Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La acromegalia por lo general se diagnostica entre 10 y 15 años después del inicio de los
síntomas, debido a que éstos se presentan de una forma lenta y progresiva.
Para llegar al diagnóstico es imprescindible una historia clínica exhaustiva y una exploración
física, así como analítica consistente en niveles de factor de crecimiento tipo insulina-I (IGF-
I) o somatomedina C y niveles de hormona de crecimiento basal.