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OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

OBJETIVO GENERAL

 Conocer sobre los aspectos históricos, doctrinarios y de trámite del recurso de

revisión de sentencias firmes regulado en el art. 540 de CPCM.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Definir el Concepto de Recurso de Revisión de sentencias firmes.

 Establecer cuál es la competencia y las resoluciones recurribles de la revisión de

sentencias firmes.

 Identificar cuáles son los motivos generales que dan lugar al recurso de revisión.

 Analizar las etapas del proceso de revisión de sentencias firmes

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JUSTIFICACION DE LA INVESTIGACION

La importancia de realizar un estudio del tema de la Revisión de la Sentencias Firmes, es

que es un tema de suma importancia para mí como estudiante, debido a que el

conocimiento adquirido por la realización del trabajo me ayudara a tener mayor claridad

sobre los aspectos históricos, doctrinarios y de trámite del recurso de revisión de sentencias

firmes.

Con lo anterior, me ayudara a conocer el actual proceder de dicho recurso en la práctica,

participando de este modo en el desarrollo procedimental practico del mismo, además de

aspectos importantes, los cuales sirven de fundamento para establecer una teoría propia de

la revisión de sentencias firmes, y sobre cómo esta se ve reflejada en la regulación del

Código Procesal Civil y Mercantil, así como los casos en los cuales es procedente, todo ello

por medio de la consignación de datos bibliográficos y documentales.

En conclusión, la importancia de llevar a cabo dicha investigación radica primordialmente

en aportar una teoría práctica y actual sobre la Revisión de Sentencias Firmes, como se

tramita según lo regulado en el Código Procesal Civil y Mercantil, a efecto de denotar las

avances obtenidos en esta materia con dicha legislación, y sobre como dichos avances se

verían reflejados en una mejor satisfacción de los primordiales derechos y principios

procesales.

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RECURSO DE REVISIÓN DE SENTENCIAS FIRMES

I.- HISTORIA DEL RECURSO DE REVISIÓN EN EL PRINCIPIO DE SANTIDAD


DE LA COSA JUZGADA EN LA LEGISLACIÓN SALVADOREÑA.

A partir del Código de Procedimientos Civiles del año 1881, y reformado en algunas
disposiciones actualmente, pero no en la figura jurídica en estudio se ha venido utilizando
la idea tradicional de la autoridad de la cosa juzgada en la sentencia firme, pero a raíz de
estudios realizados por los Doctores René Padilla y Velasco y Mauricio Alfredo Clara,
redactaron un proyecto de Código Procesal Civil a través del Ministerio de Justicia en los
años 80, el cual causó revuelo y uno de los motivos por los que ese proyecto fue rechazado
es precisamente, por el tema de “La Santidad de la Cosa Juzgada”, porque era imposible
reformar la legislación sobre ese punto, por lo que en nuestro país, cuando se refirieron a
este tema que debía reformarse, dando lugar a que se revisara una sentencia al pasarse de la
santidad de la cosa juzgada, se dijo que con ello se estaba violentando el principio de
seguridad jurídica, abandonándose así tal propuesta de ley. Finalmente, existe el actual
anteproyecto que abarca tanto materia civil, como mercantil, que desarrolla el Recurso de
Revisión de la Sentencia Firme, en el Titulo Sexto, Artículo 552, estableciendo los motivos
para revisar una sentencia firme, los cuales son: a) cuando se recobraren u obtuvieren
documentos decisivos, de los que no se hubiere podido disponer por fuerza mayor o por
obra de la parte en cuyo favor se hubiere dictado; b) la falsedad de un documento declarado
posteriormente en proceso penal; c) si alguno de los testigos o peritos fueren condenados
por falso testimonio; y d) Cuando hubiere existido cohecho, violencia o fraude, de tal
manera que estos motivos son los que constituyen la base fundamental del Recurso de
Revisión, ya que sin estos no se podría volver a discutir el litigio ya decidido en un proceso
legal, en el sentido de hacer prevalecer la justicia dejando por un lado el criterio de
incertidumbre e inseguridad jurídica de las relaciones entre las partes en litigio.-

El Código Procesal Civil y Mercantil aprobado en el año dos mil ocho, responde al
designio político de agilizar y modernizar la administración de justicia salvadoreña cuando
ha de actuar en los conflictos de carácter dispositivo en estas materias, potenciando al
propio tiempo la protección del derecho al debido proceso.

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Se trató de actualizar al siglo XXI los mecanismos de solución de controversias civiles y
mercantiles diseñados al amparo de añejo Código de Procedimientos Civiles de 1882.

El anteproyecto legislativo del Código Procesal Civil y Mercantil, ha sido elaborado bajo la
iniciativa y lineamientos de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, con el
apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Cabe recordar que ha habido por lo menos
cuatro intentos de reforma legislativa anteriores, así se puede citar que a finales de los años
50, el Ministerio de Justicia integraba una comisión para la redacción de un Anteproyecto
de Código Procesal Civil. El mismo Ministerio de Justicia lo intenta posteriormente a
principios de la década de los sesenta, luego a finales de los setentas. En los años noventa,
la Dirección de Apoyo Técnico Jurídico del Ministerio de Justicia integraría una comisión
redactora de un nuevo Código Procesal Civil. Ninguna de estas iniciativas tuvo eco en la
comunidad jurídica.

La comisión redactora, del Anteproyecto de Código Procesal Civil, ha pretendido adecuar


la legislación secundaria al mandato del artículo 11 de la Constitución de la República, que
expresa que “ninguna persona puede ser privada del derecho a la vida, a la libertad, a la
propiedad y posesión, ni de cualquier otro de sus derechos sin ser previamente oída y
vencida en juicio con arreglo a las leyes”, ello implica que tanto la pretensión como la
resistencia procesal de toda persona que accede a la jurisdicción será encauzada a través de
un proceso, pero no cualquier proceso, sino uno basado en los caracteres del juicio oral
adversativo.

En tal sentido, una de las principales características de ese Anteproyecto, inspirado en un


modelo procesal adversativo-dispositivo, reside justamente en la introducción del principio
de oralidad como base de las actuaciones procesales, lo que redunda al propio tiempo en un
fortalecimiento de la legalidad, publicidad, celeridad y concentración de actuaciones y,
sobre todo, de la inmediación, permitiendo una potenciación del juez como director del
procedimiento.

Así se incorpora un sistema de libertad probatoria para las partes y se innova, para una
mejor apreciación judicial de la prueba, al sistema de libre valoración de la prueba o sana
crítica. Este modelo procesal basado en la oralidad, supera 47 con creces los caracteres de

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la obsoleta legislación vigente contenida en el Código de Procedimientos Civiles, Ley de
Procedimientos Mercantiles y otras leyes, como son la escrituralidad, la lentitud y el
formalismo procedimental y se adecua tanto a las exigencias del ciudadano de una justicia
pronta y cumplida como a las necesidades del tráfico civil, mercantil, corporativo y
financiero de El Salvador del siglo XXI.

Siempre se ha planteado desde antaño la posibilidad de revisar la cosa juzgada. No obstante


buscarse con ella la seguridad y la certeza de las cuales se nutre la jurisdicción, algunas
veces es preciso subsanar algunos errores, que aunque pueden tener mayor asidero en el
ámbito del derecho penal, en el derecho civil es igualmente importante.

Además de lo general que se pueda decir sobre la revisión de la cosa juzgada, podemos
colegir que puede realizarse en sede ordinaria y en sede constitucional. En uno u otro caso
debemos entender que no es un recurso ni ordinario ni extraordinario, sino una actividad
excepcional. "La revisión excede del concepto de recurso; no supone un nuevo examen de
la misma, objeto de la consideración por el tribunal a quo; no trata de combatir la
valoración de dicho juez, ni la regularidad del procedimiento por el que llegó a dicha
conclusión… En la revisión se examina precisamente si se ha producido con regularidad la
cosa juzgada, se revisa el procedimiento de formación de la cosa juzgada. El objeto de la
revisión es precisamente la discusión sobre la existencia de la cosa juzgada, o si se quiere,
sobre si la apariencia externa de la cosa juzgada es real.1

Las causales de la demanda de revisión tienen su fundamento en el principio de taxatividad


o de clausura, lo cual se explica, como diría el maestro Italiano Chiovenda por la suprema
exigencia del orden y de la seguridad de la vida social.

