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Qué eran la Cruzadas

Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares que realizaron los Papas por
diversos territorios de la Europa latina cristiana, principalmente por Francia e Italia,
pero también por España y otros países de Europa del este. Los ejércitos estaban
formados por los cruzados, ciudadanos a los que les eran perdonados sus pecados
a cambio de combatir en las cruzadas.

El objetivo de estas Cruzadas era recuperar los territorios de la Tierra Santa y volver
a restablecer el dominio de la religión cristiana en ellos. De esta manera, las
Cruzadas de libraron contra pueblos cuya ideología e idiosincrasia rivalizaba con el
concepto de cristianismo y Tierra Santa, principalmente contra los musulmanes,
pero también contra muchos otros pueblos o incluso clases sociales (esclavos
paganos, judíos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, cátaros, husitas,
valdense, prusianos) y enemigos del cristianismo o del Papa en cuestión.

Origen e historia de las Cruzadas

Las Cruzadas tiene su origen a finales del siglo XI, cuando el emperador bizantino
Alejo I pidió ayuda al Papa Urbano II para proteger a los pueblos cristianos de
oriente ante la dominación musulmana. Estas cruzadas fueron entonces
promulgadas durante el Concilio de Clermont. Tras la predicación de las Cruzadas
el pueblo cristiano asintió en masa y las aprobó al grito de Deus lo vult (“Dios lo
quiere”).

Es por ello que el origen de las Cruzadas normalmente se atribuye al fervor


religioso y a la necesidad de los cristianos de proteger su religión y sus territorios.
Sin embargo, otras lecturas históricas también ven a las Cruzadas como un símbolo
del ansia de poder del Papado y de sus ansias de expansión por oriente.

La primera de las Cruzadas se puso en marcha a finales de 1095. Estaba formada


por un grupo de fieles cristianos que iban comandados por el predicador Pedro de
Amiens el Ermitaño. Su destino era Hungría. Avanzaron aniquilando a todos los
judíos que salían a su paso y llegaron finalmente a HUngría. Allí fueron escoltados
por los soldados del Rey Coloman. Sin embargo, los Cruzados mataron a parte de
los soldados de la escolta y a más de 4.000 húngaros no cristianos, por lo recibieron
el posterior trato hostil del rey Coloman. A esta Primera Cruzada se la denominó
Cruzada Popular.

En total se realizaron 9 Cruzadas, de las cuáles 5 de ellas se consideran Cruzadas


menores. Pero, ¿cuáles fueron sus consecuencias? ¿Logró el Papado su objetivo
de reconquistar lo que ellos consideraban como Tierra Santa?
La I cruzada (1095-1099) dirigida por Godofredo de Bouillon, Raimundo IV de
Tolosa y Bohemundo I de Tarento culminó con la conquista de Jerusalén (1099),
tras la toma de Nicea (1097) y Antioquia (1098), y la formación de los estados latinos
en Tierra Santa: el reino de Jerusalén (1099), el principado de Antioquia (1098)y los
condados de Edesa (1098) y Trípoli (1199).

La II Cruzada (1147-1149) predicada por San Bernardo de Clairvaux tras la toma


de Edesa por los turcos, y dirigida por Luis VII de Francia y el emperador Conrado
III, terminó con el fracasado asalto a Damasco (1148).

La III Cruzada (1189-1192) fue una consecuencia directa de la toma de Jerusalén


(1187) por Saladino. Dirigida por Ricardo Corazón de Léon, Felipe II Augusto de
Francia y Federico III de Alemania, no alcanzó sus objetivos, aunque Ricardo
tomaría Chipre (1191) para cederla luego al Rey de Jerusalén, y junto a Felipe
Augusto, Acre (1191)

La IV Cruzada (1202-1204), inspirada por Inocencio III ya contra Egipto, terminó


desviándose hacia el Imperio Bizantino por la intervención de los venecianos, que
la utilizaron en su propio beneficio Tras la toma y saqueo de Constantinopla (1204)
se constituyó sobre el viejo Bizancio el Imperio Latino de Occidente, organizado
feudalmente y con una autoridad muy débil. Desapareció en 1291 ante la reacción
bizantina que constituyeron el llamado Imperio de Nicea, al tiempo que Génova
sustituía a Venecia en el control del comercio bizantino.

