Heal JM, Cowles JW, Hicks Kleinman S, Snider C, Fink A, Brook R. The
GL Jr, Risher WH, Samuel PK, Kirkley SA. cost-effectiveness of preoperative autologous
Leukocyte-reduced transfusions in cardiac blood donations. NEJM, 1995, 332: 719-724.
surgery. Results of an implementation trial.
30. Novis DA, Renner S, Friedberg RC, Walsh
Am J Clin Pathol, 2002; 118: 376-381
MK, Saladino AJ. Quality indication of fresh
23. Pereira A. Cost-effectiveness of transfusing frozen plasma and platelet utilization. Arch.
virus-inactivated plasma instead of standard Pathol. Lab. Med, 2002. 126: 527-532. .
plasma. Transfusion 1999; 39:479-487.
31. Novis DA, Renner S, Friedberg RC, Walsh
24. Jackson BR, AuBuchon JP, Birkmeyer JD. MK, Saladino AJ. Quality indicators of
Update of cost-effectiveness analysis for blood utilization: three College of American
solvent-detergent-treated plasma. JAMA, Pathologist Q-Probes studies of 12.288.404
1999 281(4): 329. red blood cells units in 1639 hospitals. Arch.
Pathol. Lab. Med, 2002. 126: 150-156.
70
CAPÍTULO 4
Suficiencia de sangre
María Cristina Martínez*
Claudia Herrera Garbarini**
Sarella Garrido***
Eduardo Yaksic****
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección I - Evolución de la medicina transfusional Suficiencia de sangre
dio para antígenos plaquetarios huma- vidual, mientras que el tratamiento con
nos, es que estas donaciones se pueden solvente detergente solo es aplicable a
usar para cubrir los requerimientos de grandes cantidades de plasma. Ambos
los pacientes con refractariedad a pla- métodos han probado una buena pro-
quetas y para cubrir requerimientos tección viral, pero se asocian con una
específicos en la transfusión intrauteri- pérdida de factores de coagulación.
na del feto o en la transfusión del neo- Un suministro adecuado de los cuatro
nato que presente una trombocitopenia componentes sanguíneos básicos de la
aloinmune. sangre (glóbulos rojos, plaquetas, plas-
Los concentrados de plaquetas son ma y crioprecipitado) es parte esencial
suspendidos en plasma para su conser- de todo sistema moderno de atención
vación (o un medio de conservación de sanitaria. Por su origen y naturaleza
plaquetas) y se pueden almacenar por estos componentes sanguíneos son re-
un período de hasta cinco días en agi- cursos escasos sujetos a varios condi-
tación continua entre 20 0C a 24 0C. Las cionantes. Las características específi-
plaquetas tienen una vida media más cas de cada uno de ellos determina un
corta por la pérdida de la viabilidad tiempo válido de uso, después del cual
durante el almacenamiento y por la po- deben desecharse. Sus implicaciones
tencial contaminación bacteriana. En en cualquier programación para lograr
consecuencia, estas tienen exigencias un suministro adecuado son claras: si
distintas para la gestión de inventa- no se hace una planificación adecuada
rios. Para asegurar su suficiencia en pe- se presentará una situación de caren-
ríodos de feriados legales prolongados cia y no se podrá cubrir la demanda, o
es necesario que los servicios de sangre bien se tendrá un exceso de producción
generen políticas de abastecimiento ex- que no se podrá utilizar por caducidad.
traordinarias. Si se cuenta con técnicas Por otra parte, la utilización de los pro-
de detección de contaminación bacte- ductos sanguíneos no es constante a lo
riana para plaquetas previo a su uso largo del año. Las fluctuaciones pue-
y se cuenta con plaquetas filtradas, su den corresponder a factores distintos
vida media puede ser extendida has- en función de las actividad de los hos-
ta siete días para cubrir los períodos pitales (períodos vacacionales), o bien
de días festivos. Esto se debe mirar totalmente ajenas al trabajo asistencial
de acuerdo con la legislación de cada como son las zonas de gran afluencia
país, y si está universalmente aceptado. turística estacional. Se define como un
En relación con el plasma, a causa del suministro adecuado aquel que basta
riesgo de transmisión de infecciones para atender las necesidades de un sis-
virales muchos países han adoptado tema de salud de un país. Sin embargo,
73
la inactivación viral. El plasma fresco ello no depende exclusivamente de la
congelado puede ser viro inactivado cantidad absoluta, sino también de la
con un tratamiento con azul de metile- calidad y del tipo de componentes san-
no o tratamiento con solvente detergen- guíneos disponibles. La autosuficiencia
te. El azul de metileno es utilizado para de sangre y productos sanguíneos sig-
cada unidad de plasma en forma indi- nifica que un país es capaz de proveer
dio en los países con un buen desarro- para lograr una autosuficiencia a partir
llo de los servicios sanitarios, y puede de donaciones voluntarias no remu-
oscilar del 1% a 2% en países con sis- neradas y no donaciones colectadas
temas sanitarios más básicos.4 a partir de donantes pagados. Países
Los donantes de sangre son los pro- como Inglaterra y Francia ya habían op-
tagonistas principales del mundo trans- tado por la autosuficiencia a partir de
fusional. Sin donantes no hay transfu- donantes voluntarios no remunerados
sión posible, y solo el poder contar con a fin de preservar un sistema que había
un número importante de donantes operado así desde el inicio de las colec-
permitirá conseguir los objetivos pro- tas de sangre.
puestos. La captación y la selección de los
Además de la incorporación de donantes de sangre y componentes son
nuevos donantes es necesaria la fideli- de importancia crítica para el buen éxi-
zación de los ya existentes, entendien- to de un programa, y hay que velar en
do como tal que los donantes que han todo momento por la seguridad de es-
hecho alguna donación lo hagan regu- tas personas y por la inocuidad de la
larmente. Esta estrategia aporta la ven- transfusión para el receptor. El proceso
taja de que los donantes regulares son de selección de donantes sólo será efi-
más seguros desde el punto de vista caz cuando pueda confiarse en la infor-
transfusional (estudios microbiológicos mación que aquéllos facilitan, y se ha
repetidos en cada donación y adminis- demostrado que esto ocurre cuando no
tración de estos productos a múltiples se obtiene ganancia material por el acto
pacientes a través del tiempo). de donar. Estos problemas de selección
En un sistema en expansión el de los donantes se reducen cuando el
número de donantes de sangre es re- sistema se rige por el principio de la
lativamente alto, pero en un sistema donación voluntaria no remunerada.
plenamente desarrollado la mayoría La donación familiar o de reposición
deberían ser donantes regulares. Te- suele someter a las familias a una pre-
niendo en cuenta a todos los donantes, sión excesiva, lo cual puede llevar a
la media de donaciones anuales se es- pagar a donantes profesionales. Estos
pera que oscile de 1,5 a 2 por donante donantes pueden pertenecer a grupos
para cubrir la demanda de glóbulos ro- de riesgo y ocultar información lo que
jos. Lo que significa que con alrededor agrava el riesgo de transmisión de en-
de un 3,5% de donantes activos en la fermedades.
población se atenderían todas las nece-
sidades de componentes sanguíneos.5
Programación de las colectas
En el año 1975 la Asamblea Mun-
76 dial de Salud instó a los Estados miem- de sangre
bros a “promover el desarrollo de los La cadena productiva de un centro de
servicios nacionales de sangre basados sangre comienza con la promoción de
en la donación de sangre voluntaria no la donación de sangre y finaliza con
remunerada”. Resultado de esta pro- la distribución de componentes san-
puesta, los países fueron motivados guíneos, por lo que es imperativo que
1. Planificación de colectas para cu- elaborados de tal forma que puedan ser
brir reservas definidas como ópti- diseñados, obtenidos y utilizados por
mas. cualquier investigador para establecer
2. Definición de las reservas adecua- predicciones. Sin embargo, se cono-
das de los servicios de transfusión cen técnicas estadísticas que permiten
hospitalarios a los que suministra. combinar de forma óptima ambos tipos
3. Análisis de la evolución de las re- de predicciones, por lo que éstas no de-
servas a lo largo del periodo estu- ben verse como antagónicas sino como
diado. complementarias.
4. Adecuación entre la disponibilidad La obtención de datos de manera me-
del centro y las solicitudes de los tódica, así como su análisis sistemático,
hospitales tanto en cantidad como permite evaluar los sistemas de gestión
en distribución por grupos sanguí- de inventarios en un centro en varios
neos. puntos cruciales. Se puede así observar
5. Valoración de las posibles causas la evolución de su actividad y tomar de-
de desviación. cisiones con anticipación que aseguren
A partir de esta información se pue- el funcionamiento correcto. De los datos
den diseñar diferentes estrategias para obtenidos en un estudio realizado por
cada área y medir su eficiencia con L. Barbolla6 se puede concluir que las
los indicadores de calidad oportunos previsiones teóricas son de utilidad y se
como índice de caducidad, vida media puede con ellas llevar a cabo una ges-
útil del producto despachado, etc. Ade- tión que cumpla con los indicadores de
más, se puede establecer una estrategia calidad establecidos para el centro y los
de comunicación entre el centro y los hospitales.
servicios de transfusión hospitalarios Como reservas apropiadas se consi-
para aquellas situaciones de disminu- deró las que cumplen con los siguien-
ción puntual en las reservas. tes requisitos:
Se puede desarrollar un sistema de a) En los establecimientos hospitala-
predicción de necesidades adecuado rios:
a cada situación específica, mediante – Las reservas acordadas fueron aten-
modelos estadísticos de series tempo- didas en el 100% de los casos.
rales. – La necesidad de solicitar unidades
En principio, las predicciones pue- de urgencia fue menor que 3% de
den ser subjetivas y objetivas. Las pri- las unidades solicitadas.
meras, aunque tienen su valor, se basan – La correlación entre unidades soli-
en la experiencia de personas en los citadas y despachadas con respecto
procesos que manejan y difícilmente al grupo ABO y Rh fue de 0,999.
80
pueden objetivarse en modelos que se – Caducidad muy reducida.
puedan seguir por otras personas. Sus b) En los centros se consideró como
resultados no son susceptibles de racio- inventario apropiado:
nalización y por tanto son difíciles de – Si se logró satisfacer el 100% de las
sustentar. Las de tipo objetivo se con- solicitudes de los establecimientos
siguen a partir de modelos estadísticos hospitalarios.
do en los últimos años. Se ha demos- bir una transfusión aumentó en 7,5 ve-
trado una evolución similar al emplear ces en comparación con los pacientes
estrategias transfusionales liberales sin anemia preoperatoria (p <0.0001).
versus estrategias restrictivas en pa- Implementaron un programa computa-
cientes críticos normovolémicos que cional que relaciona los resultados de
no presentan sangramiento activo ni laboratorio con los pacientes que se-
isquemia coronaria, y que son trans- rán sometidos a cirugía electiva en la
fundidos con niveles más altos de he- etapa más precoz posible; si se detecta
moglobina. anemia se genera un correo automáti-
La Organización Mundial de la Sa- co al cirujano que sugiere investigar la
lud establece que en adultos se debe anemia antes de la cirugía. Con esto el
considerar anemia si los niveles de he- médico evalúa el beneficio de efectuar
moglobina son <13 g/100ml (hombres) la cirugía versus las pérdidas de sangre
y <12 g/100ml (mujeres). esperadas y decide tratar al paciente él
Se sabe que las intervenciones qui- mismo o derivarlo a un especialista.
rúrgicas tienen peores resultados en Otras medidas simples a las que se
pacientes anémicos que en aquellos puede recurrir son disminuir las mues-
pacientes que cursan con niveles nor- tras de sangre para exámenes diagnós-
males de hemoglobina, y la anemia ticos en volumen y cantidad; manejar
preoperatoria constituye un factor de la anticoagulación suspendiendo o re-
riesgo mayor de recibir una transfusión emplazando los medicamentos cuyos
alogénica en el perioperatorio. La Aso- efectos sean anticoagulantes durante el
ciación Británica de Ortopedia postuló perioperatorio: aspirina, antiinflama-
en 2005 que una hemoglobina preope- torios no esteroidales, agentes antipla-
ratoria <12 g/dl aumenta tres veces las quetarios y anticoagulantes, evaluando
posibilidades de transfusión. costos-beneficios.
En las cirugías electivas general-
mente hay un tiempo suficiente entre
Manejo intraoperatorio
la programación de la cirugía y su reali-
zación, lo que permite el diagnóstico y Durante el acto quirúrgico se han de-
tratamiento de la anemia preoperatoria. sarrollado diferentes estrategias para el
Los exámenes preoperatorios se deben manejo de las anemias agudas y graves
solicitar con una anticipación prudente usando técnicas de conservación de
(30 días), para una adecuada identifica- sangre para disminuir la exposición de
ción, evaluación y manejo de anemias, los pacientes a la transfusión alogéni-
al igual que evaluar una historia de ca. Estas estrategias comprenden el uso
sangramiento personal y familiar (ex- combinado de medicamentos, equipa-
84 mientos tecnológicos y técnicas quirúr-
tracciones dentales, cirugías previas,
partos). gicas y médicas.
Un estudio de Yazer y Waters12 Una de ellas es la recuperación de
mostró que el 27% de los pacientes en- células, que se puede realizar en di-
frentaron la cirugía electiva de rodillas ferentes tiempos: recuperar la sangre
con anemia, y en ellos el riesgo de reci- que se pierde en el sitio quirúrgico,
England and North Wales and participanting 8. Georgsen J, Kristensen T. From serological to
hospital for maximizing blood supply chain computer crossmatching in nine hospitals.
management. Vox Sanguinis 2002;83:239- Vox Sang. 1998;74 Suppl 2 :419-425.
246.
9. Pereira A. Performance of time series
4. Dhingra N. Global Perspectives in Transfu- methods in forecasting the demand for
sion Medicine, The Blood Supply World- red blood cell transfusion. Transfu-
wide 2006;5-23. sion.2004;44:739-46.
5. Hollán S, Wagstaff W, Leikola J. Gestión de 10. Lau P., Morand PG. Regional blood inventory
Servicios de Transfusión de sangre OMS management development, implementa-
1991;8-9. tion and 30 month follow up. Vox Sang.
1981;41:50-5.
6. Barbolla L, Monsalve F. Gestión de Stocks:
Planificación en un Centro de Trans- 11. Goodnough L,Shander A. Blood Management.
fusión. Haematologica/edición española/ Arch Pathol Lab Med 2007 131: 695-701.
2005;90(Supl 1)163-168.
12. Yazer M., Waters J. How do I Implement a
7. The Blood Stocks Management Scheeme. Hospital Based Blood Management Program
www.bloodstocks.co.uk Transfusion 2012; 52(8):1640-5
87
CAPÍTULO 5
Propósito
El presente documento resume la si-
tuación de los servicios de sangre en
América Latina, de acuerdo con infor-
mación publicada hasta el año 2011,
y pretende analizar su desarrollo du-
rante la primera década del siglo XXI.
Introducción
Los servicios de sangre en América
Latina han avanzado en forma signi-
ficativa durante el siglo XXI.1 Esto se
puede aseverar gracias a la existencia 89
de datos que las autoridades de salud
de cada uno de los países reúne en for-
ma regular y que la Organización Pana-
mericana de la Salud resume y publica
* Consultor Privado, Organización, Gerencia y Fun-
periódicamente.2-5 Los datos oficiales
cionamiento de Sistemas de Sangre. Estados Unidos
de América. han sido usados por varios autores para
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección I - Evolución de la medicina transfusional Situación de los servicios de sangre en América Latina
cada 10.000 habitantes, mientras que tadas por reactividad en las pruebas
Colombia, Venezuela, Brasil, Argen- de tamizaje en cada país fluctuó entre
tina, Uruguay y Cuba mostraron tasas 1.079 en Nicaragua y 66.889 en Ar-
entre 151 y 3601. gentina (Cuadro 2). La proporción de
unidades positivas varió entre 1,05%
b. Prevalencia de marcadores de infecciones en Chile y 16,57% en Paraguay. (me-
transmisibles por transfusión (ITT) diana= 4,26; promedio= 5,31; desvia-
A pesar de que la Segunda Edición de ción estandar = 4,24).
los Estándares de Trabajo para Servi-
cios de Sangre, aplicable a Latinoa- c. Preparación de concentrados de eritrocitos
mérica y vigente de 2005 a 2010,13 El Plan Regional de Acción para la Se-
requería que las unidades de sangre guridad Transfusional de la Organiza-
colectadas en todos los países fuesen ción Panamericana de la Salud14 consi-
examinadas para detectar el antígeno deró necesario que los países separaran
de superficie del virus de la hepatitis en hemocomponentes al menos el 95%
B y anticuerpos contra el VIH, contra de las unidades colectadas. La propor-
el virus de la hepatitis C y contra la ción de unidades de las que se separa-
sífilis, así como anticuerpos contra T. ron los glóbulos rojos varió entre 39%
cruzi en los países en donde la infec- en Honduras y República Dominicana,
ción por este parásito es prevalente, y 100% en Chile (mediana= 90; pro-
algunas instituciones agregaron las medio= 83,64; desviación estándar
pruebas para HTLV y los anticuerpos =18,06). Solo Cuba, Brasil, El Salvador
contra el antígeno “core” de hepatitis y Chile alcanzaron la meta de 95% en
B.5 Ya que la intención de esta sec- 20095 (Cuadro 3). Argentina, Colombia,
ción es resumir la disponibilidad de Nicaragua, Panamá, Costa Rica y Méxi-
glóbulos rojos y no comparar las tasas co prepararon concentrados de eritro-
de prevalencia de marcadores de ITT citos de al menos 90% de sus unidades
entre los países, el Cuadro 2 lista el (Cuadro 2).1,5
número de unidades que cada uno de La tasa nacional de colecta de san-
los países informó que resultaron po- gre en 2009 segrega claramente a los 19
sitivas en las pruebas de tamizaje. En países de Latinoamérica en tres grupos
el caso de Chile se presenta el número significativamente diferentes (Cuadro
de resultados positivos por pruebas de 3, Prueba de Kruskal Wallis: valor de H
confirmación.1 ajustado= 15,805; 2 grados de libertad;
Los 19 países latinoamericanos p=0,00037).5 El primero de los grupos,
detectaron al menos 292.248 unida- formado por Guatemala, Bolivia, Perú,
des con marcadores de ITT durante Honduras y República Dominicana,
93
el año 2009, equivalente a 3,22% de tiene tasas de colecta menores que 85
la colecta.1,5 Como consecuencia, el unidades por 10.000 habitantes. El se-
número de unidades disponibles para gundo grupo, compuesto por Paraguay,
transfusión disminuyó a 8.784.964, Nicaragua, Chile, Ecuador, Costa Rica,
es decir, a 156,9 por 10.000 habitan- El Salvador, México y Panamá, tiene
tes. El número de unidades descar- tasas que van de 105 a 150 unidades
Cuadro 3. Disponibilidad de glóbulos rojos en América Latina, de acuerdo con la tasa de colecta,
2009
País Tasa % unidades % separación Tasa concentrados
de colecta con marcadores eritrocitos eritrocitos
Guatemala 65,3 8,83 87 51,8
Bolivia 70,0 5,05 89 59,2
Perú 75,9 5,48 79 56,7
Honduras 78,1 6,87 39 28,4
República Dominicana 84,4 2,42 39 32,1
Referencias 1, 5
Referencias 1,2,4,5
tarse claramente que, con la excepción tres grupos de países en los años 2001
de Perú, los países del primer grupo tu- y 2005 2,4 (Prueba de Kruskal Wallis: 2
vieron tasas más bajas de colecta de san- grados de libertad, valor ajustado de H
gre desde el inicio del siglo XXI, y que para 2001= 2,829; p=0,243; Valor ajus-
la brecha entre los tres grupos de países tado de H para 2005= 2,167; p= 0,338)
se amplió al correr la década (Prueba pero, como ya se mencionó en el párrafo
de Kruskal Wallis: 2 grados de libertad; anterior, sí fue significativamente dife-
95
valor ajustado de H para 2001=9,325; rente en 2009.5
p=0,009443 y valor de H ajustado para El Cuadro 5 presenta la proporción
2005= 12,067; p=0,002387). Por el de donaciones voluntarias y de unida-
contrario, la proporción de unidades des que tuvieron marcadores de VIH,
de las que se prepararon concentrados hepatitis B, hepatitis C y sífilis.1, 2, 4,5
de eritrocitos no fue diferente entre los No existe diferencia estadísticamente
Referencias 1,2,4,5
los países de América Latina durante la 8. Schmunis G, Cruz JR. Safety of the blood
supply in Latin America. Clin Microbiol Rev
primera década del siglo XXI permite te-
2005; 18:12-29.
ner optimismo y debe convertirse en un
9. Cruz JR, Perez-Rosales MD, Zicker F, Sch-
aliciente para el trabajo futuro.
munis GA. Safety of blood supply in the
Caribbean countries: Role of screening blood
Referencias donors for markers of hepatitis B and C vi-
ruses. J Clin Virol 2005; 34:S75-80.
1. Organización Panamericana de la Salud. 51er
10. Rodrigues de Araujo FM, de Oliveira Feli-
Consejo Directivo. Iniciativa Regional y Plan
ciano KV, de Medeiros Mandes M. Aceitabili-
de Acción para la Seguridad Transfusional
dades de doadores de sangue no hemocentro
2006-2010: Evaluación Final. Documento
public de Recife, Brasil. Cienc Saude Colect
CD51/INF/5; 2011. p 32-49. Washington DC.
2011; 16:4823-32.
2. Pan American Health Organization. Transfu-
11. Berini CA, Gendler SA, Pascuccio S, et al.
sion Medicine in the Caribbean and Latin
Decreasing trends in HTLV-1/2 but stable
American Countries 2000-2003. Technical
HIV-1 infection among replacement donors
Documents. Access to Quality Products.
in Argentina. J Med Virol 2010;82:873-7.
THS\EV-2005\005 I. Washington DC
12. Barroso Sepúlveda HE. Diseño de un modelo
3. Pan American Health Organization. National
de gestión para el centro de sangre de Con-
Blood Systems in the Caribbean and Latin
cepción “Dra. Marcela Contreras Arriagada”.
American Countries: Basic Indicators of their
Tesis para optar al grado de“Magister en Ing-
Status in 2004.Technical Documents. Access
eniería Industrial”. Universidad de Bio-Bio,
to Quality Products. THS\EV-2006\002.
Concepcion. Chile. 2009.
Washington DC.
13. Organización Panamericana de la Salud. Es-
4. Organización Panamericana de la Salud.
tándares de Trabajo para Servicios de Sangre.
Suministro de Sangre para Transfusiones
Segunda Edición. Documentos Técnicos.
en los Países del Caribe y Latinoamérica en
Políticas y Regulación. THS\EV2005/001.
2005. Datos Basales para el Plan Regional
2005. Washington DC
de Acción de Seguridad Transfusional 2006-
2010. Documentos Técnicos. Acceso a 14. Organización Panamericana de la Salud. 46o.
Productos de Calidad. THS\EV-2007\01 E. Consejo Directivo. Informe sobre los Pro-
Washington DC. gresos Realizados por la Iniciativa Regional
para la Seguridad Sanguínea y Plan de Ac-
5. Organización Panamericana de la Salud,
ción para 2006-2010. Documento CD46/16,
Suministro de Sangre para Transfusiones
2005. Washington DC.
en los Países del Caribe y de Latinoamérica
2006, 2007, 2008 y 2009. Avances desde 15. Di Lorenzo Oliveira C, Laureiro F, de Bastos
2005 del Plan Regional de Seguridad Trans- MR, Proietti FA, Carneiro Proietti AB. Blood
fusional. 2010.Washington DC donor deferral in Minas Gerais. Transfusion
2009; 49:851-7.
6. Cruz JR, Perez-Rosales MD. Availability,
safety, and quality of blood for transfusion 16. Organización Panamericana de la Salud.
in the Americas. Pan Am J Pub Health 2003; Recomendaciones para la Estimación de las
13:103-10. Necesidades de Sangre y sus Componentes.
Washington DC, 2010.
100 7. Martinez C, Vinelli E. Setting transfusion
standards in developing countries: A Latin 17. Organización Panamericana de la Salud.
American perspective. En Lozano M, Contre- Elegibilidad para la Donación de Sangre:
ras M, Blajchman (eds.). Global Perspectives Recomendaciones para la Educación y Se-
in Transfusion Medicine. Bethesda, MD: lección de Donantes Potenciales de Sangre.
AABB Press; 2006. p 181-207 Washington DC, 2009.
Componentes y derivados
sanguíneos
101
CAPÍTULO 6
El metabolismo eritrocitario
desde la fisiología integrativa
Oscar Andrés Peñuela B.*
Luis Fernando Palomino Q.**
Generalidades
* Médico Cirujano. Magíster en Fisiología. Magíster
103
Los eritrocitos maduros de los seres
en Medicina Transfusional. Coordinador Servicio de
Medicina Transfusional Fundación Clínica Shaio.
humanos consumen glucosa a una tasa
Profesor Facultad de Medicina, Universidad Militar baja, comparada con las células de
Nueva Granada. Bogotá, Colombia. otros tejidos; por ejemplo, los leucoci-
** Médico Cirujano. Presidente Fundación para el Avance tos tienen una tasa 500 veces superior.1
de las Alternativas a la Transfusión de Sangre. Bogotá,
Colombia. En condiciones controladas de pH,
La Hb posee grupos –SH reactivos flujo sanguíneo. Por otro lado, los gló-
gracias a residuos de cisteína que no bulos rojos en áreas hipóxicas liberan
participan en la formación de puen- ATP, el cual es potente vasodilatador,86
tes disulfuro que estabilizan la estruc- lo que significa otra vía de señalamiento
tura terciaria y, por lo tanto, puede por medio de la cual los eritrocitos mo-
combinarse con NO para formar S- dulan el tono vascular, particularmente
nitrosohemoglobina.81,82 Con base en en condiciones de hipoxia local o de
experimentos que mostraron que los flujo turbulento,87-89 gracias a la regu-
glóbulos rojos eran capaces de inducir lación de la concentración extracelular
dilatación en vasos sanguíneos aguda- de ATP.90 La única fuente en el eritroci-
mente hipóxicos, se postuló la teoría to para generar ATP es la glicólisis. En
de que el NO puede unirse de mane- este sentido, esta vía de señalamiento
ra reversible a Hb y ser liberado por depende del metabolismo de la glucosa.
cambios alostéricos cuando la HbO2 Se documentó que los niveles in-
se desoxigena.83,84 Se considera, en- traeritrocitarios de ATP son relativa-
tonces, el NO como el cuarto ligando mente elevados en comparación con
gaseoso de la Hb: otras células, pero durante el almace-
namiento de sangre/glóbulos rojos en
Hb(Fe++)-SH + NO Hb(Fe++)-SNO
soluciones anticoagulantes-presevan-
El comportamiento alostérico de tes la concentración de ATP declina de
la formación/disociación de S-nitro- manera brusca al cabo de unas pocas
sohemoglobina llevó a postular un semanas,91-94 por lo cual es este uno de
modelo en el cual la incorporación los parámetros de la “lesión por alma-
de NO a Cys 93 de la Hb incrementa cenamiento”. Esto explica, al menos de
la afinidad de ésta por el O2 y éste, a forma parcial, algunos de los efectos
su vez, la afinidad de la Hb por NO. hemodinámicos de la transfusión masi-
En condiciones de hipoxia marcada, va de eritrocitos almacenados.
la desoxigenación de la HbO2 conlle- Partiendo de la evaluación de los
varía la liberación de NO y produciría efectos vasodilatadores observados
vasodilatación y aumento de la P50 de luego de la administración de inhibido-
la HbO2, con lo cual se incrementa- res de la AC, se describió una segunda
ría el aporte tisular de O2. Esta teoría, vía para la generación de NO, particu-
que considera el NO como un ligando larmente importante en los eritrocitos
alostérico gaseoso de la Hb, incluye la dada la gran actividad de AC en estas
unión reversible con el grupo hem de células: generación enzimática de NO a
la Hb desoxigenada:85 partir de anión nitrito (NO-2) catalizada
por anhidrasa carbónica.95 Este descu-
Hb(Fe++) + NO Hb(Fe++)NO brimiento podría reforzar el papel del
109
Este modelo implica que el glóbulo eritrocito como un generador de NO
rojo funciona como un sensor de hi- más que como un degradador del NO, y
poxia y genera una vía de señalamien- relacionar el control del tono vascular
to por NO que regula el tono vascular vía nitritos con el transporte sanguíneo
y con ello la resistencia periférica y el de CO2 como bicarbonato.96
Hay dos fuentes de NO-2: dietaria y cada mol de oxígeno molecular (O2)
metabólica (reducción del nitrato a ni- que participa en la oxidación de la Hb
trito). Los eritrocitos parecen constituir se produce un mol de anión superóxi-
como un reservorio de nitrito120, 121 pro- do (O2-).128 Además del O2, el O2- y el
vee in situ la materia prima para la pro- producto de su reducción, el peróxido
ducción de NO en condiciones de des- (H2O2), también son oxidantes de la
oxigenación de la Hb, la cual se sumaría HbO2, así como el singleton O2 (1O2).
a la ya mencionada síntesis de NO a par- En este sentido, la propia HbO2 al auto-
tir de arginina en esta célula.122 oxidarse produce radicales del oxígeno
que a su vez son capaces de oxidar otras
La hemoglobina como moléculas de Hb,129 así como proteínas
substrato metabólico y lípidos celulares. De riesgo particu-
lar puede ser la oxidación de enzimas
Los átomos de hierro presentes en la
de las vías glicolítica y de las pentosas,
molécula de Hb se encuentran en es-
con lo cual se compromete seriamente
tado ferroso divalente (Fe++). Dada la
la producción de energía metabólica y
concurrencia de concentraciones par-
la generación de poder reductor repre-
ticularmente elevadas de O2 y de hie-
sentado en coenzimas de nicotinamida
rro, el eritrocito es blanco de múltiples
reducidas (NADH y NADPH).130
fenómenos de oxidación. En solución
Además de la oxidación causada
acuosa la HbO2 se autooxida y se trans-
por el oxígeno y los radicales deriva-
forma en metahemoglobina (MetHb;
dos de éste, la reacción de HbO2 con
HbFe+++).123 Diversas circunstancias
NO también conlleva la producción de
como el aumento de temperatura, la
MetHb. A medida que el proceso oxi-
disminución del pH y la exposición a
dativo continúa se generan compuestos
sustancias oxidantes endógenas o exó-
caracterizados por la formación de un
genas (v.gr. ciertas drogas), incrementan enlace covalente en la posición 6 de
la tasa de este proceso.124 Se estimó que coordinación del hierro, así como por
cada día entre 0,5% y 3% de la HbO2 cambios denaturativos en las cadenas
circulante es oxidada a MetHb;125,126 a de globina: los hemicromos.131 En los
pesar de esta producción constante, en eritrocitos intactos, los precipitados
el adulto promedio la concentración de constituyen los llamados cuerpos de
MetHb es alrededor de 0,4% del total Heinz,132,133 los cuales causan daño
de la Hb circulante, lo cual muestra la a la membrana celular que eventual-
eficacia de los mecanismos metabólicos mente termina en hemólisis intravas-
del eritrocito que reducen nuevamente cular.134,135 La continuación del pro-
la MetHb a HbFe.++ ceso oxidativo de la MetHb mediado
Los cuatro átomos de Fe en la mo- por H2O2 puede llevar a la formación
111
lécula de HbO2 no se oxidan todos al de FerrilMetHb(Fe++++)136 y de sus de-
mismo tiempo; los compuestos inter- rivados por denaturación oxidativa de
medios entre la Hb completamente re- la globina; a su turno, la reacción de
ducida y la completamente oxidada se FerrilMetHb(Fe++++) con H2O2 lleva a la
denominan híbridos de valencia.127 Por producción de anión O2- y a la degrada-
ción del grupo hem.137 Tanto la MetHb al citocromo b5 (Citb5) como el porta-
como los hemicromos y la FerrilMetHb dor de electrones in vivo,144-146 lo que
son compuestos altamente tóxicos y condujo, entre otras, a la nomenclatura
con capacidad de desencadenar el me- actual de la enzima. La proteína Citb5
canismo de la inflamación.138-141 De for- posee un grupo hem y su forma soluble
ma ocasional se genera otro compuesto dentro del eritrocito establece un com-
durante la desnaturación oxidativa de plejo macromolecular no covalente con
la Hb: la sulfohemoglobina. la MetHb,147, 148 donde sucede la reac-
El metabolismo del glóbulo rojo po- ción
see varios mecanismos que previenen o
MetHb(Fe+++) + Citb5(Fe++) Hb(Fe++)
revierten la desnaturación oxidativa de
+ Citb5(Fe+++)
la Hb: 1) metahemoglobina reductasas,
2) superóxido dismutasa, 3) glutatión que es un par de oxidorreducción en
peroxidasa y 4) catalasa. Los defectos el cual el Citb5 se oxida y la MetHb se
en estos mecanismos son la base de las reduce. La transferencia de electrones
denominadas metahemoglobinemias para volver a reducir el Citb5 sucede
congénitas. Bajo la denominación de desde el NADH usando como interme-
metahemoglobina reductasas agrupamos diaria la actividad de la FAD reductasa,
actividades tanto enzimáticas como no coenzima que se reduce a FADH2 y que
enzimáticas (glutatión, ácido ascórbico) es el grupo prostético de la metahemo-
que representan buena parte de lo que globina reductasa (diaforasa I).149
podríamos denominar “poder reductor” Dada la secuencia de la transferen-
del eritrocito. Todas estas reacciones cia de electrones descrita arriba, la ac-
implican la transferencia de electrones tividad enzimática real corresponde a
desde un dador hasta la MetHb como una NADH-citocromo b5 reductasa (b5
receptora final de ellos, lo que la reduce R). La isoforma eritrocitaria soluble de
entonces a Hb. b5 R es una proteína de 31.260 dalton,
La mayor parte de la MetHb eritro- conformada por 275 residuos de ami-
citaria se reduce por acción de la cito- noácido.150 Se caracterizaron dos for-
cromo b5 metahemoglobina reductasa. mas de b5 R: una unida a membranas y
El poder reductor de este sistema está otra soluble. La forma unida a membra-
dado por nicotinamida-adenina dinu- nas está presente en el retículo endo-
cleótido reducido (NADH), el cual se plásmico, las mitocondrias, el núcleo,
genera en el metabolismo eritrocitario los peroxisomas y la membrana plas-
a partir de las reacciones de deshidro- mática de las células somáticas;151-153
genación de la vía glicolítica. La reduc- la forma soluble de b5 R se encuentra
ción de la MetHb por la enzima purifi-
112 cada y en presencia de NADH resultó
fundamentalmente en los eritrocitos
de varias especies, incluidos los huma-
ser un proceso bastante lento, lo que nos.154 Las dos formas de b5 R locali-
llevó a postular que la reacción fisioló- zadas en diferentes compartimientos
gica requiere además de la enzima de celulares están involucradas en dife-
un portador de electrones.142, 143 Traba- rentes vías metabólicas. En los eritro-
jos posteriores llevaron a caracterizar citos, el complejo NADH/citocromo b5
6. Minakami S, Suzuki C, Saito T, Yoshikawa H. 18. Bunn HF: Differences in the interaction of
Studies on erythrocytes glycolisis. J Biochem 2,3-diphosphoglycerate with certain mam-
1965;58:543. malian hemoglobins. Science 1971; 172:
1049-1050.
7. Brewer GJ. Genetic and population studies
of quantitative levels of adenosine triphos- 19. Arnone A: X-ray diffraction study of binding
phate in human erythrocytes. Biochem Genet of 2,3-diphosphoglycerate to human deoxy-
1967;1:25. haemoglobin. Nature 1972; 237: 146-149.
8. Jensen FB: The dual roles of red blood cells 20. Tomita S, Riggs A: Studies of the interaction
in tissue oxygen delivery: oxygen carriers of 2,3-diphosphoglycerate and carbon diox-
and regulators of local blow flor. J Exp Biol ide with hemoglobins from mouse, man, and
2009; 212: 3387-3393. elephant. J Biol Chem 1971; 246: 547-554.
9. Christiansen J, Douglas CG, Haldane JS: 21. Salhany LM, Keitt AS, Eliot RS: The rate of
The absorption and dissociation of carbon deoxygenation of red blood cells: effect of
dioxide by human blood. J Physiol 1914; 48: intracellular 2,3-diphosphoglycerate and pH.
244-271. FEBS Lett 1971; 16: 257-261.
10. Henderson LJ, Bock AV, Field H, Stoddard 22. Brewer GJ, Eaton JW: Erythrocyte metabo-
JL: Blood as a physicochemical system. II. J lism: interaction with oxygen transport.
Biol Chem 1924; 59: 379-431. Science 1971; 171: 1205-1211.
11. Ferguson JKW, Roughton FJW: The chemical 23. Tyuma I, Shimizu K: Different response to
relationships and physiological important of organic phosphates of human fetal and adult
carbamino compounds of CO2 with haemo- hemoglobins. Arch Biochem Biophys 1969;
globin. J Physiol 1934; 83: 87-102. 129: 404-405.
12. Astrup P: Editorial: Red-cell pH and oxygen 24. Hill EP, Power GG, Lungol D: A mathematical
affinity of hemoglobin. N Engl J Med 1970; model of placental O2 transfer with consid-
283: 202-204. eration of hemoglobin reaction rates. Am J
Physiol 1972; 222: 721-729.
13. Stadie WC, O´Brien H: The catalysis of the
hydration of carbon dioxide and dehydration 25. Ohis RK: Core concepts: The biology of he-
of carbonic acid by an enzyme isolated from moglobin. Neo Reviews 2011; 12: e29-e38.
red blood cells. J Biol Chem 1933; 103: 521-
26. Rapoport S, Guest GM: The decomposition
529.
of diphosphoglycerate in acidified blood:
14. Benesch R, Benesch RE: Effects of organic its relationship to reactions of the glycolytic
phosphates from human erythrocytes on cycle. J Biol Chem 1939; 129: 781-790.
the allosteric properties of haemoglobin.
27. Rapoport S, Luebering J: The formation of
Biochem Biophys Res Común 1967; 26:
2,3-diphosphoglycerate in rabbit erythro-
162-167.
cytes: the existente of a diphosphoglicerate
15. Chanutin A, Curnish R: Effect of organic and mutase. J Biol Chem 1950; 183: 507-516.
inorganic phosphates on the oxigen equilib-
28. Rose ZB: The enzymology of 2,3-biphospho-
rium of human erythrocytes. Arch Biochem
glycerate. Adv Enyimol 1980; 51: 211-253.
Biophys 1967; 121: 96-102.
29. Fothergill-Gilmore LA, Watson HC: The
16. Lenfant C, Torrance J, English E, Finch CA,
phosphoglycerate mutases. Adv Enzymol
Reynafarje C, Ramos J, Faura J: Effect of alti-
tude on oxygen binding by hemoglobin and
1989; 62: 227-313.
117
on organic phosphate levels. J Clin Invest 30. Haggarty NW, Dunbar B, Fothergill LA: The
1968; 47: 2652-2656. complete amino acid sequence of human
erythrocyte diphosphoglycerate mutase.
17. Benesch R, Benesch RE, Yu CI: Reciprocal
EMBO J 1983; 2: 1213-1220.
binding of oxygen and diphosphoglycerate
by human hemoglobin. Proc Natl Acad Sci 31. Somoza R, Beutler E: Phosphoglycolate phos-
USA 1968; 59: 526-532. phatase and 2,3-diphosphoglycerate in red
cells of normal and anemic subjects. Blood 42. Rojas JA: Aspectos fisiológicos en la adap-
1983; 62: 750-753. tación a la hipoxia altitudinal. Acta Biol Col
2002; 7: 5-16.
32. Reynolds CH: Activation of human erythro-
cyte 2,3-biphosphoglycerate phosphatase at 43. Mairbaurl H, Humpeler E, Schwaberger G,
physiological concentrations of substrate. Pessenhofer H: Training-dependent changes
Arch Biochem Biophys 1986; 250: 106-111. of red cell density and erythrocytic oxygen
transport. J Appl Physiol 1983; 55: 1403-
33. Fujita T, Suzuki K, Tada T, Yoshihara Y,
1407.
Hamaoka R, Uchida K, Matuo Y, Sasaki T,
Hanafusa T, Taniguchi N: Human erythrocyte 44. Schmidt W, Dahnners HW, Correa R, Ramírez
biphosphoglycerate mutase: inactivation R, Rojas J, Bonning D: Blood gas transport
by glycation in vivo and in vitro. J Biochem properties in endurance trained athletes
1998; 124: 1237-1244. living at different altitudes. Int J Sports Med
1990; 11: 15-21.
34. Wang Y, Wei Z, Bian Q, Cheng Z, Wan M,
Liu L: Crystal structure of human biphos- 45. Oski FA, Gottlieb AJ, Delivoria-Papadopou-
phoglycerate mutase. J Biol Chem 2004; 279: lus M, millar WW: Red-cell 2,3-diphospho-
39132-39138. glycerate levels in subjects with chronic
hypoxemia. N Engl J Med 1969; 280: 1165-
35. Cho J, King JS, Quian X, Harwood AJ, Shears 1166.
SB: Dephosphorilation of 2,3-biphospho-
glycerate by MIPP expands the regulatory 46. Oski FA, Marshall BE, Cohen PJ, Sugerman
capacity of the Rapoport-Luebering glyco- HJ, Miller LD: The role of the left-shifted or
lytic shunt. Proc Natl Acad Sci USA 2008; right-shifted oxygen-hemoglobin equilib-
105: 5998-6003. rium curve. Ann Intern Med 1971; 74: 44-46.
36. Desformes JF, Slawsky P: Red cell 2,3-di- 47. Berman W Jr, Word SC, Yabek SM, Dillon
T, Fripp R, Burstein R: Systemic oxygen
phosphoglycerate and intracellular arterial
transport in patients with congenital heart
pH in acidosis and alkalosis. Blood 1972;
disease. Circulation 1987; 75: 360-368.
40: 740-746.
48. Clause D, Detry B, Rodenstein D, Liistro
37. Van Slyke DD, Hastings AB, Heildelberger
G, Stability of oxyhemoglobin affinity in
M, Neil JM: Studies of gas and electrolyte
patients with obstructive sleep apnea-hypop-
equilibria in the blood: III. The alcali-binding
nea syndrome without daytime hypoxemia.
and buffer values of oxyhemoglobin and
J Appl Physiol 2008; 105: 1809-1812.
reduced hemoglobin. J Biol Chem 1922; 54:
481-506. 49. Bersin RM, Kwasmann M, Lau D, Klinski
C, Tanaka K, Khorrami P, et al: Importance
38. Hastings AB, Van Slyke DD, Neil JM, Hei-
of oxygen-hemoglobin binding to oxygen
lderberger M, Harington R: Studies of gas
transport in congestive heart failure. Br Heart
and electrolyte equilibria in blood: IV. The
J 1993; 70: 443-447.
acid properties of reduced and oxygenated
hemoglobin. J Biol Chem 1924; 60: 89-153. 50. Torrance J, Jacobs P, Restrepo A, Eschbach
J, Lenfant C, Finch CA: Intraerythrocytic
39. Samaja M, Veicsteinas A, Cerretelli P: adaptation to anemia. N Engl J Med 1970;
Oxygen affinity of blood in altitude Serpas. 283: 165-169.
J Appl Physiol 1979; 47: 337-341.
51. Beard JL, Haas JD, Tufts D, Spielvogel H, Var-
40. Winslow RM, Monge CC, Statham NJ, Gibson gas E, Rodríguez C: Iron deficiency anemia
118 CG, Charache S, Whittembury J, Moran O,
Berger RL: Variability of oxygen affinity of
and steady-state work performance at high
altitude. J Appl Physiol; 1988; 64: 1878-1884.
blood: human subjects native to high alti-
tude. J Appl Physiol 1981; 51: 1411-1416. 52. Poillon WN, Kim BC: 2,3-diphosphoglycer-
ate and intracellular pH as interdependent
41. Winslow RM, Samaja M, West JB: Red cell determinants of the physiologic solubility
function at extreme altitude on Mount Ever- of deoxyhemoglobin. Blood 1990; 76: 1028-
est. J Appl Physiol 1984; 56: 109-116. 1036.
53. Valtis DJ, Kennedy AC: Defective gas- um-derived vascular relaxant factor. Nature
transport function of stored red blood cells. 1984; 308: 645-647.
Lancet 1954; 1: 119-124.
65. Wallis JP: Nitric oxide and blood: a review.
54. Jesch F, Webber LM, Dalton JW, Carey JS: Transfusion Medicine 2005; 15: 1-11.
Oxygen dissociation alter transfusion of
66. Hill BG, Dranka BP, Bailey SM, Lancaster JR,
blood stored in ACD or CPD solution. Torca
Darley-Usmar VM: What part of NO don´t
Cardiovasc Surg 1975; 70: 35-39.
understand? Some answers to the cardinal
55. Beutler E, Meul A, Word LA: Depletion and questions in nitric oxide biology. J Biol Chem
regeneration of 2,3-diphosphoglyceric acid 2010; 285: 19699-19704.
in stored red blood cells. Transfusion 1969:
67. Alderton WK, Cooper CE, Knowles RG: Ni-
9: 109-114.
tric oxide synthases: structure, function and
56. Dawson RB Jr, Kocholaty WF, Gray JL: Hemo- inhibition. Biochem J 2001; 357: 593-615.
globin function and 2,3-DPG levels of blood 68. Huang PL, Huang Z, Mashimo H, Bloch K,
stored at 4º C in ACD and CPD. Transfusion Moskowitz MA, Bevan JA, Fishman MC:
1970; 10: 299-304. Hypertension in mice lacking the gene for
57. Moore GL, Peck CC, Sohmer PR, Zuck TF: endothelial nitric oxide synthase. Nature
Some properties of blood stored in antico- 1995; 377: 239-242.
agulant CPDA-1 solution. A brief summary. 69. Sethi S, Dikshit M: Modulation of polymor-
Transfusion 1981; 21: 135-137. phonuclear leukocytes function by nitric
58. Collins JA: Problems associated with the oxide. Thromb Res 2000; 100: 223-247.
massive transfusion of stored blood. Surgery 70. Palmer RMJ, Ashton DS, Moncada S: Vascu-
75: 274-295, 1974. lar endothelial cells synthesize nitric oxide
59. Beutler E, Word L: The in vivo regeneration from L-arginine. Nature 1988; 333: 664-666.
of red cell 2,3-diphosphoglyceric acid (DPG) 71. Gilchrist M, Hesslinger C, Befus AD: Tetrahy-
alter transfusion of stored blood. J Lab Clin drobiopterin: critical factor in the production
Med 1969; 74: 300-304. and role of nitric oxide in mast cells. J Biol
60. Valeri CR, Hirsch NM: Restoration in vivo Chem 2003; 278: 50607-50614.
of erythrocyte adenosine triphosphate, 72. Vallance P, Collier J, Leone A, Moncada S.
2,3-diphosphoglycerate, potassium ion, and Accumulation of an endogenous inhibitor of
sodium concentrations following the transfu- nitric oxide synthesis in renal failure. Lancet
sion of acid-citrate-dextrose-stored human 1992; 339: 572-575.
red blood cells. J Lab Clin Med 1969; 73:
722-733. 73. Levey AS, Coresh J. Chronic kidney disease.
Lancet 2012; 379: 165-180.
61. Palmer RMJ, Ferrige AG, Moncada S: Nitric
oxide release accounts for the biological ac- 74. Savvidou MD, Hingorani AD, Tsikas D,
tivity of endothelium-derived relaxing factor. Frolich J, Vallace P, Nicolaides KH. En-
Nature 1987: 327: 524-526. dothelial dysfunction and raised plasma
concentrations of asymetric dimethylargi-
62. Ignarro LJ, Buga GM, Wood KS, Byrns RE: nine in pregnant women who subsequently
Endothelium-derived relaxing factor pro- develop pre-eclampsia. Lancet 2003; 361:
duced and released from artery and vein is 1511-1517.
nitric oxide. Proc Natl Acad Sci USA 1987;
84: 9265-9269.
75. Davids M, van Hell AJ, Visser M, Nijveldt
RJ, van Leewen PAM, Teerlink T. Role of
119
63. Furchgott RF, Zawadzki JV: The obligatory human erythrocyte in generation and storage
role of endothelial cells in the relaxation of asymetric dimethylarginine. Am J Physiol
of arterial smooth muscle by acetylcholine. Heart Circ Physiol 2012; published on line
Nature 1980; 288: 373-376. before printing, doi: 10.1152.
64. Griffith TM, Edwards DH, Lewis MJ, Newby 76. Kleinbongard P, Schulz R, Rassaf T, Lauer
AC, Henderson AH: The nature of endotheli- T, Dejam A, Jax T, et al. Red blood cells ex-
press a functional endothelial nitric oxide 86. McCullough WT, Collins DM, Ellsworth ML:
synthase. Blood 2006; 107: 2943-2951. Arteriolar responses to extracellular ATP
in striated muscle. Am J Physiol Heart Circ
77. (Mihov D, Vogel J, Gassmann M, Bogdanova
Physiol 1997: 272: H1886-H1891.
A: Erythropoietin activates nitric oxide syn-
thase in murine erythrocytes. Am J Physiol 87. Burnstock G, Kennedy C: A dual function for
Cell Physiol 2009; 297: C378-C388) adenosine 5´-triphosphate in the regulation
of vascular tone. Excitatory cotransmisetter
78. Stamler JS, Simon DI, Osborne JA, Mullins
ME, Jaraki O, Michel T, et al. S-Nitrosylation with noradrenaline from perivascular nerves
of proteins with nitric oxide: synthesis and and locally released inhibitory intravsacular
characterization of biologically active com- agent. Circ Res 1986; 58: 319-330.
pounds. Proc Natl Acad Sci USA 1992; 89: 88. Dietrich HH, Ellsworth ML, Sprague RS,
444-448. Dacey RG Jr: Red blood cell regulation of
79. Stamler JS, Jaraki O, Osborne JA, Simon DI, microvascular tone through adenosine tri-
Keaney J, Vita J, et al. Nitric oxide circulates phosphate. Am J Phisiol Heart Circ Physiol
in mammalian plasma primarily as an S- 2000; 278: H1294-H1298.
nitroso adduct of serum albumin. Proc Natl 89. Forsyth AM, Wan J, Owrutsky PD, Abkariam
Acad Sci USA 1992; 89: 7674-7677. M, Stone HA: Multiscale approach to link
80. Liu X, Yan Q, Baskerville KL, Zweier JL: red blood cell dynamics, shear viscosity, and
Estimation of nitric oxide concentration in ATP release. Proc Natl Acad Sci USA 2011;
blood for different rates of generation. Evi- 108: 10986-10991.
dence that intravsacular nitric oxide levels 90. Montalbetti N, Denis MFL, Pignataro OP,
are too low to exert physiological effects. J Kobakate E, Lazarowski ER, Schwarzbaum
Biol Chem 2007; 282: 8831-8836. PJ: Homeostasis of extracellular ATP in hu-
81. Mamone G, Sannolo N, Malorni A, Ferranti man erythrocytes. J Biol Chem 2011; 286:
P: In vitro formation of S-nitrosohemoglobin 38397-39407.
in red cells by inducible nitric oxide syn-
91. Penuela OA, Palomino F, Gómez L. Eritro-
thase. FEBS Lett 1999; 462: 241-245.
poyetina humana recombinante y lesión de
82. Herold S, Rock G: Reactions of deoxy-, oxy-, almacenamiento de eritrocitos. Medicina
and methemoglobin with nitrogen monox- transfusional al día 2010;9(1):44-49.
ide: mechanistic studies of the S-nitrosothiol
92. Penuela OA, Palomino F, Gomez L. Recom-
formation under different mixing conditions.
binant Human EPO Beta Improves Storage
J Biol Chem 2003; 278: 6623-6634.
Lesion and Decreases Apoptosis-Like Indices
83. Stamler JS, Jia L, Eu JP, McMahon TJ, on Blood Bank Erythrocytes. Transfusion
Demchenko IT, Bonaventura J, Gernet K, 2007; 47(suppl.):85A.
Piantadosi CA: Blood flow regulation by
93. Beutler E, Duron O. Factors influencing the
S-nitrosohemoglobin in the physiological
preservation of red cell ATP on storage. Folia
oxygen gradient. Science 1997; 276: 2034-
Haematol Int Mag Klin Morphol Blutforsch.
2037.
1965;83(4):509-15.
84. Jia L, Bonaventura C, Bonaventura J, Stamler
JS: S-nitrosohemoglobin: a dynamic activity 94. Gabrio BW, Finch CA. Erythrocyte preserva-
of blood involved in vascular control. Nature tion. I. The relation of the storage lesion to
1996; 380: 221-226. in vivo erythrocyte senescence. J Clin Invest.
120 85. Gladwin MT, Ognibene FP, Pannell LK,
1954 Feb;33(2):242-6.
Nichols JS, Pease-Fye ME, Shelhamer JH, et 95. Aamand R, Dalsgaard T, Jensen FB, Simonsen
al. Relative role of heme nitrosylation and U, Roepstorff A, Fago A: Generation of nitric
β-cysteine 93 nitrosation in the transport and oxide from nitrite by carbonic anhydrase: a
metabolism of nitric oxide by hemoglobin in possible link between metabolic activity and
the human circulation. Proc Natl Acad Sci vasodilation. Am J Physiol Heart Circ Physiol
USA 2000; 97: 9943-9948. 2009; 297: H2068-H2074.
96. Patel RP, Hogg N, Lim-Shapiro DB: The 105. Cosby K, Partovi KS, Crawford JH, Patel RP,
potential role of the red blood cell in nitrite- Reiter CD, Martyr S, et al. Nitrite reduction
dependent regulation of blood flow. Cardio- to nitric oxide by deoxyhemoglobin vasodi-
vasc Res 2011; 89: 507-515. lates the human circulation. Mat Med 2003;
9: 1498-1505.
97. Liu X, Miller MJ, Joshi MS, Sadowska-
Krowicka H, Clark DA, Lancaster JR Jr: 106. Nagababu E, Ramsamy S, Albernathy DR,
Diffusion-limited reaction of free nitric oxide Rifkind JM: Active nitric oxide produced
with erythrocytes. J Biol Chem 1998; 273: in the red cell under hypoxic conditions by
18709-19713. deoxyhemoglobin mediated nitrate reduc-
tion. J Biol Chem 2003; 278: 46349-46356.
98. Liu X, Samouilov A, lancaster JR, Zweier
JL: Nitric oxide uptake by erythrocytes is 107. Basu S, Grubina R, Huang J, Conradie J,
primarily limited by extracellular diffusion Huang Z, Jeffers A, et al. Catalytic generation
not membrane resistance. J Biol Chem 2002; of N2O3 by the concerted nitrite reductase
277: 26194-26199. and anhydrase activity of hemoglobin. Nat
Chem Biol 2007; 3: 785-794.
99. Azarov I, Liu C, Reynolds H, Tsekouras
Z, Lee JS, Gladwin MT, Kim-Shapiro DB: 108. Giustarini D, Milzani A, Colombo R, Dalle-
Mechanisms of slower nitric oxide uptake Donne I, Rossi R: Nitric oxide and S-nitroso-
in red blood cells and other hemoglobin- thiols in human blood. Clin Chim Acta 2003;
containing vesicles. J Biol Chem 2011; 286: 330: 85-98.
33567-33579. 109. A ngelo M, Singel DJ, Stamler JS: An S-
100. Martin W, Villani GM, Jothianandau D, nitrosothiol (SON) synthase function of he-
Furchgott RF: Selective blockade of endo- moglobin that utilizes nitrite as a substrate.
thelium-dependent and glyceril trinitrate- Proc Natl Acad Sci 2006; 103: 8366-8371.
induced relaxation by hemoglobin and by 110. Pawloski JR, Hess DT, Stamler JS: Export by
methylene blue in the rabbit aorta. J Phar- red blood cells of nitric oxide bioactivity.
macol Exp Ther 1985; 232: 708-716. Nature 2001; 409: 622-626.
101. Ignarro LJ, Byrns RE, Buga GM, Wood KD: 111. Crawford JH, Isbell TS, Huang Z, Shiva S,
Endothelium-derived relaxing factor from Chacko BK, Schechter AN, et al. Hypoxia,
pulmonary artery and vein possesses phar- red blood cells, and nitrite regulate NO-de-
macologic and chemical properties identical pendent hypoxic vasodilation. Blood 2006;
to those of nitric oxide radical. Circ Res 1987; 107: 566-574.
61: 866-879.
112. Isbell TS, Gladwin MT, Patel RP: Hemoglo-
102. Azarov I, Huang KT, Basu S, Gladwin MT, bin oxygen fractional saturation regulates
Hogg N, Kim-Shapiro DB: Nitric oxide nitrite-dependent vasodilation of aortic ring
scavenging by red blood cells as a function bioassays. Am J Physiol Heart Circ Physiol
of hematocrit and oxygenation. J Biol Chem 2007; 293: H2565-H2572
2005; 280: 39024-39032. 113. Sonveaux P, Lobysheva II, Feron O, McMa-
103. Huang K-T, Han TH, Hyduke DR, Vaughn hon TJ: Transport and peripheral bioactivi-
MW, Van Herle H, Hein TW, et al. Modula- ties of nitrogen oxides carried by red blood
tion of nitric oxide bioavailability by eryth- cell hemoglobin: role in oxygen delivery.
rocytes. Proc Natl Acad Sci USA 2001; 98: Physiology 2007; 22: 97-112.
11771-11776. 114. Chen LY, Mehta JL: Evidence for the presence
of L-arginine-nitric oxide pathway in human
121
104. Joshi MS, Ferguson TB Jr, Han TH, Hyduke
DR, Liao JC, Rassaf T, et al. Nitric oxide is red blood cells: relevance in the effects of red
consumed, rather than conserved, by reac- blood cells on platelet function. J Cardiovasc
tion with oxyhemoglobin under physiologi- Pharmacol 1998; 32: 57-61
cal conditions. Proc Natl Acad Sci 2002; 99: 115. Pawloski JR, Swaminathan RJ, Stamler JS:
10341-10346. Cell-free and erythrocytic S-nitrosohemo-
globin inhibits human platelet aggregation. 127. Ilan YA, Samuni A, Chevion M, Czapski G:
Circulation 1998; 97: 263-267. Quaternary status of methemoglobin and its
valence-hybrid. A pulse radiolysis study. J
116. Loscalzo J: Nitric oxide insufficiency, platelet
Biol Chem 1978; 253: 82-86.
activation, and arterial thrombosis. Circ Res
2001; 88: 756-762. 128. Misra HP, Fridovich I: The generation of
superoxide radical during the autoxidation
117. Crane MS, Ollosson R, Moore K, Rossi AG,
of hemoglobin. J Biol Chem 1972; 247: 6960-
Megson IL: Novel role for low molecular
6962.
weight plasma thiols in nitric oxide-mediat-
ed control of platelet function. J Biol Chem 129. Sutton HC, Roberts PB, Winterbourn C: The
2002; 277: 46858-46863. rate of reaction of superoxide radical ion
with oxyhaemoglobin and metahaemoglo-
118. Benett-Guerreo E, Veldman TH, Doctor A,
bin. Biochem J 1975; 155: 503-510.
Telen MJ, Ortel TL, Reid TS, et al. Evolution
of adverse changes in stored RBCs. Proc Natl 130. Morgan PE, Dean RT, Davies MJ: Inhibition of
Acad Sci USA 2007; 104: 17063-17068. glyceraldehyde-3-phosphate dehydrogenase
by peptide and protein peroxides generated
119. Somani A, Steiner ME, Hebbel RP: The dy-
by singlet oxygen attack. Eur J Biochem 2002;
namic regulation of microcirculatory conduit
269: 1916-1925.
function: features relevant to transfusion
medicine. Transfus Apher Sci 2010; 43: 61-68. 131. Rachmilewitz EA: Denaturation of the nor-
mal and abnormal hemoglobin molecule.
120. Dejam A, Hunter CJ, Pelletier MM, Hsu LL,
Semin Hematol 1974; 11: 441-462.
Machado R, Shiva S, et al. Erythrocytes are
the major intravascular storage sites of nitrite 132. Harley JD, Mauer AM: Studies on the for-
in human blood. Blood 2005; 106: 734-739 mation of Heiz bodies. I. Methemoglobin
production and oxyhemoglobin destruction.
121. Jensen FB, Rohde S: Comparative analysis
Blood 1960; 16: 1722-1735.
of nitrite uptake and hemoglobin-nitrite
reactions in erythrocytes: sorting out uptake 133. Allen DW, Jandl JH: Oxidative hemolysis and
mechanisms and oxygenation dependencies. precipitation of hemoglobin. II. Role of tiols
Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol in oxidant drug action. J Clin Invest 1961;
2010: 298: R972-R982. 40: 454-475.
122. Jubelin BC, Gierman JL. Erythrocytes may 134. Lubin A, Desforges JF: Effect of Heinz bodies
synthesize their own nitric oxide. Am J Hy- on red cell deformability. Blood 1972; 39:
pertension 1996; 9: 1214-1219. 658-665.
123. Waltkins JA, Kawanishi S, Caughey WS: 135. Jarolim P, Lahav M, Liu SC, Palek J: Effect
Autoxidation reactions of hemoglobin A free of hemoglobin oxidation products on the
from other red cell component: a minimal stability of red cell membrana skeletons and
mechanisms. Biochem Biophys Res Commun the association of skeletal proteins: correla-
1985; 132: 742-748. tion with a release of hemin. Blood 1990; 76:
2125-2131.
124. Rachmilewitz EA, Peisach J, Blumberg WE:
Studies on the stability of oxyhemoglobin A 136. Giulivi C, Davies KJ: A novel antioxidant role
and its constituent chains and their deriva- for hemoglobin. The comproportionation of
tives. J Biol Chem 1971; 246: 3356-3366. ferrilhemoglobin with oxyhemoglobin. J Biol
Chem 1990; 265: 19453-19460.
125. Eder HA, Finch C, McKee RW: Congenital
122 methemoglobinemia. A clinical and bio- 137. Nagabadu E, Rifkind JM: Reaction of hydro-
chemical study of a case. J Clin Invest 1949; gen peroxide with ferrylhemoglobin: super-
28: 265-272. oxide production and heme degradation.
Biochemistry 2000; 39: 12503-12511.
126. Waisman HA, Bain JA, Richmond JB, Mun-
sey FA: Laboratory and clinical studies in 138. Harrison HE, Bunting H, Ordway NK, Al-
congenital methemoglobinemia. Pediatrics brink WS: The pathogenesis of the renal
1952; 10: 293-305. injury produced in the dog by hemoglobin
or methemoglobin. J Exp Med 1947; 86: 339- 149. Yubisui T, Takeshita M: Characterization of
356. the purified NADH-cytochrome b5 reductase
of human erythrocytes as a FAD-containing
139. Goldman DW, Breyer RJ III, Yeh D, Broker-
enzyme. J Biol Chem 1980; 255: 2454-2456.
Ryan BA, Alayash AI: Acellular hemoglobin-
mediated oxidative stress toward endothe- 150. Yubisui T, Miyata T, Iwanaga S, Tamuta M,
lium: a role for ferryl iron. Am J Physiol Heart Takeshita M: Complete amino acid sequence
Circ Physiol 1998; 275: H1046-H1053. of NAD-cytochrome b5 reductase purified
from human erythrocytes. J Biochem 1986;
140. Rother RP, Bell L, Hillmen P, Gladwin MT:
99: 407-422.
The clinical sequelae of intravascular hemo-
lysis and extracellular plasma hemoglobin. A 151. Borgese N, Pietrini G: Distribution of the in-
novel mechanism of human disease. JAMA tegral membrana protein NADH-cytochrome
2005; 293: 1653-1662. b5 reductase in rat liver cells, studied with
a quantitative radioimmunobloting assay.
141. Silva G, Jenny V, Chora A, Larsen R, Balla
Biochem J 1986; 239: 393-403.
J, Soares MP: Oxidized hemoglobin is an
endogenous proinflammatory agonist that 152. Borgese N, D´Arrigo A, De Silvestres A,
targets vascular endotelial cells. J Biol Chem Pietrini G: NADH-cytochrome b5 reductase
2009; 284: 29582-29595. and cytochrome b5 isoforms as models for
the study of post-translational targeting to
142. Sugita Y, Nombra S, Yoneyama Y: Purifica-
the endoplasmic reticulum. FEBS Lett 1993;
tion of reduced pyridine nucleotide de-
325: 70-75.
hydrogenase from huma erythrocytes and
methemoglobin reduction by the enzyme. J 153. Gutiérrez C. Okita R, Krisans S: Demostration
Biol Chem 1971; 246: 6072-6078. of cytochrome reductases in rat liver peroxi-
somes: biochemical and immunochemical
143. Kuma F, Inomata H: Studies on methemo-
analyses. L Lipid Res 1988; 29: 613-628.
globin reductase. II. The purification and
molecular properties of reduced nicotin- 154. P asson PG, Hultquist DE: Soluble cyto-
amide adenina dinucleotide-dependent chrome b5 reductase from human erythro-
methemoglobin reductase. J Biol Chem 1972; cytes. Biochim Biophys Acta 1972; 275:
247: 556-560. 62-73.
144. Tomoda A, Yubisui T, Tsuji A, Yoneyama Y: 155. Hultquist DE, Passon PG: Catalysis of met-
Kinetic studies on methemoglobin reduction hemoglobin reduction by erythrocyte cy-
by human red cell NADH cytochrome b5 tochrome b5 and cytochrome b5 reductase.
reductase. J Biol Chem 1979; 254: 3119-3123. Nature 1971; 229: 252-254.
145. Abe K, Sugita Y: Properties of cytochrome 156. Strittmatter P, Spatz L, Corcovan D, Rogers
b5, and methemoglobin reduction in human MJ, Setlow B, Redine R: Purification and
erythrocytes. Eur J Biochem 1979; 101: 423- properties of rat liver microsomal stearyl
428. coenzyme A desaturase. Proc Natl Acad Sci
USA 1974; 71: 4565-4569.
146. Kuma F: Properties of methemoglobin re-
ductase and kinetic study of methemoglobin 157. Constantinescu A, Han D, Packer L: Vitamin
reduction. J Biol Chem 1981; 256: 5516-5523. E recycling in human erythrocytes membra-
nas. J Biol Chem 1993; 268: 10906-10913.
147. Gacon G, Lostanlen D, Labie D, Kaplan JC:
Interaction between cytochome b5 and he- 158. Shirabe K, Landi M, Takeshita M, Uriel G,
moglobin: involvement of β66 (E10) and β95
(FG2) lysyl residues of hemoglobin. Proc Natl
Fedrizzi E, Borgese N: A novel mutation in
a 3´splice site of the NADH-cytochrome b5
123
Acad Sci USA 1980; 77: 1917-1921. gene results in immunologically indetectable
enzyme and impaired NADH-dependent
148. Poulos TL, Mauk AG: Models for the com-
ascorbate regeneration in cultured fibroblasts
plexes formed between cytochrome b5 and
of a patient with type II hereditary methe-
the subunits of methemoglobin. J Biol Chem
moglobinemia. Am J Hum Genet 1995; 57:
1983; 258: 7369-7373.
302-310.
159. Pietrini G, Aggujaro D, Carrera P, Malysko 169. Minnich V. Glutathione biosynthesis in hu-
J, Vitale A, Borgese N: A single mRNA tran- man erythrocytes. J Clin Invest 1971; 50:507.
scribed from an alternative, erythroid-specif-
170. Craescu CT, Poyart C, Schaeffer C, Garel
ic promoter, codes for two non-myristylated
M-C, Kister J, Beuzard Y: Covalent binding
forms of NADH-cytochrome b5 reductase. J
of glutathione to hemoglobin. II. Functional
Cell Biol 1992; 117: 975-986.
consequences and structural changes re-
160. Yubisui T, Naitoh Y, Zenno S, Tamura M, flected in NMR spectra. J Biol Chem 1986;
Takeshita M, Sakaki Y: Molecular cloning of 261: 14710-14716.
cDNA of human liver and placenta NADH-
171. Wodak SJ, De Coen JL, Edelstein SJ, Demarne
cytochrome b5 reductase. Proc Natl Acad Sci
H, Beuzard Y: Modification of human he-
USA 1987; 84: 3609-3613.
moglobin by glutathione. III. Perturbations
161. Bull PC, Shephard EA, Povey S, Santisteban of hemoglobin conformation analysed by
I, Phillips IR: Cloning and chromosomal computer modeling. J Biol Chem 1986; 261:
mapping of human cytochrome b5 reductase 14717-14724.
(DIA1). Ann Hum Genet 1988; 52: 263-268.
172. Garel M-C, Domenget C, Caburi-Maryin J,
162. Bulbarelli A, Valentín A, De Silvestres M, Prehu C, Galacteros F, Beuzard Y: Covalent
Cappellini MD, Borgese N: An erythroid- binding of glutathione to hemoglobin. I.
specific transcript generates the soluble Inhibition of hemoglobin polymerization. J
form of NADH-cytochome b5 reductase in Biol Chem 1986; 261: 14704-14709.
humans. Blood 1998; 92: 310-319.
173. Srivastava SK, Beutler E: Glutathiones me-
163. Leroux A. Viera M, Kahn A: Transcriptional tabolism of the erythrocyte. The enzymic
and translational mechanisms of cytochome cleavage of glutathione-haemoglobin prepa-
b5 reductasa isoenzyme generation in hu- rations by glutathione reductase. Biochem J
mans Biochem J 2001; 355: 529-535 1970; 119: 353-357.
164. Takeshita M, Tamura M, Yubisui T, Yo- 174. Tomoda A, Tsuji A, Matsukawa S, Takeshita
neyama Y: Exponential decay of Cytochome M, Yoneyama Y: Mechanism of methemo-
b 5 and cytochrome b 5 reductase during globin reduction by ascorbic acid under
senescente of erythrocytes: relation to the anaerobic conditions. J Biol Chem 1978; 253:
increased methemoglobin content. J Biochem 7420-7423.
1983; 93: 931-934.
175. Srivastava SK, Beutler E: The transport of
165. Kuma F, Ishizawa S, Hirayama K, Nakajima oxidized glutathione from human erythro-
H: Studies on methemoglobin reductase. I. cytes. J Biol Chem 1969; 244: 9-16.
Comparative studies of diaphorases from
176. Beutler E: Glutathione reductase: stimulation
normal and methemoglobinemic erythro-
in normal subjects by riboflavin supplemen-
cytes. J Biol Chem 1972; 247: 550-555.
tation. Science 1969; 165: 613-615.
166. Bloom GE, Zarkowsky HS: Heterogeneity
177. Cohen G, Hochtein P: Glucose-6-phosphate
of the enzymatic defect in congenital met-
dehydrogenase and detoxification of hydro-
hemoglobinemia. N Engl J Med 1969; 281:
gen peroxide in human erithrocytes. Science
919-922.
1961; 134: 1756-1757.
167. Kitao T, Sugita Y, Yoneyama Y, Hattori K:
178. Jabusch JR, Farb DL, Kerschensteir DA,
Methemoglobin reductase (Cytochrome b5
Deutsch HF: Some sulfhydryl properties
reductase) deficiency in congenital methe-
124 moglobinemia. Blood 1974; 44: 879-884.
and primary structure of human erythrocyte
superoxide dismutase. Biochemistry 1980;
168. Percy MJ, Gillespie MJS, Savage G, Hughes 19: 2310-2316.
AE, McMullin MF, Lappin TRJ: Familial
179. Takahashi K, Newburger PE, Cohen HJ:
idiopathic methemoglobinemia revisited:
Glutathione peroxidase protein. Absence in
original cases reveal 2 novel mutations in
selenium deficiency states and correlation
NADH-citochrome b5 reductase. Blood 2002;
with enzymatic activity. J Clin Invest 1986;
100: 3447-3449.
77: 1402-1404.
180. Schroeder WA, Shelton JR, Shelton JB, Apell Robin P, Galibert F: Cloning and expression
G, Evans L, Bonaventura J, et al. The partial of a cDNA for human thioredoxin. J Biol
amino acid sequence of human erythrocyte Chem 1988; 263: 15506-15512.
catalase. Arch Biochem Biophys 1982; 214:
189. Holmgren A: Thioredoxin structure and
422-424.
mechanism: conformational changes on
181. Lim YS, Cha MK, Yun CH, Kim HK, Kim KW, oxidation of the active-site sulfhydryls to a
Kim LH: Purification and characterization disulfide. Structure 1995; 3: 239-243.
of thiol-specific antioxidant protein from
190. C ha M-K, Kim I-H: Thioredoxin-linked
human red cells: a new type of antioxidant
peroxidase from human red blood cell: evi-
protein. Biochem Biophys Res Commun
dence for the existence of thioredoxin and
1994; 199: 199-206.
thioredoxin reductase in human red blood
182. Wood ZA, Schroder E, Harris JR, Poole LB: cells. Biochem Biophys Res Commun 1995;
Structure, mechanism and regulation of 217: 900-9070.
peroxiredoxins. Trends Biochem Sci 2003;
191. Zhong L, Arnér ESJ, Ljung J, Aslund F, Hol-
28: 32-40.
mgren A: Rat and calf thioredoxin reductase
183. Moore R, Plishker G, Shriver S: Purifica- are homologous to glutathione reductase
tion and measurement of calpromotin, the with a carboxyl-terminal elongation contain-
cytoplasmic protein wich activates calcium- ing a conserved catalytically active penul-
dependent potassium transport. Biochem timate selenocysteine residue. J Biol Chem
Biophys Res Commun 1990; 166: 146-153. 1998; 273: 8581-8591.
184. Kristensen P, Rasmussen DE, Kristensen 192. May JM, Cobb CE, Mendiratta S, Hill KE,
BI: Properties of thiol-specific anti-oxidant Burk RF: Reduction of the ascorbyl free radi-
protein or calpromotin in solution. Biochem cal to ascorbate by thioredoxin reductase. J
Biophys Res Commun 1999; 262: 127-131. Biol Chem 1998; 273: 23039-23045.
185. Rabilloud RT, Berthier BR, Vincon M, Ferbus 193. Sibbing D, Pfeufer A, Perisic T, Mannes AM,
D, Goubin G, Lawrence J-J: Early events in Fritz-Wolf K, Unwin S, Sinner MF, Gieger
erythroid differentiation: accumulation of C y cols: Mutations in the mitochondrial
the acidic peroxidoxin (PRP/TSA/NKEF-B). thioredoxin reductase gene TXNRD2 cause
Biochem J 1995; 312: 699-705. dilated cardiomyopathy. Eur Heart J 2011;
32: 1121-1133.
186. Lee T-H, Kim S-U, Yu S-L, Kim SH, Park DS,
Moon H-B, Dho SH, Kwon K-S, Han Y-H, y 194. Davidson WD, Tanaka KR. Factors affecting
cols.: Peroxiredoxin II is essential for sustain- pentose phosphate pathway activity in hu-
ing life span of erythrocytes in mice. Blood man red cells. Br J Haemathol 1972; 23:371.
2003; 101: 5033-5038.
195. Szeinberg A, Marks PA. Substances stimu-
187. Rhee SG, Woo HA, Kil IS, Bae SH: Perox- lating glucose catabolism by the oxidative
iredoxin functions as a peroxidase and a reactions of the pentose phosphate pathway
regulator and sensor of local peroxides. J in human erythrocytes. J Clin Invest 1961; 40
Biol Chem 2012; 287: 4403-4410.
188. Wollman EE, d´Auriol L, Rimsky L, Shaw A,
Jacquot JP, Wingfield P, Graber P, Dessarps F,
125
CAPÍTULO 7
Grupos sanguíneos
eritrocitarios
Eduardo Muñiz Díaz*
Nuria Nogués**
Rosa Montero***
Carmen Canals****
Introducción
Los grupos sanguíneos son caracteres
heredados, localizados en estructuras
polimórficas de la membrana del eritro-
cito, y son reconocidos por anticuerpos
específicos. Hablamos de polimorfismo
cuando en una determinada población
existen, como mínimo, dos variantes
alélicas de un mismo gen. Los alelos,
* Jefe de la División de Inmunohematología. Banc por tanto, no son más que versiones al-
de Sang i Teixits. Barcelona, España. Presidente ternativas de un gen que difieren entre
de la Comisión de Hemovigilancia de Cataluña,
España. Asesor del Ministerio de Sanidad (Ma- sí en su secuencia nucleotídica. Los
drid) para la Hemovigilancia en Europa. Miembro cambios en la secuencia nucleotídica
del “Working group on definitions” de la Comisión
Europea, Bruselas, Bélgica.
original se producen como consecuen- 127
** Facultativa Adjunta. Laboratorio de Inmunohema-
cia de mutaciones. Estas diferencias es-
tología. Banc de Sang i Teixits. Barcelona, España. tructurales de los alelos van a compor-
*** Diplomada en Enfermería. Coordinadora del La- tar también diferencias estructurales
boratorio de Inmunohematología. Banc de Sang i en los productos que codifican. Un gen
Teixits. Barcelona, España.
**** Facultativa Adjunta. Laboratorio de Inmunohema-
constituido por múltiples alelos es un
tología. Banc de Sang i Teixits. Barcelona, España. gen polimorfo o alelomorfo.
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Grupos sanguíneos eritrocitarios
Localización
Nº Nombre del sistema Símbolo Nombre del gen
cromosómica
001 ABO ABO ABO 9q34.2
002 MNS MNS GYPA, GYPB, GYPE 4q31.21
003 P1PK P1PK A4GALT 22q11.2-qter
004 Rh RH RHD,RHCE 1p36.11
005 Lutheran LU LU 19q13.32
006 Kell KEL KEL 7q34
007 Lewis LE FUT3 19p13.3
008 Duffy FY DARC 1q23.2
009 Kidd JK SLC14A1 18q12.3
010 Diego DI SLC4A1 17q21.31
011 Yt YT ACHE 7q22.1
012 Xg XG XG, MIC2 Kp22.33
013 Scianna SC ERMAP 1p34.2
014 Dombrock DO ART4 12p12.3
015 Colton CO AQP1 7p14.3
016 Landsteiner-Weiner LW ICAM4 19p13.2
017 Chido/Rodgers CH/RG C4A, C4B 6p21.3
018 H H FUT1 19q13.33
019 XK XK XK Xp21.1
020 Gerbich GE GYPC 2q14.3
021 Cromer CROM CD55 1q32.2
022 Knops KN CR1 1q32.2
023 Indian IN CD44 11p13
024 Ok OK BSG 19p13.3
025 Raph RAPH CD151 11p15.5
026 John Milton Hagen JMH SEMA7A 15q24.1
027 I I 6p24.2
128 GCNT2
028 Globoside GLOB B3GALT3 3q26.1
029 Gill GIL AQP3 9p13.3
030 Rh-associated glycoprotein RHAG RHAG 6
031 Forsman FORS GBGT1 9q34.13
032 Junior JR abcg2 4q22
033 Langereis LAN abcB6 2q36
Colección Antígeno
213
MN 213003 Tm 129
CHO 213004 Can
213005 Sext
213006 Sj
* Con test serológicos estándar, suele ser de baja incidencia
Tabla 3. Antígenos de baja incidencia (serie 700) pos (dirigidos contra antígenos no pre-
sentes en el individuo que los produce)
Nº Nombre Símbolo pueden ocasionar la destrucción de los
700002 Batty By hematíes transfundidos, o atravesar la
700003 Christiansen Chra placenta e inducir una hemólisis en
700005 Biles Bi el feto y en el recién nacido. Esto va a
700006 Box Bxa depender de la frecuencia con la que
cada aloanticuerpo se produce, de sus
700017 Torkildsen Toa
características funcionales (amplitud
700018 Peters Pta
térmica, clase de inmunoglobulina, ca-
700019 Reid Rea
pacidad de fijar el complemento), y de
700021 Jensen Jea
la frecuencia con la que el aloantígeno
700028 Livesay Lia
está presente en la población.