En nuestro sistema legal no está contemplada como tal la revisión en sede ordinaria de la
cosa juzgada, sin embargo en la ley de Enjuiciamiento Civil española existe un capítulo
donde se establecen los parámetros sobre los cuales procede. Conforme al artículo 1796 de
ese cuerpo legal, procede la revisión de una sentencia firme en los siguientes casos: "1- Si
después de pronunciada se recobraren documentos decisivos, detenidos por fuerza mayor, o
por obra de la parte en cuyo favor se hubiere dictado; 2- Si hubiere recaído en virtud de
1
Ramos Méndez, Francisco, citado por Anabalón, Hugo Pereira, "La Cosa Juzgada en el Proceso Civil"
Editorial Jurídica Cono Sur Ltda, Santiago de Chile 1997

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documentos que al tiempo de dictarse ignoraba una de las partes haber sido reconocidos y
declarados falsos, o cuya falsedad se reconociere o declarare después; 3- Si habiéndose
dictado en virtud de prueba testifical, los testigos hubieren sido condenados por falso
testimonio, dado en las declaraciones que sirvieron de fundamento a la sentencia; y 4- Si la
sentencia firme se hubiera ganado injustamente en virtud de cohecho, violencia u otra
maquinación fraudulenta”.

A pesar de que aquí en El Salvador no existe la revisión en este sentido, podemos ampliar
tal enumeración por lo menos en dos casos más: 1) cuando se ha pronunciado una sentencia
contraria a otra pasada en autoridad de cosa juzgada, independientemente si ésta se hubiere
alegado como excepción o defensa oportunamente en el juicio, y 2) si la sentencia de que se
trata hubiese sido pronunciada por un juez que para el momento del fallo o decisión de la
causa no se encontraba investido de jurisdicción, ya sea porque nunca la tuvo o porque dejó
de tenerla, en tal caso ni siquiera habrá cosa juzgada sino apariencia de ello.

Esto no necesariamente acaba aquí, pueden resultar muchos más casos específicos donde
con buen tino se colija que deba revisarse. Cómo y cuándo encontrarlos depende mucho de
lo dinámico del Derecho en el ofrecimiento diario de supuestos fácticos.

La eficaz y única forma de revisar la cosa juzgada en sede constitucional es a través del
amparo constitucional. Entendemos que éste, según sentencia 4-S-93 pronunciada por la
Sala de lo Constitucional "…tiene por finalidad la protección de los derechos consagrados
en la Constitución. Por ende cuando el gobernado que considera que una decisión judicial,
administrativa o legislativa viola un derecho consagrado en la normativa constitucional,
puede impugnar esa decisión ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia; la cual, al decidir, debe confrontar la decisión impugnada con la norma o principio
constitucional correspondiente, a efecto de establecer si existe o no contradicción".- Por lo
tanto puede perfectamente suceder que hayan habido ciertas causas que motiven ahora la
revisión de dicha sentencia.

La Sala de lo Constitucional por resolución de las ocho horas con quince minutos, del día
veintitrés de julio de mil novecientos noventa y ocho, en el amparo 34-S-95, a la letra dijo
"… Si bien es cierto, esta Sala ha sostenido como regla general, "que entrar a conocer de

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sentencias ejecutoriadas, violenta el principio constitucional de la cosa juzgada,
contemplado en el artículo 17 de la Constitución de la República", también ha considerado
que existen dos excepciones a la misma, las cuales habilitan la competencia de este
Tribunal para conocer de sentencias definitivas ejecutoriadas, siempre y cuando concurran
los siguientes supuestos: a) cuando en el transcurso del proceso que finalizó mediante la
sentencia impugnada en el proceso de amparo, hubo invocación de un derecho
constitucional, habiéndose negado el Tribunal a pronunciarse conforme al mismo; y b)
cuando en el transcurso del proceso no era posible la invocación del derecho constitucional
violado, debido a que la violación proviene directamente de una sentencia definitiva
irrecurrible, sin que dicha violación se haya podido prever razonablemente. En estos casos,
esta Sala puede conocer de la actuación de ese Tribunal en cuanto a la invocación de
derechos constitucionales".

Veamos. En el primer caso, cuando en el transcurso del proceso que finalizó mediante la
sentencia impugnada en el proceso de amparo, hubo invocación de un derecho
constitucional, habiéndose negado el Tribunal a pronunciarse conforme al mismo, es
preciso tomar en cuenta el principio de definitividad, por medio del cual es necesario agotar
la vía ordinaria para acceder al amparo. Puede suceder que el particular alegue dentro de la
sustanciación del proceso una infracción constitucional y no reciba respuesta, veamos que
la Sala se ha referido a un silencio, en cuanto a ello, por parte del juzgador, y no al hecho
de estimarse o no la infracción, pero en tal caso quedará expedita la posibilidad de recurrir
del fallo en sede ordinaria; consecuentemente no puede verse de soslayo tal principio. No
aceptarlo así nos conduciría a creer que es igualmente innecesario el agotamiento de la vía
ordinaria para los demás casos donde no se pretenda revisar la cosa juzgada pero sí conocer
acerca de una infracción constitucional.

En el segundo caso se plantea que: cuando en el transcurso del proceso no era posible la
invocación del derecho constitucional violado, debido a que la violación proviene
directamente de una sentencia definitiva irrecurrible, sin que dicha violación se haya
podido prever razonablemente. Cabe destacar que aquí si la Sala enfatizó en cuanto a la
imposibilidad de recurrir de la sentencia que causó estado y, además, que la violación
provenga de tal.

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Nos encontramos entonces frente a dos supuestos en apariencia distintos, pero que pueden
conformar uno solo y complementarse mutuamente. Habría que establecer los requisitos de
una manera genérica para proceder. Por ejemplo es revisable la cosa juzgada en amparo
cuando: haya habido infracción flagrante a la Constitución en el proceso que generó la
sentencia ejecutoriada de que se trata, siempre que el agraviado haya efectuado el reclamo
sin obtener respuesta al respecto por parte del juzgador ni de las instancias correspondientes
en el agotamiento de los recursos franqueados por la ley para tal sentencia; o cuando la
infracción provenga directamente de la sentencia definitiva y ésta sea irrecurrible, o que
existiendo la posibilidad de impugnarla se le negare el acceso a ello.

Actualmente, esto no puede ser taxativo pues no existiendo la revisión de cosa juzgada en
sede ordinaria tocará al Tribunal Constitucional revisar algunos casos, verbigracia, ¿podrá
revisarse, aunque no se haya dicho, una sentencia pronunciada contra otra pasada en
autoridad de cosa juzgada, independientemente si ésta se hubiere alegado o no 52
oportunamente en el juicio? Puede pensarse que no. Sin embargo aquí el asunto es más
complicado aún pues dentro de la naturaleza jurídica de la cosa juzgada encontramos su
carácter público. ¿Qué pasaría entonces si ambas sentencias son evidentemente
contradictorias y la segunda, por ejemplo, violenta flagrantemente un derecho fundamental?
En función de ello estimo que debemos abocarnos a la singularidad de cada caso y
dependiendo de cada uno proceder.

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II.- GENERALIDADES DEL RECURSO DE REVISION DE LA SENTENCIA
FIRME EN EL PRINCIPIO DE LA COSA JUZGADA

COSA JUZGADA

Eduardo J. Couture,2 nos da un significado de Cosa Juzgada, diciendo que: “es la autoridad
y eficacia de una sentencia judicial, cuando no existen contra ella medios de impugnación
que permitan modificarla”.