La V Cruzada (1217-1221), ocurrio por la iniciativa de el Papa Inocencio III, quién


lo había propuesto el 1215 en el cuarto Concilio de Letrán, sin embargo, se llevó a
cabo con el Papa Honorio III, Su sucesor en el trono de San Pedro. El papado
también había contribuido a desacreditar el ideal de las Cruzadas, cuando las
convoco para aplastar a los cristianos heterodoxos en el sur de Francia, llamado
albigenses. De todos modos, el Papa Honorio III logró adhesiones para una nueva
expedición.

La cruzada fue dirigida por Andrés II Rey de Hungría; Leopoldo VI, Duque de
Austria; Juan de Brienne, Rey del reino Jerusalén y Federico II Emperador del
SacroImperio Romano Germanico. El emperador Federico II acordó organizar la
expedición.

La VI Cruzada (1228-1229), fue emprendida en 1227 por el emperador del Sacro


Imperio romano Germanico, Federico II de Hohenstaufen. La sexta Cruzada fue una
cruzada pacífica, ya que se resolvio por medios diplomáticos, evitando así la
confrontación militar.

EL MONACATO CRISTIANO hace referencia a la forma de vida de un determinado


número de fieles de las diferentes denominaciones cristianas, caracterizada por la
separación, sea radical o más o menos radical, del mundo. La raíz del concepto de
monacato deriva del griego monos que significa «solo», ya que en sus orígenes el
monacato nació con la idea de la soledad o aislamiento de los eremitas en el
desierto.

Antecedentes y orígenes del monacato cristiano

2.1 Orígenes del monacato cristiano

El monacato surge principalmente en las dos últimas décadas del siglo III y lo hace
a raíz de que algunos cristianos se desligan de su vida cotidiana, es decir de su
familia, de sus pertenencias, etc. Y se retiran a la soledad para llevar una vida de
austeridad voluntaria. Austeridad que se refiere a lo económico, alimentario,
vestimenta, castidad, etc. En fin, normas impuestas por ellos mismos con el objetivo
de seguir el ejemplo de Cristo.

«Históricamente, la vida monástica y las actividades próximas y dependientes de


ella en la Iglesia cristiana, se presenta desde principios del siglo IV hasta nuestros
días como un impulso vocacional de aquellos que desean dedicarse enteramente a
una comprensión más profunda y una observación más completa de los
mandamientos y consejos de Cristo de las que se exigen a los que profesan
simplemente la religión cristiana. Este concepto de la vida cristiana vivida en
diferentes intensidades, es decir, por grupos o clases reconocidos, aunque nacida
de la experiencia en otros aspectos de la vida humana, ha sido y es aún materia de
discusión.»

Es por tanto necesario hacer hincapié en que los orígenes del monacato cristiano
no obedecen a una sola causa, sin embargo el primitivo monacato identifica en gran
medida la imitación de Cristo encarnada en la idea del martirio.

Cuando en las dos décadas finales del siglo III algunos cristianos de Egipto y de
Siria Oriental se desligaron de sus anteriores formas de vida en común en la familia
y en la comunidad cristiana y se retiraron a la soledad, lejos del contacto con los
hombres, para llevar una vida de voluntaria pobreza y de continencia sexual, quedo
dado el primer paso que, desbordando el temprano ascetismo cristiano, había de
conducir al monacato propiamente dicho.

2.1.1 Egipto: cuna del monacato cristiano

«En Egipto aparecieron las primeras grandes de figuras de monjes, universalmente


admitidas y propuestas como modelo. En Egipto se especificaron relativamente
pronto las principales formas de vida monástica –el anacoretismo y, sobre todo, el
cenobitismo- , con perfiles nítidos, perfectamente determinados. Por su número, sus
proezas ascéticas, su discreción, su doctrina y sus virtudes, los monjes de Egipto
alcanzaron pronto gran celebridad: se escribe sobre ellos; se emprenden largas y
penosas peregrinaciones para visitarlos; se recogen avaramente sus dichos y
hechos. A fines del siglo IV es Egipto el país clásico del monacato, el paraíso de los
monjes.»

El clima y el terreno, en el sentido del desierto y la soledad son favorables. Por otra
parte hay que tener presente que en Egipto permanecía una cultura milenaria, esto
hace que los cristianos aburridos de esa cultura huyan del mundo.