700039 Milne
700040 Rasmussen RASM
700043 Oldeide Ola Conceptos básicos en la
700044 JFV genética de grupos sanguíneos
700045 Katagiri Kg El término genotipo se refiere al conjun-
700047 Jones JONES to de alelos heredados provenientes de
700049 HJK un determinado gen (por ejemplo AA,
700050 HOFM AO), mientras que el fenotipo se refiere,
700052 SARA exclusivamente, al producto reconocible
700054 REIT de estos alelos. Los antígenos producidos
por diferentes alelos de un determinado
Tabla 4. Antígenos de alta incidencia (serie 901) locus se denominan antitéticos.
Todos los cromosomas están dis-
Nº Nombre Símbolo
puestos en parejas –y por ello son di-
901003 August Ata ploides– en el núcleo celular. Cuando
901008 Emm un par de alelos perteneciente al mis-
mo gen de ambos cromosomas son
901009 Anton AnWj
idénticos decimos que el individuo es
901011 Sid Sda homocigoto. Por el contrario, cuando
901013 Duclos este par de alelos difiere decimos que
el individuo es heterocigoto.
901014 PEL
Un alelo puede ser dominante res-
901016 MAM pecto a su pareja. Esto implica que sólo
se expresará la versión de la proteína
130
por lo que se sigue aceptando en este codificada por este alelo. El alelo su-
entorno el uso del nombre clásico de primido se conoce como alelo recesi-
los antígenos. vo. Sólo cuando el alelo recesivo esté
La importancia clínica de los gru- presente en ambos cromosomas (el
pos sanguíneos en hematología se debe individuo será homocigoto para este
a la posibilidad de que los aloanticuer- alelo recesivo) será posible reconocer
131
nes hemolíticas muy graves de tipo in- B codifican para unas enzimas que van
travascular cuando se transfunden he- a catalizar la reacción que permite la
matíes ABO incompatibles. unión de determinados carbohidratos
a precursores glicoproteicos o glicoli-
134 Genes y antígenos pídicos para configurar la estructura
antigénica propia de lo que conocemos
Como ya ha sido comentado, a dife- como antígenos A y B (Figura 2).
rencia de otros sistemas de grupo san- Los antígenos ABH se encuentran
guíneo en que los genes codifican di- ampliamente distribuidos en nuestro
rectamente para los correspondientes organismo en los hematíes; podemos
antígenos, en este sistema los genes A y encontrarlos en linfocitos, en plaquetas
Anti-A O1O1
Anti-A1 O2O2
O Ninguno O
Anti-B
O1O2
Anti-A,B
A1A1
A1A2
A1 A+A1 Anti-B A1
A1O1
A1O2
Anti-B A2A2
A2 A A2 A2O1
Anti-A1 ( a veces)
136 A2O2
BB
B B Anti-A B BO1
BO2
A1B A+A1+B Ninguno A1B A1B
A2B A+B A menudo anti-A1 A2B A2B
Tabla 9. Distribución de los fenotipos y posibles genotipos del sistema ABO en una serie de 212
donantes de sangre españoles
Fenotipo n Genotipos n
A1A1 8
1 2
AA 2
A1 56 1 1
AO 42
A1O2 4
2 2
AA 3
2 1
A2 15 AO 10
2 2
AO 2
BB 1
1
B 21 BO 19
2
BO 1
1
A1B 4 AB 4
2
A2B 2 AB 2
1 1
OO 111
2 2
O 117 OO 5
1 2
OO 1
137
Figura 3. Representación esquemática de la estructura de los productos de los alelos ABO
En la figura se indica la localización de las mutaciones responsables de las diferencias estructurales entre los alelos ABO.
Cuatro mutaciones puntuales diferencian el alelo B de A1 y dos solamente a A2 de A1. El producto O1 se debe a la delección
de una base (G) en la posición 261 de la secuencia, lo que produce la aparición de un triplete de finalización precoz (stop
codon). La estructura del alelo O2 es muy similar a la de los productos del gen B, pero entre ambos existen diferencias como
resultado de dos mutaciones puntuales en el gen O2.
Una reacción negativa se denota por 0. Las reacciones positivas se indican como desde + (aglutinación débil) a ++++
(aglutinación máxima).
** Dolichos biflorus solamente ; ***Reactividad del suero contra A1 y A2 RBC.
† Sustancias de grupos sanguíneos ABO en la saliva y otros fluidos corporales del secretor.
+ A pesar de la falta de aglutinación, anti-A puede ser adsorbido y eluido por células en este subgrupo.
mf: Aglutinación en campo mixto ; ND: no determinada (muy infrecuente).
+ + o +:doble población;(+):aglutinación débil;(Bx):sustancia B detectada en la saliva de los individuos Bx por inhibición con
sus propios eritrocitos.
Nota: Esta clasificación es aproximativa, sólo para definir de una manera práctica los fenotipos débiles de B, dado el gran
polimorfismo de éstos (mutaciones familiares)
Tabla 12. Glucosiltransferasas producidas por los genes que codifican para los antígenos pertene-
cientes a los sistemas ABO, H y Lewis, azúcares incorporados y especificidad serológica.
Tabla 13. Relación entre los genes ABO, FUT1(H) y FUT2(Se) y la expresión de los antígenos del
sistema ABO.
Ejemplo 1
Antígenos Expresados
Genes Heredados
Hematíes Saliva
AB HH SeSe A,B,H A,B,H
AB HH sese A,B,H Ninguno
140
Ejemplo 2
Antígenos Expresados
Genes Heredados
Hematíes Saliva
OO HH Sese H H
OO HH sese H Ninguno
Tabla 14. Antígenos del sistema Rh. Nomenclaturas de Rosenfield, Fisher- Race y Wiener.
Otros
Rosenfield Fisher Wiener Otros nombres Rosenfield Fisher Wiener
nombres
Tabla 15. Genotipos más probables del sistema Rh deducibles a partir de los fenotipos más fre-
cuentes
145
responsable del fenotipo negativo se RHCe RHcE y RHCE. Los alelos que
produjo, probablemente, por el entre- codifican para el antígeno C se diferen-
cruzamiento desigual de las “cajas Rhe- cian en 6 nucleótidos (4 AAs) de los
sus” de dos haplotipos RH mal alinea- alelos que codifican para el antígeno
dos en “trans”, lo que dio lugar a una c, aunque parece ser que es la posición
caja Rhesus híbrida 11,12 (Figura 5). Los aminoacídica 103 la que determina la
individuos de fenotipo D positivo pue- especificidad. Los alelos RHE y RHe,
den ser homocigotos para el gen RHD, en cambio, se diferencian en un único
o bien, hemicigotos (una sola copia del nucleótido que comporta un cambio de
gen). Algunos individuos de fenotipo AA en la posición 226.
Rh(D) negativo, mayoritariamente de Las proteínas resultantes, RhD y
poblaciones no caucásicas, conservan RhCE, son proteínas transmembrana
secuencias propias del gen RHD en el no glicosiladas de múltiples pasos,
locus RH, lo que suele comportar dis- compuestas, cada una de ellas, por 417
cordancias entre fenotipo y genotipo. En AAs que difieren entre sí en un total de
la población de raza negra, la variante 32 a 35 AAs. A lo largo de las proteí-
alélica RHDΨ, o pseudogén RHD, está nas se distinguen 6 bucles extracelu-
presente hasta en un 66% de los indi- lares, 12 segmentos transmembrana y
viduos Rh(D) negativo. Esta variante co- 7 segmentos intracelulares. Cada uno
rresponde a un gen RHD inactivo que no de los exones del gen codifica para un
es capaz de dar lugar a la proteína RhD, segmento de la proteína, de manera que
ni al antígeno Rh(D) correspondiente. los 10 exones dan lugar a una proteína
En cuanto al gen RHCE, existen cua- completa (Figura 6). Las proteínas Rh
tro formas alélicas de este gen: RHce, forman complejo en la membrana con
146
Figura 6. Modelo de las proteínas Rhesus (RhD y RhCE) en la membrana del hematíe.
148
Figura 8. Bases moleculares de diferentes variantes RHD que determinan un fenotipo D parcial.
celular de la proteína y están ubicados riantes DIIIa, DIII tipo IV, DIVa y DAR
en los bucles externos 3, 4 y 6. Así mis- lo son de los fenotipos debidos a muta-
mo, las diferencias externas entre las ciones puntuales dispersas.
proteínas Rh(D) y Rh(CE) residen en
estos bucles que están codificados, res- D débil
pectivamente, por los exones 4, 5 y 7
La información actualmente disponible
del gen RHD. Por tanto, si un gen RHD,
sobre las bases moleculares del fenoti-
a través de una recombinación en “cis”,
po D débil ha puesto de manifiesto su
cambia sus exones 4, 5 y 7 por los exo-
gran heterogeneidad y confirmado que
nes correspondientes al gen RHCE, el
bajo el término D débil se ha ido inclu-
producto resultante de este gen híbrido
yendo a lo largo del tiempo una amplia
será una proteína con los bucles 3, 4 y
variedad de fenotipos D de expresión
6 propios de la proteína Rh(CE) y, por
débil, como si todos ellos correspondie-
ello, con una expresión alterada del an-
ran a una sola entidad serológica. Esto
tígeno Rh(D).16
explica también por qué los intentos de
Considerando que los exones 4, 5
establecer un protocolo de actuación
y 7 son críticos para la construcción
uniforme frente a los diversos fenotipos
de los fragmentos de proteína más
D débil han resultado insatisfactorios.
comprometidos con la expresión del
Todos los ejemplos publicados hasta el
antígeno Rh(D), existen seis posibles
momento obedecen a mutaciones pun-
combinaciones de estos exones que
tuales del gen RHD en la región trans-
dan lugar a seis alelos híbridos, los
membrana o intracelular 17 (Figura 9).
que corresponden a las categorías
Aunque esta localización, en general,
DIVb, DVa, DVI, DFR, DBT y DHAR,
no resulta inmunogénica, puede supo-
que expresan, respectivamente, los
ner una dificultad en la inserción de la
antígenos inmunogénicos de baja
proteína en la membrana del hematíe y
frecuencia Rh37 (Evans), Rh23 (Dw),
afectar su interacción con la glicopro-
Rh52 (BARC), RH50 (FPTT), Rh32
teína Rh50 (RhAG), produciendo un fe-
y Rh33. La expresión del antígeno
notipo D débil. Se han descrito más de
Rh(D) puede variar entre alelos per-
70 alelos distintos, y entre todos ellos
tenecientes a una misma categoría, al
el D débil tipo 1 es el más frecuente en
igual que la reactividad frente a dife-
la población europea. La forma más dé-
rentes anticuerpos anti-Rh (D), según
bil corresponde al fenotipo DEL, ante-
la densidad antigénica de las proteínas
riormente Del, en el que la expresión
resultantes.
del antígeno es tan extremadamente
Las mutaciones puntuales y las
débil que sólo puede demostrarse con
mutaciones puntuales dispersas [múl-
tiples mutaciones ubicadas en diferen-
una técnica de adsorción-elución.18 En 149
Europa el fenotipo DEL es el menos fre-
tes regiones de la proteína Rh(D)] son
cuente en el conjunto de fenotipos D
responsables del resto de fenotipos D
débil, pero en el este asiático más de
parcial. Las variantes DII, DVII y DNB
un 30% de los donantes son portadores
son algunos ejemplos de fenotipos de-
de un fenotipo DEL ligado a la variante
bidos a mutaciones puntuales , y las va-
RHD(K409K).19,20
Figura 9. Localización de los AAs sustituidos en algunas de las variantes RHD que determinan un
fenotipo D débil.
Los fenotipos D débil de los tipos 1 separan son en realidad virtuales. Por
al 4 representan aproximadamente el ejemplo, algunos fenotipos D parcial
94% de los fenotipos D débil detecta- son debidos, tal como sucede con los
dos en europeos.21-23 El D débil tipo 4 fenotipos D débil, a mutaciones pun-
se ha dividido a su vez en varios sub- tuales y no sólo a fenómenos de re-
tipos. En la raza negra africana, el D combinación genética. Y, lo que es más
débil tipo 4.2, también conocido como importante, aunque en la mayoría de
DAR, se detecta con una frecuencia los fenotipos D débil descritos no se
muy superior a la encontrada en raza ha detectado aloinmunización anti-
caucásica europea. D, ésta ya no se considera patrimonio
exclusivo de los fenotipos D parcial, y
han sido publicados algunos ejemplos
D parcial y D débil: más de individuos de fenotipo D débil por-
similitudes que diferencias tadores de anti-D. De la misma forma,
La definición de las bases moleculares existen numerosos fenotipos D parcial
en los que nunca se ha documentado
150 de los fenotipos D parcial y D débil,
aloinmunización anti-D, probablemen-
y algunas observaciones clínicas pu-
blicadas en los últimos años de indi- te porque los epítopos de los que care-
viduos portadores de estos fenotipos, cen son poco o nada inmunogénicos.
han cuestionado los criterios clásicos Hasta el momento no se ha detec-
empleados para su clasificación y han tado aloinmunización anti-D en nin-
demostrado que las fronteras que los guno de los pacientes transfundidos
cambio de glutámico por arginina en el na con todos los hematíes, excepto con
residuo 41 de la proteína, y Cx con el los del mismo fenotipo. Este fenotipo
de alanina por treonina en el residuo se explica a través de dos posibles mo-
36 de la proteína CcEe, lo que implica delos de herencia: 1) Homocigocidad
en ambos casos cambios conformacio- para haplotipos Rh inactivos. Estos
nales que inducen una expresión más individuos carecen de gen RHD como
débil del antígeno C. la mayoría de individuos D negativo
El antígeno MAR es un antígeno de y son homocigotos para un RHCE que
alta incidencia. La prevalencia de indi- contiene mutaciones inactivas, por lo
viduos MAR negativo en finlandeses es que ninguna de las dos proteínas Rh
del 0.2%. Los hematíes MAR negativo puede ser producida. 2) Los genes
pueden expresar Cw y Cx. Su localiza- RHD y RHC son activos, pero los in-
ción está comprendida entre los resi- dividuos portadores de un fenotipo
duos 36-41 de la proteína RhCe. nulo son homocigotos para mutacio-
nes inactivadoras en el gen RHAG. La
proteína RhAG no expresa antígenos
VS, V
Rh, pero está íntimamente asociada a
El antígeno VS tiene una frecuencia de la proteína Rh en la membrana, y su
30%-40% en la población africana de presencia es necesaria para que los
raza negra, pero es muy raro en otros antígenos Rh puedan expresarse con
grupos étnicos. VS resulta del cambio normalidad. En algunos casos el gen
leucina245valina en la proteína CcEe y RHAG es capaz de producir una míni-
se asocia con un antígeno e débil. Los ma cantidad de proteína RhAH, lo que
hematíes VS+ son habitualmente V+, explica la presencia de antígenos Rh
aunque hasta un 20% de ellos carecen de expresión muy débil, como sucede
del antígeno V, y además del cambio con el fenotipo Rhmod.
de AA mencionado tienen añadido el Las células Rhnull son anómalas,
cambio glicina336cisteína. El haploti- tanto morfológicamente como funcio-
po del gen alterado que con frecuencia nalmente. La mayoría de individuos de
se asocia con un fenotipo VS+ V- no fenotipo Rhnull y Rhmod presentan un
contiene RHD, pero posee un gen híbri- cierto grado de anemia hemolítica que,
do RHD-CE-D que no produce D pero sí en algunos casos, puede ser subsidiaria
un C anormal. de una esplenectomía.
sión RhD positivo, suele conllevar la los recién nacidos presentan una clíni-
aparición de un aloanticuerpo de espe- ca moderada.
cificidad anti-D a las 20 semanas apro-
ximadamente de la transfusión hasta en
Función putativa
un 20% de individuos. En ocasiones, la
exposición a una pequeña cantidad de de las proteínas Rh y RhAG
hematíes D positivo no permite que el Las proteínas Rh y RhAG son estruc-
anticuerpo sea detectable, como pue- turas homólogas con idéntica confor-
de suceder durante la gestación o en el mación en la membrana y un 33% de
postparto inmediato; sin embargo, una identidad en la secuencia de AAs. Su
nueva exposición a hematíes D incom- conformación característica de proteí-
patibles provocará una rápida e intensa nas de múltiples pasos de entrada y
respuesta anamnéstica. salida en la membrana es característica
Anti-D puede causar reacciones de las moléculas transportadoras.24,25
transfusionales hemolíticas, en al- Además, la secuencia proteica de am-
gunas ocasiones de carácter grave, y bas también es homóloga con la de los
EHRN. Las gestantes portadoras de transportadores de amonio en anima-
una variante de D que se sensibilizan les inferiores y plantas. Las células de
pueden producir EHRN cuando el feto levadura, que carecen de transportado-
es portador de un antígeno D com- res de amonio, no son capaces de de-
pleto. Si se conoce que la gestante es sarrollarse en un medio bajo en amo-
portadora de una de estas variantes, y nio, pero la situación cambia cuando
da a luz un recién nacido D positivo, se efectúa una transfección de la célula
la gestante es candidata a recibir la con RHAG. De confirmarse la hipótesis
dosis preceptiva de gammaglobulina de que ambas proteínas actúan como
anti-D. transportadoras de amonio, cabe imagi-
De los restantes anticuerpos Rh, nar que los hematíes transportan amo-
anti-c ha venido considerándose el se- nio desde el cerebro hasta el hígado o
gundo más frecuente, seguido de anti- el riñón para su metabolización o ex-
E; sin embargo, en los últimos años y creción.
coincidiendo con la utilización de téc- Una hipótesis alternativa es que
nicas más sensibles de detección de an- las proteínas Rh y RhAG, junto a la
ticuerpos irregulares, los anticuerpos proteína Banda 3, podrían actuar
anti-E parecen detectarse con mayor como proteínas de intercambio entre
frecuencia que los de especificidad an- el oxígeno y el dióxido de carbono.
ti-c, aunque muchos de ellos suelen ser Esta hipótesis estaría alineada con la
de origen “natural”. La presencia ais- función primordial del hematíe, la de
153
lada de la especificidad anti-C es muy transporte de oxígeno y conversión
rara en ausencia de anti-D. Clínicamen- del dióxido de carbono a bicarbona-
te, anti-c es el más importante, ya que to mediante la acción de la anhidrasa
es capaz de producir EHRN grave; por carbónica en el citoplasma del propio
el contrario, anti-C, anti-E y anti-e rara- hematíe.
mente la producen, y cuando lo hacen,
Tabla 17. Polimorfismos del sistema Duffy y frecuencia de los diferentes genotipos en la población
africana y europea.
Europeos Africanos
156
Fenotipo Genotipo Frecuencia Genotipo Frecuencia
Fy (a+b+) Fya/Fya 20% Fya/Fya o Fya/Fy 10%
a b a b
Fy (a+b+) Fy /Fy 48% Fy /Fy 3%
b b b b b
Fy (a-b+) Fy /Fy 32% Fy /Fy o Fy /Fy 20%
Fy (a-b-) Fy/Fy Muy raro Fy/Fy 67%
Tabla 18. Distribución de los diferentes fenotipos del sistema Kidd en población caucásica y en un
grupo de 197 donantes de sangre españoles.
+ 0 Jk (a+b-) JkaJka 26 26
+ + Jk (a+b+) JkaJkb 51 50
0 - Jk (a-b+) JkbJkb 23 24
0 0 Jk (a-b-) Jk nulo Muy raro
+ 0 M+N- 28 26
158 + + M+N+ 50 44
0 + M-N+ 22 30
+ 0 S+s- 11 3
+ + S+s+ 44 28
0 + S-s+ 45 69
Figura 10. Representación del antígeno Lea y su precursor Tipo 1H, y de Leb y su precursor, Tipo 1H.
Otros grupos sanguíneos del alelo que codifica para Lub, de 0,96,
por lo que este último se considera un
Sistema Lutheran antígeno de alta frecuencia.1-5
Originalmente fue descrito como un El mayor interés del sistema Luthe-
sistema con un “locus” y dos alelos, ran radica en el fenotipo Lu(a‑b‑), tam-
Lua y Lub, el cual daría lugar a las com- bién conocido como In(Lu). Este fenoti-
binaciones fenotípicas habituales (Ta- po, heredado con carácter dominante,
bla 21). La base molecular de estos dos se ha asociado durante mucho tiempo
antígenos antitéticos es un cambio nu- a un gen inhibidor (In) que inhibía al
cleotídico (230GàA) en la secuencia mismo tiempo el sistema P, el antígeno i
del gen LU, que comporta a su vez un y el sistema Auberger. Hoy en día se co-
cambio de aminoácido (Arg77His). La noce que la causa del fenotipo Lu(a-b-)
frecuencia génica del alelo que codifica son mutaciones en el gen que codifica
para el antígeno Lua es de 0,035, y la para el factor EKLF (erythroid Krüppel-
Tabla 21. Relación de fenotipos y frecuencia en los sistemas Lutheran (Lu), Cartwright (Yt), Colton
(Co), Dombrock (Do)
Lua Lub
+ 0 Lu (a+b-) 0.15
Lu + + Lu (a+b+) 7.5
0 + Lu (a-b+) 92.35
0 0 Lu (a-b-) Muy raro
Yta Ytb
+ 0 Yt (a+b-) 91.9
Yt
+ + Yt (a+b+) 7.9
0 + Yt (a-b+) 0.2
a b
Co Co
+ + Co (a+b-) 89.3
Co + + Co (a+b+) 10.4
0 + Co (a-b+) 0.3
0 0 Co (a-b-) Muy raro
161
Doa Dob
+ 0 Do (a+b-) 17.2
Do
+ + Do (a+b+) 49.5
0 + Do (a-b+) 33.3
también puede, ocasionalmente, pro- Rhnull que también son LW(a-b-). Los
ducir EHRN.10 anticuerpos anti-LW no son en general
Wra (Lys658) es un antígeno de baja clínicamente significativos. La glicopro-
frecuencia, antitético de Wrb (Glu658) teína LW, también llamada molécula de
que es de alta incidencia. Los anticuer- adhesión interceluar 4 (ICAM-4), es una
pos anti-Wra son relativamente frecuen- molécula de adhesión perteneciente a la
tes, mayoritariamente de clase IgG1, pero superfamilia de inmunoglobulinas.1-5,10
en ocasiones pueden ser de clase IgM, o
IgM más IgG. Puede producir EHRN gra-
ve y reacciones transfusionales hemolí-
Sistema Chido/Rodgers
ticas. Anti-Wrb es raro, y su significado Los nueve antígenos Chido/Rodgers no
clínico no se conoce bien; sin embargo, son verdaderos antígenos eritrocitarios
como autoanticuerpo es relativamente porque no son producidos por las célu-
común y puede estar implicado en la las eritroides. Se localizan en el cuar-
anemia hemolítica autoinmune. to componente del Complemento (C4),
Los 17 antígenos restantes son to- presente originalmente en el plasma,
dos de baja frecuencia. pero que se acaba uniendo a los hema-
tíes.1-5,10 Los anticuerpos anti Chido no
son clínicamente significativos.
Sistema Xg
El antígeno Xga está codificado por XG,
un gen ligado al cromosoma X que tie-
Sistema Gerbich
ne una frecuencia del 66% en hombres Está constituido por tres antígenos de
y de 89% en mujeres. Anti-Xga no es muy alta incidencia y cinco de muy
clínicamente significativo.1-5,10 baja incidencia que residen en sialogli-
coproteínas de las glicoforinas C (GPC)
y D(GPD), o en ambas. Anti-Ge3 ha pro-
Sistema Scianna
ducido EHRN.1-5,10
Está constituido por siete antígenos lo-
calizados en una proteína de adhesión
de la membrana eritrocitaria (ERMAP),
Sistema Cromer
y todos ellos son de muy alta o de muy Está constituido por once antígenos
baja frecuencia. Los anticuerpos anti- de alta incidencia y tres de baja fre-
Scianna no se han relacionado, hasta el cuencia, y residen en una glicoproteína
momento, con reacciones transfusiona- reguladora del complemento (DAF o
les ni EHRN.1-5,10 CD55). Los anticuerpos anti-Cromer no
son por lo común clínicamente signifi-
164 Sistema Landsteiner-Wiener cativos.1-5,10
CD35). Los anticuerpos anti-Knops no caucásicos. Esto se debe a que las muta-
son clínicamente significativos.1-5,10 ciones de GCNT2 en los individuos de
fenotipo i se producen en transcritos de
mRNA que expresan los tejidos hema-
Sistema Indian
topoyéticos y epiteliales responsables
Está formado por un antígeno de baja del correcto funcionamiento del crista-
frecuencia, Ina (Arg46), y su antitético lino, mientras que en los caucásicos las
Inb (Pro46), más dos antígenos de alta mutaciones sólo se dan en los transcri-
incidencia. Estos antígenos se locali- tos del tejido hematopoyético.
zan en la proteína CD44, una proteína Algunos autoanticuerpos anti-I muy
capaz de desempeñar múltiples funcio- potentes pueden resultar hemolíticos y
nes y que se une al ácido hialurónico de causar el síndrome de aglutininas frías.
la matriz extracelular. Los anticuerpos Los anticuerpos con especificidad anti-
anti-Indian no se consideran, habitual- i acostumbran ser autoanticuerpos que
mente, clínicamente significativos.1-5,10 a menudo se detectan en pacientes con
mononucleosis infecciosa.10
Anti-i es el único antígeno de una
Sistema I
de las colecciones de grupos sanguí-
El antígeno I es el único antígeno in- neos. (Colección 207). No es parte del
cluido en este sistema. El producto del sistema I porque su biosíntesis no está
gen I (GCNT2) es una enzima (ß1,6-N- regulada por el gen GCNT2 y no ha sido
acetilglucosaminil-transferasa) que ca- definido por un aloanticuerpo.
taliza la unión de N-acetilactosamina
y forma cadenas de polilactosaminas. Antígenos no pertenecientes a
Las cadenas lineales no ramificadas ex- ningún sistema de grupo sanguíneo
presan antígeno i. Los hematíes de los
Se trata de un grupo de antígenos de
recién nacidos son I negativo y expre-
alta o baja incidencia que no han po-
san intensamente antígeno i. La unión
dido adscribirse a ninguno de los 30
de las nuevas cadenas comporta el de-
sistemas de grupo sanguíneo bien defi-
bilitamiento del antígeno i y un incre-
nidos 6,7 (Tablas 2-4).
mento de la expresión de I que alcanza
Entre los anticuerpos dirigidos con-
su máxima expresión entre los seis y
tra antígenos de alta incidencia cabe
los dieciocho meses de vida. Algunos
señalar a anti-Vel, anti-Lan y anti-Wj,
individuos, muy poco comunes, homo-
por haber causado EHRN grave. Anti-
cigotos para diversas mutaciones inac- Vel resulta especialmente peligroso por
tivadoras del gen GCNT2, nunca con- tratarse de anticuerpos de clase IgM,
vierten i en I y muestran un fenotipo i
que suele conducir a la producción de
fijadores de Complemento, que pue- 165
den ocasionar reacciones transfusiona-
un aloanti-I.1-5 Estos anticuerpos sue- les hemolíticas inmediatas de carácter
len ser de clase IgM y no acostumbran muy grave. Anti-MAM puede producir
reaccionar a 37 0C. En el este asiático también EHRN grave.
el fenotipo i suele asociarse a cataratas La mayoría de anticuerpos dirigidos
congénitas, pero no es el caso de los contra antígenos de baja frecuencia no
166
Tabla 22. Funciones putativas asignadas a algunas de la proteínas de membrana donde se expresan
los grupos sanguíneos eritrocitarios.
5. Muñiz-Diaz E, Martin-Vega C. Grupos sanguí- 10. Klein H, Anstee DJ. Mollison’s Blood Trans-
neos e inmunohematología. En: “Medicina fusion in Clinical Medicine. 11th ed. Oxford,
Interna”. Farreras P, Rozman C. 16 ed. Else- Blackwell Science, 2005.
vier, 2009: 1819-1827. 11. Avent ND, Reid M. The Rh blood group sys-
6. Daniels G, Fletcher A, Garratty G, Henry tem: a review. Blood 2000; 95:375-387.
S, Jorgensen J, Judd WJ et al. Blood group
terminology 2004: from the International
12. Avent N. New insight in the Rh system: 167
structure and function. Vox Sanguinis, ISBT
Society of Blood Transfusion committee on Science Series 2007; 2:35-43.
terminology for red cell surface antigens. Vox
Sang 2004;87:304-316. 13. Colin Y, Chèrf-Zahar B, Le van Kim C, Raynal
V, Van Huffel V, Cartron JP. Genetic basis of the
7. Storry JR, Castilho L, Daniel G, Flegel WA, RhD-positive and Rh-D negative blood group
Garratty G, Francis CL et al. International polymorphism as determined by Southern
Society of Blood Transfusion Working Party analysis. Blood 1991; 78: 2742-2752.
14. Flegel W, Wagner F. Molecular biology of mon weak D types shows different distribu-
partial D and weak D: implications for blood tions in three central European populations.
bank practice. Clin Lab 2002; 48:53-59. Transfusion 2001; 41: 45-52.
15. Flegel W. How I manage donors and patients 22. Ansart-Pirenne H, Asso-Bonnet M, Le
with a weak D phenotype. Curr Opin Hema- Pennec P-Y, Roussel M, Patereau C, Noi-
tol 2006; 13: 476-483. zat-Pirenne F. RHD variants in whites: con-
sequences for checking clinically relevant
16. Flegel W. Homing on D antigen immuno-
alleles. Transfusion 2004; 44: 1282-1286.
genicity. Transfusion 2005;45:466-468.
23. Frey BM, Mendez A. Testing for weak D. Vox
17. Wagner FF, Gassner C, Müller TH, Schönitzer
Sang 2006; 90: 150-151.
D, Schunter F, Flegel WA. Molecular basis
of weak D phenotypes. Blood 1999; 93: 385- 24. Cartron JP. Groupes sanguins et relation
393. structure-function. En: Bases moléculaires
des antigènes des groupes sanguins. Cartron
18. Okubo Y, Yamaguchi H, Tomita T, Nagao N.
JP, Rouger Ph, eds. Masson (Paris) 1998: 473-
A D variant, Del (letter). Transfusion 1984;
509.
24: 542.
25. Daniels G. Functional aspects of red cell
19. Singleton BK, Green CA, Kimura T, Minami
antigens. Blood Rev 1999; 13: 14-35.
A, Okubo Y, Daniel GL. Two new RHD mu-
tations associated with the DEL phenotype 26. Tournamille C, Le Van Kim C, Gane P, Cartron
(abstract). Transfus Clin Biol 2001;8 (Suppl JP, Colin Y. Molecular basis and PCR-DNA
1):9s. typing of the Fya/Fyb blood group polymor-
phism. Hum Genet 1995; 95: 407-410.
20. Wagner FF, Frohmajer A, Flegel W. RHD
positive haplotypes in D negative Europeans. 27. Thuresson B, Westman JS, Olsson ML. Iden-
BMC Genet 2001;2:10. tification of a novel A4GALT exon reveals
the genetic basis of the P1/P2 histo-blood
21. Müller TH, Wagner FF, Trockenbacher A,
groups. Blood 2010;117(2):678-687.
Eicher NI, Flegel W. PCR screening for com-
168
CAPÍTULO 8
Inmunología del
glóbulo rojo y pruebas
pretransfusionales
Claudia Fabiana Bastos*
Introducción
La inmunohematología es el área de
la medicina transfusional que estudia
los procesos inmunitarios relacionados
con las reacciones entre los antígenos
de las células sanguíneas y sus respec-
tivos anticuerpos. Nos centraremos
aquí en las reacciones entre los antíge-
nos presentes en los glóbulos rojos (GR)
y los anticuerpos que se encuentran en
el plasma. Uno de los aspectos más im-
portantes a este respecto es el estudio
de los grupos sanguíneos, las pruebas
de detección e identificación de an-
169
ticuerpos irregulares y las pruebas de
compatibilidad pretransfusional desti-
nadas a prevenir los accidentes hemo-
líticos relacionados con la transfusión.
* División de Hemoterapia e Inmunohematología.
Hospital de Clínicas “José de San Martín”. UBA.
Las combinaciones de antígenos y
Argentina. anticuerpos en la serología de grupos
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Inmunología del glóbulo rojo y pruebas pretransfusionales
geno y los iones cloruro formarán una incubación a 37 °C. Generalmente, los
nube alrededor de la carga positiva del sistemas de ensayo de PEG son más
anticuerpo, neutralizándolos parcial- sensibles que el LISS o los sistemas sa-
mente. Si los iones son removidos, las linos. Sin embargo, en pacientes con
cargas positivas y negativas quedan ex- niveles elevados de proteínas plasmá-
puestas, lo cual acelera la tasa de aso- ticas, como en el mieloma múltiple, no
ciación entre los anticuerpos y el antí- se aconseja su uso debido a que el PEG
geno y aumenta el valor de la constante tiende a incrementar la precipitación
de equilibrio. de proteínas. Cuando se utiliza PEG el
La reducción de la fuerza iónica SAGH utilizado debe ser monoespecífi-
produce no solo un aumento de la tasa co anti-IgG.38-41
de asociación de los anticuerpos sino Prueba de policationes en baja
también una disminución de la tasa de fuerza iónica: Rosenfield 42 describió
disociación, y también favorece la ab- esta prueba utilizando sulfato de prota-
sorción cuantitativa de anticuerpos de mina, mientras que el uso de polybrene
baja afinidad.35 Si se utiliza LISS para
(bromuro de hexadimetrina) fue descri-
evaluar un anticuerpo con una cons-
to por Lee, Ho 43 y Lelasari y Jiang.44
tante de equilibrio alta, el aumento
Esta prueba fue utilizada inicialmente
del 70% al 90% de la cantidad de an-
para procedimientos automatizados y
ticuerpo unido, apenas será detectable
requiere tres etapas. Primero se incuba
en fase SAGH, mientras que si el anti-
el suero con los GR en LISS para indu-
cuerpo en cuestión tiene una constante
cir la sensibilización,45 y luego se agre-
de equilibrio baja, el aumento del 5%
ga el policatión para producir la agre-
al 90% causará un incremento conside-
gación de los GR por alteración de las
rable de la fuerza de aglutinación en la
cargas de superficie. Si el anticuerpo
fase antiglobulínica.
está presente podrá formar puente en-
Se han reportado algunos ejemplos
tre los GR durante esta fase. Por último
de anti-K que no han sido detectados.
A fin de soslayar este inconveniente, se añade una sustancia desagregante,
se describieron modificaciones de la como heparina o citrato de sodio, a fin
prueba LISS-SAGH que se traducen de revertir el efecto del policatión. Des-
en el aumento de la reactividad de los pués de la centrifugación solo perma-
anticuerpos del sistema mediante el in- necerá la aglutinación producida por el
cremento de la relación suero-GR man- anticuerpo presente. Puede utilizarse
teniendo constante la fuerza iónica.36-37 SAGH, previo lavado del sistema tres
Polietilenglicol (PEG): El PEG en veces en solución salina. Este método
una solución LISS elimina el agua del ha demostrado gran sensibilidad para 177
sistema de prueba, lo cual concentra la detección de anticuerpos de los sis-
los anticuerpos presentes y aumenta de temas Rh, Kidd y Duffy, no así para los
esta manera el grado de sensibilización anticuerpos del sistema Kell. El agrega-
de los GR. El PEG puede causar agre- do de la fase antiglobulina ha mostrado
gación no específica de los GR, por lo aumentar la reactividad de dichos an-
que no se debe centrifugar luego de la ticuerpos.
tección. Para realizar la correcta inter- mente nos confunda a la hora de inter-
pretación de los resultados obtenidos pretar los resultados.
es necesario conocer ciertos datos de La historia clínica del paciente es
la historia del paciente y seguir una especialmente importante cuando el
serie de pasos que aseguren la correcta control autólogo o la prueba de anti-
identificación. globulina directa (PAD) son positivos,
ya que ciertos trastornos autoinmunes
o infecciosos se asocian con la pro-
Historia del paciente
ducción de autoanticuerpos eritroci-
La información relativa a la edad del tarios, y la administración de ciertos
paciente, el sexo, la raza, el diagnóstico, medicamentos puede causar PAD po-
historia de transfusiones y embarazos sitiva. Por otra parte, si el paciente ha
previos, los medicamentos y solucio- sido transfundido en los últimos tres
nes endovenosas utilizados, son datos meses, el resultado positivo de la PAD
valiosos que nos pueden proporcionar puede indicar una reacción hemolíti-
pistas que ayuden a la identificación ca/serológica postransfusional tardía.
de anticuerpos. La raza del paciente Este antecedente transfusional debe
puede ser de gran valor, ya que algunos ser tenido en cuenta también al reali-
anticuerpos aparecen en una etnia en zar la tipificación antigénica, ya que
particular, debido a las diferencias en las reacciones positivas pueden ser
la frecuencia de aparición de antígenos causadas por la presencia de glóbulos
eritrocitarios. Por ejemplo, el anti-U se rojos de los donantes en la circulación
asocia con las personas de ascendencia del paciente. Estas reacciones general-
africana; anti-Dia con pueblos origina- mente son de campo mixto, evidencian
rios americanos. la presencia de más de una población
La exposición a GR, ya sea por eritrocitaria y dependen de la cantidad
transfusiones o embarazos previos, de glóbulos rojos transfundidos.
aumenta la probabilidad de producir
anticuerpos inmunes; por lo tanto, Reactivos
en pacientes sin estos antecedentes Un panel utilizado para la identifica-
debemos sospechar de la presencia ción de anticuerpos es una colección
de anticuerpos de origen natural (por de 11 a 20 suspensiones globulares
ejemplo, anti-H, Leb). La infusión de de individuos de grupo O, tipificados
medicamentos hemoderivados de para varios antígenos diferentes. El
plasma humano, como la gamaglobu- patrón de expresión de los antígenos
lina polivalente endovenosa, la ga- debe ser lo suficientemente diferente
maglobulina hiperinmune anti-D y la como para permitir distinguir una es-
182 gamaglobulina antilinfocítica puede pecificidad de otra y debe incluir cé-
transferir anticuerpos pasivamente: lulas con expresión homocigótica para
anti-A y anti-B, anti-D y anticuerpos los antígenos Rh, Duffy, Kidd y MNSs.
antiespecie, respectivamente, y dar Cada lote de panel debe contar con
lugar a la presencia en el suero de un una hoja en que se especifique el perfil
anticuerpo inesperado que probable- antigénico de cada célula y la presen-
cia de células raras (es decir, que son
ción se determina por la suma de los (alto título, baja avidez). Estos anti-
valores individuales. cuerpos de alta frecuencia producen
Se considera significativa la dife- reacciones débilmente positivas en
rencia de dos o más tubos (lo que re- fase antiglobulínica que persisten a
presenta un aumento de cuatro veces) través de diluciones extensas (hasta
o un aumento de más de 10 puntos del el 2048).76 Los ejemplos de estos an-
score. Siempre se deberá congelar una ticuerpos incluyen anti-Ch, Rg, Csa,
alícuota de la muestra de suero titulada Yka, Kna, McCa y JMH. Estos anti-
a fin de confrontarla en forma paralela cuerpos no son por lo general clíni-
con nuevas muestras para controlar la camente significativos, pero pueden
variabilidad entre los operadores. Otro enmascarar otros anticuerpos im-
punto fundamental a tener en cuenta es portantes.
la selección de los GR que se utilizarán • Definir la especificidad relativa de
para la prueba. Siempre se deberá selec- los autoanticuerpos, comparando el
cionar GR homocigotos para el antígeno título obtenido con GR de fenotipo
diana. A fin de que la comparación del conocido R1R1, R2R2 y rr.
título sea válida, los sistemas de prueba
deben ser lo más idénticos posible. Se Pruebas de compatibilidad
deberá utilizar siempre el mismo méto-
do, ya que la diferencia de sensibilidad
pretransfusional
entre el método en tubo y en gel puede Realizar una prueba de compatibilidad
llevar a interpretar las diferencias como pretransfusional no es solo enfrentar
el aumento del título del anticuerpo los GR del donante al suero del pa-
cuando en realidad se debe a la mayor ciente, sino ejecutar una serie de pro-
sensibilidad del método en gel.74 cedimientos que tienen como objetivo
Los estudios de titulación tienen las alcanzar la seguridad transfusional al
garantizar una tasa de supervivencia
siguientes aplicaciones prácticas:
aceptable de los GR transfundidos.
• Estudio de embarazadas aloinmu-
La necesidad de la transfusión de-
nizadas con IgG capaces de causar
berá evaluarse teniendo en cuenta sus
EHFN. Un aumento en el título de
beneficios y riesgos potenciales, ya que
anticuerpos durante el embarazo su-
no siempre puede evitarse la ocurrencia
giere que el feto es portador del an-
de reacciones adversas asociadas, aun si
tígeno diana y por lo tanto corre el las pruebas de laboratorio no demues-
riesgo de desarrollar la enfermedad; tran incompatibilidad entre el paciente
también puede indicar la necesidad y el donante.
de transfusión intrauterina. Uno de los pasos más importantes de
• La presencia de anti-D inmune ad- la seguridad transfusional es la correcta 191
quirido pasivamente con la adminis- identificación del receptor. La mayor
tración de profilaxis anti-D produce amenaza para la seguridad transfusio-
títulos que rara vez superan 4.75 nal es, sin duda, el error administrativo.
• Confirmar la presencia de anticuer- Entre las causas de error se incluyen la
pos pertenecientes al grupo, cono- mala identificación del receptor cuando
cidos colectivamente como HTLA se extrae la muestra de sangre, confusión
16. Pollack W Some physicochemical aspects tween anti-D and erythrocytes. Immunology
of hemagglutination. Ann NY Acad Sci 1964;7:72-81.
1965;127:892.
30. Elliot M, Bossom E, Dupuy ME, Masouredis
17. Pollack W, Hager HJ, Reckel R et al. A study of SP. Effects of ionic strength on the serological
the forces involved in the second stage of the behavior of red cell isoantibodics. Vox Sang
hemagglutination. Transfusion 1965;5:158. 1964; 9:396-414.
18. Hughes-Jones NC, Gardner B, Telford R. The 31. Lalezari P. A new method for detection of red
effect of ionic strength on the reaction be- cell antibodies. Transfusion 1968; 8:372-380.
tween anti-D and erythrocyles. Immunology
32. Mollison PL, Polley MJ. Uptake of gamma
1964;7:72-81.
globulin and complement by red cells ex-
19. Beattie KM, Zuelzer WW. The frequency and posed to serum at low ionic strength. Nature
properties of pH-dependent anti-M. Transfu- 1964;203:535-536.
sion 1965;5:322.
33. Low B, Messeter L. Antiglobulin test in low-
20. Olesen H Thermodynamics of the cold aggluti- ionic strength salt solution for rapid antibody
nin reaction. Scand J Clin Lab Invest 1966;18:1. screening and cross-matching. Vox Sang
1974;26:53-61.
21. Hughes-Jones NC. Red-cell antigens, anti-
bodies and their interaction. Clin Haematol 34. Hughes-Jones NC. Factors affecting enhance-
1975;4:29. ment of serological reactions. In: Tills D, ed.
Enhancement of serological reactions. Bir-
22. Hirszfeld L, Dubiski S. Untersuchungen über
mingham, England: Biotest Bulletin, 3 Supple-
dieStruktur der inkompletten Antikörper.
ment:1-2, 1974.
Schweiz Z AllgPath 1954;17:73.
35. Hughes-Jones NC, Polley MJ, Telford R, Gard-
23. Munk-Andersen G. Demonstration of incom-
ner B, Kleinschmidt G. Optimal conditions
plete ABO-antibody with special reference
for detecting blood group antibodies by the
to its passage through the placenta. I. The
antiglobulin test. Vox Sang 1964;9:385-395.
content of complete ABO-antibody in umbili-
cal cord serum. Acta Pathol Microbiol Scand 36. Voak D, Downie M, Haigh, Cook N. Improved
1956;39:407. antiglobulin tests to detect difficult antibodies:
detection of anti-Kell by LISS. Med Lab Sci
24. Standards for Blood Banks and Transfusion
1982;39:363-370.
Services, ed 28. American Association of Blood
Banks, Bethesda, MD, 2011. 37. Merry AH, Thomson EE, Langar J, Howell P,
Voak D, Downie M. Stratton F. Quantitation of
25. Judd, WJ, Luban, NLC, Ness, PM, et al. Prena-
antibody binding to erythrocytes in LISS. Vox
tal and perinatal immunohema-tology: Recom-
Sang 1984;47:125-132.
mendations for serologic management of the
fetus, newborn infant, and obstetric patient. 38. Slater JL, Griswold DJ, Wojtyniak LS, Reisling
Transfusion 1990;30:175. MJ. Evaluation of the polyethylene glycol-indi-
rect antiglobulin test for routine compatibility
26. Giblett, ER: Blood group alloantibodies: An
testing. Transfusion. 1989 ;29(8):686-688.
assessment of some laboratory practices.
Transfusion 1977;17:299. 39. Nance SJ, Garratty G. A new potentiator of
red blood cell antigen-antibody reactions. Am
27. Boral, L, and Henry, IB: The type and screen:
J Clin Path 1987; 87: 633-635.
A safe alternative and supplement in selected
surgical procedures. Transfusion 1977; 17:163. 40. de Man AJM, Overbeeke MAM. Evaluation
of the polyethylene glycol antiglobulin test
199
28. Mollison, PL, Engelfreit, CP, and Contreras,
for detection of red blood cell antibodies. Vox
M: Blood Transfusion in Clinical Medicine,
Sang 1990; 58: 207-210.
ed 9. Blackwell Scientific Publications, Oxford,
England, 1993. p. 111. 41. Shirley RS, Boyd JS, Ness PM. Polyethylene
glycol versus low ionic strength solution in
29. Hughes-Jones NC, Gardner B, Telford R. The
pre-transfusion testing: a blinded comparison
effect of ionic strength on the reaction be-
study. Transfusion 1994; 34: 368-370.
42. Rosenfield RE, Shaikh SFI, Innella F, Kaczera 55. Schonewille, H, Haack, HL, and van Zijl,
Z, Kochwa S. Augmentation of hemaggluti- AM: RBC antibody persistence. Transfusion
nation by low ionic conditions. Transfusion 2000;40:1127.
1979;19:499-510.
56. Hughes-Jones NC, Polley MJ, Telford R Op-
43. Lee CL, Ho E. A three-step test for rapid detec- timal conditions for detecting blood group
tion of erythrocyte antigens and antibodies. antibodies by the antiglobulin test. Vox Sang
Lab Med 1974;5:47-49. 1964;9:385
44. Lalezari P, Jiang AF. The manual polybrene test: 57. Beattie KM Control of the antigen-antibody
a simple and rapid procedure for detection of ratio in antibody detection/compatibility tests.
red cell antibodies. Transfusion 1980;20:206-211. Transfusion 1980;20:277–284
45. Rosenfield RE, Spitz C, Bar-Shany P, Permoad 58. Klein HG, Anstee DJ. Mollison´s Blood Trans-
P, DuCros M. Low ionic concentration to aug- fusion in Clinical Medicine, 11th edn. Oxford:
ment hemagglutination for the detection and Blackwell Scientific Publications, 2005. P. 316.
measurement of serologic incompatibility.
59. Hughes-Jones NC, Gardner B, Telford R The ki-
In: Automation in analytical chemistry, (1967
netics of the reaction between the blood-group
Technicon Symposia), White Plains, NY Medi-
antibody anti-c and erythrocytes. Biochem J
cal Inc., 1968.
1962;85:466.
46. Standards for Blood Banks and Transfusion
60. Bennett, PR, Le Van Kim, C, Dolon, Y, et al: Pre-
Services, 27th edition. AABB Bethesda 2011
natal determination of fetal RhD type by DNA
47. Mollison, PL, Engelfreit, CP, and Contreras, amplification. N Engl J Med 1993; 329:607-610.
M: Blood Transfusion in Clinical Medicine,
61. van der Hart M, van Loghem JJ A further ex-
ed 9. Blackwell Scientific Publications, Oxford,
ample of anti-Jka. Vox Sang (OS) 1953;3:72.
England, 1993. p. 337.
62. Cameron GL, Staveley JM Blood group P sub-
48. Mollison PL, Engelfriet CP, Contreras M.
stance in hydatid cyst fluids. Nature (Lond)
Blood Transfusion in Clinical Medicine, 10th
1957;179:147
ed. Oxford: Blackwell Scientific Publications,
1997.p 326. 63. François-Gérard C, Brocteur J, André A Turtle-
dove: a new source of P1-like material cross-
49. Yates J, Howell P, Overfield J et al. IgG anti-Jka/
reacting with the human erythrocyte antigen.
Jkb antibodies are unlikely to fix complement.
Vox Sang 1980;39:141–148
Transfus Med 1998;8:133–140.
64. Aster, RH, Miskovich BH, and Rodey GE:
50. Lapierre Y, Rigal D, Adam J et al. The gel test:
Histocompatibility antigens of human plasma;
a new way to detect red cell antigen-antibody
localization to HLD-3 lipoprotein fraction.
reactions. Transfusion 1990; 30: 109–113
Transplantation 1973;16:205.
51. Ciavarella, D, Pate, L, and Sorenson, E: Sero-
65. Marks, MR, Reid, ME, and Ellisor, SS: Adsorp-
logic comparisons of antibody. detection and
tion of unwanted cold autoagglu-tinins by
titration methods: LISS, PeG, gel (abstract).
formaldehyde-treated rabbit red blood cells
Transfusion 2002; 42:108S.
(abstract). Transfusion 1980;20:629.
52. Bromilow IM, Eggington JA, Owen GA et al.
66. Maley M, Bruce DG, Babb RG, Wells AW, Wil-
Red cell antibody screening and identifica-
liams M The incidence of red cell alloantibod-
tion. A comparison of two column technology
ies underlying panreactive warm autoantibod-
methods. Br J BioMed Sci 1993;50:329–333
ies. Immunohematology. 2005;21(3):122-5.
200 53. Lillevang ST, Georgsen J, Kristensen T An an-
67. Brecher, M (ed): Technical Manual, ed 14.
tibody screening test based on the antiglobulin
American Association of Blood Banks, Bethes-
gel technique, pooled test cells and plasma.
da, MD, 2002. p. 682.
Vox Sang 1994;66:210–215
68. Landsteiner, K, and Miller, CP: Serologic
54. Klein HG, Anstee DJ. Mollison´s Blood
studies on the blood of primates: II. The blood
Transfusion in Clinical Medicine, 11th edn.
group of anthropoid apes. J Exp Med 1925
Oxford: Blackwell Scientific Publications,
42:853.
2005 p 283-284.
69. Feng, CS, Kirkley, KC, and Eicher, CA, et al: 80. Mollison, PL: Blood Transfusion in Clinical
The Lui elution technique: A simple and ef- Medicine, ed 11. Blackwell Scientific, Oxford,
ficient method for eluting ABO antibodies. England, 2005. p. 183.
Transfusion 1985;25:433.
81. Alexander D, and Henry JB: Immediate spin
70. Rekkvig, OP, and Hannestad, K: Acid elution crossmatch in routine use: A growing trend in
of blood group antibodies from intact eryth- compatibility testing for red cell transfusion
rocytes. Vox Sang 1977;33:280. therapy. Vox Sang, 1996;70:48, 1996.
71. Judd, WJ: Methods in immunohematology, 82. Walker, RH: On the safety of the abbreviated
ed 2. Montgomery Scientific Publications, crossmatch. In Polesky, HF, and Walker, RH
Durham, NC, 1994. (eds): Safety in Transfusion Practices; CAP
Conference, Aspen, 1980. College of American
72. van Oss, CJ, Absolom, DR, and Neumann,
Pathologists, Skokie, IL, 1982. p 75.
AW: The “hydrophobic effect”: Essentially a
van der Waals interaction. Colloid Polymer 83. Shulman IA, Nelson JM, Saxena S, Thompson
Sci 1980;1:424. JC, Okamoto M, Kent DR, Nakayama RK.: Ex-
perience with the routine use of an abbreviated
73. van Oss, CJ, Absolom, DR, and Neumann, AW:
crossmatch. Am J Clin Pathol 1984:82:178.
Applications of net repulsive van der Waals
forces between different particles, macromol- 84. Dodsworth, H, and Dudley, HAF: Increased
ecules, or biological cells in liquids. Colloid efficiency of transfusion practice in routine
Polymer Sci 1980;1:45. surgery using pre-operative antibody screen-
ing and selective ordering with an abbreviated
74. Ciavarella, D, Pate, L, and Sorenson, E: Sero-
crossmatch. Br J Surg 1985;72:102.
logic comparisons of antibody detection and
titration methods: LISS, PeG, gel (abstract) 85. Garratty, G: Abbreviated pretransfusion test-
Transfusion 2002;42:108S. ing. Transfusion 1986;26:217.
75. Brecher, M (ed): Technical Manual, ed 14. 86. Shulman IA, Nelson JM, Kent DR, Jacobs
American Association of Blood Banks, Bethes- VL, Nakayama RK, Malone SA.: Experience
da, MD, 2002. p. 417. with a cost-effective crossmatch protocol.
JAMA 1985;254:93.
76. Schulman, IA, and Petz, LD. Red cell compat-
ibility testing: Clinical significance and labora- 87. Judd, JW: Requirements for the electronic
tory methods. In Petz, LD, Swisher, SN, and crossmatch. Vox Sang 1998;74:409.
Kleinman, S (eds): Clinical Practice of Trans-
88. Butch SH, Judd WJ, Steiner EA, Stoe M,
fusion Medicine, ed 3. Churchill Livingstone,
Oberman HA.: Electronic verification of
New York, 1996. p. 199.
donor-recipient compatibility: The computer
77. Giblett, ER: Blood group alloantibodies: An crossmatch. Transfusion 1994;34:105.
assessment to some laboratory practices.
89. Maffei LM, Johnson ST, Shulman IA, Steiner
Transfusion. 1977;17:299.
EA.: Survey on pretransfusion testing. Transfu-
78. Spielmann, W, and Seidl, S: Prevalence of sion 1998;38:343.
irregular red cell antibodies and their signifi-
90. Garratty, G: Evaluating the clinical significance
cance in blood transfusion and antenatal care.
of blood group alloantbodies that are causing
Vox Sang. 1974;26:551.
problems in pretransfusion testing. Vox Sang
79. Aygun B, Padmanabhan S, Paley C, Chan- 1998;74:285.
drasekaran V. Clinical significance of RBC
91. Marcus, B.A. Myhre, M.C. Angulo, R.D. Salk,
alloantibodies and autoantibodies in sickle cell
C.E. Essex and S.H. Demianew: Radiolabeled
201
patients who received transfusions. Transfu-
red cell viability II. 99mTc and mIn for measur-
sion. 2002;42(1):37-43.
ing the viability of heterologous red cells in
vivo. Transfusion1986; 27: 420,.
CAPÍTULO 9
Transporte de oxígeno
y monitoreo
Introducción
El oxígeno es el elemento químico más
abundante en la naturaleza y su presen-
cia es esencial en el mantenimiento de
la vida celular. Las células del organis-
mo obtienen su energía a partir del ATP
mediante la oxigenación mitocondrial
de diferentes sustratos (hidratos de car-
bono, grasas o aminoácidos).1
203
El oxígeno necesario para realizar
esta función debe ser transportado des-
* Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en de los alvéolos hasta las mitocondrias.
Anestesiología y Reanimación. Jefe del Servicio de El oxígeno es transportado fundamen-
Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor del talmente unido a la hemoglobina (Hb)
Hospital Universitario Miguel Servet, de Zaragoza,
España. de los hematíes, y al llegar a la micro-
100
90
75
Saturación de la Hb (%)
20 27 40 60 80 100
PaO2 (mmHg)
1
Se utiliza como medida el IC en lugar del GC. En caso de usar el GC, los valores normales serían 880 – 1225 mL/min
para el DO2 y 180 – 280 ml/min para el VO2.
VO2
PvO2 crit.
Htº crit.
100 %
SvmxO2 crit.
DO2 crit.
0%
DO2
Figura 2. Relación entre el transporte (DO2) y el consumo (VO2) de oxígeno.
ESTADIO
VO2 Estadio IV Estadio III Estadio II Estadio I
CHOQUE
Entrada Na+
Salida K+
DO2 y VO2 INDEPENDIENTES
Entrada Ca++
Rotura
membrana
celular DO2 y VO2 DEPENDIENTES
209
Muerte Celular
DO2
Figura 3. Alteraciones en el organismo en relación con los cambios en el transporte de oxígeno (DO2).
Modificado de Gutiérrez G, Reines HD, Wulf-Gutiérrez ME. Clinical review: Hemorrhagic shock. Crit
Care 2004; 8: 373-381.
Tabla 2. Déficit de Base (DB) al ingreso de paciente sangrante como factor predictor de mortalidad y
transfusión.
DB Mortalidad Transfusión
-6 a -9 23 % 62 % - (4 CH ± PFC)
-10 a -15 44 % 86 % - (10 CH + PFC + Plaq)
-16 a -20 53 % 100 %
< -20 70 % 100 %
1
Saturación arterial medida mediante pulsioximetría. 2Saturación venosa de oxigeno medida mediante analítica venosa
extraída de catéter venoso central. 3Diferencia arterio-venosa de oxígeno (equivalente a CEO2, cuando SaO2 es > 95).
216 porte y consumo de oxígeno. Existen 7. Vincent JL, Baron JF, Reinhart K, Gattinoni
también monitores de la oxigena- L, Thijs L, Webb A, et al. (Anemia and Blood
ción regional con aplicación clínica. Transfusion in Critical Care) Investigators.
Anemia and blood transfusion in critically
• En los pacientes críticos los marca- ill patients. JAMA 2002; 288: 1499-507.
dores globales de oxigenación pue-
8. Monk TG. Hemodilución Normovolemica
den estar falseados, lo que dificulta aguda. Anesthesiology Clin Norteamer (ed
su interpretación. En estos pacientes esp) 2005; 23: 271-281.
9. Aguilar G, Galán S, Mínguez MF, Pérez A, 21. Van der Linden P, Vincent JL- Assessment of
Llau JV. Respuesta fisiológica a la anemia. En: tissue oxygenation. NATA Textbook 2000.
Llau JV. Tratado de hemostasia y medicina Online (www.nataonline.com)
transfusional perioperatoria. Arán Ediciones:
22. McKinlay S, Gan TJ. Intraoperative Fluid
Madrid, 2003: 213-20.
management and choice of fluids. ASA Re-
10. Treacher DF, Leach RM. ABC of oxygen. fresher Courses in Anesthesiology 2002; 31:
Oxygen transport. I. Basic principles. Br Med 127 – 137.
J 1999; 317: 1302-6.
23. Martell MJ, MacKinnon KJ, Arsenault MY,
11. Marshall JC. Transfusion trigger: when to Bartellas E, Klein MC, Lane CA, et al. Hemor-
transfuse?. Crit Care 2004; 8 (Suppl 2): S31- rhagic choque. J Obstet Gynaecol Can 2002;
S33. 24: 504 – 520.
12. Martín-Pérez M, Alba de Cáceres M, ortega- 24. Kauvar DS, Wade CE. The epidemiology and
Montes B. Oxigenación Hística. En: Díez-Lo- modern management of traumatic hemor-
bo AI. Medicina transfusional perioperatoria. rhage: US and International perspectives.
Ergon: Madrid, 2005: 1 – 10. Crit Care 2005; 9 (Suppl 5): S1 – S9
13. Camporesi EM. Tratamiento con oxígeno hip- 25. Davis JW, Parks SN, Kaups KL, Gladen HE,
erbárico: usos en pacientes traumatizados. O’Donell-Nicol S. Admission base deficit
Clin Anestesiol Norteamer (Ed esp) 1999; 1: predicts transfusion requirements and risk
319-32. of complications. J Trauma 1996. 41; 5: 769
– 774.
14. Weiskopf RB, Feiner J, Hopf HW, Viele MK,
Watson JJ, Kramer JH, et al. Oxygen reverses 26. McFarland JG. Perioperative blood transfu-
deficits of cognitive function and memory sion: indications and options. Chest 1999;
and increased heart rate induced by acute 115 (Suppl 5): 113S – 121S.
severe isovolemic anemia. Anesthesiology
27. Bauer P, Reinhart K, Bauer M. Significance
2002; 96: 871-7.
of venous oximetry in the critically ill. Med
15. Hir HE, Bugge W, Hjlmeland K, Søreide E, Intensive 2008; 32: 134 – 142.
Sørlie D, Háheim LL. Transfusion vs alterna-
28. Rivers E, Nguyen B, Havstad S, Ressler J,
tive treatment modalities in acute bleeding: a
Muzzin A, Knoblich B, et al.: Early goal-
systematic review. Acta Anaesthesiol Scand
directed therapy in the treatment of severe
2006; 50: 920-31.
sepsis and septic choque. N Engl J Med 2001;
16. Duranteau J. Basic principles of oxygen 345:1368-1377.
transport and calculations. NATA Textbook
29. Vallet B, Robin E, Lebuffe G. Venous oxygen
2000 Edition. Online (www.nataonline.com)
saturation as a physiologic transfusion trig-
17. Orlov D, O’Farrell R, McCluskey SA, Carroll ger. Crit Care 2010; 14:213.
J, Poonawala H, Hozhabri S, et al. The clinical
30. Shepherd SJ, Pearse RM. Role of central and
utility of an index of global oxygenation for
mixed venous oxygen saturation measure-
guiding red blood cell transfusion in cardiac
ment in perioperative care. Anesthesiology
surgery. Transfusion 2009; 49: 682-8.
2009; 111: 649-656.
18. Corwin HL, Parsonnet KC, Gettinger A. RBC
31. Rivers E. Mixed vs Central venous oxygen
transfusion in the ICU: is there a reason?
saturation may be not numerically equal, but
Chest 1995; 108: 767-71.
both are still clinically useful. Chest 2006; 217
19. Vincent JL, Sakr Y, De Backer D, Van der 129: 507-8.
Linden P. Efficacy of allogeneic red blood cell
32. Dueck MH, Klimek M, Appenrodt S, Welgand
transfusions. Best Prac Res Clin Anaesthesiol
C, Boerner U. Trends but not individual
2007; 21: 209-19.
values of central venous oxygen saturation
20. Hebert PC, Van Der Linden P, Biro G et al. agree with mixed venous oxygen saturation
Physiologic aspects of anemia. Critical Care during varying hemodynamic conditions.
Clinics 2004; 20: 187-212. Anesthesiology 2005; 103: 249-57.
33. Trauma.Org. Transfusion for massive blood 37. Shoemaker WC, Wo CCJ. Circulatory Effects
loss. En: Trauma.Org http://www.trauma.org/ of Whole Blood, Packed Red Cells, Albumin,
resus/massive.htlm Starch, and Crystalloids in resuscitation of
choque and acute critical Illness. Vox San-
34. Habler O. Monitoring to determine the need
guinis 1998; 74 (Suppl 2): 69 - 74.
for transfusion. TATM 2002; 4 (Supl): 9.
38. Hamilton TT, Huber LM, Jessen ME. PulseCO:
35. Kosowsky JM, Han JH, Collins SP, McAfee
a less-invasive method to monitor cardiac
AT, Storrow AB. Assesment of stroke index
output from arterial pressure after cardiac
using impedance cardiography: comparison
surgery. Ann Thorac Surg 2002; 74: S1408 –
with traditional vital signs for detection of
S1412.
moderate acute blood loss in healthy volun-
teers. Acad Emerg Med 2002; 9: 775 – 80. 39. Ramsay J. Monitorización no invasiva de la
perfusión tisular. Clin Anestesiol Norteamer
36. Shoemaker WC, Peitzman AB, Bellamy R,
(ed esp) 2006; 24: 763 – 775.
Bellomo R, Bruttig SP, Capone A, et al. Re-
suscitation from severe hemorrhage. Crit Care
Med 1996. 24; 2 (Suppl): 12 S - 23 S).
218
CAPÍTULO 10
Anemia y transfusión
de glóbulos rojos
Introducción
La transfusión de glóbulos rojos (TGR)
es uno de los pilares en el tratamiento
de los pacientes anémicos.
La transfusión de sangre es el pro-
cedimiento médico más común en pa-
cientes hospitalizados1 y se prevé que
la demanda de productos sanguíneos
seguirá creciendo entre un 6-8% por
año.2 Este aumento de la demanda se
debe en parte al crecimiento de la po-
blación de edad avanzada, que registra
219
la mayor demanda de la transfusión
* Patólogo Clínico. Profesor Titular y Jefe del De-
partamento de Patología, Escuela de Medicina, asociada tanto a la cirugía como a la
Universidad del Valle, Cali. Director Hemocentro quimioterapia.2,3 Las tasas de TGR son
del Valle del Cauca, Cali. Director Servicio de
Transfusión Hospital Universitario del Valle, Cali,
variables en los diferentes países, pero
Colombia. comparablemente elevadas.4-7 Los pa-
dio por el cual se realiza el transporte función esencial en el control del flujo
de oxígeno. En circunstancias norma- sanguíneo a través de la vasodilatación
les el oxígeno es llevado a través de la hipóxica.
sangre circulante principalmente uni- El gasto cardíaco y la concentración
do a la Hb, con solo 2% del O2 disuelto de Hb son las principales variables que
en el plasma, mientras en el paciente determinan la entrega de oxígeno tisu-
con anemia aguda que recibe O2 suple- lar (DO2), a todo el cuerpo o a órganos
mentario, el O2 disuelto puede llegar a específicos. La DO2 varía de acuerdo
ser hasta el 20% del contenido de oxí- con el gasto cardíaco (GC) y el conte-
geno en la sangre. La curva sigmoidea nido arterial de O2 (CaO2).33 Cuando
de la disociación de la oxihemoglobina la Hb tiene 100% de saturación, porta
puede variar en respuesta a cambios en 1,39 ml de oxígeno por gramo, y existe
la tensión del dióxido de carbono, pH, una relación directa entre la concentra-
concentración de 2,3-DPG, y la tempe- ción de Hb y el contenido arterial de
ratura.29,30 Cuando el CO2 se une a la oxígeno [CaO2 = (Hb x 1,39 x SaO2, sa-
Hb el pH disminuye, y cuando aumen- turación arterial de oxígeno)]. El nivel
tan los niveles de 2,3-DPG como ocurre en el cual la DO2 es insuficiente para
en la anemia, disminuye la afinidad de satisfacer las demandas metabólicas
la Hb por el oxígeno, lo cual da lugar a del tejido se conoce como DO2 crítico
una desviación de la curva de disocia- (DO2 crít). En la búsqueda de umbrales
ción hacia la derecha. El aumento del clínicamente relevantes para la TGR, el
pH, la hipotermia, o la disminución de DO2 crít ha sido definido como el ni-
los niveles de 2,3-DPG conducen a una vel de DO2 por debajo del cual no se
alta afinidad de la Hb por el oxígeno, y puede mantener el consumo de oxíge-
desplazan la curva de disociación ha- no y comienza a disminuir. Con el DO2
cia la izquierda.30 crít, aparecen los signos de insuficien-
En el estado oxigenado, el óxido cia de oxígeno, tanto a escala global,
nítrico (ON) se une a la Hb como un como lo indica la mayor producción
nitrosotiol (ONS) en la Beta 93 Cysteí- de ácido láctico; como regional, por
na.31,32 Con la desoxigenación, el ON los marcadores de hipoxia específicos
liberado de la unión ONS-Hb produce de tejidos, tales como los cambios del
vasodilatación, aumento del flujo san- segmento ST en el ECG y la latencia de
guíneo y mejoría del aporte de oxígeno. P300 en el electroencefalograma. Con
El ONS se pierde durante el almacena- el DO2 crít aparecen la acidosis lácti-
miento de los GR. Lo anterior soporta la ca, los cambios isquémicos en el elec-
hipótesis de que la TGR almacenados trocardiograma (ECG), la disfunción
deteriora la respuesta vasodilatadora neurológica. Se ha observado que en
en la hipoxia. Otro mecanismo de ge- adultos jóvenes, sanos y conscientes,
221
neración de ON es la síntesis endote- al ser sometidos a una hemodilución
lial en asociación con la liberación de isovolémica con reducción de la con-
ATP de los GR desoxigenados. Aunque centración de Hb de 12,5 g/dl a 4,8 g/dl
no es claro cómo funciona exactamen- se produce un aumento del ritmo car-
te este proceso, el ON desempeña una díaco, del índice de volumen sistólico
y del índice cardíaco, sin evidencia sis- durante el estrés puede aumentar hasta
témica de cambios hipóxicos a pesar de tres veces. Un punto crítico se produce
una reducción de la DO2 a un nivel de cuando la EO2 alcanza su máximo; EO2
7,3 ml/kg/minuto.34 Un estudio reali- crítico, es el punto en el cual el incre-
zado en pacientes sépticos sugirió que mento de la EO2 no puede compensar
la DO2 crít podría estar en 3,8 ml/kg/ la disminución del VO2 relacionada
minuto.35 con la anemia. Si continúa la disminu-
La disminución de la DO2 con la ción en la concentración de Hb o DO2
anemia no siempre se traduce en dis- se termina en hipoxia tisular. La EO2
minución del VO2 (consumo de oxí- crít, que varía entre los tejidos, influye
geno), debido a la intervención de los en el DO2 crít; los tejidos con una baja
mecanismos compensatorios fisiológi- EO2 crít tienen un DO2 crít mayor. Ade-
cos, como el aumento del GC y de la más, el DO2 crít también está influen-
extracción tisular de O2. El VO2 es, a ciado por el VO2; el DO2 crít es nece-
su vez, equilibrado por la capacidad de sariamente alto cuando el VO2 es muy
los tejidos periféricos para modificar la alto para apoyar el metabolismo.30 Los
extracción de oxígeno (EO2) en los es- mecanismos compensatorios mitigan
tados hipoxémicos, alterando el flujo la disminución de DO2 asociada con la
sanguíneo microvascular, manteniendo disminución de la concentración de Hb
una pO2 tisular estable30. para sostener el VO2. Estos incluyen in-
Los estudios que revelan la falta cremento de la extracción de oxígeno,
de incremento del O2 con la TGR, han el gasto cardíaco, el flujo sanguíneo en
sido interpretados como falta de efec- la arteria coronaria y la redistribución
tividad de la transfusión y se atribuye del flujo sanguíneo a los órganos. Las
a la pérdida de 2,3-DPG y ON durante alteraciones en la EO2 afectan direc-
el almacenamiento o al incremento de tamente el VO2, porque EO2 = VO 2 ÷
la viscosidad.36,37 Sin embargo, no se DO2. La línea de base de la EO2 difiere
debe esperar aumento del VO2 después entre los distintos tejidos. Por ejemplo,
de la transfusión si ésta se administra el miocardio tiene la proporción más
en un paciente con un DO2 por encima alta de EO2 (60%), mientras que la tasa
del nivel crítico. De hecho, el descenso de extracción es de 30% en el cerebro y
de la Hb no siempre se traduce en cam- 10% en la piel y el riñón. Es decir, estos
bios en el suministro de oxígeno (DO2) últimos órganos tienen una mayor ca-
y en el consumo de oxígeno (VO2), de- pacidad de compensación ante la caída
bido a que los mecanismos fisiológicos de la DO2 en el paciente anémico.30,33
compensatorios son capaces de contra- El gasto cardíaco aumenta en res-
rrestar los cambios leves a moderados puesta a la anemia normovolémica.
222 en la concentración de Hb. La estimulación nerviosa simpática
Cuando el DO2 se acerca al DO2 crít, aumenta la frecuencia cardíaca. Ade-
hay un incremento compensatorio en más, la caída de la viscosidad de la
la EO2 a su límite máximo (EO2 crít). sangre aumenta el volumen sistólico
La EO2 en condiciones de rutina es de por incremento del retorno venoso al
aproximadamente 20% a 30%, pero corazón y la disminución de la carga
En contraste, un análisis del resul- crito de 24% a 27%, y una mayor mor-
tado de la transfusión en 24.112 pa- bilidad en los transfundidos con hema-
cientes participantes de varios ensayos tocrito de 27% a 30%.74
clínicos que estudian el uso de agen- En otro estudio prospectivo para
tes antiplaquetarios en el síndrome determinar los resultados de los pa-
coronario agudo sin elevación del ST, cientes con anemia y SCA e infarto sin
encontró una tasa de mortalidad sig- elevación del ST, los pacientes trans-
nificativamente más alta a los 30 días fundidos con niveles de hemoglobina
en un grupo de 2.401 pacientes que inferiores a 9 g/dl tuvieron mejores re-
recibieron transfusiones cuando los sultados, aunque no significativos, en
valores de hematocrito eran superiores comparación con aquellos que no eran
al 25%. La asignación aleatoria de los transfundidos.75
grupos de pacientes para el estudio se Un estudio con 41.637 pacientes
produjo antes del sangrado relacionado con SCA incluidos en el estudio de
con la terapia antiplaquetaria. La razón Trombólisis en Infarto del Miocardio
de riesgo (OR) de muerte a 30-días fue (TIMI), halló un incremento del riesgo
de 1,13 para hematocrito del 25% y de de eventos cardiovasculares mayores
1,59 para hematocrito del 20%, pero asociados con diferentes umbrales de
también se obtuvieron OR significati- hemoglobina en pacientes con infarto
vamente más altos, del orden de 1,69 de miocardio con elevación del ST (he-
y 2,92, para hematocritos del 30% y moglobina inferior a 14 g/dl y más de
35%, respectivamente.72 17 g/dl), en comparación con el SCA
En la iniciativa nacional de mejo- sin elevación del segmento ST (he-
ra de la calidad Crusade, que incluyó moglobina inferior a 11g/dl y más de
a 74.271 pacientes con síndrome co- 16 g/dl).76
ronario agudo (SCA) sin elevación del En un estudio prospectivo con
segmento ST y que no fueron someti- 2.358 pacientes con infarto agudo de
dos a cirugía cardíaca, el 10,3% reci- miocardio, la transfusión mejoró los re-
bieron una transfusión. Los pacientes sultados en seis meses en aquellos con
transfundidos estaban más enfermos, Hb menor o igual que 8 g/dl (razón de
con mayor probabilidad de sufrir insu- riesgo, 0,13). Las transfusiones practi-
ficiencia cardíaca congestiva y tuvie- cadas a niveles superiores a 8 g/dl se
ron una mayor incidencia de sangrado. asociaron con una mayor mortalidad
Les fue peor a aquellos que no fueron (razón de riesgo, 2,2). Los pacientes
transfundidos, con un aumento de tres transfundidos eran mayores, con más
veces en la mortalidad e infarto agudo alta proporción de mujeres y tenían
del miocardio.73 más comorbilidades. Dos tercios de los
228 Un informe posterior con 44,242 pacientes transfundidos tuvieron un
pacientes encontró una menor mortali- infarto con elevación del ST en compa-
dad en pacientes transfundidos con un ración con el 82% de los no transfun-
hematocrito menor o igual que 24%, didos. La Hb al ingreso fue baja, pero
sin efecto de la transfusión de sangre el 43% no tenía anemia. En general,
en los pacientes con valores de hemato- la mortalidad a los seis meses fue ma-
tación sin ayuda a los 60 días. El estu- resultado apoya el uso de una política
dio incluyó 2.016 pacientes con edad restrictiva de la transfusión.92
promedio de 81,6 años, de los cuales Un estudio prospectivo observa-
82% eran hipertensos, 40% tenían en- cional con 15.534 pacientes que in-
fermedad de la arteria coronaria y 25%, gresaron a un centro Nivel I de trauma
diabetes mellitus. Los pacientes en el mostró que la transfusión es un fuerte
grupo asignado a recibir la transfusión predictor independiente de mortalidad,
cuando la Hb cayera por debajo de 10 ingreso en la UCI y estancia en la UCI
g/dl tenían niveles de hemoglobina de y en el hospital después de estratificar
9,2 g/dl antes de la transfusión. Los por el nivel de lactato sérico, déficit de
asignados al grupo que recibió transfu- bases, anemia y el índice de choque.93
siones cuando se presentaron síntomas Un análisis de un subgrupo de 203
o cuando la Hb fue menor que 8 g/dl pacientes del estudio TRICC con
recibieron transfusiones cuando tenían traumatismos en su mayoría cerra-
en promedio 7,9 g/dl. La tasa de mor- do, encontró que la tasa de mortali-
talidad fue mayor en el primer grupo dad a 30 días por cualquier causa fue
(7,6% vs 6,5%, 99% IC 0.76 a 1,86). similar: 10% en el grupo restrictivo
Las tasas de reingreso hospitalario y y 9% en el de transfusión liberal.94
las reducciones en las puntuaciones En el caso de trauma adulto se reco-
de fatiga fueron similares. La investi- mienda la aplicación de una estrategia
gación concluyó que los pacientes an- restrictiva, excepto en pacientes con
cianos con riesgo cardiovascular con el infarto agudo de miocardio o isquemia
umbral de Hb inferior (sintomático) no cardiaca inestable, cuyo nivel sugerido
presentaron resultados adversos en los es de 8 g/dl de Hb. El uso de un um-
parámetros estudiados.18 bral de transfusión bajo es subestimado
En un ECCA multicéntrico de pa- a favor de la evaluación del volumen
cientes mayores de 55 años sometidos a intravascular, la duración y el grado de
cirugía electiva de cadera y artroplastia anemia y la reserva cardiopulmonar.54
de rodilla, los pacientes fueron asigna- Las recomendaciones para trans-
dos a los grupos de estrategia restrictiva fusión en trauma han sido formuladas
(8 g/dl) o liberal (10 g/dl) de la transfu- principalmente con base en los estu-
sión y evaluados para isquemia mio- dios observacionales y la opinión de
cárdica silenciosa con control continuo expertos, más que en los resultados de
del ECG antes y después de la cirugía. estudios aleatorizados y controlados.