Jaime Guasp,3 al respecto opina: “La cosa juzgada en sentido amplio, es pues, la fuerza que
el derecho atribuye normalmente a los resultados procesales. Esta fuerza se traduce en un
necesario respeto y subordinación a lo dicho y hecho en el proceso”.

El proceso, en virtud de la figura de la cosa juzgada, se hace inatacable, y cosa juzgada no


quiere decir, en sustancia, sino Inatacabilidad, de lo que en el proceso se ha conseguido.

Giuseppe Chiovenda,4 la define de la siguiente manera: “La cosa juzgada es el bien de la


vida materia del juicio, y sobre el cual se ha pronunciado sentencia que ya no está sometida
a oposición de rebelde, ni apelación, ni recurso de casación, ni a demanda de revisión”.

Francisco Carnelutti,5 sostiene: “La expresión cosa juzgada, de la que por la fuerza de la
costumbre no cabe prescindir, tiene más de un significado. Res Iudicata, es en realidad, el
litigio juzgado, o sea el litigio después de la decisión; o más exactamente, habida cuenta de
la diversa estructura entre el latín y el italiano, el juicio dado sobre el litigio, es decir su
decisión. En otras palabras: el acto y a la vez el efecto de decidir, que realiza el Juez en
torno al litigio”.

2
Couture, Carlos Eduardo, ”Nociones sumarias sobre la nulidad procesal y sus medios de impugnación”,
Revista La Ley, volumen16, sección Doctrinaria, 1951,.Pág.104.-citado por Hitters, Juan Carlos, Ob. Cit., Pág
401
3
Guasp Delgado, Jaime, “Derecho Procesal Civil”, Tomo I, 3° Edición, Madrid, 1968, Pág. 548
4
Chiovenda, Giuseppe, “Instituciones de Derecho Procesal Civil”, Tomo I, Pág.383
5
Carnelutti, Francesco, “Sistema de Derecho Procesal Civil”, Editorial Pedagógica Iberoamericana, S.A. de
C.V., Editorial Harla, S.A. de C.V., 1997, Pág.316

14
Arturo Alessandri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga, 6
la definen así: “Cosa
juzgada es la fuerza de la sentencia judicial que la hace inatacable, ora en sentido formal,
ora en sentido material”.

Kelsen:7 “Es la inmutabilidad de las normas individuales, carácter que le reconoce a las
sentencias judiciales”.

Cossio:8 “Es la prohibición normativa axiológica de la derogación de las normas


individuales judiciales, por otras normas posteriores reflexivas”.

Eduardo Pallares:9 “La cosa juzgada es la autoridad y la fuerza que la ley atribuye a la
sentencia ejecutoriada”.

Hugo Alsina10 sostiene para el caso: “Si observamos cual es el fin que las partes persiguen
en el proceso, vemos que no es otro que el de obtener del Juez una declaración por la cual
se decida definitivamente la cuestión litigiosa, de manera que no sólo no puede ser
discutida de nuevo en el mismo proceso, sino en ningún otro futuro (non bis in ídem); y que
en caso de contener una condena, pueda ser ejecutada sin nuevas revisiones. Este efecto de
la sentencia, sin duda, el más importante es el que se designa con el nombre de Cosa
Juzgada, que significa Juicio dado sobre la litis”.

RECURSO DE REVISIÓN

“Es el Recurso extraordinario, de competencia exclusiva y excluyente de los tribunales, que


se concede para invalidar sentencias firmes o ejecutoriadas, que han sido ganadas
injustamente en casos expresamente señalados por la ley”.11

“El recurso de revisión es la acción declarativa que se ejerce para invalidar sentencias
firmes o ejecutoriadas que han sido ganadas fraudulentamente o de manera injusta en casos
expresamente señalados por la ley.”12

6 Alessandri-Somarriva, “Curso de Derecho Civil”, Tomo I, Editorial Nascimento, Santiago, Chile, 1942,
Pág.79
7
Couture, Eduardo J., Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo IV, Pág.971. citada por Vanegas Flamenco,Evora,
“La cosa juzgada a la luz del derecho procesal civil salvadoreño”
8
Manresa, Ley de Enjuiciamiento Civil, Tomo III, Pág. 102.
9
Pallares, Eduardo, “Diccionario de Derecho Procesal Civil”, Pág.183
10
Alsina, Hugo,“Derecho Procesal, Juicio Ordinario”, Tomo IV, Págs.122 a 124
11
Zunilda, Klarian “Acción de Revisión”, Versión en Power Point, Diapositiva N°2, Chile.-

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“Es un medio impugnativo a utilizar para obtener la revisión de la cosa juzgada aparente o
fraudulenta”13

“Es un medio impugnativo para atacar sentencias definitivas o interlocutorias firmes que
ponen fin al proceso, siempre que la resolución se encuentre viciada por algunos de los
motivos legales que se detallan taxativamente en la ley”.

“Es un medio impugnativo por cuanto se concede contra las sentencias definitivas o
interlocutorias con fuerza de definitivas que han pasado en autoridad de cosa juzgada, sobre
la base de ciertas causales expresamente determinadas por la ley, sometido a condiciones de
tiempo y forma”.

“Es una de las vías que es posible utilizar para obtener la revisión de la cosa juzgada y
definiéndolo decimos que es: un medio impugnativo extraordinario que habilita, dentro de
un determinado plazo, para hacer valer, frente a una sentencia pasada en autoridad de cosa
juzgada, determinadas causales de excepción, expresamente previstas en la ley, con la
finalidad de obtener la revocación de la resolución impugnada”.

La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, al hacer referencia a la revisión de


sentencias firmes, establece que es un recurso extraordinario de carácter excepcional, pues
el objeto de impugnación es la sentencia definitiva, condenatoria y firme, siendo su
finalidad la reparación del error judicial cometido en la búsqueda de la verdad real y el
resarcimiento del daño moral causado.95 Al igual que en la definición de Fenech, ésta se
refiere específicamente a la revisión en el área penal, donde esta figura tiene mayor
relevancia en razón a los efectos jurídicos que podría tener una sentencia condenatoria
sobre un inocente; sin embargo, la revisión civil y mercantil, también tiene como finalidad
reparar el error dictado en una sentencia y buscar la verdad real.14

12 Gastón Villagra Santander. Recurso de Revisión. Santiago de Chile, Diciembre de 2007


13
Dra. De Hegedus y otros,“XVII Jornadas Iberoamericanas, XI Jornadas Uruguayas de Derecho Procesal”,
Ob. Cit, Pág. 508
14
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia de Casación, con referencia
No. 317-CAS-2004, de fecha quince de agosto de dos mil seis, Considerando III, p. 3

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OTRAS DEFINICIONES

Cosa Juzgada Fraudulenta: “la cosa juzgada será fraudulenta cuando el fraude procesal se
ha cometido mediante dolo para obtener un resultado ilícito, a través de mecanismos
fraudulentos empleados por una de las partes o por ambas, inclusive por el Tribunal
obteniendo por vía oblicua resultados que directamente no podrían lograrse”.

Fraude Procesal: “es un comportamiento relevante, a través del cual el sujeto agente tiende
a conseguir una finalidad en conflicto con normas imperativas porque éstas la prohíben ó la
admiten con modalidades diversas de las que persigue el referido agente”.

III.- NATURALEZA DEL RECURSO DE REVISIÓN

La revisión históricamente ha sido planteada como un instrumento legal idóneo para


enmendar los errores cometidos por un Juez o Tribunal, pero si se realiza un análisis
riguroso de los medios de impugnación conocidos como recursos, teniendo en cuenta que
estos están sometidos a condiciones puntuales de tiempo y forma en cuanto a su
interposición, trámite y resolución, es necesario decir que difícilmente la revisión de
sentencia firme encaje en la definición de recurso.

