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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para Educación Universitaria


“Unesur”
Programa Nacional De Formación En Construcción Civil
Municipio Colón – Estado Zulia
Sección “B” Trayecto IV; Trimestre I

Ing. y Patrimonio

Profesor: Integrante:

Aurelio Fernández

José Omaña C.I. 26.401.371

Santa Bárbara de Zulia, Abril del 2018.


Palacio legislativo del estado Zulia: El Palacio Legislativo del Estado Zulia:
es la sede y edificio principal del Poder Legislativo Estadal representado por
el Consejo Legislativo del Estado Zulia, ubicado en la ciudad de Maracaibo e
specíficamente frente a la Plaza Bolívar al lado del Palacio de los Cóndores,
Sede del Ejecutivo del Estado en el Municipio Maracaibo. Como es asiento d
e unos de los Poderes Públicos del Zulia, es un edificio de gran valor arquitec
tónico, institucional y político.

Sobre la planta desarrollada alrededor de dos patios centrales, elaborada por


el ingeniero G. Méndez en 1885, se abre un concurso para el diseño de su fa
chada. Resulta ganador Manuel Soto.

En estilo neoclásico, la fachada principal se compone de un cuerpo central co


n cuatro columnas estriadas de orden dórico apoyadas sobre pedestales y qu
e soportan un frontón en cuyo tímpano se ubica el escudo del Zulia. Comple
menta la simetría de la composición dos cuerpos rectangulares ubicados a a
mbos lados del pórtico principal, con pilastras cuadradas también sobre pede
stales y friso con metopas y triglifos. El remate del techo se realiza a través d
e una ancha cornisa con ornamentaciones tomadas del repertorio clásico. En
los tramos entre las columnatas se ubican los paños de puertas y ventanas r
ematadas en un arco apoyado sobre altas pilastras.

Esta modulación se repite en la fachada lateral. El edificio se levanta a


través de escalinatas que le otorgan la solemnidad y majestuosidad que requ
iere como casa destinada a la cultura. El repertorio neoclásico y las actividad
es realizadas simbolizan el triunfo de la República sobre el pasado español y
demuestran el progreso alcanzado por la ciudad comercial y portuaria más im
portante del país; para su construcción se sustituye una antigua vivienda por
representar “con su tétrico inmutable aspecto, el espíritu estacionario de la ép
oca colonial”.
Ubicado en la Calle 95, esquina avenida 4. Maracaibo, estado Zulia. Venezu
ela.

Diversas intervenciones ha tenido esta edificación desde su construcci


ón hasta el presente, una de las más importantes fue la realizada durante el p
eríodo de Pérez Soto en 1929, cuando se le agregaron nuevos espacios y se
modernizaron las diferentes dependencias. Otros trabajos realizados han pro
curado tanto el preservar la edificación como adecuarlo a nuevas exigencias,
sin perder sus características, hacia el 2004 se restauraron sus fachadas y s
e redescubrieron los colores originales.

En general, el estado actual es bastante bueno, pues al ser custodio y


desarrollarse las actividades propias de la asamblea se mantiene el edificio e
n buenas condiciones; principalmente en sus fachadas que conservan los ele
mentos estilísticos que definen su estilo neoclásico. Incluso se conserva en s
u patio, el árbol del chirimoyo que caracterizaba a la casa que derrumbaron p
ara hacer el edificio, conocida por los maracaiberos de entonces como Casa
del Chirimoyo. Solo algunas áreas de pinturas y mobiliario existente presenta
n algunos signos de deterioro.

Teatro Baralt: La primera solicitud de un Teatro para Maracaibo es realizada


ante la Corte de España en 1811, por intermedio del diputado a Cortes José
Domingo Rus. No obstante, esta gestión resulta infructuosa y no será sino ha
sta 1840 cuando la ciudad cuente con un espacio para la escenificación teatr
al, gracias a la iniciativa de Miguel Antonio Baralt, quien improvisa en el solar
de su residencia un teatro con techo de enea. La pasión generada por este te
atro de enea impulsa la creación de la Sociedad Unión, que de inmediato abo
ga ante las autoridades por la construcción de un edificio propio para las repr
esentaciones teatrales de envergadura.
Es así como el 28 de julio de 1877 el general Rafael Parra decreta la c
onstrucción del Teatro Baralt de Maracaibo y apenas tres meses después de
presentado el proyecto de construcción, asentado en planos arquitectónicos
por el ingeniero cubano Manuel de Obando y aprobado, en consulta pública,
por los entusiastas habitantes de la ciudad, se coloca la primera piedra en la
misma esquina donde se cruzan la calle Venezuela y la Urdaneta, justo hacia
el sector noroeste de la Plaza Bolívar. Su construcción se inicia el 28 de julio
de 1877 por el ingeniero Manuel de Obando, bajo las órdenes del general R
afael Parra del Zulia.

