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CONSECUENCIAS DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE

El proceso de independencia de Chile tuvo variadas consecuencias sociales,


políticas y económicas.
1. La división de la sociedad chilena: Una vez finalizado el proceso de
independencia, las autoridades tuvieron que emprender la difícil tarea de iniciar una
nueva etapa: Organizar la naciente república, esto generó una serie de conflictos
que desembocarían, entre los años 1829 y 1830, en una guerra civil.
Organizar una estructura política y económica no sería fácil, puesto que la relación
entre las autoridades políticas y religiosas era conflictiva por el recelo que tenían de
las ideas liberales que sustentaron la independencia y además por el desacuerdo
con muchas de las medidas adoptadas por O’Higgins. Además, la situación
geográfica y social de Chile de aquella época agravaba la situación con una
población mayoritariamente rural y una clase popular aun no incorporada totalmente
al nuevo Chile y resentida por su forzoso reclutamiento militar durante la patria vieja.
2. El costo de la guerra: Para las nuevas autoridades políticas, la emancipación
debía ser sinónimo de crecimiento tanto en la industria como del comercio.
Pensaban que, al romper con el sistema mercantilista impuesto por España, las
exportaciones serian mejor valoradas internacionalmente.
Sin embargo, el país no se encontraba preparado para ello, por un lado, estaba la
deuda producto de los préstamos para financiar las campañas militares; y, por el
otro, el campo chileno estaba muy destruido puesto que el área agrícola fue
escenario de las principales batallas. Y más aún, gran parte de las bajas
correspondieron a peones de las haciendas, lo que produjo escasez de mano de
obra para el sector rural. Solo la minería tuvo una constante actividad y no se vio
mayormente alterada.
3. El nuevo papel político de los militares: La presencia de los militares en la historia
chilena ha sido un hecho recurrente desde los primeros pasos como nación
independiente hasta el gobierno de Manuel Bulnes; fueron hombres de armas,
algunos de ellos formados en la rigurosidad del cuartel y otros herederos de la
tradición militar que se forjo en territorios del sur como resultado del enfrentamiento
entre españoles y mapuches.
El ejército surgió con el estado republicano y desde el gobierno de O’ Higgins existió
cierto autoritarismo militar, el cual fue necesario para derrotar cualquier intento
contrarrevolucionario de los realistas o bien para enfrentar las luchas internas de las
diferentes fracciones de la burguesía chilena, lo que desemboco el caudillismo
militar que estuvo al servicio de los diferentes sectores de la clase dominante.
4. La inserción en el concierto internacional: Luego de alcanzada la independencia,
Chile comenzó el proceso de reconocimiento de su calidad de Estado independiente
para insertarse en el concierto internacional de la época. El primero, como hemos
visto, fue Estados Unidos; luego lo harían la Santa Sede (1840), España (1844), y
más adelante Francia, Gran Bretaña y los nuevos Estados americanos
independizados de España. Paulatinamente, nuestro país tuvo cada vez más
presencia en el concierto internacional, especialmente a partir de 1830 en que
alcanzo un rango político superior excepcional, pues llego a ser reconocido
internacionalmente de una manera que puede parecer un poco exagerada: como
una “Republica modelo de Sudamérica”.
Chile fue modernizándose y creciendo económicamente. A partir de la década de
1840, comienzan a desarrollarse nuevas actividades que otorgaron dinamismo a la
población, y con ello el proceso económico se aceleró a partir de los años 1860
siendo reconocido internacionalmente a través del desarrollo de la minería, las
exportaciones de trigo, y la llegada de la población inmigrante.
LA ORGANIZACIÓN DE LA REPUBLICA
En Chile, luego de superadas las dificultades iniciales del proceso de organización
y resueltas las diferencias en 1829, quedo el camino despejado para la organización
definitiva del Estado republicano. Este proyecto político se originó en el diagnóstico
que los intelectuales criollos desarrollaron a partir de sus viajes a Europa a fines del
siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, en su análisis comparativo de la realidad
nacional con la del viejo continente, es así como la elite ilustrada concluyo que el
país, con un territorio prospero en recursos naturales, carecía de una población
capaz de comprender las necesidades del nuevo Estado.
Para generar un proyecto republicano similar al de los países europeos se debía
educar a la población, y además, fomentar la inmigración extranjera con el propósito
de contribuir esta tarea.
ETAPA DE BUSQUEDA Y DE APRENDIZAJE
Tras la abdicación de O’Higgins sobrevino un periodo histórico que fue bautizado
como “Anarquía”. En rigor, este periodo debe llamarse “Organización de la
república”.
1.Continuidad y cambio: Entre 1823 y 1830, Chile vivo una etapa de búsqueda de
la fórmula adecuada para crear una institucionalidad acorde a los intereses del país.
En la primera parte de esta etapa es posible hablar de una especie de “Anarquía
constitucional”, pero no de anarquía política.