Así para Miguel Fenech, ninguna de las notas características de los recursos se dan en la
revisión, salvo la de llevar a cabo un nuevo examen de lo decidido por un tribunal.

Se clasificó de recurso excepcional pero por muy excepcional que quiera adjetivarse el
concepto de recurso cuando la excepcionalidad de éste llega a desnaturalizar por completo
su contenido

En la misma teoría recae la opinión de Valentín Cortes Domínguez, quien manifiesta que
“el proceso de revisión, es un medio extraordinario para rescindir sentencias firmes de
condena. Aunque comúnmente se le denomina recurso, en realidad no lo es, puesto que se
plantea que se tramita una vez que el proceso ha terminado; además, no es un medio de
impugnación por cuanto con el llamado recurso de revisión no se cuestiona la validez de la
sentencia. La labor del tribunal de revisión no es determinar si existe una causa o motivo
que invalide la sentencia sino solo y exclusivamente si a la vista fundamentalmente de
circunstancias que no han sido tomadas en cuenta por el juzgador, la sentencia debe

17
rescindirse por ser esencialmente injusta; por consiguiente, la revisión es una acción
independiente que da lugar a un proceso cuya finalidad es rescindir sentencias firmes e
injustas. La revisión supone pues un medio validado para atacar la cosa juzgada.15

La postura doctrinal mayoritaria y a la que se considera correcta es aquella que cataloga la


revisión como un proceso nuevo, distinto del proceso principal del que se deriva. En ése
proceso nuevo, se ejercita una pretensión constitutiva de revisión, autónoma respecto de la
que se ejercitó en el proceso principal, su función es la de rescindir, es decir, reponer la
situación al estado que tenía antes de la realización del proceso en el que se incurrió en
algunas de las causas que dicha figura contiene. La función de rescisión, por tanto, no
consiste en entrar en el fondo del asunto y resolver sobre la pretensiones debatidas en la
instancia del proceso previo, sino única y exclusivamente que se determine si la resolución
está viciada por alguna de las circunstancias previstas en el CPCM como motivos para que
proceda la revisión, y por ello deba ser rescindida. Lo que vendría a equivaler a la nulidad
en los actos jurídicos en materia civil, ya que al igual que en la nulidad se estaría
rescindiendo la sentencia debido a que carece de eficacia jurídica ante la concurrencia de
circunstancias graves que vician la validez de la decisión.

Mediante el proceso de Revisión no se trata de lograr la declaración de nulidad de un


anterior juicio, ni de la sentencia en él recaída. Los motivos que permiten la revisión no se
basan en vicios del procedimiento, ni en vicios de la sentencia, sino en el conocimiento de
determinados hechos que no están en los autos, pero cuyo trascendente significado permite
suponer que el resultado del proceso al que afectan obedeció a su influencia o a su
concurrencia de modo que sin ella el resultado pudo haber sido diverso.

La sentencia dictada guarda adecuada correspondencia con lo que consta en los autos, pero
determinadas circunstancias aparecidas fuera del proceso ponen de relieve que la misma
puede ser injusta o errónea. En tales casos, el ordenamiento jurídico ha de conceder un
medio para revisar la cuestión ya decidida por una sentencia firme y solicitar la prevalencia
de la justicia sobre los efectos de cosa juzgada que la seguridad jurídica exige.

15
MORENO CATENA, Víctor y Valentín CORTÉS, Introducción al Derecho Procesal, 7ª ed, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2013, p. 677

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Se trata de rescindir el anterior proceso y sus efectos para permitir el sometimiento de la
cuestión litigiosa a un nuevo examen judicial, y esto no provocaría en el proceso original la
anulación por vicios tanto procesales como de razonamiento, aunque las causas sean
exteriores.

IV.- FUNDAMENTO DOCTRINARIO DEL RECURSO DE REVISIÓN

Doctrinariamente, la revisión de la cosa juzgada se presenta como una pugna entre el


principio de seguridad jurídica y el valor justicia.

El recurso de Revisión tiene por objeto que prime la Justicia por sobre la seguridad
Jurídica, que es representada por la cosa juzgada. A pesar de la seguridad jurídica, en
ciertos casos, el legislador ha establecido que prima la Justicia por sobre dicha seguridad,
haciendo procedente aplicar la acción de revisión en los casos y con los requisitos que
expresamente determina la ley.

El fundamento de la revisión estriba en ser la última posibilidad de realización de los


valores a que el proceso, como todo derecho sirve. Si bien el principio de seguridad jurídica
puede quedar menoscabado por la aplicación de un proceso de Revisión, -aunque también
la revisión, en cierto modo, sirve a la seguridad jurídica-, la realización de la justicia
impone el reconocimiento de una acción autónoma de este tipo que prohíbe que resultados
trascendentes e injustos se consoliden definitivamente, pese al conocimiento y a la prueba
de las causas de donde esa injusticia se origina.

Por ello, a diferencia de lo que ocurre con la casación, la revisión debe ser aceptada en
cualquier sistema de derecho procesal y concebida, incluso, como el medio final de
remediar una situación gravemente injusta en razón de circunstancias que, aunque
extrínsecas al proceso, lo vician de manera radical.

Si el fundamento de la cosa juzgada se encuentra en el principio de seguridad jurídica, la


revisión se fundamenta en la posible injusticia que puede conllevar la existencia de una
resolución recaída en el proceso.

De este modo, frente a la cosa juzgada, el legislador ha instrumentalizado la revisión,


fundada en la idea de justicia, permitiendo el sometimiento del tema, ya decidido con valor

19
de la cosa juzgada de nuevo a examen judicial cuando la misma está viciada en el fondo,
teniendo por primordial finalidad el hacer prevalecer frente a los efectos de la resolución
dictada, apoyada en una verdad procesal formal, la auténtica y exacta verdad real y
extraprocesal.

Sólo partiendo de la dicotomía entre justicia y seguridad jurídica podremos encontrar


sentido a la revisión. Frente a la seguridad jurídica que sustenta la cosa juzgada como
efecto del proceso, la justicia va a servir para confirmar la necesidad de dicha institución.

La seguridad jurídica exige que los resultados del proceso no puedan ser atacados, que la
discusión del pleito tenga un momento final, alcanzado el cual, el resultado sea inatacable.
A esa inmutabilidad e indiscutibilidad que rodean a la decisión judicial, asentadas en ese
principio de seguridad jurídica es a lo que llamamos cosa juzgada.16

Es muy acertado el análisis axiológico realizado por Juan Hitters 17 con respecto a la
dicotomía que existe entre el valor justicia y seguridad jurídica, análisis de gran valor para
fundamentar los resultados de esta investigación, dicho autor manifiesta lo siguiente:
“corresponde aceptar que una de las motivaciones radicales que impulsa al hombre a
establecer reglas jurídicas es la inminente necesidad de crear un orden cierto y de seguro
cumplimiento, y aún cuando el Derecho está abocado a la realización de valores de
naturaleza superior, sin embargo debe crear en primer lugar una situación de certeza.
Resulta innegable que el rango axiológico de la seguridad es inferior al de otros valores
jurídicos, tales como la justicia. Que a no dudarlo viene a ser el más elevado de toda la
escala estimativa. Empero el afianzamiento de aquella es condición indispensable y previa
para la efectiva concreción de la justicia; o dicho en otros términos, para que haya derecho
es necesario que se dé un orden cierto, pero además toda esa ordenación debe ser justa”.

16
BARAHONA VILLAR, Silvia, Cuadernos de Derecho Judicial: Efectos Jurídicos del Proceso Consejo
General del Poder Judicial, 1ª edición, Madrid, S.E, 1995, p, 230.
17
HITTERS, Juan Carlos, Revisión de la Cosa Juzgada, 2ª ed. Editorial platense, La Plata, Buenos Aires,
2001, p.166

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V.- CARACTERÍSTICAS.