El Teatro Baralt, que desde 1955 pasa a ser administrado por la Unive
rsidad del Zulia, posee una trayectoria signada por luchas y conquistas. La m
ayor de ellas se inicia a partir de 1973 cuando una comisión evaluadora de la
Dirección de Cultura de esa casa de estudios presenta un informe al Consej
o Universitario, en donde se confirma el implacable deterioro del edificio. De i
nmediato, el Consejo autoriza al Departamento de Planificación Física de la
Universidad para presentar un anteproyecto de reforma. Esta responsabilida
d recae en el arquitecto César Berbesí, cuyo plan contempló el cierre del teatr
o para iniciar trabajos sustanciales, tales como la colocación de aire acondici
onado, estudio acústico, eliminación de los palcos y ampliación de la platea p
ara un aforo de mil personas.

El trabajo de la Universidad se concentró entonces en la investigación


histórica e iconogáfica y en un levantamiento planimétrico del edificio con su r
espectivo análisis estructural. Al mismo tiempo, las gestiones políticas, pacien
tes pero insistentes, consiguen un objetivo fundamental: en noviembre de 19
81 el Teatro Baralt es declarado Monumento Nacional, según Gaceta Oficial
No. 32.347.
Para el año 1986, con el auspicio del Ministerio de Desarrollo Urbano (
MINDUR), se inician las labores de restauración, bajo la responsabilidad de u
n equipo pluriprofesional dirigido por el arquitecto Paolo D´Onghia.

Nueve años más tarde, en 1955, MINDUR firma un convenio con el Ce


ntro Rafael Urdaneta (CRU), mediante el cual transfiere a éste la coordinació
n de los trabajos y la administración de los recursos necesarios para el términ
o de la restauración, que reinscribe de esta manera en el Plan de Renovación
Urbana que el CRU adelanta en el casco central de Maracaibo.

Por último, el Gobierno Regional otorga al CRU el aporte necesario pa


ra culminar la restauración del teatro, y finalmente se produce su reapertura e
l 18 de julio de 1998, quedando bajo la tutela administrativa de la Fundación
Teatro Baralt (FundaBaralt).

Teatro Lia Bermudez: Por Decreto N° 177 del Ejecutivo regional, fechado el
7 de junio de 1990, es convertido el Mercado Principal de Maracaibo, en la F
undación Centro de Artes de Maracaibo Lía Bermúdez.

Recordemos que esta edificación fue sede del Mercado Central de Ma


racaibo, que perduró durante 40 años hasta su incendio, ocurrido el 21 de juli
o de 1927, hecho que motivó a construir un mercado más moderno.

Los trabajos se iniciaron bajo el Gobierno regional de Vicencio Pérez S


oto y fueron dirigidos por el ingeniero León J. Hoet. Más adelante, en 1979, p
or intermedio de INAVI, se remodeló como una plaza techada, y posteriormen
te se conoció como el Centro Popular de Cultura, hasta que el 7 de junio de 1
990, el Ejecutivo regional, crea la Fundación Centro de Artes de Maracaibo Lí
a Bermúdez, que fue inaugurada el 4 de noviembre de 1993.

Esta decisión creó mucha incertidumbre para la época, pero hoy día la
aplaudimos porque es uno de los centros de exposición más relevantes de nu
estro estado Zulia, y debe su nombre a la artista y escultora Carmen Rosalía
González de Bermúdez.

Este Centro de Artes fue dotado de 1.300 butacas, de sonido especiali


zado y moderno sistema de iluminación, para brindar espectáculos regionales
, nacionales e internacionales, con 1.200 metros de áreas expositivas para m
uestras de Artes y espacio para cine.

Esta institución también funciona como un centro integral de las Artes,


además posee servicios de información y documentación, una sala de lectura
y una colección completa de libros sobre Artes.

Todo esto ha convertido al Centro de Artes de Maracaibo Lía Bermúde


z, en un auténtico centro cultural, de los primeros del país.

