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Universidad Autónoma

de Nuevo León

Facultad de Ciencias Químicas


INGENIERÍA QUÍMICA

INTRODUCCIÓN A LA INGENIERÍA QUÍMICA


Historia de la Química: ¡SAQUEN EL PLOMO!

M.C. Norma Tiempos Flores

Karla De la Garza
Matricula 1693821
Eduardo Ávalos
Matricula 1431811
Grupo. 004

Ciudad Universitaria N.L a 3 de Septiembre de 2013


Historia de la química: ¡Saquen el plomo!

Tomas Midgley, fue un notable inventor nacido el 18 de mayo de 1889. En 1917 se unió a
la compañía Dayton Engineering Laboratories.

A principios de 1900 los motores de automóvil sufrían de un golpeteo. El problema era más
que una molestia: de repente los motores perdían potencia e incluso podían destruirse.

La gasolina de algunas fuentes de petróleo no originaba este problema, pero resultaba ser
muy cara y de alto octanaje, alto contenido de benceno y tolueno. La industria automotriz
norteamericana se interesó en la fabricación de motores más potentes que pudieran operar
con combustible de bajo octanaje y que fueran económicos.

General Motors contrató a la compañía Dayton Engineering Laboratories para resolver


este problema. Midgley no tenía conocimientos de petroquímica así que primero se
propuso a entender el origen del problema e improvisó una cámara fotográfica de alta
velocidad. Cuando filmó el motor en funcionamiento descubrió que el problema se debía
una explosión prematura del combustible en el cilindro. Supuso que la adición de un
colorante a la gasolina haría que el combustible frente a la llama absorbiera mejor la
energía radiante y que así se vaporizaría más rápido.

Así que decidió probar con yodo, el cual resolvió el problema después de que se añadió a
la gasolina. Pero había un nuevo problema, el yodo era corrosivo, oloroso y caro. Así que
se dio a la tarea de investigar uno a uno alrededor de 30,000 compuestos y así fue como
descubrió la anilina, que resultó ser más económica que el yodo y funcionaba mejor, pero
aún seguía siendo altamente tóxica, corrosiva y maloliente. En 1921 descubrió compuestos
de Selenio y Telurio que eran compuestos antidetonantes.

También observó que casi todos los compuestos antidetonantes que había descubierto
estaban juntos en la esquina inferior derecha de la tabla periódica. Presintió que el tetra
etilo de plomo podría ser la solución. Este compuesto mejoró el desempeño del motor,
incrementó el kilometraje y solucionó el problema del golpeteo de raíz.

Alrededor de 1930 se dedujo que el plomo se acumulaba en el cuerpo y envenenaba a los


trabajadores que estaban expuestos a él. En 1924 seis trabajadores de la planta murieron
por envenenamiento con plomo.

En 1925, el inspector general de salubridad ofreció una explicación pública del tema.
Algunos representantes de la industria argumentaron que las muertes fueron simplemente
accidentes.

Científicos independientes continuaron el ataque en contra de los empresarios, afirmaron


que los estudios propuestos para demostrar la seguridad del etilo tenían serias
deficiencias. Pero fueron considerados junto con los demás que combatían en contra de la
industria automotriz y petroquímica de sufrir una mezcolanza de feminismo, socialismo y
pacifismo.

Los conductores estadounidenses hicieron caso a los anuncios de “Pon un tigre en tu


tanque”, que promovían gasolinas con plomo de alto octanaje. Para 1960, cerca del 90%
de toda la gasolina vendida en Estados Unidos contenía tetraetilo de plomo. El plomo no
solo estaba en la gasolina sino también en diversas sustancias de uso cotidiano por lo que
se ingerían aproximadamente cerca de 20 toneladas de plomo al año.

Todo cambio, en parte gracias a un químico muy entusiasta, Clair Patterson quien trabajo
en el proyecto Manhattan en Oak Ridge National Laboratories. Ahí aprendió las técnicas de
espectroscopia de masa que se utilizaban para aislar los isotopos, en particular en la
desintegración de uranio en plomo a fin de medir la edad de la Tierra. Durante 7 años tuvo
problemas, porque su laboratorio estaba contaminado con plomo de una manera increíble.
En el proceso para descontaminar su laboratorio, descubrió que cada día los materiales
contenían mucho más plomo del que se pensaba. En 1963 publicó un artículo histórico en
el que mencionaba que incluso la nieve de los inmaculados parques nacionales contenía
altos índices de plomo debido a la actividad humana. Después de la presentación de su
artículo, los ejecutivos de Ethyl se presentaron en su oficina. Después de una discusión, el
hombre fue despedido.

La presión para que abandonara su trabajo fue muy intensa. Pero una reunión casual con
un toxicólogo, Harriet Hardy, lo convenció de que había niños muriendo por
envenenamiento con plomo. En 1965, Patterson público un artículo que arremetía contra la
industria de aditivos con plomo, en el que afirmaba que los niveles de plomo en humanos
habían aumentado drásticamente en los últimos 20 años, que todas las personas estaban
expuestas de una forma peligrosa a altos niveles de plomo.

A partir de esto, las líneas de combate fueron trazadas. Una conferencia sobre el plomo en
el ambiente presentada a finales de 1965 término con Ethyl Corporation, que público una
declaración que enfatizaba “las dificultades económicas que causaría la desaparición del
plomo antidetonante”

Después de esto se desatollaron nuevas tecnologías para fraccionar el petróleo en


combustible de alto octanaje, rico en hidrocarburos ramificados y aromáticos. A medida
que el público cambiaba sus autos viejos por nuevos, el uso de gasolina con plomo se fue
a pique, así como los niveles de plomo en la sangre y en los cascos polares.

Todavía hay polémica acerca de los aditivos para las gasolinas. La gasolina elaborada por
craqueo tiene alto contenido de benceno, del cual se sabe bien que produce cáncer. Se
han mezclado aditivos oxigenados para combustible, en gasolinas para reducir las
emisiones perjudiciales. Hasta la fecha, continúa la búsqueda de combustibles seguros y
eficientes para el transporte

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