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ANALISIS DEL PROYECTO DE LEY DE TURF DE LA PROVINCIA DE

BUENOS AIRES

a) Algunos antecedentes que permiten comprender el tema

El artículo 3 de la ley 13.063 –que regula los tragamonedas- prevé que el 34% de las
utilidades brutas producidas por las máquinas se asignan a distintos fines:
- Para al Ministerio de Seguridad.
- Para el Fondo Provincial de Educación.
- Para el Ministerio de Desarrollo Humano.
- Para Rentas Generales.
- Para Municipios.
- para el Fondo Provincial de Juegos.
Durante muchos años el 19 % del 34 % de las utilidades brutas producidas por los
tragamonedas se destinaban al FO.PRO.JUE. Recientemente el Gobierno de la Provincia lo
redujo al 14 %, destinando esos 5 puntos a las Intendencias, tengan o no salas de juegos en
su distrito.
Por su parte, la ley 13.253 –llamada ley de turf- establece que del fondo provincial del juego
(FO.PRO.JUE) entre un 9 a un 15% debía ser destinado al turf.
Hasta fines del año 2017 el Gobierno de Buenos Aires destino el 12 % a premios e
inversiones de los hipódromos de la Provincia (San Isidro, La Plata, Azul, Tandil y Dolores),
pero lo redujo al 9%, decisión que claramente puso en evidencia el comienzo de la crisis del
sector.
b) ¿Cuál es el motivo y justificación para transferir utilidades de los Tragamonedas al
Turf?
A partir que el Estado Provincial habilitó gran cantidad de Bingos y Tragamonedas en la
Provincia de Buenos Aires, se desató una profunda crisis de una actividad que emplea
muchísima mano de obra (más de 83.000 personas de manera directa). El público del turf
emigró hacia ofertas lúdicas que ofrecían atractivas ganancias y permanente oferta de
juegos de azar pero un alto porcentaje de adicción al juego.
La actividad de los hipódromos de Buenos Aires se redujo drásticamente poniendo en
peligro una industria que goza de prestigio internacional –la Argentina es el cuarto
productor mundial de caballos Sangre Pura de Carrera, y representa un significativo
aporte al producto bruto agropecuario del país-.

El gran incentivo de la actividad es el premio hípico de las competencias oficiales que


organizan los hipódromos de la Provincia que se conforma con el 9% de todas las apuestas
del público.
No puede pasar inadvertido que los establecimientos de cría de caballos, denominados
Haras, ocupan muchísima mano de obra intensiva. Los productos son vendidos, generando
importantes ingresos en concepto de impuesto al Estado, y los propietarios, compradores de
los mismos, efectúan inversiones que contribuyen a generar empleos en las villas hípicas de
los hipódromos como así también en las caballerizas que se encuentran a lo largo y ancho de
toda la Provincia de Buenos Aires y todo el país. Obviamente el premio hípico, con el que los
hipódromos recompensan la participación en el espectáculo de los ejemplares, es un
elemento fundamental para despertar interés de los propietarios.
Al producirse un repentino éxodo provocado por la autorización de los tragamonedas, se
redujo drásticamente la recaudación de los hipódromos y de esta manera las recompensas
en premios.
Las autoridades de entonces evaluaron dos posibilidades para evitar la crisis:
(1) permitir la instalación de tragamonedas en los hipódromos de Buenos Aires, al igual que
en la Capital Federal, en el Hipódromo de Palermo;

(2) crear un fondo compensador proveniente de las utilidades de los tragamonedas para
asistir a la actividad, no al juego como burdamente se dice.
Por distintas razones e intereses, optaron por el fondo de reparación, que en definitiva
representa menos del 1% de las utilidades de los tragamonedas.
Debe dejarse bien en claro que la asignación no se origina en impuestos de los bonaerenses
sino de la transferencia de utilidades de juegos de azar.
Estos son justamente los fondos que pretenden ser sacados por medio del proyecto enviado
por el Poder Ejecutivo.

c) Análisis del proyecto.


Antes que nada debe decirse, que si nuestros legisladores de Buenos Aires sancionan una
ley tal como se encuentra proyectada, la crisis y la destrucción de la actividad, podrá
comprobarse en muy poco tiempo.
El proyecto tiene graves defectos de técnica legislativa, es impreciso, contradictorio y
confuso, tal como a continuación podrá visualizarse.
1- En el mensaje de remisión del proyecto que deroga la ley de turf (13.253) la Señora
Gobernadora justifica la decisión en que el tiempo trascurrido impone la necesidad
de adecuar y modernizar la normativa que regula la actividad ajustándose a la
realidad actual y a sus problemáticas.

