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Capitalizacion de interes

Definición 1Añadir al principal más los intereses devengados el interés correspondiente al último periodo
de devengo (día, semana, mes, trimestre, etc.) para llegar, agregando el resultado, al nuevo total para el
próximo cálculo.Fuente: Invertext

Contexto: La capitalización de intereses quiere decir que la institución financiera agrega los intereses que
ha generado el dinero que el cliente mantiene en la institución, al saldo que mantiene el cliente al
momento de realizar este proceso, aumentando así su capital el mismo que servirá de base para la
siguiente capitalización.

DEFINICIÓN DE

TASA DE INTERÉS

En el ámbito de la economía y las finanzas, el concepto de interés hace referencia al costo que tiene un
crédito o bien a la rentabilidad de los ahorros. Se trata de un término que, por lo tanto, permite describir
al provecho, utilidad, valor o la ganancia de una determinada cosa o actividad.

Tasa de interés

Un concepto este, el que ahora nos ocupa, cuyo origen se remonta a etapas anteriores a la Edad Media.
En ella incluso el interés llegó a ser mal visto por considerar que era un atentado contra la Divinidad. Tal
es así que se estableció como “pecado de usura”.

No obstante, esa idea iría cambiando con el paso del tiempo hasta tal punto que a partir de la Edad
Moderna ya nos encontramos con todo un entramado de autores que empiezan a hablar del concepto
que hoy maneja la economía actual. Entre aquellos se encontrarían figuras de renombre tales como el
economista escocés Adam Smith, Victor Riquetti que era conocido como el Marqués de Mirabeau o el
economista norteamericano Irving Fisher.
Una figura esta última muy importante en la materia que nos ocupa ya que, por ejemplo, estableció la
clara diferenciación entre lo que se da en llamar tasa de interés nominal y la tasa de interés real.

En este listado de personajes influyentes en el campo del interés no se puede tampoco pasar por alto la
figura del economista británico John Maynard Keynes y del estadounidense Milton Friedman. Y es que
ambos expertos se consideran que son los que han inspirado e influido a la economía actual.

Así, el primero ha propiciado que incluso dentro de la rama de la macroeconomía exista un área
denominada economía Keynesiana. Mientras, el segundo, destacó por recibir el Premio Nobel de
Economía por sus estudios e investigaciones sobre la política de la estabilización y el análisis de
consumo.

El interés de tipo simple agrupa a los intereses que surgen de una determinada inversión gracias al
capital inicial. Cabe resaltar que los intereses derivados del capital en un cierto periodo no se acumulan
al mismo para producir los intereses que corresponden al siguiente periodo. Esto supone que el interés
simple generado por el capital invertido se mantendrá idéntico en todos los periodos de la inversión
mientras no varíe la tasa ni el plazo.

El interés compuesto, en cambio, permite que los intereses obtenidos tras el final del periodo de
inversión no se retiren, sino que se reinvierten y se añaden al capital principal.

La noción de tasa de interés, por su parte, hace foco en el porcentaje al que se invierte un capital en un
determinado periodo de tiempo. Podría decirse que la tasa de interés es el precio que tiene el dinero
que se abona o se percibe para pedirlo o cederlo en préstamo en un momento en particular.

La tasa de interés puede ser de carácter fijo (se mantiene estable mientras dura la inversión o se
devuelve el préstamo) o variable (se actualiza, por lo general, de manera mensual, para adaptarse a la
inflación, la variación del tipo de cambio y otras variables).
Por último, cabe destacar que la tasa de interés considerada como preferencial consiste en un porcentaje
más bajo respecto al general que se suele cobrar por los préstamos que se conceden para la realización
de ciertas actividades específicas.

