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ROBERT O.

PAXTON

Anatomía
del fascismo
TRADUCCIÓN DE JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ FLÓREZ

EDICIONES PENÍNSULA

BARCELONA

19403
ANATOMÍA DEL FASCISMO

derándola preferible a otras. Ni la llegada de Hitler al poder ni la de Mus- 4


solini fueron inevitables." Nuestro modelo explicativo debe dejar también EL EJERCICIO DEL PODER
un margen para la suerte, bueua o mala dependiendo del punto de vista.
A Mussolini se le podría haber obligado a dar marcha atrás en octubre de
1922 o se le podría haber depuesto en junio de 1924 si el rey, los dirigentes
políticos del orden establecido y el Ejército hubiesen emprendido resuelta-
menteacciones en ese sentido dentro del ámbito de su competencia legal.
La suerte de Mussolini fue que el rey prefirió elegir en su favor. También
Hitler tuvo algunas oportunidades afortunadas. Se benefició de la rivali-
dad de Van Papen y de Schleicher por el cargo, y de que los conservadores
alemanes no quisieran aceptar como conciudadanos a los socialistas refor-
mistas. Fue Von Papen el que tomó la decisión de nombrar canciller a Hit-
ler, como el mejormedio de formar unamayoría que excluyese tanto a su
rival Schleicher como a la izquierda moderada. Las crisis del sistema polí- LA NATURALEZA DEL GOBIERNO FASCISTA:
tico y económico crearon un espacio asequible al fascismo, pero fueron las «ESTADO DUAL» Y AMORFIA DINÁMICA

elecciones desdichadas de unos cuantos dirigentes poderosos del orden es-


tablecido las que situaron realmente a los fascistas dentro de ese espacio. Los propagandistas del fascismo querian que viésemos sólo al dirigente en
su pináculo, y tuvieron un éxito notable. La imagen de poder monolítico
que transmitieron la reforzó más tarde el temor de los aliados durante el
periodo de guerra a la maquinaria militar nazi,así como las afirmaciones
de posguerra de las elites conservadoras italianas y alemanas de que ha-
bian sido las victimas de los fascistas en vez de sus cómplices. Persiste hoy
en la idea que tiene la mayoria de la gente del régimen fascista.
Sin embargo, los observadores perspicaces prontopercibieron que las
dictaduras fascistas no eran ni monolíticas ni estáticas. Ningún dictador
gobierna solo. Quiere conseguir la cooperación, o la aquiescencia al me-
nos, de los sectores decisivos del régimen (los militares, la policia, la judi-
catura, el funcionariado) y de poderosas fuerzas sociales y económicas. En
elcaso especial del fascismo, en que necesitaba quelas elites conservadoras
le abrieran las puertas, el nuevo caudillo no podía dejarlas a un lado des-
preocupadamente. Un cierto grado, al menos, de poder compartido obli-
gatorio con el ordenestablecido conservador preexistente hizo quelas dic-
taduras fascistas fueran fundamentalmente distintas en sus orígenes, en su
desarrollo y en la práctica de la de Stalin.
En consecuencia, no hemos conocido nuncaun régimenfascista ideo-
lógicamente puro. En realidad, eso dificilmente parece posible. Todas las
generaciones de estudiosos del fascismo han afirmado que los regímenes
se apoyaban en cierto género de pacto o alianza entre el partido fascista y
fuerzas conservadoras poderosas. A principios de la década de 1940 el refu-

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ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

giado socialdemócrata Franz Neumann sostuvo en su clásico Behemoth ~----Xi;"ks.conservadores tiendena retroceder haciaun autoritarismo tradicional
que lo que gobernaba la Alemania nazi era un «cartel» de partido, indus~ : .·<í1Jás cauto, respetuoso de la propiedad y de la jerarquía social; los fascistas
tria, Ejército y burocracia, que se mantenía unido exclusivamente por «el '·';vanzan hacia la dictadura dinámica, niveladora y populista, dispuestos a
beneficio, el poder, el prestigio y,sobre todo, e!miedo».' A finales de la dé- ~'ubordinar todo interés privado a los imperativos del engrandecimiento
cada de 1960,e! liberal moderado Karl Dietrich Bracher consideró que «el nacional Yla purificación. Las elitestradicionales procuran conservar po-
nacionalsocialismo llegó a existir y alcanzó e! poder bajo condiciones que sidones estratégicas; los partidos quieren ocuparlas con hombres nuevoso j¡
'1
permitieron una alianza entre fuerzas autoritario-conservadoras y técm, eludirlas bases del poder conservador con «estructuras paralelas»; los di- 1II1
cistas, nacionalistas y revolucionario-dictatoriales. . Martin Broszat deno~
.1 rigentes soportan presiones de las elitesy de los fanáticos del partido. '1

minó a los conservadores y nacionalistas del gabinete de Hitlersus «socios Estas luchas se sucedieron en Italia y en Alemania, con resultados va- il
de coalición».'A finales de la década de 1970, Hans Mommsen describió el riables. Mientras que el régimen fascistaitaliano decayó hacia e! Gobierno
«sistema de gobierno» nacionalsocialista como una «alianza» entre «elites conservador autoritario, la Alemania nazi se radicalizó haciala licencia sin 11

fascistas en ascenso y miembros de los grupos rectores tradicionales», «en- freno delpartido. Pero los regímenes fascistas no han sido nuncaestáticos. l'
ji
granados [...J, pese a las diferencias»,en un proyecto común para dejar a Debemos ver el Gobierno fascistacomo una lucha interminable por el pre-
un lado el Gobierno parlamentario, restablecerun Gobierno fuerte y aplas- dominio dentro de una coalición, exacerbada por el colapso de las limita- li
tar al «marxismo». 4 1;
ciones constitucionales y del imperio de la ley,y por un clima imperante de I
El carácter compuesto del Gobierno fascista en Italia fue más flagrante darwinismo social. I
aún. El historiador Gaetano Salvemini recordó a su regreso del exilio la Algunos comentaristas han reducido estalucha a un conflictoentre el
«dictadura dualista» de! Duce y el rey.'Alberto Aquarone, e! destacado es- partido y el Estado. Una de las primeras interpretaciones, y de las más su- 1I
tudioso del Estado fascista, resaltó las «fuerzas centrífugas» y las «tensio- gerentes, del conflicto partido-Estado fue el retrato que hizo e! investiga- ii
nes»a las que se enfrentó Mussolini en un régimen que, «quince años des- dor refugiado Ernst Fraenke! de la Alemania nazi como un «Estado dual».
pués de la Marcha sobre Roma», aún tenía «muchos rasgos derivados En el régimen de Hitler, escribió Fraenkel, un «Estado normativo», com-
directamente de! Estado liberal»." Los destacados investigadores alemanes puesto por las autoridades legalmente constituidas y e! funcionariado tra-
de!fascismo italiano Wolfgang Schieder y Iens Petersen hablan de «fuerzas dicional,luchaba por el poder con un «Estado prerrogativo» formado por
1I
opuestas» y «contrapesos»,' y Massimo Legnani, de las «condiciones de las organizaciones paralelas del partido." La idea de Fraenkel fue fructífe- ¡

cohabitación/cooperación» entre los elementos integrantes del régimen," ra,y haré uso de ella. !i,
Hasta Emilio Gentile, e! más deseoso de demostrar e! poder y e! éxito de! De acuerdo con e!modelo de Fraenke! del Gobierno nazi, e! segmento
impulso totalitario en la Italia fascista, admite que e! régimen era una rea- «normativo» de un régimen fascista continuó aplicando la ley de acuerdo
lidad «compuesta» en la que la «ambición de poder personal. de Mussoli- con el procedimiento debido, y se reclutaron y promocionaron funciona-
ni luchaba en «constante tensión» tanto con las «fuerzas tradicionales» rios en ese sector de acuerdo con normas burocráticas de competencia y
como con los «intransigentes del Partido Fascista», divididos entre sí por antigüedad. En el «sector prerrogativo», por el contrario) no se aplicó más'
un «sorda lucha» (sorda lotta) de facciones.' regla que e! capricho del gobernante, la recompensa a los militantes del
Laestructura compuestasignifica también que los regímenes fascistas partido y el supuesto «destino» del Vo/k, la razza u otro «pueblo e1egido».
no han sido estáticos. Es un error suponer que,una vez que el caudillolle- ElEstado normativo y el Estado prerrogativa coexistieron en una coopera-
gaba al poder, se acababa la historia y la sustituía la pompa." La historia de ción plagada de conflictos pero más o menos eficiente, dando al régimen
los regúnenes fascistas que hemos conocidoha estado llena,por el contra- su extraña mezcla de legalismo" y violenciaarbitraria.
rio' de conflicto y tensión. Los conflictos que ya hemos comentado en la Hitler nunca abolió oficialmente la Constitución elaborada en 1919 por
etapa de arraigo se agudizan cuando llega e!momento de distribuir e!bo- la República de Weimar, y nunca desmanteló del todo el Estado normativo
tín del cargo y de elegirentrevías de actuación. Latensión aumenta cuan- en Alemania, aunque se negó por su parte a dejarse limitar por él, opo-
do las diferencias políticas se traducen en ganancias y pérdidas tangibles. niéndose, por ejemplo, a una ley de eutanasia por miedo a tener las manos

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ANATOMíA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

