Está en la página 1de 8
Horacio Gerutti Guldberg G7 La filosofia en la administracion* Horacio Cerutti Guldberg™” Para proponer una pasionante, la idea de que las dos iio pica Cae ee cane ligadas, y que por lo }0 puede haber administracién privada buena sin administracién piblica buena y viceversa. Para corroborar esta hipdtesis nd emite al mundo clasico de la polis griega, ala Europa napolednica de os primero afios del siglo pasado y al Japén de mediados d PREAMBULO i tuviera que decir, en una palabra, qué es lo que finalmente hace la gente que se dedica a la filosofia, dirfa: pensar. Claro, eso parece muy poco, porque no solamente los fil6sofos piensan, ipor suerte!. Todos pensamos, meditamos en la vida cotidiana. Entonces, decir que los filésofos y las filésofas se dedican unica- mente a pensar, seria limitado; un poquito mas podriamos afiadir y es que nos dedicamos en realidad a hablar, leer y escribir. Tampoco luce excesivo porque desde la edu- cacién primaria se supone que nos ensefian a hablar, leer y escribir. Sin embargo, ésta me pare- ce una definicién muy adecuada de lo que hace- mos los filésofos: hablar, leer y escribir, nada mas de Contaduria y Administracién, ei 28 de ag 1997 en el Segundo Foro Nacional de Investigacio inistrativa, Sus objetos, areas y métodos”, organi la Division de Investigacién de la FCA, UNAM. ‘Horacio Cerutti Guldberg es licenciado y josofia por la Universidad Nacional de Cuyo, ct da vaca WeroeVarbsooa be a Actualmente es catedratico e invest ¥ profesor en la Facultad de Filosofia y UNAM Ademés es investigador nacional nivel Revista Contaduria y Administracién, No. 188, enero-marz0 1998 #4 se ee ee que en un nivel de lenguaje un poco distinto del lenguaje cotidiano, aunque basado por supuesto en el lenguaje cotidiano. Y sobre qué hablamos, leemos y escribimos? En esto tenemos ventaja respecto de otras disciplinas, porque hablamos, leemos y escribimos acerca de todo e incluso acerca de lo que ese todo quiere significar. Esto es una gran ventaja. La desventaja es que a veces lo que decimos lo expresamos con excesiva generali- dad y eso hace que perdamos un poco la médula del asunto, aunque siempre con la tipica pedante- tia filos6fica se pretenda otorgar a lo que se esta diciendo el cardcter de lo mas importante y lo mas fundamental, lo decisivo sobre el tema en cues- tion. La verdad no estoy seguro de eso, no sé qué sera lo decisivo, lo fundamental en todos los casos. Lo que si sé es que el ejercicio de reflexién es apasionante, que emociona la aventura del pensar y de intentar ejercer el habla, la escritura y la lectura en un nivel diferente, en un nivel en cierto sentido un poco mas complejo que el del lenguaje cotidiano. Aqui me gustaria afadir que la iniciativa de esta Facultad y, particularmente del amigo Francis- co Ballina, es sumamente loable, porque creo que ha llegado la hora en que los académicos de la UNAM nos dediquemos efectivamente a romper los compartimentos estancos, a salir de los getthos en que cotidianamente vivimos, para encarar crea- tivamente esa tarea de dialogo y confrontacién inter y multidisciplinaria que muchas veces las autoridades universitarias y los funcionarios univer- sitarios, con buen criterio y con buena intencién @ 4 pienso yo, auspician, tratan de promover y mencio- nan en sus discursos, pero si los catedraticos y los académicos en general no las practicamos en la realidad cotidiana, nunca se van a dar. Con esta actitud y con esta primera aproxima- cién a lo filosdfico entremos de leno al tema, a sabiendas que una de las tareas pedagégicas mas dificiles es introducir a la filosofia. Por eso es que muchas veces los maestros de Introduccién a la Filosofia fracasan, porque introducir supone que estamos afuera y écémo hacer para colocarse adentro? A veces se les va el curso en hablar desde afuera, sin posibilidades de entrar en la reflexion filosdfica. Lo que quiero hacer aqui es una zambullida en la alberca: no se puede ensefiar a nadar afuera de la alberca, y aqui