La isquemia silenciosa cardíaca poso- Los estudios indican que son funes-
peratoria ocurrió por igual en los dos tas las consecuencias de una anemia
grupos: en 19% de los pacientes con ni- profunda (Hb de 5-6 g/dl), como lo de-
232 veles medios de Hb postoperatoria de muestra un importante aumento en la
9,9 g/dl en el grupo de terapia restricti- tasa de mortalidad en pacientes de ci-
va, y en un 24% en el grupo liberal con rugía de trauma.58,80,84
los niveles medios de Hb posoperatoria En los quemados, un análisis de es-
de 11,1 g/dl. No se observaron diferen- tudios de cohorte retrospectivo multi-
cias en la estancia posoperatoria. Este céntrico con 666 pacientes, evidenció
con una mayor prevalencia de comor- de miocardio, las transfusiones con he-
bilidades100. La elección de un umbral matocritos por encima del 25% pueden
de Hb de 8g/dl o 9 g/dl es quizá el más ser perjudiciales y el hematocrito supe-
común para la TGR, aunque es probable rior a 33% también es peligroso.
que le falte significancia clínica.68 Estas recomendaciones reflejan opi-
A pesar de estas limitaciones y la niones basadas en gran parte en estu-
ausencia de respuestas definitivas, los dios observacionales no aleatorizados,
médicos a menudo no tienen otra op- con falta de uniformidad en algunas
ción que las guías de consenso.54 variables que incluyen los umbrales de
Las recomendaciones relacionadas Hb-hematocrito, intervalos de almace-
con el “umbral” de transfusión consi- namiento de GR, prácticas de reduc-
deran una concentración de Hb inferior ción de leucocitos, heterogeneidad de
a 7 g/dl como “razonable”. Las trans- la población de pacientes y en muchos
fusiones de más de 10 g/dl no se reco- casos la transfusión actúa como un
miendan incluso en pacientes críticos, marcador que identifica a los pacientes
con comorbilidad isquémica no cardía- más enfermos o aquellos que se some-
ca, incluidas las que afectan el sistema ten a cirugías más extensas.
nervioso central o el gastrointestinal. En la construcción del “estándar de
Durante la circulación extracorpórea atención”, las guías de consenso y las
con hipotermia moderada, la transfu- revisiones a menudo no representan
sión está indicada en niveles por deba- la verdadera práctica clínica actual,
jo de 6 g/dl, excepto para los pacien- y varios ejemplos ilustran su inefica-
tes con riesgo isquémico por historia cia en la modificación de la práctica
de accidente cerebrovascular, diabetes clínica.101-104 Casi dos tercios de los
mellitus o estenosis de la carótida en médicos informan que regularmente
quienes el umbral de transfusión au- transfunden GR en situaciones proba-
menta a 7 g/dl. La transfusión es razo- blemente innecesarias,105 y existe una
nable para los niveles de Hb posopera- amplia variación en las prácticas de
torios por debajo de 7 g/dl. transfusión con respecto al peso que se
Sobre la base de los pocos ECCA y le atribuye a los factores clínicos utili-
varios estudios de observación, la pre- zados en la toma de decisiones, lo cual
ponderancia de los datos admite la res- también dificulta la caracterización de
tricción de la TGR cuando la Hb o el la práctica actual.106
hematocrito son superiores a los 8 g/ Las futuras investigaciones clínicas
dl o 25%, respectivamente. Por el mo- deben determinar con suma prioridad
mento, el foco para maximizar la efi- la eficacia de la TGR en los escenarios
cacia de la transfusión se centra en la calificados como inciertos. En ausencia
234 de datos, es prudente que la TGR se ad-
TGR en el umbral de hemoglobina 7-8
g/dl en la mayoría de los entornos clí- ministre con precaución en estos esce-
nicos. En los pacientes con síndromes narios clínicos.
coronarios agudos y en el infarto agudo
24. Vincent JL, Baron JF, Reinhart K, et al: Ane- 36. Madjdpour C, Spahn D. Allogeneic red blood
mia and blood transfusion in critically ill cell transfusions: Efficacy, risks, alterna-
patients. JAMA 2002; 288:1499-1507 tives and indications. Br J Anesthesiol 2005;
95:33-42.
25. Hill GE, Frawley WH, Griffith KE, et al:
Allogeneic blood transfusion increases the 37. Madjdpour C, Spahn D, Weiskopf R. Anemia
risk of postoperative bacterial infection: a and perioperative red blood cell transfusion:
meta-analysis. J Trauma 2003; 54:908-914 A matter of tolerance. Crít Care Med 2006;
34: S102-S108.
26. Palmieri TL, Caruso DM, Foster KN, et al:
Effect of blood transfusion on outcome after 38. Anand IS. Heart failure and anemia: Mecha-
major burn injury: A multicenter study. Crít nisms and pathophysiology. Heart Fail Rev
Care Med 2006; 34:1602-1607 2008;13:379-86.
27. Stone TJ, Riesenman PJ, Charles AG: Red 39. Gerber D. Transfusion of packed red blood
blood cell transfusion within the first 24 cells in patients with ischemic heart disease.
hours of admission is associated with in- Crít Care Med 2008;36:1068-74.
creased mortality in the pediatric trauma
40. Nohara R. Diagnosis with O2 kinetics. Old
population: A retrospective cohort study. J
but new. Circulation J 2009;73:1795-6.
Trauma Manag Outcomes 2008; 2:9-13
41. de Korte D, Kleine M, Korsten HG, et al.
28. Vamvakas EC, Blajchman MA. Transfusion-
Prolonged maintenance of 2,3-diphospho-
related mortality: the ongoing risks of
glycerate acid and adenosine triphosphate in
allogeneic blood transfusion and the avail-
red blood cells during storage. Transfusion
able strategies for their prevention. Blood.
2008;48:1081-9.
2009;113:3406-3417.
42. Van Woerkens EC, Trouwborst A, van Lan-
29. Tinmouth A, Fergusson D, Yee I, et al for
schot JJ: Profound hemodilution: what is the
the ABLE Investigators and the Canadian
critical level of hemodilution at which oxy-
Critical Care Trials Group. Clinical conse-
gen delivery-dependent oxygen consumption
quences of red cell storage in the critically
starts in an anesthetized human? Anesth
ill. Transfusion 2006;46:2014-27.
Analg 1992; 75:818–821
30. Klein H, Spahn D, Carson J. Red blood cell
43. Weiskopf RB, Viele MK, Feiner J, et al: Hu-
transfusion in clinical practice. Lancet 2007;
man cardiovascular and metabolic response
370:415-26.
to acute, severe isovolemic anemia. JAMA
31. Winslow R, Intaglietta M. Red cell age and 1998; 279:217–221
loss of function: Advance or SNO-job?
44. Weiskopf RB, Feiner J, Hopf HW, et al:
Transfusion 2008;48:411-14.
Oxygen reverses deficits of cognitive func-
32. Jensen F. The dual roles of red blood cells tion and memory and increased heart rate
in tissue oxygen delivery: Oxygen carriers induced by acute severe isovolemic anemia.
and regulators of local blood flow. J Exp Biol Anesthesiology 2002; 96:871–877
2009; 212:3387-93.
45. Weiskopf RB, Feiner J, Hopf H, et al: Fresh
33. Wang J, Klein H. Red blood cell transfusion blood and aged stored blood are equally
in the treatment and management of anae- eficacious in immediately reversing anemia
mia: The search for the elusive transfusion induced brain oxygenation deficits in hu-
trigger. Vox Sang 2010;98:2-11. mans. Anesthesiology 2006; 104:911–920
34. Lieberman J, Weiskopf R, Kelley S, et al. 46. Geha AS, Baue AE: Graded coronary stenosis
Critical oxygen delivery in conscious hu- and coronary flow during acute normovole-
236 mans is less than 7.3 ml O2. kg-1. min-1. mic anemia. World J Surg 1978; 2:645–651
Anesthesiology 2000;92:407-13.
47. Spahn DR, Smith LR, Veronee CD, et al: Acute
35. Ronco J, Fenwick J, Tweeddale M, et al. isovolemic hemodilution and blood transfu-
Identification of the critical oxygen deliv- sion. Effects on regional function and me-
ery for anaerobic metabolism in critically tabolism in myocardium with compromised
ill septic and nonseptic humans. JAMA coronary blood flow. JThorac Cardiovasc
1993;270:1724-30. Surg 1993; 105:694–704
48. Levy PS, Kim SJ, Eckel PK, et al: Limit to car- 59. Viele MK, Weiskopf RB: What can we learn
diac compensation during acute isovolemic about the need for transfusion from patients
hemodilution: influence of coronary stenosis. who refuse blood? The experience with
Am J Physiol 1993; 265:H340–H349 Jehovah’s Witnesses. Transfusion 1994;
34:396–401
49. Maar SP: Searching for the Holy Grail: a
review of markers of tissue perfusion in pe- 60. Tobian A, Ness P, Noveck H, et al. Time
diatric critical care. Pediatr Emerg Care 2008; course and etiology of death in patients with
24:883–887 severe anemia. Transfusion 2009;49:1395-9.
50. Vallet B, Adamczyk S, Barreau O, et al: Physi- 61. Wilkerson DK, Rosen AL, Lakshman R, et al.
Limits of cardiac compensation in anemic
ologic transfusion triggers. Best Pract Res Clin
baboons. Surgery 1988;103:665-70.
Anaesthesiol 2007; 21:173–181
62. Cain SM. Oxygen delivery and update in dogs
51. Arai AE, Grauer SE, Anselone CG, et al:
during anemic and hypoxic hypoxia. J Appl
Metabolic adaptation to a gradual reduction
Physiol 1977;42:228-34.
in myocardial blood flow. Circulation 1995;
92:244–252 63. Adams RP, Dieleman A, Cain SM. A criti-
cal value for 02 transport in the rat. J Appl
52. Filho I, Spiess B, Pittman R, et al. Experimen- Physiol 1982;53:660-4.
tal analysis of critical oxygen delivery. Am J
Physiol Heart Cir Physiol 2005;288:H1071-9. 64. Rasanen J. Supply-dependent oxygen con-
sumption and mixed venous oxyhemoglobin
53. Ferraris V, Ferraris S, Saha S, et al, for the Soci- saturation during isovelemic hemodilution
ety of Thoracic Surgeons Blood Conservation in pigs. Chest 1992;101:1121-4.
Guideline Task Force; Spiess B, Short-Lesser-
65. Van der Linden, Schmartz D, De Groote F, et
son L, Stafford-Smith M, et al, for the Society
al. Critical hemoglobin concentration in an-
of Cardiovascular Anesthesiologists Special
aesthetized dogs: Comparison of two plasma
Task Force on Blood Transfusion. Periopera-
substitutes. Br J Anesthesiol 1998;81:556-62.
tive blood transfusion and blood conservation
in cardiac surgery: The Society of Thoracic 66. Weiskopf RB, Kramer JH, Viele M, et al. Acute
Surgeons and The Society of Cardiovascular severe isovelemic anemia impairs cognitive
Anesthesiologists Clinical Practice Guideline. function and memory in humans. Anesthe-
Ann Thorac Surg 2007;83: 27-86. siology 2000; 92:1646-52.
54. Napolitano L, Kurek S, Luchette F, et al. 67. Hill SR, Carless PA, Henry DA, et al: Transfu-
Clinical practice guideline: Red blood cell sion thresholds and other strategies for guid-
transfusion in adult trauma and critical care. ing allogeneic red blood cell transfusion. Co-
chrane Database Syst Rev 2002; 2:CD002042
Crít Care Med 2009;37:3124-57.
68. Carson JL, Hill S, Carless P, et al: Transfusion
55. Vamvakas EC: Evidence-based practice of
triggers: a systematic review of the literature.
transfusion medicine: Is it possible and what
Transfus Med Rev 2002; 16:187–199
do the words mean? Transfus Med Rev 2004;
18:267-278 69. Deans KJ, Minneci PC, Suffredini AF, et al:
Randomization in clinical trials of titrated
56. Adam RC, Lundy JS: Anesthesia in cases of therapies: unintended consequences of us-
poor risk. Some suggestions for decreasing the ing fixed treatment protocols. Crít Care Med
risk. Surg Gynecol Obstet 1942; 74:1011–1101 2007; 35:1509–1516
57. Friedman BA, Burns TL, Schork MA: An 70. Guth BD, Schulz R, Heusch G: Time course
analysis of blood transfusion of surgical pa-
tients by sex: a question for the transfusion
and mechanisms of contractile dysfunction 237
during acute myocardial ischemia. Circula-
trigger. Transfusion 1980; 20:179–188 tion 1993; 87:IV35–42
58. Carson JL, Noveck H, Berlin JA, et al. Mortal- 71. Wu WC, Rathore SS, Wang Y, et al. Blood
ity and morbidity in patients with very low transfusion in elderly patients with acute
postoperative Hb levels who decline blood myocardial infarction. N Engl J Med 2001;345:
transfusion. Transfusion 2002;42:812-18. 1230-6.
72. Rao S, Jollis J, Harrington R, et al. Rela- 83. Licker M, Mariethoz E, Costa MJ, et al: Car-
tionship of blood transfusion and clinical dioprotective effects of acute isovolemic
outcomes in patients with acute coronary hemodilution in a rat model of transient
syndromes. JAMA 2004;292:1555-62. coronary occlusion. Crít Care Med 2005;
33:2302–2308
73. Yang X, Alexander K, Chen A, et al. The
implications of blood transfusions for pa- 84. Carson JL, Duff A, Berlin JA, et al: Periop-
tients with non-ST-segment elevation acute erative blood transfusion and postoperative
coronary syndromes. Journal of the Am Coll mortality. JAMA1998; 279:199–205
Cardiol 2005; 46:1490-5.
85. Hogue CWJr, Goodnough LT, Monk TG:
74. Alexander K, Chen A, Wang T, et al. Trans- Perioperative myocardial ischemic episodes
fusion practice and outcomes in non-ST- are related to hematocrit level in patients
segment elevation acute coronary syndromes. undergoing radical prostatectomy. Transfu-
Am Heart 2005;155:1047-53. sion1998; 38:924–931
75. Singla I, Zahid M, Good C, et al. Impact of 86. Spahn DR, Zollinger A, Schlumpf RB, et al:
blood transfusions in patients presenting Hemodilution tolerance in elderly patients
with anemia and suspected acute coronary without known cardiac disease. Anesth
syndrome. Am J Cardiol 2007;99:1119-21. Analg 1996; 82:681–686
76. Sabatine MS, Morrow DA, Giugliano RP, et al. 87. Catoire P, Saada M, Liu N, et al : Effect of
Association of hemoglobin levels with clini- preoperative normovolemic hemodilution on
cal outcomes in acute coronary syndromes. left ventricular segmental wall motion dur-
Circulation 2005; 111:2042–2049 ing abdominal aortic surgery. Anesth Analg
1992; 75:654–659
77. Aronson D, Dann E, Bonstein L, et al. Impact
of red blood cell transfusion on clinical 88. Koch CG, Li L, Duncan AI, et al: Morbidity
outcomes in patients with acute myocardial and mortality risk associated with red blood
infarction. Am J Cardiol 2008;102:115-19. cell and blood-component transfusion in
isolated coronary artery bypass grafting. Crít
78. Garty M, Cohen E, Zuchenko A, et al. Blood
Care Med 2006; 34:1608–1616
transfusion for acute decompensated heart
failure— friend or foe? Am Heart J 2009;158: 89. Licker M, Ellenberger C, Sierra J, et al: Car-
653-8. dioprotective effects of acute normovole-
mic hemodilution in patients undergoing
79. Hu H, Xenocostas A, Chin-Yee I, et al. Effects
coronary artery bypass surgery. Chest 2005;
of anemia and blood transfusion in acute
128:838–847
myocardial infarction in rats. Transfusion
2010; 50:243-51. 90. Spiess BD, Ley C, Body SC, et al: Hematocrit
value on intensive care unit entry influences
80. Carson JL, Duff A, Poses RM, et al: Effect of
the frequency of Q-wave myocardial infarc-
anaemia and cardiovascular disease on sur-
tion after coronary artery bypass grafting. The
gical mortality and morbidity. Lancet 1996;
Institutions of the Multicenter Study of Peri-
348:1055–1060
operative Ischemia (McSPI) Research Group.
81. Licker M, Ellenberger C, Sierra J, et al: Car- J Thorac Cardiovasc Surg 1998; 116:460–467
diovascular response to acute normovolemic
91. Klass O, Mehlhorn U, Zilkens K, et al:
hemodilution in patients with coronary
Impact of hematocrit value after coronary
artery diseases: assessment with transesopha-
artery surgery on perioperative myocardial
238 geal echocardiography. Crít Care Med2005;
33:591–597
infarction rate. Thorac Cardiovasc Surg 2002;
50:259–265.
82. Licker M, Sierra J, Tassaux D, et al: Con-
92. Grover M, Talwalkar S, Casbard A, et al.
tinuous haemodynamic monitoring using
Silent myocardial ischemia and hemoglobin
transoesophageal Doppler during acute nor-
concentration: A randomized controlled trial
movolaemic haemodilution in patients with
of transfusion strategy in lower limb arthro-
coronary artery disease. Anaesthesia 2004;
plasty. Vox Sang 2006;90:105-17.
59:108–115
93. Malone DL, Dunne J, Tracy JK, et al: Blood A time for evaluation. Hematology 2010;
transfusion, independent of shock sever- 15:116 121
ity, is associated with worse outcome in
101. Kosecoff J, Kanouse DE, Rogers WH, et al:
trauma. J Trauma 2003; 54:898–905
Effects of the national institutes of health
94. McIntyre L, Hébert PC, Wells G, et al. Is a consensus development program on physi-
restrictive transfusion strategy safe for re- cian practice. JAMA 1987;258:2708–2713
suscitated and critically ill trauma patients?
102. Lomas J, Anderson GM, Domnick-Pierre K,
J Trauma 2004;57:563-8.
et al: Do practice guidelines guide practice?
95. Walsh T, Maciver C. A clinical scenario- The effect of a consensus statement on the
based survey of transfusion decisions for in- practice of physicians. NEnglJ Med 1989;
tensive care patients with delayed weaning 321:1306–1311
from mechanical ventilation. Transfusion
103. Hill MN, Levine DM, Whelton PK: Aware-
2009;49: 2661-7.
ness, use, and impact of the 1984 Joint
96. Hare G. Anaemia and the brain. Curr Opin National Committee consensus report on
Anaesthesiol 2004;17:363-9. high blood pressure. Am J Public Health
1988; 78:1190–1194
97. Leal-Noval S, Ricón-Ferrari M, Marin-
Niebla A, et al. Transfusion of erythrocyte 104. Eisenstaedt RS: Modifying physicians’
concentrates produces a variable increment transfusion practice. Transfus Med Rev
on cerebral oxygenation in patients with 1997; 11:27–37
severe traumatic brain injury. Intensive Care
105. Salem-Schatz S, Avorn J, Soumerai SB:
Med 2006;32:1733-40.
Influence of clinical knowledge, organi-
98. Zygun D, Nortje J, Hutchinson P, et al. zational context, and practice style on
The effect of red blood cell transfusion on transfusion decision making. Implications
cerebral oxygenation and metabolism after for practice change strategies. JAMA 1990;
sever traumatic brain injury. Crít Care Med 264:476–483
2009;37: 1074-8.
106. Brown RL, Brown RL, Edwards JA, et al:
99. Sharma D, Vavilala M. Transfusion im- Variation in a medical faculty’s decisions
proves cerebral oxygenation . . . but not to transfuse. Implications for modifying
always. Crít Care Med 2009;37:1166-7. blood product utilization. Med Care 1992;
30:1083–1096
100. Beyer I, Compte N, Busuioc A, et al: Ane-
mia and transfusions in geriatric patients:
239
CAPÍTULO 11
Sustitutos
de glóbulos rojos
Enric Contreras Barbeta*
Virginia Callao Molina**
José García Arroba***
Introducción
Una disminución significativa del nú-
mero de hematíes circulantes puede
llegar a ocasionar una inadecuada libe-
ración de oxígeno a los tejidos y com-
prometer el normal funcionamiento de
órganos y sistemas. Las transfusiones
de hematíes tienen como objetivo res-
tablecer la capacidad de transporte de
oxígeno para asegurar una correcta per-
fusión y oxigenación tisular, que mini-
* Director Territorial de Tarragona. Banc de Sang mice, en lo posible, los daños deriva-
i Teixits. Hospital Universitari Joan XXIII, Tarra-
gona. Profesor de la Universitat Rovira i Virgili, dos de una situación de isquemia.
Tarragona, España. Aunque las primeras transfusiones
241
** Médica Especialista en Hematología y Hemote-
rapia. Doctora en Medicina y Cirugía. Jefe de
de sangre humana tuvieron lugar hace
sección. Servicio de Inmunohematología. Centro de casi doscientos años, no se convirtie-
Transfusión de la Comunidad Valenciana. Valencia,
España
ron en un procedimiento terapéutico
*** Banc de Sang i Teixits. Hospital Universitari Joan habitual hasta hace aproximadamente
XXIII, Tarragona, España. sesenta años. Desde entonces, las ne-
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Sustitutos de glóbulos rojos
• Características farmacocinéticas
– Administración sencilla y rápida
– Permanencia prolongada en la circulación
– Ausencia de toxicidad
– Fácil eliminación
• Económico
fuente de NO, convirtiendo Fe (II) del degradables que permite mayor estabili-
heme en Fe (III), que no une O2 ni NO. dad en almacenaje y durante la infusión
La capacidad del producto PEG-modifi- endovenosa. El TRM-645 está en fase
cado para promover la formación de NO preclínica, en estudios con animales.
podría minimizar los incrementos de
tensión arterial.34 Hemoglobina humana
recombinante
Hemoglobina encapsulada Se ha conseguido la síntesis de he-
La encapsulación de hemoglobina en moglobina humana por diferentes mi-
liposomas constituye la línea de in- croorganismos, como Escherichia coli,
vestigación más cercana a los hematíes levaduras o plantas, genéticamente
artificiales. Los primeros intentos de modificados. La mayor ventaja deriva-
encapsulación de hemoglobina libre da del uso de productos recombinantes
datan de 1957. radica en que, por el hecho de no par-
Los liposomas, formados por fosfo- tir de hemoglobina humana, se asegu-
lípidos no inmunógenos, son vesícu- ra que el producto está libre de virus y
las esféricas que contienen un medio de restos de membrana eritrocitaria, lo
interno acuoso, en el que se puede in- que evita que actúe como transmisor de
cluir 2,3-DPG para mejorar la capaci- estas enfermedades y también efectos
dad de oxigenación. adversos de tipo inmune. La capacidad
Los principales problemas detecta- de transporte de oxígeno es teórica-
dos en estas soluciones han sido una mente la misma que la que presenta la
vida media intravascular corta (2-3 ho- hemoglobina humana. No obstante, los
ras), la formación de metahemoglobina primeros ensayos clínicos efectuados
y la activación del complemento. Para han sido suspendidos debido a la apa-
mejorar estos aspectos se ha procedido rición de efectos adversos importantes,
a modificar la superficie molecular uti- principalmente vasoconstricción.
lizando sustancias de carga eléctrica Una línea de investigación deri-
negativa, como el polietilenglicol e in- vada de la obtención de hemoglobina
corporando a las vesículas liposoma- recombinante es la síntesis de una he-
les enzimas, como la metahemoglobin moglobina mutante, con una afinidad
reductasa para reducir la formación de alterada para el óxido nítrico, que evi-
metahemoglobina. Los primeros ensa- tará, al menos parcialmente, algunos
yos clínicos de seguridad en animales efectos adversos como la hipertensión
han proporcionado resultados espe- y la vasoconstricción. Los estudios se
ranzadores. encuentran aún en fase preclínica.
Los Neo red cells son liposomas de En la Tabla 2 se resume el estado 247
hemoglobina con 2,3-difosfoglicerato, actual de las principales soluciones
catalasa y superóxido dismutasa. Tie- artificiales de hemoglobina.
nen una membrana de polímeros bio-
hemodinámica. No queda claro cuáles Los ensayos fase II con Oxygent® co-
fueron la dosis utilizada ni los efectos menzaron en USA y Europa en 1995-96
adversos detectados. Este compuesto se y demostraron beneficios del produc-
aprobó para uso clínico en 1996 por el to como fluido de oxigenación tisular
ministerio de Sanidad de Rusia y tam- transitorio en pacientes de cirugía de
bién en Ucrania y México (2005). alto riesgo hemorrágico.
En un reciente estudio europeo fase
Oxygent® III, la administración de Oxygent® com-
Oxygent® (AF0144; Alliance Pharma- binada con la hemodilución normovo-
ceutical, San Diego, CA) es el compues- lémica ha demostrado ser beneficiosa
to que ha demostrado tener el futuro para reducir la transfusión alogénica
más prometedor como transportador en pacientes de cirugía mayor electi-
de oxígeno. Contiene un 58% de per- va no cardíaca con grandes pérdidas
flubron y un 2% de perfluorodecyl bro- sanguíneas (superiores a 20 ml/kg).39
mide, estabilizados con fosfolípidos de Oxygent® ha demostrado también su
yema de huevo. El perflubron es una efectividad en mantener la oxigenación
molécula muy lipofílica debido a la tisular y reducir las pérdidas sanguí-
presencia de un átomo de bromina ter- neas en pacientes de cirugía cardiaca
minal, por lo que tiene una capacidad con by-pass cardio-pulmonar, así como
de excreción bastante rápida (4-5 días). en mejorar la función gastrointestinal
La emulsión Oxygent® es capaz de en el post-operatorio. Actualmente los
transportar tres veces más cantidad de ensayos clínicos con este producto se
O2 que el fluosol y tiene una vida media han suspendido temporalmente por
intravascular más prolongada, caracte- falta de soporte económico.40
rísticas importantes para su aplicación En la Tabla 4 se presenta el estado
clínica. actual de los principales PFC.
siempre reflejan las posibles toxicida- 6. Frietsch T, Lenz C, Waschke KF. Artificial
Oxygen carriers. Eur J Anaesthesiol 1998;
des adaptadas a los humanos; 2) En
15: 571-84.
los ensayos clínicos, muchos de los
7. Chang TM. Future generations of red blood
251
pacientes incluidos tienen patologías
cell substitutes. J Intern Med 2003; 253:
de base que favorecen la aparición de 527-35.
efectos adversos; y 3) El “trigger” para
8. Goodnough LT, Shander A, Brecher ME.
la administración de estos productos Transfusion medicine: looking to the future.
no está claramente establecido. Lancet 2003; 361: 161-9.
9. Cohn SM. Alternatives to blood in the 21st 23. Leytin V, Mazer D, Mody M et al. Hemo-
century. Critical Care 2004; 8 (suppl 2): link, an o-raffinose cross-linked haemoglo-
S15-S17. bin-based oxygen carrier, does not affect
activation and function of human platelets
10. Kjellström BT. Blood substitutes: where do we in whole blood in vitro. British Journal of
stand today? J Intern Med 2003; 253: 495-7 Haematology 2003; 120: 535-41.
11. Moore FA, McKinley BA, Moore EE. The next 24. Cheng DC, Mazer CD, Martineau R et al. A
generation in choque resuscitation. Lancet phase II dose-response study of hemoglobin
2004; 363: 1988-96. raffimer (Hemolink) in elective coronary
12. Schöler M, Frietsch T, Jambor C, Knels R. [Ar- artery bypass surgery. J Thorac Cardiovasc
tificial blood - coming soon or never reaching Surg 2004;127:79-86.
clinical maturity?]. Dtsch Med Wochenschr 25. Greenburg AG, Kim HV, Hemolink study
2010;135:575-81. group. Use of an oxygen therapeutic as an
adjunct to intraoperative autologous dona-
13. Barbosa FT, Jucá MJ, Castro AA, Duarte JL,
tion to reduce transfusion requirements in
Barbosa LT. Source Artificial oxygen carriers
patients undergoing coronary artery bypass
as a possible alternative to red cells in clin-
graft surgery. J Am Coll Surg 2004;198:373-
ical practice. Sao Paulo Med J 2009;127:97- 83; discussion 384-5.
100.
26. Sloan EP, Koenigsberg M, Gens D et al. Dias-
14. Cretreur J, Vincent JL. Hemoglobin solutions. pirin cross-linked Hemoglobin (DCLHb) in
Crit Care Med 2003; 31: S698-S707. the traetment of severe traumatic hemorrhag-
15. Spahn DR. Artificial Oxygen carriers: status ic choque: a randomized controlled efficay
2002. Vox Sang 2002; 83(Suppl. 1): 281-285. trial. JAMA 1999; 282; 1857-64.
27. Gould SA, Moore EE, Hoyt DB et al. The
16. Reid TJ. Hb-based oxygen carriers: are we
life-sustaining capacity of human polymer-
there yet ? Transfusion 2003; 43: 280-287.
ized hemoglobin when red cells might be
17. Buehler PW, Alayash AI. Toxicities of He- unavailable. J Am Coll Surg 2002; 195: 445-52
moglobin solutions: in search of in-vitro and
28. C. Cothern, E.E. Moore, P.J. Offner et al.
in-vivo model systems. Transfusion 2004; 44:
Blood substitute and erythropoietin therapy
1513-30. in severely anemic Jehovah’s Witness. N Engl
18. Habler OP, Messmer KF. Tissue perfusion J Med 2002; 346: 1097–8.
and oxygenation with blood substitutes. Adv 29. E.E. Moore, F.A. Moore, T.C. Fabian et al.
Drug Deliv Rev 2000;40:171-84. Human Polymerized Hemoglobin for the
19. Friedman HI, Devenuto F, Kervin A et al. Treatment of Hemorrhagic Choque when
Hemoglobin Solutions as blood substitutes. Blood Is Unavailable: The USA Multicenter
J Invest Surg 2000; 13: 79-94. Trial. J Am Coll Surg 2009; 208: 1–13.
30. Sprung J, Kindscher JD, Wahr JA et al. The
20. Greenburg AG, Kim HW. Hemoglobin-based
use of bovine Hemoglobin glutamer-250
oxygen carriers. Critical Care 2004; 8 (suppl.
(Hemopure) in surgical patients: results of
2); 61-4.
a multicenter, randomized, single blinded
21. Schubert A, Przybelski RJ, Eidt JF et al. trial. Anesth Analg 2002; 94: 799-808.
Diaspirin cross-linked Hemoglobin reduces
31. Levy JH, Goodnough LT, Greilich PE et al.
blood transfusion in noncardiac surgery: a Polymerized bovine hemoglobin solution as
multicenter, randomized, controlled, dou- a replacement for allogeneic red blood cell
252 ble-blinded trial. Anesth Analg 2003; 97: transfusion after cardiac surgery: results of
323-32. a randomized, double blind trial. J Thorac
22. Hill SE, Gottschalk LI, Grichnik K. Safety and Cardiovasc Surg 2002; 12: 35-42.
preliminary efficacy of Hemoglobin raffim- 32. Jahr JS, Mackenzie C. HBOC-201 as an al-
er for patients undergoing coronary artery ternative to blood transfusion: efficacy and
bypass surgery. J Cardiothorac Vasc Anesth safety evaluation in a multicentre phase III
2002; 16 : 695-702.
trial in elective orthopaedic surgery. J Trauma 38. Habler OP, Messmer KF. Tissue perfusion
2008 ; 64: 1484-97. and oxygenation with blood substitutes. Adv
Drug Deliv Rev 2000;40:171-84.
33. Björkholm M, Fagrell B, Przybelski R et al.
A phase I single blind clinical trial of a new 39. Spahn DR, Waschke KF, Standl T et al. Use
oxygen transport agent (MP4), human hae- of perflubron emulsion to decrease allogenic
moglobin modified with maleimide-activated blood transfusion in high blood-loss non-ca-
plyethylene glycol. Haematologica 2005; 90: diac surgery: results of a european phase 3
505-15. study. Anesthesiology 2002;97: 1338-49.
34. Kluger R. Red cell substitutes from haemo- 40. Ries JG. Understanding the fundamentals of
globin- Do we start all over again? Current perfluorocarbons and perfluorocarbon emul-
Opinion in Chemical Biology 2010, 14:538-43. sions relevant to in vivo oxygen delivery.
Artif Cells Blood Substit Immobil Biotech-
35. Lowe KC. Review. Engineering blood:
nol.2005; 33(1): 47-63.
synthetic substitutes from fluorinated com-
pounds. Tissue Engineering 2003; 9:389-99. 41. Kim HW, Greenburg AG. Artificial oxygen
carriers as red blood cell substitutes: a select-
36. Alternativas a la transfusión de compo-
ed review and current status. Artif Organs.
nentes sanguíneos. Programa de ahorro de
2004 Sep; 28(9): 813-828.
transfusión de sangre alógenica. Sustitutos
artificiales de la sangre. En: L. Barbolla, E. 42. Thyes C, Spahn DR. Current status of arti-
Contreras, M.M. Pujol (eds) Manual práctico ficial O2 carriers. Anesthesiol Clin North
de medicina transfusional. Madrid: FEHH America 2005;23:373-89.
2002.
43. Stowell CP. What ever happened to blood
37. Lane TA. Perfluorochemical-based artificial substitutes? Transfusion 2004; 44: 1403-1404.
oxygen carrying red cell substitutes. Transfu
Sci 1995;16:19-31.
253
CAPÍTULO 12
Introducción
El interés por la inmunohematología
plaquetaria ha aumentado de manera
notable en los últimos años. La utili-
zación combinada de técnicas seroló-
gicas, inmunoquímicas y moleculares
ha permitido el descubrimiento de
nuevos antígenos, definir su localiza-
ción glicoproteica y secuenciar el ge-
noma que codifica para la mayoría de
* Jefe de la División de Inmunohematología. Banc de
Sang i Teixits. Barcelona, España. Presidente de la estos polimorfismos que constituyen
Comisión de Hemovigilancia de Cataluña, España.
Asesor del Ministerio de Sanidad (Madrid) para la
los sistemas de grupos sanguíneos pla- 255
Hemovigilancia en Europa. Miembro del “Working
quetarios. El avance tecnológico acon-
group on definitions” de la Comisión Europea, Bru- tecido durante este periodo ha mejo-
selas, Bélgica. rado los niveles del diagnóstico y del
** Facultativa Adjunta. Laboratorio de Inmunohema- tratamiento de los procesos inmunes
tología. Banc de Sang i Teixits. Barcelona, España.
** Facultativa Adjunta. Laboratorio de Inmunohemato-
relacionados con los antígenos que es-
logía. Banc de Sang i Teixits. Barcelona, España. tas células expresan.
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Los grupos sanguíneos plaquetarios y su importancia clínica
HPA-1 al HPA-5 más el sistema HPA- al antitético. Los sistemas HPA son
15. 2 Los 15 antígenos restantes no designados cronológicamente HPA-1,
tienen un antígeno antitético, proba- HPA-2, HPA-3, etc. de acuerdo con el
blemente porque al tratarse de antíge- orden de la fecha de su descubrimiento,
nos de baja frecuencia la posibilidad y se designan alfabéticamente en orden
de encontrar individuos homocigotos según su frecuencia (de alta a baja) en la
para el antígeno antitético susceptibles población estudiada, nombrando al de
de inmunizarse es muy remota. En los mayor frecuencia como “a” y al de baja
sistemas HPA-1 al HPA-5 existe un an- frecuencia como “b”. Una designación
tígeno de alta frecuencia y otro de baja “w” es agregada después del nombre del
frecuencia, pero en el sistema HPA-15 antígeno si aún no se ha identificado un
las frecuencias de ambos componentes aloanticuerpo dirigido contra el antíge-
son muy similares. no antitético.3
Históricamente, los antígenos pla- Actualmente se conoce la base mole-
quetarios específicos se denominaban cular de los diferentes sistemas y antíge-
con el nombre de los pacientes sensi- nos plaquetarios.2 La mayoría de alelos
bilizados en los que fue identificado pertenecientes a los diferentes sistemas
el anticuerpo. Esta nomenclatura fue son polimorfismos debidos a una mu-
complicándose con el paso de los años, tación errónea de tipo puntual en la se-
especialmente cuando el nuevo antígeno cuencia del DNA codificante, consistente
era identificado simultáneamente por en un cambio de base que comporta a su
más de un grupo de investigadores y vez un cambio de aminoácido (aa) en la
daba lugar a una controversia entre éstos secuencia de la proteína que constituye
respecto a la paternidad del descubri- el alelo producido. Una excepción es el
miento y a la denominación que debía antígeno Oea (HPA-14w) que se produce
emplearse. como resultado de la deleción de tres
En 1990 los doctores Von Dem Bor- nucleótidos en la secuencia del DNA
ne y Décary propusieron una estrategia codificante del alelo HPA-1b que implica
según la cual todos los antígenos des- la pérdida del aminoácido lisina en el
critos debían agruparse bajo un epígrafe residuo 611 de la GPIIIa.6
común, a saber, “antígenos plaquetarios La frecuencia de los aloantígenos
humanos” o HPA, acrónimo del inglés plaquetarios se ha estudiado en diferen-
Human Platelet Antigens. Según esta tes poblaciones y se han encontrado no-
nueva nomenclatura –posteriormente tables diferencias según la población y
revisada por Santoso y Kiefel en 1998 el grupo étnico examinado.7-10 (Tabla 2).
y más recientemente, por Metcalfe et
ál en 20033–, un antígeno plaquetario
258 específico es aceptado como tal cuando
Localización glicoproteica, base
sus bases moleculares son conocidas. A
molecular de los polimorfismos
su vez, los antígenos plaquetarios huma- y genotipaje de los aloantígenos
nos son agrupados en sistemas basados plaquetarios
en la existencia de aloanticuerpos que La mayor parte de los aloantígenos
definen tanto al antígeno tético como plaquetarios identificados hasta el mo-
Tabla 2. Frecuencia de los principales sistemas HPA en diversas poblaciones y grupos étnicos.
mento residen en alguno de los comple- Los genes que codifican para ambas GP
jos glicoproteicos IIb/IIIa, Ib/IX, Ia/IIa o se localizan en el brazo largo del cromo-
en la proteína CD109.2,11 (Tabla 1). soma 17 (bandas q21-23) a lo largo de un
La glicoproteína (GP) IIIa (CD61) es la segmento de 260 kb. En la GP IIIa residen
más polimórfica y da cabida a la mayoría los polimorfismos correspondientes a
de aloantígenos plaquetarios. Junto con los sistemas HPA-1 (residuo 33), HPA-4
la GP IIb (CD41) constituye el complejo (residuo 143), HPA-6w (residuo 489),
heterodimérico IIb-IIIa del que existen HPA-7w (residuo 407), HPA-8w (residuo
de 50.000 a 80.000 copias/plaqueta, y 633), HPA-10w (residuo 62), HPA-11w
que pertenece a la familia de moléculas (residuo 633), HPA-14w (611 del), HPA-
conocidas como integrinas (integrina 16w (residuo 140), HPA-17w (residuo
β3αIIb) (Figura 1). Además de su im- 195), HPA-19w (residuo 137) y HPA-21w
portancia inmunológica, el complejo (residuo 628). En la GPIIb se localizan
está comprometido con la hemostasia los polimorfismos de los sistemas HPA-3
primaria y como tal, participa en las fun- (residuo 843), HPA-9w (residuo 837) y
ciones de adhesión de las plaquetas a los HPA-20w (residuo 1949). 259
componentes de la matriz extracelular La GP Ib se une a las GP IX y V y
y en su agregación subsiguiente. Ambas juntas constituyen el complejo gli-
funciones son posibles gracias a su papel coproteico Ib/IX/V (CD42) que actúa
como receptor de una serie de ligandos como principal receptor para el factor
como el fibrinógeno, la fibronectina, la von Willebrand (Figura 2). Estas GP son
vitronectina y el factor von Willebrand. miembros de la familia de moléculas co-
260
261
nos que albergan, como sucede con los nica de MAIPA (Monoclonal Antibo-
sistemas HPA-5 y HPA-15. dy Immobilization Platelet Antigens)
El sistema HPA-15 (Gov) se localiza es una técnica de captura basada en
en una GP de 175 kDa (CD109) que se el enzimoinmunoensayo, que por su
une a la membrana plaquetaria a través mayor sensibilidad resulta especial-
de moléculas fosfatidilinositol, y de mente útil para la investigación de
la que se expresan unas 1.000-2.000 aloanticuerpos frente a sistemas o
copias por plaqueta. Esta proteína antígenos escasamente representados
también se expresa en monocitos, sobre la membrana plaquetaria, como
granulocitos, células T estimuladas sucede con los sistemas HPA-5 y HPA-
y células progenitoras mieloides CD 15, y para discriminar la presencia de
34+. Aunque su función no se conoce aloanticuerpos plaquetarios especí-
con certeza, parece ligada a la inte- ficos cuando estos coexisten en una
racción célula a célula. Al igual que mezcla con anticuerpos anti-HLA. En
con el sistema HPA-5, los anticuerpos, los últimos años, se han comerciali-
frente a este sistema, exigen para su zado técnicas de características simi-
correcta detección técnicas altamente lares que ofrecen resultados análogos
sensibles. al MAIPA (MACE) y que están al al-
El antígeno Naka se localiza en la GP cance de laboratorios que no disponen
IV (CD36) que, además de las plaque- de una infraestructura para el estudio
tas, también expresan los monocitos. sistemático de los procesos inmunes
Existen unas 12.000 a 14.000 copias plaquetarios.2,12,13
de esta proteína la cual tiene como En la actualidad, la determinación
función primordial la de receptor de del genotipo plaquetario se realiza con
la trombospondina que actúa como técnicas moleculares basadas en la
estabilizador del agregado plaquetario. reacción en cadena de la polimerasa
Los individuos Nak negativos presentan (PCR). Esta posibilidad nos ha permitido
un déficit absoluto de GP IV, por lo que vencer los problemas que planteaba la
este antígeno se considera en realidad
tipificación serológica, debidos a la esca-
un isoantígeno. El déficit de GP IV es
sez de antisueros y a las dificultades de
relativamente frecuente en orientales,
interpretación del fenotipo relacionadas
pero resulta muy raro, sino ausente, en
con la habitual contaminación de los
la población caucásica.
antisueros con anticuerpos de especifici-
dad HLA. Además, al no requerirse pla-
Técnicas de estudio quetas, la tipificación de los pacientes es
La investigación ordinaria de aloanti- factible con una muestra muy pequeña
cuerpos antiplaquetarios puede efec-
262 tuarse mediante diferentes métodos,
de su sangre.2,12
sano que no presenta otras alteraciones anticuerpos anti-HPA-4b son los más
biológicas destacables. frecuentemente implicados en esta pa-
En muchos casos puede tratarse de tología. Aunque infrecuentes, dos casos
un neonato totalmente asintomático en de TFNA producidos por anticuerpos de
el que la trombocitopenia se descubre de especificidad anti-HPA4b han sido des-
forma casual en una analítica solicitada critos en la población caucásica, uno de
por otras causas. ellos en España.17 En un estudio realiza-
El diagnóstico clínico debe acom- do en Brasil se reportó que el anti-HPA-
pañarse de un estudio serológico cuyo 5b es el anticuerpo más identificado en
objetivo es demostrar la presencia de un las madres que inducen TFNA en aquel
aloanticuerpo plaquetario específico en país.18 En algunas series publicadas, los
el suero materno, o en su defecto, poner anticuerpos anti-HPA-15 se detectan con
en evidencia la existencia de una incom- una frecuencia equiparable a los del
patibilidad antigénica materno-fetal. sistema HPA-5.19
Este estudio debe incluir la detección e En los últimos años se han publica-
identificación de aloanticuerpos plaque- do una serie de artículos que describen
tarios específicos en el suero materno y cómo los anticuerpos implicados iban
el genotipo plaquetario de los padres, dirigidos contra un antígeno de baja
y siempre que sea posible, del recién frecuencia sólo presente en las pla-
nacido. quetas del padre. Estas observaciones
El estudio del suero de la madre fren- reafirman la necesidad de efectuar sis-
te a plaquetas del padre es fundamental temáticamente una prueba cruzada con
para excluir una especificidad privada, las plaquetas del padre, especialmente
especialmente cuando se han descartado si el estudio inicial ha resultado nega-
los aloanticuerpos más comunes. tivo. En estos casos hay que considerar
Los anticuerpos de especificidad la relación de especificidades de baja
HPA-1a son responsables de un 75%- frecuencia publicadas, ya que después
85% de los casos diagnosticados, se- de su descripción inicial ha podido
guido de los de especificidad HPA-5b comprobarse que también pueden estar
(10% de los casos). Las complicaciones presentes en otras familias.14
hemorrágicas y el riesgo de hemorragia A pesar de los avances tecnológi-
cerebral son más comunes en los casos cos, el diagnóstico de la TFNA sigue
de incompatibilidad HPA-1a. Los casos siendo un reto, ya que los anticuerpos
debidos a anticuerpos anti-HPA-5b responsables son todavía indetectables
suelen producir una trombocitopenia en un número significativo de casos,
más moderada y con escasa o nula re- incluso en aquellos en los que la in-
percusión clínica. Aunque infrecuentes compatibilidad materno-fetal para el
264 antígeno HPA-1a está presente. Cuando
(menos del 1%), los casos debidos a
anticuerpos anti-HPA-3a muestran unas el diagnóstico clínico es evidente pero
características clínicas y una gravedad la investigación de aloanticuerpos pla-
similares a los producidos por anti- quetarios resulta negativa, el hallazgo
HPA-1a. En Japón, donde la mayoría de de una incompatibilidad antigénica
individuos son HPA-1a positivos, los materno-fetal permite establecer el
dos días) lo cual permite remontar en po- ev al feto fue probada con éxito en un
cos días la cifra de plaquetas hasta niveles caso, pero su eficacia no ha sido poste-
seguros (mayores de 50x109/l), en la gran riormente confirmada por otros grupos.
mayoría de los casos.14 Al contrapesar el riesgo/beneficio de
ambas opciones se ha generado un cierto
Tratamiento antenatal grado de consenso en torno a la opción
La probabilidad de recurrencia de la más conservadora posible, avalada por
TFNA en las siguientes gestaciones es diferentes estudios clínicos en los que el
muy elevada (hasta de un 100%) si en tratamiento materno es considerado como
la gestación anterior se produjo HIC. En la primera opción, y la cordocentesis sólo
una revisión de la literatura se reportó se indica en casos seleccionados con cri-
que el 80% de las HIC se producen in terios muy rigurosos.26-30 En las gestantes
utero y hasta un 40% antes de las 30 con riesgo estándar de inducir un nuevo
semanas de la gestación.23 episodio de TFNA (el neonato anterior
Durante años se han venido utilizan- presentó una trombocitopenia de más
do dos estrategias para el tratamiento de 20.000 plaquetas y no hubo HIC) se
antenatal muy distintas, cada una con aboga por un tratamiento basado exclusi-
sus ventajas y sus inconvenientes: las vamente en la administración de Igs ev y/o
transfusiones intraútero de plaquetas esteroides a la madre. En las gestantes con
HPA compatibles a intervalos regulares; riesgo elevado (el neonato anterior presen-
o bien la administración de Igs ev y/o tó una trombocitopenia grave de menos
corticoides a la madre. Curiosamente, de 20.000 plaquetas y/o HIC), además del
la primera opción ha sido empleada en tratamiento materno cabe considerar la
centros hospitalarios europeos, mientras posibilidad de la transfusión de plaque-
que la segunda lo ha sido en los centros tas intraútero, especialmente cuando el
hospitalarios de los Estados Unidos.24,25 tratamiento materno resulta insuficiente.
La técnica de cordocentesis –que se Esta nueva estrategia no considera la cor-
efectúa tanto para obtener una muestra docentesis inicial para conocer la cifra
de sangre fetal como para infundir las de plaquetas fetal y no se realiza hasta
plaquetas–, es una técnica invasiva que 4-6 semanas después de comenzado el
puede suponer, en manos expertas, un tratamiento materno. Un aspecto comple-
riesgo de interrupción del embarazo mentario muy importante es el adelanto
del 1%-3%; sin embargo, es la única
del parto por cesárea a partir de las 34-36
estrategia que permite una valoración
semanas, según la evolución del feto y la
objetiva e inmediata de la eficacia del
respuesta al tratamiento antenatal.
tratamiento. Las Igs ev a dosis altas re-
presentan una opción no invasiva pero
266 muy cara y no totalmente exenta de ries- Cribado sistemático de las gestantes
gos. Además, la falta de un grupo control HPA-1a negativo
en las series más optimistas no permite En la TFNA se dan la mayoría de los
asegurar que la eficacia del tratamiento elementos necesarios para justificar la
sea indefectiblemente debida a su acción implantación de un programa de criba-
terapéutica. La infusión directa de Igs do antenatal semejante al que se efectúa
las Igs ev a dosis altas (1-2 grs/kg/día, 2-5 inmune a la transfusión de plaquetas.
días) continúan siendo el tratamiento de En los pacientes sensibilizados que de-
elección, con respuestas favorables en vienen refractarios mayoritariamente
más de un 85% de los casos. Los este- se detectan anticuerpos anti-HLA de
roides y el recambio plasmático consti- clase I.41,42
tuían el tratamiento habitual antes de la La inmunización primaria HLA está
llegada de las Igs ev, con respuestas muy causada por la presencia de leucocitos
heterogéneas en el caso de este último. contaminantes en las plaquetas trans-
Las transfusiones de plaquetas resultan fundidas. Las plaquetas también pueden
ineficaces en la mayoría de casos, pero sintetizar antígenos HLA de clase I y
pueden ser raras veces necesarias si se adsorber antígenos HLA solubles del
produce un sangrado masivo que pueda plasma, lo que implica la presencia de
comprometer la vida del paciente. No un número relativamente alto de molé-
hay evidencia de que en esta situación culas HLA de clase I en la superficie de
las plaquetas de fenotipo HPA-1a ne- las plaquetas respecto a las presentes en
gativo resulten más eficaces que las de hematíes y granulocitos, susceptibles de
fenotipo HPA-1a positivo; parece ser que inmunizar a los receptores.
es la dosis, por encima del fenotipo, la La incidencia de los anticuerpos
que incide directamente en la eficacia de HPA es muy variable de unos a otros
la transfusión. Tampoco hay evidencia estudios, pero se sitúa entre el 2% y el
de que la transfusión de plaquetas sea 11%, y la leucorreducción no afecta a
responsable de aumentar la gravedad y/o esta incidencia. Su presencia no siempre
prolongar la trombocitopenia. se correlaciona con un incremento del
Es recomendable que se provea de recuento plaquetar corregido (en inglés
un carné a los pacientes que han su- CCI, abreviatura de Corrected Platelet
frido una PPT, en el que se explique el Count Increment) significativamente
incidente y la necesidad de que reciban inferior al esperado. Las especificidades
componentes sanguíneos de caracte- más comunes suelen ser HPA-5b, HPA-
rísticas especiales (HPA-1a negativo) 1b y HPA-15a y 15b. En muchos casos
en el caso de resultar necesaria una los anticuerpos reactivos con plaquetas
nueva transfusión. Si el paciente cono- no muestran una especificidad definida,
ce anticipadamente esta necesidad es lo que se interpreta como una caracte-
aconsejable efectuar autotransfusión y rística propia de los autoanticuerpos. En
hacer provisión en el banco de sangre de un estudio realizado en nuestro centro
componentes sanguíneos procedentes que abarcaba un período de cuatro años,
de donantes compatibles. se examinó la presencia de anticuerpos 269
antiplaquetarios (anti-HLA y anti-HPA)
Refractariedad inmune en una serie de 83 pacientes con sospe-
a las transfusiones de plaquetas cha de refractariedad inmune. Los anti-
Los anticuerpos anti-HPA tienen un cuerpos HLA fueron detectados en 49
papel secundario en la refractariedad pacientes (59%) En relación con el sexo,
4. Curtis BR, McFarland JG, Fick A, Lochowicz 14. Kaplan C. Neonatal alloimmune thrombocy-
AJ, Ball RH, Aster RH. Neonatal alloimmune topenia: where do we stand?. ISBT Science
thrombocytopenia associated with maternal- Series 2007; 2: 85-88.
foetal incompatibility for blood group B. Vox
Sang 2006; 91 (Suppl.2): 16-17. 15. Husebekk A, Skogen B, Killie MK, Ahlen T,
Tiller H, Ekdteen M et al. Foetal and neonatal
5. Nordhagen R, Flaathen ST. Chloroquine alloimmune thrombocytopenia (FNAIT).
removal of HLA antigens from platelets for ISBT Science Series 2011; 6: 261-264.
the platelet immunofluorescence test. Vox
Sang 1985; 48: 156-159. 16. Muñiz-Diaz E. Diagnostic evaluation of
FNAIT. ISBT Sciences Series 2007; 2: 48-55.
6. Santoso S, Kiefel V, Richter IG, Sachs UJ,
Rahman A, Carl B et al. A functional platelet 17. Puig N, Muñiz-Diaz E, Monteagudo E, Ribera
fibrinogen receptor with a deletion in the A, Montoro JA. A second case of neonatal al-
cysteine-rich repeat region of the beta(3) loimmune thrombocytopenia by anti-HPA-4b
integrin: the Oe(a) alloantigen in neonatal (Yuka) in a Caucasian family. Transfusion
alloimmune thrombocytopenia. Blood 2002; Medicine 1993; 3: 64-65.
99: 1205-1214.
18. Castro V, Kroll H, Origa AF, Falconi MA,
7. Muñiz-Diaz E, Martinez C, Arilla M, Ibáñez Marques SBD, Marba ST et al. A prospec-
M, Gracia M, Pastoret C et al. Frecuencia de tive study on the prevalence and risk factors
los antígenos plaquetarios específicos de los for neonatal thrombocytopenia and platelet
sistemas HPA-1,2,3,4,5 y 6 en la población alloimmunization among 9332 unselected
española. Haematologica 1998; 83: 62. Brazilian newborns. Transfusion 2007; 47:
59-66.
8. Nogués N, Subirana L, García-Manzano A.
Human platelet alloantigens in a Mexican 19. Berry J, Murphy CM, Smith GA, Ranasinghe
population: a comparative gene frequency E, Finberg R, Walton J et al. Detection of
study. Vox Sang 2000; 78: 60. Gov system antibodies by MAIPA reveals
an immunogenicity similar to the HPA-5
9. Ferrer G, Muñiz-Diaz E, Aluja P, Arilla M, alloantigens. Br J Haematol 2000; 110: 735-
Martinez C, Nogués R et al. Analysis of hu- 742.
man platelet antigen systems in a Moroccan
272 Berber population. Transfusion Medicine 20. Valentin N, Vergracht A, Bignon JD, Cheneau
ML, Blanchard D, Kaplan C et al. HLA-
2002; 12: 42-44.
DRw52a is involved in alloimmunization
10. De la Vega D, Nogués N, Fernández Mon- against PlA1 antigen. Hum Immunol 1990;
toya A, Chialina S, Blanzaco PD, Theiller 27: 73-79.
E et al. Human platelet-specific antigens
frequencies in the Argentinean population. 21. Ranasinghe E, Walton JD, Hurd CM, Saul
Transfusion Medicine 2008; 18: 83-90. L, Smith G, Campbell K et al. Provision of
platelet support for fetuses and neonates interventions. Prenat Diagn 2011; 31: 712-
affected by severe fetomaternal alloimmune 719.
thrombocytopenia. Br J Haematol 2001;
113:40-42. 31. Murphy MF, Williamson LM. Antenatal
screening for fetomaternal alloimmune
22. Kiefel V, Bassler D, Kroll H, Paes B, Giers G, thrombocytopenia: an evaluation using crite-
Ditomaso J et al. Antigen-positive platelet ria of the U.K national screening committee.
transfusion in neonatal alloimmune throm- Br J Haematol 2000; 111: 726-732.
bocytopenia (NAIT). Blood 2006; 107: 3761-
3763. 32. Husebekk A, Killie MK, Kjeldsen-Kragh J,
Skogen B. Is it time to implement HPA-1
23. Spencer JA, Burrows RF. Feto-maternal al- screening in pregnancy?. Curr Opin Hematol
loimmune thrombocytopenia: a literature 2009; 16: 497-502.
review and statistical analysis. Aust N Z J
Obstet Gynaecol 2001;41: 45-55 33. Bertrand G, Drame M, Martageix C, Kaplan
C. Prediction of the foetal status in non-
24. Muñiz-Diaz E, Parra J, Ginovart G, Martinez invasive management of alloimmune throm-
C, Ibáñez M, Gracia M et al. Tratamiento an- bocytopenia. Blood 2011; 117: 3209-3213.
tenatal de la trombocitopenia fetal/neonatal
aloinmune con transfusión de plaquetas 34. Tiller H, Killie MK, Chen P, Eksteen M,
intraútero. Haematologica 2001; 86 (Suple- Husebekk A, Skogen B et al. Prophylactic
mento 2): 1. administration of anti-B3 antibody mediated
immune suppression (AMIS) and prevented
25. Murphy MF, Bussel JB. Advances in the man- complications in a murine model of fetal
agement of alloimmune thrombocytopenia. and neonatal alloimmune thrombocytopenia
Br J Haematol 2006;136: 366-378. (FNAIT). Vox Sang 2010; 99 (Suppl 2):13.
26. Birchall JE, Murphy MF, Kaplan C, Kroll H. 35. Anani Sarab G, Moss M, Barker RN, Urbaniak
European collaborative study for the antena- SJ. Naturally processed peptides spanning
tal management of fetomaternal alloimmune the HPA-1a polymorphism are efficiently
thrombocytopenia. Br J Haematol 2003;122: generated and displayed from platelet
275-288. glycoprotein by HLA-DRb3*0101-positive
antigen-presenting cells. Blood 2009; 114:
27. Berkowitz RL, Kolb EA, McFarland JG, Wis- 1954-1957.
sert M, Primani A, Lesser M et al. Parallel
randomized trials of risk-based therapy 36. Ghevaert C, Wilcox DA, Fang J, Armour KL,
for fetal alloimmune thrombocytopenia. Clark MR, Owehand WH et al. Developing
Obstetrics&Gynecology 2006; 107:91-96. recombinant HPA-1a specific antibodies
with abrogated Fcgamma receptor binding
28. Yinon Y, Spira M, Solomon O, Weisz B, for the treatment of fetomaternal alloimmune
Chayen B, Schiff E et al. Antenatal non- thrombocytopenia. J Clin Invest 2008; 118:
invasive treatment of patients at risk for 2929-2938.
alloimmune thrombocytopenia without a
history of intracranial haemorrhage. Am J 37. Warkentin TE, Smith JW. The alloimmune
Obstet Gynecol 2006;195: 1153-1157. thrombocytopenic syndromes. Transfusion
Medicine Reviews 1997; 11(4): 296-307.
29. Bussel J, Berkowitz RL, Hung C, Anders E,
Wissert M, Primiani A et al. Intracranial 38. Williamson LM, Stainsby D, Jones H Love E,
haemorrhage in alloimmune thrombocytope- Chapman CE, Navarette C, et al. The impact 273
nia: stratified management to prevent recur- of universal leucodepletion of the blood sup-
rence in the subsequent affected foetus. Am ply on hemovigilance reports of postransfu-
J Obstet Gynecol 2010; 203: 135e1-135e14. sion purpura and transfusion-associated
graft-versus-host disease. Transfusion 2007;
30. Kamphuis MM, Oepkes D. Foetal and neona- 47: 1455-1467.
tal alloimmune thrombocytopenia: prenatal
39. Taaning E, Tonnesen F. Pan-reactive platelet ficity: Evidence for a host-derived immune
antibodies in post-transfusion purpura. Vox reaction. Br J Haematol 1989; 71: 259-264.
Sang 1999; 76(2): 120-123.
49. Bierling P, Pignon JM, Kuentz M, Mitjavila
40. Lubenow N, Eichler P, Albrecht D, Carlsson MT, Fromont P, Barbu V et al. Thrombocy-
LE et al. Very low platelet counts in post- topenia after bone marrow transplantation
transfusion purpura falsely diagnosed as caused by a recipient origin Brª alloantibody.
heparin induced thrombocytopenia. Report Presence of mixed chimerism 3 years after
of cases and review of literature. Thromb Res the graft without haematological relapse.
2000; 100(3): 259-269. Blood 1994; 83: 274-279.
41. Hod E, Schwartz J. Platelet transfusion re- 50. Weiss EJ, Bray PF, Tayback M, Schulmann
fractoriness. Br J Haematol 2008; 142: 348- SP, Kickler TS, Becker LC et al. A polymor-
360. phism of a platelet glycoprotein receptor as
an inherited risk factor for coronary throm-
42. Vassallo RR. New paradigms in the manage- bosis. N Engl J Med 1996; 334: 1090-1094.
ment of alloimmune refractoriness to platelet
transfusions. Curr Opin Hematol 2007; 14: 51. Ridker PM, Hennekens CH, Schmitz C,
655-663. Sampfer MJ, Lindpaintner K. PlA1/A2
polymorphism of platelet glycoprotein IIIa
43. Canals C, Nogués N, Vinyets I, Gracia M, and risks of myocardial infarction stroke
Palou E, Muñiz-Diaz E. Anti-Human leuco- and venous thrombosis. Lancet 1997; 349:
cyte antigens (HLA) and anti-Human platelet 385-388.
antigens (HPA) antibody detection in pa-
tients with suspected immune refractoriness 52. Muñiz-Diaz E, Martinez C, García-Moll
to platelet transfusions: a 4 year experience. X, Montserrat I, Arilla M, Salas E et al.
Vox Sang 2010 (Suppl. 1): 52. HPA1a/1b polymorphism and the risk of
ischemic heart disease in the Mediterranean
44. Niijar TS, Bonacosa IA, Israels LG. Severe setting. Transfusion Med 1997; 7: 40.
acute thrombocytopenia following infusion
of plasma containing antiP1A1. Am J Hematol 53. González-Conejero R, Lozano ML, Rivera J
1987; 25: 219-221. Corral J, Iniesta JA, Moraleda M et al. Poly-
morphism of platelet membrane glycopro-
45. Scott EP, Moilan-Bergeland J, Dalmasso AP. tein Ib associated with arterial thrombotic
Post-transfusion thrombocytopenia associ- disease. Blood 1998; 92: 2271-2276.
ated with passive transfusion of a platelet-
specific antibody. Transfusion 1988; 28: 54. Afshar-Khargan V, Li CQ, Khoshnevis-Asi
73-76. M, López JA. Kozak sequence polymorphism
of the glycoprotein (GP) Ibα gene is a major
46. Marzich C, Sthrom PL, Ayas M, Cochran RK. determinant of the plasma membrane levels
Neonatal alloimmune thrombocytopenia of the platelet GPIb-IX-V complex. Blood
caused by passive transfer of anti P1A1 an- 1999; 94: 186-191.
tibody by blood transfusion. J Pediatr 1996;
128: 37-139. 55. Santoso S, Kunicky TJ, Kroll H, Haberbosch
W, Gardemann A. Association of the platelet
47. Warkentin TE, Smith JW, Hayward CPM, Ali glycoprotein Ia C807T gene polymorphism
AM, Kelton JG. Thrombocytopenia caused with nonfatal myocardial infarction in
by passive transfusion of anti-glycoprotein Ia younger patients. Blood 1999; 93: 2449-2253.
274 /IIa alloantibody (anti-HPA-5b). Blood 1991;
77: 2785-2789. 56. Carlsson LE, Santoso S, Spitzer S, Kessler
C, Greinacher A. The α2 gene encoding se-
48. Panzer S, Kiefel V, Bartram CR, Haas OA, quence T807/A873 of the platelet collagen
Hinterberger W, Mueller-Eckardt C et al. receptor integrin α2 β1 might be a genetic
Immune thrombocytopenia more than a year risk factor for the development of stroke in
after allogenic bone marrow transplantation younger patients. Blood 1999; 93: 3583-3586.
against donor platelets with anti-P1A1 speci-
57. Kroll H, Gardemann A, Fechter A, Haber- 58. Maruya E, Saji H, Seki S, Fuji Y, Kato K, Kai S
bosch W, Santosos S. The impact of the et al. Evidence that CD31, CD49b and CD62L
glycoprotein Ia collagen receptor subunit are immunodominant minor histocompat-
A1648G gene polymorphism on coronary ibility antigens in HLA identical sibling
artery disease and acute myocardial infarc- bone marrow transplant. Blood 1998; 92:
tion. Thromb Haemost 2000; 83: 392-396. 2169-2176.
275
CAPÍTULO 13
Inmunogenética de los
sistemas HLA, HPA y HNA
Cristina Navarrete*
Introducción
La mayoría de las células de la san-
gre y los tejidos expresan moléculas
polimórficas (aloantígenos) que al ser
trasfundidas o trasplantadas de un in-
dividuo a otro son reconocidas como
foráneas por el sistema inmune del
receptor. Este reconocimiento lleva al
desarrollo de anticuerpos (aloanticuer-
pos) y de células efectoras responsables
de algunas de las más graves reacciones
post-trasfusionales.
Entre estos aloantígenos se encuen-
tran los antígenos leucocitarios huma-
nos (HLA, por sus siglas en inglés),
277
los antígenos plaquetarios humanos
* Directora Nacional de los Servicios de Histocompa-
(HPA, por sus siglas en inglés) y los
tibilidad e inmunogenética, National Health Service
Blood and Transplant, England Reino Unido. Pro- antígenos neutrófilos humanos (HNA
fesora asociada en inmunología, Departament of por sus siglas en inglés). Los HLA están
Immunology and Molecular Pathology, University
College London, Reino Unido.
expresados en la mayoría de las células
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Inmunogenética de los sistemas HLA, HPA y HNA
Los genes MIC-A y MIC-B, situa- DRB3, que codifican para la especifici-
dos centroméricos a HLA-B, son muy dad serológica DR52, mientras que HLA
parecidos en su estructura a los genes DR4, DR7 y DR9 también expresan el gen
HLA clase I clásicos, pero no requie- DRB4, que codifica el producto seroló-
ren b2-microglobulina o péptidos para gico DR53. Hay algunas excepciones a
su expresión en la superficie celular, esta distribución (por ejemplo, un gen
como los HLA-A, B y C. Hasta ahora, DRB5 se ha encontrado ligado a DR1).
la expresión de MIC se ha detectado en Por el contrario, hay dos genes DQA
células endoteliales recién aisladas, en y dos DQB, de los cuales solo A1 y B1
fibroblastos, en queratinocitos y en mo- se expresan y son polimórficos. Del
nocitos. También se expresan en células mismo modo, hay dos genes DPB y dos
epiteliales intestinales como resultado DPA de los cuales solo DPA1 y DPB1 se
de estrés y en una variedad de tumores expresan y son polimórficos. Estos genes
de origen epitelial. codifican para un heterodímero forma-
do por una cadena α y una cadena b de
aproximadamente 34 y 28 kd respecti-
Genes HLA de clase II
vamente. Estas moléculas expresan dos
Los genes HLA de clase II DR, DQ y DP, dominios extracelulares: α 1/b1 y α 2/b
incluyen un gen no polimórfico DRA y 2, codificada por los exones 2 y 3 de es-
nueve genes DRB, de los cuales DRB2, tos genes. La mayoría del polimorfismo
B6, B7, B8 y B9 son seudogenes. está ubicado en el dominio b1 para las
El número de genes DRB que se ex- moléculas DR y α1, y b1 para las molé-
presan varía según el alelo DRB1. Por culas DQ y DP. Los antígenos HLA-DR,
ejemplo, HLA DR1, DR103, DR8 y DR10 DQ y DP se expresan constitutivamente
solo expresan el gen DRB1; HLA-DR15 en los linfocitos B, los monocitos, las
y DR16 expresan además el gen DRB5, células dendríticas, los linfocitos T y
que codifica para el producto serológico los granulocitos activados (ver Tabla
DR51; HLA DR17, DR18, DR11, DR12, 1). Sin embargo, la expresión de estas
DR13 y DR14 también expresan el gen
285
Figura 2. PCR-SSP
ción aún se hace utilizando anticuerpos tipificación HLA, HPA y HNA por PCR-
monoclonales (Moabs) o aloanticuerpos SSP está dado en las Figuras 3a, 3b, y
y granulocitos frescos. Un ejemplo de la 3c, respectivamente.
286
287
ciación se divide en cuatro tubos, cada fragmento de ADN que se desea analizar
uno de los cuales contiene un trifos- y estos se agregan al tubo en el cual se
fato dideoxiribonucleosido específico realiza la reacción PCR. La Taq polimera-
(ddATP). Cuando estos se incorporan sa desplaza la sonda unida en la primera
en la cadena de ADN, el alargamiento extensión y permite que la actividad de
se interrumpe y da lugar a la termina- la nucleasa 5’ separe las sondas y libere
ción de la cadena. En cada reacción el fluorocromo 5’ el cual genera una
hay incorporación al azar de los termi- señal fluorescente que es capturada. La
nadores de cadena, por lo tanto se ge- dos sondas alelo específicas son marca-
neran productos de todos los tamaños. das con dos fluorocromos (reportadores)
Los productos de las cuatro reacciones distintos que se pueden distinguir en su
son luego analizados por electroforesis emisión. Ambas sondas son incorpora-
en carriles paralelos de un gel de po- das al mismo tubo en el cual se realiza
liacrilamida-urea y la secuencia se lee el PCR, de tal modo que se pueden dis-
mediante la combinación de los resul- tinguir ambos alelos simultáneamente.
tados de cada carril utilizando un se- Una de las ventajas de esta técnica es
cuenciador automático de ADN. que no requiere manipulación post PCR
y puede ser automatizada, lo que la hace
PCR en tiempo real (RT- PCR) usando muy conveniente para tipificar un alto
Taqman® MGB (Minor Groove número de muestras como donantes de
Binding) Probe Assay aféresis plaquetaria.
cuerpos HPA (y hasta cierto grado HNA) mento (CDC), la técnica de ELISA, la de
que pueden causar trombocitopenia y citometría de flujo y más recientemente
neutropenia aloinmunes graves en el una técnica basada en la detección de
feto y el recién nacido. Los anticuerpos anticuerpos usando microesferas conju-
producidos después del trasplante son gadas con distintos fluorocromos y que
sobre todo IgG, aunque IgM también expresan diversos antígenos de HLA (y
puede estar presente. En cambio, la ma- más recientemente HPA y HNA) usando
yoría de los anticuerpos HLA presen- la plataforma Luminex.
tes en pacientes multitrasfundidos son En general, las técnicas para la de-
mezcla de IgM e IgG, multi-específicos y tección de anticuerpos HPA y HNA son
contra epítopes públicos.26 aún poco específicas y consumen mucho
El desarrollo de anticuerpos HPA y tiempo. Entre las técnicas más común-
HNA es más restringido por varias razo- mente utilizadas para la detección de los
nes, incluido el reducido polimorfismo anticuerpos HPA están la inmunofluo-
de los antígenos y debido a que estos rescencia indirecta de plaquetas (PIFT) y
(en contraste a los HLA) solo pueden ser la inmovilización del anticuerpo mono-
reconocidos como aloantígenos a través clonal de antígenos de plaquetas (MAI-
de la vía normal del reconocimiento an- PA). Para los granulocitos están el test
tigénico. Aun así, cuando se desarrollan de aglutinación de granulocitos (TAG),
tienen consecuencias clínicas impor- la inmunofluorescencia indirecta de
tantes; ejemplo, los anticuerpos HPA-la granulocitos (GIFT), y la inmovilización
son responsables de la trombocitopenia del anticuerpo monoclonal de antígenos
aloinmune del recién nacido y los HNA- de granulocitos (MAIGA). Sin embargo,
3 del daño pulmonar agudo relacionado la mayoría de ellas (con la excepción de
con la trasfusión (TRALI). MAIPA y MAIGA) no son capaces de dis-
La decisión de introducir la deple- tinguir entre los anticuerpos específicos
ción leucocitaria universal de la sangre HPA, HNA y HLA.
ha llevado a una reducción en los nive-
Citotoxicidad dependiente
les de aloinmunización en receptores
del complemento (CDC)
no inmunizados, pero no ha sido muy
eficaz en disminuir la producción de Una de las técnicas originalmente uti-
anticuerpos en individuos ya sensi- lizadas para la detección de anticuer-
bilizados; como por ejemplo, mujeres pos es la que permite la detección de
que se hayan inmunizado a través del anticuerpos linfocitotóxicos.27 Esta téc-
nica está basada en que (en presencia
embarazo.
de complemento de conejo) los anti-
cuerpos que reaccionan con el antígeno 289
Detección de anticuerpos HLA, HPA presente en la superficie de la célula
y HNA conducen a la activación del comple-
En la actualidad existen una variedad mento por la vía clásica y dan lugar a
de técnicas para detectar estos anticuer- la interrupción de la membrana de la
pos, incluidas la técnica de microlin- célula. Las células dañadas son detec-
fotoxicidad dependiente del comple- tadas agregando bromuro de etidium
(EB) y las células vivas son identifica- (del acrónimo inglés Enzyme-Linked
das agregando la naranja de la acridina Immuno Sorbent Assay) antígenos pu-
(AO) al final del período de incubación. rificados o recombinantes se inmovili-
Las células marcadas con el AO, cuan- zan en una microplaca de 96 pocillos
do se exponen a la luz ultravioleta (UV) directamente o a través de un anticuer-
aparecen verdes, mientras que las cé- po dirigido contra una región no-poli-
lulas dañadas permiten la entrada del mórfica de la molécula en la que resi-
EB, que se une al ADN y aparecen rojas den los aloantígenos correspondientes.
bajo luz UV. Las reacciones positivas o En el caso de los HLA este anticuerpo
negativas son evaluadas según el por- está dirigido a la parte monomórfica de
centaje de células muertas en cada uno la molécula (dominio α3) o en contra
de los pocillos como 0%-10% (muerte de la β2-microglobulina. Esto permi-
de la célula del fondo, negativo); 11%- te que la región polimórfica (α1 y α2)
20% (negativa dudosa 2); 21%-50% quede disponible para la unión al an-
(positivo débil 4); 51%-80% (positivo ticuerpo específico. Luego se agrega el
6); 81%-100% (positivo fuerte 8). suero del paciente y los anticuerpos
Esta técnica, sin embargo, no discri- HLA-específicos unidos a los antígenos
mina entre anticuerpos HLA y otros an- inmovilizados en la placa que se detec-
ticuerpos citotóxicos linfocito-reactivos, tan con un anticuerpo anti Ig humana
incluidos autoanticuerpos. Sin embargo, conjugado con una enzima (HRP). Esta
la mayoría de los autoanticuerpos citotó- reacción es detectada con la adición
xicos son IgM y pueden ser identificados del substrato específico que cataliza la
usando ditiotreitol (DTT). La adición reacción y produce un cambio de co-
de DTT al suero da lugar a la interrup- lor que se detecta en un lector de ELI-
ción de los enlaces de disulfuro de la SA. Una de las ventajas principales de
intersubunidad en la molécula de IgM, esta técnica es que detecta anticuerpos
lo cual conduce a la pérdida de cito- HLA-específicos a través de la detec-
toxicidad debido a IgM. La exposición ción de anticuerpos unidos a los antí-
prolongada o el exceso de DTT pueden genos HLA solubilizados o purificados
conducir a la interrupción de los enla- Esta técnica también se puede utilizar
ces de disulfuro intramoleculares en las para la detección de anticuerpos HPA
moléculas de IgG y también inactivar el y HNA y en estos casos los antígenos
complemento, pero esto se puede inhibir HPA o HNA recombinantes o purifica-
por la adición de cisteína. Puesto que la dos son directamente capturados en los
prueba de la CDC detecta solamente los pocillos de la placa o a través del uso
anticuerpos citotóxicos, otras técnicas de Moabs, en contra de la GP en la cual
tales como el ELISA o la citometría de se expresan estos aloantígenos, como
290
flujo son necesarias para detectar los se describe más abajo.
anticuerpos no-citotóxicos.28
MAIPA
ELISA Esta técnica (Monoclonal Antibody In-
En esta técnica del ensayo por inmu- mobilisation of Platelet Antigens) está
noabsorción ligado a enzimas (ELISA) basada en el uso de Moabs específicos
292 Figura 5.
Detección de
Anticuerpos
por Luminex
usando proteí-
nas recombi-
nantes
9 Moritz E, Norcia AM, Cardone JD, Kuwano Edition. MF Murphy & DH Pamphilon (eds)
ST, Chiba AK, Yamamoto M et al. Human Wiley-Blackwell, 2005 pp 50-63.
neutrophil alloantigens systems. An Acad
20 Sellers J, Thompson J, Guttridge MG,
Bras Cienc. 2009 Sep;81(3):559-69.
Darke C. Human platelet antigens: typing
10 Flesch BK, Petershofen EK, Bux J. TRALI- by PCR using sequence-specific primers
new challenges for histocompatibility and and their distribution in blood donors
immunogenetics in transfusion medicine. resident in Wales. Eur J Immunogenet. 1999
Tissue Antigens. 2011 Jul;78(1):1-7. Dec;26(6):393-7.
11 Muschter S, Berthold T, Greinacher A. De- 21 Nogués N. Molecular testing for platelet and
velopments in the definition and clinical granulocyte antigens. ISBT Science Series, 6:
impact of human neutrophil antigens. Curr 7-12. doj: 10.1111/j.1751-2824.2011.01426x.
Opin Hematol. 2011 Nov;18(6):452-60.