Tasa de interés

La tasa de interés, tipo de interés o precio del dinero, en economía, es la cantidad que se abona en una
unidad de tiempo por cada unidad de capital invertido. También puede decirse que es el interés de una
unidad de moneda en una unidad de tiempo o el rendimiento de la unidad de capital en la unidad de
tiempo.[1][2]

Evolución del Euribor a un año (rojo), a tres meses (azul) y a una semana (verde) desde enero de 1999
hasta 2016. Los picos máximos del euribor interanual se alcanzaron en 1994 (6,6%), 2000 (5,2%) y en
2008 (5,526%). Desde entonces se ha reducido significativamente hasta alcanzar valores negativos: el 20
de octubre de 2016 fue de -0,073% a un año, de 0,313% a tres meses y de -0,385 a una semana.[3][4]

Evolución de Federal funds rate. La tasa de interés de fondos federales es la tasa de interés interbancario
-tasa de interés, normalmente de ún día para otro- que cobran los bancos cuando se prestan entre sí.
Desde la Crisis financiera de 2008 la Federal funds rate ha permanecido en cifras cercanas a cero y por
debajo del 1%.[5]

La Crisis financiera de 2008 y la Gran Recesión han llevado algunas tasas de interés en muchas zonas del
mundo a niveles cercanos a cero e incluso a intereses negativos. En Europa el euribor, el tipo de interés
del mercado interbancario del euro, descendió de cero alcanzándose un interés negativo durante el año
2016 (el 20 de octubre de 2016 fue de -0,073% a un año, de 0,313% a tres meses y de -0,385 a una
semana).[3][4] La Federal funds rate ha permanecido en cifras cercanas a cero y por debajo del 1% desde
2008.[5]

Índice

Aspectos históricos sobre el cobro de intereses Editar


Históricamente el cobro de intereses estaba considerado ilícito o injusto y pecaminoso. Sin embargo este
punto de vista ha ido cambiando hasta llegar a considerase habitual e incluso virtuoso en la actualidad.

Tradición judeocristiana de la deuda y el interés Editar

En la tradición judeocristiana el cobro de intereses por una deuda era pecado por lo que el culpable es el
acreedor (al que le deben) y no el deudor (el que debe). El culpable es el banquero que presta con
interés y usura, no el que desesperadamente pide el préstamo. El rico ya habría cubierto sus
necesidades, el resto de su dinero ya no es suyo y es él quien está en la obligación (deuda) de devolverlo.
La tradición judeocristiana recoge con claridad las medidas bíblicas sobre el interés y caducidad de las
deudas. El capitalismo, desde este punto de vista, es pura idolatría y de ello tendrían que preocuparse
los responsables eclesiásticos y no de la laicidad (que tiene raíces cristianas), la idolatría del capitalismo
es la explicación más razonable de la crisis del cristianismo en el mundo rico.[6][7]

Edad Media - Pecado de usura Editar

En la Edad Media europea persiste la tradición judeocristiana y el cobro de interés se considera por las
doctrinas católicas inaceptable ya que el tiempo, con el que juega el cobro de intereses se consideraba
propiedad divina por lo que cobrar entonces por el uso temporal de un objeto o dinero era considerado
comerciar con la propiedad de Dios, lo que hizo que su cobro fuese prohibido bajo pena de excomunión.
Posteriormente, Tomás de Aquino adujo que cobrar interés es un cobro doble: por la cosa y por el uso de
la cosa. Consecuentemente, cobrar interés llegó a ser visto como el pecado de Usura.[cita requerida]

Renacimiento - aparición del beneficio mutuo como aceptable Editar

Esta situación empezó a cambiar durante el Renacimiento. Los préstamos dejaron de ser principalmente
para el consumo y empezaron (junto al movimiento de dineros) a jugar un papel importante en la
prosperidad de ciudades y regiones. Frente a eso, la escuela de Salamanca propone una nueva visión del
interés: si el que recibe el préstamo lo hace para beneficiarse, el que lo otorga tiene derecho a parte de
ese beneficio dado que no sólo toma un riesgo pero también pierde la oportunidad de beneficiarse de
ese dinero usándolo de otra manera, el llamado coste de oportunidad.[cita requerida]

Con esas nuevas proposiciones se empiezan a crear las bases para la percepción del dinero como una
mercadería, la cual, como cualquier otra, puede ser comprada, vendida o arrendada. Una importante
contribución a esta visión se origina con Martín de Azpilcueta, uno de los más prominentes miembros de
esa escuela. De acuerdo con él, un individuo prefiere recibir un bien en el presente a recibirlo en el
futuro. Esa "preferencia" implica una diferencia de valor, así, el interés representa un pago por el tiempo
que un individuo es privado de ese bien.[cita requerida]