lo que vamos a tratar de hacer es participar la experiencia de como se genera una reflexion desde dentro de la preocu- pacién filoséfica misma. Hasta aqui el preambulo que he querido desarrollar para hacer mas explicita mi exposicién. Ahora voy a entrar en materia refirisndome para ello al mundo griego. Suele ser una buena estrategia remitirse a veces al mundo clasico, particu- larmente a la Grecia clasica. En ocasiones los griegos dijeron ciertas cosas de una manera tan espontanea, tan sencilla -entre comillas claro- que ayuda a pre- cisar mejor aquello que uno quie- re enfocar. Se me ocurrié que valia la pena aludir aqui a una obra que se atribuye a Aristéte- les, como todos ustedes saben, un gran maestro de la filosofia mundial. No estamos seguros si verdaderamente é! escribié este texto, probablemente lo dicté o es un resumen hecho por sus alumnos de lo que decia en clase ~y ya sabemos lo que suele resul- tar de esos resimenes... 0 quizés sea la obra de un discipulo muy brillante y muy cercano de Aristé- teles llamado Teofrasto. De todos modos, no nos mos (administracién) le oikia (doméstica). a, porque economia efiere ya directament administracion de sa, a la administraci Revista Contaduria y Administraci6n, no. 188, enero-marzo 1998 La filosofia en la administracién afecta de momento si finalmente lo hizo Aristételes 0 lo hizo Teofrasto; lo que nos interesa es el texto. El texto lleva un nombre, un titulo en castella- no y el traductor del griego inmediatamente se ve obligado a aclarar que se trata de una tautologia es decir, de una reiteracién, de una repeticién, con dos palabras se expresa lo mismo; porque se ha traducido al castellano como “economia domésti- ca". Como ustedes saben el término griego, del cual deriva nuestra palabra economia, viene de: nomos (administracién) y de oikia (doméstica). Por tanto, no tiene caso traducir economia doméstica, porque economia se refiere ya directamente a la administracién de la casa, a la administracion del hogar. Claro que la administracién del hogar en un sentido ms amplio de lo que nosotros concebi- mos hoy por familia nuclear, porque para los griegos la administracién de la casa implicaba que el varén, el padre de familia, que es el que tenia la decision, diera érdenes, orientaciones, evaluacio- nes y, finalmente, resumamoslo en una palabra que todavia no sabemos bien, al menos en lo que llevo diciendo, qué quiere decir, el padre organizaba la ad tracién de esa casa. En esa casa habia una mujer subordinada al varén, unos hijos subordinados al varén y a la mujer, unos escla- vos mas subordinados todavia y una cantidad de bienes que te- nian que garantizar la reproduc cién de la supervivencia de esta familia ampliada. Es sobre ese complejo so- que est4 pensando Aristéte- les 0 el autor de este texto: sobre cémo hacer economia, cémo se hace finalmente para administrar la casa. No les voy a leer el texto completo porque es muy largo. Se los recomiendo. iLéanlo! Estoy seguro de que ademas de lo que voy a mencionar aqui, que son s6lo unas peque- fias muestras, ustedes que estan metidos de lleno en el-campo de la administracién seguramente Horacio Cerutti Guldberg sacaran maravillas de estas reflexiones de la es- cuela aristotélica. ‘Amilo que me interesa es leerles un pequefio trozo, donde se establece cudles son las cualida- des del cabeza de familia. El texto dice asi: Hay cuatro cualidades que debe poseer el cabeza, de familia en el cuidado de su propiedad [entenda- monos, todo es de su propiedad desde la mujer, los. hijos, los esclavos hasta los bienes]. En primer lugar, debe poser la capacidad de adquirir, y en ‘segundo lugar la de conservar lo que ha adquirido; de lo contrario, no hay mayor beneficio en el adquirit que en achicar una barca con un colador 0 un sedazo 0 en el proverbial jarro de vino con un ‘agujero en el fondo [esta ironizando sobre el tema, ‘con un jarro de vino con un agujero en el fondo no se termina nunca de sacar el agua de la barca y ésta termina por hundirse. Entonces