atadas por las normas y por la burocracia." Después del incendio del' ron con organizaciones propias centros de poder tradicionalmente inde-
Reichstag, como ya vimos en el capítulo anterior se otorgó a Hitler autori~,'!:' pendientes como sindicatos, asociaciones juveniles y profesionales y aso-
dad para prescindir de cualquier ley existente o cualquier derecho basan.' ciaciones de productores. Los nazisintentaron inclusoimponer un obispo
d.os~ en que eranecesario para hacer frente a una supuesta emergencianaA:", «cristiano alemán» y doctrina a las iglesias protestantes." Los regímenes
cional de «terror» marxista. Después de la primavera de 1933, la represiM; fascistas no siempre consiguieron, sin embargo, devorar a la sociedadcivil.
judicial y policial ilimitada pasó a ser permisible en Alemania si parecía Carl Friedrich y Zbigniew Brzezinski, los autores que crearon el mode-
exigirlo la seguridad nacional, a pesar de que siguiese existiendo un Estado lo «totalitario», acuñaron el término «islas de separación» para describir
normativo. elementos de la sociedad civil que sobreviven dentro de una dictadura to-
Con el tiempo e! Estado prerrogativo nazi fue invadiendo el Estado' talitaria." Islas de separación como lasparroquias católicas (pormuy poco
normativo y contaminósu funcionamienm," de manera que incluso den~-i:' inclinadas que pudieran sentirse a plantear una oposición decidida al régi-
tro de él la idea de un estado de emergencia nacional permitió al régimen) . men, algo más que poner objeciones a actuaciones específicas}" podían
prescindir de los derechos individuales yel procedimiento debido." De,:" poseer una capacidad de resistencia y una flexibilidad de organización su-
pués de iniciada la guerra, el Estado prerrogativo nazi consiguió algo pró-'.. ficientes e inspirar una fidelidad emotiva que impidiesen que el partido se
ximo al dominio total. Las instituciones normativas se atrofiaron en.efX infiltrase en ellas." No es necesario aceptar íntegramente el modelo totali-
interior del país y casi no funcionaron en absoluto en los territorios oci';'~ tario para que resulte provechosa la metáfora de las islas de separación.
pados de la antigua Polonia y de la Unión Soviética, corno veremos más Hitler y e! Partido Nazi fueron dominando gradualmente la mayoría
tensaments en el próximo capitulo. de las islas de separación dentro de la sociedad y e! Estado alemanes en un
También la Italia fascista se puede interpretar fructiferamente como un procesodenominado eufemísticamente por los propagandistas del partido
Estado dual, corno ya sabemos. Sin embargo, Mussolini otorgó mucho m¡¡;. «Gleichschaltung»: (coordinación' o 'igualación'. Unasimplificación excesi-
poder.a1 Estado normativo que el que le otorgó Hitler." La propaganda fas-: va frecuente hace que este proceso parezca inevitable y unidireccional.
cista SItuó al Estado, no alpartido, en el centro de su mensaje. No estamos" Perono se podía quitar de en medio tan despreocupadamente a las asocia-
del todo seguros de por qué subordinó Mussolini su partido al Estado, pet'l ciones sociales y económicas bien arraigadas, ni siquiera en la' Alemania
hay varias explicaciones posibles. Tenía menos margen de maniobra qu~:":,;' nazi. La Gleichschaltung podía entrañar negociación bilateral además de
Hitler y menos impulso, y tuvo también menos suerte. El presidente Hin'; fuerza. Hubo grupos y organizaciones que fueron capaces de subvertir des-
denburg murió en agosto de '934> dejando a Hitler solo al timón. Mussol",. de dentro las intenciones nazis o «apropiárselas» para sus propios fínes."
ni tuvo que cargar con e! rey Víctor Manuel III hasta el final, y fue el rey ere, Otros defendieron calladamente pero con obstinación una autonomía
que acabó deponiéndole en julio de 1943. Es posible también que MussoIi~Y' parcial, aunque aceptasen algunos de los objetivos de! régimen.
ni temiese la rivalidad de sus incontrolables jefes de! partido. '. Los ciudadanos alemanes podían hacer uso hasta de la temida Gestapo
Aun así, elEstado fascista italiano contenía importantes elementos,prú'r'! para suspropios finespersonales denunciando a un rival, un acreedor, un
rrogativos: su policía secreta (la OVRA);17 su prensa controlada; sus ba~o!g};' pariente o unaesposa insatisfactoria." Las hermandades de las universida-
nías económicas (el IRI,lB por ejemplo); y sus feudos africanos, en los qU~~':':~,: des alemanas son un buen ejemplo de supervivencia. El nazismo atrajo
jefes del partido como Italo Balbo podian pavonearse y disponer de la vid~,'R! tanto a los estudiantes que,antes inclusode1933, su organización nacional
y la muerte de los pueblos indigenas. Y a finales de la década de 1930, la pati,,:: había sido tomada por militantes del partido. Podría haberse esperado, en
ticipación de Italia en la guerra reforzó en el pais el Estado prerrogativ6.'i~}¡i consecuencia, que lashermandades desapareciesen sin un murmulloen la
La lucha por el dominio dentro de las dictaduras fascistas entraña a1g6d\/i ' Gleichschaltung después de enero de 1933. Pero, a pesar de los esfuerzos del
más, s~ emba~go, que el partido y el Estado o los estados prerrogativ~i?fj~ régimen nazi para transformar los (reaccionarios» clubes de duelistas en
norrnanvo. La Imagen del Estado dual de Fraenkel es incompleta. Eleme]1~&¡;# Karneradschaften (centros sociales y de instrucción), las hermandades per-
tos ajenos al Estado participan también en la pugna por el poder dentr0e~¡¿~ vivieron extraoficialmente, en parte porque lasdefendían funcionarios na-
los regímenes fascistas. Losregímenes fascistas alemán e italiano sustituy,~ zis poderosos entre las redes de «amiguismo» y las asociaciones de anti-
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ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

guas alumnos, y en parte porque los estudiantes fueron haciéndose pro- _.' loscfrr)lltalnlenLte. Pero, almismo tiempo,ofrecían a los militantes radicales
gresivamente indiferentes a la propaganda del partido." - ambiciosos una base depoderautónomopara desafiar la preeminencia del
En el proceso mucho más lento de cousolidación del régimen fascista
caudillo. - .
de Italia, sólo se «metió en vereda) plenamente a los sindicatos, los partí. En Italia el Partido Fascista duplicó al principio cada nivel de la auto-
dos politicos y los medios de comunicación. La Iglesia fue la isla de separa- 'dad pública con un organismo del partido: el jefe del partido local flan-
ción más importante de la Italia fascista, y aunque el régimen invadió bre- r~eó al alcalde nombrado ipodesta), el secretario regional del partido (fe-
vemente en 1931 sus escuelas y movimientos juveniles, acabó perdiendo la derale) al prefecto, la milicia fascista al Ejército, y así sucesivamente. Pero ¡,

batalla." Las asociaciones estudiantiles de la Italia fascista, los Gruppí Uni- Mussolini, en cuanto se consolidó su poder, proclamó que la «revolución
versitaria Fascista (GUF), se las «apropiaron» silenciosamente sus miem, 1:
e acabó») y convirtió explícitamente al prefecto en «la autoridad máxima JI
brospara-su propio disfrute extrafascista o inclusoantifascista, 28 10 mismo S Estado», a la que estaban subordinados los jefes del partíido.34 E1Du-
del l.!
quela organización para el tiempo de ocio, el Dopolavoro." ce no tenía ninguna intención de permitir que los ras volviesen a zaran- 1
Todas estas tensiones persistentes dentro de los regímenes fascistas en- dearle. li
q
frentaban entre sí a los cuatro elementos que forjaron con su conflictiva La organización paralela de mayor éxito del fascismo italiano no desa- il
colaboración esas dictaduras: el caudillo fascista, Sil partido (cuyos mili- fió al Estado, pero invadió el campo del disfrute del tiempo de ocio, un área
tantes exigían puestos de trabajo, incentivos, aventuras expansionistas y el
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que hasta entonces había dependido de la iniciativa individual, los grupos
eumplimiento pleno de algunos puntos de Sil programa radical inicial), privados o las parroquias católicas. El Dopolavoro fascista .no alcanzó ~n
el aparato del Estado (funcionarios, como jefes militares y policiales, ma- modo alguno en la práctica sus objetivos proclamados de edificar la nación
gistrados y gobernadores locales) y, finalmente, la sociedad civil (los que y crear al <muevohombre" (y mujer) fascista. Se lo apropiaron básicamen-
detentaban el poder social, económico, político y cultural, como las aso- te desde dentro los italianos normales que lo único que querían era ver pe-
ciaciones profesionales, quienes dirigían los grandes negocios y las grandes lículas o practicar deporte. Fue, no obstante, latentativa más ambiciosa del
explotaciones agrícolas, las iglesias y los dirigentes políticos conservado- régimen fascista de penetrar en la sociedad italiana hasta llegar a los pue-
res)." Esta tensión a cuatrobandas dio a estosregímenes su mezcla carac- blos del interior y competir en ellos con el cacique local y el cura por la
terística de activismo febril y amorfia." autoridad social."
La tensión era permanente dentro de los regímenes fascistas porque El Partido Nazi compitió con los organismos tradicionales con una
ninguno de los grupos enfrentados podía prescindir del todo de los otros. gama similar de organizaciones paralelas. El partido tenía su propia fuerza
Los conservadores no se decidían a librarse del caudillo fascista, por mie- paramilitar (las SA), su tribunal del partido, su policía del partido y su mo- 1,
do a que pudiesen recuperar el poder la izquierda o los liberales." Hitler y vimiento juvenil. La rama de política exterior del partido, primero a cargo 1"

Mussoliní, por su parte, necesitaban los recursos económicos y militares de Alfred Rosenberg pero más tarde parte del equipo personal de [oachim iI
que controlaban los conservadores. Al mismo tiempo, los dictadores no van Ribbentrop (el Dienststeile Ribbentrop), intervino activamente entre !
podían permitirse debilitar demasiado a sus escandalosos partidos, porque las poblaciones extranjeras de habla alemana de Austria y de los Sudetes
corrían el riesgo de socavar su propia base de poder independiente. Nin- checos." Después de que el Partido Nazi alcanzara el poder, las organiza-
gún rival podía destruir del todo a los otros, por miedo a desbaratar el ciones paralelas amenazaron con usurpar las funciones del Ejército, el Mi-
equilibrio de fuerzas que mantenía al grupo en el poder y a la izquierda a nisterio de Asuntos Exteriores y otros organismos. En un proceso inde-
raya." pendiente y siniestro, la policía política fue desvinculada de los ministerios
Las organizaciones paralelas que los partidos fascistas desarrollaron del Interior de los estados alemanes y centralizada, paso a paso, como la
durante el periodo de arraigo no podían desempefíar los papeles comple- tristemente célebre Gestapo (Geheime Staatspolizei), bajo el mando de un
jos y ambiguos de ese periodo en las luchas prolongadas por la supremada nazi fanático, Heinrich Himmler. La duplicación de los centros de poder
dentro del régimen fascista. Eran un valor para el caudillo fascista que qui- tradicionales por organizaciones paralelas del partido fue una de las prin-
siese desbordar por el flancolos bastiones conservadores en vez de atacar- cipales razones de la ya comentada «amorfia» y de las caóticas líneas de i
ii:
¡i'
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i ,- 11
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autoridad que caracterizaron al régimen fascista y lo diferenciaron de la rior por una autoridad que le permitía decidir sobre la guerra y la muerte.
dictadura militar y de! régimen autoritario. Se basaba en la pretensión de poseer una condición mística y excepcional
En una complicación más, los regímenes fascistas permitieron a los como encarnación de la voluntad del pueblo y depositario del destino de!
oportunistas inundar los partidos, que dejaron con ello de ser los pueblo. Un cierto carisma no es algo desconocido entre los dictadores tra-
privados de los «viejoscombatientes». El Partito Nazionale Fascista (PNF) dicionales, por supuesto, e incluso lo tuvieron algunos dirigentes demo-
abrió sus listas en 1933 en un esfuerzo por fascistizar a toda la población. cráticamenteelegidos,como Churchill, De Gaulley los dos Roosevelt. Sta-
A partir de eso se exigió la pertenencia al partido para trabajar como fun- lintuvo sin duda carisma,como demostró la histeria pública que se produjo
cionario, incluso en el sectorde la enseñanza. Mussolinialbergaba la eu su funeral. Pero Stalin compartió su papel como portador del destino
ranza de que la pertenencia al partido fortaleciese e! espíritu cívico histórico con el Partido Comunista) que hizo posible la sucesión, aunque
no)tan despreocupado y que tantolé irritaba," pero parece que sucedió lo las intrigas palaciegasy los asesinatos se multiplicasen antes de que pudie-
contrario. Al convertirse la pertenencia al partido en una buena táctica se surgir el sucesor. Pero e! régimen fascista depende más de una forma
ascenso, los cínicos decían que las iniciales del PNF significaban «per más desnuda del carisma que ningúu otro tipo de régimen, lo que puede
cessita farnigliari»." El número de miembros del Partido Nazi creció en ayudar a explicar por qué ningúu régimen fascista ha conseguido hasta
1,6 millones entre enero y mayo de 1933. Aunque las listas del partido se ahora transmitir el poder a un sucesor," Tanto Hitlercomo Mussolini te-
rraron luegopara preservar laidentidad de éste como una eliteselecta, mu- nían carisma, aunquela vitalidadmenguante de Mussolinien su mediana
chos funcionarios oportunistas obtuvieron dispensas para ingresar en edady su escabroso final hiciesen olvidar a la mayoría de la gente e! mago
En la disputa interminable por el predominio dentro de los regímenesü, netismo que había ejercido en otros tiempos, incluso fuera de Italia."
fascistas, el caudillofascista conseguía a vecesimponera sus aliados Elcarisma nos ayudará a entender varios rasgos curiosos de lajefatura
cas no deseadas, como hizo Hitler en un grado significativo. Enotros fascista. La famosa indolencia de Hitler," lejos de hacer más tibio el na-
los burócratas y las fuerzas conservadoras podían conservar un poder zismo, dio libertad a sus subordinados para competir por conducir al régi-
depeudiente considerable, como sucedió en la Italia fascista, el suficiente men hacia una radicalización cada vez másextremada. Un dirigente caris-
para persuadir al ateo Mussolinide que debía otorgar a la Iglesia Católica mático es,además, inmune a lasquejas, sorprendentemente generalizadas,
e! trato más favorable que se le había otorgado desde la unificación italJai<L),¡¡:1 contra la Administración que surgieron enseguida) tanto en Alemania
na y para obligarle a sacrificara sus amigos sindicalistas a los deseos de Como en Italia." Al mismo tiempo) la jefatura carismática es frágil y que-
tonomía y privilegios del empresariado," y, finalmente, para echarle bradiza. Le promete al Volk o ala razza, como comentó una vezAdrian Lyt-
poder en julio de 1943, cuando la proximidad de los ejércitos aliados telton, «unarelación privilegiada con la historia»." Después de elevar has-
convencieron de que el fascismo no estaba ya sirviendoa los objetivos ta ese punto las expectativas, un caudillo fascista incapaz de obtener los
cionales." Incluso Hitler, pese a lo fácilmente que pareció desdeñar m1l?'¡¿H triunfos prometidos se arriesga a perder su magia más deprisa aún que un
chas preferencias conservadoras, nuncaselibró,hastaquela guerra ,c .'U"' presidente o un primerministro elegidos, delos que se espera menos. Para
total en 1942, de la necesidad de satisfacera los propietarios de las fábricas su desdichaMussolini descubrió esta regla en julio de 1943.
.de municiones, a los oficiales del Ejército, a los profesionales eSI,ecialisulSy·::jj!1 Por tanto, estudiar el ejercicio fascista del poder no es simplemente
a lasautoridades religiosas... e inclusoa la opinión pública. una cuestión de exponer la voluutad del dictador (como pretendían los
Sin embargo, los dirigentes fascistas disfrutaron de una especie de propagandistas, y corno parecen creer los «intencionalistas» irreflexivos).
premadaque no eraexactamente como la jefatura en otro tipo de re~dme'f, Significa examinar las tensiones interminables que se producen dentro de
nes. El Führer y e! Duce no podían proclamar una legitimidad basada los regímenesfascistasentre elcaudillo,su partido, el Estado y las elitestra-
las elecciones ni en la conquista. Se apoyaban en el carisma;" una miste-~ dicionales del poder social,económico, político o cultural. Esta realidad ha
riosa comunicación directa con el Volk o la razza que no necesitara ningti' producido una influyente interpretación del sistema fascista de gobierno
na mediación de sacerdotes ni jefes del partido. Su carisma se parecía Como una «poliocracia», o gobierno a través de centros de podermúltiples
«estrellato» de la celebridad de la era mediática, elevado a un poder sup relativamente autónomos, entregados a una tensión y una rivalidad mu-