Época moderna Editar

Véase también: Historia del pensamiento económico

Los primeros estudios formales del interés se encuentran en los trabajos de Mirabeau, Jeremy Bentham
y Adam Smith durante el nacimiento de las teorías económicas clásicas. Para ellos, el dinero está sujeto a
la ley de la oferta y demanda transformándose, por así decirlo, en el precio del dinero. Posteriormente,
Karl Marx ahonda en las consecuencias de esa transformación del dinero en mercancía, que describe
como la aparición del capital financiero.

Esos estudios permiten, por primera vez, al Banco Central de Francia intentar controlar la tasa de interés
a través de la oferta de dinero (cantidad de dinero en circulación) con anterioridad a 1847.

A comienzos del siglo XX, Irving Fisher incorpora al estudio del fenómeno diferentes elementos que lo
afectan (tal como la inflación) introduciendo la diferencia entre las tasas de interés nominal y real. Fisher
retoma la idea de la escuela de Salamanca y aduce que el valor tiene una dimensión no solo cuantitativa
sino también temporal. Para este autor, la tasa de interés mide la función entre el precio futuro de un
bien con relación al precio actual en términos de los bienes sacrificados ahora a fin de obtener ese bien
futuro.

En la actualidad la concepción de la tasa de interés tanto entre académicos como en la práctica en


instituciones financieras está fuertemente influida por las visiones de John Maynard Keynes y Milton
Friedman.

Los tipos de interés como instrumento de la política monetaria Editar

Desde el punto de vista de la política monetaria del Estado, una tasa de interés alta incentiva el ahorro y
una tasa de interés baja incentiva el consumo. De ahí la intervención estatal sobre los tipos de interés a
fin de fomentar ya sea el ahorro o la expansión, de acuerdo a objetivos macroeconómicos generales.
Dado lo anterior, las tasas de interés "reales", al público quedan fijadas por:

La tasa de interés fijada por el banco central de cada país para préstamos (del Estado) a los otros bancos
o para los préstamos entre los bancos (la tasa interbancaria). Esta tasa corresponde a la política
macroeconómica del país (generalmente es fijada a fin de promover el crecimiento económico y la
estabilidad financiera).

La situación en los mercados de acciones de un país determinado. Si los precios de las acciones están
subiendo, la demanda por dinero (a fin de comprar tales acciones) aumenta, y con ello, la tasa de
interés.

La relación a la "inversión similar" que el banco habría realizado con el Estado de no haber prestado ese
dinero a un privado. por ejemplo, las tasas fijas de hipotecas están referenciadas con los bonos del
Tesoro a 30 años.

Aspectos macroeconómicos de los tipos de interés Editar

La macroeconomía se interesa por la influencia de los tipos de interés en otras variables de la economía,
en particular con:

La producción y el desempleo.

El dinero y la inflación o deflación.

Tasa de interés, ganancia como clave de la economía Editar

La tasa de interés, expresada en porcentajes, representa un balance entre el riesgo y la posible ganancia
(oportunidad) de la utilización de una suma de dinero en una situación y tiempo determinado. En este
sentido, la tasa de interés es el precio del dinero, el cual se debe pagar/cobrar por tomarlo
prestado/cederlo en préstamo en una situación determinada. Si las tasas de interés fueran las mismas
tanto para depósitos en bonos del Estado, cuentas bancarias a largo plazo e inversiones en un nuevo tipo
de industria, nadie invertiría en acciones o realizaría depósitos en un banco. Tanto la industria como el
banco pueden ir a la bancarrota, un país no. Por otra parte, el riesgo de la inversión en una empresa
determinada es mayor que el riesgo de un banco. Por lo tanto la tasa de interés será menor para bonos
del Estado que para depósitos a largo plazo en un banco privado, la que a su vez será menor que los
posibles intereses ganados en una inversión industrial.

