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Autonomía de la voluntad: Considera que toda persona solo puede obligarse en virtud de su propio

querer libremente manifestado. Solo la voluntad de un sujeto de derecho es apta para producir
obligaciones.

Todos los puntos acordados dentro de un contrato laboral son de libre decisión de las partes, tanto
del empleado como el empleador, siempre y cuando estos no incumplan con las legislaciones
nacionales. Si una de las partes adquiere un compromiso dentro de un contrato se considera que
este lo hizo bajo su criterio y voluntad propia.

Por ejemplo un empleado que en el contrato acuerde viajar semanalmente a otra provincia para
supervisar una sucursal, el mismo deberá cumplir con lo establecido en el contrato que él mismo
aceptó y firmó.

Libertad del trabajo: toda persona es libre de ejercer cualquier profesión u oficio sujeta a los
reglamentos que establezca la ley en lo relativo a idoneidad, moralidad, previsión y seguridad social,
colegiación, salud pública, sindicación y cotizaciones obligatorias.

Este principio se refiere a que toda persona tiene derecho a realizar el trabajo que a él o ella le
plazca, sin obstáculo alguno siempre y cuando la persona y la profesión u oficio sean lícitas, el mismo
trata de evitar la discriminación de ciertas personas en ciertas posiciones laborales y trata de
eliminar barrera alguna en la cual pueda afectar a cualquier ciudadano que tenga las capacidades
de realizar el trabajo y el mismo se le sea negado por motivos de raza, sexo, edad o alguna
característica física en específico. El mismo no puede interponerse sobre algunos principios como
los de protección al menor ya que aunque el último se sienta en capacidad de realizar un oficio de
los que se le son prohibidos (sistemas de transporte masivo, bares o cantinas, manejo de sustancias
inflamables, etc.).

Este Principio tampoco puede pasar por encima cuando el trabajador es extranjero, ya que aunque
el individuo esté capacitado para ejercer cierta profesión y el mismo posea su permiso de trabajo,
si la profesión a ejercer es protegida solo para personas de nacionalidad Panameña por más libertad
de trabajo que exista el mismo no podrá ejercer la profesión.

Protección al menor: Se prohíbe el trabajo a los menores de catorce años y el nocturno a los menores
de dieciséis, salvo las excepciones que establezca la ley. Se prohíbe igualmente el empleo de menores
de hasta catorce años en calidad de sirvientes domésticos y el trabajo de los menores en ocupaciones
insalubres y peligrosas. Se protege en forma especial a los menores entre catorce y dieciocho años
que presten servicios subordinados.

Este principio busca proteger a los menores de edad que ya sea por necesidad o no decidan entrar
al mercado laboral antes de cumplir los dieciocho años de edad, el mismo busca regular de manera
justa para los menores sus horarios de trabajo y los oficios que los mismos puedan ejercer.

Los horarios de trabajo de los menores de edad tendrán que adaptarse a los horarios escolares de
los mismos y a los impedimentos de trabajo nocturno (6:00 PM en adelante), ya que el principio
protege las labores educativas del menor. La carga horaria del menor será llevada respecto a su
edad por obvias razones y no podrá sobrepasar las 6 horas diarias para mayores de catorce años y
menores de dieciséis y de 7 horas diarias para los que se encuentren en el rango de dieciséis hasta
los dieciocho años de edad.

Ciertos oficios o lugares de trabajo que puedan comprometer la salud o la moralidad o que necesiten
grado de responsabilidad no podrán ser ejercidos por menores de edad buscando la protección del
mismo. Con lo cual trabajos en bares, cantinas, servicio de transporte masivo, trabajos pesados
como en depósitos y almacenes, etc. Quedan terminantemente prohibidos para un menor de edad.

Protección al trabajador Nacional: Por una parte se prohíbe la contratación de extranjeros que
puedan rebajar las condiciones de trabajo o las normas de vida del trabajador nacional; y, por otra
parte, se establecen los porcentajes de trabajadores extranjeros a los que el estado les podría
autorizar para que laboren en las empresas ubicadas en el territorio nacional, asegurando los
derechos de los panameños y de acuerdo con el interés nacional.

Este principio busca proteger el trabajo de los ciudadanos panameños blindando ciertas profesiones
de carácter primordial para el país, las cuales no podrán ser ejercidas por ningún extranjero bajo
ninguna causa. El principio también establece que aunque existan oficios que los extranjeros puedan
realizar sin inconveniente alguno, los mismos no podrán ser más del porcentaje autorizado por el
estado en una empresa u organización.

Orden Público: las disposiciones del código de trabajo son de orden público y, por ende, inderogables
cuando se pretenda perjudicar al trabajador.

Este principio busca velar por los derechos del trabajador, el mismo en manera más sencilla dice
que si en un contrato de trabajo está estipulado la omisión de uno o varios derechos del trabajador
la cláusula que obvie o restringa dichos derechos no será válida ya que viola el orden público, en
forma de ejemplo para contextualizar el concepto sería, Un patrón contrata a un empleador
mediante un contrato firmado por ambas partes y con las obligaciones legales correspondientes, el
contrato que firmó el trabajador ya sea que lo haya leído o no mencionaba que el mismo no tendría
derecho a vacaciones. Por más que el trabajador haya firmado dicho contrato y en ese momento
haya estado de acuerdo con lo pactado, el mismo no puede ser válido ya que esta cláusula viola el
orden público es decir viola uno de los derechos a los trabajadores.