La revisión de sentencias firmes, por su propia naturaleza cuenta con características que le
identifican y lo hacen diferente de otras figuras jurídicas. Entre las principales
características, están las siguientes:

A. Solo procede contra sentencias firmes

Por medio de esta figura solo se pueden atacar sentencias que hayan adquirido firmeza, es
decir, que dicha decisión judicial ya no puede ser atacada por medio de los recursos
ordinarios, lo que la vuelve inamovible dentro del mismo proceso.

B. La sentencia firme debe tener efecto de cosa juzgada

No todas las sentencias firmes son susceptible de adquirir la calidad de cosa juzgada, ya
que hay sentencias que por disposición de ley carecen de tal efecto, es decir, sí adquieren
firmeza y por lo tanto no pueden ser atacadas por vía de recursos, pero la controversia
puede ser discutida nuevamente por medio del proceso pertinente.

Un ejemplo de lo antes descrito, es lo que sucede con aquellas sentencias dictadas en juicio
ejecutivo que no tienen como fundamento un título valor, esta adquiere calidad de firmeza,
pero el asunto puede ser discutido nuevamente en un proceso común. Contra este tipo de
sentencia no procede la revisión, al menos en legislación Procesal Civil y Mercantil
nacional.

C. Se trata de un proceso autónomo

Como se manifestó anteriormente, muchas veces se suele confundir esta figura con los
recursos, considerándole uno de ellos, pero no puede considerársele de tal forma, ya que
estos sólo se pueden interponer previo a que la sentencia adquiera firmeza.

D. No constituye instancia

La revisión de sentencias firmes no constituye instancia y la competencia para conocer del


mismo ya está dada por la ley. En la legislación nacional, de la revisión en materia penal, es

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competente el juez o tribunal que dictó la sentencia en estado firme; en materia Civil y
Mercantil es competente la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, sea quien fuere
el juez o tribunal que dictó la sentencia firme, es decir, no se considera el hecho que ésta se
haya dictado en primera o segunda instancia.

E. No se ataca la sentencia en razón a lo acontecido en el proceso que se dictó o por


considerar errónea la aplicación de la ley

Esta es una característica esencial de la revisión de sentencias firmes, ya que la sentencia


que se ataca puede estar completamente acorde con los acontecimientos sucedidos durante
el proceso y no tener ninguna circunstancia que se considere como aplicación errónea de la
ley. Por ello, la parte afectada por dicha sentencia no ataca dichas circunstancias por estar
acorde a derecho, pero pide la revisión en razón de haber surgido circunstancias que de
haberse sabido durante el proceso en que se dictó la sentencia, hubiesen cambiado
sustancialmente su contenido.

F. Plazo de interposición.

Esta es una característica que también tienen los recursos, ya que no pueden tener un
tiempo indefinido para su interposición y es precisamente el cumplimiento de dicho plazo
una de las circunstancias por las que la sentencia adquiere firmeza; empero, para el caso de
revisión de sentencia firmes, el plazo se vuelve necesario, dependiendo de la naturaleza del
proceso, ya que si se trata de un proceso penal, en la legislación nacional, dicho proceso
solo procede en favor del imputado, éste puede ser interpuesto en cualquier momento, por
razones lógicas hasta antes que el condenado haya cumplido la condena, ya que no tendría
ningún fundamento procesal interponer la revisión de la sentencia firme cuando el
condenado ya está en libertad en razón de haber cumplido su condena, o en otros casos
como cuando ya falleció el mismo, a menos que sea para efectos de responsabilidad civil.

En procesos de naturaleza distinta como el civil y mercantil, el plazo es necesario en el


sentido de que existe la necesidad que lo resuelto por la sentencia definitiva en determinado
momento sea inamovible.

22
En el caso la legislación procesal civil y mercantil de El Salvador, la cual es de aplicación
supletoria al proceso laboral, el plazo general para solicitar la revisión de la sentencia firme
es de dos años contados desde el día siguiente al de la notificación de la sentencia, pero
existen casos especiales donde el plazo es distinto, como cuando después de dictada la
sentencia y adquirida la firmeza de la misma, la parte perjudicada por esta descubre un
documento decisivo, con el cual la sentencia posiblemente hubiese cambiado de manera
sustancial, es este caso, se puede interponer la revisión, pero el plazo ya no es de dos años,
sino de tres meses contados a partir del día siguiente al descubrimiento de los documentos
decisivos, tal y como lo dispone el Art. 545 del CPCM, sin embargo, no se puede
interponer la revisión si ya han trascurrido los dos años del plazo general.

G. Los motivos de revisión

Como se mencionó anteriormente, no se ataca la sentencia en relación al proceso que se


dictó, sino que se pide la recisión de la misma por haber cambiado las circunstancias que
motivaron la misma, por la aparición de documentos o hechos que no se tuvieron durante el
proceso en que se dictó, pero que por su realización hubieran permitido cambiar
sustancialmente el fallo.

VI.- PROCEDENCIA

Resoluciones impugnables

La revisión únicamente procede respecto de las sentencias que hayan alcanzado la


condición de firmes y que produzcan efectos de cosa juzgada material, es decir, aquellas
que estimando o desestimando lo que sea objeto del pleito, resuelven definitivamente la
cuestión litigiosa. No resultará, por tanto, procedente este medio de impugnación respecto
de los autos, ni tampoco respecto de las sentencias firmes dictadas en los procesos
especiales.

La sentencia objeto de la revisión será, en cada caso, la que en el desarrollo del proceso
plenario haya alcanzado la cualidad de definitiva e irrecurrible, pudiendo ser la de primera
instancia que haya sido consentida o confirmada, la de apelación que haya revocado y
sustituido a la anterior, o la de casación.

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VII. COMPETENCIA

El Órgano que por ley es el competente para conocer sobre el juicio de revisión, será, La
Sala de lo Civil de La Corte Suprema de Justicia, esto según el art. 540 del CPCM.

Es ante este tribunal que se interpondrá el recurso se realizara todo el trámite y se emitirá
resolución.

VIII.- LOS MOTIVOS

La posibilidad de impugnar la cosa juzgada exige, por su propia excepcionalidad, la


taxativa determinación legal de las causas que lo permitan. A ellas se refiere el art. 541 del
CPCM, en el que se enumeran cuatro motivos, cuyas características comunes son las
siguientes:

a) Características comunes

1) Los hechos que dan lugar a la revisión han de haberse producido fuera del proceso en
que se hubiere dictado la sentencia que se trata de impugnar. Los hechos alegados y
discutidos dentro del proceso no constituyen novedad alguna que pueda dar lugar a la
revisión, pues ya debieron ser tenidos en cuenta al dictar sentencia, y su desconocimiento o
su errónea valoración debe denunciarse y resolverse por la vía ordinaria que ofrecen los
recursos.

2) Tales hechos han de descubrirse con posterioridad al momento de haberse dictado la


sentencia objeto de la revisión o, más precisamente, con posterioridad al último momento
en que hubiere sido posible su alegación o aportación al proceso en que dicha sentencia se
dictó.

3) Entre el hecho integrante del motivo alegado y la sentencia firme cuya rescisión se
pretende, ha de darse una relación decisiva de probable eficacia causal, de modo tal que de
no haber existido aquel hecho o de haberse tenido conocimiento del mismo en el proceso, el
fallo de la sentencia podría haber sido distinto.

24
b) Las causas legales

1°. Si, después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos, de los


que no se hubiera podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor
se hubiese dictado la sentencia.