Tipos de interés de los valores de mercado Editar


El mercado, en el que se negocian valores tales como bonos, acciones, futuros, etc., por efecto de la
oferta y la demanda, fija para cada clase de activos un tipo de interés que depende de factores tales
como:

Las expectativas existentes sobre la tasa de inflación y, en su caso, de la deflación.

El riesgo asociado al tipo de activo: los inversores exigen un tipo de interés mayor como contrapartida
por asumir mayores riesgos.

La preferencia por la liquidez: cuanto menos líquido sea el activo, mayor compensación exigirán los
inversores. Por este motivo los inversores suelen exigir retribuciones mayores por inversiones a mayor
plazo.

Clasificación y concepto de los tipos de interés Editar

Las tasas de interés bancarias: activa, pasiva y preferencial Editar

En el contexto de la banca se trabaja con tasas de interés distintas:

Tasa de interés activa: Es el porcentaje que las instituciones bancarias, de acuerdo con las condiciones de
mercado y las disposiciones del banco central, cobran por los diferentes tipos de servicios de crédito a
los usuarios de los mismos. Son activas porque son recursos a favor de la banca.

Tasa de interés pasiva: Es el porcentaje que paga una institución bancaria a quien deposita dinero
mediante cualquiera de los instrumentos que para tal efecto existen.

Tasa de interés preferencial: Es un porcentaje inferior al "normal" o general (que puede ser incluso
inferior al costo de fondeo establecido de acuerdo a las políticas del Gobierno) que se cobra a los
préstamos destinados a actividades específicas que se desea promover ya sea por el gobierno o una
institución financiera. Por ejemplo: crédito regional selectivo, crédito a pequeños comerciantes, crédito a
ejidatarios, crédito a nuevos clientes, crédito a miembros de alguna sociedad o asociación, etc.

Tipos de interés nominales y reales Editar

Véanse también: Tipo de interés real y Tipo de interés nominal.

Los tipos de interés se modulan en función de la tasa de inflación. El tipo de interés real es la
rentabilidad nominal o tasa de interés nominal de un activo descontando la pérdida de valor del dinero a
causa de la inflación. Su valor aproximado puede obtenerse restando la tasa de inflación al tipo de
interés nominal. Por lo tanto el tipo de interés nominal, que es el que aparece habitualmente como
cantidad de interés en los créditos, incluiría tanto la tipo de interés real como tasa de inflación. Cuando
el tipo de interés nominal es igual a la tasa de inflación, el prestamista no obtiene ni beneficio ni pérdida,
y el valor devuelto en el futuro es igual al valor del dinero en el presente. El prestamista gana cuando el
tipo de interés es alto y la inflación muy baja o inexistente.

Una tasa de inflación superior al tipo de interés nominal implica un tipo de interés real negativo y, como
consecuencia, una rentabilidad negativa para el prestamista o inversor.[8]

Tasas de interés fijo e interés variable Editar

Artículos principales: Interés fijo e Interés variable.

Los conceptos de tipo de interés fijo y tipo de interés variable se utilizan en múltiples operaciones
financieras, económicas e hipotecarias -como la compra de vivienda-.[9]

La aplicación de interés fijo supone que el interés se calcula aplicando un tipo único o estable (un mismo
porcentaje sobre el capital) durante todo lo que dura el préstamo o el depósito.

En la aplicación de interés variable el tipo de interés (el porcentaje sobre el capital aplicado) va
cambiando a lo largo del tiempo. El tipo de interés variable que se aplica en cada periodo de tiempo
consta de dos cifras o tipos y es el resultado de la suma de ambos: un índice o tipo de interés de
referencia (p.e. Euríbor) y un porcentaje o margen diferencial.[10]

Evolución del Euribor a un año (rojo), a tres meses (azul) y a una semana (verde) desde enero de 1999
hasta 2016. Los picos máximos del euribor interanual se alcanzaron en 1994 (6,6%), 2000 (5,2%) y en
2008 (5,526%). Desde entonces se ha reducido significativamente hasta alcanzar valores negativos: el 20
de octubre de 2016 fue de -0,073% a un año, de 0,313% a tres meses y de -0,385 a una semana.[3][4]

Tipo de interés positivo y negativo Editar

Artículos principales: Interés negativo e Interés positivo.