es necesario adquirir y conservar]. En tercer y cuarto lugar debe saber cémo mejorar su propiedad y cémo hacer uso de ella, pues estos son los fines para los que se ha buscado el poder de la adquisicién y de la conservacién. Todo lo que poseemos debe ser exactamente clasi- ficado, y el valor de nuestra propiedad productiva debe exceder el de la que es improductiva. El producto debe ser empleado de tal manera que no arriesguemos todas nuestras propiedades de una vez [estamos hablando de un texto escrito cinco siglos antes del nacimiento de Cristo no es de ayer]. Para la custodia y salvaguardia de nuestra propie- dad, haremos bien en emplear el método de los sistemas persa y lacedemonio. El arte ateniense de la administracién doméstica tiene, sin embargo, algunas ventajas. Los atenienses compran inmedia- tamente con el producto de sus ventas, y las familias pequefas no guardan depésitos ociosos en previsi6n. En el sistema persa, el mismo dueno se encarga de la entera disposicién y supervisin de la familia, siguiendo la practica que Didn atribuye a Dionisio’. Mas adelante va a decir que hay que copiar del sistema lacedemonio, que eran otros vecinos de los griegos, un aspecto fundamental: colocar * Atistételes, Economia doméstica en Obras. Trad. del griego, estudio preliminar, preambulos y notas por Francisco de P. Samaranch. Madrid, Aguilar, 1964, p. 1983, ina dimension ética en juego. Etica vier e ethos: comportamiento; hay una ension de comportamiento, que pued er bueno o malo. Bueno o malo en aso de los fines establecidos como in- ‘insecamente necesarios para !a buer siempre las herramientas que se utilizan en la casa en el mismo lugar. Eso hacian los lacedemonios, de modo tal que cuando se buscaba la pala, el pico 0 el hacha, estuviera siempre en el mismo sitio y no se perdiera el tiempo y, por supuesto, dinero, propiedades, etc., buscandolas. Lo que quiero indicar con esto es que los griegos estaban filoséficamente atentos a cémo administrar la casa. Tenian plena conciencia de que habia que preocuparse de todos los detalles, desde las minu- cias més insignificantes, como es ésta de las herramientas 0 el mirar cémo es que hacian los atenienses vendiendo y comprando rapidamente para que el dinero circulase y no tenerlo quardado; Porque claro, en aquel tiempo no habia capital financiero y dinero guardado era dinero perdido. Pero, dinero circulando era un dinero que permitia el enriquecimiento 0, por lo menos, la conserva- cidn de los bienes, que eran las tareas del cabeza de familia. Quiero decirles que cuando se habla de hacer un uso correcto de las propiedades, el autor del texto est pensando en que el varén cabeza de familia tiene que hacer un uso correcto de su mujer. La mujer épara qué servia? En el caso de los griegos para algo fundamental, nada mas y nada menos que para la reproduccién y la crianza inicial de los hijos; cuya educacién, como dice el texto, estaba reservada finalmente y en ultimo térmi- no al padre. Lo importante de todo esto es que hay una dimensién ética en juego. Etica viene de ethos: comportamiento; hay una dimensién de comporta- miento, que puede ser bueno o malo. Bueno o malo en el caso de los fines establecidos como 104 intrinsecamente necesarios para la buena adminis- tracién. En pocas palabras, a la mujer hay que tratarla bien, no hacerle mucho caso a lo que habla -lo dice el texto, no me estoy inventando nada— para que los fines de la familia, de la reproduccién de la familia y de todos los bienes incluidos en ésta se cumplan cabalmente. Me gustaria detener aqui un mo- mento su atencién para decirles que finalmente este texto de [administracién de empr economia, este texto prob- ablemente situado en el naci- miento o en el economia como disciplina y de la economia no como la entendemos nosotros ahora, sino como lo acabo de explicar, intimamen- te ligada a la administracién, abarca la totalidad de los aspectos relacionados con el tema en cuestién. Ahora bien, resulta que una casa no puede ser bien