Sin embargo, el proyecto oficial en los términos que se encuentra, beneficia al juego
clandestino –actualmente es un delito- y también a los tragamonedas en perjuicio
del Turf.
2- Contrariamente a los motivos brindados por la gobernadora en el mensaje de
elevación, ni se adecua a la realidad ni moderniza absolutamente nada.
Por ejemplo, en la exposición de motivos, que puede ser considerado como el ADN de
toda ley, dice que el cobro de inscripciones en las competencias clásicas mejora la
bolsa destinada a premios de los hipódromos. Sin embargo, al regular este aspecto
la propuesta normativa en el artículo 11 autoriza a que las inscripciones sean
destinadas a los gastos del hipódromo, con lo cual es falso que la medida incluida en
el proyecto pueda mejorar la bolsa de premios, más allá de a quien corresponda
destinar la recaudación en concepto de inscripciones clásicas.
3- En el mensaje de remisión del Ejecutivo también se justifica la nueva ley en la
eliminación progresiva de la subvenciones, en los siguientes términos: “teniendo en
cuenta que el estado provincial debe procurar un equilibrio en cuanto al
cumplimiento de sus fines en sus roles asistencialistas, ya que los ingresos
generados por el juego se destinan a fondos sociales, como educación, salud,
seguridad entre otros”.
Sin embargo, recientemente por decreto la Gobernadora redujo el porcentaje del
Fondo Provincial del Fuego del 19 al 14 %, pero en lugar de destinar a fondos
sociales, tal como había anunciado, los 5 puntos que le quito al Turf se le asignó
esos fondos a las intendencias, es decir a la Política, pero ni a la educación, ni a
salud ni a la seguridad.

4- El artículo 1 declara a la actividad de interés provincial, pero gran parte de los


artículos no se compadecen con esta declamación pues se apropia gradualmente del
fondo compensatorio, que se creó para reparar el daño que la habilitación de
tragamonedas y en la actualidad la licitación de los mismos, le causaron al Turf. A
partir del año 1999/2000 el gobierno permitió un fenomenal negoció que perjudicó
directamente a una industria sin chimeneas que emplea a más de 80.000 personas
en forma directa.
5- En el artículo 4 hace una diferenciación entre la retención al sport de las apuestas
directas de las apuestas indirectas, extremo que afecta la trasparencia, pues no
precisa el tope de retención. Debería incluir la palabra “hasta”; por ejemplo “fijase
hasta el 25% el porcentaje máximo a la retención al sport”.
6- El art. 13 establece una regla que directamente beneficia al juego clandestino.
Sin lugar a dudas, ha quedado demostrado que los recargos que se cobran en las
agencias hípicas fomentan el juego clandestino (actualmente se cobra el 10 %). El
apostador en lugar de jugar en las ventanillas oficiales juega a los llamados
banqueros que no cobran recargo y brindan otros beneficios adicionales. Esos fondos
de las apuestas no ingresan al totalizador, razón por la cual el 9 % que actualmente
se destina a premios hípicos es profundamente menor pues no ingresa al
denominado totalizador.

Pero en el proyecto, hay un error de concepto porque prohíbe cualquier adicional


sobre todas las apuestas hípicas directas y múltiples.
Acá hay que diferenciar agencias hípicas de las agencias de loterías. En estas
últimas debe permitirse un adicional pues sino los dueños de las agencias lotéricas
no van a tener interés en tomar apuestas hípicas, y toda se va a canalizar –sobre
todo en el interior del País, en los operadores de juego clandestino.
Por otra parte, la contraprestación de las agencias hípicas debe obtenerse de lo que
aporten de manera proporcional los hipódromos y el porcentaje correspondiente a
premios. En la ley 13.253, del total de las apuestas al hipódromo le corresponde el
17% mientras que a premios el 9%. El proyecto optó, apartándose de lo utilizado por
las hípicas mundiales, por asignar a los hipódromos el 60% del gravamen al sport y
el 32% a premios, mecanismo que va a generar terribles situación confusas y de más
difícil control.
Podría admitirse, como contraprestación de las agencias hípicas, solo un recargo de
las apuestas combinadas o múltiples (no de las directas, es decir ganador, segundo y
tercero) que no debería superar el cinco por ciento.
De ahí que el artículo 13 debería decir: “prohíbase el cobro de cualquier adicional en
las apuestas directas en las agencias hípicas…”.

