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Vida en el mar

La mayor parte de la vida del planeta se encuentra en el mar. Los océanos son
un inmenso marco donde confluye un enorme ecosistema que proporciona un
sustento clave en el equilibrio ecológico de la Tierra. La mayor parte del oxígeno
que permite la vida está producido por las algas que pueblan los mares, algas
que además cumplen una función clave en la cadena alimenticia de la vida
marina.

El agua de mar, por su parte, constituye el hábitat más extenso y homogéneo de


la Tierra y constituyó el caldo de cultivo donde pudo surgir la vida, facilitando
también el que ésta se extendiera por todo el Planeta. Cubre el 70% de la
superficie de la Tierra, tiene una profundidad media de unos 3.700 m y ocupa un
volumen de 1.350 millones de km3. En este medio, flotan y se desplazan
organismos microscópicos y organismos que pesan varias toneladas.

A pesar de estas magnitudes, solamente son marinas alrededor del 13%, unas
230.000 especies, de las aproximadamente 1.750.000 especies actualmente
descritas. En contrapartida, el mar es donde se han originado y evolucionado la
mayor parte de los grandes grupos taxonómicos (Filos) hasta ahora descritos por
los científicos.

Dividimos esta sección en tres áreas de información, que equivalen a las tres
principales categorías de la vida en el mar: el plancton, la fitología marina (las
algas) y la zoología marina (los animales que pueblan los océanos). En cada una
de ellas encontrará una detallada y estructurada información acerca de las
características y clasificación de los tipos de especies conocidas que existen en
el mar.

Le invitamos a que nos acompañe a lo largo de este apartado, profundice en el


atractivo e interesante conocimiento de este campo del saber humano y tome
conciencia, desde la atalaya que proporciona la información, de la importancia
de amar y respetar como se merece el mar, elemento fundamental de la
conservación de la vida en el planeta.

Amenazas de la vida marina


La contaminación del entorno marino representa un costo de más de 13 mil
millones de dólares al año. Las causas son varias, sin embargo, existen otras
actividades y fenómenos que representan una amenaza terrible para los
ecosistemas marinos. Conócelas.

Plásticos: Nadie duda de la importancia del plástico en nuestra vida cotidiana,


sin embargo, al no reciclarlo el daño medio ambiental que ocasiona va de la
muerte o enfermedad de criaturas marinas por su ingestión, como tortugas;
trampas mortales para delfines, ballenas y tiburones, así como destrucción de
hábitat como los arrecifes de coral.

Cambio climático: El aumento de la temperatura del planeta cambia la


distribución y la abundancia de las poblaciones acuáticas y facilita la proliferación
de especies invasoras, o bien, la desaparición de ciertas especies, que migran
en busca de un clima más adecuado para sus necesidades.

Hipoxia: Las aguas sin tratar provenientes de la industria agrícola suelen


contener altas cantidades de sulfatos, fosfatos y nitratos, compuestos que
forman parte de fertilizantes y abonos que estimulan el crecimiento de las algas,
que monopolizan el oxígeno presente en el agua e impiden el desarrollo de otras
especies.

Acidificación: Este proceso sucede cuando el océano es incapaz de absorber


parte del CO2 presente en la atmósfera, lo que provoca que aumente la acidez
del mar y afecta a estrellas de mar, corales, ostras y esponjas, por su poca o
nula capacidad de natación.

Sobrepesca: Los recursos de la superficie marina son cada vez menores, así
que la pesca se realiza a mayor profundidad, lo que merma la población de
ciertas especies como el atún y el camarón, pero además amenaza a las que
pueden quedar atrapadas en las redes de los pescadores, como las tortugas,
delfines y tiburones.

La sobreexplotación de los recursos marinos es la primera causa de pérdida de


biodiversidad en los ecosistemas oceánicos.
Pérdida de hábitats: La desaparición de arrecifes y otros hábitats marinos son la
segunda causa de pérdida de biodiversidad en los mares del mundo, ya que en
el mar, muchos organismos dependen de su ecosistema para sobrevivir.

En los estudios hechos sobre este problema destacan las siguientes


consecuencias: la desaparición de especies residentes, la pérdida de recursos
alimenticios, y la falta de funcionalidad del ecosistema, gracias a las
modificaciones sufridas.

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