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t~as constantes." En la poliocracia el famoso «principio de jefatura}~ des~ i._~:';2~!;;:j)aujoporla diligencia de Hitler. 49 Consideraré más por extenso el mis-
cíende en cascada a través de la pirámide política y social, creando Una c. .··.·,E!.o de la radicmización fascista en el capítulo 5·
d~rl . .
hueste de pequeños Führers y Duces en un estado de guerra hobbesiana de ,:,';" Ni un enfoque intencionalista extremo de caudillo omnipotente .g~-
todos contratodos. ,:',';:""" ndo solo ni uno estructuralista extremo según el cual son las mi-
'berna , . . . . .
Este esfuerzo por comprender el carácter complejo de la dictad ~w
'. ti as desde abaj o el motor principal del dinamismo fascista. resultan
.
ti. . . Ura
ascista y sus interacciones con la sociedad, muy digno en sí, entraña d . jenibles. El trabajo más convincente de la década de 1990 introdujo
peligros. Hace difícil explicar la energía demoniaca desencadenada po OSI (~s licaciones a dos vías en las que se otorga el lugar debido a la rivalidad
f .
ascrsmo: ¿por qué la «poliocracia» no ató simplementede pies y manos
re
~e funcionarios de nivelmedio para anticiparse a los deseosíntimos del
todos estableciendo una situaciónde tablas? Además, en sus versiones ex. .1:udillo y «trabajar en la dirección» de ellos mientr~s e! papel de! caudillo
tremas, puede hacernos perder de vista la supremacía del caudillo. En un sempeña su función indispensable definiendo objetivos, e!nmnando h-
de . so
disputado debate de la década de 1980, los «intencionalistas. defendiero mitaciones Yrecompensando a colaboradores celosos y entusiastas.
el carácter básico de la voluntaddel dictador, mientras que los «estructu~
r~istas:> o «fu~cionmi~tas» a~rmaban que la voluntad del dictador no po-
día aplicarse sm múltiples vmculos con el Estado y con la sociedad. Re- LA PUGNA ENTRE LOS FASCISTAS Y LOS CONSERVADORES
sultaba fácil caricaturizar ambos puntos de vista, y se llevaron a veces al
ext~emo. El intencionalismo funcionó mejor para la política exterior y Cuando Adolf Hitler se convirtió en canciller de Alemania el 30 de enero
militar, en que Hitler y Mussolini desempeñaron ambos papeles prácti- de1933) sus aliados conservadores, encabezados por el vicecanciller Franz
cos. El tema con mayor carga emotiva dentro del debate entre intenciona- von Papen, junto con aquellos dirigentes conservadores y nacionalistas
listas y estructuralistas fue el Holocausto, en el que la desmesura del re- que apoyaban el experimento Hitler de Van Papen, esperaban manejar sin
sultado parecía exigir la presencia de una voluntad criminal de una dificultad a aquel nuevo e inexperto jefe del Gobierno. Estaban seguros de
desmesura correspondiente. Examinaré este asunto con mayor detalleen que sus títulos universitarios, su experiencia en los asuntos públicos y su
el próximo capítulo. refinamiento mundano les darían una fácil superioridad frente a los zafios
Un problema importante para los intencionalistas era el estilo personal nazis. Pensaban que el canciller Hitler hechizaría a las multitudes mientras
de gobernar de Hitler. Mientras que Mussolini trabajaba largas horas en su el vicecanciller Van Papen dirigia el Estado.
escritorio, Hitler seguía e.ntregándose al diletantismo bohemio y perezoso Los aliados conservadores de Hitlerno eranlos únicos que suponían
de sus tiempos de estudiante de arte. Cuando sus ayudantes intentaban que el nazismo era flor de un día. La Internacional C?mu~ista estaba .s:-
que resolviese asuntos urgentes, Hitler era a menudo inaccesible. Pasaba gura de que la oscilación alemana hacia la derecha bajo Hitler produciría
~ucho tiempo en su retiro bávaro, y solfa descuidar asuntos apremiantes una oscilación en sentido contrario, haciala izquierda, en cuanto los tra-
incluso cuando estaba en Berlín. Sometía a sus invitados a monólogos de bajadores alemanes comprendiesen quela democracia era una ilusión y ~e
medianoche, se levantaba al mediodía y dedicaba las tardes a pasiones per- apartasen de los socialdemócratas reformistas. «La calma actual despues
sonales como los proyectos de su joven protegido Albert Speer para la re- de la victoria del fascismo es sólo temporal. Inevitablemente, a pesar del te-
construcción de su cíudad natal de Linz y del centro de Berlín con un esti- rrorismo fascista, crecerá la marea revolucionaria en Alemania [...]. Lains-
lo monumental propio del Reich de los Mil Años. A partir de febrero de tauración de una dictadura fascista descarada, que está destruyendo todas
1938 dejó de reunirse el gabinete; algunos ministros no conseguían ver las ilusiones democráticas entre las masas y está liberándolas de la influen-
nunca m Pührer, Hans Mommsen llegó m extremo de llamarle un «dicta- cia de los socialdemócratas, acelerará el progreso de Alemania hacia la re-
dor débil», Momms~n no quíso negar con esto el carácter ilimitado del po- volución proletaria»."
der v~gamente ~efirndo y azarosamente ejercido de Hitler, pero indicó que En contra de las expectativas de la derecha y de la izquierda, Hitler hu-
e~ ré~en nazi .no estaba organizado sobre principios racionales de efi- puso rápidamente su plena autoridad personal, En e! primer periodo de
CIenCIa burocrática y que su asombrosa explosiónde energía asesina no se gobierno nazi se produjo la Gleichschaltung, la tarea de meter en vereda no

