Características geográficas y climáticas: El municipio se encuentra ubicado sobre una derivación de la cordillera oriental de los Andes, se encuentra a una altura de 2095 msnm. Tiene una temperatura media de 18°C. La topografía predominante se caracteriza por ser ondulada y montañosa presentando suelos de capas vegetales, formaciones de arenisca y rocas. De los 108 Km2 de área tota, 94 pertenecen a el área rural. Fasciola Hepática: En cuanto a los hospederos, estos dependerán del estadio de vida del parásito, siendo así vegetales o animales. ESTADIO HOSPEDERO UBICACIÓN Herbívoros – humanos, bovinos, Hígado y conductos Adulto ovinos y otros rumiantes biliares Huevo* x Corrientes de agua Miracidio Moluscos del género Lymnaea Hepatopáncreas Esporocisto Moluscos del género Lymnaea Hepatopáncreas Redias Moluscos del género Lymnaea Hepatopáncreas Moluscos del género Lymnaea Hemocele Cercarias** Plantas Plantas acuáticas Tubo digestivo Cavidad peritoneal Herbívoros – humanos, bovinos, Metacercaria Cápsula de Gisson ovinos y otros rumiantes Hígado Conductos biliares * No presente un hospedero vivo ** Para su desarrollo necesita de un hospedero animal y vegetal
En cuanto a la economía del municipio de Sutamarchán gira en torno a la ganadería,
agricultura y turismo, en donde un alto porcentaje de habitantes se dedica a la crianza, beneficio y compra-venta de ganado bovino. A pesar de que se han realizado estudios de prevalencia del parásito, las cifras no han sido relevantes, más sin embargo la presencia de Fasciola genera disminución en la productividad, afectando de una u otra manera la economía de la región. De acuerdo a lo anterior, es necesario hacer énfasis en la presencia de Fasciola hepática en esta región. No solo por el hecho que afecta la economía, sino también por el autocuidado de los campesinos que se dedican a esta labora y de igual manera el cuidado hacia su trabajo y animales. Pues lo menciona Bernardo Toro: hay que saber cuidar, saber hacer y saber conservar, estos tres pilares son fundamentales para el desarrollo social, cultural y económico de cualquier región y de cualquier labora que se realice. Pero existe un gran problema en Colombia en torno a este contexto, y es, la educación de los campesinos sobre los factores que giran en torno a ellos y que podrán poder en riesgo su salud, productividad y sus semovientes. Para resolver este problema, todas las áreas académicas y laborales que giren alrededor de la temática deben unificarse junto con el Gobierno, para crear estrategias de educación, para los campesino de la región con el fin de generar conocimientos en cuanto a prevención y tratamiento del parásito. Bernardo Toro menciona que hay cambiar ese estigma de inteligencia guerrera y pasar a la inteligencia altruista, en donde se genere beneficio comunitario y no individualista, esto debe ser aplicado en las comunidades académicas, en donde se creen actividades educativas para generar un control sanitario de la parasitosis, esto de la mano de estudiantes y egresados, quienes son expertos en la temática y encargados no solo de hacer y crear conocimiento para beneficio personal, sino por ejemplo para crear métodos de diagnóstico eficientes que confirmen la presencia de la enfermedad en dichas regiones campesinas. La capacitación de los campesino en torno a la identificación de los parásitos es una actividad fundamental, puesto que esta se puede realizar tanto por ganaderos, expendedores y operarios de las plantas de sacrificio, esto generaría una disminución en la compra-venta de productos infectados con el parásito. Se puede evidenciar la importancia de la necesidad bidireccional por parte de la comunidad y los profesionales académicos en la solución de la problemática. Esta relación bidireccional genera redes tanto emocionales, sociales y profesionales (Bernardo Toro), teniendo como fin un beneficio mutuo y en éste ámbito, una ganancia de conocimiento con respecto a la Fasciolosis por parte de los profesionales, y en la región una mejora en la productividad y la generación de bienestar personal, comunitario y animal. Andrés Alulema