Botica nueva: Construido entre 1923 y 1925, La Botica Nueva o Los Atlante
s, es un edificio de cuatro pisos que ha sido como el primer rascacielos de M
aracaibo. Señala el historiador Kurt Nagel von Jess que esta fue la primera e
dificación en poseer ascensores y en la cual funcionó la primera farmacia de
Maracaibo.

La construcción del edificio fue llevada a cabo por los hermanos Bellos
o, quienes en 1923 adquirieron una histórica casa de dos pisos que se ubica
ba en el terreno donde se encuentra actualmente el edificio.
La familia Belloso acudió a la oficina de los ingenieros Rojas y Roveda
, con la intención de encargar un edificio moderno que se adecuara a la expa
nsión de sus negocios

El 10 de abril de 2013 un artículo del diario Noticia al Día, señala que e


l edificio se encuentra descuidado, rodeado de comerciantes informales y qu
e no ha recibido la relevancia que merece. En su interior se alojan ventas de
repuestos y los espacios son alquilados parta que los comerciantes informale
s guarden sus mercancías. El artículo también comenta que ha habido proye
ctos gubernamentales para darle otro uso al edificio, pero que no han llegado
a concretarse.

Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá: Por iniciativa del capitán Juan


de las Nieves Andrade, se construye el 7 de julio de 1686, en Maracaibo, un
a modesta ermita dedicada a San Juan de Dios.

Sus paredes eran de barro, su techo de palma y enea, y su piso de barro pis
ado; también contaba con su capellán para poder oficiar la Misa en honor al S
anto.

Más adelante, en 1709, a una señora lavandera se le aparece la image


n de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá en una tablita que había encontrad
o a orillas del Lago de Maracaibo, y esta renovación prodigiosa estimuló la de
voción, razón por la cual las autoridades decidieron el traslado de la sagrada i
magen a la Iglesia Matriz (Catedral de Maracaibo), en medio de una procesió
n desde la calle El Milagro, donde vivía la señora, pero al llegar a la calle Der
echa la imagen se hizo pesada y no pudieron moverla sino hacia la ermita de
San Juan de Dios, construyendo junto a ella una capillita para venerar a la Vi
rgen con el apoyo del gobernador Francisco Antonio de la Rocha Ferrer, quie
n además dotó a la tablita de un marco de plata y una lámpara del mismo met
al.
Tiempo después, exactamente en 1724, inician los trabajos para const
ruir una iglesia de mayor capacidad, de bahareque y techos de teja, rodeada
de una plaza, consagrándose la misma en 1732.

A la llegada del gobernador Guillermo Tomás de Roo, se derribó la cap


illita y se fabricó una capilla mayor, colocando de mayordomo a José Gutiérre
z Vergara, pero más tarde, otro gobernador, Pedro González de Acuña, derrib
ó el cañón que había fabricado el mayordomo y ordenó construir una elegant
e torre, que fue visitada por el obispo Mariano Martí, quien la describió amplia
mente en su Inventario Pastoral.

El 7 de julio de 1806, se crea la parroquia de San Juan de Dios, que s


e instaló definitivamente el 30 de enero de 1808, siendo su primer párroco An
tonio María Romana.

A través de los años se fueron haciendo cambios a la capilla hasta lleg


ar a lo que hoy conocemos como la Basílica de Nuestra Señora del Rosario d
e Chiquinquirá, ubicada en pleno Centro de Maracaibo y para el beneplácito d
e los feligreses.

Luego fue remodelada bajo la supervisión del Ingeniero Pedro José Ro


jas en 1932. Aunque el nombre original de la basílica es San Juan de Dios, e
s mucho más conocida por Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, debi
do a la gran devoción que los zulianos profesan a la virgen del mismo nombr
e. Muchos historiadores cuentan que en la construcción de este emblemático
templo, fueron muchos los esfuerzos que se unieron, participaron los fieles, l
as industrias, los comerciantes y todas aquellas personas que hacían vida en
la ciudad de Maracaibo.