22 Curtis BR, McFarland JG. Detection and
12 Stroncek D. Neutrophil alloantigens. Trans- identification of platelet antibodies and
fus Med Rev. 2002 Jan;16(1):67-75 antigens in the clinical laboratory. Immu-
13 Kissel K, Scheffler S, Kerowgan M, Bux J. nohematology. 2009;25(3):125-35.
Molecular basis of NB1 (HNA-2a, CD177) 23 Brown CJ and Navarrete CV. Clinical rel-
deficiency. Blood. 2002 Jun 1;99(11):4231-3. evance of the HLA system in blood transfu-
14 Moritz E, Chiba AK, Kimura EY, Albuquer- sion. Vox Sanguinis 2011;101:93-105.
que D, Guirão FP, Yamamoto M et al. Mo- 24 García-Malo MD, Corral J, González M,
lecular studies reveal that A134T, G156A Solano C, González-Conejero R, Caballero
and G1333A SNPs in the CD177 gene are MD et al Human platelet antigen systems in
associated with atypical expression of hu- allogeneic peripheral blood progenitor cell
man neutrophil antigen-2. Vox Sang. 2010 transplantation: effect of human platelet
Feb;98(2):160-6. antigen mismatch on platelet engraftment
15 Sachs UJ, Andrei-Selmer CL, Maniar A, and graft-versus-host disease. Transfusion.
Weiss T, Paddock C, Orlova VV et al. The 2004 May;44(5):771-6.
neutrophil-specific antigen CD177 is a 25 Pocock CF, Lucas GF, Giles C, Vassiliou G,
counter-receptor for platelet endothelial cell Cwynarski K, Rezvani K et al. Immune neu-
adhesion molecule-1 (CD31). J Biol Chem. tropenia associated with anti-human neutro-
2007 Aug 10;282(32):23603-12 phil antigen-2a (NB1) antibodies following
16 Fung YL, Minchinton RM, Fraser JF. Neu- unrelated donor stem cell transplantation for
trophil antibody diagnostics and screening: chronic myeloid leukaemia: perpetuation by
review of the classical versus the emerging. granulocyte colony-stimulating factor. Br J
Vox Sang. 2011 Nov;101(4):282-90. Haematol. 2001 May;113(2):483-5.
cific platelet antibodies and the monoclonal Transfusion. 2012 Mar;52(3):613-21. doi:
antibody-specific immobilization of platelet 10.1111/j.1537-2995.2011.03303.x.
antigens: an interlaboratory comparison.
33 Lopez GH, Dean MM, Yasui K, Schuller
Transfusion. 2010 Jul:50(7):1429-34.
RM, Hirayama F, Fung YL. A standardized
30 Fromont P, Prié N, Simon P, Cesbron-Gau- immunofluorescence test method with hu-
tier A, Quelvennec E, Bignon JD et al. man neutrophil antigen-expressing cell lines
Granulocyte antibody screening: evalua- to enhance antibody detection. Vox Sang.
tion of a bead-based assay in comparison 2012 Feb;102(2):171-4. doi: 10.1111/j.1423-
with classical methods. Transfusion. 2010 0410.2011.01532.x.
Dec;50(12):2643-8.
34 Wźniak MJ, Bowring C, Lucas G, Ridgwell
31 Fujiwara K, Shimano K, Tanaka H, Sekine M, K. Detection of HNA-3a and -3b antibodies
Kashiwase K, Uchikawa M et al. Application using transfected cell lines and recombinant
of bead array technology to simultaneous proteins. Transfusion. 2011 Dec 29. doi:
detection of human leucocyte antigen and 10.1111/j.1537-2995.2011.03490.x.
human platelet antigen antibodies. Vox
35 Chong W, Metcalfe P, Mushens R, Lucas G,
Sang. 2009 Apr;96(3):244-51.
Ouwehand WH, Navarrete CV. Detection of
32 Bayat B, Tjahjono Y, Werth S, Berghöfer H, human platelet antigen-1a alloantibodies in
Reil A, Kroll H et al. Implication of trans- cases of fetomaternal alloimmune throm-
fected cell lines for the detection of alloanti- bocytopenia using recombinant β3 integrin
bodies against human neutrophil antigen-3. fragments coupled to fluorescently labeled
beads. Transfusion. 2011 Jun;51(6):1261-70.
295
CAPÍTULO 14
Preparación, preservación
y almacenamiento
del concentrado de plaquetas
Paula Castellanos Fernández*
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Preparación, preservación y almacenamiento del concentrado de plaquetas
aguda. A raíz de este estudio, comienza nir las hemorragias, ya que se encargan
la práctica de la transfusión profiláctica de cubrir físicamente las pequeñas solu-
de plaquetas si la cifra era ≤ 20 × 109/l. ciones de continuidad entre las células
Cuarenta años después del uso rutinario endoteliales de los vasos sanguíneos. A
de esta práctica se plantean cuestiones partir de estos estudios se deduce que las
tales como si la transfusión profilác- plaquetas son extraídas de la circulación
tica es necesaria, si está indicada en mediante dos mecanismos.62 El primero
pacientes con trombocitopenia crónica es por simple envejecimiento de las pla-
para prevenir el sangrado o si es igual quetas, mecanismo principal en un in-
de efectivo transfundir plaquetas solo dividuo sano cuyas plaquetas presentan
de manera terapéutica con el comienzo una vida media de 9-10 días. El segundo
de sangrado activo. También se cuestio- mecanismo es por una constante pérdida
na el umbral seguro y efectivo para la de plaquetas debido al mantenimiento
transfusión profiláctica y la dosis más de la integridad del endotelio vascular.
rentable clínicamente para mantener la La pérdida de plaquetas por esta segun-
hemostasia y reducir la utilización de da vía se ha cuantificado en 7,1 × 103/
plaquetas. μl/día. Este número fijo de plaquetas,
Por otro lado, la refractariedad pla- que se pierde de forma diaria, representa
quetaria o la falta de incremento pos- un pequeño porcentaje de pérdidas del
transfusión pueden complicar la trans- total en un individuo sano, mientras que
fusión de plaquetas de los pacientes con recuentos de plaquetas inferiores
trombocitopénicos. Se ha demostrado el porcentaje de plaquetas perdidas es
que al aumentar el número de transfu- mayor, lo cual da lugar a una relación
siones de plaquetas hay un descenso directa entre el recuento de plaquetas y
progresivo en su tasa de incremento su supervivencia cuando los niveles son
en los días siguientes hasta la próxima < 100 × 103/μl.61
transfusión, el cual se da incluso en
ausencia de aloinmunización. Se re-
conocen muchos factores asociados a Transfusión profiláctica de
la refractariedad plaquetaria: factores plaquetas
propios del paciente y del producto, así La evidencia científica que soporta el
como causas inmunológicas y no inmu- uso profiláctico de plaquetas se inicia
nológicas. El diagnóstico y el tratamien- en 1962.63 En un trabajo, Gaydos et ál.
to de estos pacientes son un reto para el encontraron una relación directa entre
clínico y para el hemoterapeuta. 58 la aparición de episodios hemorrágicos
y el recuento de plaquetas, aunque la
Uso racional de plaquetas en la hemorragia grave fue poco frecuente, 309
incluso en pacientes con recuentos de
práctica transfusional diaria plaquetas <1 × 103/μl, y los propios au-
Existen diferentes estudios en animales tores no pudieron establecer un umbral
de experimentación58-60 y en humanos61 a partir del cual indicar una transfusión
que sugieren que las plaquetas propor- profiláctica de plaquetas. Sin embargo,
cionan un soporte endotelial para preve- este estudio ha sido la base durante
del sistema ABO en su superficie, pero aféresis plaquetaria. Rev Mex Patol Clin, Vol.
53, Núm. 1, pp 16-20 • Enero - Marzo, 2006.
ello no es indicación para suspender
una transfusión de plaquetas por no 9. Quintana Gonazalez, Sandra. Recolección
de Multicomponentes por aféresis. Gac Méd
disponer de plaquetas ABO compatibles; Méx Vol. 1 39, Suplemento No. 3, 2003.
sin embargo, frente a una refractariedad
10. Gmur J, von Felten A, OsterwalderB. Delayed
plaquetaria se debe seleccionar siempre alloinmunization using random single donor
un componente ABO compatible.71 platelet transfusions: a prospective study in
El abordaje terapéutico en pacientes thrombocytopenic patients with acute leu-
kemia. Blood 1983;62:473-479.
refractarios es el siguiente:
11. Katz AJ, Genco PV, Blumberg N, Zinder EL,
• Tratamiento de la condición clínica
Camp B, Morse EE. Platelet collection and
subyacente a la refractariedad. transfusión using the Fenwal CS-3000 cell
• Transfusión de plaquetas HLA com- separator. Transfusion 1981;21:560-563.
patibles, si se constata que se debe a 12 .Tullis JL, Tinch RJ, Gibson JG, Baudanza
una aloinmunización HLA. PA. Simplified centrifuge for the separation
and processing of blood cells. Transfusion
• Transfusión de plaquetas de donante
1967;7:232-42.
múltiple sin dejar de considerar la
13. Moroff G, George W. The maintenance of
posibilidad de aumentar la dosis de platelet properties upon agitation during
plaquetas por acto transfusional. storage. Transfusion 1990;(30)427-430.
14. George JN, Pickett EB, Heinz R. Platelet
Referencias membrane glycoprotein changes during the
preparation and storage of platelet concen-
1. American Association of Blood Banks. Tech- trates. Transfusion 1988;28:123-126.
nical manual. 15a ed. Bethesda, Maryland:
15. Murphy S, Rebulla P,Bertolini F, et al. In vitro
AABB; 2005.
assessment of the quality of Stored Platelet
2. Salazar, Mauricio. Guias para la transfusión Concentrates. Transfusion medicine review
de sangre y sus componentes. Rev Panam vol VIII(1):29-36 January 1994.
Salud Publica/Pan Am J Public Health
16. Hernández MR, Bozzo J, Mazzara R, Ordinas
13(2/3), 2003
A, Escolar G. Platelet concentrates promote
3. Radillo A. Medicina Transfusional. Editorial procoagulant activity: evidence from experi-
Prado, S. A. de C. V. 2ª. Edición. México, D. mental studies using a perfusion technique.
F., México, 2006. Transfusion 1995;35:660-665.
4. Vengelen-Tyler V. Technical Manual. AABB. 17. Kao KJ, Mickel M, Braine HG, Davis K, En-
13a. Edition, Bethesda, Maryland, USA,
right H, Gernsheimer T, Gillespie MJ, Kickler
1999.
TS, Lee EJ, McCullough JJ, McFarland JG,
5. Romero T, Hernández D, Sojo A, Jiménez A, Nemo GJ, Noyes WD, Schiffer CA, Sell K,
Ospino C, Dávila Z, et al. Manual de Técni- Slichter SJ, Woodson RD. TRAP study group:
cas y Procedimientos en Bancos de Sangre. White cell reduction in platelet concentrates
Editorial Prado, S. A. de C. V. 2ª. Edición, and packed red cells by filtration: A multi-
México, D. F., México, 2003. center clinical trial. The TRAP study group.
314 6. Consensus Conference. Platelet transfusión Transfusion 1995;35:13-19.
therapy. JAMA 1987;257:1777–1780. 18. Michelson AD. Flow cytometry: A Clinical
7. Mollison PL, Engelfriet CP, Contreras M, eds. test of platelet function. Blood 1996;87:4925-
Blood transfusions in clinical medicine. 10a 4936.
ed. Oxford: Blackwell Science; 1997. 19. Chong BH, Murray B, Berndt MC, Dunlop DC,
8. Virginia Arreguín,, Jesús I Simón, Pedro Brighton T, Chesterman CN. Plasma P-selec-
Álvarez, Luis C Moreno. Evaluación de la tin is increased in thrombotic consumptive
eficiencia de tres separadores celulares para platelet disorders. Blood 1994;83:1535-1537.
20. Scholssman SF, Boumsell L, Gilks W, Harlan medium. Transfusion 1991; 31: 21-25
JM, Kishimoto T, Morimoto C, Ritz J, Shaw S,
32. Moroff G, Holme S. Concepts about current
Silverstein RL, Springer TA, Tedder TF, Todd
conditions for the preparation and storage of
RF. CD Antigens 1993. Blood 1994;83:879.
platelets. Transf Med Rev 1991; 5: 48-59
21. Stenberg PE, McEver RP, Shuman MA,
33. Borle AP, Orton SM, Frye MJ. Vesiculation of
Jacques YV, Bainton DF. A platelet alpha- platelets during in vitro ageing. Blood 1991;
granule membrane protein (GMP-140) is 77: 887-95.
expressed on the plasma membrane after
activation. J Cell Biol 1985;101:880. 34. Moroff G, George VM. The maintenance of
platelet properties upon limited discontinu-
22. Lozano ML, Vicente,V. Transfusión de plaqu- ation of agitation during storage. Transfusion
etas, ¿concentrados procedentes de un único 1990; 30: 427-30.
o de múltiples donantes? Med Clin (Barc)
2004;122(4):145-9 35. Wallvik J, Stenke L, Kerblom A. The effect
of different agitation modes on platelet me-
23. Pérez P, Salmi R, Folléa G, Schmit JL, De tabolism, tromboxan production and alpha
Barbeyrac B, Sudre P, et al. Determinants of granular release during storage. Transfusion
transfusion-associated bacterial contamina- 1990; 30: 632-43.
tion: results of the French BACTHEM case-
36. Sturk A, Buró ML, Hakvoort T, Ten Cate JW,
control study. Transfusion 2001;41:862-72.
Crawford N. The effect of storage on platelet
24. Kuehnert MJ, Roth VR, Haley NR, Gregory morphology. Trans 1982; 22: 115-120.
KR, Elder KV, Schreiber GB, et al. Transfu-
37. Hunter S, Nixon J, Murphy S. The effect of
sion-transmitted bacterial infection in the
interruption of agitation on platelet quality
United States, 1998 through 2000. Transfu-
during storage for transfusion. Transfusion
sion 2001;41:1493-9.
2001; 41: 809-814.
25. Ness PM, Braine HG, King KE, Barrasso C,
38. Murphy S, Kahn RA, Holme S. Improved
Kennedy SD. Single donor platelets reduce
storage of platelets for transfusion in a new
the risk of septic transfusion reactions [ab-
container. Blood 1982; 60: 194-200.
stract]. Transfusion 1999;39:S404A.
39. Li J, Xia Y, Bertino AM. The mechanism of
26. Mollison PL. The introduction of citrate as an apoptosis in human platelets during storage.
anticoagulant for transfusion and of glucosa Transfusion 2000; 40: 1320-1329.
as a red cell preservative. British J Haem
2000; 108: 13-18. 40. Snyder EL, Hezzey A, Katz AJ. Occurrence of
the release reaction during preparation and
27. Chin-Yee I, Arya N, d´Almeida MS. The storage of platelet concentrates. Vox Sang
red cell storage lesion and its implication 1988; 41: 172-7.
for transfusion. Transfus Sci 1997; 18 (3):
447-458. 41. Luban NLC, Strauss RG, Hume HA. Com-
mentary on the safety of red cells preserved
28. Kunicki TJ. “Role of platelets in hemostasis.” in extended storage media for neonatal trans-
In: Principles of transfusion medicine. Balti- fusions. Transfusion 1991; 31 (3): 229-35.
more: Williams & Wilkins. Rossi E.C. 1993:
42. Rinder HM, Murphy M, Michell JS. Progres-
181-93.
sive platelet activation with storage: evidence
29. Murphy S. “Preparation and storage of plate- for shorted survival of activated platelets after
let concentrates”, In: Rossi EC. Principies of
Transfusion Medicine. Williams &Wilkins;
transfusion. Transfusion 1991; 31: 409-14.
315
43. Escamilla, G. Lesiones de Almacenamiento.
2002: 205-15.
Rev Mex Med Tran, Vol. 3, Supl. 1, pp S48-
30. Murphy S, Heaton WA, Rebulla R. Platelet S54 • Mayo - Agosto, 2010
production in the old word and the new.
44. The Trial to Reduce Alloimmunization to
Transfusion 1996; 36: 751-54.
Platelets Study Group. Leukocyte reduction
31. Tock G, White J. Labow R. Storage of piatelets and ultraviolet B irradiation of platelets to
in balanced SALT solutions: a simple storage prevent alloimmunization and refractoriness
to platelet Transfusions. N Engl J Med 1997; 55. Romero T, Hernández D, Sojo A, Jiménez A,
37:1861-9. Ospino C, Dávila Z, et al. Manual de técnicas
y Procedimientos en Bancos de Sangre. Edito-
45. Sarkodee-Adoo CB, Kendall JM, Sridhara R,
rial Prado, S. A. de C. V. 2ª. Edición, México,
Lee EJ, Schiffer CA. The relationship between
D. F., México, 2003.
the duration of platelet storage and the devel-
opment of transfusion reactions. Transfusion 56. Radillo A. Medicina Transfusional. Editorial
1998;38:229-35. Prado, S. A. de C. V. 2ª. Edición México, D.
F., México, 2006.
46. McLeod BC, Price TH, Owen H, Ciavarella
D, Sniecinski I, Randels MJ, et al. Frequency 57. María Rebeca F. Rivera-López,* Raúl Ambriz-
of immediate adverse events associated with Fernández, Celia Zavala Méndez, Leonor
apheresis donation. Transfusion 1998;38:938- Portillo López, Juan Collazo Jaloma, Alberto
43. Sánchez Cañas Fraccionamiento por el siste-
ma atreus, nuevo procedimiento. Gac Méd
47. Popovsky MA, Whitaker B, Arnold NL. Se-
Méx Vol.143 Supl 2, 2007
vere outcomes of allogeneic and autologous
blood donation: frequency and characteriza- 58. Correa, MA. Optimización del uso de concen-
tion. Transfusion 1995;35:734-7. trados de plaquetas y plasma. Reunión Nacio-
nal de la AEHH y XXIV Congreso Nacional de
48. Despotis GJ, Goodnough LT, Dynis M, Baorto
la SETH. Simposios. Haematologica/edición
D, Spitznagel E. Adverse events in platelet
española | 2008; 93 (Extra 1)
apheresis donors: a multivariate analysis
in a hospitalbased program. Vox Sang 59. Kitchens CS, Weiss L. Ultrastructural changes
1999;77:24-32. of endothelium associated with thrombocy-
topenia. Blood 1975; 46: 567-78.
49. Rhenen van DJ, Vermeij J, Mayaudon V, Hind
C, Lin L, Corash L. Functional characteristics 60. Tranzer JP, Baumgartner HR. Filling gaps in
of S-59 photochemically treated platelet the vascular endothelium with blood plate-
concentrates derived from buffycoats. Vox lets. Nature 1967; 216: 1126-8.
Sang 2000; 79: 206-214.
61. Aursnes I. Blood platelet production and red
50. 39. Janetzko K, Klinger M, Mayaudon V, Lin cell leakage to lymph during thrombocytope-
L, Eichler H, Klüter H. Storage characteristics nia. Scand J Haematol 1974; 13: 184-95.
of split double-dose platelet concentrates
62. Hanson SR, Slichter SJ. Platelet kinetics in
derived from apheresis and treated with
patients with bone marrow hypoplasia: evi-
amotosalen-HCl and UVA light for pathogen
dence for a fixed platelet requirement. Blood
inactivation. Infus Ther Transfus Med 2002;
1985; 66: 1105-9.
29: 193-198.
63. Slichter SJ. Relationship between platelet
51. Slichter S. Intercept platelets provide effec-
count and bleeding risk in thrombocytopenic
tive hemostasis increments: Comparison to
patients. Transfus Med Rev 2004;18: 153-67.
conventional platelets in two phase clinical
trials. Poster presented at the 7th Annual 64. Gaydos LA, Freireich EJ, Mantel N. The quan-
Congress of the European Hematology As- titative relation between platelet count and
sociation, Florence, Italy, June 2003. hemorrhage in patients with acute leukemia.
N Engl J Med 1962; 266: 905-9.
52. Picker SM, Speer R, Gathof BS. Functional
characteristic of platelets photochemically- 65. Slichter SJ, Harker LA. Thrombocytopenia:
treated with amotosalen-HCl for inactivation. mechanisms and management of defects in
Transfusion 2003; 44 (3): 320-329. platelet production. Clin Haematol.1978; 7:
316 523-39.
53. Rojo, J., Picker, S., García, J.,Gathof, B. Inac-
tivación de patógenos en productos sanguí- 66. Angélica Jiménez de Samudio, Dra. Sonia
neos. Rev Med Hosp Gen Mex 2006; 69 (2): Gini, Dr. Oscar Echeverría, Dra. María Ofelia
99-107. Lemir de Zelada. Guía para uso apropiado
de componentes sanguíneos en pacientes
54. Vengelen-Tyler V. Technical Manual. AABB.
pediátricos Pediatr. (Asunción), Vol. 34; 2007;
13a. Edition, Bethesda, Maryland, USA,
1: 46-68.
1999.
67. Slichter SJ. Platelet transfusion therapy. 73. Hersh JK, Hom EG, Brecher ME. Mathemati-
Hematol Oncol Clin North Am 2007; 21: 697- cal modeling of platelet survival with impli-
729. cations for optimal transfusion practice in the
chronically platelet transfusion-dependent
68. Lozano M, Narváez J, Faundez A, et al. [Plate-
patient. Transfusion 1998; 38: 637-44.
let count and mean platelet volume in the
Spanish population]. Med Clin (Barc) 1998; 74. Cid J, Claparols M, Pinacho A, et al. Compari-
110: 774-7. son of blood component preparation methods
from whole blood bags based on buffy coat
69. Hospital de Pediatría Prof. Dr. J. P. Garrahan.
extraction. Transfus Apher Sci 2007; 36: 243-
Servicio de Hemoterapia. Comité de Trans-
7.
fusión. Criterios para el uso de Concentrados
Plaquetarios (CP). Buenos Aires: Hospital de 75. Cid J, Ortin X, Elies E, et al. Absence of anti-
Pediatría Prof. Dr. J. P. Garrahan; 2006. D alloimmunization in hematologic patients
after D-incompatible platelet transfusions.
70. Madero L. Manual de Hematología Pediátri-
Transfusion 2002; 42: 173-6.
ca. Madrid: Ergon; 2006.
76. Cid J. PLT transfusions from D+ blood donors
71. World Health Organization. The clinical use
to D-patients with hematologic diseases: an
of blood. Handbook. Ginebra: WHO; 2003.
update. Transfusion 2003; 43. 1759-60.
72. Organización Panamericana de la Salud. Es-
tándares de Trabajo para Servicios de Sangre.
Washington: OPS; 2005.
317
CAPÍTULO 15
Trombocitopenias
y transfusión de plaquetas
Introducción
Las plaquetas son fragmentos citoplas-
máticos de megacariocitos que partici-
pan en la hemostasia e interactúan con el
endotelio dañado para sellar, en primera
instancia, la lesión y luego interactúan
con el fibrinógeno para conformar un
coágulo. Estas interacciones ocurren en-
tre la GPIb, el factor de Von Willebrand,
el fibrinógeno y la GP IIIa IIb.
La trombocitopenia se define como
un recuento inferior a 150.000 plaquetas
319
por µl y sus causas pueden ser centrales
o periféricas. Entre las primeras está una
pérdida de la capacidad de la médula
* Médico Asistente Hematólogo Hospital Calderón ósea de producir niveles normales, ya
Guardia. Profesor Asociado Universidad de Costa
Rica. San José, Costa Rica. sea por disfunción autóctona o por in-
Los pacientes que hayan desarro- síndrome hemolítico urémico (SUH), en-
llado un cuadro trombótico deben per- tidades en las que el recuento plaquetar
manecer con anticoagulación de por disminuye por trombos que ocurren en
vida; si la trombosis fue arterial el INR la microcirculación, asociadas a un cua-
recomendado debe ser de 3-4 y se puede dro de anemia hemolítica, antiglobulina
iniciar terapia anti-agregación. La elec- directa negativa, con aumento de DHL
ción de primera línea al momento que e hiperbilirrubinemia indirecta; el frotis
se demuestre el embarazo es la heparina sanguíneo suele mostrar esquistocitos.
de bajo peso molecular.39, 40 En la PTT se describe una formación
de multipolímeros de factor de Von
Hepatopatía Willebrand. En 1982 se demostró que
El paciente con hepatopatía cursa con estos pacientes tenían deficiencia de una
trombocitopenia, la cual usualmente se proteasa denominada ADAMTS13, una
asocia a la esplenomegalia secundaria desintegrina like y metaloproteinasas
al daño crónico del hígado y la conse- con repeticiones de trombospondina o
cuente hipertensión portal. El pool de poseían un anticuerpo inhibidor de esta
plaquetas que sirve como reserva en proteína que inducía la microangiopatía
el bazo es del 40% del total de las pla- que favorecía la expresión de los polí-
quetas circulante y conforme aumenta meros y que se lograran formar trombos
el tamaño de este órgano, aumenta la en la microcirculación.
cantidad de plaquetas que conforman El tratamiento de primera línea en
la reserva. Sin embargo, se han descrito estos casos es el recambio plasmático
otras causas de la trombocitopenia del o plasmaféresis. La cuantificación de la
paciente con hepatopatía, una de las proteína ADAMTS puede ser necesaria
cuales es que la trombopoyetina, princi-
para el diagnóstico, pero pocos laborato-
pal estimulante de la trombopoyesis, se
rios cuentan con este recurso; los niveles
sintetiza en el hígado y estos pacientes
por debajo del 5% pueden presentarse
pueden cursar con niveles disminuidos.
al diagnóstico. La determinación de esta
Si la causa de la hepatopatía crónica
proteína podría ser útil especialmente en
es la infección por el virus C, también
los casos de microangiopatía secundaria
se puede generar disminución de los
(asociada al trasplante, por el uso de
recuentos de plaquetas. Sin embargo,
ciclosporina y secundario a malignidad)
actualmente se tiene claro que el pacien-
en las que el uso de plasmaféresis no
te con hepatopatía induce anticuerpos
contra las glicoproteínas GIIa IIIb y GP logra el beneficio de los casos primarios.
Ib IX, lo cual facilita su remoción por Además, la cuantificación de la proteína
326 parte del sistema retículo endotelial.41 al diagnóstico permite pronosticar cuál
es el riesgo de un cuadro de exacerba-
ción que se define como la necesidad
Microangiopatía
de reinstaurar la plasmaféresis antes de
Otras causas de trombocitopenia son
los 30 días de haberla suspendido; y la
las microangiopatías, como la púrpura
recaída, la cual ocurre posterior a dicho
trombótica trombocitopénica (PTT) y el
periodo.
19. Aster RH, Curtis BR, Bougie DW, et al. 30. Maeda S, Ogura K, Yoshida H, et al. Major
Thrombocytopenia associated with the use virulence factors, VacA and CagA, are com-
of GPIIb/IIIa inhibitors: position paper of the monly positive in Helicobacter pylori isolates
ISTH working group on thrombocytopenia in Japan. Gut 1998; 42(3):338-43.
and GPIIb/ IIIa inhibitors. J Thromb Haemost 31. Bai Y, Wang Z, Bai X, et al. Cross-reaction
2006;4:678-9.
of antibody against Helicobacter pylori ure-
20. Visentin GP. Heparin-induced thrombocy- ase B with platelet glycoprotein IIIa and its
topenia: molecular pathogenesis. Thromb significance in the pathogenesis of immune
Haemost 1999;82:448-56. thrombocytopenic purpura. Int J Hematol
2009;89(2):142-9. 329
21. Peck-Radosavljevic M, Zacherl J, Meng YG, et
al. Is inadequate thrombopoietin production 32. Gerhard M, Rad R, Prinz C, et al. Pathogenesis
a major cause of thrombocytopenia in cirrho- of Helicobacter pylori infection. Helico-
sis of the liver? J Hepatol 1997;27(1):127-31. bacter 2002;7(Suppl 1):17-23.
22. Doi T, Homma H, Mezawa S, et al. Mecha- 33. Sumoto C, Tominaga K, Okazaki H, et
nisms for increment of platelet associ-ated al. Long-term efficacy of Helicobacter
IgG and platelet surface IgG and their im- pylori eradication in patients with idio-
330
CAPÍTULO 16
Colecta de granulocitos
y transfusión
Fernando Martínez*
Introducción
En este capítulo se hará un sumario de
la colecta y transfusión de granulocitos,
se discutirán sus orígenes y se razonará
acerca de su eficacia y de sus perspec-
tivas futuras.
Perspectiva histórica
La terapia con transfusión de granulo-
citos ha transcurrido entre periodos de
331
entusiasmo y momentos de desaliento.
Durante la segunda mitad del siglo XX se
observó un cambio notorio en las causas
de muerte en pacientes con neoplasias
* Profesor asistente, División de Patología y Medi-
cina de Laboratorio, The University of Texas MD hematológicas. El uso de quimioterapia,
Anderson Cancer Center, USA. agentes inmunosupresivos, y posterior-
deben, sin embargo, ser investigados 6. Morse EE, Freireich EJ, Carbone PP, Bronson
W, Frei E. The Transfusion of Leukocytes
debido al riesgo potencial de cataratas
from Donors with Chronic Myelocytic Leu-
subcapsulares posteriores. kemia to Patients with Leukopenia. Transfu-
Actualmente se lleva a cabo en los sion. 1966;6(3):183-192.
Estados Unidos un estudio de fase III 7. Frei E, 3rd, Levin RH, Bodey GP, Morse EE,
multi-institucional que tiene como fin Freireich EJ. The nature and control of infec-
tions in patients with acute leukemia. Cancer
definir la efectividad de la transfusión
Res. 1965;25(9):1511-1515.
de granulocitos. En dicho estudio se
8. Freireich EJ, Judson G, Levin RH. Separation
emplean donantes de la comunidad and collection of leukocytes. Cancer Res.
y se han incluido múltiples variables 1965;25(9):1516-1520.
basadas en la literatura. Dicho estudio, 9. Roy AJ, Franklin A, Simmons WB, Djerassi I.
llamado RING (Resolving Infections with A method for separation of granulocytes from
Granulocytes), empezó en 2008 y espera normal human blood using hydroxyethyl
starch. Prep Biochem. 1971;1(3):197-203.
reclutar 236 pacientes.58 De igual mane-
ra, el papel de la transfusión profiláctica 10. Szymanski IO. A new method to collect
granulocytes using a low dose of hydroxy-
de granulocitos debe ser revaluada y ethyl starch. Vox Sang. 1983;44(2):106-114.
actualmente hay estudios que se llevan
11. Lee JH, Leitman SF, Klein HG. A controlled
a cabo usando transfusion profiláctica comparison of the efficacy of hetastarch
de granulocitos en receptores de células and pentastarch in granulocyte collec-
tions by centrifugal leukapheresis. Blood.
madres.
1995;86(12):4662-4666.
12. Vallejos CS, McCredie KB, Brittin GM,
Referencias Freireich EJ. Biological effects of repeated
leukapheresis of patients with chronic my-
1. Hersh EM, Bodey GP, Nies BA, Freireich EJ.
elogenous leukemia. Blood. 1973;42(6):925-
Causes of Death in Acute Leukemia: A Ten- 933.
Year Study of 414 Patients from 1954-1963.
JAMA. 1965;193:105-109. 13. McCredie KB, Freireich EJ, Hester JP, Vallejos
C. Leukocyte transfusion therapy for patients
2. Bodey GP, Buckley M, Sathe YS, Freireich with host-defense failure. Transplant Proc.
EJ. Quantitative relationships between 1973;5(3):1285-1289.
circulating leukocytes and infection in pa-
14. McCredie KB, Freireich EJ, Hester JP, Valle-
tients with acute leukemia. Ann Intern Med.
jos C. Increased granulocyte collection with
1966;64(2):328-340.
the blood cell separator and the addition of
3. M.Strumia M. The effect of leukocytic cream etiocholanolone and hydroxyethyl starch.
injections in the treatment of the neutrope- Transfusion. 1974; 14(4):357-364.
nias. The American Journal of the Medical
15. Higby DJ, Mishler JM, Rhomberg W, Nicora
Sciences. 1934 1934;187(4):527-544. RW, Holland JF. The effect of a single or
4. Brecher G, Wilbur KM, Cronkite EP. Transfu- double dose of dexamethasone on granu-
sion of separated leukocytes into irradiated locyte collection with the continuous flow
dogs with aplastic marrows. Proc Soc Exp centrifuge. Vox Sang. 1975;28(3):243-248.
338 Biol Med. 1953;84(1):54-56. 16. Schiffer CA, Buchholz DH, Aisner J, Betts
5. Freireich EJ, Levin RH, Whang J, Carbone SW, Wiernik PH. Clinical experience with
PP, Bronson W, Morse EE. The Function transfusion of granulocytes obtained by
continuous flow filtration leukopheresis. Am
and Fate of Transfused Leukocytes from Do-
J Med. 1975;58(3):373-381.
nors with Chronic Myelocytic Leukemia in
Leukopenic Recipients. Ann N Y Acad Sci. 17. Vogler WR, Winton EF. A controlled study
1964;113:1081-1089. of the efficacy of granulocyte transfusions
matopoietic stem cell transplantation. Blood. jects: effects of route of administration and
2000;95(11):3302-3309. addition of dexamethasone. Transfusion.
2002;42(5):597-602.
38. Stroncek DF, Yau YY, Oblitas J, Leitman SF.
Administration of G--CSF plus dexametha- 49. Kuderer NM, Dale DC, Crawford J, Cosler LE,
sone produces greater granulocyte concen- Lyman GH. Mortality, morbidity, and cost
trate yields while causing no more donor associated with febrile neutropenia in adult
toxicity than G--CSF alone. Transfusion. cancer patients. Cancer. 2006;106(10):2258-
2001;41(8):1037-1044. 2266.
39. Strauss RG, Klein HG, Leitman SF, Price TH, 50. Grow WB, Moreb JS, Roque D, Manion
Lichtiger B, Martinez F, et al. Preparation K, Leather H, Reddy V, et al. Late onset
of granulocyte concentrates by apheresis: of invasive aspergillus infection in bone
collection modalities in the USA. Vox Sang; marrow transplant patients at a univer-
100(4):426-433.
sity hospital. Bone Marrow Transplantation.
40. Engelfriet CP, Reesink HW, Klein HG, Mur- 2002;29(1):15-19.
phy MF, Pamphilon D, Devereux S, et al. In-
51. Yomtovian R, Abramson J, Quie P, Mc-
ternational forum: granulocyte transfusions.
Cullough J. Granulocyte transfusion therapy
Vox Sang. 2000;79(1):59-66.
in chronic granulomatous disease. Report of a
41. Black RL, Oglesby RB, Von Sallmann L, patient and review of the literature. Transfu-
Bunim JJ. Posterior subcapsular cataracts sion. 1981;21(6):739-743.
induced by corticosteroids in patients with
rheumatoid arthritis. JAMA. 1960;174:166- 52. Lee JJ, Song HC, Chung IJ, Bom HS, Cho D,
171. Kim HJ. Clinical efficacy and prediction of
response to granulocyte transfusion therapy
42. Fryer JP, Granger DK, Leventhal JR, Gilling- for patients with neutropenia-related infec-
ham K, Najarian JS, Matas AJ. Steroid-related tions. Haematologica. 2004;89(5):632-633.
complications in the cyclosporine era. Clin
Transplant. 1994;8(3 Pt 1):224-229. 53. Lee JJ, Chung IJ, Park MR, Kook H, Hwang TJ,
Ryang DW, et al. Clinical efficacy of granu-
43. Ghodsi Z, Strauss RG. Cataracts in neutrophil locyte transfusion therapy in patients with
donors stimulated with adrenal corticoste-
neutropenia-related infections. Leukemia.
roids. Transfusion. 2001;41(12):1464-1468.
2001;15(2):203-207.
44. Burch JW, Mair DC, Meny GM, Moroff G,
54. Bhatia S, McCullough J, Perry EH, Clay M,
Ching SS, Naidoff MA, et al. The risk of pos-
Ramsay NK, Neglia JP. Granulocyte transfu-
terior subcapsular cataracts in granulocyte
sions: efficacy in treating fungal infections in
donors. Transfusion. 2005;45(11):1701-1708.
neutropenic patients following bone marrow
45. Clayton JA, Vitale S, Kim J, Conry-Cantilena transplantation. Transfusion. 1994;34(3):226-
C, Byrne P, Reed GF, et al. Prevalence of 232.
posterior subcapsular cataracts in volunteer
cytapheresis donors. Transfusion. 51(5):921- 55. Chow HS, Sarpel SC, Epstein RB. Experimen-
928. tal candidiasis in neutropenic dogs: tissue
burden of infection and granulocyte transfu-
46. Strauss RG, Klein HG, Leitman SF, Price TH, sion effects. Blood. 1982;59(2):328-333.
Lichtiger B, Martinez F, et al. Preparation
of granulocyte concentrates by apheresis: 56. Chow HS, Sarpel SC, Epstein RB. Patho-
collection modalities in the USA. Vox San- physiology of Candida albicans meningitis
guinis. 2011;100(4):426-433. in normal, neutropenic, and granulocyte
transfused dogs. Blood. 1980;55(4):546-551.
47. Stroncek DF, Clay ME, Smith J, Ilstrup S,
340 Oldham F, McCullough J. Changes in blood 57. Price TH, Chatta GS, Dale DC. Effect of recom-
counts after the administration of granulocyte- binant granulocyte colony-stimulating factor
colony-stimulating factor and the collection on neutrophil kinetics in normal young and
of peripheral blood stem cells from healthy elderly humans. Blood. 1996;88(1):335-340.
donors. Transfusion. 1996;36(7):596-600.
58. Dale DC, Price TH. Granulocyte transfusion
48. Stroncek DF, Matthews CL, Follmann D, therapy: a new era? Curr Opin Hematol.
Leitman SF. Kinetics of G-CSF-induced 2009;16(1):1-2.
granulocyte mobilization in healthy sub-
CAPÍTULO 17
Componentes sanguíneos
leucorreducidos: laboratorio
y aspectos clínicos
Luis R. Larrea González*
Roberto J. Roig Oltra**
Introducción
Los leucocitos presentes en la sangre
total (ST) y en los componentes sanguí-
neos (CS) se asocian con diversos efectos
adversos de la transfusión sanguínea. En
principio, dichos leucocitos no ofrecen
ningún beneficio y su eliminación puede
evitar dichos efectos adversos.
Leucorreducción (LR), leucodeple-
* Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Especialista ción, leucofiltración o desleucotización
en Hematología Hemoterapia. Jefe del Servicio de
Fraccionamiento y Criopreservación. Centro de son sinóminos y describen este proceso.1
Transfusión de la Comunidad Valenciana. Valencia, La LR se define como el proceso por me-
España.
dio del cual se eliminan los leucocitos
** Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Especialista
en Hematología y Hemoterapia. Máster Internacio- de la sangre. La LR universal (LRU) es la 341
nal de Alta Dirección Hospitalaria. Máster Univer- aplicación de la LR en todas las transfu-
sitario en Auditoría, Acreditación y Evaluación de
siones, independientemente del tipo de
las organizaciones y prácticas sanitarias. Director
de la Cátedra Terumo de Medicina Transfusional receptor y de su situación clínica. Se es-
y Terapia Celular de la Facultad de Medicina de tima que en la ST humana el contenido
la Universidad Católica de Valencia. Director del
Centro de Transfusión de la Comunidad Valencia- medio de leucocitos es 1.000 millones
na. Valencia, España. por unidad.2 Con los estándares actua-
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Componentes sanguíneos leucorreducidos: laboratorio y aspectos clínicos
la eliminación de más del 95% de los 4). Actualmente, los filtros consisten en
leucocitos de la ST y el 90%-95% de las diferentes capas de fibras de poliéster o
plaquetas con una pérdida de hematíes de poliuretano recubiertas por sustan-
inferior al 10%. cias químicas dentro de un molde de
Un tiempo después, se introdujeron policarbonato. Las sustancias químicas
los filtros de acetato de celulosa. La varían según los fabricantes y confieren
sustitución de fibras naturales por sin- distintas cargas netas a las fibras (posi-
téticas se tradujo en unos filtros menos tivas o negativas), lo cual promueve la
pirogénicos y en una constante calidad adhesión directa de los leucocitos, o la
del material del filtro.8 adhesión indirecta a través de las pla-
La primera generación de filtros quetas. También existe un mecanismo
estaba confeccionada con celulosa y de tamizado.
eliminaba el 98% de los leucocitos,
con lo cual se alcanzaron resultados
clínicamente aceptables, pero estos
filtros tenían dos inconvenientes: 1)
activaban el sistema del complemento
a través de la fracción C3 y generaban
vasoconstricción y aumento de la per-
meabilidad capilar;10 y 2) la eficacia de
la LR dependía enormemente del flujo
a través del filtro, lo que gastaba en este
proceso al menos 30 minutos por cada
unidad de CH.
En la actualidad, está disponible una
nueva generación de filtros que combina
un flujo rápido con una excelente eli-
minación de leucocitos11 (eliminan el
99.995% de los leucocitos sanguíneos).8
Figura 3. Microscopía electrónica. Sección de un
filtro de profundidad. Obsérvese el orden aleatorio
Mecanismos de eliminación de de las fibras. (Aumento: x100).
leucocitos mediante filtración En este tipo de filtro, los leucocitos
Para la mejora del flujo y de la capacidad se unen a las sucesivas capas del ma-
de filtración, se utilizan filtros de pro- terial de filtro. Por lo tanto, la mayoría
fundidad y de pantalla. En los filtros de de los leucocitos quedan atrapados en
profundidad, el material tiene la forma las capas más externas del filtro y esto 343
de fibras comprimidas de lana (Figura podría aumentar la resistencia sobre el
3). En algunas ocasiones, se utiliza po- filtro. La forma en la que los leucocitos
liéster y poliuretano que promueven la están atrapados en filtro también influye
adhesión de leucocitos a través del filtro. en la eficacia y la capacidad del filtro.
En los filtros pantalla, este se elabora La actual generación de filtros puede
con capas de poliéster ordenado (Figura ser presurizada hasta 300 mm de Hg.
Actualmente se utilizan tres tipos de para capturar los leucocitos, los filtros
filtros en la transfusión de CS (Tabla 2): de tercera generación (también llamados
1) Los filtros de primera generación, o fil- de adhesión) eliminan los leucocitos
tros de pantalla, con un tamaño de poro por adhesión a superficies en el filtro
de 170 a 260 micras, eliminan desechos cargadas negativamente.42-45 La mayoría
pero no leucocitos.36-39 2) Los filtros de de los filtros de cabecera reducen el flujo
segunda generación, con un tamaño de de la transfusión (un CH/20–30 min),
poro de 20 a 50 micras, eliminan del aunque existen filtros de alta eficacia
70% al 90% de los leucocitos.42-45. Y 3) diseñados para flujos altos (un CH/5
los filtros de tercera generación,42-45 que min).44,45 Los filtros sanguíneos estándar
son los más comúnmente utilizados, son y los filtros de microagregados no son
de alta eficacia (eliminan el 99.9% de los necesarios cuando se utilizan filtros de
leucocitos) y pueden ser utilizados en la reducción de leucocitos.37
cabecera del paciente durante la transfu- Las técnicas de aféresis toman ventaja
sión o antes de la distribución de la san- de las diferencias de densidad entre los
gre. A diferencia de los filtros de primera componentes celulares de la sangre para
y segunda generación cuya capacidad separar los leucocitos contaminantes.38
de acción radica en el tamaño del poro
del efecto en la tolerancia del injerto por TRIM, lo que justifica la asociación en-
leucocitos alogénicos de los productos tre los leucocitos alogénicos y el riesgo
sanguíneos.78 aumentado, tanto de la mortalidad como
de la insuficiencia orgánica en los re-
Inmunomodulación asociada a la ceptores.112
transfusión (TRIM) La eficacia de la reducción de leu-
cocitos en la prevención de los efectos
Los leucocitos en la sangre donada pue-
adversos relacionados con la TRIM se
den producir supresión de la función
ha basado fundamentalmente en estu-
inmune celular en el receptor, efecto
dios observacionales y ha sido fuente
conocido como inmunomodulación
de importante controversia; los estudios
asociada la transfusión (TRIM). 95-98
controlados también dan resultados
Distintas pruebas indican que las
contradictorios.48
transfusiones alogénicas inducen una
inmunosupresión clínica significativa, Recurrencia del cáncer
la cual se ha relacionado con una me-
Existen más de cien estudios clínicos
jor evolución del trasplante renal,76 un
retrospectivos y observacionales acerca
aumento de la recurrencia del cáncer,77
del efecto adverso de los leucocitos en
un aumento del número de brotes de
la vigilancia inmune del cáncer sin re-
la enfermedad de Crohn y un aumento
sultados concluyentes.88 En contraste,
de la recurrencia de abortos espontá-
algunos estudios controlados en cirugía
neos109 y de la infección bacteriana
colorrectal que comparan CH sin BC
postoperatoria.96-103 En un estudio en
con CH leucorreducidos, no muestran
animales, Opelz observó una mayor
diferencias en la recurrencia del cáncer
supervivencia en trasplantados renales
durante seguimientos cortos y a cinco
que habían recibido transfusiones alo-
años.98-101 Hay que tener en cuenta que
génicas.76 Las transfusiones se asocian
el cáncer colorrectal es un tumor inmu-
de una manera dosis-dependiente con
nogénicamente débil que disminuye la
complicaciones postoperatorias en la
expresión HLA y la de las moléculas co-
cirugía cardiaca, a diferencia de otro
estimulatorias, permitiendo con ello que
tipo de cirugías. Hay evidencia de que
células tumorales escapen del ataque
los CH con leucocitos contaminantes
inmune, tanto si la respuesta inmune
aumentan las complicaciones postope-
es suprimida o no por las transfusio-
ratorias asociadas con mortalidad y la
justificación de esta clara asociación con nes.99 El efecto inmunosupresor de los
la cirugía cardiaca podría ser la adición leucocitos procedentes de los CS en la
de un segundo factor (la presencia de vigilancia inmune del cáncer no está
demostrado para el cáncer colorrectal
leucocitos) a la respuesta inflamatoria 355
sistémica inducida por el procedimien- ni en otras neoplasias, aunque no hay
to de la cirugía extracorpórea.97 estudios que lleven a excluirlo.88
Basándose en estudios aleatorizados
Infecciones postoperatorias
es difícil probar estos dos últimos efec-
tos, aunque en estudios observacionales Otro posible efecto inmunosupresor
se ha demostrado el efecto nocivo de relacionado con los leucocitos es la sus-
3. Roback JD, Grossman BJ, Harris T, Hillyer 15. Sivakumaran M, Norfolk DR, Major KE,
CD. Editores. Technical Manual. AABB. 17th Revill JA, Hutchinson RM, Wood JK: A new
edition. Maryland, USA. 2011 method to study the efficiency of third gen-
eration blood filters. Br J Haemato. 1993;l
4. Guide to the preparation, use and quality 84:175
assurance of blood components, 16th ed.
Geneva: Council of Europe Press, 2010. 16. Sirchia G, Parravicini A, Rebuild P, Bertolini
F, Morelati F, Marconi M. Preparation of
5. Fleming A. A simple method of removing
362 leucocytes from blood. Br J Exp Path 1926;
Leukocyte-Free Platelets for Transfusion by
Filtration through Cotton Wool. Vox Sang.
7: 281-6 1983;4: 115–120.
6. Swank RL. Alteration of blood in storage: 17. Henschler, R , Rüster, B, Steimle A, Hans-
Measurement of adhesiveness of ‘aging’ mann HL, Walker W, Montag T, Seifried E.
platelets and leukocytes and their removal Analysis of leukocyte binding to depletion
by filtration. N Eng J Med 1961 265: 728-733 filters: role of passive binding, interaction
with platelets, and plasma components. An- 29. Jensen LS. Benefits of leukocyte-reduced
nals of Hematology 2005; 84: 538-544 blood transfusions in surgical patients. Curr
Opin Hematol 1998;5:376–80.
18. Steneker I, Prins HK, Florie M, Loos JA,
Biewenga J. Mechanisms of white cell reduc- 30. Sweeney JD. Leukoreduction of blood supply
tion in red cell concentrates by filtration: the in Rhode Island. Med Health/Rhode Island
effect of the cellular composition of the red 1998;81:386 –91.
cell concentrates. Transfusion 1993; 33: 42-50
31. Novotny W, van Doom R, Witvliet MD, Claas
19. Bruil A. Leukocyte filtration: Filtration M. Occurrence of allogeneic HLA and non-
mechanisms and material design. pp 8-9. HLA antibodies after transfusion of prestor-
Thesis 1993. TU Twente, The Netherlands age filtered platelets and red blood cells: A
20. Steneker I, van Luyn MJ, van Wachem PB, prospective study. Blood 1995; 85:1736-1741
Biewenga J. Electronmicroscopic examina- 32. Widmann FK. Standards for blood banks and
tion of white cell reduction by four white transfusion services. Arlington: American
cell-reduction filters. Transfusion 1992; Association of Blood Banks, 1991.
32:450-457
33. Wenz B: Leukocyte-poor blood. CRC Crit Rev
21. Wadenvik H, Kutti J, Lindholm A. Leukocyte Clin Lab Sci.1906; 24: 1-20
removal filtration of platelet concentrates. A
study of platelet loss using 111In-labelled 34. Treleaven JG, McGregor M, Blagdon J. An
platelets and dynamic gamma camera scin- evaluation of some methods currently avail-
tigraphy. Eur J Haematol 1991; 47: 192-196 able on the production of leukocyte-poor
blood. Clin Lab Haematol 6: 45-49,1984
22. Allen SM, Pagano D, Bonser RS. Pall leuko-
cyte depleting filter during cardiopulmonary 35. Meryman HT: The preparation of red cells
bypass. Ann Thorac Surg 1994; 58: 1560-561 depleted of leukocytes – Review and evalu-
ation. Transfusion. 1986; 26:101-106
23. Steneker I, Prins HK, Florie M, Loos JA,
Biewenga J. Mechanisms of white cell reduc- 36. Kientz D, Laforet M, Isola H, Cazenave JP.
tion in red cell concentrates by filtration: the Leukodepletion of platelet concentrates and
effect of the cellular composition of the red plasma collected with haemonetics MCS+
cell concentrates. Transfusion 1993; 33: 42- apheresis system. Experience of EFS-Alsace.
50 Transfus Apheresis Sci 2001: 25; 55-9.
24. Rinder HM, Bonan JL, Rinder CS, Ault KA, 37. Karger R, Kretschmer V. Inline-filtration.
Smith BR. Dynamics of leukocyte-platelet Transf Apher Sci. 2002. 27:137-152
adhesion in whole blood. Blood 1991; 78:
38. van der Meer P F, Pietersz RN, Nelis JT, Hin-
173-176
loopen B, Dekker WJ, Reesink HW. Six filters
25. Bolling KS, Halldorsson A, Allen BS, Rah- for the removal of white cells from red cell
man S, Wang T, Kronon M, Feinberg H. Pre- concentrates, evaluated at 4 degrees C and/
vention of the hypoxic reoxygenation injury or at room temperature. Transfusion, 1999;
with the use of a leukocyte-depleting filter. J 39: 265-270.
Thorac Cardiovasc Surg 1997; 113: 1081-089
39. Buchholz DH, AuBuchon JP, Snyder EL,
26. Oka S, Maeda K, Nishimura T, Yamawaki N. Kandler R, Piscitelli V, Pickard C, Napychank
Mechanism of leukocyte removal with fibers. P, Edberg S. Effects of white cell reduction
In: Sekiguchi S, ed. Clinical application of on the resistance of blood components to
leukocyte depletion. Oxford: Blackwell, bacterial multiplication. Transfusion 1994;
1993; 105-18 34: 852-857.
363
27. Ledent E, Berlin G. Factors influencing white 40. Rubella P, Dzik W. Multicenter evaluation
cell removal from red cell concentrates by use of the Nageotte haemocytometer to
filtration. Transfusion 1996;36:714-718 count low levels of white cells in white
28. Bordin JO, Heddle NM, Blajchman MA. cell-reduced platelet products. Transfusion
Biologic effects of leukocytes present in 1994; 35: 35-38.
transfused cellular blood products. Blood, 41. Lutz P, Dzik W. Large-volume hemocytometer
1994; 84: 1703-1721. chamber for accurate counting of white cells
(WBCs) in WBC reduced platelets: Valida- that saves platelets: in vitro studies. Transfu-
tion and application for quality control of sion 2001;41:534-539
WBCreduced platelets prepared by apheresis
53. Lozano ML, Pérez Ceballos E, Rivera J, PAu-
and filtration. Transfusion 1993; 33: 409-412.
novic D, Candela MJ, Vicente V. Evaluation of
42. Meryman HT, Hornblower M. The prep- anew whole-blood filter that allows prepara-
aration of red cells depleted of leuko- tion of platelet concentrates by platelet-rich
cytes: review and evaluation. Transfusion plasma methods. Transfusion 2003; 43: 1723-
1986;26:101–106. 1728.
43. Snyder EL. Clinical use of white cell-poor 54. Paunovic D, van der Meer P, Kjeldsen-Kragh
blood components. Transfusion 1989;29:568 J, kekomaki R, Larsson S, Greppi N, Porretti
–571. L, Balint B, Trjuljic M, Nedeljkovic N, Si-
monovic R, Massaro A, Labanca L, Kora S,
44. Ciavarella D, Snyder E. Clinical use of blood
Riggert J. Multicenter eevaluation of a whole-
transfusion devices. Transfus Med Rev
blood filter that saves platelets. Transfusion
1988;2:95–111.
2004; 44:1197-1203
45. Dzik S. Leukodepletion blood filters: filter de-
55. Smit Sibinga CT, Elia MK. Collection and
sign and mechanisms of leukocyte removal.
storage of single donor platelets prepared
Transfus Med Rev 1993;7:65–77.
by elutriation. Journal of Clinical Apheresis
46. Ajeet D. Sharma, Gautam Sreeram, Thomas 1991; 6: 196–197,
Erb, Hilary P. Grocott, Thomas F. Slaugh-
56. Conte R, Bontadini A, Cirillo D, Fruet F. Pro-
ter. Leukocyte-Reduced Blood Transfu-
cess control of filtered red blood cells: which
sions: Perioperative Indications, Adverse
counting method? Transfusion Medicine
Effects, and Cost Analysis. Anesth Analg
1997; 7. 217-219.
2000;90:1315–1323
57. Masse M. Universal leucorreduction of cel-
47. Schrezenmeier H, Seifried E. Buffy-coat-
lular and plasma components: process con-
derived pooled platelet concentrates and
trol and performance of the leucorreduction
apheresis platelet concentrates: which prod-
process. Transf Clin Biol 2001;8: 297
uct type should be preferred? Vox Sang. 2010
Jul 1;99:1-15. 58. Legler TJ, Riggert J, Dove G, Köhler M.
Quantitative PCR for counting residual white
48. Agencia de Evaluación de Tecnologías
blood cells in blood products. Transfus Sci.
Sanitarias de Andalucía. Leucorreducción
1999 ;20:107-111.
universal de productos sanguíneos. Revisión
sistemática de la literatura y evaluación 59. Müller TH, Döscher A, Schunter F, Scott
económica. Boletín de la SETS; 2006: 60 CS. Manual and automated methods for the
determination of leukocyte counts at extreme
49. Blajchman MA, Bardossy L, Carmen RA,
low levels: comparative evaluation of the Na-
Goldman M, Heddle NM, Singal DP. An
geotte chamber and the Abbott Cell Dyn 3500
animal model of allogeneic donor platelet
analyser. Transfus Sci. 1997 Dec;18:505-515.
refractoriness: the effect of the time of leu-
kodepletion. Blood 1992;79:1371–1375. 60. Dzik S, Moroff G, Dumond LJ. A multicenter
study evaluating three methods for counting
50. Humbert JR, Fermin CD, Winsor EL. Early
residual WBC-reduced blood components:
damage to granulocytes during storage. Se-
Nageotte hemocytometry, flow cytometry
min Hematol 1991;28:10 –13.
and microfluorometry. Transfusion 2000: 40:
364 51. Chalandon Y, Mermillod B, Beris P, Doucet 513-520
A, Chapuis B, Roux-Lombard P, Dayer JM..
61. Krailadsiri P, Seghatchian J, Rigsby P, Bukasa
Benefit of prestorage leukocyte depletion of
A, Bashir S. A national quality assessment
single-donor platelet concentrates. Vox Sang
scheme for counting residual leukocytes in
1999; 76:27-37
unfixed leukodepleted products: the effect of
52. Larsson S, Gullikson H, Paunovic D. Evalu- standardisation and 48 hours storage. Transf
ation of a whole-blood WBC-reduction filter Apheresis Sci. 2002; 42: 738-746
62. Goodfellow KJ, Storie I, Granger V, Whitby L, Effects of 3-5 log10 pre-storage leucocyte
Antcliffe J, Reilly JT, Barnett D. Transfusion depletion on red cell storage and metabolism
2002; 42: 738-746. Brit J of Haematol. 1994; 87: 363–368
63. Moore SB. Hypotensive reactions: are they 72. Ahmed AS, Leheta O, Younes S. In vitro as-
a new phenomenon? Are they related solely sessment of platelet storage lesion in leuco-
to transfusion of platelets? Does filtration of reduced random donor platelet concentrates.
components play a role?. Transfusion, 1996; Blood Transfus. 2010; 8: 28–35.
36: 852-853. 73. Seghatchian J. Platelet storage lesion: an up-
64. Sweeney JD, Dupuis M, Mega AP. Hypo- date on the impact of various leukoreduction
tensive reactions to red cells filtered at the processes on the biological response modi-
bedside, but not to those filtered before fiers. Transfus Apher Sci. 2006 ;34:125-130.
storage, in patients taking ACE inhibitors. 74. Krailadsari P, Seghatchian MJ. A comparative
Transfusion, 1998; 38: 410-411. análisis of 3 types of leucocyte filtres using
65. Heddle NM, Soutar RL, O’Hoski PL, Singer J, platelet concentrates from the same origin.
McBride JA, Ali MA, Kelton JG. A prospec- Platelet Transfusion: Evolving alternative
tive study to determine the frequency and therapeutic products. BBTS blood compo-
clinical significance of alloimmunization nents sig International Symposium/forum.
post-transfusion. Brit J Haematol, 1995; 91: Ollock Halls, University of Edinburgh, 10
1000-1005. April 1997
66. Smith KJ, Sierra ER, Nelson EJ. Histamine, 75. Wang JK, Sheldon SR, Klein HG, Leitman
IL-1, and IL-8 increase in packed RBCs stored SF, Stroncek DF. Sporadic Leukocyte Reduc-
for 42 days, but not in RBCs leukodepleted tion Filter Failure During RBC. Component
pre-storage. Transfusion, 1993; 33: 53S. Preparation: Beware of Rapid Filtration
Transfusion . 2008; 48: 1766–1767
67. Sweeney JD, Holme S, Heaton WA, Nelson
E. White cell-reduced platelet concentrates 76. Opelz G, Sengar DDS, Mickey MR. Effect of
prepared by in-line filtration of platelet-rich blood transfusions on subsequent kidney
plasma. Transfusion, 1995; 35: 131-136. transplants. Transplant Proc. 1973;5:253-259.
68. Boomgaard MN, Gouwerok CW, Palfenier CH, 77. Gantt CL. Red blood cells for cancer patients.
Pankalla-Blandeau IE, Veldman HA, de Korte Lancet. 1981; 2:363.
D, Loos JA. Pooled platelet concentrates 78. Bilgin Y.M., van de Watering L.M.G., Brand
prepared by the platelet-rich-plasma method A. Clinical effects of leucoreduction of blood
and filtered with three different filters and transfusions. The Netherlands Journal Of
stored for 8 days. Vox Sang, 1995; 68: 82-89. Medicine. 2011; 69 : 441-450
69. Kao KJ, Mickel M, Braine HG, Davis K, En- 79. Bassuni WY, Blajchman MA, Al-Moshary
right H, Gernsheimer T, Gillespie MJ, Kickler MA. Why implement universal leukore-
TS, Lee EJ, McCullough JJ, McFarland JG, duction? Hematol Oncol Stem Cell Ther.
Nemo GJ, Noyes WD, Schiffer CA, Sell K, 2008;1:106-123.
Slichter SJ, Woodson RD. White cell reduc-
80. Liu Z, Sun YK, Xi YP, Maffei A, Reed E, Har-
tion in platelet concentrates and packed red
ris P, Suciu-Foca N. Contribution of direct
cells by filtration: a multicenter clinical trial.
and indirect recognition pathways to T cell
The Trap Study Group. Transfusion, 1995; 35:
allorectivity. J Exp Med. 1993;177:1643-1650.
13-19.
70. Weisbach V, Putzo A, Zingsem J, Riewald M,
81. Semple JW. Leucodepletion and immune re-
sponse mechanisms. Vox Sang. 2004;87(Sup-
365
Zimmermann R, Eckstein R, Riess H. Leuko-
pl 2):136-138.
cyte depletion and storage of single-donor
platelet concentrates. Vox Sang, 1997; 72: 82. de Wolf J, Westerterp A, Smit Sibinga C, Halie
20-25. MR. Prestorage Leukocyte depletion is not
necessarily required for the prevention of
71. Heaton W. A. L., Holme S., Smith K., Brecher
refractoriness to platelet transfusion. Blood.
M. E., Pineda A., AuBuchon J. P., Nelson E.
1995;8:3263-3264.
83. Claas FHJ, Smeenk RJT, Schmidt R, van Quantitative effects of blood components
Steenbrugge GJ, Eernisse JG. Alloimmu- with emphasis on isoantigenic incompat-
nization against the MHC antigens after ibility of leucocytes. Vox Sang 1966; 11:
platelet transfusions is due to contaminat- 578-600.
ing leukocytes in the platelet suspension.
94. Muylle L, Peetermans ME. Effect of prestor-
Exp Hematol. 1981;9:84-91.
age leukocyte removal on the cytokine
84. Vamvakas EC. Meta-analysis of randomized levels in stored platelet concentrates. Vox
controlled trials of the efficacy of white cell Sang. 1994;66:14-17.
reduction in preventing HLA-alloimmuni- 95. Silliman CC, Bjornsen AJ, Wyman TH,
zation and refractoriness to random-donor Kelher M, Allard J, Bieber S, Voelkel NF.
platelet transfusions. Transf Med Rev. Plasma and lipids from stored platelets
1998;12:258-270. cause acute lung injury in an animal model.
85. Novotny VM, van Doorn R, Witvliet MD, Transfusion. 2003;43:635-640.
Claas FH, Brand A. Occurence of allogeneic 96. Heddle NM, Klama LN, Griffin L, Roberts R,
HLA and non-HLA antibodies after transfu- Shukia G, Kelton JG. A prospective study to
sion of prestorage filtered platelets and red identify risk factors associated with acute
blood cells: a prospective study. Blood. reactions to platelet and red cell transfu-
1995;85:1736-41. sions. Transfusion. 1993;33:794-797.
86. Brand A, van de Watering LM, Claas FH. 97. Heddle NM, Klama L, Singer J, Richards
Clinical significance of leukoreduction of G, Fedak P, Walker I, Kelton JG. The role
blood components. Vox Sang. 2000. 78. of plasma from platelet concentrates
Suppl 2: 227-229 in transfusion reactions. N Engl J Med.
1994;331:625-628.
87. Chapman JF, forman K, Kelsey P, Knoeles
SM, Murphy LM, Williamson LM. Guide- 98. Heddle NM, Klama L, Meyer R, Walker I,
lines on the clinical use of leucoyte de- Boshkov L, Roberts R, Chambers S, Pod-
pleted blood components. Transf Med. losky L, O’Hoski P, Levine M. A randomized
1998; 8:59-71 controlled trial comparing plasma removal
with white cell reduction to prevent reac-
88. Karpinski M, Pochinco D, Dembinski I,
tions to platelets. Transfusion. 1999;39:231-
Laidlaw W, Zacharias J, Nickerson P. Leuko-
238.
cyte reduction of red blood cell transfusions
does not decrease allosensitization rates in 99. The Trial to Reduce Alloimmunization
potential kidney transplant candidates. J to Platelets Study Group. Leukocyte Re-
Am Soc Nephrol. 2004;15:818-24. duction and Ultraviolet B Irradiation of
Platelets to Prevent Alloimmunization and
89. van de Watering L, Lorinser J, Versteegh M, Refractoriness to Platelet Transfusions. N
Westendord R. Brand A. Effects of storage Engl J Med. 1997;337:1861-1869.
time of red blood cell transfusions on the
prognosis of coronary artery bypass graft 100. Collier AC, Kalish LA, Busch MP, Gern-
patients. Transfusion. 2006;46:1712-1718. sheimer T, Assmann SF, Lane TA, Asmuth
DM, Lederman MM, Murphy EL, Kumar P,
90. Schonewille H, Brand A. Alloimmunization Kelley M, Flanigan TP, McMahon DK, Sacks
to red blood cell antigens after universal HS, Kennedy MS, Holland PV. Leukocyte-
leucodepletion. A regional multicen- reduced red blood cell transfusions in pa-
tre retrospective study. Br J Haematol. tients with anemia and human immunodefi-
2005;129:151-156. ciency virus infection: the Virus Activation
366 Transfusion Study: a randomized controlled
91. TRIP rapport 2009, Hemovigilantie.
trial. JAMA. 2001;285:1592-1601.
92. Heddle NM. Universal leukoreduction
101. King KE, Shirey RS, Thoman SK, Bensen-
and acute transpuse reactions: putting the
Kennedy D, Tanz WS, Ness PM. Universal
puzzle together. Transfusion 2004; 44:1-4
leukoreduction decreases the incidence of
93. Perkins HA, Payne R, Fergusson J, Wood febrile nonhemolytic transfusion reactions
M. Non Haemolytic transfusion reactions. to RBCs. Transfusion. 2004;44:25-29.
102. Yazer MH, Podlosky L, Clarke G, Nahirniak 110 Blajchman MA, Vamvakas EC. Transfusion-
SM. The effect of prestorage WBC reduction related immunomodulation. In: Practical
on the rates of febrile nonhemolytic transfu- Transfusion Medicine, 3rd Edition. Murphy
sion reactions to platelet concentrates and M, Pamphilon D (Eds). Wiley InterScience.
RBC. Transfusion. 2004; 44: 10-15. 2009: 98-106.
103. Chudziak D, Sireis W, Pfeiffer H-U, Hen- 111. Vamvakas EC, Bordin JO, Blajchman MA.
schler R, Seifried E, Bunig H. Accumulation Immunomodulatory and proinflammatory
of soluble inflammatory mediators between effects of allogenic blood transfusion. In:
blood donation and pre-storage leukocyte Rossi’s Principles of Transfusion Medicine,
depletion. Vox Sang. 2009;96:163-166. 4th Edition. Simon TL, Snyder EL, Solheim
BG, Stowell CP, Strauss RG, Petrides M
104. Khan SY, Keiher MR, Heal JM, Blumberg (Eds). Wiley-Blackwell and AABB Press.
N, Boshkov LK. Soluble CD40 ligand ac- 2009.
cumulates in stored blood components,
112. Blajchman MA. Transfusion immuno-
primes neutrophils through CD40, and is
modulation or TRIM: what does it mean
a potential cofactor in the development
clinically? Hematology. 2005;10 Suppl
of transfusion-related acute lung-injury.
1:208-214.
Blood. 2006;108:2455-2462.
113. Vamvakas EC. Pneumonia as a complica-
105. Federowicz I, Barrett BB, Andersen JW, tion of blood product transfusion in the
Urashima M, Popovsky MA, Anderson KC. critically ill: transfusion-related immuno-
Characterization of reactions after transfu- modulation (TRIM). Crit Care Med. 2006
sion of cellular blood components that are ;34:S151-9.
white cell reduced before storage. Transfu-
114. Dzik WH. Leukoreduction of blood compo-
sion. 1996 ;36:21-28.
nents. Curr Opin Hematol. 2002 ;9:521-526.
106. Sanfilippo FP, Bollinger RR, Macquin JM,
115. Llewelyn CA, Taylor RS, Todd AA, Ste-
Brooks BJ, Koepke JA. A randomised study
vens W, Murphy MF, Williamson LM;
comparing leukocyte-depleted versus
Leucodepletion Study Group. The effect
packed red cell transfusions in prospective
of universal leukoreduction on postopera-
cadaver renal allograft recipients. Transfu-
tive infections and length of hospital stay
sion. 1985;25:116-119. in elective orthopedic and cardiac surgery.
107. Opelz G, Vanrenterghem Y, Kirste G, Gray Transfusion. 2004 ;44:489-500.
DW, Horsburgh T, Lachance JG, Largiader F, 116. Sitges-Serra A, Insenser JJ, Membrilla E.
Lange H, Vujaklija-Stipanovic K, Alvarez- Blood transfusions and postoperative infec-
Grande J, Schott W, Hoyer J, Schnuelle tions in patients undergoing elective sur-
P, Descoeudres C, Ruder H, Wujciak T, gery. Surg Infect (Larchmt). 2006;7 Suppl
Schwarz V. Prospective evaluation of 2:S33-35.
pretransplant blood transfusions in ca-
117. Wallis JP, Chapman CE, Orr KE, Clark
daver kidney recipients. Transplantation.
SC, Forty JR. Effect of WBC reduction of
1997;63:964-967.
transfused RBCs on postoperative infection
108. Hiesse C, Busson M, Buisson C, Farahmand rates in cardiac surgery. Transfusion. 2002
H, Bierling P, Benbunan M, Bedrossian J, ;42:1127-1134.
Aubert P, Glotz D, Loirat C, Rondeau E, 118. Bilgin YM, van de Watering LM, Eijsman
Viron B, Bleux H, Lang P. Multicenter trial L, Versteegh MI, van Oers MH, Brand A.
of one HLA-DR matched or mismatched Is increased mortality associated with 367
blood transfusion prior to cadaveric renal post-operative infections after leukocytes
transplantation. Kidney Int. 2001;60:341- containing red blood cell transfusions in
349. cardiac surgery? An extended analysis.
109. Dellinger EP, Anaya DA. Infectious and im- Transfus Med. 2007 ;17:304-311.
munologic consequences of blood transfu- 119. Vamvakas EC. Meta-analysis of random-
sion Critical Care 2004, 8(Suppl 2):S18-S23 ized controlled trials investigating the risk
of postoperative infection in association 127. Jensen LS, Andersen AJ, Christiansen PM,
with white blood cell-containing allogeneic Hokland P, Juhl CO, Madsen G, Mortensen
blood transfusion: the effects of the type of J, Møller-Nielsen C, Hanberg-Sørensen F,
transfused red blood cell product and surgi- Hokland M. Postoperative infection and
cal setting. Transfus Med Rev. 2002;16:304- natural killer cell function following blood
314. transfusion in patients undergoing elective
colorectal surgery. Br J Surg. 1992;79:513-
120. Innerhofer P, Klingler A, Klimmer C, Fries
516.
D, Nussbaumer W. Risk for postoperative
infection after transfusion of white blood 128. Jensen LS, Kissmeyer-Nielsen P, Wolff
cell-filtered allogeneic or autologous blood B, Qvist N. Randomized comparison of
components in orthopedic patients under- leucocyte-depleted versus buffy-coat poor
going primary arthroplasty. Transfusion. blood transfusion and complications after
2005 ;45:103-110. colorectal surgery. Lancet. 1996;34:841-845.
121. Bilgin YM, Brand A. Transfusion-related 129. Tartter P, Mohandes K, Azar P, Endres J,
immunomodulation: a second hit in an Kaplan J, Spivack M. Randomized trial
inflammatory cascade? Vox Sang. 2008 comparing packed red blood cell transfu-
;95:261-271. sion with and without leukocyte deple-
tion for gastrointestinal surgey. Am J Surg.
122. Houbiers JG, Brand A, van de Watering LM, 1998;176:462-466.
Hermans J, Verwey PJ, Bijnen AB, Pahlplatz
P, Eeftinck Schattenkerk M, Wobbes T, de 130. Titlestad IL, Ebbesen LS, Ainsworth AP, Lil-
levang ST, Qvist N, Georgsen J. Leukocyte-
Vries JE, Klementschitsch P, van de Maas
depletion of blood components does not
AHM. A randomized controlled trial com-
significantly reduce the risk of infectious
paring the prognosis of colorectal cancer
complications. Results of a double-blinded,
patients transfused with either leukocyte
randomised study. Int J Colorectal Disease.
depleted or buffy coat depleted blood.
2001;16:147-153.
Lancet. 1994;344:573-578.
131. van de Watering LM, Hermans J, Houbiers
123. Lange MM, van Hilten JA, van de Water-
JG, van den Broek PJ, Bouter H, Boer F,
ing LM, Bijnen BA, Roumen RM, Putter H,
Harvey MS, Huysmans HA, Brand A..
Brand A, van de Velde CJ. Leucocyte deple-
Beneficial effects of leukocyte depletion
tion of perioperative blood transfusion does
of transfused blood on postoperative com-
not affect long-term survival and recurrence
plications in patients undergoing cardiac
in patients with gastrointestinal cancer. Br
surgery: a randomized clinical trial. Circu-
J Surg. 2009;96:734-740.
lation. 1998;97:562-568.
124. Skanberg J, Lundholm K, Haglind H. Effects
132 Bracey AW, Radovancevic R, Nussmeier
of blood transfusion with leucocyte deple- NA. Leukocyte-depleted blood in open-
tion on length of hospital stay, respiratory heart surgery patients: effects on outcome.
assistance and survival after curative sur- Transfusion. 2002;42(Suppl):5S.
gery for colorectal cancer. Acta Oncologica.
2007;46:1123-1130. 133. Bilgin YM, van de Watering LM, Eijsman L,
Versteegh MI, Brand R, van Oers MH, Brand
125. van de Watering LMG, Brand A, Houbiers A. Double-blind, randomized controlled
JGA, Klein Kranenbarg WM, Hermans J, trial on the effect of leukocyte-depleted
van de Velde CHJ. Perioperative blood erythrocyte transfusions in cardiac valve
transfusions, with or without allogeneic surgery. Circulation. 2004; 109: 2755-2760.
368 leukocytes, relate to survival, not to cancer
134. Boshkov L, Chien G, VanWinkle D, Fur-
recurrence. Br J Surg. 2001;88:267-272.
nary AP, Wu Y, Grunkemeier G, Morris
126. Momburg F, Degener T, Bacchus E, Mold- CD. Prestorage leukoreduction of trans-
enhauer G, Hammerling GJ, Moller P. Loss fused packed red cells is associated with
of HLA-ABC and de novo expression of significant ongoing 1-12 month survival
HLA-D in colorectal cancer. Int J Cancer. benefit cardiac surgery patients. Blood
1986;37:179-184. 2006;108:578.
135. Connery CP, Toumpoulis IK, Anagnosto- rus (CMV) infection in seronegative solid
poulos CE, Hillel Z, Rahman FG, Katritsis organ transplant recipients receiving non-
D, Swistel DG. Does leukofiltration reduce leukoreduced blood products not screened
pulmonary infections in CABG patients? A for CMV antibody (1984-1996): Experience
prospective, randomised study with early at a single Canadian center. Transfusion.
results and mid-term survival. Acta Cardiol. 2002; 42: 396-402.
2005;60:285-293.
144. Laupacis A, Brown J, Costello B, Delage G,
136. Dzik WH, Anderson JK, O’Neill EM, Ass- Freedman J, Hume H, King S, Kleinman S,
man SF, Kalish LA, Stowell CP. A prospec- Mazzulli T, Wells G. Prevention of post-
tive randomised clinical trial of universal transfusion CMV in the era of universal
leukoreduction. Transfusion. 2002;42:1114- WBC reduction: a consensus statement.
1122. Transfusion 2001;41:560-569
137. van Hilten JA, van de Watering LM, van 145. Blajchman MA, Goldman M, Freedman
Bockel JH, van de Velde CJ, Kievit J, Brand JJ, Sher GD. Proceedings of a Consensus
R, van den Hout WB, Geelkerken RH, Rou- Conference: Prevention of Post-transfusion
men RM, Wesselink RM, Koopman-van CMV in the Era of Universal Leukoreduc-
Gemert AW, Koning J, Brand A.. Effects tion. Transfus Med Rev 2001;15:1-20
of transfusion with red cells filtered to
remove leukocytes: randomised controlled 146. Ferguson D, Hebert PC, Barrington KJ, Sha-
trial in patients undergoing major surgery. piro SH. Effectiveness of WBC reduction in
BMJ.2004;328:1281-1284. neonates: what is the evidence of benefit.
Transfusion. 2002;42:159-165.
138. Nathens AB, Nester TA, Rubenfeld GD,
Nirula R, Gernsheimer TB. The effects of 147. Ohto H, Ujiie N, Hirai K. Lack of differ-
leukoreduced blood transfusion on infec- ence of cytomegalovirus transmission via
tion risk following injury: a randomized the transfusion of filtered-irradiated and
controlled trial. Shock. 2006;26:342-347. nonfilteredirradiated blood to newborn
infants in an endemic area. Transfusion.
139. Vamvakas EC. White-blood-cell-containing
1999;39:201-205.
alloegenic blood transfusions and postop-
erative infection and mortality: an updated 148. Vamvakas EC. Is white blood cell reduc-
meta-analysis. Vox Sang. 2007;92:224-232 tion equivalent to antibody screening in
preventing transmission of cytomegalovirus
140. Blumberg N, Zhao H, Wang H, Messing
by transfusion? A review of the literature
S, Heal JM, Lyman GH. The intention-
and meta-analysis. Transfus Med Rev.
to-treat principle in clinical trials and
2005;19:181-199.
meta-analysis of leukoreduced blood
transfusions in surgical patients. Transfu- 149. Wu Y, Zou S, Cable R, Dorsey K, Tang
sion.2007;47:573-581. Y, Hapip CA, Melmed R, Trouern-Trend
141. Blumberg N, Heal JM, Gettings KF. WBC J, Wang JH, Champion M, Fang C, Dodd
reduction of RBC transfusions is associated R. Direct assessment of cytomegalovirus
with a decreased incidence of RBC alloim- transfusion-transmitted risks after universal
munization. Transfusion. 2003 Jul;43:945- laukoreduction. Transfusion. 2010;50:776-
952. 786.
142. Nielsen HJ, Hammer JH, Krarup AL, Nielsen 150. Ziemann M, Unmack A, Steppat D, Juhl D,
LM, Reimert CM, Pedersen AN, Dybkjaer E, Gorg S, Hennig BH. The natural course of
Partoft S, Alsbjørn B. Prestorage leukocyte primary cytomegalovirus infection in blood
donors. Vox Sang. 2010;99:24-33.
369
filtration may reduce leukocyte-derived
bioactive substance accumulation in pa- 151. Chu RW. Leukocytes in blood transfusion:
tients operated for burn trauma. Burns. adverse effects and their prevention. The
1999;25:162-170. Hong Kong Medical Journal 1999;5:280-284
143. Preiksaitis JK, Sandhu J, Strautman M. The 152. Césaire R, Kérob-Bauchet B, Bourdonné
risk of transfusion-acquired cytomegalovi- O, Maier H, Amar KO, Halbout P, Dehée
CAPÍTULO 18
Catalina Massa*
Resumen
El plasma se utiliza como material de
partida para la elaboración industrial de
medicamentos biológicos estratégicos
para el tratamiento de distintas enfer-
medades. Las materias primas destina-
das a la producción de medicamentos
derivados de la sangre deben responder
a estrictos requisitos de calidad que ga-
ranticen la eficacia, seguridad, calidad
y trazabilidad de los productos finales
obtenidos. Se describen las especifica-
ciones correspondientes a la obtención
de plasma a partir de sangre entera y de
aféresis, y se considera la clasificación
371
de los distintos tipos de plasma en fun-
* Magíster en Ciencias Químicas y en Ingeniería en
ción de las condiciones de obtención y
Calidad. Directora Ejecutiva. Laboratorio de He- conservación del mismo. Se definen es-
moderivados. Universidad Nacional de Córdoba. trategias dirigidas a aumentar la segu-
República Argentina. ridad de la materia prima destinada a
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Evolución de la medicina transfusional Plasma para fraccionamiento
Tabla 1. Diferencias entre el plasma recuperado de sangre entera y el obtenido por aféresis.