En este motivo se comprende tanto el supuesto de los documentos “recobrados” como el de


los “obtenidos” por vez primera, pero en todo caso, dichos documentos deben ser
preexistentes, es decir, anteriores a la sentencia, ya que lo que posibilita la revisión es,
precisamente, el que su contenido pudiera haber influido en dicha resolución, lo que sólo
resultaría posible en el supuesto de haberse podido aportar al proceso en que la misma se
dictó de no haberlo impedirlo la fuerza mayor o la obra de la parte contraria. Aunque este
precepto alude en su literalidad a los documentos recobrados u obtenidos “después de
pronunciada” la sentencia firme que se impugna, rectamente interpretado debe entenderse
que se refiere a los documentos recuperados u obtenidos con posterioridad al último
momento en que hubiere sido posible su aportación al proceso en que aquella sentencia se
dictó.

La causa que hubiere impedido su aportación al proceso ha de ser la fuerza mayor o la


actuación de la parte en cuyo favor se hubiere dictado la sentencia, por lo que no procede la
revisión, con base en este motivo, en aquellos supuestos en los que el documento que se
dice recobrado u obtenido se hallara en poder o a disposición de la parte que la promueve, o
al alcance de la misma en cualquier protocolo, archivo u organismo público.

Por documento se deberá entender, tanto los públicos como los privados, así como los
medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, y los instrumentos que
permitan archivar y reconocer o reproducir palabras, datos cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase. Y para que, con base en
ellos, pueda acogerse la pretensión de revisión, es inexcusable que se trate de documentos
“decisivos”, es decir suficientes por sí mismos para poder provocar un pronunciamiento
distinto al recaído en la sentencia impugnada.

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2°. Si se hubiera pronunciado en virtud de documentos declarados falsos en proceso penal,
o cuya falsedad fuera declarada después.

La falsedad del documento en que se funde la pretensión de rescisión precisa haber sido
declarada por un órgano jurisdiccional penal en un proceso de esta naturaleza. Tal
declaración de falsedad puede haberse efectuado antes o después de haberse dictado la
sentencia impugnada, pero en el primer caso, la parte que la alegue, deberá acreditar en el
juicio de revisión que no tuvo conocimiento de este hecho en momento oportuno para
alegarlo en el anterior proceso cuya rescisión solicita. Para que el motivo prospere se
requiere que el documento declarado falso fuera decisivo, en el sentido de haber servido de
base al pronunciamiento proferido en la sentencia impugnada.

3°. Si se hubiera pronunciado en virtud de prueba testifical o pericial y los testigos o


peritos hubieran sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que
sirvieron de fundamento a la sentencia.

La jurisprudencia ha venido exigiendo, con relación a este motivo, la concurrencia de los


dos siguientes requisitos: 1) Que el testimonio o la pericia hayan sido decisivos en relación
con el contenido del pronunciamiento de la sentencia; y 2) Que el testimonio del testigo o el
dictamen del perito hayan sido declarados falsos en un proceso penal en el que se haya
condenado a dichos testigos o peritos por el delito de falso testimonio. Esta sentencia penal
firme condenatoria constituye, pues, el hecho jurídico mismo en que se basa la procedencia
y la prosperabilidad de este motivo de revisión.

4°. Si el caso se hubiera ganado injustamente por cohecho, violencia o fraude.

La existencia del cohecho, en cualquiera de sus modalidades, ha de haber sido declarada en


el correspondiente proceso penal.

Por violencia ha de entenderse el empleo tanto de la fuerza física como de la intimidación,


ya sea sobre las personas que integran el órgano jurisdiccional, ya sobre alguna de las
partes del proceso, ya sobre quienes asuman su defensa o representación procesal. En
aquellos casos en los que la persona o personas integrantes del órgano jurisdiccional

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hubieren sido compelidas por algún género de violencia a dictar sentencia en un
determinado sentido, el acto así realizado es nulo y debe ser declarado como tal por el
propio juzgado o tribunal tan pronto como se vea libre de la violencia o la intimidación
sufridas. Consecuentemente, declarada la nulidad de la sentencia por el propio órgano
judicial que la dictó, no habrá ocasión a instar la revisión.

La conducta integrante de la maquinación fraudulenta puede consistir en cualquier argucia


realizada personalmente o con auxilio de un extraño, tendente a generar una estado de
legalidad aparente mediante el que se provoca una situación de indefensión para la
contraparte o de error en el juzgador. Aunque la argucia utilizada supone una irregularidad
y genera una situación de indefensión, no puede identificarse, sin más, con el
quebrantamiento de las formas del juicio, ya que éste se produce mediante la actuación
procesal desarrollada dentro del proceso mismo y, por tanto, el medio adecuado para su
reparación es el que proporciona el sistema de recursos. Los vicios procesales no tienen el
carácter de maquinación, pero sí cabe englobar en tal concepto jurídico las irregularidades
procedimentales que las partes interesadas provocan, conocen y consienten,
aprovechándose decididamente de las mismas para favorecer su postura en el pleito, que así
resulta más ventajosa. Como supuestos más comunes de maquinación fraudulenta
declarados por la jurisprudencia, se ofrecen la ocultación del domicilio del demandado, o la
expresión de otro antiguo y distinto del real, o la manifestación de que se ignora dicho
domicilio, o su nombre, o la identidad de los herederos de una determinada persona, con
objeto de provocar su emplazamiento edictal y su declaración en rebeldía, impidiéndoles de
este modo conocer la existencia del pleito y ejercitar en él su defensa.

IX.- LEGITIMACIÓN EN LA TRAMITACIÓN

Legitimación activa (art. 543 CPCM)

La legitimación activa para interponer la demanda de revisión se atribuye a quien hubiere


sido parte perjudicada por la sentencia firme impugnada. La cualidad de parte legítima
corresponde, en principio, a quienes hubieren comparecido y actuado en el anterior juicio
como titulares de la relación jurídica u objeto litigioso, tanto si intervinieron como
demandantes cuanto si lo hicieron como demandados. Pero la noción de parte legítima para

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solicitar la revisión debe completarse con el requisito del gravamen exigido por este art.
543 al referirse a la “parte perjudicada”, de lo que se deriva una doble consecuencia:

1) Sólo podrá promover la revisión quien haya resultado perjudicado por la sentencia firme
dictada en el proceso de que se trate, al haberle sido desestimada en todo o en parte la
pretensión o la resistencia deducida en él.

2) La jurisprudencia ha venido entendiendo que además de quienes fueron parte en el


proceso anterior, están también legitimados para interponer la demanda de revisión quienes
no habiendo intervenido como parte en él pudieron haberlo hecho y hayan de quedar
afectados desfavorablemente por el resultado de la sentencia dictada en el mismo,
concretamente todos aquellos que por estar interesados directamente en la relación objeto
del litigio debieron ser llamados al proceso y no lo fueron, viéndose luego afectados por el
resultado del mismo.

X.- OPORTUNIDAD PROCESAL

El ejercicio de la pretensión de rescisión de una sentencia firme está sometido a una doble
limitación temporal:

1) Plazo general de interposición: Solamente es posible promover el juicio de revisión


dentro de un determinado período de tiempo que la Ley fija en dos años, a contar desde el
día siguiente de notificada la sentencia. (Art. 544 CPCM)

2) Plazos especiales de interposición: Dentro de dicho período de dos años, fuera del cual
no cabe la revisión, el plazo para el ejercicio de la acción es de tres meses, a contar desde el
día en que se tuvo conocimiento del hecho integrante del motivo que se invoca como
fundamento de la pretensión rescisoria, es decir, desde aquél en que se hubieren descubierto
los documentos nuevos, el cohecho, la violencia o el fraude, o se hubiere declarado la
falsedad. (Art. 545 CPCM)

Los dos plazos son de caducidad y su observancia debe ser controlada de oficio por el
órgano jurisdiccional. Pero entre ellos existe una diferencia fundamental: si el plazo de tres
años se ha incumplido, ello se podrá comprobar sin dificultad ninguna, toda vez que el día
inicial del cómputo está perfectamente fijado por un dato objetivo, referido en la ley a la

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fecha de la publicación de la sentencia, y dará lugar a que se rechace de plano la demanda;
por el contrario, el conocimiento del hecho integrante del motivo, dentro del plazo de 3
meses, es algo que debe acreditar el demandante, por lo que, normalmente sólo podrá
decidirse sobre su cumplimiento una vez tramitado el juicio de revisión.