administrada si no hay una buena administra- cidn de la ciudad, de la ciudad-estado, de la polis griega. Por eso el cabeza de familia es también concebido, claro que con la terminologia que no- sotros usamos y retrotraemos al mundo griego, como un ciudadano. No solamente tiene que preo- cuparse de que su casa esté bien administrada, sino que para que su casa pueda estar bien administrada, el Estado diriamos hoy, la ciudad-es- tado, la polis, la pequefa ciudad griega tiene que estar también bien administrada. Y 2qué queria decir bien administrada? En el caso de la ciudad queria decir que por lo menos se cumplieran sus objetivos: que sus habi- tantes pudieran vivir y desarrollarse plenamente y, por lo tanto, pudieran ejercer de la manera mas adecuada esa economia (doméstica) de la que hemos estado hablando o esa administracién de la casa. Esto quiere decir que, si exageramos un poco las cosas -y a ustedes les conviene, porque tendrdn més trabajo de esta manera-, todo requeri- ria administracién, porque hay un vinculo entre la administracion de la ciudad-estado y la administra- cién de la casa y la buena administracién de una reperoute en la administracién de la otra. Y la ética, es decir, el buen comportamiento que se siga en un caso, redundard también en el otro y el mal la administracién esta! Revista Contaduria y Administracién, no. 188, enero-marzo 1998 La filosofia en la admi comportamiento que se siga en un Ambito, des- viandose por ejemplo de los fines para los cuales la ciudad-estado ha sido establecida, también re- dundaré en un gravisimo perjuicio para las fami- lias. Asi, sise entraba en guerra équiénes se iban a morir? No los esclavos, sino los hijos del padre de familia. Esos son los que se iban a morir, esos son los que irfan al combate. Los esclavos no. Los esclavos eran siempre, instrumentos, pero en el caso de una guerra los hijos paga- ban. Aqui vendria el problema, para poner un caso extremo. Hasta aqui llega mi revisién al mundo griego, tratando de mirar las cosas un poco desde lejos, Porque a veces cuando uno las contempla de lejos se ven mejor. A continuacién voy a sostener una sola tesis y a tratar de argumentar a favor de esa tesis, para ponerla a consideracién de ustedes y, si fuera el caso, para que discutamos al respecto. Dicho en forma brutal, como si fuera un telegrama, la tesis se expresa como sigue: no puede haber administracién privada buena sin administracin publica buena y viceversa, Claro, yo sé que los filésofos nos metemos en temas que son un tanto urticantes; la vida acadé- mica dice: “vamos a estudiar esto por aqui y esto otro por alld", pero resulta que a mi lo que me interesa decir es que no podemos separar lo que esta unido. Los griegos tenian razén. Si no hay buena administracién de la casa no puede haber buena administracién del estado y sino hay buena administracién del estado no puede haber buena administraci6n de la casa. Es exactamente lo que estoy trasladando aqui al plano de la administra- cién privada y de la administracién publica, en el entendido de que la casa para los griegos podria ser un antecedente de lo que después histérica- mente fue la empresa. No puede haber una buena administracién de empresas si la administracion estatal funciona mal y viceversa. Lo que ocurre es que el impacto de una de estas administraciones sobre la otra es desigual. Pueden haber en un pais muchas empre- Horacio Cerutti Guldberg Qa sas que funcionen mal y, sin embargo, el estado puede funcionar bastante bien. En cambio, si el estado funciona mal y esta mal administrado, diff- cilmente la mayoria de las empresas funcionarén bien y podran estar bien administradas. Esta es la tesis. Vamos a ver ahora si se sostiene. Una tesis es algo que uno coloca o pone, como se pone una carta sobre la mesa. Si es buena o no, se vera. En el tiempo que dis- Pongo necesito utilizar ciertos medios para poder argumentar de mejor manera mi tesis. Lo que voy a hacer es recurrir, sobre todo para que no tenga- mos ese problema