Plasma recuperado Plasma por aféresis
de sangre entera
Volumen (ml) 200 - 2801 450 -9002
374 Concentración de proteínas (g%)3 ≥5 ≥5
Actividad Factor VIII (UI/ml)4 ≥ 0.7 ≥ 0.7
Frecuencia de donación Entre 3 y 6 veces al año, Mayor frecuencia, según
según regulación nacional regulación nacional
1. Calculado a partir de unidad de sangre estándar de 450 ± 10 ml, colectados en 60 -70 ml de anticoagulante.
2. Se considera que no debe superar el 16% del volumen sanguíneo estimado para el donante6.
3. En general el plasma obtenido de sangre entera tiene mayor concentración proteica.
4. El plasma obtenido por aféresis tiene mayor actividad de Factor VIII.
• Tiempo que transcurre entre la colec- colecta por aféresis, permite obtener
ta de sangre entera y la separación mayor rendimiento proteico durante
del plasma: se ha observado que el fraccionamiento, y preservar el
cuanto menor es el tiempo entre la fi- Factor VIII. Cabe mencionar que el
nalización de la extracción de la san- punto crítico en la preservación de
gre hasta la separación del plasma, la actividad de este factor es la velo-
menor es la pérdida de actividad del cidad de congelamiento del plasma.
Factor VIII. Para garantizar su máxi- Se ha demostrado que la pérdida de
mo rendimiento, el tiempo entre la actividad de Factor VIII es mayor
colecta y la separación del plasma cuando el tiempo de congelamiento
no deberá superar las 6-8 horas, ya es superior a una hora. Para obtener
que hay evidencia de que la sangre un máximo rendimiento de este
almacenada 24 horas a 22°C pierde factor, el plasma se debe congelar
entre 15% y 20% de la actividad del a temperaturas iguales o menores a
Factor VIII inicial.10,12 -30°C. El procedimiento de conge-
• Condiciones de congelamiento de lamiento óptimo debe estar dirigido
la unidad de plasma: la farmacopea a obtener una rápida velocidad de
europea15 establece que el plasma enfriamiento, de tal manera que el
destinado a la producción industrial corazón de la unidad obtenga una
de proteínas lábiles (Factor VIII) temperatura igual o menor a -30°C
debe ser congelado rápidamente dentro de los 60 minutos7. La expe-
dentro de las veinticuatro horas de riencia muestra que con los equipos
colectado, a una temperatura de de congelamiento normalmente
-30°C, en condiciones validadas usados en los establecimientos de
para asegurar que el corazón de la sangre, los cuales trabajan a una
unidad alcanza los -25°C o menos, temperatura de -20 ± 2°C, este pro-
dentro de las doce horas de inicio ceso puede tardar varias horas. Por
de su congelamiento; y que para la lo tanto, para obtener plasma con
producción de proteínas estables una óptima actividad de Factor VIII
(albúmina e inmunoglobulinas) debe normalmente se requieren equipos
congelarse a una temperatura de -20 de frío que alcancen temperaturas
°C o menor, dentro de las 72 horas significativamente más bajas (entre
si se trata de plasma de aféresis, y -60 °C y -80 °C). El procedimiento
dentro de las veinticuatro horas si es de congelamiento debe garantizar
plasma recuperado de sangre entera. la máxima exposición de la unidad
Se ha observado que se obtienen de plasma a la fuente de frío, exten-
mejores resultados cuando se acorta diendo la superficie plana de la bolsa
el tiempo entre la colecta y el conge-
375
sobre la superficie del equipo o por
lamiento.11,16,17 El plasma congelado inmersión en un entorno a muy bajas
de manera inmediata, una vez sepa- temperaturas.7 Se ha observado que
rado de los elementos celulares de la no se obtienen resultados satisfac-
sangre o una vez finalizado el proce- torios cuando se ponen a congelar
dimiento de extracción en el caso de simultáneamente varias unidades de
Esta clasificación normalmente conside- – Contenido de Factor VIII < 0.7 UI/ml.
ra el método de obtención del plasma, – En todos los casos la temperatura de
el contenido de factor VIII, el intervalo almacenamiento deberá ser < -20°C
entre la colecta y el congelamiento y la • Plasma hiperinmune, corresponde
temperatura de congelamiento y alma- a plasma con alto título de anticuer-
cenamiento. pos contra determinados agentes
La clasificación básica considera cuatro infecciosos. Está destinado a la
tipos de plasma: elaboración de inmunoglobulinas
• Plasma apto para la producción específicas tales como gamaglobu-
de proteínas estables (albúmina e linas anti Rho, anti hepatitis B y
inmunoglobulinas) y componentes antitetánica, entre otras.
lábiles (Factor VIII), el cual debe Este tipo de plasma normalmente es
cumplir los siguientes requisitos: obtenido a partir de poblaciones de
– Método de obtención: aféresis donantes con alto título anticuerpos,
– Contenido de Factor VIII ≥ 0.7 UI/ como resultado de la inmunización
ml profiláctica previa para algún agente
– Unidad separada y congelada dentro infeccioso, o a través del escreening
de las 6 – 8 h de colectada del título de anticuerpos de las uni-
– Temperatura de congelamiento ≤ dades individuales, o por programas
-30°C de inmunización activa de planteles
• Plasma apto para la producción de donantes.
de proteínas estables y bajo ren- Las unidades de plasma hiperinmu-
dimiento de componentes lábiles ne deben cumplir con los requeri-
(Factor VIII), el cual debe cumplir mientos establecidos para plasma
los siguientes requisitos: destinado a producción de proteínas
– Método de obtención: plasma recu- estables y además responder a una
perado de sangre entera. potencia mínima de anticuerpos
– Contenido de Factor VIII ≥ 0.7 UI/ especificada por el fraccionador.
ml. Cabe mencionar que la clasificación
– Unidad separada y congelada dentro del plasma utilizado para la elabo-
de las 6 – 8 h de colectada. ración industrial de medicamentos
– Temperatura de congelamiento ≤ varía según la experiencia de los
-30°C. diferentes fraccionadores y las re-
• Plasma apto para la producción gulaciones nacionales respecto a la
de proteínas estables, el cual debe definición de las distintas categorías
cumplir los siguientes requisitos: de plasma.
– Método de obtención: plasma recu-
377
perado de sangre entera. Mantenimiento de la cadena
– Unidad separada y congelada pos-
terior a las 8 h y hasta las 72 h de
de frío
colectada. Se debe garantizar el mantenimiento
– Temperatura de congelamiento de la cadena de frío durante el conge-
≤-20°C. lamiento, almacenamiento, transporte
y conservación del mismo por el frac- – Rotulado: Las unidades deben ser
cionador. rotuladas con los siguientes datos:
La farmacopea europea15 indica que P Identificación del establecimiento
el plasma debe ser almacenado y trans- proveedor del plasma.
portado a una temperatura de -20°C o P Identificación del donante: debe
menor, y que si por razones accidentales haber un sistema seguro de identifi-
se supera esta temperatura en una o más cación del donante, bolsa principal,
oportunidades durante el almacena- bolsas satélites, muestras y docu-
miento o transporte, el mismo continúa mentación.
siendo apto para fraccionamiento si se P Fecha de extracción.
respetan las siguientes premisas: P Nombre del producto.
– El período durante el cual la tempe- P Fecha de vencimiento.
ratura fue mayor a -20°C no supera P Temperatura promedio de almace-
las 72 h. namiento.
– La temperatura no superó los -150C P Volumen o peso
en más de una ocasión. P Nombre y volumen del anticoagu-
– La temperatura en ningún caso su- lante.
peró los -5°C. P En función de las regulaciones na-
cionales y de los requerimientos del
fraccionador se podrá solicitar el
Requisitos de calidad del
agregado al rótulo de datos adiciona-
plasma para fraccionamiento les como el resultado del escreening
En general, todos los fraccionadores serológico, entre otros.
coinciden en que toda unidad de plas- – Control serológico: Cada unidad de
ma utilizada para fraccionamiento pro- plasma debe ser enviada al fraccio-
teico debe cumplir, como mínimo, los nador acompañada del certificado
siguientes requisitos generales: de controles serológicos no reactivos
– Origen. El plasma debe ser colecta- para el antígeno de superficie del
do en instituciones habilitadas por virus de la hepatitis B (HBsAg), anti-
la autoridad regulatoria nacional y cuerpos contra el virus de la hepati-
debe provenir de donantes volunta- tis C (anti HCV) y anticuerpos contra
rios sanos. el virus de la inmunodeficiencia
– Envase: La sangre o el plasma de- humana 1 y 2 (anti HIV 1 y 2).15 Las
ben ser colectados en un sistema determinaciones correspondientes
de bolsas de plástico estéril, o de deben llevarse a cabo a través de
otro material aprobado para tal fin, métodos de última generación, de
a través de un circuito cerrado her- sensibilidad y especificidad adecua-
378 das con uso de reactivos aprobados
méticamente. El envase utilizado
debe poseer número de lote, con por la autoridad regulatoria nacional
el fin de permitir la trazabilidad a y aceptados por el fraccionador.
cada unidad de plasma y estar apro- Algunos fraccionadores procesan
bado por la autoridad regulatoria unidades de plasma reactivas para
nacional. anti-core de virus de hepatitis B. En
19
Aseguramiento de calidad pérdida de trazabilidad en alguna etapa
del proceso y transmisión de enferme-
El centro de colecta debe contar con un
dades, entre otras posibles situaciones
sistema de aseguramiento de calidad
que se pueden presentar.
que incluya la organización institucio-
Los principios básicos de las BPM
nal, personal, instalaciones, materiales
dirigidos a evitar la ocurrencia de erro-
y equipos, documentación, manejo de
res durante la obtención del plasma, se
donantes, preparación de hemocompo-
basan en la consideración de los siguien-
nentes, almacenamiento, conservación,
tes factores:
distribución, monitoreo de la calidad,
P Organización institucional: se debe
ensayos de laboratorio, reclamos y reti-
contar con un organigrama funcio-
ro de productos. Además, este sistema
nal de la organización, con la corres-
deberá contemplar la toma de medidas
pondiente descripción de funciones
preventivas y correctivas, el control de
y responsabilidades, fundamental-
cambios o modificaciones de procesos
mente aquellas relacionadas con la
o procedimientos y la realización de
calidad.
auditorías y autoinspecciones.
P Recursos: se deben proveer todos
El sistema de aseguramiento de la
los recursos necesarios para llevar a
calidad debe basarse en los principios
cabo las operaciones en condiciones
de las Buenas Prácticas de Manufactura.
adecuadas, lo cual incluye personal
calificado y entrenado, instalaciones
Buenas prácticas y equipamiento adecuados, materia-
de manufactura20,21 les apropiados y condiciones segu-
ras de almacenamiento y transporte.
Las BPM permiten garantizar que los
P Documentación: todos los procesos
productos obtenidos son consisten-
involucrados en la obtención del
temente elaborados y controlados de
plasma deben estar claramente defi-
acuerdo con normas establecidas de
nidos en procedimientos de trabajo
calidad. La aplicación de las BPM en
aprobados, estandarizados y vali-
todas las etapas del proceso, desde la
dados, los cuales se deben revisar
selección del donante hasta el envío
periódicamente.
del plasma al fraccionador, asegura la
P Registros: todos los datos corres-
obtención de productos de la calidad y
pondientes a donantes, procesos
seguridad viral requeridas.
productivos y resultados de ensayos
La aplicación de las BPM en los esta-
de laboratorio deben quedar debida-
blecimientos destinados a la obtención
mente registrados e identificado el
de hemocomponentes, está dirigida a
personal responsable de los mismos.
382 disminuir los riesgos inherentes a la
En el caso de los ensayos de labora-
manipulación de unidades de origen
torio se deben conservar los datos
biológico, tales como contaminación
crudos correspondientes.
microbiológica de los productos ob-
P Equipos: todos los equipos deben
tenidos, ocurrencia de errores en la
ser calificados y calibrados antes de
identificación de donantes y unidades,
ponerlos en uso. Se debe definir una
20. PIC/S GMP Guide for Blood Establishments. data requirements for a plasma master file.
2007. Disponible en: http://www.picscheme. Agencia Europea de Medicamentos. Lon-
org. don. 2006. Disponible en: http://www.ema.
europa.eu/ema
21. Scharer C. Good practice in plasma collec-
tion and fractionation. ISBT Science Series. 24. Committee for Medicinal Products for Hu-
2010; 5: 95-98. man Use (CHMP). Guideline on the scientific
data requirements for a plasma master file.
22. Committee for Medicinal Products for Hu-
Annex 1. Agencia Europea de Medicamen-
man Use (CHMP).Guideline on requirements
tos. London. 2006.
for plasma master file certification. Agencia
Europea de Medicamentos. London. 2006. 25. Federación Mundial de Hemofilia. Fraccio-
Disponible en: http://www.ema.europa.eu namiento por contrato. 2004. Disponible en.
http://www.wfh.org
23. Committee for Medicinal Products for Hu-
man Use (CHMP). Guideline on the scientific
386
CAPÍTULO 19
Inmunoglobulinas
(Anticuerpos)
Estructura, función
y aplicaciones médicas
María D. Gudiño*
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección II - Componentes y derivados sanguíneos Inmunoglobulinas (Anticuerpos) Estructura, función y aplicaciones médicas
Figura 1. Esquema de la IgG. Las cuatro cadenas están unidas por enlaces covalentes disulfídicos (S-S)
VL y VH son las regiones variables de las cadenas L y H. Ch1, CH2 y CH3 son las regiones constantes
de las cadenas H. CL es la región constante.
tante para producir una molécula de (monómeros) con diez sitios que pueden
RNA mensajero que codifique la cadena combinarse con los antígenos, aunque
completa del polipéptido. Por medio de solo cinco están realmente disponibles
varias combinaciones de segmentos de para combinarse con éstos. Cada pen-
genes heredados que codifican las re- támero de IgM contiene una copia de
giones VL y VH, los vertebrados pueden otra cadena de polipéptido, llamada
producir miles de diferentes cadenas cadena J (“joining”). Este polipéptido
livianas y miles de cadenas H diferentes
accesorio es producido por las células
que se pueden asociar y formar millones
secretoras de IgM. (Véase Figura 2). En
de moléculas de anticuerpo. Esta gran
estudios de microscopio electrónico,
variedad de combinaciones recibe el
algunas moléculas de IgM aparecen con
nombre de diversidad combinatoria. 2
una morfología de pez estrella con cinco
El proceso de recombinación y mu-
tación está muy regulado, de forma que brazos. Se piensa que ésta debe ser la
cada linfocito B sólo expresa un gen forma original de la IgM y que la forma
reordenado de la cadena H y otro de la con diez brazos puede ser un artefacto
cadena L. Así, cada linfocito produce un presente durante la preparación del
tipo único de anticuerpo. material para los estudios.5
Propiedades de las
inmunoglobulinas
Inmunoglobulina M
Esta glucoproteína es el primer anticuer-
po producido por los linfocitos B en
maduración y la primera en detectarse
en la respuesta inmune primaria. Los
precursores inmediatos de las células
B (células pre-B), producen primero
cadenas µ que se acumulan en la célula
y luego comienzan a sintetizar las cade- Figura 2: Esquema de la molécula de IgM que
nas livianas. Las cadenas µ se combinan demuestra la cadena J (esquema modificado
con las cadenas livianas para formar de Abbas AK, Lichtman AH y Pober JS. Cellular
los monómeros de cuatro cadenas. El and Molecular Inmunology. Philadelphia, PA. W.B.
componente de dos cadenas µ con dos Sauders. 1994).
cadenas livianas se inserta dentro de la
392 membrana plasmática donde funciona
como receptor para el antígeno. A este El efecto biológico más importante
punto, las células se han transformado de la IgM es que puede fijar comple-
en linfocitos B y pueden responder a mento, lo cual hace que sea un agente
antígenos. 2 muy potente en combatir invasiones
La forma secretada de IgM es un microbianas, ya que intensifica los
pentámero formado por cinco unidades mecanismos de defensa inflamatorios y
fagocíticos y puede lisar las células por- desencadena un ataque bioquímico que
tadoras de antígenos. La IgM secretada destruye los microorganismos. Por lo
se limita a la circulación sanguínea y no menos dos moléculas de IgG se requie-
cruza la placenta. ren para la activación del complemento
comparada con una molécula de IgM,
Inmunoglobulina G que tiene cinco regiones Fc. 2
La IgG es el isotipo más estudiado en
cuanto a estructura y función. Los an- Inmunoglobulina A
ticuerpos de esta clase se producen du- La IgA se encuentra en poca concentra-
rante la respuesta inmune secundaria y ción en la sangre pero se ubica en áreas
constituyen la Ig principal de la sangre. de la mucosa del intestino, del tracto
En respuesta a una infección, la región respiratorio y del genitourinario donde
Fc de las moléculas de IgG se une a los previene la colonización de patógenos.
receptores específicos de las células fa- También se halla en la leche materna,
gocíticas como macrófagos y neutrófilos, saliva, y lágrimas. Debido a su presencia
lo cual aumenta la eficacia con la cual cerca de las membranas externas, la IgA
las células fagocíticas pueden injerir y secretora constituye una primera línea
destruir los microorganismos infeccio- de defensa contra microorganismos en
sos revestidos con IgG. 2 Estos recepto- el ambiente externo donde protege la
res de anticuerpos encontrados en las penetración de bacterias y virus. La IgA
células blanco o diana también guían también parece controlar la hipersen-
a los linfocitos naturales asesinos, NK sibilidad al combinarse con antígenos
(Natural Killers) a ayudar a destruir los ambientales y formar complejos que se
microorganismos recubiertos con IgG. eliminan cuando se excretan las secre-
En estudios de microscopía electró- ciones de superficie. Estos complejos
nica, la IgG demuestra tener una morfo- pueden activar el complemento a través
logía con “brazos” de la “Y” muy flexi- de la vía alternativa. La IgA existe como
bles y con un rango entre una “T” (180°) monómero de cuatro cadenas o también
a una “Y” (cerca de 0°). 5 La estructura como dímeros. En las secreciones, las
de las cuatro subclases de la IgG difiere moléculas de IgA son dímeros que con-
principalmente en las características de tienen una cadena J única, similar a la
la región bisagra y el número de enlaces descrita con la molécula pentamérica de
disulfídicos entre las cadenas pesadas. la IgM y una cadena de glucoproteína
Las funciones biológicas, como la fija- adicional denominada pieza de secre-
ción de complemento, la capacidad de ción o SC (secretory component).
atravesar la placenta y la vida media Los dímeros de IgA toman la pieza
también son distintas lo cual depende de secreción en la superficie de las cé- 393
del tipo de subclase. (Véase el Cuadro 1). lulas epiteliales de la capa superficial
La función más conocida de la IgG del intestino, los bronquios o de los
es la activación del complemento vía conductos lagrimales, salivares o de la
cascada clásica. La región Fc de la IgG leche. La pieza de secreción es sintetiza-
puede fijar y activar el primer compo- da por las células epiteliales y se queda
nente del sistema del complemento, que inicialmente en la parte externa (no
en el lado del lumen) de estas células, la vida es siempre muy baja. En caso
donde sirve como receptor del dímero de una infección crónica, la IgD puede
obligatorio de la IgA.2 Los complejos que estar elevada, pero hasta la fecha no se
se forman como resultado de esta unión ha asociado ningún aumento específico
son ingeridos por medio de endocitosis de IgD con una enfermedad particular
y transferidos a través del citoplasma y tampoco se le ha asignado un papel
de la célula epitelial en la forma de una biológico específico como anticuerpo
vesícula de la membrana, la cual se humoral. La IgD de superficie es un mar-
funde con la membrana del plasma en cador para los linfocitos B maduros, y
el lado del lumen de la célula epitelial. su papel como receptor ha sido general-
El receptor de IgA que queda unido a mente aceptado aunque la naturaleza y
la molécula de IgA después de algunas el propósito de la señal que él transmite,
reacciones enzimáticas es liberado al son todavía controversiales.2 La IgD no
lumen y constituye el componente se- fija complemento, no cruza la placenta,
cretorio de la IgA. De tal manera que y no se acopla a células por medio de
el ensamble completo de la molécula su región Fc (Véase Cuadro 1). La forma
dimérica de la IgA es producto de la secretada de IgD no tiene la estructura
síntesis de dos tipos de células, las epite- química necesaria para unirse a la su-
liales y las plasmáticas.2 El componente perficie de los linfocitos B.
secretorio también puede proteger el
dímero de IgA de enzimas proteolíticas Inmunoglobulina E
en las secreciones. De todas las Igs, la IgE se encuentra en la
concentración más baja en la sangre y se
Inmunoglobulina D presenta como monómeros fuertemente
unidos a la membrana de los granuloci-
La IgD se halla en cantidades minúscu-
tos basófilos (mastocitos cuando están
las en la sangre, pero es una inmunog-
presentes en los tejidos). Estas células
lobulina muy importante presente en la
tienen un receptor de gran afinidad
mayoría de los linfocitos B vírgenes (no
para la cadena pesada de la IgE. La IgE
estimulados), especialmente en recién
es responsable por la hipersensibilidad
nacidos. Durante el curso de la madu-
inmediata que se ve en el asma, la fie-
ración de los linfocitos B, estas células
bre del heno y reacciones anafilácticas
sintetizan y exhiben las moléculas de
sistémicas. Como con la IgA, la IgE se
IgD, así como las moléculas de IgM.2
produce principalmente en el revesti-
Se ha demostrado que la IgD activa
miento interno del tracto respiratorio
los granulocitos basófilos y mastocitos
y digestivo como parte del sistema
(cuando están presentes en los tejidos)
394 para producir factores antimicrobianos.
secretorio externo del anticuerpo. 2 La
IgE no cruza la placenta y los complejos
La IgD suele detectarse en suero
de IgE-antígeno no fijan complemento.
aproximadamente a los seis meses de (Véase Cuadro 1).
edad, y su concentración a través de
Prevención y riesgos
de la transfusión
401
CAPÍTULO 20
Estado actual de la
Hemovigilancia
Eduardo Muñiz Díaz*
Historia y evolución de la
Hemovigilancia
Dieciocho años después de la creación
en Francia del primer sistema de He-
movigilancia (HV), la HV europea ha
alcanzado su mayoría de edad. Los paí-
ses miembros de la Unión Europea (UE)
han puesto a punto un sistema de HV y
se avanza en lo que debería devenir un
sistema europeo de HV sostenido sobre
criterios y directrices comunes. Para-
lelamente, la preocupación por el uso
óptimo de la sangre y los componentes
sanguíneos también se ha ido desarro- 403
llando, y en algunos países la tutela
* Jefe de la División de Inmunohematología. Banc de
sobre este uso adecuado se realiza con
Sang i Teixits. Barcelona, España. Presidente de la
Comisión de Hemovigilancia de Cataluña, España. el propio sistema de HV. Consolidado,
Asesor del Ministerio de Sanidad (Madrid) para la aunque con diferentes grados, el hábito
Hemovigilancia en Europa. Miembro del “Working
group on definitions” de la Comisión Europea, Bru- de notificar las reacciones y efectos ad-
selas, Bélgica. versos de la transfusión sanguínea, se ha
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección III - Prevención y riesgos de la transfusión Estado actual de la hemovigilancia
abierto una nueva etapa en la que HV y siendo modelos de referencia en los que
uso óptimo apuestan por un desarrollo se han basado los programas de HV que
común en el que las múltiples sinergias posteriormente han ido implementando
entre uno y otro proceso impacten posi- otros países dentro y fuera de Europa.2
tivamente en la calidad y seguridad de
los componentes sanguíneos y del acto Tabla 1. Objetivos de la Hemovigilancia.
transfusional.1 1. Conocer las reacciones y efectos adversos de la
El término HV fue por primera vez transfusión (pacientes, donantes, componentes
sanguíneos), su prevalencia y las causas res-
utilizado en Francia en 1991 en analogía
ponsables de los mismos.
al término ya existente de “farmacovigi-
2. Conocer, en cada momento, la parte o las partes
lancia”. Deriva del vocablo griego hema de la cadena transfusional más vulnerables.
(sangre) y del vocablo latino vigilans (vi-
3. Introducir las acciones correctoras y preventi-
gilancia). A finales de los años ochenta vas pertinentes.
la creciente preocupación por las enfer- 4. Disponer de un documento de referencia,
medades transmisibles por transfusión respetado por nuestras autoridades sanitarias
condujo en Francia a crear unos comités que contribuya a establecer periódicamente
de transfusión, encargados de tutelar el una política racional de asignación de recursos
(económicos, técnicos y humanos) de acuerdo
proceso de la transfusión y la seguridad con las necesidades reales detectadas por el
transfusional. Estos comités sentaron programa de Hemovigilancia.
las bases que hicieron posible tres años
más tarde, en 1994, establecer el primer En España hizo falta que las dieci-
sistema estatal de HV (http://afssaps. siete comunidades autónomas (CCAA),
sante.fr). El objetivo fundamental de la que tienen transferidas las competencias
HV era y es detectar y analizar cualquier sanitarias desde el gobierno central, im-
reacción o efecto adverso de la transfu- plementaran su propio sistema de HV
sión para poder implementar medidas para poder hablar de un sistema estatal
correctoras que impidan, siempre que de HV, y que no es más que la suma de
sea posible, su recurrencia (Tabla 1). los distintos programas autonómicos de
Dos años después, en 1996, se crea HV.3 En 2004 España presentó su primer
en el Reino Unido el sistema de HV informe de HV en el escenario europeo,
que conocemos como SHOT (Serious pero todavía con datos parciales, porque
Hazards Of Transfusion) (http://www. no fue hasta 2009 cuando se sumó la
shotuk.org). A diferencia del sistema última comunidad autónoma (CA) al
francés –más complejo en su estructura, sistema estatal de HV. El Ministerio de
gubernamental y de notificación obliga- Sanidad, como autoridad competente
toria–, el sistema SHOT aboga por un en Europa, ha venido coordinando los
404 modelo no gubernamental patrocinado distintos programas, elaborando un
por los colegios profesionales y las so- informe anual y suministrando a la
ciedades científicas, una estructura más Comisión Europea (CE) los datos que
simple y la notificación voluntaria de regularmente se solicitan. Aunque el
tan sólo las reacciones y efectos adversos grado de implantación y el avance de la
graves de la transfusión. Aunque muy HV en las diversas CCAA ha sido y es
diferentes, ambos sistemas han venido heterogéneo, podemos considerar que la
que pueden producirse a lo largo de que sufren los donantes y los incidentes
toda la cadena transfusional, desde la que se producen durante los procesos
extracción de sangre y componentes de selección del donante, extracción,
sanguíneos hasta el seguimiento de los análisis, procesamiento y distribución
receptores, todo ello con el objetivo de
de la sangre.
prevenir y tratar su aparición o recu-
La experiencia ha demostrado que
rrencia”.
A menudo los sistemas de HV co- el buen funcionamiento y desarrollo de
mienzan centrando su atención en las un programa de HV entraña una serie de
reacciones y efectos adversos de la elementos que deben ser tenidos muy
transfusión, pero el objetivo final es en cuenta, en especial al establecer las
abarcar también las complicaciones bases del programa (Tabla 3):
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2003 2004 2005 2006
All reports of TRALLI ( ; n = 195) and deaths ; n= 40) from 1996 through 2006
inclusive. Reporting years from 1996 until 2000 each cover 12 months from october
1 until september 30; 2001 covers 15 months from october 1, 2001, to december 31,
2002; 2003 and subsequently cover calendar years.
TRANSFUSION 2009;49:440-452
Figura 2. Evolución de la morbilidad y mortalidad por LPA-AT en el Reino Unido en el período 1996-2006. La
medida fue introducida en octubre de 2003 y a partir de 2004 se observa una marcada disminución del número
de casos y de las muertes producidas por esta complicación.
Tabla 4. Número de casos de LPA-AT en Cataluña (España) producidos según el tipo de componente
sanguíneo en los períodos 2003-2008 y 2009-2010, respectivamente. Con la transfusión exclusiva
de plasma de donante de sexo masculino se observa en el periodo 2009-2010 la total desaparición
de los casos de LPA-AT producidos por plasma.
No. Multicompo-
Periodo Plasma Plaquetas Hematíes Tasa
Casos nentes
Éxitus 1 6 4
una HV activa que nos lleve a la cabecera innecesarias e inseguras que se reali-
del paciente para controlar cada trans- zan, lo que es contrario al “uso óptimo,
fusión y el destino final de cada com- si entendemos como tal el uso seguro,
ponente. El uso apropiado de la sangre eficaz y eficiente de la sangre y los com-
y de los componentes sanguíneos ya ha ponentes sanguíneos15,16 (Figura 3). La
sido adoptado por la IHN como uno de tasa 2010 de errores en la administración
los temas prioritarios para los próximos de componentes sanguíneos indica que
años; una decisión previsible y necesaria en España 1 de cada 13.000 componen-
una vez arraigado el hábito de detectar, tes sanguíneos y en Reino Unido en 1
registrar y analizar cuáles son las prin- de cada 5.000 componentes sanguíneos
cipales reacciones y efectos adversos de no tuvo el uso seguro, eficaz y eficiente
la transfusión sanguínea.1 En un foro de esperado (Tabla 6). Por otra parte, el
la revista Vox Sanguinis15 se interrogó nivel de trazabilidad conseguido por
recientemente a dieciséis países del un servicio hospitalario de transfusión
mundo –nueve de ellos europeos, in- también es un índice del grado de uso
cluida España– sobre la conveniencia de óptimo adoptado. Pero es que, además,
incorporar el “uso óptimo al programa una buena selección de indicadores de
de HV del país. Tres países (Irlanda, Ho- uso óptimo incorporados a un nuevo
landa y Bélgica) ya lo habían efectuado, formulario de HV podría informarnos
y los restantes países, con la excepción regularmente de la evolución del uso
de tres que no se lo habían planteado, óptimo en el ámbito hospitalario, lo
consideraban que la sinergia entre HV cual permitiría implementar medidas
y uso óptimo podía rendir excelentes correctoras y recomendaciones acordes
resultados en aras de seguir mejorando con los resultados observados.
la calidad de la transfusión sanguínea. En el curso de los últimos años se
Ciertamente, los programas de HV tie- han ido desarrollando otros sistemas
nen el hábito de coleccionar y analizar similares al de HV para velar por la
la información y de introducir medidas seguridad y calidad de otros productos,
correctoras de acuerdo con los resul- como las células progenitoras, los tejidos
tados de los informes que anualmente y los órganos empleados para transplan-
se elaboran. Este marco puede ayudar te.1 El término “biovigilancia” se acuñó
a desarrollar e implementar estrategias en Estados Unidos para referirse a esta
de “uso óptimo de los componentes nueva actividad (http://aabb.org/pro-
sanguíneos y posteriormente a evaluar grams/biovigilance), que se ha nutrido
la eficacia de las medidas implemen- de la experiencia organizativa y funcio-
tadas. En su estructura actual los pro- nal de la HV para su implementación y
desarrollo.
414 gramas de HV ya recaban información
Una de las posibles reflexiones a rea-
estrechamente ligada al uso óptimo, ya
que los errores de administración, de lizar cuando la HV europea ha alcanzado
prescripción y de conservación de los su mayoría de edad es que actualmente
componentes sanguíneos que se recogen disponemos de componentes sanguí-
y analizan nos dan una medida de las neos muy seguros, por lo menos en los
transfusiones erróneas, inapropiadas, países más desarrollados, pero la trans-
Figura 3. Relación entre Hemovigilancia y uso óptimo. Los errores de administración, prescripción y conserva-
ción de los componentes sanguíneos recogidos por el programa de hemovigilancia nos informan de las transfu-
siones eróneas, innecesarias, inapropiadas e inseguras que se realizan, y ésta es una medida del grado de uso
óptimo alcanzado.
415
fusión sanguínea, el acto transfusional turo, sino el mayor, es conseguir que la
y todo lo que acontece en el escenario calidad y la seguridad de la transfusión
hospitalario todavía no ha alcanzado el sanguínea sea equiparable a la de los
mismo grado de seguridad. No hay duda componentes sanguíneos que hoy en
de que uno de los grandes retos del fu- día producimos.
2. Faber JC. Worldwide overview of existing 10. Stainsby D. Haemovigilance, not just a
haemovigilance systems. Transfus Aphers register. The impact of transfusion safety
Sci 2004; 31: 99-100. initiatives in the UK. ISBT Science Series
2007; 2: 189-193.
3. Muñiz Diaz E. Hemovigilancia. En Estándares
de acreditación en transfusión sanguínea. 11. Chapman CE, Stainsby D, Jones H, Love E,
Editado por Asociación española de Hema- Massey E, Win N et al. Ten years of hemov-
tología y Hemoterapia. Acción Médica, edito- igilance reports of transfusion-related acute
rial. Barcelona 2006. lung injury in the United Kingdom and the
impact of preferential use of male donor
4. Directive 2002/98/CE setting standards of
plasma. Transfusion 2009;49(3): 440-452.
quality and safety for the collection, testing,
processing, storage and distribution of hu- 12. Pérez M. Informe estatal de Hemovigilancia
man blood and blood components. Official 2010.
J Eur Communities, 8/2/2003. 13. Steering group. Serious Hazards of Transfu-
5. Directive 2005/61/EC as regards traceability sion (SHOT). Annual Report 2010.
requirements and notification of serious 14. Agencie française de sécurité sanitaire des
adverse reactions and events. Official J Eur produits de santé (AFSSAPS) . Rapport an-
Communities, 1/10/2005. nuel dHémovigilance 2010.
6. Faber JC. Work of the European Haemov- 15. Reesink HW, Panzer S, González CA, Lena N,
igilance Network (EHN). Transfus Clin Biol Muntaabski P, Gimbatti S et al. Haemovigi-
2004;11:2-10. lance for the optimal use of blood products
7. Andreu G, Morel P, Forestier F, Debeir J, in the hospital. Vox Sang 2010;99:278-293.
Rebibo D, Janvier G et al. Haemovigilance 16. McClelland B, Contreras M. Appropriate-
network in France: organization and analysis ness and safety of blood transfusion. BMJ
of immediate transfusion incident reports 2005;330:104-405.
from 1994 to 1998. Transfusion 2002; 42:
1356-1364.
416
CAPÍTULO 21
Importancia clínica
y prevención de la
aloinmunización
de eritrocitos
Armando Cortés Buelvas*
Importancia clínica
Los pacientes expuestos a los antígenos
eritrocitarios por transfusión, embarazo o
trasplante pueden producir anticuerpos
contra los aloantígenos expresados en
los eritrocitos. Durante los trasplantes de
órganos sólidos se emplea la inmunosu-
presión farmacológica para prevenir el
rechazo del injerto; en contraste, esta me-
dida no se utiliza durante la exposición a
aloantígenos en la transfusión de sangre.
Hoy en día, la práctica de la transfusión
417
sanguínea es el único escenario clínico
* Patólogo Clínico. Profesor Titular y Jefe del Depar- en el que los pacientes están expuestos
tamento de Patología, Escuela de Medicina, Uni-
versidad del Valle, Cali. Director Hemocentro del de manera rutinaria a aloantígenos hu-
Valle del Cauca, Cali. Director Servicio de Transfu- manos, sin la precaución de prevenir la
sión Hospital Universitario del Valle, Cali, Colom-
aloinmunización.
bia.
Varios estudios relacionan la RHT causa desconocida que puede dar lugar
como una complicación clínica menor a cambios de antibióticos y de la línea
en la mayoría de las situaciones.5-7 Por el venosa central, estudios por imágenes,
contrario, hay informes de casos y series e inclusive cirugías de exploración.12-14
que documentan la gravedad de la RHT No existe hasta hoy ninguna in-
y los efectos perjudiciales que empeoran vestigación prospectiva que presente
la condición clínica de los pacientes y las diversas complicaciones clínicas e
producen o contribuyen a la muerte.8-11 intervenciones resultantes de la aloin-
Con frecuencia, el paciente que expe- munización eritrocitaria.
rimenta una RHT padece de enfermeda- La frecuencia reportada de aloin-
des concomitantes subyacentes críticas, munización de eritrocitos varía consi-
y la RHT agrava la condición clínica y en derablemente y se ha estimado del 2%
418 ocasiones puede motivar el uso de pro- al 21%.15-20
cedimientos para aclarar el diagnóstico Una gran dificultad puede surgir
y recibir terapias invasivas o agresivas, cuando se produce la aloinmunización
que representan un riesgo mayor. Es el a múltiples antígenos de eritrocitos; el
caso de situaciones como la investiga- manejo clínico de esta situación requie-
ción de una fiebre postoperatoria, dis- re una estrecha cooperación entre los
minución del hematocrito, o ictericia de servicios clínicos y el banco de sangre.
90%
13.1
80%
Percent of HTR deaths reported ti the US
70%
FDA because of ABO vs. non-ABO
8.5
60%
incompatibility
ABO
50%
5.5 Non-ABO
40%
30%
20% 2.7
10%
0%
1976-1985 2005-2008
Figura 1. Muerte por RHA asociada a transfusión (1976-2008) informadas a Food Drugs Administration (FDA) en
420 Estados Unidos de América (USA)
Tomado de: Vamvakas EC, Blajchman MA. Blood Still Kills: Six Strategies to Further Reduce Allogeneic Blood Transfusion-
Related Mortality Transfusion Medicine Reviews, 2010, 24 (2): 77-124.29
inmune innato para que pueda haber los aditivos en las bolsas para colectar
un desarrollo de la respuesta inmune productos sanguíneos; en general, se
adaptativa. Por lo general, la inmuni- considera que es posible que la “lesión
dad innata se activa por la exposición a por almacenamiento” contribuya a la
estímulos químicos presentes en los pa- activación inmune.72 Desafortunada-
tógenos microbianos, pero ausentes en mente aún las unidades a transfundir
los tejidos humanos.69 De esta manera, no son monitorizadas para inductores
el sistema inmunológico distingue los de inflamación o de la inmunidad in-
antígenos extraños que no deben incitar nata, pero se conoce que en pacientes
una respuesta inmune y los antígenos con ECF; un alto nivel IL-10 y bajo de
extraños que probablemente represen- Interferon-gamma reduce el riesgo de
tan entidades peligrosas como son las aloinmunización, y se ha observado un
bacterias patógenas. Algunas unidades incremento de IL-4 en linfocitos CD4+
de eritrocitos se pueden contaminar en individuos respondedores.77 No se
con bacterias. Aunque el desarrollo de ha definido aún si estas sustancias se
las pruebas de detección rápida ha dis- puedan usar como bio-marcadores de
minuido las tasas de reacción séptica, individuos “respondedores”.
el número de bacterias contaminantes Estos datos sugieren que hay varia-
necesaria para activar la inmunidad bles independientes específicas de los
innata puede ser inferior a la requerida receptores, y no de las unidades dona-
para producir síntomas clínicos. Ade- das, lo que aparentemente contradice
más, a pesar de la detección de muchos la influencia en la inmunogenicidad de
agentes patógenos peligrosos y el apla- factores como la duración del almacena-
zamiento de donantes enfermos, sigue miento.72 Sin embargo, las hipótesis pa-
siendo probable que algún virus humano recen complementarse al pretender que
se transmita por transfusión. Aunque los factores de almacenamiento afectan
estas infecciones sean limitadas, asin- la aloinmunización, pero solo aquellos
tomáticas o por gérmenes no patógenos, que pueden generar los anticuerpos, es
estos pueden activar los receptores del decir, los “respondedores”.
sistema inmune innato. En este sentido, la activación de
Estudios que exploran los efectos de la inmunidad innata puede estar de-
la lesión por almacenamiento en anima- terminada por factores propios del
les han demostrado que la transfusión de receptor. En animales, la inflamación
sangre almacenada, no fresca, se cons- afecta dramáticamente las tasas de
tituye en una tormenta de citoquinas aloinmunización en receptores. Se ha
pro-inflamatorias y que la inoculación inoculado a un grupo de ratones con
de antígenos HOD (lisozima huevo ga- una lisozima de huevo de gallina (HEL)
425
llina, ovalbúmina, y Duffyb) induce una que corresponde a un modelo de grupo
respuesta de anti-HOD mayor cuando el sanguíneo, y a otro grupo además se les
animal recibe sangre de más de catorce aplicó ácido policitidílico (poly[I:C]), un
días de almacenamiento, en compara- inductor de inflamación, obteniéndose
ción con los que reciben la sangre fres- diez veces más respuesta aloinmune en
ca.70,71 Aunque se desconoce el efecto de este último grupo de animales que en
Cuadro 4. Estrategias para prevenir la aloinmunización eritrocitaria en pacientes con ECF y talasemia5, 81,95
Opción 1: Sangre con fenotipaje extendido (C, c, E, e, K, Fya, Fyb, S, s, JKa, Jkb) en todos los pacientes
desde la primera prestación del servicio
Opción 2: Fenotipaje limitado (C, c, E, e y Kell) en todos los pacientes desde la primera prestación
del servicio
• Barreras para proporcionar sangre fenotipada:
1. Dificultad en la obtención de suficientes unidades frescas
2. Costo de hacer coincidir el fenotipaje extendido
Opción 3: Solo los pacientes aloinmunizados deben recibir unidades Ag negativos o fenotipaje exten-
dido, o genotipo después del primer anticuerpo
• No se puede distinguir entre respondedores de no respondedores, el 75% de los pacientes no se
aloinmunizan a pesar de la politransfusión
• La detección de aloanticuerpo inicial (o autoanticuerpo) es indicador de respuesta inmune, y mayor
riesgo de desarrollar anticuerpos
En todos los casos se debe evitar la falta de homogeneidad en el origen étnico del paciente y donante
y proporcionar sangre compatible fresca.
Sopesar beneficios de prevención para algunos, con posibilidad de suministro inadecuado para los
demás.
Requiere una excelente comunicación y una gestión eficaz de las Uds Ag-negativo por parte de los
servicios de transfusión y proveedores.
431
2. Rosse WF, Gallagher D, Kinney TR, Castro O. 14. Beauregard P, Blajchman MA. Hemolytic and
The cooperative study of sickle cell disease. pseudohemolytic transfusion reactions: an
Transfusion and alloimmunization in sickle overview of the hemolytic transfusion reac-
cell disease. Blood 1990; 76:1431-7. tions and the clinical conditions that mimic
them. Transfus Med Rev 1994; 8:18499.
3. Pineda AA, Vamvakas CE, Gorden DL, Win-
ters LJ, Moore BS. Trends in the incidence 15. Abou-Elella AA, Camarillo TA, Allen MB, et
of delayed hemolytic and delayed serologic ál.: Low incidence of red cell and HLA anti-
transfusion reactions. Transfusion 1999; body formation by bone marrow transplant
39:1097-1103 44 patients. Transfusion 1995; 35:931–935
4. Combs MR, Arney RS, Telen MJ. Prevention 16. Ameen R, Al SS, Al-Bashir A: Red blood cell
and diagnosis of delayed hemolytic transfu- alloimmunization among sickle cell Kuwaiti
sion reactions. Vox Sang 2006; 91: 353-68. Arab patients who received red blood cell
5. Blumberg N, Ross K, Avila E, Peck K. Should transfusion. Transfusion 2009; 49:1649–1654
chronic transfusions be matched for antigens
17. Tormey CA, Fisk J, Stack G: Red blood cell
other than ABO and Rho(D)? Vox Sang 1984;
alloantibody frequency, specificity, and
47:205-8.
properties in a population of male military
6. Heddle NM, Soutar RL, O’Hoski PL, Singer J, veterans. Transfusion 2008; 48:2069–2076
McBride JA, Ali MA, Kelton JG. A prospective
study to determine the frequency and clini- 18. de La Rubia J, Arriaga F, Andreu R, et ál. De-
cal significance of alloimmunization post- velopment of non-ABO RBC alloantibodies
transfusion. Br J Haematol 1995; 91:1000-5. in patients undergoing allogeneic HPC trans-
plantation. Is ABO incompatibility a predis-
7. Ness PM, Shirey RS, Thoman SK, Buck SA.
posing factor? Transfusion 2001; 41:106–110
The differentiation of delayed serologic and
delayed hemolytic transfusion reactions: 19. Higgins JM, Sloan SR: Stochastic modeling
incidence, long-term serologic findings of human RBC alloimmunization: evidence
and clinical significance. Transfusion 1990; for a distinct population of immunologic
30:688-93. responders. Blood 2008; 112:2546–2553
8. Pineda AA, Brzica SM Jr, Taswell HF. Hemo- 20. Davies SC, McWilliam AC, Hewitt PE, et
lytic transfusion reaction. Recent experience al: Red cell alloimmunization in sickle cell
in a large blood bank. Mayo Clin Proc 1978; disease. Br J Haematol 1986; 63:241–245
53:378-90.
21. Mota M, Bley C, Aravechia MG, et ál. Auto-
9. Hillman NM. Fatal delayed hemolytic trans-
antibody formation after alloimmunization
fusion reaction due to anti-c + E. Transfusion
inducing bystander immune hemolysis. Im-
1979; 19:548-51.
munohematology 2009; 25:9-12.
10. Sazama, K. Reports of 355 transfusion-associ-
ated deaths: 1976 through 1985. Transfusion 22. Tormey CA, Stack G. The persistence and
evanescence of blood group alloantibodies
432 1990; 30: 583–590.
in men transfusion 2009; 49:505-512
11. Pineda, A. A., Taswell, H. F., Brizca, S. M.,
“Delayed hemolytic transfusion reaction. An 23. Tormey CA, Stack G. The characterization
immunologic hazard of blood transfusion”, and classification of concurrent blood group
Transfusion 1978; 18:1-7. antibodies Transfusion 2009; 49:2709-2718
12. Soper DE. Delayed hemolytic transfusion 24. Schonewille H, Haak HL, van Zijl AM. RBC
reaction: a cause of late postoperative fever. antibody persistence. Transfusion 2000; 40:
Am J Obstet Gynecol 1985; 153: 227-8. 1127-1131
25. Tormey CA, Fisk J, Stack G. Red blood cell 37. Koelewijn JM. Risk factors for RhD immuni-
aloantibody frequency, specificity, and Trans- zation despite antenatal and postnatal anti-D
fusion 2009; 49:505-51 prophylaxis. BJGO 2009; 116:655-64
26. Osby M, Shulman IA. Phenotype matching 38. Bowman JM, Pollock JM. Reversal of Rh al-
of donor red blood cell units for nonalloim- loimmunization. Fact or fancy? Vox Sang
munized sickle cell disease patients. Arch 1984; 47:209.
Pathol Lab Med. 2005; 129:190-3. 39. Wenk RE, Goldstein P, Felix JK. Kell al-
27. Schonewille H, van de Watering LM, Brand loimmunization, hemolytic disease of the
newborn, and perinatal management. Obstet
A. Additional red blood cell alloantibodies
Gynecol. 1985; 66(4):473-6
after blood transfusions in a nonhematologic
alloimmunized patient cohort: is it time to 40. Wenk RE, Goldstein P, Felix JK. Alloim-
take precautionary measures? Transfusion munization by hr’(c), hemolytic disease of
2006; 46:630-35. newborns, and perinatal management. Obstet
Gynecol. 1986; 67:623-626.
28. Davenport RD. Hemolytic transfusion reac-
tions. In: Popovsky MA, editor. Transfusion 41. Public Health Service. Centers for Disease
Reactions,. 3rd ed. Bethesda, MD: AABB Control and Prevention congenital. Teratol-
Press; 2007:1-56. ogy 1993; 48:545-709.
29. Vamvakas EC, Blajchman MA. Blood Still 42. Bowman JM. In: Creasy RK, Resnik R, eds.
Maternal-fetal medicine. 4th ed. Philadel-
Kills: Six Strategies to Further Reduce Allo-
phia: W.B. Saunders, 1999:736-67.
geneic Blood Transfusion-Related Mortality
Transfusion Medicine Reviews, Vol 24, No 2 43. Daffos F, Capella-Pavlovsky M, Forestier F.
(April), 2010: pp 77-124 Fetal blood sampling during pregnancy with
use of a needle guided by... Am J Obstet Gy-
30. Bowman J. M.; Treatment options for the fetus
necol 1985;153:655-602
with alloimmune hemolytic disease; Transfus
Med 1990; 4: 191 44. ACOG educational bulletin. No. 227. Wash-
ington, D.C.: American College of Obstetri-
31. McKenna DS, et ál. Management of pregnan- cians and Gynecologists, 1996.
cies complicated by anti-Kell isoimmuniza-
tion. Obstet Gynecol 1999; 93:667–73 45. Hoeltge GA, Domen RE, Rybicki LA, et al:
Multiple red cell transfusions and alloim-
32. Lenkiewicz B, Zupanska B. Significance of munization. Experience with 6996 antibodies
alloantibodies other than anti-D hemolytic detected in a total of 159,262 patients from
disease of the fetus and newborn (HDF/N) 1985 to 1993. Arch Pathol Lab Med 1995;
Ginekol Pol. 2003;74:48–54 119:42–45
33. Koelewijn JM, Vrijkotte TG, Van der Schoot 46. Blumberg N, Peck K, Ross K, et ál.: Immune
CE, et ál. Effect of screening for red cell anti- response to chronic red blood cell transfu-
bodies, other than anti-D, to detect hemolytic sion. Vox Sang 1983; 44:212–217
disease of the fetus and newborn: a popula- 47. Chiaroni J, Dettori I, Ferrera V, et al. HLA-
tion study in the Netherlands. Transfusion. DRB1 polymorphism is associated with Kell
2008;48:941–52 immunization. Br J Haematol 2006;132:374-8.
34. Van Dijk BA, Hirasing RA, Overbeeke MAM. 48. Giblett ER. A critique of the theoretical hazard
Hemolytische ziekte van de pasgeborene en of inter vs. intra-racial transfusion. Transfu-
irregulaire-bloedgroepantagonisme in Neder- sion 1961; 1:233-8.
land: prevalentie en morbiditeit. Ned Tijdschr
Geneeskd 1999; 143: 1465-9.
49. Noizat-Pirenne F, Tournamille C, Bierling P, 433
et ál. Relative immunogenicity of Fya and K
35. Clarke CA, Mollison PL. Deaths from Rh anti- gens in a Caucasian population, based
haemolytic disease of fetus and newborn, on HLA class II restriction analysis. Transfu-
1977-1987. J R Coll Phys. 1989; 23:181–184. sion 2006; 46:1328-33.
36. Lewis M, Bowman JM, Pollock JM, Lown 50. Reviron D, Dettori I, Ferrera V, et al. HLA-
B. Absorption of red cells from the... Obstet DRB1 alleles and Jk(a) immunization. Trans-
Gynecol 1992:79:239-44 fusion 2005; 45:956-9.
51. Tormey CA, Stack G. Immunogenicity of 63. Schonewille H, de Vries RRP, Brand A. Al-
blood group antigens: A mathematical model loimmune response after additional red
corrected for antibody evanescence with ex- blood cell antigen challenge in immunized
clusion of naturally occurring and pregnancy- hematooncology patients. Transfusion 2009;
related antibodies. Blood 2009;114:4279-82. 49:453-457.
52. Schonewille H, Haak HL, van Zijl AM. Al- 64. Gunson HH, Stratton F, Cooper DG, Rawlin-
loimmunization after blood transfusion in son VI. Primary immunization of Rh-negative
patients with hematologic and oncologic volunteers. BMJ 1970; 1:593–5
diseases. Transfusion 1999; 39:763-71. 65. Cook IA. Primary rhesus immunization of
53. Schonewille H, Brand A. Does an alloimmune male volunteers. Br J Haematol 1971; 20:369-
response to strong immunogenic red blood 75
cell antigens enhance a response to weaker 66. Alarif L, Castro O, Ofosu M, et ál. HLA-B35
antigens? Transfusion 2008; 48:958-63. is associated with red cell alloimmunization
54. Shaz BH, Zimring JC, Demmons DG, Hillyer in sickle cell disease. Clin Immunol Immu-
CD. Blood donation and blood transfusion: nopathol 1986; 38: 178–83. 88.
special considerations for African Americans. 67. Tatari-Calderone Z, Minniti CP, Kratovil T,
Transfus Med Rev 2008; 22:202-14. et ál. rs660 polymorphism in Ro52 (SSA1;
55. Garratty G. Severe reactions associated with TRIM21) is a marker for age-dependent toler-
ance induction and efficiency of alloimmu-
transfusion of patients with sickle cell dis-
nization in sickle cell disease. Mol Immunol
ease. Transfusion 1997;37:357-61
2009; 47:64-70.
56. Fluit CR, Kunst VA, Drenthe-Schonk AM:
68. Patel SR, Hendrickson JE, Smith NH, Cadwell
Incidence of red cell antibodies after mul-
CM, Ozato K, Morse HC, Yoshimi R, Zimring
tiple blood transfusion. Transfusion 1990;
JC. Alloimmunization against RBC or PLT
30:532–535
antigens is independent of TRIM21 expres-
57. Sarnaik S, Schornack J, Lusher JM: The in- sion in a murine model. Mol Immunol 2011;
cidence of development of irregular red cell 48:909-13.
antibodies in patients with sickle cell anemia.
69. Janeway CA Jr, Medzhitov R. Innate immune
Transfusion 1986; 26:249–252
recognition. Ann Rev Immunol 2002; 20:197-
58. Reisner EG, Kostyu DD, Phillips G, et ál.: Al- 216.
loantibody responses in multiply transfused 70. Hod EA, Zhang N, Sokol S, et al. Harmful ef-
sickle cell patients. Tissue Antigens 1987; fects of red blood cell transfusions: Iron and
30:161–166 inflammation (abstract). Transfusion 2009; 49
59. Olujohungbe, A., Hambleton, E., Stephens, L., (Suppl):2A.
Serjeant, B. & Serjeant, G. Red cell antibod- 71. Hendrickson JE, Hod EA, Perry JR, Ghosh S,
ies in patients with homozygous sickle cell et ál. Alloimmunization to transfused HOD
disease: a comparison of patients in Jamaica red blood cells is not increased in mice with
and the United Kingdom. British Journal of sickle cell disease. Transfusion 2012;52:231-
Haematology 2001; 113: 661–665 40
60. Murao M, Viana MB. Risk factors for allo- 72. Hendrickson JE, Hod EA, Spitalnik SL, et al.
immunization by patients with sickle cell Storage of murine red blood cells enhances al-
disease. Braz J Med Biol Res. 2005; 38:675-82 loantibody responses to an erythroid-specific
434 61. Redman M, Regan F, Contreras M: A pro-
model antigen. Transfusion 2010; 50:642-8.
spective study of the incidence of red cell 73. BAO W, Zhong H, Li X, Lee MT, et ál. Immune
allo-immunization following transfusion. Vox regulation in chronically transfused allo-an-
Sang 1996; 71:216–220 tibody responder and nonresponder patients
with sickle cell disease and beta-thalassemia
62. Zalpuri S, Zwaginga JJ, le Cessie S, Elshuis J,
major. Am J Hematol. 2011; 86:1001-6.
Schonewille H, van der Bom JG Red blood cell
alloimmunization and number of red-blood- 74. Hendrickson JE, Desmarets M, Deshpande
cell transfusions. Vox Sanguinis 2011: 1-6 SS, et ál. Recipient inflammation affects the
frequency and magnitude of immunization to 85. Sakhalkar VS, Roberts K, Hawthorne LM,
transfused red blood cells. Transfusion 2006; McCaskill DM, Veillon DM, Caldito GC,
46:1526-36. Cotelingam JD. Allosensitization in patients
receiving multiple blood transfusions. Ann
75. Hendrickson JE, Chadwick TE, Roback JD, et
N Y Acad Sci. 2005;1054:495-9
ál. Inflammation enhances consumption and
presentation of transfused RBC antigens by 86. Aygun B, Padmanabhan S, Paley C, Chan-
dendritic cells. Blood 2007; 110:2736-43. drasekaran V. Clinical significance of RBC
alloantibodies and autoantibodies in sickle
76. Zimring JC, Hendrickson JE. The role of in-
cell patients who received transfusions.
flammation in alloimmunization to antigens
Transfusion. 2002; 42(1):37-43. Review
on transfused red blood cells. Curr Opin
Hematol 2008; 15:631-5. 87. Avent ND. Large scale blood group genotyp-
ing. Transfus Clin Biol. 2007; 14:10–15
77. Hendrickson JE, Roback JD, Hillyer CD, et
ál. Discrete toll-like receptor agonists have 88. Lee S. The value of DNA analysis for antigens
differential effects on alloimmunization to of the Kell and Kx blood group systems.
transfused red blood cells. Transfusion 2008; Transfusion. 2007; 47:32S–39S
48: 1869-77.
89. Castilho L, Rios M, Bianco C, et ál. DNA-based
78. Yazer MH, Triulzi DJ, Shaz B, et ál. Does a typing for the management of multiply-trans-
febrile reaction to platelets predispose re- fused sickle cell disease patients. Transfusion
cipients to red blood cell alloimmunization? 2002; 42:232-238
Transfusion 2009; 49:1070-5.
90. Jungbauer C, Hobel CM, Schwartz DW, Mayr
79. Bauer MP, Wiersum-Osselton J, Schipperus. WR et ál. High-throughput multiplex PCR
et ál. Clinical predictor of alloimmunization genotyping for 35 red blood cell antigens
after red blood cell transfusion. Transfusion in blood donors. Vox Sanguinis 2012; 102:
2007, 47: 2066-71 234–242.
80. Tahhan HR, Holbrook CT, Braddy LR, Brewer 91. Schwickerat V, Kowalski M, Menitove JE.
LD, Christie JD. Antigen-matched donor Regional registry of patient alloantibodies:
blood in the transfusion management of pa- first-year experience. Transfusion 2010,
tients with sickle cell disease. Transfusion 50:1465-1470
1994; 34:562-69.
92. Schonewille H, Brand A. Alloimmunization
81. Ambruso DR, Githens JH, Alcorn R, Dixon to red blood cell antigens after universal
DJ, Brown LJ, Vaughn WM, Hays T. Experi- leucodepletion. A regional multicenter
ence with donors matched for minor blood retrospective study. Br. J. Haematol. 2005;
group antigens in patients with sickle cell 129:151-156
anemia who are receiving chronic transfusion
93. Singer S.T., Wu V., Mignacca R., Kuypers
therapy. Transfusion 1987; 27:94-8.
F.A., Morel P. & Vichinsky E.P. Alloimmuni-
82. Lau, FY. Provision of phenotype-matched zation and erytrocyte autoimmunization in
blood units: no need for pre-transfusion transfusion-dependent thalassemia patients
antibody screening Haematologica 2001; 86: of predominantly Asian descent. Blood 2000,
742-748 96: 3369-3373.
83. Vichinsky EP, Luban N, Wright E, Olivieri N. 94. Ameen R, Al-Shemmari S, Al-Humood S,
Prospective RBC phenotype matching in a Chowdhury RI, Al-Eyaadi O, Al-Bashir A.
stroke prevention trial in sickle cell anemia:
a multicenter transfusion trial. Transfusion
RBC alloimmunization and autoimmuniza-
tion among transfusion-dependent Arab
435
2001; 41:1086-92. thalassemia patients. Transfusion. 2003;
43(11):1604-1610.
84. Castro O, Sandler SG, Houston-Yu P, Rana
S. Predicting the effect of transfusing only 95. Ness PM. To match or not to match: the
phenotype-matched RBCs to patients with question for chronically transfused patients
sickle cell disease: theoretical and practical with sickle cell anemia. Transfusion. 1994;
implications. Transfusion 2002; 42:684-90. 34:558–61.
96. Mallory D, Malamut D, Sandler SG. A decade 98. Afenyi-Annan A. African American blood
of rare donor services in the United States. donors at a local historically black college/
Vox Sang. 1992; 63:186–91 university (abstract). Transfusion 2004; 44
(Suppl 9):183-18.
97. American Red Cross.“CIAA Increase Minor-
ity Blood and Bone Marrow Donations.”
Available at: http://www.redcross.org/ ar-
ticle/0,1072,0_332_23
436
CAPÍTULO 22
Infecciones emergentes
Celso Bianco*
Comida Hábitos alimentarios que facilitan la transmisión de zoonosis para humanos (VIH,
ingestión de monos).
Cuidados de salud Trasplantes de órganos y tejidos, inmunosupresión inducida por medicamentos
(Trypanosoma cruzi).
Conducta Conducta sexual, uso de drogas (VIH, HTLV), viajes (SARS), recreación al aire libre
(arbovirus como el virus West Nile).
Cambios climáticos Favorecen la expansión geográfica de vectores (dengue).
Eventos sociales Pobreza, decaimiento urbano, barrios bajos (dengue).
Higiene pública Reducción de programas de prevención, reducción de vigilancia, investigación y
438 entrenamiento, cambios de insecticidas (restricciones en el uso de DDT).
Adaptación microbiana Cambios en virulencia, adaptación a nuevos vectores (chikungunya).
Tabla 2. Prioridades de riesgo para transfusión de sangre en los EE.UU. y Canadá (adaptado del
Apéndice 1, Stramer et ál., referencia 18).
Categoría naranja
Chikungunya (virus, mosquitos) Teórico
Encefalitis de Saint Louis (mosquitos, EE.UU.) Teórico
Leishmania sp (mosquitos) Bajo
Trypanosoma cruzi* (vinchucas, América Latina) Muy bajo, tamizaje de donantes
Categoría amarillo
VIH - Variantes (sexual, sangre, fluidos) Teórico
Hepatitis A (virus, contaminación fecal) Bajo
Influenza A (H5N1) (respiratorio, aerosol) Teórico
HHV-8* (virus, contacto, ¿saliva?) Bajo
Parvovirus humano B19* (respiratorio, aerosol) Bajo
Simian foamy virus (monos) Teórico
Borrelia burgdorferi (espiroqueta, enfermedad de Lyme, EE.UU) Teórico
* Transmisión por transfusión documentada. 441
por la sangre es menor que el riesgo de (MLRV). AABB (fecha de acceso 30 de marzo
de 2012). Disponible en: http://www.aabb.
la mayoría de procedimientos médicos
org/resources/bct/eid/Documents/xmrvfact-
habituales. Pero la demanda del público sheet.pdf
hace que continuemos trabajando para 11. Table. Published Studies on XMRV and
prevenir que una otra infección emer- MLRV Findings in Human Diseases and
gente produzca una otra tragedia. the General Population. AABB. (fecha de
acceso 30 de marzo de 2012). Disponible
en: http://www.aabb.org/resources/bct/eid/
Referencias Documents/xmrvtable.pdf
12. Simmons G, Glynn SA, Komaroff AL, Miko-
1. Emerging Infections. Microbial threats to
vits JA, Tobler LH, Hackett Jr J et al. Failure
health in the United States. Washington, DC:
to confirm XMRV/MLVs in Blood of Patients
Institute of Medicine, 1992.
with Chronic Fatigue Syndrome: A Multi-
2. Morenz DM, Folkers GK, Fauci AS. Emerg- Laboratory Study. Science. 2011; 334:814-
ing infections: a perpetual challenge. Lancet 817
Inf Dis 2008; 8:710-19. 13. Paprotka T, Delviks-Frankenberry KA, Cin-
3. Rios M. Climate change and vector-borne goz O, Martinez A, Kung H,Teppre CG et al.
viral diseases potentially transmitted by Recombinant Origin of the Retrovirus XMRV.
transfusion. ISBT Science Series. 2009;4:87- Science. 2011;333:97-101.
94 14. Alberts, B, Retraction. Science is fully re-
tracting the Report Detection of an infectious
4. Smith DK, Neal JJ, Holmberg SD and the
retrovirus, XMRV... Science. 2011;334:1636.
Centers for Disease Control Idiopathic CD4+
T Lymphocytopenia Task Force. N Engl J 15. Karafin MS and Stramer SL. The scientific
Med 1993;328:373-379. method at work: xenotropic murine leuke-
mia virus-related virus is neither a cause of
5. Brooks JI, Merks HW, Fournier J, Boneva RS, chronic fatigue syndrome nor a therat to de
Sandstrom PA. Characterization of blood- blood supply. Transfusion. 2012;52:222-225.
borne transmission of simian foamy virus.
Transfusion 2007;47:162-170. 16. Yu X, Liang M, Zhang S, Liu Y, Li J, Sun Y
et al. Fever with Trhrombocytopenia Asso-
6. Issue Summary, FDA Blood Products Advi- ciated with a Novel Bunyavirus in China. N
sory Committee, October 21-22, 2004 (fecha Engl J Med. 2011; 1523-1532
de acceso 30 de marzo de 2012); Disponible
17. Atreya C, Nakhasi H, Mied P, Epstein J,
en: http://www.fda.gov/ohrms/dockets/
Hughes J, Gwinn M etc al. FDA workshop
ac/04/briefing/2004-4074b1_02_topic%202. on emerging infectious diseases: evaluating
pdf emerging infectious diseases (EIDs) for trans-
7. Hladik W, Dollard SC, Mermin J, Folkes AL, fusion safety. Transfusion. 2011; 51:1855-
Downing R, Amin MM et al. N Engl J Med 1871.
2006;355:1331-8. 18. Stramer SL, Hollinger FB, Katz LM, Kleinman
S, Metzel PS, Gregory KR et al. Emerging
8. Katz LM, Dodd RY. Human herpesvi-
infectious disease agents and their potential
rus-8: what (not) to do redux? Transfusion
threat to transfusion safety. Transfusion
2010;50:959-962
49;49:1S-235S.
444 9. Lombardi VC, Ruscetti FW, Gupta JD, Pfost
19. Emerging Infectious Disease Agents and their
MA, Hagen KS, Peterson, DL et al. Detec- Potential Threat to Transfusion Safety. AABB
tion of an Infectious Retrovirus, XMRV, in (fecha de acceso 30 de marzo de 2012) Dis-
Blood Cells of Patients with Chronic Fatigue ponible en: http://www.aabb.org/resources/
Syndrome. Science.2009;326:585-589. bct/eid/Pages/default.aspx
10. XMRV Fact Sheet, Xenotropic Murine Leu- 20. Grinev A, Daniel S, Stramer SL, Rossmann
kemia Virus-Related Virus (XMRV) and other S, Caglioti S, Rios M. Genetic Variability in
Murine Leukemia Virus-Related Viruses West Nile Virus in Human Infections: study
of blood donor populations during four 23. Kleinman S, Cameron C, Custer B, Busch M,
consecutive years (2002 to 2005) in the USA. Katz L Kralj B et al. Modeling the risk of an
Emerg Infect Dis 2008; 14:436-444. emerging pathogen entering the Canadian
blood supply. Transfusion. 2010;50:2592-
21. Grinev A, Lu Z, Chancey C, Daniel S,
2606
Chizhikov V, Rios M. Genetic analysis of
West Nile virus in the U.S. shows increasing 24. Stein J, Besley J, Brook C, Hamill M, Klein
variability, 2002-2010. Am J. Trop Med Hyg, E, Krewski D et al. Risk-based decision mak-
85S: 2011 ing for blood safety: preliminary report of a
consensus conference. Vox sang. 2011; 101:
21. Wilder-Smith A, Chen LH, Massad E, Wil-
277-288.
son ME: Threat of dengue to blood safety in
dengue-endemic countries. Emerg Infect Dis 25. Bennett JL, Blajchman MA, Delage G, Fearon
2009; 15:8-11. M, Devine D. Proceedings of a Consensus
Conference: Risk-Based Decision Making for
22. Bianco C. Dengue and Chikungunya viruses
Blood Safety. Trans Med Rev. 2011:267-292.
in blood donatios: risks to the blood supply?
Transfusion 2008;1279-1281.
445
CAPÍTULO 23
que con graves y no está aún del todo ha clasificado como un miembro de una
claro si es el directo responsable de ellas; nueva familia de virus: Circinoviridae;
carece en la mayoría de las veces de sig- esto con base en sus particularidades
nificado clínico con escasa elevación de distintivas moleculares y biofísicas. Se
transaminasas. han identificado al menos tres genotipos
Predominantemente la replicación mayores y múltiples subtipos (designa-
del VHG se produce en mononuclea- dos 1a, 1b, 1c, 2a-f y 3) sin distribución
res de sangre periférica, linfocitos y geográfica definida.
médula ósea. El mecanismo por el cual Al igual que el VHG, la prevalen-
produciría hepatopatías aún es contro- cia en la población es muy alta; por lo
versial;43-44 sin embargo, su tropismo tanto, lo mismo ocurre en la población
por los hepatocitos se ve apoyado por donante. Puede variar desde el 2% en
la detección de ARN VGB-C en ellos, Inglaterra hasta el 62% en Brasil.
aunque esto no es muy frecuente. Está Está demostrada su transmisión por
también comprobado su impacto en la transfusión.46-47 Se lo detectó en pacien-
coinfección con VIH, ya que su presen- tes hemofílicos, con talasemia y en adic-
cia reduce la mortalidad y mejora los tos a drogas endovenosas. La infección
parámetros clínicos de la infección, por se transmite por sangre infectada, leche
lo que aumenta la eficiencia de la terapia materna y por la vía fecal-oral.
antirretroviral. Si bien inicialmente se lo asoció
Por lo expuesto, algunos autores po- con hepatitis viral, actualmente se co-
nen en duda la denominación de virus noce que no es una causa importante de
“de hepatitis G” y no se ha implementa- enfermedad hepática.
do su detección en donantes de sangre. Al igual que ocurre con el VHG, no
El VTT es un virus ADN de cadena se ha implementado ni parece necesaria
simple sin envoltura, con genoma circu- su detección en donantes de sangre.
lar y polaridad negativa. Se lo designó
TT porque son las iniciales del paciente
Citomegalovirus y virus
del cual se lo aisló por primera vez;
coincidencialmente se aplica también
de Epstein-Barr
a “transfusion-transmitted virus” (virus El CMV pertenece a la familia de los her-
transmitido por transfusión). Se pudo pes virus o herpesviridae. Posee como
comprobar que era hepatotropo y coin- material genético una doble cadena de
cidente con elevación de ALT, por lo que ADN y es un virus envuelto.
se supuso que era causante de hepatitis; En personas inmunocompetentes la
pero posteriormente se demostró que la infección primaria por CMV es usual-
mayoría de los individuos VTT positivos mente asintomática, con la producción 457
no presentaban evidencia de una ver- de anticuerpos específicos como único
dadera enfermedad hepática. Comparte indicador de infección pasada. En la re-
algunas características con la familia solución de la infección el virus perma-
Circoviridae y Parvoviridae,45 pero no nece en latencia en los leucocitos, res-
existen similitudes significativas en las ponsables de su transmisión a través de
secuencias de ácidos nucleicos y se lo la transfusión de componentes celulares
linfoproliferativas en pacientes que reci- 6. Beeson, P.B. Jaundice occurring one to four
months after transfusion of blood or plasma:
ben transplantes de órganos o de células
report of seven cases. JAMA.1943;121:1332–
hematopoyéticas. 4.
De todos modos, al igual que ocurre
7. Morgan, H.W. and Williamson, D.A. Jaundice
con el CMV, el mayor riesgo está en los following administration of human blood
pacientes inmunosuprimidos, VEB ne- products. BMJ. 1943;1: 750–3.
gativos que reciben hemocomponentes 8. Menitove J. Hepatitis. In: Anderson KC,
u órganos de donantes con VEB. Dado Ness PM, eds, Scientific basis of transfusion
que la tasa de seropositividad en la po- medicine. Implications for clinical practice.
Philadelphia: WB Saunders,1994. p. 620-36.
blación general es alta (ronda el 90%) el
riesgo de la enfermedad clínica para los 9. Dood R. Hepatitis. In: Petz LD, Swisher SN,
Kleinman S, et al, eds. En: Clinical practice
pacientes inmunocompetentes es muy
oftransfusin medicine. 3 ed. New York:
baja o casi nula. Churchill Livingstone, 1996:847-73.
La forma de disminuir el riesgo de
10. Gowland P, Fontana S, Niederhauser C,
su transmisión por transfusión, tal como Taleghani BM. Molecular and serologic trac-
con CMV, es desleucocitar por filtración ing of a transfusion transmitted hepatitis A
los componentes celulares de la sangre, virus. Transfusion 2004;44:1555-61.
sobre todo para los receptores inmuno- 11. Anderson, D.A. and Shrestha, I.L. Hepati-
suprimidos seronegativos para el VEB. tis E virus. En: Clinical Virology, eds D.D.
Richman, R.J. Whitley and F.G. Hayden.
Washington DC, ASM Press. 2002. p.1061-74
Referencias 12. Boxall, E., Herborn, A., Kochethu, G, Pratt
1. Kleinman S, Busch MP. The risks of trans- G, Adams D, Ijaz S. Transfusion- transmitted
fusion-transmitted infection: direct estima- hepatitis E in a ‘nonhyperendemic’ country.
tion and mathematical modeling. Baillière’s Transfus Med. 2006; 16: 79– 83.
Clinical Haematology 2000; 13: 631-649. 13. Blumberg BS, Alter HJ, Visnich SA.
2. Foglieni B, Candotti D, Guarnori I, Molteni “New” antigen in leukaemia sera. JAMA
C, Gatti M. La Russa E. A cluster of human 1965;191:541-6.
immunodeficiency virus type-1 recombinant
form escaping detection by commercial 14. Prince AM. An antigen detected in the
genomic amplification assays. Transfusion blood during the incubation period of se-
2010 Nov 18 (Epub ahead of print; doi: rum. hepatitis. Proc Natl Acad Sci U S A
10.1111/j.1537-2995.2010.02942.x). 1968;60:814-21.
3. Fiebig EW, Wright DJ, Rawal BD, Garrett PE, 15. Lee WM. Hepatitis B virus infection. N Engl
Schumacher RT, Peddada L, Heldebrant C, J Med 1997;337:1733-45.
Smith R, Conrad A, Kleinman SH, Busch
16. Ganem D, Prince AM. Hepatitis B virus
MP. Dynamics of HIV viremia and antibody
infection-natural history and clinical con-
seroconversion in plasma donors: implica-
sequences. N Engl J Med 2004; 350:1118-29.
tions for diagnosis and staging of primary
HIV infection. AIDS 2003;17:1871-9. 17. Previsani, N., Lavanchy, D. and Siegl, G.
4. Glynn SA, Wright DJ, Kleinman SH, Hirsch-
korn D, Tu Y, Heldebrant C, Smith R Gia-
Hepatitis A. En: Viral Hepatitis: Molecular
Biology, Diagnosis, Epidemiology and Con-
459
chetti C, Gallarda J, Busch MP. Dynamics of trol (Perspectives in Medical. Virology,. I.K.
viremia in early hepatitis C virus infection. Mushahwar ed, Vol 10 Amsterdam, Elsevier;
Tansfusion 2005;45:994-1002. 2004:1-98
5. Harrison SC: Principles of virus structure. 18. Mc Mahon BJ, Bruden DL, Petersen KM,
En: Fields BN, Knipe DM, eds. Virology. New Bulknow LR, Parkinson AJ, Nainan O,
York; Raven Press, 1990.p. 37-61. Khristova M, Zanis C, Peters H, Margolis HS:
Antibody levels protection after Hepatitis B lating antibodies to a major etiologic virus
vaccination; results of a 15-year follow-up. of human non-A, non-B hepatitis. Science
Ann Intern Med 2005; 142: 333-41. 1989;244:362-4.
19. Kleinman, S.H., Strong, D.M., Tegtmeier, 31. WHO. Hepatitis C: global prevalence. Wkly
G.G., (2005) Hepatitis B virus (HBV)DNA epidemiol Rec 1997;72:341-4.
screening of blood donations in mini-pools
32. Alter MJ. Epidemiology of hepatitis C. Hepa-
with the COBAS AmpliScreen HBV test.
tology 1997;26( suppl 1):62-5.
Transfusion 2005;45: 1247–57.
33. Kim W. The burden of hepatitis C in the
20. Biswas, R., Tabor, E., Hsia, C.C. Wright DJ,
United States. Hepatology 2002;36( suppl
Laycock ME, Fiebig EW, (2003) Comparative
):30-4
sensitivity of HBV nucleic acid tests and
HBsAg assays for detection of acute HBV 34. Lauer, G.M. and Walker, B.D.Hepatitis C
infections. Transfusion 2003: 43: 788–98 virus infection. N Engl J Med 2001;345:41-52
21. Comanor, L. and Holland,P.(2006) Hepatitis 35. Gonzalez M., Regine, Piccinini, V, Vulcano
B virus blood testing: unfinished agendas. F, Giampaolo A, Hassan H.(2005) Residual
Vox Sang 2003; 91, 1–12 risk of transfusion- transmitted human im-
munodeficiency virus, hepatitis C virus, and
22. Bush MP: Should HVB DNA NAT replace
hepatitis B virus. infections in Italy. Transfu-
HBsAg and/or anti-HBc screening of blood
sion 2005;45: 1670–5
donors? Transfus Clin Biol 2004; 11:26-32
36. Tobler, L.H., Stramer, S.L., Lee, S.F, Baggett
23. Biswas R, Tabor E, Hsia CC ,Wright DJ, Lay-
D, Wrigth D, Hirshkorn D.Performance of
cock ME, Fiebig EW, Comparative sensitivity
ORTHOHCV core antigen and trak-C assays
of HBV NATs and HBsAg assays for detec-
for detection of viraemia in pre-seroconver-
tion of acute HBV infection.Transfusion
sion plasma and hole blood donors.Vox Sang
2003;43:788-98.
2005;89:201–7
24. Stramer SL. Pooled hepatitis B virus DNA
37. Houghton, M. and Abrignani, S. Prospects
testing by nucleic acid amplification: imple-
for a vaccine against thehepatitis C virus.
mentation or not. [Editorial]. Transfusion
Nature 2005;436, 961–6
2005;45:1242-6.
38. Previsani, N., Lavanchy, D. and Siegl, G.
25. Hollinger FB. Hepatitis B virus infection
Hepatitis A. En: Viral Hepatitis: Molecular
and transfusion medicine: science and the
Biology, Diagnosis, Epidemiology and Con-
occult. Transfusion 2008;48:1001-26.
trol (Perspectives in Medical Virology),. I.K.