3) Plazo de interposición para el demandado rebelde: En el caso del demandado que


hubiera permanecido en constante rebeldía, no procederá la revisión una vez transcurrido el
plazo de caducidad de tres meses contados desde el día siguiente al de la notificación de la
sentencia.

XI.- TRAMITACIÓN

a) El escrito de demanda: El juicio de revisión, como todo proceso civil, ha de comenzar


mediante una demanda que ha de cumplir los requisitos de forma, de postulación y de
contenido exigidos con carácter general por el art. 276 del CPCM, y dirigirse frente a todas
las personas que fueron parte en el proceso cuya rescisión se solicita.

a. Calificación

El juicio de revisión deberá de iniciarse interponiendo por escrito, y con todas las
formalidades que la ley establece para la demanda en el proceso común, y solamente de esa
forma será admisible.

Doctrinariamente se encuentra que los requisitos para la interposición de la demanda de


revisión son los siguientes:

1. Presentación de los testimonios de las sentencias respectivas con certificación de sus


ejecutorias. Esto en cuanto a que, cuando un documento es declarado falso este debe serlo
mediante un proceso penal y es en tal forma que se deben presentar las dos sentencias la
que está sujeta a la revisión y la que declara la falsedad de documentos.

2. Expresión correcta de la causa que se invoca y los fundamentos que se alegaren, se debe
indicar con tal claridad los fundamentos del recurso y la expresión correcta de la causa que
se invocare, como pretensión jurídica de la revisión, el escrito contendrá la correcta
referencia de los hechos, la proposición de prueba respectivas y la mención de las

29
disposiciones legales en que se fundamenta el recurso, se debe invocar el agravio que causa
la sentencia y podrá reclamar conforme a los perjuicios causados en el fallo.

3. Indicación del juzgado donde se encontrare el expediente en el cual se pronunció la


sentencia impugnada. Es decir, equivale a la competencia

4. Presentación de tantas copias del recurso como partes hubieren intervenido en el proceso
que se reserva.

Toda demanda es admitida o rechazada según se cumplan con los requisitos señalados por
el mismo derecho que los regula.

b. Rechazo

Inadmisión a tramite de la demanda de revisión:

1) Cuando la sentencia impugnada no esté firme;

2) Cuando el proponente carezca de legitimación o de gravamen

3) Porque se invoque uno de los motivos previstos en los art. 541 o 542 del CPCM

4) Se interponga la demanda fuera de los plazos generales o particulares

5) No se acredite la representación judicial y defensa necesaria

c. Admisión

Una vez admitido el Recurso de Revisión de Sentencias firmes la Sala de lo Civil, solicitara
al juez de primera instancia que le remita el expediente con todas las actuaciones del
proceso cuya sentencia se pretenda rescindir y emplazara a cuantos en el hubieran litigado y
a sus causahabientes.

d. Emplazamiento

Se emplazara a quienes fueron parte en el activa o pasivamente o de sus eventuales


causahabientes materiales, otorgándoles un plazo de cinco día a cada uno contados desde el
siguiente a su personación, para formular alegaciones en lo que convenga a sus intereses y

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siempre relacionado con la pretensión que se han deducido, la cual constituye el objeto
exclusivo y excluyente de esta contienda. No cabe por ende ejercitar reconvenciones, ni
pedir otros pronunciamientos, aparte de las costas que puedan causarse aquí, que la
estimación o no de la demanda de revisión.

Se conferirá traslado a la contraparte o demandado para que en el plazo de cinco días


conteste la demanda sosteniendo lo que a su derecho convenga, conforme a los requisitos y
formalidades previstas en el proceso común.

XII.- LA SENTENCIA

Si la Sala de lo Civil de la honorable Corte Suprema de Justicia estimare procedente la


revisión, lo declarara así, y rescindirá la sentencia que se impugna. Luego mandara expedir
certificación del fallo y devolverá el expediente al tribunal del que proceda, para que las
partes usen de su derecho según les convenga.

Pero si la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia desestimare la revisión solicitada


se condenara en costas al recurrente y contra la sentencia que dicte el tribunal de revisión
no habrá recurso alguno.

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XIII.- JURISPRUDENCIA

Que La Sala de lo Constitucional por resolución de las ocho horas con quince minutos, del
día veintitrés de julio de mil novecientos noventa y ocho, en el amparo 34-S-95, a la letra
dijo “(…) Si bien es cierto, esta Sala ha sostenido 154 como regla general, “que entrar a
conocer de sentencias ejecutoriadas, violenta el principio constitucional de la cosa juzgada,
contemplado en el artículo 17 de la Constitución de la República”, también ha considerado
que existen dos excepciones a la misma, las cuales habilitan la competencia de este
Tribunal para conocer de sentencias definitivas ejecutoriadas, siempre y cuando concurran
los siguientes supuestos: (a) cuando en el transcurso del proceso que finalizó mediante la
sentencia impugnada en el proceso de amparo, hubo invocación de un derecho
constitucional, habiéndose negado el Tribunal a pronunciarse conforme al mismo; y (b)
cuando en el transcurso del proceso no era posible la invocación del derecho constitucional
violado, debido a que la violación proviene directamente de una sentencia definitiva
irrecurrible, sin que dicha violación se haya podido prever razonablemente. En estos casos,
esta Sala puede conocer de la actuación de ese Tribunal en cuanto a la invocación de
derechos constitucionales”.

32
XIV.- LA REVISIÓN DE LA COSA JUZGADA EN OTROS PAÍSES

En los distintos países del mundo esta figura de la revisión de sentencias firmes ya está
siendo parte de su derecho positivo vigente, tal es el caso de los países Europeos como
España y Francia; dentro de los países latinoamericanos tenemos Brasil y Costa Rica. De
los cuales se mencionan los más significativos para nuestra legislación:

ESPAÑA.

El Código Civil de España en su Art. 1251 establece que “La Cosa Juzgada es verdad
mediante la eficacia de un juicio de revisión”18 Por lo tanto se considera por ello que la
revisión es la revocación de una sentencia firme.

Sujeto: Dentro de las partes están, la legitimación activa y la legitimación pasiva, la primera
orientada a la interposición del recurso por terceros y la pasiva orientada a que solo pueden
ser parte los que intervinieron en el proceso o sus causahabientes a titulo singular o
universal.

Competencia: El Órgano competente ante quien se interpone la revisión es el tribunal


supremo, cualquiera que sea el grado del órgano que emitió la sentencia.

Tipos de Procesos en los que se aplica: No importa que tipo de proceso sea, solamente se
tiene como requisito o presupuesto, que sea una sentencia firme, que no este sujeta a ningún
recurso, provenga del tipo de juicio que sea.

Causas: Según su Art. 1796 de La Ley de Enjuiciamiento Civil, los motivos de la revisión
deben ser de una autentica novedad de existencia o conocimiento, ya que el estudio o
revisión radica, no en la antigua pretensión sino en una nueva para las partes, es decir, de
una distinta situación fáctica respecto del mismo caso. Tal y como otros ordenamientos,
estos pueden llegar a modificar el conocimiento a través de nuevos documentos ignorados o
falsos testigos y del cohecho, violencia u otra profanación fraudulenta del Juez, quien es el
que emite el fallo.