de las peliculas, en las que: “cualquier parecido con la realidad, etc., etc.”, voy a emplear dos ejemplos muy lejanos en el tiempo y en el espacio. Dos muestras de tipo histérico mediante las que voy simplemente a bosquejar aqui, ante ustedes, de la mejor manera que pueda, tratando de llevar agua para mi molino, es decir, tratando de que se vea que hay un fundamento en esta idea de que las dos administraciones -publica y privada- estan intima e intrinsecamente ligadas. Me referiré, por un lado, a la Europa napoleénica, la Europa de los primeros afios del siglo pasado y, por otro lado, al Japon de mediados de este siglo, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial y vamos a ver si mi tesis se sostiene o se hunde -espero no hundirme con ella. Como ustedes saben, los mejores estudios sobre Napoledn han sido realizados por historiado- res ingleses. Los briténicos fueron enemigos de Napoleén, lo acabaron, pero fueron después los que mejor lo estudiaron. Probablemente tenga esto que ver con la flema y el modo de ser de los gentlemen. Hay un autor, un antropélogo estupen- do, llamado Stuart Woolf, que ha escrito un libro llamado exactamente asi La Europa Napoleénica, * Prdl, ala ed. espafola Lluis Roura. Trad. Mariona Vilalta Barcelona, Critica, 1992, 358 pags. otras palabras, que nada escapara edicién francesa de 1990 y castellana de 1992.? Este texto -que tendria que ser de lectura obligato- ria para ustedes- analiza cuidadosamente cémo el imperio napolednico después de la revolucién fran- cesa, después del jacobi- nismo, etc., se va expan- diendo por la Europa con- tinental llevando consigo, (© mejor dicho, inventando y llevando consigo un sis- tema de administracion fuertemente centralizado. cién se organizd como una adi acién centralizada. Pretendia, mas ni menos, controlarlo todo. En casi 400 paginas, el autor va examinando con todo detalle este tipo de administracién centralizada que nunca antes se habia vivido con esas caracteristicas en Europa; aunque habia habido grandes imperios, el sacro imperio romano-germanico con Carlomagno, Car- los V con un imperio donde el sol no se ponia; pero la administracion de esos imperios era de otras caracteristicas. Aqui, en el caso francés, la adminis- tracién se organiz6 como una administracin cen- tralizada. Pretendia, ni mas ni menos, controlarlo todo. En otras palabras, que nada escapara al conocimiento no ya de los funcionarios del empe- rador sino del emperador mismo. Porque Napo- len pasaba horas discutiendo con su gabinete y Pidiéndole informacién concreta y especifica, no sobre generalidades de quiénes son nuestros ene- migos, porque lo sabia perfectamente, sino datos, cuanto producimos en tal parte de esto, cuantas empresas hay dedicadas a tal cosa, qué esta haciendo el contrabando, por dénde se introduce el contrabando y nos crea problemas en el nivel del imperio, etc. Esa administracién tenia una caracteristica fundamental: inventa, como nosotros las conoce- mos en este momento, las estadisticas. Compila entonces tablas contables, regién por regién de qué es lo que hay en cada parte. Por ejemplo, conquistan el norte de Italia y se preguntan qué hay, pero qué hay de todo. ZQué posibilidades se tienen de sacar ejércitos de aqui?, qué posibilida- des de materias primas hay aqui?, iqué empresas Revista Contaduria y Administracién, No. 188, enero-marzo 1998 © eee eee ee eee 124 son las que estén funcionando?, iqué ganancias tienen las empresas?, équé pérdidas tienen las empresas?, écémo se administran las empresas?, etc., etc. No habia computadoras, eso habia que hacerlo a manita y el emperador exigia que los datos fueran fidedignos, porque si los datos no eran fidedignos las decisiones que se tomaran a partir de esos datos serian catastréficas. Imaginen- se ustedes que movilizaban a un ejército de 600 mil soldados a mas de 15,000 km. de la fuente de aprovisionamiento. Eso significaba una administra- cién muy eficiente. De persona a persona, y por eso era fundamental el esfuerzo