7- También en este art. 13 dice que el Poder Ejecutivo establecerá la retribución que
podrán recibir los locales habilitados. Sin embargo más adelante, en el art. 24, dice
que las comisiones podrán ser pactadas libremente por las partes. Es decir hay
flagrante contradicción entre dos artículos del mismo proyecto(13 y 24).

Lo cierto es que las comisiones de las agencias hípicas deben ser pactadas
libremente. En las de las agencias de loterías debería establecerse que no deben
superar el 6 % del monto apostado, que es de uso y costumbre a nivel mundial.
8- El art. 16 dice que los hipódromos oficiales, lotería en este caso, puede autorizar
emprendimientos inmobiliarios.
Es insólito que una ley establezca que el Instituto Provincial de Lotería pueda
inmiscuirse en un tema que es competencia de otros ministerios y de la
Municipalidad de la localidad o Ciudad en donde se encuentra el hipódromo.
La pretendida intromisión de la autoridad de aplicación en los proyectos
inmobiliarios de los hipódromos puede generar sospechas sobre la discrecionalidad
de la autorización y las dudosas razones que moviliza los permisos.
9- En el art. 18 dice que Lotería fiscalizara el control antidoping.
La ley 27.434 publicada en el boletín oficial el 12-1-2018, régimen jurídico para la
prevención y el control del dopaje en el deporte, establece en el art. 18 que el
Ministerio de Agroindustria de la Nación actuará como organización Nacional
antidopaje para la prevención y el control de dopaje de animales que participen en
competencias deportivas. Es de naturaleza Federal el control antidopaje no
provincial, con lo cual estaríamos frente a una invasión de competencias, en este
caso reservada a la autoridad Nacional.
El art. 111 de la ley 27.434 describe la conducta delictiva de dopaje de animales en
competencias.
10- El art. 19, que regula el denominado simulcasting federal, es absolutamente
contradictorio. Por un lado dice que las apuestas entran al totalizador con las cargas
del art. 4 pero a renglón seguido, señala que el producido neto se distribuirá por
partes iguales entre ambos hipódromos. Es incoherente.
11- El art.22 dice que los hipódromos tomaran a cargo las indemnizaciones por
cualquier contingencia que genere responsabilidad hacia terceros. Debe excluirse la
palabra “terceros”, pues no puede derogarse, merced a una ley provincial, las
normas civiles que reglan las obligaciones del organizador del evento. No puede
sustraerse de su responsabilidad respecto a dependientes y profesionales que
participan de las competencias.

12- El art. 23 también es contradictorio con otros artículos porque si se saca el 10% de
recargo, como ya se explicara, alguien le tiene que pagar a los agencieros hípicos el
servicio que prestan, pues de lo contrario van a multiplicarse geométricamente la
banca ilegal.
13- El artículo 29, o neurálgico, tiene por objeto sacar el fondo compensador al turf. En
poco tiempo se va a exteriorizar la crisis del sector, del cual dependen decena de
miles de familias.
Del premio hípico que obtienen los propietarios participan también, entrenadores,
jockeys, capataces, peones, serenos. El fondo compensador debe mantenerse e
imputarlo a premios hípicos, algo que tiene un efecto derramador en la industria.
Las soluciones ante la situación planteada son tres, que se exponen de manera
decreciente, según la complejidad de su implementación:
i) Cerrar los tragamonedas, y de esta manera respetar la industria del turf;
ii) Instalar tragamonedas en los hipódromos que deriven un porcentaje de sus
utilidades a los premios hípicos, al igual que sucede en el Hipódromo Argentino
de Palermo;

iii) Mantener el fondo compensador, que proviene de la recaudación de los


tragamonedas, y destinarlo exclusivamente a reforzar los premios hípicos;
también autorizar herramientas que permitan competir con otras actividades
como así mismo potenciar a la industria.

RAFAEL PASCUAL MARIANO FRAGUEIRO FRIAS

ASOCIACION DE PROPIETARIOS DE CABALLOS DE


CARRERA

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