La dificultad de organización del país se convirtió en una fuente de interpretaciones
erróneas de la realidad histórica, geográfica, social y cultural que, finalmente
llevaron a la crisis política. No hubo mala fe de aquellos primeros legisladores, sino
que una falta de experiencia cívica y política, permitiendo así que esta etapa sea un
periodo de aprendizaje, formándose así pequeños grupos: federalistas, libérales
sueltos, pipiolos, pelucones, estanqueros y o´higginistas.
2. La nueva noción de Estado de Chile: en 1823, al iniciarse el gobierno de Ramon
Freire, la clase política se enfocó en la organización del país, pero esta se abordó
sin experiencia y en un escenario lleno de dudas e incertidumbres. Sin embargo, a
pesar de los problemas, estos años significaron una etapa de aprendizaje político,
y que no solo ordenaría a la población desde la legalidad y la institucionalidad, sino
que también regularía las costumbres sociales.
3.Las corrientes de pensamiento: Durante este periodo 1823- 1830 se desarrolló en
Chile una serie de corrientes de pensamiento en cuanto a la organización del nuevo
Estado, situación que dio origen a enfrentamientos entre los miembros de la clase
dirigente.
Se proponían desde sistemas copiados de modelos extranjeros como: El
federalismo de los Estados Unidos de América del Norte hasta sistemas más
conservadores, pasando también por modelos liberales que eran influidos por ideas
procedentes de Europa Occidental.
Esta situación de confrontamientos de modelos políticos incompatible llego a la
crisis en 1829, que culminó con el triunfo conservador de 1830 y la imposición de
un modelo de Estado centralizado y un gobierno con un fuerte carácter autoritario.
LOS GOBIERNOS ENTRE 1823 Y 1829
Como hemos visto, las dificultades iniciales del nuevo orden republicano y la
inexperiencia de la elite criolla condujeron a un periodo de inestabilidad política en
el que sucedieron diversos gobiernos.
1.Ramon Freire (1823-1826): Sucesor de O’Higgins, fue el último que gobernó como
Director Supremo. Entre los sucesos más importantes de su mandato están la
abolición de la esclavitud en Chile, la incorporación definitiva de Chiloé y la firma del
Tratado de Tantauco en 1826.
Se promulgo la Constitución de 1823, ordenamiento jurídico redactado por Juan
Egaña. Pero esta Constitución resulto ser más una especie de código moral que un
texto jurídico, razón por la cual fue apodada Constitución moralista. En esta época
se presentaron los primeros problemas en las relaciones Iglesia- Estado, con la
llegada del vicario apostólico monseñor Juan Muzzi.
Freire intento pagar la deuda contraída por Chile con Inglaterra a raíz del préstamo
solicitado por O’Higgins, con las ganancias que produciría el estanco de tabaco y
artículos entregado a la Compañía Comercial “Portales, Cea y Cía.”. Pero resultó
ser un fracaso.
2.Blanco Encalada, Eyzaguirre y Freire (1826-1827): Durante la corta gestión de
Manuel Blanco Encalada, el primer gobernante chileno que utilizo el título de
presidente de la Republica, se preocupó de implementar en Chile un sistema
federal de organización administrativa. De esta manera, aprobaron ocho artículos
de la nueva constitución con el nombre de “Leyes Federales”, que organizaba al
país bajo un sistema similar al de EE UU de Norteamérica, cuyo gestor fue José
Miguel Infante, que resultó ser un completo fracaso.
Entre septiembre de 1826 y enero de 1827, el presidente Agustín de Eyzaguirre
debió enfrentar una de las peores crisis políticas de la época, agravadas ante el
fracaso del federalismo.
Lo sucedió Ramon Freire, quien ejerció el poder solo hasta mayo de 1827, pese a
que no quería el mando, igualmente intento gobernar, pero finalmente renuncio ante
la presión de Infante y sus colaboradores que buscaban el federalismo y no la
autoridad del presidente de la Republica.
Ante su renuncia, tomo el cargo Francisco Antonio Pinto, quien se hizo cargo de la
presidencia.
3.Francisco Antonio Pinto (1827-1829): Abogado de tendencia liberal y de
reconocida trayectoria, fue un hombre de armas en la lucha por la Independencia.
Durante su mandato se preocupó especialmente, de fundar una serie de escuelas
de primeras letras. Además, al terminar con el federalismo, en su gobierno aprobó
una carta fundamental conocida como “Constitución Liberal de 1828, redactada por
José Joaquín de Mora y Melchor de Santiago Concha.
En efecto, entre otras disposiciones, esta constitución establecía el cargo de
vicepresidente de las Republica, por elección popular y además una moderada
libertad de culto.
4. Las constituciones entre 1823 y 1828:
- La constitución moralista de 1823: Dictada durante el gobierno de Ramon Freire,
redactada por Juan Egaña, estableciendo que el Estado de Chile era unitario y que
la soberanía residía en la nación. El texto constitucional pretendía unificar la política
y la moral en un mismo cuerpo legal, pero resulto impracticable por su confusión.