Iglesia Santa Bárbara: Sus orígenes parecen remontarse casi a la misma ép


oca de una de las tres fundaciones de la ciudad, probablemente a la corresp
ondiente en 1574 a Pedro Maldonado, quien la denominó Nueva Zamora de
Maracaibo en honor al gobernador Mazariegos, nativo de la ciudad de Zamor
a en España. Se sabe que para el año 1583 ya existía una ermita construida
por la milicia armada española de Maracaibo, la cual es mencionada por Mon
s. Fray Juan Manzanillo el 6 de octubre de dicho año, en un documento dond
e aprueba unas constituciones de los Hermanos Cofrades de la Santa Vera-
Cruz y Santo Cristo de la Parroquia de San Sebastián, en la que se refiere en
el sexto y décimo artículo, a que dicha ermita medía 32 varas de largo y 10 d
e ancho, fuera de paredes, y dedicada a Santa Bárbara, patrona de los artiller
os. En el año 1618, se comienza a reconstruir dicha ermita, que coincide con
la etapa final del gobierno del coronel Don Francisco de Rocha. Esta iniciativ
a la tomó el sargento Gregorio Padilla, debido al abandono en el que se enco
ntraba, y con el deseo de que se le rindiera culto a la Santísima Virgen bajo l
a advocación de Madre de Dios de la Caridad, sin embargo, no pudo terminar
la, dejando construida solamente la bóveda de cañón de la ahora Capilla. Par
a el año 1743, el Pbro. Carlos Corzo, a su muerte, dona sus bienes personal
es a la obra, con el fin de cubrir las deudas que implicaba su construcción, pa
ra ese entonces, ya la capilla tenía un Altar Mayor, otro altar del lado del Eva
ngelio dedicado al Divino Niño Jesús y otro del lado de la Epístola, dedicado
a Madre de Dios de la Caridad.

Para julio de 1747 llega a Maracaibo el Reverendo Padre Fray Justo de Vale
ncia, de los Franciscanos Capuchinos de Navarra, quienes se les confió la mi
sión de promover el culto y la devoción a la Inmaculada Concepción de María
Santísima, y el establecimiento de una cofradía dedicada a dicha devoción.
Los frailes se encontraban asentados detrás de la capilla de Santa Bárbara, p
or lo que pensaron que este podría ser el templo adecuado para dedicarlo a l
a Imaculada Concepción, es aquí entonces cuando comienzan a darse los co
nflictos entre la Obra Pía de Santa Bárbara y la Congregación de la Inmacula
da Concepción acerca de la titularidad del Templo. El 15 de mayo de 1750 el
Papa Benedicto XIV, mediante un breve diligenciado por los frailes capuchino
s, decreta la erección de la Congregación para el culto de la Purísima Conce
pción de Maria Santísima en esta Capilla de Santa Bárbara. Fray Andrés de lo
s Arcos, comisario de misión de los capuchinos de Navarra en la provincia de
Maracaibo, intercede ante el rey de España, quien por Real cédula, el 16 de
septiembre de 1756 coloca bajo su protección y amparo a la Congregación d
e la Inmaculada Concepción y ordena a las autoridades civiles y eclesiásticas
, no evitar el funcionamiento de la asociación; dicha orden fue ejecutada por
el Obispo de Caracas, Don Diego Antonio Mandroreiro, quien hizo acatar la o
rden del Rey mediante un auto fechado en Caracas el 18 de noviembre de 1
757. Al conceder el permiso, el Papa nombró a Fray Justo como director perp
etuo de esta Congregación y, a la muerte de éste, a quien desempeñara la fu
nción de Prefecto de la Misión de Capuchinos en Maracaibo.