y la seleccién del personal. Ahora bien équé tiene que ver esto con mi tesis?, muchisimo, porque esta expansién centrali- zadora de la administracién francesa en Europa, particularmente en Italia, en Holanda, en el fracasa- do intento espafiol (porque las guerrillas no permi- tieron que los grandes ejércitos victoriosos tuvieran éxito), en el caso aleman, en el caso balcdnico, etc., produjeron un doble efecto, obvio por supuesto, en el que hubo beneficiados y perjudicados. éQuiénes fueron los. perjudicados? Aquellos empresarios privados, aquellos que le apostaban todo al contrabando, es decir, a romper la frontera del imperio por estar negociando ilegal- mente algunas mercancias, lo cual era un negocio fabuloso y rapido, pero sin posibilidades de media- no y largo plazo. Era un negocio del momento. Todo el negocio privado dependia de la adminis- tracién publica, porque sin estado nacional no Podia haber contrabando; habria idealmente mer- cado libre, pero no puede haber mercado libre si hay mercado nacional, con fronteras, con tarifas, con impuestos que hay que pagar, etc. Estos fueron los perjudicados. Y équiénes los beneficia- dos? Los que se hicieron multimillonarios; aquellos que se adaptaron a la administracién del imperio y la pusieron a funcionar también articuladamente al interior de sus empresas. Esto ocurrié por primera vez en proporcién masiva en la historia de la humanidad, no habia habido antes una experiencia como la que estamos mencionando. En este caso entiendo que la experiencia histérica (claro podria- mos seguir analizando miles de detalles mas pero el tiempo nos persigue) viene a confirmar mi tesis Revista Contaduria y Administracién, no, 188, eniero-marzo 1998 La filosotia en la administracion de que depende cémo enfocamos y retomamos la administracién piblica desde la administracién pri- vada si hay beneficiados 0 perjudicados y depen- de de los niveles de eficiencia de la administracion publica para que la administracién privada también pueda funcionar. Entre paréntesis hay informes extraordinarios, muy sugestivos de los funciona- tios de la Francia napolednica, donde relatan cémo a pesar del ejército y de toda la fuerza del imperio, si los empresarios de una determinada regién conquistada no se plegaban a apoyar las medidas que Napoleén decidia desde donde esta- ba dando érdenes, no habia posibilidad de que esas ordenes se hicieran efectivas. Hay que obser- var aqui la fuerza de la iniciativa privada, de lo que hoy llamamos iniciativa privada, en relacién con una administracién publica de las mds poderosas que la historia de a humanidad ha conocido y eso tiene, me parece, que servir como elemento de tevalorizacin y de reconceptualizacién de las pro- pias posibilidades de la iniciativa privada en rela- cién con la administracién estatal. Por mencionar algunos fragmentos significativos: La ansiedad de Napoleén por estar informado de los hechos, que le llevaba a importunar a sus colaboradores una y otra vez, formaba parte de su imagen publica. Sin embargo, era coherente con su comportamiento habitual fuera de los ojos del puibli- co, puesto que exigia a sus colaboradores que obtuvieran informacion de primera mano [...] La restauracién del orden requeria a la vez menos y mas informacién de la que podian proporcionar los datos estadisticos [..] Los nuevos administradores de los territorios anexionados por Francia u organi- zados como estados soberanos dependieron, des- de el principio, de la colaboracién local [...] El régimen napoleénico mostré una sed insaciable por las listas de personas consideradas dignas de atencién por su riqueza, su familia, su reputacion, su talento u otros méritos [...] Los notables eran mediadores importantisimos en todos los niveles: eran la Unica fuente de informacién de las investiga~ ciones estadisticas; los representantes de la opinion local; y los dirigentes cuya elecciones politicas iban a influir en los rangos mas bajos de la sociedad. Su colaboracién era especialmente importante