La Norma más favorable: Asume carácter trilateral porque exhibe tres aspectos: la aplicación de la
norma más favorable, el in dubio pro operario y la aplicación de la situación más beneficiosa. En
efecto, este principio, por un primer lado, se contrae a la aplicación; por segundo lado, a la
interpretación de disposiciones de trabajo legal, reglamentario o convencional, más favorable al
trabajador. Y por un tercer lado, a la vigencia de condiciones de trabajo más beneficiosas al
trabajador cuando se trata de concertación de convenciones colectivas o expedición de laudos
arbitrales.

Este principio establece que cuando haya un caso en específico en cualquiera de las situaciones que
se pueden llevar acabo en una relación laboral en el cual dos o más normativas se apliquen a este
caso en concreto se tomara la normativa más favorable para el trabajador en concepto global y se
llevara a cabo la totalidad de la norma, no se puede solo tomar lo más factible de una norma e
ignorar la parte negativa de la misma, ni tampoco el fusionar dos o más normativas.
Principio de irrenunciabilidad de derecho: Los derechos reconocidos a favor de los trabajadores no
deben ser objeto de renuncia, disminución, adulteración o dejación. La infracción de este principio
conduce a la nulidad del acto.

Este principio se centra en que un trabajador no está facultado para renunciar, bajo ninguna
circunstancia, a cualquiera de los derechos que la ley nacional le otorgue. Esta renuncia puede darse
tanto en forma de renuncia total, disminución, adulteración o dejación de alguno de los derechos
que, por disposición de la ley, le corresponda.

Un ejemplo de la aplicación de este derecho sería el de un trabajador que es despedido por la


empresa donde labora y debido a que la culminación de la relación laboral no se dio en buenos
términos, el trabajador manifiesta de forma escrita a la empresa que no desea cobrar el pago
correspondiente a la prima de antigüedad. Debido a que este pago corresponde a un derecho del
trabajador el principio de irrenunciabilidad anula dicha voluntad del trabajador y puede, cuando
desee, cobrar el dinero correspondiente a la prima de antigüedad aunque haya manifestado
previamente que renunciaba al mismo.

Principio de aplicación territorial de la ley laboral: Las disposiciones del Código de Trabajo se
aplican en todo el territorio de la República y obligan a las personas, naturales y jurídicas, las
empresas, establecimientos y explotaciones que se encuentren o establezcan dentro de él.

Todas las personas naturales y jurídicas, así como las empresas, establecimientos y explotaciones
que se encuentren dentro del territorio de la República deberán cumplir con las disposiciones del
Código de Trabajo, de lo contrario se considera que la acción llevada a cabo por alguna de las partes
es ilegal.

Ejemplo de la aplicación de este principio es el de las empresas multinacionales o extranjeras que


quieran establecerse en Panamá. Estas empresas deberán ajustar sus políticas internas y relaciones
laborales para con los empleados de manera que vayan de acuerdo con las disposiciones legales
vigentes en la República de Panamá. Por ejemplo, si en otro país establecen jornadas laborales de 9
horas diarias para incrementar la productividad, estando en Panamá deberán establecer una
jornada de máximo 8 horas diarias para una jornada diurna.

Protección al trabajador nacional: Por una, se prohíbe la contratación de extranjeros que puedan
rebajar las condiciones de trabajo o las normas de vida del trabajador nacional; y, por otra parte, se
establecen los porcentajes de trabajadores extranjeros a los que el Estado les podría autorizar para
que laboren en las empresas ubicadas en el territorio nacional, asegurando los derechos de los
panameños y de acuerdo con el interés nacional.

Este principio se basa en la premisa de que la prioridad y preferencia en el ámbito laboral la tiene el
trabajador nacional, es por eso que se establecen porcentajes mínimos de empleados nacionales en
una empresa, que van desde 85% para personal técnico calificado y 90% para las demás plazas de
empleo.

Ejemplo de este principio es el de las empresas establecidas en Panamá por extranjeros, muchas
veces lo dueños quieren traer mano de obra de su país de origen para trabajar en su empresa, ya
que esta tiene las habilidades y conocimientos necesarios para establecer altos estándares de
calidad en la organización, pero por ley deben tener un mínimo de 90% de mano de obra panameña.
Debido a esto el empleador se verá prácticamente obligado a capacitar a la mano de obra nacional
para que se desempeñe dentro de la empresa con los estándares de calidad que la misma requiere.

Jornada de ocho horas y descansos obligatorios: La jornada ordinaria máxima diurna es de ocho
horas y la semana laborable de cuarenta y ocho horas. La jornada máxima nocturna no será mayor
de siete horas y las horas extraordinarias serán remuneradas con recargo. La jornada máxima, según
la Constitución, puede ser reducida hasta seis horas diarias para los mayores de 14 y menores de
dieciocho años. El Código de la Familia la establece en seis horas diarias y en el período diurno.

También se establecen los descansos obligatorios, a saber; entre la jornada, entre una jornada y
otra, semanal obligatorio, día de fiesta o duelo nacional (remunerado) y vacaciones.

Todo trabajador tiene derecho a pactar dentro del contrato de trabajo una jornada de trabajo fija
por un máximo de ocho horas diarias y una carga semanal de 48 horas, de lo contrario el contrato
se considera ilegal y pierde cualquier validez que este poseía. Así mismo al empleado se le debe
respetar su derecho a descanso dentro de la jornada laboral, entre una jornada y otra, días feriados
o de duelo nacional y sus vacaciones correspondientes.

Se acostumbra a darle al trabajador un tiempo de 30 minutos a 1 hora para descansar y satisfacer


sus necesidades de alimentación. Así mismo se le establece mínimo un día libre a la semana, este
puede ser el día domingo o cualquier otro día previamente pactado por ambas partes. Las
vacaciones se darán a razón de un mes de vacaciones pagadas por cada 11 meses de trabajo.

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