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sólo a enemigospotenciales sino también a los colegas conservadores. bao Este conflicto concluyó en febrero de 1938 con la destitución, en cir-
clavesdel éxito de Hitler fueron su audacia, su empuje y su agilidad táctica cunstancias humillantes, de los jefesde Estado Mayor General y de Estado
su~enores; su hábilmanipulación (corno vimos en el capítulo anterior) Mayor del Ejército (los generales Blomberg y Fritsch), acusados sin moti-
la Idea de ~u~ el ((terr~n) comunista inminente justificaba la suspensión vo de conducta sexual impropia. El antigoo cabo se hizo cargo personal-
del procedimiento debido y del imperio de la ley; y un ánimo resuelto mente del alto mando del Ejército (Oberkommando der Wehrmacht,
matar. OKW)y exigióun juramento personal de fidelidad de sus generales,como
E! dominio de Hitler sobre sus aliados conservadores habia quedado había hecho antes que él el káiser. Una serie de oficiales de alta graduación
claram~nte establecidoa principios del verano de '933. El '4 de julio, con quisieron oponerse a aquella pérdida de independencia del Ejército, pero
leyque instauraba un Estadounipartidista, «yano era posible no se atrevieron a actuar sin el apoyo de las máximas autoridades milita-
gal" contra el dominio nacíonalsocíalísra».» A partir de entonces los con- res."Lasubordinación del Ejércitoa Hitler fue aún más completa de lo que
servadores emprendieron unaacciónde retaguardia para defender la auto':' lo había sido al káiser.
nomia de los centros de poder que les quedaban tras la invasión de las Al mismo tiempo se puso bajo control del partido el Ministerio de
organizacionesparalelas del Partido Nazi.Esto significó defender el AsuntosExteriores.El diplomático de carrera Konstantin van Neurath fue
to de las SA,los gobie:nos ~statales (Land) de los jefesregionalesdel parti- . cesado como ministro de Asuntos ExterioreselS de febrero de 1938 y los di-
do (Gaulelter), el funcionariado de los cuerpos profesionalesde los novatos plomáticos alemanes tuvieron quesoportar la humillación de vercomo su
delpartido, lasiglesias delos esfuerzos nazispor crear un «cristianismo ale- orgollosacorporación pasaba a estar bajo el control del jefe de la organiza-
mán» y los interesesempresariales de las empresas de las SS. ciónparalela del partido, )oachim van Ribbentrop, un hombre cuya prin-
Las principales esperanzas de los conservadores para mantener a cipal experiencia internacional antes de 1933 había sido vender champán
a Hitler eran el presidente Hindenburg y el vicecancillerVan Papen." alemán falsificado en Inglaterra. Con Ribbentrop tendieron a ocupar car-
la avanzada edad de Hindenburg y su mala salud le debilitaban y Van Pa- gos diplomáticos en el extranjero antigoos miembros de las SA.,6
pen carecía de suficienteempuje personal y del personal administrativo in- Despuésde la derrota del nazismo en 1945, los conservadores alemanes
d~pendiente necesario para impedir la infiltración de los nazis en los orga- han dado mucha importancia a su oposición a Hitler y a la hostilidad de
rusmos del Estado,sobre todo después de que fuera sustituido por Goeríng éste haciaellos. Como hemos visto,los nazis y los conservadores tuvieron
como ministro-presidente de Prusia, el mayor Estado alemán, e17 de diferencias auténticas, que se resolvieron con derrotas muy reales de los
de '933· Cuando Van Papen atacó abiertamente la arbitrariedad nazi en conservadores. Pero, en cada momento crucial en quehabíaque decidir) en
discurso que p.ronunc~ó .en la Universidad de Marburgo, el 17 de junio de cada intensificación de la represión antíjudía, en cada nuevo recorte de las
1934; el tena CIrC~ó rápidamente por el país. Hitler hizo detener al que libertades ciudadanas y quebrantamiento de las normas legales, en cada
habla escnto el disc~rso, Edgar Iung, prohibió su publicación y cerró nuevo movimiento agresivo en políticaexterior, en cada progresiva subor-
oficinas del vicecanciller, )ung y los otros íntimos de Van Papen fíguraron dinaciónde la economía a las necesidadesde la autarquía y del rearme pre-
entre los asesinados en la matanza de la Noche de los CuchillosLargos, cipitado, la mayoría de los conservadores alemanes (con algunas honora-
se p~oduJo dos semanas después, el 30 de junio de 1934. Los cautos y ,~. """! bles excepciones) se tragaron sus dudas respecto a los nazispara defender
ambiciosos procuraron esquivar las salpicaduras de la sangre y continua- SUs primordiales intereses comunes.
ron con sus asuntos. 54 ~l propioVon Papen partió mansamente en julio Los conservadores consiguieron obstaculizar una política nazi: la euta-
ocupar el puesto relativamente modesto de embajador en Austria. nasia de las supuestas personas inútiles, una cuestión que analizaré por-
cons.e:vadore~ perdieron definitivamente la partida el 2 de agosto, en ......,,'" menorizadamente en el próximo capítulo. En cuanto al resto, aunque las
muno el presidente Hindenburg. organizaciones e instituciones conservadoras procuraron salvaguardar sus
Los esfuerzos defensivos de los conservadores afloraron de nuevo intereses personales y de clase, raras vecesse enfrentaron al régimen mis-
principios de 1938, cuando algunos de ellos discreparon del ritmo mo. Algunos conservadores en particular, como los que se agrupaban en
cada vezmás agresiva política exterior de Hitler y del peligro que signific torno a Helmutvan Moltke en su fincade Kreísau, se oponían morale in-

152 153
ANATOMíA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

telectualmente al régimen y se preguntaban qué forma debería tener Un ~L,n~J~itno_Farinacci,y t~m~ién a los en:usiastas del «sindicalismo integral» como
nueva Alemania después de la guerra. Hada el final, cuando se habían co a \' ,-,:'~t!~ajnondo Rossom. HItler tuvo SIempre un control mucho mayor de su
vencido ya, de que Hitler estab~ conduciendo el país a la aniquilación, ~~ , ",:{'::iL'tido que Mussolini, pero también se enfrentó a la disidencia en muchas
gunos oficiales de alta graduación conservadores y algunos fundan .
" anos
~"r~siones,hasta que la ahogó en sangre en junio de 1934. Los partidarios de
de alto nivel fueron los que mas cerca estuvieron de formar una resi t . >-tin,auténtico «socialismo alemán», una «tercera vía» intermedia entre el
. ". s~~
efectiva contra el regirnen nazi, y anduvieron muy cerca de consegui ::';':pitalismo y el marxismo, con los que ya nos hemos encontrado crea-
sinar al propio Hitler el 20 de julio de 1944. r ase- '-;'%11' antes de que Hitler llegase al poder, situaciones embarazosas ~ara él
Com~ e~ ~égimen.de Mussolini no consiguió alcanzar el dominio total eónlos hombres de negocios a los que quería cortejar. Estaban también los
que constguio el de HItler, suele considerarse que no llegó a ser del tod t Ílllpacientes ante la estrategia de Hitler del todo o nada, como Walter Sten-
talit . 57p 1 o a-
l ano. ero os elementos que competían por el poder eran los mism riesy Gregor Strasser. Como ya hemos visto, Hitler no vaciló en ,expulsar a
en l~ Italia fascista que en la Alemania nazi: el caudillo, el partido, la bur~~ eslOS dos últimos del partido."
cracia del Estado y la sociedad civil. Fue el resultado lo diferente ya que 1 En el periodo inicial del gobierno de Hitler, estalló el conflicto en tor-
r . estaba distribuido entre ellos de un modo bastante distinto' .M usso-e
poder no a la «segunda revolución», una oleada más de cambio radical que en-
tm, que desconfiaba de los activistas de su partido) se esforzó por subord], tregaría el botin de los cargos y los puestos a los «viejos combatientes». En
nar!os a un Estado todopoderoso. Al mismo tiempo) las circunstancias le la primavera de 1933, los militantes del partido celebraron su llegada al po-
obligaro~ a compartir l~ cúspide del poder con el rey y a aplacar a una Igle- der prosiguiendo sus acciones callejeras contra la izquierda, contra la bur-
sia Católica mucho mas fuerte. Los activistas del partido replicaron con guesíamoderada y contra los judíos. El boicot de los negocios judíos orga-
~cusaclOnes de que el Duce estaba permitiendo que los compañeros de via- nizado por la Liga Combatiente de la Clase Media del Comercio en la
je conservadores (fiancheggiattori, literahnente 'flanqueadores') desvirtua- primavera de 1933 fue sólo uno de los ejemplos más notorios de «revolu-
ran el movimiento." ción desde abajo». Pero Hitler necesitaba entonces calma y orden en vez de
. El resultado final en Italia fue lo que algunos han llamado «una versión desafíos al monopolio de la violencia por parte del Estado, y los dirigentes
más dura de la Italia liberal»." Este punto de vista subestima las innova- del partido proclamaron «el final de la revolución» en el verano de 1933·
ciones del partido tanto en la propaganda como en la organización del Es- Sin embargo, las aspiraciones a una «revolución» continuada seguían
tado, sobre todo en sus relaciones con la juventud y especialmente duran- presentes aún dentro de las SA,lo que inquietaba a la comunidad empre-
te la Guerra de Etiopía, la capacidad de Mussolini para la actuación arbitraria sarial. El deseo de las SA de convertirse en la fuerza armada del nuevo ré-
y el grado de tensión latente entre el Dnce, el partido y las elites conserva- gimen ponía además muy nervioso al alto mando del Ejército. Hitler resol-
doras en la versión italiana del Estado dual. vió estos problemas de forma mucho más brutal y decisiva que Mussolini
en la Noche de los Cuchillos Largos. La lección no les pasó desapercibida a
otros posibles adversarios.
LA PUGNA ENTRE EL CAUDILLO Y EL PARTIDO El problema de los regímenes fascistas (un problema al que nunca tenían
que enfrentarse los dictadores tradicionales) era cómo mantener en marcha
En la propaganda fascista, y en la imagen qne tiene la mayoría de la gente la energía del partido sin alterar el orden público ni asustar a los aliados
de los regímenes fascistas, el caudillo yel partido están fundidos en nna ex- conservadores. A la mayoría de los radicales del Partido Nazi les impidieron
p~esión única de la voluntad nacional. En realidad, hay también una ten- causar problemas al régimen el control personal de Hitler, los éxitos inte-
sion permanente entre ellos. El caudillo fascista desdeña inevitablemente riores y exteriores del régimen y, finalmente, la válvula de escape de la gue-
algunas de las promesas iniciales de campaña en su búsqueda de las alian- rra y el asesinato de los judíos. La ocupación de Europa oriental proporcio-
zas necesarias para llegar al poder, y decepciona así a algunos de sus segui- nó oportunidades gratificantes para la expoliación." Las cosas fueron
dores más radicales. mncho más allá en el frente oriental: alli el partido se entregó al descontrol
Mussolini tuvo que enfrentarse a partidarios del squadrismo radical con la política de ocupación, como veremos en el capítulo siguiente.

'54 155
ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

. Mussolini dominó también al partido, pero enfrentándose a desafios" LA PUGNA ENTRE EL PARTIDO Y EL ESTADO
mucho más claros y duraderos. Los dirigentes de! Partido Fascista, sobref'.
todo ios ras locales, cuyas hazañas durante el periodo del squadrismo les; Tanto Hitler como Mussolini tuvieron que conseguir que la maquinaria
otorgaban cierto poder autónomo, expresaron a menudo su insatisfacción-', del Estado les obedeciese, mediante la persuasión o mediante la fuerza. Los
Con Mussolini. Estas tensiones tenían dos orígenes: uno funcional, porque:'}: militantes del partido querían echar a los burócratas de carrera y ocupar
Mussolini tenia responsabilidades distintas como jefe del partido de las de? ellos todos los puestos. Los dirigentes casi nunca cedieron a esta exigencia.
los ras locales y veía, por tanto) las COSas de unaforma distinta; y uno per-. Ya hemos visto cómo Hitler sacrificó las SA al Ejército en junio de '934.
sonal, porque Mussolini se sentía más inclinado a «normalizan> las relacío-" Asimismo, Mussolini impidió que la Milizia desbancase al sector profesio-
nes con los conservadores tradicionales de lo que lo estaban algunos de s1.Is{ nal del Ejército italiano, salvo para el servicio en las colonias.
seguidores más exaltados. El movimiento y e! caudillo se enfrentaroiu.; Los regimenes fascista y nazi no tuvieron ninguna dificultad grave, por
como vimos) en 1921 por la transformación del movimiento en un partido,:"-fJ reglageneral, para hacerse con el control de los servicios públicos. Protegieron
y en agosto de 192110s ras obligaron a Mussolini a renunciar a su proyecto en general el sector del funcionariado de la intrusión del partido y dejaron in-
de un pacto de pacificación con los socialistas. .. '.. tacta su identidad profesional. Los funcionarios solían simpatizar mucho con
Una vez en el poder) estas diferencias se agudizaron aún más. Los mili-,:: la tendencia de los regímenes fascistas en favor de la autoridad y del orden y
tantes del partido estaban irritados por los dos primeros años de gobierno:: en contra de! Parlamento y de la izquierda, y apreciaron la mayor libertad de
moderado de coalición de 1922-1924. Ya vimos en e! capitulo 3 que en dVi que disfrutaban respecto a las limitaciones legales." La eliminación de los ju-
ciembre de '924 militantes de! partido presionaron a Mussolini para que} dios proporcionaba a veces posibilidades de ascenso profesional.
pusiese fin a sus seis meses de indecisión tras el asesinato de Matteotti y: El organismo clave era, por supuesto, la policía, La polícía alemana
optase por una salida agresiva estableciendo un régimen unipartidista.v: quedó enseguida libre del Estado normativo y pasó a quedar bajo e! con-
Mussolini, que necesitaba un fuerte apoyo de! partido cuando ínstau-v. trol del Partido Nazi a través de las SS. Himmler, apoyado por Hitler fren-
ró su nueva dictadura, en febrero de 1925 nombró secretario del Partido-'.' te a rivales del Ministerio de! Interior que controlaban tradicionalmente la
Fascista al partidario más intransigente del squadrismo violento, Roberto' policía, ascendió en abril de 1933 de comandante de la policia política de
Farfnacci, ras de Cremona. El nombramiento de Farinacci pareció una se;,,',·'::; Baviera (donde creó el primer campo de concentración, en Dachau) a jefe
ñal para la renovación de la violencia contra los adversarios, para la inva<.:;,::c' de todo e! sistema policial alemán en junio de 1936.66
sión por parte de! partido del funcionariado y para una politica exterior,':: Facilitó este proceso el descontento de muchos policías alemanes con
económica y social radical." Farinacci fue depuesto, sin embargo, al cabó:·'ú;i la República de Weimar y su supuesta actitud de «mimar a los de!incuen-
de sólo un año. Las erupciones renovadas de violencia, como los ~ChQ~;lk~ tes»," y por los esfuerzos del régimen para aumentar el prestigio de la po-
muertos más en Florencia de octubre de 1925 «delante de los turistas» eran;.:~Ú: licia entre e! público. En 1937 se amplió de un solo día a siete el Día de la
inadmisibles, y se descubrió, además, que la tesis de Farinacci en sus 'estti;":~":i" Policía, que se celebraba una vez al añO. 68 Las SA se convirtieron inicial-
dios de Derecho era un plagio. Siguieron una serie de secretarios de! partida, mente en policía auxiliar en Prusia, pero se puso fin a esta práctica el 2 de
más dóciles que, aunque aumentaron el tamaño y el alcance del partidoj},~i:i':ii; agosto de 1933 69 y la policía no se enfrentó a más amenazas de absorción
subordinaron incuestionablemente al Duce y a la burocracia del Estad9?':}rM' por parte de los militantes de! partido. Sus agentes gozaron de una situa-
En e! capitulo siguiente abordaré de nuevo la tensión continuada entre l~,f~ ción de privilegio, estaban por encima de la ley como árbitros finales de su Ii
tendencia de Mussolini favorable a la normalización y sus episodios perió'";l~* propia forma de «justicia policial» ilimitada. I
dicos de radicalización.~(.t<.'''-., Mientras que la policia alemana estaba controlada más directamente
par dirigentes del Partido Nazi que ningún otro organismo tradicional de!
Estada, la policía italiana siguió estando dirigida por un funcionario, y su
camportamiento fue casi igual de profesional o partidista que con los go-
biernos anteriores. Ésta es una de las diferencias más profundas entre los