para la administracién en los tertitorios recientemente anexionados, sobre los que no se tenian los conoci- Horacio Cerutti Guldberg mientos profundos derivados de un largo periodo de contactos*, segundo ejemplo es el Japén. El Ja- p6n, con una cultura muy extrafia para nues- tros ojos, y una vida cotidiana y doméstica completamente alejada de cualquier para- metro que nosotros pudiéramos relacionar con la cultura llamada moderna. Antes de la segunda guerra mundial, dependia para toda su comunicacién externa -recuerden que es una isla~ de dos empresas navieras privadas, una de capital inglés y otra de capital norteamericano. A un japonés se le ocurrié por esos afios que eso no tenia sentido. Lo tenia para las empresas que de- tentaban el negocio, pero para los japoneses y, Particularmente, para los empresarios japone- Ses, ese era un desperdicio total. iQué mejor que ser los propios japoneses quienes tuvieran el mo- nopolio de la comunicacién del Japén con el exterior y de éste hacia el Japén! Pidié apoyo estatal y en tres afos directamente los aniquilé, o sea, hizo desaparecer a la competencia, y se qued6 duefio del control de los mares para la comunicacion mercantil y de pasajeros para Japén. Claro, era el padre de lo que seria después la Toyota. Esta actitud del empresariado japonés de co- locar al Estado a su servicio, pero con un proyecto que excede ampliamente a la pequefia o gran empresa privada, con un proyecto nacional hecho desde la iniciativa privada, se va a agudizar con la destrucci6n sufrida después de la segunda guerra mundial, y luego de las bombas atémicas. Con el Japén practicamente desmantelado, e! gobierno de McArthur designa un Ministro Secretario de Economia japonés. Y éste da una orden secreta -ahora ya se conocen todos los documentos- a todo el personal de la administracién publica, una orden acordada con los principales empresarios japoneses, que decia: En primer lugar, todo lo que nos ordene el gobierno de ocupacién que sea a favor de Japén, se hace rapida y eficientemente; todo lo que el gobierno de ocupacién nos ordene y que no sea para el beneficio del Japén, se le da into hace casi dos décadas, de que la adminit racion estatal tenia que dejar de intervenir i gres asiaticos, es falsa de toda falsedad; por ue sin el impulso del Estado japonés, prime! jo la ocupacién norteamericana y, después d ichas maniobras, librado de la ocupa jamas el Jap6n se habria convertido en la potet industriai q largas; algun dia, ya veremos, pero no se hace, no se hace; en segundo lugar, toda la tecnologia de guerra (el Ultimo grito de la moda en ese momento) que los norteamericanos han desembarcado en esta especie de portaviones terraqueo que es el Japén la vamos a estudiar, la vamos a conocer y la vamos a transformar para hacerla tecnologia pro- ductiva en tiempos de paz, adaptandola a nuestras posibilidades; en tercer lugar, ni un centavo de inversion externa, ni un pago por tecnologia o franquicias tecnolégicas que nosotros podamos inventar aqui o reproducir aqui mejor adaptada a nuestras necesidades, solamente le vamos a dejar a la inversion externa extranjera algunas areas completamente secundarias, improductivas, en todo caso, relacionadas con un comercio comple- tamente marginal; y, ultima decisi6n, nosotros va- mos no solamente a producir sino a manejar y a administrar la comercializacién nacional e interna- cional de lo que producimos. No estoy inventado nada équieren leerlo? Hay un libro excelente de un investigador mexicano, Manuel Cervera Aguirre llamado Globalizacién ja- ponesa, lecciones para América Latina. Politica industrial, inversion extranjera y proyeccién econé- mica en el Asia Pacifico, publicado por esta Univer- sidad y la editorial Siglo XX! el afio pasado.