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En los niños y niñas la idea de los hábitos de higiene es básica no solo para la imagen
personal, sino también para la salud, éstos son pautas de comportamiento que ayudan a
los niños/as a estructurarse, a orientarse y a formarse mejor. Las prácticas de higiene
pueden prevenir muchas de las enfermedades que dañan a los niños y niñas de nuestro
país, en especial en la zona rural.
Se deben mantener limpias las manos y las uñas recortadas, porque ellas tienen contacto
con cara, ojos, boca y alimentos, entre otros. Un hábito fundamental debe ser el lavado
de las manos después de ir al baño y también antes de tocar o consumir los alimentos,
tanto en la casa como en la escuela y en cualquier otro lugar
Lavarse las manos solamente con agua es menos efectivo que lavarse las manos con
jabón. El lavado de manos apropiado requiere jabón y de agua corriente. Usar jabón
facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen
la mayoría de los gérmenes, además, deja un agradable olor en las manos. El olor y la
sensación de limpieza que deja el jabón es un incentivo para su uso.
El cepillado dental es un procedimiento que tiene por objetivo eliminar los restos de los
alimentos y las tinciones de los dientes, así como desorganizar e interferir en la formación
del biofilm dentogingival, patógeno para dientes y encías. Siendo importante recalcar que
el objetivo final de la sistemática de cepillado dental es la remoción minuciosa del biofilm
de todas las áreas de la boca, independientemente de la técnica que se utilice. Este
procedimiento involucra y compromete las tres áreas de la conducta; tales como: área
cognitiva, ya que para desarrollarse debe fundamentarse en el conocimiento de la
etiología de las caries y las enfermedades periodontales; el área procedimental (de las
destrezas) porque requiere la incorporación de un hábito motor y área actitudinal: porque
implica la motivación adecuada para lograr cambios de conducta duraderos.
El cepillado debe comenzar con un barrido siguiendo el eje del diente, empezando por la
encía y sin desplazamientos horizontales, tanto en la cara exterior como en la cara interior,
posteriormente se realiza un movimiento a modo de remolino sobre la cara oclusal de
atrás hacia delante, limpiando posteriormente con suavidad la lengua, debe enjuagarse
varias veces. Debe complementarse en algunos casos con el empleo de seda dental,
particularmente para las áreas interproximales y mesiales de los primeros molares
permanentes
El cepillo apropiado debe ser de cabeza pequeña, cerdas sintéticas y puntas redondeadas
para evitar la lesión de la encía si el niño lo usa con fuerza, el cual debe ser cambiado de
3 a 4 meses para mantener su estado.
http://repositorio.unprg.edu.pe/bitstream/handle/UNPRG/1278/BC-TES-TMP-
111.pdf?sequence=1&isAllowed=y
http://repositorio.unprg.edu.pe/handle/UNPRG/1278
Humectantes Estos ayudan a prevenir el secado de la pasta dentífrica una vez abierto el
tubo En un principio, se utilizaba una solución al 50% de glicerina en agua6 . En la
actualidad se utilizan otros humectantes como: sorbitol, xilitol, polietilenglicoles de
bajo peso molecular y propilenglicol, cuyas propiedades confieren al dentífrico una
mayor humectabilidad al abrasivo, evitando así el secado y endurecimiento del
producto, disminuye el punto de congelación, además de mejorar la textura y aroma del
dentífrico.
Detergentes o espumantes Los detergentes ayudan a crear una suspensión estable del
abrasivo en la boca, lo cual permite una limpieza efectiva
Conservantes Los conservantes se adicionan para proteger la pasta dentífrica del efecto
de los microorganismos
Edulcorantes El sabor de la pasta de dientes es una de las características más
apreciadas por las personas
Aglutinantes o espesantes Es imprescindible incorporar aglutinantes para mantener la
suspensión estable
Fluoruro en las pastas dentales en relación con su efectividad terapéutica
Sílice
http://www.medigraphic.com/pdfs/vertientes/vre-2014/vre142g.pdf