157
ANATOMíA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER
.;', .....
..,':

regimenes nazi y fascista.El jefe de la policía italiana durante la mayor par. -.--j:~~:~~"Un_(múmero asombroso) de profesionales de la protección de la infan-
te del periodo fascista fue el funcionario profesional Arturo Bocchini. Ba· . ,.::e.cansados de la pugna ideológica entre lo público y lo privado y entre
bíauna policíapolítica,la OVRA, pero elrégimen ejecutó a un número re, .,m"
':ló-¿~Drganismos religlOSOS
. y 1os lai
alCOS, que durante 1a Repurblilea casi. h abíla
lativamente pequeño de enemigospolíticos. :•...:alizado este sector, que volvíaya a la autoridad y la disciplina de los pa-
Otro instrumento crucial del Gobierno fue la judicatura. Aunque había _<~s tras la experimentación de Weimar, dieron la bienvenida al nazismo
pocosjueces quefuesen miembros del Partido Nazien1933/° la magistratu~ .
"en 1933 como un nuevo conuenzo.
• 75

I~ fa alemana eraya abrumadoramente conservadora. Había establecido Un


sólidoregistro de penasmásduras contra los comunistas que contra losna-
zis durante la década de '920. A cambio de una invasión relativamenteli-
mitada de su esfera profesional por los Tribunales Especiales y el Tribunal
delPueblo delpartido, los jueces integraron voluntariamente susasociacio_
-:::<.-De todas las tensionesquese produjeron durante el régimen fascista, la
.• Je con mayor facilidad y de manera más definitiva se zanjó fue el conflic-
.(".partido-Estado. El Estado nazi, en particular, gobernó vigorosamente
hasta,el final, en un rechazo consciente y decidido de cualquier asomo de
laquiebra de la autoridad pública que se habia producido en 1918.
l. nes en una organización nazi y aceptaron muy felices el poderoso P'tPel
que el nuevo régimen les asignó." Lajudicatura italiana cambió poco) ya
que la interferencia política habíasido la norma previamente con la mo- ACOMODACIÓN, ENTUSIASMO, TERROR
narquía liberal.Losjueces italianos sentían en general simpatía por el como
promiso del régimen fascistacon el orden público y la grandeza nacionaL" Elmodelo del Estado dual es incompleto en otra dimensión aún más cru-
Losprofesionalesmédicos (no estrictamenteparte del Estado pero esen. cial: no tiene en cuenta a la opinión pública. No bastacon estudiar cómo
cíales para el funcionamiento normal del régimen) cooperaron con el régi- ejerció su autoridad desde arriba un régimen fascista; hay que investigar
men nazi con sorprendente rapidez. La decisión de los nazis de mejorar la también cómo interactuó con los ciudadanos. ¡Apoyó una mayoría de la
pureza biológica de la «raza» (la cultura italiana era completamente distin- 'población a los regímenes fascistas consensualmente, inclusocon entusia~­
ta en este punto) contenía un componente de salud pública que gratificaba roo, o fueron obligados a someterse por la fuerza y el terror? Ha prevalecí-
a muchos profesíonales médicos. Durante mucho tiempo, los crueles expe- do el modelo del terror, en parte porque sirve de coartada para los pueblos
rimentos realizadoscon prisioneros por el doctor JosefMengele dieron una afectados. Pero la investigación reciente ha tendido a demostrar que el te-
impresión deformada de la medicina nazi. Lamedicina nazi no fue mero rror eraselectivo y que el consenso fue elevado tanto en la Alemania nazi
sadismo, aunque causase mucho sufrimiento. Se embarcó en una amplia como en la Italia fascista.
investigación de la salud pública básica. Los científicos alemanes fueron, Ninguno de los dos regímenes era concebible sin terror. Laviolencia
por ejemplo,los primeros que relacionaron concluyentemente el tabacoyel nazi fue algo omnipresente y sumamente visible después de '933. Loscam-
amianto con el cáncer," Mejorar la «raza» significaba también fomentar fa- pos de concentración no estaban ocultos y se quería que se conociesenlas
milias grandes, y los regímenes fascistas fueron particularmente activos en ejecuciones de disidentes." Lapublicidad de la violencianazi no significa,
el desarrollo de la ciencia demográfica al servicio del pronatalismo. Vere- sinembargo, que el apoyo al régimen fuese impuesto. Como la violencia se
mos en el capítulo siguiente que en Alemania, bajola presiónde la guerra, dirigíacontralos judíos,marxistas y marginados «asociales» (homosexua-
la mejora de la raza se convirtió en la esterilización de los «incapaces» y la les, gitanos, pacifistas, los congénitamente 10CM o impedidos y los delin-
eliminación de «bocasinútiles» (los mental e incurablemente enfermos), y cuentes habituales, grupos que muchos alemanes veían con buenos ojos
cómo se pasó de ahi al genocidio étnico. Losadministradores nazis estaban que desaparecieran), los ciudadanos se sentían a menudo más gratifica-
orgullosos de la meticulosidad científica y burocrática con que abordaban dos que amenazados por ella.El resto pronto aprendió a guardar silencio.
estas cuestiones, tan diferente de los desordenados pogromos eslavos, y re- Sólo al final, cuando los aliados y los rusos se aproximaban, cuando las au-
compensaron a los médicos y a los profesionales de la salud pública otor- toridades arremetían contra cualquiera que fuese acusado de derrotismo,
gándoles una amplia autoridad sobre ella.'. Muchos participaron volunta- dirigió el régimen nazi la violenciacontralos alemanes corrientes."
riamente en la «matanza medicalizada» /4 La pauta fascista italiana de violencia fue la contraria de la nazi. Mus-

158 '59

ANATOMíA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

solini derramó más sangre para llegar al poder que Hitler," pero su dicta- No cabe duda de que el terror era algo que aguardaba a los trabajado-
dura fue relativamente snave después de eso. La principal forma de res que ofrecían una resistencia directa. Fueron los cuadros de los partidos
para los disidentes políticos erala residencia forzosa en remotasaldeas comunista y socialista alemanes los que llenaron los primeros campos de
montañadel sur." Unos diez mil adversarios seriosdel régimen fueron en- concentración en 1933, antes que los judíos. Como los socialistas y los co-
carcelados en campos de concentración o en islas del litoral. El régimen munistas estaban ya divididos, no fue difícil para los nazis crear otra división
condenó a muertea sólo nueve opositores entre 1926 y 1940. 80 entre los trabajadores que seguían resistiendo y los que decidieron intentar
Pero debemos evitar el supuesto común de que la dictadura de Musso- vivir una existencia normal. La eliminación de las organizaciones obreras
lini fue más cómica que trágica. Su orden de asesinar a los hermanos Ros" autónomas permitió a los regímenes fascistas dirigirse a los trabajadores in-
selli en Francia en 1937, los elocuentes jefes del movimiento de resistencia dividual y no colectivamente." Los trabajadores, desmoralizados por la de-
democrática más importante, Giustizía e Liberta, junto con el tristemente rrota desussindicatos y partidos, prontoestuvieron atomizados, privados de
célebre asesinato del diputado socialista Giacomo Matteotti en junio sus lugares habituales de sociabilidad y temerosos de confiar en algaien.
1924, marcaron indeleblemente con sangre su régimen. Lajusticia fascista, Ambos regímenes hicieron algunas concesiones a los trabajadores, el
aunquevarios grados menos malévola que la justicia nazi, proclamó tercer instrumento de «contención» de Masan. No se limitarona silenciar-
no menor descaro la «subordinación de los intereses individuales a los co- los,como en las dictaduras tradicionales. Después de la toma del poder, los
lectivos»," y no debemos olvidar la crueldad impresionante de la conquis- sindicatos oficiales disfrutaron de un monopolio de la representación obre-
ta colonialitaliana. 8~ ra. El Frente del Trabajo nazi tenia que preservar su credibilidad prestando
Como en el caso del Tercer Reich, la violencia fascista estuvo dirigida realmente alguna atención a las condiciones de trabajo. El Tercer Reich,
selectivamente contra los «enemigos de la nación»: socialistas, eslavos que no olvidaba la revolución de 1918, estaba dispuesto a hacer absoluta-
ridionales o pueblos africanos que se interpusieron en el camino de la mente cualquier cosapor evitar el paroo las escaseces de alimentos. Cuan-
gemonía italiana en el Mediterráneo. Pudo por ello inspirar más aproba- 3' do la economía alemana se reanimó con el rearme, hubo incluso algunas
ción que miedo. subidas de salarios. Más tarde, durante la guerra, la llegada de trabajado-
La dicotomíapopularidad-terror es, evidentemente, demasiado rígida. res esclavos, que elevó a muchos obreros alemanes a la condición de amos,
Ni siquiera el nazismo se basó sólo en la fuerza bruta. Un descubrimiento proporcionó satisfacciones adicionales.
notable de la investigación reciente es el del escaso aparato policial que Mussolini estaba particularmente orgulloso de cómo se comportaban
cesitó para imponer su voluntad. La Gestapo recibía tantas denuncias lo, trabajadores bajo su Constitución corporativista. La Carta del Trabajo
ciudadanos fanáticos (o envidiosos) que podía arreglárselas con una (1927) prometió que los trabajadores y los patronos se sentarían juntos en
porción de aproximadamente un policía por cada 10.000 o '5. 0 0 0 _'",A.,,,,,!,,, una «corporaciónx por cada ramade la economíay olvidarían la lucha de
danos," muchísimomenos de lo que necesitaba la stasien la República clases al descubrir sus intereses comunes. Pareció algo muy impresionante
mocrática Alemana de posguerra. cuando en 1939 una Cámara de Corporaciones sustituyó al Parlamento.
Losaspectos más interesantes del asunto se sitúanentrelos dos ~ero estosórganoscorporativos estaban dirigidos en la práctica por los pa-
mas de coerción y popularidad. Podría ser instructivo considerar calmo 10' tronos, mientras que las seccionesde los trabajadores estaban separadas y
regímenes fascistas manejaron a los trabajadores, que eransin dudael,... ,:"q excluidas del lugar de trabajo."
tor más recalcitrante de la población. Es evidente que tanto el fasciSlllg \}18 La cuarta forma de «contención» de Masan (instrumentos integrado-
como el nazismo gozaron de cierto éxito en este campo, Según Too res) fue una especialidad de los regímenes fascistas. Los fascistas fueron lo,
son, la máxima autoridad sobre los obreros alemanes bajo el nazismo, maestros del pasado en la manipulación de la dinámica de grupo: el grupo
Tercer Reich «contuvo» a los trabajadores alemanes sirviéndosede cuat( J~venil, la asociaciónpara el tiempo de ocio y las concentraciones del par-
medios: el terror, la división, ciertas concesiones e instrumentos de inte' tido. La presión de los pares era particularmente poderosa en grupos pe-
gración, como la famosa organización destinada altiempo de ocioA1V 'lueños. Allí la mayoría patriótica avergonzaba o intimidaba a los in-
gor por la Alegría (Kraft durch Preude)." Conformistas haciéndoles mantener al menos la boca cerrada. Sebastian