- Las leyes federales de 1826: Su principal impulsor fue José Miguel Infante, quien
trato de aplicar en Chile el sistema federal de EEUU, creando el cargo de
presidente de la Republica- asumido por Blanco Encalada- y establecía la división
del país en ocho provincias: Coquimbo. Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule,
Concepción, Valdivia y Chiloé. Pero Chile no estaba preparado para organizarse
como un Estado federal.
- Constitución de 1828: Redactada por José Joaquín de Mora y Melchor de Santiago
Concha, promulgada por Francisco Antonio Pinto y Conocida como “Constitución
Liberal”, representó una solución entre las tendencias liberales y federales.
Establecía un Poder ejecutivo, encabezado por el presidente de la Republica,
elegido por votación directa con un periodo de 5 años, sin reelección inmediata;
designaba ministros. El Poder Legislativo residía en las cámaras de senadores y
diputados.
Por otra parte, mantenía la religión católica como la única del Estado. Esta carta
legislo acerca de la Nación, la Nacionalidad y la ciudadanía; consagro derechos
imprescindibles e inviolables del hombre y represento un paso definitivo hacia la
organización definitiva de la Republica.
5. Revolución: batallas de Ochagavía y Lircay
El conflicto constitucional relacionado con la elección del vicepresidente de la
Republica provocaría el alejamiento de Pinto de la presidencia y el enfrentamiento
de pipiolos y pelucones, quienes se encontraron, en diciembre de 1829, en la batalla
de Ochagavía que termino sin vencedores. El poder recayó entonces en Francisco
Ruiz Tagle y como vicepresidente José Tomas Ovalle.
El enfrentamiento final entre pelucones (liderados por José Joaquín Prieto) y
pipiolos (liderados por Ramon Freire) se produjo el 15 de abril de 1830, en la batalla
de Lircay, cerca de la ciudad de Talca. Los conservadores, a partir de su triunfo en
Lircay, se afianzaron en el poder y se abocaron, una vez más, al desafío de dar
solución a los problemas derivados de nuestro proceso de aprendizaje político.
EL IMAGINARIO PAIS DE LA ELITE CONSERVADORA
Los conservadores concibieron un Estado fuerte y Centralizador, que recogiera lo
mejor de la tradición colonial y agregara a ella los beneficios de la modernidad
europea.
1.Los precursores: José Tomas Ovalle y Diego Portales; Comenzó la era
conservadora y asumió la presidencia en abril de 1830, ante la renuncia de
Francisco Ruiz Tagle. Ovalle obtuvo del Congreso facultades extraordinarias y conto
con la vital ayuda de Diego Portales para sentar las bases del orden conservador.
También conto con Manuel Rengifo para manejar la precaria situación económica
del país.
Debido a su salud, Ovalle abandono la presidencia en marzo de 1831 y falleció
semanas más tarde. Su sucesor, el vicepresidente Fernando Errazuriz Aldunate,
convoco a elecciones ese mismo año, resultando ser elegido el general Joaquín
Prieto.
2. El proyecto país; el proyecto modernizador se centró sobre cuatro pilares:
- Apertura hacia el exterior, lo que permitiría la llegada de inmigrantes, ayudando al
crecimiento de la población.
-Imposición del orden, mediante la fuerza de la ley y educación cívica de todos los
habitantes.
-Aplicación de una democracia restringida, que se iría ampliando en la medida de lo
posible.
-Establecimiento de la religión católica, como oficial del Estado.
3. El peso de la noche: es una expresión vertida por Diego Portales en una carta
enviada desde Valparaíso a Joaquín Tocornal, el 16 de Julio de 1832, a poco tiempo
de haber abandonado el Ministerio de Interior, Relaciones Exteriores, de Guerra y
Marina. Para la Portales la fuerza de la tradición mantenía el orden de la sociedad
chilena, así como la noche mantiene en reposo a la población.
3.Educar para civilizar: Mientras que en el pensamiento ilustrado europeo primo la
idea de que el progreso se lograba mediante el dinero y el texto escrito, es decir a
través del mercado y la opinión pública, en la mentalidad chilena de aquellos años
primo la idea de una sociedad jerarquiza e instruida. En este contexto nació y se
desarrolló el proyecto civilizador de la elite ilustrada, que debía articular un consenso
social que allanara el cambio en completo orden y progreso, es decir mientras en
Europa la educación ilustrada buscaba alcanzar un progreso, en Chile la educación
era vista simplemente como un medio de ordenamiento social.
Esta mirada se hace patente en la década de 1840, con la creación de la
Universidad de Chile y la Escuela de Preceptores, que acentúan la idea de una
educación fuerte y moralizadora, portadora del cambio regulado hacia el progreso.

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