Pero si queremos dar una razón más positiva ésta tendría que estar enmarcada en
el ámbito de la creencia o expectativa del más allá, esta actitud espiritual y religiosa
básica, de la que tantas generaciones se habría nutrido, era altamente apropiada
para albergar y hacer fructificar las vocaciones cristianas.

En pocos decenios, regiones del alto Egipto muy alejadas de los grandes
asentamientos humanos (llamadas más tarde la Tebaida por referencia a su centro
geográfico, Tebas) y la zona del desierto de Nitria al sudoeste de Alejandría, se
vieron pobladas por numerosos hombres que construían chozas o alojaban en
cuevas, demostrando así que el desierto de Egipto era el ambiente propicio para el
inicial desarrollo del monacato cristiano.

4. Fundadores del monaquismo cristiano


4.1 San Antonio (251-356)
Nació en Quenam, al sur de Menfis el año 251. Es el fundador de la vida
monástica. Tras de sus padres vendió sus bienes y renunció al mundo, lo
distribuyo entre los pobres y comenzó a practicar la vida ascética no lejos de su
casa.
Formó la primera agrupación de hombres que habían decidido renunciar al mundo
y seguir a cristo en la soledad. Con Antonio se inició lo que se podría llamar la
"edad de oro" de la vida eremítica, que va desde el año 330 al 440. Es la época de
los llamados "padres del desierto".

4.2 Ammonas
Después de la de Antonio, la colonia de ermitaños de Pispir se hallaba bajo la de
Ammonas, uno de sus más antiguos discípulos, el cual era alabado por su
inmensa bondad de A Ammonas se le conoce por sus, las cuales demuestran un
misticismo genuino en el que no se observan indicios de un o una por la cual se
guiase. En él destaca la antigua idea del largo viaje del alma al cielo, pero no
después de, sino aplicada a una ascensión mística ya en este mundo.

4.3 San Pacômio (292-346)


Es el primer maestro de la vida común o cenobítica. Pacômio sintió el llamado de
poner al alcance de todos la vida monástica, para lo cual tenía grandes dotes de
organizador. Llegó a tener cientos de adeptos, los cuales pertenecían
principalmente al campo y a pequeñas ciudades.
Pacômio elaboró una regla en la que dando por supuesta la castidad y , añadió la
obediencia como forma específica para la vida común.
Las 95 tesis de Martin Lutero reformas y consecuencias
Al principio, la Iglesia católica no dio demasiada importancia a las ideas de Lutero,
ni a sus ataques contra la doctrina de salvación por las obras, pero muy pronto tuvo
que reaccionar ante las noticias que llegaban de Alemania, de que gran parte de la
gente estaba desafiando la autoridad del papa.

Lutero continuó atacando las indulgencias y la doctrina que sustentaba tal práctica
mediante escritos que la imprenta difundía por toda Alemania. Lutero hacía un
llamado a la nobleza alemana para que negase obediencia al papa y apoyase la
formación de una Iglesia alemana; afirmaba también que, de acuerdo a la Biblia,
todos los cristianos eran sacerdotes sin necesidad de ninguna ordenación especial
y negaba la jurisdicción suprema del papa sobre la cristiandad universal. Lutero
criticaba así mismo los sacramentos de la Iglesia católica, reduciéndolos a solo dos,
que él pensaba eran bíblicamente fundamentados y afirmaba también que los
poderes civiles debían tener plena autoridad política sobre la Iglesia católica. Esto
iba más allá de la doctrina de la salvación por la fe y suponía una auténtica amenaza
para el catolicismo. Finalmente, el papa declaró a Lutero un hereje y lo excomulgó,
es decir, lo declaró separado de la comunidad de la Iglesia católica.

Consecuencias de la Reforma Protestante en la


sociedad
1- Ruptura con Roma

La Reforma produjo un impacto sobre el pensamiento religioso y filosófico, sobre


todo debido a la insatisfacción con la Iglesia Católica de la época, que fue una
autoridad preeminente en Europa en los años 1500. Martin Lutero afirmaba que la
autoridad venía de la Biblia y no de la Iglesia Católica o el Papa.