160 161
ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

Haffner recordaba quesu grupode aspirantes a magistrados fue enviado) el) ¡ -~~c- El-réllÍlllennazi despertó también un entusiasmo popular considera-
el verano de 1933) a un retiro en el queestosjóvenes de cultura elevada) rna. bleenAlemania a mediados de la década de 1930. El pleno empleo, unido
yoritariamente no nazis, acabaron fundidos en un grupo mediante rnar, una larga serie de victorias incruentas en política exterior, elevaron el
chas, cantos, uniformes e instrucción. Resistirse parecía inútil: era seguro :púyo alas nazis muy por encima del 44por 100 inicial de las eleccionesde
que sólo podía conducir a la cárcely a poner fin a la soñada carrera profe_ ll1arZO de 1933. Aunque los alemaues refunfuñaban mucho por las restric-
sional. Finalmente comprobó) con asombro, que hasta él mismo alzaba el ciones Yescaseces, y aunque el inicio de la guerra en septiembre de 1939 se
brazo) provisto de W1 brazalete con la cruz gamada, en el saludo nazí.> recibió sombríamente,92 el culto a Hitler estaba exento de la crítica reser-
Estas diversas técnicas de control social tuvieron éxito. Mussolini dis- vada alos burócratas y a los funcionarios del partido.
frutó de amplio apoyo desde 1929 al menos hasta su victoria en Etiopia en Los regímenes fascistas tuvieron un éxito especial con los jóvenes. La
1936." El acuerdo con la Iglesia Católica fue decisivo para este apoyo. Los llegada fascista al poder lanzó una onda de choque que recorrió toda la so-
acuerdos de Letrán firmados por Mussoliniy por el Papa Pío Xl en febre_ ciedad llegando a todos los barrios y aldeas.Los jóvenes italianos yalema-
ro de 1929 pusieron fin a casi sesenta años de conflicto entre el Estado ita- n~ tuvieron que afrontar la destrucción de sus organizaciones sociales (si
liano y el Vaticano, con el reconocimiento mutuo y el pago por parte de procedían de familias socialistas o comunistas) y la atracción de nuevas
Italia de una indemnizaciónsustanciosa por la expropiación de tierras pa- formas de sociabilidad. La tentación de adaptarse, pertenecer y adquirir
pales en 1870. Italia reconoció al catolicismo romano como «lareligión de rango en las nuevas organizaciones fascistas juveniles y de ocio (que anali-
la mayoría de los italianos». El en otrostiempos anticlerical Mussolini, que zaré después más detenidamente) era muy poderosa." Unirse a sus escua-
había escrito una novela juvenil titulada La amante delcardenal y que, con dras unifonnadas y en marcha, sobretodo cuandoel fascismo aún eranue-
veintiún años, en un debate con un pastor suizo,le habíadado a Dios (sies vo, eraun medio de declarar la propia independencia frente a unos padres
que existía) cinco minutos para matarle," se había plegado en '925 a un aburridos y unos hogares burgueses agobiantes." A algunos alemanes e
tardío matrimonioeclesiástico con la que habíasido durante mucho tiem- itillianos jóvenesde logros por lo demás modestos les complacía prosperar
po su compañera, Rachele Guidi, y a bautizar a los hijos de ambos. Enlas aexpensas de otros." Elfascismo era, másplenamente que ningúnotro mo-
elecciones del 24 de marzo de 1929, el apoyo explícito de la Iglesia tuvo vimiento político, una declaración de rebelión juvenil, aunque fuese mu-
como resultado un 98 por 100 de votos favorables a la lista fascista de can- cho más que eso.
didatos (no había ninguna más) al Parlamento." El fascismo pagó a lalar- Difícilmente se podria esperar que las mujeres y los hombres reaccio-
ga un alto precio por la ayuda que prestó la Iglesiapara conseguir el con- nasen del mismo modo ante regímenes que consideraban una prioridad
senso: cuando la liebre del dinamismo fascista se agotó, la tortuga de la importante conseguir la vuelta de las mujeres a las esferastradicionales de
vida parroqnial católica y de la cultura católica pasó poco a poco a conver- las labores domésticas y de la maternidad. Algunas mujeres conservadoras
tirse en la base del Gobierno cristianodemócrata de Italia después de '945· aprobaban esto. Hitler obtuvo una cantidad considerable de voto femeni-
El otro ingrediente de la popularidad de Mussolini en el periodo me- no(aunquesea imposible cuantificarlo con precisión), y los investigadores
dio de su régimen fue la victoria sobre Etiopía en el verano de 1936, que han debatido encarnizadamente sobre si debería considerarse a las muje-
resultaría ser el último de sus éxitos militares. La aprobación popular del res cómplices o victimas de su régimen." Al final las mujeres eludieron los
régimen fascistaitaliano no empezó a disminuir hasta que la política exte- papeles que el fascismoy el nazismo proyectaban para ellas,menos por re-
rior expansionistade Mussolini empezó a cosechar derrotas. ElDuce nece- sistencia directa que, simplemente, por ser ellasmismas, ayudadas por la
sitaba demostrar que mantenía, una «relación especial con la historia», y sociedad moderna de consumo. Los estilos de vida de la era del jazz de-
eso le exigía mantener una política exterior dinámica. Pero, a partir de la mostraron ser más poderosos que la propaganda del partido. En la Italia
derrota de su fuerza blindada de «voluntarios»por los republicanos espa- fascista, Edda Mussolini y otras jóvenes modernas fumaban y exhibían un
ñoles y los voluntarios internacionales en Guadalajara, en las montañas si- estilo de vida independiente, como hacían las jóvenes en todas partes des-
tuadas al nordeste de Madrid, en marzo de '937, la política exterior aportó tinés de la Primera Guerra Mundial, al tiempo que participaban también
más humillación que prestigio al régimen de Mussolini." en lasinstituciones del régimen." La tasa de natalidad italiana no se elevó

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ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

por orden del Duce. Hitler no pudo mantener su promesa de retirar a las. graron habla algunos no judíos (Thomas Mann fue sólo el más fumoso). El
mujeres de la fuerza de trabajo cuando llegó el momento de la moviliza- físico Max Planck consiguió mantenerse activo en Alemania, defender cier-
ción total a causa de la guerra. to ámbito de independencia propia y de algunos de sus colegas, y no perder
A los intelectuales les resultó más tensa la relación con los regimenes el respeto de la comunidad científica internacional. 10] Hubo otros intelec-
fascistas que con los movimientos fascistas iniciales. Tenían buenas razo- tuales destacados (entre ellos el filósofo Martin Heidegger, el sociólogo Hans
nes para sentirse incómodos bajo la autoridad de antiguos combatientes . Preyer" y el jurista Carl Schmítt)?" que hallaron suficiente terreno en co-
callejeros que despreciaban a «los profesores que-examinan las cosas para"-··; mún con el nazismo para aceptar nombramientos oficiales. Dentro del ám-
petados detrás de sus gafas, idiotas que plantean objeciones absurdas a . " bito del compromiso, el acomodo y la reticencia silenciosa que adoptaron la
cada afirmación de la doctrina»." Mucho más aún porque estos regtmenes:; mayoría de los intelectuales, algunas posiciones aún siguen hoy sin estar
consideraban las artes y las ciencias no como un campo de creatividad H;.: claras: ¡saboteó el físico y Premio Nobel Werner Heisenberg el programa de
bre, sino como un recurso nacional sujeto al estricto control del Estado. energía atómica alemán desde dentro, como aseguró, o falló el programa
Como se suponia que los dirigentes tenían poderes mentales sobrehuma- porque no dispuso de financiación suficiente, porque se modificaron las
nos) los militantes fascistas preferían resolver las cuestiones intelectuales prioridades, por la ausencia de colegas judíos importantes corno Lise Meit-
por una reductio ad ducem:" ner y por el error de sobrevaloración del propio Heisenberg acerca de la
Los regímenes fascistas tenían también poder para recompensar a in-' cantidad de plutonio necesaria para operar una pila atómicai'"
telectuales dóciles y famosos con cargos y honores. Donde el régimen esta- Aunque el entusiasmo del público no fue nunca tan total como hablan
ba dispuesto a otorgar un margen notable de libertad de acción a los in- prometido los fascistas a sus aliados conservadores, la mayoría de los ciu-
telectuales) como en la Italia fascista, era posible una amplia gama de reac- dadanos de los regímenes fascistas aceptaron las cosas tal como eran. Los
ciones. Algunos críticos liberales y socialistas rechazaron totalmente casos más interesantes son los de la gente que nunca ingresó en el partido
régimen, afrontando la detención'"" e incluso la muerte,'?' y no tardó en y que incluso puso objeciones a ciertos aspectos del régimen, pero que se
unirse a ellos la eminencia liberal intocable Benedetto Croce; en el otro ex.. acomodó porque los éxitos de éste se correspondieron con algunas de las
tremo, un puñado de intelectuales auténticamente distinguidos, como ·el_: ' COsas que ellos querían, mientras que el resto de las alternativas les pare-
filósofo Giovanni Gentile,'?' el historiador Gioacchino Volpe y el demógra- cían peores. El eminente director de orquesta alemán Wilhelm Purtwan-
fa y estadístico Corrado Gini,"" ofrecieron un apoyo entusiasta. gler fue castigado después de la guerra por haber sido fotografiado junto a
Mussolini nunca necesitó tomar medidas serias respecto a la vida cul- Un Hitler radiante, pero, en realidad, sus relaciones con el régimen nazi
tural, porque la mayoría de los intelectuales aceptaron cierto grado de acoc . fueron complicadas. Nunca ingreso en el partido. Intentó en dos tensas en-
modo con su régimen, aunque sólo fuese parcial y esporádicamente. Res~,'{:¡:< trevistas personales convencer al Führer de que modificase su prohibición
pecto a los signatarios del «Manifiesto de los intelectuales» de Croce, qe-' de la música y los músicos judíos, Fue destituido de algunos de sus cargos
1925,podemos encontrar a noventa de ellos escribiendo para la oficialísim:f'". Como director por insistir en interpretar la música atonal de Hindemith.
Enciclopedia italiana en 1931.10 4 Cuando se exigió a los docentes universita~:;-';,~: Pero compartía las ideas nazis de que «la música surge de fuerzas profun-
rios un juramento de lealtad al régimen en el año académico de 1931-1932>:'; das y secretas arraigadas en el pueblo de la nación»...HJ. especialmente de la
no se negaron más que 11 de un total de 1.200."5 Sólo después de la 1egisJ¡'i'c, nación alemana. Consideraba inconcebible abandonar Alemania o aban-
ción racial de 1938, en la que me extenderé más en el próximo capítulÓ;,i¡t donar sus actividades musicales. Fue sin duda un personaje privilegiado
emigró un número significativo de intelectuales italianos. .,."" bajo el fascismo, porque, a pesar de que Hitler conocía sus reservas, enten-
Los intelectuales afrontaron una presión más intensa en la Alem~W.,~~~,:·, día también 10 suficiente de música como para darse cuenta de que era el
nazi. Los ideólogos nazis intentaron transformar el pensamiento, como·~~i.i~i¡;: mejor director de Alemania."
el caso de la física alemana, que debla suplantar a la «física judía» de Eipsfi1 ¡i! Aceptando acomodos de este género, los regímenes fascistas consiguie-
tein,'?" y el «cristianismo alemán», que debía purgar la doctrina cristiana,d~,¡~~\~ rOnConservar la lealtad de nacionalistas y conservadores que no estaban de
sus influencias judías. Entre el número sustancial de intelectuales que_~Jn!tS~i I
acuerdo con todo lo que estaba haciendo el partido.