Una tasa de interés es positiva cuando es superior a cero (0) y una tasa de interés es negativa cuando es
inferior a cero (0).
Habitualmente el interés es positivo pero también puede ser negativo. Cuando la economía se estanca
los tipos de interés suelen bajar para así reanimar la economía -política monetaria anticíclica- pero
cuando la bajada aún manteniéndose en cifras positivas no es suficiente los bancos centrales pueden
bajar los tipos por debajo de cero para que así los depósitos -el ahorro- no solo no ofrezca rentabilidad
sino que conlleva pérdidas y así se estimule el movimiento del dinero -en inversión-

Desde finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI algunas economías han tenido o tienen tasas de
interés negativo (Unión Europea, Suecia, Suiza y Japón entre otros países).[11]

Tasa de Interés Efectiva y Nominal

Es importante hacer una diferenciación entre estos dos tipos de tasas de interés, ya que las dos nos
pueden llegar a decir cosas muy diferentes y las entidades financieras pueden utilizar cualquiera de estos
dos tipos de tasa para determinar el interés a pagar, y en la mayoría de los casos las personas no saben
diferenciar y no saben cuanto interés están pagando realmente por las deudas que contraen con las
entidades bancarias.

1. Tasa de Interés Efectiva

Tasa de interés efectiva y nominal

Cuando hablamos de tasa de interés efectiva, nos referimos a la tasa que estamos aplicando
verdaderamente a una cantidad de dinero en un periodo de tiempo. La tasa efectiva siempre es
compuesta y vencida, ya que se aplica cada mes al capital existente al final del periodo.

Si invertimos $100 al 2% efectivo mensual durante 2 meses obtendremos: en el primer mes $102 y
$104,04 en el segundo mes, ya que estamos aplicando en el segundo mes la tasa de interés del 2% sobre
el acumulado al final del segundo mes de $102.

Debemos recordar que cuando trabajamos con tasas efectivas no podemos decir que una tasa de interés
del 2% mensual equivale al 24% anual, ya que esta tasa genera intereses sobre los intereses generados
en periodos anteriores. En caso de invertir los $100 durante un año al 2% efectivo mensual el calculo
sería el siguiente:
Usamos la formula de la tasa de interés compuesto:

VF= $100*(1+0,02)^12

VF= $126,82

La tasa efectiva del 2% mensual expresada anualmente sería ($126,82-$100)/$100= 26,82% diferente de
24%.

2. Tasa de Interés Nominal

Por otro lado, la tasa de interés nominal es una tasa expresada anualmente que genera intereses varias
veces al año. Para saber los intereses generados realmente necesitaremos cambiar esta tasa nominal a
una efectiva.

Retomando el ejemplo anterior, si invertimos $100 al 24% capitalizable trimestralmente, significa que
obtendremos intereses a una tasa del 6% cada tres meses. La tasa de interés la calculamos así:

i=24%/4, dónde 4 es el numero de veces que se capitaliza al año (12 meses/3 meses)

i=6% (Cada 3 meses se paga el interés del 6%)

3. Tasa de Interés Nominal a Efectiva

Para saber el interés real generado utilizamos de nuevo la formula del interés compuesto:

VF= $100*(1+0,06)^4

VF= $126,24
La tasa efectiva del 6% trimestral expresada anualmente sería ($126,24-$100)/100=26,24% diferente de
24% nominal. Se le llama nominal ya que solo es por nombre y no representa la realidad, sin embargo se
utiliza mucho para denotar el tipo de interés que se va a aplicar.

Importancia en el Análisis Financiero

En muchas ocasiones se generan problemas al no saber interpretar las tasas de interés y los tipos de
interés, más aun teniendo en cuenta las muchas formas en las cuales se pueden encontrar expresadas
las tasas de interés nominales y efectivas. En el análisis financiero lo ideal es llevar todo a tasas efectivas
para evitar confusiones que pueden generar imprevistos en las inversiones personales o de una
organización.