* Ahi estd todo lo que les estoy resumiendo con todos 8 ibidem, pp. 120, 123, 126, 145 y 248. ‘4 México, unaw/Siglo XXI, 1996, 190 pags. 144 los datos, las sefiales, los nombres, las horas y los dias de los que yo me olvido en este momento. Esto quiere decir exactamente que la version, mejor dicho la fébula, el cuentito que se nos cont hace casi dos décadas, de que la administraci6n estatal tenia que dejar de intervenir, porque asi la iniciativa privada se iba a desarrollar, etc., para que imitaramos nosotros a los tigres asidticos, es falsa de toda falsedad; porque sin el impulso del Estado japonés, primero bajo la ocupacién norteamerica- na y, después de muchas maniobras, librado de la ocupacién, jamés el Japén se habria convertido en la potencia industrial que es en este momento. Claro que la intervencién del Estado era realizada de una manera sumamente elaborada y pensada. Entre otras cosas, lo que pensaron fue que habia que desarrollar la inteligencia japonesa hacia dos direcciones: primero, enviar comisiones a todo el mundo para que estudiaran cémo los demas ha- cian las cosas y poderlas hacer igual o mejores, adaptandolas a la realidad japonesa; y en segundo lugar, enfatizar la formacién de todas las ingenie- rias, particularmente la ingenieria en la administra- cién de empresas, pero, sobre la base de un proyecto nacional, privado por supuesto, pero con un estado nacional que esta perfectamente articu- lado a las necesidades, carencias y posibilidades de la iniciativa privada. Reproduzco a continuacion s6lo un parrafo que exhibe una actitud muy distinta alo que se suele considerar: .. la creciente interdependencia tecnolégica que vive la region Asia-Pacifico también encuentra sus- tento en la marcada preferencia por el contacto Personal y el trabajo conjunto por largos periodos entre los proveedores japoneses y sus clientes y socios regionales; mas que la introduccién de equi- pos modernos y sofisticados, es el factor de contac- to y transmisién directa de conocimiento lo que define a los procesos de transferencia de tecnologia Japonesa en diversos sectores, como energia, mine- ria y petroquimica, o bien autopartes, electrdnica, informatica, textiles y manufacturas en general. Un aspecto notable de dicho proceso de transferencia de tecnologia es que suele entrafar importantes programas de entrenamiento intensivo para ingenie- Tos y operadores, lo cual es crucial no sélo para garantizar una efectiva transferencia de tecnologia, sino también para cimentar relaciones comerciales estables de largo plazo. Al respecto, el andlisis, Revista Contaduria y Administracién, no. 188, enero-marzo 1998, La filosofia en la administracion antropolégico y sociocultural puede arrojar luz so- bre procesos clave que redundan en una mayor Productividad y, que, sin embargo, suelen ser omiti- dos por el analisis econémico tradicional.> Este segundo ejemplo sirve, de nuevo, para darle sustento a mi tesis. De esto se derivarian muchas otras reflexiones, que no creo necesario explicitar aqui. Ademas, no interesa que las haga alguien individualmente, lo que interesa es la refle- xién colectiva que se tiene que hacer sobre esto, Porque si no podemos evitar comparaciones odio- sas, tenemos que plantearnos inmediatamente qué es lo que hemos estado haciendo nosotros, mien- tras que todo esto ocurria en el siglo XIX en la Francia napoleénica y en el siglo XX en el Japon (primero imperial y después democrético-impe- rial)de una forma extrafiisima y que logra que un pais destruido hasta los cimientos, ahora aparece en las condiciones que todos conocemos. Con estos ejemplos, creo que la tesis se sostiene en su generalidad y, sila tesis se sostiene en su generali- dad, las consecuencias practicas y especificas serlan verdaderamente decisivas para nuestra vida individual y colectiva y no podemos ni debemos eludir ese tipo de retlexiones y de andlisi Con esto termino, no sin antes volver a agra- decer la invitacion y sefalar que si en todo caso no ha habido la magia de los grandes maestros para atraer la atencién y para retenerla sobre los puntos que son fundamentales, no le atribuyan eso a deficiencias de la reflexi6n filoséfica, sino a las de un servidor. Muchas gracias. ¢ * ibidem, p. 147.

También podría gustarte