164 \ _
"'';.

,,¡J
ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

LA ({REVOLUCIÓN~) FASCISTA ¡._}_~iT~étos, capacidad productiva, orden y propíedad. Obligar a los elemen-
[:;d2·.~6i:productivostradicionales de su país a someterse, quizás; transformar-
La retórica radical de los movimientosfascistas iniciales indujo a muchos 1 ';~;Y~~i<·sin duda; pero abolirlos, no. Los fascistas necesitaban el músculo de
observadores, entoncesy posteriormente, a suponerque,una vez en elpo-' -i~sos bastiones del poder establecido para expresar la vitalidad y la uní dad
der, los regímenes fascistas efectuarían cambios generales y fundamentales /"rertovadas de su puebloen el interior y en el escenario mundial. Los fascis-
en lasbases mismasde la vida nacional. Enla práctica, aunquees indiscu, :-_~tis'querian revolucionar sus instituciones nacionales en el sentido de que
tible que los regímenes fascistas realizaron algunos cambiosimpresionan. >.:querian impregnarlas de energía, unidad y voluntad, pero nunca se plan-
tes, dejaron prácticamente intactas la distribución de la propiedad y la je- tearon abolir la propiedad y las jerarquías sociales.
rarquía económica y social (lo que difería radicalmente de lo que se solía ,- Esa misión fascista de engrandecimiento y purificación nacionalexigía
entender desde 1789por la palabra «revolución»). I~s cambios más fundamentales en la naturaleza de la ciudadanía y en la
Hubo dos factores que limitaron el alcance de la «revolución» fascista. relación de los ciudadanos con el Estado que se planteaban desde las revo-
Poruna parte, ni los programas fascistas iniciales ni la retórica fascista, ni luciones democráticas de los siglos XVIII y XIX. El primer paso de gigante
siquiera en sus aspectos másradicales, habían condenado nunca la riqueza fue subordinar e! individuo a la comunidad. Mientras que el Estado liberal
y el capitalismo de una forma tan directa como podría sugerir una lectura se apoyaba en un pacto de sus ciudadanos para proteger libertades y dere-
precipitada." En cuanto a la jerarquía social, el principio de jefatura del chos individuales, el Estado fascista encarnaba el destinonacional, en cuyo
fascismo la reforzaba en la práctica, aunque el hecho de que propugnase la servicio alcanzaban su plenitud máxima todos los miembros de! grupo na-
sustitución de la agotada eliteburguesa por los «hombres nuevos» fascistas donal. Hemos visto que ambos regímenes hallaron algunos intelectuales
pudiese poner en cierto peligro las posiciones heredadas. Pero el puñado no fascistas distinguidos dispuestos a apoyar su posición.
de auténticos marginados fascistas se integró en su mayoría en las organi- En los estados fascistas, los derechos individuales no tenían ninguna
zaciones paralelas. existencia autónoma. El Estado de Derecho (el Rechsstaat, el État de droit)
El alcance del cambio fascista limitó, además, la desaparición de mu- se desvaneció, junto con los principios del procedimiento debido,por los
chos radicales durante el periodo de arraigo y de llegada al poder. Cuando que se garantizaba al ciudadano un trato equitativo en los tribunales de
los movimientos fascistas pasaron de la protesta y la agrupación de re- justicia y en los organismos del Estado. Un sospechoso absuelto por un tri-
sentimientos dispares a la conquista del poder, con sus correspondientes bunal alemán podía ser detenido de nuevo por agentes del régimen en la
alianzas y compromisos, cambiaron susprioridades, junto con sus funcio- puerta deljuzgado y enviado a un campo de concentración sin más trámi-
nes.Dejaron de interesarse tantopor agrupar a los descontentos y pasaron te legal." Un régimen fascista podia encarcelar, expoliar e incluso matar a
a centrarse másen movilizar y unificar energías nacionales parael resurgir sus habitantes a voluntad y sin limitación. Ante esta transformación radi-
yel engrandecimiento de la nación. Esto les obligó a incumplir muchas de cal de la relación de los ciudadanos con el poder público palidece todo lo
las promesas que habían hecho durante los primeros años de reclutamien- demás.
to fascista alos socialy económicamente descontentos. Losnazis en partí- Se sigue de ello, casicomo en un proceso de degradación, que los regí-
cular incumplieron las promesas que habían hecho a los pequeños campe- menes fascistas no contenían mecanismos mediante los cuales pudiesen
sinos y los artesanos, que habían sido el puntal de su base electoral, para los ciudadanos elegir a representantes o inflnir de algún otro modo en la
favorecer la urbanización y la producción industrial."? forma de gobierno. Losparlamentos perdieron poder, las elecciones se sus-
A pesar de hablar a menudo de «revolución», los fascistas no querían tituyeron por plebiscitos y ceremonias de afirmación, y se otorgaron pode-
unarevolución socioeconómica. Querían una «revolución del alma» y una res dictatoriales casi ilimitados a los caudillos.
revolución en la posición de su pueblo dentro de la jerarquía del poder Los fascistas afirmaban que la división y la decadencia de sus comuni-
mundial. Se proponían unificar, vigorizar y potenciar a su nación deca- dades se debían a la política electoral y, sobre todo, a los preparativos de la
dente, reafirmar el prestigio de la romanita, o del Volk alemán, o la hunga- izquierda para la guerra de clases y la dictadura del proletariado. Los fas-
ridad u otro destino de grupo. Consideraban que necesitaban para ello cistas no creían que las comunidades afligidas por estemal pudiesen unifi-

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ANATOMíA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

carse por el libre juego de unos intereses humanos armoniosos por natu.. y principios de "939, las Juventudes Hitlerianas ampliaron su porcentaje en
raleza) como habían creído los liberales. Había que unificarlos mediante el grupo de edad comprendido entre los diez y los dieciocho años del 1 por
U8
actuación del Estado, valiéndose de la persuasión y la organización si era 100 al 87 por 100. Cuando los ciudadanos de un Estado fascista salían al
posible, utilizando la fuerza en caso necesario. Era una tarea que exigíalo mundose encontraban con que el régimen controlaba tambiénsusactivida-
queel sociólogo francésÉmile Durkheim llamó «solidaridad orgánica», en desdurante el tiempo de ocio: el Dopolavoro en Italia y el Kraft durch Freu-
vez dela «solidaridad mecánica». Losregímenesfascistas contaban por ello de en Alemania.
con múltiples organismos para moldear a la ciudadanía y adaptarla a una De hecho, los regímenes 'fascistas intentaron rediseñar tan radicalmen-
comunidad integrada de duros y disciplinados combatientes. El Estado te las fronteras entre lo público y lo privado que casi desapareció la esfera
fascista se interesaba especialmente por la formación de la juventud, ha- privada. Según Robert Ley,jefe del Departamento de Trabajo nazi, en el Es'
ciendo todo lo posible por disponer del monopolio de esta función (una tado nazi no había más individuo privadoque el que estuviese dormido.:"
cuestión que provocó muchos conflictos entre los regímenes fascistas y la Para algunos observadores este esfuerzo por que la esfera pública devore
Iglesia católica). del todo a la privada es en realidad la esencia misma del fascismo.?" No hay
Los regimenes fascistas emprendieron la tarea de fabricar el hombre duda de que se trata de un rasgo fundamental en el que los regímenes fas-
nuevo y la mujer nueva (cada uno en su esfera). Los sistemas educativos cistas difieren profundísimamente del conservadurismo autoritario) y aún
fascistas tenían como tarea primordial crear a hombres y mujeres «nue- más del liberalismo clásico.
VOS») quefuesen al mismo tiempo combatientes y súbditos dóciles. Los sis- En esta visión de unidad nacional obligatoria no había margen alguno
temas educativos de los estados liberales, además de su misión de ayudar a para librepensadores ni parasubcomunidades autónomas independientes.
los individuos a desarrollar su capacidad intelectual, también se dedicaban Las iglesias, la masonería, los sindicatos o las asociaciones basadas en la
ya a formar a los ciudadanos. Los estadosfascistas podían valerse de las es- clase, los partidos políticos, todos ellos eran sospechosos de sustraer algo
tructuras y el personal del sistema educativo existente; bastaba con hacer delavoluntad nacional." Habíabasesen ello paraun conflicto intermina-
más hincapié en los deportes y en la formación fisica y militar. Algunas de ble con los conservadores además de con la izquierda.
las funcionestradicionales de las escuelas fueron absorbidas, sin duda) por' Losregímenesfascistas, en el cumplimiento de su misión de unificar a
organizaciones paralelas del partido,como los movimientos juveniles obli- lacomunidad dentro de una esfera pública omnipresente) disolvieron los
gatadas. Enlos estadosfascistas todos los niños debían apuntarse automá- sindicatos y los partidos socialistas. Esta amputación radical de 10 que ha-
ticamente a organizaciones del partido que estructuraban sus vidas desde bíasido la representación obrera normal) encuadrada como estaba en un
la infancia hasta la universidad. Cerca del 70 por 100 de los italianos de proyecto de plenitud nacional y de economía dirigida, alejó a la opinión
edadescomprendidas entrelos seis y los veintiún años de las ciudades nor-": pública menos que la pura represión militar o policial al estilo de las dicta-
teñasde Turín, Génova y Milánpertenecíana organizaciones juveniles fas- duras tradicionales. y) de hecho)los fascistas tuvieron cierto éxito en la ta-
116
cistas" aunquela proporción eramucho menor en el sur subdesarrollado. rea de reconciliar a algunos trabajadores con un mundo sin sindicatos ni
Hitlerestaba aún más decidido a apartar a los jóvenes alemanes de sus partidos socialistas, aquellos que sustituyeron voluntariamentela solidari-
cializadores tradicionales (padres, maestros) iglesias) y sus diversiones dad proletaria frente a los patronos capitalistas por la ídentidad nacional
pontáneas tradicionales. «Estos muchachos-explicó al Reichstag el 4 frente a otros pueblos.
diciembre de 1938-ingresan en nuestra organización a la edad de El tema de la degeneración cultural fue una cuestión tan importante
años y reciben por primera vez una bocanada de aire fresco; luego) para los fascistas que algunos autores lo han situado en el centro del deba-
tro años más tarde, pasan de la Iungvolk a las Juventudes Hitlerianas y te. Los regímenes fascistas procuraron todos ellos controlar la cultura na-
les tenemos durante otros cuatro años. Y luego estamos menos di,¡pt¡eS1tóS cional desde arriba) purificarla de influencias extranjeras y conseguir que
aún avolvera dejarlos en manos de los que crearon nuestras barreras "eaO'-'-'e' ayudase atransmitir el mensaje de unidady de resurgir nacional.Descifrar
se y de condición, y los incorporamos inmediatamente al partido, al Fre,ute\"I- los mensajes culturales de las ceremonias) las películas) las representacio-
delTrabajo, a las SAo alas SS...yasí sucesivamente»." Entrefmales nes y las artes visuales fascistas se ha convertidohoy en el campo de inves-