26. Kleinman SH, Busch MP. Assessing the im- Mushahwar ed, Vol 10 . Amsterdam Elsevier.
pact of HBV NAT on window period reduc- 2004:1-98
tion and residual risk. J ClinVirol 2006;36
39. Macnaughton, T.B. New directions and pre-
Suppl 1:S23-9.
dictions for the future –hepatitis D. Proceed-
27. Bush MP: Should HVB DNA NAT replace ings of the 11th International Symposium on
HBsAg and/or anti-HBc screening of blood Viral Hepatitis and Liver Disease, Sydney,
donors? Transfus Clin Biol 2004; 11:26-32 eds A.R. Jilbert, E.V.L. Grgacic and K. Vick-
ery, 2003. p. 237–40
28. Gerlich WH: Breakthrough of hepatitis B
virus escape mutants after vaccination and 40. Simons JN, Pilot-Matias TJ, Leary TP, Daw-
virus reactivation. J Clin Virol 2006;36:8- son GJ, Desai SM, Schlauder GG, Muerhoff
460 22.29. AS, Erker JC, Buijk SL, Chalmers ML. Iden-
tification of two flavivirus-like genomes in
29. Choo, Q.L., Kuo, G., Weiner, A.J.,et ál.(1989)
the GB hepatitis agent. Proc Natl Acad Sci
Isolation of a cDNA clone derived from a
USA 1995; 92:3401-3405
blood-borne non-A, non-B viral hepatitis
genome. Science, 244,359–6 41. Linnen J, Wages J Jr, Zhang-Keck ZY, Fry
KE, Krawczynski KZ, Alter H, Koonin E,
30. Kuo G, Choo QL, Alter HJ, Gitnick GL, Re-
Gallagher M, Alter M, Hadziyannis S, Ka-
deker AG, Purcell RH,. An assay for circu-
rayiannis P, Fung K, Nakatsuji Y, Shih JW, 47. Kobayashi M, Chayama K, Arase Y, Tsubota
Young L, Piatak M Jr, Hoover C, Fernandez J, A, Saitoh S, Koida I et ál. Prevalence of T
Chen S, Zou JC, Morris T, Hyams KC, Ismay virus before and after blood transfusion in
S, Lifson JD, Hess G, Foung SK, Thomas H, patients with chronic liver disease treated
Bradley D, Margolis H, Kim JP. Molecular surgically for hepatocellular carcinoma. J
cloning and disease association of hepatitis Gastroenterol Hepatol 1999; 14: 358-63.
G virus: a transfusion transmissible agent.
48. Drew W.L., et ál. Frequency and duration
Science 1996; 271: 505-508
of plasma CMV viremia in seroconverting
42. Alter HJ, Nakatsuji Y, Melpolder J, Wages J, blood donors and recipients. Transfusion
Wesley R, Shih Jw. The incidence of trans- 2003; 43(3):309-13.
fusion-associated Hepatitis G virus infection
49. Laupacis A., et ál. Prevention of posttrans-
and its relation to iver disease. N Engl J Med
fusion CMV in the era of universal WBC
1997;336:747-54.
reduction: a consensus statement. Transfu-
43. Mikhailov MI. Hepatitis G: problems of stud- sion 2001;41(4):560-9.
ies. Virus hepat1997; 1: 3-11
50. Vamvakas E.C. Is white blood cell reduc-
44. Loginov AS, Sharafanova TI, Reshetniak tion equivalent to antibody screening in
VI, Il’chenko LIu,Shepeleva SD, Serova TI, preventing transmission of cytomegalovirus
Tkachev VD. [HGV and TTV -new hepatitis by transfusion? A review of the literature
viruses] Ter Arkh 2000; 72: 9-13 and metaanalysis. Transfus Med Rev 2005;
19(3):181-99.
45. Okamoto H, Nishizawa T, Kato N, Ukita
M,Ikeda H, Lizuka H. Molecular cloning and 51. Sayers M. Cytomegalovirus and other her-
characterization of a novel DNA virus (TV) pesviruses. In: Petz LD, Swisher SN, Klei-
associated with posttransfusion hepatitis of man S,et als, eds. Clinical practice of trans-
unknown etiology. Hepatol Res 1998; 10: fusion medicine. 3 ed. New York: Churchill
1-16. Livingstone, 1996.p.875-89.
46. Matsumoto A, Yeo AET, Shih JWK, Tanaka 52. Giusti G, Galanti GB, Gallo C. Etiological,
E, Kiyasawa K, Alter HJ. Transfusion- asso- clinical and laboratory data of post-Trans-
ciated TTV infection and its relationship to fusion hepatitis: A restropective study of
liver disease. Hepatology 1999; 30: 283-8. 379 cases from Italian hospitals.Infection
1987;15:111-4
461
CAPÍTULO 24
se identificó en pacientes con sida pro- o tejido linfoide (por ejemplo, en la lá-
venientes del oeste de África, particu- mina propia) del tracto gastrointestinal
larmente de las Islas de Cabo Verde y o la zona cérvico-vaginal.
Senegal.11 Luego de tres a seis meses de la
Existe una considerable homología infección primaria los linfocitos CD4
en la secuencia genómica de HIV-1 y positivos retornan a un nivel cercano
HIV-2. Ambos virus causan sida, aunque al normal. Estos linfocitos decrecen gra-
la enfermedad es más leve cuando es dualmente a través de los años durante
originada por HIV-2. el periodo asintomático. En este periodo
La mayor diferencia serológica entre la replicación viral se mantiene en un
HIV-1 y HIV-2 reside en las glicoproteí- nivel bajo, y luego se suprime por acción
nas de envoltura. Los anticuerpos contra de los linfocitos CD8+.
HIV-2 presentan reactividad cruzada Dentro de los diez años postinfec-
con las proteínas de la región Gag y Pol ción la mayoría de los individuos infec-
de HIV-1 pero pueden ser incapaces de tados desarrollan síntomas y muestran
detectar las proteínas de envoltura de un descenso marcado de los linfocitos
HIV-1 y viceversa. Por esta razón en los CD4+ (menor a 350 células/µL), aumen-
bancos de sangre se requiere que los to de la carga viral y disminución de
ensayos para la detección de anticuerpos la respuesta antiviral mediada por las
sean capaces de detectar las proteínas de células CD8+. En los nódulos linfoides
ambos virus.12 ocurre un fenómeno similar, aumenta la
replicación viral en forma concomitante
Patogénesis con la destrucción del tejido linfoide.
Los individuos recientemente infec- Estos eventos hacen que el individuo
tados, generalmente dentro de las infectado sea susceptible a infecciones
dos a tres semanas, pueden presentar oportunistas y marca el comienzo del
síntomas tales como cefaleas, dolor síndrome de inmunodeficiencia adqui-
retro-orbital, dolores musculares, fiebre, rida (sida). Esta enfermedad, en su cur-
inflamación de los nódulos linfáticos y so natural, lleva a la muerte alrededor
eritema macular sin prurito en el tron- de un año después de establecidos los
co (tipo rash) y posteriormente en las síntomas. El empleo de la Terapia Anti-
extremidades. Todo ello constituye el rretroviral de Gran Actividad (TARGA o
síndrome agudo retroviral. Alrededor de HAART en inglés), constituida por una
una a dos semanas luego de la aparición combinación de drogas, ha mostrado ser
de los síntomas surgen los anticuerpos, efectiva en el control de la infección por
que seguirán presentes durante todo HIV y ha prolongado, en consecuencia, 465
el periodo asintomático del curso de la expectativa de vida de los individuos
la infección. En los días iniciales de la infectados. Pero esta terapia presenta
infección tiene lugar una activa repli- problemas que son materia de nuevas
cación viral en el sitio de entrada del investigaciones, como las dificultades
virus en los linfocitos activados, células en la adherencia al tratamiento, los
dendríticas y macrófagos de las mucosas efectos tóxicos de algunas drogas y la
p6 Contribuye en brotación
Polimerasa (Pol) p66, p51 Transcripción reversa, ARNasa H, presente en el core viral
Proteasa p10 Procesamiento post-traducción de proteínas virales, presente
en el core viral
Integrasa p32 Integración del cADN viral, presente en el core viral
Envoltura (Env) gp120 Proteína de envoltura de superficie, interviene en el reconoci-
miento de receptores celulares
gp 41 Proteína de envoltura de transmembranad , interviene en el
reconocimiento de receptores celulares
Tat P14 Transactivación
Rev P19 Regulación de la expresión de ARNm
Nef P27 Aumenta o disminuye la replicación
Vif P23 Incrementa la infectividad, contribuye en la síntesis de ADN pro-
466 viral y/o en el ensamblaje viral
Vpr P15 Contribuye en la replicación viral
Vpud P16 Ayuda en la liberación viral
Vpxe P15 Ayuda en el ingreso e infectividad
Tev P26 Actividades Tat/Rev
Las denominaciones de las proteínas virales se corresponden con su tamaño en kilodaltons.
d. Sólo presente en HIV-1
e. Sólo codificada por HIV-2.
Luego del ingreso del virus al orga- estudios con modelos animales la apa-
nismo comienza la etapa de la infección rición del ARN viral en la circulación
denominada eclipse, en que el virus se sanguínea con las pruebas moleculares
replica en los tejidos del sitio de entrada se correlacionaba con la infectividad
antes de producirse la viremia. A esta in vivo. En dichas investigaciones el
etapa de eclipse la sigue una fase de ac- inóculo de sangre proveniente de un
tiva replicación viral caracterizada por chimpancé infectado en el momento en
el crecimiento exponencial de los títulos que la viremia era detectable era capaz
virales (ramp-up). El conocimiento de de infectar un chimpancé sano. Sin
472 la infección durante el periodo de ven- embargo, el inóculo de sangre del mis-
tana, que comprende tanto la etapa de mo chimpancé infectado en el período
eclipse como el periodo de crecimiento previo a la detección de viremia no era
exponencial del virus, es esencial para capaz de infectar el receptor sano. Estos
entender el fenómeno de la transmisión trabajos permitían concluir que con la
del virus por transfusión sanguínea. En implementación de pruebas de NAT
9. Levy JA, Hoffman AD, Kramer SM, Landis influencing human immunodeficiency virus
JA, Shimabukuro JM, Oshiro LS. Isolation type 1 transmission by blood transfusion.
of lymphocytophatic retroviruses from San Transfusion Safety Study Group. J. Infect.
Francisco patients with AIDS. Science. 1984; Dis. 1996; 174:26-33.
225: 840-42.
22. Adler MW, Meheust AZ. Epidemiology of
10. Coffin J, Haase A, Levy JA, Montagnier L, sexually transmitted infections and human
Oroszlan S, Teich N, et al. Human immuno- immunodeficiency virus in Europe. J. Eur.
deficiency viruses. Science. 1986; 232: 697. Acad. Dermatol. Venereol. 2000; 14: 370-7.
11. Clavel F, Guetard D, Brun-Vezinet F, Chama- 23. Operskalski EA, Stram DO, Busch MP, Huang
ret S, Rey MA, Santos-Ferreira MO, et al. W, Harris M, Dietrich SL, et al. Role of viral
Isolation of a new human retrovirus from load in heterosexual transmission of human
West African patients with AIDS. Science. immunodeficiency virus type 1 by blood
1986; 233: 343-46. transfusion recipients. Transfusion Safety
12. O’Brien TR, George JR, Holmberg SD. Human Study Group. Am. J. Epidemiol. 1997; 146:
immunodeficiency virus type 2 infection in 655-61.
the United States. JAMA. 1992; 267: 2775-79. 24. Bautista CT, Sanchez JL, Montano SM,
13. Levy JA. Discovery, Structure, Heterogeneity, Laguna-Torres VA, Lama JR, Sanchez JL,
and Origins of HIV. En: HIV and the Patho- et al. Seroprevalence of and risk factors for
genesis of AIDS. 3rd ed. Washington, D.C.: HIV-1 infection among South American men
ASM Press; 2007. p. 8-12. who have sex with men. Sex. Transm. Infect.
2004; 80: 498-504.
14. Janssens W, Buvé A, Nkengasong JN. The
puzzle of HIV-1 subtypes in Africa. AIDS. 25. Sanchez AM, Schreiber GB, Nass CC, Glynn
1997; 11: 705-12. S, Kessler D, Hirschler N, et al. Retrovirus
Epidemiology Donor Study. The impact of
15. Apetrei C, Loussert-Ajaka I, Descamps D,
male-to-male sexual experience on risk pro-
Damond F, Saragosti S, Brun-Vézinet F, et
files of blood donors. Transfusion. 2005; 45:
al. Lack of screening test sensitivity during
HIV-1 non-subtype B seroconversions. AIDS. 404-13.
1996; 10: F57-60. 26. Pillonel J, Heraud-Bousquet V, Pelletier B,
16. Reeves JD, Doms RW. Human immunodefi- Semaille C, Velter A, Saura C, et al. Blood
ciency virus type 2. J. Gen. Virol. 2002; 83: Donor Epidemiological Surveillance Study
1253-65. Group. Deferral from donating blood of men
who have sex with men: impact on the risk of
17. Sullivan MT, Guido EA, Metler RP, Schable HIV transmission by transfusion in France.
CA, Williams AE, Stramer SL. Identification Vox. Sang. 2012; 102: 13-21.
and characterization of an HIV-2 antibody-
positive blood donor in the United States. 27. Benjamin RJ, Bianco C, Goldman M, Seed
Transfusion. 1998; 38: 189-93. CR, Yang H, Lee J, et al. Deferral of males
who had sex with other males. Vox Sang.
18. Jaffe HW, Bregman DJ, Selik RM. Acquired 2011; 101: 339-67.
immune deficiency syndrome in the Unit-
ed States: the first 1,000 cases. J. Infect. 28. Lackritz EM. Prevention of HIV transmis-
Dis.1983; 148: 339-45. sion by blood transfusion in the developing
world: achievements and continuing chal-
19. Centers for Disease Control. Pneumocystis
lenges. AIDS. 1998;12 Suppl A:S81-6.
carinii pneumonia. Morb. Mortal. Wkly.
Rep.1982; 31: 365-7. 29. Stramer SL, Glynn SA, Kleinman SH, 477
Strong DM, Caglioti S, Wright DJ, et al.
20. Oleske J, Minnefor A, Cooper R Jr, Thomas
National Heart, Lung, and Blood Institute
K, dela Cruz A, Ahdieh H, et al. Immune
Nucleic Acid Test Study Group. Detec-
deficiency syndrome in children. J.A.M.A.
tion of HIV-1 and HCV infections among
1983; 249: 2345-9.
antibody-negative blood donors by nucleic
21. Busch MP, Operskalski EA, Mosley JW, Lee acid-amplification testing. N.Engl. J. Med.
TH, Henrard D, Herman S, et al. Factors 2004; 351: 760-8.
30. Kwon JA, Yoon SY, Lee CK, Lim CS, Lee KN, 38. Glynn SA, Kleinman SH, Wright DJ, Busch
Sung HJ, et al. Performance evaluation of MP; NHLBI Retrovirus Epidemiology Donor
three automated human immunodeficiency Study. International application of the inci-
virus antigen-antibody combination immu- dence rate/window period model. Transfu-
noassays. J. Virol. Methods. 2006; 133: 20-6. sion. 2002; 42: 966-72.
31. Tynell E, Norda R, Ekermo B, Sanner M, 39. Schmunis GA, Zicker F, Cruz JR, Cuchi P.
Andersson S, Björkman A. False-reactive Safety of blood supply for infectious diseases
microbiologic screening test results in Swed- in Latin American countries, 1994–1997.
ish blood donors-how big is the problem? Am. J. Trop. Med. Hyg. 2001; 65: 924–30.
A survey among blood centers and deferred 40. Schmuñis GA, Zicker F, Segura EL, del
donors. Transfusion. 2007; 47: 80-9. Pozo AE. Transfusion-transmitted infectious
32. Phikulsod S, Oota S, Tirawatnapong T, diseases in Argentina, 1995 through 1997.
Sakuldamrongpanich T, Chalermchan W, Transfusion. 2000; 40: 1048-53.
Louisirirotchanakul S, et al, and theWorking 41. World Health Organization. Blood Trans-
Group for NAT Study in Thai Blood Dona- fusion Safety. Global database on blood
tions. One-year experience of nucleic acid safety. Summary report 1998–1999. Fecha
technology testing for human immunodefi- de acceso 2001. Disponible en: http://www.
ciency virus Type 1, hepatitis C virus, and who.int/bloodsafety/global_database/en/
hepatitis B virus in Thai blood donations. SumRep_English.pdf
Transfusion. 2009; 49: 1129-35.
42. Uchiyama T, Yodoi J, Sagawa K, Takatsuki
33. Busch MP, Lee LL, Satten GA, Henrard DR, K, Uchino H. Adult T-cell leukemia: clinical
Farzadegan H, Nelson KE, et al. Time course and hematologic features of 16 cases. Blood.
of detection of viral and serologic mark- 1977; 50: 481-92.
ers preceding human immunodeficiency
43. Gessain A, Barin F, Vernant JC, Gout O,
virus type 1 seroconversion: implications
Maurs L, Calender A, de Thé G. Antibodies
for screening of blood and tissue donors.
to human T-lymphotropic virus type-I in
Transfusion. 1995; 35:91-7. patients with tropical spastic paraparesis.
34. Fiebig EW, Wright DJ, Rawald BD, Gar- Lancet. 1985; 2: 407-10.
rette PE, Schumachere RT, Peddada L, et 44. Osame M, Matsumoto M, Usuku K, Izumo S,
al. Dynamics of HIV viremia and antibody Ijichi N, Amitani H, et al. Chronic progres-
seroconversion in plasma donors: implica- sive myelopathy associated with elevated
tions for diagnosis and staging of primary antibodies to human T-lymphotropic virus
HIV infection. AIDS. 2003; 17: 1871–79. type I and adult T-cell leukemialike cells.
35. Murthy KK, Henrard DR, Eichberg JW, Cobb Ann Neurol. 1987; 21: 117-22.
KE, Busch MP, Allain JP, et al. Redefining the 45. Kalyanaraman VS, Sarngadharan MG,
HIV-infectious window period in the chim- Robert-Guroff M, Miyoshi I, Golde D, Gallo
panzee model: evidence to suggest that viral RC. A new subtype of human T-cell leuke-
nucleic acid testing can prevent blood-borne mia virus (HTLV-II) associated with a T-cell
transmission. Transfusion. 1999; 39:688-93. variant of hairy cell leukemia. Science. 1982;
218: 571-3.
36. Zhong-Min M, Stone M, Piatak M Jr., Sch-
weighardt B, Haigwood NL, Montefiore D, et 46. Calattini S, Chevalier SA, Duprez R, Bassot
al. High specific infectivity of plasma virus S, Froment A, Mahieux R, et al. Discovery
from the pre-ramp-up and ramp-up stages of a new human T-cell lymphotropic virus
478 of acute simian immunodeficiency virus (HTLV-3) in Central Africa. Retrovirology.
infection. J. Virol. 2009; 83: 3288-97. 2005; 2: 30.
37. Dodd RY, Notari EP 4th, Stramer SL. Current 47. Wolfe ND, Heneine W, Carr JK, Garcia AD,
prevalence and incidence of infectious dis- Shanmugam V, Tamoufe U, et al. Emergence
ease markers and estimated window-period of unique primate T-lymphotropic viruses
risk in the American Red Cross blood donor among central African bushmeat hunters.
population. Transfusion. 2002; 42: 975-9. Proc Natl Acad Sci U S A. 2005; 22: 7994-9.
48. Slattery JP, Franchini G, Gessain A. Genomic ogy Donor Study Group. J. Acquir. Immune
evolution, patterns of global dissemination, Defic. Syndr. Hum. Retrovirol. 1996; 2:
and interspecies transmission of human 193-201.
and simian T-cell leukemia/lymphotropic
58. Ando Y, Nakano S, Saito K, Shimamoto I,
viruses. Genome Res. 1999; 6: 525-40.
Ichijo M, Toyama T, et al. Transmission of
49. Hall WW, Ishak R, Zhu SW, Novoa P, Eiraku adult T-cell leukemia retrovirus (HTLV-I)
N, Takahashi H, et al. Human T lympho- from mother to child: comparison of bottle-
tropic virus type II (HTLV-II): epidemiology, with breast-fed babies. Jpn. J. Cancer Res.
molecular properties, and clinical features 1987; 4: 322-4.
of infection. J.Acquir Immune Defic Syndr
59. Martín-Dávila P, Fortún J, López-Vélez
Hum Retrovirol. 1996; 13 Suppl 1: S204-14.
R, Norman F, Montes de Oca M, Zamar-
50. Gotuzzo E, Arango C, de Queiroz-Campos rón P, et al. Transmission of Tropical and
A, Istúriz RE. Human T-cell lymphotropic Geographically Restricted Infections dur-
virus-I in Latin America. Infect Dis Clin ing Solid-Organ Transplantation. Clinical
North Am. 2000; 1: 211-39, x-xi. Microbiology Reviews, 2008; 21: 60–96.
51. Pardi D, Kaplan JE, Coligan JE, Folks TM, 60. Fukushima Y, Takahashi H, Hall WW, Na-
Lal RB. Identification and Characterization kasone T, Nakata S, Song P, et al. Extraordi-
of an Extended Tax Protein in Human T- nary high rate of HTLV type II seropositivity
Cell Lymphotropic Virus Type II Subtype b in intravenous drug abusers in south Viet-
Isolates. J. Virol. 1993; 67: 7663-67. nam. AIDS Res. Hum. Retroviruses. 1995;
11: 637-45.
52. Bouzas MB, Zapiola I, Quiruelas S, Gorvein
D, Panzita A, Rey J, et al. HTLV type I and 61. Manns A, Wilks RJ, Murphy EL, Haynes
HTLV type II infection among Indians and G, Figueroa JP, Barnett M, et al. A prospec-
natives from Argentina. AIDS Res. Hum. tive study of transmission by transfusion
Retroviruses. 1994; 10: 1567-71. of HTLV-I and risk factors associated with
seroconversion. Int. J. Cancer. 1992; 51:
53. Krook A, Blomberg J. HTLV-II among inject-
886-91.
ing drug users in Stockholm. Scand. J. Infect.
Dis. 1994; 26: 129-32. 62. Césaire R, Kérob-Bauchet B, Bourdonné O,
Maier H, Amar KO, Halbout P, et al. Evalua-
54. Khabbaz RF, Onorato IM, Cannon RO,
tion of HTLV-I removal by filtration of blood
Hartley TM, Roberts B, Hosein B, et al. Se-
cell components in a routine setting. Trans-
roprevalence of HTLV-I and HTLV-II among
fusion. 2004; 44: 42-8.
intravenous drug users and persons in clin-
ics for sexually transmitted diseases. N. Engl. 63. Thorstensson R, Albert J, Andersson S.
J. Med. 1992; 326: 375-80. Strategies for diagnosis of HTLV-I and –II.
Transfusion. 2002: 42: 780-91.
55. Gout O, Baulac M, Gessain A, Semah F, Saal
F, Périès J, et al. Rapid development of my- 64. Mangano AM, Remesar M, del Pozo A, Sen
elopathy after HTLV-I infection acquired by L. Human T lymphotropic virus types I and
transfusion during cardiac transplantation. II proviral sequences in Argentinian blood
N.Engl. J. Med. 1990; 322: 383-8. donors with indeterminate Western blot
patterns. J. Med. Virol. 2004; 74: 323-7.
56. Jeffery KJ, Usuku K, Hall SE, Matsumoto
W, Taylor GP, Procter J, et al. HLA alleles 65. Davison KL, Dow B, Barbara JA, Hewitt
determine human T-lymphotropic virus-I PE, Eglin R. The introduction of anti-HTLV
(HTLV-I) proviral load and the risk of HTLV- testing of blood donations and the risk of 479
I-associated myelopathy. Proc. Natl. Acad. transfusion-transmitted HTLV, UK: 2002-
Sci. U S A. 1999; 96: 3848-53. 2006. Transfus Med. 2009; 19: 24-34.
57. Kaplan JE, Khabbaz RF, Murphy EL, Her- 66. Iwanaga M, Chiyoda S, Kusaba E, Kamihira
mansen S, Roberts C, Lal R, et al. Male-to- S. Trends in the seroprevalence of HTLV-1
female transmission of human T-cell lym- in Japanese blood donors in Nagasaki Pre-
photropic virus types I and II: association fecture, 2000-2006. Int. J. Hematol. 2009; 2:
with viral load. The Retrovirus Epidemiol- 186-90.
67. Gudo ES, Abreu CM, Mussá T, Augusto 1 and 2 in blood donors from the regional
Ado R, Otsuki K, Chambo E, et al. HTLV in hospital of Valdivia, Chile. Med. Microbiol.
Mozambique Study Group. Serologic and Immunol. 2010; 199: 341-4.
molecular typing of human T-lymphotropic
70. Catalan-Soares B, Carneiro-Proietti AB,
virus among blood donors in Maputo City,
Proietti FA; Interdisciplinary HTLV Research
Mozambique. Transfusion. 2009; 49: 1146-
Group. Heterogeneous geographic distribu-
50.
tion of human T-cell lymphotropic viruses
68. Diop S, Calattini S, Abah-Dakou J, Thiam D, I and II (HTLV-I/II): serological screening
Diakhaté L, Gessain A. Seroprevalence and prevalence rates in blood donors from large
molecular epidemiology of human T-Cell urban areas in Brazil. Cad Saude Publica.
leukemia virus type 1 (HTLV-1) and HTLV-2 2005; 21: 926-31.
in blood donors from Dakar, Senegal. J. Clin.
71. Gastaldello R, Hall WW, Gallego S. Sero-
Microbiol. 2006; 44: 1550-4.
epidemiology of HTLV-I/II in Argentina: an
69. Chandía L, Sotomayor C, Ordenes S, Salas P, overview. J. Acquir. Immune Defic. Syndr.
Navarrete M, Lopez M, et al. Seroprevalence 2004; 35: 301-8.
of human T-cell lymphotropic virus type
480
CAPÍTULO 25
Transmisión de parásitos
por transfusión
Enfermedad de Chagas
Introducción
La enfermedad de Chagas es causada
por el protozoario Trypanosoma cruzi.
Fue descrita por Carlos Chagas en 19091
y hasta hoy es uno de los principales
problemas de salud en Latinoamérica.
Existen diversas fases clínicas y
formas de la enfermedad de Chagas.
La fase aguda en general tiene corta 481
duración y puede no identificarse, prin-
cipalmente en los casos en que no hay
* Asesor científico del Programa Nacional de Con-
sintomatología. Las personas infectadas
trol de Calidad de la Sociedad Brasileña de Análisis que no fueron tratadas en la fase aguda
Clínicos. Consultor de OMS para tamizaje de Cha- evolucionan hacia la fase crónica pero la
gas en Bancos de Sangre, Sao Paulo, Brasil.
mayoría de ellas no desarrollará ningún
Cuadro 2. Pruebas serológicas más utilizadas para el tamizaje en donantes de sangre en la América
Latina durante los últimos 25 años.
Pruebas serológicas convencionales para anticuerpos Anti – T.cruzi
HAI IFI ELISA
Inicio 1962 1966 1975
Ac detectados IgG IgG e IgM IgG
Lectura Visual Visual Por instrumentos
Valor de corte 1/16 – 1/20 1/40 Punto de corte
Sensibilidad Variable Alta 97,7 – 100%
Especificidad Baja Baja 93,3 – 100%
Tamizaje en donantes de sangre No Recomendado No Recomendado Recomendado
(4) (Ag1, Ag2, Ag30, SAPA, Ag13 y Ag36) ELISA 100% 99,7%
(1): Abbott. Transfusion 2006; 46(10):1737-44 / Diag Microbiol Infect Dis 2011; 69:74-81
(2): BioKit. Sáez-Alquezar A 2000 / Otani M, et al. Transfusion 2009;
(3): Wiener 3.0. Sáez Alquezar A 2004.
(4): Wiener 4.0. Sáez-Alquezar A 2009
Cuadro 5. Ejemplos de Pruebas No Convencionales usadas para el diagnóstico de la infección por T.cruzi
Pruebas No Convencionales (Pruebas rápidas)
Ensayos Fracciones antigénicas Sensibilidad Especificidad
98,5-100% 94,8-98,6%
Chembio* B13, 1F8, H49/JL7
99,6% 99,9%
Inbios** TcF,SAPA,pep (30,60,1),Kmp 99,3% 99,3%
(*): 1- Luquetti AO ET al. 2003; 2- Ponce C, ET al. 2005.
(**): Lorca M, et al. 2008.
Cuadro 6. Pruebas complementarias para confirmar la infección por T.cruzi utilizadas en los últimos
quince años.
Pruebas Complementarias (confirmatorias)
Métodos Fracciones antigénicas Sensibilidad Especificidad
RIPA§ Dirigidas para Ac 72-90 kD Concordancia de 89% con la IFI
Western Blot* TESA (Excreted-secreted antigens) 100% 98,5%
100% 99,3%
Inmunoblot** CRA,FRA Tc-24,SAPA, MAP,TcD,Ag39
99,4% 98,1%
Inmunoblot*** FP10,FP6,FP3,TcF 100% !00%
(§): Leiby DA ET al, 2000.
(*): Umezawa ES ET al, 1996.
(**): 1- Oelemann WN et al, 1999. 2- Sáez-Alquezar A et al, 2000
(***): Cheng KY et al, 2007
zan solamente una prueba. En Inglaterra con T.cruzi.47-48 Claro que lo mejor sería
se utiliza una sola prueba. poder usar solamente una prueba sero-
En la práctica, aunque la recomenda- lógica en el tamizaje como ocurre para
ción oficial sea para usar solo una prue- otros agentes etiológicos como el VIH,
ba, muchos laboratorios, en Latinoamé- pero hemos de tomar en consideración
rica, prefieren utilizar una asociación de que debido a las diferencias observadas
dos o más pruebas, con el objetivo de con las cepas de T.cruzi en distintas
reforzar el procedimiento de tamizaje. regiones que tienen comportamiento
Cuando esa asociación se hace entre diferente frente a las pruebas serológi-
una prueba de ELISA con pruebas de cas y que todavía no existe una prueba
HAI y/o IFI, se acaba generando un gran confirmatoria definitiva, la situación es
número de resultados indeterminados, un poco diferente. La mayoría de los do-
que en su mayoría corresponden a RFP, nantes infectados por T.cruzi, se encuen-
sin que se obtenga mejor eficacia en el tran en la fase crónica de la enfermedad,
tamizaje.26 Debido a la ausencia de una donde la parasitemia es baja y a veces
prueba confirmatoria confiable y de uso indetectable lo que hace a las pruebas de
común, esos resultados indeterminados biología molecular poco eficientes para
acaban por traer serios problemas para confirmar los resultados de las pruebas
la comunicación a los donantes y tam- serológicas usadas en el tamizaje de do-
bién una pérdida excesiva de unidades nantes. Para efectos de comparación se
de sangre. Cuando la asociación ocurre pueden consultar diversos estudios que
entre pruebas de ELISA o ChLIA, siendo comparan el desempeño de las pruebas
que una de las pruebas usa antígenos serológicas realizadas desde el inicio de
recombinantes y la otra antígenos nati- los años 90.34,40, 49-51
vos, como se adoptó por algún periodo Cuando se utiliza un inmunoensa-
en Costa Rica, Francia y España, los yo de alta sensibilidad asociado a otra
resultados pueden ser mejores en rela- prueba convencional en el tamizaje y se
ción con el uso de apenas una prueba observa una discrepancia de resultados,
en el tamizaje. En verdad, aun falta una la unidad de sangre será descartada pero
respuesta definitiva para dos preguntas, la confirmación dependerá del resultado
con respecto a la estrategia de tamizaje de las pruebas complementarias usadas.
serológico para Chagas en bancos de Por otro lado, si se utiliza solamente un
sangre: a) ¿Es suficiente usar solamente inmunoensayo de alta sensibilidad y el
una prueba en el tamizaje? b) ¿El com- resultado es reactivo, la unidad de sangre
portamiento de las pruebas ELISA o también será descartada, pero si el resul-
ChLIA, que utilizan antígenos nativos tado es no reactivo, la unidad de sangre
o proteínas recombinantes y péptidos será usada para transfusión. El riesgo 495
sintéticos, es el mismo en el tamizaje? teórico de esta situación corresponde
Algunos estudios han demostrado, a la posibilidad de que la muestra sea
en determinadas áreas geográficas, que reactiva, pero debido a las característi-
el uso de solamente una prueba en el cas de la cepa de T.cruzi infectante, la
tamizaje serológico no es suficiente para prueba utilizada no consiga identificar
identificar todos los donantes infectados la reactividad de la muestra. Siguiendo
situaciones, no todos los lotes tendrán estudio para preparar estándares bioló-
el mismo desempeño. gicos para anti-T.cruzi.55
En muchas ocasiones se han realiza- Esta es la primera vez que se inten-
do evaluaciones separadas o conjuntas tó preparar estándares oficiales para el
de diversos kits comerciales en cada diagnóstico serológico de la enfermedad
país. 34, 40, 49, 51-54 Ese procedimiento de Chagas. Sin duda esta iniciativa
puede traer muchos beneficios, no solo representa un marco importante para
para poder comparar los resultados e el control y evaluación de las pruebas
identificar algunas fallas en determina- usadas en el diagnóstico de la infección
dos productos pero también puede traer por el T.cruzi. Los estándares fueron
informaciones importantes, relaciona- producidos a partir de muestras obte-
das con las cepas de T.cruzi, circulantes nidas en pacientes de distintas áreas
en cada país. Es común escuchar que un donde predomina el TcI y el TcII (Brasil,
kit producido en un país, tal vez no ten- México y Chile), que después pasaron
ga buen desempeño en otro país porque por amplia evaluación frente a la ma-
las cepas de T.cruzi son diferentes. En yoría de las pruebas disponibles en el
muchos casos eso no corresponde a la mercado internacional y en laboratorios
realidad, pero con respecto al tamizaje de referencia de diversos países. Los
serológico puede ser verdadero, exigien- estándares finales son liofilizados (uno
do que más de un kit sea utilizado en el corresponde a sueros provenientes de
escrutinio. Un estudio reciente en que áreas donde predomina el TcI y el otro
se analizaron muestras provenientes de de áreas donde predomina el Tc2) y se
áreas donde predomina el TcI con reacti- recomienda hacer diluciones en serie
vos producidos con cepas de TcII mostró para comparar el desempeño de los kits
que el origen de los antígenos utilizados que se van a evaluar.
no afectó el desempeño de las pruebas En nuestra opinión, este ha sido un
serológicas aplicados en muestras de paso muy importante, por ser la primera
Brasil, Honduras y México.54 vez que se dio atención al diagnóstico
Para los fabricantes de kits diag- de una enfermedad que durante mucho
nósticos para anti-T.cruzi se deben tiempo se ha sido negligente y al mismo
reforzar algunas recomendaciones: a) tiempo se constituye en un referencial,
que informen las fracciones antigénicas que era inexistente, para que los fa-
que utilizan; b) si se trata de antígenos bricantes de kits diagnósticos puedan
crudos o proteínas recombinantes o establecer condiciones mínimas de
péptidos sintéticos; c) si ocurrieron desempeño en sus productos, antes de
cambios esporádicos en nuevos lotes del colocarlos en el comercio. 497
producto. Esas informaciones permiten Otro punto fundamental en la apli-
trabajar con conocimiento del producto cación de procedimientos de control de
y poder comparar los resultados con calidad es la necesidad de que todos los
otros servicios que usan kits diferentes. laboratorios de tamizaje serológico par-
Recientemente la Organización ticipen de por lo menos un programa de
Mundial de la Salud (OMS), inició un evaluación externa de la calidad (PEEC)
3. Bosseno MF, Barnabe C, Magallon GE, Lo- 14. OPS, Suministro de sangre segura para
zano KF, Ramsey J, Espinoza B, et al. Pre- transfusiones en los países del Caribe y de
dominance of Trypanosoma cruzi lineage I Latinoamérica 2006, 2007, 2008 y 2009:
in México. J Clin Microbiol 2002; 40:627-32. Avances desde 2005 del Plan regional de
seguridad transfusional. Washington, D.C.:
4. Zingales B, Andrade SG, Briones MR, Cam-
OPS, 2010. (HSS/MT/2010/01Esp)
pbell DA, Chiari E, Fernandes O, et al. A new
consensus for Trypanosoma cruzi intraspe- 15. Schmunis GA, Yadon ZE. Chagas disease:
cific nomenclature: second revision meeting A Latin american health problem becom-
recomends TcI to TcVI. Mem Inst Oswalco ing a world health problem. Acta Tropica;
Cruz, 2009; 104(7):1051-4. 2010;115.14-21.
5. Schmunis GA. A Tryponosomiase Ameri- 16. Albajar-Viñas P, Jannin J. The hidden Chagas
cana e seu impacto na saúde pública nas disease burden in Europe. Euro Surveill,
Américas. In: Trypanosma cruzi e doença 2011; 16(38): pll=19975. Available online:
de Chagas. Editores: Brener Z, Andrade ZA, http://www.eurosurveillance.org/View Ar-
Barral-Neto M. Editora Guanabara Koogan, ticle.aspx?Articled=19975.
RJ, 2000 p 1-15.
17. Flores-Chávez M, Cruz I, Rodríguez M, Nieto
6. Dias JCP, Neto VA. Prevention concerning the J, Franco E, Gárate T & Cañavete C. Compara-
different alternative routes for transmission
ción de técnicas serológicas convencionales
of Trypanosoma cruzi in Brasil. Rev Soc Bras
y no convencionales para el diagnóstico
Med Trop. 2011; 44(suppl II): 68-72.
de la enfermedad de Chagas importada en
7. Schmunis GA.Prevention of transfusional España. Enfer Infecc Microbiol Clin. 2010;
Trypanosoma cruzi Infection in Latin 28(5):284-293.
America. Mem Inst Oswaldo Cruz, Rio de
Janeiro. 1999; 94, Suppl. I: 93-101. 18. Portela-Lindoso AA, Shikanay-Yasuda MA.
Chronic Chagas´disease: from xenodiagno-
8. Schmunis GA. Epidemiology of Chagas sis and hemoculture to polymerase chain
disease in non-endemic countries: the role reaction. Rev Saude Publica, 2003. 37(1):
of international migration. Memorias do 107-115.
Instituto Oswaldo Cruz 2007; 102(Suppl.I):
75-85. 19. Virreira M, Truyens C, Alonso-Vega C, Brutus
L, Jijena J, Torrico F, ET al. Comparison of
9. Moraes-Souza H, Silva MMF. O controle da
Trypanosoma cruzi Lineages and levels of
transmissão transfusional. Rev Hematologia
parasitic DNA in infected mothers and their
Hemoterapia 2011; 44(sup II): 64-67
newborns. Am J Trop Med Hyg 2007; 77(1):
500 10. Dias JCP, Prata A, Correia D. Problems and
perspectives for Chagas disease control: in
102-106.
search of a realistic analysis. Rev Soc Bras 20. Freilij H et al, Direct micromethod for diag-
Med Trop. 2008; 41(2):193-196. nosis of acute and congenital Chagas disease.
J Clin Microbiol. 1983; 18: 327-330.
11. Mazza S, Montana A, Benitez C, Janzi EZ.
Transmisión Del Schizotrypanum cruzi al 21. Russomando G, Sánchez Z, Meza G, De Guil-
niño por leche de la madre con enfermedad len Y. Shed acute-phase antigen protein in
de Chagas. MEPRA, 1936; 28:41-46. an ELISA system for unequivocal diagnosis
of congenital Chagas disease. Expert Rev 30. Astorga B, Herskovic LP. Reactivos comer-
Mol Diagn 2010; 10(6): 705-707. ciales en el diagnóstico de la enfermedad de
Chagas. Rev Med Chile. 1990; 118:1119-1122.
22. Guerreiro C, Machado A. Da reação de Bordet
e Gengou na mpléstia de Carlos Chagas como 31. Lorca M, Child R, Garcia A, Silva M, Martinez
elemento diagnóstico. Brasil Med. 1913; 27: L, Jerez G, et al. Evaluation of comercial kits
225-227. used for Chagas disease diagnosis in blood
Banks in Chile. II. Routine application. Rev
23. Camargo ME, Hoshino-Shimizu S, Correa Med Chile. 1994; 122:925-931.
NS, Peres BA. Hemagglutination test for
Chagas´disease with chromium cloride, 32. Oeleman WM, Teixeira MD, Verissimo-Da-
formalin-treated-erythrocytes, sensitized Costa GC, Borges-Pereira J, De-Castro JÁ,
with Trypanosoma cruzi extracts. Rev Inst Coura JR, Peralta JM. Evaluation of three
Med Trop São Paulo. 1971; 13:45-50. commercial enzyme-linked immunosorbent
assays for diagnosis of Chagas disease. J Clin
24. Sáez-Alquézar, A.; Otani, MM.; Sabino, EC.; Microbiol. 1998; 36: 2423-2427.
Ribeiro dos Santos, G.; Salles, NA.; Chamo-
33. Teixeira MGM, Borges-Pereira J, Peralta J.
ne, DAF. Evaluation of the Performance of
Avaliação de testes sorológicos aplicados
Brazilian Blood Banks in Testing for Chagas
para a detecção de infecção pelo Trypano-
Disease. Vox Sanguinis 1998, 74 (4): 228 –
soma cruzi. Rev Bras Patol Clin. 1994;
231. [PMID: 9691403]
30:133-139.
25. Sáez-Alquezar A, Murta M, Pereira WM, 34. Caballero ZC, Sousa OE, Marques WP, Sáe-
Da Silva GR. Resultados de un programa de z-Alquezar A, Umezawa ES. Evaluation of
control de calidad externo del tamizaje se- serological tests to identify Trypanosoma
rológico de anticuerpos contra Trypanosoma cruzi infection in humans and determine
cruzi en donantes de sangre en Brasil. Rev cross-reactivity with Trypanosoma rangeli
Panam Salud Publica. 2003; 13:129-137. and Leishmania spp. Clinical and vaccine
26. Sáez-Alquézar, A , Luquetti, AO, Borges- immunology 2007 (14): 1045-1049.
Pereira, J, Moreira, EF.; Gadelha, MFS.; 35. Technical Report - International meeting:
Garcia-Zapata, MT.; Arruda, AHS. Estudo new diagnostic tests are urgently needed to
multicêntrico: Avaliação do desempenho treat patients with Chagas Disease. Revista da
de conjuntos diagnósticos de Hemagluti- Sociedade Brasileira de Medicina Tropical.
nação Indireta, disponíveis no Brasil, para 2008; 41:315-319.
o diagnóstico sorológico da infecção pelo
36. Lorca M, Contreras MC, Salinas P, Guerra A,
Tripanosoma cruzi. Revista de Patologia
Raychaudhuri S. Evaluation of a rapid diag-
Tropical. 1997; 26 (2): 343-374. nosis test for Trypanosoma cruzi Infection in
27. Camargo ME, Fluorescent antibody test for serum simple. Parasitol Latinoam. 2008; 63:
the serodiagnosis of American trypanoso- 29-33.
miasis. Technical modification employing 37. Ponce C, Ponce E, Vinelli E, Montoya A,
preserved culture forms of Trypanosoma De Aguilar V, González A, et al. Validatiion
cruzi in a slide test. Rev Inst Med Trop São of a rapid and reliable test for diagnosis of
Paulo 1966; 8:227-35. Chagas´disease by detection of Trypanosoma
28. Salles NA, Sabino EC, Cliquet MG, Eluf- cruzi-specific antibodies in blood of donors
Neto J, Mayer A, Almeida-Netao C, Men- and patients in Central America. J Clin Mi-
crobiol 2005; 43:5065-8.
donça MC, Dorlhiac-Llacer P, Chamone
DF, Sáez-Alquezar A. Risk of exposure to
Chagas´disease among seroreactive Brazilian
38. Verani JR, Seitz A, Gilman RH, LaFuente
C, Galdos-Cardenas G, Kawai V, et al. Geo-
501
blood donors. Transfusion 1996; 36: 969-73. graphic variation in the sensitivity of recom-
binant antigen-based rapid tests for chronic
29. Voller A, Draper C, Bidwell DE, Bartlett A.
Trypanosoma infection. Am J Med Hig. 2009;
Microplate enzyme-linked immunossor-
80:410-415.
bent assay for Chagas´disease. Lancet 1975;
1(7904): 426-428. 39. Kirchof LV, Gam AA, Gusmao RA, Goldsmith
RS, Rezende JM, Rassi A. Increased specific-
42. Oeleman WBO, Vanderborght GC, Da Costa 51. Tobler LH, Contestable P, Pitina L, Groth H,
V, Teixeira MG, Borges-Pereira J, De Castro Shafer S, Blackburn GR, et al. Evaluation of
JA, et al. A recombinant peptide antigen line a new enzyme-linked immunosorbent assay
immunoassay optimized for the confirma- for detection of Chagas antibody in US blood
tion of Chagas´disease. Transfusion 1999; donors. Transfusion 2007; 47: 90-96.
39: 711-717. 52. Sáez-Alquézar, A.; Marques, W.; Botini, MB.;
43. Sáez-Alquezar A, Sabino EC, Salles N et al. Evaluación de un kit ELISA para detección
Serological confirmation of Chagas´disease de enfermedad de Chagas. NotiWiener nº
by a recombinant and peptide antigen line 125, 1-3, 2004. (http//:www.wiener-lab.com.
immunoassay: INNO-LIA Chagas. J Clin br).
Microbiol 2000;38:851-4.
53. Sáez-Alquezar A. Evaluación de un kit ELISA
44. Silveira-Lacerda EP, Silva AG, Junior SF, para detección de anticuerpos anti-T.cruzi.
Souza MA, Kesper N, et al. Chagas´disease: NotiWiener, 2011; nº 151:1-3.
application of TESA-blot in inconclusive
54. Luquetti AO, Espinoza B, Martínez I, Her-
será from a Brazilian blood bank. Vox San-
nandez-Becerril N, Ponce C, Ponce E, ET AL.
guinis 2004; 87: 204-207.
Performance levels of four Latin American
45. Cheng KY, Chang CD, Salbilla VA, Kirch- laboratories for the serodiagnosis of Chagas
hoff LV, et al. Immunoblot assay using disease in Mexican será samples. Mem Inst
recombinant antigens as a supplemental Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro, 2009; 104(5):
test to confirm the presence of antibodies to 797-800.
Trypanosoma cruzi. Clinical and Vaccine
55. World Health Organization (WHO). New
Immunology. 2007; 14(4): 355-361.
global effort to eliminate Chagas disease.
502 46. World Health Organization. Control of Cha-
gas disease. Geneva; WHO Technical Report
Geneva: WHO;3 july 2007. Available from:
http://www.who.int/mediacentre/news/
Series 905. World health Oragnization, Ge- releases/2007/pr36/en/index.html
neva, 2002.
56. Organización panamericana de la Salud.
47. Gadelha AAM, Verçosa AFA, Lorena VMB, Manual de procedimientos de control de cali-
Nakazawa M, Carvalho AB, Souza WV, et
dad para los laboratorios de serología de los
al. Chagas´disease diagnosis: comparative
bancos de sangre. Washington, documento
técnico PAHO/HPC/HCT 94.21,1994.
57. Duran MB & Guzmán MA. Evaluación ex- results and strategies for improvement. Rev
terna de los resultados serológicos en los Panam Salud Publica. 2003; 13: 149-153.
bancos de sangre de Colombia. Rev Panam
60. Sáez-Alquezar A, Otani MM, Sabino EC,
Salud Publica. 2003 13(2/3): 138-143.
Salles NA and Chamone DF. Programas de
58. Grijalva MJ, Chiriboga RF, Vanhassel H, control externo de la calidad en serologia
Arcos-Teran L. Improving the safety of the desarrollados en América Latina con el
blood supply in Ecuador through exter- apoyo de la OPS entre 1997 y 2000. Rev Pa-
nal performance evaluation of serological nam Salud Pública/ Pan Am J Public Health
screening of blood donors. J Clin Virol. 2005; 13(2/3), 2003.
34 Suppl, 2. S47-S52.
61. Schmunis GA, Zicker F, Cruz JR and Cuchi P.
59. Oknaian S, Remesar M, Ferraro I, del Pozo Safety of blood supply for infectious diseases
AE. External performance evaluation of in Latin American countries, 1994-1997. Am
screening in blood Banks in Argentina: J Trop Med Hig. 2001; 65(6): 924-930.
503
Malaria
Introducción áreas endémicas incluyen México, re-
gión del Caribe, el Norte de la América
La malaria es una enfermedad infec-
del Sur, Oriente Medio, subcontinente
ciosa causada por protozoos del género
indiano, Asia Central, sudeste asiático,
Plasmodium.
Filipinas Indonesia y el sur de China. Se
Cinco especies son infectantes para
observan más de 300 millones de casos
seres humanos: Plasmodium vivax,
de malaria en el mundo, con un número
Plasmodium falciparum, Plasmodium
de muertes de uno a dos millones, de las
malariae, Plasmodium ovale y Plasmo-
cuales cerca de un millón corresponde
dium knowlesi. (Cuadro 1)
a niños menores de cinco años. Casi el
Los parásitos invaden el hígado y
se multiplican en los hematíes. Causan 90% de las muertes ocurre en la región
anemia y otros síntomas generales que subsahariana donde la mayoría de las
en casos graves pueden ocasionar coma infecciones son causadas por P. falci-
y muerte. parum.
Las infecciones más graves ocurren Se estima que en el 2006 había en
el mundo una población cercana a los
por Plasmodium falciparum que pre-
tres mil trescientos millones en riesgo
domina en el África subsahariana. Las
de contraer malaria y se observaron al-
infecciones por P. vivax son menos pe-
rededor de 247 millones de casos, en los
ligrosas, pero su distribución mundial
cuales los niños menores de cinco años
es más amplia. En Latinoamérica están
fueron los más afectados (OMS 2008). El
presentes los plasmodios, falciparum, vi- 86% de los casos observados se dieron
vax y malariae. Las infecciones debidas en África. De los casos fuera de la región
a las otras especies son menos frecuentes africana, 80% se dieron en India, Sudán,
y restringidas a áreas específicas. El P. Myanmar, Bangladesh, Indonesia, Papúa
ovale es endémico en el África occiden- Nueva Guinea y Paquistán. El número
tal, Filipinas, Indonesia y Papúa Nueva estimado de muerte por malaria en el
Guinea. Los episodios de infección por 2006 fue alrededor de 900.000, de los
Plasmodium knowlesi ocurren princi- cuales el 91% se presentó en África y
palmente en el sudeste asiático, pero de estos el 85% afectó a niños menores
ya se han descrito casos de infección en de cinco años.
viajeros de países europeos. 1-3 Del total de personas en riesgo en el
La malaria existe en todas las regio- 2006, 2,1 billones fueron consideradas
nes tropicales y en muchas regiones como de bajo riesgo; o sea, en regiones
504 subtropicales del planeta. Los mosquitos con menos de un caso descrito por
resisten temperaturas medias entre los cada 1.000 habitantes y los demás 1,2
20°C y los 30°C, con alta humedad y billones considerados como de alto
altitudes inferiores a 1.500 metros sobre riesgo, en regiones con uno o más casos
el nivel del mar. descritos por 1.000 habitantes. El 97%
Actualmente la región subsahariana de las poblaciones de bajo riesgo estaba
es más afectada por la malaria. Otras en países fuera de África, mientras que
505
Formas de transmisión del género Anopheles. Otras formas
de transmisión son por vía sanguínea
de la malaria
(transfusional y uso de drogas inyecta-
La principal vía de transmisión es por bles) y la vertical (malaria congénita).
la picadura de hembras de mosquitos
neo en lámina coloreado por Giemsa o Las pruebas para detección directa
Wright. La gota gruesa es más sensible de parásitos son consideradas la base del
y es una prueba de relativamente bajo diagnóstico de la malaria aguda y per-
costo y todavía considerada como la miten determinar la especie del parásito
prueba estándar para la malaria. Es además de cuantificar la parasitemia y
necesario examinar por lo menos cien visualizar las formas del plasmodio. Eso
campos cuyos resultados van a depender representa una ayuda importante para
de la experiencia de los técnicos que la evaluar la gravedad de la infección y
ejecutan. Se considera que en manos ex- orientar la terapia que se va a adoptar.
perimentadas se consigue una identifica- Por otro lado, hemos de considerar que
ción positiva en muestras que contengan el examen microscópico en muchos ca-
entre 5 a 50 parásitos/µl. Todavía, en sos no permite la diferenciación entre
condiciones de rutina de laboratorios, especies de plasmodios únicamente por
la detección puede limitarse a muestras la morfología.14
con 500 parásitos/ µl.
tenían dos bandas para la interpretación. HRP-2/pLDH (Pf/pan) Combo Test, son
Una de ellas era la línea control y la ejemplos de pruebas rápidas para la
otra para el P. falciparum (histidina-2 detección de antígenos específicos de
(HRP-2) o Pf pLDH). Las pruebas rápidas plasmodios.
más recientes contienen tres líneas: una La prueba NOW ICT detecta la pro-
control, otra para P. falciparum y otra teína rica en histidina (HRP-2) especí-
para especies de plasmodios (aldolasa o fica para el P. falciparum y el antígeno
pan Plasmodium- específica pLDH) pan- aldolasa. Teóricamente, esta prueba
pLDH. Hasta hoy, se han producido más permite diferenciar entre malaria por P.
de 200 productos distintos por diversos falciparum y malaria causada por otros
fabricantes. Un estudio realizado por la géneros de plasmodios. Estudios con
OMS y por la Foundation for Innovative NOW ICT, comparando los resultados
New Diagnostics (FIND) para evaluar 70 con la PCR muestran una sensibilidad
pruebas rápidas de 26 fabricantes, mos- entre 95,5% y 94,3%.
tró que 39 eran del tipo de tres bandas
La prueba OptiMAL detecta la en-
para detectar y diferenciar P.falciparum
zima p-LDH; contiene un anticuerpo
de especies no falciparum.19
monoclonal específico contra la p-LDH
En general, las pruebas para detec-
común para todos los géneros de plas-
ción de antígenos tienen el formato de
modios que causan malaria en seres hu-
pruebas rápidas (TR) por inmunocroma-
manos. La sensibilidad y especificidad
tografía y se utiliza sangre total. El uso
del test OptiMAl es de 94.7% y 97,6%,
de TR ha aumentado significativamente
respectivamente, para P. falciparum y
a nivel mundial, en los últimos años. Se
de 90,4% y 100% para P. vivax
considera que durante el 2006 fueron li-
berados por los programas nacionales de La prueba Para-Sight-F ® detecta
control de malaria cerca de 16 millones solamente antígenos del P. falciparum
de pruebas rápidas, siendo 11 millones a través del uso de anticuerpos mono-
de ellos utilizados en África. En realidad clonales anti-PfHRP2. Consigue detectar
el número es pequeño si consideramos la presencia de 20 – 40 parásitos /µl de
el número total de casos de malaria sangre, mostrando una sensibilidad de
observados.4 96,8% y una especificidad de 100% en
La importancia de las pruebas rápi- muestras de personas infectadas con el
das radica en poder obtener resultados P. falciparum.
rápidos y de esta forma agilizar la im- La prueba CareStartTM Malaria HRP-
plementación terapéutica para prevenir 2/pLDH (Pf/pan) Combo Test detecta
formas graves y muertes. el antígeno rico en histidina, proteína
La sensibilidad de estas pruebas pue- (HRP-2) específico para el P. falciparum
de variar entre 100 a 1.000 parásitos por y el antígeno, pan-plasmodio, láctico
ml, de forma que no son recomendados
509
deshidrogenasa (pLDH). La prueba
para el tamizaje serológico, a no ser en mostró una sensibilidad de 88,8% para
condiciones especiales, cuando sean la el P. falciparum, que puede aumentar
única alternativa para el tamizaje. para 94,3% en muestras con densidad
Las pruebas NOW® ICT, OptiMAL®, de parásitos entre 100 y 1.000/microli-
Para-Sight-F® y CareStartTM Malaria tro. Para P. vivax, P. ovale y P. malariae,
operar en un sistema cerrado que evita opinión, el uso de las técnicas de ampli-
problemas de contaminación y acortan ficación de ácidos nucleicos de plasmo-
un poco el proceso de realización de las dios, deberá ser utilizado cada vez más
pruebas. El factor limitante para uso de frecuentemente para el diagnóstico de
esas pruebas es el costo más elevado malaria, tanto en áreas endémicas como
y la necesidad de equipamientos e in- en las no endémicas.
fraestructura específicos, que en general Con respecto a las infecciones con el
no están disponibles en los sistemas P. knowlesi, el examen microscópico no
primarios de atención a la salud. consigue diferenciar morfológicamente
Las pruebas NASBA actualmente las infecciones por P. knowlesi y P. vivax
han sido adaptadas al tiempo-real y uti- o P. falciparum. Lo mismo ocurre con
lizan sondas fluorescentes para las dis- las pruebas rápidas para identificación
tintas especies de plasmodios. Como las de antígenos. La pDHL está presente en
reacciones de la prueba son isotérmicas, las otras cuatro especies de plasmodios
el costo acaba siendo inferior a la PCR y también en el P. knowlesi. Los anti-
en tiempo-real. Presentan sensibilidad y cuerpos contra la pDHL presentes en
especificidad comparables con las técni- P. vivax y P. falciparum dan reacción
cas de PCR y tienen la ventaja de poder cruzada contra los anticuerpos produ-
ser usados para detectar e identificar las cidos por el P. knowlesi, lo que impide
especies de plasmodios en muestras con la identificación de co-infecciones por
baja parasitemia o en casos de duda de esos plasmodios. En esos casos, las
las pruebas de microscopía directa. Se pruebas de PCR son las únicas que pue-
considera que esa prueba puede pre- den hacer la identificación correcta del
sentar un límite inferior de detección plasmodio.29-38
de hasta 0,002 parásitos/ml, con una f) Métodos alternativos En los últi-
especificidad cercana al 100%. mos años se ha reportado el uso de ana-
En los últimos años se ha podido lizadores hematológicos automatizados
verificar un aumento considerable en como prueba indirecta que puede ayudar
el uso de las pruebas de biología mole- en el diagnóstico de malaria. Aunque
cular, con mejorías de la sensibilidad y esos equipamientos no son específicos
especificidad y también de los procedi- para detectar anormalidades relaciona-
mientos técnicos. A pesar de las limi- das con la infección, se ha verificado
taciones, con respecto a la sensibilidad que esas alteraciones se observan muy
para detectar el riesgo total de infección, frecuentemente en pacientes con una
a partir de muestras de donantes con carga parasitaria de más 100 parásitos/
baja parasitemia (semi-inmunes), esas µl. El diagnóstico de malaria basado en
técnicas presentan mejor desempeño la citometría de flujo de los analizadores
511
que el examen microscópico directo, hematológicos puede representar una
pueden ser automatizadas, para uso en herramienta importante principalmente
grandes rutinas y no dependen de ope- en individuos con episodios febriles,
radores expertos. Poco a poco se observa tanto en regiones endémicas como en
que los procedimientos y equipamientos aquellos que retornan de áreas endémi-
son cada vez más accesibles y en nuestra cas. La precisión del diagnóstico puede
ser influenciada por varios factores como para el acto de la donación debe ocurrir
la especie de plasmodio infectante, la de acuerdo con los criterios estableci-
carga parasitaria, inmunidad y estado dos a partir de la incidencia local de la
clínico del paciente. Se consideran enfermedad, usándose como criterio de
distintas anormalidades observadas en referencia el índice parasitario anual
cada equipamiento, referentes a los leu- (IPA). El IPA clasifica las regiones para la
cocitos y reticulocitos. La sensibilidad transmisión activa de alto, intermedio y
y la especificidad observada pueden bajo riesgo. En áreas endémicas se debe
variar entre 86% a 97% y 81% a 98% rechazar al candidato a donación que
respectivamente. Aún hace falta que se haya tenido malaria en los doce meses
introduzcan algunas modificaciones para que anteceden a la donación y también
mejorar las aplicaciones de los analiza- a aquellos con fiebre o cuando se sos-
dores hematológicos en el diagnóstico pecha de malaria en los últimos treinta
de rutina para malaria.39 días. Se considera aceptar candidatos
procedentes o que residan en áreas
Guías y recomendaciones para de medio y bajo riesgo si se someten a
una prueba parasitológica. En áreas no
la selección de donantes de endémicas se excluyen los candidatos a
sangre11,13,40-45 donación que en los últimos seis meses
El escenario actual para el análisis de estuvieron en área endémica con trans-
las acciones que deben ser adoptadas misión activa; excluir candidatos que en
para la selección de donantes de sangre los últimos tres años tuvieron malaria o
y disminuir el riesgo de transmisión de que residieron en áreas endémicas. En
malaria considera tres situaciones espe- áreas endémicas o no endémicas excluir
cíficas: a) selección de donantes en áreas definitivamente a los candidatos que
no endémicas; b) selección de donantes tuvieron infección por P. malariae. En
en áreas endémicas; c) selección de do- regiones endémicas con transmisión ac-
nantes provenientes de áreas endémicas, tiva (IPA de alto riesgo) se debe realizar
en áreas no endémicas. una prueba parasitológica. En regiones
En verdad, la diferenciación entre endémicas sin transmisión activa se re-
áreas endémicas y no endémicas puede comienda una prueba serológica.
ocurrir entre países o también entre Como consecuencia de las facilida-
regiones de un mismo país, situación des actuales del transporte aéreo que
bastante frecuente en Latinoamérica. han llevado a un gran aumento del nú-
En Brasil, por ejemplo, donde coe- mero de viajeros a través del planeta y de
xisten los dos tipos de situación, la reco- la migración de personas provenientes
512 mendación para la selección de donan- de áreas endémicas, las autoridades de
tes, para evitar la transmisión de malaria países en áreas no endémicas han esta-
constan de la RDC Nº 153 del Ministerio blecido criterios y guías para evitar la
de Salud. En regiones no endémicas o transmisión de malaria por transfusión
en candidatos provenientes de áreas no que podría ocurrir cuando candidatos a
endémicas el tamizaje por pruebas de donación, procedentes de áreas endémi-
laboratorio no es obligatorio. El rechazo cas, donan sangre en esos países.
Por ejemplo, el Consejo de la Comu- renciar entre los casos de malaria trans-
nidad Europea establece la realización mitidos por transfusión y aquellos que
de una prueba para la detección de fueron resultado de transmisión natural
anticuerpos contra malaria, en varias si- por la picadura de mosquitos. La forma
tuaciones: a) donantes que vivieron en habitual para seleccionar donantes en
áreas endémicas para malaria durante áreas endémicas es realizar una prueba
un periodo continuo de seis meses, o parasitológica directa (gota gruesa). Aun
más, en algún momento de sus vidas; b) así, en condiciones ideales, cuando el
Donantes con historia de malaria o de examen es realizado por personal expe-
enfermedad febril no identificada, du- rimentado, visualizando por lo menos
rante un periodo de seis meses, después cien campos por lámina, podremos tener
de haber retornado de área endémica resultados negativos en aquellos casos
para malaria; c) Donantes que visitaron en que hay baja parasitemia, por debajo
áreas endémicas para malaria por perio- del límite de sensibilidad del método y
dos inferiores a seis meses. Cuando el en esos casos podrá ocurrir transmisión
resultado de las pruebas es positivo o de malaria. La misma situación puede
cuando no son realizadas, los donantes ocurrir cuando se utilizan las pruebas
son rechazados por un periodo de tres que usan colorantes con afinidad para
años. Al final de ese periodo se reco- los ácidos nucleares de plasmodios o
mienda una nueva evaluación. pruebas rápidas para la detección de
Para individuos que han viajado a antígenos. También se pueden utilizar
áreas endémicas para malaria, la Aso- pruebas rápidas para detección de antí-
ciación Americana de Bancos de Sangre genos de plasmodios, pero en general la
(AABB) considera que los candidatos a sensibilidad de estas pruebas es inferior
donación se difieran hasta que se cum- al examen directo por microscopía.
plan doce meses de la partida del área Se considera importante para la se-
endémica, siempre que no presenten lección de donantes en áreas endémicas
tener en consideración episodios febriles
síntomas que no puedan explicarse por
recientes y de malaria en los últimos
otra razón clínica. También recomienda
doce meses. Paralelamente realizar una
para individuos procedentes de, o que
prueba de laboratorio para detectar la
han vivido por lo menos cinco años con-
presencia de plasmodios circulantes. La
secutivos en un país endémico para mala-
prueba habitual es el examen microscó-
ria, que se difieran los donantes durante
pico pero siempre que sea posible, rea-
tres años luego de que partieran del área
lizar una prueba de biología molecular
endémica. Individuos con historia de
que es más sensible y diferir aquellos
malaria también se difieren por tres años.
con resultados positivos, tanto en la 513
entrevista clínico-epidemiológica como
Selección de donantes en áreas en las pruebas de laboratorio utilizadas.
endémicas Cuando no exista la posibilidad de
Es casi imposible identificar individuos otras pruebas se pueden utilizar las prue-
de bajo riesgo para transmitir malaria en bas rápidas para detección de antígenos
áreas endémicas. También es difícil dife- que por lo menos representan una tenta-
tiva que puede ayudar a excluir muchos personas que vivieron en áreas con alto
casos con excepción de aquellos con índice de transmisión siendo expuestas
semi-inmunidad. En algunas regiones a diversos episodios de infección y aca-
con transmisión activa y alta prevalencia baron desarrollando semi-inmunidad.
para malaria durante mucho tiempo, y Esas personas son asintomáticas y
aún actualmente, el único criterio para cuando se transfieren para áreas no en-
considerar donantes aptos a la donación démicas y son candidatas a donación de
es cuando no reportan episodios febriles sangre, pueden transmitir malaria por-
recientes. Ese procedimiento es bastante que tienen bajos niveles de parasitemia
arriesgado y debe ser complementado que en general no son detectados por
con un estudio clínico-epidemiológico las pruebas habituales de microscopia.
más estricto y con la realización de una Debido a las facilidades actuales para
prueba de laboratorio. viajar que acaban creando un flujo in-
Las pruebas para detectar anticuer- tenso de desplazamiento entre áreas no
pos anti-falciparum, no son válidas para endémicas y áreas endémicas, viajeros
el tamizaje en áreas endémicas porque de áreas no endémicas que pasaron por
indican solamente que la persona estuvo cortos periodos en áreas endémicas con
infectada anteriormente, pero no com- alta o media transmisión activa, también
pueden representar un riesgo potencial
prueban el estado de infección actual ni
para transmitir malaria cuando retornan
la presencia de los agentes infectantes.
a sus países de origen. En ese sentido la
En general el porcentaje de anticuerpos
OPS, en su boletín de 2009 recomienda
anti-plasmodios positivos en áreas de
para los servicios de sangre que dispon-
alta prevalencia y transmisión activa es
gan de mapas actualizados que detallen
bastante elevado; además de no repre-
los países con zonas endémicas para
sentar el verdadero potencial de trans-
malaria, así como de una lista de orden
misión, acabarían excluyendo la mayor
alfabético de los países, zonas y ciuda-
parte de los candidatos a donación en
des endémicas, que puedan ser consul-
esas regiones.
tados cuando los donantes potenciales
En algunas situaciones se han ad-
informen que han realizado viajes de
ministrado drogas anti-malaria en los
más de cinco días.
receptores para prevenir con el uso de En regiones no endémicas es fun-
hemocomponentes con eventual riesgo damental que se haga una selección a
de transmisión. El uso adecuado de las través de interrogatorio, con preguntas
transfusiones puede minimizar la trans- referentes a la procedencia del donante,
misión por transfusión de malaria o por a los viajes para áreas endémicas y a los
lo menos evitar que algunos receptores episodios de fiebre en los últimos seis
514 sean expuestos innecesariamente. meses. Por eso es muy importante que
sean definidas guías y recomendaciones
Selección de donantes en áreas oficiales, no tan solo para uso en países
no endémicas no endémicos sino también en áreas no
El mayor riesgo para transmitir malaria endémicas dentro de países que también
en regiones no endémicas se debe a las tengan áreas endémicas.
6. Mali S, Kachur SP, Arguin PM. MMWR- 16. Craig MH, Bredenkamp BL, Williams CH,
Centers for Disease Control and Prevention. Rossouw EJ, Kelly VJ, Kleinschmidt I, et al,
Malaria Surveillance- United States, 2010. Field and laboratory comparative evaluation
Surveillance Summaries 2012; 61(2):1-16. of ten malaria diagnostic tests. Trans R Soc 515
Med Hyg 2002; 96:258-265
7. Mali S, Steele S, Slutsker L, Arguin PM.
Malaria Surveillance – United States, 2007. 17. Lima GFMC, Levi JE, Geraldi MP, Sanchez
MMWR – Surveillance Summaries. 2009; MCA, Segurado AAC, Hristov AD, Inoue
58(SS02):1-16. J, Costa-Nascimento MJ and Di Santi SM.
8. Woolsey G. Transfusion for pernicious ane- Malaria diagnosis from pooled samples: com-
mia: two cases. Ann Surg, 1911; 53:132-135. parative analysis of real-time PCR, nested
PCR and immunoassays as a platform for 26. Van den Broek I, Hill O, Gordillo F, Angarita
the molecular and serological diagnosis of B, Hamade P, Counihan H, Evaluation of
malaria on a large-scale. Mem Inst Oswaldo three rapid tests for diagnosis of P. falci-
Cruz 2011; 106(6): 691-700. parum and P. vivax malaria in Colombia. Am
J Trop Med Hyg. 2006;75:1209–15.
18. Doderer C, Heschung A, Guntz Ph, Cazenave
JP, Hansmann Y, Senegas A, et al. A new 27. Van der Palen M, Gillet P, Bottieau E, Cnops
ELISA kit wich uses a combination of Plas- L, Esbroeck MV, Jacobs J. Tests characteris-
modium falciparum extract and recombinant tics of two rapid antigen detection tests (SD
Plasmodium vivax antigens as an alternative FK50 and SD FK60) for the diagnosis of ma-
to IFAT for detection of malaria antibodies. laria in returned travellers. Malaria Journal.
Malaria Journal, 2007; 6(19). Http://www. 2009; 8:90. http://www.malariajournal.com/
malariajournal.com/content/6/1/19 content/8/1/90
19. World Health Organization. Malaria Rapid 28. Hellemond JJv, Rutten M, Koelewijn R,
Diagnostic Test Performance; Results of Zeeman A-M, Verweij JJ, Wismans PJ, et al.
WHO product testing of malaria RDTs: Round Human Plasmodium knowlesi infection de-
2 (2009). 2010.[http://www.finddiagnostics. tected by a rapid diagnostic test for malaria.
org/resource-centre/reports_brochures/ Emer Infect Dis, 2009; 15(9):1478-80.
malaria-diagnostic-test-reportround2.html]
29. Andrews L, Andersen RF, Webster D, Du-
20. Farcas GA, Zhong KJY, Lovegrove FE, Gra- nachie S,Walther RM, Bejon P, et al. Quan-
ham CM, Kain KC. Evaluation of the BINAX titative real-time polymerase chain reaction
NOW® ICT TEST versus polymerase chain for malaria diagnosis and its use in malaria
reaction and microscopy for the detection of
vaccine clinical trials. Am J Trop Med Hyg
malaria in retruned travelers. Am J Trop Med
2005; 73:191-198.
Hyg 2003; 69(6): 589-592.
30. Boonma P, Christensen PR, Suwanarusk
21. Maltha J, Gillet P, Bottieau E, Cnops L, Van
R, Price RN, Russell B, Lek-Uthai U. Com-
Esbroeck M. Evaluation of a rapid diagnostic
parison of three molecular methods for the
test (CareStart Malaria HRP-2/pLDH (Pf/
detection and speciation of Plasmodium
pan) Combo test) for the diagnosis of ma-
vivax and plasmodium falciparum. Malaria
laria in a reference setting. Malaria J. 2010;
J 2007; 6:124.
9:171. http://www.malariajournal.com/
content/9/1/171 31. Han ET, Watanabe R, Sattabongkot J, Khunti-
22. McCutchan TF, Piper RC, Makler MT. Use rat B, Sirichaisinthop J, Iriki H et al. De-
of malaria rapid diagnostic test to identify tection of four Plasmodium species by
Plasmodium knowlesi infection. Emerg In- genus-and species-specific loop –mediated
fect Dis. 2008;14:1750–2. isothermal amplification for clinical diag-
nosis. J Clin Microbiol, 2007; 45:2521-2528.
23. Moody A. Rapid diagnostic tests for malaria
parasites. Cli Microbiol Rev. 2002; 15:66-78. 32. Khainar K, Martin D, Lau R, Ralevski F, Pillai
DR. Multiplex real-time quantitative PCR,
24. Penhalbel RSR, Fugikaha E, Lorenzetti A, microscopy and rapid diagnostic inmuno-
Alves RT, Cavasini CE, Rossit ARBR, ET al chromatographic tests for the detection of
. Evaluation of an immunochromatography Plasmodium spp: performance, limit of
test for malaria diagnosis under different
detection analysis and quality assurance.
storage conditions. Rev Soc Bras Med Trop.
Malar J. 2009; 284.
2005; 38(2):194-195.
516 25. Rodrigues MHC, Cunha MG, Machado RLD,
33. Marangi M, Di Tullio R, Mens PF, Martinelli
D, Fazio V, Angarano G, ET al. Malaria Jour-
Ferreira O, Rodrigues M, Soares IS. Sero-
nal, 2009; 8(12). http://www.malariajournal.
logical detection os Plasmodium vivax using
com/content/8/1/12
recombinant proteins corresponding to the
19-kDa C-terminal region of the merozoite 34. Mens PF, Schoone GJ, Kager PA, Schallig
surface protein-1. Malaria Journal 2003; HDFH. Detection and identification of hu-
2(39) . http://www.malariajournal.com/ man Plasmodium species with real-time
content/2/1/39
517
Babesiosis
La babesiosis humana es una enfer- han descrito en Europa, generalmente
medad causada por un protozoo pa- con evolución fulminante. La aparición
rásito de los eritrocitos y transmitida de los síntomas es rápida (entre una a
por garrapatas (principalmente Ixodes tres semanas) post infección con fiebre,
scapularis). También puede ser trans- hemoglobinuria o ictericia debida a
mitida por transfusión sanguínea y por hemólisis grave y cerca de 42% de los
vía transplacentaria. Fue descubierta pacientes fallecen.3
en Rumania por Victor Babès, en 1888, Se han identificado casos de infec-
como una enfermedad de los bovinos ción por Babesia en Estados Unidos,
y es la primera enfermedad conocida Europa y Asia. A pesar de que la distri-
transmitida por artrópodos a los ani- bución es mundial, el mayor problema
males.1 El primer caso de infección en de babesiosis ocurre en Estados Unidos
debido a la transmisión por B. microti.
seres humanos se detectó en la antigua
En este país la distribución geográfica
Yugoslavia en 1957.2
acompaña la diseminación del Ixodes
El cuadro clínico inicial puede con-
scapularis que sirve como vector. Se
sistir en fiebre, mialgias, fatiga, ictericia
consideran regiones endémicas algunas
secundaria a una anemia hemolítica,
islas de la costa oriental y el sur de Con-
disfunción renal y compromiso pulmo-
necticut; pero también se han notificado
nar, que puede durar desde varios días
infecciones en Wisconsin, Minnesota,
hasta meses. La mayoría de las infec-
California, Washington y Missouri. En
ciones son asintomáticas pero también
Europa han ocurrido infecciones en
pueden ocurrir formas graves que deter-
seres humanos por B. divergens en Ale-
minan el óbito. En algunos pacientes la
mania, España, Rusia, Francia, Irlanda,
parasitemia asintomática puede durar
Reino Unido, Servia y Montenegro y
meses o años.
Suecia.3,4
Existen más de cien especies de Ba-
Los reservorios para la B. microti son los
besia que infectan vertebrados. Varias
roedores y para la B. divergens el ganado
de ellas como Babesia microti, Babesia
vacuno. Todavía no se han identificado
divergens, y las variantes WA-1, CA-1,
los reservorios de algunas especies de
MO-1, EU-1, KO-1 7 TW-1, causan en-
fermedad en seres humanos. La denomi- Babesia, como la B. duncani.
nación de B. duncani ha sido designada
para sustituir la denominación de la Babesiosis transmitida
variante WA-1. En Estados Unidos la
por transfusión
518 mayoría de los casos en seres humanos,
en las regiones del este y centro han sido Como la Babesia infecta los glóbulos
atribuidos a la B. microti y en la costa rojos esta puede ser transmitida por
occidental al tipo WA1. En Europa, la transfusión.
especie más frecuente es la B. divergens. Las especies de Babesia sobreviven
En los últimos tiempos cerca de 30 a los procedimientos realizados en
casos de infección por B. divergens se bancos de sangre –incluido el conge-
Leishmaniasis
Para que ocurra la transmisión por plaquetas a 25°C, treinta y cinco días en
transfusión es necesario que los parási- glóbulos rojos congelados con glicerol y
tos estén presentes en la sangre periféri- 30 días en sangre total, no fraccionada,
ca y que se mantengan viables después almacenada a 4°C.7
del fraccionamiento y almacenaje de las En individuos infectados por trans-
unidades de sangre en los servicios de fusión, el principal síntoma es la fiebre
hemoterapia. Claro que el mayor proble- en cien por ciento de los casos y hepa-
ma reside en individuos asintomáticos toesplenomegalia en el 82%. El periodo
en quienes los antecedentes epidemio- descrito entre la transfusión y el surgi-
lógicos no hayan sido detectados. miento de los síntomas está entre siete
Se considera que el 95% de los in- y doce meses.8
dividuos infectados por L. donovani y El mayor riesgo para la transmisión
L. infantum no evolucionan hacia un de leishmania por transfusión ocurre
cuadro clínico aparente de la infección en áreas endémicas; pero los cambios
visceral, aunque persista. Eso representa recientes en la movilidad de las perso-
una situación de alto riesgo cuando esas nas por viajes, procesos de migración y
personas van a donar sangre.9 acciones de guerra, tornan real la posi-
En la infección por Leishmania se bilidad de transmisión por transfusión
observa un periodo inicial asintomáti- también en áreas no endémicas.