18
JUAN CARLOS HITTERS, “Revisión de La Cosa Juzgada”, Edi. Platense, Argentina 2006, p. 62

33
Plazo: Según el Autor Carlos Hitters171 establece que es efectivo el acierto del plazo en el
proceso español ya que el, pone en equidad dos grandes valores constitucionales que son:
justicia y seguridad jurídica, al fijar que hay un plazo “absoluto” y un plazo “relativo” el
primero limita la impugnabilidad de esta vía al termino máximo de 5 años desde la fecha
que publicaron la sentencia y el segundo, de tres meses, contados a partir del día que se
descubren los documentos nuevos o fraude, o desde la fecha de reconocimiento de
declaración de falsedad. Al igual que en nuestro código procesal civil, en el se fija, un
tiempo prudencial de dos años como máximo y tres meses en cuanto a descubrimientos de
carácter decisivos.

Etapas del Proceso: La etapa del proceso se divide en dos una etapa rescindente y es el
conocimiento ante el tribunal superior y otra rescisoria ante quien dicto la sentencia.

1. Interposición del recurso ante el tribunal Superior

2. Se emplazara a las partes “Que hubiere Litigado” o a sus causahabientes en un término


de 40 días

3. Se sustancia la cuestión por vía incidental, con vista al ministerio fiscal, quedando los
autos en estado de sentencia

4. La sentencia puede ser anulativa o confirmativa, se rechaza el recurso se concluye el


proceso, si se admite se casa la sentencia y se envían los autos para que continúen el
tramite. Es aquí donde entra la etapa rescisoria ante el órgano que dicto tal providencia
dejada sin efecto y consiste en la reproducción del litigio anterior estas dos etapas se
complementan ya que las pruebas de la primera son consideradas parte en la segunda pero
es de aclarar que en este nuevo juicio deberán tomarse como base las declaraciones hechas
en la sentencia de revisión.

Una de las diferencias del proceso Español con el italiano es que en Italia conoce del
recurso el tribunal que emitió la sentencia impugnada.

34
FRANCIA.

En Francia las formas a impugnar las sentencias firmes se efectúan por medio de un recurso
extraordinario. Para Francia el recurso implica un nuevo examen que tiende a hacer
retractar una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, para que se dicte otra
resolución de hecho y de derecho. La revisión solo puede ser promovida por quienes han
sido parte o han estado representados en el pleito anterior.

En cuanto a las causales están las siguientes:

1. Si la sentencia se emitió por medio de fraude de la parte que se beneficia por ella.
2. Si después del juicio se recuperaron documentos
3. Por la declaración de documentos falsos posterior a la sentencia
4. Si la sentencia es declarada con base a respuestas de testigos y luego son declarados
falsos testimonios en otro proceso Judicial.

El recurso se interpone ante el tribunal que emitió la sentencia, dentro de un plazo de 2


meses a contar desde el día que la parte tuvo conocimiento del hecho o causa que invoca
como motivo de la revisión.

El curso de este la revisión no suspende la ejecución de la sentencia del proceso que se


pretende rever.

BRASIL.

Para la legislación brasileña, La Revisión de Sentencias Firmes, no es un recurso sino un


remedio procesal autónomo, siendo su esencia la propia sentencia rescindida.

Causas de la revisión:

1. Conducta delictiva del juez


2. Juez incompetente o impedido, este es un vicio de tipo procesal que se debió
solucionar por la vía incidental
3. Dolo o Colusión de las partes, esto se da cuando la parte vencedora ha hecho fraude
y menoscabado la ley.

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4. Sentencia que va contra la cosa juzgada, esta se da por la vía de sentencia rescisoria
en los términos, bajo los presupuestos y condiciones que marca la ley.
5. Violación de la ley
6. Falsa Prueba
7. Documentos ignorados
8. Vicios de la Voluntad, esto es en cuanto aquellos vicios de la voluntad del que
otorgó el acto, por la mala interpretación del juzgador.
9. Error de hecho, es un error de los actos o documentos de la causa.

Partes Procesales: Según el derecho brasileño, son las partes que intervinieron en el litigio,
el tercero jurídicamente interesado y el ministerio público.

Tramite: La demanda no tiene efecto suspensivo y debe promoverse observando los


requisitos generales para el juicio ordinario, y se interpone ante el órgano que rescinde la
sentencia. Según el Art. 178 del código civil de Brasil, establece que la acción de promover
la acción rescisoria prescribe a los cinco años.

COSTA RICA

El Código de Procedimiento civil en Costa Rica regula bajo el acápite el de Revisión en el


capítulo VII, en el Art. 993 regula las causales entre las que mencionamos:

1. Si la parte logra demostrar que no pudo presentar documento u otra clase de prueba
dentro del proceso y no pudo pedir reparación del mal
2. Si la sentencia recayó en documentos declarados falsos después de la sentencia
3. Si los Testigos son condenados por falso testimonio en las declaraciones que
sirvieron de fundamento para pronunciar la sentencia
4. Si la sentencia se gano a través de cohecho, violencia u otra maquinación
fraudulenta
5. Si el Recurrente justifica haber estado fuera del país.

Plazo: El plazo para interponer el recurso es de diez años, desde que la sentencia pasó en
calidad de cosa juzgada y tres meses contados a partir del día en que se declaro la falsedad.

36
El recurso deberá interponerse por escrito, con las formalidades que la legislación
establece, ante el tribunal de casación y una vez presentada la petición, dicho órgano llama
a todos las partes del pleito cuya sentencia se impugna y se manda a emplazar a todos los
involucrados.

La demanda de revisión no suspende la ejecución de la sentencia que la motive.

El Art. 944 establece que no se puede interponer recurso alguno una vez resuelto el proceso
de revisión.

Como se observa en este apartado la mayoría de países concuerdan con las causales de la
revisión y con manifestar la necesaria aplicación de ella en los distintos ordenamientos
jurídicos, y también retoma, el efectivo acierto del plazo en el proceso, como lo hace
España, ya que se pone en equidad dos grandes valores constitucionales que son justicia y
seguridad jurídica al fijar que hay un plazo absoluto y un plazo relativo, el primero limita la
impugnabilidad de esta vía al termino máximo en años, desde la fecha de publicación de la
sentencia y el segundo en meses, contados a partir desde el día que se descubren los
documentos nuevos o fraude o desde la fecha de reconocimiento de declaración de
falsedad, igual que en nuestro còdigo de procedimientos civiles se retoma esta idea.

37
CONCLUSIONES

 Se logró identificar el origen y desarrollo histórico del Principio de la Santidad de la


Cosa Juzgada desde el Derecho Romano, ya que es el pilar histórico desde donde
nace este principio jurídico.

 La cosa juzgada es un instrumento indispensable de paz, seguridad y justicia en las


relaciones jurídicas de los hombres, pero no es un valor absoluto sino relativo. La
necesidad de firmeza de las decisiones judiciales debe ceder, en determinadas
circunstancias que ocasionen grave perjuicio, ante la necesidad de tutelar a la
verdad como contenido intrínseco del valor justicia.

 La revisión debe ser excepcional, ya que, la cosa juzgada y su consecuencia la


seguridad jurídica, siguen siendo pilares fundamentales del Estado de Derecho.

 La finalidad de la revocación será, en lo esencial, reparar el perjuicio causado por el


dolo, fraude, colusión o la indefensión. En principio, donde no exista perjuicio no
habrá revocación; no obstante, en aquellos casos en que estén en juego normas de
orden público la revocación será procedente aún cuando no exista perjuicio de los
terceros.

38
RECOMENDACIONES

 Los abogados del derecho, deberán estudiar detenidamente la figura jurídica del
recurso de revisión de la sentencia firme, para que pueda ser aplicada eficazmente
esta figura jurídica.

 Los docentes que infunden el conocimiento del derecho, deberán llenarse de


conocimientos necesarios para trasmitir a sus alumnos la figura jurídica del recurso
de revisión, ya que es una figura muy importante.

39
BIBLIOGRAFÍA

LEGISLACIÓN

 Constitución de la República de El Salvador

 Código Procesal Civil y Mercantil.

 Código de Trabajo

 Ley Procesal de Familia

LIBROS

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 Alsina, Hugo,“Derecho Procesal, Juicio Ordinario”, Tomo IV.

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TESIS

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