168
ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

tigación más activo sobre el fascismo.?' La «lectura» de la escenografía fas. 'cc-uc.ei(lSY empresarios italianos y alemanes se adaptaron bien a trabajar con
cista, aunque ingeniosa, no debería inducirnos a pensar que los regímenes regímenes fascistas, almenas los que se beneficiaban de los frutos de!
fascistas consiguieron establecer una homogeneidad cultural monolítica. rearme y la disciplina laboral y de! considerable papel que se les otorgaba
La vida .cultural en los regímenes fascistas siguió siendo un complejo mo- en la dirección económica. La famosa organización económica corporati-
saico de actividades oficiales, actividades espontáneas que los regímenes -vista de Mussolini, en particular, estaba dirigida en la práctica por empre-
toleraban e incluso algunas i1icitas. El 99 por 100 de las películas produci- sarios y hombres de negocios destacados.
das durante el régimen nazi era entretenimiento liviano sin contenido pro- Peter Hayes 10 expone sucintamente: el régimen nazi y el empresariado
pagandístico manifiesto (no es que el contenido fuese inocente, por su- tenían «intereses convergentes pero no idénticoss.:" Lasáreasde acuerdo in-
puesto ).123Unos cuantos artistas judíos protegidos aguantaron hasta fechas cluíantrabajadores disciplinados, contratos de armamento lucrativos y estí-
notablemente tardías en la Alemania nazi, y el director y actor abiertamen. roulos a la creación de empleo. Las áreas importantes de conflicto incluían
te homosexual Gustav Gründgens se mantuvo en activo hasta el final.l24 controleseconómicos del Cobiemo.Iímites al comercio yel elevado coste de
En ningún campo difieren más las propuestas de! fascismo inicial de lo la autarquía,la autosuficiencia económica con la que los nazis tenían la es-
que hicieron en la práctica los regímenes fascistas que en la política econó- peranza de superar las escaseces que habían hecho perder a Alemania la Pri-
mica. Éste fue el terreno en el que ambos caudillos fascistas hicieron más mera Guerra Mundial. La autarquía exigía costosos sustitutos (Ersatz) de
concesiones a sus aliados conservadores. De hecho, la mayoría de los fas- productos que antes se importaban, como e! petróleo y e! caucho.
cistas (sobre todo una vez que tuvieron e! poder) consideraban la política Los controles económicos perjudicaban a las empresas más pequeñas y
económica sólo un medio de conseguir los fines fascistas) más importan- a las que no participaban en el rearme. Las limitaciones al comercio crea-
tes, de unificar) expandir y dinamizar la comunidad.t" La política econó- ron problemas a elnpresas que habían obtenido anteriormente importan-
mica tendía a estar condicionada por la necesidad de preparar y desenca- tes beneficios con las exportaciones. El gran conglomerado químico 1. G.
denar la guerra. La política estaba por encima de la economía.:" Farben es un exce!ente ejemplo: antes de "933 había prosperado en e! co-
Se ha gastado mucha tinta debatiendo sobre si el fascismo representó . mercio internacional; después de "933, los directivos de la compañía se
una forma de capitalismo en situación de emergencia o un mecanismo adaptaron a la autarquía de! régimen y aprendieron a prosperar notoria-
ideado por los capitalistas mediante el cual e! Estado fascista (su agente) mente participando en el rearme alemán.:"
disciplinó la fuerza de trabajo de un modo que no era capaz de hacer nin- El mejor ejemplo de! gasto de sustitución de importaciones fue la Her-
guna dictadura tradicional. Hoy está muy claro que e! empresariado puso mann Goering Werke, creada para fabricar acero a partir de mineral de ca-
frecuentes objeciones a aspectos específicos de las políticas económicas lidad inferior y de lignito de Silesia. Los fabricantes de acero se vieron obli-
fascistas, en ocasiones con éxito. Pero la política económica fascista res- gados a ayudar a financiar esta operación, a la que plantearon fuertes
pondía a prioridades políticas, y no a la racionalidad económica. Tanto objeciones.?"
Mussolini 'como Hitler tendían a pensar que la economía podría someter- Los hombres de negocios tal vez no consiguiesen todo lo que querían
se a la voluntad de! gobernante. Mussolini volvió al patrón oro y revaluóla de la economía controlada nazi, pero lograron mucho más que los radica-
lira a noventa por libra esterlina en diciembre de 1927por razones de pres- les del Partido Nazi. En junío de "933, atto Wagener, un «viejo combatien-
tigio nacional) y pese a las objeciones de su propio ministro de Finanzas."? te» que se había convertido' en jefe de la sección de política económica del
El fascismo no fue la primera elección de la mayoría de los empresarios partido y que se tomaba lo suficientemente en serio su nacionalsocialismo
y hombres de negocios, pero la mayoría de ellos 10prefirieron a las posibles como para querer sustituir el «espíritu egoísta de beneficio de la persona
alternativas en las condiciones especiales de 1922 y 1933: el socialismo o un por e! esfuerzo común en interés de la comunidad», pareda probable que
sistema de mercado disfuncional. Así que aceptaron mayoritariamente la se convirtiese en ministro de Economía. Hermann Goering, el dirigente
formación de un régimen fascista y se acomodaron a sus exigencias, apar- nazí más próximo al empresariado, marginó habilidosamente a Wagener
tanda a los judíos de la administración y la dirección y aceptando onero- comunicándole a Hitler que había estado haciendo campaña dentro de la
sos controles económicos. Con e! tiempo, la mayoría de los hombres de ne- jefatura nazi para ese nombramiento. Hitler, que se enfureda ante la más

17 0 171
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ANATOMÍA DEL FASCISMO EL EJERCICIO DEL PODER

leve incursión en su autoridad para nombrar a ministros, le expulsó vidade la comunidad. Fue contrarrevolucionario, sin embargo, respecto a
partido y nombró para el cargo al doctor Kurt Scbmitt, director de Auranz. proyectos tradicionales de la izquierda, como las libertades individuales,
la mayor compañíade seguros deAlemania. los derechos humanos, el procedimiento debido y la paz internacional.
El radicalismo económico nazi no desapareció, sin embargo. Los En suma, el ejercicio fascista del poder se desarrolló a través de una coa-
cutivos de las empresas de seguros privadas nunca dejaron de combatir los lición compuesta por los mismos elementos en la Italia de Mussolini que
intentos de radicales nazis para sustituidas por mutualidades sin ánimo de en la Alemania nazi. Fue el peso relativo del caudillo, el partido y las insti-
lucrodentrode cadasector económico: el seguro «vólkisch». Losradicales tuciones tradicionales lo que diferenció un caso del otro. En Italia el Esta-
hallaron algunos nichos para las aseguradoras públicas en empresas de las do tradicional acabó imponiéndose al partido, principalmente porque
SS en los territorios ocupados y en el Frente del Trabajo, pero las asegura- Mussolini temía a sus propiosseguidores másmilitantes, a los ras localesy
doras privadas maniobraron con tanta habilidad dentro del régimen, que," a sus escuadristas. En la Alemania nazi el partido pasó a dominar al Estado
a algunos de ellos les disgustaba, que acabaron haciéndose con un 85 por ya la sociedad civil, sobre todo después del inicio de la guerra.
100 del mercado, incluyendo pólizas sobre el Berghof de Hitler, el Karinhall!: Los regímenes fascistas funcionaron como un epoxy: una amalgama
de Goering y las fábricas de trabajo esclavo de Auschwítz y de otros luga- ' de dos agentes muy distintos, el dinamismo fascista y el orden conserva-
res.?' La mayor parte de los radicales del movimiento nazi en el sector dor, coaligados por su hostilidad compartida hacia e1liberalismo y la iz-
económico dimitieron (como atto Strasser), perdieron influencia (como quierda, y por una voluntad compartida de no detenerse ante nada. para
Wagener) o fueron asesinados (como Gregor Strasser). Los «sindicalistas destruir a sus enemigos comunes.
integrales» italianos perdieron influencia (como Rossoni) o abandonaron
el partido (como Alceste de Ambris).
A cortoplazo, al hundirse laseconomíasliberales aprincipios dela dé-
cada de 1930, las economías fascistas pudieronparecer más capaces quelas
de lasdemocracias de realizar la dura tarea de reconciliar a laspoblaciones'
c~n unadisminución del consumo personalque permitiese una tasa supe-
flor de ahorro e inversión, sobre todo en el campo militar. Pero hoy sa-
bemos que nunca consiguieron alcanzar los índices de crecimiento de la
Eu~opa de posgu~rra, ni los de la de antesde 1914, ni inclusolos que consi-
guieron, voluntaria y tardíamente, algunas de las democracias con la mo-
vilización total en el periodo bélico. Esto hace difícil aceptar la definicióll'
del fascismo Como una «dictadura desarrollista» apropiada para naciones" I
de desarrollo industrial tardío." Los fascistas no querían desarrollar Ia; I"
economíasino prepararse para la guerra, aunquenecesitasen paraello ace~'_;~t; ,1
lerar la producciónde armamento. --c: I
Los fascistas tenían que hacer algo respecto a la segnridad social. En I
Alemania, los experimentos de la República de Weimar en ese campo ha.-,_>,> 1
bían resultado demasiado caros después de la Depresión de '9 29. Los naziS",:}", 1
los recortaron y pervirtieron mediante formas raciales de exclusión. PeiQi::;~:?
ningún régimen fascista intentó desmantelar la segnridad social públi~i#,j,
(como podrían haber hecho los simples reaccionarios). ',}':W¡
Elfascismo fue revolucionario en sus concepcionesradicalmente nt1~K~S':~~;~
vas de ciudadanía, de la forma en que los individuos participabanen. '

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