El diagnóstico de laboratorio incluye
co subclínico en el cual los parásitos
diversos tipos de pruebas, tales como el
pueden estar circulantes en la sangre y
examen microscópico directo, el cultivo,
de esta forma, aunque con baja parasi-
las pruebas inmunológicas y el PCR.
temia, pueden ocasionar la transmisión
Para las leishmaniasis cutánea y vis-
por transfusión. Guardando las debidas
ceral, es fundamental que se realice el
proporciones, es una situación semejan-
diagnóstico diferencial con otras enfer-
te a la que se observa en individuos con
medades que pueden presentar síntomas
paludismo, semi-inmunes, que con baja
similares. Para la leishmaniasis cutánea
parasitemia pueden transmitir malaria
se deben descartar otras enfermedades
por transfusión.
como lepra, cáncer de piel, tuberculo-
El período de parasitemia con ausen-
sis y micosis cutáneas; para la forma
cia de síntomas clínicos y sin cambios
visceral, malaria, esquistosomiasis,
hematológicos significativos, puede tripanosomiasis africana, brucelosis,
variar de acuerdo con la especie de histoplasmosis, linfomas y leucemias,
Leishmania infectante. Para la L. dono- entre otras.7
vani este periodo puede variar de uno a En la aplicación de pruebas de labo-
catorce meses y para las otras especies ratorio para la selección de donantes de
oscila alrededor de dos a ocho semanas.7
Con respecto a la supervivencia de
sangre, el examen microscópico no es 523
considerado una prueba sensible; el exa-
los parásitos en los hemocomponen- men y cultivo de aspirados esplénicos o
tes, para la L. donovani y L. trópica, de médula ósea, son invasivos y pueden
se observa una sobrevida de 25 días ser considerados anti éticos.
en monocitos presentes en glóbulos Una posibilidad es el tamizaje de
rojos mantenidos a 4°C, cinco días en candidatos a donación por medio de
525
CAPÍTULO 26
Contaminación bacteriana
de productos sanguíneos
Introducción
Los servicios de sangre enfrentan un
reto continuo para mejorar la seguridad
de los componentes sanguíneos. Si
bien la transmisión de las infecciones
virales por transfusión han disminuido
dramáticamente, como resultado de las
mejoras en la selección de donantes
y las pruebas a la sangre donada, la
contaminación bacteriana asociada a la
transfusión (CBAT), ha demostrado ser
más difícil de abordar y sigue siendo la
527
infección más frecuentemente asociada
a la transfusión y una causa principal de
* Patólogo Clínico. Profesor Titular y Jefe del Depar-
tamento de Patología, Escuela de Medicina, Univer- morbilidad y mortalidad en los recepto-
sidad del Valle, Cali. Director Hemocentro del Valle res de la transfusión, que puede llevar
del Cauca, Cali. Director Servicio de Transfusión
Hospital Universitario del Valle, Cali, Colombia.
a problemas médico-legales.1 La CBAT
los métodos de cultivo son capaces de por encima ha causado sepsis e incluso
detectar aproximadamente 1-10 UFC/ la muerte.33 Mientras, los fabricantes de
ml.121 Un método rápido, de inmunoen- los eBDS y la prueba de BacT/ALERT
sayo cualitativo (DPG) ha sido aprobado han indicado una sensibilidad en el
por la FDA para la detección de bacterias intervalo de 1 a 10 UFC/ml.35,127,128 La
grampositivas y gramnegativas aeróbicas prueba de DGP no es adecuada para
y anaeróbicas, en plaquetas obtenidas sustituir los cultivos como una prueba
por aféresis o a partir de sangre com- que se indica a las 24 horas después de
pleta y en pooles. Este sistema debe ser la recolección, debido a su relativa falta
utilizado como un complemento de las de sensibilidad analítica.
pruebas bacteriológicas de control de Los métodos basados en el cultivo,
calidad.122 La prueba se debe usar para tales como BacT/ALERT, eBDS pre-
un rendimiento óptimo, en unidades sentan tasas de verdaderos positivos
que han cumplido 72 horas después de 0.02-0.05% para las unidades indi-
de la recolección hasta el quinto día de viduales por aféresis o a partir de san-
almacenamiento. Su uso ha demostrado gre completa y de 0,1-0,25% para los
que las unidades contaminadas pueden pooles.9,104,118,129-133 Sin embargo, los
escapar a la detección por la metodolo- resultados no son comparables debido
gía basada en pruebas tempranas.123 En a las diferencias metodológicas.
un informe de un estudio a gran escala Queda por decidir si es útil la adi-
patrocinado comercialmente, se propuso ción rutinaria de cultivo anaerobio a
su aplicación para reducir este riesgo los cultivos aeróbicos en la detección
residual mediante ensayos el “día de la de la CB. De las muertes reportadas por
transfusión” en el hospital.124 Debido transfusión a la Food and Drug Admi-
a su baja sensibilidad, el período de nistration (FDA) en USA desde 2005 a
seguridad proporcionado por el DGP es causa de la CVB, solo uno fue causado
tal vez de un día o menos. Pero tiene la por un anaerobio estricto (Eubacterium
ventaja de producir un resultado nega- limosum).134 Sin embargo, muchos de
tivo o positivo más rápidamente que los los organismos que se identifican solo
métodos de cultivo.35,126 El fabricante de por el cultivo anaeróbico no se con-
PGD afirma que la sensibilidad analítica sideran clínicamente significativos, y
o límite de detección está en el intervalo aun se podría lograr una mayor tasa de
de 8,2 x 103 a 8,6 x 105 UFC/ml, lo que detección simplemente aumentando
depende del organismo, aunque algunos el volumen de muestra en botellas de
informes indican que la sensibilidad cultivo aerobio,27,112 por lo que el papel
de ciertas cepas de organismos gram del cultivo anaeróbico de rutina, como
negativos (Escherichia coli y Krebsiella una forma de aumentar la detección de
pneumoniae) están por debajo de esta contaminación bacteriana significativa,
541
afirmación 126 y algunos organismos sigue siendo un tema de discusión.
pueden no detectarse a pesar de hallarse
en una concentración de UFC/ml mayor Otros métodos
que el límite de detección.124 Se sabe Hay otros métodos, como la citometría
que la contaminación de 105 UFC / ml o de flujo y el PCR, capaces de detectar
los interrogantes y plantean un debate llo. Sin embargo, aún quedan muchos
interesante. retos para determinar las funciones de
Al igual que Francia, otros países los distintos métodos de prevención y
desarrollados y en desarrollo han adop- detección.
tado la RP para reducir la presencia de Tal vez una nueva tecnología pueda
sepsis y otros riesgos de la transfusión resolver los problemas de las técnicas
de plaquetas. 158,160,161 Esta técnica actuales para reducir el riesgo de la
podría sumarse a la aplicación de una sepsis asociada a la transfusión. Hasta
desinfección apropiada, la desviación de el momento la RP puede ser la ruta más
los primeros ml y reemplazar el uso de rápida para reducir el riesgo residual
cultivos rutinarios en el futuro. de bacterias. Pero, incluso si se imple-
menta la RP, habrá preocupaciones que
deberán ser abordadas, en particular la
Conclusión
presencia inevitable de las esporas que
Se han implementado una variedad no se pueden eliminar.
de medidas para prevenir y detectar la La combinación de los esfuerzos para
contaminación bacteriana de plaquetas. reducir la contaminación bacteriana de
Estas medidas han reducido pero no los componentes de la sangre, de los
eliminado el riesgo de reacciones trans- que el cribado es sólo un elemento, tam-
fusionales sépticas. Se han desarrollado bién debe ir acompañada de esfuerzos
varias técnicas para la detección de la para promover la práctica clínica más
contaminación, y el sistema de detec- apropiada basada en la evidencia, para
ción de bacterias se ha convertido en una mejorar el conocimiento y manejo de la
prueba de rutina en muchos servicios de sepsis relacionada con la transfusión y
sangre. Además, los expertos también se la notificación de efectos adversos que
han concentrado en la reducción de la traen beneficios reales para los pacien-
fuente, al mejorar el protocolo de des- tes.
infección de la piel y la desviación de Con el reconocimiento creciente de
la primeros ml de sangre desde el inicio la sepsis asociada a transfusión se espera
de la recolección, para reducir aún más que el personal de salud esté más atento
el riesgo de contaminación, pero sigue a los signos de alarma y se investiguen
gravemente comprometida la eficacia de más a fondo los casos con sospecha de
las técnicas disponibles. reacción a la transfusión.
No obstante, las pruebas de bacterias
han mejorado significativamente la se-
guridad de la transfusión de plaquetas.
Referencias
Los métodos de cultivo son ahora am- 1. Mathai J: Problem of bacterial contamination
4. Proby TF, Pittman M. The pyrogenicity of trates prepared by different methods: results
bacterial contaminants found in biologic of standardized sterility testing in Germany.
products. J Bact 1945;50:397–411. Vox Sang 2006; 90:177–82.
5. Pittman MA. A study of bacteria implicated 15. Perez ZP, Salmi LR, Follea G, et al. Deter-
in transfusion reactions and bacteria impli- minants of transfusion-associated bacte-
cated in transfusion reactions and of bacteria rial contamination: results of the French
isolated from blood products. J Lab Clin Med BACTNEM Case–Control Study. Transfusion
1953; 42:273–88. 2001; 41:862–72.
16. Jacobs MR, Palavecino E, Yomtovian R. Don’t
6. Yomotovian R, Palavecino E. Bacterial and
bug me: the problem of bacterial contamina-
parasitic contamination of blood compo-
tion of blood components – challenges and
nents-history and epidemiology. In: Brecher
solutions. Transfusion 2001; 41:1331–4.
M, editor. Bethesda: American Association
of Blood Banks; 2003. 17. Brecher ME, Hay SN. Bacterial contamina-
tion of blood components. Clin Microbiol
7. Sazama K. Bacteria in blood for transfu- Rev 2005;18:195–204.
sion: a review. Arch Pathol Lab Med
1994;116:2378–82. 18. Blajchman MA, Beckers EA, Dickmeiss E, et
al. Bacterial detection of platelets: current
8. AABB Association. Bulletin #05-02. Guid- problems and possible resolutions. Transfus
ance on management of blood and platelet Med Rev 2005;19:259–72.
donors with positive or abnormal results on
19. Yomtovian RA, Palavecino EL, Dysktra AH,
bacterial contamination tests. 2005. [cited
et al. Evolution of surveillance methods for
2011 Feb 14]. Available from: URL: http:// detection of bacterial contamination of plate-
www.aabb.org/ lets in a university hospital, 1991 through
9. Yomotovian R, Lazarus HM, Goodnough LT, 2004. Transfusion 2006;46:719–30.
et al. A prospective microbiologic surveil- 20. Eder AF, Kennedy JM, Dy BA, et al. Bacte-
lance program to detect and prevent transfu- rial screening of apheresis platelets and
sion of bacterially contaminated platelets. the residual risk of septic transfusion reac-
Transfusion 1993; 33:902–9 tions: the American Red Cross experience
(2004–2006). Transfusion 2007;47: 1134–42
10. Dykstra A, Jacob MR, Yomotovian R.
Prospective microbiologic surveillance 21. Schrezenmeier H, Walther-Wenke G, Muller
of random donor and single donor apher- TH, et al. Bacterial contamination of platelet
esis platelets (abstract). Transfusion 1998; concentrates: results of a prospective multi-
38(Suppl.):S104. center study comparing pooled whole blood-
derived platelets and apheresis platelets.
11. Blajchman MA. Incidence and significance Transfusion 2007;47:644–52.
of the bacterial contamination of blood com-
ponents. Dev Biol Stand 2002;108: 56–67. 22. Murphy WG, Foley M, Doherty C, et al.
Screening platelet concentrates for bacterial
12. Blajchman MA. Bacterial contamination of contamination: low numbers of bacteria and
cellular blood components: risks, sources slow growth in contaminated units mandate
and control. Vox Sang 2004; 87(Suppl. an alternative approach to product safety.
1):S98–S103. Vox Sang 2008;95:13–9.
13. Ortolano GA, Freundlich LF, Holme S, et 23. Dumont LJ, Kleinman SH, Murphy JR, et al.
al. Detection of bacteria in WBC-reduced Screening of singledonor apheresis platelets
for bacterial contamination: the PASSPORT
544 PLT concentrates using percent oxygen as
a marker for bacteria growth. Transfusion study results. Transfusion 2010;50:589-99.
2003; 43:1276–84. 24. Souza S, Bravo M, Poulin T, et al. Improving
the performance of culture-based bacterial
14. Walther-Wenke G, Doerner R, Montag T, et al.
screening by increasing the sample volume
Working party on Bacteria Safety in Transfu-
from 4 mL to 8 mL in BacT/ALERT aero-
sion Medicine of the Advisory Board of the
bic culture bottles. Transfusion 2011; doi:
German Ministry of Health, Berlin, Germany.
10.1111/j.1537-2995.2011.03489.x.
Bacterial contamination of platelet concen-
25. Serious hazards of transfusion. Annual 35. Palavecino EL, Yomtovian RA, Jacobs
Report 2009. Accessed at <http://www. MR. Bacterial contamination of plate-
shotuk.org/shot-reports/report-and-summa- lets. Transfus Apher Sci 2010;42:71-82.
ry-2009/>; accessed February 2012.
36. Annane D, Bellissant E, Cavaillon JM.
26. Pietersz RN, Engelfriet CP, Reesink HW, Septic shock. Lancet 2005;365:63-78.
et al. Detection of bacterial contamina-
37. Roth VR, Kuehnert MJ, Haley NR, et
tion of platelet concentrates. Vox Sang
al. Evaluation of a reporting system for
2007;93:260–77.
bacterial contamination of blood compo-
27. Eder AF, Kennedy JM, Dy BA, et al. The nents in the United States. Transfusion
American Red Cross Regional Blood 2001;41:1486–92.
Centers. Limiting and detecting bacterial
38. TRIP (Transfusion Reactions in Patients)
contamination of apheresis platelets:
Annual Report 2007. Available at: http
inlet-line diversion and increased cul-
://www.tripnet.nl/pages/en/documents/
ture volume improve component safety.
TRIP. Annualreport2007.pdf, accessed
Transfusion 2009;49:1554-63.
February 2012
28. Ramirez-Arcos S, Goldman M, Blajch-
39. Qureshi H, Lowe D, Dobson P, et al: National
man MA. Bacterial contamination. In:
Blood Service ⁄ Royal College of Physicians
Popovsky M, editor. Transfusion reac-
National Comparative Audit of Blood Trans-
tions. 3rd ed. Bethesda (MD): AABB
fusion programme. National comparative
Press; 2007. p. 163-206.
audit of the use of platelet transfusions in
29. de Korte D, Curvers J, de Kort WL, et the UK. Transfus Clin Biol 2007; 14:509–513
al. Effects of skin disinfection method,
40. Polizzotto MN, Waters N, Comande M, et al:
deviation bag, and bacterial screening
Understanding and meeting clinical platelet
on clinical safety of platelet transfu-
requirements: an analysis of indications and
sions in the Netherlands. Transfusion
urgency of platelet use from the prospective
2006;46:476-84.
utilisation of platelets and plasma (Puppy)
30. Goldman M, Delage G, Beauregard P, et study. Haematologica 2009; 94 (Suppl. 2):455
al. A fatal case of transfusion-transmit- abs. 1122
ted Staphylococcus epidermidis sepsis.
41. Olsen KE, Sandler SG: Febrile neutropenia
Transfusion 2001;41:1075-6.
contributes to underreporting of potential
31. Jafari M, Forsberg J, Gilcher RO, et al. septic platelet transfusion reactions. Vox
Salmonella sepsis caused by a platelet Sang 1996; 70:118
transfusion from a donor with a pet
42. Chiu EK, Yuen KY, Lie AK, et al: A pro-
snake. N Engl J Med 2002;347:1075-7.
spective study of symptomatic bacteremia
32. Pearce S, Rowe GP, Field SP. Screening following platelet transfusion and of its
for platelets for bacterial contamination management. Transfusion 1994; 34:950–954
of the Welsh Blood Service. Transfus
Med 2011;21:25-32. 43. Kuehnert MJ, Roth VR, Haley NR, et al:
Transfusion-transmitted bacterial infection
33. Jacobs MR, Good CE, Lazarus HM, et in the United States, 1998 through 2000.
al. Relationship between bacterial load, Transfusion 2001; 41:1493–1499
species virulence, and transfusion re-
action with transfusion of bacterially 44. Taylor C (Ed.), Cohen H, Mold D, Cohen H
contaminated platelets. Clin Infect Dis et al., on behalf of the Serious Hazards of
2008;46:1214-20. Transfusion (SHOT) Steering Group: The 545
2008 annual SHOT report (2009). Avail-
34. Fuller AK, Uglik KM, Savage WJ, et al. able at: http://www. shotuk.org/SHOT%20
Bacterial culture reduces but does not Report%202008.pdf Accessed febrero 2012
eliminate the risk of septic transfusion
reactions to single-donor platelets. 45. Bacterial contamination of platelet pools –
Transfusion 2009;49:2588-93. Ohio, 1991. MMWR Morb Mortal Wkly Rep
1992;41:36–7.
46. Zaza S, Tokars JI, Yomtovian R, et al. Bacte- 57. Holden F, Foley M, Devin G, et al. Coagulase
rial contamination of platelets at a university negative staphylococcal contamination of
hospital: increased identification due to whole blood and its components: the effect
intensified surveillance. Infect Control Hosp of WBC reduction. Transfusion 2000;40:
Epidemiol 1994;15: 82–7. 1508–13.
47. Sapatnekar S, Wood EM, Miller JP, et al. 58. Cortus MA, Clong C, Garcez R, et al. Bacterial
Methicillin-resistant Staphylococcus aureus growth in single versus pooled platelet rich
sepsis associated with the transfusion of plasma derived platelet concentrates (PRP-
contaminated platelets: a case report. Trans- PC). Transfusion 1998; 38:S50.
fusion 2001;41:1426–30.
59. Anderson KC, Lew MA, Gorgone Bc, et al.
48. Hewitt Patricia E. Bacterial contamination. Transfusion-related sepsis after prolonged
In: Murphy Michael F, Pamphilon Derwood platelet storage. Am J Med 1986;81:405–11.
H, editors. Practical transfusion medicine.
Blackwell Publishing; 2005. 60. Goldman M, Roy G, Frechette N, Decary F,
Massicotte L, Delage G. Evaluation of donor
49. McDonald CP, Barbara JA, Hewitt PE, et al.: skin disinfection methods. Transfusion
Yersinia enterocolitica transmission from 1997;3(7):309–12.
a red cell unit 34 days old. Transfus Med
1996; 6(1):61–63 61. McDonald CP, Lowe P, Roy A, et al. Evalu-
ation of donor arm disinfection techniques.
50. Puckett A, Davison G, Entwistle CC, et al.:
Vox Sang 2001;80:135–41.
Post transfusion septicaemia 1980-1989:
importance of donor arm cleansing. J Clin 62. Hogman CF, Fritz H, Sandberg L. Post trans-
Pathol 1992; 45(2):155–157 fusion Serratia marcescens septicaemia.
Transfusion 1993;33:189–91.
51. Murphy S, Gardner FH. Platelet preserva-
tion: effect of storage temperature on main- 63. McDonald CP, Hartley S, Orchard K, Hughes
tenance of platelet viability: deleterious G, Brett MM, Hewitt PE, et al. Fatal clostrid-
effect of refrigerated storage. N Engl J Med ium perfringes sepsis from a pooled platelet
1969;280:1094-8. transfusion. Transfusion Med 1998;8:19–22.
52. Jones BC, Saw MH, Hanson MF, Mackie 64. McDonald CP, Roy A, Mahajan P, et al. Rela-
MJ, Scott J, Murphy WG. Yersinia enteroco- tive values of the interventions of diversion
litica from blood transfusion. J Clin Pathol and improved donor-arm disinfection to
1993;46:477–8. reduce the bacterial risk from blood transfu-
53. Blajchman MA, Goldman M, Baeza F. Im- sion. Vox Sang 2004;86:178–82.
proving the bacteriologicalsafety of plate-
65. Wagner SJ, Moroff G, Katz AJ, et al. Com-
let transfusion. Transfus Med Rev 2004;
parison of bacterial growth in single and
18:11–24
pooled platelet concentrates after deliber-
54. Holden F, Foley M, Devin G, et al. Coagulase ate inoculation and storage. Transfusion
negative staphylococcal contamination of 1995;35:298–302
whole blood and its components: the ef-
66. Morrow JF, Braine HG, Kickler TS, et al.
fect of WBC reduction. Transfusion 2000;
Septic reactions to platelet transfusions. A
40:1508–13.
persistent problem. JAMA 1991;266:555–8.
55. McDonald CP, Roy A, Lowe P, et al. Evalu-
ation of the BacT/Alert automated blood 67. Goldman M, Blajchman MA. Bacterial con-
546 culture system for detecting and measuring tamination. In: Popovsky M, editor. Transfu-
their growth kinetics in leucodepleted and sion reactions. Bethesda, MD: AABB; 2001.
non-leucodepleted platelet concentrates. Vox p. 133–59.
Sang 2001;81:154–60. 68. Buchholz DH, Young VM, Friedman NR,
56. Gong J, Hogman CF, Hambraeus A, et al. Reilly JA, Mardiney Jr MR. Detection and
Transfusion-associated Serratia marcescens quantitation of bacteria in platelet products
infection: studies of the mechanism of ac- stored at ambient temperature. Transfusion
tion. Transfusion 1993;33:802–8. 1973;13:268–75
90. McDonald C, McGuane S, Thomas J, et al.: A 101. Traore AN, Delage G, McCombie N, et al:
novel rapid and effective donor arm disinfec- Clinical and laboratory practices in investi-
tion method. Transfusion 2010; 50(1):53–58 gation of suspected transfusion-transmitted
bacterial infection: a survey of Canadian
91. Small H, Adams D, Casey AL, et al.: Efficacy
hospitals. Vox Sang 2009; 96:157–159
of adding 2% (w / v) chlorhexidine gluco-
nate to 70% (v / v) isopropyl alcohol for 102. McKane AV, Ward N, Senn C, Eubanks J,
skin disinfection prior to peripheral venous Wessels L, Bowman R: Analysis of bacterial
cannulation. Infect Control Hosp Epidemiol detection in whole blood-derived platelets
2008; 29(10):963–965 by quantitative glucose testing at a univer-
92. Satake M, Mitani T, Oikawa S, et al. Fre- sity medical center. Am J Clin Pathol 2009;
quency of bacterial contamination of platelet 131(4):542–551
concentrates before and after introduction 103. Wagner SJ, Robinette D: Evaluation of swirl-
of diversion method in Japan. Transfusion ing, pH, and glucose tests for the detection of
2009;49(10):2152–2157 bacterial contamination in platelet concen-
93. Andreu G, Caldani C, Morel P: Reduction trates. Transfusion 1996; 36(11–12):989–993
of septic transfusion reactions related to 104. Werch JB, Mhawech P, Stager CE et al.:
bacteria contamination without implement- Detecting bacteria in platelet concentrates
ing bacteria detection. ISBT Science Series by use of reagent strips. Transfusion 2002;
2008; 3:124–132 42(8):1027–1031
94. García-Erce JA, Grasa JM, Solano VM, Gi- 105. Yomtovian R, Brecher ME. pH and glucose
meno JJ, López A, Hernández MJ, Marco ML,
testing of single-donor apheresis platelets
Arribas JL, Giralt M: Bacterial contamination
should be discontinued in favor of a more
of blood components due to Burkholderia
sensitive detection method. Transfusion
cepacia contamination from chlorhexidine
2005;45:646–8.
bottles. Vox Sang 2002; 83:70–71
106. Yomtovian R: Bacterial contamination of
95. Dykstra A, Hoeltge G, Jacobs M, et al. Platelet
blood: lessons from the past and road map for
bacterial contamination (PBC) rate is surveil-
the future. Transfusion 2004; 44(3):450–460
lance method (SM) dependent. Transfusion
1998;38:104S. 107. Benjamin RJ: Bacterial culture of apheresis
platelet products and the residual risk of
96. Kleinman SH, Kamel HT, Harpool DR, et al:
sepsis. ISBT Science Series 2008; 3:133–138
Two-year experience with aerobic culturing
of apheresis and whole blood-derived plate- 108. Ramírez-Arcos S, Jenkins C, Dion J et al.:
lets. Transfusion 2006; 46(10):1787–1794 Canadian experience with detection of bac-
97. Willaert B, Vo Mai MP, Caldani C: French terial contamination in apheresis platelets.
Haemovigilance Data on Platelet Transfu- Transfusion 2007; 47(3):421–429
sion. Transfus Med Hemother 2008; 35:118– 109. Chen CL, Yu JC, Holme S et al.: Detection
121 of bacteria in stored red cell products using
98. Vamvakas EC: Relative safety of pooled a culture-based bacterial detection system.
whole blood–derived versus single-donor Transfusion 2008; 48(8):1550–1557
(apheresis) platelets in the United States: a 110. Lessa F, Leparc GF, Benson K et al.: Fatal
systematic review of disparate risks. Transfu- group C streptococcal infection due to
sion 2009; 49:2743–2758 transfusion of a bacterially contaminated
99. Högman CF. Aspects of platelet storage. pooled platelet unit despite routine bacte-
548 Transfus Sci 1994;15:351–5. rial culture screening. Transfusion 2008;
48(10):2177–2183
100. R ao PL, Strausbaugh LJ, Liedtke LA, et
al: Infectious Diseases Society of America 111. Benjamin RJ, Wagner SJ: The residual risk
Emerging Infections Network. Bacterial in- of sepsis: modeling the effect of concentra-
fections associated with blood transfusion: tion on bacterial detection in two-bottle
experience and perspective of infectious culture systems and an estimation of false-
diseases consultants. Transfusion 2007; negative culture rates. Transfusion 2007;
47:1206–1211 47(8):1381–1389
122. Platelet PGD. Test product insert, Verax 132. L arsen CP, Ezligini F, Hermansen NO,
Biomedical Incorporated, Worcester, MA. Kjeldsen-Kragh J. Six years’ experience of
using the BacT/ALERT system to screen all 142. Rotman B, Cote MA. Application of a real-
platelet concentrates, and additional testing time biosensor to detect bacteria in platelet
of outdated platelet concentrates to estimate concentrates. Biochem Biophys Res Com-
the frequency of false-negative results. Vox mun 2003;300:197–200.
Sang 2005;88:93–7.
143. Rieder R, Zavizion B. Monitoring the physi-
133. Rock G, Neurath D, Toye B, et al. The use ologic stress response: a novel biophysical
of a bacteria detection system to evaluate approach for the rapid detection of bac-
bacterial contamination in PLT concentrates. teria in platelet concentrate. Transfusion
Transfusion 2004;44:337–42. 2008;48:2596–605.
134. US Food and Drug Administration: Fatalities 144. Saranwong S, Ezuki S, Kawabata K et al.:
reported to FDA following blood collection A noninvasive near infrared system for
and transfusion: annual summary for Fiscal detection of platelet components con-
Year 2009. Available at: http://www.fda. taminated with bacteria. Transfusion 2010;
gov/BiologicsBloodVaccines /SafetyAvail- 50(1):178–184
ability/ReportaProblem/TransfusionDona-
145. Allain JP, Bianco C, Blajchman MA, et al.
tionFatalities/ucm204763.htm Accessed 29
Protecting the blood supply from emergency
March 2010
pathogens: the role of pathogen inactivation.
135. Mohr H, Lambrecht B, Bayer A et al.: Basics Transfusion Med Rev 2005;19:110–26.
of flow cytometrybased sterility testing of
146. Lin L, Dikeman R, Molini B, et al. Photo-
platelet concentrates. Transfusion 2006;
chemical treatment of platelet concentrate
46(1):41–49
with amotosalen and UVA inactivates a
136. Karo O, Wahl A, Nicol SB et al.: Bacteria broad spectrum of pathogenic bacteria.
detection by flow cytometry. Clin Chem Lab Transfusion 2004;44:1496–504.
Med 2008; 46(7):947–953
147. Corash L. Pathogen reduction technology:
137. Dreier J, Vollmer T, Kleesiek K: Novel flow methods, status of clinical trials, and future
cytometry-based screening for bacterial prospects. Curr Hematol Rep 2003;2:495-
contamination of donor platelet prepara- 502.
tions compared with other rapid screening
148. Castro E, Bueno JL, Barea L, Gonzalez R.
methods. Clin Chem 2009; 55(8):1492–1502
Feasibility of implementing an automated
138. Reesink HW, Mohammadi T, Pietersz RN, culture system for bacteria screening in
Savelkoul PH: Rapid screening by real-time platelets in the blood bank routine. Transfus
16S rDNA PCR for bacterial contamination Med 2005;15:185-95.
of blood products. Clin Chem Lab Med 2008;
149. Goldman MR. Should we attempt to detect
46:954–96
bacteria in red blood cells? Transfusion
139. Dreier J, Stormer M, Kleesiek K: Real-time 2008;48:1538-40.
polymerase chain reaction in transfusion
150. Vamvakas EC, Blajchman MA. Transfusion-
medicine: applications for detection of
related mortality: the ongoing risks of
bacterial contamination in blood products.
allogeneic blood transfusion and the avail-
Transfus Med Rev 2007; 21:237–254
able strategies for their prevention. Blood
140. Rood IG, Pettersson A, Savelkoul PH, de 2009;113:3406-17.
Korte D: Development of a reverse tran-
151. A uBuchon JP. Pathogen reduction tech-
scription-polymerase chain reaction assay
550 for eubacterial RNA detection in platelet
nologies: what are the concerns? Vox Sang
2004;87 Suppl 2:84-9.
concentrates. Transfusion 2010;50(6):1352-8
152. Klein HG, Anderson D, Bernardi MJ, Cable R,
141. Trampuz A, Salzmann S, Antheaume J,
Carey W, Hoch JS, Robitaille N, Sivilotti ML,
Daniels AU. Microcalorimetry: a novel
Smaill F. Pathogen inactivation: making deci-
method for detection of microbial con-
sions about new technologies— preliminary
tamination in platelet products. Transfusion
report of a consensus conference. Vox Sang
2007;47:1643–50.
2007;93:179-82.
153. Solheim BG. Pathogen reduction of blood amotosalen HCl and ultraviolet A light for
components. Transfus Apher Sci 2008;39:75- pathogen inactivation the SPRINT trial:.
82. Transfusion 2005;45:1864–1875
154. Solheim BG, Seghatchian J. The six questions 158. Osselaer JC, Doyen C, Defoin L, et al: Uni-
of pathogen reduction technology: an over- versal adoption of pathogen inactivation of
view of current opinions. Transfus Apher platelet components: impact on platelet and
Sci 2008;39:51-7 red blood cell component use. Transfusion
2009; 49:1412–1422
155. Nussbaumer W, Allersdorfer D, Grabmer C,
et al: Prevention of transfusion of platelet 159. Klein HG: Pathogen inactivation: an Ameri-
components contaminated with low levels of can view. ISBT Science Series 2008; 3:39–44
bacteria:a comparison of bacteria culture and
160. Cazenave JP, Isola H, Waller C, et al. Use of
pathogen inactivation methods. Transfusion
additive solutions and pathogen inactiva-
2007; 47:1125 1133
tion treatment of platelet components in
156. van Rhenen D, Gulliksson H, Cazenave JP, et a regional blood center: impact on patient
al: euroSPRITE trial. Transfusion of pooled outcomes and component utilization during
buffy coat platelet components prepared a 3-year period. Transfusion 2011;51:622-9.
with photochemical pathogen inactivation
161. Lozano M, Knutsen F, Tardivel R, et al. A
treatment: the euroSPRITE trial. Blood
multi-centre study of therapeutic efficacy
2003;101:2426–2433
and safety of platelet components treated
157. S nyder E, McCullough J, Slichter SJ, et with amotosalen and ultraviolet A patho-
al. SPRINT Study Group : Clinical safety gen inactivation stored for 6 or 7 d prior to
of platelets photochemically treated with transfusion. Br J Haematol 2011;153:393-401.
551
CAPÍTULO 27
Enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob (CJD)
y su variante (vCJD)
Celso Bianco*
del prion para CJD. Stanley Prusiner, el implementadas. El número total de vCJD
creador de esta teoría, recibió el premio definido y probable en Inglaterra en
Nobel de Medicina en 1997.6 enero de 1998 era de veintitrés.
La comparación del cuadro clínico
CJD, vCJD y la Encefalopatía de la vCJD con la CJD clásica muestra
que la variante ataca jóvenes, en tanto
bovina espongiforme (BSE) que la CJD clásica es una enfermedad de
La enfermedad de las vacas locas o individuos de edad más avanzada. Los
encefalopatía espongiforme bovina, es síntomas psiquiátricos aparecen más
una enfermedad fatal del ganado. Se temprano y la duración de la enferme-
la identificó primero en Inglaterra, en dad es más corta. La patología revela
1986; es contagiosa y su transmisión una acumulación anormal de proteínas
ha sido asociada con la práctica de ali- priónicas en tejidos linfáticos.
mentar al ganado con desperdicios de Casos humanos empezaron a ser re-
oveja y de vaca. Un grupo de casos de conocidos en 1985 en el Reino Unido. La
CJD entre los individuos jóvenes con un Figura 1 muestra el número de muertes
cuadro neuropatológico típico, se iden- por vCJD por año en el Reino Unido y
tificó en 1996 y se llamó variante CJD o la Tabla 1 el número total de casos reco-
vCJD.7 Las características moleculares nocidos en todo el mundo, desde 1985
de priones asociadas con la variante hasta noviembre de 2011.
son relacionadas con BSE y vCJD, lo que El Reino Unido tiene una central de
generó una preocupación pública tan información muy completa, The Natio-
intensa en el Reino Unido y en el resto nal Creutzfeldt-Jakob Disease Research &
del mundo, que llevó a la Comunidad Surveillance Unit (NCJDRSU), que pue-
Europea a prohibir la importación de de consultarse a través de la internet8
carne británica hasta que las medidas http://www.cjd.ed.ac.uk/index.htm.
diseñadas para controlar la BSE fueran
200
180
160
140
120
100 Acumulativo
80 vCJD
60
40
555
20
0
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
15
Number
10
5 d
b c
a
0
< 1
1 - <2
2 - <3
3 - <4
4 - <5
5 - <6
6 - <7
7 - <8
8 - <9
9 - <10
>10
Years
DEAD (n=49) ALIVE (n=18)
Dead - untested Alive - untested
Dead - tested positive for PrP deposition Alive - tested fpr PrP deposition
Dead - tested negative for PrP deposition
http://www.cjd.ed.ac.uk/TMER/fate.htm
558 Treinta y uno de los casos de vCJD componentes transfundidos para recep-
detectados en el Reino Unido fueron tores específicos; cuarenta y nueve están
donantes de sangre. Componentes de muertos y dieciocho vivos.
dieciocho de estos individuos fueron Fueron identificados cuatro casos de
enviados a hospitales. Los investigado- transmisión probable por transfusión. El
res establecieron que de sesenta y siete caso 1 desarrolló síntomas de vCJD seis
vigilancia en animales que son aplica- casos humanos para un total de 220 al
dos en humanos. Se necesita conocer momento. Esta es la menor epidemia
las dificultades para el desarrollo de registrada en la historia médica, por-
estos ensayos porque la cantidad de que todos hicieron el máximo esfuerzo
materiales de referencia en humanos es posible para controlar la epidemia. La
extremamente limitada dado el peque- preocupación que existe hoy es cuándo
ño número de casos y además existen podremos disminuir el interés en vCJD
cuestiones éticas muy serias sobre la y empezar a investigar en otros grandes
aplicación de un ensayo para vCJD en problemas en la medicina de transfusión
una población extensa –los donantes– que no recibieron la misma atención ni
sin que se entienda el valor predictivo los recursos requeridos.
del ensayo.
Hay también en desarrollo filtros ca-
Referencias
paces de remover priones de productos
1. DeArmond S.J. and Prusiner S.B. Etiology
sanguíneos; algunos de ellos reducen
and Pathogenesis of prion diseases. Am J
los glóbulos blancos y los priones, en Path 1995; 146:785-811
tanto que otros reducen principalmente 2. Gajdusek D.C. Nucleation of amyloido-
los priones. El Reino Unido e Irlanda genesis in infectious and non-infectious
consideraron la implementación de amyloidoses of the brain. Ann NY Acad Sci,
estos filtros. Una publicación muy re- 724:173-190, 1994
ciente con base en Irlanda indica que la 3. Fradkin J.E., Schonberger L.B., Mills J.L. et
filtración de priones no es una medida ál. Creutzfeldt-Jakob Disease in pituitary
growth hormone recipients in the United
costo-efectiva.20 States. JAMA, 1991;265:880-884.
4. Martinez-Lage JF, Poza M. and Tortosa J.D.
Conclusión Creutzfeldt-Jakob disease in patients who
received a cadaveric dura mater graft - Spain,
La enfermedad de las vacas locas tuvo 1985-1992. MMWR - Morfidity & Mortality
un impacto muy importante en la Weekly Report 1993;42:560-563.
medicina de transfusión, debido par- 5. Manuelidis L. The dimensions of Creutzfeldt-
ticularmente a la preocupación de la Jakob disease. Transfusion 34:915, 1994
población de hemofílicos y de otros pa- 6. P r u s i n e r S B . N o v e l p r o t e i n a c e o u s
cientes que reciben grandes cantidades infectious particles cause scrapie. Sci-
ence.1982;216:136-144.
de productos y componentes derivados
de sangre. El temor de un nuevo SIDA 7. Will RG, JW, Zeidler M, Ironside et ál. A new
variant of Creutzfeldt-Jakob disease in the
fue la fuerza que fomentó las investiga-
UK. Lancet 1996: 347:921-5
ciones científicas que culminaron con la
8. The National Creutzfeldt-Jakob Disease Re-
identificación de la causa de BSE, en la
560 prevención con los consecuentes cam-
search & Surveillance Unit (NCJDRSU) que
puede ser accesada a través de la internet
bios en la alimentación y el control del http://www.cjd.ed.ac.uk/index.htm.
ganado, y en el cuidado de la transmi- 9. Manuelidis EE., Kim JH, Mericangas JR,
sión en humanos, particularmente por Manuelidis L. Transmission to animals
transfusión. En verdad, la prevención of Creutzfeldt-Jakob disease from human
blood. Lancet 1985; ii:896.
fue básica porque limitó el número de
561
CAPÍTULO 28
Inactivación
de patógenos
Luis R. Larrea González*
Roberto J. Roig Oltra**
para el VIH; menos de uno por 1,5 mi- patógenos porque actúan sobre los AN,
llones para el VHC, menos de uno por ausentes en las plaquetas y los hematíes
200.000 para el VHB, y menos de uno (células anucleadas y que por lo tanto
por 2-3 millones para el HTLV I/II. El carecen de AN).
riesgo de contaminación bacteriana de La intención de la tecnología de RP
componentes sanguíneos (CS) es mayor, tiene el fin de inactivar agentes patóge-
alrededor de 1/2500 para concentrados nos (virus, bacterias y protozoos) para
de plaquetas (CP) obtenidos de sangre evitar los efectos adversos derivados
total (ST) y 1/5000 para las plaquetas de ellos, sin inducir neoantígenos ni
de aféresis,3 con un episodio séptico reducir la función o vida media de un
por cada 50.000 CP y uno por cada producto y sin que permanezca cual-
500.000 concentrados de hematíes (CH) quier agente tóxico residual.7
transfundidos.4 En cuanto a la terminología, se em-
Sin embargo, como todos sabemos, plean indistintamente inactivación y
la transfusión no está exenta de riesgos. RP, aunque algunos profesionales nos
Las muertes e infecciones relacionadas inclinamos por la reducción, ya que la
con la transfusión continúan siendo co- tecnología actual no garantiza una total
municadas y, además, actualmente las esterilidad del componente final.
donaciones no son objeto de escrutinio El empleo de la RP en ST está inves-
en busca de ciertos agentes patógenos tigándose, aunque, en la actualidad, se
potencialmente peligrosos. El actual emplea sobre cada componente indivi-
enfoque reactivo para la seguridad san- dual. Dichas técnicas ya se aplican en el
guínea, es decir, la adición de nuevos plasma desde hace años y más recien-
criterios de exclusión de donantes y/o temente en las plaquetas, mientras que
pruebas de laboratorio tras el descu- para los CH se hallan en fase avanzada
brimiento de cada nueva amenaza, se de investigación.
acerca al límite de lo factible.5 Además, Desde mediados de los años cuaren-
la aparición de nuevos agentes tales ta se practica la inactivación viral de los
como el Virus del Nilo Occidental productos plasmáticos. Posteriormente,
(VNO), demuestra que las potenciales los métodos dependientes de tempera-
amenazas para el suministro de sangre tura fueron sustituidos por el solvente
continúan presentes en todo el mundo. detergente (SD) y el tratamiento con
Este hecho nos recuerda que, algunas beta propiolactón y nanofiltración.8 La
veces, los agentes patógenos pueden ser inactivación viral mediante SD obtuvo
capaces de adelantarse a nuestra capa- licencia para su utilización para los
cidad de detectarlos mediante pruebas concentrados de factores de coagula-
de laboratorio.6 ción en 1985.9
564 Idealmente las técnicas de inacti-
vación de patógenos, o también cono-
Métodos actuales
cidas como técnicas de reducción de
patógenos (RP), proporcionarían una La capacidad de supervivencia de los
seguridad adicional. Estos tratamien- patógenos y de los leucocitos depende
tos son selectivos para los potenciales de los AN, mientras que la capacidad
566 -
MB- + S
-+
+ -+
MB- + S 1
O2 + MB
Type I Type II
569
c) Tratamiento con riboflavina de la cadena respiratoria mitocondrial
La riboflavina (RF), también conocida y es hidrosoluble, por lo que atraviesa
como vitamina B2, ha sido investigada las membranas celulares intercalándose
desde diferentes perspectivas en los entre las cadenas de ARN y ADN.8 A
últimos setenta años. 9 La RF es una pesar de actuar sobre los AN, la vitamina
coenzima que participa en varios pasos B2 se considera segura, basándose en
254 nm
Degree of damage caused by UV irradiation
Viruses/bacteria/parasites/leukocytes
(DNA and RNA absorption)
Proteins
(protein absorption)
Figura 2 Grado de daños a los diferentes patógenos, leucocitos y proteínas, según la longitud de onda de la luz.20
Tabla 7. Factores de inactivación de diferentes bacterias en CPs tras tratamiento con UVC20
Especie Aerobio/anaerobio Gram Forma Logs de reducción
esporas
Bacillus cereus aerobio + + 4,3 ± 0,81
Clostridium perfringens anaerobio + + ≥4,73
Escherichia coli facultativo anaerobio - - ≥4,01
Enterobacter cloacae facultativo anaerobio - - ≥4,29
Klebsiella pneumoniae facultativo anaerobio - - 4,8 ± 0,28
Pseudomonas aeruginosa aerobio - - ≥4,92
572 Propionibacterium acnes anaerobio + - 4,53 ± 1,13
Serratia marcescens facultativo anaerobio - - ≥4,99
Staphylococcus aureus aerobio + - ≥4,78
Staphylococcus epidermidis aerobio + - ≥4,78
Tabla 8. Logaritmos de reducción para distintos virus a una dosis de 0,4 J/cm2 de UVC
Virus Cadena AN Cápsula lipídica Modelo para Reducción en logs.
EMCV única ARN No Hepatitis A ≥ 6,42
PPV única ADN No 5,46
Sinbis única ARN Sí VHC 5,55±0,03
SHV-1, pseudorrabia doble ADN Sí CMV 3,53±0,47
VSV única ARN Sí ≥6,4±0,09
VNO única ARN Sí VHC 6,36
HIV-1 única ARN Sí 1,4
575
ser utilizado en las donaciones de san- reducción del riesgo residual derivado
gre.25 Los riesgos para la leishmaniasis y del periodo ventana de las infecciones
la toxoplasmosis son desconocidos. Los virales, o a la inactivación de enferme-
niveles de transmisión de las enfermeda- dades transmitidas por transfusiones
des dependen de la población donante.9 frecuentes (CMV, malaria) o emergentes
Sin embargo, la gran amenaza para (dengue, babesia) para las cuales no es
la seguridad transfusional la constitu- posible la realización de pruebas de
yen los agentes infecciosos emergentes. escrutinio de rutina.28
Éstos tardarán en ser identificados y Diferentes factores dificultan la apli-
hasta que se puedan tomar medidas de cación de las guías para las validaciones
prevención serán muchos los pacientes de los procesos de la inactivación viral
infectados. Se consideran emergentes de la industria fraccionadora (como la
todos los agentes infecciosos nuevos, del Committee for Human Medicinal
reemergentes, migratorios o resistentes Products (CHMP)). Dentro de estos facto-
a los fármacos, cuya incidencia de in- res destacan los lotes de mezclas de mi-
fección ha aumentado en las pasadas llares de unidades en el fraccionamiento
dos décadas, o existe la amenaza de que plasmático industrial (lo que permite
crezca en un futuro próximo.25 una economía de escalas), o la necesidad
de mantener intactas las células (plaque-
Rendimiento de los diferentes tas o hematíes) en ciertos CS, lo que des-
aconseja la utilización de mecanismos
sistemas de reducción de de inactivación tales como el SD, el calor
patógenos o la ultrafiltración. Todo ello dificulta la
La RP de productos sanguíneos lábiles aplicación en unidades individuales de
ofrece el mismo mecanismo de protec- distintos procedimientos ortogonales de
ción que el utilizado en el fracciona- inactivación de patógenos (los procesos
miento plasmático para disminuir las ortogonales son dos procesos que actúan
potenciales infecciones transmitidas por independientemente para inactivar o
transfusión, aunque los métodos usados eliminar patógenos). Sin la aplicación
en el fraccionamiento plasmático no de procesos ortogonales múltiples es im-
son directamente aplicables a los CS. probable que los productos procedentes
En el fraccionamiento plasmático, el de un único donante alcancen niveles
rendimiento requerido es de 6 log/ml tan altos como los de la inactivación de
mediante múltiples métodos.28 patógenos que se obtienen en el fraccio-
El supuesto más crítico y la base para namiento plasmático.28
el desarrollo de estas tecnologías es que Para los fabricantes de aparatos mé-
578 la reducción o inactivación de los nive- dicos y de soluciones antisépticas, el
les de patógenos en sangre conducirán objetivo es alcanzar una reducción de 6
a una disminución de la posibilidad de log/mL, esta cifra se estableció basándo-
transmisión de la enfermedad. La expec- se en los niveles estimados de bacterias
tativa del rendimiento de estos sistemas contaminantes que pueden introducirse
varía ampliamente, desde la eliminación en los ambientes no estériles, pero no
de toda posibilidad de transmisión, a la tenía en cuenta ni virus, ni parásitos, ni
rampa pico
resolución de la infección
carga viral lgeq/mL
2
período ventana
fase de viremia crónica
días de infección
Figura 4. Curva de replicación. La línea punteada representa el límite de detección de pruebas NAT.
586
Debido a la unión a proteínas, hay to en las proteínas anticoagulantes o en
una pérdida cercana al 10%-30% de los las fibrinolíticas tales como la proteína
factores de coagulación y de un 20-40% C, S, anti-trombina III y plasminógeno.11
del fibrinógeno tras el tratamiento del Se piensa que la pérdida de actividad
plasma con AM.9 El AM tiene poco efec- es secundaria a la oxidación de los resi-
Los sistemas de RP, por su gran luz UVB a bajas dosis para inactivar los
capacidad para reducir los niveles de leucocitos y bacterias. La tionina tiene
contaminación bacteriana, constituyen una alta afinidad especialmente por las
la mejor estrategia para el problema de regiones ricas en G-C aunque también
la contaminación bacteriana de los CS. la formación de radicales de oxígeno es
La utilización de estos sistemas puede importante.19
tener ventajas añadidas como la dis- Una alternativa a estos métodos que
minución de las reacciones transfusio- necesitan un fotosensibilizador es la
nales, la eliminación de la irradiación utilización de luz ultravioleta de onda
gamma y la prolongación hasta siete corta (UVC) en combinación con una
días del periodo de almacenamiento.39 agitación fuerte (ver Figura 7) que con-
Sin embargo, la RP de patógenos puede duce a la formación de áreas con finas
aumentar el riesgo de sangrado leve o capas dentro de la bolsa de irradiación
moderado y además no puede proteger de plaquetas para proporcionar la sufi-
de todos los patógenos.40 La pérdida ciente penetración de la luz UVC. Tras
inherente de plaquetas que conllevan un tiempo desde su elaboración (30 min
los sistemas de RP no explican per se a 24 horas) las plaquetas se transfieren
el exceso de sangrado, quizás haya una a una bolsa de irradiación de etil vinil
alteración funcional de las plaquetas acetato de 19x38 cm.20 Posteriormente
(por el daño del ADN mitocondrial) y se agitan a 110 rpm y exponen a luz UVC
una pérdida de viabilidad de una parte (0,2J/cm2) durante menos de un minuto
de las plaquetas.40 (generalmente 20-30 segundos) en un
Para la RP en los CP se han descrito irradiador equipado con tres lámparas
diferentes técnicas con utilización de en la parte superior y tres en la parte
luz ultravioleta. Una de ellas emplea inferior montadas bajo una placa de
un psoraleno, el S-59, en combinación cuarzo (Figura 8). La longitud de onda
con luz UVA. En este proceso fotoquí- es 254 nm y la frecuencia de agitación es
mico el S-59 se intercala y se une a las 1,8 Hz. Tras la irradiación se trasvasa el
cadenas nucleicas y tras la irradiación contenido a la bolsa final (PVC plastifi-
con luz UVA (320-400nm) convierte cado con n butiril, tri n-hexil citrato).41
esta unión en irreversible dejando las Los AN en los patógenos absorben
cadenas con entrecruzamientos dando la luz UVC formándose pirimidina
lugar a la inactivación del patógeno. ciclobutano y dímeros de pirimidina
Otro método utiliza las propiedades de pirimidona que bloquean la replicación
una vitamina, la RF, que interactúa con del AN.41
las bases del ADN o del ARN y tras la Los análisis in vitro de los CPs
irradiación con luz UV de banda ancha tratados exclusivamente con UVC no
muestran diferencias en los recuentos
591
(265-370 nm) oxida la guanina y daña
irreversiblemente los agentes patógenos. de plaquetas o la LDH aunque sí reve-
Un tercer procedimiento consiste en dos lan a los siete días cifras inferiores de
pasos con un tratamiento fotodinámico glucosa y aumentadas de lactato y, a los
con tionina y/o luz para inactivar virus cinco días cifras aumentadas de ATP y
libres seguido de un tratamiento con de CD62P.21,41 Serán necesarios estudios
Paso 1. transferencia del producto a la bolsa de iluminación Paso 2 Añadir RF Paso 3 Iluminar durante 4-10 minutos.
Las plaquetas estarían listas para transfundir, el plasma se transfiere a una bolsa final.
set de procesamiento consiste en tres lular, niveles de glucosa, ATP y 2,3 DPG,
bolsas: una para la mezcla de los reac- lactato) como in vivo (supervivencia y
tivos (CHs, GSH y S-303) junto con una recuperación de hematíes marcados a las
solución diluyente (140 mL) que está 24 horas) muestran resultados dentro de
en la bolsa previamente; una segunda la normalidad.4, 22
bolsa para incubar los CHs y reactivos; El PEN 110 se utilizó en el proceso
y una tercera para el almacenamiento conocido como tratamiento con Inac-
final del CH.44 En la segunda bolsa ocu- tina, el PEN 110 se añadía para una
rre la fase de incubación (a temperatura concentración de 0,1% y se incubaba
ambiente durante 18 horas) donde tiene a temperatura ambiente durante seis
lugar la inactivación (casi completa a horas. Posteriormente se eliminaba el
los 30 minutos) y la descomposición del PEN 110 mediante un lavado con una
S-303 a productos no reactivos (entre solución salina no tamponada, a niveles
6 y 18 horas). Después se centrifuga el por debajo del límite de detección.
CH con los reactivos y sus metabolitos, La integridad de la membrana celu-
eliminándose el sobrenadante, tras lo lar parece mantenerse en los hematíes
cual se resuspende el CH en su solución tratados con Pen 110. La hemólisis fue
aditiva y se transfiere a la bolsa de alma- inferior al 1% tras un almacenamiento
cenamiento donde permanece hasta 35 de 42 días a 4°C. En sujetos sanos la
días. Al final del proceso, la unidad está recuperación de los hematíes tras la
inactivada para patógenos y leucocitos transfusión de unidades autólogas trata-
además de haberse eliminado el plasma
das fue comparable al grupo control. No
residual.44
se detectó alteración de los antígenos de
En la fase preclínica no se detectaron
superficie del hematíe, como tampoco se
signos de toxicidad relevantes ni de otra
identificó la formación de neoantígenos.
índole. En la fase clínica I no se detec-
Sin embargo, los ensayos de fase III fue-
taron efectos adversos significativos, ni
ron abandonados cuando se comunicó
hubo evidencia de anticuerpos frente a
la formación de anticuerpos en los pa-
los hematíes tratados. Durante un en-
cientes repetidamente transfundidos.
sayo fase III se detectaron anticuerpos
Todos los demás estudios clínicos han
frente a los hematíes tratados en 2 de 17
sido suspendidos.45
pacientes a título bajo (contra la acridina
En la búsqueda del fotosensibiliza-
y sin hemólisis). Por ello se suspendió la
dor que inactive patógenos sin inducir
fase III. Posteriormente y para reducir el
daños de hematíes se han investigado
grado de unión del S-303 a la membrana
porfirinas cargadas positivamente, de
del hematíe y eliminar la inmunorreacti-
ellas destaca la porfirina Tri-P(4). Es un
vidad, se aumentó la concentración del
fotosensibilizador anfofílico que com-
596 glutatión y se mezcló previamente a la
bina una hemólisis baja con una elimi-
incorporación al S-303. De esta manera
se disminuye la unión del S-303 a la nación eficiente de virus. Tras la ilumi-
superficie del glóbulo rojo en unas 50 nación en SAG-M y almacenamiento en
veces y también la inmunorreactividad.4 AS-3 muestra parámetros conservados
La función de los hematíes tanto in de calidad (in vitro e in vivo). Para una
vitro (% de hemólisis, potasio extrace- inactivación superior a 5 logaritmos de
distintos virus encapsulados y bacte- costo. Según los autores, esta pobre tasa
rias grampositivas y gramnegativas se costo-efectividad se debe al actual bajo
requiere una dosis de luz 360 kJ/m2, lo riesgo infeccioso ligado a la transfusión
que implica cuatro veces más dosis que y a la mayor edad y mal pronóstico a
para el VSV, lo que incrementa el daño corto término de la mayor parte de los
del hematíe. Es un método que tiene receptores de plasma.46
diversos inconvenientes como la escasa Custer et al. han desarrollado un
inactivación de virus encapsulados, la modelo económico para evaluar el costo-
incapacidad de inactivar virus intra- efectividad del sistema de la RF, mitigar
celulares y el aumento de la unión de el riesgo de las infecciones asociadas a
IgG a la membrana del hematíe, lo que transfusión y otras amenazas no infec-
puede disminuir la recuperación in vivo ciosas. Para efectuarlo utilizaron el año
y una menor supervivencia del glóbulo de vida ajustado a calidad (QALY) como
rojo tras la transfusión. Para mejorar este medida del costo de una intervención
último inconveniente se podría añadir médica. El valor se basa en el número de
glutatión que impide la unión de la IgG años de vida que se ganan por una de-
y la formación de puentes entre los re- terminada intervención. El incremento
siduos de cisteína. Es improbable que tras la introducción de las plaquetas y
esta porfirina se utilice para la RP en CH plasma tratados con RF es 1.423.000$/
por las dudas de la calidad terapéutica QALY y de la ST 1.276.000$/QALY, in-
del CH.45 cluso podría tener un costo inferior dado
que no habría necesidad de efectuar el
cultivo bacteriano o la gamma irradia-
Costo efectividad ción para las plaquetas. Si comparamos
En un estudio realizado en España, para este costo con el de la introducción de
la evaluación del costo efectividad del las técnicas NAT para HIV y HCV (1,5mi-
plasma inactivado, se observó que este llones$/QALY) es inferior.47
tipo de plasma prolongó la supervi- Por último, Vamvakas plantea una
vencia ajustada a calidad en una hora comparación entre los distintos tipos de
y once minutos por paciente, con una plaquetas según su elaboración y si han
ratio de 2.156.398$ ± 257.587$/ año sido objeto de RP. Asegura que la RP de
ganado de vida ajustado a calidad. El plaquetas incrementará el riesgo de com-
costo efectividad fue sensible a la media plicaciones hemorrágicas moderadas y
de edad del paciente, incremento de leves y que no protegerán de todos los
costo por unidad de plasma inactiva- patógenos. Comparadas con las plaque-
da, frecuencia de transmisión de VIH tas de pool, las de aféresis de donante
único reducen, por lo menos, dos veces,
y VHC y la mortalidad a corto término
el riesgo de todas las infecciones cono-
597
de los receptores del plasma debido a
la enfermedad subyacente. Este estudio cidas y emergentes asociadas a trans-
concluye que al comparar con los pro- fusión, así como la sepsis/bacteriemia
cedimientos médicos más comúnmente asociada a transfusión sin aumentar el
aceptados, este tipo de plasma produce riesgo por otra vía. La menor exposición
poco beneficio en salud con un elevado a donantes con las plaquetas de donante
único (incrementado si se combina con sanguíneos. Rev Med Hosp Gen Mex 2006;
69: 99-107.
recogida de plasma y/o hematíes del
mismo donante) para el mismo receptor 9. Pelletier JP, Transue S, Snyder EL. Pathogen
inactivation techniques. Best Pract Res Clin
a través del uso de aféresis de multi-
Haematol. 2006;19(1):205-42.
componente podría también reducir el
10. Prowse CV, Murphy WG. Reply and update:
riesgo de TRALI. Para la elección entre
kills 99% of known germs. Transfusion
plaquetas de donante único sometidas a 2011;51:447-8.
RP o no, hay que cuantificar de manera
11. Seghatchian J, Struff WG, Reichenberg S.
precisa el riesgo aumentado de compli- Main Properties of the THERAFLEX MB-
caciones infecciosas, así como de otros Plasma System for Pathogen Reduction.
posibles efectos adversos secundarios Transfus Med Hemother. 2011; 38(1): 55–64.
a la RP y sopesarlos con los riesgos de 12. Iudicone P, Andreoni M, Martorana M-C,
las infecciones transmitidas por trans- Nicastri E, Azzi A, Quintiliani L. Photody-
namic Treatment of Fresh Frozen Plasma
fusión.40
by Methylene Blue: Effect of HIV, HCV and
Parvovirus B 19. Infusion Therapy and Trans-
Referencias fusion Medicine 1999; 26:262-266.
13. Gironés N, Bueno JL, Carrión J, Fresno M,
1. Solheim BG, Seghatchian J. Update on
Castro E. The efficacy of photochemical treat-
pathogen reiduction technology for thera-
ment with methylene blue and light for the
peutic plasma: An overview. Transfusion
reduction of Trypanosoma cruzi in infected
and apheresis Science. 2006;35:83-90.
plasma. Vox Sang. 2006;91 :285-91.
2. Bryant BJ, Klein HG. Pathogen inactivation.
14. McCullough J. Pathogen inactivation: a
The definitive safeguard for the blood sup-
new paradigm for preventing transfusion-
ply. Arch Pathol Lab Me. 2007; 131: 719-733.
transmitted infections. Am J Clin Pathol.
3. Palavecino EL, Yomtovian RA, Jacobs MR. 2007 Dec;128:945-55.
Bacterial contamination of platelets. Trans-
fus Apher Sci. 2010 Feb;42(1):71-82. 15. Goodrich RP, Edrich RA, Goodrich LL, Scott
CA, Manica KJ, Hlavinka DJ, Hovenga NA,
4. Castrillo A. Mecanismo de acción y perfil Hansen ET, Gampp D, Keil SD, Gilmour DI, Li
de seguridad de la reducción de patógenos J, Martin CB, Platz MS. The antiviral and an-
basada en amotosaleno y FRALE. Actual- tibacterial properties of riboflavin and light:
ización en tecnología para la inactivación de applications to blood safety and transfusion
patógenos basada en amotosaleno y FRALE. medicine. En Flavins: Photochemestry and
Lozano M, Cid J Eds. 2008. 35-58. photobiology. Editors Eduardo Silva, Ana M
5. Sandler SG. The case for pathogen inactiva- Edwards. 2006: 83-113.
tion of blood components. Current opinion 16. Cardo LJ, Rentas FJ, Ketchum L, Salata J,
in Hematology 2005; 12: 471-472. Harman R, Melvin W, Weina PJ, Mendez J,
6. Allain JP, Bianco C, Blachman MA, Brecher Reddy H, Goodrich R.Pathogen inactivation
ME, Busch M, Leiby D, Lin L, Stramer S. of Leishmania donovani infantum in plasma
Protecting the blood supply from emerging and platelet concentrates using riboflavin and
pathogens: the role of pathogen inactiva- ultraviolet light. Vox Sang. 2006 ;90:85-91.
598 tion. Transfusion Medicine reviews. 2005;
17. Marschner S, Fast LD, Baldwin WM 3rd,
19:110-126.
Slichter SJ, Goodrich RP. White blood
7. Solheim BG. Pathogen reduction of blood cell inactivation after treatment with ribo-
components. Transfusion and Apheresis flavin and ultraviolet light. Transfusion.
Science. 2008; 39: 75-82. 2010;50:2489-98.
8. Rojo J, Picker SM, García JJ, GAthof BS. 18. Marschner S, Goodrich R. Pathogen Reduc-
Inactivación de patógenos en productos tion Technology Treatment of Platelets,
Plasma and Whole Blood Using Riboflavin estimate of the risk of blood donation con-
and UV Light. Transfus Med Hemother. tamination by infectious agents. Transfus
2011;38:8-18. Clin Biol. 2009;16:138-45.
19. Terpstra FG, van ‘t Wout AB, Schuitemaker 28. Goodrich RP, Custer B, Keil S, Busch M.
H, van Engelenburg FA, Dekkers DW, Verhaar Defining “adequate” pathogen reduction per-
R, de Korte D, Verhoeven AJ. Potential and formance for transfused blood components.
limitation of UVC irradiation for the inacti- Transfusion 2010;50:1827-1837.
vation of pathogens in platelet concentrates.
29. Cancelas JA, Rugg N, Fletcher D, Pratt PG,
Transfusion. 2008 Feb; 48(2):304-13.
Worsham DN, Dunn SK, Marschner S, Reddy
20. Seltsam A,. Müller TH. UVC Irradiation for HL, Goodrich RP. In vivo viability of stored
Pathogen Reduction of Platelet Concentrates red blood cells derived from riboflavin plus
and Plasma. Transfus Med Hemother. 2011; ultraviolet light–treated whole blood .Trans-
38: 43–54. fusion. 2011; 51: 1460-1468.
21. Mohr H, Steil L, Gravemann U, Thiele T, 30. Mufti NA, Erickson AC, North AK, Hanson
Hammer E, Greinacher A, Müller TH, Völker D, Sawyer L, Corash LM, Lin L. Treatment of
U.A novel approach to pathogen reduc- whole blood (WB) and red blood cells (RBC)
tion in platelet concentrates using short- with S-303 inactivates pathogens and retains
wave ultraviolet light. Transfusion. 2009 in vitro quality of stored RBC. Biologicals.
Dec;49(12):2612-24. 2010 Jan;38:14-9.
22. Arroyo JL, Barbolla L. FRALE y concentrados 31. Williamson LM, Cardigan R, Prowse CV.
de hematíes. Actualización en tecnología Methylene blue-treated fresh-frozen plasma
para la inactivación de patógenos basada en what is its contribution to blood safety?
amotosaleno y FRALE. Lozano M, Cid J Eds. Transfusion. 2003;43: 1322-1329.
2008. 106-122.
32. Klein HG. Pathogen inactivation technol-
23. Lazo A, Tassello J, Jayarama V, Ohagen A, ogy: cleansing the blood supply. Journal of
Gibaja V, Kramer E, Marmorato A, Billia- internal Medicine. 2005; 257: 224-237
Shaveet D, Purmal A, Brown F, Chapman
33. Wagner SJ. Virus inactivation in blood com-
J. Broad-spectrum virus reduction in red
ponents by photoactve dyes. Transfusion
cell concentrates using INACTINE PEN110
Medicine Reviews. 2002;16:61-66.
chemistry. Vox Sang. 2002; 83: 313-323.
34. Nubret K, Delhoume M, Orsel I, Laudy JS,
24. El-Ekiaby M, Sayed MA, Caron C, Burnouf S,
Sellami M, Nathan N.Anaphylactic shock to
El-Sharkawy S, Goubran H, Radosevich M,
fresh-frozen plasma inactivated with methy-
Goudemand M, Blum D, de Melo L, Soulié V,
lene blue. Transfusion. 2011 Jan; 51: 125-8
Adam, J Burnouf T Solvent-detergent filtered
(S/D-F) fresh frozen plasma and cryoprecipi- 35. Larrea L, Calabuig M, Soler MA, Solves P,
tate minipools prepared in a newly designed Mirabet V, Roig R. Our nine years experi-
integral disposable processing bag system. ence in plasma inactivation. Vox Sang.
Transfusion Medicine. 2010; 20: 48–61. 2007;93(suppl 1):167.
25. Castro E. Bases teóricas para la tecnología de 36. Politis C, Kavallierou L, Hantziara S, Katsea
reducción de patógenos. Actualización en P, Triantaphylou V, Richardson C, Tsoutsos
tecnología para la inactivación de patógenos D, An-agnostopoulos N, Gorgolidis G, Ziroy-
basada en amotosaleno y FRALE. Lozano M, annis P. Quality and safety of fresh-frozen
Cid J Eds. 2008. 13-33. plasma inactivated and leucoreduced with
the Theraflex methylene blue system includ-
599
26. Bihl F, Castelli D, Marincola F, Dodd RY,
ing the Blueflex filter: 5 years’ experience.
Brander C. Transfusion-transmitted infec-
Vox Sang. 2007;92:319–326.
tions. J Transl Med. 2007 Jun 6;5:25.
37. Cid J. Tratamiento fotoquímico con amoto-
27. Pillonel J, Brouard C, Laperche S, Barin F,
saleno y luz ultravioleta aplicado a las uni-
Bernillon P, de Valk H; Groupe de Travail
dades de plasma. Actualización en tecnología
Afssaps, EFS, INTS et InVS. Quantitative
para la inactivación de patógenos basada en
600
CAPÍTULO 29
Reacciones hemolíticas
transfusionales
Virginia Callao Molina*
Roberto Roig Oltra**
Introducción
Las reacciones hemolíticas relacionadas
con la transfusión constituyen una de
las causas más importantes de morbi-
mortalidad asociada a la transfusión
sanguínea.
* Médica Especialista en Hematología y Hemotera- Según el informe del programa bri-
pia. Doctora en Medicina y Cirugía. Jefe de sec-
tánico Serious Hazardas of Transfusion
ción. Servicio de Inmunohematología. Centro de
Transfusión de la Comunidad Valenciana. Valen- (SHOT)-2010,1 de 1464 notificaciones
cia, España de hemovigilancia recibidas, 58 (4%)
** Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Espe-
cialista en Hematología y Hemoterapia. Máster
casos se referían a reacciones hemolíti- 601
Internacional de Alta Dirección Hospitalaria. cas (seis reacciones agudas que incluye
Máster Universitario en Auditoría, Acreditación un exitus y dos de ellas con morbilidad
y Evaluación de las organizaciones y prácticas
sanitarias. Director de la Cátedra Terumo de Me-
mayor asociada).
dicina Transfusional y Terapia Celular de la Fa- Los datos acumulativos de morbi-
cultad de Medicina de la Universidad Católica de mortalidad asociada a la transfusión del
Valencia. Director del Centro de Transfusión de la
Comunidad Valenciana. Valencia, España.
programa SHOT, de 1996 hasta 2010,
608
CAPÍTULO 30
Importancia clínica
de los sistemas HLA, HPA
y HNA en las reacciones
adversas a la transfusión
Cristina Navarrete*
Introducción
La mayoría de las células en la sangre
y en los tejidos expresan moléculas
polimórficas (aloantígenos) que cuando
son trasfundidos o trasplantados de un
individuo a otro son reconocidos como
foráneos por el sistema inmune del
receptor. Algunos de estos antígenos
se expresan en un solo tipo celular en
sangre periférica, como los antígenos
plaquetarios (HPA) o los antígenos de
neutrófilos humanos (HNA), mientras
609
que otros están presentes en la mayoría
* Directora Nacional de los Servicios de Histocompa-
tibilidad e inmunogenética, National Health Service
de células y también en el plasma, por
Blood and Transplant, England Reino Unido. Pro- ejemplo ABO y HLA.
fesora asociada en inmunología, Departament of El reconocimiento de estos aloantí-
Immunology and Molecular Pathology, University
College London, Reino Unido. genos lleva al desarrollo de anticuerpos
614
HSE
239 (16.3%)
16U
110 (7.5%)
Anti-D
241 (16.5%)
IBCT
200 (13.7%)
Autologous
15 (1.0%)
PTP
1(0.1%)
TAD
35 (2.4%)
TACO
40 (2.7%)
TRALI
15 (1.0%) HTR
58 (4.0%) ATR
510 (34.8%)
HLA
• FNHTR
• Refractoriedad plaquetaria inmunológica
• TRALI
• TA-GVHD
• Rechazo al trasplante
• Injerto tardío de neutrófilos
• GVHD
HPA
• FNHTR
• Refractoriedad plaquetaria inmunológica
• Púrpura trombocitopénica post-trasfusional
• Trombocitopenia aloinmne del recién nacido (NAIT)
• Injerto tardío de plaquetas
HNA
• FNHTR
• TRALI
• Neotropenia aloinmune del recién nacido
• Injerto tardío de neutrófilos
estos casos, los niveles y clases de Acs 7. Blumberg N, Gettings KF, Turner C, Heal
JM, Phipps RP: An association of soluble
producidos son generalmente IgG con
CD40 ligand (CD154) with adverse reactions
relevancia clínica. to platelet transfusions. Transfusion 2006;
Una mejor comprensión de las bases 46:1813-1821.
genéticas de las respuestas aloinmunes 8. Kiefel V, König C, Kroll H, Santoso S: Platelet
podría contribuir a identificar aquellos alloantibodies in transfused patients. Trans-
pacientes de alto riesgo de sensibiliza- fusion 2001; 41:766-770.
4. Paglino JC, Pomper GJ, Fisch GS, Champion 15. Skeate RC, Eastlund T: Distinguishing be-
MH, Snyder EL: Reduction of febrile but not tween transfusion related acute lung injury
allergic reactions to RBCs and platelets after and transfusion associated circulatory over-
load. Curr Opin Hematol 2007; 14:682-687.
16. Chapman CE, Stainsby D, Jones H, Love E, 26 Agbaht K, Altintas ND, Topeli A, Gokoz O,
Massey E, Win N, et ál.: Serious Hazards of Ozcebe O: Transfusion-associated review of
Transfusion Steering Group: Ten years of the literature. Transfusion 2007; 47:1405-
haemovigilance reports of the transfusion- 1411.
related acute lung injury in the UK, and the
27 Rososhansky S, Badonnel MCH, Hiestand
impact of preferential use of male donor
LL, Popovsky MA, Szymanski IO: Transfu-
plasma. Transfusion 2009; 49:440-452.
sion-associated graft-versus-host disease in
17. Win N, Massey E, Lucas G, Sage D, Brown an immunocompetent patient following after
C, Green A, et ál.: Ninety-six suspected cardiac surgery. Vox Sang 1999; 76:59-63.
transfusion related acute lung injury cases:
investigation findings and clinical outcome. 28. Hill GR, Krenger W, Ferrara JL: The role of
Hematology 2007; 12:461-469 cytokines in acute graft-versus-host disease.
Cytokines Cell Mol Ther 1997; 3:257-266
18. Serious Hazards of Transfusion (SHOT), An-
nualReport 2010 29. Sage D, Stanworth S, Turner D, Navarrete C:
Diagnosis of transfusion-associated graft-vs.-
19. Silliman CC, Ambruso DR, Boshkov LK: host disease: the importance of short tandem
Transfusion related acute lung injury. Blood repeat analysis. Transfus Med 2005; 15:481-
2005; 105:2266-2273. 485
20. Kelher MR, Masuno T, Moore E, Damle S, 30. Link H: T-cell depletion of allogeneic pe-
Meng X, Song Y, et ál.: Plasma from stored ripheral blood stem cells. In Gorin N-C (ed):
packed red blood cells and MHC class I anti- Baillière’s Clinical Haematology, 1999
bodies causes acute lung injury in a 2-event
in vivo rat model. Blood 2009; 113:2079- 31. Williamson LM, Stainsby D, Jones H, Love
2087. E, Chapman CE, Navarrete C, et ál.: The
impact of universal leukodepletion of the
21. Silliman CC, Boshkov LK, Mehdizadeh-
blood supply on haemovigilance reports of
kashi Z, Elzi DJ, Dickey WO, Podlosky L, et
post-transfusion purpura and transfusion-
ál.: Transfusion-related acute lung injury:
associated graft-versus-host disease. Trans-
epidemiology and a prospective analysis of
fusion 2007; 47:1455-1467.
etiologic factors. Blood 2003; 101:454-62
32. Chapman J, Finney RD, Forman K, Kelsey P,
22. Ware LB, Matthay MA: The acute respira-
Knowles SM, Napier JAF, et ál.: Guidelines
tory distress syndrome. N Engl J Med 2000;
on gamma irradiation of blood components
342:1334-1349.
for the prevention of transfusion-associated
23. Eder AF, Herron Jr RM, Strupp A, Dy B, graft-versus-host disease. Transfus Med
White J, Notari EP, et ál.: Effective reduction 1996; 6:261-271.
of transfusion-related acute lung injury risk
33. Taylor C, Navarrete C & Contreras M (2011)
with male-predominant plasma strategy in
Immunological complications of transfu-
the American Red Cross (2006-2008). Trans-
sion. In: A Maniatis, P van der Linden & J-F
fusion 2010; 50:1732-1742.
Hardy, (eds) Alternatives to Blood Transfu-
24. Nakazawa H, Ohnishi H, Okazaki H, Hashi- sion in Transfusion Medicine, 2nd Edition.
moto S, Hotta H, Watanabe T, et ál.: Impact of Wiley, pp 31-46
fresh-frozen plasma from male-only donors
versus mixed-sex donors on postoperative 34. Christie D, Pulkrabek S, Putnam J, Slatkoff
respiratory function in surgical patients: a ML, Pischel KD: Post transfusion purpura
prospective case-controlled study. Transfu- due to an allo-antibody reactive with glyco-
sion. 2009; Nov; 49(11):2434-41. protein la/11a (anti HPA-5b). Blood 1991; 621
77:2785-2789.
25. Williamson LM & Navarrete CV (2005) Immu-
nomodulation and graft-versus-host disease. 35. Becker T, Panzer S, Maas D, Kiefel V, Spren-
In: Practical Transfusion Medicine, 2nd Edi- ger R, Kirschbaum M. et ál.et ál. High dose
tion. M Murphy & D Pamphilon (eds) Black- intravenous immuoglobulin for post trans-
well Publishing Ltd, Oxford, pp195-207. fusion purpura. Br J Haem 1985; 61:149-155.
CAPÍTULO 31
Reacciones transfusionales
no inmunes, alérgica y febril
Introducción
La terapia transfusional es actualmente
un tratamiento muy seguro, debido a
las medidas llevadas a cabo durante
la selección de donantes, los métodos
de procesamiento y a las indicaciones
estrictas. De todos modos, por ser un
producto de origen humano y existir la
posibilidad de transmisión de agentes
patógenos, no está exenta de riesgos.
Algunos están asociados al tipo de he-
mocomponentes (concentrado de GR,
623
concentrado plaquetario, crioprecipi-
tado, etc.) y otros son específicos del
estado del receptor (inmunosupresión,
* Jefe de Unidad de Hemoterapia. Hospital Materno prematurez del neonato, pacientes sen-
Infantil Ramón Sardá. Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Argentina. sibilizados etc.).
9. Elin R, Winter W. Laboratory and clinical components in Canada. Transfus Med Rev
aspects of B-type natriuretic peptides. Arch 2003; 17(2):120-162.
Pathol Lab Med 2004; 128:697–699
21. Heddle NM, Blajchman MA, Meyer RM,
10. Zhou L, Giacherion D, Cooling L, Davenport Lipton JH, Walker IR, Sher GD, et al. A ran-
RD: Use of B-natriuretic peptides as a diag- domized controlled trial comparing the fre-
nostic marker in the differential diagnosis quency of acute reactions to plasma-removed
of a transfusion-associated circulatory over- platelets and prestorage WBC-reduced plate-
load. Transfusion 1995; 45:1056–1063 lets. Transfusion. 2002;42(5):556-66.
11. Tobian AA, Sokoll LJ, Ness PM, Shan H: 22. Heddle NM, Kelton JG. Febrile nonhemolytic
NT-proBNP is a useful diagnostic marker for transfusion reactions. In: Popovsky M, edi-
transfusion-associated circulatory overload. tor. Transfusion reactions, 2 ed. Arlington,
Transfusion 2007; 47:7A VA: AABB Press; 2001. p. 45-82.
23. Muñiz Díaz E. Curso Residencial de la ESTM
12. Sink BLS. Administration of Blood Compo-
sobre Hemovigilancia.2004:21-25
nents. Technical Manual, 17 ed. Bethesda,
MD, AABB, 2011.p. 624 24. Kelley DL, Mangini J, Lopez-Plaza I, Triulzi
DJ. The utility of < or =3-day-old whole-
13. Dzik WH, Kirkley SA. Citrate toxicity during
blood platelets in reducing the incidence of
massive blood transfusion. Transfus Med
febrile nonhemolytic transfusion reactions.
Rev 1988;2:76-94
Transfusion 2000 Apr.;40(4):439-42.
14. Olinger GN, Hottenrott C, Mulder DG, Malo- 25. Yazer MH, Podlosky L, Clarke G, Nahirniak
ney JV, Miller J., Patterson RW y col., clinical SM. The effect of prestorage WBC reduction
hypocalcemic myocardial depression during on the rates of febrile nonhemolytic transfu-
rapid blood transfusion and postoperative sion reactions to platelet concentrates and
hemodialysis: A preventable complication. RBC. Transfusion. 2004; 44(1):10-5.