Valencia concluye la reconstrucción iniciada por el sargento Padilla, quedand


o la estructura compuesta por una sola nave, midiendo trece y media varas c
astellanas por fachada, y treinta y cuatro y un cuarto de largo, el presbiterio e
ra separado de la nave por un arco. Contaba para entonces con cinco altares
, un púlpito de madera tallado de manera muy regular, con exquisitas moldur
as, por lo cual fue bastante admirado y utilizado casi dos siglos después, y es
taba situado entre el altar de la Santísima Trinidad y el arco toral, al bajar las
escaleras del presbiterio. Poseía un coro situado a la entrada del Templo, un
a gran puerta central al frente y dos a los lados de manera simétrica, además,
dos entramados en madera que permitían el acceso de la luz al presbiterio y
a la sacristía, al lado sur. El campanario era un paredón que continuaba junt
o a la fachada y albergaba dos grandes campanas. El patio, como era costu
mbre en aquella época, sirvió de cementerio durante muchos años.
Para el siglo XIX, Maracaibo no tenía diócesis como tal, por lo que dependía
de la diócesis de Mérida, gobernada entonces por el Obispo Santiago Hernán
dez Milanes. Es el 6 de junio de 1806, cuando se erige el templo como Parro
quia de Santa Bárbara, separándola del territorio Parroquial de San Sebastián
, que posteriormente sería la Catedral de San Pedro y San Pablo de la enton
ces Diócesis del Zulia. Esta erección llevó a resolver la discordia existente ac
erca de su titularidad. La separación fue solicitada por el párroco de turno, afir
mando que era imposible de atender a una población de 22.000 habitantes, d
e los cuales 5.000 eran esclavos. Ya en 1810 se registraban bautizos y matri
monios. En 1812 se nombra a la Purísima como Patrona. En 1862, al Pbro. J
osé Antonio Rincón, segundo párroco del templo, se le otorgó el permiso de la
Diócesis de Mérida de Maracaibo, para demoler la capilla y construir un temp
lo nuevo cubierto por fondos suministrados tanto por la población, como por l
a donación del diez por ciento del cobro de impuestos por ejidos del Consejo
Municipal de Maracaibo para ese año, trato que acordó el sacerdote con el g
obernador José Antonio Serrano. Tras la muerte de Rincón, fue nombrado co
mo tercer párroco el Pbro. Joaquín Piña, en el año 1867, quien vio finalizada l
a obra, bendiciendo la nave central y el altar mayor en 1877 y el baptisterio e
n 1881, quedando terminada oficialmente en el año 1888; los trabajos fueron
encargados al ingeniero cubano Manuel Ovando y al arquitecto Manuel B. No
riega, utilizando el estilo neogótico, con un absidiolo en la nave lateral derech
a y tres altares, el mayor dedicado a Santa Bárbara y a la Inmaculada Conce
pción, el derecho a El Sagrario y el izquierdo al Corazón de Jesús. Piña duran
te su actuación en el templo, demostró su interés en mejorarla y dotarla de val
ores estéticos, realizando un viaje a Europa donde adquirió esculturas, adorn
os y bienes muebles que hoy en día siguen formando parte de la edificación.
Finalmente, el 1 de enero de 1952 toma posesión de la Parroquia el Pbro. Ma
riano José Parra León, que continúa los trabajos de remodelación que se inici
aron y concluyeron en 1957. Parra León incluyó la demolición del techo de tej
a, columnas de madera y pisos, sustituyéndolos por un techo y columnas de
concreto armado y pisos de granito. Las ventanas de madera de las naves lat
erales se sustituyeron por ventanas metálicas de romanilla. Se taparon los oj
os de buey de la construcción original, se hicieron los tragaluces de la nave c
entral, y se construyó el nicho y Altar del Calvario. Fue consagrada el 8 de fe
brero de 1958 por Mons. José Alí Lebrún Moranitos. En 2008 se hicieron exc
avaciones detrás de la estructura, hallándose restos de cerámica indígena, tro
zos de vidrios semi-industriales que datan desde los años 1600 a 1800, un fo
gón y trozos de terracota de las casas de la Maracaibo colonial. Entre 2011 y
2012 se hicieron arreglos en el exterior del Templo, por parte de la Gobernaci
ón del estado y la Alcaldía del Municipio, que incluyó el remozado de las fach
adas y la instalación de una nueva iluminación escenográfica, asimismo, la co
mpleta remodelación de la plaza en la que se encuentra ubicado el Templo, a
hora perteneciente al Paseo Los Libertadores (antiguo Ciencias).

Convento san francisco de Asís: Es un edificio religioso de la Iglesia católic


a localizado en el Municipio Maracaibo del estado Zulia, al occidente del país
sudamericano de Venezuela. Allí funcionó la primera sede de la Universidad
del Zulia en el año 1891. Empezó como una sede de los franciscanos que lle
garon a esa región aproxidamente en el año 1600. En sus inicios era apenas
una capilla que se encontraba cerca de las aguas del Lago de Maracaibo, pe
ro con el paso del tiempo las tierras ganadas al mar o rellenos de tierras lo al
ejaron del lago. Su construcción se produjó en el período comprendido entre
1669 y 1730. Posee una iglesia también dedicada a San Francisco de Asís q
uien es el fundador de esta orden religiosa católica. Fue cerrado en 1821 por
el gobierno de la Gran Colombia, reabierto en 1828 y usado como Colegio en
1839. En 1884 es reconstruido, pero para 1885 son cerrados todos los conv
entos de Venezuela. En 1908 se reconstruyó la iglesia.

Ubicación: Calle 97 | Plaza Baralt, Maracaibo, Venezuela.

Con Catedral San Carlos Borromeo: Aunque no existe una fecha precisa d
e su cimentación, queda claro que entre 1779 y 1815, fue construída la prime
ra capilla en el mismo lugar donde reposa la actual estructura

De acuerdo a datos extraídos del libro Recopilación Histórica del Distrito Coló
n, escrito por el periodista Manolo Silva Machado, el templo de San Carlos pr
esenta un estilo Renacentista, que lo hace ver distinto al resto de las demás i
glesias del Zulia.