La Capitalización continua es una fórmula que ayuda a calcular el valor presente y el valor futuro de
cierta cantidad, añadiendo los intereses que se van acumulando. Por tanto, los intereses que se ganan en
un periodo se suman a la cantidad inicial y se vuelven a invertir en el siguiente periodo, capitalizando
nuevos intereses y así sucesivamente.

La capitalización continua se considera un tipo de capitalización compuesta.[1] Si se tiene una tasa


nominal constante y la capitalización es más frecuente, el monto compuesto (capital + intereses)
aumenta. Esto quiere decir que cuanto más rápido es la capitalización de los intereses, mayor será el
monto esperado. La periodicidad instantánea sería cuando «m» tiende a infinito. Si «m» tiende a infinito,
también «v».[2]

Las fórmulas para obtener el valor futuro y presente de la capitalización continua son: M = C ( 1 + i m )
m t {\displaystyle M\ =\,C\left({1+{\frac {i}{m}}}\right)^{mt}} {\displaystyle M\ =\,C\left({1+{\frac {i}
{m}}}\right)^{mt}}

v = m i {\displaystyle v\ =\ {\frac {m}{i}}} {\displaystyle v\ =\ {\frac {m}{i}}}

M = C [ ( 1 + i m ) v ] i t {\displaystyle M\,=\,C\left[\left(1+{\frac {i}{m}}\right)^{v}\,\right]^{it}}


{\displaystyle M\,=\,C\left[\left(1+{\frac {i}{m}}\right)^{v}\,\right]^{it}}
lim v → ∞ C [ ( 1 + i m ) v ] i t = C e i t {\displaystyle \lim _{v\to \,\infty }\,C\left[\left(1+{\frac {i}
{m}}\right)^{v}\,\right]^{it}\ =\,Ce^{it}} {\displaystyle \lim _{v\to \,\infty }\,C\left[\left(1+{\frac {i}
{m}}\right)^{v}\,\right]^{it}\ =\,Ce^{it}}

Donde:

M = Valor Futuro

C = Valor Presente

i {\displaystyle i} i = Tasa Efectiva

m {\displaystyle m} m = Periodicidad

t {\displaystyle t} t = Tiempo

Por lo tanto simplificando la fórmula, el valor futuro y el valor presente calculado a una tasa instantánea
o de capitalización continua será:

M = C e i t {\displaystyle M\ =\,Ce^{it}} {\displaystyle M\ =\,Ce^{it}}

C = M e i t {\displaystyle C\,={\frac {M}{e^{it}}}} {\displaystyle C\,={\frac {M}{e^{it}}}}

La nomenclatura se respeta siendo la misma de arriba.

La tasa de interés aplicada a un valor calculará un monto de interés devengado. Cuando este cálculo se
relaciona con un período único, se denomina cálculo de interés simple. La tasa de interés también puede
aplicarse a un valor y al monto del interés devengado que se le agrega en un número finito de períodos
utilizados para calcular el interés compuesto. Esto se denomina cálculo de interés compuesto. El interés
puede capitalizarse una vez al año (anualmente), dos veces al año (semestralmente), tres veces al año
(trimestralmente), doce veces al año (mensualmente), etc. Con el tiempo, si la frecuencia de
capitalización aumenta, llegará a un límite máximo. Esta situación se conoce como capitalización
continua. La conversión de tasas de interés se usa, principalmente, al buscar soluciones para problemas
de TVM, donde los períodos de interés y de pagos no son los mismos y cuando las inversiones con
distintos períodos utilizados para el cálculo de interés compuesto se comparan entre sí.

Al calcular el interés compuesto con un número finito de períodos, la tasa de interés efectiva es la tasa
de interés anual que habría proporcionado los mismos resultados que la tasa de interés compuesto con
frecuencia mayor a una vez al año. Son válidas las siguientes relaciones:

Figura : Método para calcular la tasa efectiva

donde:

EFF es la tasa efectiva (en decimales);

NOM es la tasa nominal (en decimales);

C es el número de períodos utilizados para el cálculo de interés compuesto.

Las tasas nominal y efectiva también pueden calcularse cuando el interés se basa en la capitalización
continua. En este caso, es válida la siguiente relación:

Figura : Tasa efectiva calculada cuando el interés se basa en la capitalización continua

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