J Thorac Cardiovasc Surg 1976;72:503-11
26. Vein to vein. Complication of Blood Transfu-
15. Milton Larrondo L., Gastón Figueroa M. Rev. sion. On line support. 2009-2012. Canadian
Hosp. Clín. Univ. Chile 2007; 18; 208 Blood Services
16. Mazzei KA, Popovsky MA, Kopko PM. 27. Paglino JC, Pomper Gj, Fish GS, Champion
Noninfectious Complication of Blood Trans- MH, Snyder EL..Reduction of febrile but not
fusion.Technical Manual, 17 ed. Bethesda, allergic reactions to RBCs and platelets after
MD, AABB, 2011.p.749 conversion to universal pre-storage leukore-
duction. Transfusion. 2004;44:16-24
17. Hardy J-F, De Moerloose P, Samama M..
Massive transfusion and coagulopathy: 28. Brown CJ, Navarrete CV. Clinical relevance
pathophysiology and implications for of the HLA System in blood transfusion. Vox
clinical management. Can J Anesth 2004; Sang. 2011; 101:93-105
51:4 ; 293-310. 29. Normas Técnicas y Administrativas de
18. Rajagopalan S, Mascha E, Na J, Sessler Hemoterapia. Ministerio de Salud y Ambi-
DI. The effects of mild perioperative ente de la República Argentina. Resolución
hypothermia on blood loss and transfu- 865/2006
sion requirement. Anesthesiology. 2008 30. Pineda AA, Taswell HF. Transfusion reac-
Jan;108(1):71-7. tions associated with anti-IgA. Report of four
19. Enright H, Davis K, Gernsheimer T, Mc- cases and review of the literature. Transfu-
Cullough JJ, Woodson R, Slichter SJ. Factors
sion 1975:15:10-15 641
influencing moderate to severe reactions to 31. Serious Hazards of Transfusion (SHOT).
PLT transfusions: experience of the TRAP Annual Report 2010. Published July 2011
multicenter clinical trial. Transfusion. 2003
32. Vamvakas EC, Pineda AA. Allergic and
Nov; 43(11):1545-52.
anaphylactic reactions. In: Popovsky MA,
20. Kleinman S, Chan P, Robillard P. Risks as- ed. Transfusion Reactions. 2 ed. Bethesda,
sociated with transfusion of cellular blood Md: AABB Press; 2001. p. 83-127.
33. Roitt I, Brostoff J, Male D. Immunology, 2 ed. 41. Sweeney JD, Dupuis M, Mega AJ. Hypo-
London: Gower, 1989. tensive reactions to red cells filtered at the
bedside, but not to those filtered before
34. Sandler GS, Mallory D, Malamut D, Eckrich
storage, in patients taking ACE inhibitors.
R. IgA anaphylactic transfusion reaction.
Transfusion. 1998;38:410-411.
Transf Med Rev, 1995: 1-8.
42. Abe H, Ikebuchi K, Shimbo M, Sekiguchi S.
35. Sharon R, Kidroni G, Michel J. Presence of
Hypotensive reactions with a white cell-re-
aspirin in blood units. Vox Sang 1980; 38:
duction filter: activation of kallikrein-kinin
284-87
cascade in a patient. Transfusion. 1998;
36. Michel J, Sharon R. Non-hemolytic adverse 38:411-412.
reaction after transfusion of a blood unit con-
43. Belloni M, Alghisi A, Bettini C, Soli M, Zam-
taining penicillin. Br Med J. 1980; 1:152-3
pieri L . Hypotensive reactions associated
37. Baldo BA, Fisher MM. Anaphylaxis to with white cell-reduced apheresis platelet
muscle relaxant drugs. Cross-reactivity and concentrates in patients not receiving ACE
molecular basis of binding of IgE antibodies inhibitors. Transfusion. 1998; 38:412-413.
detected by radioinmmunoassay. Mol Immu-
44. Vamvakas E: Meta-analysis of clinical stud-
nol 1893;20: 1393-400.
ies of the purported deleterious effects of
38. Hume HA, Popovsky MA, Benson K. Hypo- ‘‘old’’ (versus ‘‘fresh’’) red blood cells: are we
tensive reactions: a previously uncharacter- at equipoise? Transfusion 2010; 50:600–610
ized complication of platelet transfusion?
45. Sachs, UJH Side-effects of blood products.
Transfusion. 1996; 36:904-909.
ISBT Science Series (2010) 5, 267–273
39. Takahashi TA, Abe H, Hosoda M, Nakai K,
46. Porter, JB. Practical management of iron
Sekiguchi, S. Bradykinin generation dur-
overload. Br J Haematol 2001,115:239-52.
ing filtration of platelet concentrates with
a white cell-reduction filter. Transfusion. 47. Van Orden H, Hagemann T. Deferasirox-an
1995;35:967. oral agent for chronic iron overload. The
Annals of pharmacotherapy, 2006 June, Vol
40. Shiba M, Tadokoro K, Sawanobori M, Na-
40.
kajima K., Suzuki K., Juji, T.Activation of
the contact system by filtration of platelet 48. Kushner JP, Porter JP, Oliveri NF. Secondary
concentrates with a negatively charged iron overload. Hematology. (Am Soc Hema-
white cell-removal filter and measurement tol Educ Program) 2001:47-61.
of venous blood bradykinin level in patients
49. Olivieri NF, Brittenham GM. Iron chelating
who received filtered platelets. Transfusion.
therapy and the treatment of thalassemia.
1997;37:457-462.
Blood 1997;89:739-61.
642
CAPÍTULO 32
Inmunomodulación
relacionada con la transfusión
Armando Cortés Buelvas*
Introducción
La inmunomodulación relacionada con
la transfusión (IMRT) se refiere a la de-
presión o activación transitoria del sis-
tema inmune, después de la transfusión
de componentes sanguíneos. Aunque la
IMRT es generalmente reconocida como
una entidad clínica de importancia
biológica, su mecanismo e importancia
clínica han sido objeto de controversia.
Muchos estudios observacionales ini-
ciales sugirieron efectos tanto benéfi-
cos como adversos en la evolución del
paciente.
Los resultados de un estudio pros-
643
pectivo y multicéntrico publicado en
* Patólogo Clínico. Profesor Titular y Jefe del De- 1973, con posibles receptores de riñones
partamento de Patología, Escuela de Medicina,
Universidad del Valle, Cali. Director Hemocentro procedentes de cadáver, los cuales fue-
del Valle del Cauca, Cali. Director Servicio de ron asignados aleatoriamente a recibir o
Transfusión Hospital Universitario del Valle, Cali,
Colombia.
no transfusiones, reveló que la tasa de
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección III - Prevención y riesgos de la transfusión Inmunomodulación relacionada con la transfusión
Aunque los hallazgos en varios ECCA pacientes que requieren una reparación
son contradictorios, se ha argumentado de fractura de cadera, y 3) pacientes con
que, dado que la leucorreducción es traumatismos múltiples, que habían sido
esencialmente libre de riesgo, aunque transfundidos. Los resultados muestran
más costosa, debería ser aplicada univer- una disminución leve pero significativa
salmente. Este podría ser el caso, parti- de la mortalidad de 7,03% a 6,19% (p
cularmente en el contexto de la cirugía = 0,04) después de la implementación
cardíaca, en vista de la disminución de de la LR universal, pero no hubo una
la mortalidad observada en los pacientes reducción en las infecciones graves.67
cardíacos que reciben productos leuco- Por otro lado, un estudio a gran esca-
rreducidos pre-almacenamiento. la ha sugerido un beneficio general con
De hecho, la práctica de la LR de la LR universal. El Sepsis Occurrence
rutina, por medio de filtración pre-al- in Acutely Ill Patients (SOAP) fue un
macenamiento, es cada vez más común, estudio multicéntrico y observacional
como una práctica habitual en varios que, básicamente, repitió el estudio
países, entre ellos Reino Unido, Canadá Anemia and Blood Transfusión in
y de Europa occidental.66 the critically Ill (ABC) publicado en
Si la causa principal de las infec- 2002. 68,69 En ambos estudios, todos
ciones relacionadas con IMRT son los los pacientes adultos de la UCI fueron
mediadores de la respuesta biológica seguidos de forma prospectiva y fueron
producidos por los leucocitos, es lógico apareados por edad, género, gravedad
pensar que la disminución de leucocitos de la enfermedad, hemoglobina a la
debe reducir la incidencia de las infec- admisión, historia reciente de anemia,
ciones nosocomiales. No obstante, algu- y duración de la estancia hospitalaria,
nos estudios no apoyan esta asociación. pero difirieron en que uno de los pares
El grado en que la IMRT afecta los recibió transfusión mientras el otro
resultados de los pacientes, y el grado no. El estudio anterior ABC mostró un
en que la leucorreducción reduce la incremento en la mortalidad global en
IMRT, no se ha resuelto y es motivo de los pacientes transfundidos, siendo
investigación. reproducido en el análisis de pares.
Se han realizado estudios de cohor- Por el contrario, en el estudio SOAP
tes antes y después de la LR, con el fin se encontró el mismo incremento de la
de determinar si la leucorreducción uni- mortalidad en el grupo de transfusión,
versal aporta beneficios a los pacientes la diferencia se hizo insignificante tras
que necesitan transfusiones. el análisis multivariado. Se halló una
Con la aplicación de la LR universal disminución significativa de la mortali-
pre-almacenamiento a nivel nacio- dad en el grupo que recibió transfusión
651
nal en Canadá, se hizo un estudio de en el análisis de pares, un resultado en
cohortes para observar el antes y el contradicción con las conclusiones del
después de tres grupos de pacientes: estudio ABC. Los autores especularon
1) 14.786 pacientes quirúrgicos de alto que la diferencia podría deberse a la
riesgo de infección y muerte, definida aplicación de la LR universal en el in-
como pacientes de cirugía cardiaca, 2) tervalo entre los dos estudios.
que hacen difícil la interpretación del 3. William JG, Hughes LE. Effect of periop-
significado clínico de los hallazgos. Por erative blood transfusion on recurrence of
Crohn’s disease (letter). Lancet 1989;ii:1524.
el momento son necesarios los ECCA
con mejores diseños para determinar si 4. Clark DA, Gunby J, Daya S. The use of allo-
geneic leukocytes or IV IgG for the treatment
estas relaciones son válidas. Los ECCA of patients with recurrent spontaneous abor-
en la cirugía cardíaca han demostrado tions. Transfus Med Rev 1997;11:85-94
un aumento de la mortalidad a corto pla- 5. Van de Watering LMG, Hermans J, Hobiers
zo, de causa no específica, en pacientes JGA, et al. Beneficial effect of leucocyte de-
que reciben sangre no leucorreducida. pletion of transfused blood on post-operative
complications in patients undergoing cardiac
Los resultados de los ECCA que evalúan
656 surgery: a randomized clinical trial. Circula-
la relación entre el riesgo de infección tion 1998; 97: 562–8.
bacteriana y TA han sido contradic-
6. Vamvakas EC, Bordin JO, Blajchman MA.
torios, aunque la mayoría de estudios Immunomodulatory and proinflammatory
recientes tienden a informar resultados effects of allogeneic blood transfusion. In:
negativos. Un meta-análisis de ECCA Simon TL, Snyder EL, Solheim BG, et al,
eds. Rossi’s principles of transfusion medi-
que investiga la asociación entre la TA
cine. 4th ed. Bethesda, MD: AABB Press, atic review of the literature. Crit Care Med
2009:699-717. 2008;36:2667–74.
7. Vamvakas EC, Blajchman MA. Transfusion 18. Lelubre C, Piagnerelli M, Vincent JL. As-
related immunomodulation (TRIM): An sociation between duration of storage of
update. Blood Rev 2007;21:327-48. transfused red blood cells and morbidity and
mortality in adult patients: myth or reality?
8. Utter GH, Lee TH, Rivers RM, et al. Micro-
Transfusion 2009;49: 1384–94.
chimerism decades after transfusion among
combat-injured US veterans from the Viet- 19. Zimrin AB, Hess JR. Current issues relating
nam, Korean and World War II conflicts. to the transfusion of stored red blood cells.
Transfusion 2008;48:1609-15. Vox Sang 2009;96:93–103.
9. Utter GH, Nathens AB, Lee TH, et al. Leu- 20. van deWatering L; Biomedical Excellence for
koreduction of blood transfusions does not Safer Transfusion (BEST) Collaborative. Pit-
diminish transfusion-associated microchi- falls in the current published observational
merism in trauma patients. Transfusion literature on the effects of red blood storage.
2006;46:1863-9. Transfusion 2011;51:1847-54.
10. Adamson JW. New blood, old blood or no 21. Napolitano LM, Corwin HL. Efficacy of blood
blood? N Engl J Med 2008; 12: 1295 transfusion in the critically ill: does age of
blood make a difference? Crit Care Med
11. Vamvakas EC. Possible mechanisms of
2004;32:594-5.
allogeneic blood transfusion-associated
postoperative infection. Transfus Med Rev 22. Silliman CC, Moore EE, Johnson JL, Gon-
2002;16:144-60. zalez RJ, Biffl WL. Transfusion of the in-
jured patient: proceed with caution. Shock
12. Nielsen HJ, Reimert CM, Pedersen AN, et
2004;21:291-9.
al. Time dependent, spontaneous release
of white cell and platelet-derived bioactive 23. Spinella PC, Sparrow RL, Hess JR, Norris PJ.
substances from stored human blood. Trans- Properties of stored red blood cells: under-
fusion 1996; 36:960-5. standing immune and vascular reactivity.
Transfusion 2011;51:894-900.
13. Silliman CC, Voelkel NF, Allard JD, et al.
Plasma and lipids from stored packed red 24. McIntyre LA, Hebert PC. Can we safely re-
blood cells cause acute lung injury in an strict transfusion in trauma patients? Curr
animal model. J Clin Invest 1998;101:1458- Opin Crit Care 2006;12:575-83.
67.
25. Bennett-Guerrero E, Veldman TH, Doctor A,
14. Silliman CC, Clay KL, Thurman GW, et al. Telen MJ, Ortel TL, Reid TS, Mulherin MA,
Partial characterization of lipids that develop Zhu H, Buck RD, Califf RM, McMahon TJ.
during the routine storage and prime the Evolution of adverse changes in stored RBCs.
neutrophil NADPH oxidase. J Lab Clin Med PNAS 2007;104:17063-8.
1994;124:684-94.
26. Tinmouth A, Fergusson D, Yee IC, Hebert PC.
15. Ghio M, Contini P, Ubezio G, et al. Immu- Clinical consequences of red cell storage in
nomodulatory effects of blood transfusions: the critically ill. Transfusion 2006;46:2014-
The synergic role of soluble HLA Class I free 27.
heavy-chain molecules detectable in blood
27. van deWatering L. Red cell storage and prog-
components. Transfusion 2008;48:1591-7.
nosis. Vox Sang 2011;100:36-45.
16. Blumberg N, Heal J. Immunomodulation by
28. Biffl WL, Moore EE, Offner PJ, Ciesla DJ,
657
transfusion. In: Spiess B, Shander A, eds.
Gonzalez RJ, Silliman CC. Plasma from
Perio- perative transfusion medicine. 2nd
aged stored red blood cells delays neutro-
ed. Phila- delphia: Lippincott, Williams &
phil apoptosis and primes for cytotoxic-
Wilkins, 2006: 152-67.
ity: abrogation by poststorage washing but
17. Marik PE, Corwin HL. Efficacy of red blood not prestorage leukoreduction. J Trauma
cell transfusion in the critically ill: a system- 2001;50:426-32.
29. Cardo LJ, Hmel P, Wilder D. Stored packed cell transfusion after coronary artery bypass
red blood cells contain a procoagulant surgery. Ann Thorac Surg 2002;73:138-42.
phospholipid reducible by leukodepletion
41. Blajchman MA. Transfusion immunomodu-
filters and washing. Transfus Apher Sci 2008;
lation or TRIM: what does it mean clinically?
38:141-7.
Haematology 2005; 10(Suppl. 1): 208–14.
30. Sweeney J, Kouttab N, Kurtis J. Stored red
42. Ploeg A, Lange C, Lardenoye JW, Breslau
blood cell supernatant facilitates thrombin
P. Nosocomial infections after periph-
generation. Transfusion 2009; 49:1569-79.
eral arterial bypass surgery. World J Surg
31. Zallen G, Moore EE, Ciesla DJ, Brown M, 2007;31:1687-92.
Biffl WL, Silliman CC. Stored red blood
43. Gunst MA, Minei JP. Transfusion of blood
cells selectively activate human neutrophils
products and nosocomial infection in
to release IL-8 and secretory PLA2. Shock
surgical patients. Curr Opin Crit Care
2000;13: 29-33.
2007;13:428-32.
32. Arslan E, Sierko E, Waters JH, Siemionow M.
44. Izuel Rami M, Garcia Erce JA, Gomez-Barrera
Microcirculatory hemodynamics after acute
M, et al. [Relationship between allogeneic
blood loss followed by fresh and banked blood
blood transfusion, iron deficiency and
transfusion. Am J Surg 2005;190: 456-62.
nosocomial infection in patients with hip
33. Raat NJ, Verhoeven AJ, Mik EG, Gouwerok fracture]. Med Clin (Barc) 2008;131:647-52.
CW, Verhaar R, Goedhart PT, de Korte D, Ince
45. Rosmarakis ES, Prapas SN, Rellos K, et
C. The effect of storage time of human red
al. Nosocomial infections after off-pump
cells on intestinal microcirculatory oxygen-
coronary artery bypass surgery: Frequency,
ation in a rat isovolemic exchange model.
characteristics, and risk factors. Interact
Crit Care Med 2005;33:39-45.
Cardiovasc Thorac Surg 2007;6:759-67.
34. Simak J, Gelderman MP. Cell membrane
46. Gantt CL. Red blood cells for cancer patients.
microparticles in blood and blood products:
Lancet 1981; 2: 363.
potentially pathogenic agents and diagnostic
markers. Transfus Med Rev 2006;20:1-26. 47. Amato A, Pescatori M. Perioperative blood
transfusions for the recurrence of colorectal
35. Vamvakas EC. Meta-analysis of clinical stud-
cancer. Cochrane Database Syst Rev 2006:
ies of the purported deleterious effects of
CD005033
“old” (versus “fresh”) red blood cells: are we
at equipoise? Transfusion 2010;50:600- 10. 48. Dresner SM, Lamb PJ, Shenfine J, et al. Prog-
nostic significance of peri-operative blood
36. Glynn SA. The red blood cell storage le-
transfusion following radical resection for
sion: a method to the madness. Transfusion
oesophageal carcinoma. Eur J Surg Oncol
2010;50:1164-9.
2000;26:492-7.
37. Hill GE, Frawley WH, Griffith KE, et al.
49. Balachandran P, Sikora SS, Kapoor S, et al.
Allogeneic blood transfusion increases the
Long-term survival and recurrence patterns
risk of postoperative bacterial infection: A
in ampullary cancer. Pancreas 2006;32:390-5
meta-analysis. J Trauma 2003;54:908-14.
50. Dhar DK, Kubota H, Tachibana M, et al. A tai-
38. Claridge JA, Sawyer RG, Schulman AM, et
lored perioperative blood transfusion might
al. Blood transfusions correlate with infec-
avoid undue recurrences in gastric carci-
tions in trauma patients in a dose-dependent
noma patients. Dig Dis Sci 2000;45:1737-42.
658 manner. Am Surg 2002;68:566-72
51. Pysz M. Blood transfusions in breast can-
39. Taylor RW, Manganaro L, O’Brien J, et al.
cerpatients undergoing mastectomy: Pos-
Impact of allogenic packed red blood cell
sible importance of timing. J Surg Oncol
transfusion on nosocomial infection rates
2000;75:258-63.
in the critically ill patient. Crit Care Med
2002;30: 2249-54 52. van de Watering LM, Brand A, Houbiers JG,
et al. Perioperative blood transfusions, with
40. Chelemer SB, Prato BS, Cox PM Jr., et al. As-
or without allogeneic leucocytes, relate to
sociation of bacterial infection and red blood
survival, not to cancer recurrence. Br J Surg Azarow K, Holcomb JB; 31st Combat Support
2001;88:267-72. Hospital ResearchWorking Group. Risks
associated with fresh whole blood and red
53. Heiss MM, Mempel W, Delanoff C, et al.
blood cell transfusions in a combat support
Blood transfusion-modulated tumor recur-
hospital. Crit Care Med 2007; 35:2576-81.
rence: First results of a randomized study of
autologous versus allogeneic blood transfu- 64. Doctor A, Stamler JS. NO transport in blood:
sion in colorectal cancer surgery. J Clin Oncol a third gas in the respiratory cycle. Compr
1994;12:1859-67. Physiol 2011;1:541-68
54. Kaibori M, Saito T, Matsui Y, et al. A review 65. Hess JR. Red cell changes during storage.
of the prognostic factors in patients with Transfus Apher Sci 2010;43:51-9
recurrence after liver resection for hepatocel-
66. Blajchman MA. Transfusion-associated im-
lular carcinoma. Am J Surg 2007;193:431-7.
munomodulation and universal white cell
55. Ford BS, Sharma S, Rezaishiraz H, et al. reduction: are we putting the cart before the
Effect of perioperative blood transfusion horse? Transfusion 1999; 39: 665–70.
on prostate cancer recurrence. Urol Oncol
67. Hébert PC, Fergusson D, Blajchman MA, et
2008;26:364-7.
al. Clinical outcomes following institution
56. Gallina A, Briganti A, Chun FK, et al. Ef- of the Canadian universal leukoreduction
fect of autologous blood transfusion on the program for red blood cell transfusions.
rate of biochemical recurrence after radical JAMA 2003;289:1941-9.
prostatectomy. BJU Int 2007;100:1249-53.
68. Vincent JL, Sakr Y, Sprung C, et al. Are blood
57. Paul R, Schmid R, Busch R, et al. Influence of transfusions associated with greater mortal-
blood transfusions during radical retropubic ity rates? Results of the sepsis occurrence
prostatectomy on disease outcome. Urology in acutely ill patients study. Anesthesiology
2006;67:137-41. 2008;108:31-9.
58. Kamei T, Kitayama J, Yamashita H, et al. 69. Vincent JL, Baron JF, Reinhart K, et al. Ane-
Intra-operative blood loss is a critical risk mia and blood transfusion in critically ill
factor for peritoneal recurrence after curative patients. JAMA 2002;288:1499-507.
resection of advanced gastric cancer. World
70. Frietsch T, Karger R, Schöler, et al. Leu-
J Surg 2009;33:1240-6.
kodepletion of autologous whole blood has
59. Katz SC, Shia J, Liau KH, et al. Operative no impact on perioperative infection rate
blood loss independently predicts recur- and length of hospital stay. Transfusion
rence and survival after resection of hepato- 2008;48:2133-42.
cellular carcinoma. Ann Surg 2009;249:617-
71. Tasaki T, Ohto H, Sasaki S, et al. Significance
23.
of pre-storage leucoreduction for autologous
60. Lloyd JC, Banez LL, Aronson WJ, et al. blood. Vox Sang 2009;96:226-33.
Estimated blood loss as a predictor of P
72. Lobaziewicz W, Kolodziejski L. The impact
SA recurrence after radical prostatectomy:
of homologous packed red blood cell transfu-
Results from the SEARCH database. BJU Int
sion on patients’ survival after radical surgi-
2010;105:347-51.
cal treatment of colorectal cancer. Acta Chir
61. Weinberg JA, McGwin G Jr., Griffin RL, et Belg 2008;108:524-31.
al. Age of transfused blood: An independent
73. Basora M, Pereira A, Soriano A, et al. Allo-
predictor of mortality despite universal leu-
koreduction. J Trauma 2008;65:279-82.
geneic blood transfusion does not increase 659
the risk of wound infection in total knee
62. Chin-Yee I, Arya N, d’Almeida MS. The red arthro-plasty. Vox Sang 2010;98:124-9.
cell storage lesion and its implication for
74. Rinker BD, Bowling JT, Vasconez HC. Blood
transfusion. Transfus Sci 1997;18:447-58.
transfusion and risk of metastatic disease or
63. Spinella PC, Perkins JG, Grathwohl KW, recurrence in patients undergoing immediate
Repine T, Beekley AC, Sebesta J, Jenkins D, TRAM flap breast reconstruction: A clinical
study and meta-analysis. Plast Reconstr Surg blinded, randomized study. Int J Colorectal
2007;119:2001-7. Dis 2001;16:147-53.
75. Johnston P, Wynn-Jones H, Chakravarty D, 85. van Hilten JA, van de Watering LM, van
et al. Is perioperative blood transfusion a Bockel JH, et al. Effects of transfusion with
risk factor for mortality or infection after hip red cells filtered to remove leukocytes: Ran-
fracture? J Orthop Trauma 2006;20:675-9. domised controlled trial in patients undergo-
ing major surgery. Br Med J 2004;328:1281-4.
76. Vamvakas EC. White-blood-cell containing
allogenic blood transfusion, postoperative 86. Dzik WH, Anderson JK, O’Neill EM, et al.
infection, and mortality: a meta-analysis of A prospective, randomized clinical trial
observational, ‘before-and-after’ studies. Vox of universal WBC reduction. Transfusion
Sang 2004; 86: 111–9. 2002;42:1114-22.
77. Busch OR, Hop WC, Hoynck van Papen- 87. Collier AC, Kalish LA, Busch MP, et al.
drecht MA, et al. Blood transfusions and Leukocyte reduced red blood cell transfu-
prognosis in colorectal cancer. N Engl J Med sions in patients with anemia and human
1993;328:1372-6. immunodeficiency virus infection. The Viral
Activation Transfusion Study: A randomized
78. Houbiers JG, Brand A, van de Watering LM,
controlled trial. JAMA 2001;285:1592-601.
et al. Randomised controlled trial comparing
transfusion of leucocyte-depleted or buffy- 88. Nathens AB, Nester TA, Rubenfeld GD,
coat- depleted blood in surgery for colorectal et al. The effects of leukoreduced blood
cancer. Lancet 1994;344:573-8. transfusion on infection risk following in-
jury: A randomized controlled trial. Shock
79. Jensen LS, Andersen AJ Christiansen PM, et
2006;26:342-7.
al. Postoperative infection and natural killer
cell function following blood transfusion 89. Blumberg N, Zhao H, Wang H, et al. The
in patients undergoing elective colorectal intention-to-treat principle in clinical trials
surgery. Br J Surg 1992;79:513-16. and meta-analyses of leukoreduced blood
transfusions in surgical patients. Transfusion
80. Jensen LS, Kissmeyer-Nielsen P, Wolff B, et
2007;47:573-81.
al. Randomised comparison of leucocyte-
depleted versus buffy-coat-poor blood trans- 90. Vamvakas EC. Why have meta-analyses of
fusion and complications after colorectal randomized controlled trials of the associa-
surgery. Lancet 1996;348:841-5. tion between non-white-blood-cell reduced
allogeneic blood transfusion and postopera-
81. Heiss MM, Mempel W, Jauch KW, et al. Ben-
tive infection produced discordant results?
eficial effect of autologous blood transfusion
Vox Sang 2007;93:196-207.
on infectious complications after colorectal
cancer surgery. Lancet 1992;342:1328-33. 91. Fergusson D, Khanna MP, Tinmouth A, et al.
Transfusion of leukoreduced red blood cells
82. Houbiers JG, van de Velde Cj, Van de Wa-
may decrease postoperative infections: Two
tering LM, et al. Transfusion of red cells
meta-analyses of randomized controlled tri-
is associated with increased incidence of
als. Can J Anesth 2004;51:417-25.
bacterial infection after colorectal surgery: A
prospective study. Transfusion 1997;37:121- 92. Vamvakas EC. Meta-analysis of random-
5. ized controlled trials investigating the risk
of postoperative infection in association
83. Tartter PI, Mohandas K, Azar P, et al. Ran-
with white blood cell-containing allogeneic
660 domized trial comparing packed red cell
blood transfusion with and without leuko-
blood transfusion: The effects of transfused
red blood cell product and surgical setting.
cyte depletion for gastrointestinal surgery.
Transfus Med Rev 2002;16:304-14.
Am J Surg1998;176:462-6.
93. Vamvakas EC. White-blood-cell-containing
84. Titlestad IL, Ebbesen LS, Ainsworth AP, et
allogeneic blood transfusion and postop-
al. Leukocyte-depletion of blood components
erative infection or mortality: An updated
does not significantly reduce the risk of in-
meta-analysis. Vox Sang 2007;92:224-32.
fectious complications. Results of a double-
94. Newman JH, Bowers M, Murphy J. The clinical 105. Vamvakas EC. Transfusion-associated can-
advantages of autologous transfusion. A ran- cer recurrence and postoperative infection:
domized controlled study after knee replace- Meta- analysis of randomized, controlled
ment. J Bone Joint Surg Br 1997;79:630-2. clinical trials. Transfusion 1996;36:175-86.
95. Thomas D, Wareham K, Cohen D, et al. Au- 106. Lange MM, van Hilten JA, van de Watering
tologous blood transfusion in total knee re- LM, et al. Leucocyte depletion of periop-
placement surgery. Br J Anaesth 2001;86:669- erative blood transfusion does not affect
73. long-term survival and recurrence in pa-
tients with gastrointestinal cancer. Br J Surg
96. Farrer A, Spark JI, Scott DJ. Autologous blood
2009;96:734-40.
transfusion: The benefits to the patient un-
dergoing abdominal aortic aneurysm repair. 107. Ling FC, Hoelscher AH, Vallbohmer D, et
J Vasc Nurs 1997;15:111-15. al. Leukocyte depletion in allogeneic blood
transfusion does not change the negative
97. Wong JC, Torella F, Haynes SL, et al. Autolo-
influence on survival following transthoracic
gous versus allogeneic transfusion in aortic
resection for esophageal cancer. J Gastroin-
surgery: A multicenter randomized clinical
test Surg 2009;13:581-6.
trail. Ann Surg 2002;235:145-51.
108. Skanberg J, Lundholm K, Haglind E. Ef-
98. Nielsen HJ, Hammer JH, Krarup AL, et al.
fects of blood transfusion with leucocyte
Prestorage leukocyte filtration may reduce
depletion on length of hospital stay, respi-
leukocyte-derived bioactive substance ac-
ratory assistance and survival after curative
cumulation in patients operated for burn
surgery for colorectal cancer. Acta Oncol
trauma. Burns 1999;25:162-70.
2007;46:1123-30.
99. Taylor RW, O’Brien J, Trottier S, et al. Red
109. Perttila JT, Salo MS, Jalonen JR, et al. Blood
blood cell transfusions and nosocomial
transfusion with autologous and leukocyte-
infections in critically ill patients. Crit Care
depleted or standard allogeneic red blood
Med 2006;34:2302-8
cells and the immune response to open heart
100. Rachoin JS, Daher R, Schorr C, et al. Micro- surgery. Anesth Analg 1994;79:654-60.
biology, time-course and clinical character-
110. Wallis JP, Chapman CE, Orr KE, et al. Ef-
istics of infection in critically ill patients
fect of WBC reduction of transfused RBCs
receiving packed red blood cell transfusion
on postoperative infection rates in cardiac
Vox Sang 2009;97:294-302
surgery. Transfusion 2002;42:1127-34.
101. Friese RS, Sperry JL, Phelan HA, et al. The
111. Bracey AW, Radovancevic R, Nussmeier
use of leukoreduced red blood cell products
NA, et al. Leukocyte-reduced blood in open-
is associated with fewer infectious com-
heart surgery patients: Effects on outcome
plications in trauma patients. Am J Surg
(abstract). Transfusion 2002;42(Suppl):5S.
2008;196:56-61.
112. Boshkov LK, Furnary A, Morris C, et al. Pre-
102. Englehart MS, Cho SD, Morris MS, et al. Use
storage leukoreduction of red cells in elective
of leukoreduced blood does not reduce in-
cardiac surgery: Results of a double-blind
fection, organ failure or mortality following
randomized controlled trial (abstract) Blood
trauma. World J Surg 2009;33:1626-32.
2004;104(Suppl):112a.
103. Weber WP, Zwahlen M, Reck S, et al. The
113. Bilgin YM, van de Watering LM, Eijsman L,
association of preoperative anemia and peri-
et al. Double-blind, randomized controlled
operative allogeneic blood transfusion with
risk of surgical site infection. Transfusion
trial on the effect of leukocyte-depleted 661
erythrocyte transfusions in cardiac valve
2009;49: 1964-70
surgery. Circulation 2004;109:2755-60.
104. McAlister FA, Clark HD, Wells PS, et al. Peri-
114. Connery CP, Toumpoulis IK, Anagnosto-
operative allogeneic blood transfusion does
poulos CE, et al. Does leukofiltration reduce
not cause adverse sequelae in patients with
pulmonary infections in CABG patients? A
cancer: A meta-analysis of unconfounded
prospective, randomized study with early
studies. Br J Surg 1998;85:171 8.
results and mid-term survival. Acta Cardiol non- leukoreduced blood in cardiac surgery.
2005;60:285-93. Transfusion 2006;46:386-91.
115. Capraro L, Kuitunen A, Vento AE, et al. 117. Parker BM, Irefin SA, Sabharwal V, et al.
Universal leukocyte reduction of transfused Leukocyte reduction during orthotopic liver
red cells does not provide benefit to patients transplantation and postoperative outcome:
undergoing cardiac surgery. J Cardiothorac A pilot study. J Clin Anesth 2004;16:18-24.
Vasc Anesth 2007;21:232-6.
116. Fung MK, Moore K, Ridenour M, et al. Clini-
cal effects of reverting from leukoreduced to
662
CAPÍTULO 33
Enfermedad injerto
contra huésped asociada
a la transfusión (EICH-AT)
Bernardo Camacho Rodríguez*
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección III - Prevención y riesgos de la transfusión Enfermedad injerto contra huésped asociada a la transfusión (EICH-AT)
Presentación clínica EICH-AT te, con una mortalidad mayor del 90%
en su forma aguda, que sobreviene tres
Los signos clínicos clásicos, estableci-
semanas después de iniciados los pri-
dos desde que se hicieron los primeros
meros síntomas.4,7-10,53,54
reportes de la EICH-AT, corresponden
En neonatos, la EICH está ligada a la
a: fiebre, rash, eritema cutáneo o bu-
transfusión de componentes sanguíneos
llas ampollosas, disfunción hepática,
frescos, especialmente de donación diri-
vómito y diarrea acuosa/sanguinolen-
gida o donantes al azar de componentes
ta, que puede llegar a ser muy profusa,
sanguíneos no irradiados. su diagnós-
pancitopenia debido a aplasia, sepsis y
tico se sospecha con más dificultad
muerte del receptor.50-53
por diferentes situaciones clínicas que
El cuadro se inicia con fiebre, su-
rodean la atención del neonato y a la
perior a los 38°C, puede ser el primer
necesidad del uso de incubadoras, esta-
signo y presentarse tan temprano como
do clínico al momento del nacimiento,
a las 72 horas postransfusión, con una
desnutrición, que pueden encubrir su
media de una semana, seguido por com-
oportuno diagnóstico y al hecho de que
promiso cutáneo que se manifiesta por
las manifestaciones y signos clínicos
prurito o sensación de dolor, seguido de
aunque sean muy similares a las ante-
rash o eritema maculopapular cutáneo,
riormente descritas en el adulto, tienen
que se inicia generalmente en el tron-
una presentación más tardía que se
co, continúa hacia las extremidades y
puede prolongar hasta cuatro semanas
compromete las palmas de las manos y
después de haber efectuado la transfu-
las plantas de los pies, su gravedad es
sión. Inicia con fiebre, seguido de rash o
variable: desde una forma leve y genera-
eritema cutáneo generalizado, continúa
lizada hasta una presentación severa con
con pancitopenia y posteriormente des-
necrólisis epidérmica que se manifiesta
enlace fatal del neonato, secundario a
por formación de bullas ampollosas; el
grave infección de tipo bacteriana, viral
compromiso gastrointestinal afecta la
o por hongos (Figura 1).22
porción distal del intestino delgado y
colon. Se manifiesta por náuseas, vómi-
to, diarrea que puede ser muy aguda por
grave lesión de la mucosa intestinal, en
algunos casos, con evacuaciones abun-
dantes, ocasionando grave desequilibrio
hidroelectrolítico, sangrado, dolor, íleo,
dolor abdominal y mala absorción, el
compromiso hepático se manifiesta por
hepatomegalia, ictericia colestásica, con 669
elevación de las enzimas hepáticas y de
la fosfatasa alcalina; el cuadro clínico Figura 1. Rash cutáneo. Tomado de: Léger CS,
progresa hacia una leucopenia grave y Nevill TJ. Hematopoietic stem cell transplan-
pancitopenia, lo que ocasiona un cuadro tation: a primer for the primary care physician.
infeccioso grave y la muerte del pacien- CMAJ. 2004 170(10):1513.
Pruebas de confirmación
diagnóstica
Como ya ha sido mencionado, algunas
pruebas de laboratorio y de patología,
contribuyen a confirmar el diagnósti-
co de EICH-AT, a partir de la sospecha
clínica basada en la presentación de
los signos y manifestaciones clínicas
descritas, en los pacientes o recepto-
res susceptibles o que hacen parte de Figura 2. Biopsia de piel que muestra caracterís-
los grupos o de los factores de riesgo ticas típicas de EICH con infiltración de linfocitos
ya mencionados. El cuadro hemático y vacuolización de queratinocitos. (Tomado de
revelará leucopenia y en general panci- Avactingis. cutaneous graft-versus-host disease
topenia. Las enzimas hepáticas mostra- Archives of Dermatology 1998; 134 (5): 602-612
rán pruebas anormales. Otras pruebas
confirmatorias deberán incluir biopsia
de piel y hepática, así como aspirado el diagnóstico de EICH-AT. La muestra
de médula ósea y de ser necesario, ti- puede ser tomada de sangre del recep-
pificación HLA. El análisis DNA micro- tor o de las infiltrados celulares de las
satelital y el cultivo mixto linfocitario biopsias. Otro método para determinar
hacen parte de herramientas más con la presencia de células extrañas al do-
propósitos de estudio e investigación nante es la comparación de polimorfis-
de la EICH-AT.53,54 mo de fragmentos largos de restricción y
La biopsia de piel revela vacuo- análisis de marcadores microsatelitales,
lización basal de la epidermis, gran así como el quimerismo celular: la pre-
infiltración de células mononucleares sencia de linfocitos del donante y del
en la epidermis, así como degeneración receptor.
basal de la epidermis y en casos más El estudio de la procedencia de los
severos formación de bullas; la biopsia linfocitos como parte de la confirmación
hepática muestra degeneración de los del diagnóstico de EICH así como a las
pequeños conductos biliares con infiltra- fuentes de los mismos se realiza por el
dos biliares mononucleares periportales análisis del polimorfismo del DNA mi-
asociados con colestasis hepatocelular crosatelital y por tipificación del HLA.
y colangiolar. El aspirado de médula Es importante resaltar el hecho de
ósea muestra hipocelularidad o aplasia que el factor determinante del diagnósti-
aguda con gran infiltración linfocitaria co de EICH-AT lo constituye la presencia
670 e histiocítica (Figura 2). del cuadro clínico: fiebre, rash o eritema
La tipificación HLA por serología o maculopapular generalizado, presencia
por análisis de DNA, es determinante de bullas en la piel, diarrea profusa, icte-
para confirmar el diagnóstico de EICH- ricia secundaria a compromiso hepático,
AT. La presencia de linfocitos o DNA cuadro clínico secundario a transfusión
del donador, en el receptor confirma en individuos que hagan parte de los
* De acuerdo con las políticas y procedimientos desarrollados por el banco de sangre o servicio de transfusión.
1. BCSH Blood Transfusion Task Force (1996). 2. Menitove (1999). 3. Asai et al (2000).
Tomado y adaptado de 2002 Blackwell Science Ltd, British Journal of Haematology 117: 275–287
Adaptado de: Schroeder. Brit J Haem 2002; tomado de Wegner A Adriana et al Graft versus Hot Disease associ-
ated to Transfusion. Rev Chil Pediatr 2007; 78(5):500-510.
homozygous HLA haplotypes. Transfusion 23. Klein HG, Weiskopf RB: Immunomodulatory
1995; 35:284-91. Aspects of Transfusion. A Once and Future
Risk?. Anesthesiol 1999; 91: 861-5.
13. Asai T, Inaba S, Ohto H, Osada K, Suzuki G,
Takahashi K, et ál.Guidelines for irradiation 24. Raghavan M, Marik P. Anemia, Allogenic
of blood and blood components to prevent Blood Transfusion, and Immunomodulation
post-transfusion graft-vs.-host disease in in the Critically Ill. Chest 2005; 127: 295-307.
Japan. Transfusion Med 2000; 10:31520. 25. Fast LD, Valeri CR, Crowley JP. Immune
14. Stainsby D, Jones H, Asher D, Atterbury C, responses to major histocompatibility
Boncinelli A, Brant L, et ál.,,On behalf of the complex homozygous lymphoid cells in
SHOT Steering Group. Serious Hazards of murine F-1 hybrid recipients: implications
Transfusion: A Decade of Hemovigilance in for transfusion-associated graft-versus-host
the UK. Transfus Med Rev 2006; 20: 272-82. disease. Blood 1995;86:3090-6.
15. Benson K, Marks AR, Marshall MJ. Fatal 26. Kuechle MK: Graft versus Host Disease.
graft-versus-host disease associated with E-medicine. http://www.emedicine.com/
transfusions of HLA-matched, HLA homo- derm/topic478.htm. Last Updated: January
4, 2005.
zygous platelets from unrelated donors.
Transfusion 1994; 34: 432–437. 27. Zeng D, Fengshuo L, Hoffmann P, Strober
S: Supression of Graft-versus-Host-Disease
16. Jeter EK, Spivey MA. Noninfectious compli-
by naturally occurring regulatory T cells.
cations of blood transfusion. Hematol Oncol
Transplantation 2004; 77: 9-11.
Clin N Amer 1995; 9:187-204.
28. Lee, T.H., Donegan, E., Slichter, S. & Busch,
17. Anderson KC, Weinstein HJ. Transfusion-
M.P. Transient increase in circulating donor
associated graft-versus-host disease. N Eng
leukocytes after allogeneic transfusions in
J Med 1990; 323: 315–321.
immunocompetent recipients compatible
18. Anderson KM. Broadening the spectrum of with donor cell proliferation. Blood 1995;
patient groups at risk for transfusión – as- 85: 1207–1214.
sociated GVHD: implications form universal 29. Gorman T.E., Julius C.J., Barth RF, Ng A,
irradiation of cellular blood components Kennedy M.S., Prior T.W., Allen J, Lasky
Transfusion 2003;43:1652-4. L.C. Transfusion-associated graft-vs-host
19. Petz LD, Calhoun L, Yam P, et al, Transfu- disease. A fatal case caused by blood from
sion associated graft-versus-host disease in an unrelated HLA homozygous donor. Am J
immunocompetent patients: report of a fatal Clin Pathol. 2000 May; 113(5): 732-7.
case associated with transfusion of blood 30. Wagner, F.F. & Flegel, W.A. Transfusion-
from a second-degree relative, and a survey associated graft versus-host disease: risk due
of predisposing factors. Transfusion 1993; to homozygous HLA haplotypes. Transfusion
33: 742-50. 1995; 35: 284–291.
20. Triulzi D, Duquesnoy R, Nochols L, et al. 31. Strauss, R.G. Data-driven blood banking
Fatal transfusion-asociated graft-versus-host practices for neonatal RBC transfusions.
disease in an immunocompetent recipient Transfusion 2000; 40: 1528–1540.
of a volunteer unit of red cells. Transfusion
32. Strobel, S., Morgan, G., Simmonds, A.H. &
2006; 46: 885-8.
Levinsky, R.J. Fatal graft versus host disease
21. Billingham RE. The Biology of Graft-versus-
Host Reactions, Academic Press, New York
after platelet transfusions in a child with
purine nucleoside phosphorylase deficiency.
677
1966: 21-78. European Journal of Pediatrics 1989; 148:
312–314.
22. Ohto H, Anderson KC: Survey of transfusion-
associated graft-versus-host disease in im- 33. Ocejo-Vinyals JG, Lozano MJ, Sánchez-
munocompetent recipients. Transf Med Rev Velasco P: Escribano de Diego J, Paz-Miguel
1996; 10: 31-43. JE, Leyva-Cobián F. An unusual concurrence
of graft versus host disease caused by en- 43. Sola, M.A., Espana, A., Redondo, P., Ido-
graftment of maternal lymphocytes with Di ate, M.A., Fernandez, A.L., Llorens, R. &
George anomaly. Arch Dis Child 2000; 83: Quintanilla, E. Transfusion-associated acute
1659. graft-versus-host disease in a heart transplant
recipient. British Journal of Dermatology
34. Kessinger, A., Armitage, J.O., Klassen, L.W.,
1995; 132: 626–630.
Landmark, J.D., Hayes, J.M., Larsen, A.E. &
Purtilo, D.T. Graft versus host disease fol- 44. Parkman, R., Mosier, D., Umansky, I., Co-
lowing transfusion of normal blood products chran, W., Carpenter, C. & Rosen, F.R. Graft-
to patients with malignancies. Journal of versus-host disease after intrauterine and
Surgery Oncology 1987; 36:206–209. exchange transfusions for hemolytic disease
off the newborn. New England Journal of
35. Decoste, S.D., Boudreaux, C. & Dover, J.S.
Medicine 1974; 290: 359–363.
Transfusion associated graft-vs-host disease
in patients with malignancies. Report of two 45. Hentschel, R., Broecker, E.B. & Kolde, G.
cases and review of the literature. Archives Intact survival with transfusion-associated
of Dermatology, 1990; 126: 1324–1329. graft-versus-host disease proved by human
leukocyte antigen typing of lymphocytes in
36. Spitzer, T.R., Cahill, R., Cottler, F.M., Treat, J.,
skin biopsy specimens. Journal of Pediatrics
Sacher, R. & Deeg, H.J. Transfusion-induced
1995; 126: 61–64.
graft-versus-host disease in patients with ma-
lignant lymphoma. A case report and review 46. Anderson, K.C. & Weinstein, H.J. Transfu-
of the literature. Cancer 1990; 66: 2346–2349. sion-associated graft-versus-host disease.
New England Journal of Medicine 1990; 323:
37. Gelly, K.J., Kerr, R., Rawlinson, S., Norris, A.
315–321.
& Bowen, D.T. Transfusion-associated graft
vs. host disease in a patient with high grade 47. Levine, J. E. and Ferrara J.M.L Transfusion-
B-cell lymphoma. Should cellular products Associated Graft-vs-Host Disease in Rossis´s
for patients with non-Hodgkin’s lymphoma Principles of Transfusion Medicine, Fourth
be irradiated? British Journal of Haematology Edition, (eds T.L. Simon, E.L Snyder, B. G.
2000; 110: 228–229. Soldheim , C.P. Stowell, R. G. Strauss and
M. Petrides), Wiley-Blackwel, Oxford, U.K.
38. Williamson, L.M., Wimperis, J.Z., Wood,
2009
M.E. & Woodcock, B. Fludarabine treatment
and transfusion-associated graft-versus-host 48. Von Fliedner V, Higby DJ, Kim U. Graft ver-
disease. Lancet 1996; 348: 472–473. sus host reaction following blood product
transfusion. Am J Med 1982;79:951-961.
39. Postmus, P.E., Mulder, N.H. & Elema, J.D.
Graft versus host disease after transfusions of 49. Ohto, H., Yasuda, H., Noguchi, M. & Abe, R.
non-irradiated blood cells in patients having Risk of transfusion-associated graft-versus-
received autologous bone marrow. A report host disease as a result of directed dona-
of 4 cases following ablative chemotherapy tions from relatives. Transfusion 1992; 32:
for solid tumors. European Journal of Cancer 691–693.
Clinical Oncology 1988; 24: 889–894.
50. Lee TH, Donegan E, Slichter S, Busch MP:
40. Kennedy, J.S. & Ricketts, R.R. Fatal graft v Transient increase in circulating donor
host disease in a child with neuroblastoma leukocytes after allogeneic transfusions in
following a blood transfusion. Journal of immunocompetent recipients compatible
Pediatrics Surgery 1986; 21: 1108–1109 with donor cell proliferation. Blood 1995;
678 41. Spector, D. Transfusion-associated graft-
85:1207-14.
versus-host disease: an overview and two 51. Klein HG, Weiskopf RB: Immunomodulatory
case reports. Oncological Nursing Forum Aspects of Transfusion. A Once and Future
1995; 22: 97–101. Risk?. Anesthesiol 1999; 91: 861-5.
42. Triulzi, D.J. & Nalesnik, M.A. Microchime- 52. Raghavan M, Marik P: Anemia, Allogenic
rism, GVHD, and tolerance in solid organ Blood Transfusion, and Immunomodulation
transplantation. Transfusion 2001; 41: in the Critically Ill. Chest 2005; 127: 295-307.
419–426.
53. Williamson LM. Transfusion associated graft 65. Seghatchian MJ, Stivala JFA. Effect of 25
versus host disease and its prevention. Heart Gy gamma irradiation on storage stability of
1998; 80: 211-2. three types of platelet concentrates: a com-
parative analysis with paired controls and
54. Lozano MM Complicaciones no infecciosas
random preparation. Transfusion Sci 1995;
graves de la transfusion Med Clin (Barc)
16: 121–129.
2002; 119 (14): 550-4.
66. Sprent, J., Anderson, R.E. & Miller, J.F.A.P.
55. Sakurai M, Moizumi Y, Uchida S, Imai Y,
Radiosensitivity of T and B lymphocytes. II.
Tabayashi K. Transfusion-associated graft-
Effect of irradiation on response of T cells to
versus-host disease in immunocompetent
alloantigens. European Journal of Immunol-
patient: early diagnosis and therapy. Am J
ogy 1974; 4: 204–210.
Hematol 1998;58:84-6.
67. Pelszynski, M.M., Moroff, G., Luban, N.L.,
56. Perrotta PL, Snyder EL. Non-infectious com-
Taylor, B.J. & Quinones, R.R. Effect of gamma
plications of transfusion therapy. Blood Rev
irradiation of red blood cell units on T-cell
2001;15:69-83.
inactivation as assessed by limiting dilution
57. Wegner A et al Enfermedad injerto contra analysis: implications for preventing trans-
huésped asociada a la transfusion. Rev Chil fusion-associated graft-versushost disease.
pediatr 2007, 78 (5): 500-510. Blood 1994; 83: 1683–1689.
58. Przepiorka D, Kernan NA, Ippoliti C, et al: 68. Rosen NR, Wiedner JG, Boldt HD et ál.,
Daclizumab, a humized anti-interleukin-2 Prevention of transfusion-associated graft-
receptor alpha chain antibody, for treatment versus-host disease: selection of an adequate
of acute graft-versus-host disease. Blood dose of gamma irradiation. Transfusion 1993;
2000; 95: 83-9. 33: 125.
59. CBER F. Gamma Irradiation of Blood and 69. Asai, T., Inaba, S., Ohto, H., Osada, K.,
Blood Components: A Pilot Program for Suzuki, G., Takahashi, K., Tadokoro, K. &
Licensing. Food and Drug Administration Minami, M.Guidelines for irradiation of
Center for Biologics Evaluation and Research blood and blood components to prevent post-
(CBER): Rockville, 2000 p1–12. transfusion graft-vshost disease in Japan.
Transfusion Medicine 2000; 10: 312–320.
60. Parshuram C, Doyle J, Lau W, Shemie SD:
Transfusion-associated graft versus host 70. Council of Europe Expert Committee in
disease. PCCM 2002; 3: 57-62. Blood Transfusion Study Group on Pathogen
Inactivation of Labile Blood Components
61. Corash L, and Lin L. Mini Review. Novel
(Pathogen inactivation of labile blood prod-
processes for inactivation of leukocytes to
ucts. Transfusion Medicine 2001; 11:149–
prevent transfusion-associated graft-versus-
175.
host disease. Bone Marrow Transplantation
2004;33: 1–7. 71. L i n L , C o o k D N , Wi e s e h a h n G P e t
ál.Photochemical inactivation of viruses and
62. Moroff G, Leitman SF, Luban NLC. Principles
bacteria in platelet concentrates by use of a
of blood irradiation, dose validation, and
novel psoralen and long-wavelength ultra-
quality control. Transfusion 1997;37:1084-
violet light. Transfusion 1997; 37: 423–435.
1092.
72. Lin L, Londe H, Hanson CV et ál.Photochemical
63. Guide to the preparation, use and quality as-
inactivation of cell-associated human immu-
surance of blood components. 7th ed. Stras-
burg: Council of Europe Publishing, 2001.
nodeficiency virus in platelet concentrates.
Blood 1993; 82: 292–297.
679
64. Food and Drug Administration. Guidance
73. Lin L, Wiesehahn GP, Morel PA et ál.Use of
for industry: Gamma irradiation of blood
8-methoxypsoralen and long wavelength
components: A pilot program for licensing.
ultraviolet radiation for decontamination
(March 15, 2000) Rockville, MD: CBER Office
of platelet concentrates. Blood 1989; 74:
of Communication, Training, and Manufac-
517–525.
tures Assistance, 2000.
74. Grass JA, Wafa T, Reames A et ál.Prevention 75. Hambleton J, Wabes D, Radu-Radulescu et
of transfusion-associated graft-versus-host ál. Pharmacokinetic study of FFC photo-
disease by photochemical treatment. Blood chemically treated with amostalen (S-59) and
1999; 93: 3140–3147. UV light compared with to FFP in healthy
volunteers anticoagulated with warfarin.
Transfusion2002 42:1302-1307.
680
CAPÍTULO 34
Sobrecarga de hierro
y quelación
Dinora Virginia Aguilar Escobar*
Amalia Guadalupe Bravo Lindoro**
Introducción
Desafortunadamente los pacientes con
altos requerimientos transfusionales
son sometidos a mayor riesgo de efectos
adversos asociados a la transfusión, a
corto y a largo plazo. Las consecuencias
a largo plazo debido a transfusiones,
son numerosas y van desde aloinmu-
nización, transmisión de enfermeda-
des infecciosas, inmunomodulación y
sobrecarga de hierro.1,2 La sobrecarga
de hierro llega a ser fatal, comúnmente
por complicaciones cardiacas, si no se
hace un adecuado tratamiento quelante
en los pacientes que reciben múltiples
681
transfusiones.3 El hierro acumulado
* Hematóloga Pediatra. Jefe de Departamento de
Banco de Sangre. Instituto Nacional de Pediatría. en exceso en el organismo desencade-
México DF. na reacciones inflamatorias que pue-
** Hematóloga-Pediatra. Subdirectora de Servicios den lesionar los tejidos por medio de
Auxiliares de Diagnóstico y Tratamiento del Instituto
la liberación de radicales libres y lle-
Nacional de Pediatría. México DF.
gar a ocasionar fibrosis hepática, daño nes de metales divalentes que incluye,
al miocardio, insuficiencia endocrina cobre, magnesio, zinc y cobalto.
y con evolución a falla orgánica múl- Los mecanismos reguladores de la
tiple.4 absorción del hierro a nivel intestinal
son:
• Bloqueo de mucosas: Regulado por
Metabolismo del hierro
el consumo reciente de hierro de la
Distribución dieta.
Alrededor del 60%-70% del hierro cor- • Intercambio de hierro almacenado
poral está presente en la hemoglobina por el hierro absorbido, que respon-
de los eritrocitos circulantes. La mio- de a la saturación de transferrina
globina, los citocromos y otras enzimas plasmática.
contienen un 10 % y el resto, 20%- • El regulador eritropoyético, que
30%, es almacenado como ferritina modula la absorción de hierro en
y hemosiderina. Normalmente, cerca respuesta a la eritropoyesis.6
del 80% de este hierro es nuevamente
transportado a la médula ósea para el Transporte
desarrollo de precursores eritroides.5 Una vez absorbido, el hierro que entra
a través de las células mucosas puede
Absorción combinarse con apoferritina, para for-
La cantidad de hierro que se extrae de mar ferritina, o ingresa al plasma para
la dieta es pequeña y la regulación de ser transportado por la transferrina., este
la absorción intestinal es crítica, ya complejo hierro-transferrina se une a los
que los seres humanos no disponemos receptores de transferrina de los órganos
de una vía fisiológica que favorezca blanco. La transferrina se sintetiza en el
la excreción de este. El hierro obteni- hígado y tiene una vida media de 8-12
do de los alimentos, no está ligado a días, es una proteína de alto peso mo-
transferrina y no tiene una adecuada lecular (79.6 Kd); monomérica, con dos
absorción dentro del lumen intestinal. dominios homólogos y cada uno de ellos
Sin embargo, el bajo pH gástrico ayu- con un sitio de unión al hierro. La trans-
da a disolver el hierro ingerido, esto ferrina en plasma es saturada con hie-
facilita la reducción enzimática del rro, con un valor de alrededor del 30 %.
hierro férrico a la forma ferrosa por Cada gramo de transferrina llega a unir
una ferrirreductasa del borde de ce- 1.25 µg de hierro, llegando a combinar
pillo intestinal.5 El transportador de hasta 253 -435 µg de hierro/dl de plasma
metal divalente 1 (DMT1), es una pro- que corresponden a la capacidad total
682 teína que transporta el hierro a través de fijación del hierro. La concentración
de la membrana y dentro de la célu- de hierro sérico es aproximadamente
la, donde los enterocitos se resisten 70 a 201 µg /dl. La concentración de la
a adquirir hierro adicional. La DMT1 transferrina plasmática es alrededor de
no es específica para el hierro y puede 50 microgramos/litro. La transferrina
transportar una amplia variedad de io- libera el hierro transportado en sitios
receptores específicos conocidos como
con incremento en el riesgo de fibrosis 4 Roberts DJ, Rees D, Howard J, Hyde C, Alder-
hepática, son P, Brunskill S. Desferrioxamine mesylate
for managing transfusional iron overload in
Además se relaciona con la presencia people with transfusion-dependent thal-
de náuseas, elevación de transaminasas assaemia. Cochrane Database Syst Rev 2005;
y leucocitopenia. 19: 4.
5 Borna C, Galanello R. Thalassemia and
Related Disorders: Quantitative Disorders
Pronóstico de los pacientes con of HemoglobinSynthesis. En: Greer J, For-
hemosiderosis ester J. Wintrobe’s clinical Hematology.11th
Edition, Lippincott, Willians & Wilkins ed;
La transfusión crónica predispone 2004. p. 1319-1325.
a la toxicidad del hierro acumulado 6 Pinggera W, Lehman P. Diagnosis of anemias,
como ferritina y hemosiderina en los En: Pinggera W, Lehman P Physiological
tejidos, lo que implica complicacio- principles in ferritin iron metabolism.2th
Edition, Springer- Verlag Wien ed; New York
nes mortales a largo plazo, por acu-
1994: P.1-13.
mulación de hierro en órganos vitales
7 Andrews. N Iron deficiency and related dis-
como músculo cardíaco, pulmón, hí-
orders, En: WIintrobe’s Clinical Hematology
gado y riñón; esto ocasiona deterioro .11 TH Ed. Lippincott Willians & Wilkins,
en la función de dichos sistemas, acor- 2004, Philadelphia,USA.p. 980-1008.
ta la esperanza de vida del paciente,34 8 Wormwood M. Hemocromatosis. Clin Lab
por lo que el clínico está en la obli- Haem 1998; 20: 65-75.
gación de brindar un manejo integral, 9 Fiench C. Regulators of iron balance in hu-
no sólo para corregir la anemia, sino mans. Blood1994; 84: 1697- 1702
también para prevenir la sobrecarga
690 10 McKenzie S. Anemias causadas por anor-
de hierro y todas las complicaciones malidades en la biosíntesis de la Globina.
que ésta implica. En:McKenzie S. Hematología clínica. 2ª
edición Ed. El Manual Moderno. 2000. p.
Actualmente con la introducción de 180-190
los nuevos quelantes de hierro orales se
11 Kushner J, Porter J, Olivieri N. Secondary
espera ofrecer una mejor calidad de vida Iron Overload. Hematology Am Soc Hematol
al paciente y aumentar la sobrevida. El Educ Program. 2001: 47-61.
12 Pigga G. Results of long – term iron chelating 24 Pennell D. Iron Overload and the heart. Am
therapy. Act Haem 1996; 95: 26-36. Soc Hematol 2004: 20-25
691
CAPÍTULO 35
Definición
La TRALI ha recibido varios nombres
desde su descripción inicial que inclu-
yen reacción por hipersensibilidad, ede-
ma pulmonar no cardiogénico, edema
pulmonar alérgico, incompatibilidad de
naturaleza indeterminada y reacciones
anafilactoides postransfusionales.1
El término de lesión pulmonar aguda
relacionada con la transfusión es cono-
cido en la literatura por sus siglas en
inglés TRALI, calificado como el inicio
de un tipo de lesión pulmonar aguda
durante las seis horas postransfusión
de un hemocomponente que contenga
693
plasma o de un hemoderivado que con-
tenga productos derivados del plasma.
* Patóloga Clínica. Facultativa del Servicio de banco El diagnóstico de la TRALI es clínico,
de Sangre y Medicina Transfusional del Hospital Ed- infrecuentemente sospechado y, por lo
gardo Rebagliati Martins, Seguro Social Peruano. tanto, poco reconocido.2
Lima, Perú.
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección III - Prevención y riesgos de la transfusión Lesión pulmonar relacionada con la transfusión (TRALI)
Tabla 1. Criterios para la definición de la lesión pulmonar aguda producida por transfusión
LPA: lesión pulmonar aguda; Rx: radiografía; TRALI: transfusion related acute lung injury “lesión pulmonar aguda
producida por transfusión”.
Añadido por el grupo de trabajo para reconocer la TRALI en situaciones en las que no se ha obtenido gasometría arterial.
Adaptado de Toy et ál8 y Añón et ál.3
4. Puede aparecer TRALI con la trans- minar otros aspectos tales como: a)
fusión de sólo una unidad. Así, si el paciente estaba estable antes de
la LPA tras politransfusión puede la transfusión; b) si la nueva LPA se
únicamente representar un mayor desarrolló claramente con la trans-
riesgo de infusión de anticuerpos fusión, y c) la incidencia de LPA con
antileucocitarios, sustancias bioló- el factor de riesgo.3, 4
gicamente activas o ambos. En 2004 la conferencia de consen-
5. En los pacientes con factores de ries- so organizada por el Canadian Blood
go diferentes a la transfusión, la apa- Service and Hema-Quebec (Canadá)
rición de LPA puede ser o no TRALI. estableció los criterios de la definición
En tales pacientes la nueva LPA se canadiense (Tabla 2) que, aunque muy
puede deber a la transfusión, pero similares a los de la conferencia de
alternativamente puede relacionarse consenso de EE.UU., introdujo la dife-
con otro factor de riesgo y ser sólo rencia entre TRALI y posible TRALI, en
coincidente con la transfusión. La función de si existe o no una relación
valoración del curso clínico del pa- temporal con algún otro factor de riesgo
ciente es necesaria para determinar alternativo de producción de LPA.
si la nueva LPA es por transfusión o Ambas propuestas presentan algunas
no. En tales casos se puede valorar limitaciones:
la probabilidad de TRALI al deter-
Tabla 2. Criterios para la definición de la lesión pulmonar aguda producida por transfusión (Canadian
Blood Service and Hema-Quebec).
SDRA: síndrome de distrés respiratorio agudo; TRALI: transfusion related acute lung injury ‘lesión pulmonar aguda
producida por transfusión’; UCI: unidad de cuidados intensivos.
Adaptado de Añon.3
Tabla 4. Riesgo de la lesión pulmonar aguda producida por transfusión por componente sanguíneo
transfundido.
Ámbito de PQ PQ
Autor/país Período de estudio PFC CH Todos
estudio ST AF
Mediados de la década
Popovsky (EE. UU.) Hospital 1:5,000
de 1980
Silliman (EE. UU.)
Principios de la década
Hospital 1:2,000 697
de 1990
Silliman (Canadá) 1991–1995 Hospital 1:19,441 1:432 1:1,224 1:4.410 1:1,120
Wallis (Reino Unido) 1991–2002 Hospital 1:7,896
CH: concentrado de hematíes; PFC: plasma fresco congelado; Plaquetas AF: plaquetas obtenidas por aféresis; Plaquetas ST:
plaquetas obtenidas de sangre total.
Adaptado de Añón.3
Tabla 5. Casos de lesión pulmonar aguda producida por transfusión publicados por redes de Hemo-
vigilancia
Reino Alemania Dinamarca Francia Canadá Noruega Finlandia Suecia
Unido (Québec)
Período 1996–2003 1995–2002 1999–2003 1994–1998 2000–2003 2004–2005 2004–2005 2004
Casos 139 101 9 34 21 2 10 11
de TRALI
Porcentaje 7 3 7 0,15 0,5 ND ND ND
de todos
los efectos
adversos
Mortalidad 9 (24 * ) ND ND 20 9,5 ND ND ND
(%)
ND: No disponible; TRALI: transfusion related acute lung injury ‘lesión pulmonar aguda producida por transfusión’.
*Incluye muertes atribuidas a probable TRALI.
Adaptado de Añón.3
Figura 1. La fisiopatología relacionada con la lesión pulmonar aguda por transfusión (TRALI).
(A) Respuesta de neutrófilos mediada por TRALI. Polimorfonucleares, reclutados por citocinas proinflamato-
rias liberadas por el endotelio pulmonar,pueden ser a su vez activados por la liberación de anticuerpos,que recono-
cen antígenos de su superficie, expresados sobre los neutrófilos, o lípidos biológicamente activos y/o sCD40L
activando distintos receptores de neutrófilos. Los anticuerpos, los lípidos, sCD40L activan el arsenal
microbicida de los neutrófilos secuestrados produciéndose anión superóxido (O2 singlet) que causa
daño endotelial, fuga transcapilar y daño pulmonar agudo en puntos de adhesión firme.
Otra causas de TRALI puede presentar los complejos de antígeno- anticuerpo en la superficie del en-
700 dotelio y que son captados por los receptores Fc de neutrófilos lo que provoca su activación y potencia
el daño de la célula endotelial y la lesión pulmonar aguda.
(B) TRALI en ausencia de los neutrófilos. Agentes, como el factor de crecimiento vascular endotelial
(VEGF), podrían activar el endotelio pulmonar que resulta en una disminución en el tamaño de las células
endoteliales de los capilares pulmonares que presentan fugas que resultan en un edema pulmonar no
cardiogénico y daño pulmonar agudo.19
Figura 2. Esquema de la fisiopatología del modelo de lesión pulmonar aguda producida por transfu-
sión (TRALI) inmune y del modelo de TRALI no inmune.13
un mayor impacto en elucidar los fac- que hicieron TRALI han demostra-
tores asociados al paciente. do que el tener factores de riesgo de
morbilidad clínica (sepsis, cáncer,
Mecanismos descritos cirugía reciente, transfusión masiva)
incide en el desarrollo de TRALI en
El “iniciador” o el factor primario.
todos los pacientes. Por el contrario,
El “iniciado” o cebado inmune se pue-
sólo 2/10 pacientes en el grupo con-
de definir como la inducción de un es-
trol tuvo TRALI y baja morbilidad
tado de hiperreactividad con activación
identificable. Un pequeño estudio de
de otros agentes, y puede desatarse en
casos y controles identificó que la
una cascada continua de activación y
cirugía de columna vertebral era otro
lesiones. Muchos agentes biológicos de
factor de riesgo potencial para TRALI.
las principales células del sistema in-
Asímismo se dieron reportes de 46 y
mune del paciente pueden conducir a
74 pacientes, respectivamente, en los 701
la activación de la respuesta inicial en
cuales identificaron enfermedad hema-
dosis más altas.18
tológica durante la fase de inducción
Los datos epidemiológicos primero
de la quimioterapia, y falla cardíaca
subrayan la necesidad de un cebado
que requiere cirugía, sepsis, y el abuso
inmune en TRALI. Ensayos de casos y
crónico de alcohol como factores de
controles, que incluyen diez pacientes
contra el HNA /HLA I-II abarca el 80% con el uso de filtros leucorreductores
de las reacciones.Numerosos reportes para procesamiento. Un factor protector
identifican a la vía oxidativa que gene- que está por dilucidarse, es el papel que
ra la activación de NADPH° (Nicotina- cumple el glóbulo rojo como un recluta-
deninadifosfato) y radicales reactivos dor de citoquinas inflamatorias a través
de oxígeno (ROS°) como responsables del grupo sanguíneo Duffy.24
del daño colateral de los tejidos.22 Los anticuerpos del donante son los
Se han descrito anticuerpos antigra- que causan la mayoría de los casos de
nulocitos, como los anti HNA-3a que TRALI; sin embargo, en el 6% de los ca-
leucoaglutinan vía complemento y que sos del estudio de Popovsky y Moore se
se enlazan a una glicoproteína estruc- produjo una TRALI por anticuerpos en la
tural transmembrana, asimismo los anti sangre del receptor, hecho que también
HNA-2a (CD177) que no leucoaglutinan han documentado otros autores.18 En estos
y se enlazan a una molécula de glicosil casos, fundamentalmente, la transfusión
fosfatidilinositol(GPI). Ambas inducen de sangre total o de células rojas no leuco-
una explosión de daño oxidativo endo- rreducidas puede producir la TRALI.24,25
telial, que confluye en la vía del N-fMLP Un argumento contra el modelo in-
(N-formilmetionil leucil fenilalanina) mune es que algunos pacientes transfun-
activado y causa el daño endotelial en didos no desarrollaron TRALI, a pesar de
presencia de polimorfonucleares.22, 23 la presencia de antígenos leucocitarios.
Se conoce que los anticuerpos anti Pero se han ofrecido varios argumentos
HLA-I, actúan mediados por el receptor para explicar esto: 1) la heterocigosidad
Fc y que el linfocito T regulador parti- del antígeno del receptor reconocido por
cipa al inhibir la acción inflamatoria, el anticuerpo; 2) el cuadro clínico del pa-
mientras la presencia de plaquetas es ciente transfundido puede predisponer
potenciadora. Hay otros mecanismos a una mayor o menor manifestación de
que aún se están dilucidando, como la reacción pulmonar por transfusión, y
por ejemplo el papel de los anticuerpos 3) la falta de detección por parte de los
clínicos y la falta de diagnóstico de las
anti-HLA II. El HLA II es una molécula
formas leves.24, 25
estructural en los monocitos que gene-
ran la expresión de LTB4 (Leucotrieno
B4), GROα (oncogén de crecimiento α), Diagnóstico diferencial
IL-8, TNF-α, moléculas de adhesión que El diagnóstico diferencial de un pa-
inducen daño endotelial.23 ciente que desarrolla bruscamente un
Las moléculas que inducen respuesta cuadro de insuficiencia respiratoria
inflamatoria no dependiente de anticuer- tras una transfusión de productos he-
pos (20% de los otros casos de TRALI) máticos debe incluir sobrecarga hemo-
704 son: lisofosfatidilcolinas, ligando CD40L dinámica, reacción anafiláctica, conta-
y del resto como lípidos neutrales, cito- minación bacteriana de los productos
cinas, y otras micropartículas cuya natu- hemáticos transfundidos y reacción
raleza aún es estudiada. Hay evidencia hemolítica transfusional. En la Tabla
que la lesión oxidativa que inducen los 6 se muestran estas entidades, con las
derivados lipídicos se puede disminuir que se debe llevar a cabo el diagnósti-
9. US Food and Drug Administration. Fatalities 21. Moritz E, Norcia AM, Cardone JD, Kuwano
reported to FDA following blood collection ST, Chiba AK, Yamamoto M, Bordin JO:
and transfusion: annual summary for fiscal Human neutrophil alloantigens systems. An
years 2000- 2010. Rockville, MD: United Acad Bras Cienc; 2009 Sep;81(3):559-69
States Department of Health and Human
22. Reil A. Stanislawsky K, Gunay S, et ál.
Services,2010.
Specificities of leucocyte alloantibodies in
10. Bux J. Transfusion-related acute lung injury transfusion related acute lung injury and
(TRALI): a serious adverse event of blood results of leucocyte antibody screening of
transfusion. Vox Sanguinis (2005): 89, 1–10. blood donors. Vox Sang. 2008; 95(4):313-317.
11. Popovsky MA.Transfusion-Related Acute 23. Middelburg RA, van Stein D, Briët E, et ál.
Lung Injury: Incidence, pathogenesis and The role of donor antibodies in the patho-
the role of multicomponent apheresis in Its genesis of transfusion-related acute lung
prevention Transfus Med Hemother 2008; injury: a systematic review. Transfusion.
35:76–79. 2008;48(10):2167-2176.
12. Vlaar A.P, Schultz M.J, Juffermans N.P. 24. Growe GH, Petraszko TR, Bigham M. The
Transfusion-related acute lung injury: a approach taken to reducing the risk of trans-
change of perspective. Neth J Med. 2009 fusion related acute lung injury in Canada.
Nov;67(10):320-6. Asian J Transfus Sci. 2008 July;2(2):84-6.
13. Gilliss BM, Looney MR. Experimental mod- 25. Vamvakas EC, Blajchman MA. Transfusion-
els of transfusion-related acute lung injury. related mortality: the ongoing risks of allo-
Transfus Med Rev. 2011 Jan; 25(1):1-11. geneic blood transfusion and the available
strategies for their prevention. Blood. 2009
14. Shaz BH, Stowell SR, Hillyer CD. Transfu-
Apr 9;113(15):3406-17.
sion-related acute lung injury: from bedside
to bench and back. Blood. 2011; 117 (5):1463- 26. Engelfriet CP, Reesink HW. Transfusion-
1471. related acute lung injury (TRALI) Interna-
tional Forum. Vox Sanguinis (2001); 81( 4):
15. Silliman CC, Curtis BR, Kopko PM, et ál.
269–270.
Transfusion-related acute lung injury. Blood.
2005 Mar 15;105(6):2266-73. Epub 2004 Nov 27. Vlaar AP, Binnekade JM, Prins D, et ál.
30. Risk factors and outcome of transfusion-
related acute lung injury in the critically
16. Sachs UJ. Pathophysiology of TRALI: cur-
ill: a nested case-control study. Crit Care
rent concepts. Intensive Care Med. 2007;
Med.2010;38(3):771-778.
33(suppl1):S3-S11.
28. Eder AF, Herron RM Jr, Strupp A. Effective
17. Fung YL, Silliman CC. The role of neutro-
reduction of transfusion-related acute lung
phils in the pathogenesis of transfusion-
injury risk with male-predominant plasma
related acute lung injury. Transfus Med Rev.
strategy in the American Red Cross (2006-
2009 Oct;23(4):266-83. Review.
2008). Transfusion. 2010;50(8):1732-1742.
18. J. P. Tung, R. M. Minchinton, J. F. Fraser &
29. Triulzi DJ, Kleinman S, Kakaiya RM, et ál.
Y. L. Fung et al : Evidence behind the patho-
The effect of previous pregnancy and trans-
physiology of TRALI. ISBT Science Series
fusion on HLA alloimmunization in blood
(2011): 6, 416–421.
donors: implications for a transfusionrelated
710 19. Bux J, Sachs UJ. The pathogenesis of transfu- acute lung injury risk reduction strategy.
sion related acute lung injury (TRALI). Br J Transfusion. 2009;49(9):1825-1835.
Haematol. 2007;136(6):788-799.
30. Gajic O, Rana R, Winters JL, et ál. Transfusion-
20. Popovsky MA, Moore SB. Diagnostic and related acute lung injury in the critically ill:
pathogenetic considerations in transfusion- prospective nested case-control study. Am J
related acute lung injury. Transfusion. Respir Crit Care Med. 2007;176(9): 886-891.
1985;25(6):573-577.
31. Keller-Stanislawski, B., Reil, A., Günay, S. injury risk-minimization measures – Ger-
and Funk, MB. Frequency and severity of man haemovigilance data (2006–2010). Vox
transfusion-related. Acute lung injury - Ger- Sanguinis 2012;102 (4): 317–323.
man haemovigilance data (2006-2007). Vox
38. Centers for Disease Control and Prevention.
Sang. 2010;98(1):70-77.
The national healthcare safety network
32. Vlaar AP, Hofstra JJ, Determann RM, et ál. (NHSN) manual: biovigilance component:
The incidence, risk factors, and outcome protocol hemovigilance. Module. Atlanta,
of transfusion-related acute lung injury in GA: Division of Healthcare. Quality Promo-
a cohort of cardiac surgery patients: a pro- tion, National Center for Preparedness, De-
spective nested case control study. Blood. tection, and Control of Infectious Diseases,
2011;117(16): 4218-4225. Centers for Disease Control and Preven-
tion,2009
33. Eder AF, Herron R, Strupp A, et ál. Transfu-
sion-related acute lung injury surveillance 39. Benson, AB, Moss, M. and Silliman, CC.
(2003-2005) and the potential impact of the Transfusion-related acute lung injury (TRA-
selective use of plasma from male donors LI): a clinical review with emphasis on the
in the American Red Cross. Transfusion. critically ill. British Journal of Haematology,
2007;47:599–60 (2009)147, 431–443.
34. Flesland O. A comparison of complication 40. Goldman M, Décary F, Freedman J. Interna-
rates based on published haemovigilance tional Forum: Transfusion-related acute lung
data. Intensive Care Med. 2007;33 (suppl injury (TRALI), Vox Sanguinis; 2001; 81(4):
1):S17-21.4.4 277
35. Engelfriet CP, Reesink HW, Wendel S, et ál. 41. Reesink HW, Lee J, Keller A, Dennington P, et
Measures to prevent TRALI, Vox Sanguinis, ál. Forum: Measures to prevent transfusion-
2007; 92 (3): 258–277 related acute lung injury (TRALI) Vox San-
guinis (2012):102 (3),1-29.
36. Blood Products Advisory Committee. Topic
II: Transfusion Related Acute Lung Injury 42. Imagen http://es.wikipedia.org/wiki/
(TRALI). Washington, DC: 2007. Archivo:Neutrophil2.jpg.
37. Funk, M. B, Guenay, S., Lohmann, A, et ál.
Benefit of transfusion-related acute lung
711
CAPÍTULO 36
Púrpura
postransfusión (PPT)
Teodoro Hernández C.*
Introducción
Se define la púrpura postransfusión
(PPT) como una rara reacción adversa a
la transfusión caracterizada por una sú-
bita y severa trombocitopenia, la cual
ocurre en un lapso de cinco a diez días
después de la administración de pro-
ductos sanguíneos,1 aunque la literatu-
ra señala casos que ocurrieron a los 24
días de la transfusión.2 El cuadro está
asociado a un anticuerpo dirigido con-
tra un antígeno específico de las pla-
quetas (usualmente anti HPA-1a) que
se desarrolla en individuos negativos
para este antígeno. Es más frecuente en
713
las mujeres que en los varones, en una
relación de 5:1, y esto se debe proba-
* Jefe del servicio de Inmunohematología del Banco
Metropolitano de Sangre de Caracas. Coordinador blemente a que el requisito fundamen-
docente del postgrado de Hematología de la Uni- tal para que el cuadro se presente es la
versidad Central de Venezuela. Profesor de Hemo-
terapia e Inmunohematología. Caracas, Venezuela.
pre-exposición a antígenos específicos
AAplicaciones
plicacionesyyprácticas
práctica de la medicina transfusional
Sección III - Prevención y riesgos de la transfusión Púrpura postransfusión (PPT)
716