Posee tres naves, una cúpula piramidal sobre el altar mayor. En su fac
hada las puertas laterales rematan ambas con adornos de columnas jónicas
y el frontón con tres ventanas adornadas con un rosetón en el centro. Sobre l
a cornisa, en el vértice, describe en su obra, remata en una imagen de San C
arlos Borromeo. Lo acompaña una torre cuadrangular a la derecha, donde re
posa el reloj y el campanario y en el extremo más alto se erige la cruz.

Manolo Silva Machado, relata que sobre la primera construcción del oratorio,
se cree que fue posterior a la fundación de San Carlos y Santa Bárbara. Aunq
ue la publicación del ex cronista del municipio Colón no evidencia una fecha
específica sobre la cimentación, queda claro que entre 1779 y 1815 -fecha de
la cual que se tiene registro sobre la presencia de los monjes capuchinos pr
ovenientes de Cantabria y Navarra-, se edificó la primera capilla en San Carlo
s de Zulia, en el mismo lugar donde reposa la actual Com Catedral, utilizándo
se vegetación como: cedro, palma real, bejucos y pisos de ladrillo.
En 1830 –señala el periodista de acuerdo a los datos obtenidos- se rea
liza la primera remodelación de la iglesia, año en que muere José Antonio Vill
egas, párroco para aquel entonces, en medio de un tiroteo perpetrado en la p
rocesión con el patrono: San Carlos Borromeo.

Al menos doce años estuvo la feligresía sin sacerdote, sin embargo un


compromiso por escrito con el Padre José Agustín Páez, se repara por segun
da vez el templo; para la ejecución de los arreglos se utilizó arena, barro, cañ
a brava, horcones de madera y techos de palma real.

En el año de 1887, para conmemorar el centenario de fundación de Sa


n Carlos se dispuso a crear una junta pre construcción de la Iglesia integrada
por miembros del Concejo Administrador, junto a Fermín Meoz y Francisco
González (hijo); ésta es entonces la tercera remodelación, considerada por se
r la de mayor envergadura; para el trabajo se necesitó horcones de carreto, t
echos de teja, pisos de ladrillo, paredes de barro con caña brava y planos de
cal y arena, todos traídos desde la ciudad de Maracaibo en piragua y valorad
os en al menos 4 mil 682 bolívares.

La cuarta reconstrucción fue ejecutada en 1910, siendo el párroco Luis


María Mora; las labores culminaron un año después el 18 de abril de 1911 a
cargo de Aniceto García e hijos. Luego en 1936 atraviesa por lo que sería su
quinta reparación, en esta oportunidad la parroquia era presidida por el presb
ítero Carlos Pompilio Fonseca y nuevamente Aniceto García e hijos participa
n en la obra en calidad de albañiles. Una sexta reconstrucción fue hecha para
el año1950.
La séptima labor de construcción y remodelación en gran parte de su e
structura se dio para 1987, costeada por Luis Ángel Pérez Atencio y su espos
a Conchita Carroz de Pérez -ambos fallecidos-, con una inversión de cuatro
millones de bolívares, la cual según Carmen Elena Urdaneta (+), intermediari
a en aquella oportunidad entre la el empresario y la iglesia, da cuenta que la
Catedral fue reestructurada a nivel de la fachada y sacristía. Para aquel ento
nces el párroco a cargo de la feligresía sancarlense era el padre Manuel Baut
ista Muñoz López (+). Urdaneta indicó que el con el dinero se edificó la casa c
ural, y colocaron el piso de granito que en la actualidad se aprecia.

Las últimas modificaciones y mejores de la Iglesia San Carlos Borrome


o, según el penúltimo párroco Guillermo Sánchez, se han realizado para incre
mentar la seguridad y resguardo del ornato, así como de otras pertenencias
de la Com Catedral. Así, con el aporte de la feligresía, logra resguardar el te
mplo con portones en hierro forjado dispuestos en ventanales de la cúpula, v
entanas y puertas laterales. En relación a los matices de la edificación, señala
Sánchez que el amarillo ocre lo escogió al observar una revista que muestra
un templo brasileño en la misma tonalidad; en cuanto a los zócalos, el color a
zul añil fue tomado del marco de la imagen de Santa Cecilia, que reposa en e
l lugar destinado para el coro eclesiástico.

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