Como resultado, la Iglesia se fracturó, lo que dio lugar a una multitud de


denominaciones cristianas, entre ellas la primera, el Luteranismo, y muchas otras
más que aún surgen y continúan en los tiempos modernos.

2- Surgimiento de la Iglesia Anglicana

La historia se inicia con la ruptura del Rey Enrique VIII con la Iglesia Católica
Romana. Esta reforma en Inglaterra estaba estrechamente relacionada con los
asuntos personales del Rey, debido a que se encontraba desesperado por librarse
de su matrimonio con Catalina de Aragón.

Así pues, en 1532 se aprobó una ley en el Parlamento frenar la influencia del papado
en Inglaterra y se nombró al Rey como Jefe Supremo de la Iglesia, naciendo el
anglicanismo.
3- Persecución entre católicos y protestantes

Como consecuencia de la Reforma Protestante, la Iglesia de España y Portugal


operaron tribunales inquisitoriales a lo largo de sus imperios, por lo que luteranos y
protestantes eran perseguidos y asesinados sin clemencia.

La intolerancia del protestantismo no fue menos cruel. En Inglaterra por ejemplo,


después de haber alcanzado la supremacía, establecieron una nueva tiranía.
Acabaron con los conventos y monasterios católicos, expropiaron sus bienes, les
persiguieron y les asesinaron.

4- La Reforma Católica

El deseo de reforma dentro de la Iglesia Católica había comenzado antes de la


propagación de Lutero, pero la Reforma Protestante presionó para que un
catolicismo resurgido, aclarara y reafirmara los principios católicos romanos.
Muchos hombres de gran pensamiento e intelecto estuvieron involucrados en esta
Reforma.

El cardenal Ximenes de España reforzó la disciplina clerical y alentó el conocimiento


en las escuelas y universidades. Por otro lado, Matteo Giberti, secretario de
Clemente VII, fue uno de los primeros miembros del Oratorio del Amor Divino
fundado en Roma en 1517 para fomentar buenas obras en la vida cotidiana.

5- La Guerra de los Treinta Años

La guerra de los Treinta Años (1618 -1648), en la que intervino la mayoría de las
potencias europeas (sobre todo del Sacro Imperio Romano Germánico) dibujó un
nuevo marco geopolítico en los años posteriores.

Nació como una batalla entre los que defendían la reforma y los que apoyaban la
contrarreforma, pero derivó en un conflicto relacionado con la religión en general y
como un aliciente para alcanzar la hegemonía en Europa.

Finalizada, se firmó la Paz de Westfalia, la cual modificó el mapa religioso y político


de Europa Central.

6- Alfabetización y fomento de la educación

En el contexto de la Reforma Protestante, Becker y Woessmann (2009) argumentan


que Lutero estaba interesado en hacer que todos los cristianos leyeran la Biblia, por
lo que se fomenta la escolarización universal en las zonas protestantes.

A su vez, en la Reforma Católica, con la aparición en la Iglesia Católica de San


Ignacio de Loyola y su orden jesuíta, se fundan escuelas por toda Europa y se
fomenta la educación.
7- Desarrollo económico

Una consecuencia clásicamente mencionada es el trabajo de Max Weber, sobre la


relación entre el protestantismo y el desarrollo económico.

La teoría de Weber fue motivada por la observación de que en Baden (un estado
del suroeste de Alemania), los protestantes ganaban más que los católicos y eran
más propensos a asistir a escuelas de artes técnicas.

Mientras que los protestantes en Baden eran en su mayoría luteranos, la mayor


parte de la teoría de Weber se vuelve alrededor del calvinismo y ramas ascéticas
del cristianismo.

Según su hipótesis, estas sectas lograron inculcar la idea de que el trabajo y la


creación de dinero debían verse como una vocación, un fin en sí mismo,
argumentando que esta actitud fue central para el desarrollo inicial del capitalismo
moderno.

Sin embargo, una investigación de Davide Cantoni (2009) de la Universidad de


Harvard, asegura que no existen efectos del protestantismo sobre el crecimiento
económico de la época. Esto de acuerdo al análisis de las cifras de la población en
un conjunto de datos que comprende 272 ciudades entre los años 1300 y 1900.

“Si bien hay muchas razones para esperar que las ciudades y los estados
protestantes hayan sido económicamente más dinámicos durante los últimos siglos,
por su ética de trabajo, su actitud hacia los negocios y su aliento a la alfabetización,
el presente documento considera que no existe un efecto de las denominaciones
religiosas como un indicador probable de desarrollo económico”, escribe Cantoni.

El investigador de Harvard concluye que, a pesar de los diferentes puntos de vista


sobre asuntos religiosos, los protestantes y los católicos podrían no haber sido tan
diferentes en su comportamiento económico después de todo.

8- Migración judía a Europa del Este

En cuanto a los judíos, Lutero cometió un error. Estaba seguro de que los judíos lo
apoyarían e incluso se convertirían en luteranos. Había sacudido a la Iglesia hasta
su núcleo, había soportado la excomunión y se había levantado ante el emperador
del Sacro Imperio Romano. Él pensó que por sus acciones los judíos se convertirían.

Sin embargo, ni siquiera fue rechazado, sino ignorado. Los judíos de Alemania no
estaban interesados en convertirse en protestantes o en ser atraídos por las fuerzas
que luchaban en Europa. Además, surgió un elemento mucho más radical dentro
del protestantismo, los anabaptistas, quienes aseguraban que Lutero no era lo
suficientemente protestante.
En consecuencia, los judíos sufrieron terriblemente en la Guerra de los Treinta
Años, a pesar de que esta era una guerra entre católicos y protestantes.

La guerra llevó al caos y a la anarquía, y las bandas armadas saqueaban y mataban


por doquier. Al final de la guerra, los judíos preferían estar en áreas bajo el control
de los católicos romanos, ya que en las áreas protestantes estos eran dejados a la
ira de la multitud.

Los judíos se reconstruirían en el siglo XVII, pero nunca volverían a ser capaces de
recuperarse en la Europa Occidental. Es por esto que después de este período, la
vida judía migra hacia Europa del Este (Polonia, Lituania y Rusia), donde la
Revolución Protestante no tuvo alcance.

9- Cambios en el arte religioso

La Reforma inauguró una nueva tradición artística que resaltó el sistema de


creencias protestante y divergió drásticamente del arte humanista del sur de Europa
producido durante el Alto Renacimiento. Muchos artistas en los países protestantes
se diversificaron en formas seculares de arte.

En términos de tema, las imágenes icónicas de Cristo y escenas de la Pasión se


hicieron menos frecuente, al igual que las representaciones de los santos y el clero.
En su lugar, las escenas narrativas de la Biblia y las representaciones moralistas de
la vida moderna fueron las prevalentes.

La Reforma Protestante también capitalizó la popularidad del grabado en el norte


de Europa. Esta técnica les permitió que el arte fuese producido en masa y llegase
de manera amplia al público a bajo costo, por lo que la iglesia protestante pudo traer
su teología a la gente de una forma más persuasiva.

10- Destrucción de imágenes religiosas

La Reforma Protestante indujo una ola revolucionaria con respecto a las imágenes
religiosas. Los protestantes más radicales que promovieron la destrucción,
encontramos a los líderes protestantes Huldrych Zwingli y Juan Calvino, quienes
eliminaron activamente las imágenes de sus iglesias.

11- División de Europa

A principios del siglo XVI, Europa Occidental sólo tenía una religión, el catolicismo
romano. La Iglesia Católica era rica y poderosa y había preservado la cultura clásica
de Europa.

La Reforma Protestante creó una división Norte-Sur en Europa, donde


generalmente los países del norte se convirtieron en protestantes, mientras que los
países del sur seguían siendo católicos.
Hacia el final del siglo XVI, la Iglesia Católica fue recuperando la gente en la mitad
de las tierras que había perdido el protestantismo. Europa quedó dividida a lo largo
de casi las mismas líneas que existen aún hoy.

12- División del protestantismo

La Reforma Protestante dio lugar a muchas divisiones dentro de sí misma. Aunque


el origen fue el Luteranismo, muchos otros se distanciaron de este, dando lugar a
una variedad de iglesias (algunas más radicales que otras), tales como: la Iglesia
Protestante, la Anglicana, la Iglesia de Inglaterra Episcopal Baptista Metodista
Pentecostal o el Calvinismo Presbiteriano Reformado, entre muchas más.

Actualmente el número de iglesias protestantes es difícil de contabilizar, se cree que


son más de 30 mil.

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